Capítulo 2

Sancho acude a casa de Don Quijote para reclamarle las ínsulas que le prometió. En la puerta lo detienen el ama y la sobrina de Don Quijote, que le echan en cara que se lo ha llevado a rastras a hacer locuras, pero este alega que el arrastrado ha sido él, enzarzándose los tres en una discusión.

Don Quijote, que lo oye todo, teme que Sancho hable demasiado y le permite pasar. Entonces Sancho empieza a decir que todos los toman por locos y que deberían de dejar de hacer el idiota. Pero finalmente Don Quijote convence a Sancho de que vaya a hablar con el bachiller Sansón Carrasco y traerlo a su casa.

Capítulo 4Sancho aclara al Bachiller Sansón Carrasco sus dudas. El

Bachiller quería saber quién le había robado el jumento a Sancho. Este le explica que ocurrió en Sierra Morena, en unos bosques. Don Quijote y sancho estaban agotados, y se quedaron dormidos. Al despertar, Sancho descubrió que le habían quitado el burro, averiguando que se lo había quitado Ginés de Pasamonte.

Don Quijote entra en la conversación y pregunta al Bachiller si el libro tendrá segunda parte, viéndose claramente que hablan del libro de Cervantes, mezclando así ficción y realidad. Sancho dice que ya que se dan tantas aventuras, en vez de segunda parte podrían hacer cien.

Don Quijote pide consejo al Bachiller de cuál sería el mejor lugar para comenzar sus nuevas “aventuras”. El Bachiller le aconseja ir al Reino de Aragón, a Zaragoza, ya que el día de San Jorge se celebrarán justas, de manera que Don Quijote podría ganar fama entre los caballeros aragoneses.

Sancho empieza a intuir el peligro e intenta convencer a su señor de que haga caso de la prudencia y que no acometa contra todo lo que vea, excusándose de que no batallará, aunque no le molestaría recibir una ínsula.

El Bachiller dice a Sancho que gobernar una ínsula podría cambiar su manera de ser a peor, pero él dice que es cristiano viejo y que eso no sucedrá. Etonces, Don Quijote solicita al Bachiller que componga unos versos para Dulcinea del Toboso, de manera que salga un acróstico. Decidia la partida de Sancho y Don Quijote, el último pide al Bachiller que no diga nada al barbero, al cura, al ama y a su sobrina porque intentarían impedir su partida.