Los records más asombrosos que batió PabLo aristizabaL: Por aire y tierra, un aventurero imParabLe Pág 6

suplemento especial

Pablo AristizábalMedio siglo de innovación¡Vean y disfruten, señores! Medio siglo de una historia en la que pasó de todo… ¡Como en un circo! Haremos un repaso por la increíble vida de un gran emprendedor, desde sus primeros años, su juventud y los principales hitos que marcaron su historia. Pág 6 edición

aniversario50 añosLa estremecedora

historia de un niño héroe y una madre todoterreno Pág 2— Un relato lleno de emoción y nostalgia, donde el pasado cobra vida.

de polémico estudiante a Profesor: creer para crear Pág 4— ¿Es posible que el estudianterebelde se conviertaen un transformadorde la educación? Descubrilo en esta nota.

esPeciaL Por eL cumPLeaños nº 50 de PabLo aristizábaL edición internacionaL #1

El emprendedor

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Discriminación y barbarie: jóven rechazado en Liceo cobra revancha

Una investiga-ción de nues-tra redacción revela atroces consecuencias de la discrimi-

nación sufrida hace décadas por un aspirante al Liceo Militar. Con los perniciosos resultados a la vis-ta, el accionar de las autoridades del ejército obliga a reflexionar y a tomar medidas para que no se multipliquen los casos de similar naturaleza.

Registros recientemente des-clasificados, muestran que hace ya muchos años, el niño Pablo Aristizábal, oriundo de Como-doro Rivadavia, pero domiciliado por entonces en la Provincia de Buenos Aires, un alumno destaca-do y querido de la escuela normal número 12, Gral. José de San Mar-tín, fue inscripto por su padre en el Liceo Militar. Pero al someterse el aspirante a una revisión médica de rutina, el ingreso a la prestigio-sa institución castrense le fue ro-tundamente denegado. ¿Por qué? Apenas porque un dedo mocho, secuela de un accidente infantil, habría lucido ridículo –al decir de la autoridad competente- en los guantes que los cadetes llevan du-rante los desfiles.

El acto discriminatorio, grave en si mismo, se torna peor a la luz de la historia posterior del alum-no rechazado: al no ser admitido en el Liceo, Pablo Aristizábal ini-cia una adolescencia nómade y disoluta. Algunas fuentes citan 4 (cuatro) y otras incluso 5 (cinco) colegios secundarios, en apenas otros tantos años. Recalando pri-mero en la escuela General Mos-coni, el púber aprende allí, al me-nos, el valor del trabajo transfor-mador, maravillado por la posibi-lidad de convertir –en los talleres

industriales– viejas latas de aceite en tazas de hojalatería (experien-cia subrayada luego por el descu-brimiento de que las mismas tazas se comercializan a 5 dólares cada una como souvenirs en “La Pon-derosa” de los Estados Unidos de Norteamérica).

Pero de allí en más todo se desbarranca. Del I.M.P.A. –taller regional Quilmes– el joven pasa primero al Colegio General San Martín de Retiro, y de allí al Pala de Avellaneda, ubicado a apenas 20 metros de la cancha del Racing Club, lo que aviva en él la más os-cura de las tradiciones familia-res: la pasión inmoderada por ese cuadro de fútbol. En el paroxismo del desenfreno, se sabe que llega a escuchar desde una cabina telefó-nica de Madrid el partido del 6-0 contra Boca.

El padre de la criatura, presu-miblemente desesperado, lo lle-va consigo a las fábricas y a sus reuniones de negocios. Y ya a los 14 años, le franquea el acceso al mundo de la computación, pri-mero con una XT, luego con una AT. Para 1980 Pablo conecta ya su primer modem asimétrico de 300 baudios de bajada y 75 baudios de subida (una velocidad 1000 ve-ces inferior a la de un celular ac-tual). La red del ACA y las BBS le informan del valor del quintal de maíz en la bolsa de Chicago, pero el muchacho rechazado por el Liceo Militar pasa su tiempo en la calle, jugando al fútbol, yen-do al bacan club “obreros católi-cos de Bernal”, de fiesta en fies-ta, con amigos, jugando a las car-tas a escondidas hasta cualquier hora. Pasa las tardes en la vereda jugando al semáforo, y las noches en la pizzería.

Para peor, lo anima a lo largo de toda esa etapa un espíritu de autofinanciación: con un amigo de nombre Andrés vende ropa y paquetes estudiantiles. Se vuel-ve luego tarjetero, representante de artistas y coordinador en Ba-riloche. Adquiere así su primera moto; una Susuki 250 Enduro. Y al terminar el secundario, se pro-duce un segundo y último encon-tronazo con el Ejército Argenti-no, que en su momento lo recha-zara: le toca el servicio militar obligatorio –su clase es justo la de la guerra de Malvinas, pero la pró-rroga exigida por los 6 (seis) años de formación industrial lo exime de semejante destino- y acaba in-geniándoselas para sortear, con su amigo Carlos, un eventual tras-lado a Azul. Permanece en City Bell, y al cabo de menos de un mes, deja atrás para siempre sus truncas aspiraciones castrenses.

el ingreso a la prestigiosa institución castrense le fue rotundamente denegado. ¿Por qué? apenas por un dedo mocho.

editorial

Pablo aristizabal sonríe y se da el gusto años después de ataviarse como cadete.

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Niño rescatado por hermano héroeÚnico herido en el incidente: un dedo mocho.

bernaL, Provincia de buenos aires (de nuestro enviado). Un niño de 5 (cinco) años de edad, cayó en el día de ayer por accidente en una cisterna, y habría perecido ahoga-do de no ser por el auxilio que le prestara su herma-no mayor. El joven héroe de la jornada se llama Víc-tor Aristizábal, y gracias a él, su hermanito Pablo no tiene nada más que lamentar que un sofocón y un dedo machucado.

Según se pudo saber por distintas fuentes con-sultadas en el barrio, el pequeño accidentado es a su corta edad ya todo un personaje. Resulta que el muchachito lee y escribe, porque su madre le ha en-señado en casa, con los títulos de la biblioteca de Don Constancio C. Vigil (“La Moneda Volvedora”, “Sombrerito”, “Misia Pepa”, entre otros). Y en vir-tud de semejante talento, se ha decidido adelantar-lo un año, para inscribirlo en la escuela normal N° 12, Gral. José de San Martin, a la que ya asiste su her-mana Carmen.

El pequeño Pablo (que ansioso aguarda volver a su bicicleta Multiuso, sus patines y su patineta), suma al parecer una ductilidad igualmente llamati-va con los números: compra facturas, las fracciona, las revende y obtiene una diferencia económica que destina al ahorro (por consejo de su padre). Y el ni-ño no ahorra en vano; espera a las fiestas navideñas, que a su gusto siempre tardan demasiado en llegar, para gastar su dinero (por consejo de su madre) na-da menos que en regalos.

Este enviado interrogó a sus distintos maestros,

quienes aseguran que es muy simpático y aplicado, y destacan su participación en los actos escolares. Pe-ro se sorprendió al saber que -a pesar de todo- el me-nor no entiende por qué le piden que repita el plus-cuan perfecto, o memorice las tablas de multiplicar, las efemérides y demás.

En un giro esclarecedor, se descubrió incluso, al cabo de cierto trabajo de investigación, que el jo-ven Pablo ni siquiera advierte que existen una va-riedad de idiomas. En un domicilio vecino, al que sus padres, esperanzados, lo enviaran a aprender la lengua inglesa, el niño se limitó a balbucear: “Shi, bi, ri, shi, shi, shi, shi, shi, shi…” creyendo que era eso lo que le pedían.

Al parecer, al muchachito sólo le interesan las aventuras que disfruta aquí en la provincia de Bue-nos Aires, en un predio adquirido por su padre jun-to a su socio de la empresa Tevycom. Y durante los veraneos, en la localidad de Victoria, provincia de Entre Ríos .

El tío Coco, el primo Raúl y un amiguito de nom-bre Gerardo, parecen acompañarlo cuando permane-ce en la zona bonaerense. Mientras que en la tempo-rada estival, en el pueblo a la vera del Paraná -entre siestas, pesca, carnavales, caballos y carros del leche-ro- sus compañías resultan más variadas y pintores-cas: allí lo esperan el tío Martín, con su descapota-ble, el tío Rubén, que le enseña boxeo, el tío Pochi, dueño de una pulpería, la abuela Potoca con sus ra-violes, y la abuela Raquel con sus croquetas.

El padre de la criatura, presu-miblemente desesperado, lo lle-va consigo a las fábricas y a sus reuniones de negocios. Y ya a los 14 años, le franquea el acceso al mundo de la computación, pri-mero con una XT, luego con una AT. Para 1980 Pablo conecta ya su primer modem asimétrico de 300 baudios de bajada y 75 baudios de subida (una velocidad 1000 ve-ces inferior a la de un celular ac-tual). La red del ACA y las BBS le informan del valor del quintal de maíz en la bolsa de Chicago, pero el muchacho rechazado por el Liceo Militar pasa su tiempo en la calle, jugando al fútbol, yen-do al bacan club “obreros católi-cos de Bernal”, de fiesta en fies-ta, con amigos, jugando a las car-tas a escondidas hasta cualquier hora. Pasa las tardes en la vereda jugando al semáforo, y las noches en la pizzería.

Para peor, lo anima a lo largo de toda esa etapa un espíritu de autofinanciación: con un amigo de nombre Andrés vende ropa y paquetes estudiantiles. Se vuel-ve luego tarjetero, representante de artistas y coordinador en Ba-riloche. Adquiere así su primera moto; una Susuki 250 Enduro. Y al terminar el secundario, se pro-duce un segundo y último encon-tronazo con el Ejército Argenti-no, que en su momento lo recha-zara: le toca el servicio militar obligatorio –su clase es justo la de la guerra de Malvinas, pero la pró-rroga exigida por los 6 (seis) años de formación industrial lo exime de semejante destino- y acaba in-geniándoselas para sortear, con su amigo Carlos, un eventual tras-lado a Azul. Permanece en City Bell, y al cabo de menos de un mes, deja atrás para siempre sus truncas aspiraciones castrenses.

La frase: “Shi, bi, ri, shi, shi, shi, shi, shi, shi… Shi, bi, ri, bi, ri, shi, shi, shi, bi.”

Madrecorajecomodoro rivadavia, chubut (telam).

En el día de la fecha vió la luz por primera vez, Víctor Pa-blo Gustavo Aristizábal. Con 5 (cinco) kilos, 200 (doscientos) gramos, el niño ostenta el nue-vo récord de peso entre los na-cidos en la localidad desde que existen registros a tal efecto.

La madre, aliviada tras la ar-dua faena, señaló a sus allegados que el primer nombre “Víctor” responde a una tradición fami-liar, y que el robusto recién naci-do será conocido de aquí en más por todos como Pablo Aristizá-bal. En una nota de color, el di-senso no se hizo esperar ya que una de las abuelas de la criatu-ra ha declarado su intención de no utilizar ni el primero, ni el segundo de los nombres da-dos, sino el tercero… y en dimi-nutivo: “Gustavito”. Al parecer a la señora aún no se le ha infor-mado el extraordinario tamaño del bebé.

La familia Aristizábal aban-donará pronto la zona, para ins-talarse en Bernal, Provincia de Buenos Aires. Como consuelo para los chubutenses cabe se-ñalar que allí, el niño Víctor Pa-blo Gustavo y los suyos mora-rán al menos en una calle lla-mada “Comodoro Rivadavia” y que este recordará sin duda por siempre que es -como sus vie-jos vecinos- un nativo de la Pa-tagonia y, por lo tanto, un hijo del viento.

Pablo aristizabal con su hermana carmen, rumbo a una de las tantas escuelas que asistiría.

el bebé record sonríe ajeno a su fama.

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trabajo1997, el comienzo: un grupo de estudiantes junto a Pablo aristizabal, se unen para un proyecto web.

2000, la empresa: se crea Competir.com, construyendo experiencias de aprendizaje online.

2002, capacitación online: se desarrolla el primer programa que desarrolla competencias para el mercado laboral.

2005, exportando iP: se lanza Paad, una solución para acortar la brecha digital que se distribuye por toda latam.

¿Head Hunting en la uba? En un giro inesperado, el polémico estudiante Pablo aristizabal pasó de cuestionar los objetos de aprendizaje de la Facultad de Económicas, a liderar una cátedra por la que pasaron más de 5000 alumnos, entre los cuales se encontraba el grupo que lo ayudaría a construir un proyecto web de e-learning, que más tarde se haría conocido como aula365.

estocoLmo, suecia (reuters). Profunda conmoción genera en círculos académicos y empresarios una denuncia realizada por el vocero de la sede central -situada en esta ciudad escandinava- del Instituto Internacional para la Transparen-cia, T.I.I. por sus siglas en inglés.

El licenciado Pablo Aristizá-bal, profesor concursado primero en el orden de mérito, de la Facul-tad de Ciencias Económicas de la

Universidad de Buenos Aires, ha-bría aprovechado décadas de do-cencia en esa prestigiosa casa de estudios para reclutar un excelso grupo de profesionales que -a la fecha- colabora con él en distin-tos emprendimientos.

Aristizábal fue -al parecer- él mismo, en tiempos remotos, alumno de la F.C.E.-U.B.A.. Alle-gados suyos de sus años como es-tudiante, que prefieren permane-

cer anónimos, han declarado que el joven Pablo manifestaba habi-tualmente no entender muy bien para qué cursaba estudios orien-tados a un eventual trabajo sub-alterno en alguna gran empresa consultora.

Y su primera incursión regis-trada en la actividad docente re-sultó de una de esas manifestacio-nes. El doctor Stern, cansado de las objeciones del revoltoso alum-

no durante sus cursos de Marke-ting, lo habría puesto al frente de la clase que dictaba. De allí en ade-lante, más de 5000 futuros profe-sionales pasarían por cursos dic-tados por el Profesor Aristizábal.

Tiempo después, ya a cargo de distintos comisiones, materias, cá-tedras y conferencias, el por en-tonces ya licenciado Aristizábal habría profundizado en sus in-quietudes dedicándose además al

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La frase: “¿Por qué me explican cómo funciona la Coca-Cola Company?”

2007, nace aula365: un espacio interactivo de educación y entretenimiento, a la par que se lanza aula1a1, una solución de gestión y vitalización áulica.

2009, nuevos galardones: a los premios ya obtenidos, Pablo suma el sadosky al emprendedor tecnológico del año.

2010, nuevos países: aula365 arriba a méxico, españa, italia, Colombia, Perú, y Chile.

2012, récord, 3d y Kids news: obtiene el récord guinness por su comic social, el cual se lanza junto al nuevo periódico interactivo Kids news y los cortos 3d de los Creadores.

estudio de la filosofía. Discípulo –durante más de un lustro– del fi-lósofo Luis Jorge Jalfen, Aristizá-bal tomaría contacto en tales cír-culos con gente de la que ya no se separaría jamás, continuando sus indagaciones hasta el día de la fecha.

Pero la gran transgresión, se-gún puede saberse ahora, ocu-rriría en 1997. Aquel año, Pablo Aristizábal convocó al grupo de sus mejores alumnos en la Uni-versidad (Daniela Correa entre ellos) y los convenció de acompa-ñarlo en un proyecto orientado al incipiente desarrollo de internet.—“Quiero armar algo en la web”–les habría dicho, según versiones no confirmadas, a los estudiantes que confiaron en él.—“¿Pero qué?”–habrían pregun-tado los más cautelosos.—“No sé… investiguemos duran-te 6 meses y vemos.”—“¿Pero investigar qué, cómo?”—“Vamos a aprender…”

Y con esas palabras habría na-cido E-marketing, un emprendi-miento dirigido a la ansiada y es-perada “explosión” de los nego-cios online.

Claro que lo único que explo-tó realmente fue la burbuja de la web, pero para entonces la suer-te estaba echada. La empresa con-taba ya con 50 personas, y Aris-tizábal y sus antiguos alumnos habían lanzado Competir.com, la primera empresa de elearning WBT, incluso antes de que algo semejante ocurriese en EE.UU.

La plataforma sólo funciona-ba bajo la lógica ASP (lo que hoy se denomina SaaS) pero aún así lograron construir la primera es-cuela virtual corporativa y la más grande de Latinoamérica: la Es-cuela Virtual Telecom. En medio

de la adversidad, se abrieron ofi-cinas en México, España, Italia, y se construyeron muchas más uni-versidades corporativas en la re-gión (Verizon, Cable & Wireless, Wanadoo, etc.). Pero ni siquie-ra esto pareció satisfacer a Aris-tizábal.

El alumno que había devenido docente porque no quería traba-jar en una empresa consultora ha-bía terminado compitiendo con ellas, vendiendo horas hombre y participando de lo que él mismo denominara “una fuga de cere-bros inversa”. Decidido a cambiar de rumbo, Aristizábal orientaría a su equipo reclutado en la Uni-versidad hacia la construcción de la primera red de aprendizaje con contenidos multimediales de His-panoamérica .

Dos años después nacería Aula365, un servicio de apoyo escolar, y a partir de entonces ya no serían unos pocos estudian-tes universitarios, sino millones de chicos los que se sumarían a la cruzada de aprender diferente. El negocio se reorientaría también hacia las licencias, la propiedad intelectual y los royalties. Ya por entonces, en los contenidos mul-timediales de Aula 365 comenza-ría a construirse una incipiente familia de personajes: Matías (al que le gustan las matemáticas), Luciana (lengua), Natalia (natu-rales), Santiago (sociales)…

Como antes lo hiciera la En-ciclopedia Británica, el proyec-to educativo de Arsitizábal y su gente había logrado ingresar a un bastión inexpugnable: el ho-gar. Pero ni siquiera eso resultó suficiente. Para fortalecerse, la fa-milia de personajes hubo de con-vertirse en Los Creadores y pro-tagonizar el primer cortometra-

je 3D de la web. En una campa-ña sin precedentes, se entregarían 2.000.000 (dos millones) de ante-ojos 3D para que multitudes pu-diesen vivir la experiencia.

Y todavía más: Para ser real-mente transformadora, esa pro-puesta de aprendizaje diferente (que privilegia y promueve el ta-lento, el pensamiento creador y la inteligencia colaborativa) habría de ingresar no sólo en los hoga-res sino también en las escuelas (verdadero campo minado por las corporaciones editoriales). Aristi-zábal y el talentoso equipo for-mado en las aulas a su cargo de-sarrollarían Kids News, el primer periódico escolar interactivo del mundo en 3D y Realidad Aumen-tada.

Lo que empezara con una ino-cente clase dictada en la Facul-tad de Ciencias Económicas de la U.B.A., acaba convirtiéndose en un verdadero método distribui-do en continentes especialmente construidos a tal efecto: Partici-par (en Coopernia), Aprender (en Aulaland), Innovar (en Kid News) y finalmente Crear. En Creapo-lis, el primer MMO RPG Isomé-trico 3D donde se premia la crea-ción, y a partir de ella se consti-tuyen los chicos que asisten, de-sarrollando una casa, una ciudad, una identidad, con su propio es-fuerzo creador.

El storytelling perseguido des-de el principio parecería comple-tarse así, pero se teme que Aristi-zábal (alentado en el ínterin por un sinnúmero de premios, re-conocimientos, publicaciones y por millones de chicos que aman Aula 365) insista en seguir ade-lante. Creando. No puede saberse qué. Acaso un pensamiento, una familia, o Los Creadores T.V.

“quiero armaralgo en la web”les habríadicho a losestudiantes queconfiaron en él.“¿Pero qué?”habríanpreguntado losmás cautelosos.“vamos aaprender…”

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Récord insólito IPablo Aristizabal, actualmente CEO de Aula365, ha batido el increíble récord del emprendedor con más vueltas al mundo hechas en avión, superando incluso al Voyager.

buenos aires (assoCiated Press). El licen-ciado Pablo Aristizábal acaba de alcanzar un récord poco en-vidiable, pero sorprendente: se-gún consta en los registros de las autoridades aeroportuarias y de las compañías que prestan servi-cios a viajeros (aerolíneas, hote-les, aseguradoras especializadas), el hombre ha pasado exactamen-te la mitad de los últimos 10 años viajando.

Uno de cada dos días, a lo lar-go de toda una década, el docen-te, que es además un reconocido emprendedor, lo ha pasado fue-ra de su casa, dando así la vuel-ta al mundo en más de una opor-

tunidad. Y al parecer no lo ha he-cho en vano, por el mero placer de viajar, sino que lo que se pro-pone es nada menos que transfor-mar la educación, reemplazando -según declara- “la motivación de repetir, emergente de la era indus-trial, por la emoción de crear, pro-pia de la era del conocimiento.”

Allegados al incansable viajero han manifestado saber que todo comenzó mucho tiempo atrás, cuando el joven Aristizábal conta-ba apenas 28 años de edad. Su pa-dre, un hombre también acostum-brado a los traslados, se le acercó en cierta exposición y le dijo:—“Voy a comprar Chapelco y

quiero que lo dirijas.”—“¿Qué cosa?”–preguntó el mu-chacho sorprendido.—“Un centro de Esquí…” –respon-dió el padre.—“Ya sé que Chapelco es un cen-tro de esquí, ¿pero qué sabemos nosotros de centros de esquí?”—“Vamos a aprender.”

Y así comenzaron dos años de gestión que a Aristizábal junior le parecieron diez. Yendo y viniendo entre Buenos Aires y San Martín de los Andes voló, en promedio, una vez cada tres días. Colabora-ban con él más de mil personas, y manejaba además la operadora de esquí y El Sol de los Andes (por

se calcula que uno de cada dos días, a lo largo de toda una década, el docente y reconocido emprendedor, ha dado la vuelta al mundo en más de una oportunidad.

anecdotario

Popular como pocos, Pablo da sus charlas alrededor del mundo y bate récordsuna imagen que lo dice todo: valija en mano y avión de fondo como escenario de aquellos días

centro de ski chapelco, el emprendimiento que empezó dando forma a este récord inigualable

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Récord insólito IICruzar 12 veces la cordillera: una epopeya no apta para cardíacos.

buenos aires y santiago (reuters). La niña Ornella Aristizábal osten-ta un extraño récord: en su cor-ta vida ha cruzado la Cordillera de los Andes a caballo una do-cena de veces.

Emulando a las huestes del también argentino José de San Martín, la jovencita disfruta –al parecer– durmiendo expuesta al sereno a 4000 metros por sobre el nivel del mar, y comen-ta jocosa que al contemplarlas desde allí, las estrellas dejan de ser estrellas para convertirse en una sonrisa.

El instigador de tamaña ges-ta es, según ha podido saberse, el padre de la criatura. Él mismo un entusiasta de las cabalgatas y de las aventuras en general, parece que tuvo a la niña cuan-do era todavía un alumno en la Facultad de Ciencias Económi-cas de la Universidad de Bue-nos Aires y desde entonces se han acompañado el uno al otro inseparablemente en toda clase de locuras, de entre las cuales ésta, los doce cruces de la cor-dillera, ha llamado en particular la atención de este matutino.

La frase: “Quiero aprender a exportar con mi empresa nacional”

entonces el mejor hotel de la Pa-tagonia). Pero indudablemente lo más extraordinario de aquel período, y lo que lo preparó -a las claras- para el récord que acaba de establecer, fue la extraordinaria marca de más de 200 vuelos rea-lizados en poco más de 20 meses.

Tras semejante experiencia, pero mucho antes de que la pa-sión por la educación lo llevara a batir su propia marca en materia de viajes, Aristizábal –sin detener-se jamás del todo– incursionó en la industria de las telecomunica-ciones, justo en su época de oro, con el nacimiento de la Internet. Rodeado de un equipo eficaz pre-sentó batalla a las empresas eu-ropeas entre centrales de datos, redes ATM, switch de IP, y llegó a manejar el 50 % del mercado.

Pasó también por la televisión, acompañando a Gustavo Bermu-

dez en su transferencia de Canal 11 a Canal 13. En una tríada com-pletada por Gabriel, vieron nacer a “Nano”, la primera novela en la que el objeto del deseo es a un personaje varón, cuyas peripe-cias se grababan en exteriores. Y un personaje varón que no es el dueño de una empresa indeter-minada (como suele ocurrir en la ficción) sino de Mundo Marino, donde además entrena a las Orcas.

Y siempre viajando, coinci-dió en Las Leñas, a bordo de un vuelo –como no podía ser de otro modo– con una banda de la noche, los dueños del mítico Newport (gran centro de acogi-da de almas solitarias). Y apro-vecharon juntos la oportunidad de poner la disco más grande de Buenos Aires. Alberto, Chango, Alfredito y el propio Aristizábal montaron Sahara Continent, el

primer multiespacio temático de América del Sur: Una montaña esculpida reproduciendo Petra (antigua capital de los nabateos) y allí el primer cyber café en la Recoleta, y acuerdos con IBM, Visa y Microsoft…

Pero en la larga serie de em-prendimientos otro, también impulsado por Aristizábal senior, acabó por sellar el destino viajero del personaje duyo extraño récord motiva esta nota:—“Vamos a comprar una compa-ñía aérea” –dijo el padre.—“¿Cuál?” –preguntó el hijo a quien ya nada podía sorprender.—“Pluna, la compañía de bandera del Uruguay. Tendremos socios gi-gantes, el propio estado uruguayo y la brasileña Varig.”—“¿Y nosotros qué sabemos de eso?”—“Vamos a aprender…”

una imagen que lo dice todo: valija en mano y avión de fondo como escenario de aquellos días

centro de ski chapelco, el emprendimiento que empezó dando forma a este récord inigualable

dos potencias se saludan: aristizabal y su encuentro con las telecomunicaciones

Padre e hija distendidos luego de tamaña hazaña

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“celebremos el conocimiento”

“seamos protagonistas del

hacer y del crear, en vez de protagonistas

del parecer”

“no se trata de buenas respuestas,

sino de crear nuevas soluciones”

“vayamos al encuentro, con arrojo

y autenticidad”

“¡todos podemos emprender!

amar se aprende amando, emprender

se aprende emprendiendo”

“hay que deleitarse deleitando”

el pequeño Pablo victor relajándose en entre ríos

nada mejor que un brindis rodeado por los afectos otra de sus pasiones: el yachting

Pablo en compañía de una copiloto de lujo

el emprendedor alterna aviones con helicópteros.

¡un aplauso para el asador! Papá e hija posan sonrientes

dios los cría...y racing los amontona!

aún en plena avalancha, pulgar arriba para este deportistade tal palo tal astilla: padre e hijo juntos Pablo y el dr stern: un reencuentro a pura emoción

Pablo nos muestra una vez más su osadía para los deportes

Pablo y la nueva generación aristizabal

aristizabal ataviado como lo dictaban los 80

¡duro con él! Pablo haciendo gala de sus dotes alpinistas

tarde de navegación en familia

Los empresarios se divierten en la noche porteña

Los hermanos sean unidos

¡tiembla top gun! aristizabal sorprende como piloto

el auto fantástico: si esas ruedas hablaran…

La familia unida: mamá y hermanos, juntos para la foto

valija y avión: compañeros inseparables

acueducto de segovia como telón de un viaje increíble

50 años en fotos

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