5. "obsesión". proceso de realización

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Page 1: 5. "Obsesión". Proceso de realización
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1. Se inicia el trabajo empleando una fotografía propia tomada de la pared exterior de una ca-sa. Se va a utilizar para crear el espacio donde tendrá lugar la escena (la pared de fondo y la recogida por el espejo).

2. Una vez concebida como pared interior, se mejora el enfoque y se disminuye la luz. Se hace una copia de ella y se recorta una porción para convertirla en el espacio del espejo, aumentándole la luz.

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4. Comenzamos recortando el marco y suavizando sus líneas. Luego, se modifica su perspectiva y di-mensiones. Después, se mejora el enfoque y se retoca la imagen, dándole brillo, contraste, más luz, intensidad cromática y tono rojo. Por último, se si-túa sobre la pared haciéndole coincidir con la parte reflejada en el espejo y se elimina la fracción que queda fuera de la escena.

3. Se captura la imagen de un espejo real que se va a usar, aprovechando solamente su marco, en la confección de un espejo ficticio.

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5. Para representar la petrificación del tiempo, con-tamos con la fotografía original de un reloj de arena, tomada en una calle de Praga, y de unas rocas de Tenerife.

6. Se mejora el enfoque de las dos imágenes y se re-corta el reloj, moderando sus bordes. Para sustituir la pared que se ve a través de su vidrio, se recorta de una copia de pared (imagen 4) la parte que queda detrás de él en el espejo, se oscurece y se reduce su opacidad. Encima se crea una capa, ajustada al reloj, clonando trozos de roca, y sobre ella se coloca recortada la arena originaria y se aplica una fusión de aclarado. Por último, se sitúa el reloj en el sitio elegido con el tamaño adecuado.

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7. La enigmática personaje obsesiva se origina a partir de la fotografía propia de una mujer con burka, de espaldas.

8. Tomando como base la imagen modificada 6, y una vez aumen-tado un poco el enfoque de la mujer con burka, recortada y con el contorno suavizando, se coloca en el lugar deseado ajustan-do su tamaño.

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9. Fotos originales de una mujer con burka, de frente, en diferentes posiciones, girándose hacia la cámara. Se emplean para crear las irreales imágenes que recoge el espejo de una sola mujer.

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10. Se procede del mismo modo, con cada una de las mujeres, que en la imagen modificada 8. Para resolver la parte negra que quedaba en la zona inferior del burka de la mujer derecha, se elimina y se coloca bajo ella un trozo de los pliegues de esa zona, ajustándolo con transformaciones de distorsión y clonados.

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11. Este sería el resultado final de la construcción fotográfica, después de estar dispuestos convenientemente en capas y activados todos sus componentes. En esta ocasión no ha sido necesario aplicar ajustes poste-riores.

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TÍTULO: “Obsesión”. MEDIDAS: Variables. FECHA DE CONCLUSIÓN: Mayo 2012. FOTOGRAFÍAS EMPLEADAS: Ocho tomas propias proce-dentes de: una pared, un marco, unas rocas, un reloj de are-na y cuatro mujeres con burka en distintas posiciones. TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales. COMENTARIO: Esta inquietante construcción fotográfica, emparentada con otras dos previas, muestra a una mujer con burka que se mira en un espejo y éste, extrañamente, le refleja tres imáge-nes de sí misma, cuyas posiciones evolucionan girando hacia una supuesta cámara fotográfica. Se supone, así mis-mo, que del techo de la habitación cuelga un inusual reloj de arena puesto que el espejo lo evidencia, y que sorpresiva-mente su arena se ha tornado en piedra, pero no se sabe si en la realidad el reloj está presente, ni si está petrificado, o se trata de fenómenos que están en la mente de la protago-nista de tan enigmática escena, del mismo modo que su mul-tiplicada imagen. Todas estas incertidumbres pueden alber-garse al observar este simulacro de fotografía, pero al cono-cer su título se disipan inevitablemente. La mujer, entonces, está obsesionada y percibe varias imágenes de sí, el reloj paralizado e, incluso, una cámara oculta que testimonia no lo que no se produce ni puede producirse; pero el haber vestido a ese personaje con una indumentaria ligada en la actualidad a la opresión de la mujer en la cultura fundamentalista islámi-ca, nos puede hacer pensar que la obsesión no alcanza a ser un trastorno psíquico y que su entorno perfectamente puede alimentar el desarrollo de sus normalizadas obsesiones. Si “Anhelo frustrado” (de marzo del 2012) contenía visos liberadores, ya que la percepción de la mujer en el espejo fantaseaba con una imagen irreal anhelada (la fantasía sien-

pre tiene connotaciones liberadoras), y “Temor de sí mis-ma” (de marzo, también, del 2012) mantenía alguna esperan-za liberadora, aunque quedara seriamente comprometida esa posibilidad, la obra actual “Obsesión” expresa la idea contraria, pues abunda en el pensamiento del sometimiento y la dominación mediante la multiplicación obsesiva de su ima-gen reflejada (podría, incluso, contener más de 3 si la escena nos permitiera ver todo el ancho del espejo, pudiendo ser la obsesión más grande cuanto mayor fuera la superficie refle-jante). La obsesión no es otra cosa que un reflejo repetido, pero en este escenario la imagen reflejada no es propiamen-te la misma, pues va girándose hacia el observador, consi-guiendo amedrentarle al comprobar éste que es buscado in-sistentemente (obsesivamente) con la furtiva mirada de quien se oculta bajo la hermética indumentaria islámica. En esta construcción se produce la paradoja de que si bien el obser-vador-fotógrafo irrumpe en la privacidad espacial y mental de esta obsesiva mujer, ejerciendo de espía y de voyeur (como suele hacer la fotografía indiscreta -quizás obsesiva también-), éste, al tiempo, siente ser espiado, observado e, incluso, perseguido por la mirada incierta agazapada tras el burka, como si el cazador furtivo sintiera ser cazado por su presa. La obsesión de la mujer, que es reflejo de una imposición ob-sesiva de la macro o micro sociedad donde habita, busca el contagio del propio observador, consiguiendo que las obse-siones se multipliquen. El reloj, con la arena petrificada, simboliza la paralización del tiempo en un sistema religioso-socio-político-jurídico-cultural opresivo, y denuncia su anacronismo. El hecho de que se encuentre colgado del techo redunda en la misma idea, ya que imposibilita el ser girado y, por consiguiente, po-der medir el inevitable paso del tiempo, permaneciendo im-pasible ante esa inexorable realidad, como el propio sistema.