1- sociologia y linguistica

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Conferencia dictada en la Universidad Nacional del Litoral – 08 de octubre de 2009 Ciclo de investigación organizado por la Carrera de Sociología- Facultad de Humanidades y Ciencias Sociología y lingüística / lingüística y sociología: convergencias y debates teóricos y epistemológicos Juan Eduardo Bonnin CEIL-PIETTE/ CONICET Nota: el trabajo que se da a continuación es el empleado como guía para la exposición del autor. En tal sentido, se ruega que l@s lectores/as sepan disculpar las incorrecciones genéricas y las torpezas estilísticas de un texto que no fue concebido para su lectura. Del mismo modo, no se han incluido las referencias bibliográficas que, en su versión original eran insuficientes y, en una versión revisada, hubieran sido excesivas. Introducción: el giro lingüístico y el imperialismo semiótico Desde comienzos de los años sesenta, la centralidad atribuida a la reflexión sobre el lenguaje, denominada programáticamente el “giro lingüístico” por R. Rorty, se extendió bajo una modalidad epistemológicamente imperialista hacia las ciencias sociales en general. Su centralidad se fijó con el proyecto semiológico de Saussure, el cual colocaba a la lengua como modelo de sistema semiótico y a la lingüística como modelo de ciencia de los signos. Más allá de la especificidad disciplinar de su programa, desde el punto de vista epistemológico fue interpretado como modelo de ciencia, lo que se conoció generalmente como estructuralismo. Cuando el estructuralismo comenzó a ser de-construido, el rol modélico del lenguaje permaneció intacto; más aún se extendió no sólo como modelo sino también como método y metodología a gran parte de las ciencias humanas, alejándose ya de manera definitiva del modelo formal, fonológico, que le había dado origen. Muchos sociólogos, historiadores y antropólogos han reaccionado contra este paradigma, esgrimiendo argumentos que van desde un empirismo ingenuo hasta una sofisticada reflexión acerca de la complejidad de la acción social y la multidimensionalidad de los procesos. En este trabajo, en cambio, nos detendremos en el aspecto generalmente omitido de este avance epistemológico de los estudios del lenguaje sobre otras ciencias sociales: las modificaciones y cambios producidos en el campo de la lingüística. Para ello, en primer término, historizaremos brevemente los orígenes de la lingüística contemporánea en el período estructural-abstracto que va de F. de Saussure en la década del diez a N. Chomsky a finales de la década del cincuenta. En una

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  • Conferencia dictada en la Universidad Nacional del Litoral 08 de octubre de 2009 Ciclo de investigacin organizado por la Carrera de Sociologa- Facultad de Humanidades y Ciencias

    Sociologa y lingstica / lingstica y sociologa: convergencias y debates tericos y

    epistemolgicos

    Juan Eduardo Bonnin

    CEIL-PIETTE/ CONICET Nota: el trabajo que se da a continuacin es el empleado como gua para la exposicin del autor. En tal sentido, se ruega que l@s lectores/as sepan disculpar las incorrecciones genricas y las torpezas estilsticas de un texto que no fue concebido para su lectura. Del mismo modo, no se han incluido las referencias bibliogrficas que, en su versin original eran insuficientes y, en una versin revisada, hubieran sido excesivas.

    Introduccin: el giro lingstico y el imperialismo semitico

    Desde comienzos de los aos sesenta, la centralidad atribuida a la reflexin

    sobre el lenguaje, denominada programticamente el giro lingstico por R. Rorty, se

    extendi bajo una modalidad epistemolgicamente imperialista hacia las ciencias

    sociales en general.

    Su centralidad se fij con el proyecto semiolgico de Saussure, el cual colocaba

    a la lengua como modelo de sistema semitico y a la lingstica como modelo de

    ciencia de los signos. Ms all de la especificidad disciplinar de su programa, desde el

    punto de vista epistemolgico fue interpretado como modelo de ciencia, lo que se

    conoci generalmente como estructuralismo. Cuando el estructuralismo comenz a ser

    de-construido, el rol modlico del lenguaje permaneci intacto; ms an se extendi no

    slo como modelo sino tambin como mtodo y metodologa a gran parte de las

    ciencias humanas, alejndose ya de manera definitiva del modelo formal, fonolgico,

    que le haba dado origen.

    Muchos socilogos, historiadores y antroplogos han reaccionado contra este

    paradigma, esgrimiendo argumentos que van desde un empirismo ingenuo hasta una

    sofisticada reflexin acerca de la complejidad de la accin social y la

    multidimensionalidad de los procesos. En este trabajo, en cambio, nos detendremos en

    el aspecto generalmente omitido de este avance epistemolgico de los estudios del

    lenguaje sobre otras ciencias sociales: las modificaciones y cambios producidos en el

    campo de la lingstica.

    Para ello, en primer trmino, historizaremos brevemente los orgenes de la

    lingstica contempornea en el perodo estructural-abstracto que va de F. de Saussure

    en la dcada del diez a N. Chomsky a finales de la dcada del cincuenta. En una

  • Conferencia dictada en la Universidad Nacional del Litoral 08 de octubre de 2009 Ciclo de investigacin organizado por la Carrera de Sociologa- Facultad de Humanidades y Ciencias

    reaccin a esta tradicin, vigente hasta la actualidad, una serie de investigadores

    comienzan a interrogarse por la dimensin social del lenguaje, dando origen a las

    principales corrientes que se despliegan en un paradigma que va desde la

    sociolingstica cuantitativa hasta el anlisis del discurso, pasando por la antropologa

    lingstica, la sociologa del lenguaje y el anlisis de la conversacin. Expondremos

    crticamente cada una de estas lneas para, finalmente, puntualizar algunos aspectos

    convergentes entre sociologa y lingstica en una agenda de investigacin

    interdisciplinaria.

    De Saussure a Chomsky

    Existen pocas dudas, al respecto de situar la piedra basal de la lingstica

    contempornea en el Curso de lingstica general, obra pstuma del suizo Ferdinand de

    Saussure, quien dictaba clases en Ginebra y cuyas notas personales, sumadas a los

    apuntes de clases tomados por sus estudiantes, fueron reunidos en volumen en 1916 por

    Charles Bally y Albert Sechehaye. Su importancia fue inmediatamente reconocida en el

    mundo acadmico de la poca y gran parte de sus principios y postulados, tericos y de

    mtodo, permanecen vigentes hasta la actualidad. Desde el punto de vista de la historia

    de la disciplina, el Curso permiti independizar la lingstica de la filologa al realizar

    la distincin entre el estudio diacrnico y el sincrnico, separndose de una lingstica

    histrica que era la norma en la coyuntura del cambio de siglo. A partir de esta premisa

    metodolgica, define el estudio de la lingstica como la lengua, un movimiento que

    hoy puede leerse como una mera tautologa pero que signific, en su contexto de

    enunciacin, formalizar su objeto y convertir al mundo contemporneo en tema de

    anlisis. Inspirndose sin sealarlo, pero como ha sido advertido por E. Vern- en la

    definicin de hecho social realizada por E. Durkheim, Saussure distingue la lengua

    definida como el sistema abstracto, simultneamente social y psquico, que subyace al

    lenguaje- del habla que es el lenguaje efectivamente pronunciado, asistemtico,

    individual y contingente que, en principio, no sera susceptible de estudio. Una

    distincin tal dara lugar, cuarenta aos ms tarde, a la dicotoma chomskiana entre

    competence y performance, base epistemolgica de la gramtica generativa hasta el

    presente.

    Desde el punto de vista metodolgico, el concepto de pares opositivos y el

    carcter contrastivo de sus procedimientos convirtieron un libro originalmente destinado

    al reducido campo de la teora lingstica en la biblia del estructuralismo francs,

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    particularmente en el mbito de la antropologa, el psicoanlisis, la historia, la

    semitica, la filosofa y la teora literaria. En el nivel internacional, coincidi con la

    emergencia del formalismo ruso1 y, como seala Giddens, con el funcionalismo

    norteamericano de T. Parsons. En los campos de la fonologa (el estudio de los sonidos

    de la lengua) y la morfologa (el estudio de la forma y la composicin de las palabras)

    se desarrollaran los conceptos principales, los principios metodolgicos y las

    oposiciones bsicas que luego seran patrimonio del estructuralismo. Sus principales

    promotores seran precisamente dos rusos exiliados, el brillante Roman Jakobson y el

    prematuramente fallecido Nikolai Trubetzkoy, ambos fundadores del Crculo

    Lingstico de Praga, uno de los primeros mbitos de emergencia de la perspectiva

    funcionalista en lingstica.

    El ms destacado de los miembros de este grupo, disuelto a fines de los treinta

    por el avance del nazismo, fue probablemente Roman Jakobson, el cual abord

    simultneamente temas que iban de la teora de la comunicacin a la fonologa histrica,

    la teora literaria y la psicolingstica. Ante la persecucin nazi, se exilia en Nueva

    York, uno de los principales centros de recepcin de intelectuales europeos durante la

    Segunda Guerra Mundial. Aunque l mismo no se sinti tentado por las ciencias

    sociales, la sencillez formal de su teora, sumada a su potencial explicativo lo

    convirtieron en un referente y en fuente de inspiracin terica para dos clsicos

    contemporneos: por una parte, Claude Lvy-Strauss, a quien conoce en Nueva York y

    con quien firmaran algunos trabajos de anlisis literario; por la otra, Talcott Parsons,

    quien recuperara la distincin jakobsoniana entre cdigo y mensaje (realizada en su

    famossima conferencia en la Universidad de Indiana, en 1960, titulada Lingstica y

    potica) para el anlisis de la efectividad en el lenguaje de los medios.

    Para Lvy-Strauss, el impacto de Jakobson fue mayor, puesto que basa en l,

    explcitamente, su concepto de estructura social, definida por analoga sobre la

    oposicin entre lengua y habla, donde existen fenmenos sociales, relaciones sociales

    observables que no tienen ms importancia que la de aportar materia prima para que el

    investigador sea capaz de formalizar una estructura profunda, subyacente, construida

    como un sistema de reglas que permite explicar los fenmenos. Su tesis doctoral, Las 1 En el mbito sovitico, por las caractersticas del rgimen comunista, rpidamente se disolveran estos grupos intelectuales de avanzada. Los formalistas se exiliaran o cambiaran sus ideas por otras ms acordes a las exigencias del realismo socialista. Desde un marxismo crtico y, por ello, igualmente reprimido-, el llamado Crculo de Bajtn desarrollara una poderosa teora del lenguaje y una temprana crtica al Curso de Saussure que sera reprimida ferozmente en la propia Unin Sovitica y no llegara a Europa hasta la dcada de 1970, cuarenta aos despus de su formulacin.

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    estructuras elementales del parentesco, consiste en la reconstruccin de un sistema

    bsico de relaciones parentales basado en la trasposicin lisa y llana del sistema de

    oposiciones fonolgicas (rasgos distintivos) de Jakobson y Trubetzkoy.

    Estos puentes tendidos a travs del Atlntico no fueron, sin embargo, totales y,

    aunque tenan elementos en comn, Europa y Estados Unidos desarrollaron canales en

    alguna medida paralelos, en Estados Unidos de la mano de Leonard Bloomfield y el

    movimiento llamado descriptivismo norteamericano. Este autor, en particular, abog

    militantemente por una fuerte distincin de niveles de anlisis que, partiendo de una

    teora conductista del lenguaje y, en consecuencia, con una fundamental divergencia

    en cuanto a las concepciones del significado y la semntica en general del

    estructuralismo- lleg a un alto nivel de exactitud en la descripcin lingstica. En una

    reelaboracin crtica de este movimiento, N. Chomsky sentara las bases de una nueva

    corriente, claramente hegemnica en el campo de los estudios del lenguaje hasta el

    presente: la gramtica generativa.

    El programa de investigacin de Chomsky es clave en dos sentidos: por una

    parte, por sus seguidores y el universo de abstraccin matemtica que abri para la

    lingstica formal. Por otra parte, para sus detractores, que podran reunirse as por el

    espanto antes que por el amor, dando lugar a compilaciones heterogneas pero

    estimulantes que se encuentran en el nacimiento de la sociolingstica. Con respecto al

    estructuralismo y el descriptivismo, podra decirse que Chomsky radicaliz un proyecto

    previo, puesto que su bsqueda de estructuras lo llev a rechazar los procedimientos de

    descubrimiento al considerarlos metodolgicamente no-cientficos y privilegi los que

    denomin procedimientos de evaluacin, de manera que la evidencia emprica no era

    ms que un subproducto de la construccin terica. En consecuencia propuso como

    objetivo de la lingstica la caracterizacin explcita del conocimiento gramatical

    implcito del hablante nativo ideal perteneciente a una comunidad lingstica idealmente

    homognea. Para ello se propuso construir una gramtica, concebida como un conjunto

    de reglas cuya aplicacin algortimica permite generar (de all el nombre de gramtica

    generativa) todas y slo las expresiones bien formadas (gramaticales) del lenguaje.

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    Las relaciones entre lenguaje y sociedad como problema y agenda de investigacin

    En reaccin a una reflexin cada vez ms abstracta y formal del lenguaje y la

    ciencia, que culminara incluso en modelos matemticos, surgen las voces que proponen

    invertir completamente la mirada: partir del habla como sistema y del cambio como

    norma.

    Frente a la ausencia de modelos sociales del lenguaje, y como consecuencia de

    intereses prcticos coincidentes con otros investigadores, en los aos sesenta se

    producen diferentes articulaciones de la lingstica con las ciencias sociales. Sin nimo

    de exhaustividad, se destacan las siguientes:

    1) el estructural-funcionalismo de Talcott Parsons, el descriptivismo

    norteamericano de L. Bloomfield y la sociolingstica cuantitativa de William

    Labor

    2) la antropologa de Franz Boas y Edgard Sapir, el descriptivismo de Bloomfield y

    la antropologa lingstica de Dell Hymes y John Gumperz

    3) la escuela de Chicago y lo que luego se denomin interaccionismo simblico,

    con Erving Goffman, dieron sustento al anlisis de la conversacin de Harvey

    Sacks y Emmanuel Schegloff

    4) el marxismo ingls de los aos sesenta, con la lectura de Michel Foucault, la

    Lingstica Sistmico-Funcional de Michael Halliday, la gramtica del texto de

    Teun A. van Dijk que dieron lugar para el anlisis crtico del discurso (aqu

    englobamos a la lingstica crtica de Robert Hodge y Gnther Kress)

    5) el marxismo estructural francs, especialmente en la versin de Louis Althusser,

    la teora de la enunciacin de mile Benveniste y, luego, Oswald Ducrot,

    hicieron surgir a la escuela francesa de anlisis del discurso, de la mano de

    Michel Pcheux.

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    La sociolingstica cuantitativa o variacionismo

    En oposicin casi programtica al proyecto chomskyano, William Labov se

    plante, en la dcada de 1960, el problema de explicar precisamente aquello que la

    reflexin estructural haba dejado a un lado, es decir, la variacin en el uso efectivo del

    lenguaje. El presupuesto de base de su primera investigacin sobre el tema fue que

    ciertas variables fonolgicas no son idiosincrsicas sino sistemticas y que se

    encuentran, en consecuencia, funcionalmente relacionadas con ciertas variables de la

    estructura social. De esta manera, en su clsico The social stratification of English in

    New York City (1966) asla variables sociolingsticas como la estratificacin de clase

    de la /r/ en posicin final y pre-consonntica (fourth floor) en hablantes nativos

    adultos de distintos barrios de Nueva York. Es clsico el ejemplo de recoleccin de

    datos: iba a, digamos, Alto Palermo y La Salada y all provocaba a emergencia, sin que

    su interlocutor supiera que lo estaba grabando, de la consonante en esas posiciones. Para

    ello preguntaba por una seccin que se encontraba en el cuarto piso, consiguiendo

    ambas: fourth floor. Este primer diseo metodolgico, ciertamente burdo pero eficaz,

    al menos para sentar las bases de la disciplina, se fue refinando al punto que P.

    Bourdieu emplea tcnicas de recoleccin de datos diseadas por el propio Labov para su

    investigacin en La miseria del mundo2.

    La sociolingstica cuantitativa, tambin llamada variacionismo, analiza la

    distribucin social de los usos del lenguaje. Emplea para ello una gran cantidad de datos

    recolectados por observacin directa, privilegiando el lenguaje oral por sobre el escrito.

    A pesar del uso instrumental de ciertos conceptos de la lingstica descriptiva y la

    lingstica terica (incluyendo, a veces de manera poco consistente, teoras

    epistemolgicamente enfrentadas, como es el caso del generativismo), la orientacin

    que dan a los datos y los propsitos de la investigacin son claramente diferentes3. La

    recoleccin de datos se produce por medio de entrevistas, generalmente breves puesto

    que lo que el sociolingista clsico busca es simplemente la emergencia de ciertas

    formas. En particular, las primeras investigaciones de Labov se interrogaban acerca de

    la fonologa, con lo cual simplemente deba lograr que el informante, no advertido de la 2 Los entrevistadores tenan que entrevistar a personas cercanas o amigos para reducir al mnimo la distancia social entre ellos; esta tcnica fue planteada por Labov al estudiar el habla de los afroamericanos en el Harlem. 3 Queda, todava, la crtica que se le ha hecho precisamente por emplear conceptos, aunque sea descriptivamente, creados a partir de otros datos y para explicar otros fenmenos observados por otros medios (la introspeccin).

  • Conferencia dictada en la Universidad Nacional del Litoral 08 de octubre de 2009 Ciclo de investigacin organizado por la Carrera de Sociologa- Facultad de Humanidades y Ciencias

    presencia del grabador, utilizara el sonido deseado. La entrevista, entonces, se empleaba

    para observar los datos. Por este motivo nunca se informa al informante qu es lo que el

    investigador est buscando. Notemos la diferencia, por una parte, con la lingstica

    tradicional, que emplea fuentes escritas o la mera introspeccin, dando por garantizada

    la gramaticalidad y, en consecuencia, evaluando (clasificando) normativamente el

    material a analizar. Tampoco tiene la metodologa de la antropologa lingstica, que

    elicita los datos de un contexto explcitamente metalingstico (Podras decir

    nambikwara?). Del mismo modo, se diferencia de las otras formas de la entrevista

    sociolgica puesto que no hay una pregunta directa por el dato que se est buscando a

    diferencia de una encuesta, en la cual le pregunto la edad porque quiero saberla, yo aqu

    le pregunto por la seccin de ropa de hombres porque quiero observar cmo pronuncia

    la /r/.

    Dentro de los axiomas del variacionismo, el primero es el que le da nombre: un

    sistema lingstico que no mostrara variacin estructural, como quiere Chomsky, no

    slo sera imaginario, sino tambin disfuncional, puesto que la variabilidad del lenguaje

    permite llevar a cabo importantes funciones sociales (identitarias, por ejemplo) y

    permite el cambio lingstico. En segundo lugar, una vez probada la variacin y su

    sistematicidad por mtodos estadsticos- es necesario plantear el problema de su

    explicacin y de su inclusin en la descripcin estructural de la lengua, en una suerte de

    gramtica del uso. En este sentido, la naturaleza social de la lengua, a menudo aceptada

    pero tomada simplemente como una variable neutral, que se mantiene constante,

    adquiere valor explicativo, de modo tal que el sistema de la lengua ya no puede

    considerarse en s mismo para la explicacin de los fenmenos lingsticos. Por ltimo,

    a diferencia del enfoque generativo, para la sociolingstica laboviana no hay una nica

    manera de emplear el lenguaje; es decir, una proyeccin mecnica de la

    gramtica/lengua sobre el habla. Por el contrario, el individuo puede, en ciertas

    circunstancias, elegir una variante sobre otra de la misma variable lingstica. El

    concepto de registro permite explicar, precisamente, el control ejercido por el hablante

    sobre su lengua, de manera tal que el lingista no debe explicar simplemente la

    existencia de una forma, o su uso, sino tambin los motivos que regulan el empleo ms

    o menos frecuente de una variante o de otra.

    Una crtica temprana realizada al enfoque de Labov provino de John Gumperz, a

    quien encontraremos al tratar la etnografa de la comunicacin. Para l, aunque Labov

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    rechaza explcitamente la perspectiva y la tradicin saussureanas, sigue empeado en la

    comprensin de las gramticas en general, considerndolas afectadas por las

    caractersticas sociales de los grupos humanos; en otros trminos, sigue creyendo que la

    variacin se produce dentro de ciertos lmites, ms amplios que los tradicionales pero

    igualmente infranqueables. Gumperz seala, en particular, que el punto de vista todava

    abstracto de Labov omite el lugar y el rol del hablante en la produccin de significados.

    Puesto en otros trminos: Chomsky quera un hablante ideal; Labov crea varios

    hablantes a partir de caracterizaciones sociodemogrficas- pero, en un punto, tambin

    ideales. El mismo Labov, en 1966, consideraba ambos acercamientos: o bien comenzar

    por el anlisis de las variables (formas) lingsticas y su distribucin social, o

    examinando a los hablantes y el comportamiento lingstico y comunicativo en general

    para las diferentes situaciones. Labov declara preferir el primer punto de vista porque da

    una idea ms acabada del sistema como un todo a pesar de que no es capaz de aportar

    mucha informacin acerca de los hablantes mismos.

    Una segunda crtica importante es la realizada por Beatriz Lavandera en su

    importantsimo artculo: Where does the sociolinguistic variable stop?, traducido

    como Los lmites de la variable sociolingustica, que ocasion un revuelo al ser

    presentado en 1977 y que sigue siendo presentado por la bibliografa contempornea

    como uno de los puntos dbiles de la teora.

    En efecto, el trabajo sociolingstico se ha mostrado incontestable en el mbito

    de la fonologa por la observabilidad de los datos y la posibilidad de contrastar en

    funcin de valores dicotmicos discretos (presencia/ ausencia). Sin embargo, Lavandera

    argumenta convincentemente que la variable sociolingstica no puede extenderse a los

    niveles superiores del anlisis lingstico puesto que falta una teora convincente del

    significado y la realizacin de significados. Para cuestionar esta posibilidad, Lavandera

    lleva a cabo una serie de estudios sobre algunas variables sociolingsticas de tipo

    semntico/morfolgico y semntico/sintctico, en orden a cuestionar el postulado de

    Labov segn el cual la variacin social y estilstica presupone la opcin de decir lo

    mismo de modos diferentes: es decir, las variantes son idnticas en cuanto a referencia

    o valor de verdad, pero se oponen en cuanto a s significacin social y/o estilstica.

    Para ello analiza el comportamiento de diversas variables, tiempo, modo y

    aspecto, de verbos como en los siguientes ejemplos:

    (1) Si tuviera tiempo, ira (imperfecto subjuntivo)

  • Conferencia dictada en la Universidad Nacional del Litoral 08 de octubre de 2009 Ciclo de investigacin organizado por la Carrera de Sociologa- Facultad de Humanidades y Ciencias

    (2) Si tendra tiempo, ira (condicional)

    (3) Si tengo tiempo, ira (presente indicativo)

    (4) Si tena tiempo, ira (imperfecto indicativo)

    Al analizar la realizacin de estas variantes en un corpus de entrevistas, observa

    que, desde el punto de vista de la sociolingstica clsica, no es posible establecer una

    correlacin entre frecuencia de empleo y caracterizacin sociodemogrfica. Sin

    embargo, observa que no se trata de una variacin individual y meramente estilstica,

    sino que co-ocurre de manera regular con determinados contextos verbales. En

    consecuencia, la crtica de Lavandera a la extensin al nivel semntico de la variable

    sociolingstica llama la atencin sobre la necesidad de observar la especificidad textual

    y situacional de la ocurrencia de estas formas que aparecen como estadsticamente

    irrelevantes, pero cualitativamente significativas puesto que materializan estrategias

    discursivas.

  • Conferencia dictada en la Universidad Nacional del Litoral 08 de octubre de 2009 Ciclo de investigacin organizado por la Carrera de Sociologa- Facultad de Humanidades y Ciencias

    La sociologa del lenguaje: las lenguas como construccin social

    Hasta ahora, hemos hablado acerca de la lengua como entidad terica, dando

    por supuesto que tiene manifestaciones individuales, histricas, concretas y situadas que

    son las lenguas. Ahora bien, no existe una definicin universalmente aceptada de lo

    que significan trminos como lengua(s) o dialecto(s); incluso no hay acuerdo a la

    hora de diferenciar, empricamente, lenguas entre s, dialectos entre s o lenguas y

    dialectos entre s. En trminos generales, se ha acordado emplear el trmino neutro

    variedades para diferenciar estas entidades, cuyos problemas de definicin incluso

    interna, incluso en el nivel descriptivo ms bsico- demuestran ser cuestiones de

    naturaleza sociolgica y poltica adems de lingstico-gramatical. En consecuencia, la

    diferencia entre una lengua y un dialecto se convierte en un problema que depende ms

    acerca del estatus sociopoltico de las variedades y sus hablantes que de sus

    caractersticas gramaticales internas.

    Estas relaciones, en consecuencia, se han conceptualizado en trminos

    provenientes, precisamente, de la sociologa y la poltica. Uno de los fenmenos ms

    notables es el del nacionalismo lingstico, especialmente en Europa donde las fronteras

    nacionales se cierran sobre territorios relativamente pequeos con una gran variedad de

    lenguas en su interior. Tal es el caso de la relacin entre el Noruego y el Dans. Durante

    cuatro siglos, durante el reinado de Dinamarca (1536-1814), el dans era clasificado

    como lengua y el noruego como un dialecto de ella. Al separarse en dos estados

    diferentes, en 1814, el noruego ascendi a lengua. En el caso de la ex-Yugoslavia, el

    serbio y el croata eran considerados dos variedades o dialectos de una misma lengua, el

    serbocroata, una del este y la otra del oeste de Yugoslavia. Cuando, en 1990, se termin

    la forzada unidad poltica del pas y el territorio se dividi en cuatro naciones (Serbia,

    Croacia, Bosnia y Eslovenia), el serbocroata se parti tambin: desde la comunidad

    lingstica, el UCLA Language Materials Project 2007 reconoce tres: el serbio, el

    bosnio y el croata. Pero cada pas declara tener su propia lengua, con gramticas,

    diccionarios y obras literarias escritas respectivamente en bosnio, serbio, croata y

    esloveno.

    El problema de los nacionalismos y las identidades nacionales es, en s mismo,

    un universo complejo. A los ejemplos del prrafo anterior, que narran un proceso de

    definicin de una variedad como lengua (lo que en ingls se dice dialect leveling, o

    ascenso) de arriba hacia abajo, es decir, mediante una poltica de estado, se los

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    puede complementar con fenmenos de autopercepcin de la identidad lingstica. En

    algunos casos, esta autodefinicin se encuentra mediada tambin por los estados, como

    en el caso del valenciano y el cataln, dos variedades que, desde el punto de vista

    gramatical, son idnticas, pero que los hablantes sealan como lenguas diferentes. La

    Generalitat de Catalua por ejemplo, estuvo a punto de hacer avisos publicitarios en

    valenciano y en cataln, que es como si hiciramos un aviso en santafesino y otro en

    tucumano. En Papa, Nueva Guinea, que es una de las zonas con mayor diversidad

    lingstica del mundo, se encuentra un ejemplo enredado, citado por Romaine (1994: 9):

    la lengua hablada en el poblado de Bolo es, desde el punto de vista de la estructura

    lingstica, idntica al Aria, pero los hablantes de Aria de otros pueblos dicen que en

    Bolo, en realidad, hablan Mouk. Sin embargo, los habitantes de la localidad de Salkei,

    que hablan Mouk, dicen que los de Bolo hablan Aria. Preguntados los Bolenses por su

    lengua, ellos declaran hablar Anm. Pero los hablantes de Anm, de otras localidades,

    dicen que hablan un Anm psimo.

    En este marco de reflexin se desarrolla una de las tensiones que ya hemos

    sealado, entre prescriptivismo y descriptivismo. El origen de la reflexin sobre el

    lenguaje es prescriptivo, es decir, fijaba una norma prestigiosa a la cual enseaba a

    adherir. Al definir las normas identitarias y poner en juego aparatos diseados para tal

    fin, como la escuela, la enseanza de una variedad en detrimento de otra, la

    consagracin de una variedad, es una accin normativa que no tiene fundamentos ni de

    orden lgico, ni histrico, ni en cuanto a la expresividad o informatividad de una

    forma en vez de otra. Sencillamente se trata de normas definidas en el desarrollo de los

    procesos sociopolticos.

    Estos procesos son denominados, en su conjunto, estandarizacin, es decir,

    acciones cuyo propsito es definir una variedad como la variedad estndar, como

    aquella con respecto a la cual se definirn las desviaciones, las incorrecciones, los

    errores, etc. En principio, la forma standard de una lengua es la variedad ms asociada

    con grupos especficos (generalmente, los grupos educados, con mayor estatus,

    autoridad, poder) y que tiene funciones especficas que se proyectan en toda la

    comunidad lingstica ms all de sus hablantes nativos (por ejemplo, en la escritura, la

    educacin, los medios de comunicacin). En este sentido, y para consolidarla con

    respecto a las otras variedades, debe ser explcitamente codificada en gramticas y

    diccionarios, e incluso puede ser monopolizada por un estado o institucin. Tal es el

  • Conferencia dictada en la Universidad Nacional del Litoral 08 de octubre de 2009 Ciclo de investigacin organizado por la Carrera de Sociologa- Facultad de Humanidades y Ciencias

    caso de la Real Academia Espaola, que sigue siendo percibida como el rbitro

    normativo en el uso del castellano o, como sugestivamente sigue siendo denominado, el

    espaol. El proceso por el cual la lengua que hoy llamamos espaol se convirti en la

    variedad estndar (con respecto al aragons, por ejemplo) es lingstico, histrico,

    sociolgico y poltico. Es un transcurso paralelo a la consolidacin del reino de Castilla

    dentro del Imperio espaol y de Espaa en el panorama internacional. En su

    consolidacin tuvo un rol central Alfonso X, el Sabio, durante el siglo XIII (1221-

    1284), el cual afianz el rol del castellano como lengua administrativa, literaria y

    filosfica, desplazando al latn de estos roles, traduciendo de otras lenguas como el

    latn, el griego y el rabe- al castellano. En el siglo XV, los reyes catlicos Fernando e

    Isabel lograron cristalizar la ecuacin: una nacin, una religin, una lengua. Los tres

    trminos tuvieron en 1492 sus respectivos hitos: el descubrimiento de Amrica, la

    expulsin de los judos y la edicin de la primera gramtica, la de Nebrija.

    Es evidente que esta equivalencia, que acaso nunca fue verdadera, es

    constantemente desafiada. En la Francia moderna, junto a las variedades regionales del

    francs se habla franco-provenzal, occitano, gascn, bretn, corso, cataln, alsaciano,

    vasco y neerlands o flamenco.

    Ahora bien, aunque se estima que cerca del 50% de la poblacin mundial es

    multilinge, slo una pequea porcin de estas lenguas se encuentra formalmente

    codificada, es empleada como lenguaje administrativo o de enseanza secundaria o

    universitaria (ndices del prestigio o poder de las lenguas). En Paraguay, por ejemplo, el

    guaran fue explcitamente prohibido, y sobrevivi incluso a pesar de muchos hablantes

    que sancionaban su uso. Muchas lenguas nativas murieron precisamente por la auto-

    represin de sus hablantes que no queran que sus hijos sufrieran el estigma social de ser

    hablantes de esa lengua; tal fue el caso del vilela, estudiado por Luca Golluscio y su

    equipo, del cual slo quedan dos hablantes vivos.

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    Antropologa lingstica

    En los Estados Unidos, al promediar el siglo XX, haba ya una tradicin dentro

    del descriptivismo norteamericano de Bloomfield de interaccin con la antropologa. En

    particular tenan un inters de anticuario por la conservacin de lenguas originarias que

    se encontraban en riesgo de extincin Nota: este lenguaje biolgico sobre las lenguas y

    esta isotopa de la naturaleza al hablar de lenguas en peligro para hablar de los indios,

    recreando el mito del buen salvaje, etc. se emplea hasta el da de hoy. En esta labor,

    encabezada por Leonard Bloomfield, Franz Boas y Edward Sapir, los investigadores se

    vieron prcticamente obligados por la fuerza de los datos a analizar tambin las pautas

    culturales asociadas con estos lenguajes, sentando las bases para lo que, a partir de los

    aos setenta, sera la antropologa lingstica y la etnografa de la comunicacin,

    vinculando lengua, cultura y cognicin.

    La llamada hiptesis Sapir-Whorf, en particular, en su versin fuerte, sostiene

    que:

    la lengua de un hablante monolinge determina completamente la forma en que ste conceptualiza, memoriza y clasifica la "realidad" que lo rodea (esto se da a nivel fundamentalmente semntico, aunque tambin influye en la manera de asumir los procesos de transformacin y los estados de las cosas expresados por las acciones verbales). Es decir la lengua determina fuertemente el pensamiento del hablante.

    Esta hiptesis resulta hoy inaceptable en virtud de sus consecuencias. Dado que

    supone la absoluta incomprensin mutua entre lenguas diferentes, resulta empricamente

    imposible de poner a prueba. Sin embargo, por reduccin al absurdo, sus consecuencias

    son probadamente discutibles; por ejemplo, se ha podido comprobar que los bebs,

    chimpancs e incluso las palomas son capaces de categorizar y agrupar categoras de

    objetos en conceptos no teniendo lenguaje. Del mismo modo, esta hiptesis supone la

    imposibilidad de la traduccin o incluso del aprendizaje de otra lengua hasta un nivel de

    bilingismo funcional lo cual supondra cambiar de una categorizacin del mundo a

    otra al pasar del guaran al castellano, por ejemplo.

    Ms all de la versin extrema, en una formulacin dbil, capaz de reconocer el

    condicionamiento que la lengua ejerce en el modo de categorizar y clasificar el mundo y

    las acciones, la hiptesis Sapir-Whorf ha permitido avanzar en el anlisis de las

    diferencias culturales y ha contribuido, desde la antropologa, a la caracterizacin

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    general del lenguaje, particularmente en la dimensin indexical4 del significado. En

    efecto, el lenguaje no es slo ni principalmente denotacional, es decir, su funcin

    primaria no consiste en referir a los objetos del mundo emprico5. Por el contrario,

    ciertos rasgos del lenguaje indican tambin, ms all de la conciencia y la voluntad del

    sujeto, el grupo social de pertenencia u origen, franja etaria, tnica, de gnero, de clase,

    etc. En este sentido, la sociolingstica variacionista demostr que las unidades mnimas

    de sonido, los fonemas, podan tambin vehiculizar significados, no formalizados en un

    diccionario sino indexicales, de tipo sociolingstico.

    La antropologa de nativos americanos de Franz Boas, el concepto de

    relativismo de Edward Sapir (y la llamada hiptesis Sapir-Whorf) y el descriptivismo de

    Bloomfield dieron origen a la etnografa de la comunicacin o etnografa del habla,

    representada por Dell Hymes y John Gumperz.

    In the early days of sociolinguistics Hymes (1972) pointed out that Chomskys competence was only one kind of linguistic competence. Not only did competent speakers produce and interpret well-formed sentences, but they also used varieties of language from a systematically structured community repertoire to perform social actions in contextually appropriate ways that were meaningful to other members. They also recognized particular utterances as ironic, teasing, serious, etc. (Hymes 1972, 1974). Any socially informed linguistics concurs with Hymes in conceiving of knowledge with a view to its fundamental role in communication between socially located actors in continuously changing human societies (Sidnell 2000: 41)

    En consecuencia, se impuso la tarea de determinar las propiedades relevantes del

    contexto del discurso. La etnografa de la comunicacin o antropologa lingstico

    considera como unidad de anlisis el evento comunicativo, que se puede caracterizar,

    siguiendo a D. Hymes con el acrstico SPEAKING: Situation (Situacin), Participants

    (Participantes), Ends (Finalidades), Act Sequences (Secuencias de actos), Key (Clave),

    Instrumentalities (Instrumentos), Norms (Normas), Genre (Gnero discursivo).

    4 El ndice es un tipo de signo que, segn la clasificacin del filsofo norteamericano Charles Sanders Peirce, se caracteriza por la relacin de proximidad entre el representamen (es decir, el aspecto sensible, material del signo) y el objeto referido o denotado. Por ejemplo, el humo es ndice del fuego. 5 Obviamente, se plantea aqu el tema de las funciones del lenguaje desde Condillac o Humboldt a Halliday, pasando pasando por el ruso Jakobson o K. Bhler escapa largamente el trabajo que estamos presentando aqu.

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    El anlisis del discurso

    Orgenes y motivaciones

    El anlisis del discurso es una disciplina relativamente reciente que naci en el

    marco de la crisis del paradigma estructuralista en las ciencias sociales. Si bien es difcil

    sealar un origen, puesto que fue el resultado de la confluencia de diversas perspectivas

    sobre los fenmenos significantes, es posible indicar algunos acontecimientos que lo

    hicieron posible.

    Desde el punto de vista lingstico, hay al menos tres factores que fueron clave

    en la conformacin del discurso como objeto de anlisis:

    a) El abandono de la oracin como unidad de anlisis. En 1957, Z. Harris propuso una

    teora lingstica destinada al anlisis de los encadenamientos de enunciados, y no al

    funcionamiento interno de la oracin. A pesar de las crticas que se formularon a este

    modelo (cfr. Vern 1987, Mainguenau 1976), tuvo un gran impacto en las primeras

    formulaciones del anlisis del discurso francs, convirtindose en un referente

    fundamentalmente metodolgico en los trabajos pioneros de Maldidier (1971) o Robin y

    Maldidier (1974). En el mundo de habla inglesa y alemana, por esta poca se

    desarrollaba el vasto campo de lo que en ese entonces se denomin gramtica textual

    (van Dijk 1978) y lingstica del texto (Dressler y De Beaugrande 1981; Halliday y

    Hasan 1976), que son los antecedentes inmediatos de las corrientes de anlisis del

    discurso de habla inglesa.

    b) El redescubrimiento y la redefinicin del sujeto. Las perspectivas que se abrieron

    con las investigaciones de E. Benveniste sobre el fundamento lingstico de la

    subjetividad (Benveniste 1966) y el aparato formal de la enunciacin (Benveniste 1970)

    fueron centrales para comprender la lengua como un sistema de signos que slo puede

    ser aprehendido en relacin a determinados parmetros situacionales o, en su

    terminologa, a una determinada situacin de enunciacin. Del conjunto de textos que

    definieron la teora de la subjetividad, vale la pena destacar a O. Ducrot (1972) y Ducrot

    y Todorov (1974). Esta perspectiva fue central para la formulacin de la teora no

    subjetiva de la enunciacin de M. Pcheux (1975). Para una completa sistematizacin

    de los recursos enunciativos del lenguaje, ver C. Kerbrat-Orecchioni (1981).

    c) La preocupacin por el uso del lenguaje en la comunicacin. A partir del trabajo

    pionero de R. Jakobson (1960), la comprensin del lenguaje y, en un sentido ms

    amplio, de la naturaleza comunicativa de los sistemas de signos, se convirti en una

    problemtica central de diversas disciplinas: la semiologa (Barthes 1964), la

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    sociolingstica (Labov 1972, Marcellesi y Gardin 1974) y la etnografa de la

    comunicacin (Gumperz y Hymes 1964, 1972).

    Desde el campo de la filosofa, tambin podemos reconocer tres acontecimientos

    que confluyeron en la constitucin del anlisis del discurso:

    a) La pragmtica y la teora de los Actos de Habla. La serie de conferencias de J. L.

    Austin (1962), reunida con el nombre Cmo hacer cosas con palabras, introdujo en la

    filosofa del lenguaje el concepto de performatividad: el uso del lenguaje no consiste

    simplemente en decir sino que tiene tambin, y principalmente, una dimensin accional;

    hablar es hacer. Esta corriente, que se denomin pragmtica, se desarroll paralelamente

    a las nuevas inquietudes en el campo de la lingstica y fue rpidamente adoptada en l,

    puesto que haca del enunciado y la situacin una totalidad indisoluble de significado y

    accin. Su teora fue continuada especialmente por J. L. Searle (1969), quien la

    denomin Teora de los Actos de Habla. Tambin P. Bourdieu (1982) ha llevado a cabo

    una reformulacin de este concepto en una clave sociolgica que luego fue retomada en

    numerosos trabajos de anlisis del discurso.

    b) La perspectiva arqueolgica. El impacto de Michel Foucault en las ciencias sociales

    tambin fue determinante para la constitucin del anlisis del discurso, puesto que

    desplaz el inters de la historia de las ideas al campo de los dispositivos de

    enunciacin (en un sentido diferente del que tuvo en lingstica). A partir de su

    Arqueologa del saber (1969), los analistas del discurso se apropiaron de conceptos

    clave como formacin discursiva, prctica discursiva, dispositivo, sistema de dispersin,

    etc. Algunas de las reformulaciones de sus categoras se encuentran sistematizadas por

    J-J. Courtine (1981). Tambin, en trabajos ms recientes, puede apreciarse su influencia

    en los libros de R. Wodak y M. Meyer (eds. 2001) o D. Maingueneau y P. Charaudeau

    (eds. 2002).

    c) El principio dialgico. La teora del discurso desarrollada por el grupo denominado

    Crculo de Bajtn (fundamentalmente en Voloshinov 1929 y Bajtin 1984) estableci la

    naturaleza social del sentido lingstico en las dcadas de 1920 y 1930. Sin embargo, la

    convulsionada situacin poltica de la Rusia sovitica mantuvo prcticamente en el

    olvido sus trabajos hasta mediados de la dcada de 1970, en que fueron traducidos por

    primera vez al francs. Sus aportes, que se pueden nuclear alrededor del principio

    dialgico, permitieron comprender la funcin comunicativa como inherente al lenguaje,

    lo cual implica la imposibilidad de estudiarlo fuera de sus contextos sociales de uso.

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    Relacionado a ese principio se encuentra el concepto de gnero discursivo, que

    establece que existe una correlacin entre tipos relativamente estables de enunciados y

    esferas de la prctica social. Este concepto ha sido central para el anlisis del discurso,

    especialmente en los desarrollos ms actuales de J-M. Adam (1999), P. Charaudeau

    (2004), D. Maingueneau (2001). Para un anlisis de esta categora en las tradiciones de

    habla alemana e inglesa, cfr. Ciapuscio (2005).

    Principales corrientes

    Durante la dcada de 1970 comienzan a conformarse las dos corrientes

    principales de anlisis del discurso hasta el presente: por un lado, en torno a los trabajos

    de R. Robin (1973), M. Pcheux (1975) y D. Maingueneau (1976), se nuclea la llamada

    Escuela Francesa de Anlisis del Discurso. Por el otro, la corriente primero conocida

    como Lingstica Crtica y luego denominada Anlisis Crtico del Discurso tuvo sus

    primeras formulaciones sistemticas en torno a los desarrollos tericos de R. Hodge y

    G. Kress (1979) y las investigaciones en gramtica y lingstica textual de T. A. Van

    Dijk (1978) y M. A. K. Halliday (1978)

    Ambas corrientes difieren tanto en trminos metodolgicos como

    terminolgicos. Sin embargo, comparten algunos presupuestos bsicos acerca de la

    definicin del objeto discurso como la articulacin compleja de una superficie

    lingstica o textual con las condiciones extralingsticas que la hicieron posible. Esto

    significa que es imposible realizar un anlisis discursivo de un texto sin analizar su

    contexto, concepto en s mismo lbil y que slo puede ser definido en funcin de los

    objetivos de la investigacin desde el punto de vista de las distintas ciencias sociales

    que intervienen en ella.

    El ACD, en el que encontramos a R. Wodak (1996, 1997) y T. A. Van Dijk

    (1993, 1998), privilegia como objeto de anlisis las relaciones de poder en una

    coyuntura especfica. Presenta, como seala D. Maingueneau (2002: 44), la limitacin

    de una construccin a priori del corpus a analizar, menos atento a los funcionamientos

    discursivos que a los fenmenos polticos en los que estos se desarrollan. De esta

    manera, ms all de sus intenciones declaradas, la unidad de anlisis es el conjunto de

    propiedades lingsticas y textuales de una serie de materiales, que slo en una segunda

    instancia son explicadas causalmente por su contexto poltico. El modo de abordaje de

    material textual es provisto por la Lingstica sistmico-funcional de Michael Halliday.

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    La Escuela Francesa de Anlisis del Discurso, por su parte, toma como unidad

    de anlisis, siguiendo a D. Maingueneau (1997), el dispositivo de enunciacin que

    vincula dialcticamente (y no por un presupuesto causal) una serie de regularidades

    lingsticas y textuales con determinados actores y prcticas sociales. La determinacin

    de las propiedades relevantes de dichas prcticas para la formulacin de los textos

    constituye la descripcin de lo que esta escuela llama las condiciones sociohistricas de

    produccin. La relacin sistemtica entre dichas condiciones y el conjunto de textos

    producido a partir de ellas configuran el objeto del anlisis del discurso. La perspectiva

    privilegiada originalmente para el anlisis de los textos fue la de la Lingstica textual

    de Zellig Harris (hoy en desuso) y, luego, la Lingstica de la enunciacin de Oswald

    Ducrot.

    Relaciones con la teora social

    Desde el punto de vista de la teora social, el AD hace dos tipos de empleo. En

    primer lugar, abreva claramente de las teoras del poder y la ideologa: los conceptos de

    control y disciplinamiento y la relacin poder/saber de Foucault; la concepcin de

    ideologa y de aparato ideolgico del Estado de Althusser y la nocin de hegemona

    de Gramsci. Para, por el contrario, delimitar el mbito emprico de recoleccin de datos

    y los lmites sociolgicos del objeto, emplean el concepto de campo de P. Bourdieu.

    Para no quedar tan atrapados en un estructuralismo determinista aplastante, ms

    all de las expresiones de deseo de cambio, el AD toma la teora de la estructuracin de

    Giddens, presentando un modelo dinmico de relacin entre estructura y agencia,

    afirmando que hay una relacin dialctica entre los discursos y la estructura social; en

    otros trminos, que los eventos comunicativos pueden ser formadores de procesos

    sociales y estructuras ms amplias.

    Ahora bien, en la prctica concreta del anlisis, estos investigadores concurren

    con dos tipos de herramientas: las macro-tericas que ya hemos sealado y un repertorio

    de estrategias de anlisis lingstico. De esta manera, pierden todo el aspecto emprico y

    de alcance intermedio de los objetos, temas y problemas investigados. Nunca los vamos

    a ver citando bibliografa sociolgica, histrica o antropolgica actual, especializada,

    sobre los fenmenos investigados. Esta es una carencia gravsima, sobre la que

    volveremos en el final, puesto que piensan que la relacin dialctica entre evento y

    estructura se realiza directamente en el nivel del lenguaje analizado, olvidando todas las

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    mediaciones, prcticas, procesos que hay entre la sala de espera del mdico y los modos

    de produccin del capitalismo tardo.

    Algunas crticas al ACD y la EF

    Henry Widdowson ha sealado reiteradas veces la vaguedad general que rodea

    los conceptos y modelos analticos del ACD, llevando a cabo, adems, una aplicacin

    mecnica de conceptos macro de la teora social de moda. Lo mismo puede decirse, en

    muchos casos, del empleo que muchos socilogos han realizado de la lingstica, la

    semitica y el anlisis del discurso, simplemente como un repertorio de trminos

    conceptualmente vagos, difusos o, directamente, mal empleados. En segundo lugar,

    Widdowson acusa directamente de sesgados a los anlisis del ACD, puesto que no dan

    cuenta ni de cmo puede un texto ser ledo de diversas maneras ni bajo qu condiciones

    sociales produce determinados sentidos y cmo stos son interpretados. Esta reduccin

    de la pragmtica a la semntica coincide con las crticas que Bourdieu realizara a la

    Teora de los Actos de Habla de J. L. Austin: analizan el significado gramatical y lxico

    de un texto y, a partir de l, deducen sus efectos y funciones sociales.

    Una tercera objecin es de carcter epistemolgico y ha sido planteada por

    Slembrouck, el cual seala que, en el mainstream del ACD, la operacin analtica

    consiste en moverse del mbito del poder y la ideologa de los discursos analizados al

    de las explicaciones puras o absolutas que emergen del encuentro de la lingstica y

    la teora social. De esta manera, la teora aparece como un punto arquimediano desde el

    cual, y a pesar de los principios tericos del dialogismo, el dilogo y la interpretacin se

    detienen, cerrados por el analista que se convierte en el rbitro ltimo de la

    significacin.

    En cuarto lugar, Jan Blommaert ha sealado las limitaciones que supone una

    concepcin tan restringida, tan lingstica de su objeto. Entre otras consecuencias,

    esto implica una restriccin metodolgica en cuanto a la naturaleza de los datos, puesto

    que el material primordial y, en consecuencia, el enfoque privilegiado- es de carcter

    lingstico, generalmente escrito y de acceso pblico, dejando fuera de foco otros

    modos de produccin de sentido, como el contacto lingstico, la produccin de voz y

    los mensajes multi-modales y/o multi-soporte.

    Finalmente, el mismo autor seala crticamente un aspecto que puede extenderse

    a otras corrientes de anlisis social, que es la preferencia por determinado tipo de

    sociedad: la modernidad capitalista europea o norteamericana de las potencias

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    mundiales. Al provenir ellos mismos de esas sociedades, resulta que las teoras crticas

    que, paradjicamente, son hegemnicas a nivel mundial, acompaan la hegemona

    mundial de sus propios pases. Ms all del problema poltico que esto pueda suponer,

    supone una forma de etnocentrismo que, epistemolgicamente, es inviable, puesto que

    opera una homogeneizacin de los procesos de produccin, circulacin y recepcin de

    los discursos que ellos mismos no estaran dispuestos a aceptar si se les planteara en

    estos trminos. El propio canon de teora social que invocan (Foucault, Bourdieu,

    Giddens, Habermas, iek, Baudrillard) ha sido construido para comprender sociedades

    del primer mundo del capitalismo avanzado6.

    Finalmente, Blommaert seala el encierro emprico del ACD en un solo perodo

    temporal, no slo porque suelen privilegiar el anlisis de coyunturas, sino tambin

    porque no tienen ni anlisis diacrnicos ni, en general, una mirada histrica sobre los

    hechos. Y, puesto que toda historia debe ser social y todo anlisis social debe ser

    histrico, esto lleva a que vean constantes novedades emergiendo todo el tiempo (y

    cambios histricos cada diez aos) y no observen, del otro lado, las importantes

    continuidades que, en otros niveles, se pueden producir.

    6 Blommaert (2005: 36) cita, a este respecto, a Chouliaraki y Fairclough:

    [social changes in late modernity] have also profoundly affected our sense of self and place, causing considerable confusion and what has been widely referred to as a loss of meaning (1999: 3)

    Como especialista en lenguas africanas se pregunta: I keep wondering how I could find evidence for such processes on a village in Central Tanzania. I also wonder how I shall find such typical discourse products of supposedly universal Late Modernity as highly intricate multimedia messages and websites or complex advertisement campaigns and TV commercials in that same village where more than 75 per cent of the inhabitants are illiterate and where no single house has electricity. Ms all del eventual golpe bajo que podra buscar este tipo de afirmaciones, Blommaert ubica perfectamente su reclamo en el nivel terico: the particular shapes taken by Late Modernity, including its semiotic shapes, are very different across the world: the shape it has taken in First-World societies is very particular, and a majority of the people in the world live in conditions closer to those villagers of Central Tanzania than to those inhabitants of Manchester or Vienna.

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    Algunas articulaciones contemporneas de la sociologa, la lingstica y el anlisis

    del discurso

    I) El lenguaje en la investigacin sociolgica

    La naturaleza lingstica de buena parte de los datos empleados por los

    socilogos, desde documentos hasta entrevistas, es generalmente dejada de lado; dicho

    de otro modo, la concepcin del lenguaje de muchas investigaciones de este tipo es

    extremadamente simplificadora y oscila entre dos polos: o bien suponen una

    transparencia total entre el lenguaje y el mundo lo que habitualmente se denomina

    tomar el punto de vista de los actores- o bien suponen una distincin radical entre lo

    que diferencian como los discursos y las prcticas. En el primer caso se encuentran,

    por ejemplo, investigaciones que combinan fuentes diversas con una voluntad sumatoria

    que nunca llega a la triangulacin; es decir, leen siempre puntos de vista

    complementarios y nunca ven las contradicciones, los conflictos entre fuentes. Un

    ejemplo tpico es el empleo de la prensa grfica como fuente, donde no hay ninguna

    problematizacin acerca del tipo de discurso (periodstico), el gnero (crnica, nota de

    opinin, etc.), rasgos semnticos y pragmticos asociados a posiciones ideolgicas (por

    ejemplo, los implcitos manejados en los diferentes peridicos, etc.), propiedades

    enunciativas y situacionales (quin escribe, para quin, etc.); sencillamente se recurre a

    la prensa con la premisa de que all est todo lo que pas y slo lo que pas. En el

    segundo polo podemos ubicar aquellos trabajos, generalmente crticos, que supone

    siempre intenciones y acciones ocultas que se encuentran enmascaradas detrs de una

    superficie discursiva falsa, mentirosa, etc. Por ejemplo, algunos textos de autores

    diferentes- de sociologa histrica reciente citan evidencia textual de archivo en los

    siguientes trminos:

    la verdadera reconciliacin no est solamente en la verdad y la justicia, sino tambin en el amor y el perdn (CEA [1984] 1989: 86-87).

    Las interpretaciones ofrecidas de este fragmento son las siguientes:

    en el contexto en que fueron vertidos esos conceptos, result elocuente la toma de posicin de la Iglesia acompaando los pedidos de amnista De esa manera se continuaba la complicidad de la jerarqua eclesistica con los militares. (...) Ello significa que las vctimas deben perdonar a los victimarios, sin que stos sean castigados

    Sin embargo, la fuente es cortada en un momento clave de la argumentacin; tomada en

    su totalidad leemos:

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    la verdadera reconciliacin no est solamente en la verdad y la justicia, sino tambin en el amor y el perdn. Esta actitud no significa en manera alguna que la Iglesia propicie la impunidad de los graves delitos que se han cometido y que tanto dao han causado al pas (CEA [1984] 1989: 86-87)

    Esta manipulacin de las fuentes no obedece simplemente a mala fe de los

    investigadores, sino fundamentalmente a una concepcin del lenguaje como un

    epifenmeno secundario. En realidad, no les interesa lo que efectivamente dijeron los

    actores sino solamente aquello que ellos creen que quisieron decir aunque la evidencia

    muestre exactamente lo contrario-; en segundo lugar, la interpretacin de la cita como

    una toma de posicin elocuente carece de una prueba adecuada. Para ello sera

    necesario un anlisis de los efectos de reconocimiento del texto que permitiera evaluar

    si hubo o no una toma de posicin y cmo sta fue percibida.

    Se trata, obviamente, de una falsa disyuntiva; la opacidad referencial, que es

    constitutiva del lenguaje, no necesariamente debe interpretarse como una mentira o una

    mera falsa conciencia ideolgica con la que el propio actor busca engaarse a s

    mismo y/o a los dems. Tampoco, y esto ya es evidente, se trata de un instrumento

    transparente cuya funcin principal es la de comunicar informacin sobre el mundo; de

    hecho, lo que menos hacemos con el lenguaje es transmitir contenido proposicional. Sus

    funciones pasan, como hemos visto, por otros lugares. Si partimos de una constatacin

    como esta, encontramos que otras tcnicas de recoleccin de datos, las entrevistas, por

    ejemplo, poseen tambin rasgos discursivos cuya omisin puede llevar a errores de

    interpretacin anlogos al que acabamos de observar en el uso del mtodo documental.

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    II) El carcter co-construido de la entrevista

    Veamos un ejemplo de entrevista realizada para una investigacin sociolgica:

    M: Era un trabajo por da. Te pagaban por da. Cinco pesos la hora. E: Aj, y vos laburabas de ocho a seis M: Tena una hora de descanso. E: Claro, nueve horas laburabas. M: Claro, nueve horas. Y me daban 50 pesos ms la hora de descanso. E: Cincuenta pesos por da, claro. Y bueno, con eso juntabas un dinero entonces M: S, pero el dinero era ms para la familia que para m sola. Ayudaba bastante antes. Trabaj dos meses pero ayudaba bastante. E: Claro, y entonces ah me ponas [en la encuesta] que aportabas parte de la guita para tu casa, digamos, no? M: Parte? No. Todo mejor dicho. Capaz que me quedaba con veinte pesos para solventar los gastos de la semana. Pasajes, esas cosas. E: Claro, pero haca falta en tu casa poner guita y bueno, tuviste que salir a laburar M: No, pero a parte porque yo quera trabajar, quera ocupar mis ratos de ocio, quera ocuparlos en algo y no tena nada para estudiar, me puse a trabajar.

    El anlisis de la conversacin afirma que, al dialogar, el sentido es co-construido

    por los hablantes; ambos participantes tienen funciones semejantes y, de hecho, muchas

    veces se tratan analticamente los enunciados proferidos en la conversacin como si

    conformaran un nico texto. Qu vemos en este ejemplo? No se trata de un hablante

    monologando y exponiendo una serie de contenidos, ni es una impostura del

    entrevistado, ni siquiera es una imposicin violenta por parte del entrevistador.

    Simplemente se trata de dos hablantes que, en su interaccin, co-construyen una

    representacin discursiva acerca del trabajo de uno de ellos, representacin fuertemente

    condicionada por el entorno discursivo propuesto. Ahora bien, si lo que queremos es

    observar la representacin que tena esta chica antes de esa conversacin, entonces esta

    entrevista no nos va a servir, puesto que el entrevistador la lleva a responder por los

    carriles que l haba construido previamente.

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    III) Los roles en la entrevista/ Las posiciones estructurales

    Claro, una de las crticas que ha recibido el AC por parte del ACD

    perfectamente equiparable a las que han recibido los interaccionistas; reenviamos, al

    respecto, a los errores de interpretacin que Giddens seala en los crticos de la obra

    de Goffman- es que, al concentrarse en los aspectos situacionales inmediatos, el anlisis

    pierde de vista las dimensiones estructurales y condicionamientos sociolgicos, tanto

    cuantificables (como clase, edad, gnero, y las variables empleadas por la

    sociolingstica) como cualitativos (como la trayectoria social de los individuos, su

    pertenencia y roles desempeados en mbitos particulares, etc.). Por supuesto, ms all

    de que muchos analistas de la conversacin efectivamente ignoren o no atribuyan

    importancia a estos factores, cabe sostener dos argumentos: a) primero, que los analistas

    de la conversacin, en particular en las primeras investigaciones que desarrollaron,

    buscan poblaciones lo ms homogneas posible desde el punto de vista socio-

    demogrfico; por ejemplo, D. Tannen public un influyente volumen sobre el anlisis

    de la conversacin a partir de la grabacin que realiz de una cena de Thanksgiving Day

    (da de accin de gracias) con amigos y conocidos7 suyos; b) segundo, en la ltima

    dcada, y a partir de las crticas recibidas, se ha realizado especficamente un conjunto

    de investigaciones sobre situaciones asimtricas, por ejemplo los trabajos de R. Wodak

    sobre las relaciones mdico-paciente en hospitales. A pesar de que, como critica

    adecuadamente J. Blommaert, estos trabajos parten del presupuesto de la asimetra

    convirtindola, entonces, en un presupuesto y no en un problema, de modo tal que

    encuentran sin mucho esfuerzo aquello que iban a buscar-, se trata de un avance dentro

    del CA. En el caso de la entrevista antes citada, realizada por un adulto, blanco,

    profesional de clase media que enfrenta a una inmigrante limtrofe, adolescente y pobre,

    no hace falta avanzar mucho ms para comprender la naturaleza de esa co-construccin

    asimtrica.

    Ahora bien, si volvemos al tema de las entrevistas como conversaciones, el AC

    tiene mucho que aprender de la sociologa. R. Bauman, del campo de la antropologa

    lingstica, ha dedicado mucho tiempo a esta reflexin. Desde mi propia investigacin

    encontr algunos problemas conversacionales significativos. Por ejemplo, si comparo

    7 A pesar de que se pueda aplicar otra de las crticas que Giddens recoge sobre Goffman (es decir, que es un observador cnico de las costumbres de los norteamericanos blancos de clase media), el trabajo de Tannen ha gozado de un justo reconocimiento en tanto que estudio de caso y, en particular, por la minuciosidad de la descripcin y, en consecuencia, las consecuencias tericas y metodolgicas que el trabajo tuvo para el (entonces) incipiente campo del anlisis conversacional.

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    las entrevistas que realic a obispos, resulta sencillo neutralizar las variables en dos

    configuraciones alternativas: o bien el rol estructural de autoridad religiosa de mi

    interlocutor se impona por sobre mi rol de joven investigador, o bien el rol de

    entrevistador, que situacionalmente me confiere el poder de la palabra, me va a permitir

    dominar la conversacin con el otro. Sin embargo, el anlisis posterior mostr que haba

    una aparente asistematicidad en la distribucin del poder conversacional en las

    diferentes entrevistas; al menos, ninguna de las dos hiptesis era adecuada, puesto que

    las posiciones estructurales (obispo/ investigador) eran iguales y los roles

    conversacionales (entrevistador/ entrevistado) tambin. Cuando decid correlacionar el

    texto de la conversacin con nuestras trayectorias sociales, en cambio, encontr una

    pista cualitativa para la interpretacin sociolgica de los datos discursivos. As, al

    entrevistar obispos que, en trminos de Bourdieu y de Saint Martin 1982, eran oblatos,

    es decir, deban su capital social y cultural exclusivamente a la institucin eclesistica,

    era yo quien ejerca el control tpico y de los turnos de habla; cuando entrevistaba

    herederos, es decir, obispos que posean un capital propio, anterior e independiente de

    la Iglesia catlica, eran ellos quienes decidan qu decir, cundo y cmo.

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    IV) Comunidades lingsticas, comunidad de prcticas y redes sociales

    Comunidad lingstica

    Del otro lado, los estudios sobre el lenguaje se han enriquecido notablemente a

    partir de la teora social. La sociolingstica cuantitativa de corte variacionista ha

    empleado tpicamente variables como clase, etnia, regin. El concepto de comunidad,

    en cambio, sugiere una dimensin de conocimiento, posesiones o conductas

    compartidas.

    Ms all de las dificultades epistemolgicas y las constantes excepciones de este

    tipo de conceptos, su utilidad radica en que permite observar en qu medida el lenguaje

    no solamente refleja pautas, procesos y lazos sociales, sino que tambin las produce y

    reproduce. Gal (1989: 347), por ejemplo, seala que el acento puede revelar el grupo

    social de pertenencia de una persona, pero tambin es parte de la definicin de ese

    grupo. Los modos de hablar no slo son un reflejo de la organizacin social, sino que

    tambin forman parte de las prcticas que llevan a cabo dicha organizacin. As, el

    cantante de cuarteto Rodrigo deca en una de sus letras:

    Soy cordobs y ando sin documentos porque llevo el acento de Crdoba capital (Rodrigo, Soy cordobs)

    Este acento, entonces, no es solamente un ndice de procedencia, sino tambin

    una accin identitaria; al mismo tiempo, indica y crea identidad, pertenencia a una

    comunidad lingstica.

    Sobre los criterios para la definicin de una comunidad lingstica se ha escrito

    largo y tendido; citemos aqu a Saville-Troike (1982: 17-18) que realiza una

    caracterizacin apelando a tradiciones diferentes para enfatizar los siguientes criterios:

    1) Uso compartido de una variedad lingstica

    2) Frecuencia de la interaccin entre los miembros del grupo

    3) Reglas compartidas de produccin e interpretacin de los enunciados

    4) Actitudes y valores compartidos con respecto a las formas lingsticas y su uso

    5) Conocimiento y presupuestos socioculturales compartidos en relacin a los

    eventos comunicativos

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    Redes sociales

    Las comunidades, definidas en estos trminos, dieron lugar a dos tipos de

    anlisis sociolingstico: 1) Partiendo de la heterogeneidad, se emplean las variables

    antes mencionadas para dar cuenta de la diferenciacin intra-comunitaria; 2) Partiendo

    de la homogeneidad socio-demogrfica, lo cual nos da dos escenarios alternativos: 2.1)

    la comunidad es demogrfica y lingsticamente homognea; 2.2) la primera variable se

    mantiene constante, pero presenta variaciones sistemticas en la realizacin de opciones

    lingsticas.

    Para este tipo de casos se emplea el anlisis de redes sociales, analizadas desde

    el punto de vista de los contactos interpersonales (es decir, no desde la perspectiva

    macro-sociolgica o de la sociologa matemtica, que son dos metodologas empleadas

    en la actualidad en el anlisis de flujos de personas e informacin). No voy a presentar

    aqu y ahora un concepto que ustedes manejan mucho mejor que yo. Aunque est claro

    que no existe un nico punto de vista ni una nica manera de abordar el estudio de las

    redes sociales, las redes interpersonales son siempre vistas, desde la sociolingstica,

    como contextualizadas dentro de marcos sociales macro o estructurales. stos son

    habitualmente puestos entre parntesis, de alguna manera neutralizados

    metodolgicamente para focalizarse en modos de anlisis menos abstractos en orden a

    dar cuenta de manera ms inmediata de las conductas variables observadas.

    Un postulado fundamental es que los individuos crean comunidades

    interpersonales que funcionan como un marco significativo en la resolucin de

    problemas. stas comunidades estn constituidas por lazos interpersonales de diversos

    tipos y fuerzas, y las relaciones estructurales entre los vnculos pueden variar. En

    particular, un postulado resulta significativo y es el que sostiene que, si una red se

    construye mayormente con lazos fuertes que son adems mltiples, y si la red es

    tambin relativamente densa (es decir, que muchos o varios de esos lazos se encuentran

    tambin vinculados entre s) entonces esa red tiene mayor capacidad de contener a sus

    miembros prctica y simblicamente. De manera complementaria, sin embargo, una red

    de este tipo tambin puede imponer condicionamientos no deseados, aumentar el

    control sobre sus miembros. Por el contrario, un debilitamiento de estos vnculos da un

    mayor margen de agencia a los individuos al tiempo que facilita el cambio lingstico.

    En consecuencia, el anlisis de redes ayuda a explicar por qu en una comunidad

    particular se sostiene exitosamente un sistema lingstico que es diferente o que incluso

    enfrenta al sistema de normas o a la variedad estandarizada o ms prestigiosa; tambin

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    permite comprende por qu otros sistemas son ms permeables y se encuentran ms

    abiertos al cambio y la variacin.

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    Comunidad de prctica

    Un concepto asociado al de red social es el de comunidad de prctica, empleado

    por Eckert para localizar los espacios interaccionales donde el significado social se

    encuentra ms claramente indexicalizado (indicado, indexed) por el lenguaje. Una

    comunidad de prctica puede, entonces, definirse como un conjunto de individuos

    reunidos alrededor de una empresa particular, es decir, por un propsito. Eckert analiza

    las dinmicas sociales de variacin del lenguaje entre adolescentes de Detroit y la

    constitucin de subgrupos (o clusters). All encuentra que la constitucin de estos

    subgrupos es indisociable de estilos de habla particulares, de manera que the adoption

    of a way of speaking, like a way of dressing, no doubt requires both access and

    entitlement to adopt the style of a particular group (Eckert 2000: 211). De esta manera,

    la integracin de los individuos a mltiples redes sociales y, en consecuencia, a

    mltiples comunidades de prctica les permite gozar tambin de una mayor variedad de

    estilos y de espacios de insercin social. Por medio de este tipo de anlisis, entonces, se

    puede superar la oposicin cdigo amplio / cdigo restringido de Bernstein (cfr.

    Blommaert y su concepto de voz) e integrarla productivamente e incluso con cierto

    grado explicativo- a la teora de la fuerza de los vnculos dbiles de M. Granovetter.

    Se trata de una de esas microfundaciones de la macrosociologa (Collins 1995) que

    permite observar cmo los grupos sociales informales se constituyen de tal manera que

    permiten sostener normas locales o, a la inversa, facilitar el cambio lingstico.

    Ventajas de la perspectiva de redes sociales: 1) brinda un conjunto sistemtico

    de procedimientos para el estudio de pequeos grupos en los cuales los hablantes no se

    diferencian en trminos de estructura social (tribus urbanas, grupos rurales, barrios,

    etc.); 2) por su vinculacin con las comunidades de prctica y las prcticas locales,

    observar las redes interpersonales permite dar cuenta de las dinmicas sociales que

    conducen la variacin y el cambio lingstico; 3) finalmente, brinda un procedimiento

    para elucidar sistemticamente las variaciones individuales y no solamente entre grupos.

    En este sentido, y esto es un aporte de la perspectiva de redes a la epistemologa de las

    ciencias sociales en general, se trata de una manera cientfica y sistemtica de

    devolverle al sujeto su estatus de individuo; de comprender la diferencia sin perder de

    vista la homogeneidad. En suma, el anlisis de redes sociales permite superar

    antinomias clsicas de las ciencias sociales, como la oposicin entre funcin y

    estructura o, ms ampliamente, entre individuo y sociedad, porque su objeto son las

    relaciones entre individuos en una estructura de redes materializada, precisamente, por

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    esas relaciones. En trminos sociolgicos, N. Elias propona el concepto de sociedad

    de los individuos para explicar el impacto de las redes de relaciones interpersonales en

    la configuracin de prcticas y modos de accin social que, de otro modo, se veran

    como meros efectos de una estructura social.