elaula·delumanismo de humanismo... · 2013. 3. 14. · nlhh,.,!',.1!. elaula·delumanismo de...

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Domingo 30.12.12 nlhH,.,!',.1!. El Aula·delumanismo de Academias de as academias, o las reales academias, corporacio- nes de Derecho Público, siguen siendo unas en- tidades bastante poco conocidas para el público en general. La más conocida, y reconocida, es la Real Academia de la Lengua Española, por su- puesto. Y recientemente ha salido a la palestra la RealAcademia de la Historia, con mediática y triste polérni- ea, que debería haberse evitado, causando alguna mella con flaco favor a la institución. Luego, en ámbitos más reducidos, tienen sus niveles de conocimiento, influencia o afección so- cial, algunas academias, de variado ámbito geográfico, temá- ticas o sectoriales. Academias de Bellas Artes, de Buenas Le- tras, de Ciencias, de Jurisprudencia y Legislación, de Medici- na y Cirugía, de Farmacia o de Veterinaria, por ejemplo, con- viven, trabajan y realizan unas importantes labor y función en el marco de lo que se ha venido a llamar, con actual termi- nología, la sociedad del conocimiento, manteniendo lineas de colaboración tanto con los organismos políticos como con las instituciones del saber, universidades y entidades culturales, o colegíos profesionales, por ejemplo, y sirviendo a la socie- dad con sus respectivas contribuciones. Siempre cabrá decir, como de tantos otros colectivos, que en las academias ni son todos los que están, ni están todos los que son, aunque la primera consideración habría que poner- la en cuarentena. Y para cualqnier persona, ostentar la cuali- dad de académico significa una valoración positiva y represen- ta un-considerable plus, incluso con independencia de la su- puesta, real o ficticia, estimación o efecto social que podría en su caso conllevar. Pese a ello, de las academias no mucho se sabe, en lineas generales, como tampoco de Suvariada activi- dad, en un aspecto más concreto. En 1985 se creó en Andalucía, mediante la Ley 7/85, de 6 de diciembre, el Instituto de Academias de Andalucía, que se compone de todas las academias que tienen su sede cen- tral y realizan su actividad en el territorio de la comunidad autónoma, existentes o que se aprueben en el futuro. Su variado objeto estatutario .-contempla no sólo la coordina- ción de dichas corporaciones sino la promoción y el-de- sarrollo de todos los aspectos de la cultura e investigación científica, y queda defmido como organismo asesor y con- sultivo de la Junta de Aridalucia. En su articulado se establece que podrá convocarypatroci- nar congresos, concursos y premios,.editar publicaciones mo- nográficas y periódicas, organizar conferencias y ciclos cultu- rales para la difusión y conocimiento de la cultura y de la in- vestigación científica, especialmente las andaluzas, así como de sus instituciones y valores sociales, económicos, cultu- rales y científicos. Hay que resaltar que las academias son entidades libres e in- dependientes, sin vinculaciones politicas o ideológícas como Hoyes más valido y útil-que nunca el famoso versode'Terencio que dice: «Soy hombre. Nadadél0 humano me es-ajeno» tales, que están al servicio de la sociedad y de los saberes, del conocimiento, que realizan una importante función social y que desarrollan su actividad de forma desinteresada. Para ello perciben unas muy modestas contribuciones públicas, y no siempre, y encuentran acomodo y patrocinío en otras ins- tituciones, buscando constantemente sistemas para realizar eventos de la cultura para ofrecerlos a toda la sociedad. Desde el propio seno del Instituto de Academias de Anda- lucía ha naódo y se está fomentando el Aula del Humanismo. Se trata de la organización de actividades dentro del marco del humanismo, a desarrollar por el propio Instituto y las acade- mias que lo componen, además del cumplimiento de sus es- trictos fines y objetivos estatutaríos, pero inmersas en el espí- ritu y filosofía o razón de ser de la institución. En estos tiempos revueltos.con situaciones de crisis, eco- nómica, pero también de diversos valores, parece oportuno defender con alúnco los principios Y la esencia delhurnanis- mo, en su sentido más amplio y menos dogmático, en su va- riante más 'humana', en beneficio de la sociedad y de Sus com- ponentes, los sufridos ciudadanos y, en especial, los menos fa- varecidos. «Soyhombre. Nada de lo humano me es ajeno», El famoso verso setenta y siete, de la obra 'El que se atormenta a sí mis- mo' de Terencio, -frase que, según cuentan antiguas cró- nicas grecolatinas y renacentistas, al recitarla en el teatro pro- vocaba el aplauso unánime de los asistentes puestos en pie-, ha servido de lema en el primer cido de conferencias del Aula del Humanismo que se encuentra en plena ejecución.Yhoy, quizás sea más válido Y útil que nunca, o como casi siempre, el espíritu inspirador de dicha idea y el sentido.altruista, ge- neroso, valiente y con independencia, de que goza y que des- prende el referido principio. En el citado primer ciclo se está tratando del humanismo como filosofía común de las academias e imprescíndíble pun- to de encuentro moral entre instituciones, y entre personas; se está considerando que el camino correcto es el del in- telecto, la cultura, el saber y los saberes, la índependencia, la libertad y la armonía entre otras variadas enseñas que debe- mos tremolar en nuestros respectivos ámbitos o eIl;1feotros fundamentales principios en que debemosprofundizar en nuestras diversas actividades. Yse está hablando de un neo- renacimiento; una nueva ilustración, un renovado humanís- mo, una actualizada concepción de las cosas, la imperiosa ne- cesidad de mutua colaboración o la práctica obligatoriedad de una ósmosis entre los conocimientos, todo ello con el ex- clusivo objetivo del beneficio del hombre y de la scciedad. En fin, todo un temario, atractivo y atrayente, Ytodo un elen- co de posiciones interesantes en lo que, signiendo aArnold J.Toynbee, hemosllamadotiempos revueltos que hoytam- bién go=os y penamos. . . Constituye, en definitiva, una nueva aportación al mundo de la cultura, otra colaboración académica a la sociedad, pro- bablemente en momentos difíciles,pues como tituló Aulo Ge- lio un capítulo de sus 'Noches Áticas', «no sabe bien a qué dios . hay que hacer sacrificios cuando se producen terremotos», pe.rocon rnagní:ficapretensión y finalidad, ya enunciada, que ya señaló Eurípides en 'Alcestis': «Si alguna cosa hay alli para los buenos, que participes de ella».

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Page 1: ElAula·delumanismo de Humanismo... · 2013. 3. 14. · nlhH,.,!',.1!. ElAula·delumanismo de Academias de as academias, o lasreales academias, corporacio-nes de Derecho Público,

Domingo 30.12.12nlhH,.,!',.1!.

El Aula·delumanismode Academias de

as academias, o las reales academias, corporacio-nes de Derecho Público, siguen siendo unas en-tidades bastante poco conocidas para el públicoen general. La más conocida, y reconocida, es laReal Academia de la Lengua Española, por su-puesto. Y recientemente ha salido a la palestra

la RealAcademia de la Historia, con mediática y triste polérni-ea, que debería haberse evitado, causando alguna mella conflaco favor a la institución. Luego, en ámbitos más reducidos,tienen sus niveles de conocimiento, influencia o afección so-cial, algunas academias, de variado ámbito geográfico, temá-ticas o sectoriales. Academias de Bellas Artes, de Buenas Le-tras, de Ciencias, de Jurisprudencia y Legislación, de Medici-na y Cirugía, de Farmacia o de Veterinaria, por ejemplo, con-viven, trabajan y realizan unas importantes labor y funciónen el marco de lo que se ha venido a llamar, con actual termi-nología, la sociedad del conocimiento, manteniendo lineas decolaboración tanto con los organismos políticos como con lasinstituciones del saber, universidades y entidades culturales,o colegíos profesionales, por ejemplo, y sirviendo a la socie-dad con sus respectivas contribuciones.

Siempre cabrá decir, como de tantos otros colectivos, queen las academias ni son todos los que están, ni están todos losque son, aunque la primera consideración habría que poner-la en cuarentena. Y para cualqnier persona, ostentar la cuali-dad de académico significa una valoración positiva y represen-ta un-considerable plus, incluso con independencia de la su-puesta, real o ficticia, estimación o efecto social que podría ensu caso conllevar. Pese a ello, de las academias no mucho sesabe, en lineas generales, como tampoco de Suvariada activi-dad, en un aspecto más concreto.

En 1985 se creó en Andalucía, mediante la Ley 7/85, de 6de diciembre, el Instituto de Academias de Andalucía, quese compone de todas las academias que tienen su sede cen-tral y realizan su actividad en el territorio de la comunidadautónoma, existentes o que se aprueben en el futuro. Suvariado objeto estatutario .-contempla no sólo la coordina-ción de dichas corporaciones sino la promoción y el-de-sarrollo de todos los aspectos de la cultura e investigacióncientífica, y queda defmido como organismo asesor y con-sultivo de la Junta de Aridalucia.

En su articulado se establece que podrá convocarypatroci-nar congresos, concursos y premios,.editar publicaciones mo-nográficas y periódicas, organizar conferencias y ciclos cultu-rales para la difusión y conocimiento de la cultura y de la in-vestigación científica, especialmente las andaluzas, así comode sus instituciones y valores sociales, económicos, cultu-rales y científicos.

Hay que resaltar que las academias son entidades libres e in-dependientes, sin vinculaciones politicas o ideológícas como

Hoyes más valido y útil-que nuncael famoso versode'Terencio que

dice: «Soy hombre. Nadadél0humano me es-ajeno»

tales, que están al servicio de la sociedad y de los saberes, delconocimiento, que realizan una importante función social yque desarrollan su actividad de forma desinteresada. Para elloperciben unas muy modestas contribuciones públicas, y nosiempre, y encuentran acomodo y patrocinío en otras ins-tituciones, buscando constantemente sistemas para realizareventos de la cultura para ofrecerlos a toda la sociedad.

Desde el propio seno del Instituto de Academias de Anda-

lucía ha naódo y se está fomentando el Aula del Humanismo.Se trata de la organización de actividades dentro del marco delhumanismo, a desarrollar por el propio Instituto y las acade-mias que lo componen, además del cumplimiento de sus es-trictos fines y objetivos estatutaríos, pero inmersas en el espí-ritu y filosofía o razón de ser de la institución.

En estos tiempos revueltos.con situaciones de crisis, eco-nómica, pero también de diversos valores, parece oportunodefender con alúnco los principios Y la esencia delhurnanis-mo, en su sentido más amplio y menos dogmático, en su va-riante más 'humana', en beneficio de la sociedad y de Sus com-ponentes, los sufridos ciudadanos y, en especial, los menos fa-varecidos.

«Soyhombre. Nada de lo humano me es ajeno», El famosoverso setenta y siete, de la obra 'El que se atormenta a sí mis-mo' de Terencio, -frase que, según cuentan antiguas cró-nicas grecolatinas y renacentistas, al recitarla en el teatro pro-vocaba el aplauso unánime de los asistentes puestos en pie-,ha servido de lema en el primer cido de conferencias del Auladel Humanismo que se encuentra en plena ejecución.Yhoy,quizás sea más válido Y útil que nunca, o como casi siempre,el espíritu inspirador de dicha idea y el sentido.altruista, ge-neroso, valiente y con independencia, de que goza y que des-prende el referido principio.

En el citado primer ciclo se está tratando del humanismocomo filosofía común de las academias e imprescíndíble pun-to de encuentro moral entre instituciones, y entre personas;se está considerando que el camino correcto es el del in-telecto, la cultura, el saber y los saberes, la índependencia, lalibertad y la armonía entre otras variadas enseñas que debe-mos tremolar en nuestros respectivos ámbitos o eIl;1feotrosfundamentales principios en que debemosprofundizar ennuestras diversas actividades. Yse está hablando de un neo-renacimiento; una nueva ilustración, un renovado humanís-mo, una actualizada concepción de las cosas, la imperiosa ne-cesidad de mutua colaboración o la práctica obligatoriedadde una ósmosis entre los conocimientos, todo ello con el ex-clusivo objetivo del beneficio del hombre y de la scciedad.En fin, todo un temario, atractivo y atrayente, Y todo un elen-co de posiciones interesantes en lo que, signiendo aArnoldJ.Toynbee, hemosllamadotiempos revueltos que hoytam-bién go=os y penamos. . .

Constituye, en definitiva, una nueva aportación al mundode la cultura, otra colaboración académica a la sociedad, pro-bablemente en momentos difíciles,pues como tituló Aulo Ge-lio un capítulo de sus 'Noches Áticas', «no sabe bien a qué dios .hay que hacer sacrificios cuando se producen terremotos»,pe.rocon rnagní:ficapretensión y finalidad, ya enunciada, queya señaló Eurípides en 'Alcestis': «Sialguna cosa hay alli paralos buenos, que participes de ella».