sobre la autoria de ap.9.362

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SOBRE LA AUTORÍA DE AP 9.362 Máximo Brioso Sánchez Universidad de Sevilla AP 9.362 se ha atribuido a Museo o a algún imitador de Museo. Sin embar- go, las coincidencias léxicas son escasamente significativas y las prácticas métricas del autor revelan, aun dentro de la corriente noniana, una autonomía suficiente como para poner en tela de juicio esa opinión. AP 9.362 has been attributed to Musaeus or one of his imitators. However, the lexical correspondence is not conclusive and its metrical uses, according to the ones practised by Nonnus, reveal a degree of independence which raises doubts conceming the traditional opinion. 1. La propuesta en su día de R. Holland' de la atribución de AP 9.362 a Museo fue después rectificada en el sentido de que algunos datos métricos apun- taban más bien a un posible imitador de Museo 2 . Sin duda la materia erótica y algunas coincidencias léxicas influyeron demasiado en aquella primera impre- 1 "De Alpheo et Arethusa", en Commentationes quibus... O. Ribbeckio oblatae (Lipsiae 1888) 383 ss. 2 Cf. "Musaios" 2, RE XVI 1 (Keydell, 1933) 767. Por esta hipótesis se inclinan igualmente edi- tores como Stadtmüller y Orsini, éste último en su edición de Hero y Leandro en Les Belles Lettres (Paris 1968) VII. 247 HABIS 27 (1996) 247-261

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Brioso Sánchez

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  • SOBRE LA AUTORA DE AP 9.362

    Mximo Brioso SnchezUniversidad de Sevilla

    AP 9.362 se ha atribuido a Museo o a algn imitador de Museo. Sin embar-go, las coincidencias lxicas son escasamente significativas y las prcticasmtricas del autor revelan, aun dentro de la corriente noniana, una autonomasuficiente como para poner en tela de juicio esa opinin.

    AP 9.362 has been attributed to Musaeus or one of his imitators. However,the lexical correspondence is not conclusive and its metrical uses, according tothe ones practised by Nonnus, reveal a degree of independence which raisesdoubts conceming the traditional opinion.

    1. La propuesta en su da de R. Holland' de la atribucin de AP 9.362 aMuseo fue despus rectificada en el sentido de que algunos datos mtricos apun-taban ms bien a un posible imitador de Museo 2 . Sin duda la materia ertica yalgunas coincidencias lxicas influyeron demasiado en aquella primera impre-

    1 "De Alpheo et Arethusa", en Commentationes quibus... O. Ribbeckio oblatae (Lipsiae 1888)383 ss.

    2 Cf. "Musaios" 2, RE XVI 1 (Keydell, 1933) 767. Por esta hiptesis se inclinan igualmente edi-tores como Stadtmller y Orsini, ste ltimo en su edicin de Hero y Leandro en Les Belles Lettres(Paris 1968) VII.

    247HABIS 27 (1996) 247-261

  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    Sin, hasta llevar a una conclusin precipitada, y las observaciones ms objetivasde un concienzudo analista como R. Keydell situaron el texto en una perspectivaen principio menos improbable. Hoy el tema desde luego no puede darse porresuelto, y sin embargo ciertas observaciones en pro o en contra se repiten sin lasdebidas comprobaciones. As, y para referirnos a una de ndole negativa, quesubrayara la no autora del propio Museo, un hecho mtrico alegado ha parecidomuy significativo: Museo, se ha dicho, se atiene a la norma noniana (regla 13 deKeydell)3 de situar palabra paroxtona o properispmena ante la cesura pentem-mera, mientras que en cambio el annimo que nos ocupa la infringe en los vv. 23s. y 26. No obstante, conviene matizar esta observacin, ya que, como es biensabido, en Nono mismo no faltan lugares en que tampoco se respeta, en los quese leen palabras oxtonas y proparoxtonas, y que suelen justificarse aduciendomodelos homricos o de otro origen, y por su parte Museo es slo relativamenteriguroso al respecto, puesto que en su v. 54 rompe claramente esta norma4 y enel v. 327 leemos afrr[ta-rog, que tambin ha sido corregido innecesariamente pordiversos editores5 . Por lo que se refiere a Coluto, ste la desatiende en varias oca-siones6, y Pablo Silenciario no parece apenas conocerla7 . En el caso de AP 9.362,para el empleo de TroutinTli (v. 23) ante la pentemmera pueden aducirse desdeluego tambin modelos homricos (II. 21.291, Od. 5.466, 6.210, 7.296), comopara el de 1Xciteci, (v. 24) la imitacin de II. 14.1, o para una localizacin seme-jante de CRoxol (v. 26) la referencia de pasajes como Od. 4.623, h. Hom. Ap. 446e h. Hom. Cer. 156. Pero por lo dems es llamativo no ya que se trate de tres vio-laciones en tan parca suma de versos conservados y para una cifra tambin deslo 7 hexmetros con pentemmera, sino que para colmo aqullas estn concen-tradas en un breve espacio, lo que sin duda denota no ya un desliz espordico,sino una clara negligencia por lo que se refiere a la citada regla. En tanto que enMuseo las dos nicas excepciones estn a considerable distancia, lo que muestrauna mayor atencin a tal norma. Hasta qu punto, pues, puede defenderse a lavista de un hecho como ste no ya que el texto pueda ser obra de Museo, sino deun fiel emulador?

    El tema, por tanto, creemos que no est an suficientemente clarificado y deah que juzguemos oportuno dedicarle unas pginas. En una materia en que existen

    3 Cf. su edicin de las Dionisiacas (Berlin, Weidmann, 1959), vol. I, 38*. Es la llamada usual-mente "regla de Tiedke" (cf. H. Tiedke, "Quaestionum Nonnianarum specimen alterum", Hermes 13[1878] 266-275).

    4 No han faltado editores que han tratado de subsanar el que creen un fallo de la transmisin, ate-nindose a la variante de algunos recentiores : As, Ludwich, Orsini y Kost; no en cambio Livrea, quemantiene diyapttEtnot.

    5 Es el caso entre otros de Kost (en su edicin de Museo: Bonn, Bouvier, 1971), que sigue la pro-puesta ain-ottrq de Dilthey. Esta vez Orsini y Livrea creemos que aciertan al mantener arp.a-rog.M. L. Nardelli ("L'esametro di Museo", Koinonia 9 [1985] 160) cita por error tambin el v. 310.

    6 Cf. Orsini en su edicin de Les Belles Lettres, p. XXVIII.7 Cf. ya a este respecto A. Wifstrand, Von Kallimachos zu Nonnos (Lund 1933) 19 s.

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  • SOBRE LA AUTORA DE AP 9.362

    tan escasos apoyos objetivos no podemos pretender, sin embargo, llegar a una con-clusin firme y convincente. Por ello nos contentamos con aportar alguna luz,dejando para otros el continuar en esta lnea con una metodologa lo menos subje-tiva posible y con la acumulacin de un mayor nmero de datos.

    2. Dos cuestiones previas son las de la fecha del texto y su hipottica exten-sin original. El debate sobre la fecha del poema, ligado por supuesto a la infor-macin que proporciona la mtrica, no es fcil de resolver. La alusin en el texto aun posible episodio blico, con la mencin de un Omos . littlp (v. 24), hizo pen-sar en su momento a Holland en una referencia a las luchas con los godos y alenfrentamiento entre las fuerzas de Alarico y Estilicn, con la muerte de aqul enel 410 como final y su lgica identificacin con el mencionado Cwp. Todava elcomentarista de la edicin del texto en Les Belles Lettres recoge esta suposicincomo probable. Pero una fecha de redaccin cercana al 410 es en absoluto compa-tible con los datos mtricos, de ndole sin la menor duda bsicamente noniana, y espoco verosmil que se trate de un texto pico histrico que se refiera a sucesos demuchas dcadas atrs.

    3. Por lo que atae a la extensin, se ha credo por parte de algunos que esta-mos ante un mero fragmento pico 8 o simplemente ante una composicin transmi-tida con una o dos lagunas. Quienes defienden, en cambio, la integridad del poemasuelen atribuirle un carcter de puro ejercicio escolar o p.eXrntta 9 . La decisin alrespecto es bastante difcil, pero, en nuestra opinin, la nica laguna que parecems razonable sealar estara tras el v. 23, si bien la prdida pudo ser de cortaextensin, ya que el carcter muy alusivo de la pieza nos inclina a pensar que elautor citara en todo caso concisamente el episodio y el personaje. Esta ndole delpoema nos lleva a pensar tambin que la otra supuesta laguna, tras el v. 11, de sercierta, podra ser aun menor: los datos requeridos (cf., por ejemplo, la opinin deStadtmller) estaran explicitados en la laguna posterior. Y no vemos especial nece-sidad tampoco de que el texto continuase tras el v. 27, como cree el mismo editorcitado. Pero, insistimos, la nica pista que poseemos es el propio estilo del autorannimo, que nos inclina a pensar en un texto breve, en que el portento mtico ten-dra primaca narrativa sobre su causa, la ancdota histrica. La misma ausencia dehuella alguna de dilogo (frente, por ejemplo, a los textos conocidos de Museo yColuto) nos lleva a confirmarnos en esta sospecha de una extrema brevedad delpoema, sin que, por supuesto, se nos oculte que este argumento puede ser inverti-do: sera la brevedad del texto conservado la que pudiera habernos escamoteado el

    8 "Un fragment d'pope mythologique sur l'Alphe" escribi (vol. VII, p. XLIX) P. Waltz en suIntroduccin al libro IX de la Palatina en Les Belles Lettres. Curiosamente se le achaca lo contrario, elhaber defendido que se trata de una pieza completa, en el comentario ya citado al poema en la mismaedicin (ad v. 27).

    9 As Jacobs, citado por Fr. Dbner en la edicin de Didot de la Palatina, ad loc.

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  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    dilogo. Pero, sea como sea y por breve que fuese la laguna (o lagunas), desde unpunto de vista metodolgico puede sealarse como un inconveniente para la abso-luta fiabilidad de un estudio de estadstica mtrica. De ah que haya de drselemayor relevancia, en general y como es lgico, a los datos positivos que a los nega-tivos.

    4. El punto que nos parece hoy por hoy todava ms interesante y que puedecontribuir a situar literariamente la composicin es el de su supuesta afinidad conla obra de Museo, que ya hemos visto cmo se ha defendido, pero que sin embar-go creemos que no est suficientemente confirmada. Las pginas que siguen vandestinadas a profundizar especialmente en esa direccin.

    El texto, que ofrecemos para comodidad del lector, con un breve apparatus, ysegn el de la edicin de Les Belles Lettres, es el siguiente:

    I FIEpclg AX04EL, lg CYTE4CW114)pOV 1.58ctip,59 8iet Hiaawv Tre8wv KEKOVLI_LVOg gurag,1la/XL09 T ITOLZTOV, lnjv 6 '19 ITVTOV YKI1C1.1611.19 llETpliTOLO ITECR:JV lT KDIICt 00.M.CrCT1g,

    VU110.09 Cil1)TOKXEU009 16J' V XETTlyg NSTWV, 5g EIKEViv ApeaUCTOW TrElyEal iryps dicorris.'FI 8 CTE KEICIITIC)Ta. Kat Gtae[laiVOVTa XCOODCYCl,

    (PDKOS' dITOCTIITYCK7O. KGt dvOect MICO ea.XCTOTIg,XELXECt iv 07011TE0-01 CTIWYlpliOCTEV, 01.01 81 vq1.0-1-1vulup[ov quigtxufkicra. TrepTi-Xoicov -18t 8cop.4.) 10KELp.Evov v KXITOLCTIV OX151.1ITLOV Ei5VOLUEVKat 4).ovir,i ictelityyl X1L KaTEKIOV

  • SOBRE LA AUTORA DE AP 9.362

    3 Trijv Plan. K P flicricu. ex Ikotre corr. Plan 4 llETp111-010 Plan. -cts. P5 Gni P Cim, Plan. 6 bypg Cticorrig Plan. yps. old-rns. P 8 Troap.frlaza Plan. Ctuarp.- P / Post v. 11 lac. omnes susp. 15 Trv-rm, Plan. rr-rp.ov P/ vtifivat Salmasius pxyfr codd. 21 ei,a8-Ijs . Plan. -Seis- P 23 upoaeOpe-roPlan. yolpe-ro P / Post v. 23 lac. susp. Brunk 25 ellyap.ov Scaliger tyllii)v codd.

    5. En los anlisis mtricos de la llamada escuela de Nono se incurre con fre-cuencia en una generalizacin un tanto abusiva, como si la imitacin del modelononiano fuese bastante homognea. Los datos, sin embargo, la desmienten, y, as,es sabido que Coluto, por citar un caso muy notable, se aparta con relativa facili-dad de ese modelo. Se ha observado ya hace tiempo que este autor es en ciertos sen-tidos ms homerizante que Nono: por ejemplo, en la proporcin entre los camposdel lxico nominal y verbal m . Y los datos mtricos corroboran esta impresin. Encambio, en algunos aspectos un poeta como Pablo Silenciario va ms all de losusos impuestos por el propio Nono. Entre el grupo de los nonianos suele recono-cerse a Museo y a Pamprepio como los ms fieles, lo que en ocasiones convieneentender sin embargo como un hecho relativo", ya que ambos se permiten desvia-ciones significativas. Un problema que, para nosotros, se complica naturalmente acausa de las incertidumbres cronolgicas12.

    Todo esto indica, en el plano terico, que no hubo en su momento un caudal denormas, las nonianas, aceptadas devota y uniformemente, y, en el plano prctico,que aqu nos interesa ms ahora, que, dentro de la gran corriente noniana, hay cier-tas posibilidades de establecer diferentes relaciones de filiacin. Ha sido as comose ha podido sugerir esa vinculacin entre AP 9.362 y Museo, ya como obra de ste,ya situable en la esfera de su influencia. Pero creemos, segn se ha adelantado, queen este punto la investigacin ha sido muy precaria y que cabe ir ms all, some-tiendo el texto a un anlisis, si no exhaustivo, s ms detenido de lo usual hasta aquy que muestre con mayor certidumbre si realmente debemos aceptar su proximidada Museo o que nos lleve a considerarlo una pieza ms cercana a la prctica mtri-ca de algn otro noniano o, en otro caso, si no son demostrables esas afinidades par-ticulares. Nos limitaremos, por lo dems, a una indagacin en el campo de la lla-mada "outer metric", en que el nivel de objetividad creemos que es mayor, y aalgunas otras observaciones, especialmente en el dominio de la acentuacin. Y tam-

    lo Cf. E. Livrea en su edicin (Bologna, Ptron, 1968) XXI, con referencia a la Tesis de M.String, Untersuchungen zum Stil der Dionysiaka des Nonnos von Panopolis (Hamburg 1966) 92 ss.

    I I Segn veremos, una afirmacin como la de Orsini en su edicin (p. XVIII), segn la cualMuseo "obit rigoureusement aux rgles tablies par Nonnos", no es absolutamente cierta. Cf. tambinKost (en su citada edicin de Museo, p. 53): "Es ist deutlich geworden, dass Musaios neben Pamprepiosin der Metrik der strengste Nonnianer ist".

    12 No son tampoco una dificultad insignificante las divergencias que se encuentran en las esta-dsticas de los distintos estudiosos, por no hablar de los errores que tan fcilmente se deslizan en lascifras.

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  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    bin tocaremos finalmente el tema de las influencias en el nivel del lxico, que pue-den ser complementarias de los datos mtricos.

    Entendemos que Coluto, en cuanto reconocido como ms independiente enciertos aspectos de las normas nonianas, es el poeta con quien debe establecerse,como referencia, la comparacin ms cuidadosa tanto respecto a Nono, como fren-te a Museo y, secundariamente, Pamprepio. Tendremos tambin de este modo oca-sin para llevar a cabo algunas aportaciones en el anlisis mtrico de ste ltimo,lo que no se ha hecho de modo sistemtico nunca hasta ahora que sepamos

    6. Hay una serie de cuestiones en que Museo y Coluto divergen claramentey son esos aspectos los que nos interesan en especial. Uno de los aparentementems significativos, dentro del mbito del nmero y la distribucin de los esquemas,es el comportamiento respecto del hexmetro espondaico (regla 11 de Keydell)13,que es un perfecto tab (ni siquiera hay concesiones a los nombres propios) paraNono y sus seguidores al parecer ms fieles: Museo, Pamprepio, Juan de Gaza,Pablo Silenciario o Cristodoro. Y que en cambio es aceptado en un 456 % de susversos por Coluto (segn el dato de Nardelli: cf. despus 8, n. 21), que se mues-tra radicalmente divergente en un punto tan decisivo. Y el que se trate en unacierta proporcin de nombres propios es una razn muy dbil para justificar estaanomala. En un caso como ste la postura del poeta annimo, sin hexmetrosespondaicos, segn veremos, slo implica un distanciamiento en un caso particu-lar respecto de Coluto, no un acercamiento especial a Museo.

    7. Otros elementos de juicio que pueden parecer relevantes son sin duda laconducta de los distintos autores ante la secuencia de dos espondeos, la distribuciny proporciones en las cifras de dctilos y espondeos, el nmero absoluto de esque-mas admitidos y el tipo de palabra final de verso y su acentuacin.

    Comenzamos por ofrecer en el siguiente cuadro los esquemas presentesen AP 9.362, con sus cifras absolutas y porcentajes. A su lado se recogentambin los porcentajes correspondientes de Nono", Museo, Coluto y Pam-

    13 Para la mtrica de Museo cf. la edicin de Kost, pp. 54 s., y su bibliografa de p. 577, n. 138;tambin el artculo ya citado de Nardelli. Sobre Pamprepio ofrece algunos datos Livrea en su edicin,Pamprepii Panopolitani Cannina (P. Gr. Vindob. 29788 A-C) (Leipzig, Teubner, 1979) VII, n. 2, enparticular. Sobre Coluto cf. Nardelli, "L'esametro di Colluto" JOEByz 32, 3 (1982) 323-333 (conocemosla existencia de una Tesis de Licenciatura de la Universidad Complutense de Madrid de J. IVP. RamosBolaos, Estudio sobre el hexmetro en Coluto [1975], pero no nos ha sido accesible). Se ha consulta-do tambin A. Ludwich, tanto en su apndice sobre el hexmetro de Nono en A. Rossbach-R. Westp-hal, Theorie der musischen Knste der Hellenen 111.1.2 (reimpr., Hildesheim 1966) 55-79, como en suobra Arista rchs homerische Textkritik, II (Leipzig 1884-85) 301-326. Otros datos se han extrado de M.Snchez Ortiz de Landaluce, "Estudio mtrico de las Argonuticas Officas. Outer metric", ExcerptaPhilologica 2 (1992) 81-102, o corresponden a nuestras propias observaciones y comprobaciones. Algu-na otra bibliografa se citar en su momento.

    14 Las cifras de Ludwich y La Roche muestran para este autor slo mnimas diferencias. Perso-nalmente hemos comprobado una serie de aspectos mtricos en el primer libro de las Dionisiacas (sobrela edicin de Les Belles Lettres) y el resultado nos permite confirmar que los datos de uno y otro son

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  • SOBRE LA AUTORA DE AP 9.362

    prepio 15 . El orden de los esquemas corresponde al que se da en Museo, por ser suobra nuestro principal punto de referencia.

    AP 9.362 Pamprepio

    ddddd (8) 2962 3850 3644 2436 (71) 3659 %dsddd (8) 2962 2299 1924 2030 (37) 1907sdddd (4 1481 854 1428 1015 (27) 1391dddsd 1453 1282 1218 (19) 979sddsd 353 5'83 659 (9) 4'63dsdsd (5) 1852 879 553 1472 (24) 1237ddsdd (1) 370 216 379 253 (5) 257dssdd 043 087 279 (1) 051sdsdd 050 087 126 (1) 051ssddd (1) 370 029

    Todos los esquemas presentes en el texto del manuscrito palatino se dan enMuseo, en tanto que no hay en absoluto esa correspondencia con los que se encuen-tran en Coluto. AP 9.362 no admite ningn esquema extranoniano, excepto ssddd,que se halla a su vez en Museo, pero no, en cambio, en Coluto y Pamprepio. Por loque se refiere a la distribucin de ciertos esquemas llamativos, sorprende sinembargo en el annimo el perfecto equilibrio entre los dos primeros, un hecho queresponde tanto al descenso del holodactlico, por comparacin con Nono, Museo yPamprepio, como, tambin por comparacin con los mismos autores, al ascenso dedsddd. El nico poeta de los estudiados en que hay una aproximacin, aunque no

    bastante fiables. Citamos sin embargo las cifras que nos ofrecen mayores garantas, que son las de (LaRoche)-Jones-Gray, que ya utilizamos en su da en nuestro artculo "Nicandro y los esquemas del hex-metro" (Habis 5 [1974] 19), y que estn basadas (como igualmente las de Ludwich) en una amplia mues-tra formada por los cinco primeros libros de las Dionisiacas. Ludwich (en Rossbach-Westphal, p. 57)ofrece complementariamente datos de la Parfrasis evanglica, que son coincidentes en general, comose sabe, con los de las Dionisiacas.

    15 Por supuesto en el caso de este autor slo se tienen en cuenta estadsticamente aquellos hex-metros que pueden leerse completos o que no ofrecen duda razonables en su escansin: en total 194. Elfr. 1 induce a ciertas reservas (o a mayores reservas, si se prefiere) en cuanto a su autora: cf. Livrea ensu edicin citada, pp. VI s. Hemos preferido ante la duda incluirlo en nuestro cmputo, pero su exclu-sin no modificara de un modo significativo las cifras porcentuales. La observacin de versos maltransmitidos de este autor nos permite afirmar que la cifra de los esquemas que se inician con ds debe-ra ser ms alta (cf. 1 v. 10, 1 r. 6, 8, 10 y 12, 3.18, 127 s., 144 y 172). Tambin se encuentran algunosms con espondeo en los lugares tercero o cuarto. Para mayor transparencia ofrecemos las cifras abso-lutas con las que hemos operado. Las cifras absolutas de los dems autores pueden verse en el citadoartculo de Snchez Ortiz de Landaluce, pp. 84 s.

    16 Recurdese que Coluto admite no slo los primeros 9 de estos 10 esquemas, sino adems otros6, en 3 de los cuales se acepta la gran divergencia que supone (aunque en cifras nfimas, es cierto, conslo 4 versos en total) la presencia de 3 espondeos: dddds 177 %, dssds 050, sddds 030, sdssd 025,ssdsd 025 y dsdds 177. Las cifras, como las de Museo, corresponden a las ofrecidas por Nardelli.

    COlUt0 16

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  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    un total equilibrio, entre ambos esquemas es precisamente Coluto, pero slo por lafuerte cada en el caso del holodactlico, ms acusada incluso que la del annimo.No obstante, a pesar de ese sealado descenso, Coluto mantiene la prioridad tradi-cional del esquema holodactlico, sin que apenas quepa hablar sino de un mnimoascenso del tipo dsddd 17 . En cambio, en el annimo este ascenso es muy acusado,tanto como la cada del holodactlico. Y slo el parco monto de las cifras absolutasde este texto, nuestro eterno inconveniente, nos impide sacar una brillante conclu-sin: que su autor, fuese quien fuese, habra tendido a imitar, o al menos a acercar-se, a aquellos escasos poetas que, como Calmaco, han invertido el orden de los dosprimeros esquemas, frente al patrn arcaico, seguido en cambio por la mayora delos escritores picos. De los posteriores a Calmaco son Nicandro y, mucho mstarde, Pablo Silenciario 18 , los ms notables en esta lnea de excepcin 19 . Comoveremos, esta tendencia va acompaada naturalmente de un incremento en la pro-porcin del segundo espondeo.

    Por lo que se refiere a los restantes esquemas, sorprende tambin en el anni-mo el comportamiento sobre todo de dsdsd, con un ascenso que de nuevo lo sitaen lnea con Coluto (igualmente en este caso con Pamprepio). Y, por ltimo, aun-que hemos anticipado como principio metodolgico que los datos negativos son eneste caso de escasa utilidad, no podemos por menos de hacer observar que el an-nimo ignora un esquema como el que ofrece tres dctilos iniciales, el cual, por elcontrario, tiene an cierta presencia en todos los dems textos, incluido el poemade Museo. El azar, sin embargo, puede ser una razn vlida en este punto.

    17 En el artculo de M. J. Zamora "La 'Gigantomaquia' griega de Claudiano. Manuscritos, trans-misin textual, atribucin de autor y fecha de composicin", CFC N. S. 3 (1993) 367, se ha deslizadoun grave error al atribuir el O % de este esquema al citado poeta. Igualmente es errneo el 31 % corres-pondiente a ddddd en Nono, D. I-y, una cifra que desvirta tambin gravemente un dato mtrico muyrelevante, sobre todo por la relacin con dsddd.

    18 Cf. el citado artculo de Snchez Ortiz de Landaluce, p. 89.19 En un estudio en prensa en Excerpta Philologica, al que su autor amablemente nos ha permi-

    tido acceder, T. Silva Snchez demuestra, contra las cifras de Ludwich, que tambin el Opiano autor delas Halieuticas manifiesta claramente esta preferencia hacia dsddd. Y Snchez Ortiz de Landaluce, op.cit. 85, nos ofrece el dato de la muy fuerte aproximacin en las Argonuticas rficas de los dos esque-mas prioritarios, en este caso por la evidente cada del holodactlico.

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  • SOBRE LA AUTORA DE AP 9.362

    8. El reparto, en porcentajes, de espondeos por metros es el siguiente:

    AP 9.362Nono"

    Museo

    ColutoPamprepio

    (5)

    1

    18521258

    2128

    1900

    1907

    (14)

    II

    518532222594

    4033

    3196

    (1)

    III

    370310553

    733

    361

    IV

    (5) 185226852419

    3399

    2680

    V

    45621

    En este cuadro llama la atencin por excepcional la cifra notablemente baja delprimer espondeo en Nono, acompaada de un descenso tambin significativo de losespondeos segundo (en este punto con sus ms fieles seguidores) y tercero. En elcaso de Nono la razn est por supuesto en el declive de determinados esquemas(sdddd y sddsd sobre todo) y sera interesante que se llevase la indagacin sobreuna muestra aun ms amplia de las Dionisiacas. El texto del manuscrito palatinoslo se acerca especialmente a Nono en aquellas desviaciones por lo que se refiereal tercer espondeo, mostrando un cierto alejamiento respecto a Museo. Por su parte,Coluto se muestra ms divergente de nuevo en algn punto: concretamente en lamayor abundancia de espondeos entre los metros segundo y cuarto, lo que, suma-do al dato, tan excepcional, del quinto espondeo 22 , nos advierte de su propensin aluso de esta forma rtmica, que luego veremos explcita y globalmente confirmada.El annimo se aproxima a Coluto slo en la inclinacin a la admisin del espondeoen el segundo metro. La cifra de aqul es, sin embargo, tan elevada que se escapa

    20 Son las cifras que se derivan naturalmente del cuadro previo. Como un ejemplo claro de nota-ble coincidencia, segn los datos que se deducen del estudio de Ludwich (en Rossbach-Westphal, p. 57),los cinco primeros libros de las Dionisiacas (2774 vv.) dan: I 1261%, II 3273, III 310 y IV 2700. Los3265 vv. de la Met. ofrecen I 2110, II 2899, III 457 y IV 2391, con una curiosa y apreciable diferen-cia por lo que se refiere al primer metro: en este punto es Met. la que se alinea con los restantes autores.Por otra parte, hemos de hacer una advertencia al lector que observa que las cifras de Nono que se leenen M. van Raalte, Rhythm and Metre. Towards a Systematic Description of Greek Stichic Verse (Assen-Maastricht 1986) 40, son muy diferentes (2036, 5216, 502 y 22'46 respectivamente). Tienen tambinsu punto de partida en las estadsticas de La Roche (cf. p. 31): la explicacin est en que tales porcen-tajes no lo son del total de los versos, sino del total de los espondeos. Por tanto, no son utilizables paranosotros. Sealemos de paso que el procedimiento utilizado por Van Raalte, no usual, puede haber sor-prendido a algn estudioso: as el ya citado Snchez Ortiz de Landaluce recoge (p. 96, n. 68) la dife-rencia de cifras, pero no parece haber encontrado (o no haberse preocupado por encontrar) una explica-cin.

    21 Segn Snchez Ortiz de Landaluce en su ya citado estudio (p. 96), el total de los versos espon-daicos asciende a 18 (es decir, el 456 % que dan tanto l como Nardelli). El catlogo que ofrece el edi-tor Orsini (p. XXVIII) reduce esta cifra a 13, lo que explica su menor porcentaje (3'3). Ludwich (Qua-estionis de hexametris poeta rum Graecorum spondiacis capita duo, Diss. [Halle 1866] 14) computa 17.Es evidente que las cifras dependen de las lecturas aceptadas o rechazadas, pero, sean cuales sean, rom-pen la regla noniana de modo irrefutable.

    22 Recurdese que ni Cristodoro ni Juan de Gaza ni Pablo Silenciario admiten el hexmetroespondaico, lo que convierte la conducta de Coluto en este punto en muy personal y llamativa: cf. losdatos que proporciona el citado y exhaustivo estudio de Ludwich, Quaestionis de hexametris..., en par-ticular p. 14.

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  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    a toda fcil comparacin y tal vez podramos achacarla de nuevo simplemente alazar en una cifra de versos muy reducida23.

    9. El promedio resultante de espondeos por metro, a partir de las cifras abso-lutas24 y medido de nuevo en porcentajes, es el siguiente:

    AP 9.362 1851Nono: 149525Museo: 15,3926

    Coluto: 210627Pamprepio: 1629

    La cifra de Coluto es, como esperbamos, elevada, pero en este caso la del an-nimo palatino se le aproxima bastante, distancindose del patrn noniano. Natural-mente, es aquel notable 5185 % del segundo metro el principal responsable de estaaproximacin, por lo que pierde, en parte, el relieve que, en un examen aislado,parecera tener. La vecindad con el independiente Coluto puede parecer, pues, bas-tante ilusoria en este apartado. Sin embargo, no debemos olvidar que tambin Colu-to ofrece en el segundo metro un volumen desusadamente alto de espondeos. Desdeeste punto de vista nos interesa sobre todo hacer notar que esa vecindad entre elannimo y Coluto aleja a ambos, aunque sea en distinto grado, de un autor comoMuseo, muy fiel en cambio a Nono en este apartado.

    10. Dos espondeos seguidos se dan en Coluto en los esquemas dssdd (279 %frente al 043 de Nono), dssds (050, no en Nono), sdssd (025, tampoco en Nono)y ssdsd (025, ausente en Nono igualmente). Las diferencias son, por tanto, muymarcadas en este aspecto tambin entre Nono y Coluto. Museo presenta ss slo enlos esquemas dssdd (087 %) y ssddd (029), con una mnima relajacin respecto alrigor noniano. Pamprepio es, en cambio, tan parco como Nono, al no admitir ssddd(tampoco Coluto, ms generoso sin embargo con otros esquemas). Por lo dems,hemos visto cmo Pamprepio se atiene estrictamente al nmero y entidad de losesquemas aceptados por Nono. En su prctica destaca slo la alta frecuencia relati-va de dsdsd, que lo aleja un tanto de Nono, con mayor proximidad a Coluto y altexto que estudiamos. Como ya se ha sealado, el annimo admite una sola vez

    23 O sigue nuestro autor, segn la sospecha antes apuntada (cf. 7), el modelo que representanalgunos de los grandes poetas helensticos, que acrecientan en ese lugar el porcentaje del modelo arcai-co (Calmaco 4850, Tecrito 4980) y en un aspecto indudablemente relacionado con el ascenso delesquema dsddd? Sea como sea, el distanciamiento respecto de Museo, muy tradicional en este punto, esevidente. Tomamos las cifras precedentes de nuestro artculo ya citado de Habis 5, p. 19.

    24 Tambin reproducidas en Snchez Ortiz de Landaluce, pp. 96 s.25 Cf. Ludwich, Aristarchs, p. 304: Dionisiacas I y II dan 15 y 16 % respectivamente y la Par-

    frasis 16%.26 16 %, segn Ludwich, ibid.27 Esta vez la cifra de Ludwich (21 %) es ms coincidente.

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    ssddd (v. 18: a-rliKEt axpav-rov...) 28, lo que lo distancia de Nono y lo acerca aMuseo29 . Este dato es de los que ms lo vinculan con Museo sin duda alguna. Elresto de sus cifras no tiene mucho significado, dado el escaso volumen absoluto. Eneste terreno, que depende estrictamente de la opcin en cuanto a los esquemas, elannimo no muestra una proximidad especial en relacin con Coluto.

    11. La frecuencia proporcional, por metros y global, del espondeo frente aldctilo se expresa en el siguiente cuadro. La primera columna recoge el porcentajede versos holodactlicos, la segunda el de los hexmetros con un espondeo, la ter-cera con dos y la cuarta con tres.

    AP 9.362 Nono Museo Coluto Pamprepio

    0 8= 2962 3850 3644 2436 71= 36591 13= 4815 4823 5014 4695 88= 45362 6= 2222 1326 1341 2766 35= 18043 101

    En este cuadro posiblemente el dato ms notable sea el distanciamiento delpoeta annimo en la proporcin de holodactlicos y de los esquemas con dos espon-deos con respecto a Nono y Museo.

    12. En cuanto a la proporcin global de espondeos y dctilos, es lasiguiente30:

    AP 9.362 1/496Nono 1/568Museo 1/549Coluto 1/374Pamprepio 1/516

    La cifra del annimo est aproximadamente a medio camino entre las de Nono yMuseo, de un lado, y el caso excepcional, de nuevo, de Coluto, de otro.

    28 Cf. axpavTa en la misma sedes en Nono, D. 42.509. Pero una divergencia mtrica tan signi-ficativa como es el empleo de un esquema inexistente en Nono hace muy difcil imaginar que el poetaannimo tomase como modelo precisamente el lugar noniano citado.

    29 Merece la pena sealar que este esquema no aparece tampoco en Met. ni en Pablo Silenciario:Cf. Ludwich, Aristarchs..., p. 322. La nica excepcin de Museo (v. 342) resulta por ello muy llamati-va, desde el momento en que acepta un esquema prohibido en la escritura noniana y en su entorno msdevoto y rompe as adems la regla de no sobrepasar la cifra global de nueve esquemas, que por supues-to Coluto no tiene reparo en quebrar estrepitosamente. Nardelli (p. 154 de su artculo citado sobreMuseo) ha tratado de hallarle a aquella excepcin una justificacin estilstica, lo que no pasa de ser unaapreciacin subjetiva de la autora. No est de ms recordar que el hecho se repite en las lecturas de lamayora de los cdices en el v. 272.

    30 Cf. Snchez Ortiz de Landaluce, p. 101.

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    13. En cuanto al apartado del monoslabo final, Coluto no lo admite jams,con lo que impone una prohibicin personal donde otros nonianos slo aplican unarestriccin en sentido amplio. Nono lo admite con ciertos condicionamientos (regla6 de Keydell) y Museo en un total de 11 ocasiones, de las cuales slo 3 sin embar-go corresponden a palabras significativas y tnicas (v. 8 Z159, 246 Trp y 255vflg)31 . Pamprepio32 por su permisividad se alinea claramente con Nono y Museo.En estos fieles nonianos se cumple la prctica de la buclica en estos casos, ascomo la del epteto de esquema corimbico (cf. idntica regla de Keydell) cuandoel verso termina en sustantivo monosilbico. El annimo admite una sola vezmonoslabo final (v. 22: 8, nada infrecuente en Nono y Museo) 33 , lo que lo dis-tancia de nuevo significativamente del radical Coluto. Pero podra decirse que altiempo muestra un comportamiento ms rgido que Museo? Si vale en algo en estecaso la proporcionalidad, debemos decir que en ste hay 1 monoslabo final porcada 31 versos, lo que encaja perfectamente con el dato ofrecido por nuestro an-nimo. Slo que en este ltimo, como ya se ha sealado, no se acepta sino una pala-bra puramente funcional. De modo que es nuevamente la breve extensin del texto,y por tanto el escaso monto de sus cifras, lo que nos impide llegar ms all en nues-tro anlisis34.

    14. Con respecto al rechazo de las palabras proparoxtonas en fin de verso(regla 12 de Keydell), se encuentra un solo caso en Museo (v. 146 Ku0peictv)35.De nuevo es Coluto la excepcin llamativa, con el 4'81 % de sus versos en estascondiciones36 y la gran mayora no justificable por ser nombres propios 37 . En Pam-prepio el nico caso que puede hallarse es el dudoso Kpo-randos de 4.56, cuya orto-grafa tradicional es desde luego Kp-rumos 38 . En nuestro annimo slo en el verso3, en que el cdice lee 'Kourc donde seguramente debe leerse YKricti., segn lacorreccin del propio cdice y de Planudes 39 . El annimo, por tanto, se alinea msclaramente con Museo y Pamprepio que con Coluto. Y apenas hace falta sealar

    31 Adems & en los VV. 61, 162, 164, 287, 297 y 307; TE en 76 y yp en 208.32 Hemos recogido 3 casos seguros con & (3.67, 74 y 168; otros 2 -3.28 y 174- son inseguros),

    1 de ttiv (4.19), 1 incierto con ttfili, en 4.28 y otro con xOv en 4.25.33 Sealemos que tambin precede diresis buclica.34 Nono parece ser aun ms permisivo que Museo. Una exploracin sobre los dos primeros libros

    de Dionisiacas nos revela que los 81 casos de monoslabo final dan una proporcin de 1 por cada pocoms de 15 versos. A su vez, la proporcin entre los usos de los trminos funcionales (81 y yp: 55) ylos significativos (26 para una variedad de 7 palabras diferentes) es de 1 de los primeros por cada 047de los segundos (en Museo es de 1/037).

    35 A. de Pape y despus Ludwich propusieron innecesariamente (con un supuesto apoyo enNonno, D. 48.835) corregir en ' AcppoSrriv, una correccin que ha sido aceptada por Kost. Un final deverso semejante al de Museo, con nombre comn adems, se lee en Cristodoro, AP 2.386.

    36 Segn Nardelli, p. 329. Nuestro recuento sobre la edicin de Orsini nos depara 19 casos, esdecir, el 4'84 %.

    37 8 solamente y entre ellos' rrXXolvos: / ' ArrXkpvt llenan la mitad de los casos.38 Maas propuso con reservas leer Kpo-reptrg.39 El final homrico Inat (Od. 4.545) debe haber pesado en el annimo palatino.

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    que, para aquella nica excepcin a la regla, no se da la justificacin del nombrepropio.

    Es presumible que la reserva ante proparoxtonos en fin de verso sea indiso-ciable de la tendencia noniana a que el ltimo elemento del hexmetro se realiceefectivamente como largo. Nono concretamente rehye de modo expreso los tris-labos finales proparoxtonos. El annimo ofrece tres casos de finales breves (vv. 7,22 -con 8- y 27), con una proporcin por tanto del 1111 %. En Museo observaNardelli (p. 159) "un maggior impiego di vocaboli a sillaba finale breve" (sc. queen Nono), en total 43 casos, es decir el 1253 %. Museo en este punto quebrantaprcticamente todos los minuciosos controles nonianos, lo que debe ser un apoyoindudable, segn ya se adelant, para que aceptemos la lectura transmitida Ku0-pclav en el v. 14640 . Tambin Coluto tiene en realidad una gran abundancia y varie-dad de finales breves 41 y de hecho el propio Nono los admite, por ejemplo, en D. I(con la suma de los casos tipo S) en 53 ocasiones, es decir en el 992 % de los ver-sos. En los restos de Pamprepio podemos dar por seguros 34 finales de verso bre-ves, que representan el 1752 %. Seguramente se ha exagerado la validez de estatendencia.

    15. Si quisiramos resumir ahora la conclusin que cabe deducir de nuestroanlisis mtrico, podramos afirmar que no hay una razn decisiva para relacionaral poeta annimo de modo especial con la obra conocida de Museo. Por lo pronto( 1) es importante sealar que, como se ha visto, la rotura de la norma de Tiedketiene mayor relevancia de la que se le ha querido atribuir a este respecto, puesto querevela en el supuesto imitador de Museo un practicante de la mtrica mucho msnegligente que su pretendido modelo. Por lo que se refiere al nmero de esquemasy a la aceptacin o no del hexmetro espondaico ( 6 s.), el que exista una claradivergencia respecto a Coluto no significa en absoluto una particular cercana aMuseo. Por su parte, el ascenso del esquema dsddd en el annimo subraya, si con-fiamos en la parquedad de sus cifras, una gran autonoma del autor del texto frag-mentario, y en todo caso en ciertos detalles, como el del comportamiento antedsdsd, ha de sealarse su aproximacin ms bien a Coluto. Otros apartados ( 8s.) no permiten tampoco en buena ley fundamentar argumentos a favor de una rela-cin concreta con Museo. Y en cuanto a lo visto en 10, ya hicimos notar que eluso del annimo, aunque sea en una nica ocasin, del esquema con dos esponde-os iniciales (prohibido en los dems poetas analizados) es una libertad que asocia anuestro poeta con Museo, pero los datos de 11 vuelven en cambio a alejarnos de

    40 En Coluto no faltan precisamente los proparoxtonos finales: cf., por reducirnos a los nombrespropios, los vv. 27, 32, 69, 212, 216, 222, 239, 245 y 309.

    41 Si tenemos en cuenta que este autor excluye finales monosilbicos de todo tipo, sus finales conelemento realizado como breve se vuelven aun ms significativos. Son en total 86, segn nuestro pro-pio cmputo sobre la edicin de Orsini, es decir una cifra equivalente al 2193 %. Coluto evidentemen-te no acepta ms restriccin que el realio de los finales monosilbicos.

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    ste. Y por lo que se refiere a 12, su informacin no nos aproxima precisamentea Museo, mientras que 13 vincula al annimo simplemente con el grupo msnoniano en general. Y del resto de los datos tampoco se deduce ninguna proximi-dad especial entre ambos poetas.

    16. Por lo que se refiere al lxico, dentro del cual algunas coincidencias conMuseo se ha credo que subrayan un parentesco especial del annimo con el textode Hero y Leandro, lo cierto es que tales concomitancias son, aunque aparente-mente significativas, mnimas, y en su gran mayora compartidas con Nono. Las demayor entidad son el empleo de iliepns- (v. 1, en la misma sedes de Museo v. 20),pero que se encuentra ya desde Teognis (v. 1365) y luego abundantemente en Nonoaplicado tambin a la belleza masculina (en la misma sedes en D. 35.196); byps.dKol-r-ris (v. 6)42, con idntica sedes en Museo (v. 207), pero tambin as ya tresveces en Nono (D. 3.277, 26.231 y 41.30); a0p.alvov-ra (v. 7), en Museo igual-mente y referido asimismo al amante, pero en distinta sedes (vv. 261 y 266); vup.-4)Lov apsbixt)Ociou (v. 10), en la misma sedes en Museo (v. 267), y iSaeli.iyy. (v.12), en Museo 0a04ayyag, ambos en la misma sedes (v. 262)43 . En cuanto a unaexpresin como Tropuprj... cti8oi. (v. 14), es ajena al lenguaje ertico de Museo,por ms que ste utilice at8o5s- en varias ocasiones. Y, respecto a eiwatun, dtpcov(v. 16), apenas si se puede hablar de una correspondencia con Museo Kurrplatow6pcov (v. 132), en distinta sedes, y Travvuxwv pwv (v. 230), igualmente ensedes diferente, o, al menos, no ms que con Nono Kurripulois. poiolv (D.48.480), en este caso en sedes idntica que en los textos citados de Museo.

    Por tanto, si bien existen en el lxico de AP 9.362 unas razonables huellas dela lectura de Museo, stas, repetimos, son limitadas y no bastan por s solas paraconcluir que hay una vinculacin muy particular entre el annimo y el autor deHero y Leandro. Y esto adems en un contexto histrico-literario en que, bajo elgeneroso amparo de la pica noniana, las imitaciones y los ecos poticos son muyabundantes en todos los poetas cultos.

    17. En conclusin, ni los datos mtricos ni el tema mismo de la composicinpalatina ni el lxico nos permiten ver en su autor no digamos ya al propio Museo,sino incluso a un poeta particularmente afn a Museo. Es una evidente exageracindecir, como Th. Gelzer, que AP 9.362 "is modelled in its turn on the epyllion ofMusaeus" 44 , una afirmacin basada justamente en el trabajo de Holland, cuyosmritos como obra pionera en este tema no debemos sin duda escatimar. Los datosmtricos, con la objetividad de las cifras, revelan una actitud que no deja de sercorriente en el tiempo y que corresponde a la cuestin antes aludida de la elastici-

    42 Se trata sin embargo de una lectura de Planudes, la ms razonable por lo dems.43 Pero cf. Nono, D. 9.47 ba0p.tyyt en la misma sedes, y ya en Calmaco h. 5.11 0a0cptyyas,

    en la misma sedes tambin que el annimo palatino.44 En su edicin de Hero y Leandro en Loeb Classical Library, reed. de 1978, p. 301.

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    dad con que hemos de entender el concepto de escuela, en el caso que nos ocupa lanoniana, en esta poca tarda. El annimo, muy en lnea con las prcticas poticasde los picos de su tiempo, atiende de modo diversificado las ms distintas tenden-cias mtricas, mostrando de este modo un grado suficiente de independencia per-sonal.

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