el derecho a la comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de...

11
El Derecho a la Comunicaci ó n como eje articulador de la é tica pol í tica en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Católica Boliviana, máster en Ciencias Sociales y Políticas por la FLACSO- Argentina; doctorante en Derecho a la Información por las universidades Complutense de Madrid y Diego Portales de Chile. Diplomado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, España. Director de Radio kancha Parlaspa de Cochabamba; docente universitario de pre y posgrado en la Universidad Católica Boliviana (Regional Cochabamba) y en la Universidad Andina “Simón Bolivar”, LaPaz, en áreas de Teorías de la Comunicación, Comunicación Política y Opinión Pública. [email protected] Resumen El trabajo se concentra en la estrecha relación que la democracia establece entre ética y política. El régimen democrático configura su propia fuente de legitimidad ética sustentada en el respeto a los derechos que de manera innata acompañan a todas las personas, sin discriminación alguna. Incorpora a la comunicación como un otro derecho, también de carácter natural, sin el cual, ninguno de los demás podría adquirir vigencia, lo que la convierte, en consecuencia, en verdadero eje articulador para una ética política en democracia. Palabras clave: Democracia; Ética; Legislación; Comunicación Política; Política; Derecho a la Comunicación Resumo Embora uma tendência configurada principalmente na Idade Moderna, em sentido de considerar a separação entre la atividade política com parámetros éticos que a orientem, a democracia, em sí propria, ao fundamentarse no reconhecimento igualitário de direitos, leva e configura sua propria fonte de legitimidade ética, o que supõe um estreito encontro entre ética y comportamento político. Nenhúm dos principios democráticos tería possibilidade de vigência se a vida política consequente não permite, impulsa e constroi os mais vastos espaços de comunicação para a relação entre atores políticos (Comunicação Política) pelo que, ao lado de todos os direitos reconhecidos pela democracia, aparece com pertinência e protagonismo central um Direito à Comunicação cuja vigência será a que articule, consolide e dê vigência ao exercicio dos demais direitos, que, em conjunto, constituem o fundamento ético da democracia. Palavras chave: directo à informação, ética, política, democracia. Abstract This work focuses on the close relationship that democracy establishes between ethics and politics. A democratic regime creates its own source of ethical legitimacy based on the observance of the rights that everyone inherently has without any discrimination. It incorporates communication as yet another natural right, without which not any of the other rights could attain validity. Consequently, communication becomes a true coordinating axis for political ethics in democracy. Key words: democracy, ethics, legislation, political communication, politics, right to communication 49 AÑO 12, N º 14, 1 º SEMESTRE 2007

Upload: others

Post on 13-May-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

El Derecho a la Comunicación como ejearticulador de la ética política en democracia

Fernando Andrade Ruiz

Boliviano. Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Católica Boliviana, máster en Ciencias Sociales y Políticas por la FLACSO-Argentina; doctorante en Derecho a la Información por las universidades Complutense de Madrid y Diego Portales de Chile. Diplomado en Ciencias de

la Información por la Universidad de Navarra, España. Director de Radio kancha Parlaspa de Cochabamba; docente universitario de pre y posgradoen la Universidad Católica Boliviana (Regional Cochabamba) y en la Universidad Andina “Simón Bolivar”, LaPaz, en áreas de Teorías de la

Comunicación, Comunicación Política y Opinión Pública.

[email protected]

Resumen El trabajo se concentra en la estrecha relación que la democracia establece entre ética y política. El régimendemocrático configura su propia fuente de legitimidad ética sustentada en el respeto a los derechos que demanera innata acompañan a todas las personas, sin discriminación alguna. Incorpora a la comunicación como unotro derecho, también de carácter natural, sin el cual, ninguno de los demás podría adquirir vigencia, lo que laconvierte, en consecuencia, en verdadero eje articulador para una ética política en democracia.

Palabras clave: Democracia; Ética; Legislación; Comunicación Política; Política; Derecho a la Comunicación

ResumoEmbora uma tendência configurada principalmente na Idade Moderna, em sentido de considerar a separaçãoentre la atividade política com parámetros éticos que a orientem, a democracia, em sí propria, ao fundamentarseno reconhecimento igualitário de direitos, leva e configura sua propria fonte de legitimidade ética, o que supõe umestreito encontro entre ética y comportamento político. Nenhúm dos principios democráticos tería possibilidade devigência se a vida política consequente não permite, impulsa e constroi os mais vastos espaços de comunicaçãopara a relação entre atores políticos (Comunicação Política) pelo que, ao lado de todos os direitos reconhecidospela democracia, aparece com pertinência e protagonismo central um Direito à Comunicação cuja vigência seráa que articule, consolide e dê vigência ao exercicio dos demais direitos, que, em conjunto, constituem ofundamento ético da democracia.

Palavras chave: directo à informação, ética, política, democracia.

AbstractThis work focuses on the close relationship that democracy establishes between ethics and politics. A democraticregime creates its own source of ethical legitimacy based on the observance of the rights that everyone inherentlyhas without any discrimination. It incorporates communication as yet another natural right, without which not anyof the other rights could attain validity. Consequently, communication becomes a true coordinating axis for politicalethics in democracy.

Key words: democracy, ethics, legislation, political communication, politics, right to communication

49A Ñ O 1 2 , N º 1 4 , 1 º S E M E S T R E 2 0 0 7

Page 2: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

1.- Sociedad, política, ética y comunicación

Los cuatro conceptos trascienden la individualidad ysólo adquieren sentido en una dimensión comunitaria:fuera de uno mismo, hacia y con los demás. Ellosnacen de la necesidad de con-vivencia, de seguridady de progreso que tienen los humanos, así lo haganpor mero egoísmo. Es decir, constituyen el lazo queasegura la inserción del individuo con los demás yviceversa. Esta confluencia consolida la diferenciaesencial más significativa del género humanorespecto a otras especies animales y es la gene -radora de cultura, historia, ciencia, tecnología y tantasotras actividades diversas, a veces insospechables.

Vidal Larraín afirma que “la vida social se perfeccionaéticamente en la comunidad y, por consiguiente, lapolítica es, en sí misma, una cuestión ética y es éstala mayor responsabilidad de la inteligencia (1994: 18).

El sentido conceptual de la política se instala en lanecesidad de convivencia que tienen las personas yen la inevitabilidad de organizar esa vida en común, apartir de la evidencia de que cada ser humano esdiferente, cada uno con intereses y expectativaspropios. La confrontación de intereses individualesderivaría en caos si no existieran formas deorganización de esa convivencia, ya sea en formaconsensuada o impuesta.

La vida en “común” no es posible sin organizacióncomún y ese es el sentido de la relación entre “losocial” y “lo político”. De ahí que la política estáimplícita en la constatación del ser humano agrupado.

2.- La Comunicación como “derecho natural”

La comunicación ha existido desde que el ser humanopuede ser calificado como tal. Alguna forma decomunicación primaria han tenido que desarrollar loshumanos para convivir entre sí, enfrentar susnecesidades y crecer juntos. Sonidos, palabras,dibujos, gestos, nunca se podrá saber cuál fue laprimera forma de comunicación que utilizaron, peroalguna fue pues, si no, la sociedad hubiese sidoimposible.

Desde que nace, el humano comienza a “comunicar”,incluso de manera involuntaria: su color de piel, susexo, su peso, etc. “Es imposible no comunicar”sostiene con convicción el comunicólogo paraguayoJuan Díaz Bordenave, aclarando que la comunicaciónno incluye solamente los mensajes que las personasintercambian deliberadamente entre sí, pues haymuchos otros que son expresados sin intención, en

una especie de paracomunicación oparalenguaje. “El tono de laspalabras que se dicen, losmovimientos del cuerpo, la ropa quese viste, las miradas y la manera deapretar la mano del interlocutor, todotiene algún significado, todocomunica” (Cf. DÍAZ BORDENAVE,1985: 43).

El proceso sólo se acaba con lamuerte, ya que incluso en elostracismo más hermético, elhumano piensa y actúa bajoparámetros que fueron aprendidosgracias a las relaciones decomunicación que alguna vez tuvoque haber establecido con los demáspues, sin ello, su desarrollointelectual y su comportamientosocial hubiesen sido imposibles.

La palabra “comunicación” deriva delvocablo latino “comunis” que significa“común”. Con ella se hace referenciaal proceso mediante el cual los sereshumanos, utilizando determinados“códigos”, pueden construir“mensajes” que, transportados pordiversos “medios”, permiten el mutuoentendimiento.

Hay una complementariedad muyestrecha entre las capacidades de“comunicación” y de “raciocinio” quecaracterizan a la especie humana, loque sin duda coadyuva a marcar ladiferencia con otras especiesanimales. Quizá algunas de éstassean más inteligentes, quizá hayaotras que crearon códigos de“comunicación” para el contacto entresus miembros; pero ninguna, como lahumana, ha conseguido lacombinación entre las dos facultadesen contextos culturales y éticos. Lasociedad humana, con todas susvirtudes y miserias, es producto deello.

La condición innata y natural de lacomunicación supone que no hamediado acto de voluntad para lainserción de ella en la naturalezahumana. Así como el organismo haformado de manera natural el

50

E L D E R E C H O A L A C O M U N I C A C I Ó N . . .

Page 3: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

corazón, las venas, los pulmones ydemás órganos del cuerpo, tambiénla comunicación se ha instalado en elcerebro, los ojos, el tacto, el olfato,los oídos y la lengua para hacer delhumano un “comunicador” desde elmomento en que nace hasta quemuere.

Es la facultad de comunicación la quepermite la incorporación del reciénnacido a su entorno social; primeroserá una comunicación totalmenteinconsciente e instintiva (el llanto, laactitud de placer o molestia) perodespués irá incrementado sus nivelesde comunicación “consciente” (nuncatotal mente), durante un procesocultural inacaba ble einteractivo entre interna -cio nalización y expresiónde conceptos, circuns -tancias, conoci mientos,sensaciones, etc., para surelaciona miento con losdemás.

De tales evidencias, lacomunicación deriva enderecho natural de todoindividuo para suincorporación social quesupone –inevitablemen -te– también una inserciónde carácter político. Lacomunicación, entonces,se convierte en derechoinnato, social y político,para toda persona, sin excepción.

Desconocer o negar ese derechosería tan absurdo como preguntarse:¿tiene el ser humano derecho arespirar si cuenta con los pulmones?,¿y a mirar si dispone de la vista?, ¿ya que su corazón funcione?; endefinitiva, ¿tiene derecho a vivir sinació vivo? ¿Quién tiene la facultad oel poder para esos derechos?

A lo largo de su vida, el individuotiene derecho a desarrollar susfacultades innatas de comunicación,así como desarrolla su cuerpo y suscondiciones de existencia. Podrá enese intento –y de hecho lo hará–

completar sus potencialidades naturales decomunicación con el apoyo de tecnologías que hagande su comunicación más eficaz y amplia, pero nopodrá perder sus capacidades de comunicación pues,de hacerlo, estaría perdiendo su condición misma deser humano en lo que respeta a su sociabilidad y a suvida política.

La ética también se fundamenta en la otredad y se vaconfigurando social y políticamente medianteprocesos de comunicación. La con-vivencia por símisma genera actitudes de respeto –o de miedo–respecto a los demás, lo que obliga acomportamientos sociales al menos mínimamenteconsensuados (o, también, interferidos por accionesimpositivo-represivas que no aseguran la estabilidad ypermanencia que los consensos están en condicionesde sostener). Ese ámbito de respeto a los demás

puede ser que esté movido por principiosegocéntricos o de elemental supervivencia(“no haré lo que no quisiera que mehagan”, y aquí obtendría cabida el aludido“miedo”), pero también podría estarimpulsado por un sentido de comunidad,conciente de que en el progreso ybienestar de todos está inmerso también elbienestar particular, es decir que laindividualidad no puede crecer al margendel fortalecimiento colectivo.

Ahí están las bases de la relación entreética, política y comunicación quederivarán en principios de comportamientosocio-político quizá meramente resultantesde consensos terrenales, encontraposición a esa tendencia muymarcada en las reflexiones sobre ética ensentido de considerar que sólo unfundamento de carácter religioso es el que

puede dar sentido a una ética social y política.

3.- Ética y política en democracia

3.1. La democracia como reconocimiento dederechosEl fundamento filosófico de la democracia radica en elreconocimiento al derecho que asiste a todos losmiembros de una comunidad social a participar en lasdecisiones de la organización común.

El término proviene de las palabras griegas “demos”(pueblo) y “cratos” (gobierno) y fue acuñado por lafilosofía griega para referirse a la presencia del puebloen la administración del poder. El concepto de“pueblo” es sustancial para la democracia pues

51A Ñ O 1 2 , N º 1 4 , 1 º S E M E S T R E 2 0 0 7

F E R N A N D O A N D R A D E R U I Z

La comunicación,entonces, seconvierte en

derecho innato,social y político,

para todapersona, sinexcepción.

Page 4: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

subyace “inclusión”, “colectividad”, “igualdad”, esdecir “convivencia igualitaria”, sin derechos exclusivospara unos y negados a otros.

El concepto fue muy reflexionado en la historia delpensamiento político de la Humanidad, dando lugar adiversas formas, técnicas y mecanismos para lamaterialización del mismo a tiempo también deprocurar conseguir la mejor adaptación a lasdiferentes culturas que generan grupos humanosinstalados en diversas partes geográficas.

Es la democracia el régimen político que sefundamenta en el respeto y en la búsqueda devigencia a los derechos de las personas (derecho a lavida, a la felicidad, a la libertad, a la educación, a lasalud, etc.), a los que se considera innatos eirrenunciables.

El principio democrático de la participación de losciudadanos en la dimensión política de su vida encomún requiere del desarrollo más completo posiblede formas de comunicación que pongan en relación agobernantes y gobernados. Por eso, la democracia esla forma de política más afín al desarrollo de lacomunicación humana.

3.2. Ética y política en democracia

La política (al sustentarse en la relación con losdemás) y la ética (al construirse sobre la convenienciade respetar esa relación) se encuentran de manerainevitable y fusionan sus génesis conceptualesaunque, claro está, algunos regímenes políticos setornan más proclives que otros a mantener unaestrecha relación entre ambos, como es el caso de lademocracia.

Luego, en democracia, comunicación, política y éticano se excluyen entre sí; al contrario, se pre-suponen,aunque en la práctica suelan separarse tanto. La éticabrinda los parámetros morales para la acción política,pero no es inmutable ya que también se modifica–aunque en procesos lentos– por la compulsión ytensiones que sobre la política ejercen lascondiciones sociales, culturales, comunicacionales,geopolíticas, etc., a través del tiempo.

Juan Jacobo Rousseau, en su famoso tratadollamado Emilio, o de la Educación (1762), decía que“quienes quieren separar la política de la ética,demuestran que no comprenden ninguna de las dos”(Cit. por SQUELLA, 1994: 25).

Resultaría difícil pensar en una articulación entre ética

y acción política si a la primera se laentendiera, a grosso modo, como elconjunto de principios de respeto yconsideración entre las personas, y ala segunda como el propósito devalerse de esa relación paraacumular poder y ejercerlo sobre (o acosta de) los demás, lo que de“respeto y consideración” no tendríamucho. Pero si, desde los principiosdemocráticos, se salva a la políticade esa connotación que la práctica leha endilgado y se la pone –también agrosso modo– en su concepción deactividades conjuntas destinadas aorganizar la vida en común paramejorar las condiciones deexistencia, aquella articulación setorna compacta y decomplementariedad plenamentearmónica.

Maritain dijo que la libertad y lajusticia son el fin de la buenasociedad y que la cuestión fines-medios es el asunto central de lapolítica. Una ética política se sitúa delleno en ese lugar. Es preciso que losmedios sean proporcionados al fin, apunto de llegar a confundirse con él(Cit. por MORENO, 1994: 55).

La acción política, en democracia,busca el bien común y establece, porconsenso, reglas de organizaciónpara la convivencia pública, tanto enun nivel ético (reconociendo yrespetando a los demás y losacuerdos adoptados junto a ellos)como en un nivel legal (asegurandocon procedimientos y sanciones todolo que la ética, por sí sola y al situarsesólo en la conciencia, no puedeasegurar). Por tanto, bajo el marcodemocrático, la política es elresultado, siempre dinámico, de lainteracción entre conflictos yacuerdos, lo que se realiza en torno afinalidades y medios definidos en elcorpus ético y doctrinario delrégimen, mismo que quedaasegurado –nunca completamente–por legislación específica.

El ansia por “ser feliz” resume quizáel mayor sentido que los humanos

52

E L D E R E C H O A L A C O M U N I C A C I Ó N . . .

Page 5: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

asignamos a la vida. ¿Se trata deconseguirla mediante el “quiéngana”?, es decir ¿quién la consigue acosta de los demás? O, antes bien,se trata de ser concientes de que losdemás están en la misma búsqueda,que también tienen derecho a ella yque, entonces, corresponde undesarrollo conjunto, fundamentadoen la comprensión, considera ción yrespeto mutuos.

4.- La fuente de legitimidad de unaética política en democracia

Los ciudadanos requieren de unconjunto de valores comunes –a sísean los mínimosindispensables– en losque crean todos, losacepten, y que les sirvanpara organizar su vida encomún, congregarlos,adherirlos entre sí.

Construyen de esamanera, de acuerdo acircunstancias geográ -ficas, sociales, culturales,históricas, y también enfunción a susnecesidades y a suspotencialidades, una“fuente” (integrada poresos valorescompartidos) que darásentido, orientación ycoherencia a los modos de vida y deorganización (política) adoptados porellos.

Tal “fuente” es la que da “legitimidad”al sistema, entendida ésta (lalegitimidad) como la síntesis de losdeseos e intenciones comunes que lamayoría de los integrantes de lacomunidad decide aceptar comoprincipios rectores de convivencia.

La fuente de legitimidad es productodel tipo de tensiones y de fuerzas quetoda comunidad genera a su interior.En su construcción o reconstrucciónmedian procesos culturales e

históricos. Dice Bobbio que un juicio de valor (ético opolítico) es tanto más aceptado en una determinadaépoca cuanto mayor el número de personas queefectivamente (en esa época) lo acepten (Cf. 1985:86). Complementa el mismo autor: “La afirmación dealgunos derechos fundamentales en épocassucesivas depende de la evolución de la concienciaética que precede al descubrimiento de nuevasverdades morales. Si es cierto que nuevasverdaderas morales oscurecen o incluso cancelan lasantiguas, no veo por qué no se puede prever eldescubrimiento de otras verdades morales en elfuturo y concluir , como he concluido yo, que losargumentos con que, de vez en cuando, se defiendenlos derechos fundamentales, son argumentoshistóricamente condicionados y, por tanto,dependientes de cambios históricamente relevantesen los que no excluyo, de hecho, la que se puede

denominar evolución ética de laHumanidad (por otra parte puramentehipotética)” (Íbid.: 94).

La fuente de legitimidad de la democracialiberal radica en la convicción filosófica ydoctrinal de que los individuos sonposeedores de derechos innatos (a la vida,a la felicidad, a la libertad, a la justicia yotros) respecto a los cuales el Estado tienecomo única misión el protegerlos,respetarlos y promoverlos.

Afirma Giuliano Pontara que“independientemente de cuáles seannuestros deseos, nuestras preferencias,nuestras aspiraciones, nuestros objetivosy nuestros valores particulares, existenalgunas preferencias fundamentales en elsentido de que cada uno debe tenerlasrazonablemente por cuanto su satisfacción

es una condición necesaria para poder perseguir lasatisfacción de cualquier otra preferencia o larealización de cualquier aspiración, objetivo y valorque podamos tener”. Estas preferenciasfundamentales, según el mencionado autor, parecenser tres:

1. Preferencia a estar en la vida antes que no estaren ella (derecho a la vida);

2. Preferencia a no ser sometido (derecho a lalibertad);

3. Preferencia de poder establecer las propiasparticulares preferencias de modo autónomo ybuscar su satisfacción sin verse sometido aamenazas (derecho a la autonomía) (Cf.PONTARA, 1996: 48).

53A Ñ O 1 2 , N º 1 4 , 1 º S E M E S T R E 2 0 0 7

F E R N A N D O A N D R A D E R U I Z

Page 6: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

José María Desantes plantea que “la libertad es,pues, como la infraestructura de todos los derechoshumanos, como aquello que, igual que la vida, todosellos tienen en común. La libertad no es pues otracosa que el modo de ejercer los derechos para queeste ejercicio sea tal” (1994: 76).

Los valores que la ética preserva –la vida, la verdad,la libertad– no son manipulables, no están sujetos a lainterpretación individual de las circunstancias de cadacaso o de las intenciones de quienes las atropellan.Son valores absolutos (Cf. REYMOND, 1994: 73).

Igualdad de derechos no quiere decir igualdad depensamiento, ni de intereses, ni de opiniones. Lacomunidad alberga tanta diversidad de éstos como,seguramente, miembros que la componen. De ahíque el consenso se refiere inevitablemente a la opciónde la mayoría y ésta, la mayoría, pasa entonces aconvertirse en elemento central del consenso comofuente de legitimidad de la democracia y como normareferencial en el plano de la ética y de la jurisdicción,sin que ello suponga desconocer o reprimir a lasminorías.

El consenso es un componente central en la ética queenmarca a la doctrina democrática pues simboliza elreconocimiento de condiciones de igualdad dederechos entre los miembros de la comunidad políticay la capacidad de ellos para adoptar acuerdos ydecisiones compartidas, aceptar las interaccionesentre mayorías y minorías y asumir responsabilidadrecíproca en el funcionamiento general del Estado. Elrespeto y el cumplimiento de estos principios generanlos comportamientos éticos en torno a los cualesdeben comportarse ciudadanos, Estado y otrosactores políticos de papel importante como son losmedios de comunicación y las instancias derepresentación ciudadana frente al Estado.

El sistema político queda entonces sustancialmenteligado a una ética que se convierte en el núcleo quearticula acciones y en el referente para los juicios devalor, entre los cuales uno de los más importantes, esaquel mediante el cual la ciudadanía juzgará la acciónde los gobernantes ya sea para renovarles confianzao para cambiarlos.

El conjunto de esos principios doctrinales y deactuación son los que constituyen a la ética política endemocracia, pues si bien es cierto que ellos requierende resguardos jurídicos para su cumplimiento, éstosnunca serán lo suficientemente proclives y versátilespara abarcar la complejidad, diversidad e imprevisi -bilidad de los comportamientos políticos del serhumano, por lo que es la referencia ética la llamada a

suplir esos vacíos.

La dimensión política de la sociedadrequiere apoyarse en una base delegitimidad que sea aceptada por lamayoría pues, sin esta aceptación,los riesgos de conflictos irresolubles,la inestabilidad y la desobedienciaserían constantes. De tal base derivala ética, misma que deberáexpandirse en el sistema político,convirtiéndose en principio deactuación de todos los actorespolíticos (individuales e institucio -nales).

Baruch Spinoza explica el nacimientode una ética política a partir de “lasnecesidades mutuas que engendranayuda mutua”, constituyéndose unorden natural de poderes que seconvierte en el orden moral dederechos (Cit. por DURANT, 1957:162).

Tony Mifsud señala que la comunidadnecesita de una ética para cuidarse así misma, garantizar la vida encomún en torno a ciertos parámetrosde conciencia que regulen laconvivencia y que “fomenten lahumanización en toda culturamediante el anuncio de valores, ladenuncia de abusos y la presentaciónde las grandes utopías en torno a lafraternidad” (Cit. por AYLWIN: 92).

La actividad política democrática, enconsecuencia, es posible de hacerbajo el marco de las rectoríasconsensuadas que emergen delplano ético, doctrinario y legal.

Laura Soto enfatiza que “unasociedad libre debe ser una sociedaden la que los principios éticosadquieran una importancia central ygravitante. La política de hoy tieneque disponer, como condición básicapara su desarrollo y para sulegitimidad social, de un conjunto deprincipios éticos que hagan de ellauna actividad transparente, creíble yatractiva para el ciudadano común eimpulsora efectiva de los nuevosadelantos de la sociedad” (1994: 96).

54

E L D E R E C H O A L A C O M U N I C A C I Ó N . . .

Page 7: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

Desde tal perspectiva, la democraciaes el régimen político que más seconsustancia con la ética que, comoestá dicho, también se fundamentaen el reconocimiento y consideraciónhacia los otros.

Los principios que la democraciapostula son los que conforman laética política que tendrán queconsiderar los miembros de lacomunidad. La fuente de legitimidadde una ética política en democraciase construye, entonces, a partir delos siguientes principiosdemocráticos:

- Reconocimiento de derechos atodos los individuos.

- La soberanía delpueblo sobre elsistema político.

- El respeto a las leyesconsensuadas.

- La subsidiaridad delEstado respecto a laciudadanía.

- La transparencia deactuación del Estadofrente a laciudadanía.

- El Derecho a laComunicación (dere -cho a la Información, a laopinión, a la investigación) quetiene la ciudadanía para mante -ner relación con el Estado.

- El respeto a las decisionesmayori tarias sin negación de losderechos de las minorías.

- La alternancia periódica en elpoder.

La “Ética democrática” es el conceptoque congrega esos principios, es elreflejo inmediato de la fuente delegitimidad del régimen democrático.Pero, además, interesa aquí hacerénfasis en un “derecho” que tiene

igual magnitud que los otros (todos son iguales enimportancia) pero que concentra una vitalidadcomplementaria y casi condicionante al ejercicio detodos los demás derechos y al respeto democráticoque los gobernantes deben a los ciudadanos. Merefiero al Derecho a la Comunicación, que serátratado en un punto subsiguiente.

5. La legislación como complemento de la ética

¿Es suficiente la ética para garantizar la vigencia deesos principios democ

nicación (Política) en el seno de la ciudadanía.

6.- El Derecho a la ComunicaciónPolítica en Democracia

Los mensajes de comunicación, ya seande índole informativa, de opinión o decualquier otro tipo, son tan esenciales parala vida social y política de los individuosque han sido reconocidos como “derechosnaturales”:“derecho a la comunicación”,“derecho a la información”, “derecho a laopinión”.

Conceder la condición de “derecho” a talesmensajes supone que la construcción ytransmisión de los mismos debe iracompañada de una ética implícita derespeto a las demás personas, quienestambién tienen “el derecho” de que losmensajes recibidos estén fundamentadosen la verdad y en la honestidad. Esteasunto adquiere mayor complejidad y

delicadeza si el ámbito de circulación de mensajes espúblico, como sucede con la intervención de losmodernos medios técnicos para la difusión demensajes, en la que el procesamiento y transmisiónde información se confronta con un derechociudadano a la comunicación (a la información y a laopinión, tanto en sus niveles de “emisión” como de“recepción”) frente al cual el respaldo ético seconvierte en imperativo, igual o más contundente queen las relaciones de comunicación interpersonales.

Al ser imprescindible para la vida política endemocracia, la comunicación también se convierte enun derecho innato, con la particularidad de que,además, adquiere la calidad de un derecho decarácter articulador pues, sin ella, los otros derechos(y, por lo tanto, la democracia misma) no podrían

55A Ñ O 1 2 , N º 1 4 , 1 º S E M E S T R E 2 0 0 7

F E R N A N D O A N D R A D E R U I Z

... la democracia esel régimen político

que más seconsustancia con laética que, como está

dicho, también sefundamenta en elreconocimiento y

consideración hacialos otros.

Page 8: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

llegar a manifestarse.

Es la comunicación (y sus “derechos subyacentes”) laque “licua” la vigencia de todo el andamiento teórico yético que la democracia establece para suconfiguración como régimen político.

El principio de la soberanía de la ciudadanía sobre elEstado, por ejemplo, no podría expresarse sin queexistan formas, medios y recursos de comunicaciónque lo hagan posible; mientras más numerosas seanlas instancias que permitan la relación entre ambosentes (ciudadanía-Estado), más genuino y auténticoserá este principio.

Lo mismo sucede con las demás rectorías de lademocracia: el control ciudadano sobre el accionarestatal, el imperativo de que el Estado rinda cuentasa la ciudadanía, las formas e instancias necesariaspara el relevo de las autoridades estatales, laejecución de principios jurídicos igualitarios y justos ycualquier otra referencia democrática que necesita,inevitablemente, de la comunicación paramaterializarse. Por todo ello, la comunicación seconvierte en elemento central para la expresióndemocrática de cualquier entidad social.

Si se niega la posibilidad de comunicación, ¿podránlas personas ejercer los derechos políticos que lademocracia les reconoce? Obviamente que no. Portanto, si la doctrina y la gestión democrática quierenacercarse al principio del derecho de participaciónciudadana en la política, tienen que reconocerprimero (y dar plena vigencia) a un Derecho a laComunicación (Política) para todo individuo, derechoque es inalienable, imprescriptible e intransferible.

7.- El Derecho a la Comunicación Política comoconcepto integrador de los derechosdemocráticos

A partir de lo expuesto, se colige que el Derecho a laComunicación Política es germinal y fertilizante parala democracia en sí: ni la vida, la libertad, laparticipación política o cualquier otro derecho primarioo secundario pueden ser realizables al margen de él.

Corresponde, entonces, que ese Derecho sealegalmente protegido por un Estado democrático conla misma atención y cuidado que merecen todos losdemás derechos.

La “comunicación” supone reciprocidad, “interacción”,y es un concepto matriz que, en su dimensión teórica,

incluye a la diversidad de mensajes yde medios que la hacen posible. Lainformación y la opinión son tipos demensajes (la primera condiciona a lasegunda) que forman parte de losprocesos de comunicación, al igualque los “medios” que permiten queaquellas circulen (medios masivos,no masivos, etc.).

El Derecho a la Comunicaciónsubsume, por tanto, y sin negarlos, alos derechos a la Información , a laOpinión, a la libre de expresión deideas, a la libertad de prensa, deinvestigación, etc., los mismos que–es bueno recordarlo– pertenecen atodas las personas sin discriminaciónalguna y no solamente a aquellasinstituciones o personas que trabajansobre ellos (empresas informativas,periodistas y otros), a quienes lestoca, más bien, asumir esa labor concompromiso moral traducido enactitud de “facilitadores”, de“servidores”, en procura de suvigencia plena en el seno de suspropietarios: los ciudadanos.

En el ámbito político-democrático, elDerecho a la Comunicación fortalecesu necesidad de validez y protecciónlegal (podría ser tipificado,complementariamente, como“Derecho a la ComunicaciónPolítica”) pues de su ejerciciodepende la inserción y participaciónde los ciudadanos en los procesos deadopción de decisiones vinculantes,y les permite, además, hacer uso delos derechos de supervisión y juiciomoral que, legal y legítimamente, lescorresponde en la relación queestablecen con quienes sólo recibenun poder delegado y temporal: losgobernantes.

Josep Rota afirma que “para laexistencia y el funcionamiento de unasociedad democrática es esencialuna comunicación abierta, horizontaly libre (...). Una sociedaddemocrática no surgirá porcasualidad sino que debe serconstruida mediante la participaciónde todos los sectores sociales” (2001:

56

E L D E R E C H O A L A C O M U N I C A C I Ó N . . .

Page 9: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

96).

El “demos” en acción, en relaciónconstante, requiere disponer de lascondiciones de comunicación máspropicias para su interrelación con elEstado.

Ningún principio democrático podríadarse sin el reconocimiento desimilares posibilidades de comuni -cación entre los actores. ¿Es posiblepensar en una democracia que no seapoye en formas de comunicacióndemocrá ticas?, ¿es configurable elconcepto de comuni cación (como “locomún”, “lo nuestro”, “lo igual”) sinque implícitamente se esté hablandode demo cracia?, ¿no esla democracia laextensión ineludible deformas de comunicacióne s e n c i a l m e n t erecíprocas?

El norteamericano RobertMc Chesney afirma queson al menos tres lascondiciones que requiereuna sociedad democrá -tica para ser tal:

En primer término, que noexistan diferencias muymarcadas en los nivelesde riqueza de la poblaciónya que tal factor, dehecho, perjudica a laconcepción básica de la democraciainspirada en el principio de individuosen igualdad de condiciones.

En segundo lugar, que exista un“sentido de comunidad” impulsadopor la convicción de que el bienestarde cualquier individuo estádeterminado en buena medida por elbienestar de toda la comunidad, detal suerte que se expanda en lasociedad una “cultura democrática”imposible de ser tal si cada individuopiensa sólo en su bienestar particular.

En tercera instancia, “la democraciarequiere la existencia de un sistemaefectivo de comunicación política

entendido, de manera amplia, como el encargado deinformar e involucrar a toda la ciudadanía en laparticipación pública” (Cf. MC. CHESNEY, 1997: 66).

Si el Derecho a la Comunicación se extiende en losmodos de vida de la sociedad toda, el régimendemocrático será un producto inevitable, no sólolimitado a un conjunto de procedimientos formalespara la participación ciudadana, sino diseminado entoda expresión de la vida en sociedad.

Si no hay posibilidades de mutuas influencias entreactores, mejor no recurrir a los conceptos ni decomunicación ni de democracia y buscar otros comoautocracia, dictadura, información administrativa,propaganda, manipulación o cualquier términorelacionado con “condicionamiento en un solosentido”, afín con la creencia de que en un lado del

proceso comunicativo (en el lado delciudadano) sólo hay una gris masa degente que no piensa, no tiene opinionespropias ni participa concientemente, y que,por todo ello, puede ser fácilmentemoldeable.

Apunta Dader que ya Aristóteles habíadistinguido entre democracia como“poiesis” y democracia como “praxis”. Laprimera se funda y verifica por su principiode legitimación y se identifica con un tipode vida. Puede decirse, desde estainterpretación, que existe democracia si elfin ético del Estado –gobierno responsableante los hombres libres– se cumple (1983:28).

La democracia como “praxis” es deconcepción positivista y permanece másatenta a los mecanismos formales para

garantizar el Estado democrático. Desde estaperspectiva, sería considerada demócrata la sociedadque cumpliera los procedimientos de participación yrepresentación”. “En puridad –continúa el mismoautor– la “praxis” del sistema democrático ha deconcordar con su “poiesis”. “Sería falsa unaorganización calificada de demócrata que mantuvieralos ritos electorales y participativos vacíos decontenidos. De igual modo, estaríamos ante unafalsificación cuando un grupo social reprimiera lasprácticas del sufragio o de la libre expresión ennombre de una vivencia democrática más auténtica omás eficaz. Pero es útil comprobar que en cada casoconcreto se resalta más una u otra interpretación.Puede haber Estados más preocupados por elcumplimiento de los requisitos formales, y otros que,más allá de las formas, busquen que la vida socialesté presidida por un sentido democrático profundo

57A Ñ O 1 2 , N º 1 4 , 1 º S E M E S T R E 2 0 0 7

F E R N A N D O A N D R A D E R U I Z

El Derecho a laComunicación

subsume, por tanto, ysin negarlos, a los

derechos a laInformación , a la

Opinión, a la libre deexpresión de ideas, ala libertad de prensa,de investigación, etc.,

...

Page 10: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

(...). En cualquier caso, se entiende que unademocracia perfecta, dentro del esquema liberal,sería aquella en la que la “praxis” y “poiesis”estuvieran equilibradas y respondieran a la cara ycruz –fondo y forma– de una misma moneda” (Cf.Ibid.: 30).

Los principios democráticos y la praxis de ellos sólose unen mediante el genuino ejercicio de un Derechoa la Comunicación que los haga posibles; luego, esnecesario consolidar mecanismos legales y legítimosque protejan este derecho como vía imprescindiblepara que la democracia no quede en merospostulados.

El Derecho de Comunicación Políticase sustenta en la necesidadinsustituible de que ciudadanos yEstado permanezcan en constantecomunicación entre sí, principio quepasa a formar parte sustancial delcorpus ético de la democracia y debeactuar como verdadero ejearticulador en todas las dinámicassociales y políticas que la democraciapueda generar.

58

E L D E R E C H O A L A C O M U N I C A C I Ó N . . .

BibliografíaAYLWIN AZOCAR, Andrés (1994). Ponencia in. Ética y Política. Chile, Ed. Universidad de Valparaíso.

BOBBIO, Norberto y otros (1985). Crisis de la democracia. Barcelona, Ed. Ariel.

DÍAZ BORDENAVE, Juan (1985). Comunicación y Sociedad. Buenos Aires, Ed. Búsqueda.

DADER, José Luis (1983). Periodismo y pseudo comunicación política. Pamplona, España, Ed. EUNSA.

DESANTES GUANTER, José María (1994). Derecho de la información II: los mensajes informativos. Madrid, Ed. Colex.

DURANT, Will (1957). Historia de la Filosofía. Buenos Aires, Ed. Gil.

Mc CHESNEY, Robert (1997). Corporate Media and the Treath to Democracy, Nueva York, Seven Stories Press.

MORENO, Fernando (1994). Ponencia in. Ética y Política. Chile, Ed. Universidad de Valparaíso.

PONTARA, Giuliano, Ética y generaciones futuras. Barcelona, Ed. Ariel.

REYMOND, Carlos (1994). Ponencia in. Ética y Política. Chile, Ed. Universidad de Valparaíso.

ROTA , Joseph (2001). “Comunicación y Democracia”, In. Revista Diálogos, No. 63. Lima, FELAFACS.

SOTO, Laura. Ponencia in. Ética y Política. Chile, Ed. Universidad de Valparaíso.

SQUELLA, Agustín (1994). Discurso de Inauguración en el Seminario sobre “Ética y Política”, in. Etica y Política, varios autores.Chile, Ed. Universidad de Valparaíso.

VIDAL LARRAÍN, Juan de Dios (1994). Ponencia in. Ética y Política. Chile, Ed. Universidad de Valparaíso.

Page 11: El Derecho a la Comunicaci n como eje articulador de la ética … · 2014-01-18 · articulador de la ética política en democracia Fernando Andrade Ruiz Boliviano. ... instalados

5. La legislación como complemento de la ética¿Es suficiente la ética para garantizar la vigencia de esosprincipios democnicación (Política) en el seno de la ciudadanía.

5. La legislación como complemento de la ética¿Es suficiente la ética para garantizar la vigencia de esosprincipios democnicación (Política) en el seno de la ciudadanía.

5. La legislación como complemento de la ética¿Es suficiente la ética para garantizar la vigencia de esosprincipios democráticos?. La historia se encargó de contestar negativamente a esa preguntay por eso hizo falta legislación específica para fijar normas decomportamiento y sanciones a los infractores. No hubo comunidad alguna que no haya respaldado los principioséticos con legislación específica, ya sea consuetudinaria oformalizada.La legislación, entonces, es un producto político y complementa ala ética, aunque a veces la relación entre ellas no sea compacta yse distancien o hasta se confronten, pero, sin el trasfondo de laética, que es anterior a la ley, todas las leyes serían vulnerables.Dicho en otros términos: debido a la complejidad de la naturalezay de las actitudes humanas, la ética no ha resultado suficientepara asegurar la armonía entre fuente de legitimidad ycomportamiento político, pues, de haberlo logrado, nuestrassociedades serían sin duda mucho más felices de lo que ahorason. Es por ello que se tuvo que levantar toda una estructuralegislativa destinada no sólo a ordenar procedimientos, sinotambién a castigar comportamientos desviados respecto a lafuente de legitimidad. Sin embargo, la legislación tampoco es suficiente para asegurarpor sí misma la cohesión entre fuente de legitimidad y accionespolíticas y es precisamente la ética la que llena – o deberíahacerlo- los vacíos que allí se presentan. Es decir, que seestablece entre ambas (legislación y ética) una relación decomplementariedad: aquello que no entra o no estuvo previsto enel ámbito legal sí puede estarlo en el ámbito ético y aunque lasanción sea de características diferentes, igual existe (aunquemás etérea y difusa en el ámbito moral). En este proceso de complementación también desempeña un rolde primerísimo importancia la vigencia de una Derecho a laComunicación (Política) en el seno de la ciudadanía.

5. La legislación como complemento de la ética¿Es suficiente la ética para garantizar la vigencia de esosprincipios democráticos?. La historia se encargó de contestar negativamente a esa preguntay por eso hizo falta legislación específica para fijar normas decomportamiento y sanciones a los infractores. No hubo comunidad alguna que no haya respaldado los principioséticos con legislación específica, ya sea consuetudinaria oformalizada.La legislación, entonces, es un producto político y complementa ala ética, aunque a veces la relación entre ellas no sea compacta yse distancien o hasta se confronten, pero, sin el trasfondo de laética, que es anterior a la ley, todas las leyes serían vulnerables.Dicho en otros términos: debido a la complejidad de la naturalezay de las actitudes humanas, la ética no ha resultado suficientepara asegurar la armonía entre fuente de legitimidad ycomportamiento político, pues, de haberlo logrado, nuestrassociedades serían sin duda mucho más felices de lo que ahorason. Es por ello que se tuvo que levantar toda una estructuralegislativa destinada no sólo a ordenar procedimientos, sinotambién a castigar comportamientos desviados respecto a lafuente de legitimidad. Sin embargo, la legislación tampoco es suficiente para asegurarpor sí misma la cohesión entre fuente de legitimidad y accionespolíticas y es precisamente la ética la que llena – o deberíahacerlo- los vacíos que allí se presentan. Es decir, que seestablece entre ambas (legislación y ética) una relación decomplementariedad: aquello que no entra o no estuvo previsto enel ámbito legal sí puede estarlo en el ámbito ético y aunque lasanción sea de características diferentes, igual existe (aunquemás etérea y difusa en el ámbito moral). En este proceso de complementación también desempeña un rolde primerísimo importancia la vigencia de una Derecho a laComunicación (Política) en el seno de la ciudadanía.

FE DE ERRATASEn la página 55, subtítulo 5. La legislación como complemento de la ética:

DICE DEBERÍA DECIR

FE DE ERRATASEn la página 55, subtítulo 5. La legislación como complemento de la ética:

DICE DEBERÍA DECIR