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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE FAC ULTAD DE CIENCIAS EXACTAS, NATURALES Y AGRIMENSURA LICENCIATURA EN CIENCIAS EXPERIMENTALES DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES I MATERIAL BIBLIOGRÁFICO Mg. Esp. Margarita C. Ortiz Corrientes, junio – julio 2007 1

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Apunte teórico de clase. profesora Margarita Ortiz

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  • UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE

    FAC ULTAD DE CIENCIAS EXACTAS, NATURALES Y AGRIMENSURA

    LICENCIATURA EN CIENCIAS EXPERIMENTALES

    DIDCTICA DE LAS CIENCIAS

    EXPERIMENTALES I

    MATERIAL BIBLIOGRFICO

    Mg. Esp. Margarita C. Ortiz

    Corrientes, junio julio 2007

    1

  • Programa

    LVAREZ SUREZ, Pedro FERNNDEZ GONZLEZ, Manuel GARCA GARCA,

    Joaqun GONZLEZ GARCA, Francisco RIVAROSSA, Alcira: Resolucin de problemas. Madrid, Editorial Sntesis S.A.

    Pg.: 11-57.

    CAMPANARIO, J.M. La enseanza de las ciencias con preguntas y respuestas. Universidad de

    Alcal. Madrid. Espaa. En URL: http:// www2.uah.es.

    GIL, D., 1982, Los trabajos prcticos como pequeas investigaciones, en La investigacin en el

    aula de fsica y qumica, Anaya.

    GIL, D., 1986, La metodologa cientfica y la enseanza de las ciencias: unas relaciones

    controvertidas Enseanza de las Ciencias, 4,2, p. 111.

    MELLADO JIMNEZ, Vicente BLANCO NIETO, Lorenzo J. RUZ MACAS, Constantino:

    Aprender a ensear ciencias experimentales en la formacin inicial del profesorado: Estudios de caso sobre la enseanza de la energa. Extremadura, Instituto de Ciencias de la Educacin

    (I.C.E.).

    Pg.: 19-53.

    OORBE, Ana GARRET, Roger M. CABALLER, M. Jess GIMNEZ, Ins MADRID,

    Antonia: La resolucin de Problemas (nmero 5). Barcelona, ALAMBIQUE Didctica de las Ciencias Experimentales, 1995. Pg.: 4-15; 53-58.

    PERALES, F.J. (2000) La resolucin de problemas. En F.J. Perales y P. Caal (Eds.) Didctica de

    las Ciencias Experimentales, Editorial Marfil: Alcoy.

    POZO MUNICIO, Juan Ignacio GMEZ CRESPO, Miguel ngel: Aprender y ensear ciencia: Del conocimiento cotidiano al conocimiento cientfico. Madrid, Ediciones Morata S.L., 2000.

    Cap. IV. Pg.: 18-32, 51-83, 84-127, 150-156, 170-204, 205-241, 252-262, 265-308.

    2

  • DIDCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES I

    Profesora: Mg. Esp. Margarita C. Ortiz

    Fundamentacin

    Conforme las caractersticas de los cursantes, los contenidos estn orientados de la Didctica crtica

    hacia un abordaje de relacin teora-prctica. Dicho enfoque se centra en el anlisis reflexivo y

    crtico de la propia prctica de enseanza desde el actual campo discursivo de la Didctica de las

    ciencias y las tendencias y propuestas desde la investigacin educativa en ciencias.

    Objetivos generales

    Comprender la importancia de los enfoques tericos provenientes de la investigacin en

    didctica de las ciencias para la reflexin sobre los modelos didcticos subyacentes en la

    prctica, como estrategia para la innovacin.

    Reflexionar sobre los modos de constitucin de los saberes y conocimientos en el campo de

    la didctica y el rol del docente investigador

    Contenidos Eje 1: Didctica de las cienciasDidctica de las ciencias: un campo en permanente revisin. Historia y situacin actual. La

    investigacin educativa: un componente clave en la fundamentacin de la enseanza de las ciencias.

    Filosofa de la ciencia en la enseanza y el aprendizaje de las ciencias.

    Eje 2: El pensamiento del profesor y los modelos didcticos. Modelos didcticos. Dimensiones estructurantes. Aporte de las ciencias naturales al tratamiento de

    las temticas transversales

    Eje 3: Tendencias y propuestas para la enseanza de las ciencias.Enfoque CTS y alfabetizacin cientfica. La historia de la ciencia y los enfoques histricos. La

    enseanza basada en el uso de problemas y proyectos. La enseanza para el cambio conceptual,

    procedimental y actitudinal. La enseanza como proceso de investigacin dirigida. Recursos y

    estrategias para ensear ciencias. El uso de analogas.

    Modalidad de trabajo Se abordarn los contenidos con la modalidad de seminario y talleres, aplicando tcnicas de

    dinmica grupal, estudio de casos, resolucin de problemas y la exposicin dialogada e interactiva.

    3

  • Trabajos prcticos

    Se abordarn articulando los contenidos desarrollados en los encuentros presenciales con material

    bibliogrfico. Se tendr en cuenta cada eje temtico orientador de las nociones y conceptos. Se

    pretende articular los contenidos en su triple dimensin en una modalidad de trabajo autnomo

    individual y/ o grupal, desarrollando competencias propias para el Licenciado en ciencias.

    Se propondrn tres trabajos de campo, uno por cada eje temtico. El ltimo, tendr carcter

    integrador de los contenidos abordados y recuperar las nociones, conceptos y producciones de las

    instancias presenciales.

    Evaluacin y acreditacinTipos: Diagnstica, procesual y de producto

    Criterios de evaluacin:

    Predisposicin personal y grupal para abordar las actividades que se presentarn en los

    encuentros

    Actitud crtica ante nuevos interrogantes que se presentan en los encuentros presenciales y

    las propuestas para abordarlos pedaggicamente

    Participacin interactiva en la bsqueda y tratamiento de la informacin solicitada en las

    producciones parciales

    Capacidad de dilogo entre pares y con el profesor

    Integracin e intercambio de las experiencias ulicas en el momento de formular nuevas

    propuestas didcticas

    Capacidad de integracin de los contenidos desarrollados en el cursado

    Instrumentos

    Trabajos prcticos

    Producciones grupales

    Producciones individuales

    Acreditacin

    Cumplimentacin del porcentual de asistencia establecido por normativa

    Aprobacin del examen final integrador

    4

  • Bibliografa

    ADBia Memorias de las Jornadas de la enseanza de las Biologa. Jornadas I a VI- 1993 a

    2004

    Berzal, M. Paradigmas en la enseanza e investigacin de las ciencias. En : Actas Jornadas

    Nacionales de Enseanza de la Biologa.

    Caballer, M.J.; Oorbe, A. (1997) Resolucin de problemas y actividades de laboratorio. En

    Luis del Carmen (Coordinador) La Enseanza y el aprendizaje de las ciencias de la naturaleza en la educacin secundaria. ICE/Honsori, Universidad de Barcelona: Barcelona.

    Caal, P. (2000b) El anlisis didctico de la dinmica del aula: tareas, actividades y

    estrategias de enseanza. En F.J. Perales y P. Caal (Eds.) Didctica de las Ciencias Experimentales, Editorial Marfil: Alcoy.

    Campanario, J.M. La enseanza de las ciencias con preguntas y respuestas. Universidad de

    Alcal. Madrid. Espaa. En URL: http:// www2.uah.es.

    Caamao, A. (1988) Tendencias actuales en el currculo de ciencias. Enseanza de las

    ciencias, 6, 265-277.

    Carmen, L. (2000) Los trabajos prcticos. En F.J. Perales y P. Caal (Eds.) Didctica de las

    Ciencias Experimentales, Editorial Marfil: Alcoy.

    Carretero, M. (1996) Construir y ensear . Las ciencias experimentales. Aique: Bs. As.

    Cols, E. (2000) La enseanza y los profesores: metforas, modelos y formas de ensear.

    Revista Instituto de Investigacin en Ciencias de la Educacin. UBA. Mio y Dvila. Bs.

    As.

    Coll, C.; Pozo, I.; Sarabia, B.; Valls, E. (1992) Los contenidos en la reforma. Enseanza y

    aprendizaje de conceptos, procedimientos y actitudes, Santillana: Madrid.

    Driver, R. (1988) Un enfoque constructivista para el desarrollo del currculum de ciencias.

    Enseanza de las ciencias, 6, 109-120.

    Fernndez, M. (2000) Fundamentos histricos. En F.J. Perales y P. Caal (Eds.) Didctica

    de las Ciencias Experimentales, Editorial Marfil: Alcoy.

    Ferry, G. (1990) El trayecto de la formacin. Los enseantes entre la teora y la prctica.

    Paids. Mxico.

    Furi, C. (1994) Tendencias actuales en la formacin del profesorado de ciencias.

    Enseanza de las ciencias, 12, 188-199.

    Gimeno Sacristn, J. (1992) El currculo Los contenidos de la enseanza o un anlisis de la

    prctica? En Gimeno Sacristn y Prez Gmez, A. Comprender y transformar la enseanza.

    Morata. Madrid.

    5

  • Fumagalli, L. (1993) El desafo de ensear ciencias naturales. Troquel. Bs. As.

    Lacrau, H. La futura formacin docente en ciencias naturales. Novedades Educativas N 87.

    Lopes, B.; Costa, N, (1996) Modelo de enseanza-aprendizaje centrado en la resolucin de

    problemas: Fundamentacin, presentacin e implicaciones educativas. Enseanza de las

    ciencias, 14, 45-61.

    Marco-Stiefel, B. (2000) La alfabetizacin cientfica. En F.J. Perales y P. Caal (Eds.)

    Didctica de las Ciencias Experimentales, Editorial Marfil: Alcoy.

    Martnez, M.M.; Varela, M.P. (1996) De la resolucin de problemas al cambio conceptual.

    Investigacin en la Escuela, 28, 59-68.

    Meinardi, E.

    Mellado, V. (1996) Concepciones y prcticas de aula de profesores de ciencias en formacin

    inicial de primaria y secundaria. Enseanza de las ciencias14, 289-302.

    Merino, G. (1998). Ensear Ciencias Naturales. Aique. Cap. 4: Modelos didcticos y

    Cap.5:Cmo organizar el trabajo en el aula.

    ------------ Enseanza de las Ciencias Naturales: gnesis, cuestiones presentes y perspectivas

    futuras de su didctica. Tesis Doctoral. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Cs.

    de la Educacin. Mayo 2003.

    Novak, J.D.; Gowin, D.B. (1988) Aprendiendo a aprender, Martnez Roca: Barcelona.

    Perales, F.J. (1993) La resolucin de problemas: Una revisin estructurada. Enseanza de

    las ciencias, 11, 170-178.

    Perales, F.J. (2000) La resolucin de problemas. En F.J. Perales y P. Caal (Eds.) Didctica

    de las Ciencias Experimentales, Editorial Marfil: Alcoy.

    Porln, R. Y Rivero, A. (1998) El conocimiento de los profesores. Dada . Sevilla.

    Porln, R. (1998) Pasado, presente y futuro de la didctica de las ciencias. Enseanza de las

    ciencias, 16, 175-185.

    Porln, R., Rivero, A.; Martn, R. (1997) Conocimiento profesional y epistemologa de los

    profesores I. Teora, mtodos e instrumentos. Enseanza de las ciencias., 15, 155-171.

    Pozo Municio, I y Gmez Crespo, M. (2000) Aprender y ensear ciencias. Del

    conocimiento cotidiano al conocimiento cientfico. Morata. Madrid.

    Pro, A. (1998) Se pueden ensear contenidos procedimentales en las clases de

    ciencias?.Enseanza de las ciencias,16, 21-41.

    Pro, A. (1999) Planificacin de unidades didcticas por los profesores: Anlisis de tipos de

    actividades de enseanza. Enseanza de las ciencias,17, 411-429.

    6

  • Sanjurjo, L y Vera, M. ( 1994) Aprendizaje significativo y enseanza en los niveles medio y

    superior. Homo sapiens. Rosario

    Snchez, G.; Valcrcel, M.V. (1993) Diseo de unidades didcticas en el rea de ciencias

    experimentales. Enseanza de las ciencias, 11, 33-44.

    Sanmart, N. (2000) El diseo de unidades didcticas. En F.J. Perales y P. Caal (Eds.)

    Didctica de las Ciencias Experimentales, Editorial Marfil: Alcoy.

    Sierra, J.L. (2000) Informtica y enseanza de las ciencias. En F.J. Perales y P. Caal (Eds.)

    Didctica de las Ciencias Experimentales, Editorial Marfil: Alcoy.

    Zabalza, M.A. (1991) Diseo y desarrollo curricular, Narcea: Madrid.

    7

  • CAP. 2 : LA FUNDAMENTACIN DE LA ENSEANZA DE LAS CIENCIAS1

    2.1. El rea de la Didctica de las Ciencias

    Cul es la historia y situacin actual del rea de Didctica de las Ciencias?

    Los problemas de aprendizaje y enseanza de las ciencias son esencialmente

    interdisciplinares. Ello nos obliga a tener en cuenta en nuestra fundamentacin diversas reas desde

    las propias disciplinas cientficas (Fsica, Qumica) a los campos afines como la Psicologa

    Educativa, la Filosofa de la Ciencia y otros que tienen mucho que aportar a tales problemas. Si,

    como argumentamos, para la fundamentacin de la pgina web hemos de partir de la investigacin

    en nuestra rea de conocimientos, conviene hacer una breve reflexin sobre el estado actual y los

    problemas ms importantes de dicha rea.

    Se reconoce como objeto de estudio de la Didctica de las Ciencias los sistemas de enseanza-aprendizaje que abordan fenmenos materiales y naturales [Porln, 1998, pg. 178]. Se

    identifican dos dimensiones complementarias: Anlisis de problemas y dificultades de aprendizaje y

    bsqueda y experimentacin de nuevos enfoques de enseanza.

    En los ltimos aos nuestra rea de conocimientos ha conocido un desarrollo espectacular.

    Como seala Gil, a comienzo de la dcada de los 80 el panorama en Didctica de las Ciencias

    Experimentales era desolador: "no existan revistas espaolas que pudieran servir de comunicacin

    e impulso y las publicaciones internacionales eran desconocidas, las facultades de ciencias

    rechazaban, o simplemente ignoraban, los problemas educativos como tema de investigacin y

    elaboracin de tesis, ... no se conoca ningn equipo -ms all de algunas individualidades aisladas-

    con dedicacin sistemtica al desarrollo de dicha investigacin" [Gil, 1994b, pg. 154]. El cambio

    ha sido notable.

    Segn Snchez, Pro y Valcrcel "factores como la institucionalizacin de los

    correspondientes departamentos universitarios, la proliferacin de trabajos de investigacin, la

    aparicin de tesis doctorales, la difusin de los resultados en revistas especializadas y la

    comunicacin de experiencias en reuniones de profesores y especialistas, han contribuido a dar un

    impulso notable a este mbito del conocimiento" [Snchez, Pro y Valcrcel, 1997, pg. 35]. No hay

    que olvidar aqu el importante papel que desempean los Congresos y Encuentros sobre

    Investigacin en la Didctica de las Ciencias que proporcionan la oportunidad de contactar con los

    1 Campanario, J.M. La enseanza de las ciencias con preguntas y respuestas. Universidad de Alcal.Madrid. Espaa. En: URL: http://www2.uah.es. Consulta : 4 de mayo de 2004.

    8

  • investigadores que trabajan en temas afines y de discutir los ltimos resultados en las

    investigaciones.

    Resulta curioso descubrir como en Didctica de las Ciencias Experimentales se ha

    caminado, en cierta medida, desde las soluciones al planteamiento de los problemas. As, por

    ejemplo, hace aos eran frecuentes artculos en los que se proponan mtodos y enfoques destinados

    a ensear determinados contenidos cientficos (ej.: oscilaciones y ondas). La orientacin estaba

    basada casi siempre en la lgica de los contenidos y en los prerrequisitos y conocimientos previos

    necesarios para entenderlos. De este tipo de trabajos en los que se proponan soluciones, se pas a

    identificar los numerosos problemas que impedan que tales soluciones funcionasen: ideas

    alternativas, pautas inadecuadas de pensamiento y razonamiento y estrategias metacognitivas de los

    alumnos. En los ltimos aos se han abierto nuevos frentes y se ha comenzado a investigar con

    mayor profundidad sobre los profesores en formacin y en ejercicio.

    Algunos problemas especficos del rea estn relacionados con la institucionalizacin de la misma como rea de conocimientos en la Universidad. En un trabajo en el que se daban a conocer

    los resultados de una encuesta a los departamentos de Didctica de las Ciencias Experimentales, Perales citaba algunos problemas de nuestra rea [Perales, 1994]:

    Escaso nmero de doctores.

    Insuficiente tradicin investigadora.

    Enseanzas adscritas casi exclusivamente a las Escuelas Universitarias de Magisterio que

    son consideradas muchas veces como centros de segunda.

    Animadversin o, incluso, beligerancia en parte del profesorado de las Facultades de

    Ciencias ante la posibilidad de que departamentos de las Escuelas pudieran "hacer" doctores

    en ciencias de modo autnomo.

    Como seala Perales, muchas veces los programas de doctorado en nuestra rea son

    criticados por "no poseer nivel". Una posible salida puede estar en la creacin de Facultades de

    Educacin, un paso que ya han dado algunas universidades como la Complutense de Madrid o la de

    Granada. La misma denominacin del ttulo de doctor es diversa y no parece corresponder a un rea

    a la que nos gustara ver dotada de un carcter propio. As, segn Perales, la denominacin del ttulo

    de doctor en los distintos departamentos encuestados es la correspondiente a la licenciatura de

    origen (5 casos), Ciencias de la Educacin (2 casos), Pedagoga, Didcticas Especiales, Didctica

    9

  • de las Ciencias Experimentales y Psicopedagoga (1 caso). La nueva normativa del doctorado puede

    ayudar a diluir (que no resolver) este problema.

    Otra deficiencia notable en nuestra rea de conocimientos es la escasa incidencia que tienen

    los resultados de la investigacin en la prctica educativa [Snchez, Pro y Valcrcel, 1997]. Es

    sabido que los resultados de la investigacin educativa tardan mucho tiempo en aplicarse a la

    realidad concreta de la clase de cada da. Esta es una de las razones que nos mueven a fundamentar

    nuestra pgina web basndonos en gran medida en los resultados de la investigacin.

    2.2 Ciencia, tecnologa y sociedad

    Cules son las relaciones entre ciencia, tecnologa y sociedad?

    Las relaciones entre estos tres sistemas son complejas. Aunque son innegables las

    influencias de la ciencia y la tcnica en la sociedad, hay mucha gente que cree que no existen

    influencias recprocas. Sin embargo, es evidente que los procesos de descubrimiento cientfico

    tienen lugar en un determinado contexto social que influye de una o de otra manera en cmo los

    investigadores abordan los problemas de investigacin y, sobretodo, en qu problemas se abordan.

    Un ejemplo caracterstico de las influencias sociales en la labor cientfica es la investigacin en el terreno militar. No cabe duda de que sin un inters decidido por parte de las autoridades polticas,

    este tipo de investigacin no tendra lugar. Otro ejemplo lo constituye la "exobiologa", ciencia que aborda el estudio de la vida extraterrestre y que no tiene objeto conocido de estudio. Si esta ciencia

    existe es, sin duda, debido a las subvenciones por parte de determinadas agencias gubernamentales, como la NASA, que tienen inters en sus posibles resultados de cara a sus objetivos.

    Qu queremos decir cuando hablamos de la alfabetizacin cientfica de los ciudadanos?

    Con este trmino queremos expresar la necesidad de que un ciudadano medio que se

    considere educado tenga unos conocimientos aceptables de la ciencia, sus procesos y sus hbitos de

    razonamiento, al igual que se estima conveniente que conozca la literatura, la historia y la geografa

    de su pas. Estas consideraciones se desarrollan con ms detalle en la seccin en que se analiza el

    papel de la ciencia en la enseanza secundaria.

    Muchos profesores de universidad conciben la enseanza secundaria como un mero trmite para llegar a la Universidad. Es evidente que estos puntos de vista son inadecuados y demuestran un grave

    desconocimiento de los objetivos de la enseanza secundaria.

    10

  • Qu se pretende conseguir con los enfoques basados en ciencia, tecnologa y sociedad?

    Con los enfoques basados en ciencia, tecnologa y sociedad se pretende conseguir un mayor

    acercamiento de los futuros ciudadanos a la ciencia, a la vez que se intenta favorecer el aprendizaje

    de las ciencias. Para ello se siguen enfoques docentes que enfatizan las aplicaciones de la ciencia a

    la sociedad, el conocimiento de las implicaciones de la ciencia en la sociedad, los peligros

    inherentes a determinadas lneas de investigacin cientfica, etc. En definitiva, se busca una mayor

    alfabetizacin cientfica de los ciudadanos.

    2.3 La Filosofa de la Ciencia en la enseanza de las ciencias

    Qu tiene que ver la Filosofa de la Ciencia con la enseanza y el aprendizaje de las ciencias?

    Si tuvisemos que comparar la cultura actual con la de pocas anteriores probablemente una

    de las diferencias ms notables sera el papel que en la nuestra desempean la ciencia y la

    tecnologa. El conocimiento cientfico ha alcanzado un grado de desarrollo sin precedentes y la

    incidencia de la ciencia y de la tecnologa en nuestras vidas cotidianas es de sobra conocida. El

    saber cientfico ha pasado casi a ser el paradigma de conocimiento pleno de rigor, fiabilidad y

    exactitud e incluso sirve como modelo para otras disciplinas que pugnan por aadir el adjetivo

    "cientfico" a sus mtodos y conclusiones. Estas apreciaciones contrastan fuertemente con la escasa

    consideracin que tienen la reflexin sobre la naturaleza de la ciencia y del propio conocimiento

    cientfico en los programas educativos. Paralelamente en la fundamentacin de las asignaturas de

    ciencias experimentales se suele hacer a partir de los contenidos. Este enfoque es acorde con un

    modelo de enseanza tradicional basado fundamentalmente en los contenidos puramente

    conceptuales.

    Adems de un conjunto de leyes, teoras, mtodos, principios y tcnicas, el profesor de ciencias,

    cuando ensea su asignatura, transmite y genera de manera explcita o implcita una serie de creencias, enfoques, formas de pensar y de concebir el mundo y la propia disciplina. Por ello, es fundamental

    realizar un ejercicio de reflexin y anlisis sobre la naturaleza de la propia ciencia. Este ejercicio puede llevarse a cabo desde la Filosofa de la Ciencia y desde otras disciplinas afines como la

    Sociologa de la Ciencia dado que, como seala Izquierdo, "los cientficos ya no son los nicos que se preguntan qu es la ciencia" [Izquierdo, 2000, p. 38]. La conveniencia de este tipo de reflexin se puede

    justificar, adems, desde diversos puntos de vista adicionales que se desarrollan a continuacin.

    En primer lugar los problemas del aprendizaje estn condicionados en gran medida por la

    especificidad de los contenidos de enseanza [Coll, 1988]. Si bien es cierto que la enseanza y

    aprendizaje de las ciencias tienen muchos puntos comunes con la enseanza y aprendizaje de otras

    11

  • disciplinas, la especial naturaleza del conocimiento cientfico y de los procesos de produccin del

    mismo condiciona la docencia y plantea problemas especficos. El conocimiento cientfico se

    produce y articula de una manera diferente a otros tipos de conocimientos acadmicos. Segn Gil,

    uno de los inconvenientes ms graves para el aprendizaje de las ciencias es la disparidad que existe

    entre las situaciones de enseanza-aprendizaje y la forma en que se genera el conocimiento

    cientfico [Gil, 1993]. Dado que no podemos cambiar la naturaleza de la ciencia, nos vemos

    obligados a tenerla en cuenta en la organizacin de la enseanza.

    En segundo lugar, es evidente que en los ltimos aos se ha prestado especial atencin desde

    la Didctica de las Ciencias Experimentales a los aspectos relacionados con la naturaleza del

    conocimiento cientfico y de los procesos de elaboracin del mismo como un "elemento esencial

    para el anlisis y fundamentacin de las disciplinas cientficas" [Mellado y Carracedo, 1993, pg.

    332] y "una referencia obligada que ha de tener el profesor para planificar su enseanza" [Snchez y

    Valcrcel, 1993, pg. 34] que "puede clarificar qu es lo que conviene y podemos ensear" [Gil,

    1994a, pg. 18]. Adems, la Filosofa de la Ciencia "es una de las principales fuentes de hiptesis"

    sobre el modo en que tiene lugar el aprendizaje y el cambio conceptual [Posner, Strike, Hewson y

    Gertzog, 1982, pg. 211] hasta el extremo de que determinadas teoras en Filosofa de la Ciencia

    serviran como "modelos claros de como funciona el aprendizaje humano de conceptos cientficos"

    [Pozo, 1987a, pg. 110]. Lo cierto es que las relaciones entre Historia de la Ciencia, Filosofa de la

    Ciencia y enseanza de las ciencias son un tema frecuente de reflexin [Izquierdo, 1996];

    [Campanario, 1998b].

    Por ltimo, la comprensin de la naturaleza de la ciencia junto con sus mtodos y sus

    interacciones con la sociedad es uno de los elementos clave de lo que Hodson llama alfabetizacin

    cientfica y constituye un objetivo cultural valioso en s mismo [Hodson, 1992]. La intervencin

    educativa en este sentido es necesaria dado que, los alumnos desarrollan sus propias concepciones

    acerca de la ciencia y del conocimiento cientfico. Estas concepciones son con frecuencia

    inadecuadas y reflejan unas ideas simples sobre cmo funciona la ciencia y cmo se genera el

    conocimiento cientfico. Esta realidad est en conflicto con uno de los objetivos generales que se

    suelen proponer para el aprendizaje, como es el que los alumnos consigan una visin ms adecuada

    sobre la naturaleza de la ciencia y del conocimiento cientfico. La utilidad de este objetivo para el

    propio proceso de enseanza se hace ms evidente si se tiene en cuenta que las concepciones

    epistemolgicas de los alumnos ejercen una influencia decisiva en el modo en que estos enfocan las

    tareas de aprendizaje. Si la ciencia se concibe como un cuerpo de conocimientos cerrado y de

    verdades probadas por la experiencia, lo ms razonable es aprender tales contenidos y aplicarlos

    acrticamente. Si la ciencia se concibe como una construccin en continua revisin se invita al

    anlisis, la crtica y la discusin.

    12

  • Qu ventajas tiene para el profesor de ciencias analizar cmo se construye y articula el

    conocimiento cientfico?

    Entre otros autores, Mellado y Carracedo han revisado las relaciones que existen entre las

    distintas concepciones en Filosofa de la Ciencia y las corrientes ms difundidas sobre Didctica de

    las Ciencias [Mellado y Carracedo, 1993]. Este trabajo viene a confirmar que los enfoques docentes

    incorporan una concepcin explcita o implcita sobre la naturaleza de la ciencia y del conocimiento

    cientfico. Incluso los libros de texto se suelen basar explcita o implcitamente en puntos de vista

    determinados sobre el conocimiento cientfico Es muy difcil ser neutral en este aspecto porque la

    propia neutralidad ya implica un punto de vista.

    La influencia que tienen en Didctica de las Ciencias los modelos filosficos que se han revisado en

    otro apartado y otros adicionales se pone de manifiesto, por ejemplo, en puntos de vista que defienden la necesidad de un cambio conceptual en los alumnos que, en cierta medida, es semejante a una

    revolucin cientfica [Pozo, 1987a, pg. 112]. La necesidad de un cambio metodolgico que acompae al cambio conceptual ha sido sealada tambin desde posiciones constructivistas que tienen su punto de

    partida en los procesos de aprendizaje de los cientficos noveles [Gil, 1993]. Por ltimo, los criterios que propone Lakatos para la sustitucin de un programa de investigacin por otro han sido fuente de

    inspiracin para propuestas concretas de actuacin en Didctica de las Ciencias Experimentales que se basan en el cambio conceptual. De hecho, la slida fundamentacin epistemolgica de las orientaciones

    llamadas constructivistas es uno de los rasgos ms notables de este enfoque tan difundido en nuestros das.

    Desde el punto de vista del aprendizaje, es posible identificar tres componentes del

    conocimiento cientfico: conceptual, procedimental y actitudinal [Coll, Pozo, Sarabia y Valls,

    1992]. Esta diferenciacin ayuda a no concentrar toda la atencin en la componente conceptual,

    como suele ser tradicional. Dado que la enseanza debe proceder de un modo secuencial, se corre el

    peligro de concentrar la atencin en cada una de las componentes de manera sucesiva con lo que se

    estara construyendo una visin errnea del conocimiento cientfico. Es preciso, pues, explicitar las

    relaciones entre las componentes anteriores [Snchez y Valcrcel, 1993]. Los anlisis de las

    distintas corrientes en Filosofa de la Ciencia contribuye a ello.

    Cmo se articula el conocimiento cientfico?

    A veces se acusa a la Filosofa de la Ciencia de ser una especie de sucedneo de la

    Epistemologa [Meana, 1996]. No en vano, uno de los temas principales de debate en Filosofa de la

    Ciencia tiene que ver con la naturaleza del conocimiento cientfico y la fundamentacin del mismo.

    En la descripcin del conocimiento cientfico se recurre a constructos tales como teoras, leyes,

    13

  • hiptesis y otros que estn relacionados [Cornejo, 2000]. La evolucin y desarrollo de tales

    constructos est en el centro de un debate que est lejos de finalizar. El problema que subyace en

    dicho debate es la existencia o no de criterios vlidos y universales que permitan evaluar las teoras

    cientficas. Tal problema, en su versin ms general referida a la fundamentacin del conocimiento,

    no es nuevo en Filosofa. Para su aplicacin a la Didctica de las Ciencias Experimentales parece

    ms apropiado revisar crticamente las posturas tericas recientes que, en general, son las que han

    tenido mayor influencia en los enfoques y tendencias ms influyentes en nuestra rea. En la revisin

    que se lleva a cabo en otra seccin se discuten brevemente los puntos fundamentales de las teoras

    ms destacadas en Filosofa de la Ciencia y se recogen algunas de las crticas que se han formulado

    a dichas propuestas.

    Caractersticas de la epistemologa de "sentido comn"

    1. Aceptacin acrtica del conocimiento declarativo asumido por todos como veraz.

    2. Prioriza el conocimiento procedimental y explicativo de tipo empirista-inductivista (generalizacin a partir de ejemplos concretos).

    3. Prima el uso de razonamientos cualitativos para sacar conclusiones generales.

    4. Se favorece el pensamiento convergente al validar el conocimiento declarativo (bsqueda puntual de coherencia)

    5. Se conforma con un conocimiento procedimental poco riguroso (una nica estrategia).

    6. Utiliza fundamentalmente razonamientos de tipo causal lineal y simple.

    Caractersticas de la metodologa cientfica

    1. Aceptacin de la naturaleza hipottica del conocimiento declarativo (se pone en duda lo obvio).

    2. Prima los conocimientos procedimental y explicativo de tipo hipottico-deductivo (se parte del cuerpo terico vigente).

    3. No slo emplea aproximaciones cualitativas sino que adems trata de objetivarlas mediante observaciones cuantitativas.

    4. Se vale del pensamiento convergente, pero prima el divergente para falsar el conocimiento declarativo (bsqueda global de coherencia).

    14

  • 5. Para ello idea conocimiento procedimental riguroso (diversas estrategias).

    6. Usa razonamientos pluricausales ms complejos.

    Furi, C.; Escobedo, M. (1994) La fijacin funcional en el aprendizaje de la Qumica. Un ejemplo paradigmtico: usando el principio de Le Chatelier. Didctica de las Ciencias Experimentales y Sociales, 8, 109-124.

    Cmo evolucionan las teoras cientficas y qu podemos aprender de ello para la enseanza

    de las ciencias?

    Una de las concepciones que histricamente ha ejercido una mayor influencia sobre

    nuestras ideas acerca de cmo evolucionan la ciencia y el conocimiento cientfico es la inductivista

    en sus diferentes versiones. Segn este punto de vista, la investigacin comienza con la observacin

    mediante los rganos sensoriales. A partir de esta observacin se generan enunciados

    observacionales que constituyen la base para formular las leyes, principios y teoras que articulan el

    conocimiento cientfico. Aunque la idea fundamental del inductivismo es que la observacin

    proporciona una base segura a partir de la cual se puede derivar el conocimiento cientfico, las

    posiciones ms sofisticadas hacen referencia a los principios combinados de induccin y deduccin

    para explicar la validez de las afirmaciones cientficas.

    Chalmers es autor de uno de los anlisis crticos ms completos de las posturas inductivistas

    [Chalmers, 1982] en el que hace hincapi en el hecho de que la observacin depende fuertemente de

    una teora previa que la orienta. Es cierto, por otra parte, que las observaciones no siempre

    constituyen una base firme sobre la cual se pueden fundamentar las teoras. Diversos episodios en la

    Historia de la Ciencia demuestran cmo determinadas observaciones supuestamente impecables en

    realidad estaban sesgadas. Las visiones inductivistas sobre la ciencia han sido casi completamente

    abandonadas por los especialistas y si se citan aqu es porque muchas de las concepciones de los

    alumnos (y tambin a veces de los profesores) sobre la ciencia y el conocimiento cientfico son

    marcadamente inductivistas, al igual que sucede con frecuencia con algunas ideas sobre la ciencia

    que transmiten los libros de texto

    El falsacionismo, con el filsofo Karl Popper como su principal representante, admite que la

    observacin es guiada por la teora y la presupone. Segn los defensores de esta corriente, si bien es

    imposible demostrar que una afirmacin es verdadera, si que es posible disear experimentos o

    planificar y realizar observaciones que, al menos en principio, pudiesen falsarla. El conocimiento

    cientfico se caracterizara, pues, por la posibilidad de ser falsado mediante el experimento o la

    observacin y slo las afirmaciones falsables deben ser admitidas como cientficas. Segn Popper,

    15

  • las teoras han de ser comprobadas rigurosa e implacablemente mediante la experimentacin

    [Popper, 1967]. Las teoras que no superan las pruebas de observacin y experimentacin deberan

    ser eliminadas y reemplazadas por otras conjeturas especulativas. Como resultado, slo

    sobreviviran las teoras ms aptas.

    El dominio de las ideas poperianas se vio turbado, entre otros factores, por la aparicin de la

    obra de Kuhn que, en palabras de Meana vena a recordar que la Historia de la Ciencia contradice

    de manera evidente al edificio lgico tan cuidadosamente construido por Popper [Meana, 1996]. Tal

    vez la aportacin a la Filosofa de la Ciencia ms citada de Kuhn sea la nocin de paradigma como

    un conjunto de creencias, valores y tcnicas compartidos por una comunidad cientfica. Segn la

    formulacin inicial de Kuhn, el desarrollo de una disciplina dada se caracteriza por perodos de

    ciencia normal y perodos de revolucin cientfica [Kuhn, 1971]. Durante los perodos de ciencia

    normal domina un determinado paradigma, mientras que en pocas de crisis ste es cuestionado y

    sustituido. Esta sustitucin implica algo ms que un mero cambio de teora ya que, segn Kuhn, los

    fundamentos, los mtodos, las aplicaciones, la concepcin del mundo y los mtodos que subyacen

    en el nuevo paradigma son ahora radicalmente diferentes a los del anterior (son inconmensurables).

    Hasta la misma comunicacin entre los defensores de ambos puntos de vista resultara harto difcil.

    El cambio de un paradigma a otro no tendra lugar debido nicamente a factores racionales, sino, en

    gran parte, gracias a factores tales como la implicacin de jvenes cientficos y la capacidad de

    persuasin de los proponentes del nuevo paradigma. Estos factores y otros similares haran de la

    ciencia, en la visin kuhniana, una actividad en cierta medida parecida a la poltica [Meana, 1996].

    No es raro que el cambio de un paradigma viejo a uno nuevo resulte difcil y encuentre resistencia

    en los defensores del viejo orden.

    La crtica al modelo de Kuhn se articula en torno a diferentes cuestiones. Por una parte,

    existe una cierta ambigedad en el concepto de paradigma: el propio Kuhn utiliza esta palabra con

    algunos sentidos ligeramente diferentes. Por otra parte, basndose en la Historia de la Ciencia,

    Toulmin ha cuestionado la afirmacin de Kuhn de que los defensores de paradigmas distintos sean

    realmente incapaces de comunicarse entre s. La idea de inconmesurabilidad ha sido uno de los

    puntos ms discutidos por los filsofos de la ciencia [Hull, 1996]. Segn Toulmin, los defensores de

    un nuevo paradigma tienen motivos racionales para proponer el cambio y si acaban triunfando ello

    no se debe nicamente a su capacidad de persuasin [Toulmin, 1977]. Estas y otras crticas

    motivaron una contestacin de Kuhn que reformul su modelo de tal manera que las devastadoras

    revoluciones cientficas se transformaban en minirrevoluciones que tienen lugar de manera continua

    [Kuhn, 1975]. Con ello, el punto de vista de Kuhn, vea seriamente cuestionado uno de sus pilares

    ms atractivos.

    16

  • Lakatos, otro influyente filsofo de la ciencia, mantiene que las teoras se articulan en forma

    programa de investigacin. Un programa de investigacin consta de un ncleo conceptual central

    que no se cuestiona y de un cinturn protector de hiptesis auxiliares que pueden sustituirse ms o

    menos fcilmente sin alterar lo esencial. Mientras el falsacionismo ingenuo de Popper mantiene que

    el cambio de ideas tiene lugar cuando se comprueba que estas son falsas, Lakatos sostiene que el

    cambio ocurre cuando existe un programa mejor [Lakatos, 1983]. Por otra parte, es un hecho

    conocido en Psicologa Cognitiva que las personas no cambian sus ideas slo por que lleguen a la

    conclusin de que son falsas o porque reciban nueva informacin que las desacredite; es necesario

    que intervengan otros factores [Wilkes y Leatherbarrow, 1988], [van Oostendorp, Otero y

    Campanario, 2002].

    La novedad de Lakatos es que propone tres criterios para decidir si un programa de investigacin es mejor que otro [Lakatos, 1983]:

    1. La nueva teora debe explicar todo lo que explicaba la teora anterior.

    2. La nueva teora debe tener un exceso de contenido emprico con respecto a la teora anterior,

    es decir, la nueva teora debe predecir hechos nuevos que la teora anterior no predeca.

    3. La nueva teora debe ser capaz de orientar a los cientficos para que puedan comprobar

    empricamente una parte al menos del nuevo contenido que ha sido capaz de predecir.

    Aunque los puntos de vista de Lakatos han tenido una gran influencia en Filosofa de la

    Ciencia, hay trabajos que demuestran que uno de los elementos claves (el exceso de contenido

    emprico) no parece ser tan relevante como pudiera pensarse. Brush ha estudiado con detalle el

    proceso de cambio de teoras en ciencia analizando diversos episodios histricos, tales como son la

    aceptacin de la teora relativista de Dirac del electrn (y su prediccin del positrn), la teora de

    Yukawa de las fuerzas nucleares, la teora de Gell-Mann sobre los grupos de simetra [Brush, 1993],

    las teoras sobre la estructura del Benceno [Brush, 1999a]; [Brush, 1999b], la recepcin del sistema

    peridico de Mendeleev [Brush, 1996] y otras [Brush, 1990]; [Brush, 1994]. En todos los casos, la

    incidencia de las predicciones en la aceptacin o rechazo de nuevas teoras parece ser mucho menor

    que la esperable y, en particular, menor que la incidencia de las explicaciones que ofrece una nueva

    teora a hechos y problemas no resueltos en el momento de su aparicin.

    Existen casos en los cuales una teora fue aceptada fundamentalmente debido a sus predicciones acertadas de nuevos hechos, y no lo hubiera sido si estos hechos hubiesen sido conocidos previamente?

    En algunas presentaciones de libros de texto del "mtodo cientfico" parecen implicar que esta es la

    17

  • norma en la ciencia. Hasta ahora yo no he encontrado ejemplos de esta clase, pero sigo buscando.

    [Brush, 1994].

    Desde posiciones autodenominadas de anarquismo intelectual, Feyerabend hace unas

    propuestas radicalmente diferentes [Feyerabend, 1974]. Feyerabend defiende enrgicamente la idea

    de que ninguna de las corrientes en Filosofa de la Ciencia propuestas hasta ahora ha tenido xito y

    respalda su defensa con una original interpretacin de varios episodios de la Historia de la Fsica.

    Segn Feyerabend, ninguna de las metodologas propuestas hasta la fecha sirve en la prctica para

    orientar el trabajo de los cientficos, que muestran una asombrosa capacidad de adaptacin y de

    eleccin entre diversas alternativas dependiendo de los objetivos de su trabajo. Feyerabend

    concluye que, en ausencia de reglas de validez universal, los investigadores escogen los enfoques

    que se adaptan mejor a sus fines. Segn Feyerabend, los anlisis de filsofos y epistemlogos

    pueden ser tiles para entender la evolucin de la ciencia siempre que no se intente convertir sus

    conclusiones en directrices para los cientficos que, segn Feyerabend, han demostrado

    suficientemente que son capaces de decidir por s mismos.

    Toulmin establece una analoga entre la evolucin de los organismos biolgicos y la

    construccin del conocimiento cientfico [Toulmin, 1977]. Segn este autor, la generacin y

    seleccin de los conceptos tiene un cierto parecido con la evolucin de los organismos biolgicos y

    se regira por los mismos principios. El objetivo de Toulmin es demostrar que, en la seleccin de los

    sucesivos conceptos, los investigadores aplican criterios puramente racionales con el fin ltimo de

    contribuir al desarrollo de su disciplina. El avance de una disciplina tendra su origen en problemas

    no resueltos que plantean unas exigencias intelectuales o unas prcticas especficas que estaran en

    el origen de los nuevos conceptos. Esta aparicin de nuevos conceptos viene acompaada de

    procesos de seleccin siempre en aras de un mejor servicio a la disciplina en cuestin. Aunque la

    teora de Toulmin es atractiva, Thagard y otros filsofos cognitivos han criticado sus puntos de vista

    basndose en un anlisis sobre las condiciones globales de coherencia de las teoras cientficas. Una

    novedad del anlisis de Thagard es el uso que hace del formalismo matemtico de redes neuronales

    para analizar la coherencia global de las teoras en competencia [Thagard, 1993]. Esta coherencia

    depende tanto del nmero de hechos conocidos y nuevos que explican las teoras, como de su grado

    de articulacin.

    Hempel, por su parte, ha analizado las explicaciones cientficas y establece dos requisitos

    bsicos que deben satisfacer: relevancia explicativa (los hechos y argumentos que se aducen en la

    explicacin deben tener algn tipo de relevancia con lo que se quiere explicar) y contrastabilidad

    (los enunciados que constituyen una explicacin cientfica deben ser susceptibles de contraste

    18

  • emprico) [Hempel, 1978]. Adems, este autor cita diversos criterios que aumentan la aceptabilidad

    de las explicaciones cientficas y que se sintetizan a continuacin:

    a) Cantidad, variedad y precisin del apoyo emprico.

    b) Confirmacin mediante nuevas implicaciones contrastadoras.

    c) Simplicidad frente a otras hiptesis ms complejas.

    d) Probabilidad de la hiptesis a la luz del conocimiento cientfico disponible.

    Conocidos autores de renombre mundial se ven con dificultades para precisar qu es exactamente la ciencia y qu es exactamente la Filosofa de la Ciencia [Cartaa, 1989; pg. 192]

    A pesar de las dificultades para aclarar en qu consiste la ciencia, la Filosofa "ha

    contribuido en gran medida a aclarar qu cosa no es la ciencia" [Snchez Ron, 1988, pg. 183].

    Aunque las diversas tendencias en Filosofa de la Ciencia mantienen puntos de vista que son a veces

    contradictorios, existe un cierto consenso en que la investigacin es un proceso cclico que

    comienza con el planteamiento de un problema y que termina de nuevo con el planteamiento de

    nuevos problemas a partir del conocimiento existente [Snchez y Valcrcel, 1993]. El papel que

    juegan la observacin y la experimentacin en la investigacin no es tan relevante como el que

    desempean la emisin de hiptesis, el diseo de experimentos o los conocimientos iniciales. Las

    teoras establecidas son resistentes al cambio y la mera falsacin no basta para descartarlas. Algunas

    teoras incluso nacen falsadas o estn en conflicto con otras teoras establecidas y sin embargo dan

    lugar a programas de investigacin fructferos.

    Por qu se dice que el cambio conceptual en ciencia puede ser un proceso difcil?

    El problema de la evaluacin de las teoras cientficas que ha sido uno de los ejes del debate

    en Epistemologa y Filosofa de la Ciencia, tambin ha sido abordado por los socilogos de la

    ciencia aunque desde perspectivas diferentes. As, mientras los filsofos y epistemlogos de la

    ciencia debaten sobre la naturaleza del conocimiento cientfico y sobre la existencia o no de

    criterios generales que permitan evaluar las teoras, los socilogos de la ciencia llaman la atencin

    sobre el hecho de que los propios investigadores, ajenos en general a tales debates, evalan

    continuamente las contribuciones de sus colegas en lo que constituye uno de los actos clave de la

    creacin de conocimiento: la eleccin cientfica.

    19

  • En su descripcin inicial del cambio en un paradigma, Kuhn explica cmo los defensores de

    un nuevo punto de vista a menudo encuentran dificultades para que sus ideas sean aceptadas [Kuhn,

    1971]. Segn Kuhn, en la aceptacin de un nuevo paradigma influyen factores tales como la

    capacidad de conviccin de los defensores de estas ideas y su habilidad para ocupar los puestos

    acadmicos ms influyentes para, desde ah, difundir y aplicar sus nuevas teoras. En su descripcin

    del cambio, Kuhn cita la conocida frase atribuida a Planck, segn la cual, una nueva verdad no se

    impone porque finalmente convenza a sus oponentes, sino porque estos desaparecen

    progresivamente y son sustituidos por una nueva generacin que se ha educado en el seno del nuevo

    paradigma. Por su parte, Toulmin describe una actitud comn en muchos cientficos que l

    denomina odio profesional, que se traduce en una reaccin fuertemente negativa de la nomenclatura

    cientfica hacia los defensores de teoras heterodoxas [Toulmin, 1977]. Es evidente que estos y otros

    autores clsicos introducen estas ideas sobre la resistencia al cambio motivados, en parte, por la

    evidencia que ofrece la Historia de la Ciencia. El origen de la resistencia de los cientficos a las

    nuevas teoras es complejo y constituye todava una asignatura pendiente de los estudios sobre

    dinmica de la ciencia y sobre la psicologa de los cientficos [Mahoney, 1979]; [Campanario,

    1997]; [Campanario, 1999]. Kuhn destac el papel de los paradigmas como marcos conceptuales

    activos que sesgan y limitan la percepcin de la realidad [Kuhn, 1971]. Un paradigma no solo

    incluye conocimientos, sino ideas acerca de las metodologas y procedimientos vlidos y aceptables

    en una determinada disciplina o lnea de investigacin o puntos de vista sobre el alcance de las

    teoras y principios. El paradigma orienta la investigacin, pero tambin la limita en una

    determinada direccin. Toulmin, por su parte, insiste en la idea de lmites de aplicabilidad de los

    conceptos cientficos. Los conceptos y principios nacen con un mbito de aplicabilidad determinado

    que puede irse ampliando a medida que dichos conceptos se utilizan en nuevas situaciones

    [Toulmin, 1977], pero ello no siempre es fcilmente aceptado porque altera, en cierta medida, la

    naturaleza de los propios conceptos. En cualquier caso parece claro que las concepciones de los

    cientficos sobre cmo debe articularse una disciplina y sobre la naturaleza epistemolgica del

    conocimiento propio de dicha disciplina desempean un papel fundamental en la resistencia a las

    nuevas ideas. As, por ejemplo, Barber ha demostrado cmo los prejuicios de muchos bilogos

    retrasaron la aplicacin de las Matemticas a la Biologa [Barber, 1961]. De la misma manera, las

    diferentes concepciones de los cientficos sobre el determinismo clsico ocasionaron los bien

    conocidos debates que tuvieron lugar en los primeros aos de la Mecnica Cuntica.

    Desde los estudios de comunicacin y dinmica de la ciencia se ha profundizado en nuestro

    conocimiento sobre la resistencia al descubrimiento y al cambio conceptual por los propios

    cientficos [Campanario, 1997]. En consonancia con la idea (que no es nueva por otra parte) de que

    la ciencia es una actividad social, uno de los centros de inters reciente en Filosofa y Sociologa de

    la Ciencia ha sido el estudio de los procesos de comunicacin en ciencia y en su influencia en la

    20

  • creacin del conocimiento. Los cientficos son conscientes de que los resultados que obtienen en su

    trabajo no existen plenamente hasta que no son conocidos y evaluados por el resto de la comunidad

    investigadora. En este proceso de comunicacin desempea un papel especial la publicacin de

    artculos en revistas especializadas que, al igual que los congresos y reuniones acadmicas, sirven

    tambin como foro para la certificacin y reclamacin de prioridad en el descubrimiento.

    En pocas pasadas la difusin de resultados se realizaba, fundamentalmente, mediante la

    publicacin de libros y mediante la correspondencia personal. En nuestros das estos medios ms

    rudimentarios han sido reemplazados por un complejo sistema editorial que permite la

    comunicacin eficiente de los resultados y en el que los propios cientficos sirven como rbitros y

    censores del trabajo de otros. Sin embargo, este sistema no est a salvo de interferencias de criterios

    particularistas [Merton, 1985] que tienen poco que ver con la calidad del trabajo que se evala

    [Campanario, 1996c]. Factores como el prestigio personal o institucional, las orientaciones

    metodolgicas, las relaciones con industrias y centros de investigacin y la pertenencia a

    determinados departamentos universitarios pueden influir en la evaluacin de los trabajos que se

    envan a una revista y, por tanto, en la orientacin final de las disciplinas cientficas [Campanario,

    1996c]. Como seala Toulmin la dinmica de la ciencia depende en gran parte del modo en que los

    cientficos "intercambian informacin, arguyen y presentan sus resultados mediante una variedad de

    publicaciones y reuniones, compiten por ctedras y presidencias de academias, y tratan de sobresalir

    a la par que anhelan conquistar su mutua estima" [Toulmin, 1977].

    El papel que desempean en el cambio cientfico los mecanismos de comunicacin y

    evaluacin en ciencia ha sido estudiado en los ltimos aos desde diversas perspectivas. Por

    ejemplo, existe amplia evidencia de que el avance en determinadas reas de investigacin se ha

    visto dificultado por errores en la apreciacin del mrito de muchas contribuciones por los referees

    de las revistas cientficas [Campanario, 1997]. Teoras y aportaciones que resultaran muy

    influyentes en el desarrollo de determinadas disciplinas e incluso descubrimientos que seran

    galardonados posteriormente con el Premio Nobel fueron rechazados, en principio, por los referees

    y editores de las revistas especializadas o por la comunidad acadmica [Campanario, 1993a];

    [Campanario, 1995c]; [Campanario, 1996b]; [Campanario, 2002a]; [Nissani, 1995]. Tales

    impedimentos no son exclusivos de una disciplina determinada, sino que parecen ser un fenmeno

    comn tanto en Ciencias Naturales como en las Ciencias Sociales (por ejemplo, [Gans y Shepherd,

    1994]) y constituyen un ejemplo claro de la resistencia a nuevos descubrimientos por parte los

    propios cientficos. Existe asimismo evidencia de que algunos de los artculos ms citados e

    influyentes de todos los tiempos fueron rechazados inicialmente por los referees de las revistas

    cientficas [Campanario, 1996b].

    21

  • Entre los casos ms notorios de rechazo por los editores y referees de las revistas acadmicas o por el resto de la comunidad investigadora podemos citar descubrimientos tales como la ley de

    Coulomb, el primer principio de la Termodinmica, el ciclo de Krebs, la teora del complejo activado, la teora de la disolucin electroltica y la superconductividad a alta temperatura, [Campanario,

    1993a]; [Campanario, 1995c]; [Nissani, 1995]. Queda as puesta en entredicho, tambin desde los estudios de los procesos de comunicacin acadmica, la visin ingenua de la Historia de la Ciencia

    como un proceso lineal y simplista en el que la verdad se impone siempre por sus propios mritos. Por otra parte, se suele asociar comnmente la resistencia al descubrimiento cientfico a otras pocas y a

    otras instituciones ms intransigentes. Los casos de Galileo y Kepler son probablemente ejemplos paradigmticos de tales situaciones que a veces se presentan como demostracin del triunfo definitivo

    de la luz de la ciencia sobre la oscuridad y el dogmatismo [Campanario, 1997]. Los resultados de las lneas de investigacin que se revisan brevemente en esta seccin demuestran que el dogmatismo no es

    raro en ciencia y puede influir negativamente en el desarrollo de las disciplinas. Existen numerosos ejemplos tomados de la Historia de la Ciencia que demuestran que la resistencia al descubrimiento por

    los propios cientficos es ms frecuente de lo que se suele pensar [Campanario, 1999].

    En estrecha relacin con lo anterior estn los fenmenos de descubrimiento prematuro y de

    reconocimiento tardo [Garfield, 1989]; [Stent, 1972]; [Campanario, 1997]. Algunos

    descubrimientos o teoras son demasiado avanzados y no encajan fcilmente en la matriz conceptual

    de un momento determinado y los cientficos no estn en condiciones de apreciar su potencial. De

    nuevo el papel de los marcos conceptuales en la apreciacin del valor de los nuevos

    descubrimientos resulta fundamental. Aunque los descubrimientos prematuros no siempre sufran el

    rechazo del resto de la comunidad cientfica, pueden permanecer ignorados durante aos hasta los

    desarrollos posteriores permiten apreciar la validez de los mismos. El reconocimiento tardo puede

    estar tambin motivado por un funcionamiento inadecuado de los procesos de comunicacin en

    ciencia. Si un nuevo descubrimiento, mtodo o enfoque terico se da a conocer en revistas de escasa

    circulacin o de bajo impacto; es probable que permanezca ignorado por la mayor parte de la

    comunidad cientfica y, a todos los efectos, es como si no hubiese existido. En los ltimos aos, los

    estudios bibliomtricos han permitido identificar no pocos casos de reconocimiento tardo [Garfield,

    1989]; [Garfield, 1990]; [Stent, 1972]; [Campanario, 1997]. Los retrasos que ocasiona el

    reconocimiento tardo en el desarrollo de una disciplina pueden llegar a ser considerables.

    Qu concepciones mantienen los profesores sobre la ciencia y el conocimiento cientfico?

    En los ltimos aos las ideas de los profesores acerca del conocimiento y de las disciplinas

    que ensean han sido investigadas cada vez con ms atencin. En este empeo se han utilizado

    metodologas diversas desde la entrevista personal al cuestionario estandarizado [Brabander, 2000].

    22

  • Los resultados obtenidos han permitido detectar nuevos problemas en los procesos de enseanza y

    aprendizaje de la ciencia.

    Muchos profesores tienen una formacin deficiente en los aspectos relacionados con la

    Filosofa de la Ciencia. Estos aspectos ocupan un lugar menor en los planes de estudio y en muchas

    ocasiones deben sacrificarse en beneficio de los contenidos puramente conceptuales. Los mtodos

    docentes a que son sometidos durante su perodo de formacin contribuyen a que los futuros

    profesores desarrollen sus propias concepciones sobre la naturaleza del conocimiento cientfico. El

    resultado es que los docentes desarrollan concepciones inadecuadas, con frecuencia ingenuas, sobre

    la naturaleza de la ciencias y del conocimiento cientfico [Rampal, 1992]. Particularmente

    significativos son los resultados de una investigacin de Porln sobre las concepciones

    epistemolgicas de los alumnos de Magisterio [Porln, 1994]. Porln pudo constatar creencias

    inadecuadas sobre la neutralidad e infalibilidad del mtodo cientfico, sobre la superioridad absoluta

    del mismo (autoritarismo epistemolgico) y sobre los procesos que llevan a la construccin de

    dicho conocimiento. Otras concepciones de los profesores sobre la ciencia y el conocimiento

    cientfico son similares a las que mantienen los alumnos. Entre las concepciones inadecuadas de los

    profesores sobre la ciencia y el conocimiento cientfico, diversos autores destacan las siguientes

    [Gil, 1994a]; [Gustafson y Rowell, 1995]; [Gil, Pessoa, Fortuny y Azcrate, 1994]; [Gil y Martnez-

    Torregrosa, 1999]:

    a) Visin empirista y aterica, segn la cual la evidencia experimental es la fuente

    fundamental del conocimiento cientfico.

    b) Visin rgida excesivamente algortmica con una reduccin de la investigacin a una receta

    simplista con nfasis en los "mtodos".

    c) Visin aproblemtica y ahistrica: no se relacionan los conceptos y principios cientficos

    con los problemas que los originaron.

    d) Visin acumulativa, lineal que no tiene en cuenta las crisis, remodelaciones y retrocesos.

    e) Visin de la ciencia "de sentido comn". Desde este punto de vista, los conocimientos

    cientficos seran casi evidentes.

    Otra concepcin muy extendida es la visin algortmica de la metodologa cientfica, entendida

    como una sucesin de etapas prefijadas y que acostumbra a reforzarse en el primer captulo de los libros de texto. Segn esta visin, existira un solo medio vlido para llegar al conocimiento, que

    consiste en la repeticin mecnica de una serie de pasos algoritmizados [Vzquez y Manassero, 1999, pg. 379]

    23

  • Que los profesores mantengan concepciones inadecuadas sobre la ciencia y el conocimiento

    cientfico es preocupante por s mismo. Pero adems, diversas investigaciones demuestran que las

    concepciones de los docentes sobre la naturaleza del conocimiento cientfico influyen en su

    actuacin en el aula y en sus mtodos de enseanza [Mellado y Carracedo, 1993]; [Zelaya y

    Campanario, 2002]. Como un ejemplo ilustrativo, una filosofa empirista (generalmente implcita)

    estara tras la separacin en el aprendizaje entre los procesos de la ciencia (que se aprenden en el

    laboratorio aplicando el "mtodo cientfico") y los productos de la ciencia (que se aprenden en las

    clases tericas o a partir de libros de texto). Esta organizacin de las actividades de enseanza no

    slo refleja concepciones inadecuadas sobre el conocimiento cientfico, sino que las refuerza en los

    alumnos .

    Fernndez y Elortegui han identificado distintos tipos de profesores de acuerdo con sus

    estrategias docentes y con las concepciones sobre la ciencia que fundamentan tales estrategias

    [Fernndez y Elortegui, 1996]. Las ideas sobre la ciencia, el conocimiento cientfico y la enseanza

    de las ciencias que mantienen algunos docentes pueden ser realmente ingenuas. Hasta los mismos

    profesores universitarios (que se dedican a confirmar teoras, ms que a falsarlas) pueden ser

    falsacionistas [Campanario, 2002c]. Hodson incluso asocia el fracaso de muchos enfoques de

    enseanza a la ambigedad que mantienen en sus posturas filosficas implcitas, que con frecuencia

    asumen puntos de vista inadecuados [Hodson, 1988]. En el extremo contrario, sendos estudios

    demuestran que los profesores con puntos de vista cercanos a los constructivistas fueron ms

    proclives a utilizar enfoques ms adecuados para conseguir el cambio conceptual y utilizaron con

    ms frecuencia estrategias docentes ms efectivas. Adems, estos profesores tendan a valorar

    positivamente estas estrategias [Hashweh, 1996]; [Fernndez y Elortegui, 1996].

    Ideas y concepciones de una muestra de profesores de Fsica de enseanza media nicaragense sobre la ciencia.

    Cada sujeto experimental expres su grado de acuerdo o de desacuerdo con cada declaracin mediante

    una escala de 5 posibilidades:

    Totalmente en desacuerdo (1)

    En desacuerdo (2)

    Ni de acuerdo, ni en desacuerdo (3)

    De acuerdo (4)

    Totalmente de acuerdo (5)

    24

  • Zelaya, V.M. y Campanario, J.M. (2002) Concepciones de los profesores nicaragenses de Fsica en el nivel de secundaria sobre la ciencia, su enseanza y su aprendizaje (en revisin).

    El cuestionario ha sido obtenido de diversos trabajos publicados por el profesor Rafael Porln y su

    equipo y ha sido adaptado para los fines de la investigacin realizada.

    Porln, R., Rivero, A.; Martn, R. (1997) Conocimiento profesional y epistemologa de los

    profesores I. Teora, mtodos e instrumentos. Enseanza de las Ciencias , 15, 155-171.

    Imagen de la ciencia

    Pregunta Puntuac. Enunciado

    P.1 4.7 0.7) La ciencia es el estudio directo de la realidad mediante un mtodo objetivo: el

    mtodo cientfico.P.5 4.4 (0.8) Todo proceso de aprendizaje de las Ciencias debe comenzar con la observacin

    P.11 4.1 (0.9) En la observacin de la realidad es imposible evitar un cierto grado de

    deformacin que introduce el observador.

    P.12 4.1 (0.9) Los trabajos prcticos se utilizaran, fundamentalmente, para confirmar o

    ejemplificar aspectos tericos de las Ciencias.P.14 4.3 (1.0) Las leyes existen en la naturaleza y los cientficos lo que hacen es descubrirlas.P.15 3.1 (1.3) Muchos de los descubrimientos cientficos son obra de la casualidad.

    P.16 3.7 (1.3) En Ciencias solo se considera verdadero aquello que se puede demostrar

    experimentalmente.

    P.29 2.6 (1.3) El pensamiento cientfico esta condicionado por aspectos subjetivos y

    emocionales.

    P.37 4.2 (0.8)

    El conocimiento cientfico se genera gracias a la capacidad que tenemos los

    seres humanos para plantearnos problemas e imaginar posibles soluciones a los

    mismos.

    P.42 3.8 (1.1) La Ciencia ha evolucionado histricamente mediante la acumulacin sucesiva

    de las teoras verdaderas.P.44 4.4 (0.8) Las etapas que se abordan en cualquier investigacin cientfica son:

    a) Planteamiento del problema

    b) Recopilacin de datos

    c) Emisin de hiptesis

    d) Experimentacin y observacin de la hiptesis

    e) Interpretacin de los resultados

    25

  • f) Emisin de leyes y teoras.

    P.48 4.2 (0.9)

    Las etapas sucesivas del mtodo cientfico son:

    a) Observacin

    b) Emisin de hiptesis

    c) Experimentacin

    d) Emisin de leyes y teoras.

    P.49 4.4 (0.7) El conocimiento cientfico es producto de la interaccin entre el pensamiento y

    la realidad.

    Cmo influyen las concepciones de los profesores sobre la ciencia y el conocimiento

    cientfico en sus estrategias de enseanza?

    Los resultados de un nmero cada vez mayor de trabajos coinciden en sealar que las

    concepciones epistemolgicas de los profesores, o sea, las ideas que tienen acerca del conocimiento,

    su validez, su articulacin y su produccin, son de hecho un factor que influye en la forma como

    stos interpretan el aprendizaje y la enseanza . Por esta razn el trabajo sobre el pensamiento de

    los profesores, tanto en ejercicio, como en formacin se considera una de las lneas actuales ms

    fructferas para el estudio de los procesos de enseanza-aprendizaje [Campanario, 1998a], siendo,

    adems, un elemento que puede contribuir a transformar realmente nuestras propias prcticas en la

    formacin del profesorado. Las creencias, los constructos y las teoras implcitas de los profesores

    son aqu las variables ms significativas.

    No cabe duda de que el profesor toma siempre posiciones ideolgicas personales, aunque no

    siempre de manera consciente, y estas posiciones tendrn relevancia en sus tareas docentes. Esto hace inevitable la existencia de una pluralidad de modelos didcticos, en los que se puede identificar

    componente terica y de una componente ideolgica.

    1. Los objetivos de la enseanza de las ciencias

    Cules son las fuentes de los objetivos de la enseanza de las ciencias?

    No hay que olvidar una dimensin importante de la enseanza y el aprendizaje de las

    ciencias: contribuir a formar ciudadanos responsables que viven y se desenvuelven en una sociedad

    cada vez ms compleja en la que la ciencia y la tecnologa ocupa, sin duda, un lugar fundamental en

    sus vidas. Como seala Izquierdo, "la autntica educacin cientfica debe capacitar para la crtica y

    debe permitir que los jvenes consideren que su intervencin en la sociedad es necesaria y va a ser

    26

  • posible en una perspectiva de cambio para mejorar colectivamente" [Izquierdo, 2000, p. 37]. Esta

    dimensin es probablemente la ms importante y, en cierta medida, subyace de algn modo en otras

    propuestas revisadas. Sin embargo conviene hacerla explcita para evitar algunas de las posturas

    bastante extendidas que conciben toda la enseanza secundaria como un requisito previo orientado

    casi exclusivamente al acceso futuro a la enseanza universitaria.

    La formacin cientfica de los ciudadanos es un problema que est lejos de haber sido

    resuelto. Es posible que sea un asunto ms poltico que tcnico y, como tal, tal vez la investigacin

    no sea el medio ms adecuado para abordarlo. Baste decir que en un momento en el que surgen por

    muchas partes voces crticas sobre la formacin cultural de los jvenes tras acabar la enseanza

    primaria y secundaria o en el que, por ejemplo, el adjetivo "cientfico" o el adverbio

    "cientficamente" son utilizados sin rubor en anuncios publicitarios para promocionar productos

    "mgicos" que prometen resolver todos los problemas [Campanario, Moya y Otero, 1997],

    [Campanario, Moya y Otero, 2001], la capacidad y la disposicin para analizar crticamente tales

    propuestas es, si cabe, an ms necesaria. Este tipo de logros es probablemente el reto ms

    importante que tiene la enseanza de las ciencias, al cual deberan supeditarse, sin duda, otras

    consideraciones. Es, por tanto, conveniente hacer explcita esta dimensin con el fin de no perderla

    de vista en el diseo de las estrategias docentes y en la eleccin de las orientaciones que nos ofrece

    la Didctica de las Ciencias Experimentales. Como bien seala Marco-Stiefel, la comprensin

    pblica de la ciencia es nuestro primer objetivo [Marco-Stiefel, 2000, p. 146].

    Es necesario que los alumnos conozcan los objetivos docentes?

    La razn fundamental es que los objetivos son la gua que orienta la evaluacin. Si el

    alumno sabe qu se espera de l podr concentrarse en el aprendizaje relacionado con esos

    objetivos. Naturalmente, los objetivos reales del profesor no siempre coinciden con los formales

    que aparecen, a veces, en los programas de las asignaturas. En este caso obviamente priman los

    objetivos reales.

    Cmo se relacionan los objetivos con los contenidos?

    En teora, a partir de los objetivos se deberan seleccionar los contenidos. Esto es as porque un

    objetivo determinado (ej: "Los alumnos sern capaces de analizar datos") se puede conseguir, en

    principio, con varios contenidos diferentes. En la prctica, se suele funcionar al revs: son los

    contenidos los que definen las asignaturas y los objetivos se elaboran en funcin de ellos.

    27

  • EJE II EL PENSAMIENTO DEL PROFESOR Y LOS MODELOS DIDACTICOS

    EL CONOCIMIENTO DEL PROFESOR Y ENFOQUES DIDCTICOS2

    La enseanza es una prctica social y pedaggica compleja, determinada por mltiples factores

    que influyen en la toma de decisiones del profesor y en las acciones que realiza. En estas decisiones

    y acciones intervienen tanto los conocimientos, valores, creencias e ideologa del profesor como los

    condicionantes institucionales, socioeconmicos, culturales e histricos de ejercicio de su profesin.

    En el presente artculo analizaremos el pensamiento de profesor desde el punto de vista de los

    conocimientos y concepciones que fundamentan su prctica, los cuales ha ido construyendo a lo

    largo de su historia educativa y profesional. Posteriormente, integraremos estos conocimientos y

    concepciones en enfoques didcticos que los articulan de manera tal que se convierten en modelos

    de interpretacin y anlisis de la prctica docente.

    1. El conocimiento didctico del profesor

    El profesor posee diversos conocimientos profesionales que los estructura en funcin de sus

    teoras y creencias personales. De acuerdo con Armas Castro (1993), las creencias, valores y

    actitudes del profesor actan a modo de filtros de aquellos conocimientos en las situaciones de

    enseanza. Puede ocurrir que algunas de estas creencias o teoras entren en contradiccin con la

    propia prctica (siempre que medien procesos de reflexin y anlisis acerca de ella), y una nueva

    teora se elabore y pase a formar parte del repertorio de ideas y conocimientos del profesor de

    manera ms o menos duradera. Se produce as lo que el autor denomina ciclo del diseo enseanza (Ver Figura1).

    Las teoras personales de los profesores referidas a la enseanza y los componentes didcticos

    pueden ser categorizadas en funcin de la coherencia que presentan respecto de las concepciones

    sobre el conocimiento, el aprendizaje, la metodologa de enseanza, la evaluacin, la planificacin,

    el uso de medios o recursos, la interaccin docente-alumnos, la organizacin social de la clase, la

    funcin social de la escuela.

    Cabe sealar que esas concepciones no son estticas ni monolticas sino que evolucionan

    gradualmente. Tampoco podemos establecer una coincidencia lineal entre, por ejemplo, las

    concepciones epistemolgicas y las creencias didcticas y psicolgicas del docente, aunque

    parecera que interaccionan entre s. Segn Porln y Rivero (1998), esta cuestin hay que

    interpretarla desde una perspectiva ms amplia. Para los autores existe un conjunto de concepciones metadisciplinares que constituyen autnticas cosmovisiones o epistemologas personales que

    2 Alcal, M.T. Ficha de ctedra . Didctica I. Facultad de Humanidades. UNNE. Rcia (Chaco), 2004.

    28

  • inciden en nuestras creencias personales y profesionales. A la luz de estas cosmovisiones se podran

    explicar las aparentes contradicciones entre, por ejemplo, concepciones sobre el conocimiento

    cientfico y concepciones referidas al aprendizaje en un mismo docente. Es importante sealar

    tambin, que tales cosmovisiones actan como verdaderos obstculos ante la posibilidad de adoptar

    otras maneras de ver e interpretar el mundo. Siguiendo a los autores citados, las cosmovisiones o

    concepciones metadisciplinares que influyen en las creencias personales y profesionales del

    docente, son las que se mencionan en la Figura 2.

    Figura 1. Ciclo del diseo de enseanza -(modificado de Armas Castro, 1993: 631)

    Figura 2. Las concepciones metadisciplinares. (Porln y Rivero, 1988)

    PENSAMIENTO DEL PROFESOR

    Creencias Valores Actitudes

    CONOCIMIENTO

    Disciplina Enseanza Aprendizaje Institucin Educacin de la de la disciplina disciplina

    PLANIFICACINENSEANZA

    EVALUACIN

    COSMOVISIONES IDEOLGICAS

    Ej.: MarxismoTeora CrticaEcologismo

    Consumismo

    PERSPECTIVASEPISTEMOLGICAS

    Ej.: ConstructivismoPositivismoRelativismo

    Evolucionismo

    PERSPECTIVASONTOLGICAS

    Ej.: SistemismoMecanicismoComplejidad

    29

  • 2. Perspectivas epistemolgicas que fundamentan la enseanza

    A lo largo de la historia del pensamiento occidental se han elaborado diversas explicaciones en

    torno del pensamiento cientfico-filosfico. Vamos a detenernos en tres interpretaciones que se

    encuentran en nuestra cultura, algunas ms fuertemente arraigadas que otras, las cuales forman

    parte de imgenes, creencias y concepciones sociales que operan como anteojos conceptuales de

    la realidad y constituyen los supuestos desde los que se entiende la ciencia, el mtodo cientfico, la

    enseanza y el aprendizaje de ambos.

    Las interpretaciones a las que nos referimos son: el Absolutismo, el Relativismo y el Evolucionismo (Porln, 1997).

    Absolutismo

    El absolutismo recoge las tradiciones positivista y racionalista para las cuales el conocimiento

    cientfico es verdadero, universal y ahistrico. Se trata de un conocimiento jerarquizado, en el

    sentido de que la existencia de criterios racionales universales para la comprobacin de las teoras

    asegura su veracidad y la posibilidad de delimitar la cientificidad de las mismas. Como dice

    Chalmers (1987:144): La distincin entre ciencia y no ciencia est clara para el racionalista (...). La verdad y, por consiguiente, la ciencia son consideradas intrnsecamente buenas.

    Dentro de esta perspectiva se distinguen dos posturas, la emprico-inductivista y la racionalista.

    Para la primera el criterio de validacin del conocimiento cientfico se asienta en los hechos. Para la

    segunda, en la teora.

    La visin empirista es la que se ha generalizado en la sociedad y su imagen de ciencia es la que

    tradicionalmente han transmitido la escuela y los medios de comunicacin. Esta imagen se

    caracteriza por:

    El conocimiento es considerado como una entidad o un producto acabado (Entel, 1988;

    Murcia y Schibeci, 1999), cuya verdad y validez son incuestionables, de ah el

    autoritarismo epistemolgico que seala Porln (1997) como inherente a esta concepcin.

    Un monismo metodolgico: el mtodo que se acepta como vlido para la formulacin de

    teoras es el mtodo experimental de las ciencias naturales, para el cual el punto de partida es la observacin imparcial de la realidad. Aqu cabe recordar que para la postura

    racionalista tambin el mtodo experimental es el hegemnico, con la diferencia de que el

    punto de partida son las teoras (Daz y Heler, 1989).

    El progreso cientfico es lineal y acumulativo, ya que los nuevos conocimientos se integran

    a los antiguos y los superan (Brickhouse, 1990).

    Lo importante es la estructura lgica de los productos de la investigacin cientfica y su

    validacin por criterios objetivos (Porln, 1997: 32).

    30

  • La neutralidad axiolgica e ideolgica de la ciencia, que deriva en la separacin de ciencia

    e ideologa, de ciencia y tica, de ciencia y metafsica (...), el divorcio entre teora y praxis,

    la autonoma respecto del contexto social e histrico y al poder poltico y econmico

    (Currais Porra y Prez Froiz, 1993: 419).

    La posicin absolutista se preocupa por encontrar criterios adecuados para determinar el

    status cientfico de las teoras. En otras palabras, la evaluacin de las teoras cientficas se centra en

    el contexto de validacin o justificacin, dejando de lado el contexto de produccin o descubrimiento, cuyo mbito de anlisis sera la psicologa, debido a que este contexto alude a los

    procesos psicolgicos (subjetivos) y a las situaciones implicadas en la formulacin creativa de las

    hiptesis (Daz y Heler, 1989).

    Como ya lo sealamos anteriormente, dentro del absolutismo reconocemos dos posturas que

    histricamente han sido antagnicas. El inductuvismo empirista y el racionalismo. A continuacin

    caracterizaremos ambos enfoques.

    Para el inductivismo empirista el punto de partida de la ciencia son los hechos y la

    observacin es el camino para llegar al conocimiento. La primera tarea del investigador es registrar los hechos de su campo de estudio, luego formula enunciados observacionales en la mayor cantidad

    posible y en la mayor cantidad de condiciones, lo cual le permitir generar proposiciones acerca de

    las coincidencias observadas del fenmeno que se estudia en el marco de la variedad de condiciones

    a las que fue sometido. Del conjunto de estas proposiciones singulares se pasa a la formulacin de

    la hiptesis, la que incluye a todos los casos observados y a todos los dems posibles.

    El interrogante que se le plantea a lo anterior, y que los inductivistas no pueden resolver, es

    el siguiente: Cuntas observaciones, en condiciones variadas, son necesarias para llegar a una

    conclusin o generalizacin confiable y vlida? Para ejemplificar, recordamos al pavo

    inductivista de Bertrand Russell (citado por Chalmers, 1987), el que tras sucesivas y numerosas

    observaciones, y en diversas circunstancias (das de sol, de lluvia, en verano, en invierno, etc.),

    concluy inductivamente que a las 9 de la maana era el horario en que coma en la granja donde

    viva, pero esa conclusin se invalid en vspera de la Navidad, cuando en lugar de darle de comer

    le cortaron el cuello. Por lo tanto, tal como lo afirma Chalmers, por ms grande que sea el nmero

    de observaciones que se realicen, siempre se podrn encontrar ejemplos que hagan dudar de la

    validez de la conclusin.

    Otro cuestionamiento al inductivismo se dirige a la observacin como punto de partida de la

    investigacin, entendiendo que la observacin permite captar los hechos en un estado de pureza, tal

    cual son, lo cual ha sido ampliamente refutado, ya que ninguna observacin se realiza sin referencia

    a algn elemento terico. Tambin Chalmers (1987) explica que la exigencia inductivista de realizar

    observaciones en una amplia variedad de condiciones lleva al reconocimiento de que la teora

    31

  • orienta la observacin. Esto es as porque el investigador tiene que decidir qu se ha de considerar

    como variacin significativa en las diversas circunstancias. Distinguir una variacin significativa de

    una superflua requiere del conocimiento terico de la situacin, lo cual implica admitir que la teora

    desempea un papel fundamental antes de la observacin.A diferencia del inductivismo empirista, para el racionalismo el punto de partida del

    conocimiento cientfico es la teora. Karl Popper es uno de los autores ms representativos de esta

    postura.

    La preocupacin fundamental de Popper ha sido encontrar el criterio de demarcacin entre

    ciencia y no ciencia, y lo hall en la refutabilidad. De acuerdo con el criterio de refutabilidad una

    teora es cientfica en la medida que deja abierta la posibilidad de ser falsada o refutada. Una teora

    que se puede verificar a travs de hechos opuestos puede poseer parte de verdad pero no es

    cientfica, puesto que cierra la posibilidad de refutacin. Para Popper los casos paradigmticos en

    este sentido son la teora marxista de la historia, las teoras psicolgicas de Freud y la de Adler.

    Respecto de la primera, las predicciones de Marx en relacin con la revolucin social eran testables,

    y de hecho fueron refutadas, pero sus seguidores en lugar de aceptar la refutacin reinterpretaron la

    teora para hacerla compatible con los hechos. En cambio, las teoras psicoanalticas fueron

    inicialmente irrefutables, ya que no haba conducta humana que pudiera falsarlas, tal como lo

    demuestra el conocido ejemplo de Popper: ambas teoras pueden explicar con igual facilidad el caso

    de un hombre que empuja a un nio al agua para ahogarlo, y el caso opuesto de un hombre que

    sacrifica su vida en un intento de salvar al nio (Popper, 1994).

    Desde esta perspectiva, la ciencia avanza por ensayo y error. Parte de problemas no

    resueltos y propone soluciones especulativas (conjeturas) que debern ser comprobadas mediante la

    observacin y la experimentacin. Una teora es cientfica en la medida que formula hiptesis

    falsables que describan o expliquen algn aspecto del mundo o el universo. Falsable significa que

    existe un enunciado observacional o un conjunto de enunciados observacionables que pueda o

    puedan contradecirla. Mejor es una teora cuanto mayor sea la posibilidad de refutarla, segn

    Popper la teora de Einstein constituye un ejemplo que cumple acabadamente con ese requisito.

    Un aspecto importante del falsacionismo es la diferencia entre las confirmaciones y las

    refutaciones. Las teoras se pueden refutar o falsar mediante comprobaciones empricas adecuadas,

    mientras que nunca se pueden confirmar definitivamente, ya que siempre existir la posibilidad de

    su falsacin. Las teoras son provisorias.

    Lo anterior implica una limitacin. Para Popper un enunciado observacional verdadero

    puede falsar una hiptesis o enunciado universal. Esto supone que existen enunciados

    observacionales completamente seguros, no obstante, todos los enunciados observacionales son

    falibles, por lo tanto, cuando una teora se encuentra con un enunciado observacional que la

    contradice puede ser que ese enunciado sea errado y no la teora.

    32

  • Relativismo

    En oposicin a la perspectiva absolutista surge otra que rechaza los postulados para la

    validacin de las teoras y la visin de la ciencia que sta asume. Kuhn (1971) es quien ha

    formulado una crtica que constituye, usando su terminologa, una revolucin conceptual. La

    perspectiva que propone es histrica y social, con lo cual sus planteos han llevado a considerar

    elementos que haban estado ausentes en la filosofa de la ciencia.

    Para l las teoras cientficas son estructuras complejas y las denomina paradigmas, puesto que

    funcionan como modelos conceptuales de interpretacin de la realidad aceptados por las

    comunidades cientficas. El cambio cientfico no es ya una cuestin de progreso lineal y

    acumulativo, por el contrario, es precedido por un profundo estado de crisis del paradigma dominante que desemboca en una revolucin cientfica, ello da lugar al surgimiento de paradigmas

    alternativos de entre los cuales se impondr aquel que consiga mayor adhesin entre los miembros

    de la comunidad cientfica.

    Se observa entonces, que no son los criterios lgicos puros, ni la metodologa rigurosa los que

    definen la cientificidad de las teoras y el cambio en la ciencia, ms bien parecen obedecer a

    cambios de percepcin o rupturas epistemolgicas que conmocionan a los cientficos. Adems, en

    este proceso tambin influyen aspectos ideolgicos.

    En los perodos de vigencia incuestionable de un paradigma, o perodos de ciencia normal, los investigadores resuelven los enigmas o problemas que son susceptibles de solucionar a la luz del

    paradigma mejorando su articulacin y coherencia interna. Los problemas para los que ste no

    ofrece soluciones se denominan anomalas, cuando el nmero de anomalas comienza a alterar el

    trabajo de los cientficos se inicia un perodo de crisis y, nuevamente un ciclo de revolucin y

    cambio.

    Evolucionismo

    Las perspectivas absolutista y relativista son modelos antagnicos, uno centrado en la

    imparcialidad para analizar y evaluar el conocimiento, otro en los aspectos histricos, psicolgicos,

    sociales y antropolgicos.

    Frente a estas dos posturas antinmicas la teora evolucionista del cambio conceptual de

    Toulmin (1977), constituye una postura superadora, que evita reduccionismos (imparcialidad

    versus diversidad del conocimiento; estabilidad-continuidad versus cambio-discontinuidad), y sita

    el anlisis en un macroconcepto original: la ecologa intelectual (Porln, 1997: 46).Toulmin afirma que el absolutismo se equivoca al confundir racionalidad con logicidad, y

    objetividad, en sentido de imparcialidad, con la objetividad de las verdades intemporales, y esta igualacin predomin en el debate filosfico prcticamente hasta el siglo XX. Si bien en el siglo

    XVIII los descubrimientos histricos y antropolgicos mostraron la diversidad de ideas, costumbres

    33

  • y valores de las sociedades humanas, el relativismo qued limitado a cuestiones de conducta

    prctica como la moralidad, no se hizo extensivo a otros conocimientos y concepciones como por

    ejemplo, la matemtica, la astronoma y la fsica europeas. Esto no significa que los filsofos no se

    percataran de la variedad y el cambio, sino que los consideraron productos de la historia y no rasgos

    universales de la racionalidad humana (Toulmin, 1977: 62-63).

    En el siglo XX el reconocimiento de la diversidad conceptual e intelectual ha conducido a

    posiciones polarizadas. Una corresponde a la de los filsofos que consideran que la variedad

    conceptual e histrica pertenece al plano de los hechos y, por lo tanto, no tienen importancia para

    las cuestiones centrales de la filosofa. Otra posicin, opuesta, sostiene la imposibilidad de formular

    un punto de vista universal y objetivo, slo existen patrones locales y relativos.

    Segn el Toulmin, la racionalidad no es una cualidad de los conceptos en s mismos sino de las

    actividades humanas y de los procedimientos por los cuales se critican y cambian los conceptos,

    juicios y sistemas formales en el curso de la historia. Por lo tanto, su perspectiva asume el reto de

    explicar tanto los cambios como las continuidades de las empresas racionales constituidas por poblaciones conceptuales. El desarrollo de estas poblaciones se caracteriza por el equilibrio entre

    dos procesos: la innovacin, responsable de las variaciones; y la seleccin, encargada de perpetuar las variantes favorecidas.

    Desde esta perspectiva la teora de Darwin proporciona una herra