contribuci~n al estudio de la carencia subcl~nica de … vol 2 (1986) … · realizamos un estudio...

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An. Vet. fMurcia) 2: m86 CONTRIBUCI~N AL ESTUDIO DE LA CARENCIA SUBCL~NICA DE COBRE Y CINC EN EL GANADO VACUNO DE MONTANA Contribution to the study of subclinical deficiency of copper and zinc in mountain cattle Lavin, S.* * Departamento de Patología Médica. Facultad de Veterinaria. Universidad Autónoma de Barcelona. Recibido: 2 septiembre Aceptado: 1 l diciembre RESUMEN Realizamos un estudio de las posibles carencias de cobre y cinc que pudieran existir en el ganado vacuno de raza Pardo-Alpina criado en dos zonas del N. O. de la montaña de la provincia de León, cuyo heno de hierba contiene niveles de cobre y cinc inferiores al límite de carencia Primeramente realizamos una explora- ción de los animales, anotando los síntomas relacionados con una posible carencia. recogiendo a continuacih una serie de muestras para determinar su contenido en cobre y cinc y poder así relacionarlos con la concentra- ción de dichos elementos en la dieta y con los síntomas clínicos. La decoloración del pelo alrededor de ojos y hocico es el síntoma predominante de la carencia de cobre observado en la zona muestreada. Los animales que presentan estos síntomas, se caracterizan por consumir una ración con niveles de cobre inferiores a las necesidades mínimas, así como por tener una concehtmi6n de cobre en el pelo inferior a 7 ppm, considerado como límite de carencia. Esta alteración desaparece en parte o completamente después de que el ganado vacuno lleva vanos meses saliendo al pasto. Cuando se aporta un corrector m i n d al alimento en cantidades superiores a las prescritas, los niveles de cobre en el plasma y pelo, así como los de cinc en leche y pelo son signifiativamente inferiores a las existentes cuando se aporta un concentrado, aunque el corrector tenga niveles de estos oligoelementos Fa$s altas que el concentrado. De todas las muestras analizadas, tanto para el cobre como para el cinc. solamente en heces existen diferencias significativas entre los grupos de animales que consumen alimentos con distintas concentraciones de estos elementos minerales, por lo que la determinación de la concentración de cobre y cinc en heces nos puede servir como indicador del nivel de estos oligoelementos en la dieta. Paiabms clave: Cobre. Cinc. Oligoelementos. Ganado vacuno. SUMMARY We carried out a study about the possible deficiency of copper and zinc which could be present in the cattle belonging to the Pardo-Alpina breed and reared in two areas in the N. O. of the mountain located in the region of León. The hay contains there copper and zinc levels that are inferior to the deficiency limit. First, we examine the animals, writing down the symptoms linked to a possible deficiency; afterwards we gather a collection of samples in order to determine their copper and zinc contens. Therefore, we are able to relate them to the concentration of these elements in the diet as well as to the clinical symptoms. The deeoloration of the hair around the eyes and snout is the prevailing symptom of t k deñciency of copper obsewed in the sampled area. The animals which present these symptoms eat a diet with copper levels inferior to the minimum needs and have a concentration of copper in the hair inferior to 7 ppm, which is * Tesis Doctoral realizada en el Departamento de Patología General, Mbdiea y de la Nutrición d e la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Le6n. Directores: Profesor Dr. don Paulino García Partida y Probar Dr. don Moisés Puente Castro.

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An. Vet. fMurcia) 2: m86

CONTRIBUCI~N AL ESTUDIO DE LA CARENCIA SUBCL~NICA DE COBRE Y CINC EN EL GANADO VACUNO DE MONTANA Contribution to the study of subclinical deficiency of copper and zinc in mountain cattle

Lavin, S.* * Departamento de Patología Médica. Facultad de Veterinaria. Universidad Autónoma de Barcelona.

Recibido: 2 septiembre Aceptado: 1 l diciembre

RESUMEN

Realizamos un estudio de las posibles carencias de cobre y cinc que pudieran existir en el ganado vacuno de raza Pardo-Alpina criado en dos zonas del N. O. de la montaña de la provincia de León, cuyo heno de hierba contiene niveles de cobre y cinc inferiores al límite de carencia Primeramente realizamos una explora- ción de los animales, anotando los síntomas relacionados con una posible carencia. recogiendo a continuacih una serie de muestras para determinar su contenido en cobre y cinc y poder así relacionarlos con la concentra- ción de dichos elementos en la dieta y con los síntomas clínicos.

La decoloración del pelo alrededor de ojos y hocico es el síntoma predominante de la carencia de cobre observado en la zona muestreada. Los animales que presentan estos síntomas, se caracterizan por consumir una ración con niveles de cobre inferiores a las necesidades mínimas, así como por tener una concehtmi6n de cobre en el pelo inferior a 7 ppm, considerado como límite de carencia. Esta alteración desaparece en parte o completamente después de que el ganado vacuno lleva vanos meses saliendo al pasto.

Cuando se aporta un corrector m i n d al alimento en cantidades superiores a las prescritas, los niveles de cobre en el plasma y pelo, así como los de cinc en leche y pelo son signifiativamente inferiores a las existentes cuando se aporta un concentrado, aunque el corrector tenga niveles de estos oligoelementos Fa$s altas que el concentrado.

De todas las muestras analizadas, tanto para el cobre como para el cinc. solamente en heces existen diferencias significativas entre los grupos de animales que consumen alimentos con distintas concentraciones de estos elementos minerales, por lo que la determinación de la concentración de cobre y cinc en heces nos puede servir como indicador del nivel de estos oligoelementos en la dieta.

Paiabms clave: Cobre. Cinc. Oligoelementos. Ganado vacuno.

SUMMARY

We carried out a study about the possible deficiency of copper and zinc which could be present in the cattle belonging to the Pardo-Alpina breed and reared in two areas in the N. O. of the mountain located in the region of León. The hay contains there copper and zinc levels that are inferior to the deficiency limit. First, we examine the animals, writing down the symptoms linked to a possible deficiency; afterwards we gather a collection of samples in order to determine their copper and zinc contens. Therefore, we are able to relate them to the concentration of these elements in the diet as well as to the clinical symptoms.

The deeoloration of the hair around the eyes and snout is the prevailing symptom of t k deñciency of copper obsewed in the sampled area. The animals which present these symptoms eat a diet with copper levels inferior to the minimum needs and have a concentration of copper in the hair inferior to 7 ppm, which is

* Tesis Doctoral realizada en el Departamento de Patología General, Mbdiea y de la Nutrición d e la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Le6n. Directores: Profesor Dr. don Paulino García Partida y Probar Dr. don Moisés Puente Castro.

considered as the dekiency limit. This alteration, partly or completely disappears when the cattle is grazing for several months.

When adding a mineral proofeader to the food in quantities which are superior to the prescribed ones, the copper kvels in the plasma and in the hair as well as those of zinc in the mi& and in the hair are significantly inferior to the existent ones when a concentrate is added, even though the proofeader has levels of these trace elements which are higher than in the concentrate.

Taking into account all the samples analysed. both for the copper and zinc, there are only significant diíTerences in the faeces between the groups of animals that eat food with dZferent concentrations of these mineral elements, so that the determination of the copper and zinc concentration in the faeces can be used as a marker of the level of these trace elements in the diet.

Keywordr: Copper. Zinc. Trace elements. Cattle.

INTRODUCCI~N MATERIAL Y MfiTODOS

Las explotaciones de ganado vacuno tienden actualmente a un mayor aprovechamiento de los recursos naturales, que en muchas ocasio- nes constituyen el único alimento para el ani- mal. Esto tiene lugar sobre todo en la zona norte de nuestro país. Donde la alimentación se bam casi exclusivamente en heno durante los meses de invierno y forraje durante el resto del año, complementada en ocasiones con algún tipo de concentrado. Esta forma de alimentación conUeva la apari-

ci6n de deficiencias en elementos nutritivos cuando las dietas no esf.$n comectamente equi- libradas, entre las c d e s una de lzfs m& irn- portantes es la carencia en elementos minera- les, caracterizada por limitar la utilización de otros nutrientes y por una disminuci6n de las produccinnes animales (PAULMS, 1978).

En todo el mundo son numerosos los autores que han investigado la 1-n g e a g r s i de estas d e f ~ i e n c h , siendo el cobre y el cinc asgunos de ios elementos más estudiados por ser respo~sabIes de una parte importante de las carencias minerales en el ganado vacuno. Como ejemplo m& claro tenemos los trabajos del I N R 4 en Rancia, organismo que ha confeccio- nado un mapa de zonas carenciales en minera- les (BELLANGER el al., 1973; LAMAND y PERI- GAUD, 1973a; PERIGAUD y LAMAND, 1973).

Por lo que hace referencia a nuestro país. se vienen observando áreas en las que las defi- ciencias en oligoelementos se hacen notar in- cluso a nivel clínico, sobre todo en el ganado bovino y ovino, siendo el cobre y el cinc los elemntos que wn mayor frecuencia se en- cuentran en escasa cantidad en los alimentos que consumen estos mimdes, si bien, aún no se ha redizado un tmtwjo riguroso para deter- minar lm heas de carencias en dichos elemen- tos.

Con este trabajo se pretende conocer si la dieta consumida por el ganado vacuno de la zona estudiada contiene cantidades suficientes de cobre y 4nc, o por el contrario si existe una carencia primaria o secundaria.

El estudio se ha realizado en hembras bovi- nas de raza Pardo-Alpina, de diferentes edades y en distintos estados fisiológicos, correspon- diendo el lugar de muestre0 a dos mnas de León: los cauces altos de los nos Esla y Porma. En las dos zonas hemos estudiado un total de 338 vacas pertenecientes a 46 ganaderos ubica- dos en 29 pueblos.

Las muestras fueron recogidas duragte los meses de marzo y abril, cuando los animales se encontraban todavía en el periodo de estabula- ción antes de salir al pasto.

Con el fin de recoger La máxima información de cada animal se confecciona una ficha donde conetan los datos más sobresdientes, así como el tiempo de atimentaci6n a que estaban some- tidos.

De cada animal se obtuvieron las siguientes muestras: flasma, suero, leche, orina, pelo, pe- zuña y heces, que eran etiqwtadas y almscena- das convenientemente para su posterior análi- sis.

En cada establo se recoge una muestra repre- sentativa de cada uno de los alimentas que con- sume el ganado: heno, concentrados, correcto- res, ensilado y bloque de sal.

Todas las muestras fueron almacenadas en bolsas o tubos de plástico, y su contenido en cobre y cinc determinado por espectrofotome- tría de absorción atómica, previo ataque de las muestras sólidas con una mezcla de ácidos, y desproteinización con ácido tricloroacktico de las iíquidas.

Las técnicas empleadas para determinar la concentración de wbre y cinc en las muestras recogidas del animal y en los alimentos que consume el ganado son: plasma y leche, BE LLANGER y LAMAND (1975); suero y orina, ma- nual PERKM-EWR (1976); alimentos para el ganado y heces, CALLEJA (1978); pelo y pezu- ñas, FORD (1978).

La determinación de fosfatasa alcalina se &iza utilizando reactivos Merck. y la cedo- plasmina siguiendo ei mktodo de SUNDBRMAN y NOMOTO ( 1970).

El estudio e s W 8 b se ha llevado a c a b con programas disefiados par nosotros, Se han elimin& los valores aberrantes que no supe- ran para ninguna de las variables el 2%. A con- tinwián se determinan los parhetms esta- dfsticos, la normalidad y el coeficiente de co- rrelaci6n lineai, y por iiltimo se reaiiza una comparación de medias.

Al realizar la explamción de los síntomas d@critos por los diferentes autores como pro- v w b s por una carencia de cobre y10 cinc (LAMAND y PENGAUD* 1973b; PAULAIS, 19781, hemos observado la mayor parte de elks, pero soIamente la decoración del pelo alrededor de ojos y k i w , que segi&n LAWD et al. (1973) es una de las alteraciones rn$s caristefisticas de la carencia en cabm, aparecía en un 8% del

Los b&v,i$os que presentan esta &w&& caracterizan por consumú un dimento que está compuesto exclusivamente por bm de hierba, o bien, heno y pienso simple, así wmo px te- ner la mayor parte de ellos una edad inferior a dos años, ya que ai no haber parido nunca no se les suministra un concentrado mn el alimento. El resto de los síntomas apauemn ea una pro- prcihn tan pequeña que no = pueden atribuir con certeza a estas carencias.

La dewloración del pelo, que en el ganad@ vacuno de raza Pardo-Alpina es bien visible como msecuencia de su capa wura , se pre- senta de manera específica al exi%ir una caren- cia en cobre (LAMAND Y PER~AVD, 1973aL y se manifiesta sobrt: todo alrededor de ojos y hocico como señalan didntos W m s (Bk- ~ O N , 1978; ROSENBEEGER, 1983). El plu de estas zonas se vuelve gris claro e incluso blan- quecino; las animales que presentan esla alte- ración &iren una concentracihn de wlxe simi- lar o inferior a 7 ppm, que es el limite p&u h- bajo del cual el animal es ccinsiderh CaSerlU

CUADRO 1 PAR~METROS ESTADÍSTIC~S DE LAS VARIABLES ESTUDIMIAS (AWMENTO5)

H'ENO PIBNW PIENSO HENO DE HiEWBA COMPUESTO SIMPLE DE ALFALFA EhlBIUDQ

N.O 46 30 15 4 4

- -

C . V . 0'2 1 0'18 0'52 0'13 O'ad)

CINC íppm MS)

HENO PiENSO PIENSO HENO DE HIERBA C O ~ S T O SIMPLE DE ALFALFA ENS%WO

C . V . 0'19 0'22 0'37 O O mM

M.": &mero de m-; X: d& ?&: error estkndard; S: dewircib estWard y C.V.: mB&nte de: varipci6n.

~AakW W L A M ~ , 1972); CHACORNAC, *kI.. , . .

e m red& a otra (UN-

a de cobre y cnic en que perfurtme el ga- se expbne en el eua-

(1. IWm & dCM C-IT~ mtt c o n c e n ~ i 6 n

@tiia W edm de*Y%'l - ,O't8 ppm MS. So- W e et M & las mwstbs de heno analí- ~ W . ~ m nivel ck sobre mniperbr a 7 ppm. La mayor parte de los valores estaban compredidos entre 5-7 ppm, considerando psr

.&d., (1973) wam de 5ub-

Para el cinc, las concentraciones extremas encantradas en el heno de hierba san de

T m b el e ~ b m WRIO el e k en d bno de hierba rtaalido, se encuentran por debajo de

para cubrir las m e - sidade4 de estos oligoelememtos en la dieta de

m ~gieczti- (LAMAND, 197%). La c o ~ t r a c i ó n de estos elementos en el heho de h k h ~~ psr no- es similar a la M a etm hmdgedores (MILTMORE et al., 1970).

El h de aWa-ifa y el asilado de bitrbo c o n ~ j q q m d e mis, l ' Q 2 r 0'54 y 8' 15 *.Q'#A. D R ~ de mbm estando estos valo- res dentro de los propueaos como aporte re- co de tsLe cd&tehnto en la dieta de vacuno (w, 1978). El cinc, WB UAJD w~~nmor)n de 16'9 y 16'72 ppm narpecti~mente, tiene un valor similar al en- CQDWQ en el hem & hierba, siendo en este caso t@&i&n inferior al límite de carencia pro- PWS~Q para v s m prodmteras de Leche (LA- MAND, , ,i$72). aunque solamente consumen

de alfaifa y ensilado de hierba d 9'4% y el rl'S% Jc ar$arales, tkmamdo parte de h díeta tamblen en estos casos el heno de hierba y

un cmcemudo. %as c b l r c e n e n e s de cobre y ein6 cMw @r lWWfiW8 n aI: 41!4727(ea el heno de a i M h sdi shd&res a lm ob~rvs;ilrrd. por tiosotros. I

El 150% de los animal& estudiados consumlan ademb & heno de hierlra dn pienso compuesto con una concerhcbn media de c o k de 12'84 + 0'44 ppm, que esta dentro de los valo- res adoptados actualmente para el ganado va- cuno como niveles adecuados de este elemento en la dieta (Duma y MICWEI, 1978; B - T CARA, 1980). La cancedcibn de clric es e 41 '62 + 1'73 ppm, siendo inferior al límite de carencia (LAMAND, 1"8'P81 aunque la mayor parte de los autms ColisMera6an que estos ni- veles pueden cubrir'lw.neeesWes de tos bo- vinos en este o1 lemeritv (M~LLEP eC @l.,

fin. P 1963; MILLS el i., 1967; MXYLAND el al.,

El pienso si- que mnsumn los animates s w b ser p r i h iwrha de m&, ce- bada, Cerrtena o la de misa de estos cereales, con una concentracibn mdia deeobm y cinc de 5'89 + 0'79 y 18'02 + 1'75 ppm respectivamente. Estos valores son similares a las encontradas p ~ c nosoúas ,ea- ,,ei ,heno de hierba y a los citados por otros autores (MILTI- MORE et al., 1970; LAMAND et al., 1976).

Todos los animales muestreados consumen heno de hierba, pero sólo m 11'8% su ali- mentacibn se bssa e x c ~ ~ ~ e en heno. Además de este consumen pienso simple el 27%.

El anBlisis de los principales alimentos que consume d ganado de la explotación nos puede servir para confirmar el diagn&tieo de una po- sible carencia primaria, 0 subaguda (BE- LLAP~GER et al.. 1973). En nuestro tmbqo con- cluimos que el 40% de los animales pueden pa- decter e w m k e11 estos ohgoelementos, por consumir una dieta con concentraciones infe- riores a las neeeai$des mínimas, aunque ten- drÍamos que ooneidem la presencia de caren- cias secundarias (RICHET, 1972).

La concenpc cinc en las di&= imal, así como los niveles de cenilo&mina y fodatasa alcdina en plasma están ref lwas en el cuadro 2.

Los animales muestreadw tenían una cw- centración de co-bre en plasma de 102 2 0'76 Cig/lOO ml. Este valor es s i w a los indicadQs por Rcmmom et al. (19811, U m ~ i l w o m (1983) y B$%~&N et al. ( 1 W h como normales para el gatado vacuno, no existiendo ningún animal que tuviera un nivelid@ cobre en plasma inferior a 70 dlBO mi, que es el i h h de ca- reacia (BI+%bwm Y LAWLMID, 1975)- La ma- yor parte de los valores obse~ados se mamn-

CUADRO 2 PARAMETROS ESTAD~STZCOS DE LAS VARIABLES ESTUDIADAS (ANIMAL)

C.V. 0'13 0'14 0'35 0'37 0'10 0'21 0'22 0'237

CMC

f l

COBRE

PLASMA SUERO LECHE ORMA PELO P E Z ~ A HECES CERULOPLASMINA EN PLASMA

N . O 338 338 233 338 337 338 338 337

x 102'58 88'33 10'23 6'30 7'58 2'37 14'05 0'263

sx 0'76 0'71 0'23 0'12 0'04 0'02 O' 16 0'003

S 14'08 13'12 3'62 2'37 0'81 0'5 1 3'1 1 0'062

&100 m1

C.V. 0'17 0'17 0'22 0'78 0'14 0'21 21'35 0'7.8

P P ~ MS

I

N . O : número de muestras; X: media; SX: error estándard; S: desviación estándard y C.V.: coeficiente de variaci6n.

pg1100 m1

tran entre 90 y 120 &100 ml, como indica UN- DERWOOD (1983).

La concentración media de cobre en el suero es de 88'33 ? 0'7 1 ~gl100 ml, inferior a la en- contrada en el plasma para los mismos anima- les. MCMURRAY (1W) observa que la concen- tración de cobre en plasma es superior a la de este mismo elemento en el suero, pudiendo de- berse a la uni6n que existe en la sangre entre el cobre y algunos tipos de proteínas (QUIROGA, 1982) (figura 1).

Para realizar el diagnóstico de rutina de la carencia en cobre, hay autores que proponen la determinación de la ceruIoplasmina ( B I N Q L ~ Y y DICK, 19691, por su facil determinación y el menor riesgo de mntaminwión. La concentra- ción media de esta pmteína transportadora de cobre en los bovinos estudiados es de 0'263 2 0'003 gil.

P P ~ MS u.1.

Por su parte, el cinc es un 14% más elevado en el suero que en el plasma, con unas cowen- traciones de 89'09 ? 0'82 y 76'18 2 0'72 pgl 100 ml respectivamente. FOLEY et d. 1968) en- cuentra que el cinc en suero es un 16% m& alta que el del plasma, debido a la destruccián de las plaquetas y a la hemólisis de los glóbulos rojos, que contienen concentraciones mayores de este elemento que el plasma o el suero.

En el plasma, la concentracibn de cine e d contrada es inferior a la citada para el gmdd vacuno por algunos investigadores (MIWL, 1975; UNDERWOOD, 1983), can unos vdores comprendidos entre 80 y 120 ~g l l00 ml. No se han encontrado concentraciones inferioms a 40 ~g/100 ml para el cinc ean plasma, que es el limite de carencia (faura 2).

Según las concentraciones de cobre y cinc encontradas en el piasma, podamos deicr

PLASMA SUERO LECHE ORINA PELO PEZUÑA HECES F. ALCALINA EN PLASMA

Cu-plasma (p8/100 m l ) Cu-muero (~31100 m l )

FIGURA l . Histogramas de frecuencias de Cu-plasma (izqda.1 y Cu-suero (dcha.).

Zn-plasms (pg/lW m1) Zn-swro (>rg/lW m i )

FI(,I.K.\ 2 . Hi\iogr;irnas de frecuencias de Z n - p l i i ~ n ~ (izqdti.) - %ti-\uc.i\i idchu.).

Cu-pelo (ppm IIS) Zn-pelo (PP M)

F~OUKA 3. Hiaogramaa de frecuencias de Cu-pelo (izqda.) y Zn-pelo (dcha.).

no existen carencias en estos elementos mine- rales en el ganado vacuno de la zona estudiada, pues todos los valores se encuentran por en- cima del Iímite de carencia, pero hay que tener en cuenta que los niveles de estos oligoele- mentos en plasma varían en función de una se- rie de circunstancias que son difíciles de preci- sar (LAMAND, 1972; UNDERWOOD, 1983). De todo ello deducimos que hay que ser precavidos antes de diagnosticar una carencia de cobre o cinc por las concentraciones de estos elementos en plasma.

Teniendo en cuent% el coeficiente de correla- ción encontrado entre el cobre en plasma y suero (0'77), cobre en plasma y ceruloplasmina (0'65) y cobre en suero y la cemloplasmina (0.461, con sólo realizar una de las tres determi- naciones sena suficiente, pues a partir de tsta se podría obtener cualquiera de las otras. Lo mismo ocurre en el caso del cinc en plasma y en el suero, con un coeficiente de correlación entre ambos de 0'60, siendo en este caso prefe- rible valorar el primero de ellos, pues los valo- res superiores encontrados en el suero son de- bidos a la desintegracih de las plaquetas y a la hemólisis de los glóbulos rojos como ya se ha comentado.

La leche contiene 10'23 -i- 0'23 pg/100 ml de cobre. Estas concentraciones concuerdan con las citadas por GUEGUEN (1971) y HANKIN- SON (1975). El cinc contenido en la leche oscila entre 130 y 410 &100 ml, con una concentra- ción media de 249'62 2 3'53 & ml, siendo estos valores sirniilves a los citados por otros autores (PARKASH y Jsrcnsess, 1%7), aunque algo inferiores como ocurre con el cobre.

La eliminación de a b r e por la orina repre- senta solamente el 4% del total excretado (DANKS, 1980), aunque no se recoge en la bi- bliografia consultada la excreción en el ganado vacuno, que en nuestro trabajo es de 6'38 -i- 0'12 pg/100 ml. Respecto al cinc, la eliminación por orina en el ganado vacuno es de 0'3% (FEASTER et al., 1954), hallando nosotros de media 35'36 1'52 pg1100 ml.

La concentración de cobre en pelo varía muy poco estando la mayor parte de los valores comprendidos entre 7 y 9 ppm, con una media de 7'58 +- 0'04 pprn. BELLANGER et al. (1973) encuentran como nivel medio en el pelo del ga- nado bovino de diferentes razas de la Región Parisina 9'5 2 0'3 pprn. Este mismo autor propone como Iímite de ca~nc ia 7 ppm. Un 7'6% de los animales tienen un nivel inferior al Iímite de carencia, correspondiendo a aquellos que presentan decoloracion del pelo alrededor de ojos y hocico.

El cinc contenido en el pelo oscila más am- pliamente que el cobre, con un valor medio de

93'27 0'73 ppm inferior al propuesto por ANKE W e LAMAND, 1972) como Iímite de ca- rencia para el ganado bovino (1 15 ppm); sin em- bargo en un trabajo realizado con terneros (MI- LLER el al., 1%5b), el cinc del pelo de los anima- les carentes era de 90'7 ppm frente a 117'9 ppm de los animales testigos (figura 3).

El análisis del pelo para determinar la con? centración de cobre y cinc es una ayuda diagr nóstica útil para detectar carencias en estos oli- goelementos, que corresponden al penodo de crecimiento del pelo, y por lo tanto pueden ser preferidos al plasma que presenta mayor- va- riaciones con el tiempo (KELLAWAY el al., 1978; NOUGUES y LAMAND, 1972). Si tenemos en cuenta esto y realizamos el diagnóstico de la carencia en cobre por los niveles de este oli- goelemento en el pelo encontramos que el 7'6% de los animales serían carentes, apoyando a este diagnóstico la presencia de una decolora- ción del pelo en los animales que presentan una concentración de cobre inferior al Iímite de ca- rencia.

Por otra parte, casi todos los animales serían carentes en cinc, por contener el pelo una con- centración inferior a la citada como Iímite de carencia por ANKE W e LAMAND, 1972), pero al existir una gran variabilidad individual y pro- ducirse variaciones con la edad, región corporal y condiciones estacionales (HIDIROGL~U y SFURR, 1973, hay que ser prudentes al inter- pretar estos resultados.

En la pezuña hemos encontrado como valor medio de cobre 2'37 2 0'02 ppm y de cinc 26'48 2 0'30 ppm, y aunque no existen ante- cedentes para el ganado vacuno, estos valores son inferiores a los citados en ovejas (ALONSO, 1984) (fgura 4).

Por las heces se elimina el 80% del cobre ingerido con la alimentación (DANKS, 1980), ob- serváiidose en los animales estudiados una con- centración de 14'05 * 0'16 ppm. El cinc es eliminado en un 70% con las heces, habiéndose encontrado una concentración media de 42'24 + 0'49 ppm (figura 5).

MILLER et al. (1966) observan en terneros que el cinc es eliminado con las heces en rekión directa a su concentración en la dieta. Asl, si el animal es carente en cinc la excreción fecal dis- minuye, pero si aumenta el nivel de este elemento mineral en el alimento tambibn lo hace en las heces.

El diagnóstico de una carencia en cobre o cinc por el anirlisis del contenido en heces de estos elementos podría realizarse coma pro- pone LAMAND (1972). pero hay que tener en cuenta que las alteraciones intestinales pueden variar estas concentraciones d i f í e h d o la in- terpretación de los datos.

FIGURA 5. Histogriimrizr de Mue$ints de Cu-kces ( i d a . ) y Zn-heceb (dcha.), r , ,

La concentración media de fosfatasa alcalina observada en los animales estudiados es de 28'22 r+ 1'21 U. l . La actividad de esta enzima disminuye en suero después de alimentar a los animales con una dieta carente en cinc (LA- MAND et al., 1983; OMAN et al., 1984), pero su valor diagnóstico es limitado ya que también disminuye en otras circunstancias sin relación con la dieta de cinc (MILLER et al., 1%5a).

Para estudiar la influencia que tiene la ali- mentación sobre las distintas variables de cobre y cinc, distribuimos los animales en cuatro gm- pos según su dieta. El gmpo A está formado por los animales que consumen además de heno de hierba, pienso compuesto, el B por los que consumen heno de hierba y pienso simple, el C por los anirnales que consumen exclusivamente heno de hierba, y el D formado por los animales que consumen además de heno y concentrado, un corrector.

Al estudiar la concentración de cobre en plasma según la alimentación que reciben los animales en relación con su contenido en este elemento, se observa que los niveles de cobre disminuyen a medida que lo hacen en la dieta como citan diversos investigadores (WHITELAW et al., 1977; HOMSE, 1981), pero el nivel más bajo de cobre en plasma lo tienen aquellos a los que se le añade un corrector al alimento, aun- que éste tenga la concentración más alta de co- bre y cinc. Este valor más bajo lo podemos atribuir a una interacción con otros oligoele- mentos, principalmente con el cinc (BOCCARA, 1981), o con el molibdeno o azufre (BINGLEY y CARRILLO, 19óó; AMMERMAN, 1970; HO et al., 1980). Solamente encontramos diferencias sig- nificativas entre los animales que consumen pienso compuesto y el resto (p < O'OOI), asl como entre los animales que consumen pienso simple y corrector (p < 0'05).

Las tasas plasmkicas de cinc aumentan en todas las especies siempre que suplemente la ración con este elemento (MILLER et al., 1%2; GRACE, 1972; ANSARI et al., 1975; RSHER, 1977), pero hemos observado que los animales que consumían heno de hierba solamente, tie- nen una concentración media de cinc en plasma significativamente superior (p 0'00 1) que los animales que consumían pienso simple o pienso compuesto. Lo contrario ocurre con el cobre en el plasma; pudiendo deberse a la interacción que existe entre estos dos elementos minerales (VAN DER SCHEE et al., 1983) (figura 6).

Cuando determinamos el contenido de cobre y cinc en la leche según el tipo de alimentación que consume el ganado, observamos que la concentración de cobre es similar en los cuatro grupos, mientras que el cinc es aignifcativa- mente más alto en los animales que consumen

pienso compuesto y pienso simple que en los que consumen heno o corrector. Tanto la con- centración de cobre como la de cinc en la leche vana con el estado de lactación, contenido de estos elementos minerales en la dieta, así como en ciertos estados patológicos que afectan a la mama (MILLER et al., I%Sa; Ho et al., 1977; AKINSOYINU et al., 1979), pudiendo ser debido a alguno de estos factores las concentraciones más bajas encontradas, así como los distintos niveles de estos elementos en la leche de los cuatro grupos de animales, ya que los bbvidos estudiados estaban sometidos a distintos tipos de alimentación y se encontraban en distintos estados de lactación (figura 7).

El cobre eliminado por orina es similar en los cuatro grupos de animales, pues la excreción urinaria de cobre es baja incluso en caso de un aumento con la alimentación de este elemento (DANKS, 1980). El cinc eliminado por orina es significativamente más elevado en los animales que consumen corrector que en el resto, pu- diendo ser debido a la mayor concentración de cinc que tiene este alimento. Tanto para el co- bre contenido en leche como el contenido en orina de los cuatro grupos de animales, no se ha podido realizar una comparación de medias para ver la significación por no existir normali- dad y ser los valores muy constantes en ambos casos (figura 8).

Para el cobre contenido en el pelo encontra- mos la misma significación que para el cobre en el plasma entre los cuatro grupos de animales, siendo los que consumen un corrector los que tienen los niveles m&s bajos, inferiores al límite de carencia, pudiendo deberse como en el caso del plasma a una interacción entre el cobre y otros sligoeiementos. Al igual que cita BELLAN- GER (1%8), no hemos encontrado una correia- ción entre el cobre del pelo y del plasma.

Al estudiar la concentración de cinc en e1 pelo de los animales según su alimentaici6n, vemos que los que consumen corrector tienen los niveles más bajos, existiendo diferencias significativas entre éstos y el resto, pudiendo deberse a una interacción con otros oligaele- mentos como ocurre con el cobre (GARCÍA PARTIDA, 1984) (figura 9).

La concentración de cobre en pezuíía es más elevada en los animales que consumen correc- tor, existiendo diferencias significativas entre éstos y el resto (p < 0'05) encontrhndose valo- res similares en los animales que consumen pienso compuesto, pienso simple y heno sola- mente.

ALONSO (19&4) observó en ovejas úarentes en cinc. que la concentración de cobre en la pezuña era swc&vamente más Ata en &tos que en los animales teutigos que consumían una dieta

7. Niveles de Cu (izqda.) y Zn (dcha.) en animales que consumen pienso compuesto (A), pienso >.,.., IpT,r.,, ,,, Simple (B). soloeiente heno ( C ) y corrector (DJ.

x . .

60

90.

40.

u A B C N A B C D

F~C~URA %. Nivele5 d e Cu lizqda.) y Zn (dcha.) en iinimnlcs que conbumen pienso compuesto (A). pienso simple (B). solamente heno cCi y corrector (DI.

FIGURA 9. Niveler de Cu ( i a d a . ) y Zn (dcha.) en aniiiialea que conrumen pienbo compuesto (A), pienso simpke (B), dunienta heno tC) y corrector (D).

FIQURA 10. Niveles de Cu (izqda) y h (dcha.) en animales que consumen pienso compuesto (A), pienso simple (B), solamente heno 02) y c m e t o r (D).

FIGURA 11. Niveles de Cu (kqda,) y Zn (dcha.) en animales que consumen pienso cornpiicsro a), pienso h p l e (B), solamente heno (C) y cornctm (DI.

con 30 D M ~ de cinc, El cinc encontrado en la pezuña s i m h en los c m gi-upaa de anima- les, no existiendo diferencias sigipacativas, aun- que, Las mimales qw coersumea corrector tienen una mcentración algo ClEdS &a (&ya 10);.

Tanto parsi el cobre como el cmc conte- N& es heces exiskn diEerzncks sigdliativas entre las animaia que cansamt~ djl9thtm di- mentos. En ambos casos h eiimh;hl~%n fmd de estos ol@ple~s es mayor m bs Mvidos que en srr racibn se incftuyc e1 piensa compuesto y disminuye en los que consumen corrector, &nso simple y heno solamente por este orden. Estos resultados cobi&m ccon .kw obtenidos al agilizar el cammkh de 65- ekigentos en los

que coiiaauiaib. el ganado, paree ka con- mmacnbn es miQs alre- et . ~ P ~ Q I & I Y B mnpue~m y más baja en el heno de hierba; resuhadas simi-

lares citan ~ L E R et al. (1966) (figura If). Las heces son, de todas im vanataes -tu-

diadas, las que mejor reflejan el cuntmido de cobre y cinc en la alimentación, pudiendo servir para valorar la concentración de estos elemia%n- tos en el alimento, pero considcmaasb de animales, ya que las variaciones individuales son mayores.

variables, por lo que m es de campo pm reaiEzar un d m* de cinc, dcbidvl a 1 wma ~ A U et al., 1%).

El coeficiente de correlación entre la con- centración de cobre y cinc en las distintas riaucstras analizadas resultó ser moderado en heces (0'57), y pequeño en pezuña (0'39), leche (0'34) y pelo (0'22), pudiendo deberse a la rela- ción que existe entre estos elementos en los alimentos que consume el ganado, pues cuando aumenta la concentración de uno de ellos tam- bién lo hace el otro. En el resto de las variables la correlación es muy baja (cuadro 3).

El cobre y el cinc en la leche disminuyen a medida que avanza el período de lactación

CUADRO 3 CORKELACZ~N LJNEAL ENTRE LAS VA-

RIABLES DE Cu y Zn

PLASMA SUERO LECHE ORINA FFJW) PEZURA HECES

0'13 0'1 1 0'34 -0'01 0'22 0'39 0'57

(KEEN et al., 1981; KIRCHGESSNER et al., 19821, explicando esto la correlación negativa encontrada entre estos elemeatos en la leche y los dlas past-parto.

Despks + pasado un periodo de tiempo que las animales llevaban saliendo al pasto, reali- -os una nueva exploración de aquellos que al principio presentaban decoloración del pelo alrededor de ojos y hocico, encontrando que en la mayor parte de ellos esta alteración habla desaparecido en parte o completamente. BE- L L A N U ~ ~ (leS8) observa que la concentración plasmática de cobre as máxima en otoño, te- nie-ndo un nivel mínimo en primavera, que coincide con la época en q w nosotros hemos recogido las muestras y realizado la primera exploración de los animales. Esto mismo ha sido observado por otros investigadores sobre la conadtrac16n de cobre en el pelo (HIDIRO GLOU y S,m, 1975).

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