LA DISPUTA SOBRE LA PATERNIDADDEL CREACIONISMO

Es muy difcil, como dice Sartre en La Nausee, recons-truir la historia. Es ms difcil aun reconstruir una situacin,una circunstancia, una actitud, un sentimiento, motivados poruna polmica de la cual no se ha sido testigo. Es difcil estareconstruccin si no se tienen a la mano documentos quepermitan al que est investigando, tomar una posicin con lacerteza de que es la justa. En el caso especfico de la tancomentada y tan cacareada polmica entre Huidobro y Re-verdy, slo cuento para la investigacin de la misma, condocumentos de segunda mano: el comentario acalorado, apa-sionado, de rabiosos defensores o de enemigos mortales delpoeta chileno. A travs de ellos leo lo que dicen que dijoHuidobro o lo que dicen que dijo Gmez Carrillo sobre lapaternidad del creacionismo. Todas estas acaloradas acusacio-nes y defensas me han parecido bastante exageradas y, sobretodo, bastante intiles: much ado about nothing, como diraShakespeare.

Es indudable que Huidobro acu la palabra creacionis-mo y que con ella bautiz la nueva escuela cuya produccinseguira las normas dadas en su 'Arte potica'. Es posible queotros poetas generacionales, ya sean americanos o europeoshayan coincidido en comenzar a producir un tipo de poesaque encerrara algunas de las caractersticas de la poesa crea-cionista. Eso no quiere decir que por ello Huidobro deje deser el padre del creacionismo. El teoriz el creacionismo, loprogram y con su excelente produccin potica lo plasmpara siempre en la historia de la literatura. Eso basta. Nodebe importar que Huidobro haya comenzado a producireste tipo de nueva poesa unos meses o unos das antes o des-pus que Reverdy o que cualquier otro poeta. A Huidobro

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se le identifica con el creacionismo, de la misma manera enque inevitablemente se relacionan Rubn Daro y el moder-nismo, aunque eso no quiere decir que ste ltimo fue elprimero y el nico habitante de la torre de marfil.

Es lamentable que una polmica literaria en que se dis-cute no el creacionismo concebido por Huidobro, sino lafecha de nacimiento de esta escuela literaria se haya con-vertido en una pelea callejera, en un pleito de solar que poneen peligro el prestigio personal del poeta chileno.

La polmica comienza cuando Guillermo de Torre pu-blica lo que dijo Reverdy de Huidobro en una supuesta en-trevista que sostuvo el poeta francs con Gmez Carrillo:

. . . un artculo de Gmez Carrillo, en que este gran cronista transcri-ba, a proposito de direcciones recientes, una conversacin sostenidacon Mr. Reverdy. Este deca aproximadamente: "S, ya estoy enterado deque existe en lengua espaola un movimiento de vanguardia intere-sante del que se dice importador ignoro con qu motivos untal Sr. Huidobro que se titula all iniciador del movimiento cubistade ac. Ese poeta chileno, muy influenciable, tuvo la debilidad de su-gestionarse ante mis obras. Y, hbilmente, public en Pars un libroantedatado, con el perverso fin de hacer creer que ramos nosotrosquienes lo imitbamos a l, y no l quien imitaba a los dems.

Esta primera referencia a la supuesta entrevista apareceen Literaturas europeas de vanguardia, en la edicin de 1925.En 1962, en el artculo titulado La polmica del creacionismo,Huidobro y Reverdy, que aparece en la revista Ficcin deBuenos Aires (nm. 35-36-37 de enero-junio), publica Gui-llermo de Torre la misma conversacin, pero esta vez, conalgunas alteraciones. Hace referencia a un artculo del cronistaguatemalteco E. Gmez Carrillo, que aparece en el diarioEl Liberal de Madrid en julio de 1920. Se supone que Rever-dy, al referirse al creacionismo de Huidobro, dijo:

S, ya estoy enterado de que existe en lengua espaola un movi-miento potico de vanguardia muy interesante (aluda al ultrasmo)del que se dice iniciador Vicente Huidobro. Este poeta chileno, quepas algn tiempo en Pars, tuvo la debilidad de dejarse sugestionarpor mis obras. Y hbilmente public en Pars un libro antedatado

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[Horizon carr, 1917] con el perverso fin de hacer creer que ramosnosotros quienes lo imitbamos a l, y no l quien imitaba a losdems. . . 1.

El mero hecho de que existan diferencias en ambas re-ferencias, hace dudar de la autenticidad de las palabras quese le atribuyen a Reverdy. Guillermo de Torre, quien en lacita anterior menciona a Horizon carr como ttulo del libroen cuestin, en otra ocasin se referir no a Horizon carr,sino a Espejo de agua: otra sospechosa contradiccin. Por otraparte, el ttulo mencionado por Huidobro en una carta del 28de marzo de 1920 dirigida a ngel Cruchaga Santa Mara,es Espejo de agua:... Reverdy aprendi a fuerza de devanarse el seso a hacer una espe-cie de smil del creacionismo y pretende que todos en Amrica nohacemos sino imitarlo desde hace varios aos y pretende que mi 'pla-quette' el Espejo de agua, publicado en Buenos Aires en 1916, es dis-tinto de la segunda edicin del mismo Espejo de agua, publicado enMadrid en 1918, que yo te juro es exactamente la misma de BuenosAires 2.

En otra carta a Cruchaga Santa Mara, fechada el 16 dejulio del mismo ao de 1920, Huidobro afirma que ya tienepruebas de la existencia de la edicin de 1916: "He recibidovarias cartas de amigos que conocieron el Espejo de agua yuna del impresor"3.

Huidobro, al enterarse de las insultantes declaraciones deGmez Carrillo, reacciona declarando en la revista Cosmpolisde Madrid (nmero 20, agosto de 1920):

Una mueca de indignacin crisp nuestro rostro a la lectura delas malvolas y calumniantes frases que tantos equvocos han podidosuscitar entre los profanos. Increble nos ha parecido el cinismo deMonsieur Reverdy 4.

1 JUAN JACOBO BAJARLA, La polmica Rcvcrdy-Htdobro: Origen del ultras-

mo, Buenos Aires, 1965, pg. 17.2 Uid., pg. 20.

a lbid.

* lbid., pg. 21.

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Guillermo de Torre, quien en el mencionado nmero deFiccin, de 1962, dice que el libro antedatado es Horizoncarr, haba dicho en 1925, en su obra Literaturas europeas devanguardia:

... tendiendo a preparar la coartada polmica se refiere a Huido-bro imprime la segunda edicin (?) de un folletito con seis poemas,El espejo de agua, que no conocamos y que su autor hace datar de1916 (Buenos Aires) 5.

En la edicin de 1965 de Historia de las literaturas devanguardia, Guillermo de Torre reconoce el ultrasmo comomovimiento literario posterior a la estada de Huidobro enMadrid a fines de la primera guerra mundial:

Un poeta chileno, Vicente Huidobro, que haba residido en Parsdesde 1916, durante los ltimos aos de la guerra europea, lleg aMadrid en el verano de 1918 como portador de nuevas, transmitiendoa un pequeo crculo de amigos algunos de los cuales haban deintegrar el ultrasmo con simpata contagiosa, teoras e innovacionespoticas recin captadas, aunque algunas vinieran a consolidar sus pri-meras intuiciones .

Esta vez, aunque admite que las teoras importadas porHuidobro a Espaa son anteriores al ultrasmo, sigue insis-tiendo en que esas teoras haban sido (en Pars) recin cap-t a d a s por Huidobro. En su libro Tres conceptos de la lite-ratura hispanoamericana, dedica un buen espacio a su autode-fensa diciendo que l siempre ha tratado de ser justo conHuidobro; pero el hecho es que Guillermo de Torre nueva-mente ataca al poeta chileno. Entre otras cosas, dice que elcreacionismo es una derivacin del ultrasmo:

. . . El ultrasmo fue en Espaa, durante los primeros aos del deceniode 1920, un movimiento de vanguardia parejo y simultneo del cubis-mo (en la medida en que, a travs de Apollinaire, Cendrars y Reverdy,

lbid., pg. 22.* GUILLERMO DE TORRE, Historia de las literaturas de vanguardia, Madrid,

1965, pg. 529.

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puede hablarse tambin de un cubismo literario), de Dada y del super-realismo. En cuanto al creacionismo, si bien cronolgicamente, en lasletras espaolas, se presenta como una derivacin o ramal del ultras-mo ya que sus dos nicos seguidores, los poetas Juan Larrea y Ge-rardo Diego surgieron dentro de esta ltima escuela , en realidadtiene orgenes independientes y fue verdaderamente una "creacin" deHuidobro '.

Es interesante comparar la cita anterior con una carta deGuillermo de Torre dirigida a Huidobro, fechada en Fonz,Huesca, el 22 de junio de 1919:

Cansinos-Assens ha aprovechado el pasmo por usted suscitado parapromover un manifiesto sinttico firmado por algunos de nosotros,una nueva escuela postnovecentista a la que denominaremos ultrasmo.Tras ese manifiesto, en el que haba una lamentable promiscuidad defirmas, la eclosin novsima y el surgir continuo de nuevos literatosadeptos y conversos del "ultra" es innumerable. Hemos tenido que rea-lizar verdaderos esfuerzos nosotros los amigos de usted, para mantenerlas distancias y evitar mixtificaciones 8.

Es decir que en una carta personal, cuando era el dis-cpulo de Huidobro, dice claramente que el ultrasmo surgien Espaa gracias al paso del poeta chileno por Madrid. Sinembargo, en sus obras de historia literaria, quiere insinuarlo opuesto:

.. . esta preocupacin por adelantar el reloj esttico a contrapelo, dehechos histricos perfectamente datados, llev a Guillermo de Torrea colocar y estudiar, por orden inverso al cronolgico, a los diversosismos en sus Literaturas europeas de vanguardia, as vemos que enprimer trmino est el Ultrasmo (de enero de 1919), luego el Creacio-nismo (Buenos Aires, 1916), despus el Cubismo (del ao 1917; notade Paul Derme en Nord-Sud) y, finalmente, ubica en ltimo trminoal primero de los ismos, el Futurismo de F. T. Marinctti (primer mani-fiesto, 20 de febrero de 1909) 9.

7 GUILLERMO DE TORRE, Tres conceptos de la literatura hispanoamericana,

Buenos Aires, 1963, pg. 145.8 ANTONIO DE UNDURRACA, Huidobro y sus acusadores o la querella del

creacionismo, en Cultura Universitaria, t. XLII, 1954, pg. 44.' Ibid., pgs. 49, 50.

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En el nmero 1? de L'Esprit nouveau, Huidobro afirmaque el ultrasmo era una "degeneracin del creacionismo", locual produjo la indignacin de Guillermo de Torre haciaHuidobro10. "Pero este desgraciado suceso literario obtuvo,en parte, los objetivos deseados: Huidobro fue semidespojado,en favor del ultrasmo, del creacionismo y ste pas a Am-rica con bandera ultrasta. Los portaestandartes fueron JorgeLuis Borges (hermano de Nora Borges, cnyuge a su vez,de Guillermo de Torre) y Francisco Luis Bernrdez n .

Cansinos-Assens elogia altamente a Huidobro, le llamahermano, y con orgullo seala semejanzas fsicas y poticasque comparte con el poeta chileno. Seala las semejanzas desu poemario El candelabro de los siete brazos con Las pagodasocultas de Huidobro ambos libros publicados en 1916.Habla con entusiasmo y admiracin cuando menciona el pasode Huidobro por Madrid en 1918. Y cuando dice que Huido-bro trae a Espaa el creacionismo cuya paternidad compartecon Reverdy, no parece que Cansinos-Assens est tratando dedisminuir la calidad potica de Huidobro. Llega a decir: "elacontecimiento supremo del ao literario que ahora acaba, loconstituye el trnsito por esta corte del joven poeta chilenoVicente Huidobro"12. Repetidas veces le llama original, yhabla inclusive, del "creacionismo de Huidobro": "El creacio-nismo de Huidobro hall aqu una ingrata acogida en loscenculos donde fue mostrado"13.

David Bary, quien hace un interesante estudio de Altazoren su doble aspecto metafsico y literario, acusa a Huidobrode falsificar la fecha en que escribi este poema, publicado en1931, diciendo que el poema data de 1919. Con esto "pretendeHuidobro acarrearse prioridades respecto a sus contempor-neos, sobre todo los superrealistas". Y aade: "El egosmociego del que tiene que ser en todo precursor, no es ms que

" Jbid.n lbid., pg. 56.

12 R. CANSINOS-ASSENS, La nueva literatura, III, Madrid, 1927, pg. 195.

13 lbid., pg. 196.

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un aspecto del 'yo' idolatrado en que estriba el dilema meta-fsico del poema"14. Ataque personal del cual se salva elpoema.

El ataque ms despiadado y ms injusto contra el poetay su obra viene de Ral Silva Castro, de la Biblioteca Nacio-nal de Santiago de Chile. Parcial y negativo, desconoce enHuidobro todo valor potico. Huidobro, segn l, no sola-mente no ha creado nada, sino que, adems, desvindose desus propios postulados, usa ancdota en el poema. Una anc-dota que resulta "simple y sin gracia", y que cuenta en forma"sinttica pero tambin desabrida" l0.

Para respaldar su actitud negativa, Silva Castro cita laopinin que de Huidobro expresa Arturo Torres Rioseco ensu libro La gran literatura iberoamericana, publicada en Bue-nos Aires en 1945:

Al hablar de la poesa hispanoamericana contempornea, no puededejar de nombrarse a Vicente Huidobro (1893), talento potico de terce-ra clase, pero escritor que al propio tiempo ha logrado amplia noto-riedad por sus manifiestos.

Francisco Dussuel S. I., al estudiar el creacionismo deHuidobro, sabiamente ha omitido toda referencia a las pol-micas literarias. Estudia la obra por la obra misma. Es decir,que lo que importa es el valor de la obra creada. Ya sea queAltazor surgiera en 1919 o en 1931, el caso es que ah est,expresando la "angustia de lo infinito". Sobre este poemacomenta Dussuel: "a pesar del creacionismo hermtico enmuchos fragmentos, se siente de cerca un drama interior,amargo y tormentoso, atravesado por dudas y trizamientosdel alma, cuyos sonidos sordos, lentos y repetidos, indicancmo se desploman los cimientos de su mundo interior".

Los que han acusado a Huidobro de plagiar a Reverdyy a Herrera y Reissig, no parece que se dan cuenta de que no

" DAVID BARY, Altazor o la parodia divina, en Revista Hispnica Moderna,t. XXVIII, 1962, pg. 291.

1S RAL SILVA CASTRO, Vicente Huidobro y el creacionismo, en Revista

Iberoamericana, nm. 40, 1960, pg. 118." Ibid., pg. 115.

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es lo mismo plagio que inspiracin, y que un poeta puedeinspirarse en la obra de otro y ser a la vez, original. A esterespecto comenta Gerardo Diego:

Pues, y la historia grotesca de tus plagios? De pronto y por artede birlibirloque, un verso tan senil como aquel de Herrera y Reissig,"ren los labios de leche de los luceros precoces" al copiarlo t dabael siguiente infantil resultado: "apretando un botn todos los astrosse iluminan". Haba, como decas t con aquel pintoresco bilingismodel que nunca te quisiste curar, para perecer de risa 18.

No creo, como dije anteriormente, que Huidobro debidarle importancia a estas acusaciones que tan repetidas vecesparecen no solamente injustas, sino injustificadas. Su mejordefensa es su obra potica que no puede negarse, que nopuede ignorarse. Me parece que sus defensores deban nacerleel favor de no incluir a Reverdy en cada lnea que se escribesobre Huidobro. Que se inspiraron mutuamente? Quiz ha-ya sido as. Pero es innegable que la produccin literaria deHuidobro es original, y es suya. Por curiosidad, y a modo decomparacin, examin algunos textos de literatura francesa.Ninguno de los crticos, en los captulos dedicados a Reverdy,menciona a Huidobro.

MIREYA ROBLES.

Albany, New York.

BIBLIOGRAFA

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18 GERARDO DIEGO, Vicente Huidobro, en Atenea, t. XCVI, 1950, pg. 11.

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