1 despertar - Revista del Pueblo Trabajador Paraguayo

COMUNICACIÓN CONTRAHEGEMÓNICA: PARTE DE LA LUCHA DEL PUEBLO CONTRA LA DOMINACIÓN Y LA EXPLOTACIÓN

por Ana Galeano

La lucha de nuestros pueblos contra la explotación y la dominación se remonta a más de 500 años atrás. Resistiendo y confrontando con expresiones coloniales y dictatoriales de poder político y económico a lo largo de la historia, el pueblo consciente y organizado se enfrenta hoy a un nuevo desafío en la lucha por la transformación profunda de su realidad, que exige la convicción de ser lo suficientemente autocríticos para revisar y crear nuevas herramientas de articulación, disputa e incidencia, que avancen frente a una dominación que se logra esconder detrás de una fachada democrática, utilizando a los medios masivos de comunicación y formadores de opinión como fieles y eficaces servidores. Nos enfrentamos al falso poder de elección defendido por los que imponen una lógica de guerra mediática sutil pero sistemática, que antes que reprimir física y abiertamente a las formas de organización y lucha del campo popular, inyecta en el sentido común de nuestro pueblo el miedo a la organización y a la movilización. “Antes reprimían huelgas y manifestaciones, hoy buscan que no se generen nuevas huelgas y manifestaciones”. En el tiempo

histórico que vivimos, la lucha se expresa en la disputa por el conocimiento, se manifiesta en el control y la dirección de la información. El sentido común reclama “saber lo que sucede”, sin notar que la construcción de las noticias y de la opinión, son expresiones de un arte que guía su conciencia de manera pasiva y conservadora favoreciendo únicamente a los responsables de sus condiciones de pobreza y despojo. Las ideas dominantes de nuestro tiempo son las ideas de la clase dominante que controla los grandes medios de comunicación. “despertar”, una herramienta popular para el socialismo militante despertar asume la tarea de fortalecer la organización y la formación de conciencia de los sectores históricamente oprimidos que luchan por la conquista del poder y la construcción de una nueva sociedad . Confiamos que la tarea de la batalla de las ideas y de la producción es colectiva y fundamental para la configuración de nuevas relacionesque favorezcan a la clase-que-vive-de-su-trabajo. Este es un paso más en el camino para liberarnos de la prisión de ser meros receptores de información y pasar a ser verdaderos

Con despertar buscamos y proponemos: Analizar de manera sistemática los procesos históricos de lucha de la clase trabajadora, asumiendo el desafío de crear y ensayar nuevas formas para la construcción colectiva de una nueva sociedad. Contar con una caja de herramientas que oriente el fortalecimiento de las organizaciones y la formación política necesarias para el trabajo. Realizar un análisis sistemático tanto de la historia reciente como de las proyecciones estratégicas, compartidas y enriquecidas con las organizaciones nacionales e internacionales fraternas, que permita avanzar en la lucha y en la integración de los pueblos. Estimular y promover la lucha y la resistencia social, económica, política y cultural, así como la convicción y el estudio científico como una forma de transformación de nuestro presente e intervención en los graves problemas de nuestros pueblos.

protagonistas del cambio social en nuestro país y en el mundo. Cada una de estas líneas buscará ampliar el espacio y la influencia de una comunicación que se proponga desmantelar el discurso absurdo de separación entre comunicación, política y economía, a partir de un acercamiento permanente a las prácticas concretas y proyecciones de quienes, conscientes o no, sufren día a día la opresión y explotación en sus puestos de trabajo y en su condición de desocupados/as y desplazados/as. despertar – Revista del pueblo trabajador paraguayo, es un fortalecimiento de herramientas claves para el proceso de transformación de nuestra realidad. Lo que nos hace parte de una historia común nos hace capaces de agrupar nuestras fuerzas en un lugar común, una lucha común: vincular los problemas de la política y la organización de los sectores populares a una línea programática que intervenga lúcidamente y se identifique con los graves problemas de nuestros pueblos. Una plataforma científica y de lucha en la batalla de las ideas por un país y un mundo nuevo.

Districución Gratuita | Avance del 1er Número | Agosto 2010

2despertar - Revista del Pueblo Trabajador Paraguayo 3 despertar - Revista del Pueblo Trabajador Paraguayo

Existen momentos en la historia en que la inmensa mayoría de un pueblo está dispuesta a aceptar cambios importantes y para ello deposita su confianza en un líder o en un partido. Ese momento se desaprovechó en medio de dudas, disputas internas y acciones conservadoras promovidas por el propio gobierno: represiones, tolerancia a la vieja estructura burocrática, fortalecimiento a la oligarquía con medidas antipopulares, desgaste a los sectores populares organizados (izquierda partidaria y organizaciones sociales). Sin embargo esto no quiere decir que la crisis de autoridad de los sectores dominantes sobre la gran mayoría del pueblo trabajador se haya resuelto. Lo que sucede ahora es que entramos en una fase de avances más lentos, desde una posición mucho más desventajosa de lo que se podía haber estado a estas alturas, sobre todo si el pretendido progresismo del gobierno se traducía en acciones concretas, en vez de permanecer en la retórica populista.

¡Reorientar el Gobierno!

Está claro que Gobierno no es lo mismo que Estado. La tarea fundamental de los sectores populares, de la izquierda y de las organizaciones gremiales en función de Gobierno es destruir el viejo Estado y construir un Nuevo Estado que sea realmente democrático y popular. El desafío urgente es reorientar este Gobierno que llegó gracias a la lucha del pueblo sacrificado. La situación política actual del Gobierno está dada por un fortalecimiento de los sectores conservadores que utilizan sus fuerzas parlamentarias y extraparlamentarias para frenar todo intento de implementar medidas populares y que han logrado cambiar el rumbo inicial del Gobierno a favor de sus intereses. Esto se debe a que el aparato del viejo Estado

está intacto y ahora reforzado con elementos conservadores y oportunistas del gobierno actual. La composición actual del Gobierno no favorece al avance de un proyecto democrático popular, mucho menos de un proyecto con horizonte socialista. Los principales focos controlados por la derecha están en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en el Ministerio del Interior y en el Ministerio de Hacienda. Las carteras responsables de políticas sociales como Salud y Educación están limitadas a mejorar la administración del sistema, pero no se ha avanzado en la democratización de los derechos de la población. Los programas de la Secretaría de Acción Social están beneficiando a bancos y financieras, están endeudando a la gente pobre y además están desmantelando a las organizaciones sociales en forma premeditada a través de los planes de transferencia de dinero o de viviendas. En la cartera de Agricultura la oligarquía dirige, juega y es árbitro al mismo tiempo, la Reforma Agraria se define en la Unión de Gremios de la Producción (mecanizada de soja transgénica), la Asociación Rural del Paraguay (oligarquía ganadera) y en el Gabinete Civil de la Presidencia. En contrapartida a estos elementos desfavorables, existe una posición favorable al proyecto democrático y popular desde el Alto Mando de las Fuerzas Armadas y el Ministro de Defensa, en coincidencia con la izquierda partidaria y las organizaciones sociales.

La izquierda partidaria, las organizaciones sociales y los sectores progresistas, aún mantienen cierta confianza en el Presidente, aunque existe una posición crítica a la mayor parte de la política gubernamental.

El descontento de las organizaciones sociales, principalmente el movimiento campesino, es creciente ante el incumplimiento de los compromisos en torno a las reivindicaciones históricas.Además del respaldo de las FFAA y la confianza de amplios sectores en el Presidente, el tercer elemento fundamental que sostiene al Gobierno es el contexto regional favorable que se expresa en términos del apoyo por parte de Gobiernos Progresistas y de Izquierda.En síntesis, haciendo un balance, podemos decir que desde el Gobierno, nada se ha hecho para establecer una nueva hegemonía o una nueva relación entre estructura y superestructura que permita un crecimiento cualitativo de los sectores populares en función a lograr una correlación de fuerzas favorable a los sectores que han propiciado el triunfo en 2008.La reorientación del rumbo del Gobierno depende en gran medida de la dirección que tome la acción política de la izquierda y las organizaciones sociales, y sobre todo de que esta siga el camino de la unidad, superando los límites actuales.

Desafíos de la izquierda El tema del rol de la izquierda en el proceso político actual, debe ser entendido como el elemento objetivo que abre la

posibilidad de un cambio cualitativo a corto plazo, en medio de una crisis de hegemonía de los sectores dominantes que sigue sin resolverse. La izquierda partidaria y los diversos frentes sociales han logrado exitosamente convertirse en protagonistas de la crisis, de manera que ésta no termine resolviéndose en una disputa entre facciones de la clase dominante como ha sucedido en los últimos 150 años salvo excepciones fugaces. En este sentido se constituyó un nuevo sujeto político que supera ampliamente la composición de los todavía pequeños y fragmentados partidos de izquierda, así como la de las organizaciones sociales gremiales. En términos de disputa política e ideológica se ha avanzado respecto a la situación previa al 2008 y esto exige estar a la altura de la situación. La debilidad aún radica en la incapacidad de fraguar un proceso unitario que trascienda la coordinación para acciones concretas. A pesar de existir análisis y caracterizaciones similares respecto al momento histórico y al proceso actual, de contar con un enemigo común claramente identificado, y de ser hoy un interlocutor reconocido y escuchado por amplios sectores; no se ha logrado construir o siquiera esbozar una propuesta contrahegemónica en sentido gramsciano, es decir una estrategia común cuyo objetivo central el establecimiento

de una nueva hegemonía –que se entienda y sea entendida como capaz de mejorar las condiciones materiales del conjunto social- a partir de una lucha política e ideológica en el seno de la sociedad/Estado para lograr la superación del sistema capitalista .2

De entre todos los vicios tradicionales que impiden acelerar la unidad, existe un problema más serio, que aparece con la posibilidad real de acceder a ciertos órganos del aparato de Estado, se trata de la vigencia de una concepción instrumental o utilitarista del Estado, sobre una concepción clasista del Estado. Aunque no pueda extenderme, quiero señalar que pensar que se pueden usar los recursos y el poder ideológico que devienen de los cargos y de las instituciones, para “acumular” para la izquierda es una ilusión y una mentira. En este sentido, debemos recordar que el desafío de la conquista del Estado debe tener como objetivo principal desmantelar el poder político e ideológico instituido por la clase dominante en el viejo Estado e instituir las bases del nuevo Estado a partir de la experiencia asociativa de los sectores oprimidos. Esto quiere decir sustituir el prebendarismo, el asistencialismo, el clientelismo y la manipulación de los sectores populares, por la organización desde las bases y la participación vinculante que tiendan al autogobierno, ya sea en el Gobierno Municipal o en el Gobierno Central. Es decir, menos poder para las autoridades electas, más poder para el pueblo organizado.Debemos empezar a establecer los fundamentos sólidos para una nueva hegemonía, para esto debemos acelerar la unidad política, trascender los límites partidarios así como los de las organizaciones gremiales y promover -desde las funciones de gobierno que nos tocan, desde nuestros partidos y organizaciones- una organización diferente de la democracia burguesa y no solo llenarnos la boca de discursos vacíos.

¡TEKOTEVÊ JA JAPO ESTADO PYAHU HAPOITEGUI!(La tarea es construir un nuevo Estado desde las bases)

“[…] la fórmula ‘conquista del Estado’ debe ser entendida en este sentido, creación de un nuevo tipo de Estado originado en la experiencia asociativa de la clase proletaria, y sustitución por éste del Estado democrático-parlamentario”. 1

Antonio Gramsci, intelectual y político italiano.

“No queremos ni vamos a firmar ningún acuerdo de la democracia formal. La democracia formal nañanemoryguatãi lo mitã; es una democracia de maquillaje, es una democracia para unos pocos. Tampoco queremos una democracia burguesa, eso ya tuvimos”.

Fernando Lugo, actual presidente de Paraguay.

A dos años y cuatro meses de la victoria popular del 20 de Abril, fecha en que los sectores populares del Paraguay asumieron el protagonismo en medio de una crisis de hegemonía de los sectores dominantes y con esto cambiaron el curso de la historia, el balance político de la situación nacional es complejo y extenso, por lo que en esta primera entrega desarrollaremos dos de sus elementos en forma sintética: 1) la necesidad urgente de reorientar el Gobierno, y 2) los desafíos de la izquierda para construir una contrahegemonía.

1 Gramsci, Antonio (1981), Escritos políticos (1917-1936). Cuadernos de Pasado y Presente 54, en Thwaites Rey, Mabel comp. (2007), Estado y marxismo. Un siglo y medio de debates, pág. 135, cap. 4. El Estado “ampliado” en el pensamiento gramsciano. Ed. Prometeo Libros.

2Thwaites Rey, Mabel, El Estado “ampliado” en el pensamiento gramsciano. Pág. 156. En Thwaites Rey, Mabel comp. (2007), Estado y marxismo. Un siglo y medio de debates. Ed. Prometeo Libros.

por José Carlos Lezcano

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El fantástico triunfo de Lugo a la presidencia del Paraguay marcó una esperanza signada por el valor del voto popular, la derrota del viejo partido hegemónico guardián del status quo y el término de un periodo histórico político autoritario (1937-2008) en que se cimentó el cambio de dominio imperial inglés al americano en este país. Así como fue demoledor el efecto del voto popular para colocar a Lugo en la Presidencia -y como si con eso fuera suficiente para los cambios anhelados- la derecha siguió siendo absolutamente mayoritaria en el Parlamento, este parlamento, en dos años de gobierno fue una de las trancas al proceso de cambio posible. Los sectores populares fueron golpeados por la oligarquía criolla que ha sido lacaya pendularmente entre Argentina y Brasil, y ha estado bajo las órdenes hegemónicas dictadas por la embajada americana. Esta hegemonía se consolidó en los setenta años que siguieron al aplastamiento del fugaz gobierno reformista del coronel Franco (1936-1937), el cual había comenzado por el respeto a la soberanía territorial de tratativa de límites pos-guerra con Bolivia, la asignación de tierras a campesinos y un decreto de “precio-sostén” al algodón –principal rubro del campo por mucho tiempo-, respetado por los acopiadores.

Entre el 11 de julio y el 8 de agosto se realizaron las elecciones internas partidarias para las Municipales de noviembre de 2010. Se dio nuevamente la práctica tradicional – característica histórica de los dos partidos más antiguos del país - de compra-venta de votos; esta vez se pagó 50, 100, 200 o hasta 300 mil guaraníes por cabeza, con la particularidad que en la ANR (Partido Colorado) se habría pagado también al candidato perdedor con una gruesa suma de dinero, en concepto tal vez de reposición de gastos de campaña. Así, todos contentos y felices, sellaron la unidad colorada. Los pobres urbanos de las periferias

marginales -pastos de la democracia viciada manejada con lógica tradicional- fueron arreados por igual en todos los partidos tradicionales y también en el Frente Guasu Asunción, a contramano del proyecto socialista. Por otro lado -y para bien del proceso-, los campesinos organizados y politizados en el Frente Guasú –como Capiivary y Santa Rosa del Aguaray, por citar solo dos casos- aprovecharon el acto electoral para una Asamblea Popular masiva de un millar de campesinos el pasado domingo 8 de agosto. En al menos una ciudad del área metropolitana de Asunción, fracción de la clase media, no concurrió a votar ni muchos menos a vender su conciencia a los dos partidos tradicionales mayoritarios, se hallaba expectante de candidaturas que el Partido Popular Tekojoja estuvo presentando. La derrota del Partido Colorado en 2008 no sólo ha implicado su capitulación como el principal sostén del viejo status quo, sino que impulsó el irrumpir de otros fenómenos derivados de la liberación de la cadena clientelar con que ha tenido atada a la clase media, al funcionariado público entre estos. En general, esta clase media está en una encrucijada al no considerar promisorio volver al pasado religándose a sus viejos partidos tradicionales. El interrogante es si estaría dispuesta a andar el camino de proyectos y prácticas nuevas donde se sienta co-protagonista en una democracia real

UNA LECTURA DEL CAMPO POPULAR Y EL PAPEL DEL PARTIDO POPULAR TEKOJOJA EN EL FRENTE GUASU

20 de abril del 2008: Un cambio de periodo histórico

Entre las viejas prácticas viciadas y la esperanza del 20 de abril

Tekojoja y el Frente Guasu: desafíos por delante

ContactosDespertar - Revista del Pueblo Trabajador Paraguayoe-mail: despertar.revista@gmail.comTeléfono: + 595 21 554104Luis Patri 1091 esquina Médico del Chaco – Asunción, Paraguay. Ficha TécnicaEdición: Secretaría Nacional de Formación – Partido Popular Tekojoja | Artículos: Ana Galeano, José Carlos Lezcano, Agripino Silva | Diseño: Guadalupe Lobo

participativa -no simplemente enunciativa- que empieza por el respeto y recuperación del voto como acto decisorio y no mero instrumento transformado en mercancía. El camino iría por coincidir con los sectores populares organizados y politizados –como el campesinado-, quienes van dejando su vieja práctica de movilización esporádica por demandas y asume paulatinamente el protagonismo en el proceso político.

El Frente Guasu es un desafío de construcción de un frente unitario que no tenga por único interés las candidaturas electorales y un programa formal, sino que a la vez realice la tarea educativa de organizar y movilizar a los sectores populares para ser protagonistas de su propio destino en común. El Partido Popular Tekojoja ha sido uno de los impulsores del Espacio Unitario - Congreso Popular (EUCP) y luego de su articulación con los partidos y agrupaciones restantes de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) -plataforma electoral de Lugo en 2008- para constituir el Frente Guasu, el cual en una convocatoria masiva de unas veinte mil personas fue lanzando el pasado 20 de marzo de 2010 en la plaza del Congreso de Asunción. La unidad de los sectores del campo popular es un paso estratégico en la construcción de nuevas relaciones y de una nueva sociedad. Es un desafío del Partido fortalecer las bases sociales y no escatimar esfuerzos para que el Frente no se vea salpicado por los mismos vicios de los partidos políticos tradicionales, sino más bien, se constituya en una herramienta clave de la lucha social y política del pueblo por su emancipación.

En el Primer Número:

Experiencias concretas de Revistas de Lucha y su impacto en la historia, por Ana Galeano Tekojoja: programa, perspectivas y papel en el proceso actual, por Agripino Silva ¡Tekotevê ja japo Estado pyahu hapoitegui!, por José Carlos Lezcano El partido-empresa: la práctica tradicional de la política, por Alberto Brítez Las elecciones municipales y las proyecciones de un gobierno progresista, por Aníbal Carrillo La ofensiva imperialista y las perspectivas emancipatorias en el continente, por Cecilia Vuyk Brasil: Panorama y perspectivas frente a las elecciones del gran vecino, por Cecilia Vuyk

por Agripino Silva

Cuando hablamos de sectores populares principalmente nos referimos al campesinado, los pobres urbanos y la clase media baja. El conjunto representa al proletariado que va en aumento por la gran migración rural de campesinos expulsados por la presión incontenible de la sojización y la cría de vacunos para la exportación de carne.