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Sobre el modelo de Estado impuesto por Chavez y el partido militar

Una introducción

En junio del 2012, a raíz las celebres declaraciones del tristemente célebre Juez Eladio Aponte Aponte escribimos un pequeño ensayo fruto de una investigación de tres connotados casos de tráfico de droga y lavado de dinero que involucraba a altos oficiales del ejército venezolano y al jefe nacional antidrogas del CICPC. Al final del citado ensayo escribimos sobre el nuevo modelo de Estado que Chavez, militares y policías han impuesto en el país1.

Los actuales sucesos de febrero del 2014, confirman en vivo y fehacientemente, la actuación de un gobierno asentado en el partido militar, cuerpos policiales, Guardia Nacional y en el llamado lumpen proletario, producto este de los más típico de todo el desarrollo capitalista y que históricamente han sido aliados de toda dictadura (fruto de elecciones o de un golpe de estado) al servicio del capital. Lo que hoy en Venezuela, se dirime en las manifestaciones y luchas callejeras entre el gobierno y sectores sociales, principalmente de las clases medias y estudiantiles, es la resistencia ante un modelo de Estado que se ha venido imponiendo por diversas vías y procedimientos, legales e ilegales, pacíficos o violento, donde las leyes habilitantes – ese procedimiento dictatorial que maneja con especial habilidad la democracia burguesa- ha sido el mecanismo principal del partido militar para imponer dicho modelo de Estado.

Es importante dejar sentado que las diferencias entre las cúpulas dirigentes de la llamada oposición y el gobierno no obedecen en cuanto al papel del Estado y sobre todo de las transformaciones esenciales que ha introducido Chavez y el partido militar, sino a cuestiones de forma y no de fondo. Se trata de cómo repartirse las cada vez menores migajas que deja la Renta Petrolera entre los sectores económicos que ellos representan, eso sí, sin tocar la parte creciente de dicha renta de la cual se apropia el capital petrolero y financiero nacional e internacional, pero por encima de todo los une la defensa del Estado y el orden económico social vigente.

Quienes se ilusionan con que la llamada oposición tiene un programa para solucionar los principales problemas económicos, sociales y políticos que aquejan a las mayorías del país, no terminan de entender que el modelo de Estado y la política económica neoliberal desarrollada por el llamado gobierno de Chavez y los militares es la coronación de la política de la Reforma del Estado, la privatización y la entrega del país al capital extranjero tal como corresponde a la época de la globalización y del Nuevo Orden Mundial2.

Por ello una vez más señalamos el problema no es salir de Maduro, Cabello y de toda la Corte de los Milagros que lo acompañan, sino porque tipo de gobierno sustituirlo y sobre todo bajo que programa dentro de la actual situación internacional3. Si no se sabe hacia dónde ir ningún camino servirá y al final se termina a la cola de cualquier mesías, salvador de la patria, que no pocas veces son impuestos por los medios de publicidad y mediáticos de los mismos patronos que controlan los dos bandos y se garantizan la decisión final.

1 Una parte de dicho ensayo se encuentra en la introducción a dicho ensayo que se publico en

http://www.soberania.org/Articulos/articulo_7277.htm. 2 Vease http://www.soberania.org/Articulos/articulo_7709.htm.

3 En torno a este punto escribimos en noviembre del 2010 varios artículos sobre “Salir de Chavez, Y después que?. Se

puede leer en http://www.soberania.org/Articulos/articulo_6723.htm. Igualmente en mayo del 2013 expusimos ante la opinión publica un programa de lucha para su discusión y difusión entre los sectores sociales de Venezuela. Se puede ver en: http://periodicoellibertario.blogspot.com/search/label/Grupo%20de%20Estudio%20y%20Trabajo%20Jes%C3%BAs%20Alberto%20M%C3%A1rquez%20Finol.

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El nuevo modelo de Estado establecido por Chávez, el partido militar y la corte de los Milagros.

“Yo, por el contrario, demuestro cómo la lucha de clases creó en Francia las circunstancias y las condiciones que permitieron a un personaje mediocre y grotesco representar el papel de héroe”.4

Hace 160 años un hombre, caracterizando una realidad similar a la que hoy vive la sociedad venezolana, escribió:

“La revolución de febrero cogió desprevenida, sorprendió a la vieja sociedad, y el pueblo proclamó este golpe de mano inesperado como una hazaña de la historia universal con la que se abría la nueva época. El 2 de diciembre, la revolución de febrero es escamoteada por la voltereta de un jugador tramposo, y lo que parece derribado no es ya la monarquía, sino las concesiones liberales que le habían sido arrancadas por seculares luchas. Lejos de ser la sociedad misma la que se conquista un nuevo contenido, parece como si simplemente el Estado volviese a su forma más antigua, a la dominación desvergonzadamente simple del sable y la sotana (...) La sociedad es salvada cuantas veces se va restringiendo el círculo de sus dominadores y un interés más exclusivo se impone al más amplio. Toda reivindicación, aun de la más elemental reforma financiera burguesa, del liberalismo más vulgar, del más formal republicanismo, de la más trivial democracia, es castigada en el acto como un «atentado contra la sociedad» y estigmatizada como «socialismo». Hasta que, por último, los pontífices de «la religión y el orden» se ven arrojados ellos mismos a puntapiés de sus sillas píticas, sacados de la cama en medio de la noche y de la niebla, empaquetados en coches celulares, metidos en la cárcel o enviados al destierro; de su templo no queda piedra sobre piedra, sus bocas son selladas, sus plumas rotas, su ley desgarrada, en nombre de la religión, de la propiedad, de la familia y del orden. Burgueses fanáticos del orden son tiroteados en sus balcones por la soldadesca embriagada, la santidad del hogar es profanada y sus casas son bombardeadas como pasatiempo, y en nombre de la propiedad, de la familia, de la religión y del orden. La hez de la sociedad burguesa forma por fin la sagrada falange del orden, y el héroe Krapülinski se instala en las Tullerías como «salvador de la sociedad»”.5

En Venezuela, la burguesía y el capital internacional dentro de la llamada globalización, venían trabajando por la Reforma del Estado desde los años ochenta del siglo pasado6 y ante la crisis de gobernabilidad creada con el levantamiento de febrero del 1989 cuando se puso fin a la era “democrática representativa” bajo el dominio de los viejos partidos social democráticos7, apeló primero al añejo patriarca de la democracia, el Dr. Rafael Caldera, principal beneficiario del golpe de 1992; y más tarde, para concluir con la Reforma del Estado planteada, se lanzó en los brazos del partido más organizado y disciplinado del cual dispone la burguesía: El ejército venezolano, esta vez dirigido por un nuevo caudillo militar, encumbrado por los medios de comunicación y por los verdaderos factores de poder desde aquel célebre “Por ahora” del 4 de febrero de 1992.

4 MARX, El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, prólogo del autor a la segunda edición de 1869. Escrito entre Diciembre de 1851 -

marzo de 1852.En http://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/brumaire/brum1.htm. 5 Ídem.. Marx en su libro caracteriza a Luis Bonaparte el “salvador de la sociedad burguesa” y principal protagonista de la historia con

los siguientes calificativo: “caricatura del viejo Napoleón, un jugador tramposo, poseedor de una estupidez ladina, poseedor de la voluntad obstinada de un filibustero, aventurero, producto de una larga y aventurera vida de vagabundo. Ver http://www.ucm.es/info/nomadas/14/pnocera3.pdf. Cualquier parecido con nuestro Krapülinski tropical, es como en las películas “pura coincidencia”. 6 El 17 de diciembre de 1984 bajo el mandato de Luis Herrera se decretó la creación de la Comisión Presidencial para la Reforma del

Estado (COPRE). La esencia de dicha comisión bajo el ropaje de “establecer un Estado moderno, esencialmente democrático y eficiente según los lineamientos del VII Plan de la Nación”, no tenía otro fin preparar las condiciones ideológicas para desmontar el llamado capitalismo de Estado, fundamento del Estado benefactor de Venezuela, privatizando los activos del Estado, santificando el predominio

del Mercado y abriendo las puertas a la política del neoliberalismo en marcha en ese momento. . 7 Hasta 1993 se mantuvo el dominio de AD y COPEI en la dirección del Estado venezolano y es Caldera con su chiripero en 1992 quien

vence electoralmente a dichos partidos, iniciando la transición hacia el nuevo modelo de Estado que corona exitosamente el Sr. Chavez.

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Una de las consecuencias más importantes del golpe militar de 1992, fue precisamente la puesta en marcha de esta transformación del Estado venezolano. De un lado, el ascenso al gobierno de Caldera, figura principal detrás del golpe junto a los famosos “Notables” y a reconocidos generales, auténticos jefes tras las sombras de ese golpe, como el general Santeliz y otros8, y del otro lado, la continuidad de la política de Caldera en relación a la acelerada privatización de los activos del Estado y la apertura petrolera9 y, en esa misma medida, la crisis bancaria que abrió las puertas de par en par al capital financiero internacional.

Rafael Caldera principal beneficiario del 4 de febrero de 1992

El rechazo a estas políticas ocasionó el aumento de las protestas populares y continuos enfrentamientos durante el gobierno del Dr. Caldera10 y a todo lo largo de esa década. Ante el temor de un nuevo levantamiento popular como el Caracazo de 1989, el 06.12.1998, la sociedad venezolana -como la francesa de 1852- fue sorprendido con la llegada al gobierno de nuestro Krapülinski tropical, el mismísimo Hugo Rafael Chávez11.

La sociedad venezolana, especialmente los estratos burgueses liberales e intelectuales, los propagandistas de la “anti política y el anti partidismo” propugnada y promovida desde esas versiones modernas de partidos llamados ONG y medios de comunicación, emprendieron una efectiva huida hacia adelante promocionando al nuevo Mesías salvador y, consecuentes con lo que han sido y con lo hecho a lo largo de su historia constitucional, se refugiaron necesariamente en el partido militar: el ejército venezolano, soporte principal de toda dictadura de clase en cualquier lugar del mundo. En esa nueva versión de la Sociedad 10 de diciembre12 del Krapülinski francés, que se

8 Esto lo reconoce públicamente el propio Comandante en Jefe ante la Asamblea Nacional cuando sin tapujo declara: ..”yo a

veces oigo algunos generales retirados de aquellos que conocimos nosotros muy bien, que salen por ahí hablar y me río muchas veces, salen algunos, la democracia, la democracia y resulta que alguno de ellos nos llamaron a nosotros para dar un golpe, el golpe de derecha pues estaba montadito, sobre todo después de Caracazo y algunos sectores civiles aupando, sobre todo sectores de la alta burguesía y algunos sectores incluso de los United State, a mi me abordaron en muchas ocasiones oficiales norteamericanos”. http://aristobulo.psuv.org.ve/2012/01/13/canpana/. Como vemos hasta la embajada yanqui conocía del golpe en marcha en 1991-92. 9 Para nadie es un secreto que Luis Giusti prócer ilustre de la llamada Generación Shell, dentro de PDVSA e ideólogo principal de la

Apertura Petrolera, fue virtualmente impuesto por el capital petrolero, en contra incluso de la opinión del Dr. Caldera. Para una historia de este proceso léase: Clientes negros: Petróleos de Venezuela bajo la generación Shell, de José Enrique Arrioja.El Nacional, 1998. 10

A menudo se olvida, que la llamada izquierda, incluyendo al PCV, MÁS y conocidos ex guerrilleros y participantes del golpe de febrero de 1992, fueron parte activa en el gobierno de Rafael Caldera. Pero, quién no recuerda por ejemplo, a Teodoro Pettkof como el ideólogo y propagandista oficial de la liquidación de las prestaciones de los trabajadores y activo defensor de las devaluaciones del bolívar de la época. O al Tte. Cnel. Arias Cardenas al frente de la Fundación Para El Programa Alimentario Materno Infantil (PAMI). 11

La sorprendida fue la sociedad venezolana, el timador sabía muy bien a que venía. Para una visión sobre la política de Chavez y sus

nexos con el gran capital en esa época, léase: VENEZUELA: ¿TRANSICION AL SOCIALISMO O CONSOLIDACION DEL CAPITALISMO? Del

autor de este articulo

12 Marx describe con estas magistrales palabras a la sociedad francesa de la época: En estas giras, que el gran Moniteur oficial y los

pequeños «monitores» privados de Bonaparte, tenían, naturalmente, que celebrar como cruzadas triunfales, le acompañaban constantemente afiliados de la Sociedad del 10 de Diciembre. Esta sociedad data del año 1849. Bajo el pretexto de crear una sociedad de beneficencia, se organizó al lumpemproletariado de París en secciones secretas, cada una de ellas dirigida por agentes bonapartistas y en general bonapartista a la cabeza de todas. Junto a roués arruinados, con equívocos medios de vida y de equívoca procedencia, junto a vástagos degenerados y aventureros de la burguesía, vagabundos, licenciados de tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras, timadores, saltimbanquis, lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos,

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llamó el MBR-200 y sus versiones ampliadas: el tristemente célebre Polo Patriótico y luego el PSUV, junto con la llamada “Oposición Democrática” se han reunido en un solo bloque con dos caras, en santa cruzada para restablecer el bipartidismo en Venezuela, en un bloque que resume y condensa toda la descomposición de la sociedad venezolana a lo largo de 40 años de la llamada democracia representativa.13

El bonapartismo como forma de gobierno: Luis Napoleón (Francia 1850) y Hugo Chavez Frías (Venezuela 1998)

Hoy en nombre del “socialismo, la soberanía nacional y el antiimperialismo” este gobierno que defiende y

garantiza los intereses de de la propiedad, de la familia, de la religión y del orden”14 con el apoyo abierto y encubierto de los verdaderos factores de poder que realmente gobiernan en Venezuela15, ha sacudido la mesa de las mal llamadas “instituciones democráticas” y echó a patadas a sus viejos representantes socialdemócratas para instaurar un modelo de Estado militar, policiaco y delictivo, expresión nítida de los intereses del capital financiero especulativo y estafador y de la moderna industria del crimen16. La soldadesca embriagada de poder17, asentada en

organilleros, traperos, afiladores, caldereros, mendigos, en una palabra, toda esa masa informe, difusa y errante que los franceses llaman la bohème: con estos elementos, tan afines a él, formó Bonaparte la solera de la Sociedad del 10 de Diciembre, «Sociedad de beneficencia» en cuanto que todos sus componentes sentían, al igual que Bonaparte, la necesidad de beneficiarse a costa de la nación trabajadora. Este Bonaparte, que se erige en jefe del lumpemproletariado, que sólo en éste encuentra reproducidos en masa los intereses, que él personalmente persigue, que reconoce en esta hez, desecho y escoria de todas las clases, la única clase en la que puede apoyarse sin reservas, es el auténtico Bonaparte, el Bonaparte sans phrase. Viejo roué ladino, concibe la vida histórica de los pueblos y los grandes actos de Gobierno y de Estado como una comedia, en el sentido más vulgar de la palabra, como una mascarada, en que los grandes disfraces y los frases y gestos no son más que la careta para ocultar lo más mezquino y miserable.” Marx. Óp. Cit. Cualquier parecido con organizaciones y situaciones similares en la Venezuela de hoy, repetimos es pura coincidencia. 13

En este sector descompuesto es obligatorio incluir a los nuevos titulares del flamante Consejo Federal de Gobierno, propuestos públicamente por el supremo líder, así como a la nueva generación de líderes de la llamada Oposición Democrática”, que en abril y diciembre del 2002, enseñaron las fauces del nuevo modelo de Estado militar-policiaco que el capitalismo extiende e impone a nivel mundial bajo el ropaje de la lucha contra el terrorismo y las guerras preventivas. No es mera casualidad el apoyo de este sector a la política exterior del capitalismo mundial, encabezados por EE.UU y la OTAN, asi como a la sacrosanta Propiedad Privada, en especial la del gran capital internacional. 14

“…Entonces en más de una ocasión a mi me ha tocado frenar, por eso lo digo sin pretensiones de ningún tipo saben, yo creo que incluso a la derecha venezolana, así lo digo y lo digo con mucha seriedad, no tiene nada esto de ironía ni mucho menos de cinismo, no, no, yo creo que todavía Hugo Chávez hace falta y yo creo que a la misma derecha venezolana le conviene que Hugo Chávez siga siendo el Presidente de Venezuela por un tiempo más….A la misma derecha, analicen bien y sacaran sus propias conclusiones, sólo se los digo para la reflexión, los empresarios, los banqueros, la burguesía nacional, porque aquí tenemos que garantizar la estabilidad nacional, tenemos que garantizar la paz nacional. “ Discurso de Chavez ante la Asamblea Nacional, enero 2012. http://aristobulo.psuv.org.ve/2012/01/13/canpana/discurso-del-presidente. En cuanto a la defensa de la religión y del Cristo redentor, vasta oír los discursos y campañas oficiales en torno a la enfermedad del Sr. Chavez. La exhumación de los restos de Bolívar fue un verdadero ritual profundamente oscurantista. 15

Véase: El Verdadero Poder de Chávez, en http://www.soberania.org/Articulos/articulo_5904.htm. 16

La nueva industria del crimen, después del petróleo, esta “industria” es considerada la segunda industria mundial. Dicha industria abarca la Evasión y paraísos fiscales, la droga, la corrupción, el paramilitarismo, la prostitución, tráfico y esclavitud de personas, el juego, los casinos, etc. Léase: Ilícitos de Moisés Naim.

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ese sector social - mayoritario en el país- de excluidos y desposeídos por el capital, también llamados informales, son la expresión típica y el producto más genuino del capitalismo en la etapa de la globalización y del Nuevo Orden Mundial.18 .

Durante años una de las consejas más difundidas entre la sociedad venezolana ante las crisis políticas periódicas que la sacude, ha sido la célebre “teoría” del gendarme necesario o la necesidad de un gobierno militar de “mano dura”, que “ponga orden” y acabe con la “anarquía y corrupción” reinantes, y han sido las propias clases dominantes las que han recurrido y apoyado los golpes y levantamientos militares. Hoy ese fantasma se erige de nuevo como una de las soluciones ante la crisis planteada, pero cada vez que nuestros aprendices de brujo, invocan al espíritu militar salen con las tablas en la cabeza, tal y como le sucedió a la sociedad francesa en 1852 y como les sucede a las sociedades latinoamericanas cuando el elemento militar es llamado a poner orden y “salvar al país”. Experiencia que se resume en la frase popular: El remedio resulta peor que la enfermedad.

Las consecuencias de estas invocaciones son conocidas, y así como los franceses de 1850 invocaron al espíritu de Napoleón y al decir de Marx “No sólo obtuvieron la caricatura del viejo Napoleón, sino al propio viejo Napoleón en caricatura, tal como necesariamente tiene que aparecer a mediados del siglo XIX”, los venezolanos de finales del siglo XIX invocaron a Bolívar, y obtuvieron en Chávez a un Bolívar senil, tal como cabe esperarlo resucitado en pleno siglo XXI.

No hay gobierno civil o militar, de derecha o de izquierda en Venezuela

que no se hayan disfrazado bajo el manto de Bolívar

Que el partido militar y el caudillo de turno le cobren con creces a la sociedad por los servicios prestados

como “revolucionarios y salvadores del país”, es ya un lugar común en la historia venezolana en la que todos los caudillos militares, desde la guerra de independencia hasta Chávez, cobraron el cheque en blanco que la sociedad les emite por su “heroica labor de Mesías y justicieros al servicio de los más altos intereses de la nación” cada vez que “amarran los caballos en Miraflores” con su “triunfante revolución”, independientemente de que tales “revoluciones”, sean producto de un golpe militar, montonera exitosa, o de un triunfo electoral.

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Las páginas de la prensa nacional está llena de noticias sobre hechos que demuestran la existencia de este nuevo sector social emergente dentro del Estado venezolano, que incluye el famoso, Cartel de los Soles, la no menos famosa Boliburguesia. 18

Esta relación entre este creciente sector informal y de desempleados de la economía capitalista de hoy, junto con la extensión de la industria del crimen, donde ambos sectores se unen conformando ese moderno lumpen proletario y lumpen burgués, en el cual se asienta hoy el Estado capitalista, es un fenómeno a nivel mundial, que ha sido poco estudiado, pese a que es fundamental para explicar el neofascismo y la ultraderecha que crece en el mundo de hoy. Bush, Sarkozy, Berlusconi, la Mafia financiera de Wall Street en cabezada por el banco Goldman Sachs, la Mafia Rusia de Putin en Rusia, el paramilitarismo y la droga en la política colombiana, la mafia forestal del Brasil, son fenómenos que no se deben subestimar. La relación de estos sectores con la industria del crimen, como con la gran industria cada día cobra fuerza en la economía y política mundial.

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La historia demuestra que cuando la sociedad acude al recurso militar y lo coloca como juez de la nación, está condenada a repetir la experiencia francesa descrita por Marx en 1852:

“….Y el cuartel y el vivac, puestos así, periódicamente, por encima de la sociedad francesa para aplastarle el cerebro y convertirla en un ser tranquilo; el sable y el mosquetón, que periódicamente regentaban la justicia y la administración, ejercían tutela y censura, hacían funciones de policía y oficio de serenos, el bigote y la guerrera, que se preconizaban periódicamente como la sabiduría suprema y como los rectores de la sociedad, ¿no tenían necesariamente el cuartel y el vivac, el sable y el mosquetón, el bigote y la guerrera, que dar por último en la ocurrencia de que era mejor salvar a la sociedad de una vez para siempre, proclamando su propio régimen como el más alto de todos y descargando por completo a la sociedad burguesa del cuidado de gobernarse por sí misma? El cuartel y el vivac, el sable y el mosquetón, el bigote y la guerrera tenían necesariamente que dar en esta ocurrencia, con tanta mayor razón cuanto que de este modo podían esperar también una mejor recompensa por sus altos servicios, mientras que limitándose a decretar periódicamente el estado de sitio y a salvar transitoriamente a la sociedad por encargo de esta o aquella fracción de la burguesía, se conseguía poco de sólido, fuera de algunos muertos y heridos y de algunas muecas amistosas de los burgueses. ¿Por qué el elemento militar no podía jugar por fin de una vez el estado de sitio en su propio interés y para su propio beneficio, sitiando al mismo tiempo las bolsas burguesas?19

Hoy nuestros aprendices de brujo, cómplices por omisión y acción de lo que ocurre en el país, se rasgan las vestiduras y ponen el grito en el cielo ante el hecho consumado por el Krapülinski tropical, su ejército y sociedad 10 de diciembre, de haber transformado el Estado venezolano en una banda delictiva, pretendiendo olvidar que para esta” misión histórica” ello fueron precisamente invocados, y ello la han logrado en doce años en el gobierno20.

Se critica y se arma un escándalo ante las tropelías y corrupción del gobierno del Sr. Chavez, que ha seguido el ejemplo de todo los gobiernos dirigidos por militares desde 1830; pero nada se dice de cómo este gobierno ha colocado al país en brazos del capital financiero internacional, de las grandes compañías petroleras, de gobiernos abiertamente capitalistas y si se quiere dictatoriales como los casos de Rusia, China, Cuba, etc., ni de cómo ha aumentado la dependencia y sumisión a la banca internacional.

El gobierno roba es una verdad, al igual que lo hacen las legalizadas empresas mixtas del capital internacional. Mientras el gobierno aumenta los impuestos, el capital privado aumenta la evasión fiscal. El gobierno protege al narcotráfico, pero la banca nacional e internacional hace las transferencias del negocio. El gobierno compra comida descompuesta o vencida, pero quien cobra son compañías privadas y las gestiones aduaneras, tramitaciones y transporte las hacen agencias con flotas también privadas. El gobierno se apropia del IVA, pero los expendedores se los cobran a los consumidores, quienes son al final los únicos que pagan el impuesto. La lista puede ser interminable pero esta muestra permite demostrar cómo el doble discurso es una constante en el lenguaje de gobierno y oposición, porque ambos tienen necesidad de engañar a la población para “hacer política” y acceder al botín petrolero.

Casi un siglo, desde Guzmán Blanco hasta 1958, necesitó la sociedad venezolana, dirigida por la minoría propietaria y sus amos extranjeros, para construir el moderno Estado venezolano. Este luego fue sostenido y desarrollado bajo el gobierno de Gómez a partir de la renta petrolera y sus ingresos. Desde Gómez, el Estado y las luchas políticas entre los sectores dominantes gira en torno al reparto de la Renta Petrolera.

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Ídem, Marx. 20

Los más reciente show del caudillo que han causado un verdadero revuelo en algunos sectores ha sido, primero, el anuncio de retirar al Estado Venezolano de la de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, como si esa instancia, tuviese un papel de importancia para frenar o paliar las tropelías del actual gobierno. Basta recordar que en el mismo momento que en la instancia internacional se juzgaba al Estado venezolano, por la cadena de asesinatos cometidos por la policía del estado Aragua contra la familia Barrios, en ese mismo instante era asesinado en Venezuela otro miembro de la familia y cuando finalmente el Estado venezolano fue condenado por violación a DDHH, otro familiar de las victimas fue detenido arbitrariamente y recluido en la cárcel de Tocorón. Y en segundo la reforma al Código Orgánico del Proceso Penal (COPP) que en definitiva “legaliza” lo que de hecho viene realizando el gobierno: proteger y estimular el delito a través de la práctica de la impunidad como política de Estado.

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En una decima parte de ese tiempo, el ejército y el caudillo de turno han retrocedido a la sociedad venezolana a la vieja época de los caudillos militares, de las bandas policiales y parapoliciales, de los brujos y predicadores religiosos, como bien lo dijo Marx “a la dominación desvergonzadamente simple del sable y la sotana”, colocando todos los activos y recursos del país al servicio del capitalismo mundial; Y ante tamaña misión:

”¿Por qué el elemento militar no podía jugar por fin de una vez el estado de sitio en su propio interés y para su propio beneficio, sitiando al mismo tiempo las bolsas burguesas? “

En definitiva, nos preguntamos: De qué se queja la burguesía, ¿acaso no estamos bajo el dominio del capital y de la sociedad mercantil, donde nada es gratis y todo tiene un precio?

Se quejan de que Chavez y los militares, junto al lumpen que les acompaña, están cobrando un precio demasiado alto por los servicios prestados. Pregúntele a Chevron, Exxon, a la burguesía china o rusa, a la banca internacional y ellos les explicarán que todo lo hecho por Chávez en su beneficio no les ha costado un dólar, porque esa misión encomendada al Mesías fue un contrato, sin coacción ni apremio, de libre voluntad entre las partes, un contrato firmado el 6 de diciembre de 1998, donde se le otorgó un cheque en blanco al nuevo salvador del país y ha sido, una vez más, sociedad venezolana la que lo ha pagado con creces. Y no conforme con ello, en cada acto electoral al cual concurren tan afanosamente engatusando al pueblo, el contrato es renovado y el caudillo y su banda aumentan los costes de su servicio. Para que no lo olviden el caudillo se los ha recordado, con suficiente claridad, ante la Asamblea Nacional el pasado enero del 2012.

Aponte Aponte y parte de la Corte de los Milagros que aun sigue con el control del gobierno, en los buenos tiempos que todos alababan al Juez.

Tal es la misión y el papel encomendado al Sr. Chávez y su banda encargada de aterrorizar a una sociedad

sitiada por la inseguridad, la criminalidad policial y militar, y la impunidad. Así, una sociedad de gente aterrorizada es la mejor arma de control social con que cuenta el Estado venezolano. Y asegurar la paz, la seguridad, el respeto al orden dominante, la garantía a los negocios y a la ganancia, que el petróleo fluya al norte, que la deuda se pague, son acciones que no tienen precio para el capital, si se trata de someter y controlar a su potencial y único enemigo: Los asalariados y el pueblo trabajador21.

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Sobre los nexos de Chavez con el la embajada de EEUU y los militares golpistas de derecha véase: http://www.soberania.org/Articulos/articulo_7989.htm.

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Desde hace mas ocho años, venimos alertando:

Los gobiernos militares o democráticos son la envoltura que adopta todo estado para disfrazar la dictadura de la minoría propietaria. Los gobiernos pasan, el Estado queda.

“Es hora de desechar las ilusiones y falsas creencias, lo que el Estado llama “lucha contra la delincuencia y contra la inseguridad”, es la continuidad de una política implantada por los mismos que en fechas recientes participaban activamente en la represión de la población venezolana como alumnos, subordinados de sus antiguos jefes políticos y militares. Hoy esta política sirve para profundizar el establecimiento de un Estado militar- policiaco que necesita amparar a todos estos funcionarios policiales y militares delincuentes para garantizar la ejecución de sus objetivos a sangre y fuego. Estos funcionarios delincuentes son los mismos que enfrentan y reprimen las protestas y manifestaciones de los trabajadores y explotados del país, alzado en sus luchas reivindicativas, como ya está ocurriendo.

Mientras exista el capitalismo con sus Estados democráticos o dictatoriales, mientras impere la propiedad privada sobre las tierras y fábricas, es no sólo una utopía sino una estupidez esperar justicia del capital. Todo el aparato policiaco y militar de la burguesía es para mantener y profundizar la desigualdad social, la miseria y la pobreza. Los policías, fiscales, jueces y carceleros son empleados del Estado Capitalista con la única misión de preservar la injusticia y garantizar la impunidad sin lo cual la paz y seguridad necesarias para el desarrollo de sus negocios y ganancias es prácticamente imposible. No basta el crimen para someter al de abajo, es necesario para el sistema, garantizarle al asesino a su servicio la impunidad no solo para tenerlo a su disposición mediante la complicidad y el chantaje, si no –y esto es lo más importante – humillar y doblegar al de abajo para que este ni siquiera proteste o intente hacer justicia por sí mismo. En la guerra, como en la lucha de clases, el objetivo supremo es el aniquilamiento del enemigo, esto significa no tanto eliminarlo físicamente, como anular en él toda capacidad de resistencia, vale decir reducirlo a la pasividad para que la impotencia y la desmoralización se conviertan en su conciencia dominante.

El fin claro de esta política es instaurar en la conciencia de la población un verdadero clima de terror, que se convierte en el mejor mecanismo de control social, tal como lo describiera magistralmente Engels en el siglo XIX “Se cree que un régimen de terror es el gobierno de gentes que aterrorizan a los demás, cuando en realidad es un gobierno de gentes aterrorizadas. El terror suele reducirse principalmente a crueldades inútiles, realizadas por gentes que tienen miedo para tranquilizarse a sí mismas”22.

El gran logro de la acción de la policía, ejercito, tribunales y delincuencia actuando con total impunidad ha sido precisamente haber establecido un permanente estado de terror y miedo entre la mayoría de la población, lo que facilita el control social, incrementando la violencia policial, militar y sus aliados naturales: Los delincuentes, tanto los de abajo del lumpen, como los de arriba, los de cuello blanco y políticos de profesión. Este es un ejemplo de cómo una minoría de delincuentes, policías y militares en Venezuela con el apoyo del gobierno de turno, del poder judicial y los medios de comunicación públicos y privados han logrado aterrorizar a una población, que se encierra en sus casas, sospecha y desconfía del vecino, no sale de noche, en fin no hay un mejor control social como este que ha instaurado la burguesía y el capital. Y lo más grotesco de todo es que como ciudadanos y ciudadanas le pagamos sueldos al delincuente, al policía, al militar o al funcionario público para que nos aterrorice.

La impunidad policial es un problema de clase. Un sistema de dominación basado en la explotación económica y en la opresión política de una minoría de banqueros, petroleros e industriales propietarios, no pueden permitir; por un lado que sus asesinos a sueldo, encargados del trabajo sucio del control interno a través de la represión y el crimen sean juzgados o sentenciados; y por otro que se desnude la crueldad que encierra su esencia fundamental: Las mentiras que encierran todos sus discursos en la tarea de someter al oprimido. Un policía o un militar individual y aisladamente puede ser juzgado y hasta sentenciado si comete un crimen individual o como se dice en provecho propio, pero difícilmente será juzgado por los crímenes que

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Federico Engels- Correspondencia con Marx.

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cometa en defensa del orden establecido. Recuérdese solamente a los asesinos de Caracas de febrero-marzo de 1989, ninguno fue juzgado y hoy muchos de ellos son precisamente dirigentes del actual gobierno y Estado venezolano

La impunidad es la norma, no la excepción dentro del dominio del capital, ningún orden establecido al servicio de los propietarios privados puede permitir su cuestionamiento y menos enjuiciar a los asesinos a su servicio. Estados Unidos no permite que sus criminales sean juzgados por los países donde cometen sus fechorías, igualmente el Estado Venezolano, de la IV o V República, tampoco puede permitir que los soportes principales de su dominación -ejercito y policías- sean investigados y menos juzgados. Permitirlo, es poner en peligro su propio sistema de represión y justicia.

La situación del país, vuelve a colocar a esa mayoría ante una disyuntiva única, sino queremos el presente del militarismo venezolano, ni el pasado de los politiqueros de oficio, entonces ha llegado la hora de que sean los trabajadores, todos los asalariados del capital público y privado los que hagan una revolución que tenga como único norte y programa de transformación, la real y concreta satisfacción de las elementales necesidades físicas y espirituales a la que tiene derecho todo ser humano y que desde hace siglos están consagrados en los famosos derechos humanos. Estos sólo pueden hacerlo realidad los únicos interesados: los que nada tienen y a los cuales nunca nadie se los hará efectivos a no ser ellos mismos después de librar cruentas luchas. Son sencillamente los hombres y mujeres comunes de nuestra sociedad, los trabajadores que todo lo crean, que nada tienen y lo único que pueden perder en ese intento, son las cadenas que los oprimen. La vida para la mayoría de la sociedad se ha convertido en una eterna agonía, donde lo único seguro que se tiene es la muerte, que ahora el capitalismo y su Estado a través de la impunidad la han convertido en una verdadera y floreciente industria de punta.

Si las condiciones sociales producen la violencia contra los de abajo, hay que cambiar las condiciones sociales. Y si es el Estado el que propicia, ampara y protege la inseguridad y el crimen, fomentando la impunidad, la conclusión es clara: HAY QUE EXTINGUIR EL ESTADO23

Grupo de Estudio JESUS ALBERTO MARQUEZ FINOL “MOTILON” Junio 26 2012

Cabimas 14 agosto 1936 - Caracas 1 marzo 1973.

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http://www.soberania.org/Archivos/Impunidad_y_violencia_policial_venezuela_2000-2009.pdf.

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