El lado oscuro de los Juegos Olímpicos Los pilotos británicos del MotoGP participaron de las ‘olimpiadas de bar’, con juegos clásicos de los pubs ingleses. Cal Crutchlow y James Ellison —arrojando la carta— consiguieron la medalla de bronce. Danny Webb (Moto3) y Gino Rea (Moto2), miran al «maestro». Tam-bién hubo dardos y ‘atrapa el posavasos’.

En la verdulería van para atrásLa banda incluyó a Aleix Espargaró, su hermano Pol, Toni Elías, Scott Redding, Claudio Corti y Louis Rossi, quienes fueron a la verdulería para comprar los ingre-dientes que luego cocinaron en un típico plato catalán. Los jóvenes se sorprender al ver cómo son los alimentos antes de llegar al plato.

La clonación llegó al MotoGPSi bien esta imagen es decorativa, está bueno ver el movimiento que realizan los pilotos. Pensar que para mejorar, los corredores deben saber el momento exacto para volcar y cuánto volcar la moto. En la semana de-ben mirar varias fotos así, en busca de la perfección.

¿Y el karate también?El accidente de Carlos Checa en el Superbike dejó una imagen jamás vista en el motociclismo. Si sería fútbol, Checa hubiese visto la tarjeta roja. Fair play, fair play...

Yonny Hernández es el único representante Latinoamericano en la máxima del Mundial. Viene de lograr su mejor resultado en La-guna Seca (12º) y tras una larga búsqueda,, nos contó todo lo que tuvo que pasar para llegar a eso. Este es el verdadero café veloz.

Qué bacano!”; “Acá le decimos caballi-to y ustedes willy, ¿no?”. Así comen-zaba la charla con

el colombiano Yonny Hernán-dez, diccionario latinoamerica-no de por medio. Es muy chévere, muy bueno, sería la traducción. El antioqueño, de 23 años, se re-fería de esa manera a las expec-tativas que le genera el regreso del MotoGP a la Argentina, a partir de 2013. “Será como co-rrer en casa, muy fuerte, donde seguramente irán muchas per-sonas a apoyarme”, se ilusiona.

El talentoso y espigado piloto, de 1,83 metros de estatura y 73 kilos -toda una rareza para la catego-ría-, fue construyendo una exito-sa trayectoria en base a sacrificio, trabajo y pasión. En su país fue campeón en Motocross, tercero en el Latinoamericano de la es-pecialidad y también se consagró como el mejor en Supermotard.

Los buenos resultados en Co-lombia lo llevaron a probar suerte en Europa, más preci-samente en España, donde su crecimiento y evolución fueron ratificados en el Campeonato Español de Velocidad (CEV), en la categoría Supersport, y más tarde, en 2010, el gran sal-to al Mundial de Motociclismo en Moto2, con el equipo catalán Avintia By Queroseno Racing.

En la categoría intermedia logró actuaciones más que destaca-

das puntuando en nueve GG.PP. La mejor performance fue un sexto puesto en el Gran Premio de Valencia (6/11/2011). En la segunda y última temporada en la clase compartió varias ca-rreras con su hermano Santia-go, quien integró el team SAG.

Hernández, el orgullo latinoa-mericano en el Mundial de Mo-tociclismo, accedió a una cordial, descontracturada, divertida y extensa entrevista con Cuenta-vueltas, una semana después de haberse disputado el Gran Premio de Cataluña.

—Tras algunas competen-cias en MotoGP. ¿Ya se siente con más confianza arriba de la Kawasaki? ¿Qué es lo que va descubriendo de la moto?

—La verdad que me he sentido muy bien carrera tras carrera. He ido subiendo el nivel poco a poco y la moto también ha ido evolu-cionando. Hemos demostrado en los entrenamientos y los crono-metrados que somos competiti-vos entre las CRT, pero en las úl-timas carreras no hemos tenido la suerte de sacar puntos para el campeonato. En Jerez sufrimos la rotura del motor, en Portugal lastimosamente una caída y en Barcelona casi me he salido rec-to de la pista cuando iba segundo entre las CRT y a principios de la carrera. Fue una pena porque he perdido el grupo de adelante.

—¿Finalmente estrenó el equipo el nuevo chasis? Cómo funcionó? ¿Se imple-mentará esto en su moto?—No, aún no. Seguramente lo

hagamos cuando lleguen las piezas. A lo mejor tras el receso contemos con un basculante (es la barra que une el chasis con la rueda trasera) nuevo. Lo que hi-cimos en Barcelona fue probar el control de tracción para que no sea tan brusca la moto. Ade-más, básicamente testeamos los neumáticos nuevos para buscar girar a un buen ritmo de carrera y ver cuánto nos duran las gomas hasta el final de la competencia.

—La CRT del Avintia, ¿qué posición tiene como techo y cuánto piensa que pue-de mejorarse esa ubicación a lo largo del año? ¿Pien-sa que habrá mucha dife-rencia con las prototipo?

—El objetivo nuestro es lu-char por los tres primeros luga-res entre las CRT. Hemos sido competitivos, pero no hemos tenido, por una cosa o la otra, la suerte de terminar de con-seguir un buen resultado. Pero ya llegará el momento de estar nosotros ahí arriba también…

—¿Necesita respaldo para completar la temporada?

—La verdad es que estoy necesi-tando todavía muchos patrocina-dores. Como todos sabemos, el deporte motor es muy caro y más si uno compite en la categoría reina. Hemos conseguido spon-sors que los he venido buscando desde diciembre y aún espera-mos que se sumen otros nuevos para poder correr hasta el final de la temporada. La idea es que el equipo nos renueve el contrato y seguir un año más en MotoGP.

—¿Qué fue lo más increí-ble o impensado que reci-bió de los amigos y la gen-te para recaudar dinero?

—Cuando la gente se enteró co-menzó a juntar lo que podía, desde 10 mil pesos colombianos que serían cerca de 5 dólares. Fue un apoyo muy grande de to-das las personas que quisieron ayudarme. Al igual que las em-presas que se vincularon en este proyecto como Inducascos, Col-deportes… La verdad que estoy muy agradecido con todos ellos.

—¿Obtuvo alguna ayuda de la Federación Internacional de Motociclismo para po-der participar en MotoGP?

—Yo me vi con ellos antes de fir-mar… A nosotros nos ha toca-do buscarnos el patrocinio. En cierto modo ellos me ayudaron a encontrar un equipo (escudería) y a buscar un aporte económico para respaldar el año con el team.

—¿Cómo se fue formando ese vínculo con el Avintia BQR?

—Cada vez tenemos una rela-ción más estrecha porque ya llevo dos años con ellos. Avintia ya este año tiene un nuevo jefe. Antes éramos BQR y ahora so-mos Blusens con el nuevo jefe que tenemos, con el que me lle-vo muy bien porque los resulta-dos acompañan. Ellos tenían al español Iván Silva como piloto número uno y por suerte a mí me están saliendo las cosas un poco mejor. El equipo está muy contento conmigo por los cronos que estamos marcando. Hay que continuar entrenando y luego en carrera será lo que tenga que ser.

—¿Siente presión por ser el único latinoamericano?

—No, la verdad que no. Al con-

trario, cada vez me motiva más para seguir tirando para ade-lante sabiendo que soy el único latinoamericano y colombiano que participa en la categoría rei-na. Me enorgullece representar a mi país. Siempre me lo dicen, pero yo lo veo de otra forma. Pienso que se pueden abrir nue-vas puertas para mis «paisas». Yo siempre digo que Sudaméri-ca o mi país no sólo es violencia -como dicen acá- sino que tam-bién hay buenos deportistas.

—¿Lo vio correr al argen-tino Sebastián Porto? El fue subcampeón del mun-do en 250cc en 2006.

—Sí, claro que sí, he oído ha-blar de él. Sé que iba muy rápi-do (risas). Fue compañero de Martín Cárdenas cuando es-taba en el equipo Repsol. Era un gran piloto; no lo conozco personalmente, pero sí que he escuchado muchísimo de él.

—¿Qué expectativas le ge-nera el regreso del Mun-dial a la Argentina? Va a estar muy cerca de su país.

—Para mí será como correr en casa porque estamos en Latino-américa, será muy fuerte. Aparte seguro vendrán muchos compa-triotas a ver la carrera. Me llena de orgullo pensar que soy el úni-co representante de Sudamérica en MotoGP y me dan muchas más ganas de ir allí y realizar un buen papel. Incluso en Barcelo-na estuvieron unas chicas para promocionar unos temas del circuito, hablar conmigo, ver el traslado, el mapa del trazado y la verdad que es muy bonito. Ya tengo muchas ganas de llegar allí.

—¿En sus inicios también le costó poder viajar para com-petir dentro de Colombia?

—Fue muy difícil para nosotros porque todo el aporte económico lo hacía mi familia, mis padres. No teníamos patrocinio alguno. A nivel nacional no encontrás dinero ni sponsors, todo tienes que buscártelo tu mismo. El me-cánico, los viajes, los hoteles, la moto; todo tienes que costeár-telo tu mismo, es muy difícil. La inversión es muy grande sin sa-ber en realidad si puedes llegar o no. Pero como en Colombia tuvimos un nivel bueno, don-de ganamos las categorías que había que ganar, y mis padres siempre prefirieron que yo sa-liera al exterior. Gracias a Dios el trabajo que hemos hecho en todos estos años es parte del esfuerzo que han hecho mis pa-dres. Estar en la categoría don-de estoy ha sido gracias a ellos.

—¿Qué recuerdos tiene cuándo fue campeón nacio-nal de motocross y casi lati-noamericano?

—Cuando corres allá (se refiere a Colombia) el sueño es estar en el podio de un latinoamericano. Eso también fue como un sue-ño hecho realidad y darme paso a grandes cosas. Me llenó más de confianza para intentar salir al exterior. Cuando vas rápido todo depende de la mente, pien-so yo. De ahí en adelante lo que vino fueron cosas buenas para mí y siempre entrené fuerte para lograr estar donde estoy ahora.

—¿Cuándo se despertó su pasión por las motos?

—La pasión la tuve desde siem-pre. La primera moto que tuve me la trajo el niño Dios, como decimos acá nosotros, me la tra-jo a los cuatro años. Pero no era un tema a nivel deportivo, sino más bien un capricho de niño. Pero siempre desde niño me gustó muchísimo la moto… In-

cluso hay una experiencia muy bonita que siempre cuento. A los 12 años mi padre me rega-ló una Kawasaki que vendían en Colombia de 125cc. Aprendí a hacer… ¿cómo es qué le lla-man ustedes? Caballito, willys… Siempre iba por la calle de mi casa en una llanta y a mi padre no le daba mucho susto y cuan-do me veía me castigaba (risas) y me la quitaba. Pero con el tiem-po, como veía que lo hacía muy bien, ya no me podía decir nada.

—Tengo entendido que jugó al fútbol...

— (risas) Sí, sí, sí… es verdad… Siempre, desde muy pequeño fui aficionado al fútbol, dema-siado. Me la pasaba jugando en el colegio todos los días, partici-pé de la Ponyfútbol (es como un mundialito para niños) y fui goleador. Pero a partir de los 12, 13 años que conocí la moto, ya abandoné el balón. Hace como seis años que no toco un balón.

—Entre los colegas del Mo-toGP o de las otras catego-rías no se arman algunos pi-caditos con los periodistas?

—No, la verdad que no, pero yo encantado si se diera..

—Para terminar, ¿cuál sería su sueño dentro del MotoGP? —Y bueno, sueño con ser cam-peón del mundo y estoy traba-jando para ello. Ahora, dadas las circunstancias, estamos lu-chando por el campeonato de las CRT y tenemos un objetivo marcado. Pero sí que en un fu-turo quiero aspirar a estar en un equipo oficial y poder pelear por el título. Ojalá se me cumpla.

Elena Rosell es la única mujer del Mundial y compite en Moto2. Aún no pudo concretar un buen resultado, pero tiene lo que se necesita para lograrlo: talento y perseverancia. Radiografía de una chica no se da por vencida y que algunos miran de costado..

Hay mujeres bue-nas. Hay mujeres asesinas. Hay mu-jeres abogadas, científicas, astro-

nautas y cocineras. Hay mujeres presidentas. Hay mujeres lindas, histéricas, feas, amorosas. Hay mujeres simples. Hay mujeres. En la sociedad actual, hay mu-jeres en casi todo los ámbitos de la vida. No es algo extraño, dado que el sexo femenino existe hace tanto como la humanidad. Por eso, lo curioso es que haya terrenos donde la mujer aún no participe al mismo nivel que los hombres. El deporte motor en general y el motociclismo en particular, son algunos ejem-plos. Si algún día las carreras de motos llegarán a ser mixtas nadie lo sabe, pero si eso suce-de, sin dudas que Elena Rosell habrá tenido mucho que ver. No fue la primera, tampoco la últi-ma, pero sí la única mujer que participa del Mundial en 2012.

La propia Elena le contó a Cuen-tavueltas cómo fue que llegó has-ta allí: “Todo esto empezó a su-ceder en casa, tenía ocho años y me dedicaba a otras cosas como el cole y otros deportes, pero nunca faltaba al fin de semana de carreras, con mi mochila pre-parada para ir junto a mi padre y mi hermano (NdR: era quien corría) donde hiciera falta. Así estuve unos años, donde solo podía coger una minimoto de al-quiler cuando íbamos a montar con amigos a algún karting”.

Si hay algo que iguala a las per-sonas es el dinero, por eso, ésta mujer tuvo que sufrir como cual-quier otro piloto —al menos los que no son nenes de papá— el problema de juntar la «pasta» para correr. “Más que com-plicado era imposible, ya que de mis padres salía todo para que mi her-mano pudiera hacerlo, y sinceramente no es un depor-te asequible para una familia trabajadora. Pero bueno como siempre he sido muy cabezota, a medida que mi hermano pasaba esos años corriendo yo seguía insistiendo y ya tenía a mi pa-dre convencido para que me hi-ciera una moto. Pero tuvimos la suerte que en el ‘99 se creó el cir-cuito de Cheste y se una convo-catoria para la copa Aitel 50cc”.

—¿Cómo fue esa prueba?

—Convocaron a 400 niños, entre los cuales había seis chicas. Las pruebas se iban a realizar en un karting de Valencia con las mo-tos que se correrían, unas Aprilia 50, y yo en mi vida había llevado una moto de marchas, así que la noche anterior en el garaje de mi casa, con la moto de mi hermano sobre el caballete, estuve apren-diendo a cambiar. Fue un fin de semana bonito para mí porque fui pasando las pruebas y pude terminar 17º, teniendo así acce-so a una de estas motos y con-virtiendo el gasto que esto supo-nía en un gasto un tanto menor.

Tras un año en la Fórmula Aitel 50cc, Elena continuó con los kar-tings y el CEV de misma cilindra

da. Ahí se cru-zó con pilotos como Hec-tor Barberá, Julián Simón o Nico Terol. En 2001 compitió en algunas carreras españo-las de 125cc con la moto de su hermano, quien había dado el salto a 250, pero por falta de presupuesto, en 2002 debió re-gresar a los campeonatos pro-mocionales.

Sin darse por vencida, participó de otra prueba entre 400 aspi-rantes y quedó tercera, lo que le permitió ingresar al torneo de 125cc de Cuna de Campeo-nes. Fue allí donde logró su pri-mer podio, al llegar segunda en Cartagena. En 2003 pasó a una categoría de 600cc y no sólo no se amedrentó por la mayor po-tencia, sino que alcanzó su pri-mer triunfo en Valencia. Tras continuar con esa cilindrada, comenzó a competir en carre-ras de larga duración con muy buenos resultados que le permi-tieron desembarcar en el CEV.

Con varios años de experien-

cia, en 2011 Rosell pudo des-embarcar en MotoGP. Fue Jorge ‘Aspar’ Martínez quien le dio una de sus motos para reemplazar a Julián Simón.

Sito Pons —expiloto bicampeón de 250cc y dueño de la escude-ría Pons Rancing— fue el pri-mero en disparar contra Elena: “Utilizando una actitud sexista, se ha traído a una piloto por el hecho de ser una chica, con el objetivo prioritario de sacar así el mayor rendimiento publici-tario posible a la sustitución de Julián Simón... Creo que Elena es víctima de una maniobra co-mercial. Ella, como piloto, nunca rechazaría una oportunidad así, pero la operación del equipo no es aceptable en un deporte tan profesional. Es utilizada en pro de un objetivo que no va en be-neficio de su desarrollo como deportista, poniéndola en una situación difícil y arriesgada...”

La respuesta de Aspar también fue dura: “Sito Pons es una mala persona, siempre lo ha sido, des-de hace muchísimos años. En el ‘paddock’ ya le conocemos”.

—Elena, ¿has sufrido algún tipo de discriminación?

—Las he vivido y las sigo vivien-do, es típico criticar desde el lado de la ignorancia, pero he de decir que afortunadamente cada vez es más la gente que me apoya y que me sigue, y esto es de agradecer y mucho. Tuve que pelear muy duro para conseguir esta oportu-nidad, igual que consiguen mu-chos otros pilotos. Y estamos tra-bajando mucho para demostrar que podemos estar ahí, supongo que si me está favoreciendo aho-ra es por los años que no lo ha hecho, pero ante todo hay que ser piloto y realizar unos resultados.

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