carlos per eyra, el filosofo y su sombra€¦ · hipocampo de avenida universidad, sobre la...
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CARLOS PEREYRA,,EL FILOSOFOY SU SOMBRAPor Luis Vil/oro, León Olivé, Ramón Xirau
Mariflor AguiJar V Fernando OaneJ. . . - . ñ - . ... o e:;: ñ;¡ññ .· ñ ¡ ; ñ
Declaraciones reunidas por Lcticia Santín
El Hombre, la relación humana
Luis Villoro: Conocí a Carlos Pereyra
como alumno y durante.muchos años lotraté en seminarios, en discursos, o incluso en labores comunes . Tuve una cercana amistad y me siento muy honradoen contarme entre sus amigos .
Uno de los rasgos que quizá más po
drían destacarse de Pereyra era una granautenticidad. Qué quiere decir esto . Poruna parte , en la labor.intelectual , es muyfrecuente que uno se dedique a ella porla van idad de los torneos intelectuales;por el atractivo del renombre que pudiera uno lograr con la demostración de supropia agudeza intelectual; por el deseode reconocimiento; pero es poco comúnencontrar personas que están movidasrealmente por una cierta pasión interiorhacia algún valor dirigido, algún valorhumano que en realidad les preocupa; yla actividad intelectual responde, de algún modo, a la necesidad de dar algunasolución o respuesta a esta "preocupaciónvital" que uno tiene. Carlos Pereyra erauna persona que se regía por esta preocupaci6n vital , y su obra respondía a suactividad intelectual, respondía a estapasi6n sin la cual no se puede ser verdaderamente creador en las labores del intelecto. En este sentido Pereyra tenía ciertas preguntas vitales dignas de preocuparla vida de un hombre.
Otro signo claro de la autenticidad semanifiesta, también, en la necesidad depensar por cuenta propia. Sin embargo,es frecuente en el intelectual el afán debuscar novedades que hayan merecidoser discutidas en un país extranjero; unanecesidad de brillar como un hombre queha conocido y discutido la última novedad filosófica. Esta obsesi6n por conocer
y responder a la obra que se realiza enotras capitales del mundo desar rollado
coarta, muy a menudo, la reflexión propia. Pero un rasgo de pensamiento genuino es, sin duda, aquel que intent a siempre encontrar la verdad en s( mismo , porsí mismo , y utilizar su propia raz6n par a:tdelantar la contestaci6n de las pregun
tas; éste era el caso de Carlos Pereyra .Fue para mí un ejemplo claro de intelectual autént ico.
A él le preocup ab a mucho la situaci6ndel hombre en la historia. T en ía mu chasensibilidad por la dimensi6n social e histórica del hombre ; sus preguntas fund amentales fueron siempre en ese sentido:¿Cuál es la posición del hombre en la historia? ¿Cuál es la naturaleza? ¿C6mo esque el hombre hace, reproduce su sociedad y por lo tanto su historia? ¿Cuálesson las relaciones entre la sociedad y elEstado? en fin; ésta fue realmente supreocupación fundamental , la situacióny las características del hombre en su sociedad, en su historia. Naturalmente queesto tiene implicaciones no sólo de filosofía e historia sino en política .
Él veía a la sociedad como un conjunto de fuerzas sociales y le dio mu cho sulugar frente a otras interp retaciones dentro de las escuelas marxistas, le dio mucho su lugar a las ideas y a las creenciasdentro de la sociedad. No cay6 en el economicismo barato, simplista.
Carlos Pereyra era una persona de unagran modestia y de una falta de pretensi6n y de vanidad que hacía que realmen te su talante fuera , por lo general, tranquilo y reposado. Estas caracterís ticaseran en realidad manifestación de un carácter meditativo y racional , por una parte, pero que escondía una profunda emotividad y pasión. Era un hombre que
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desdeñaba mucho las apariencias, las falsedades y, tam bién , era una persona su
mamente tal ran te. T olerante no por faltade convicciones propi as: todo lo contrario, era un hombre de grandes convicciones y respetaba mucho las ajenas; así sutoleran cia se traducía en discut ir y poneren cues ti ón constantemente lasconvicciones d otros . Era un buen discutidor y aveces re rnplazaba la controversia por sufina ironía .
Le6n Oli vé: Mi testimonio debe sermu ha más limitado que el de muchasperson as que lo conocieron mejor, es posible por supuesto decir mucho más. Paraempezar ra un hombre con una enormecalidad y calidez hum anas. Pero lo queme gustaría destacar es la disposici6n quesiempr tuvo para cooperar con amigosy colegas en proyectos muy diferentes, alofrecer generosam ent e lo que él podíaaportar . Tenía un gra n ingenio y un excelente sentido del humor, una culturaampl ia y una gran disposici6n a cultivarse. Poseía , tamb ién , una gran seguridaden sí mismo, lo cual le permitía no hacerconcesiones políticas ni académicas . Porsu mente flexible y abierta, escuchaba conatención y seriedad lo que otros teníanque decir y, cuando era el caso, era capaz de reconocer equivocaciones y considerar seriamente opc iones qu e se leofrecieran y sobre las cuales hasta el momento no hubiera podido meditar con seriedad. Su ingenio y sentid o del humorvolvían muy agradable su compañía,pero nunca se escudaba en esas cualidades para eludir comp romisos profesionales. Pereyra se guiaba por valores muyapreciables que nunca traicion6. En privado y en público, sus opiniones y juicios servían de modelos de cordura , sensatez y rectitud.
Desafortunadament e para mí nuestrarelación no fue más estrecha, sí cordial
y amistosa, y sobre todo en los últimosañosmantuvimos un a excelente relación
....... profesional y académ ica . En estos carn-I pos congeniamos ampliamente y fueron
en los que más estrechamente colaboramos. Lo admirable en él fue su capacidad para el trabajo, su apertura intelec
tual, su claridad y brillantez para analizarsituaciones sociales. Además siempre meimpactó su disposición para aprender,para recibir críticas y reconocer sus limitaciones , así como para saber dóndedebía esforzarse mucho más . Nos identificamos en concepciones de las cualesderivaron proyectos importantes en elcampo de la filosofía . T eníamos un acuerdo básico acerca de las rutas que debíanabrirse y en los caminos que es mejorabandonar. Concordam os ampliamenteen varias ideas corno son: requerir unaexcelencia académ ica ; abandonar dogmatismos; exigir plan teamientos y análisis claros de los problemas; hacer formulaciones rigurosas de los conceptos, de
• las teorías , de las concepciones y de lasargumentaciones, así como aplicacionesdiáfanas de los mismos. En fin, recibí deél apoyos muy import antes, profesionales y académicos; dejarnos truncos proyectos en donde su colaboraci6n hubierasido muy valiosa.
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Ram6n Xirau: Conocí primero a Carlos Pereyra como estudiante. Pertenecíaa una generación brillante dentro de lacual era uno de los qu e más destacaban.De aspecto algo tímido (creo que siempre hubo en él cierta timidez, lo cual noes nada negati vo), Carlos conocía la ironía y el humor. Su sonrisa frecuente ledaba vida y una gran capacidad de comunicar con los demás.
Naturalmente , no lo conocí como profesor. No por ello dejo de saber que fueun excelente maestro. Lo sé por tres caminos : los comentarios de los estudiantes, las nítidas y precisas exposiciones enmesas redondas, congresos, conferencias,y la claridad de su pensamiento escrito.
Mariflor Aguilar: Su personalidadera fuerte y provocaba, en general, entre alumnos, colegas y compañeros, reacciones y sentimientos diversos y en algu
nos casos ambiguos.
Entre alumnos despertaba admiración
y respeto, pero en algunos casos también
cierto temor porque no hacía concesionesa planteamientos teóricos o filosóficos
fundados en argumentos sólo viscerales.
Entre colegas despertó algún tipo de competencia -habitual en los medios acadé
micos- pero esencialmente era un hom
bre cuyas opiniones se tomaban siemprecomo puntos de referencia seguros yorientadores. Entre compañeros y com
pañeras despertaba, en muchos casos,
una gran ternura y para todos fue un
gran amigo.
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Manuscrito de Carlos Pereyra
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morístico respecto de cada uno de nosotros. Mi "visceralidad" en ocasiones pro
vocaba su ironía, pero apr endí con el
tiempo a reírme sin ofensas y, a veces,a ironizar también sobre su " asepsia",
de' Ia qu e se enorgullecía.
Fernando Dand: Conocí a Carlos Pe-
. reyra a fines de 1972 en la Facultad deFilosoffay Letras. En esa época él impar
tía materias como ontología y filosoffadela historia , per ósu perspectiva era desdeluego ma rxista , y él me int rodujo a estecontinente teórico acerca de la historia y
de los procesos sociales que es el marxismo. De él recibí la enseñanza de un mar
xismo no dogmát ico, teóricamen te creativo y riguroso desde el punto de vista desu arti culación conceptual ; un marxismoinicialmente ligado con el proyecto al
thusseriano y, posteriormente, muchomás abierto hacia la política y hacia la di
mensión nacional . Entre los temas quetrataba eran el de la hegemonía y el dela construcción de un nuevo Estado; temáticas que Carlos siempre abordó , y sobre todo , ya en los últimos años , de unamanera más sustantiva y consistente. Asífue mi primer contacto con Carlos Pereyra.
Posteriormente, fue muy importanteacercarme con él al mundo de la políticade México mediante la influencia de Carlos hacia el Partido M exicano de los Trabajadores, del que éramos simpatizantes.Para éste eran fundamentales sus comentarios, sus críticas, su análisis del acontecer cotidiano , y desde entonces era claraya su perspectiva social a favor del pueblo trabajador . Tenía una visión socialdel país alargo plazo y con reformas detrescendencia para el conjunto de la población.
Otra vivencia cercana con(Pereyra fuela de la revista cultural del Partido Comunista Mexicano , El Machete. Se fundóen 1978 y formé parte del consejo editorial con '::In grupo de amigos y compañeros de la vida política, particularmenteRoger Bartra y Jorge Castañeda. A unade las primeras personas que invitamosa colaborar, regularmente , fue a CarlosPereyra, lo que tornó el trabajo creativoy de gran compañerismo, y por supu esto, contamos con las perspectivas teóricas, políticas y periodísticas que él tuvoen su vida activa como intelectual.
Cabe señalar que , alrededor de 1977,
un grupo amplio de intelectuales que ira
bajábamos indirecta y otros dire ctam en
te en el PMT , cri ticam os la per spectivanacionalista y antisocialista que esgrim ía,
principalment e en ese tiempo, Heber to
Castillo. El punto de ruptura en el terre
no conceptual y después en el cam po
pr áctico , nos llevó a alejarnos del PMT.
Al respecto recuerd o una importante conversación con Carlos, en el restaurant e
Hipocam po de Avenida Universidad ,sobre la necesidad de avanzar hacia un
partido de corte socialista , incluso social
demócrata, en la medida en qu e el socia
lismo y la democracia se vinculan par ael futuro de la exper iencia de transforma
ción del país; aho ra , y Carlos en eso siem
pre fue mu y claro , la perspectiva pluripartidista es precisamente la que asegura
una existencia auténti ca de la dernocra
cia política ; es condición para posibilitarcualquier reforma que trascienda , qu e
tenga urrporvenir para asegurar la liber tad , la igualdad y el pr opio funcionamiento de la democracia , como S' d s apara M éxico.
Por otra parte, en los últimos años, olaboramos juntos en seminarios y congr sos sobr e filosofía política . Ca rlos oor
dinó muchos de ellos y desarrolló trabajossobre teoría de la democracia .
En 1974 varios compañeros de la Fa cultad de Filosofía y Letras part icipamosen un sem inario qu e coordinó Luis Villoro sobre la problemática de la ideolo-
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gía . Sema nalmente, y durante un año,
d iscut imos una serie de perspectivas, de
aut ores. de corrientes sobre esta temáti
ca . Posteriormente, pero tiene que vercon esto , Carlos escribió varios trabajos
sobre filosofía de la historia en una perspectiva marxi sta crítica. Con el tiempo,
al revi sarl os y comentarlos con él, le su
gerí que se publicaran como libro paradar a conocer sus investigaciones en lamater ia . Él contaba sólo con una publicación , en forma de folleto , del FCE, ti
tul ad a Politica y violencia. Para entoncesyo acababa de ser invitado a formar una
colección edi torial de política y filosofía,con el nombre de .. Filosofia y liberaciónlatinoamerica na" . en la editorial Edico!.El pr imer rítulo que sugerí para su pu
blicación fue un conj unto de artículos es
critos y revisados por Carlos.
Este libro lleva por título algo que revela mucho la perso nalidad de Pereyra.Él era un poco reticente a publicar sus arrículos, sobre todo bajo la forma de unlibro , pero por su característica humildadintelec tual y su duda de qué sería lo mejor . no sabía cómo titu larlo. Entonces recu rdo que un tira lo emplazé frente aBolívar Echcverría. en los cubículos deprofesor s de la Facultad . Prácticamente y de man era imperativa Bolívar Echeverría le dijo: "Carlos, si tú no puedesponerle nombre a tu libro yo se lo vay aponer , por qué no le pones Configuraciones, puesto qu e se trata de perspectivasdiversas y no art iculadas sistemáticamente sobre cuestiones de política, de teoríade la his toria , etcétera " y así quedó entonces el título de Configuraciones! teoría e
historia.
Carlos Pereyra era un hombre intelectual , reflexivo y con centrado, y con unagradable mal humor . David Huerta lollamaba " guerrero intelectual", siemprevigilante , aten to y crít ico. Además de serun intelectual cabal , tanto ética como teóricamente, era un intelectual comprometido con la gente : sus alumnos; sus compañeros de trabajo y sus amigos. Teníaun estilo muy tajant e e imperativo al extemar sus opiniones, pero también dubitativo, rasgos que definen un carácterfuertemente concentrado y siempre atento a la objetividad de las cosas. Carlos eraun individuo intelectualmente opuesto ala ficción, a los estilos fáciles y al coqueteo de las modas intelectuales.
Pereyray el marxismo
Luis Villoro: Desde luego su formaciónbásica fue dent ro del ma rxismo, éste ledio siempre los parámet ros más generales de su pensamiento ; pero para Perey-
Ira, como una de las cosas importantes desu labor, es que en lo funda mental contribuyó -y de man era muy fuerte entrenosotros- a la apertura críti ca del pensamiento marx ista , y sobre todo a liberar el marxismo de evitar estar dentro deuna secta . Creo que Pereyra fue de losque más dialogaron con otras corrientes
filos óficas , se asomaron a otros pensamientos y obtu vieron de ello mucho fruto.
Ante la situación actual del marxismo,que pasa una crisis interna fuerte , creoque la labor de Pereyra fue muy iluminadora ya que ayudó mucho a esta apertura, a esta diversificación del marxismo,a su desdogmatización, siendo éste unaporte valioso de la obra de Pereyra.
León Olivé: No soy una personaautorizada para comentar esta cuestión,
.. pero m e atrevo a afirmar que el mayorbeneficio qu e Pereyra hizo para la formación de teóricos marxistas en México fueenseñar, en :la cátedra, en sus escritos y
~ 1 con el ejemplo de su propio desarrollo in-
relectual, que la teoría, o mejor dicho, lasteorías marxistas, deben verse como eso
precisamente, como teorías. Las teoríasofrecen modelos de la realidad que pueden satisfacer nuestras inquietudes intelectuales, por ejemplo la de explicamoslos fenómenos que observamos mediante sus aplicaciones. Pero las teorías y susmodelos, aun las mejores y las más comprehensivas, tienen dominios limitadosde aplicación. En buena medida el progreso en el conocimiento consiste en en
contrar esos límites de aplicación de teorías específicas. Además las teorías son
instrumentos de análisis cuya pertinencia y fecundidad deben examinarse cuidadosamente según la ocasión, pues a veces no son pertinentes y no ayudan paraentender situaciones determinadas. Estopuede ocurrir porque la realidad se hayatransformado de tal manera que enfrentemos fenómenos que la teoría no toma".ba en cuenta y que tenía el instrumentalconceptual adecuado para explicarlos obien porque hayamos accedido a nivelesde la realidad antes no considerados, endonde también se nos presentan fenómenos novedosos. Cuando esto ocurre, hayque buscar otras opciones, o construirlasnosotros mismos. Por su propia dinámica, así como por la cambiante realidad,
sobre todo en el mundo social, las teorías
son entidades parecidas a las biológicas :
. nacen, se desarrollan, llegan a un perio
do de fertilidad y fecundidad, se reproducen, se agotan y hasta llegan a morir.
Pereyra entendió claramente esta na
turaleza de las teorías y sus consiguientes limitaciones, de ' lo cual no quedanexentas las teorías y la: filosofía marxistas. Pereyra realizó contribuciones im-
.portantes para laenseñanza y difusión delmarxismo en México, -as í como en su
aplicación al análisis de las coyunturaspolíticas de nuestro país . Pero no confun
dió la teoría con un cuerpodoctrin~o
que se asume como el conjunto de creencias básicas que debería orientar las decisiones y acciones de las personas, degrupos o de instituciones. Suponer quealguna teoría, que alguna filosofía o que
·.alguna doctrina debe convertirse en unmodo de vida, puede satisfacer a much~s
personas y resolverles su -vida, pero esto· nunca le puede ocurrir a un auténtico filósofo. Pereyra era UD auténtico filósofo
'y por ello nunca dejó de buscar explicaciones profundas acerca de la naturalezade 'la sociedad y de la política, acerca de
la posibilidad de .entenderlas y expli~
las, y admitía propuestas de solución Sólocuando satisfacían rigurosas condicionesintelectuales. Creo que poreso pudo ab-
· s~rber muchos aspectos positivos del marxismo, pero evitó asumirI'o como unadoctrina totalizadora'q~epudi~raexplicar todo '10 que o~urrla ¿nla realídady
menos que pudiera cOlistit~U:i~ba~e queorientara t~das ~us decisiones yáccionespolíticas. En el trabajo y en la vida de Pereyra prevaleció su autenticidad filosófica y científica; llegó el momento en queencontró insatisfactorios los modelos mar
'xistas , tanto como concepción filosófica ,
como teoría explicativa y menos comoconjunto de creencias y saberes orientadores de la práctica. U na de las búsquedas más importantes de los últimos añosde su vida fue la de nuevas concepcionesteóricas que permitieran explicar la realidad social, y orientar la práctica políticade una manera más acertada y efectivaque lo que permitíanlas ideas marxistastradicionales dentro del contexto de nuestra década. Este ejemplo de autenticidadintelectual, de comprensión de la naturaleza y de las limitaciones del conocimiento científico y filoséfico de lo social,así como el aborrecimiento de los dogma-
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1:
I
tismos, constituye una de las mejores en
señanzas que dejó Pereyra.
Ramón Xirau: Pereyra fue marxista.
Nadie lo duda . Un libro, El suieto delahistoria, va camino a convert irse en un clá
sico. Como marxista fue Carlos un pen
sador (una persona) abierto. Conocíaotras corrientes filosóficas , No solamen
te las conocía sino que le importaban, eranparte de su bagaje cultural.
Al platicar con Carlos, me daba cuenta, en todo momento, de su capacidad de
apertura y de su libertad de pensamiento. Aquí, una de sus contribuciones almarxismo. Dicho en otras palabras, aCarlos le importaban la historia , la teoría , la praxis; le importaba, sobre todo ,la persona, la totalidad de la personahumana.
No es este el lugar de discutir sus ideas
acerca de la historia. Tal vez baste condecir que para él la historia es cosa viva,cosa que hacemos que no depende de ningún sujeto abstracto (sera éste de ordenidealista, sera de orden materialista).Creo que ésta fue su gran lección , la quetanto o más que en su obra escrita mostraba en la vida de todos los días cuandohablaba con sus alumnos, sus discípulos,sus amigos.
Mariflor Aguilar: Creo que su laborprincipal con los marx istas, al menos conlos de la Facultad de Filosofia y Letras ,fue la de promover el alejam iento y laruptura, si fuera necesaria, con la ortodoxia . Ambos estimulados por dos actitudes: por un espíritu amplio y abiertoa escuchar otras propuestas teóricas yotros problemas para plantear y resolver,por un lado, ' y la búsqueda tenaz de insuficiencias teóricas au n en el seno de lasteorías que él sustentaba, por otro.
La herencia intelectual
Luis Villoro: Yo soy enemigo de juzgaruna obra filosófica, sobre todo cuando esuna obra sólida y compleja. Carlos Pereyra, pese a su corta edad, publicó bastante; creo entonces que no conviene hacer juicios precipi tados así sea con afánlaudatorio hacia un amigo ; juicios precipitados sobre el valor de una obra filosófica . Es menester estudiarla con detenimiento para esclarecer sus alcances, suoriginalidad y sus limitaciones; requiere
acercarse a ella con cuidado y ser pu staa prueba de la críti ca . Es pront o paraaquilatar su verdadero valor .
Sin embargo, lo que sí puedo d cir porlo que cono zco, es que ten ía este aire dno conten tarse con ideas convencional s,con tesis asentadas en general, sino qutenía el carácter filosófico de ponerlas ncuestión, de someterlas siemp re a crítica ; en este sen tido su reflexión tiene air sfrescos den tro del marxismo. P reyra notuvo ningún reparo en confrontar lasideas marxistas con ideas de otras corrientes , sobre todo de filosofia analítica.Por el contrario, en muchas reflexionesde esa corrien te encontró estímulos poderosos que ayudaban a pensar con claridad y a form ular con mayor precisiónlos problemas. En fin , lo rescatabl e es quesu reflexión tiene este aire fresco de lacrítica.
León Olívé: Pereyra realizó , de manera constante, aportes en sus análisis decoyuntura. Pero además de la luz que ensu momento hayan arroj ado sobre la coyuntura del caso, uno de los aspectos másinstructivos de su obra es el de la aplicación de concepciones teóricas de largo alcance precisamente a situaciones coyun
turales.En sus trabajos de mayor importan
cia nlos ófica, Pereyra abordó problemasde gran interés. Creo que ayudó a sus colegas y estudiantes aubicar y defini r conclaridad y acierto los problemas que le
preocu paron en filosofia de la historia yfilosofía política, prob lemas tales comolanaturaleza de la historia y de la teoría dela historia, de la explicación histórica, del
sujeto de la historia , de la naturalezade
la políti ca , de la naturaleza y del alcancede la teoría política , de la relación entreteoría y filosofia política, el problema delsociali smo y el de la democracia, yen losúltimos tiem pos el de la relación y limitación de la ética y la política. Una evaluación más seria del alcance y proyección de su obra filosófica requ iere unanálisis mucho más cuidadoso del que sepuede hacer ahora. Pero definitivamen
te pod emos hablar de una importanteaportación en virt ud de la evolución y eldesarrollo constante de su obra, debidoa su interés en comprender mejor los problem as, en apre nde r de nuevas concepciones, en entende r perspectivas que nohabía explorado y en estar abierto a la crítica y a todo lo qu e pudiera enri quecersu visión de los pro blemas. En el desarrollo de su obra se aprecia una clara línea de progreso en la comprensión de losproblem as y en la complej idad , rigor yclarida d conceptual con la que se les analiza . Su obra también es un ejemplo debúsqu eda de una comprensión personalgenuina y profun da de los problemas yde sus vías de solución, la cual deja delado las modas, sin que esto signifiqueabandonar la documentación más ampliaposible med iante un retom o a lecturasclásicas o una apertura hacia ideas y concepciones novedosas que se planteen enotros pa íses, En ese sentido la obra de Pereyra es ejemplo también de la maneraen la que debe realizarse el trabajo filosófico qu e deriv e de una auténtica vocación filosófica .
Sus mejores aportes se concentran entodas las virtudes de C arlos Pereyra quehe mencionado, y que son muchas: un in·terés genuino en comprender el mundo ,es decir , un interés au téntico en comprender y saber, y luego aplicar ese saberparapermitir una vida mejo r en nuestra sociedad . Una vocación por la investigacióny el conocimien to libre de dogmatismos,vocación que debe real izarse y desarrollarse sobre la base de valores y normaséticas y metodológicas cuidadosamenteelegidos , que hayan sido sometidos a crítica, y que se acepten porque se tiene laconvicción de que nos permiten-acercar-
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nos a un saber genu ino, importante y re
levante para nuestra sociedad. Un pen -
I samiento claro y una preocupaci ón por
razonar correctamente . Estar abierto al
~I·· diálogo, sab er criti car y aceptar la críti-J ca, escuchar y tratar de ente nder posicio-
f nes distintas a las preferidas, discutirlas
I racionalmente y en su caso criticarlas conjusticia y aceptar de ellas lo que nos con
ve!!za . T en er convicciones firmes, perorespaldadas por un a reflexión cuidadosa .Pensar y actuar con honestidad y rectitud. Ser gen eroso y dar todo lo que uno
pueda, en la cátedra , en la investigación,
en la difusión y en las difere ntes esferasde nuestra vida práctica . Finalmente, tener muy bu en sentido del humor, no tomarse las cosas demasiado en serio, porlo menos no más de la cuenta, pero te
ner el sano j uicio par a saber hasta dóndellega la cue nta .
"
t 1
Mariflor Agu ila r : Además de los comentarios q ue ya he expresado , puedodecir que deben des tacarse sus aportes ala filosofía de la historia, en especial al
tema del sujeto de la historia, que analizó incansablemente para encont rar unarespuesta sari sfarr ori a , comprehensiva yno reduccionistu, y que se adecuara a laexpli cación de los procesos sociales talcomo su experi encia y el estud io se losmostraron . Asimismo, son relevantes susaportes a la teorí a del Estado , a la relación Estado-sociedad civil y, más recientemente , a la teoría de la democracia.
Me parece que pode mos recordarlocomo un ej emplo por muchas razones:por su res ponsabilidad absoluta como docente ; por su di sciplina en el trabajo deinvestigación; por su ape rtu ra ideológica; po r su capacidad de problematizaciónfilosófica y su voluntad crítica; todo lo an
terior aunad o a su posición de intelectualvinculado a los movimientos sociales, aun espíritu antisolemne y a un humorsiempre refrescant e.
Fernando Danel : Desde el punto devista de su elaboración filos ófica , creo quela ob ra de Per eyra es una serie de intervenciones sob re temá ticas diversas en loscampos de la filosofía de la historia, dela ontología y, en particular , en los últimos años , de la filosofía polít ica. Porejemplo , dentro de la problemática de laontología C arl os realizó, en la tesis de licencia tura , un ejercicio intelectual de
Alejandro y Olbeth Rossi, Carlos Péreyra, CarlosM;,m'Sivá~ 7t: ..... : -: .
. ~:" _ \ .. '?li:>Ó.':f_¡:,",~'~.f{,t~~~~ '~~~·~~~ '.~4'.{~{ .:( ;'í~~"i.· •.•;c":~ ..,.l
convergencia ent re Heit:l~g~r{cif ií,ftir: n"ir "no s610~~ Serie de ·ie~as. como las
xismo al tratar de argu~ntiir~ ~ó~{>. el relaciones entre ser y conciencia, entre intrabajo, dentro de lat~~dición m~ista, fraestructura y superestnictura, entre sopuede ser interpreta:do ' ~brrto <¡j~~ ~¿, laS ciedadcivily Estádo, entre ideología ydimensiones constitutivas "ciel hombre, así ciencia, sino que redefine también el pa-·
. ¡ ~ . .
como lo son " el ser en el mundo" o,,"el pelde la filosofía misma, que -para Car-ser para la muerte' ,, para mencionar dos 'los no era ya una concepción general del
términos o conceptos definitorios de la mundo, o un saber de saberes, o unaobra Sery Tiempo de Heidegger. ciencia de las ciencias, sino una interven-
Asimismo, trabaj6 a Hegel y a auto- ci6n te6rica en una coyuntura ideológicares de la fase clásica de la fl1osofIa CO!D~ dada con efectos políticos.Kant; cuestiones de filosofía de la histo- Era frecuente encontrar esta reflexiónria, sobre todoven una perspectiva mar- filosófica seria en sus artículos periodísxi~ta abierta, no dogmática y crítica; a ticos para aclarar algún punto de la coéste respecto la revoluci6n 'teórica de yuntura mexicana del momento. MuchosMarx según Althusser, gerieraen él 'una de los escritos del libro Configuraciones. . .,nueva perspect iva acerca de la historia de pertenecen a esta época de diálogo y delos procesos sociales y le permite redefi - liberación crítica con la obra de Althus-
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ser, que restituye al marxismo su digni
dad teórica 'y su especificidad como un
elemento crítico sobre nuestro tiempo.
Posteriormente Carlos, conservando
siempre la perspectiva de interés por la
filosofía política, trabajó sobre los aparatos ideológicos de Estado, sobre objetivi
dad y subjetividad en el proceso históri
co, sobre el Estado y la sociedad civil,
etcétera, reflexiones que están en su se
gundo libro El sujeto de la historia, y que
son desarrollos conceptuales mucho mássustantivos y consistentes. Aquí el refor
mismo radical que Carlos esgrimía como
condición ética, teórica y política de su
pensamiento, está muy fundado en diá
logos, encuentros y discusiones sobre la
perspectiva gramsciana, o incluso de formulaciones teóricas neomarxistas que
bien conoció y discutió con sus pro
ductores.Carlos fue siempre un individuo muy
actualizado y con una gran capacidad de
debate y de cuestionamiento. Incursionótambién en el campo de la filosofía de la
ciencia, conocía muy bien el debate de las
filosofías de la ciencia: estructuralistas,
empiristas de corte analítico y de corte
constructivista, entre otras . Y, en los úl
timos tiempos, se dedicó mucho a la filosofía política de la democracia. Está por
publicarse un artículo sobre este tema enun libro colectivo que se llama El reclamodemocrático, en la editorial Siglo XXI.
Intelectual y político
Luis Villoro: De un intelectual y sobretodo de un filósofo es arduo conciliar dostérminos que son muy .diflciles de ser con
ciliables. Par una parte la filosofía requie
re, sin duda alguna, un cierto apartamiento de la acción directa. No pienso enmodo alguno que la filosofía sea compatible con arrojarse en la acción constan
temente; todo lo contrario, se necesitauna cierta distancia, soledad y tiempopara trabajar y, sobre todo, se requieredesprendimiento de la vida cotidianapara la reflexión filosófica cuando ésta es
auténtica.Por otra parte, en la medida en que
el filósofo sienta la necesidad de contribuir a la racionalización de este mundo,a volverlo de algún modo más habitablepor el hombre, más digno, y de contribuir al esclarecimiento de los problemas
de la sociedad, el filósofo necesita act ua r
en el mundo entorno, lo que es un a con
tradicción permanente y dificil de solven
tar. Generalmente , la posición del filó sofo
va en detrimento de alguna de estas dos
necesidades: la del apart am iento int elec
tual y la del compromiso .
El caso de Pe reyra es muy curioso por
que él encontró su fórmula , que no es la
de todos , pero logró esta conciliación. Fue
a la vez un periodista político y un act i
vista político porque part icipó en la vida
política de su país; su labor de esclareci
miento y de comentario racional de la po
lítica cotidiana, refleja un agudo análisis
del acontecimiento cotidiano. Ent on ces.
por una parte, tuvo esta gran capacidad
de compromiso, y por la otra, ésta no fue
en detrimento de su reflexión filosófica
profunda que estaba desprendida de la
coyuntura cotidiana . Esta fórmula es
muy valiosa pero es dificil de enco ntra r .Es curioso, pero por lo general el filósofo
o el intelectual seri o y rigu roso qu e s de
dica a las minucias coyuntural s d l U ·
mentario cotidiano, pierde esta capacidad
de reflexión honda que sólo pu d ha r
se en cierta lejanía y desprendirni nto, oal revés , quien se ded ica a esta refl xión ,
puede suceder qu e tienda a d spr nd rse demasiado de la coyuntura cotidiana
y por lo tanto renunciar a esta obra d
racionalizar el mundo entorno . El asode Pereyra, insisto , fue de equi librio , lasíntesis que logró fue un enriquecimi en
to de una de las tareas hacia la otra .Considero, sin duda alguna, qu e mu
chos de sus comentarios per iodísticos so-
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bre la situación cotid iana los encontraban
áridos, abstru sos, aburridos y difíciles de
leer , y quizá es cierto para un lector co
mún y no demasiado interesado en eltema . No tenía una pluma fácil, era un
poco dura ; es decir, que seguía los mean
dros del pensamiento pero que rehuía a
la gala literaria .Pese a estas características , en sus ca
rnenrarios se leía el reflejo de una labor
de pe nsamiento filosófico general de las
ideas y de los co nc eptos filosóficos rigu
rosos . Sus comentarios tienen.un extraor
di nario rigor des usado y una gran precisión ya que están alimentados por unpen sa m ien to filosófico. Su reflexión filo
sófica tiene mu cha carne, quizá más carne de la qu e tendría si no hubiera un
compromiso políti co y social; ésto es in
teresa ril e en la labor de Pereyra, y repito , no es comú n .
Pcrcyra es un ejemplo de dedicación,
de veracidad, de autenticidad , como lohe menci onado . No se doblegó a ningu
na cor riente. au nque fuera n las corrientes con las cuales ¿I tuvie ra mayor coincidcncia: no fue un hombre dóc il ante lasumisión. un te el pensamiento; fue un
hombre con un a gran independe ncia y
d dicari ón toral .De su honestidad intelectual, de la
autcnticidad de su compromiso vital,quienes estuvimos cerca de él aprendimosmucho . Su di álogo sereno, su presencia
tranq uila , la entrega de su compromisovital, su pensamie nto inquisitivo enriquecieron para siempre nuestras vidas . Poreso Carlos Pereyra vive en cada uno de
nosotros.
León Olivé: Carlos Pereyra se carac
teri zab a por tener ideas claras y por razonar limpia y correc tamente. La claridad de sus ideas se debía a una agudainteligenc ia y a un a habilidad para com
prender los significado s más relevantes delas situaciones qu e analizaba . Hago hincapié en significados, porque precisamente las situaciones sociales fueron las quemás le preocuparon , y en ellas los sereshumanos interactúan y crean complejosde significados sumamente compl icados.Su capacidad para razonar correctamentehacía que una vez que había encontradola clave para comprender una situación,apreciara las posibles líneas en·las que podía desarrollarse y las consecuencias de
cada una de ellas .
la apertura democratizadora conparti
dos . La fusión, antes mencionada, es hoy
uno de los elementos principales a refor
mar para la existencia auténtica de un
pluripartidismo, que dé cauces' a los 're-
clamas democratizadores . .
Este 'cuestionamiento de Pereyra fuemuy revelador desde la época de la 're
forma política que implementó jesús Re
yes Heroles, y en cuyas reuniones Car
los ' tuvo importantes iiltervenciones~
Carlos P éreyra, como militantepolí
tico y como inielectualligado a ,partidosymovimientos sociales que han trabaja-
do po r un cambio democrático y socia-
' lista' para México , fungió también como
un intelectual orgánico relacionado a experiencias populares de la ideología reli
gioso-católica progresista. Esto vale mucho
señalarlo porque habla de otro aspecto
. rn ás de la actividad que tu vo Pereyra en
diversos campos. El sector progresista o
de izquierda de la I glesia (en el que es tán obispos como Sergio Méndez A rcea
de Morelos , Samuel Ruiz , de Chiapas:
y Arturo Lona, de la zona del Istmo y de
Oaxaca, conocidos como participantes
del mo vim iento de la Igl esia q ue nace del
pueblo) tu vo que ver con la coy u ntu raideológica de la Teología de la L ibera
ción . Con este sector Carlos participó ac
t ivamente en reuniones con grupos cr is-
embargo, en mi caso, tuve experiencias
de partidos con Pereyra y me gustaría co
mentar algunas cuestiones.
Dicho de manera mu y general , y para
establecer ciertos parámetros, la izquier
da mexicana de los años setenta tenía, de
manera muy concentrada, un corpus teó
rico bás icamente de tipo len inista . Sus
vocablos y argumentaciones usuales eran:
lucha de clases , dictadura del proletaria"
do , Estado burgués, revolución socialis
ta, dimensión político-mil itar de la polí
tica, etcétera, los cuales estaban muyarraigados en los destacamentos más ac -
tivos, y sin duda minoritarios de la so
ciedad , con una postura de vanguardia
en el pro ceso político de transformación .
Bajo esta perspectiva hay que mencio
nar el papel qu e tuvo Pereyra ante la con textualización en y para los problemas-de
México . Con una reflexión siempre crítica ante estos dogmatismos , interv ino
con una visión fundada en real izar refor
mas para la transición hac ia la democracia en el país. Fue el pr imero que conagudeza conceptual cuestionó la fusiónEstado , gobierno y partido . Considera
ba que el Estado mexicano tendencialmente se separaba de los valores socia
les, na cionales y populares , por un lado ;y por el otro, su autoritarismo y populismo imperativo no perm itían fácilmente
Eduardo Lizalde, Máximo Simpson , Antonio Pérez. Carlos Pereyra
Mariflor Aguilar: En filosofía de lahistoria y en filosofía política , Pere vra
siem pre buscó pr incipios que h ic ie~anviable la compatibilidad de las diferen
cias ; la art iculación. por ejemplo, de lasprácti cas sociales d iferenciadas en un
tod o complejo estruc tu rado , o bien la posibilida d de concertación de interes es so
ciales en torno de un proyecto democrático . Creo que esta preoc upación teóricafue también una guía práctica de su acción política y universitaria , lo que se re
flejó tanto en sus prop uestas en relacióna la cons trucción de un sistema de parti
dos como en el papel conciliado r qu e desempeñ ó en los medios académ icos.
Fernando Danel: No soy la per sonaindicada para hab la r sobre esto de unamanera com pleta: hay compañeros deCarl os , como Rolando Cordera , Adolfo
Sán chez Rebolledo y J osé Woldenb ergque estuvi eron muy cerca de él, de sus
experiencias y de su trabajo polít ico. Sin
• •
Pereyra tenía dos vocaciones mu y cla
ras: una por la reflexión teórica y otra por
la política. Su amplia capacidad intelec
tualle permit ió satisface r adecuadamen-"y. te ambas vocaciones y hacer aportacio
r- I ' nes importa ntes en los dos cam pos. Creoque esas dos habilidades intelectuales, la
I capacidad de formular ideas claras y la
de razonar correctamente -las cuales
cultivó cuidad osamente y se deleitó enejercitar en su profesió n como fiJósofo-
junto con aquellas dos vocaciones, dan la
clave par a comprender que llegara a de
sempeñar un papel importante como analista y como militan te polít ico .
Pero a todo esto debemos agregarotras dos cara cteríst icas admi rables: una
gran honestidad y una congruencia en
tre sus creencias y sus acciones. Estos dos
valores lo guiaron toda la vida. Militó po
líticament e y siempre lo hizo con hones
tidad . La manera en que com prendía lavida social y política lo llevó a pensar que
no bastaba con reflexio nar sobre la política , sin o que se debia par ticipar en ella .
Por ello part icipó act ivamente en muchos
de los m ovimien tos sociales y en la vid a
polít ica de M éxi co , Sus acciones siempreestuvieron guiadas por sus reflexiones
teóricas, y puso su talento para el análisis y la refl exi ón te órica al servi cio de lascausas qu e defendió.
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tianos organizados, tanto de la Iglesiaoficialcomo de grupos y comunidades debase. Para ellos sus comentarios y susanálisis críticos fueron importantes parapoder desarrollar su práctica, sus iniciativas de organización, realizar cuestionamientos sobre las instituciones que pretendían cambiar y, sobre todo, para teneruna visión políticay social del país lo másrealista posible.
Pereyra 'siempre fue un reformista,fundado en argumentos teóricos provenientes de Althusser, Poulantzas, Gramsci, de las discusiones neomarxistas, yen
quierda cuyos rasgos definitorios sean un
cabal compromiso , no instrumental izador, sino defmitivo por la democracia y,también, dirigida hacia un horizonte socialista que devuelva a los trabajadoresy a la sociedad civil en general el autogobierno de la vida públi ca; que incremente la participación social en la tom ade decisiones, que es la fórmula mod erna de la democracia.
Esta perspectiva a favo r de una izquierda democrática, socialista y comprometida, tanto ética, teórica , como polít i
camente, fue fundamental para Pereyra.
Por último , y a manera de anécdota,un a de las últimas conversaciones quetuve con Carlos fue precisamente sobrelas negociaciones para el desarme entreGorbachov y Reagan, en Moscú. Al respecto él tenía una gran esperanza en elpapel que las sociedades socialistas habrían de desempeñar en un sentido democratizador para darle no sólo un rostro humano al socialismo, sino tambiénuna auténtica base democrática, como enalgunas épocas se ha conocido en las sociedades occidentales.
El Meustro
Mariflor Aguilar: En el Simposio en homenaje a Carlos Pereyra que organizó laFacult ad de Filosofia y Letras los prime-ros días del mes de agosto, una alumna .,suya desarrolló ampliamente este punto.Sus principales comentarios destacabanno sólo su rigor teórico y el compromisocon sus alumnos - compromiso que, en-tre otras cosas, se reflejaba en su asisten-cia y punt ualidad a clases casiobsesiva-sino también la capacidad que tuvo paradespertar en los alum nos el gusto por elanáli sis, la investigación y la problematización filosófica .
Leén Oliv é: Tamb ién realizó su labordocente al conjugar una genuina vocaci6ny una gra n habilidad . Tenía un empeñopor enseñar, por explicar el acontecer social y los problemas qu e le preocuparon,y una gran capacidad de expresar y detransm itir con claridad su pensamiento.Fue un intelectual y un maestro infatigable. Nadie qu e haya estudiado filosofíaen la UNAM en los últimos veinte añosquedó exento de su influencia comomaestro; influencia que alcanzó a historiadores, polit élogos y, en general, a loscientíficos sociales por la naturaleza de lostemas que trabaj6 . Además su presenciano sólo se sintió en esta Universidad, sinoen muchas universidades de México y deotros países de habla hispana en las cuales se le esperaba con interés, entusias-mo y admiración . Sus trabajos eran conocidos y discutidos por profesores yestudiantes de muchas universidades. Susentido de responsabilidad y la honestidad de la que ya hablamos, lo llevarona impartir sus clases hasta el último díaen que tuvo la suficiente fuerza parahacerlo. <>
Cabe añadir que, en los últimos años, fuemuy crítico del socialismo realmente existente . Fue uno de los primeros marxistas en México que de una manera abier ta cuestionó el socialismo vigente en lospaíses del Este; los consideraba como formaciones sociales poscapitalistas , pero estructuradas por regímenes políticos auto ritarios y centralistas; simultáneamente aesto cuestionaba el marxismo dogmático .
Desde luego que el socialismo que élpensaba para México estaba fuertemente comprometido con la democracia y convalores que hoy, sin rubor, podemos llamar de la cultura burguesa liberal, y queson rescatables para un país que no losha conocido en términos homogéneos yuniversales.
Carlos Pereyra
los últimos tiempos, en perspectivas nomarxistas, como ejemplos están el individualismo metodológico, la teoría de laacción comunicativa de Habermas y lostemas sobre legitimaci6n que contieneesta importante obra contemporánea, asícomo de perspectivas provenientes de lasteorías de la gobernabilidad, y sobretodo, los desarrollos más recientes sobrela democracia, la democracia social, lademocracia protegida, la democracia participativa, la democracia liberal, entreotras.
Los trabajos, ensayos e intervencionesque Carlos realizó fueron una semilla quedio fruto para lo que hoyes, y se esperaque sea de una manera más consistente,la nueva izquierda mexicana. Una iz-
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