aberración, lily medsan

7/23/2019 Aberracin, Lily MedSan

1/176


2/176

2

Lily MedSan

Aberracin

Faceless Pack Inc.


3/176

3

Triloga Tantibus volumen nmero 1: Aberracin

Titulo original: Aberracin

D.R 2014, Tantibus LM.

Comentarios sobre la edicin y/o contenido de

este manuscrito a: [email protected]

Queda rigurosamente prohibida, sin la

autorizacin escrita de los titulares del

copyright, bajo las sanciones establecidas porlas leyes, la reproduccin total o parcial de

esta obra por cualquier medio o procedimiento,

comprendidos en la reprografa, el tratamiento

informtico, as como la distribucin de

ejemplares de la misma mediante alquiler o

prestos pblicos.

ISB

Impreso y creado en Mxico


4/176

4

Para mi mente por

Todas las aventuras

Buenas y malas que ocurren

Cuando duermo ms de lo que debo.

Para la persona que me inspira a

Sacrificarme y asumir las consecuencias

De quererlo.


5/176

5

ndice:

Sinopsis. Pg.6Captulo 1 Prrroga. Pg.7Captulo 2 Evasin. Pg.25Captulo 3 Gimoteo. Pg.34Captulo 4 Congoja. Pg.44Captulo 5

Evocaciones.Pg.51

Captulo 6 Trepidas Pg.62Captulo 7 Adhesin. Pg.72Captulo 8 Pesquisa. Pg.82Captulo 9 Reconcomio. Pg.103Captulo 10 Quimeras. Pg.113Captulo 11 Rumies. Pg.121Captulo 11

Escrutas.Pg.131

Captulo 13 Orate Pg.140Epilogo Labia con la muerte. Pg.155PrximoTexto

Tergiversacin. Pg.


6/176

6

Sinopsis:

Cuando Harriett entra a una farmacia para

comprar la medicina que una de sus tas

necesita, se encuentra con un hombre queintenta violarla y matarla. Ella con sus escasos

conocimientos sobre proteccin personal, logra

escapar. Sin embargo tras el violento escape que

realiza junto con su hermana por casualidad

descubre que las cosas no debieron haber

sucedido as. Ella debi haber muerto en el

ataque para detener las atrocidades que se

desencadenaron cuando el hombre se suicid.

Los misterios de un nuevo mundo se abren a sus

ojos para descubrir que hace aos atrs estuvo

en el momento y lugar equivocado. Temerosa del

futuro que corre y con la misin de sobrevivir a

varios ataques que sufre, es el amor que le

tiene a Jesmani la que la llevara al sacrificio.


7/176

7

Captulo 1

Prrroga

La campana de la escuela son por fin, guarde

mis cosas apresuradamente mientras el profesor

de literatura antigua continuaba hablando sobre

las vacaciones y la mucha tarea que debamos

entregar ms su examen en el cual debamos

analizar una obra entera.

Sonre con mis amigas en lo que nos burlbamos

de su nuevo tinte de cabello, mientras todas nos

levantbamos para ser las primeras en salir del

saln, la pequea brisa que se senta en el

pasillo era tan liberal. La felicidad estaba en

nosotras hasta que el profesor se despidi de

cada una de nosotras.

-Qu harn estas vacaciones?- pregunto elprofesor con su clsico tono de juventud

arraigada.

-Qu le importa a usted?- dijo Marie mientras

todas las dems se rean, el profesor discuta

con ella mientras las dems hacamos planes para

celebrar la acreditacin de un semestre nuevo. -

Vamos a comer comida Tailandesa!- todas

asentimos, la comida era deliciosa y siemprepodamos hablar con el sensual mesero que

atenda y bromeaba con nosotras.

-Harriett!, habla mujer que todo lo sabe, pero

que tanto calla!- salte al escuchar mi nombre,

lo voltee a ver en lo que me tenda la mejilla

para que me despidiera, no tena otra opcin,

le tend mi mejilla para despedirnos, sin


8/176

8

embargo sus brazos rodearon mis hombros en un

incmodo abrazo. Tome a mi amiga Marie del brazo

y sal corriendo con ella en lo que ambas nos

reamos, esperamos a las dems chicas atrs deledifico principal, era un da bellsimo y

fresco.

-Nos vamos?- dijo Grayse en lo que sacaba

cambio de su bolsillo para el transporte,

seguido de eso todas comenzamos a llenarla de

cambio para que ella fuese la que pagase. En el

transporte bamos cantando canciones desde las

infantiles hasta las despechadas por amoros noconcluidos. Yo estaba enamorada de una persona y

a decir verdad esa persona lo estaba de m, o

eso era lo que reflejaba; aunque no ramos

pareja, saba que haba algo ah que me mantena

a su lado.

Despus del largo transcurso que se hacia el

autobs llegamos al lugar soado por todas, era

la parte cara de la ciudad, nos metimos a un

sitio a tomar cerveza y a decir verdad aunque no

estaba acostumbrada a tomar, ese da era slo

para festejar, as que las sorprend unindome a

la fiesta. Tomamos unas cuantas cervezas y

copas, hasta que decidimos que era lo

suficientemente tarde como para ir a comer al

perfecto lugar, este tena los mejores adornos y

los mejores meseros.

Tomamos la mesa ms cntrica del lugar, riendo

por las bromas que hacia Geraldine.

Ordenamos con la desgracia de que ese da

descansara nuestro mesero favorito, el lugar

haba cambiado, o quizs la hora no era la

correcta, simplemente nos dej mucho que desear.

Pero la compaa con mis amigas, las bromas y


9/176

9

los retos de todas ellas aplicaban, haca que lo

dems solo fuese algo sin importancia, al final

la comida estaba deliciosa como siempre.

-Vamos a dar una vuelta?- dije mientras nos

tocbamos nuestros muy grandes estmagos Para

que se nos baje la comida- contestaron mientras

satisfechas salamos del lugar. La ciudad estaba

bellsima, todos los puestos estaban abiertos y

la gente caminaba tranquila, caminamos para ver

la azotea del edifico ms alto de la ciudad, las

ventajas de ser estudiante era que nunca nos

cobraban para esas actividades, llegamos con elelevador mirando las pequeas personas que cada

vez se iban reduciendo cada vez ms. Cuando la

sima estuvo a nuestros pies comenzamos a

tomarnos fotos con la hermosa vista que tenamos

enfrente.

Las fuentes nos divertan para mojarnos y

refrescarnos, las paredes que se encontraban en

vertical con los murales que nos iluminaban las

pupilas, cada detalle de la ilustracin era

magnifica y centrista.

Comenzamos a jugar a las cosquillas, hasta que

llego una seora a pedir que guardramos

silencio.

-Las escondidillas!- dijimos todas gritando

para luego aguantar la risa o hacerla lo ms

insonora que se pudiese. El lugar a pesar de que

era una azotea era demasiado extenso, casi una

ciudad diferente a la que estbamos.

Le toco contar a Halev mientras todas las dems

corramos a escondernos, yo era la que corra

ms despacio pues el sonido de mis tacones me

poda traicionar, por lo cual caminaba de


10/176

10

puntillas lo ms rpido que pudiese. Al subir

haba notado que haba una habitacin an ms

alta con una escalera cmoda de subir. As que

me trepe lo ms silenciosamente que poda. Aquellugar no era ms que un museo sobre la

naturaleza. Comenc a recorrerlo sin hacer

ruido, haba cuadros con el csped en vertical,

fuentes que humedecan tierra y peceras sin

nada, no, se supona que tenan oxgeno. Re

ante la idea, simplemente mi compaera Mildred

podra hacer todas estas cosas mejor y con ms

sentido, el arte moderno jams lo iba a

entender, era tan complicado poder

conceptualizar ese aspecto, Qu era arte?, para

todos los dems era lo ms extenso que poda

existir, con sus palabras siempre se referan a

ella como toda parte del mundo y a la vez nada,

como los sentidos y a la vez la mente, pero para

m slo era comunicacin, el transmitir algo.

Tambin haba espejos que resaltaban el colorverde por lo cual la imagen se vea extraa, a

pesar de todo lo extrao y sin sentido que

encontr, en el fondo estaba la vista ms

impresionante que tena, saque mi celular y tome

varias fotos, las siluetas de la ciudad hacia

abajo eran magnificas. Contine caminado, hasta

que encontr otra puerta de caoba roja, sobre la

cual colgaba una hoja de papel que decaSgueme junto con muchas flechas. Abr la

puerta lentamente provocando el sordo sonido de

la madera vieja, todo el mundo me lo deca, yo

tena la misma curiosidad que un gato. Halev me

lo haba dicho muchas veces, si no cuidaba donde

meta mis narices terminara muerta como los

gatos por mi curiosidad implacable.


11/176

11

Sin embargo estaba sola, era una zona pblica

que se encontraba quizs sin gente porque no era

usual que la gente visitara la azotea entre

semana. Dude un poco mientras senta mi coraznpresentir algo, no era miedo, no era un

presentimiento malo, pero haba algo que no me

dejaba entrar y ya. Hasta que sent que alguien

abra la puerta y escuchaba las risas de mis

amigas, me iban a encontrar!, entre al lugar y

cerr la puerta. Estaba ahora en una habitacin

muy oscura, haba trajes de alguna clase de

sacerdote, haba entrado al museo de la

religin. Todo el mundo deca que estos lugares

cargaban un ambiente muy pesado y fnebre, y

hasta ahora comprenda a lo que se referan, y

ciertamente ellos tenan razn, el lugar era muy

triste y sin vida.

Comenc a sentir un frio de ultratumba y a

sentir escalofros en mi espalda, eso era todo.

Tome el pomo de la puerta y sal de ah, misamigas estaban justo al otro de la puerta

mirando y riendo los cuadros que yo ya haba

observado. Me miraron con sorpresa por unos

segundos en lo que Marie se acercaba a m.

-Qu hay ah dentro?- pregunto mientras tomaba

el pomo de la puerta. Las dems la siguieron

mientras Halev me dedicaba una mirada de

reproche. Seguramente estara pensando que mehaba metido en problemas por mi curiosidad como

sola pasarme.

Con ellas en aquel lugar el lugar se volvi ms

alegre, en lo que seguamos juntas las flechas,

el lugar era ms inmenso que el museo anterior.

Comenzamos a descender por las escaleras del

corredor, a pesar de que yo no quera, haba


12/176

12

algo en aquel lugar que me provocaba demasiada

incomodidad, las escaleras estaban labradas en

piedra, demasiado estrechas para las dems, pero

no para mis pequeos pies, tenamos que avanzaruna por una pues el espacio cada vez se iba

encogiendo ms.

Llegamos a un lugar de ultratumba con

iluminacin verdosa, y fue ah donde Marie

comenz a sentir miedo, pero era demasiado

tarde, bamos todas muy juntas esperando no

encontrar nada. Haba viejos barrotes en las

paredes y se poda oler el olor a viejo y ahumedad, las paredes estaban llenas de moho,

comenzamos a caminar para encontrar las

escaleras, pero ya no estaban, o ms bien; ya no

sabamos dnde estaban. Vimos una luz amarilla

dentro de un marco, nos acercamos con Marie

enfrente mientras Halev deca que si apareca

alguien todas correramos, mis piernas estaban

llenas de adrenalina puesto que se aceleraron degolpe en un paso haciendo que las dems me

sujetaran y me callaran. Al entrar al marco slo

distinguimos a un seor del aseo quien colgaba

artefactos que reconoc como los que se usaban

en la santa inquisicin. Era el museo de la

tortura.

Mi corazn se tranquiliz cuando mi respiracin

lo hizo, me castigue severamente por haber sidotan cobarde. El seor nos rio por entrometernos

en un lugar que an no tena su inauguracin,

nos guio a la salida y por fin logramos salir de

aquel lugar.

Al salir el ambiente se notaba con una paz tan

amigable que todas mis amigas y yo nos sentamos

despus de la pequea aventura, simplemente esa


13/176

13

parte de la ciudad era el lugar perfecto. El sol

no quemaba, y en la sombra no haba frio. Mire

el cielo que ya empezaba a oscurecerse, tena el

ideal azul.

-Qu hora es?- pregunte como siempre lo haca.

-Son las- Marie guardo silencio en lo que

prenda su telfono celular, pronto se levant

de la pose de relajacin y tomo el celular de

Grayse.- No puede ser, son las 9:30!- Todas nos

levantamos asustadas y aturdidas.

-Me van a matar!, no, Me van a torturar!- dijo

Marie en lo que todas regresbamos a la

realidad.

-Ya me voy!, no puede ser estpido horario de

verano!- grite mientras me alejaba de ellas. Era

la verdad, siempre haba tenido problemas para

medir el tiempo, pero esta vez era algo ms

extremo. Esta vez el tiempo se haba pasado tanrpido, ni siquiera me senta en el mundo

terrenal de lo delicioso que era sentir una paz

genuina.

Tome el elevador de vuelta en lo que mis amigas

a lo lejos se ponan de acuerdo para irse

juntas, ellas vivan tan cerca de ah, y por

otra parte yo era la que viva muy, muy

retiradamente. Para mi desgracia esa clase no latombamos con Chicane que era la que viva por

mi rumbo, no me agradaba mucho pero me daba la

seguridad de viajar con un conocido. Ahora

estaba sola en la ciudad y ya era tarde, muy

tarde.

El elevador pareci demorar ms, mientras yo

revisaba mi celular para ver las muchas llamadas


14/176

14

que mi pap me habra dejado, pero no haba

nada, ni siquiera un mensaje, no haba nada. Me

extrao la circunstancia pues usualmente cuando

sala con Jesmani mi padre me marcaba a las 7 dela noche para decirme que ya era hora de llegar

a casa. La puerta se abri y sal disparada

corriendo fluidamente a pensar de todo lo que

llevaba en mi mochila en los hombros y los

zapatos no cmodos que me digne en usar.

La gente me vea correr mientras las seoras y

seores de edad avanzada me sonrean o me decan

buenas noches. Buenas noches, la frasemortfera de que llegando a mi casa mis padres

me regaaran.

La ciudad se vea diferente a esa hora, as que

cuando me met a la calle donde pasaba el

transporte decid caminar ms para tomarlo donde

transitaba ms gente, haba caminado tantas

veces por esas calles con mi amiga del grupo de

ajedrez, sin embargo esa noche todo era tan

extrao, los puestos ya haban cerrado y la luz

que ellos proporcionaban me haban abandonado.

Camine mientras miraba los letreros, pero

ninguno era el mo. Los conductores me miraban

con una sonrisa incomoda, mientras mi corazn me

deca que dejara de engaarme, yo saba que para

mi casa, la ultima hora de salida era a las ocho

de la noche, intentaba tener un milagro de algoque jams iba a ocurrir.

Pens en llamarle a mi padre y recibir la ria,

no me importaba, slo quera salir de las calles

de la ciudad que en el da era el lugar

apropiado y seguro, pero que por las noches era

inseguro y vulgar. Estaba por tomar el celular

cuando a lo lejos alcance a reconocer a mi


15/176

15

familia. Eran mis tos y tas que suban, corr

con cuidado por las piedras del suelo, dando

gracias al trfico que impeda que el transporte

avanzara. La ltima persona subi por la puertade frente mientras yo logre saltar por la puerta

trasera. Busque a mi familia en la oscuridad

cuando por fin los divise sentados, me acerque a

ellos y los salude, daba gracias al cielo de

contar con su ayuda, me senta tranquila.

-Hola, ta Este bus nos lleva a la casa?- la

salude mientras jadeaba mi miedo.

-Qu haces tan tarde aqu?- pregunto mi to

quien me sealaba un lugar.

-No vi la hora, este horario hace que me confi

por la poca luz que hay, adems ltimamente hay

luz hasta las nueve de la noche, eso no es

natural- dije mientras saludaba a los dems con

la mano.

-Bueno, pero este autobs no nos lleva a la

casa, nosotros vamos para otro lado, pero te

deja muy cerca- dijo mi otro to.

-Oh.

-Vas para la casa?- me pregunto mi ta en lo

que colocaba pensamientos en mi mente en blanco,

asent con la cabeza en lo que ella buscaba ensu gran bolso. -Me puedes comprar este

medicamento?, necesito ms, porque es para tu

to y para m, pides la de 500mg.

Asent con desconfianza, me estaban dejando a mi

suerte en la noche! sola, esos momentos hacan

que odiara a todos, a mi padre por jams

ensearme a manejar y a mi madre por ensearme a

que el mundo siempre iba a estar a mi


16/176

16

disposicin, yo no tena la necesidad de sufrir

esto, si mi padre no me hubiese acostumbrado a

llamarme cuando el tiempo de regreso lo

recurra, yo sera ms responsable.

Mi to me tendi dinero que tome, al menos ya

tena una solucin, poda gastar el dinero en un

taxi para llegar a mi casa y explicarle a mi

pap para que el me llevara a la farmacia

cmodamente en nuestro coche, o decirle a mi ta

que simplemente no la vendan sin receta,

despus de todo se vea que no iban a regresar

pronto.

Me tambalee de mi lugar para acercarme al

conductor, por mi mente pensaba que no haba

pagado, pero quizs con suerte el conductor lo

ignorara, de todas formas no saba a qu lugar

me haba trado.

-Me puede bajar aqu?- le dije con voz baja, si

algo amaba de mi rutina era que el autobs quetomaba era simple, lo tomaba justo frente a la

escuela y me bajaba en la ltima parada. No

deba hablar con el conductor ni con nadie ms.

-No.

-Bueno, me puede dejar en la esquina- le dije

recordando que las paradas slo eran cerca de la

esquina, me sostuve lo ms fuerte del tubo yespere a que el trfico se moviera. Cuando por

fin me abri las puertas baje apresuradamente

puesto que el conductor no se detuvo del todo,

estuve a punto de tropezar de no ser por la

mochila que hizo el contrapeso correcto para mi

equilibrio. Ya era completamente negro el cielo,

me invadi un pnico.


17/176

17

El lugar donde estaba ya me resultaba familiar,

sin embargo en la calle donde me haba metido no

haba trnsito de coches, ni quiera de taxis,

pens en tocar la puerta de una casa, pedirayuda o algo, pero quizs solo estaba

dramatizando.

Contine caminando mientras alzaba la frente y

escuchaba el eco de mis tacones por detrs para

cerciorarme que nadie me siguiera, la paranoia

me va a matar en todas las circunstancias en las

que me meta.

Camine sin rumbo hasta que note el gran letrero

iluminado por un diminuto foco, las palabras

decan farmacia. Entre al lugar puesto que no

saba dnde estaba o como llegar a mi casa, el

lugar estaba ms frio que la calle, las paredes

eran de un gris muy, pero muy inusual. El piso

era la cosa grotesca, tena lodo por todas

partes con la forma de unas botas gigantescas,

al menos el lugar estaba bien iluminado para que

buscara mi celular dentro de mi mochila.

Entre con la pequea campanilla sonando mi

llegada, ama el sonido de esas campanas de

viento, pero en esa circunstancia slo podan

alterarme ms de lo que ya estaba. Entro una

seora de avanzada edad mientras yo dispona una

de las mesas y sillas que tena enfrente.

-Buenas noches, disculpe las molestias pero

vengo en busca de un medicamento- dije aturdida

sin saber que ms decir, estaba muy nerviosa y

no conoca la razn para actuar de esa forma

desde que note que era demasiado tarde. La

seora solo me miro mientras asenta y miraba

hacia atrs, deje la mochila en la mesa y me


18/176

18

acerque a la seora con la caja que haba sacado

de mis bolsillos, la seora la vio y asinti.

Me dejo sola en lo que supona ella ira a

buscarla en la parte de atrs, saque las pocas

cosas que tena en la mochila buscando la

tarjeta de llamadas de emergencia que mi mam me

haba dado hace aos atrs, siempre la cargaba

por el hermoso diseo que tena de un bosque

seco, la verdad es que no comprenda cmo

funcionaban esas tarjetas, pero de algo deban

de servir.

Busque mi celular pero no lo halle, no estaba

por ningn lado, la maravilla de la tecnologa

segua odindome. Tome mi cabello con ambas

manos y lo apret con fuerza en lo que le

prometa a Dios no volver a salir con mis

amigas. Despus de mi drama mal hecho y la culpa

de recurrir a la religin cuando de verdad mi

destino no estaba en mis manos me golpeo tan

fuerte en la moral que estuve a punto de ponerme

a llorar justo ah.

Estaba estresada por todos los acontecimientos

hasta que sent vibrar mi celular, estaba hasta

el fondo de mi bolsillo delantero del pantaln,

me maldije a m misma y corr a contestarlo.

Ver el nombre de mi pap me tranquilizo

grotescamente que por primera vez alabe el poder

sentir mi propia respiracin relajarse.

-Dnde andas?- fue lo primero que me dijo.

-Estoy en una farmacia, quien sabe dnde; me

encontr con mi ta que me pidi que fuera a

comprarle un medicamento, s que estoy cerca de

la casa, pero simplemente no se ubicarme fuera


19/176

19

de mis rutas- dije penosamente mientras

escuchaba el suspiro frustrado de mi pap.

-Toma un taxi, lo pagas aqu.

-S, ya voy para la casa; no te preocupes- el

colg, estaba enojado y yo lo saba, quizs lo

mejor era llamarle a mi mam para evitar que mi

padre se pasara en el regao, pero viendo la

hora y la forma irresponsable con la que haba

actuado, ambos estaran lanzando fuego por los

ojos. Estaba perdida tanto en camino como en

futuro.

La seora se demor unos diez minutos ms,

mientras el nico sonido era las manecillas de

un reloj que no estaba a la vista; despus de

una eternidad el sonido de unas cajas movindose

llamo mi atencin, me levante de la silla y fui

hacia el mostrador.

-Seora?- dije con el tono de voz que siempretena cuando participaba en clase, ese tono de

inseguridad. La luz se apag y mi corazn se

dispar para comenzar a latir de una forma

vibrante. Mis ojos se empaaron por el miedo, el

silencio se llen completamente, el reloj ya ni

siquiera sonaba. No saba que era peor.

Toque el frio vidrio del estante en lo que

esperaba que la seora llegara con una vela y uncomentario agradable sobre la falta de luz, un

chiste o una disculpa por la tardanza, pero no

ocurra nada.

-Seora!- alce la voz, pero no recib

respuesta, mi mente se comenzaba a enojar por

toda esa falsa situacin. Tome mi mochila y me

dispuse a ir, estaba tan enojada que slo


20/176

20

consegu serrar el cierre, mire la libreta que

tena en la mano y la acaricie, simplemente ese

no era mi da.

Pensar que me hubiese gustado ms hacer planes

con Jesmani para que mis padres me prestaran ms

atencin, haberme ido directamente a mi casa

despus de la escuela, todo eso llenaba mi

mente, pero saba que el tiempo del hubiera no

exista. Estaba al borde de los 20 aos sin

embargo mi mente segua actuando como de 15, y

muchas veces de 10 aos. Pero haba algo en ese

lugar que comenz a alterarme, no era laparanoia de hace un rato, no era incertidumbre,

era un presentimiento que me gritaba que me

fuera de ah, era estar frente a frente con el

miedo. Casi poda jurar que a tres pasos ms,

poda tocarlo.

Volv al mostrador para recoger las pastillas

que la seora haba sacado de la caja que le di,

lo bueno era que no perda nada y ella perda a

una clienta.

Gire para atrs cuando algo me golpeo en la

cabeza, mi visin se volvi borrosa mientras

dejaba todo lo que sostena en el piso, para

poder sostener mi cabeza con ambas manos, me

dola la ceja y poda sentir como si sangre

brotara de mi cabeza, la sobe con mis dedosesperando sentir sangre, pero por milagro no

estaba sangrando.

Me hinque para quitarme la mochila de los

hombros pero un fuerte dolor sigui a este,

alguien me estaba abrazando fuertemente,

aturdida pude ver que era un hombre mucho ms

alto que yo y obeso, tan obeso que fcilmente yo

poda ser una pequea parte de su cuerpo, me


21/176

21

sostuvo por el cuello mientras me arrojaba

contra la pared, slo poda sentir el golpe, que

no era nada en comparacin con el sonido que

resultaba.

Grite al segundo golpe. Me estaba golpeando con

un objeto de metal ahora en las piernas, sostuve

mi cuerpo lo ms tieso que lograba, protega mi

cabeza con mis brazos, pero poco fue de ayuda.

Aquel hombre me sostuvo y me levanto con tanta

facilidad que solo comenc a moverme para

librarme.

Me iba a matar, yo lo saba. Comenz a caminar

jalndome de mis pies, sostenerme con las uas

haba sido intil porque el piso era demasiado

resbaladizo y liso como para evitar que me

llevara a la parte de atrs.

Las miles de cajas de medicamentos estaban por

ah mientras el hombre me aventaba violentamente

hacia un pequeo espacio, mi labio sangrabahinchado y poda jurar que tena abierta la

ceja, quera llorar pero no poda, no me poda

permitir rendirme.

Tantas veces que hablaba de estas situaciones

con mis amigas por la inseguridad que nos

atormentaba, tantas veces que mi mejor amiga

intentaba ensearme como defenderme, no poda

malgastarlas en solo llorar. Pero las cosas

siempre eran diferentes, las personas siempre

estaban enfermas de algo, los miedos siempre

atacaban de diferente forma y las cosas siempre

eran ms fciles de decir que de hacer.

El hombre me jalo del cabello hasta arrancarme

un gran mechn que me doli ms que todos los

golpes, todas las fibras de mi ser estaban


22/176

22

despiertas, y podan sentir el dolor de los

golpes, me guio hacia un ropero en la parte de

atrs, cmo era posible que nadie escuchara los

golpes, mis gritos, los vidrios rotos?

Tras aventarme adentro de la pequea caja de

madera, lo cerr colocando algo sobre la puerta

para que no pudiese salir. No haba escuchado al

hombre decir ni una sola palabra hasta ese

momento, su voz fue demasiado fra y demasiado

leve en susurro que solo comprend la palabra

te.

Te matare?, te violare?, te degollare?, te

vender?, te morirs?, te dejare?... Miles de

preguntas que podan iniciar con esa palabra y

sin duda todas eran sobre el mismo tema, yo iba

a morir.

Pegue mi cuerpo a la pared mientras senta mis

partes ms afectadas, mi cabeza estaba adolorida

por los mltiples golpes pero no sangraba, debade calmarme para bajar mi presin y evitar

alguna lesin a mi cerebro, mi ceja no paraba de

sangrar, hasta que antihiginicamente comenc a

colocar saliva con mi dedo que a mi

consideracin era el ms limpio.

Mi labio lo chupe saboreando el metlico sabor

de mi sangre, arda pero era la nica forma de

romper la bolsa pequea de sangre que se haba

creado, cuando trono gem ante el dolor.

Las dems partes de mi cuerpo haban resistido

mejor a los golpes, estaba adolorida pero poda

actuar cuando la situacin lo requiriera, tantee

en el suelo esperando encontrar algo para poder

defenderme, no tena uas para poder arrancarle

los ojos o mnimo rasguarle la cara, pero poda


23/176

23

morderlo, en el frio suelo sent algo que se

movi de lugar, toque mi mano en desesperacin

imaginando que haba sido una araa.

Las araas son amigas, me repet

frenticamente mientras ms lgrimas resbalaban

por mis mejillas, me limpie la nariz con la

manga de mi suter.

En el fondo sent una pluma llena de telaraas y

polvo, la tome en mis manos y me imagine las

posibilidades con ella, la guarde dentro de mi

manga y pegue la pared con mi cabeza mientrastemblaba, me sum en el sueo a pesar de todo el

dolor que senta.

Me despertaba por el sonido de los pocos coches

que pasaban por ah, poda escuchar sus llantas

al frenar por el hoyo que estaba enfrente, a los

primeros dos les gritaba tan fuerte hasta que

senta que me araaba mis cuerdas vocales, pero

no pasaba nada. Al tercer intento el hombregolpeo tan fuerte la puerta de metal que el

sonido me provoco que la cabeza me doliera ms.

Comenc a recordar cuando entre al curso de

tanatologa por parte de la escuela como salud

emocional, la primer tarea que nos haban dejado

era narrar la muerte de un ser querido, yo haba

escrito sobre la muerte de mi primer amor

Anthony, lo haba narrado tan cruel y tan

dramtico que aun en esa situacin las lgrimas

salan de mi rostro, si eso llegara a pasar, yo

no sabra si ira a verlo en esa situacin, no

hubiese querido llevarme esa ltima imagen de el

en mi cabeza, habra hecho un escndalo llorando

por todas partes esperando que ms de la mitad

del mundo me abrazara, le jurara en su tumba

que jams me iba a rendir, golpeara las paredes


24/176

24

hasta sangrarme los nudillos y jams seria la

misma.

Pero ah no se trataba del l, ni de nadie ms,

se trataba de m, slo de m. La simple idea de

imaginar mi muerte fue la peor tortura, quin

ira?, quin me llorara?

Cambiara algo mi muerte?, pero no saba la

respuesta de ninguna y eso era el peor

sentimiento. Mis padres qu haran?, Cmo

lograran encontrar mi cuerpo?, Jesmani?

La sola idea de pensar en que no volvera a

verlo me quebr, romp en un desgarrador llanto,

uno se puede preguntar qu ocurre cuando se

muere, pero no se puede saber cmo actuaran los

dems, sin embargo puedes imaginar que quizs el

respiro que estas teniendo puede ser el ltimo y

ver como desperdiciaste tu vida

Esperaba el sonido de mi celular por mi pappreocupado pero lo ms seguro era que lo haba

silenciado. Espere un poco ms hasta que en mi

absurdo cansancio cerr los ojos para no

abrirlos ms.


25/176

25

Captulo 2

Evasin

Estaba muriendo de frio cuando escuche que el

hombre alejaba lo que tena sobre la puerta,

haba sangre coagulada debajo de m, sin embargo

saba que no era ma, la luz golpeo en mis

pupilas cegndome por completo, mientras notaba

que tena un ojo hinchado porque seguramente laherida de la ceja se me haba infectado, mi piel

estaba ms plida que lo normal y mi cabeza

dola, el hombre me arrastro de nuevo por el

piso mientras yo luchaba por mover una parte de

mi cuerpo, sin embargo me encontraba toda

entumecida.

Me dejo tirada en el suelo mientras me dedicaba

una mirada sdica y perversa, sus ojos parecan

amarillos, pero qu cosas digo!, tan mal me

encuentro que mis ojos me engaan. Tena mucha

sed y tena hambre, pero el slo hecho de

colocarme en posicin fetal hizo que algunos de

mis huesos de la espalda tronaran, el hombre se

regres a m y me pateo el rin, grite y llore

ms mientras comenzaba a implorarle.

-Por favor, por favor, por lo que ms quiera,

Se lo suplico!, djeme ir, Por favor!- repeta

mientras mi garganta quemaba, mi estmago se

contraa, mis pulmones aspiraban grotescamente

aire y mis ojos se humedecan ms.

l slo solt una carcajada.


26/176

26

Haba estudiado psicologa, si el hombre actuaba

as era porque le gustaban las suplicas,

disfrutaba el dolor de las dems personas, as

que trate de guardar silencio y parecer lo msdesinteresada, aunque la idea sonara estpida,

era lo nico que poda hacer. El pareci

responder pues fue a mirarme mientras yo mord

mi lengua para no gritarle las palabras que mi

mente aullaba, poda ver las facciones del

seor, era demasiado gordo y feo. Me daba asco,

me daba miedo y me iba a dar muerte.

Se alej lo suficiente de m, como para quepudiese escapar, el dolor ya no lo senta tan

fuerte, me levante poco a poco ahogando gemidos

de dolor, hasta que pude sentarme, l no estaba

en la habitacin, era el momento de huir.

Visualice la salida y me levante, comenc a

caminar hasta que sent una mano en mi tobillo,

me jalo tan fuerte que termine en el piso, de no

ser porque puse las manos me hubiese pegadofuertemente en la cabeza de nuevo, el muy hijo

de perra lo haba planeado todo!, yo era su

juguete, y se estaba divirtiendo!

Comenz a jalarme del pantaln hacia la parte

hueca del silln, mientras yo chillaba

frenticamente. Qu haba peor que la muerte?,

la tortura. Y para toda mujer la tortura tiene

que ver con el cuerpo fsico y el mental, en elmundo siempre haba violencia psicolgica hacia

la mujer, siempre haba estereotipos que formar

con ella, como hacerla de menos, en pleno siglo

XXI no se lograba la equidad, ni mucho menos la

igualdad. Pero la forma de joder a una mujer

completamente era abusando de ella.


27/176

27

-Vomita- me dijo la voz de Marie en mi cabeza,

en aquel coloquio de historia latina, en lugar

de escuchar al profesor relatar eso, me haba

dicho que cuando alguien intentara violartevomitaras.

Dude mucho el hacerlo, no saba cmo vomitar, y

las palabras de Halev llegaban como contradanza

hacia m.

-Y si el tipo est enfermo y le gusta el

vmito?- Era una idea grotesca, pero saba que

las filias eran comunes en las personas con laescala de perversos sdicos, y tambin sabaque

aquel hombre haba matado a ms de una persona,

lo saba muy dentro de m. En el mundo haba

gente enferma, gente perversa y gente hipcrita.

Lo patee en la cara y me solt por unos

momentos, pero no fui lo suficientemente rpida

como para dejar que el hombre estirara su mano y

volviera a pescar mi tobillo, lo mordi sinhacer presin y sentir su saliva me lleno de

asco.

Slo necesite sentir ese asco para vomitarme, me

premie mentalmente por haberlo logrado sin mucho

esfuerzo, ahora slo imaginaba a Marie en mi

mente sonrindome con preocupacin. El hombre

gruo y me golpeo directamente en las costillas,

sintiendo cristales que haba olvidado, de la

noche anterior, comenc a sangrar.

Gritaba tan fuerte como mis pulmones me lo

permitan y lloriqueaba mientras vea mi vida

pasar, todas las cosas que no haba logrado, las

situaciones que me hubiesen cambiado, las miles

de cosas que nunca llegara a ver. La luz estaba

escapando de mis ojos.


28/176

28

El hombre comenz a subirse sobre mis piernas,

era demasiado gordo y ola mal. Apretaba su

cuerpo contra el mo en el suelo mientras yo me

retorca por lograr que se alejara de m, peroera demasiado pesado para mis pequeas fuerzas.

Aplastaba todos mis huesos adoloridos, mientras

sus manos comenzaban a recorrer mi cuello, hasta

que lo mordi tan fuertemente que solo poda

gritar dolorosamente, su risa pervertida me

golpeaba en el ego de que reaccionaba de la

forma en la que l quera. Pero no podan callar

los gritos que mi cuerpo y mi mente

sintonizaban.

Hasta que en un movimiento sent la pluma que

haba guardado en mi manga, tena un solo

intento, y desconoca si la pluma tena la punta

o solo era el envoltorio, as que solo contara

con un movimiento, por lo que el cuello era mi

mejor punto, si fallaba estaba segura que se

enfadara tanto como para romperme el cuello ymatarme; el hombre comenz a bajar sus manos por

mi espalda y justo cuando tomo mis caderas para

voltearme, tome la pluma y se la clave justo en

el cuello.

Se levant tan rpido que dude si salir

corriendo o no. Presa de la adrenalina que

tena, me levante rpido y comenc a correr

hacia la salida, haba observado la habitacincomo para evitar tropezarme con las latas que

estaban en el suelo, cuando avente la puerta de

la farmacia y sent el viento en mi cara sent

una liberacin, quera gritar y avisarle a todo

el mundo.

-Este hombre intent violarme!- pero cada que

abra la boca el aire me haca falta. Slo


29/176

29

segua corriendo por la calle donde haba

caminado la noche anterior mientras senta que

el hombre me segua.

A lo lejos, en la esquina vea a mi hermana que

estaba esperando el autobs, reconoca todo por

la luz del da que eran cerca de las dos de la

tarde, ella me miro mientras se llevaba la mano

a la boca, quera abrazarla y llorar pero no

poda desperdiciar tiempo, la tome de la mano y

le dije que corriera, ella no quera avanzar, no

crea en mi palabra hasta que el hombre obeso se

acercaba cojeando a donde estbamos, ella lomiro y comenz a correr conmigo, aquel hombre

era lento por su condicin a pesar que mis

zapatillas eran altas, poda correr mejor que

l, de no ser porque todo mi cuerpo gritaba que

parara.

Mi hermana me gritaba que siguiera cuando

reconoc el lugar; mi estupidez no me haba

permitido reconocer que estaba mximo a dos

kilmetros de mi casa, de mi hogar. Continuamos

corriendo hasta que mi hermana entro a un local

de mecnicos donde reconoc nuestro coche.

Comenzaron a salir chicos, hombres y mujeres del

lugar, me vieron con asombro cuando vieron que

el seor obeso gritaba que regresara, camine

jadeando al lugar donde me ayudaron asostenerme, un chico me cargaba en lo que las

mujeres daban gracias a Dios.

Los hombres se colocaron en muralla hacia m,

mientras el obeso iba deteniendo el paso,

mientras maldeca y solt un grito con una voz

gutural. Me vea con ojos infernales, estaba tan

hipnotizada por el miedo que no pude notar

cuando sac una pistola negra de su bolsillo.


30/176

30

Pego la pistola a su pecho, comenc a llorar

ms, cuando vi que mi padre llegaba del otro

extremo de la calle. l lo miro mientras

estudiaba el pnico que reflejaba mi rostro.Framente le apunto con el arma con una sonrisa

mortfera.

Maldita sea mi suerte!, Maldita sea mi vida!,

Maldita sea todas mis decisiones!

Aguante la respiracin mientras mis ojos se

cristalizaron ms, mis mejillas ya ardan de lo

secas que estaban por toda la sal que tenan.

Contaba los latidos de mi corazn que sonaban en

mis odos mientras senta que mi cabeza se haca

cada vez ms fuerte.

Hice que el chico que me tena en brazos me

bajara al suelo, el me sostuvo del brazo, pero

poda ver por su expresin que tambin tema por

seguramente su padre que estaba como escudohumano frente a nosotros.

Nadie deba de perder la vida por m, y

prcticamente la mayora pensaba lo mismo que yo

porque me abrieron paso vindome.

El hombre apunto hacia m, haba soado tantas

veces con una situacin similar.

Toda la suma de mis pesadillas fueron invitadas

para que esa cosa maloliente las convirtiera en

realidad ah, justo en ese momento y justo

ahora. Absolutamente no me importaba que me

disparara, al menos se hara justicia si se

atreva a disparar, pero despus cambio la

direccin y le apunto a mi hermana.


31/176

31

Mis pesadillas siempre han sido sobre tres

cosas:

La primera que me atormentaba de nia era que me

obligaban a casarme con un hombre mucho mayor

que yo.

La segunda era el sacrificio, y vaya que era una

sacrificada por todos.

Y la tercera era siempre sobre perder a mis

seres queridos, no importaba la situacin,

perderlos era la mayor tortura que yo poda

sufrir.

La voz de un pequeo nio me saco de mi dolor

interno, era moreno y an ms pequeo que yo,

tena una playera azul sucia y me pareca que

tuviese los ojos de color rojos, pero quite la

vista al sentir que me sangraba la nariz.

-Te reto a que hagas lo mismo que yo- le dijo

sin prembulos.

-T te atreves a retarme?, me da igual. Acepto-

su voz era varonil, pero slo poda producirme

escalofros.

Todos voltearon hacia el nio quien sacaba un

arma de la parte baja del mueble, me acerque al

chico y le pregunte quien era mientras me

sostena de nuevo, l no supo contestarme.

Todos tenan miedo como yo, nadie saba que era

lo que estaba a punto de ocurrir, pero por

alguna razn sent que las cosas que estaban por

pasar eran slo el principio. El chico coloco

el arma y lo apunto hacia el cielo, se escuch

un disparo.


32/176

32

El hombre tomo el arma e imito sus movimientos

en perfeccin de ngulo y cronolgicamente

exactos.

El hombre sonri y disparo hacia una lata que

estaba en el suelo, todos saltamos. Por qu no

slo lo mataban y ya?

El nio lo imito a la perfeccin y le disparo

justo en el agujero que ya estaba en la lata.

Todos aguantaron la respiracin, el nio acto

seguido tomo el arma y le apunto al hombre, mi

cerebro gritaba frenticamente S!, mtalo!,mtalo ya!

Todos se tomaban de la mano, yo morda mi labio

mientras mis uas sujetaban fuertemente el borde

de mi suter, el nio cambio el ngulo del arma

y se apunt hacia la mejilla. Cerr los ojos

aguantando un grito de terror.

Se escuch un disparo, abr los ojos mirando aunel suelo mientras escuchaba a las dems mujeres

gritar, lentamente iba subiendo la mirada para

encontrarme con que el pequeo nio haba

sobrevivido. La bala haba traspasado su mejilla

desfigurndolo. El hombre hizo lo mismo.

Mtalo! Grito el seor, ms grande mientras

todos pensbamos que alguien por fin haba

tenido el valor de gritarlo. Pero era el turnodel hombre, y todos retrocedimos un paso.

-Mu Valente- creo que a lo que se refera era

sobre el valor del nio, sin embargo la sangre

empapaba su camisa sucia ocultando mi sangre.

Apenas haba notado que todas las manchas de su

camisa eran de m sangre, mire hacia abajo y fue

cuando note que tena un pequeo charco de


33/176

33

sangre que provena de m. Si esto no acababa

pronto me iba a morir desangrada.

El hombre apuntaba a su cabeza, me dedico una

sonrisa y murmuro las palabras que entend como

Tantibus, acto seguido se dispar y cay

muerto sobre el suelo, su cuerpo tuvo el reflejo

de convulsionarse mientras escupa sangre.

Todos miramos al nio para negar con la cabeza,

el nio se qued mirando al hombre y despus

todo se volvi negro.


34/176

34

Captulo 3

Gimoteo

Despert en una habitacin completamente blanca,

era clsico que fuese un hospital.

Escuchaba el pitido de mi corazn en la mquina

de alado, la luz blanca me molestaba y resecaba

ms los ojos, senta todas las vendas apretar mi

cuerpo, las cintas sobre mis cortes en la cara y

el yeso de mi dorso, tena un collarn y la

horrible sonda clavada en mi brazo.

Mis lgrimas cayeron por mi mejilla una vez

ms al recordar todo lo que haba sucedido, no

tena mente de cunto tiempo haba pasado, me

senta igual de mal o peor.

Sent la presencia de alguien, pero me era

imposible mover el cuerpo, intente ver por el

rabillo del ojo, pero el intento fue dbil.

Abr mis labios secos y pregunte quien era, al

inicio no tuve respuesta hasta que logre ver que

era mi madre, estaba hinchada de la cara por

tanto llorar, se acerc cautelosamente a m y

tomo mi mano.

Las lgrimas dejaron de brotarme, y slo logre

hacer un ruido con la boca, me abrazo y por fin

sent el abrazo clido de alguien.

-Tus amigos estn aqu, todos no hemos podido

despegarnos de aqu- me dijo mientras acomodaba

mi cabello. -No te podas rendir tan fcil

verdad?- dijo mi mam.


35/176

35

No entend su comentario, la mire pero estaba

demasiado cansada a pensar de que haba dormido

seguramente ms de lo que deba.

-Tienes los labios desechos, me has sorprendido

mucho a m, pero en especial a todos, resististe

tanto, pequea.

-Pueden entrar mis amigos?- dije roncamente,

senta mi garganta como si hubiese sido

entubada. Mi madre me miro y asinti.

Entraron mis amigas a abrazarme y dejarme

flores, amaba las flores y hacan ponerme

sentimental, me abrazaron y hablaron sobre las

peores vacaciones que haban tenido.

Primero me reclamaron el haber cometido

estupideces aunque la verdad los pocos recuerdos

que tena eran muy oscuros, la mayora haban

ocurrido por la noche y para m eso era una

bendicin, en primera la oscuridad permitaocultar verdades que no necesitaba ver.

Como la posible araa que haba acariciado.

Les ped que me contaran todo. Marie tomo la

palabra primero.

-Te fuiste corriendo y para todas fue normal,

despus t hermana comenz a preguntarnos por

internet donde estabas, era media noche as que

todos supusimos que algo te haba pasado.

Todo el mundo empez a preocuparse, compartan

tu foto por todos los medios, y la mayora llamo

a la polica tanto que los policas nos decan

que si llambamos por ti, no se poda hacer nada

hasta despus de 48 horas, pero ya sabes, nadie

hizo caso.


36/176

36

Despus se corri el rumor de que estabas con

tus tos, pero era difcil de localizarlos,

nadie saba dnde estaban ellos por eso todos

pensaron que te habas ido con ellos.

Comenzamos a enojarnos por tu irresponsabilidad

de no avisarnos, pero ya sabes- se detuvo.

-T siempre tienes la maana de avisarle a tu

pap donde andas, as que esa respuesta no nos

convenci, seguimos buscndote en el centro.

-Puedes creer que nadie te haba visto!- grito

Marie.

-Marie, eran la una de la madrugada, a esa hora

no haba nadie ms que los pobres que tienen el

turno- dijo Grayse

-Lo feo empez cuando fueron las tres de la

maana, tus tos llegaron y nadie saba dnde

estabas, ahora confirmadamente.

Llamaron a la polica y dijeron que no podan

hacer nada

-Estpida e intil polica buena para nada,

Harry, Por qu no le partiste la cara?- dijo

Halev.

Slo alce los hombros, yo no era una mujer con

muchas fuerzas, todo estaba en mi ingenio.

-Djala, est aqu con nosotros, fcilmente el

hombre aquel pudo- todas se quedaron calladas

mientras yo me retorca de la incomodidad, no

haba faltado nada para que eso ocurriera. Sin

duda le iba a hacer un monumento a la pluma que

me permiti salir corriendo.


37/176

37

Benditas sean las plumas!, las mejores armas de

proteccin personal.

-Bueno, tu mam comenz a llamar a todos y

prcticamente muchas personas comenzaron a

buscarte, pero ni siquiera sabamos por dnde

buscarte, tus tos dijeron que te habas bajado

muy cerca de tu casa, pero haban tantas

posibilidades que simplemente todo el mundo

entro en pnico.

-Te pudieron secuestrar y llevarte a mil

lugares.

-Yo tengo una duda Harry, T curiosidad te

meti en este aprieto?- dijo Halev

Negu con la cabeza a lo que ella agrego con

mucha severidad Fue culpa de la

responsabilidad de comprar el medicamento,

Harry!, por dios, no puedes dejar de pensar en

los dems, deberas estar ms al pendiente deti.

Marie la vio cruelmente en lo que se sentaba al

lado de mi -Bueno, eran las cinco de la maana

cuando a Jesmani se le ocurri rastrear tu

telfono- Mis ojos cambiaron cuando lo menciono,

tena ganas de llorar, quera verlo, necesitaba

verlo, su abrazo era el que ms anhelaba, quera

llorar con el sin que me preguntara nada.

-T hermana lo rastreo con dificultad, la seal

por satlite se perdi toda la noche, fue hasta

las doce del da siguiente cuando la seal tomo

fuerza, tu hermana la vio y se fue directamente

al lugar, claro que cuando supimos que haba

pasado eso la rieron muy fuerte, pensamos que

te haban secuestrado, y era peligroso que ella


38/176

38

fuese sola. Ella estaba esperando a que la

polica y todos llegramos cerca del lugar, fue

una sorpresa para todos que llegaras corriendo.

-Eres la chica ms fuerte que hemos visto, tus

heridas eran tan graves, el dolor que debiste

sentir- Marie me abrazo y yo comenc a llorar.

-Qu tengo?, y qu tanto tiempo ha pasado?-

dije.

-Tuviste hematomas en el cerebro, tuvieron que

hacer una microciruga para retirarlos, todo

sali bien y no debieron quitarte tanto cabello,

creo que el perro te arranco un mechn, por ah

lograron ya sabes, abrirte- Grayse la golpeo

-De lo dems tuviste muchos vidrios incrustados

por todo tu cuerpo, sobre todo en el costado, te

rompi una costilla que estuvo a punto de

perforarte un rgano, tienes muchos moretones en

las piernas, Harry!, es bueno tenerte connosotras- me abrazo y lloro mientras yo la

abrazaba.

-Cambiando de tema, lo del vomito funciono?-

Marie sonri mientras yo intentaba no rer,

dola incluso respirar y la risa era algo que

ansiaba poder hacer sin dolor.

-Yo- dude un poco antes de comenzar -Dndeest Jesmani?- baje la mirada mientras esperaba

una respuesta

-Despus de que te encontraron no se sabe nada

de l- todas esperaron mi reaccin, pero no mov

ningn musculo. Sonre y cerr los ojos.

-Nos contaras que pas?- Harley irrumpi el

silencio.


39/176

39

-Pues, ya saben. Slo corr para tomar el bus,

no pasaba as que reconoc a mis tos, me

dijeron que ellos iban a otro lado, me mandaron

a una farmacia, no saba dnde estaba as quecamine, llegue a una y pens en pedir un poco de

indicaciones, la seora se fue y la luz se fue-

-Ya declaraste con la polica?- me

interrumpieron.

-Esos intiles no van a hacer nada- Dijo Harley

Negu con la cabeza, simplemente quera olvidar

todo, pero las imgenes del disparo que se haba

dado y la ltima mirada que me daba me helo la

piel. No quera recordar nada de eso.

-No quieres recordar nada verdad?- dijo Grayse.

Acomode mi cabeza en la almohada y record la

noche que pase en el closet. Mis amigas se

despidieron de m pues creyeron conveniente que

descansara porque ya no poda mantener los ojos

abiertos.

La realidad era que no quera recordar nada, me

daba asco, miedo y tena el presentimiento de

que, algo no estaba bien.

Gimotee mientras abrazaba con un brazo la

almohada, estaba postrada en una cama; pero al

menos estaba viva y eso deba ser bueno.

Lo era?

Cerr los ojos mientras escuchaba entrar a las

enfermeras.


40/176

40

Despert con la cabeza dndome vueltas, tena

ganas de vomitar y tena la boca totalmente seca

y partida, vi que unas personas vestidas deblanco rodeaban una cama que estaba a mi lado.

Me asuste tanto que me mov violentamente

causndome dolor en todas mis extremidades,

intente levantarme pero el dolor no me dejaba

mover ms, era mil veces peor que cuando fueron

producidos los golpes. Una de las personas de

blanco, una mujer, volte hacia m y luego se me

acerc.

- No intente levantarse! Me grito con una voz

tan fuerte que slo logro inmovilizarme -Se le

puede abrir la operacin - me dijo la mujer. En

ese momento record; segua internada en un

hospital. Sola dormir tanprofundo que

despertaba confundida.

El otro ocupante de la habitacin, que por

alguna razn no lograba recordar estaba mal, a

decir verdad, el hospital donde ahora me

encontraba me era totalmente desconocido, me

abre puesto tan mal que me tuvieron que

trasladar?, los gritos de un doctor que

intentaba revivir a mi compaero de habitacin

me saco de mis pensamientos. El doctor dej de

insistir, cuando mire la escena, se volvi

hacia una enfermera y le dijo que anotara lahora del fallecimiento. Le cubrieron la cabeza

con la sbana y el mdico se march con la

mirada baja. La idea de compartir la habitacin

con un recin fallecido revolvi mi estmago.

La muerte siempre vive a espaldas de nosotros,

pero es slo cuando cruzas la pequea lnea que


41/176

41

separa a la vida de la muerte, cuando tomas

conciencia de su presencia.

Cuando los otros se iban a marchar les pregunte

con mi voz lastimosa, no me gustaba como sonaba

mi voz, pero agradeca el poder hacerlo an,

tantos gritos y lamentos fcilmente podan

haberme roto una cuerda vocal, pero segua viva

y deba apresar cada respiracin que saliera de

mis pulmones que aun quemaban.

- No se van a llevar al cuerpo?

- Ahora va a venir alguien para llevarlo a la

morgue. Usted qudese tranquila, slo ser un

momento - y dicho esto la enfermera sali de la

habitacin. Me senta tan estpida de mejor

preocuparme por la otra persona que por m,

acaso no haban notado que estaba despierta?,

no saba cunto tiempo me haba quedado dormida,

ni siquiera saba si mi familia estaba afuera.

Volte hacia el cuerpo inerte que tena al lado.

El hombre estaba en la habitacin desde el da

anterior, vindolo poda recordar que haba

conversado con l unas horas atrs, y ahora

estaba muerto. Pero quizs mi imaginacin me

estaba volviendo loca, no pude haber estado

hablando con el cundo ni siquiera saba dnde

estaba.

Era demasiado para mi cabeza, tantos roces cerca

de la muerte me hacan tener miedo de exhalar

por pensar que podra ser el ltimo respiro que

saliera de m. Segua sin saber mi estado

despus del trauma que sufr.

Antes de todo lo sucedido yo era una simple

persona que saba que iba a morir algn da,


42/176

42

aunque siempre imagine mi muerte siendo vieja y

dormida Ahora saba que las carreteras de la

vida no solo eran en fija direccin, haba

centenares de formas de morir. Increble depensar que la vida te diriga a la muerte.

Ya me haba sumergido en las oscuras reflexiones

que nos asaltan cuando estamos ante la muerte,

pero un gritero que lleg desde el pasillo hizo

que girara la cabeza rumbo a la puerta. Haban

pasado los minutos y an no venan a llevarse al

cuerpo. Algunas personas cruzaron corriendo

frente a la puerta; algo pasaba.

Llegaron hasta la habitacin verdaderos gritos

de terror, y de pasos corriendo frenticamente,

golpes de puertas, alaridos. Mi corazn comenz

a latir rpidamente mientras rogaba al cielo que

parara estas circunstancias, era demasiado dolor

para una persona que senta que slo haban

pasado tres das, basta!, gritaba mientrasmova la cabeza con desesperacin. Mtenme!,

grite pero no era cierto, no quera morir. Slo

quera paz.

Paso mucho tiempo y pese a que mi maquina se

agito por el mal estado de mi corazn, nadie

llego. Estaba sola de nuevo, como aquel da

Fuera del hospital la noche se llen debocinazos, sirenas, frenadas, todos esos sonidos

se mezclaban con los gritos histricos de gente

que hua despavorida. Mi imaginacin se qued

bloqueada, el destino era la figura ms

confundible del mundo, un da podas seguir

vivo, otro ganarle a la muerte y al siguiente

esta podra alcanzarte. Que pase lo que deba de


43/176

43

pasar pens mientras lloraba, era demasiado para

mi me renda.

Sin importarme el dolor que milagrosamente deje

de sentir, me ergu sobre la cama, escuchaba

todo aquel caos sin comprender qu pasaba, lo

que me asustaba ms. Comenc a sentir olor a

humo, y de pronto la luz se cort, dejndome a

oscuras, de nuevo. El recuerdo hizo que tomara

mi mueca fuertemente. Entonces supuse que todo

el escndalo era por un incendio, mi mente

asinti premindome mientras morda mi labio.

Haciendo un gran esfuerzo consegu levantarme.

Busque la pared extendiendo los brazos, y al

encontrarla camine vacilante hasta la puerta. Ya

haba encontrado el picaporte cuando escuche que

alguien atravesaba el corredor a los gritos,

diciendo:

- Los muertos han revivido! Nos invaden loszombis! - en ese instante me acorde de mi

compaero de cuarto, y al ladear la cabeza

escuch que unos pies descalzos corran hacia

mi


44/176

44

Captulo 4

Congoja

Despert gritando mientras senta lagrimasrecorrer mi rostro y el dolor de las costillas

al oprimir mis pulmones por la falta de aire.

Apresuradamente entraron las enfermeras a

sostener mis brazos mientras me lamentaba e

intentaba alejarme de todas ellas, al menos deb

de haber golpeado a una en la cara.

Estaba muerto, mi compaero estaba muerto e iba

a matarme. Grite ms en desesperacin cuando un

hombre con bata entraba corriendo mientras

sostena una jeringa, grite a pesar de sentir

acido en los pulmones, despus de que el doctor

colocara la jeringa en mi suero todo se volva

negro, me haban vuelto a sosegar.

Poda escuchar todo a m alrededor, estabaconsciente de lo que ocurra, pero el cuerpo no

reaccionaba, quera abrir mis ojos pero no

poda, mover mis brazos o pies pero no me

respondan, slo poda escuchar y poda pensar.

Escuche las voces de mis padres entrando y

sentir el calor de una mano en mi rostro, quera

reaccionar pero no poda, era tan frustrante

como tener la impotencia de no logar nada.

-Sigue alterada, creo que sufre pesadillas de lo

sucedido, es un trauma que ocurre cuando no se

puede superar lo sucedido, necesitara ayuda

psicolgica- escuche la voz de un hombre maduro,

seguramente era el mdico.

-Estar bien?- escuche la voz de alguien ajeno

a mis conocidos, no conoca la voz, quin era?


45/176

45

-S, esta sanando bien de sus hematomas, y el

que est pasando por estos pasos mentales

significan que su cerebro est procesando toda

la informacin, fue muy afortunada; la mayorano resiste tanto, por suerte es joven y

saludable- sent el frio estetoscopio tocar el

inicio de mi busto, no poda soportar que me

tocara, quera mover mi cuerpo pero no poda.

Me haban privado hace unos das de mi libertad

y controlado mi dolor. El hospital repeta lo

mismo, al privarme de mi libertad de moverme y

ahora mis inmensas ganas de llorar y arrojarme alos brazos de alguien.

Necesitaba que alguien me abrazara, slo quera

estar en silencio con alguien, que no me

preguntara nada, que no me dijera nada, quera y

aoraba un silencio acompaado.

La posicin en la que me haban dejado era

cmoda los primeros veinte minutos, tomando encuenta que eran mis clculos, el tiempo no

exista por ms que intentaba contar los

segundos perda la cuenta. El mundo estaba

perdido, quizs todo esto me servira para tomar

camino en mi carrera y demandar a todos los

mdicos incompetentes, a la polica intil,

encarcelar y torturar a todos los enfermos

psicpatas. Mi respiracin ya estaba totalmenterelajada, cuando aburrida pens en recordar

cosas que me alegraran.


46/176

46

-Qu te hace sentir?- haba preguntado mirandoel monitor de una pantalla, vesta un pantalnrojo con una camiseta negra, estaba entretenidaleyendo una de mis novelas romnticas mientras

el sol se colocaba en lo alto del cielo, leprestaba atencin a mi mejor amiga quien tenanuevas noticias para informar. Y vaya que eranunas grandes noticias!

-Confundida, generalmente bien, cosas raras, lonormal lo sabes, se siente bien- dijo mi amigasin mucha emocin pues aquella chica era unpoco insensible, desconfiada y el amor no lahaba trato bien en toda su vida.

-Acaso no se te acelera el pulso?, No tienesesa sensacin de tu estomago cobrando vida?, Turespiracin se acorta y suspiras?, o esosescalos fros que recorren tu espina dorsal?-intente con preguntas ms personales, no sabaque era lo que quera or, sin embargo ya noestaba prestando la misma atencin al monitor.

-Nunca me mido el pulso, tampoco losescalofros, mi respiracin es normal, quizsolo el zoolgico en el estmago- dijo sinmuchos nimos, recuerdo como su respuesta medesilusiono.

-Suspiros?, Sonrisas que vienen de la nada?-intente ms desesperada para presionar lasrespuestas que esperaba, pero las ideas se meiban agotando.

-Suspiros no, sonrisas si pero muy leves- mandoun icono con una ligera sonrisa.

-Tienes ese miedo al que pasara?, Insomnio?,Creas historias antes de dormirte?- ladesesperacin se me notaba en el tono en que mismanos posean el teclado, quera escuchar cosasque alguna vez en mi vida haba sentido, peroalgo pasaba ah, no era lo que esperaba. Creo

que esperaba que me recordara que era amar.


47/176

47

-No, no y no- volvi a decir.

No entenda las cosas, el amor era tan grandeque era imposible que a todos les pasara lo

mismo. No haba sentido nada de eso en toda mivida, lo haba ledo, lo haba escuchado detantas partes, pero era mi mejor amiga, y ellasaba que ella no era como las dems personas,pero De verdad poda existir algo as?

Qu era el amor? Esa pregunta redondeaba mimente, acaso el amor se viva de diferenteforma?, y aun as todo el mundo hablaba sobrehaber sentido el piquete de amor algn momento

de su vida?, simplemente era una idea que meresultaba tan absurda como cierta, pero no podapensar mucho en eso, no si se iba a reunir conl. Esos recuerdos eran los ms divertidos quetena.

-Yo- me quede callada, no le dira a aquelchico la verdad de mis sentimientos, ni siquieraestaba segura de que es lo que le iba a decir.

- Deberas de sonrer ms a menudo, te sientamuy bien- le dije ignorando el rumbo que por esemomento tomaban mis pensamientos, creo que lasmentes de las personas es lo ms peligroso.

-Deja de burlarte de m- tan grosero y tajanteme haba contestado, no saba porque su reaccinhaba sido esa, lo miraba mucho, casi siempre,Qu haba de malo en el?, simplemente no podanotificar ningn defecto, todo formaba parte del, cada parte de l era nica, sus ojosmarrones con pestaas de un tono claro, eldelineado de sus labios, la forma de su sonrisa,cada fibra de cabello que sala en l eramgico, era nico y era sobretodo la persona queestaba ahora en mi corazn. Pude sentir elgolpeteo en mi estmago, quise moverme paracambiar de pose a una ms personal. Digna de mipara ocultar mi rostro en lo que ocultaba mi

sonroja miento. Pero segua sedada.


48/176

48

-Deberas confiar ms en mi- haba dicho sacandoel suspiro de frustracin que llevaba guardadodesde que sal de casa, esos das hace un parde aos haba pasado lo peor de mi vida, me

haban humillado, me haban roto en miles depedazos, me haban engaado, pero eso no era lopeor, y lo saba, las cosas no mejoraran, mehaba tatuado el alma tanto que me era imposibleolvidar esos acontecimientos, haba intentado detodas las formas posibles de olvidarlas, peroninguna haba dado resultado

Ya no me dola, ahora era miedo.

Los sentimientos eran increbles, como lamemoria era la tortura ms grande. Podapervertir todo lo que se deca y todo lo que sesenta. Esa misma frase poda aplicarse a todasituacin. Por ahora no me dola el cuerpo porel medicamente, pero tena miedo a lodesconocido.

Recordar es pervertir lo que se sabe pero no sepuede decir.

-Lo hago y eso es lo que me preocupa-. Dijo elserio mirndome directamente a los ojos, odiabaeso, saba que desde el fondo de mi alma, misojos me delataban, era imposible ocultar eldolor de ellos, como era imposible seguirguardando el fuego de mi alma que anhelaba saliral tenerlo a esa cercana, pero su comentario mehaba dejado petrificada, a qu se refera

Jesmani con eso?, sea lo que sea que l queradar a entender, saba que era mejor alejarme.

Corre haba pensado, pero la sensacin que medaba l an segua presente, mis movimientos sehacan ms torpes, el cielo era grande, la viday mis sentimientos eras mgicos, con l yo eramuy torpe, pero ya haba demostrado que podaser capaz de correr por mi vida sin tropezarme.


49/176

49

-Buenas noches Jesmani, descansa-. Y me fui sinmirar atrs. Mi mente haba pasado por elpensamiento de que no era una persona buena, deque no poda enamorarse, de que no poda

permitir que pasara de nuevo, no como habapasado hace un par de aos. Pero la realidad esque slo tena miedo de no ser correspondida.Ahora lo saba, l quera estar conmigo y yo conl, y eso solo lograba querer abrazar mi cuerpopor sentir su ausencia. Mi cuerpo segua inmvilpero era ahora el anhelo de tenerlo cerca lo quedola. Me dola su ausencia.

Senta como si comenzara a sudar frio mientrasmi cabeza la senta hervir, estaba seguramentesiendo atacada por fiebre.

Llego una enfermera a tocar mi frente, estabahelada y quise sent que temblaba, coloco hieloen mis piernas y cuando coloco una bolsa sobremi entrepierna gime de dolor. La anestesia yaestaba pasando, lo que trajo el dolor de miscostillas de nuevo a mis nervios.

Volv a mi pequea burbuja de recuerdos.

-No me odies- le haba contestado con un pocomenos que el aliento de mis entraas, no sabaporque le tema tanto a ese sentimiento, a todosen realidad, mis emociones no eran muy normales,

creo que simplemente yo no era normal.

-No te odioni te odiare- l dijo confundido, sutono de voz era dulce pero crudo, l era unmisterio completo, la voz de la razn y el chicoque jams dira lo que siente, y despus de todoel tiempo, segua as.

-Pero tampoco me vas a querer- le haba dichocon una idea en la mente, espere que mi tono

sonara de afirmacin, sin embargo no fue as,


50/176

50

sali como una pregunta, esperando que l metomara en sus brazos como siempre y solo medijera tranquila, aun te quiero, pero no fueas, el solo se qued en silencio bajando la

mirada, espere paciente, no sonaba nada entrenosotros, hasta que por fin el alzo la mirada yme vio a los ojos. Su mirada me sonrojo ms ysent el hielo sobre mi cuerpo derretirse.

El amor era clido, pero estaba teniendo elefecto contrario en m.

-Adis- fue todo lo que dijo antes de marcharse,sin siquiera mirarme, mis rodillas comenzaron a

temblar, y una ignorancia invadi mi ser, mehaba dolido de sobre manera, los latidos de micorazn eran fuertes y dolorosos. Y podasentirlos de nuevo al recordarlos, slo que elrecuerdo era ms pesado, sobre todo cuando nopoda moverme para revolcarme en la cama, sentirla almohada en la cara y frustrarme por losrecuerdos, simplemente estaba encerrada en mimente. No poda seguir recordando, necesitaba

moverme, luchaba contra la pesadez que senta enmi cuerpo, hasta que logre gemir.

El sonido sali de mi boca como una liberacinde mi alma. Cada momento que la situacin sedescontrolaba con cosas bsicas, ms apreciabael poder realizarlas cotidianamente.

Mis ojos se abrieron de golpe para encontrar losrayos de sol que comenzaban a caer, odiaba el

transcurso del tiempo, no tena nocin de este yeso me alteraba ms mis tiempos de sueo.

Y as esperaban que mi mente no se jodiera ms


51/176

51

Captulo 5

Evocaciones

Haban pasado dos semanas desde que estaba en elhospital, mis costillas era la nica parte de micuerpo que tardaba ms de sanar. Mi cabeza dolapero con el tiempo el dolor fue bajando por lamentalidad que tome de simplemente ignorar eldolor, mi hermana y mi madre me negaron a loscinco das el consumo de ms aspirinas. Era pormi bien.

Haba recibido visitas de muchas personas, sobretodo de la familia de mi padre, haban viajadode lejos para verme, aunque odiaba que laspersonas me vieran con cara de asombro. Esatarde haba pedido un espejo, tena miedo deverme, sera la primera vez que me vera despusde mucho tiempo, la primera vez que me veramoretones en mi rostro, la primera vez que veramis ojos y el mucho dolor y miedo que saba quereflejaban.

Lo haba tomado con mis manos, pero no tena lafuerza suficiente para mantenerlo sin que estetemblara en mi agarre, necesite la ayuda de unaenfermera para que lo sostuviera frente a m, laimagen que tena era tenebrosa.

Si yo me vea de esa forma, Cmo se veran laschicas a las que si llegan a daar?

Mis ojos estaban hinchados y mostraban unatristeza que ni sonriendo se levantaban, dolasonrer porque an mantena la sutura en ellabio inferior, estaba morado mi labio y seco,plido y deformado. Tena la cicatriz de lascosturas de mi ceja, y varios rasguos en lacara a causa de los vidrios, fue una fortuna queninguno callera en mis ojos.

Mi cabello aunque mi madre lo cepillaba todos

los das se notaba seco y grotesco. Pero haba


52/176

52

un detalle ms, un detalle gigantesco y que hizoque sintiera lastima por m. Gire la cabezahacia la izquierda, lo ms que me dejo elcollarn, tena un pequeo cuadrado de gasa.

Llego otra enfermera que arrebato el espejo delas manos de la primera para tomar su lugar enlo que esta se colocaba guantes y tomaba losutensilios, despego la cinta que sujetaba elcuatro blanco y empez a mostrar la silueta dela abertura de mi crneo, levante la mano y bajeel espejo, la enfermera comprendi y alejo elespejo, no estaba lista para verme calva de unaparte de mi cabeza, era un golpe a mi vanidad.

Mis amigas me haban dicho que haba sidomicrociruga, sin embargo eso no era pequeo,era un cuadrado de al menos unos ochocentmetros.

Terminaron su trabajo y me dejaron sola, era unasoledad vaca, yo an ansiaba ver a Jesmani,pero nadie saba nada de l. Y eso dola, miestado de nimo en lugar de subir se bajaba.

Era tan difcil para todos suponer que a quiennecesitaba ver era a la persona que amaba?

Aunque quizs lo mejor era estar as, estabagrotesca con tanta herida, el doctor me habadicho que nada sera permanente pero eso nadielo saba concretamente.

Buscar justificaciones en mi vida era lo nico

que poda hacer postrada en una cama, si tanslo me hubiese movido de ngulo, con suerte elhombre me abriese pegado en la pierna y no en elabdomen, ahora estara usando muletas y no sloacostada viendo mi vida pasar lentamente.

Anthony haba ido a verme despus de que misamigas avisaran por internet de mi estancia, lhaba llegado con una mirada llena de tristeza,como un perro que es privado de una comida oregaado hasta llegar a un pequeo golpe en el


53/176

53

hocico. Pens que llorara cuando l me abrazarapero en realidad solo quera soltarme de suagarre. Estaba harta de esa mirada que mededicaban todos.

-Estas viva!, estas aqu- repeta mientras metomaba de la mano y lloraba. Para m fue unasorpresa verlo llorar, sonre porque no tenanada que decir, y contine con mi silenciomientras miraba el techo.

-No debes decir nada, slo aprecia esto, lascosas siempre pasan por algo Harr, la vida tequiere aqu para que sigas tu camino,

aprovchalo, vvelo- coloco una mano en mihombro y yo me mov. Aun no me gustaba que laspersonas tocaran alguna parte de m en concreto,no estirando la mano.

l sonri con tristeza, me dio un beso en lafrente y toco mi nariz como sola hacerlo antes,sali rpidamente mientras escuchaba quelloraba fuertemente al otro lado de la puerta.El sonido me parti el alma.

Las personas que menos esperaba que me fuesen aver lo hacan, y las que esperaba que lohicieran, se disculpaban por no ir pero memandaban sus buenos deseos. No saba si era porla situacin que haba vivido o el tiempo libreque tena lo que haca que reflexionara bien losrumbos de mi vida y de las personas que tena am alrededor. Pero pensaba mucho en todo eso, y

simplemente siempre llegaba al mismopensamiento.

Dnde estaba Jesmani?, simplemente pens que elsera el primero en ir a verme, pero el tiempopasaba y cada vez ms, llegaba a conclusionesque me penaban ms que la costilla rota.


54/176

54

Mi mente era mi nico entretenimiento, nocontaba con nada ms, y no era tan cmoda comopensaba. Tena cada noche pesadillas, no sobrelo que haba pasado lo cual me creaba conflicto,

eran cosas nuevas y aterradoras en mi mente perosimples en la vida real, las enfermeras habandecidido sujetar mi cadera a la cama para evitarque saliera lastimada de la cama, pero era msque eso. Me atormentaban pensamientos que notenan nada que ver con mi vida, ni quiera conlo que haba sucedido, era como si alguienintentara daarme.

Todas las maanas despertaba a las ocho de lamaana sudando y torturada por los recuerdos delas pesadillas, las recordaba tan ntidas yreales que me sorprenda que mi mente golpeada,operada y jodida funcionara tan bien.

Tena la nica forma de calmar mi corazn,meterme en mi burbuja de recuerdos.

Contine con la secuencia de mis recuerdos conJesmani, recordar el dolor de su indiferenciapor m, calmaba el miedo que senta por lassituaciones a las que mi mente me aprensaba.

Esa frase haba dado fin a una situacin mala enmi vida, y ahora estaba en otra, donde las cosashaban cambiado, ahora slo buscara cazarcupidos, que no era otra forma que evitar sentiramor por quien no lo mereca.

Aquel da, o alguno que paso en mi vida cuandotodo era ms normal, camine por la calle quecomenzaba a oscurecerse, en aquellos tiempos nole tema tanto a la oscuridad como ahora meahogaba ver el sol caer, aquella tarde esperabapara tomar el transporte que me llevara a casa,en ese momento era responsable y como malditasea las cosas daban un giro para hacer de un da

similar todo cambiara, negu el pensamiento, me


55/176

55

estaba torturando ms que ayudarme; regrese alpensamiento que quera rescatar.

Estaba feliz, tanto como enamorada y temerosa.

Hace mucho tiempo que no me senta as y erarealmente maravilloso estar as. Es una emocinque te abre las puertas, un dolor al saber quepasara pero unas ansias de que pasara cualquiercosa.

todo es tan diferente con l, se siente nuevo ycasi mgico pensaba siempre que lo recordaba entodo el transcurso, usualmente yo odiaba caminarpor las calles oscuras para llegar a mi casa,

aunque no me tardaba ms de 10 minutos, pero aunas, la soledad era un tema que frecuentementeme daba miedo por aquellos momentos, me dabamiedo propio, por lo cual estar a solas conmigo,no era un tema que me agradaba en lo absoluto,pero las cosas cambiaban poco a poco, y no lohaba notado hasta esa noche. La noche

Esa calle silenciosa fue el paraso para que mimente volara. Los malos momentos eran los quediferenciaban la situacin, aquella noche eraquizs todava ms tarde que la de aquel da Ladiferencia es que estaba feliz. Quizs yo habatenido la culpa de que me pasara lo que pas, alfinal quizs desde el inicio haba sentido unpresentimiento, o yo haba llamado a la malasuerte.

Querido Kismet y haba comenzado a escribir en

mi mente lo que para mfue y ser siempre lamejor historia de mi vida, no, a m no mefuncionaba mucho hacer eso, no poda perderme entodo el momento, no cuando iba por esas callespeligrosas sola, de igual forma me preocupabaque algo malo me pasara, as que solo conseguseguir caminando mientras vea como las pocaspersonas que transitaban iban sumidos en suspensamientos como yo.


56/176

56

El sonido de mi tacn resonaba en el asfalto,esa siempre era mi forma de protegerme, era unade las muchas cosas que amaba de llevarlossiempre conmigo, pero ahora s que hay ms

peligros, que no slo los peligros puedenencontrarse en las espaldas, haban unos quepodan estar justo enfrente y aun as no podrasnotarlos.Pero mis zapatillas eran uno de misgustos particulares, la mayora de las personasme decan que tena un porte muy elegante decaminar, as que siempre intentaba imaginar mipropia imagen, pero la imagen no vena sola,recordaba que ese porte dejaba de existir cuando

estaba cerca de Jesmani, mis piernas se hacantemblar mientras caminaba con l, y me gustabacomo estaba el transcurso de las cosas con l,porque me senta esperanzada, no recordaba eldao que me haban hecho, por primera vez

La imagen que ms me haba impresionado en toda

mi vida perteneca a una pelcula de la cual no

recordaba ni el ttulo. Haba una nia tumbada

sobre su cama. Poco ms all, a su izquierda,

haba un espejo, y ella poda verse dormir.

Tena dudas de seguir recordando la pelcula,

pero el morbo me llamaba, contine recordando.

La luna reflejaba su imagen, y cada noche, por

aquello del miedo que atenaza a los nios, la

nia se miraba en el espejo y aprovechaba paraver si debajo de su cama haba algo de lo que

debiera tener conocimiento. Tras ver que no

haba nada se qued tranquila. Unas escenas ms

adelante volvan a hacer lo mismo y luego cerr

los ojos. Su mano cay hacia el suelo. En un

momento dado not una humedad viscosa en su mano

lacia y abri los ojos sin atrever a moverse un

pice. Gir la cabeza hacia la izquierda y mir


57/176

57

el espejo. Bajo su cama haba un hombre con ojos

de sdico, que lama su mano con la boca

sangrienta en un rictus perverso.

Aquella escena era la que ms terror me

produca, pero yo no tena un espejo al lado de

la cama para mirar si estaba sola en la

habitacin, y por ms que haba pedido a mis

padres que me pusieran un espejo estos siempre

me haban dicho lo mismo: no hay sitio. A un

lado tena el balcn y al otro un armario y la

puerta. No caba esa posibilidad, y ponerlo

enfrente no tena sentido.

De modo que miraba debajo de mi cama nada ms

con entrar en la habitacin, con las luces

abiertas y la puerta del cuarto abierta, por si

tena que gritar y ser escuchada por mis padres.

Una vez comprobaba que no haba nada, cerraba la

puerta para asegurarme de que nadie poda

entrar, y tras leer algunas pginas de un libro

de la coleccin del Barco de Vapor, me dorma

con la luz de la lamparilla encendida. Ms

tarde, como cada noche, entrara alguno de mis

padres para darle un beso en la frente y cerrar

la luz. Tambin cerraban la puerta por expreso

deseo mo. Si antes no haban entrado, despus

tampoco lo haran.

Una noche, en especial esa noche, entre e hizomirutina habitual. Cuando termine abrel libro

que estaba leyendo, mis ojos consumieron

vidamente unas pginas y luego ca rendida. Mi

madre entr veinte minutos despus, bes mi

frente, cerr la luz y se march, dejando

cerrada la puerta.

No pude ver como media hora ms tarde como el

pomo de mi puerta giraba lentamente. La puerta


58/176

58

no chirriaba, de modo que tampoco me entere

cuando sta se abri lentamente y algo que no

tena forma ni color se desliz por el suelo sin

hacer ningn ruido. Mientras yo permanecainerte sumida en sueos, cuando la sbana que me

cubra comenz a deslizarse hacia mis pies. Un

pequeo cosquilleo producido por el movimiento

de las sbanas hizo que moviera las piernas

incmodamente, casi en un arranque nervioso,

pero no lleg a despertarme. Cuando las sbanas

terminaron en el suelo comenc a tener una

pesadilla. Mis ojos, ocultos tras los prpados

cerrados, se movan rtmica y velozmente.

Estaba soando que me encontraba en una

habitacin sola mientras las personas corran a

m alrededor, me miraban con angustia pero

ninguno se detena, no poda moverme, no poda

hacer nada ms que respirar, todas las personas

evitaban tocarme a pesar de que estiraban la

mano.

No senta nada ms que el aire frio que sala de

mi boca.

Mientras tanto un ser invisible a la vista

humana, deslizaba parte de s por mis piernasdesnudas, provocando que toda mi piel se

estremeciera y el bello de todo mi cuerpo se

erizara. Un frio glacial recorri mis pies, mis

piernas, mi cintura, mi pecho y mis brazos hasta

que termin llegando hasta mi rostro como un

suspiro mortal.


59/176

59

Senta que el corazn se me congelaba y abr los

ojos en un rictus de horror. Respire hondo y

comenc a hiperventilarme mientras mis manos se

agarraban fuerte a la sbana de fondo. Cuandologre aminorar la velocidad de mi respiracin y

mi corazn volvi a su nmero de palpitaciones

habitual, parpadee un par de veces ms y me

centr. Algo fallaba. No era solo la pesadilla

que me haba despertado, haba algo ms. Era un

presentimiento. En un movimiento tan rpido como

el miedo me permiti, encend la luz de la

habitacin.

Sentada an en la cama me mir las propias

piernas y encontr la respuesta a mi pregunta.

La sbana que cubra mi cuerpo ahora no estaba.

Mire a un lado y otro de la cama sin apenas

mover ms msculo de mi cuerpo que el del

cuello, y no encontr la pieza que faltaba. De

un golpe me puse de rodillas y se acerque hasta

los pies de la cama. All abajo, de formacircular, estaba toda la sbana que deba haber

estado cubriendo mi cuerpo. Comenc a sentir

otra vez el miedo que mehaba hecho

hiperventilarse y mi respiracin volvi a

agitarse. De haber sido asmtica ya habra

sufrido un ataque. Era una suerte ser una nia

sana. Si hubiera tenido setenta aos

probablemente aquella noche habra muerto de unataque al corazn.

Alargue el brazo para recuperar la sbana y me

la eche por encima. Todava luchaba por

recuperar tambin la serenidad. Tena tanto

miedo que apenas me sali un susurro de la boca

cuando crey estar gritando mam. Mi carne de

gallina y su bello erizado no me tranquilizaba

en absoluto. Tras gemir comenc a llorar. Si las


60/176

60

palabras no salan de mi boca, tendra que ir

hasta la habitacin de sus padres para dejarme

consolar... Y aquello tambin me provocaba

pavor. La habitacin estaba dos cuartos msall, al fondo del pasillo. Pero si quera que

hubiera alguien conmigo hasta que consiguiera

volver a dormirme, tendra que salir de mi

propia habitacin. Con todo el valor que una

nia, como yo, con mi edad que seguramente por

el miedo no poda recordar, poda tener.

Localic primero las zapatillas para ponrmelas

lo ms rpido posible y salir corriendo de all.

Pens que si corra llegara antes a la

habitacin de mis padres y podra meterse entre

ambos para recuperar la tranquilidad y el sueo.

Slo mis padres tenan esa capacidad de

devolverme la paz. Era muy joven, o eso pens,

no poda hacerlo todo yosola. Necesitaba dos

adultos a los que amaba y en los que confiaba.

Decidida, tras localizar mis zapatillas, meabraz a la sbana, me calz y corr hacia la

puerta de mi habitacin. Fue entonces, cuando al

alargar el brazo para abrir el pomo, me dio

cuenta de que la puerta estaba abierta. El miedo

me paraliz de nuevo y mis ojos bailotearon de

terror. No me atreva a girarme y en el umbral

permaneci el tiempo que me pareci una

eternidad. Mis pies no se atrevan a dar un pasoms. Comenc a hiperventilarse de nuevo y sent

marearme, y en un arranque ltimo de valor

extend el brazo y prend la luz del pasillo.

Iba a morir de miedo? Aquella duda consigui

que echara a correr hasta la habitacin de mis

padres pero fui tan rpida y torpe que me

estamp contra la puerta que no estaba bien

cerrada.


61/176

61

Ca al suelo y me da un tobillo, pero provoque

el suficiente ruido como para que mi padre se

despertara y encendiera la luz.

- Harriett?

Alce el rostro poco a poco. Primero vi las

baldosas del suelo, luego llegue hasta las

zapatillas de mi padre, y entonces miredebajo de

la cama de ellos.

Antes de que la habitacin comenzara a darme

vueltas y cayera al suelo haba podido ver que

debajo de la cama de mis padres estaba mi madre

sobre un charco de sangre y un ser etreo, como

el cristal, al cual slo se poda con los ojos

de mi infancia, comosaboreaba la barbilla

sangrienta de mi madre.

Grite de espanto para despertar de nuevo en la

habitacin del hospital, la cinta de mi cintura

evito que me cayera de la cama que sonmetlicamente contra mi esfuerzo.

Tras recobrar que estaba en el hospital y quetodo haba sido un mal sueo, mis ojos volvierona cerrarse. Me era imposible despertarcompletamente.


62/176

62

Captulo 6

T

aberración, lily medsan

Documents