visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

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PROYECTO MINCYT-BIRF: ESTUDIOS DEL SECTOR AGROINDUSTRIA SERIE DOCUMENTOS DE TRABAJO N° 20 VISIÓN PROSPECTIVA DE LA CADENA PORCINA AL 2030

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Page 1: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

PROYECTO MINCYT-BIRF: ESTUDIOS DEL SECTOR AGROINDUSTRIA

SERIE DOCUMENTOS DE TRABAJO N° 20VISIÓN PROSPECTIVA DE LA CADENA PORCINA AL 2030

Page 2: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

Brieva, Susana Silvia

Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030 / Susana Silvia Brieva y Ana María Costa. - 1a ed. -

Buenos Aires: Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, 2014.

E-Book.

ISBN 978-987-1632-35-0

1. Ciencia. 2. Agroindustria Alimentaria. I. Costa, Ana María

CDD 338.476

Fecha de catalogación: 01/09/2014

Page 3: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

Consorcio:Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)

Universidad Nacional del Litoral (UNL)Asociación Civil GRUPO REDES – Centro REDES

Fundación Banco Credicoop (FBC)

El contenido de la presente publicación es responsabilidad de sus autores y no representala posición u opinión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, OCTUBRE DE 2013.

PROYECTO MINCYT-BIRF: ESTUDIOS DEL SECTOR AGROINDUSTRIA

SERIE DOCUMENTOS DE TRABAJO N° 20VISIÓN PROSPECTIVA DE LA CADENA PORCINA AL 2030

Ana María Costa y Susana Brieva

Page 4: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

AUTORIDADES

■ Presidenta de la Nación

Dra. Cristina Fernández de Kirchner

■ Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Dr. Lino Barañao

■ Secretaria de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Dra. Ruth Ladenheim

■ Subsecretario de Estudios y Prospectiva

Lic. Jorge Robbio

■ Director Nacional de Información Científica

Lic. Gustavo Arber

■ Director Nacional de Estudios

Dr. Ing. Martín Villanueva

Page 5: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

PROYECTO MINCyT-BIRF: ESTUDIOS DEL SECTOR

AGROINDUSTRIA

El Proyecto fue desarrollado bajo el contrato de servicios de consultoría firmado entre

el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva representado por el Lic.

Jorge Robbio, Subsecretario de Estudios y Prospectiva y el Consorcio representado

por el Ing. Carlos Casamiquela, Presidente del INTA, el Dr. Albor Cantard, Rector de la

UNL, el Dr. Lucas Luchilo, Presidente del Grupo REDES y el Lic. Darío Dofman,

Director Ejecutivo de la FBC.

El Proyecto fue conducido por una Mesa de Coordinación integrada por los

representantes institucionales del Consorcio: Roberto Bocchetto (INTA) - Director del

Proyecto; Matías Ruiz (UNL); Fernando Porta (Grupo REDES) y Gustavo Marino (FBC) –

Administrador del Proyecto. La compusieron además los coordinadores de las tres

actividades del Proyecto: Actividad 1: Ana María Ruiz (INTA) (agosto 2011–marzo

2012) y Javier Vitale (INTA) (abril 2012–setiembre 2013); Actividad 2: Graciela Ghezan

(INTA); Actividad 3: Eduardo Matozo (UNL). Por su parte, integraron el equipo técnico

central como Especialistas Seniors, Javier Medina Vásquez (Consultor Actividad 1);

Fernando Porta (Actividad 2) Marcelo Grabois (UNL) - Actividad 3; y Emanuel

Buenamelis (Consultor Sistema de Información).

El Proyecto fue asistido por un Consejo Asesor integrado por: María Cristina Añón

(SIDCA – CONICET – UNLP); Ricardo Cravero (Q Innova); Gustavo Idígoras (Business

Issue Management); Héctor Laiz (INTI); Carlos León (PROSAP); Mercedes Nimo

(COPAL); Consolación Otaño (MAGyP); Enzo Zamboni (Diagramma SA).

El Proyecto contó como contraparte del Consorcio el siguiente Equipo Técnico del

MINCyT, Dirección Nacional de Estudios: Martín Villanueva (Director), Alicia Recalde,

Manuel Mari, Ricardo Carri, Adriana Sánchez Rico, Miguel Guagliano, Vanesa

Lowenstein y Nicolás Hermida; Dirección Nacional de Información Científica: Gustavo

Arber (Director), Sergio Rodriguez, Natalia Djamalian y Sebastián Balsells.

Page 6: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

ÍNDICE

PRÓLOGO ...................................................................................................................... 3

1. Introducción............................................................................................................. 9

2. Diagnóstico de las Fuerzas Impulsoras ................................................................. 11

2.1. Mercado ................................................................................................................ 11

2.2. Estructura Productiva ............................................................................................ 21

2.3. Marco Normativo, Políticas e Instituciones........................................................... 35

2.4. Innovaciones científico tecnológicas .................................................................. 47

2.5. Síntesis de invariantes estratégicas e incertidumbre críticas identificadas en la

cadena de carne porcina para el análisis prospectivo .......................................... 51

3. Interrogantes Estratégicos y Escenarios de la cadena porcina al 2030 ................ 53

3.1. Escenario 1: “Estancamiento y retroceso” ........................................................... 55

3.2. Escenario 2: “Sálvese quien pueda” ..................................................................... 56

3.3. Escenario 3: “Desarrollo y Agronegocios” ............................................................ 57

4. Bibliografía ............................................................................................................. 60

ANEXO .......................................................................................................................... 63

Page 7: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

PRÓLOGO

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación se

propuso estudiar las trayectorias en el desarrollo de tecnologías y estrategias

innovadoras de las principales cadenas agroindustriales y la industria de

alimentos en general, en línea con los objetivos nacionales de desarrollo. En el

marco del “Programa para Promover la Innovación Productiva y Social”,

desarrolló el Proyecto “Estudios del Sector Agroindustria”, con el apoyo

financiero del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento.

El Consorcio integrado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria

(INTA), la Universidad Nacional del Litoral (UNL), la Asociación Civil Grupo

REDES (Centro de Estudios sobre Ciencia, Desarrollo y Educación Superior –

Centro REDES) y la Fundación Banco Credicoop (FBC) fue el encargado de

ejecutar el Proyecto. El INTA tuvo bajo su responsabilidad la coordinación del

Consorcio y la dirección del Proyecto, mientras que la Fundación Banco

Credicoop actuó como administrador. El Proyecto se desarrolló entre agosto

de 2011 y setiembre 2013.

Las actividades del proyecto han sido desarrolladas en estrecha articulación

con el nivel directivo y los equipos técnicos de la Subsecretaría de Estudios y

Prospectiva - Secretaría de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e

Innovación Productiva del Ministerio. Además, contó con un Consejo Asesor

compuesto por calificados referentes del ámbito público y privado del sistema

de innovación y del sector agroindustrial.

El Proyecto tuvo como finalidad analizar el estado del arte, las tendencias y

prospectiva de la agroindustria alimentaria argentina en el contexto mundial,

haciendo foco en el procesamiento de alimentos y planteando una estrategia

Page 8: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

de innovación tecnológica e institucional que contribuya al desarrollo nacional

y regional con inclusión y equidad social.

El Proyecto fue diseñado para contribuir a los siguientes objetivos generales:

Incrementar la competitividad de la agroindustria alimentaria argentina,

procurando una mayor densidad tecnológica, perfil innovador y valor

agregado.

Impulsar la dinámica y el esfuerzo innovador de la agroindustria

alimentaria, detectando obstáculos para mejorar la competitividad sistémica y

la capacidad de industrialización.

Expandir el desarrollo de tecnologías y estrategias innovadoras,

privilegiando el desarrollo territorial, la producción limpia y la salud ambiental.

Identificar estrategias que mejoren el ingreso, el empleo, la calidad de

vida de las regiones y la inserción competitiva de las PyMEs agroindustriales.

Fortalecer la capacidad de formulación y gestión de las políticas

públicas para asegurar impactos sustanciales de la innovación tecnológica e

institucional.

Se seleccionaron cinco cadenas agroalimentarias con potencialidad para

alcanzar los objetivos propuestos: maíz, carne porcina, lácteos bovinos, olivo y

frutas finas. Estas cadenas fueron seleccionadas por su potencial de

crecimiento productivo e innovación, agregado de valor, y aporte al desarrollo

social y regional, contribuyendo a identificar patrones de innovación

tecnológica e institucional relevantes para orientar la estrategia futura del

sector agroalimentario.

Page 9: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

Los factores de cambio de la industria alimentaria argentina fueron agrupados

en tecnológicos e institucionales, incluyendo además las acciones y medidas

de política que, actuando interactivamente, pueden vigorizar la construcción

social de futuro. Los factores tecnológicos comprenden las tecnologías

transversales al sistema agroalimentario y las específicas de cada cadena

seleccionada para el estudio. Las transversales abarcan las tecnologías de

procesamiento de alimentos, la aplicación de tecnologías en los campos de la

calidad integral y la producción limpia (prevención y mitigación), junto a las

tecnologías emergentes (biotecnología, nanotecnología y TIC).

Los factores institucionales (no tecnológicos) fueron asociados

específicamente con los marcos regulatorios, poniendo foco en el análisis de

los sistemas de calidad y de propiedad intelectual.

La integración del análisis del sistema agroalimentario y las cadenas

seleccionadas con los factores de cambio -considerando el marco nacional y

mundial- permitió delimitar el estudio diagnóstico de la situación actual, el

relevamiento de tendencias y la construcción de futuros.

A partir de ese conocimiento, se elaboró una Agenda de Investigación,

Desarrollo e Innovación (I+D+i) que señala, por una parte, los factores

tecnológicos e institucionales críticos para promover la innovación de la

agroindustria alimentaria argentina y, por otra, las acciones e instrumentos de

política pública que pueden orientar el trayecto hacia el escenario deseable al

año 2030.

Este escenario está consustanciado con los objetivos de desarrollo del país

que se aproximan a través de los propios del proyecto.

El proyecto se desarrolló sobre la base de tres actividades:

Page 10: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

Actividad 1: Prospectiva tecnológica y no tecnológica.

Elaboró tendencias y generó conocimientos prospectivos sobre los alimentos

y la industria alimentaria mundial. Caracterizó y estudió las tendencias de las

tecnologías de procesamiento de alimentos, las comprometidas con la calidad

integral y la producción limpia, contemplando también las tecnologías

emergentes (biotecnología, nanotecnología y TIC).

Sobre esa base, construyó escenarios al 2030 de la agroindustria alimentaria

argentina y de las cadenas agroindustriales seleccionadas.

Actividad 2: Diagnóstico técnico y socio-económico.

Elaboró el diagnóstico socio-económico y relevó la problemática tecnológica

de las cadenas agroindustriales seleccionadas. Identificó las restricciones y

requerimientos de las empresas para mejorar su desarrollo socio-técnico y

competitivo. A partir de ese conocimiento, analizó la conducta y desempeño

de las cadenas agroalimentarias seleccionadas con la finalidad de identificar

los patrones tecnológicos y los determinantes de su dinámica innovadora, así

como los principales obstáculos al proceso de innovación en la industria de

alimentos.

Actividad 3: Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva (VTeIC).

Instaló y aplicó los recursos que posibilitan ejecutar procesos de VTeIC con

fuentes nacionales e internacionales. Estudió el estado de la técnica y

tendencias de las cadenas agroindustriales seleccionadas y, a su vez,

seleccionó y analizó segmentos tecnológicos que constituyen puntos críticos

para el desarrollo de estos sectores. Complementariamente, relevó las

capacidades de producción de conocimiento científico-tecnológico,

Page 11: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

institucional y formación de recursos humano (RRHH) a nivel mundial y

nacional.

Cada actividad conformó un grupo de trabajo con profesionales de las cuatro

instituciones del consorcio. Estos grupos de trabajo interactuaron además con

diferentes especialistas internos y externos. El Proyecto mantuvo un diálogo

fluido con los actores del sector gubernamental, del sistema científico-

tecnológico y del sector productivo, tanto a nivel nacional como internacional

a través de una consulta-dirigida a expertos-tecnólogos (70), consulta-abierta a

expertos (encuesta “Delphi”: 420), encuesta virtual a empresas (180),

entrevista presencial en profundidad a empresas (105), y talleres de trabajo

entre los equipos técnicos y especialistas (250). Este intercambio fue

complementado por encuentros de síntesis y validación con el Consejo

Asesor y las instancias de decisión política y equipo técnico del Ministerio.

El trabajo integrado de las tres actividades posibilitó generar los siguientes

estudios: marco conceptual y metodológico del Proyecto; diagnóstico y

prospectiva de la industria alimentaria mundial y argentina al 2030; estado del

arte y tendencias de la ciencia y tecnología del procesamiento de alimentos;

incertidumbres críticas de la agroindustria alimentaria argentina en el contexto

mundial; conducta y dinámica innovadora de empresas en las cadenas

agroalimentarias; conducta, dinámica y patrones tecnológicos de las cadenas

agroalimentarias seleccionadas; capacidades de I+D del sistema

agroalimentario y cadenas de valor; marcos regulatorios en la industria de

procesamiento de alimentos; vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva

de las cadenas y segmentos tecnológicos seleccionados; y visión prospectiva

de las cadenas agroindustriales seleccionadas al 2030.

Estos 23 estudios se publican en la Serie Documentos de Trabajo del

Proyecto. Estos trabajos constituyen a su vez la base de referencia para

fundamentar los contenidos del documento-síntesis del Proyecto: “Trayectoria

Page 12: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

y prospectiva de la agroindustria alimentaria argentina: Agenda estratégica de

innovación”.

Cabe resaltar por último que este Proyecto ha servido para avanzar en la

construcción de un modelo de organización y gestión orientado a estudiar la

industria alimentaria argentina con anclaje regional y territorial. A partir de esta

experiencia, es posible consolidar un espacio de trabajo interinstitucional

concebido como un observatorio que articule las actividades en ciencia,

tecnología e innovación con las oportunidades y problemas del desarrollo

agroalimentario, buscando sustentar la formulación e implementación de la

política científico-tecnológica nacional en el marco del Plan Nacional de

Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva – “Argentina Innovadora 2020” y

del proceso de integración del MERCOSUR y de la región sudamericana.

Page 13: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

1. INTRODUCCIÓN

La producción porcina es la mayor proveedora de carnes a nivel mundial aportando

alrededor del 40% del total del consumo cárnico de la población. En Argentina, en

cambio, el patrón de consumo se encuentra alejado del internacional y de los países

desarrollados registrándose, sin embargo, en los últimos años un aumento en el

consumo interno. Actualmente la oferta nacional de carne de cerdo es deficitaria, no

obstante, Argentina posee un gran potencial basado en la producción competitiva de

granos, lo cual le permitiría a corto plazo el autoabastecimiento al igual que el diseño

de estrategias de inserción en el mercado global/internacional.

Durante el período 2000-2011, los principales exportadores de carne porcina en el

mercado internacional fueron Estados Unidos (34%), la Unión Europea (UE) (28%),

Canadá (19%) y Brasil (10%). En tanto, los principales países importadores en ese

mismo período fueron: Japón (20%), Rusia (15%), México (12%) y Corea del Sur,

Hong Kong y China con un 7% en promedio respectivamente.

En el mismo lapso, las exportaciones argentinas han crecido aproximadamente al 3%

anual acumulado. No obstante son poco relevantes en magnitud, con un volumen de

3.795 toneladas que equivalen al 1,3% de la producción total. En cuanto a la

composición relativa de las exportaciones argentinas el 60% es en preparaciones

porcinas, el 20% como carne congelada, el 12% embutidos y 8% medias reses

congeladas (Benés y Erreguerena, 2013).

Entre los factores que inciden en la producción y comercio mundial de carne porcina

(fresca y chacinados) se distinguen los cambios en los hábitos de consumo, las

exigencias y requerimientos de calidad asociados a la preocupación de los

consumidores –particularmente de los países desarrollados- por la salud y el medio

ambiente, las transformaciones en la estructura productiva y la articulación entre los

distintos actores de la cadena.

En el presente documento, en primer lugar se enumeran y describen un conjunto de

fuerzas impulsoras identificadas en la actividad porcina, que incidirán en el futuro

Page 14: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

10 

desarrollo del mercado interno argentino y el regional como meta de corto plazo, y en

considerando el mercado internacional (en particular mercados emergentes, por

ejemplo, China) como una apuesta a largo plazo. Por último, en base a las mismas se

plantean una serie de interrogantes estratégicos respecto al comportamiento de tales

factores a futuro y se construyen tres escenarios para la industria porcina nacional

proyectados al año 2030.

Page 15: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

11 

2. DIAGNÓSTICO DE LAS FUERZAS IMPULSORAS

2.1. Mercado

2.1.1. Incremento de las exigencias de la demanda a nivel internacional por

alimentos saludables y sustentables (Invariante Estratégica).

Los alimentos no sólo se componen de sustancias materiales, aportan nutrientes y

energía, pueden ser idóneos, inofensivos o nocivos para la salud, sino que también

están ligados a comportamientos socioculturales. El consumo de carne se asocia al

nivel de desarrollo económico, ya que a mayor cantidad de carne consumida, se

considera más alto el nivel de calidad de vida o el índice de riqueza atribuidos a una

población (Millán Fuertes, 2008).

Las proyecciones sobre el consumo mundial de carnes elaboradas por la

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para el período

considerado entre los años 2010 y el 2020 posicionan a la carne porcina con un

crecimiento intermedio entre la carne aviar y la vacuna, diferenciado según se trate

de países desarrollados o en vías de desarrollo. Así, se distinguen dos segmentos,

uno corresponde a los países desarrollados, donde la tendencia del consumo se

encuentra consolidada, y otro al de los países emergentes, donde el incremento del

ingreso per cápita ha permitido a la población acceder a este tipo de carne, que por

sus características nutricionales y organolépticas es apreciada por el segmento de

mayores ingresos.

Además, se espera que el consumo se oriente a la búsqueda de alimentos sanos y la

ingesta de carne roja, blanca y procesada, que garanticen la salud y la disminución de

las enfermedades crónicas y del envejecimiento, serán factores clave para el

desarrollo de la industria ganadera del futuro.

La búsqueda de alimentos seguros lleva a que los consumidores de los países

industrializados reaccionen solicitando etiquetas con información de la procedencia y

Page 16: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

12 

seguimiento para reconocer y evitar las carnes de las zonas de riesgo. En la

actualidad si bien se cuenta con sistemas de control alimentario que otorgan

garantías de seguridad, aún persiste la desconfianza de los consumidores ante las

sucesivas crisis sanitarias (vaca loca, influenza aviar, peste porcina, entre otras) que

mantienen alerta a la población sobre el sistema industrial de producción (Millán

Fuertes, 2008).

Por tal motivo, a nivel internacional crecerán los niveles de exigencias en el consumo,

relacionados con la seguridad alimentaria (inocuidad) y la calidad (magro, terneza) de

la carne porcina. Los especialistas coinciden en destacar las excelentes propiedades

nutritivas y los avances en la producción y procesamiento de la carne de cerdo, esto

ha llevado a que ciertos cortes sean considerados como carne blanca. Es decir,

muchos cortes magros de cerdo tienen niveles similares de grasa a las de una

pechuga de pollo sin piel. La buena alimentación en la etapa productiva y el

mejoramiento en las prácticas de crianza, han permitido obtener un tipo de carne

más magra tendiente a satisfacer un mercado de consumidores, exigentes en

materia de calidad y control sanitario, cada vez más preocupados por su salud.

A pesar de la crisis económica generalizada y que los inventarios (stock) de carne de

cerdo se encuentra en los niveles más bajos de los últimos 4 años, la tendencia

mundial del consumo de cortes de cerdo es creciente, tanto en frecuencia como en

cantidad, sobre todo en la UE, Estados Unidos y algunos países de Asia. De acuerdo

con estimaciones de la FAO (2009), el 42% de la carne que se consume en el mundo

es de cerdo, y alcanza un consumo promedio per capita de 17 kg, contra el 35% de

carne aviar, y el 23% de carne bovina. Los principales países consumidores de esta

carne en la Unión Europea (UE) son Austria (73 kg), España (67 kg), Dinamarca (65 kg)

y Alemania (53 kg). En América del Sur, Chile es el país con mayor nivel de consumo

(20kg/per cápita/año). En Argentina, la distribución del consumo de carnes es

diferente predominando la carne bovina (56%) y muy por debajo del consumo de

carne aviar (30%) se ubica el consumo de carne de cerdo (9%) (Gráfico 1).

En cuanto a los fiambres, la calidad se ha convertido en una exigencia creciente en

las sociedades desarrolladas, diferenciando muy bien la relación entre productos de

Page 17: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

13 

bajo precio y consumo masivo, o productos de alto precio y consumo minoritario.

Entre estos dos extremos, la gama de productos de carne de cerdo es muy amplia, la

elección entre un tipo de fiambre u otro no sólo depende de la calidad sino también

del precio y de los gustos o preferencias de los consumidores.

Gráfico 1: Composición del consumo de carne en Argentina y el mundo, 2011

Fuente: elaboración propia con datos de FAO

Entre los productos de bajo precio y consumo masivo, encontramos los fiambres

cocidos como la paleta (se compra por calidad), y el lomito (que se compran por

gusto y hábito de consumo); entre los productos de alto precio y consumo

minoritario se encuentran el jamón crudo, jamón cocido y salame1, que si bien son de

consumo masivo, su principal atributo de calidad es que se distinguen por marca y en

algunos casos por denominación de origen o artículos diferenciados.

En los países de la UE esta diferenciación en los fiambres es muy significativa, hay

nichos de mercado a los que solo se puede acceder con alimentos diferenciados por

1 El Código Alimentario Argentino (CAA) indica con el nombre genérico de salame al embutido seco elaborado generalmente con carne de cerdo, o pudiendo contener carne porcina y bovina.

9%

42%

35%

35%

56%

23%

Argentina Mundo

C arne  Bovina

C arne  Aviar

C arne  Porcina

Page 18: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

14 

calidad dirigidos a consumidores exigentes dispuestos a pagar más precio por estos

productos.

2.1.2. Diversificación de la dieta e incremento del consumo de carne porcina

(fresca y chacinada) de los argentinos (Incertidumbre Crítica)

.

En Argentina el patrón de consumo está fuertemente ligado a la carne bovina, sin

embargo en los últimos años esta tendencia se ha ido revirtiendo mediante la

diversificación hacia el consumo de carnes alternativas, entre ellas el cerdo. En el año

2010 la demanda de carne porcina llegó a los 9,2 kg, siendo un consumo récord a lo

largo del período analizado. En promedio, el consumo per cápita de carne fresca pasó

de 5,33 kg/hab/año en el año 2000 a 8,64 kg en el año 2011 (Gráfico 2). Es posible

que las campañas y medidas implementadas en los últimos años tendientes al

consumo de carne alternativa, y los Programas Hoy Cerdo2 y de Carne para Todos3,

hayan contribuido al incremento del consumo.

En el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal 2010-

20164 (PEA2) trazado por el gobierno nacional para el sector agroalimentario

argentino para el año 2016, se estima que el consumo de carne porcina alcanzará los

13 kilos por habitante por año y el país producirá 822.000 toneladas de carne porcina,

de las cuales se destinarán 255.000 toneladas a la exportación.

2 En 2006, por iniciativa de Productores de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), conscientes de la falta de conocimiento de su producto, con la adhesión del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MinAgri) y los Ministerios de Producción de las provincias, se creó HOY CERDO!: el programa de promoción destinado a comunicar los atributos de la carne de cerdo, sugerir recetas para incluirla en la nutrición de los argentinos, fomentar la correcta manipulación del producto como alimento, y difundir las técnicas para el desposte de la media res y el trozado de los cortes, entre los carniceros de supermercados y de cada barrio argentino. 3 El Programa Carne para Todos, consta de un plan de venta itinerante de carne, a precios promociónales, por el conurbano bonaerense. La propuesta se suma a otras similares que presentó el Gobierno: Merluza para Todos y Milanesas para Todos, destinadas a abaratar los precios de productos de alto consumo en el país. 4 Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal, 2010-2016 (PEA2), es el producto final de un proceso participativo que impulsado por el Estado, convoca a todos los actores del Sector Agroalimentario y Agroindustrial Argentino para que, de manera ordenada y sistemática, siguiendo una metodología predefinida, y en ámbitos especialmente diseñados al efecto, elaboren un Plan Estratégico a partir de una visión compartida de futuro.

Page 19: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

15 

Gráfico 2: Consumo de carne en Argentina, período 2000-2011, en kg/hab./año

Fuente: elaboración propia con datos de la Dirección de Porcinos, Aves de Granja y No Tradicionales, Área Porcina, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación

Respecto al consumo de carne fresca de cerdo, se observa que el 72% la consume

como hábito, el 18% no consume y un 10% no la consume porque es cara. En

cuanto a la frecuencia de ingesta, según estimaciones de Lagreca, et al. (2009), el

33% de las personas la consume sólo 4 veces al año, mientras que el 45% lo hace

sólo una vez por mes, 17% lo hace una vez por semana y un 5% de las personas la

consume todos los días. En cuanto al lugar de consumo, el 67% lo hace en el hogar,

un 15% en restaurante y hay un 18% de los consumidores que le es indistinto.

Según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA, 2008), el mapa

de consumo de pollo, cerdo y otras carnes no vacunas en el país, muestra que el

46% consume carne vacuna y el 27% carne de pollo por hábito y practicidad. En

cuanto a las razones en la elección de la carne de cerdo, el 41% la consume por

placer y porque es muy sabrosa, así como la posibilidad diversificar el consumo, es

decir de no comer siempre lo mismo.

En cuanto a la industria de chacinados, la producción argentina se compone

principalmente de fiambres cocidos (22%), salchichas tipo Viena (20%), embutidos

frescos (chorizos, 14%) y embutidos cocidos (otras salchichas 16%), destinados

0,00

10,00

20,00

30,00

40,00

50,00

60,00

70,00

80,00

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

kg/hab/año

C arne  de  cerdo C arne  de  pollo C arne  vacuna

Page 20: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

16 

principalmente al mercado interno (99%) (Cámara Argentina de Industria de

chacinados y afines CAICHA, 2009). El hábito de consumo de los fiambres en la

actualidad está ligado al ahorro de tiempo, por eso se lo considera dentro de las

comidas rápidas o fast food, tanto dentro del hogar como fuera de él.

Según Gallup (2008), el precio es un factor de extrema relevancia para modificar los

actuales patrones de consumo de todas las carnes, sumado a que la mejora de la

situación económica general representa un elemento clave para aumentar el

consumo cárnico.

La relación de precios entre las distintas carnes parece no favorecer el efecto

sustitución entre ellas, la percepción de precios caros influye negativamente en el

consumo de carne de cerdo. De acuerdo a datos del IPCVA el 54% de los

consumidores considera que la carne de cerdo es demasiado cara respecto a otras

carnes, mientras la carne de pollo detenta la mejor imagen respecto al precio, el 39%

la considera muy barata (Gráfico 3).

Gráfico 3: Imagen de precios promedio de las distintas carnes, para el año 2010.

Fuente: elaboración propia en base a datos del IPCVA.

32%

18%

65%

54%

66%

48%

43%

29%

37%

28%

20%

39%

6% 9% 6%

C arne vacuna P ollo P es cado C erdo C ordero

 Muy  barata 

 Un poco cara

Demas iado cara

Page 21: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

17 

Respecto al precio relativo, mientras la relación de precios entre la carne vacuna y el

pollo ha estado cercana a 2, la relación de precios entre la carne vacuna y la de cerdo

ha estado por debajo de 1. Esta relación refleja que la carne de cerdo en Argentina es

relativamente cara comparada con la carne vacuna y de pollo. Sin embargo, los datos

que surgen de la medición real de precios contradice esta posición, ya que mientras

el precio de la carne vacuna aumentó al consumidor durante todo el 2010 alrededor

de un 70%, en términos relativos la suba de los precios del pollo y el cerdo (pechito

de cerdo) no fue de la misma magnitud (65% y 59%, respectivamente) (IERAL, 2010

con datos del IPCVA) (Gráfico 4).

Gráfico 4: Precios al consumidor de los distintos tipos de carnes (período 2007/2011

en $ cortes/Kg.)

Fuente: elaboración propia con datos del IPCVA.

Es decir, que a pesar que el comportamiento de los precios puede ser favorable, los

consumidores no lo perciben así. En el corto plazo las políticas o medidas tendientes

a promocionar la carne de cerdo podrían generar rebajas en el precio que estimulen

la demanda. Gallup (2008) advierte que además del precio existen otras cuestiones

específicas que actúan como barreras o limitantes al consumo, como por ejemplo, en

el pollo la percepción que la carne es demasiado industrial, poco natural y que posee

cada vez más hormonas, y en la carne vacuna y el cerdo el contenido graso y las

0,00

5,00

10,00

15,00

20,00

25,00

30,00

35,00

40,00

E ne‐07 May‐07 S ep‐07 Dic ‐07 E ne‐08 May ‐08 S ep‐08 Dic ‐08 E ne‐09 May‐09 S ep‐09 Dic ‐09 E ne‐10 May‐10 S ep‐10 Dic ‐10 E ne‐11 May‐11 S ep‐11 Dic ‐11

$/kg

 P echito de cerdo

 As ado

 P ollo entero

Page 22: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

18 

dificultades para su digestión y en el caso del pescado pesa mucho su escaso

rendimiento y su falta de adaptación al paladar de toda la familia.

Los patrones de consumo de carnes presentan una relativa estabilidad estructural, ya

que no han variado mucho en los últimos años con escasas expectativas de cambios

en el futuro inmediato. En este contexto, en el corto plazo el patrón de consumo

cárnico aparente de los argentinos parece ser una tendencia difícil de transformar,

aunque la relación de precios entre las distintas carnes favorezca el efecto

sustitución, constituyendo este aspecto una de las principales incertidumbre clave

para el mercado nacional.

En Argentina, existe una preferencia por el consumo de productos de la industria de

chacinados que poseen marca reconocida y de productos con identificación territorial

(por ejemplo Tandil, Colonia Caroya, entre otros). En este tipo de alimentos se

observa claramente el efecto sustitución frente a cambios en el ingreso de las

personas. Cuando aumentan los ingresos disminuye la compra de fiambres estándar

y aumenta la demanda de fiambres de calidad.

Las estrategias de diferenciación de producto representan, para las plantas

elaboradoras de algunas regiones argentinas, una estrategia para superar la

competitividad de los precios mediante la exploración de las oportunidades de

mercado basadas en las características de origen de los productos que ponen de

relieve la imagen de la marca por el lugar geográfico y los conocimientos técnicos

(know how) artesanales. El reconocimiento de la calidad se basa en un marco

institucional que regula y juega un papel clave para asegurar la calidad. La efectividad

del sistema implica la organización de los productores y elaboradores para desarrollar

normas que garanticen la calidad del producto. Las acciones asociadas a esta

estrategia dará lugar en un mediano-largo plazo, a la emergencia y acción de nuevos

actores, por ejemplo de asociaciones de consumidores y/o de protección del medio

ambiente y/o de protección animal, que en defensa de estos intereses delegarán los

controles en empresas especializadas las cuales plasmarán las preocupaciones éticas

en normas y requisitos que garanticen el empleo local y los cuidados del medio

ambiente.

Page 23: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

19 

En este contexto, cabe preguntarse, si cambios en el precio de la carne porcina

producirán variaciones significativas en la demanda, siendo los precios una potencial

fuerza impulsora en la diversificación de la dieta e incremento del consumo de carne

de cerdo en los consumidores argentinos.

2.1.3. Aumento, diversificación y especialización de los lugares de compra

(Invariante Estratégica).

Ante las tendencias globales de consumo, la dieta y los hábitos alimentarios tienden

a homogenizarse, replicando los modelos de los países desarrollados en general, en

tanto los lugares de compra tienden a diversificarse. Este modelo alimentario se

caracteriza, por un lado, por una determinada composición nutricional, básicamente

altos niveles de proteína y energía, y proporción creciente de proteína animal; y por

otro, por la importancia que alcanza el consumo de productos industrializados que

incorporan servicios, como los alimentos listos para comer, para calentar o para

preparar, como respuesta a la “falta de tiempo” para cocinar (Revista Distribución y

Consumo, 2008).

En las ciudades, los productos se adquieren en distintos circuitos de abastecimiento.

En los barrios más pobres, además del abastecimiento formal de negocios y

supermercados, disponen del mercado informal a través de vendedores ambulantes,

quintas o locales multifunción, que los proveen de mercaderías baratas, de menor

calidad y de posible riesgo para la salud. En cuanto a los sectores medios compran

en el circuito formal de supermercados y minoristas al igual que los hogares de

mayores ingresos. En este último caso también hacen sus compras en el sector

informal, no por motivos de precio sino por motivos de salud, como por ejemplo

comprar en granjas y criaderos, valorizando reconocer el origen de lo que consumen.

En el caso por ejemplo de la Capital Federal, el lugar preferido de compra de carne es

el supermercado (63%), seguido de las carnicerías (32%), el resto es indistinto (5%).

Sin embargo, si se analiza la preferencia de compra en el interior o en ciudades

menos pobladas y áreas rurales, los porcentajes se invierten, siendo el lugar de

compra más elegido la carnicería. En general, los consumidores le dedican más

Page 24: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

20 

tiempo y esfuerzo cuando las compras son realizadas en los super e hipermercados;

mientras que la compra en las carnicerías les representa una garantía de calidad,

aporta seguridad y genera fidelidad. Desde el punto de vista de los diferentes

atributos de calidad de la carne, en la compra en supermercados, son muy valorados

las características organolépticas, especialmente las visuales como el color del corte

y la cantidad de grasa. En el caso de las carnicerías, el olor cobra más relevancia

como atributo de calidad. Respecto a los fiambres, entre el 80% y el 95% de los

consumidores prefieren que se los corten en el momento de la venta antes que

comprarlos envasados al vacío (IPCVA, 2008).

En los últimos años existe una tendencia a la apertura de negocios especializados en

la venta de productos de granja, que ofrecen carnes alternativas y diversidad de

productos elaborados en base a esas carnes, entre las que se encuentra la de cerdo,

a los que acceden preferentemente los consumidores de ingresos medios y altos.

A partir de los nuevos avances en los sistemas de refrigeración y en respuesta a los

nuevos hábitos de consumo, la industria ha implementado paulatinamente

tecnologías de cocinado, enfriado y envasado que garantizan la calidad higiénica de

los alimentos y prolongan su vida útil minimizando las alteraciones en los mismos.

Estos avances tecnológicos han permitido también desarrollar nuevos platos

preparados que permiten por una parte, diversificar la forma de presentación –por

ejemplo el corte en fetas, el marinado, etc.-, y por otra conservan mejor las

propiedades nutritivas, sensoriales y organolépticas de los productos.

Se espera que estas tendencias se consoliden en el corto plazo contribuyendo a la

presencia de carne de cerdo en el mercado y al aumento del consumo fuera de la

estacionalidad que predomina en la demanda actual.

Asimismo, cabe señalar que existe un consumo no registrado en las áreas rurales y

compras realizadas en canales cortos de comercialización -sin intermediarios-, como

las que se realizan directamente en el campo, contribuye a recrear condiciones de

informalidad en la actividad, aumentando consecuentemente los riesgos para la

salud.

Page 25: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

21 

2.2. Estructura Productiva

2.2.1. Crecimiento de la producción primaria en cantidad y calidad para lograr

el autoabastecimiento (Invariante Estratégica).

La producción mundial de carne porcina en el año 2010 fue de 106 millones de

toneladas. Entre los principales productores se destacó China con el 50% del total, la

Unión Europea con el 22% y Estados Unidos con un 10% del total producido.

En Argentina la producción representa el 0,3% del total mundial, y se destina

mayoritariamente al mercado interno. Hasta el año 2005, el 35% del consumo de

carne era en cortes frescos y el 65% correspondía a chacinados, tendencia que ha

tendido a revertirse, llegando a un consumo per cápita en el 2011 de 8,12 kg de los

cuales 7 kg corresponden a cortes frescos (Oficina Nacional de Control Comercial

Agropecuario ONCCA, 2011).

Según datos de la industria, entre los años 2003 y 2010, la producción de carne

porcina aumentó un 78%, y ya supera las 281.000 toneladas. En 2011 el sector faenó

cuatro millones de cabezas y planea incrementar ese volumen a 4,8 o 5 millones de

cabezas en 2012. Si bien, en los últimos años se ha incrementado la producción

porcina, la producción nacional de carne fresca aún no alcanza para abastecer la

demanda de la industria local (Gráfico 5.a.).

En el período 2000-2011 la tendencia de las importaciones fue decreciente, pasando

del 24% al inicio del período, al 15% en el año 2011. El 80% de las importaciones de

carne fresca provino de Brasil y el 14% de Chile (Grafico b).

Los aumentos en el consumo y la producción indican una recuperación del sector

porcino y la posibilidad de crecimiento de la producción primaria en calidad y

cantidad en Argentina. En tal sentido, cabe destacar que a nivel de genética el

desarrollo tecnológico disponible tiende a obtener un producto final de alta calidad,

caracterizado por animales más prolíficos, con mayor aptitud materna, mayor

velocidad de crecimiento con menor conversión, mejor rendimiento en el gancho y

Page 26: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

22 

un nivel de magro que oscila en el 48%, y permite ofrecer al consumidor una carne

de calidad diferenciada en cuanto a sabor, terneza y nivel de grasa (Millares, 2010).

Gráfico 5.a.: Evolución anual de la producción, consumo e importaciones del sector porcino (período 2000/2011, en toneladas)

Fuente: elaboración propia con datos de Servicio Nacional de Sanidad y Calidad

Agroalimentaria (SENASA).

Gráfico 5.b.: Porcentaje de participación de la producción, consumo e importaciones del sector porcino, en el año 2000 y 2011

Año 2000 Año 2011

Fuente: elaboración propia con datos de Servicio Nacional de Sanidad y Calidad

Agroalimentaria (SENASA).

0

50000

100000

150000

200000

250000

300000

350000

400000

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Consumo (tn)

Producción (tn)

Importación (tn)

Consumo 50%

Producción 38%

Importación 12%

0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,

Consumo 49%

Producción 43%

Importación 8%

0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0

Page 27: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

23 

2.2.2. Abastecimiento de materia prima (Incertidumbre Crítica).

Una de las principales preocupaciones de los establecimientos industriales es el

aprovisionamiento de materia prima en forma homogénea y acorde a los

requerimientos de calidad. Entre las principales restricciones señaladas por las

industrias se destacan la falta de volumen adecuado, en cantidad y calidad de la

materia prima. La falta de volumen se asocia al hecho de que la demanda interna

supera a la oferta disponible, situación que ha generado una alta dependencia de las

importaciones para abastecer a la industria local.

Respecto a la calidad de la carne de cerdo, en los últimos años se han logrado

importantes avances para satisfacer los requerimientos de la industria, posibles

gracias al trabajo conjunto desarrollado entre el sector público y privado, lo cual ha

fomentado iniciativas con el objetivo de controlar el funcionamiento del mercado de

ganado en pie.

En cuanto a las iniciativas desarrolladas por el sector público, desde el año 1995,

mediante la Res. Nº 57, de la ex Secretaría de Agricultura Ganadería Pesca y

Alimentación (SAGPyA), se utiliza un nuevo sistema de clasificación y tipificación de

carnes porcinas llamado “por magro”, donde el criterio de calidad más importante es

el contenido de músculo o la proporción de tejido magro. Para la fijación del precio

de referencia por un lado, se tomó como valor base un 44% de tejido magro/sin

grasa, tratando de incentivar cambios en la genética y alimentación y por otro se

considera la categoría capón5, en base al porcentaje faenado, como referencia del

precio promedio de mercado (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la

Nación, MINAGRI 2012).

En el año 2005 se estableció un Sistema de Información de Precios Porcinos (S.I.P.P.)

en el que se cuenta con información de comercialización del volumen semanal de

faena, en las distintas modalidades de compra de hacienda porcina brindado mayor

transparencia al sistema. Suministrar esta información es obligatorio para todos los

5 Porcentaje de faena: capón, 86%, chanchos, 2,2%, lechón liviano 1,21% y padrillos 0,17%.

Page 28: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

24 

establecimientos faenadores6 mientras la ONCCA es la encargada de publicar la

misma en forma periódica. En cuanto a la iniciativa privada, se destaca la creación del

mercado concentrador de cerdos de Argentina: PORMAG (carne PORcina MAGra),

que busca la consolidación del mercado de cerdos, el logro de precios de referencia

de la comercialización y a la vez unificar la calidad del producto ofrecido (IREAL,

2010).

Si bien la forma de comercialización por magro aún no es obligatoria, sino que es una

alternativa a las modalidades existentes de venta al pie o rendimiento al gancho, se

considera que este sistema -acorde al implementado en los principales países

productores de cerdos- se empleará en el corto o mediano plazo debido a que es

valorado por todo el sector porcino.

En este sentido, desde el año 2001 el porcentaje de magro muestra un aumento

progresivo, pasando de 46% (2001) a 48% (2010) y en la actualidad el 50% de la

faena es comercializada con tipificación por magro (ONCCA, 2010) (Gráfico 6.a). La

valoración positiva de la industria respecto a la calidad de las carnes magras, se

verifica en un mejor precio pagado por las reses tipificadas respecto a las que no lo

están (Gráfico 6.b). Si bien aún persisten disparidades entre la materia prima ofertada

y la calidades demandadas por las plantas procesadoras, gradualmente se están

desarrollando mecanismos de acuerdo entre industriales y productores basados en

pagos diferenciados por tipos de cerdos producidos y demandados por la industria.

Por otra parte, el alto grado de informalidad, dispersión geográfica y atomización que

caracteriza la producción primaria porcina, sumado a la falta de escala de las

unidades productivas lleva a la irregularidad y falta de tipificación en la materia prima

entregada a la industria y el aumento de los costos de transacción.

Los distintos sectores involucrados en la actividad porcina, mencionan los escasos

controles por parte del Estado, lo cual deriva en un doble estándar sanitario: entre

aquellas carnes destinadas a la exportación y las que se venden en el mercado

interno, sobre todo en puestos artesanales o caseros que realizan la crianza y faena

6 Res 144/2005, SAGPyA y Res 1445/2006 ONCCA.

Page 29: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

25 

de cerdos sin la correspondiente inspección veterinaria. El doble estándar se da

además, en el caso de proveedores del mercado interno, entre establecimientos

habilitados provisoriamente y los habilitados por el Servicio Nacional de Sanidad y

Calidad Agroalimentaria (SENASA).

Gráfico 6.a: Porcentaje promedio de magro anual

Fuente: elaboración propia con datos del Sistema Integrado de Información Agropecuaria

(SIIA), MINAGRI.

Cabe señalar, que un producto industrial está registrado y sometido a una serie de

controles bromatológicos que lo tornan aconsejable para su consumo. El producto

artesanal, por su parte, se caracteriza por el etiquetado y por poseer un responsable

claramente identificado a fin de no crear confusión entre artesanal o casero. Este

último generalmente se asocia a la crianza y faena clandestina, alejada de las

mínimas condiciones higiénico-sanitarias.

A corto y mediano plazo, la coexistencia de un doble estándar de calidad presenta

desventajas, ya que si bien puede significar el acceso a los mercados locales o

regionales de los pequeños productores familiares, la permanencia del mismo en el

tiempo atenta contra la credibilidad en las exportaciones a la vez que profundiza la

heterogeneidad presente en la actividad y la inversión en incorporación de

tecnologías en la producción de alimentos destinados al consumo interno.

48,4

48,047,9

47,747,7

47,047,0

46,846,6

46,3

46,0

44,5

45,0

45,5

46,0

46,5

47,0

47,5

48,0

48,5

49,0

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

%

Page 30: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

26 

Gráfico 6.b.: Evolución del precio promedio de animales comercializados en pie con y sin tipificación, período 2005-2011

Fuente: elaboración propia con datos del Sistema Integrado de Información Agropecuaria

(SIIA), MINAGRI.

La percepción de los consumidores respecto a la seguridad de la carne porcina,

presionan por productos chacinados y embutidos que cuenten con el etiquetado

obligatorio, donde conste la procedencia de la carne, la identificación del

establecimiento de origen del producto, el número de habilitación, el número de lote,

la fecha de elaboración y vencimiento y los ingredientes e información nutricional

(Lagreca, 2009).

2.2.3. Generación de mayor nivel de valor agregado a través de convertir grano

en carne (Invariante Estratégica).

La actividad porcina se caracteriza por una alta producción de carne en un período

corto de tiempo. Esta ventaja, que la diferencia de otras especies, reside en un

menor período de gestación, mayor número de pariciones por madre, menor tiempo

de engorde y principalmente por una mayor eficiencia en la conversión de alimento

en carne. En la dieta de los cerdos, el maíz y la soja en conjunto representan entre el

75% y 90% del balanceado, siendo la conversión alimenticia de 3:1 (3 kg de

0,00

1,00

2,00

3,00

4,00

5,00

6,00

7,00

2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

$/kg

 S in Tipificación  C on Tipificación

Page 31: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

27 

balanceado para producir 1 kg de cerdo vivo). En la estructura de costos de la

producción primaria porcina, las raciones concentran entre el 60-70% de los costos.

Dado que el principal componente de la ración es el grano de maíz (70%), generar

valor agregado a través de convertir grano en carne depende en gran parte del

mercado internacional de maíz. Las tendencias alcistas en el precio de los cereales y

oleaginosas ubican la relación capón/maíz como un factor clave para la producción

porcina, particularmente de los países importadores de granos destinados a la

alimentación del ganado. Al respecto, en Argentina, en el año 2010, la relación

insumo-producto (capón/maíz y capón/soja) muestra una mejora como resultado del

incremento de los precios de los cerdos. En tanto la relación capón/novillo, durante

ese año registró una disminución debido a un mayor aumento del precio del novillo

(ONCCA, 2010). Es decir, que a la relación del capón con su principal competidor el

novillo, en el período enero-diciembre del año 2010 se registra una tendencia

favorable hacia la competitividad de la carne porcina, que necesitó 0,77 kg de novillo

para adquirir 1 kg de capón; valor inferior en 21,5% al valor promedio de igual período

del 2009 (ONCCA, 2010) (Gráfico 7). La relación maíz/capón, indica la cantidad de

grano de maíz que se puede adquirir con el valor de 1 kg de capón, en el año 2011,

como se observa en el Gráfico 8, con la venta de 1 kg vivo de capón se pudieron

adquirir 8,3 kg de maíz.

Gráfico 7: Relación producto-producto, capón/novillo ($/kg)

Fuente: elaboración propia con datos del Sistema Integrado de Información Agropecuaria

(SIIA), MinAgri.

0,91 0,930,95

0,91

0,78

0,7

0,0

0,1

0,2

0,3

0,4

0,5

0,6

0,7

0,8

0,9

1,0

$ kg capón/$ kg novillo

2006 2007 2008 2009 2010 2011

Page 32: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

28 

Entre los participantes de la actividad porcina, existe una creciente conciencia sobre

las ventajas comparativas generadas por la transformación de granos en proteína

animal, lo cual produce mayor valor agregado.

Gráfico 8: Evolución de la relación insumo/producto (maíz/cerdo), período 2005-2010

Fuente: elaboración propia con datos del MINAGRI.

2.2.4. Sistema de transporte y logística acordes a los desarrollos del sector

(Incertidumbre Crítica).

En los países desarrollados el concepto “from conception to consumption” (de la

concepción hasta el consumo), pone de manifiesto la importancia que tiene cada

etapa por la que pasa el animal antes del sacrificio, así el tratamiento que recibe y las

condiciones de manipulación de la materia prima hacen a la calidad del producto final

que llega a la mesa del consumidor7.

La fuerte competencia a nivel de mercados mundiales compradores de carne,

conlleva a los países productores a un nuevo concepto de producción y beneficio: un

mercado en el que la diferencia está dada por la “calidad del producto”. Por lo tanto,

una carne producida con animales bien tratados desde la crianza en el

establecimiento productor hasta el momento de su llegada al frigorífico tendrá, sin

duda, un mejor aspecto, textura y sabor que aquélla que no haya sido manejada en

7 http://www.bienestaranimal.org.uy/index.html.

12,3

8,3

7,2

7,7

8,6 9

8,3

0

2

4

6

8

10

12

14kg

2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Page 33: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

29 

las condiciones adecuadas. Además, es cada vez mayor la preocupación de los

consumidores de carne de los países compradores que exigen información y

certificación que los productos proceden de animales que durante todo el proceso,

desde el campo hasta el plato, han cumplido con las normas de bienestar, sanidad y

trazabilidad.

En Argentina, las empresas vinculadas a la actividad han comenzado a tomar

conciencia del bienestar animal durante el traslado, debido a las pérdidas en los kilos

de carne producida ocasionadas por transportes poco adecuados, transformándose

en un “corral de ganado” en movimiento, con un ambiente muy inestable que pone a

prueba los mecanismos de adaptación de los animales.

Desde el sector público, SENASA ha desarrollado al respecto Manuales de Buenas

Prácticas de Bienestar Animal y Procedimientos Básicos en el Transporte Terrestre de

Animales cuyos objetivos son: destacar los procedimientos y normas vigentes,

difundir los principios básicos del buen trato, manejo y transporte adecuado del

ganado para todo destino y las normas que sancionan su maltrato, promover e

impulsar la adopción de estrategias que reconozcan e implementen el bienestar

animal como eje de la sanidad y de la productividad en beneficio de una ganadería

sustentable, disminuir el deterioro del ambiente y los ecosistemas y fomentar el trato

humanitario de los animales impulsando en la comunidad actitudes responsables

(Ponce Del Valle, 2010). La mayoría de las transacciones entre el productor y los

frigoríficos, se realizan bajo la condición de los animales puestos en la planta de

faena, contratando los productores el servicio de transporte de ganado en pie a

empresas especializadas. Respecto al transporte de reses porcinas, los comercios

mayoristas o minoristas tienen a su cargo el transporte de las mismas, aunque hay

empresas que exclusivamente prestan este servicio. La normativa vigente prohíbe el

transporte simultáneo de carne de diferentes especies o de otro tipo de mercaderías,

por lo que las empresas que transportan reses alternan entre reses bovinas y

porcinas.

En ambos casos, los vehículos deben contar con habilitación de la autoridad sanitaria

de la jurisdicción (SENASA o Agencia Provincial de Seguridad Alimentaria) y es

Page 34: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

30 

condición requerida por los frigoríficos para resguardar las condiciones sanitarias y

calidad de los productos. Los aspectos referidos al transporte de animales, se

encuentran contemplados en la Ley de Policía Sanitaria Animal Nº 3959, y sus

modificatorias y particularmente en la resolución de SENASA Nº 97/1999. Al mismo

tiempo, es de aplicación la ley Nº 14.346/54 de protección de animales. Las

exigencias de los mercados sumados a los aumentos de la producción llevaran en el

mediano y corto plazo a que los operadores logísticos realicen inversiones para

adecuarse a los requerimientos del sector y garantizar la eficiencia y calidad del

sistema.

2.2.5. Incremento de la integración agroindustrial y concentración de la

producción (Invariante Estratégica).

Históricamente, cada etapa de la producción estaba controlada por los diferentes

actores (empresas o particulares). La integración vertical reduce el número de actores

al concentrar varias funciones dentro de una misma empresa. En teoría, la integración

puede afectar a todos los eslabones de la cadena de producción, reproducción, para

promover las ventas de productos terminados, es decir, que todas las funciones

podrían ser proporcionadas por una empresa, a través de la suscripción de contratos

de producción. La organización vertical es especialmente adecuada para un tipo de

producción de ciclo corto, para grandes volúmenes, y puede permitir una

considerable economía de escala a través de la coordinación entre los diferentes

eslabones de la cadena.

A nivel internacional la creciente demanda de carne de cerdo, ha llevado a un

crecimiento en el volumen de producción que fue acompañado por procesos de

cambio tecnológico que permitieron mejorar la productividad y bajar los costos de

producción. La combinación de estos factores no solo permitió lograr indicadores de

eficiencia sino también mejorar la rentabilidad ante aumentos en el tamaño de la

unidad productiva. Las escalas de producción han crecido y muchos

establecimientos se han integrado verticalmente, no solo faenan y abastecen el

mercado interno, sino que también se dedican a la cría y engorde de cerdos. Esto ha

Page 35: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

31 

llevado a una fuerte reducción en el número de establecimientos productivos y a una

concentración de la producción.

En la actividad porcina existe gran heterogeneidad de actores, coexistiendo

explotaciones que combinan autoconsumo -venta informal y esporádica, minimizando

costos y con escasa relación con el mercado-, con complejos industriales integrados,

con buenos niveles de productividad, que comercializan toda su producción y están

vinculados a la fase industrial.

Según un informe de SENASA (2010), en Argentina conviven tres sistemas

productivos segmentados en grandes grupos, que determinan que la producción

primaria de cerdos esté muy atomizada. Estos sistemas se diferencian

principalmente por el tipo de producción, la tecnología empleada, la infraestructura, la

integración entre las distintas fases del ciclo productivo, la especialización, la

alimentación y la mano de obra, entre otras (Tabla 1).

Tabla 1: Características socio-económicas de los productores porcinos

Tradicional a campo Tradicional mejorado Empresarial

Producción de autoconsumo Producción de todas las etapas a

campo, escaso grado de

confinamiento

Empresas tecnificadas,

producción bajo galpón,

confinamiento

Complementaria de otras

producciones agrícolas

Incorporación de TK Producción planificada e

integrada verticalmente en la

cadena productiva

Infraestructura precaria Infraestructura buena Buena infraestructura

Alimentación a base de maíz Alimentación balanceada,

genética

Raciones balanceadas,

genética, plan sanitario,

asistencia técnica

Elaboración casera de

chacinados

Ciclo completo8 Ciclo completo

Mano de obra familiar Mano de obra familiar o familiar

asalariada

Personal en relación de

dependencia

Comercialización de lechones a

particulares/acopiadores

Comercialización intermediarios o

directa a frigoríficos

Comercialización

directamente a frigorífico

Fuente: elaboración propia en base a informe de SENASA e INTA, 2004

8 Ciclo completo: además de la faena realizan el desposte de las reses, comercializan cortes frescos y algunos elaborados, chacinados. 

Page 36: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

32 

En la producción primaria se observa un paulatino proceso de concentración de la

producción en explotaciones de mayor tamaño, que logran aumentos en los niveles

de productividad mediante la aplicación de tecnologías crecientemente intensivas en

capital, y el uso de insumos y tipos genéticos importados.

En cuanto a la industria porcina, a diferencia de la producción vacuna, esta se

caracteriza por la concentración de las plantas de faena existentes y una industria de

chacinados de tamaño medio y dispar, desde el punto de vista tecnológico. Las

primeras 20 firmas habilitadas para faena y abastecimiento porcino, son responsables

de más del 80% de la faena y las primeras 10 acumulan el 65%.

Según datos de ONCCA, 2011, la serie histórica de los últimos diez años registra un

máximo del 87% de uso de la capacidad instalada de la industria frigorífica, siendo

actualmente del 78%9; esto permite inferir que la industria posee una capacidad

ociosa que le permitiría absorber, a corto o mediano plazo, un incremento de la

producción. Los anterior ha generado expectativas en el sector, donde la industria de

chacinados proyecta nuevas inversiones a través de la implementación de 20

proyectos que abarcan distintas etapas del proceso productivo (15 destinados a

plantas de producción de carne porcina y 5 plantas de alimento balanceado),

ubicadas en Capital Federal, Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Córdoba y Santiago

del Estero. Según CAICHA (2010), estas inversiones permitirán, por un lado contribuir

a la creación de 700 nuevos puestos de trabajo, dado que este sector industrial es

intensivo en el uso de mano de obra -emplea en promedio a 37 personas por

establecimiento-, y por otro sumar 21 millones de pesos anuales a las exportaciones

del sector y sustituir importaciones por más de 100 millones de pesos al año.

Las principales empresas productoras de cerdos tienen las líneas genéticas y

concentran gran parte de la producción para faena, destinando principalmente la

faena a frigoríficos propios (integración vertical), vendiendo luego el producto

terminado, ya sea fresco o procesado. Este modelo difiere al de otros países

9 Al respecto, los referentes de las industrias de chacinados manifiestan que en el año 2012 el uso de la capacidad instalada de la industria frigorífica estaría al límite. Ver: Benes, G. y Erreguerena, J. (2013). Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena de carne porcina. Proyecto MINCyT-BIRF: Estudios del Sector Agroindustria. Serie Documentos de Trabajo N* 7. Buenos Aires, Julio.

Page 37: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

33 

productores de carne porcina que han desarrollado un sistema muy similar al de la

industria aviar, donde el productor/engordador de los lechones invierte en

infraestructura para el engorde y en personal, y la empresa coordinadora entrega

alimento y asesoramiento productivo y veterinario.

En el sistema argentino, la mayoría de las industrias que faenan, además de invertir

en genética y plantas de faena y procesadoras, deben también invertir en

infraestructura. La coordinación se realiza mediante compras en el mercado, en

función de un precio de referencia, muchas veces no muy claro. Los frigoríficos

compran cerdo en pie en forma directa al productor, pactando el precio de acuerdo a

la plaza local. Por el momento no existen contratos de aprovisionamiento ni de

precios futuros, situación que caracteriza a la actividad como un negocio de alto

riesgo, donde el precio no solo depende del valor del cerdo para faena (que presenta

incertidumbre en los precios que se pagarán), sino que también depende de la

incertidumbre asociada al valor de los granos en plaza, que generalmente incide en

bajos niveles de inversión (Senesi, et al, 2008).

Las recomendaciones de distintas instituciones, tanto a nivel público como privado,

puntualizan en la necesidad de lograr mayor articulación de las distintas etapas de

producción, industria y comercialización del sistema productivo nacional, señalando

la informalidad como uno de los mayores problemas del sector. El ingreso de nuevos

capitales en modernos sistemas integrados de producción, de no mediar políticas de

apoyo a las PyME del sector para transformar su estructura productiva, contribuirá a

acentuar la heterogeneidad existente y profundizará la concentración de la actividad e

impulsará procesos de integración vertical y la suscripción de contratos de

producción similares a los existentes en otras actividades agroalimentarias.

2.2.6. Estrategia de Argentina para captar mercados externos frente a la

estrategia de los competidores (Incertidumbre Crítica).

Los incrementos en el consumo interno y la meta del PEA, tendiente a la inserción en

los mercados internacionales, lleva a preguntarse si existe una estrategia a nivel

Page 38: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

34 

nacional para captar mercados externos y lograr el autoabastecimiento a corto y

mediano plazo.

En cuanto al mercado externo, la estrategia de los países competidores de la región,

como es el caso de Brasil y Chile dos países que sin tener claras ventajas

comparativas con respecto a la Argentina han logrado integrarse exitosamente en el

flujo comercial internacional, ha sido diferente. Por un lado, Chile a pesar de poseer

desventajas en la provisión de alimentos, ha logrado la inserción en el mercado

internacional de carne porcina. Durante la campaña 2006/2007, la producción chilena

de maíz ascendió a 1.5 millones de toneladas, un 6.7% de la producción argentina en

el mismo año, debiendo importar las 1.8 millones de toneladas adicionales necesarias

para satisfacer su necesidad de consumo interno, 90% del cual (2.9 millones) es

alimento forrajero. A pesar de esta clara desventaja comparativa, Chile ha logrado

alcanzar una producción de medio millón de toneladas anuales de carne porcina, 2½

veces más que la faena de una década atrás, pasando de ser un actor casi

insignificante en el escenario internacional a exportar 150 mil toneladas de carne

porcina por un valor de U$D 400 millones (Senesi, et al, 2008). En ese país la

estrategia de inserción internacional se orientó hacia la búsqueda de nichos de alto

valor agregado en países desarrollados, a partir de la firma de diversos Tratados de

Libre Comercio (TLC), que le permitieron penetrar con fuerza en los mercados

maduros de países desarrollados, como Japón o Corea del Sur. Cabe señalar que

estos países poseen estándares de sanidad más exigentes que los observados en

otros, pero a la vez representan mercados donde se venden cortes de mayor precio

unitario.

El caso brasilero, por su parte, sorprende no sólo por la magnitud que ha adquirido,

sino también por el corto periodo en el cual eso ha sido conseguido. En Brasil se

produjo una profundización tecnológica que ha permitido, con un nivel de stock que

supera tan sólo en un 20% al de 30 años atrás, triplicar su producción. De acuerdo a

los analistas de mercado, este aumento sorprendente de la productividad ha sido el

resultado de un intenso proceso de incorporación de mejor genética, mejor

administración de los rodeos y aumentos en las escalas productivas, entre otros

factores relevantes. A comienzos de la década del noventa, Brasil producía alrededor

Page 39: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

35 

de un millón de toneladas anuales de carne porcina, destinando menos del 2% al

mercado externo. Casi dos décadas después, la industria porcina triplicó su

producción, exporta el 25% (770 mil toneladas), y capta el 15% del mercado

internacional, obteniendo más de U$D 1.500 millones de dólares en el intercambio

comercial (Senesi, et al, 2008).

A diferencia de Chile, que posee una industria integrada verticalmente hacia nichos

de mercado, Brasil posee una estrategia diferente orientada hacia la penetración de

los mercados más dinámicos de los países en desarrollo, en particular China y Rusia.

Las exportaciones realizadas por Argentina, hacen prever que se siga una tendencia

semejante a Brasil, tratando de complementar la oferta de su socio del MERCOSUR

en los países emergentes.

2.3. Marco Normativo, Políticas e Instituciones

Las transformaciones en el comercio mundial de productos agropecuarios y las

nuevas exigencias y condiciones que se imponen para la producción agroalimentaria,

tales como la “descomotización” de la producción agraria, el desarrollo tecnológico y

los cambios en el marco regulatorio del comercio entre países, acrecientan la

internacionalización e interdependencia de la producción, los mercados, las normas y

reglamentaciones que rigen dicho sistema. Desde su creación a mediados de la

década del 90, la Organización Mundial del Comercio (OMC) se ha convertido en un

organismo internacional central en la (des)regulación de los mercados

agroalimentarios, al incluir en 1994 plenamente los productos agrícolas (como una

mercancía o “commodities”) en las negociaciones de liberalización comercial.

Paralelamente, en esa época los países de la región iniciaron procesos de apertura

económica y reforma del Estado que significaron profundos cambios en las

transacciones comerciales de agroalimentos internas y externas.

Si bien en materia arancelaria se registró una reducción -tanto de la dispersión como

de los niveles arancelarios promedios y máximos– en las últimas décadas los países,

particularmente, los centrales han incrementado considerablemente el número de

Page 40: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

36 

normas y reglamentos técnicos que rigen el comercio mundial de alimentos,

impulsados por las exigencias de los consumidores y de la industria de

transformación, que demandan productos de alta calidad y requieren garantías de

seguridad alimentaria por la desconfianza ante las sucesivas crisis sanitarias (vaca

loca, influenza aviar, peste porcina entre otras) y riesgos asociados a la producción

transgénica, así como los crecientes problemas de contaminación ambiental. Por

esta razón se estima que existirá una presión cada vez mayor sobre los países de la

región para modificar las condiciones de competencia relacionadas con las normas

sociales o ambientales en la producción agroalimentaria.

Por otra parte, la adopción de normas, sellos de calidad y su certificación para los

alimentos constituirán cada vez más un aspecto importante de las políticas de

seguridad alimentaria por el papel que desempeñan en el comercio agroalimentario

internacional y por las controversias que originan en las relaciones económicas.

2.3.1. Mayores exigencias de certificación y regulación en el comercio

internacional (Invariante Estratégica).

En el comercio mundial de alimentos, tanto los consumidores, mayoristas y las

industrias procesadoras están exigiendo métodos que garanticen patrones de

inocuidad, trazabilidad, características diferenciales, que lleva a que se implementen

distintas medidas voluntarias u obligatorias para garantizar la calidad de los productos

transados. El incremento de la demanda del consumidor en los países desarrollados

por productos provenientes de sistemas de producción “justo” y “sostenible”, que

además provean alimentos inocuos, conlleva a nuevas y crecientes exigencias sobre

sistemas de calidad a escala internacional tanto de los importadores como de los

países, e internamente de los supermercados, industrias procesadoras, etc.

La producción de alimentos se rige por el Codex Alimentarius, creado en 1963 por la

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la

Organización Mundial de la Salud (OMS), para desarrollar normas alimentarias y

reglamentos que garanticen la seguridad e inocuidad de alimentos. Las materias

Page 41: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

37 

principales de este código es la protección de la salud de los consumidores, asegurar

prácticas de comercio claras y promocionar la coordinación de todas las normas

alimentarias acordadas por las organizaciones gubernamentales y no

gubernamentales. En consonancia, el Código Alimentario Argentino (CAA) puesto en

vigencia en la década del ´70 por la ley 18284 reglamentada por el decreto 2126/71,

tiene por objetivo proteger y garantizar la salud de la población y la buena fe de las

transacciones comerciales.

Según la FAO, el número de regulaciones técnicas y estándares (usadas

habitualmente como sinónimos) se incrementan constantemente en la mayoría de los

países, y sustituyen a las barreras arancelarias y no-arancelarias como mecanismos

de regulación del comercio. En este sentido, en el comercio internacional se procura

o existe una tendencia a que disminuyan y se negocien las barreras comerciales.

Paralelamente las barreras sanitarias y fitosanitarias “formales” también están

decreciendo, por los Acuerdos de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) y

Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC), no obstante las empresas de mayor tamaño

han comenzado a solicitar a sus proveedores el cumplimiento de sistemas de calidad

privadas, tales como las normas ISO (Internacional Organization for Standardization),

protocolos, Hazard Análisis and Critical Control Points (HACCP), entre otras.

Los estándares privados, utilizados por las empresas por distintas razones ya sea de

marketing, organización y logística en el intercambio comercial cumplen diversas

funciones: facilitan el intercambio, garantizan calidad, homogeneizan productos, pero

también pueden restringir la competencia. En este contexto, los requerimientos de

certificación operaran como un mecanismo de restricción de entrada a los mercados

más que a un elemento de diferenciación. En el marco de las negociaciones

comerciales, el estudio e implementación de nuevas argumentaciones técnicas, por

parte de los países demandantes, limitarían el comercio de alimentos, basadas en

cuestiones ligadas a la calidad y sanidad de los productos.

Si bien tanto a nivel nacional como internacional, es esperable la intensificación de

las regulaciones y exigencias de calidad y sanidad de los productos, resulta más

incierto el papel de las normas privadas, aunque es esperable que en el mediano y

Page 42: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

38 

largo plazo estas se incrementarán, y generaran nuevos procesos de alineamiento y

adecuación de las normativas públicas en las transacciones comerciales.

2.3.2. Mayores exigencias del cumplimiento de garantías de bienestar animal,

buenas prácticas agrícolas y nuevos atributos de calidad (Invariante

Estratégica).

En los últimos años, las preocupaciones y exigencias de los consumidores de los

países centrales hacen que se valoren cada vez más las normas sanitarias y de

higiene que requieren los alimentos cárnicos. En concordancia, en Argentina, desde

las instituciones públicas y organizaciones privadas ligadas al sector se promueven

normas que rigen el bienestar animal y reglamentaciones y controles para asegurar la

calidad e inocuidad agroalimentaria.

2.3.3. Estándares mínimos a nivel internacional para la protección y Bienestar

Animal (BA) (Invariante Estratégica).

Los consumidores europeos en los últimos 20 años, conforme sus preferencias en

los productos de origen animal, han llevado a los actores de la cadena de carne a

incorporar técnicas productivas, comerciales y de marketing que contemplen la

salubridad y el Bienestar Animal como nuevos atributos de valor de los alimentos.

En este sentido, el bienestar de los animales, especialmente de las aves de corral y

del ganado porcino, es una de las principales preocupaciones de los consumidores.

La manipulación de los cerdos, el espacio, los problemas en las patas, el transporte,

la calidad del aire o las enfermedades infecciosas son algunas de estas inquietudes.

Si bien no hay una definición unívoca sobre el concepto de BA, este involucra tanto a

la comprensión del animal como ser vivo, sujeto a sufrimiento, como a la exigencia

del mercado internacional en relación a la calidad de las carnes. La Asociación

Americana de Medicina Veterinaria (AVMA) incluye además en este concepto “el

alojamiento adecuado, el manejo, la alimentación, el tratamiento y la prevención de

Page 43: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

39 

enfermedades, la tenencia responsable, la manipulación humanitaria y si es necesario

la eutanasia humanitaria” (Stabursvik, 2005). Por lo tanto, desde la década del 70

hasta nuestros días se siguen estableciendo definiciones de BA, pero todas tienen en

común la necesidad de evitar el sufrimiento de los animales durante las

manipulaciones que el hombre haga con ellos.

El bienestar animal no está cubierto por los acuerdos de la OMC, no obstante la

comunidad internacional es cada vez más propensa a establecer normas para la

protección animal en producción, transporte y faena. La Oficina Internacional de

Epizootias (OIE), es el organismo de referencia para el mundo en materia de salud

animal y al bienestar de los animales. Este organismo, a fin de garantizar el

suministro de alimentos seguros a los consumidores, ha iniciado acciones tendientes

a sumar la seguridad alimentaria a su actividad originaria. Desde la Conferencia

Mundial sobre BA, celebrada en Paris en febrero de 2004, la OIE se propone

promover el bienestar de los animales mediante la elaboración de normas y

directrices basadas en criterios y argumentos científicos, la promoción de la

enseñanza a través de la capacitación y la difusión de manejos adecuados de los

animales que tomen en cuenta la dimensión regional y cultural. En este contexto, las

exigencias de protección y BA se acrecentarán en el corto plazo en los mercados

externos.

2.3.4. Status sanitario argentino frente a la heterogeneidad del sector

(Incertidumbre Crítica).

En Argentina para adecuarse a estas normativas internacionales, el SENASA a través

de la Dirección de Sanidad Animal ha dispuesto una serie de reglamentaciones para

asegurar el cumplimiento del BA (res. 1286/93), y se han creado paralelamente

organismos a tal fin, como la Comisión Nacional Asesora de BA y la Coordinación de

BA, respectivamente (res. 253/02, 25972004).

Estas comisiones se han fijado como prioridades elaborar estándares mínimos

conforme los principios de BA, la difusión del tema y la capacitación. Además, en

Page 44: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

40 

línea con los postulados y recomendaciones de la OIE se han conformado

subcomisiones para los temas referidos a producción, comercialización, transporte y

faena. En el año 2004, el SENASA, elaboró un Manual de Procedimientos de

Bienestar Animal, que contempla las normas para varias especies animales y para

toda la fase de producción, transporte y faena.

Las empresas vinculadas a la actividad, aunque en forma dispar, han comenzado a

tomar medidas respecto al BA tratando de disminuir las pérdidas ocasionadas, tanto

en cantidad como en calidad debido a aspectos asociados al manejo inadecuado,

largos tiempos de espera, malos tratos en la carga y descarga, entre otras, que

generan al final de la cadena un producto de menor calidad y aceptación por parte de

los consumidores.

A nivel mundial se reconoce que el nivel sanitario de la producción porcina de

Argentina es muy bueno, debido a que se encuentra libre de las principales

enfermedades de alto impacto económico y productivo que afectan a esta especie,

tales como Peste Porcina Clásica (PPC), Síndrome Reproductivo y Respiratorio

Porcino (PRRS), Aujeszky, entre otras. Además, cumple con disposiciones sanitarias y

controles en triquinosis, influencia, aftosa y tuberculosis.

No obstante existe coincidencia respecto a que los controles y regulaciones públicas

suelen ser lábiles o débiles en los establecimientos de transformación/procesamiento

artesanal. Se espera que el desarrollo del sector impulse mayores controles que

consoliden el estatus sanitario logrado y la captación de nuevos mercados.

2.3.5. Implementación e inversión en métodos eficientes de sistemas de

trazabilidad para identificar la Huella de Carbono (HC) y minimizar la

emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en Argentina

(Incertidumbre Crítica).

En los últimos años, la preocupación por los problemas ambientales asociados a las

emisiones de GEI y cambio climático, propician que desde distintos ámbitos se

Page 45: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

41 

soliciten nuevos atributos o condiciones que deben cumplir los productos

alimentarios comercializados, como por ejemplo la HC, que expresa la cantidad de

GEI que se emiten a la atmósfera. La implementación de sistemas para identificar la

HC es creciente en el comercio mundial de alimentos. En los países europeos este

indicador ambiental busca calcular el impacto que tiene la producción de bienes y

servicios sobre el ambiente.

A nivel internacional la tendencia, basada en la problemática ambiental y el cambio

climático, ha llevado a solicitar e incluir eco etiquetas con la HC a fin de que los

consumidores cuenten con esa información. Si bien por el momento son medidas

voluntarias, se estima que en el corto o mediano plazo podrían convertirse en un

requisito obligatorio, por parte de los gobiernos o empresas, para el acceso a

determinados mercados (Fariña, 2011). En el comercio internacional existen un

conjunto de protocolos tendientes a garantizar que la información de los alimentos no

sea engañosa en su interpretación, uso y comunicación. Al respecto, las normas ISO

14000, tienen como objetivo asegurar la uniformidad, comparabilidad, fiabilidad,

consistencia y transparencia en la cuantificación de los GEI, incluida la HC en el ciclo

de vida de los productos (Tabla 2). Las medidas implementadas hasta el momento

hacen prever que las exigencias respectos a estos aspectos se incrementarán, por lo

tanto en la actividad porcina, la huella ecológica, el calentamiento global y la elección

de alimentos saludables marcarán la producción futura de carne de cerdo,

impulsando al sector al reto de encontrar métodos eficientes y efectivos para

minimizar la emisión de GEI, con el objetivo de limitar o no emitir gases u olor.

Tabla 2. Principales protocolos para calcular la Huella de Carbono

ISO- Huella de carbono

de productos (en

elaboración)

Asegurar la uniformidad, comparabilidad, fiabilidad, consistencia y

transparencia en la cuantificación de la huella de carbono en el ciclo de vida

de los productos o en una etapa del mismo.

PAS 2050:2008 Evaluar emisiones en el ciclo de vida del producto, para que puedan ser

reportadas y comunicadas a los actores involucrados y los consumidores.

GHG Protocolo Cuantificar emisiones con un enfoque corporativo.

Bilan Carbone Calcular las emisiones para luego diseñar un Plan de Acción de reducción

de las mismas.

Fuente: extraído de Revista Alimentos Argentinos. Edición Nº 52, Noviembre 1, 2011

Page 46: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

42 

Asimismo, se prevé que en el futuro en el país se establecerán vínculos con el sector

de la bioenergía para obtener nuevos alimentos para el cerdo y, a la vez, suministrar

el estiércol porcino para la producción de biogás y de electricidad a través de

biorreactores, como forma de reducir y limitar el uso de balsas de estiércol. Distintas

investigaciones plantean que la sustitución de ganado rumiante de carne roja por

otros animales monogástricos reduciría significativamente la producción de metano.

2.3.6. Aprovechamiento integral de productos y residuos de la producción

porcina para minimizar la emisión de GEI a nivel internacional (Invariante

Estratégica).

La cuestión energética se ha transformado en una prioridad política para el desarrollo

global, que preocupa a Estados, Organizaciones no Gubernamentales (ONG´s),

empresas y al conjunto de la sociedad civil. En este milenio la nueva revolución

tecnológica serán las tecnologías verdes, que pueden significar una ventana de

oportunidad para los países en desarrollo. La generación y uso de este tipo de

energías representa una opción estratégica de desarrollo en la mayoría de los países

desarrollados y para las economías emergentes.

Frente al agotamiento de los recursos energéticos convencionales y los crecientes

problemas ambientales, asociados a las emisiones de GEI y cambio climático y la

pérdida de diversidad biológica, el desarrollo de energías renovables o tecnologías

verdes se presenta como una estrategia y alternativa energética para promover el

desarrollo sostenible, prevenir y mitigar los efectos ambientales y combatir la

pobreza.

A corto o mediano plazo se considera que en Argentina aumentará la presión sobre

los sistema productivos porcinos por el uso de tecnología verdes o alternativas a fin

de reducir la dependencia de combustibles fósiles y provenientes de recursos no

renovables, mediante la producción de alimentos y la producción y utilización de

biomasa no alimenticia para la generación de energía, combustible y bioproductos.

Page 47: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

43 

Una ventaja de este tipo de energía es que la misma no compite en forma directa con

otro tipo de actividades económicas consideradas estratégicas como la producción

de alimentos y permite capturar recursos.

Actualmente, la preocupación por la problemática de la generación y el manejo

inadecuado de los residuos y efluente de los sistemas pecuarios intensivos que

generan impacto negativo sobre el ambiente lleva a que desde las instituciones

públicas y privadas se impulsen programas para producción de biogás, en función a

los beneficios medioambientales atribuidos al biogás. Según el “Proyecto de

Eficiencia de Cosecha, Postcosecha de Granos y Agroindustria en Origen” (PRECOP-

INTA) el tratamiento de desechos orgánicos y la reducción de emisiones de GEI

(gases de efecto invernadero), representan además una alternativa real y viable para

la revitalización de zonas agrícolas desfavorecidas en el país, como así también la

posibilidad de favorecer la rotación de cultivos con especies que aportan biomasa al

suelo, a la vez que permiten un mayor equilibrio en los sistemas agropecuarios y la

devolución de nutrientes al suelo a partir del uso de los residuos del proceso.

En materia de biogás, en el país es incipiente la producción industrial del mismo, aun

cuando este se presenta como una nueva oportunidad de negocio para la obtención

de energía eléctrica y calor a partir de la biomasa, y también como una solución al

problema de los desperdicios orgánicos de establecimientos ganaderos, granjas

avícolas, industrias alimenticias, y de las aguas cloacales de las ciudades. Sin

embargo, es posible que la promoción del mismo por parte de las instituciones

públicas mediante subsidios y compensaciones a la producción y créditos a las

inversiones contribuya al desarrollo de plantas productoras en las explotaciones

porcinas de este tipo de energía.

2.3.7. Medidas de política que incentivan en el mercado doméstico

(Incertidumbre Crítica).

En la década de los años 90, como otros sectores de la economía, la actividad

porcina sufrió una profunda crisis que llevó a la retracción de la producción nacional.

Page 48: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

44 

Desde 2002, con la salida de la convertibilidad a partir de la pesificación asimétrica es

posible visualizar signos de recuperación del sector porcino argentino. Si bien se ha

incrementado la faena, aún no se ha logrado el autoabastecimiento y una oferta

continúa y homogénea del mercado interno, así como lograr la sustitución de

importaciones.

A fin de impulsar y promover la actividad porcina argentina desde la esfera pública, se

han cumplimentado un conjunto de políticas públicas.

Entre las medidas de apoyo a la producción porcina, desde mediados de la década

del 2000 el gobierno ha creado un sistema de compensaciones para el engorde de

cerdos en base al maíz utilizado como alimento. La compensación representaba un

subsidio del precio del maíz de acuerdo a los kilos limpios (res con hueso)

comercializados en el mercado interno entre el 1 de febrero de 2010 y el 31 de julio

de 2010, equivalente al diferencial positivo entre el precio de compra de maíz

abonado por el productor y el precio de abastecimiento del alimento en cuestión; con

el compromiso de los productores a ofertar en el mercado dichos cortes populares a

precios accesibles para el conjunto de los consumidores. La relación maíz/carne se

estima sobre la base del empleo de 2,62 kilos de maíz para obtener una tonelada de

res con hueso de carne porcina.

La escasa continuidad y regularidad en las transferencias debido particularmente a

las condiciones de informalidad en las que se desarrolla el sector, hace que pocos

productores accedan a este beneficio, y menoscaben el uso futuro de un importante

instrumento de política.

Estas medidas son acompañadas por la suscripción de acuerdos de precios para

carnes frescas porcinas, en el marco del Lanzamiento del Programa Nacional de

Desarrollo Porcino, que apunta a incentivar el consumo doméstico, a través de la

fijación de precios en los cortes populares de cerdo que estén directamente

relacionados con el poder adquisitivo de la población. Cabe señalar que la

dependencia de las importaciones de materia prima desde Brasil genera ciclos y

oscilaciones de los precios de esta carne en el mercado doméstico.

Page 49: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

45 

A fin de preservar el superávit comercial y contener la salida de dólares, Argentina

impuso en 2012 licencias anticipadas de importación que impactan directamente en

las exportaciones brasileras que abastecen de materia prima a las industriales

nacionales. Esta medida, por una parte incentiva la producción interna, pero por otra

genera fricciones con un el principal socio comercial del MERCOSUR, Brasil. Es

posible pensar que a futuro, solucionados los problemas de balanza comercial, la

estrategia para captar y aumentar la inserción en los mercados globales tienda a la

complementación y articulación a través de acuerdos comerciales de alcance

regional.

Si bien la producción de cerdos aún no ha logrado el autoabastecimiento, en los

últimos años se vislumbra un cambio a raíz de la realización de un conjunto de

inversiones para la radicación de nuevas explotaciones y plantas industriales y la

ampliación de las existentes, a partir de la disponibilidad de líneas de créditos a tasas

subsidiada, otorgadas por el gobierno nacional para apoyar el desarrollo de la

actividad. La continuidad de líneas de créditos es un requisito indispensable para

garantizar que las PyME del sector logren participar en mercados más dinámicos y

realicen las inversiones necesarias para adecuarse a los requerimientos y

transformaciones del sistema agroalimentario nacional e internacional.

Entre las medidas e iniciativas de promoción y desarrollo del sector porcino, a nivel

nacional, provincial y municipal se destacan un conjunto de programas de

mejoramiento y formalización de la producción, tales como “Hoy Cerdo”, impulsado

por la Asociación Argentina Productores de Porcinos con el apoyo del Ministerio

Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y los Ministerios de Producción de las

provincias, y “Carne para Todos” desarrollado en la provincia de Buenos Aires. En el

mediano plazo, la continuidad de estas medidas es un requisito para posicionar la

carne porcina en el mercado doméstico.

El nuevo modelo económico instaurado en Argentina parece auspiciar una nueva

etapa para el sector. No obstante, transitar esta etapa requerirá de mayores

inversiones e incorporación de tecnologías de producto y proceso, así como mayor

articulación del conjunto de los actores de la cadena.

Page 50: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

46 

2.3.8. Articulación público-privada para el desarrollo de la actividad

(Incertidumbre Crítica).

En Argentina, distintas instituciones científico–tecnológicas del sector público, tales

como INTA, INTI, universidades nacionales, y organismos de control y fiscalización,

como SENASA, poseen programas y propuestas tecnológicas dirigidas al desarrollo

de la producción porcina. Se suma el accionar de las cámaras empresariales de la

producción primaria y la industria, como Asociación Argentina de Productores

Porcinos (AAPP), Unión de la industria Cárnica Argentina (UNICA) y CAICHA que

dedican sus esfuerzos a la promoción del sector porcino.

Si bien desde diferentes instituciones públicas y privadas ligadas al sector se

promueven conjuntamente planes y programas dirigidos a promover la asociación y

articulación pública–privada en la cadena de carne porcina, de acuerdo a los

participantes de la cadena, hasta el momento la actividad se caracteriza por la baja

articulación entre ambos sectores para llevar adelante acciones que permitan

consolidar la actividad y acceder a los mercados interno y externo con una oferta

continua y de calidad.

Las propuestas tecnológicas en general contemplan o se dirigen a la producción

primaria, siendo menor la relación de la industria con las instituciones científico-

tecnológicas, donde muchos de los empresarios manifiestan que desconocen las

propuestas institucionales.

Es posible que el incremento del consumo, la búsqueda de oportunidades de

exportación y la apertura y/o acceso a líneas de crédito a tasas blandas, reviertan esta

situación a corto plazo e incentiven y promuevan acciones tendientes a una mayor

articulación de los esfuerzos públicos y privados en la cadena porcina, que permitan

la inversión e incorporación de tecnología para generar y recrear las condiciones de

recuperación y despegue del sector.

Page 51: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

47 

2.4. Innovaciones científico tecnológicas

Los cambios tecnológicos representan un factor clave para el incremento de la oferta

de productos agropecuarios, afectando la estructura del sector en muchas partes del

mundo, mediante los avances e innovaciones en todos los aspectos de la

producción, desde la cría, la alimentación hasta el control de enfermedades, el

transporte y la comercialización (FAO, 2009).

El desarrollo de la ciencia y la tecnología impactará de manera profunda la

productividad de las empresas preocupadas en identificar nuevas formas de

satisfacer los crecientes requerimientos de la demanda. En esta línea se ubican las

inversiones tendientes al aumento y la reconversión de equipos e instalaciones para

el transporte de animales los que deberán estar orientados a asegurar las

condiciones de bienestar y preservación de la calidad del producto.

Las Fuerzas Impulsoras (FI) identificadas precedentemente respecto al mercado, la

estructura productiva y el marco normativo, políticas e instituciones, se encuentran

asociadas a un conjunto de tecnologías vinculadas al desarrollo de productos,

información, conservación y gestión ambiental.

Según surge del informe de la Actividad 2 del Proyecto MINCyT-BIRF: Estudios del

Sector Agroindustria, las grandes empresas del sector elaborador (industrias

procesadoras) utilizan tecnologías de proceso y producto, en el marco del concepto

de calidad integral, utilizando herramientas biotecnológicas en el aseguramiento de

calidad y control de procesos (sistemas de envasado para incrementar la vida útil y

seguridad del producto) y sistemas informáticos en la logística y comercialización.

En general en el sector, es escaso el desarrollo de I+D+i y es llevado adelante solo

en un pequeño número de empresas, existiendo un amplio espacio potencial para la

agregación de valor y la diversificación de la oferta de productos.

Page 52: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

48 

2.4.1. Innovación de nuevos productos y envases, calidad y seguridad de los

alimentos (Invariante Estratégica)

Para responder a los requerimientos y exigencias de la demanda y tendencias en el

consumo analizadas con anterioridad, las empresas invierten en diferentes

tecnologías asociadas al desarrollo de nuevos productos y envases. En cuanto a los

productos, las innovaciones se refieren a la reducción del contenido de grasa y sodio

y están generalmente asociadas al tratamiento con alta presión hidrostática, para

disminuir el tiempo de maduración y a la extensión del uso de ácido linoleico

conjugado para la elaboración de embutidos, como así también a la aplicación de

tecnologías para reducir el tamaño y el estado de las partículas de sal para disminuir

el contenido de sodio (Vitale y otros, 2013).

Los requerimiento de los consumidores respecto a la mayor información del origen y

procesos industriales de los alimentos, lleva a las empresas a cambios en la

presentación de los productos mediante el uso de envases que prolongan su vida útil

(envase al vacío con atmosfera controlada), que permiten controlar las reacciones

químicas, enzimáticas y microbianas evitando y minimizando las principales

degradaciones que se producen durante los periodos de almacenamiento y

comercialización. A la vez que para identificar el contenido y reconocer las

propiedades del producto, incorporan logos y etiquetas con la información nutricional

y funcional de los mismos.

2.4.2. Innovaciones en el uso de marcadores para medir el grado de deterioro

del producto (envases inteligentes) (Incertidumbre Crítica)

El objetivo del uso de marcadores para medir el grado de deterioro del producto

mediante el empleo de envases inteligente es controlar la seguridad y calidad de los

alimentos, monitorizando los mecanismos de alteración del alimento debidos a

procesos fisiológicos (respiración de frutas), químicos (oxidación de lípidos) o

biológicos (bacterias, mohos, levaduras y parásitos) y, que a su vez, están

Page 53: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

49 

relacionados con cambios de pH, aw (actividad acuosa), concentración de gases,

temperatura, etc.

Los sistemas inteligentes realizan un seguimiento de estos cambios para informar al

consumidor sobre el estado del producto. Este tipo de envasado es beneficioso no

sólo para el consumidor sino también para la industria ya que proporciona a los

productos un valor añadido permitiendo monitorizar la calidad de los alimentos,

mejorar la gestión de la cadena de producción o conseguir un eficaz sistema anti-

fraude/anti-pirateo. Aunque existen muchos tipos de sistemas inteligentes sólo unos

pocos se encuentran en el mercado, entre los que se pueden mencionar: indicadores

tiempo-temperatura, indicadores de fuga (Leak-indicators-LI), indicadores de grado de

frescura o indicadores de autenticidad del envase (Del Pino, et al, 2001).

Si bien la tendencia en las empresas es innovar en el diseño de los envases utilizados

en los distintos alimentos, surge como una incertidumbre el uso de dispositivos de

envasado inteligente que registran y proporcionan información relativa al estado del

envase y del producto. Dentro de este segmento de envases, los más comunes son

los que cuentan con dispositivos indicadores de tiempo-temperatura, de crecimiento

microbiano y de gases.

2.4.3. Tecnologías de Información (TIC)-Trazabilidad (Incertidumbre Crítica)

En un proceso de globalización las nuevas tecnologías de información y

comunicación se convierten en una herramienta fundamental para los procesos de

generación apropiación y uso del conocimiento. En el comercio internacional las TIC

brindan al sector productivo nuevas herramientas para su inserción en los mercados

globales y para el diseño de estrategias que les permitan afrontar la competencia y

transformar las posibles amenazas en oportunidades.

Estas tecnologías puedan ser integradas al proceso productivo a través del uso

intensivo de biosensores que permiten un control continuo evitando desviaciones y

Page 54: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

50 

adaptando los parámetros de los alimentos en procesos y se extienden a la

trazabilidad de los productos.

Esto permitiría el control de la calidad ya que se conocerían con exactitud los

diferentes parámetros físicos, biológicos y químicos, así como su interacción, es

decir la combinación proceso-alimento-envase que determinan la calidad de los

distintos productos alimentarios y permitiría el diseño de procesos específicos

acordes a las necesidades de cada uno de ellos (Del Pino, et al 2001). No obstante,

se considera que dada la heterogeneidad presente en la industria cárnica porcina

nacional la incorporación de TIC a corto y mediano plazo en la agroindustria argentina

-de no mediar incentivos económicos y fiscales- será diferencial y restringida a los

grandes establecimientos frigoríficos integrados con presencia en el mercado global.

2.4.4. Automatización playa faena (Invariante Estratégica)

Las mejoras en los procesos a través de la automatización de las payas de faena y un

mejor control sobre la aplicación de distintas tecnologías, son otros de los campos en

los que la innovación por parte de las empresas es mayor para minimizar las pérdidas

de calidad garantizando un mejor aprovechamiento del animal durante el proceso de

faena.

Sin embargo, la velocidad e intensidad de la automatización es diferente entre países

y muchas veces dentro del propio país, debido a las exigencias de los mercado o

bien a la capacidad financiera de las empresas para invertir en tecnología y la

capacitación continua de los recursos humanos para operar estas plantas.

2.4.5. Tecnología de Conservación (Incertidumbre Crítica)

La tendencia del consumidor hacia productos calificados como naturales y saludables

y el rechazo a la adición de conservantes químicos lleva al desarrollo de producto

biológicos a través de métodos de producción de materias primas con una mínima

Page 55: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

51 

utilización de productos químicos, manteniendo estas características durante el

procesado y conservación.

A tal fin existen diferentes tecnologías respecto a la conservación, como proceso

aséptico, cocción al vacío, mejoras en los procesos y productos IV y V gama, altas

presiones para obtener nuevos productos con propiedades organolépticas

mejoradas, pulsos eléctricos, entre otras. El alto costo de estas tecnologías hace que

la adopción por parte de las PyME de la agroindustria alimentaria argentina sea una

incertidumbre en el mediano plazo.

2.4.6. Gestión ambiental (Invariante Estratégica)

Para adecuarse a las normativas internacionales respecto al cuidado del medio

ambiente, las industrias agroalimentarias argentinas adoptan tecnologías de proceso

en la preservación y transformación de efluentes y residuos, tecnologías de

producción que permitan el empleo de materiales biodegradables en envases de

alimentos, apoyándose fundamentalmente en los avances en temas de seguridad,

alimentaria trazabilidad, migración, contaminación, que permitan reducir el impacto

ambiental.

2.5. Síntesis de invariantes estratégicas e incertidumbre críticas identificadas

en la cadena de carne porcina para el análisis prospectivo

Para la construcción de los escenarios se partió de las Fuerzas Impulsoras

identificadas previamente. Las mismas fueron clasificadas como Invariantes

Estratégicas o Incertidumbre Críticas según la posibilidad de conocer con cierto

grado de certeza su comportamiento, identificándose 23 Fuerzas Impulsoras -12

invariantes estratégicas y 11 incertidumbres críticas- para la cadena de carne porcina

(Cuadro 1).

Page 56: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

52 

Cuadro 1: Invariantes Estratégicas e Incertidumbres Críticas en la cadena de carne porcina

Invariantes Estratégicas Incertidumbres Críticas

2.1. MERCADOS

2.1.1. Incremento de las exigencias de la demanda a

nivel internacional por alimentos saludables y

sustentables

2.1.2. Diversificación de la dieta e incremento del

consumo de carne porcina (fresca y

chacinados) de los argentinos

2.1.3. Aumento, diversificación y especialización de los

lugares de compra

2.2. ESTRUCTURA PRODUCTIVA

2.2.1. Crecimiento de la producción primaria en cantidad

y calidad para lograr el autoabastecimiento

2.2.2. Abastecimiento de materia prima

2.2.4. Sistema de transporte y logística acordes a los

desarrollos del sector

2.2.6. Estrategia de Argentina para captar mercados

externos frente a la estrategia de los

competidores

2.2.3. Generación de mayor nivel de valor agregado a

través de convertir grano en carne

2.2.5. Incremento de la integración agroindustrial

2.3. MARCO NORMATIVO, POLÍTICAS E INSTITUCIONES

2.3.1. Mayores exigencias de certificación y regulación

del comercio internacional

2.3.2. Mayores exigencias del cumplimiento de

garantías de bienestar animal, buenas prácticas

agrícolas y nuevos atributos de calidad

2.3.2.1. Estándares mínimos a nivel internacional para la

protección y bienestar animal

2.3.2.4. Aprovechamiento integral de productos y

residuos de la producción porcina para minimizar

la emisión de gases de efecto invernadero a nivel

internacional

2.3.2.2. Status sanitario argentino frente a la

heterogeneidad del sector

2.3.2.3. Incipiente implementación e inversión en

métodos eficientes de sistemas de

trazabilidad para identificar la huella de

carbono y minimizar la emisión de gases de

efecto invernadero en Argentina

2.3.3. Medidas de política que incentivan el mercado

doméstico

2.3.4. Articulación público-privada para el desarrollo

de la actividad

2.4. INNOVACIONES CIENTIFICO-TECNOLÓGICAS

2.4.1. Innovación de nuevos productos y envases,

calidad y seguridad de los alimentos.

2.4.3. Automatización playa faena

2.4.5. Gestión ambiental.

2.4.1.1 Innovaciones en el uso de marcadores para

medir el grado de deterioro del producto

(envases inteligentes).

2.4.2. Tecnologías de Información - trazabilidad

2.4.4. Tecnología de Conservación

Page 57: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

53 

3. INTERROGANTES ESTRATÉGICOS Y ESCENARIOS DE LA

CADENA PORCINA AL 2030

El análisis prospectivo se concreta con la construcción de escenarios alternativos

para la cadena porcina en el horizonte 2030. Para construir estos escenarios se

plantean una serie de interrogantes estratégicos que deberán responder a los

distintos factores –incertidumbres críticas- identificados (Cuadro 2).

Cuadro 2: Desdoblamiento de los interrogantes estratégicos en la cadena de carne porcina

Incertidumbre Crítica

Escenario 1:

Estancamiento y

retroceso

Escenario 2:

Sálvese quien pueda

Escenario 3:

Desarrollo y

agronegocios

Interrogante Estratégico: A mediano plazo, ¿Incorporarán los argentinos la carne de cerdo y derivados en

la dieta?

Diversificación de la

dieta e incremento del

consumo de carne

porcina de los

argentinos.

Los consumidores no

diversificarán la dieta y

disminuirá el consumo

de carne de cerdo.

Argentina no aprovecha

las oportunidades del

mercado externo.

Se mantiene el

consumo de carne. Se

generan planes de

promoción de la

producción orientados a

captar mercados

externos.

Aumenta la frecuencia de

ingesta de carne de

cerdo. Se intensifican los

programas de promoción

del consumo y la

revalorización de

productos con marca e

identificación territorial.

Interrogante Estratégico: En esta industria, ¿Avanzará el proceso de integración y la concentración

productiva como en otros sectores de la economía argentina? o por el contrario, ¿Se logrará el desarrollo

de las PyME del sector primario junto con la industria?

Abastecimiento de

materia prima.

No se logra un sistema

de tipificación “por

magro”. Existen

problemas de

abastecimiento de

materia prima en

plantas industriales y

escasa oferta para

abastecer el mercado

interno; continúan las

importaciones.

La actividad porcina se

desarrolla entre un

sistema integrado, que

abastece mercado

externo, y otro informal,

disperso y atomizado.

Argentina aumenta su

producción porcina y

reduce la dependencia de

las importaciones.

Aprovisionamiento en

cantidad y calidad de

materia prima para la

industria.

Page 58: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

54 

Estrategia de

Argentina para captar

mercados externos

frente a sus

competidores.

Argentina no logra

consensuar un Plan

Estratégico, fracasan

las negociaciones para

enfrentar los desafíos

del mercado interno y

la competencia

internacional.

Alianzas y acuerdos

frágiles y contingentes

o coyunturales a nivel

nacional y a escala

regional (Bloque

Regional).

Se desarrolla un Plan

Estratégico que

promueve la inserción en

los mercados

internacionales y explora

la integración regional.

Interrogante Estratégico ¿Se lograran profundizar los procesos de políticas públicas e implementación

de las normas sanitarias y de calidad e institucionalidad del sector?

Estatus sanitario

argentino frente a la

heterogeneidad del

sector.

La dicotomía entre

producción primaria e

industria genera

polaridad entre grandes

y pequeñas

explotaciones.

Desconfianza de los

consumidores por

doble estándar

sanitario.

Débiles controles

sanitarios del Estado;

persiste la desconfianza

en los países

compradores.

Argentina profundiza los

controles y normativas

para asegurar la sanidad

y el bienestar animal, se

consolida status sanitario

y se captan nuevos

mercados.

Implementación e

inversión en sistemas

de trazabilidad para

identificar la huella de

carbono y minimizar la

emisión de gases de

efecto invernadero en

Argentina.

La falta de una filosofía

proactiva sobre

sistemas de

trazabilidad,

cuantificación de la HC

y emisión de GEI en el

mercado interno, atenta

contra la inserción de

Argentina en el

mercado externo.

Sólo las grandes

empresas están

dispuestas a cumplir los

requerimientos de la

demanda externa

respecto a la HC y

aprovechamiento de

nichos en el mercado

global.

Argentina diseña y

formula programas y

medidas de políticas

obligatorias y efectivas

para minimizar y limitar la

emisión de GEI.

Medidas de política

que incentivan el

mercado interno.

Las PyME no logran

acceder a los

beneficios de las

políticas públicas.

Las medidas de política

y programas de apoyo

no encuentran

continuidad y favorecen

a las industrias que

participan en el

mercado externo.

Argentina aplica

programas de apoyo al

sector porcino. Se

continúan y amplían

líneas de crédito a tasas

subsidiadas dirigidas a

las PyME.

Page 59: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

55 

Articulación público-

privada para el

desarrollo del sector.

Falta de interés en la

articulación público-

privada, fracaso de

planes y programas de

promoción de la carne

porcina.

Articulación público-

privada baja y oscilante;

se reduce el acceso a

los mercados interno y

externo con una oferta

continua y de calidad.

Las instituciones

científico-tecnológicas

públicas y privadas

implementan programas

para la promoción del

sector porcino.

Interrogante Estratégico: ¿Qué inversiones en I+D requieren las PyME para lograr el desarrollo del

sector?

Innovaciones en el

uso de marcadores

para medir el grado

de deterioro del

producto (envases

inteligentes).

Tecnologías de

Información y

trazabilidad -

Tecnologías de

conservación.

No existen incentivos a

la incorporación de

nuevas tecnologías de

información,

conservación y

sistemas de

trazabilidad.

No se dan las

condiciones para

desarrollar envases

inteligentes, tecnología

de escaso desarrollo

local. Las empresas

grandes se encaminan a

la compra internacional

de tecnología.

Se implementan

programas para el

desarrollo de tecnologías.

Las empresas grandes y

pequeñas encuentran

incentivos para la

incorporación de

tecnologías.

3.1. Escenario 1: “Estancamiento y retroceso”

En este escenario la actividad porcina no logra aprovechar las oportunidades que

ofrece el mercado global, dada la escasa oferta que no alcanza a abastecer el

mercado doméstico.

En el mediano plazo, no se espera que los consumidores argentinos incrementen el

consumo de carne de cerdo y derivados (promedio de consumo para el año 2011:

8,12 kg/hab/año), el que continúa siendo marginal respecto a otras carnes. Por un

lado, por la desconfianza que persiste frente a los problemas sanitarios y de

certificación de calidad, y por otro debido a que la relación de precios entre las

diferentes carnes no favorecerá el efecto sustitución entre las mismas, siendo en

términos relativos la carne de cerdo más cara.

La oferta será escasa para abastecer el mercado doméstico e internacional, no

lográndose aprovechar las oportunidades del mercado externo. A mediano plazo no

Page 60: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

56 

se logrará un sistema de tipificación “por magro”, persistirán los problemas de

abastecimiento de materia prima en plantas industriales y no se logrará implementar

estrictos controles en el sistema de transporte y logística, siendo laxas las exigencias

en el cumplimiento de los Manuales de Buenas Prácticas y Bienestar Animal.

Tanto en la producción primaria como en la industria de transformación porcina se

generará polaridad entre las condiciones y requerimientos cumplidos por los grandes

establecimientos y la marginalidad e informalidad de las pequeñas explotaciones

obligando a un doble estándar, que conspirara con la consolidación y recuperación

lograda por el sector a la vez que se perderá la confianza de los consumidores de las

medianas y grandes ciudades y de los países importadores.

Si bien Argentina desarrolla planes para enfrentar los desafíos en el mercado interno

y la competencia internacional, los mismos no llegan a implementarse por falta de

consenso y baja articulación entre las instituciones y organizaciones público privadas,

desalentando la generación de empleo sobre todo en las PyME. La baja capacidad

financiera de estas industrias y los escasos incentivos a la actividad, no les permitirá

invertir a estas empresas en tecnologías de producto y proceso para desarrollar el

sector y ser competitivas a nivel local e internacional.

En este contexto, la industria porcina dependerá de las importaciones de terceros

países, perdiendo los logros y desarrollos alcanzados durante el último quinquenio,

retrotrayendo la producción porcina a niveles similares a los años 2001-2002.

3.2. Escenario 2: “Sálvese quien pueda”

En este segundo escenario prima una concepción mercantilista de la sociedad y la

economía. En el mismo, la carne de cerdo no logra posicionarse y consolidarse en el

mercado interno debido a que los consumidores argentinos no están dispuestos a

cambiar sustancialmente los hábitos de consumo dentro y fuera del hogar,

manteniéndose el consumo de carne y derivados de cerdo en los niveles de la

primera década del 2000.

Page 61: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

57 

Se registrarán aumentos en la producción primaria, pero persistirán los problemas y

cuellos de botella en el aprovisionamiento de materia prima a los establecimientos

industriales. El mercado interno no recompensará ni diferenciará con mejores precios

el cumplimiento de las normativas y reglamentaciones de calidad, Buenas Prácticas y

Bienestar Animal. Así, la actividad porcina se desarrollará entre un sistema integrado,

exigente en calidad y tipificación “por magro” y otro informal, disperso y atomizado,

que incorporará fragmentariamente las normativas sanitarias y de calidad.

Si bien mantiene una cuota en el mercado externo, hacia donde se orientará la

promoción porcina, los vaivenes en las medidas de política para el sector, sumado a

la baja articulación de los agentes, llevan a que la carne porcina logre escaso

posicionamiento en este mercado al que accederán solo los grandes frigoríficos

integrados.

A nivel interno, los controles sanitarios, serán débiles y escasos, generando

desconfianza en los países compradores que restringirán la demanda de carne

porcina argentina, en función de los exigentes estándares internacionales. Solo las

grandes empresas encuentran incentivos a la inversión en tecnologías de producto y

proceso acordes a su capacidad de producción y negociación.

Las medidas de política y programas de apoyo al sector no encontrarán continuidad

en el futuro, siendo erráticas y contingentes, favoreciendo generalmente a las

industrias que participan del mercado externo.

La articulación público-privada, continuará siendo baja y oscilante en esta actividad,

donde las disrupciones deteriorarán y reducirán el acceso a los mercados interno y

externo con una oferta continua y de calidad.

3.3. Escenario 3: “Desarrollo y Agronegocios”

Acorde al desarrollo alcanzado en la última década, Argentina revalorizará la

producción y el consumo de carne porcina.

Page 62: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

58 

En el mediano plazo los consumidores argentinos diversificaran la dieta alimentaria,

aumentando la cantidad de carne de cerdo consumida (en promedio consumirán 13 o

14 kg/hab/año), así como la frecuencia de ingesta de esta carne. A la vez, el consumo

será alentado por cambios en la relación de precios entre las distintas carnes que

favorecerá el efecto sustitución entre ellas. La demanda elegirá esta carne

destacando sus aptitudes organolépticas y la considerara un alimento sano y

confiable, debido a los controles sanitarios a lo largo de toda la cadena. Los

programas desarrollados por el Estado, como “Hoy Cerdo”, “Carne para todos”,

consolidaran la demanda de carne y contribuirán a la competitividad de la misma en

todos los segmentos de la población a precios accesibles.

El mejoramiento genético en los criaderos y la aplicación y profundización de los

controles para garantizar el sistema de tipificación “por magro” generarán aumentos

de la producción porcina acorde a los requerimientos de los establecimientos

industriales, que contarán con aprovisionamiento de materia prima en cantidad y

calidad a la vez que reducirá la dependencia de las importaciones para abastecer la

industria local. El precio de las transacciones será mayor y se establecerán bajo

mecanismos de acuerdos (contratos formales e informales) entre la industria y la

producción, basados en pagos diferenciados por tipos de cerdos producidos y

demandados por la industria.

A fin de garantizar la calidad y buenas prácticas se profundizarán los sistemas de

control y fiscalización de diferentes prácticas, medios de transporte y bienestar de los

animales transportados, en clara alineación a las normativas internacionales,

consolidando el status sanitario del país. El mercado diferenciará y remunerará por

productos de alta calidad, carne producida con animales bien tratados desde la

crianza hasta el frigorífico, a la vez que se diseñarán y formularán programas y

medidas de políticas obligatorias y efectivas dirigidas a minimizar y limitar la emisión

de GEI y desarrollar procesos de producción más limpia tendientes a mitigar los

problemas ambientales. Los operadores logísticos invertirán y adecuaran las

instalaciones y transporte a los requerimientos del sector y garantizaran la eficiencia y

calidad del sistema.

Page 63: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

59 

En este escenario se aplicarán políticas públicas de promoción y apoyo de la

innovación tecnológica, procesos de integración horizontal y vertical y se

consensuaran y acordaran acciones y medidas de políticas conjuntas entre el sector

productivo y el sector público tendientes al desarrollo y consolidación del sector, que

redundaran en procesos de desarrollo local y regional. Los diferentes actores de la

cadena –públicos y privados- avanzarán en la planificación estratégica de largo plazo,

iniciaran procesos de articulación público-privada tendientes a acordar metas,

objetivos y líneas de acción colectiva que potenciarán el desarrollo sustentable de la

actividad porcina. En base al fortalecimiento de la articulación público privada, se

implementaran medidas de política económica y tecnológica que permitan mejorar y

acrecentar la capacidad de negociación de las empresas, especialmente de las PyME

del sector, y profundizar sus estrategias productivas y comerciales, a través de

inversiones tanto en tecnologías de productos como de procesos, modernizando las

plantas frigoríficas y adecuándolas a las exigencias de calidad, bienestar animal y

trazabilidad de los mercados nacionales e internacionales.

En este escenario, la actividad porcina argentina logrará participar en mercados más

dinámicos y exigentes, que requirieren de políticas públicas activas para garantizar y

facilitar la inserción y mejora de la competitividad de las PyME de la cadena.

Page 64: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

60 

4. BIBLIOGRAFÍA

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Page 67: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

63 

ANEXO

Metodología para la construcción de escenarios de las cadenas productivas

seleccionadas

La técnica seleccionada para la construcción de los escenarios de las cadenas

productivas fue el análisis morfológico, creado por F. Zwicky. El análisis morfológico

implica el mapeo de la cadena a fin de obtener una perspectiva amplia de las posibles

situaciones futuras.

Los pasos básicos seguidos fueron (1) caracterización y diagnóstico prospectiva de la

cadena productiva, (2) identificación y caracterización de las Dimensiones Críticas y

Fuerzas Impulsoras, (3) construcción de una matriz multidimensional (matriz

morfológica) cuyas combinaciones configuran los escenarios, (4) definición de la

trama/lógica y narrativa de los escenarios, (5) evaluación de las implicancias

estratégicas del escenario apuesta para la Agenda futura de I+D+i.

El objetivo del análisis morfológico es organizar la información de un modo pertinente

y útil a fin de ayudar a estimular el pensamiento prospectivo-estratégico para la

construcción de los escenarios. Una clave del proceso fue el conocimiento profundo

por parte del equipo técnico sobre las cadenas productivas que resultó esencial para

la construcción de los escenarios.

Se utilizó el análisis morfológico para descomponer la cadena estudiada en

dimensiones críticas y estudiar las posibles combinaciones de estas diferentes

dimensiones, que constituyen a la configuración de los escenarios. Con la ayuda de

expertos y los insumos generados por la encuesta Delphi se pudo reducir la

incertidumbre sobre la materialización de las diferentes combinaciones o

acontecimientos claves para el futuro de la cadena.

La descomposición de la cadena por las dimensiones críticas necesitó de una

reflexión profunda realizada a partir de los diagnósticos prospectivos por cadena.

Page 68: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

64 

Estás dimensiones10 brindaron una visión integral/holística de la totalidad de la cadena

estudiada.

La identificación de las Fuerzas Impulsoras (FI) se hizo retomando la información y el

conocimiento generado. De esta manera las oportunidades y limitaciones de la

cadena fueron agrupadas de acuerdo con las relaciones existentes entre ellas,

posteriormente se relacionó cada una de las agrupaciones con los aspectos

relevantes y se formuló una estructura que caracterizó de forma general cada

conjunto; adicionalmente se construyó la definición y se describió la trayectoria y el

estado actual de cada FI.

Una vez identificadas las FI, se hizo necesario establecer cuáles de ellas afectaban de

forma relevante a la cadena, para esto se evaluó con algunos expertos y los

miembros del Consejo Asesor del Proyecto el impacto actual y futuro de las fuerzas;

de este modo se logró priorizarlas.

Una vez priorizadas, el equipo técnico evaluó la previsibilidad futura de cada fuerza,

entendida ésta, como la posibilidad de conocer con cierto grado de certeza su

evolución futura. A partir de ello se clasificaron las FI en Incertidumbres Críticas (IC)

aquellas fuerzas con poco grado de previsibilidad e Invariantes Estratégicas (IE)

aquellas que presentan un comportamiento contrario, es decir predeterminado.

Las IC conforman la base para la construcción de los escenarios, ya que son estas

fuerzas las que pueden tomar un comportamiento incierto en el mediano y largo

plazo. De esta manera para cada una de estas IC, se definieron los interrogantes

estratégicos que hacen referencia a las variaciones del comportamiento futuro.

Finalmente, se esbozaron los escenarios a través de una lista de hipótesis que

contempló el mantenimiento, o por el contrario, la ruptura de la IC. Estos estados

futuros se integraron mediante una matriz de análisis morfológico estableciendo los

tres estados futuros posibles para cada IC para el año 2030, evaluando la posible

ocurrencia del escenario en un momento dado, dicha relación de ocurrencia puede

10 Mercado, Estructura Productiva, Marco Normativo, Políticas e Instituciones e Innovaciones científico – tecnológicas.

Page 69: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

65 

variar dependiendo del escenario contextual de la Agroindustria Alimentaria Argentina

que se tome como referencia.

El equipo técnico realizó una evaluación interna de los escenarios para determinar

que no se encuentren incongruencias entre sus componentes o planteamientos

contradictorios entre los mismos. Además, se los bautizó con nombres de alto grado

de recordación, para permitir una mejor comprensión de sus características

sobresalientes.

Page 70: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

66 

PROYECTO MINCyT-BIRF: ESTUDIOS DEL SECTOR AGROINDUSTRIA

Documento-Síntesis y Serie Documentos de Trabajo

Documento-Síntesis:

Trayectoria y prospectiva de la agroindustria alimentaria argentina: Agenda

estratégica de innovación. Roberto Bocchetto; Graciela Ghezan; Javier Vitale;

Fernando Porta; Marcelo Grabois y Ciro Tapia.

Serie Documentos de Trabajo:

1. Marco conceptual y metodológico del Proyecto. Roberto Bocchetto, Javier

Vitale, Graciela Ghezan y Marcelo Grabois.

2. Diagnóstico y prospectiva de la agroindustria alimentaria mundial y

argentina al 2030. Marcelo Saavedra y Flory Begenisic.

3. Estado del arte y tendencias de la ciencia y tecnología del procesamiento

de alimentos. Norma Pensel (Comp.).

− Estado del arte y tendencias de la ciencia y tecnología del

procesamiento de alimentos a nivel mundial. Claudia González y Sergio

Vaudagna.

− Estado del arte y tendencias de la ciencia y tecnología del

procesamiento de alimentos en Argentina. Claudia González, Sergio

Vaudagna; Ricardo Rodríguez; Martín Irurueta; Mónica Chávez y

Roxana Páez.

Page 71: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

67 

− Tecnologías transversales del procesamiento de alimentos.:

− Calidad Integral. Ricardo Rodríguez, Martín Irurueta y Sergio Vaudagna.

− Producción más limpia. Sergio Vaudagna y Claudia González.

− Biotecnología. Claudia González y Ricardo Rodríguez.

− Nanotecnología. Claudia González y Ricardo Rodríguez.

− Tecnologías de la información y comunicación (TIC). Martín Irurueta, y Marcelo Bosch.

4. Incertidumbres críticas de la agroindustria alimentaria argentina en el

contexto mundial. Javier Vitale; Ana María Ruiz, Carina Santi; Vanina

Giraudo y Fernando Solanes.

5. Conducta y dinámica innovadora de empresas en las cadenas

agroalimentarias. Fernando Porta y Patricia Gutti, con la colaboración en la

construcción y análisis de la base de datos de: Héctor Bazque; Romina

Amaya Guerrero; Carolina Cerrudo, Noelia Amarillo; Rodrigo Cajide y

Fernando Peirano.

6. Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena del maíz.

Mercedes Goizueta.

7. Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena de carne

porcina. Gisela Benes y Juan Erreguerena.

8. Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena de lácteos

bovinos. Andrés Castellano.

9. Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena de olivo.

Jésica De Angelis; Cecilia Fernández Bugna y Fernando Porta.

Page 72: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

68 

10. Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena de frutas finas.

María Laura Viteri y Gisela Benes.

11. Capacidades de I+D del sistema agroalimentario y cadenas de valor.

Lucas Luchilo.

12. Marcos regulatorios en la industria de procesamiento de alimentos.

− Calidad Integral. Gerardo Gargiulo. − Propiedad Intelectual. Germán Linzer y Ezequiel Paulucci.

13. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de la cadena de maíz.

Marcelo Grabois; Cristina Cámara; Daniel Scachi; Eduardo Matozo; María

Victoria Luque; Clara De Hertelendy; Virginia Ferrero; Alejandro

Regodesebes; Martín Patiño, y Rolando Gonzalez.

14. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de la cadena de carne

porcina. Marcelo Grabois; Cristina Cámara; Virginia Ferrero; María Victoria

Luque; Alejandro Regodesebes y Ricardo Rodríguez.

15. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de la cadena de lácteos

bovinos. Marcelo Grabois; Cristina Cámara; Clara De Hertelendy; María

Victoria Luque; Alejandro Regodesebes y Ricardo Cravero.

16. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de la cadena de olivo.

María Victoria Luque, Cristina Cámara; Matías Ruíz; Marcelo Grabois y

Facundo Vita.

17. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de la cadena de frutas

finas. Cristina Cámara; Marcelo Grabois; María Victoria Luque; Alejandro

Regodesebes y María Elida Pirovani.

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69 

18. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva en tecnologías de

procesamiento de alimentos. Marcelo Grabois (Comp.).

− Estudio de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva: envases activos e inteligentes. Miguel Guagliano; Adriana Sanchez Rico; Marcelo Grabois; Sergio Vaudagna y Cristina Cámara.

− Estudio de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva: altas

presiones hidrostáticas. Germán Linzer; Ezequiel Paulucci; Marcelo Grabois y Sergio Vaudagna.

19. Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030. Susana Brieva y Ana

María Costa.

20. Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030. Ana María Costa

y Susana Brieva.

21. Visión prospectiva de la cadena de lácteos bovinos al 2030. Mónica

Mateos y Ciro Tapia.

22. Visión prospectiva de la cadena de olivo al 2030. Pablo Gómez Riera y

Facundo Vita.

23. Visión prospectiva de la cadena de frutas finas al 2030. Pablo Gómez

Riera; Iván Bruzone y Daniel Kirschbaum.

Page 74: Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030

Godoy Cruz 2320 (C1425FQD)Ciudad Autónoma de Buenos Aires - República Argentina

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