tensión - distensiónPaula Andrade Satizábal

“Nos hemos negado el regalo de comprender cosas

a través de nuestros sentidos.

La capacidad innata de enender por nuestros sentidos la hemos puesto a dormir

y debe ser despertada.”

IntroducciónIntroducción

En general, a lo largo de mi carrera, he tenido una inclinación personal a generar experiencias perceptivas que inviten a reflexionar sobre los espacios, ya sean reales o virtuales, cómo afectan nuestros sentidos y nuestra forma de estar en ellos. Me interesa crear espacios artificiales, en los que pueda proponer experiencias sensoriales atípicas, donde el cuerpo pueda percibir estas de una manera no habitual.

En esta obra busco crear, a través de un juego de tensiones y distensiones mecánicas, una sensación espacial que se modifica en el tiempo sobre una forma vacía construida en tela para propiciar una experiencia concreta del cuerpo en el espacio. Al internarse dentro de este es-

pacio, espero que el espectador pueda experimentar una vivencia metamórfica de un espacio localizado y sus límites interiores.

En la arquitectura, en general los límites del espacio tienden a ser estáticos. En este trabajo los límites están presentes, pero tienen un ritmo de transformación que afecta su superficie. De esta manera, deseaba explorar qué sucedía si la superficie interna de un espacio que nos rodea se modifica, y qué produce esta experiencia en alguien que la vive. Así, lo envolvente es una cualidad que todo espacio que nos alberga tiene. Adquirir conciencia de este aspecto es un punto me interesa tratar en esta ocasión.

La percepción que tenemos del espacio está fuertemente sujeta a nuestros sentidos y a la proyección que nuestro cuerpo genera del mismo. En el proceso que he llevado durante un año en este proyecto, he querido trabajar con este aspecto. Tratar de crear situaciones que modifiquen la percepción del espacio ha sido la constante, inicialmente en formatos de imagen digital hasta el momento actual en que decidí explorar con la presencia física del espacio.

En este texto, he querido escribir en torno a algunas ideas que han acompañado la realización de la obra. De tal forma, estará estructurado en

torno a una enumeración puntual de pares binarios, nociones opuestas que son interdependientes y que sentí adecuadas para organizar esta reflexión. No es que la experiencia de la obra se pueda reducir a estas ideas, o que para mí sea necesario que el espectador las capte tal como las escribo. Estos pares binarios me parecen sobretodo útiles para poder hablar de la obra, son una herramienta que me permitió decir aspectos en relación a ella.

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El proyecto

Los pares binarios

Una membrana de tela delimita el espacio entre exterior-interior.

Toda membrana, incluida la piel humana ejerce esa función de límite.

La interioridad evoca aspectos de recogimiento y concentración. La exterioridad implica sensaciones de expansión y despliegue.

Así se configura el par binario recogimiento-despliegue.

Todo cuerpo al ingresar en un espacio y experimentar su interioridad comprende su cualidad continente. Un espacio nos acoge, nos alberga, nos protege y nos contiene aunque en ocasiones, si es estrecho, nos transmite una sensación de asfixia y opresión. También puede aprisionarnos si no podemos salir de él. De esta manera experimentamos el par continente-contenido.

Un espacio construido, usualmente es estático y sus límites y su forma son permanentes. En este sentido, la obra tiene un límite externo que es duro y

estático, pues está construido con metal y un limite interno elaborado en tela que es blando, elástico y maleable. La dureza puede ser comparada con los huesos del cuerpo que sostienen y protegen las partes blandas de este. Así puedo pensar en otro conjunto de pares binarios: duro-blando, rígido-maleable. Para articular la obra, me ha servido entonces utilizar analogías con lo vivo, que para mí se expresan también en su cualidad de poder ser un espacio animado.

Algo animado genera siempre analogías con lo vivo, pues una de las cualidades de lo vivo es que tiene un movimiento propio o una capacidad de cambio, crecimiento o transformación en el tiempo. Esto trae a la mente el par forma estable-metamorfosis o estático-cambiante. En este caso, la animación es inducida por fuerzas mecánicas programadas digitalmente y no por fuerzas vitales. Al mismo tiempo, la materia que constituye este espacio, la tela y el metal, es inerte y sin vida. Sin embargo, lo vivo estaría presente de manera más directa por la presencia del cuerpo humano

orgánico, que interactúa con el espacio de la obra que no está vivo, pero se encuentra animado mecánica y algorítmicamente. Este conjunto entonces configura una serie de pares binarios que podrían definirse como: vivo-sin vida, animado-inanimado o vivo-programado.

Una pulsación separa lo vivo

de lo inerte.

El término transformación

hace referencia a la acción

o procedimiento mediante

el cual algo se modifica,

altera o cambia de forma.

Las tensiones y distensiones en la obra son ejecutadas por motores que ejercen un empuje-tracción sobre la membrana de tela, que forma el espacio a partir de una transformación de un movimiento rotatorio del motor a un movimiento lineal de empuje. Metafóricamente este espacio que tiene una contracción-expansión me recuerda por momentos a la inhalación-exhalación de los pulmones de un ser vivo.

Sin embargo, el espacio que yo propongo no tiene un movimiento uniforme en la dirección expansiva y contractiva, sino que ocurre alternadamente.

El componente eléctrico de una máquina es la fuerza o energía que lo pone en movimiento. Este componente puede estar prendido-apagado o lo que conocemos comúnmente como estados no simultáneos que alternan de acuerdo al par binario on-off.

La programación algorítmica utiliza los pares binarios high-low o input-output como una forma de activar el motor en un empuje o una tracción en distintos momentos del tiempo.

El motor gira hacia un sentido de forma lineal hasta llegar al principio o al final. Ahí en cada uno de los extremos hay un interruptor que dependiendo de su estado, se activa y se cambia la polaridad haciendo que el motor cambie de sentido. Los switches o interruptores generan el input y los motores que con su movimiento configuran el output. Si un interruptor se activa (high) el motor hace positivo-negativo (high-low) (hala), si se activa el estado contrario el motor se vuelve negativo- positivo (low-high)(empuja) para cambiar el sentido.

Los motores cambian su polaridad.

Por lo tanto, el espacio construido para la obra puede estar en off y estar inerte o estar en on. Lo cual activa algoritmos cuya escritura utiliza los pares binarios high-low o input-output que se traducen en el par mecánico empuje-tracción, ejecutado por motores que jalan tensores o movilizan delgadas barras metálicas que empujan los planos de la tela. Por ende, algunos pares binarios terminan funcionando encadenados.

El par on-off activa al par high-low o input-output lo que detona el par animado-inanimado; animación que a su vez conduce al par binario tensión-distensión de las distintas caras de la membrana que forma el espacio, que induce a pensar en una forma estable-metamorfosis o lo estático-dinámico. Al mismo tiempo podría recordarnos, por analogía y en nuestra imaginación, el par inhalar-exhalar o viviente-no viviente.

Así que el proyecto en mi opinión, articula potencialmente conjuntos de pares binarios encadenándolos entre sí. Un sistema binario solo necesita dos cifras. En informática un número binario representa dos estados mutuamente excluyentes. Yo veo los pares binarios como pulsaciones muy básicas que construyen la complejidad en su ir y venir, en su activación o desactivación, en su alternación y secuencialidad. Todo lo que nos rodea puede tener funciones, sentidos y roles ambivalentes. Los humanos sabemos que toda realidad alberga en si misma su opuesto o complemento binario. Todo puede tener al mismo tiempo o alternadamente cualidades o estados contradictorios.

En este sentido, los filósofos presocráticos pensaban que existía un fundamento o elemento primordial del cosmos que era el origen de la serie de pares de opuestos que configuran el fluir de la naturaleza. Uno de ellos fue Anaximandro, quien proponía que ese primer principio era indeterminado e ilimitado, eterno y completo. Lo llamaba ápeiron y lo consideraba la fuente común de la multiplicidad y de todos los contrarios pero sin ser ninguno en particular. Para Anaximandro el ápeiron está en todos los contrarios al mismo tiempo, hace que los unos vayan mutando en los otros y es aquello a lo que los contrarios volverán cuando desaparezca su existencia. Para Anaximandro, a partir de la separación de la realidad en pares de contrarios, caliente-frío, seco-húmedo, etc, nace la tensión y el antagonismo que da movimiento al devenir cósmico. En su modelo, el ciclo cósmico se completa cuando uno de los contrarios llega a prevalecer generando un desequilibrio que él llama injusticia. Ésta debe ser saldada con un retorno a la indiferenciación de lo primigenio en ápeiron. Por esta razón, este mundo y los innumerables mundos que lleguen a existir están destinados a desaparecer en la sustancia primordial para que reaparezcan nuevos mundos restaurando así el equilibrio entre la pluralidad de lo visible y la unidad invisible de donde provienen los contrarios.

Para Pitágoras, el cosmos es armonía de contrarios a través del número y la proporción. Los números establecen el vínculo entre todo lo existente, estos ensamblan armónicamente todos los contrarios. Son los propios números los que generan parejas de contrarios sucesivamente a partir de lo par y lo impar, lo limitado y lo ilimitado, la unidad y la multiplicidad. En Pitágoras esta armonía se parece a la que logra la música, al conectar y estructurar la multiplicidad de las notas independientes y disonantes, y el cosmos está afinado para que todos los contrarios puedan devenir armónicamente. El cosmos así sería una gran partitura que integra el dinamismo de las fuerzas opuestas sin perder nunca las proporciones. Además existirían correspondencias entre el alma humana y el cosmos pues ambas se rigen por la armonía de los opuestos.

Heráclito comparte la idea de los contrarios con Anaximandro cuando dice: “Las cosas frías se calientan, lo caliente se enfría, lo húmedo se seca, lo reseco se humedece.” Sin embargo, Heráclito tiene una clara diferencia con Pitágoras pues para él no es la armonía lo que fundamenta la relación entre los opuestos sino la tensión y el antagonismo que son el motor que constituye el cosmos mismo. El cosmos para Heráclito es conflicto entre contrarios, es ésta tensión la que moviliza el devenir. Los contrarios en Heráclito mantienen su tensión sin silenciar, ni evitar su diferencia. La dinámica entre contrarios es entonces un principio cósmico, pues todo lo que existe está en conflicto con algo más y consigo mismo. Dice Heráclito: “Es preciso saber que el conflicto es común, la justicia discordia y que todo acontece por la discordia y la necesidad.” Se trata de una mirada positiva sobre la lucha entre opuestos, pues es la lucha la que organiza el cosmos. Podría decirse que los contrarios cooperan en la organización del cosmos al oponerse entre sí. La oposición de los contrarios es productiva y generativa, puesto que es lo que da forma al cosmos. El incesante movimiento de la naturaleza y del cosmos, su constante fluir, nace de la lucha de los contrarios. Heráclito lo expresa de esta manera: “la enfermedad hace a la salud cosa agradable y buena; el hambre a la llenura; el cansancio al descanso...” Sin embargo también en Heráclito existe un principio, un fundamento antes de los contrarios, donde las tensiones desaparecen, la discordia y la polémica del cosmos se desvanecen en un fondo únificador y, es ahí donde los contrarios coinciden, puesto que para la divinidad, estos son aspectos distintos de un mismo fenómeno. En su artículo “La lógica de la oposición en la física de Anaximandro, Pitágoras y Heráclito”, Gustavo Fernandez resume así los distintos modos de pensar lo opuesto en Heráclito:

“ i. Las mismas cosas producen efectos opuestos sobre clases distintas de seres animados, como el agua del mar, saludable para los peces, tóxica para los hombres; el fango, que les gusta a los cerdos pero no a los hombres...

ii. Aspectos diferentes de la misma cosa pueden justificar descripciones opuestas, como un camino, que aunque se recorra hacia arriba o hacia abajo no deja de ser el mismo, sin ser lo mismo hacerlo en un sentido que en otro; la escritura, que combina en un mismo movimiento lo recto y lo curvo; o la labor del médico, que corta o quema, algo que causa dolor, pero porque busca eliminar un dolor mayor.

iii. Algunas realidades sólo son concebibles por medio de sus opuestos, como la salud, que no sería agradable si no existiera la enfermedad, la saciedad respecto al hambre o el descanso respecto al cansancio. Lo mismo sucede con la justicia, que no tendría sentido si no se cometieran injusticias.

iv. Algunos opuestos están enlazados de un modo esencial, siendo dos aspectos distintos y sucesivos de una misma realidad, lo caliente y lo frío, la noche y el día, vida y muerte, velar y dormir, juventud y vejez.”

W

En éstos filósofos presocráticos, Anaximandro, Pitágoras y Heráclito, cada uno con diferentes matices, lo uno primordial se despliega en lo múltiple a través de los contrarios para expresar el cosmos en el devenir.

La idea de los pares binarios no es mía sino que pertenece al ámbito del pensamiento humano. Este texto me ha servido para reflexionar en relación a mi propia obra. No porque la obra que presento busque ilustrar los pares binarios, sino porque me han servido como herramienta para pensar los distintos elementos en juego en la obra. Si pienso que la obra es análoga al Cosmos de los presocráticos podría pensarse que en ella también conviven los contrarios y se resuelven en la creación de la obra misma. Puede que a la manera de Heráclito mantengan sus tensiones en una lucha que forma parte de como la percibimos conformando una totalidad. O puede que el conjunto adquiera un equilibrio de los pares binarios en la armonía interna o estructura de la obra. De todas maneras la idea de los contrarios que interactúan dinámicamente ha sido una aproximación útil para pensar la obra.

Por esta razón también utilicé este punto de vista para examinar algunos artistas que me interesaron y en los que puedo ver esta idea de los pares binarios aunque ellos mismos no describan su obra de esta manera.

il·lusió

Daniel Becerra y Cristina Tévar, por ejemplo, tienen una instalación que consiste de un mapping, una tela tensada para ser usada de pantalla y de un dispositivo robótico. Mediante la proyección, la pantalla es empujada por el brazo robótico, haciendo así, que las figuras geométricas proyectadas con mapping adquieran profundidad al deformarse, logrando un juego de realidad-ilusión. Esto como resultado crea un desconcierto y un cuestionamiento a nuestros sentidos. Veo en ello por ejemplo, el par forma estable-deformación.

La obra de Adriana Salazar también juega con varios pares en oposición utilizando pequeños motores para mover lo inanimado. La vida y la muerte, lo animado e inanimado, lo vivo y lo programado son indagados con una obra de pajaros disecados a los que ella devuelve el movimiento artificialmente. También tiene una máquina fumadora, que mediante empuje y tracción logra que el humo ingrese a la máquina y luego sea expulsado.

Máquina fumadora

Pájaro #2

Luigi Honorat es un artista 3d francés que crea animaciones logrando un juego de realidad-ficción simulando objetos virtuales sobre espacios reales. En este caso me interesaron algunas de sus formas de la serie llamada Intangibles que se deforman ilusoriamente en el tiempo pues sufren compresiones y dilataciones a partir de programación algorítmica. También me interesa de esta obra la idea de una forma que se percibe como blanda rodeada de un espacio que es sólido.

Intangible

Por último deseaba terminar este corto texto con una cita de Martín Heidegger en su libro El arte y el espacio:

“Las observaciones sobre el arte, el espacio y el juego recíproco de ambos no dejan de ser preguntas, por más que se expresen en forma de afirmaciones...”

Creo que el arte es sobretodo el hacer visibles las preguntas o al menos ponerlas a prueba en el contexto de la obra.

BibliografíaImágenes bombillos-https://www.pexels.com/photo/bw-light-lightbulb-minimalism-77305/

Art and visual perception: a psychology of the creative eye. Arnheim, Rudolf

il·lusió - Daniel Becerra y Cristina Tévar

Máquina fumadora y Pájaro #2 - Adriana Salazár

Intangibles- Luigi Honorat

El pensamiento de Anaximandro y de Heráclito en relación con el tema de los contrarios - María del Mar Villanueva Martín

La lógica de la oposición en la física de Anaximandro, Pitágoras y Heráclito - Gustavo Fernandez Pérez e Isabel de Castilla

El arte y el espacio - Martin Heidegger