el mural no11

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El Mural Órgano informativo de publicación quincenal Noviembre de 2010 Año 1, No. 11 Geometría Urbana Daniel Vargas es un Estudiante de Comunicación Social, de la Universidad del Norte, quien se define a sí mismo como alguien que gusta de dibujar utopías con la luz y los grafos, capturar los momen- tos a velocidades diferentes, exponer su vida con imágenes abstractas, enfocar los sueños de manera selectiva dándole un sentido personal a cada uno, y guardar un negativo para editar aquellos mo- mentos que no fueron tan buenos, y poder mejorarlos cuando divaga sólo en su memoria; pero sobre todo, para aprender de ese instante inoportuno. “No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión, pero son demasiado cobardes para manifestarla” Napoleón Bonaparte, Político Francés. Banderilla Daniel E. Aguilar R.………….Editor Alberto Martínez M……………Gurú Kell Pozo……………………Ideóloga Alejandro Ángel……….Apoyo Moral Andrés Arias P……………….Hacker En este número colaboraron Andrés F. González Franco…..(Uninorte) Cinthya Escorcia Rocha..(Artes Plásticas) Mauricio Herrera R………….(Costa Rica) Diana Quijano Pardo…………..(Uninorte) Kostas Antonopoulos……………..(Grecia) Daniel Vargas…………………...(Uninorte) José de Castro…………………...(Uninorte) Paula Barrera……....(Colombia-Uruguay) Raúl y sus ficciones…………...(Colombia) Isaías Molina………(Colombia-Argentina) Sentado en el baño… No tengo que de- cir el resto ¿o si? Por José Ignacio De Castro Me complace saber que mi primer escrito ha logrado la inspiración gra- cias al reciente “logro” de las Fuer- zas Militares colombianas (FF.MM.), donde se dio de baja al alias y señor Jorge Briceño Suarez mejor conocido como el “Monkey yoyoy” - Es que cuando el gobierno se pronuncia en alusión a estas temáticas se me revuelve todo y me dan ganas de ir al baño. Les prometo que solo serán unas cortas palabras para no retenerlos, que no retengan y yo tampoco. No estoy a favor del conflicto armado ni de una revolución armada, pero si me dieran pata yo daría también. Estoy se- guro de que las balas no solucionan nada y la prueba está, que con los 8 corticos años de tu ex presidente autorizando plomo más a siniestra que a diestra - siendo él de ultra dere- cha, que curioso ¿no? - no llegamos ningún acuerdo. Tu go- bierno se harta el ego alardeando con la muerte de los cabe- cillas y las FARC siguen igualitas, un onanismo completo ¿Es que el pueblo no se da cuenta o qué? Si bien lo anterior solo muestra una partecita del infinito meollo y que por sentido común todos sabemos que es cier- to (asumo que tienes sentido común), mi preocupación va más allá. Pongamos un ejemplo breve que ilustra mi inquietud. Supo- nemos que una persona cualquiera (tu papá) ha salido de la cárcel porque pagó su crimen, durante su estadía en el re- cinto penal, él admitió la culpabilidad, se arrepintió frente a los jueces y en la comodidad de su celda reflexionó y se arrepintió frente a los ojos de tu dios, ¿ahora que está libre le darías trabajo? ¡Si!, porque es tu papá, pero otros no lo harían ¿o si? Por lo tanto, si tu gobierno logra la desmovilización de las FARC y el ELN ¿quién garantiza que podrán ser reintegra- dos a la sociedad de forma justa y adecuada?, ¿quién garan- tiza que no van a ser discriminados y recriminados por su pasado? y más importante aún ¿quién les daría trabajo?, ¿tu? ¡No!, porque tú no quieres criminales cerca de ti. ¡Despierta! Pueblo mediocre, mezquino, ignorante, confor- mista. On France´s Immigration Law and the European Community. By Kostantinos Antonopoulos.* The controversy between the French government and the European Union over France’s policies against the Romani population has reached a breaking point. Nicolas Sarkozy has taken a personal bet along with his close buddy , Silvio Berlusconi, to throw away from their countries the largest minority group in Europe, the Roma. The Roma population numbers 10 to 12 million people within the EU, they have lived in Europe for no less than 500 years and they can be found everywhere from Finland to Greece. To add insult into injury , the Romani population have been around longer than the Belgians or the Dutch if I may… so it goes. France insists that it breaks no European law and that its actions are acceptable and law- abiding on grounds of security . France keeps challenging the EU as to why countries such us Hungary and Romania refuse to accept their own people” in their own ground. However , the EU through the Justice Commissioner , Viviane Reding, answered back that "France is not applying European law as it should,", The dispute seems to be very complicated not only because Sarkozy has a great number of supporters in his own country , but also because the anti-Roma sentiment is strong all around Europe. On the other hand, Amnesty International and several other human rights groups accuse France of picking on vulnerable people. so it goes. Any effort to elaborate on the Roma living condition at this point brings nothing novel on the table. It goes without saying that for years they are denied access to education, healthcare, and employment. They have been marginalised and suffer all form of discrimination. After all that, one can only laugh listening Sarkozy's statement last year claiming that he loves listening to gipsy kings”. so it goes. The EU has failed for years to protect the Roma fundamental rights as it does for any other minority group or the majority of EU citizens. Maybe this is why now the EU became suddenly so sensitive against the whole Franco- Italian -...and associates- “expulsion”. In each member-state the inclusion of the Roma population to the general population of the country follows a similar pattern. This is a pattern which resembles the American military policy about gays; “don’t ask don’t tell”. so it goes. After a long lasting exchange of memos and accusation between the EU and Sarkozy one would assume that both sides would follow the diplomatic avenue. We only have to wait but let’s not hold our breath. For the time being, the dispute only escalates. The European authorities warned France on September 29, 2010, that the latter would face disciplinary proceedings. ...so it goes. For existing member-states, a concrete Roma policy will guarantee their dignity and liberty . But any policy that will be taken on the national level will lead to a disaster . The contemporary EU history is a history of self-sabotaging. States are working against the Union which is a Union of the very same states. Confused? You should be. This is Europe. ...so it goes. One thing is for sure. It will take years and years for the mentality to change and for living standards to improve. *Kostas, es Ateniense, Magister en Ciencias Políti- cas, Miembro de varias organizaciones internacio- nales de derechos humanos y viajero incansable, quien será el nuevo colaborador internacional para El Mural desde Grecia. En su libro “El Insomnio de Bolívar”, Jorge Volpi nos ofrece una reflexión bastante original acerca del estado de la región la- tinoamericana. Como buen filó- logo, el escritor mexicano de la generación del “Crack” no des- perdicia la ocasión para arreme- ter contra la ya trillada tendencia a asumir que el realismo mágico no solo es sinónimo de la litera- tura latinoamericana, sino tam- bién nuestra forma natural de expresarnos y de vivir. Cla- ro está que no solo Volpi ha mostrado desconfianza o re- chazo ante esta postura superficial. El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique ha observado como el realismo mágico opacó en sus momentos otras facetas del ser lati- noamericano y sus expresiones, como lo es su caracterís- tico sentido del humor. Pero Volpi no solo señala, con justa razón, que los latinoamericanos tenemos otras for- mas de expresarnos y que también podemos escribir so- bre asuntos y lugares que van más allá de los plantacio- nes bananeras, los cerdos con cola y las mariposas amari- llas. El autor argumenta que para poder contribuir de ma- nera auténtica en un mundo globalizado, los latinoameri- canos debemos dejar de lado el exotismo en el que nos han (y nos hemos) encasillado durante dos siglos de vida independiente. Recientemente tuve la oportunidad de visitar el Museo del Caribe en Barranquilla. Creo que ese hermoso lugar no hace más que darle la razón a Volpi. Con gran habili- dad los curadores del recinto han plasmado la gran diver- sidad de esa región colombiana, que ostenta rasgos que simultáneamente la vinculan al resto de los pueblos veci- nos del Mar Caribe y la distinguen del resto del país. De todas las puestas en escena, la que menos me llamó la atención fue la dedicada a la obra de Gabriel García Márquez. Claro está que el museo no podía dejar de lado los aportes de este escritor a la cultura caribeña, colom- biana y mundial. Sin embargo, la diversidad, originalidad y contundencia de las otras manifestaciones culturales (música, prosa y poesía, toponimia, danza, plástica, in- dustria, textiles, orfebrería, etc.) subrayadas en el museo opacan los temas, lugares y personajes predilectos del au- tor. Precisamente las peleas de gallos, fiebres tercianas, pueblos, seres y vidas hiperbólicas que se describen en sus libros han perdido autenticidad en la medida que han sido sistemáticamente hiperexpuestos y sobre interpreta- dos en otros medios. Únicamente el Río Magdalena, esa vena abierta colombiana que, dicho sea de paso, se apre- cia desde el museo, se salva y sale airoso del lente y ver- bo de García Márquez. Su majestuosidad es indomable y no hace más que acentuar la sensibilidad y perspicacia del autor al haberlo hecho protagonista de su obra. Volpi tiene razón, pero no porque la obra de García Márquez no merezca ser parte de un museo, ni mucho menos porque ya no tenga nada que aportar al menú cul- tural del presente siglo. Más bien, Volpi lleva razón al subrayar que la obra y el estilo de García Márquez deben entenderse como una forma más de expresarse dentro de un crisol cultural riquísimo que no merece ser homologa- do ni reducido a lo que este gran escritor allá podido des- cribir y narrar. Colombia le haría un daño muy grande al acervo cultural mundial si cae en la trampa de dormirse en sus laureles (por no decir mariposas). En los tiempos actuales la cultura de un país es difundida alrededor del mundo según las leyes del mercado. Para nadie es un secreto que para las casas editoriales, estu- dios televisivos y cinematográficos es muy sencillo sacar provecho de García Márquez y su obra por la reputación que les antecede. Deben entonces los colombianos en su devenir por el mundo, y el gobierno como parte de su es- fuerzo en reconstruir el nombre e imagen de Colombia, resaltar y promover la gran diversidad de manifestacio- nes artísticas que surgen de esa tierra y que no cuentan con el beneplácito del mercado. De lo contrario, Shakira, Carlos Vives, Juanes, las narco- novelas, Botero y otra vez Gabo (la marca registrada), se- guirán siendo las caras globalizadas y cada vez menos auténticas que le ofrece Colombia al mundo. Mucho me hubiera alegrado por ejemplo haber disfrutado en Costa Rica de esa gran producción que fue Escalona, Un Canto a la vida y que ayudó a que una nueva generación de co- lombianos valoraran la obra del gran compositor (y dicho sea de paso a lanzar a la arena internacional a Carlos Vi- ves y al ritmo vallenato). Mucho me alegré cuando mis amistades colombianas llevaron a Estados Unidos al ex- tinto grupo Guafa y me ayudaron a descubrir que existe un instrumento llamado Cuatro, que la música de los lla- nos hermana a Venezuela y a Colombia, y que el muy eu- ropeo contrabajo puede acompañar de gran manera el canto conmovedor de unas cantaoras. Tal vez sin saberlo, estos amigos colombianos seguían los pasos de Gabriel García Márquez, quien en 1982 invitó a Toto la Mompo- sina a que lo acompañara, se luciera (y cantara) ante la audiencia global que atendía la ceremonia de entrega del Premio Nobel en Estocolmo. La Cultura Colombiana en el Mundo Mauricio Herrera Rodríguez www.uninorte.edu.co ¿NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA?

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Undécima edición de El Mural

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Page 1: EL MURAL NO11

El Mural Órgano informativo de publicación quincenal Noviembre de 2010 Año 1, No. 11

Geometría Urbana

Daniel Vargas es un Estudiante de Comunicación Social, de la Universidad del Norte, quien se define a sí mismo como alguien que gusta de dibujar utopías con la luz y los grafos, capturar los momen-

tos a velocidades diferentes, exponer su vida con imágenes abstractas, enfocar los sueños de manera selectiva dándole un sentido personal a cada uno, y guardar un negativo para editar aquellos mo-

mentos que no fueron tan buenos, y poder mejorarlos cuando divaga sólo en su memoria; pero sobre todo, para aprender de ese instante inoportuno.

“No hay que temer a los que tienen otra

opinión, sino a aquellos que tienen otra

opinión, pero son demasiado cobardes

para manifestarla” Napoleón Bonaparte, Político Francés.

Banderilla

Daniel E. Aguilar R.………….Editor

Alberto Martínez M……………Gurú

Kell Pozo……………………Ideóloga

Alejandro Ángel……….Apoyo Moral

Andrés Arias P……………….Hacker

En este número colaboraron

Andrés F. González Franco…..(Uninorte) Cinthya Escorcia Rocha..(Artes Plásticas) Mauricio Herrera R………….(Costa Rica) Diana Quijano Pardo…………..(Uninorte) Kostas Antonopoulos……………..(Grecia) Daniel Vargas…………………...(Uninorte) José de Castro…………………...(Uninorte) Paula Barrera……....(Colombia-Uruguay) Raúl y sus ficciones…………...(Colombia) Isaías Molina………(Colombia-Argentina)

Sentado en el baño… No tengo que de-

cir el resto ¿o si?

Por José Ignacio De Castro

Me complace saber que mi primer

escrito ha logrado la inspiración gra-

cias al reciente “logro” de las Fuer-

zas Mi l i t a r es co lo mbian as

(FF.MM.), donde se dio de baja al

alias y señor Jorge Briceño Suarez

mejor conocido como el “Monkey

yoyoy” - Es que cuando el gobierno

se pronuncia en alusión a estas

temáticas se me revuelve todo y me

dan ganas de ir al baño. Les prometo que solo serán unas

cortas palabras para no retenerlos, que no retengan y yo

tampoco.

No estoy a favor del conflicto armado ni de una revolución

armada, pero si me dieran pata yo daría también. Estoy se-

guro de que las balas no solucionan nada y la prueba está,

que con los 8 corticos años de tu ex presidente autorizando

plomo más a siniestra que a diestra - siendo él de ultra dere-

cha, que curioso ¿no? - no llegamos ningún acuerdo. Tu go-

bierno se harta el ego alardeando con la muerte de los cabe-

cillas y las FARC siguen igualitas, un onanismo completo

¿Es que el pueblo no se da cuenta o qué?

Si bien lo anterior solo muestra una partecita del infinito

meollo y que por sentido común todos sabemos que es cier-

to (asumo que tienes sentido común), mi preocupación va

más allá.

Pongamos un ejemplo breve que ilustra mi inquietud. Supo-

nemos que una persona cualquiera (tu papá) ha salido de la

cárcel porque pagó su crimen, durante su estadía en el re-

cinto penal, él admitió la culpabilidad, se arrepintió frente a

los jueces y en la comodidad de su celda reflexionó y se

arrepintió frente a los ojos de tu dios, ¿ahora que está libre

le darías trabajo? ¡Si!, porque es tu papá, pero otros no lo

harían ¿o si?

Por lo tanto, si tu gobierno logra la desmovilización de las

FARC y el ELN ¿quién garantiza que podrán ser reintegra-

dos a la sociedad de forma justa y adecuada?, ¿quién garan-

tiza que no van a ser discriminados y recriminados por su

pasado? y más importante aún ¿quién les daría trabajo?,

¿tu? ¡No!, porque tú no quieres criminales cerca de ti.

¡Despierta! Pueblo mediocre, mezquino, ignorante, confor-

mista.

On France´s Immigration Law and the European Community.

By Kostantinos Antonopoulos.*

T h e c o n t r o v e r s y

between the French

government and the

European Union over

France’s policies

against the Romani

population has reached

a breaking point.

Nicolas Sarkozy has

taken a personal bet

along with his close

buddy, Silvio Berlusconi, to throw away from

their countries the largest minority group in

Europe, the Roma.

The Roma population numbers 10 to 12 million

people within the EU, they have lived in Europe

for no less than 500 years and they can be found

everywhere from Finland to Greece. To add

insult into injury, the Romani population have

been around longer than the Belgians or the

Dutch if I may…

…so it goes.

France insists that it breaks no European law

and that its actions are acceptable and law-

abiding on grounds of security. France keeps

challenging the EU as to why countries such us

Hungary and Romania refuse to accept “their

own people” in their own ground. However, the

EU through the Justice Commissioner, Viviane

Reding, answered back that "France is not

applying European law as it should,", The

dispute seems to be very complicated not only

because Sarkozy has a great number of

supporters in his own country, but also because

the anti-Roma sentiment is strong all around

Europe. On the other hand, Amnesty

International and several other human rights

groups accuse France of picking on vulnerable

people.

…so it goes.

Any effort to elaborate on the Roma living

condition at this point brings nothing novel on

the table. It goes without saying that for years

they are denied access to education, healthcare,

and employment. They have been marginalised

and suffer all form of discrimination. After all

that, one can only laugh listening Sarkozy's

statement last year claiming that he loves

listening to “gipsy kings”.

…so it goes.

The EU has failed for years to protect the Roma

fundamental rights as it does for any other

minority group or the majority of EU citizens.

Maybe this is why now the EU became

suddenly so sensitive against the whole Franco-

Italian -...and associates- “expulsion”. In each

member-state the inclusion of the Roma

population to the general population of the

country follows a similar pattern. This is a

pattern which resembles the American military

policy about gays; “don’t ask don’t tell”.

…so it goes.

After a long lasting exchange of memos and

accusation between the EU and Sarkozy one

would assume that both sides would follow the

diplomatic avenue. We only have to wait but

let’s not hold our breath. For the time being, the

dispute only escalates. The European authorities

warned France on September 29, 2010, that the

latter would face disciplinary proceedings.

...so it goes.

For existing member-states, a concrete Roma

policy will guarantee their dignity and liberty.

But any policy that will be taken on the national

level will lead to a disaster. The contemporary

EU history is a history of self-sabotaging. States

are working against the Union which is a Union

of the very same states. Confused? You should

be. This is Europe.

...so it goes.

One thing is for sure. It will take years and

years for the mentality to change and for living

standards to improve.

*Kostas, es Ateniense, Magister en Ciencias Políti-

cas, Miembro de varias organizaciones internacio-

nales de derechos humanos y viajero incansable,

quien será el nuevo colaborador internacional para

El Mural desde Grecia.

En su libro “El Insomnio de

Bolívar”, Jorge Volpi nos ofrece

una reflexión bastante original

acerca del estado de la región la-

tinoamericana. Como buen filó-

logo, el escritor mexicano de la

generación del “Crack” no des-

perdicia la ocasión para arreme-

ter contra la ya trillada tendencia

a asumir que el realismo mágico

no solo es sinónimo de la litera-

tura latinoamericana, sino tam-

bién nuestra forma natural de expresarnos y de vivir. Cla-

ro está que no solo Volpi ha mostrado desconfianza o re-

chazo ante esta postura superficial. El escritor peruano

Alfredo Bryce Echenique ha observado como el realismo

mágico opacó en sus momentos otras facetas del ser lati-

noamericano y sus expresiones, como lo es su caracterís-

tico sentido del humor. Pero Volpi no solo señala, con

justa razón, que los latinoamericanos tenemos otras for-

mas de expresarnos y que también podemos escribir so-

bre asuntos y lugares que van más allá de los plantacio-

nes bananeras, los cerdos con cola y las mariposas amari-

llas. El autor argumenta que para poder contribuir de ma-

nera auténtica en un mundo globalizado, los latinoameri-

canos debemos dejar de lado el exotismo en el que nos

han (y nos hemos) encasillado durante dos siglos de vida

independiente.

Recientemente tuve la oportunidad de visitar el Museo

del Caribe en Barranquilla. Creo que ese hermoso lugar

no hace más que darle la razón a Volpi. Con gran habili-

dad los curadores del recinto han plasmado la gran diver-

sidad de esa región colombiana, que ostenta rasgos que

simultáneamente la vinculan al resto de los pueblos veci-

nos del Mar Caribe y la distinguen del resto del país. De

todas las puestas en escena, la que menos me llamó la

atención fue la dedicada a la obra de Gabriel García

Márquez. Claro está que el museo no podía dejar de lado

los aportes de este escritor a la cultura caribeña, colom-

biana y mundial. Sin embargo, la diversidad, originalidad

y contundencia de las otras manifestaciones culturales

(música, prosa y poesía, toponimia, danza, plástica, in-

dustria, textiles, orfebrería, etc.) subrayadas en el museo

opacan los temas, lugares y personajes predilectos del au-

tor. Precisamente las peleas de gallos, fiebres tercianas,

pueblos, seres y vidas hiperbólicas que se describen en

sus libros han perdido autenticidad en la medida que han

sido sistemáticamente hiperexpuestos y sobre interpreta-

dos en otros medios. Únicamente el Río Magdalena, esa

vena abierta colombiana que, dicho sea de paso, se apre-

cia desde el museo, se salva y sale airoso del lente y ver-

bo de García Márquez. Su majestuosidad es indomable y

no hace más que acentuar la sensibilidad y perspicacia

del autor al haberlo hecho protagonista de su obra.

Volpi tiene razón, pero no porque la obra de García

Márquez no merezca ser parte de un museo, ni mucho

menos porque ya no tenga nada que aportar al menú cul-

tural del presente siglo. Más bien, Volpi lleva razón al

subrayar que la obra y el estilo de García Márquez deben

entenderse como una forma más de expresarse dentro de

un crisol cultural riquísimo que no merece ser homologa-

do ni reducido a lo que este gran escritor allá podido des-

cribir y narrar. Colombia le haría un daño muy grande al

acervo cultural mundial si cae en la trampa de dormirse

en sus laureles (por no decir mariposas).

En los tiempos actuales la cultura de un país es difundida

alrededor del mundo según las leyes del mercado. Para

nadie es un secreto que para las casas editoriales, estu-

dios televisivos y cinematográficos es muy sencillo sacar

provecho de García Márquez y su obra por la reputación

que les antecede. Deben entonces los colombianos en su

devenir por el mundo, y el gobierno como parte de su es-

fuerzo en reconstruir el nombre e imagen de Colombia,

resaltar y promover la gran diversidad de manifestacio-

nes artísticas que surgen de esa tierra y que no cuentan

con el beneplácito del mercado.

De lo contrario, Shakira, Carlos Vives, Juanes, las narco-

novelas, Botero y otra vez Gabo (la marca registrada), se-

guirán siendo las caras globalizadas y cada vez menos

auténticas que le ofrece Colombia al mundo. Mucho me

hubiera alegrado por ejemplo haber disfrutado en Costa

Rica de esa gran producción que fue Escalona, Un Canto

a la vida y que ayudó a que una nueva generación de co-

lombianos valoraran la obra del gran compositor (y dicho

sea de paso a lanzar a la arena internacional a Carlos Vi-

ves y al ritmo vallenato). Mucho me alegré cuando mis

amistades colombianas llevaron a Estados Unidos al ex-

tinto grupo Guafa y me ayudaron a descubrir que existe

un instrumento llamado Cuatro, que la música de los lla-

nos hermana a Venezuela y a Colombia, y que el muy eu-

ropeo contrabajo puede acompañar de gran manera el

canto conmovedor de unas cantaoras. Tal vez sin saberlo,

estos amigos colombianos seguían los pasos de Gabriel

García Márquez, quien en 1982 invitó a Toto la Mompo-

sina a que lo acompañara, se luciera (y cantara) ante la

audiencia global que atendía la ceremonia de entrega del

Premio Nobel en Estocolmo.

La Cultura Colombiana en el Mundo Mauricio Herrera Rodríguez

www.uninorte.edu.co

¿NO TIENE QUIEN

LE ESCRIBA?

Page 2: EL MURAL NO11

Toda luz equivale a una sombra

Foto, Daniel Vargas.

El Mural

"Lo abyecto cuestiona violentamente

al yo, sus límites, a su estabilidad y to-

do aquello que perturba un orden en

general." Arte por Cinthya Escorcia Rocha.

Artes Plásticas.

Abyecto...

“Solo podemos dar una opinión imparcial

sobre las cosas que no nos interesan. Sin

duda por eso mismo, las opiniones impar-

ciales carecen de valor” Oscar Wilde, Escritor Irlandés.

El Pueblito, Una página imposible de

regresar… Por Diana Carolina Quijano Pardo

En aquella época, este era un

sitio rodeado por estudiantes

de todos los niveles sociales y

lo que menos importaba era

quién se sentara ahí. De un la-

do para otro se veían pasar bo-

las de papel por encima de al-

gunos, los acordeones sona-

ban, los hombres cantaban o

jugaban dominó, cartas y de-

más, juegos que los entretenía

y los sacaba por un momento de las responsabilidades uni-

versitarias.

Cada día se volvía mas intenso e inquietante porque en ese

entonces había un coordinador paseando la zona percatán-

dose de cualquier por menor que ocurriera ahí, tal era el

caso que los estudiantes le temían porque el cumpliendo su

deber del manual de disciplina de la universidad no es per-

mitido los juegos de azar en el campus educativo, en fin,

ellos se cuidaban de su presencia para no levantar sospe-

chas por el cual Toño se acercara y se los quitara.

El pueblito como lo llamaban, tenia a su alrededor en ese

entonces solo dos restaurantes, mesas y sillas atornilladas

al piso para que no las corrieran y desordenaran el sitio, su

ambiente era de total agrado para los que hacían parte de

el, se divertían, además como lo dije anteriormente que ju-

gaban también hacían de las suyas riéndose y gritándole a

los “Primíparos” cosas que a ellos no les agradaban y vul-

garmente les hacían pasar su pena delante de todos los que

estaban ahí.

Andrés* puntualiza: “Anteriormente se presentaban perso-

nas de seguridad que estaban pendiente de acercarse y ver

si habían jóvenes en juegos de manos o de azar para mayor

entendimiento, me parece que ahora es mas seguro porque

hay mas personas encargadas incluyendo a Toño que en esa

época se encontraba cuidando, y realmente nos hemos

cohibido de entrar ahí y llevar a cabo ese tipo de juegos

que no propician el estudio y que mas bien propician las

apuestas y el desorden, nos hemos cohibido de que nos lla-

men la atención solo por tener libre expresión”.

Beatriz* agrega que anteriormente en el pueblito se veía

mucho mas relajo*, se mostraban mas los estudiantes, no

les daba pena nada, podían ser libres en sus cosas expre-

sando lo que ellos querían. Noté una tarde, la multitud de

estudiantes reunidos disfrutando de cantos luiferistas bajo

las notas del acordeón, acompañado por las palmas y la

histeria de algunas estudiantes emocionadas por su bello

canto.

Los tiempos van cambiando poco a poco y ahora estando

en el año 2010 vemos un sitio aun mas grande llamado Pla-

za Du Nord, el cual tiene mas variedad de sitios de comida,

aire acondicionado, muy lindo al parecer de algunos, pero

para otros muy triste porque el sitio donde se divertían y

compartían muy de seguido sus dotes de cantantes, acor-

deoneros, y muchas cosas mas, solo quedan en el pasado y

es una página la cual no se puede volver a regresar.

*(Andrés) Nombre cambiado

*(Beatriz) Nombre cambiado

Mi dedicatoria Por Andrés Felipe González Franco

Tan sublime, que da ver-

güenza intentar escribir-

le un poema. En mi su-

ciedad la mancho y

plasmo mis tontas ideas.

No me importa, por ella

todo; y ¿cómo no vivir-

lo así? Es la mujer más

fiel del mundo y, como

toda mujer, orgullosa.

Vale la pena desearla sin

limitación alguna.

También aparece la desgraciada duda. Sin pedir

permiso se aloja acá adentro, o afuera; no sé. Pero

usualmente nunca encuentra nada importante, y se

va. Allí nos volvemos a encontrar, la veo tal cual,

como siempre: pura, blanca, sin forma, pero pu-

ra…y blanca…

Me gusta ser inocente, la amo pero…no me desvi-

vo por ella. A ella no le importa, es indiferente; ni

se enfada ni se vanagloria. Es un juego en donde

siempre gana ella. Igualmente me frustro…por

más que la he hecho mía, quiero dar la altura en la

próxima. Miro hacia atrás; y si llego a sentirme or-

gulloso, por favor, córtame los dedos cuando pa-

sen por ti en ésa otra oportunidad.

Hazte difícil hoja en blanco, muy difícil…

Cataratas.

Por Eduar Barbosa

Está desdibujada e inerte la copa

y yo alienando sentimientos,

en la silla,

entre el humo.

Intento no verte

ahogando la mirada

pero, ¿de qué sirve?

si tengo el corazón por delante.

Aclaro la garganta

e intento hacer lo mismo

con los ojos

y las razones.

Pero no puedo,

no puedo mecerte,

mi niña,

en el columpio del olvido.

Ficciones de Raúl # 4

Un hombre sin secretos.

me puedes guardar un secreto, me dijo… soy un hombre sin secretos, lo siento, tal vez me es imposible, mmm, no importa, tan sólo pensé que podría ser tu secreto...

Ella sabía todo de mí. Estaba a su merced. Es posible que eso me

hiciera frágil. Tal vez no, al contrario. Pensaba que mi mayor for-

taleza era mi fragilidad. Nunca supe en que momento había des-

aprendido esos movimientos de los músculos del rostro, del cue-

llo, de los hombros, y ese tono de la voz que nos permiten soste-

ner una mentira y seguir actuando con esa llamada "naturalidad",

para los cuales me habían entrenado muy bien desde mi infancia.

Sin proponérmelo había decidido ser así. No tener secretos. Bus-

car una transparencia absoluta que intuía como expresión de liber-

tad. Quería ser así. Quería tener una aceptación total. Tal como

soy. Las cosas que hago. Como las hago. Cuando las hago. Me

sentía con el derecho pleno. Por eso contaba todo, hablaba de to-

do. A quien conocía, lo que sentía, lo que dejaba de sentir. Ella

podía entrar y salir de mi vida, todo el tiempo, a cualquier hora.

Por eso siempre estaba disponible al teléfono y nunca dejaba de

contestar una llamada. Me puedes llamar a cualquier hora, decía,

en cualquier momento, siempre te contestaré. Igual al contrario

¿Ves como soy? Siempre contesto el teléfono, delante de ti, no

importa con quien hable, no tengo nada que ocultar. O el Messen-

ger, siempre atento, siempre en el BalckBerry, nunca te he dejado

de contestar. También por Skype, todo el tiempo, si, hablando, con

el vídeo, puedes ver mi sala, mi cocina, mi cuarto, todo, siempre

expuesto. Sentía entonces que cuando me miraba podía penetrar

dentro de mí. Dentro, muy dentro, casi sin límite. Podía predecir-

me, podía adivinar mis lugares, mis tiempos y mis acciones. Podía

saber con seguridad la cantidad de amor que le expresaba en cada

momento y las cercanías y lejanías de acuerdo con mi estado de

ánimo. Otras veces pienso que no era yo. Que no era mi transpa-

rencia. Que en realidad no era traslúcido. Que todo estaba en ella.

Era su intuición, su mirada, su tacto, su paciencia. Me leía, me es-

caneaba, me olfateaba. Pero todo de manera silenciosa, despre-

ocupada, sin ninguna intención. Más bien como un ejercicio ruti-

nario, sin esfuerzo alguno, como cuando se respira. Como parte de

una mágica habilidad lograda que hacia parte de su ser. Al final,

eso no importaba, fuese ella o fuese yo mi sensación era la misma.

Sin embargo, ¿qué sentía ella? ¿De qué manera asimilaba mi vul-

nerabilidad? ¿La usaba acaso tal vez de manera sutil como una

forma de manipulación? Al principio no importaban, pero poco a

poco iban minando estas preguntas, se hacían más grandes, de un

susurro se fueron convirtiendo en gritos que poco a poco resona-

ban. Si, fue así. Igual sin proponérmelo una tarde no las pude

aguantar más, tenía una fuerte angustia, sentía un nudo en alguna

parte, no en la garganta, tal vez en los tobillos, en la cien, en los

ojos o en la boca. Sentía como si mi cuerpo no tuviese espacio

propio. Era etéreo, volátil, informe. Necesitaba asirme a un pun-

to, a un ancla, una capa sobre mí que pudiera, aunque fuese por

un momento, detener esa mirada. Necesitaba un referente que me

hiciera sentir que tenía una certeza. Y apareció, vino entonces el

momento revelador, la idea absurda pero salvadora. Necesitaba

tener un secreto. Si, un secreto. Como era un hombre sin secretos

tenía la imperiosa necesidad de inventarme un secreto. Por eso co-

mencé a desaparecer, si, lo hacía cada jueves, a la misma hora, la

misma ausencia, la misma escusa. La misma pregunta ¿y Raúl?

¿Cada jueves? ¿A la misma hora? ¿La misma ausencia? ¿La mis-

ma excusa? Si la misma pregunta. Si no fuese por esta USB pega-

da con cinta a una tarjeta y con chinches al techo del baúl, con

más de cien canciones de múltiples dedicatorias, con más de cien

archivos en Word con igual cantidad de escritos de ficciones, que

tal vez en algún momento comience a compartir, todos con la fe-

cha de esos jueves, a la misma hora, de la misma ausencia, de esta

historia del invento del secreto no sabría hoy si fue simplemente

un sueño, o tan sólo una ficción más de las allí guardadas.

Miro el teclado espe-

rando que de él se des-

prenda un genio-no co-

mo Einstein, sino co-

mo uno de esos genios

árabes con botellas que

contienen deseos-, no

tengo muy claro que

pediría; podría respon-

derle como una reina

de belleza que quiero la paz mundial y que se

acabe la pobreza, podría ser vulgar o práctica-

llámenlo como quieran- y pedirle que me

haga multimillonaria, más hermosa que Aish-

warya Rai y algo de insensibilidad para ser

feliz en el mundo, por más que lo piense no

tengo deseos reales, le pediría que me conce-

diera como deseo el deseo mismo.

Tambaleo de un lugar a otro, de un taller de

pintura a una clase de yoga, acrobacia en te-

las, de novelas alemanas a cuentos eróticos,

en mi mente salté de la medicina al diseño de

modas, para saltar a la antropología y "optar"

por la sociología, la indecisión reina mis deci-

siones, opto porque es un imperativo en el

mundo no porque haya optado realmente por

algo. Hay cosas ante las cuales simplemente

no tenemos el poder de decidir, no podría re-

sistirme a ti, no podría dejar de escribir estu-

pideces, no podría elegirme una mejor fami-

lia, no podría dejar de comer chocolate.

Admiro profundamente a las personas apasio-

nadas que se internan en un teatro toda su vi-

da, que estudian un tema sin que se les agote

la curiosidad, admiro a los que se sienten casi

obligados a pintar aunque el panorama econó-

mico sea negro. No entiendo muy bien de

dónde proviene ese deseo profundo, estoy lle-

na de pasiones efímeras que me dejan des-

habitada constantemente, dejo un amante para

buscarme otro que me de más, siempre falta

algo, nada es suficiente.

Leo esto y me siento un poco miserable, tal

vez si tuviera que preocuparme con qué vivir

no andaría cuestionándome por mi ausencia

de admiración y pasión, podría ser mediana-

mente buena en algo pero esa parte muerta en

mí me vuelca a la mediocridad indecisa.

Me estoy poniendo muy existencial, muy bur-

guesita estúpida que repudia la cantidad de

opciones cuando la mayoría no tiene dema-

siadas.

Tal vez vivir es la búsqueda de la pasión, ya

empiezo a sonar como Paulo Coelho, la

humanidad ya tiene suficiente con uno mejor

dejo en paz a este sacrílego teclado.

*Paula es Bogotana, residente en Monte-

video Uruguay, en donde estudia socio-

logía. A partir de ahora contaremos con

la eventual colaboración de ella desde el

país austral.

Frota bien y ya verás…

Por Paula Barrera *

Dos niños están frente a la

televisión de 64 pulgadas

y sonido estéreo. Están

solos y concentrados en el

relato de una mujer que

usaba bebés muertos para

transportar droga colom-

biana. No abren los ojos

ni la boca ante la narración violenta que les

construyó el periodista. No reaccionan, porque

en ese momento son como matarifes que entie-

rran su cuchillo, sin atender miradas de piedad.

Uno de ellos mastica su comida, en el instante

en que la voz del reportero informa a la audien-

cia, que la mujer maquillaba el rostro del cadá-

ver, de pocos meses de edad, para darle la apa-

riencia de un infante dormido, pero por dentro

tenía las entrañas llenas de cocaína.

La noticia no los impresionó, en vez de eso

continuaron devorando una carne asada, adoba-

da con pimienta y acompañada de arroz blanco,

papitas fritas y una coca cola fría con trocitos

de hielo picado.

Sin perder tiempo la bella mujer de las noticias

pasó a la historia de un narcotraficante captura-

do en su mansión, a la orilla del mar. Y eso si

los sacó del estado de plenitud hipnótica en el

que se hallaban, porque su padre se dedicaba al

comercio ilegal de alucinógenos.

Era un hombre de sangre fría, pero se alteraba

con el menor ruido y su corazón se agitaba mu-

cho sin razón aparente. Su fórmula para reducir

los riesgos consistía en la tenencia de armas

cortas de fabricación europea, distribuidas en

sitios estratégicos de la casa; guardaespaldas

sanguinarios, chalecos antibalas y carros lujo-

sos blindados.

Poseía un avión privado, relojes de oro, di-

amantes, una colección de carros, fincas con

miles de cabezas de ganado, mujeres de varias

razas, comida en abundancia, licores importa-

dos y edificios, cuyos apartamentos alquilaba a

gente que no se atrasaba en el pago. Lo único

que le faltaba era la tranquilidad y decía que

aún debía poseer mucho más dinero para com-

prarla.

Cuando él llegó a saludar, los niños lo interro-

garon acerca del capturado que mostró el noti-

ciero de televisión, quien pertenecía a su orga-

nización criminal, pero él les aseguró que no

tenían nada que temer. Luego, arrastró una silla,

se acomodó con el espaldar hacia delante y

tomó aire para explicarles, que en este mundo

los billetes son equivalentes al poder y sólo

ellos dan bienestar, así estén manchados de san-

gre. Ellos los tenían, por eso no existían razones

para preocuparse.

¿Algún día me sacarán los ojos?, se preguntó, la

verdad era que no lo sabía con certeza, pero si

ellos eran como él, sólo era cuestión de tiempo

para que lo hicieran. Cuando la policía llegó a

la puerta de la casa, el televisor seguía encendi-

do y aunque le daban la espalda, el aparato

arrojó en sus oídos la información ampliada de

la red de narcotráfico, que comenzaba a caer

lentamente, en varias ciudades del país.

Su padre les recordó que en caso de una huida

debían meterse rápido al hueco que había deba-

jo de la cama, allí estarían a salvo de una posi-

ble incursión de la justicia, tenía escaleras que

comunicaban a un túnel, que a su vez conducía

a una calle cercana. Además, estaba equipado

con una despensa de alimentos no perecederos,

agua, ropa limpia y dinero.

En ese instante la fuerza pública redujo a los vi-

gilantes armados que tenía la casa y entró sin

hacer ruido. Uno de los niños se puso de pie y

fue directo al baño a vaciar su vejiga, sin oír el

regaño de su padre; el otro continúo mirándolo

a la cara, simulando una atención estricta.

De repente, hombres armados con fusiles entra-

ron gritando y pateando con sus botas negras el

cristal de sus vidas. Dentro de poco la periodis-

ta, que presentaba las noticias del medio día le

diría al país que su padre enfrentaría un juicio

por narcotráfico y lo mostraría junto a los polic-

ías encargados de trasladarlo a la cárcel.

Las imágenes de su captura se expondrían en

todos los periódicos y ahora su mundo ilegal,

pestilente e impregnado de gasolina por las au-

toridades reaccionaría ante el calor del fósforo

encendido de la justicia y acabaría convertido

en cenizas. Sin embargo, ya otros trabajaban

para levantarlo de nuevo, reconstruyendo sus

fortalezas, sus rutas, sus soldados para gozar

otra vez de un breve reinado con carros, aparta-

mentos, joyas, mujeres y comida en abundan-

cia…

*Isaías es Colombiano, estudiante del Doctora-

do en Comunicación en Argentina, desde donde

ejerce como periodista y colaborador para El

Mural.

Fósforos para quemar un mundo ilegal Por: Isaías Molina Jácome *

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