sintesis pablo apostol

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1 Una nueva manera de situarse ante Dios «Saulo aprobaba la muerte de Esteban. Aquel día se desató una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, a excepción de los apóstoles , se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria» (Hech 8,1). CRITICA HELENISTA AL TEMPLO «Este hombre no para de hablar en contra del Lugar Santo y de la Ley; pues le hemos oído decir que Jesús, ese Nazoreo, destruirá este Lugar y cambiará las costumbres que Moisés nos ha transmitido» (Hech 6,13- 14). «El Altísimo no habita en casas hechas por mano de hombre como dice el profeta: El cielo es mi trono y la tierra el escabel de mis pies. Dice el Señor: ¿Qué Casa me edificaréis? O ¿cuál será el lugar de mi descanso?» (Hech 7,48-49). «Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu... y gozaban de la simpatía de todo el pueblo» (Hech 2,46-47). El libro de los Hechos nos dice que los que dejaron Jerusalén tras la muerte de Esteban fueron a los samaritanos (8,5), a Fenicia, Chipre y Antioquía (11,19). Y aunque predicaron la palabra primeramente sólo a los  judíos, algunos predicaron también a los gentiles ( 11,20). Damasco fue seguramente uno de los sitios de propagación del mensaje pascual fuera de Judea, como sugiere la mención en Hech de «los discípulos de Damasco» (9,19). Precisamente en este contexto de polémica y persecución encontramos mencionado por primera vez a Pablo. Tarso CILICIA Mar Mediterráneo Jerusalén FENICIA CHIPRE Antioquía Damasco ARABIA El perseguidor «Encarnizadame nte perseguía a la Iglesia de Dios y la devastaba, y sobrepasaba en el judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos, superándolos en el celo por las tradiciones de mis padres» (Ga 1,13-14). El motivo de su hostilidad parece ser claramente la actitud liberal de los judeo-cristianos helenistas frente a la Ley. «Personalmente no me conocían las Iglesias de Judea que están en Cristo» (Ga 1,22). «Sin subir a Jerusalén donde los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, de donde nuevamente volví a Damasco» (Gal 1,17). La experiencia de Damasco El perseguidor fue encandilado por una luz celestial e interpelado por la voz del Crucificado Resucitado, que estaba siendo perseguido por él. Los acompañantes quedaron asombrados y oyeron la voz, pero sin ver la luz (Hech 9,7); vieron la luz pero no oyeron nada (Hech 22,9); cayeron por tierra junto con Pablo (Hech 26,14). Todos estos relatos tienen en común el querer presentar una teofanía. De manera semejante la Biblia hebrea había narrado la aparición de Dios entregando la Ley «El mismo Dios que dijo: De las tinieblas brille la luz, ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en el rostro del Mesías» (2 Co 4,6) «Os hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí, no es de orden humano, pues yo no lo recibí ni aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesús Mesías» (Gal 1,11-12) «Cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo, para que lo anunciase entre los gentiles, al punto, sin pedir consejo ni a la carne ni a la sangre, sin subir a Jerusalem donde los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia» (Gal 1,15-17). «Pero lo que para mí era ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo. Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, ... para ganar a Cristo y ser hallado en él, no con mi justicia, la que viene de la Ley, sino la que viene por la fe en Cristo, la justicia que viene de Dios, apoyada en la fe» (Flp 3,7-9). Revelación y envío Pablo evidencia en su comportamiento la psicología propia del convertido: Adhesión totalizante a la nueva causa y denuncia polémica de la falsedad de la causa que antes había abrazado.  Conciencia inquebrantable de haber hecho una opción acertada, y un coraje y tenacidad que va creciendo proporcionalmente a las adversidades que se le presentan.  Finalmente una fe apasionada y espontánea, no exenta de una cierta dosis de intolerancia. La conversión de Pablo no supuso un paso del agnosticismo a la aceptación de la existencia de Dios  ni un cambio del libertinaje a la rectitud moral. Fue un cambio religioso del esquema de lo debido a una visión de la gracia como oferta de vida hecha por Dios a cada hombre. La salvación dejó de ser para él conquista y motivo de jactancia, y pasó a ser gratuidad y causa de gratitud hacia Dios.

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8/8/2019 Sintesis Pablo Apostol

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Una nueva manera de situarse ante Dios«Saulo aprobaba la muerte de Esteban. Aquel día se desató una granpersecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, a excepción de los apóstoles , se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria» (Hech 8,1).

CRITICA HELENISTA ALTEMPLO

«Este hombre no para dehablar en contra del LugarSanto y de la Ley; pues lehemos oído decir queJesús, ese Nazoreo,

destruirá este Lugar ycambiará las costumbresque Moisés nos hatransmitido» (Hech 6,13-14).

«El Altísimo no habita encasas hechas por manode hombre como dice elprofeta: El cielo es mitrono y la tierra el escabelde mis pies. Dice el Señor:¿Qué Casa meedificaréis? O ¿cuál seráel lugar de mi descanso?»

(Hech 7,48-49).

«Acudían al Templotodos los días conperseverancia y con unmismo espíritu... ygozaban de la simpatíade todo el pueblo»(Hech 2,46-47).

El libro de los Hechos nos dice

que los que dejaron Jerusaléntras la muerte de Estebanfueron a los samaritanos (8,5),a Fenicia, Chipre y Antioquía(11,19). Y aunque predicaron lapalabra primeramente sólo a los judíos, algunos predicarontambién a los gentiles (11,20).Damasco fue seguramente unode los sitios de propagación delmensaje pascual fuera deJudea, como sugiere la menciónen Hech de «los discípulos deDamasco» (9,19). Precisamenteen este contexto de polémica ypersecución encontramos

mencionado por primera vez aPablo.

TarsoCILICIA

Mar Mediterráneo 

Jerusalén

FENICIACHIPRE

Antioquía

Damasco

ARABIA

El perseguidor

«Encarnizadamente perseguía a la Iglesia de Dios y ladevastaba, y sobrepasaba en el judaísmo a muchos demis compatriotas contemporáneos, superándolos en elcelo por las tradiciones de mis padres» (Ga 1,13-14).

El motivo de su hostilidad parece ser claramente laactitud liberal de los judeo-cristianos helenistasfrente a la Ley.

«Personalmente no me conocían las Iglesias de Judeaque están en Cristo» (Ga 1,22).

«Sin subir a Jerusalén donde los apóstoles anteriores amí, me fui a Arabia, de donde nuevamente volví aDamasco» (Gal 1,17).

La experiencia de Damasco

El perseguidor fue encandilado por una luz celestial einterpelado por la voz del Crucificado Resucitado, queestaba siendo perseguido por él.

Los acompañantes quedaron asombrados y oyeronla voz, pero sin ver la luz (Hech 9,7);

vieron la luz pero no oyeron nada (Hech 22,9);

cayeron por tierra junto con Pablo (Hech 26,14).

Todos estos relatos tienen en común el quererpresentar una teofanía. De manera semejante laBiblia hebrea había narrado la aparición de Diosentregando la Ley

«El mismo Dios que dijo: De las tinieblasbrille la luz, ha hecho brillar la luz ennuestros corazones, para irradiar elconocimiento de la gloria de Dios que estáen el rostro del Mesías» (2 Co 4,6)

«Os hago saber, hermanos, que el

Evangelio anunciado por mí, no es deorden humano, pues yo no lo recibí niaprendí de hombre alguno, sino porrevelación de Jesús Mesías» (Gal 1,11-12)

«Cuando Aquel que me separó desde elseno de mi madre y me llamó por sugracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo,para que lo anunciase entre los gentiles, al

punto, sin pedir consejo ni a la carne nia la sangre, sin subir a Jerusalemdonde los apóstoles anteriores a mí,me fui a Arabia» (Gal 1,15-17).

«Pero lo que para mí era ganancia, lohe juzgado una pérdida a causa de

Cristo. Y más aún: juzgo que todo espérdida ante la sublimidad delconocimiento de Cristo Jesús, miSeñor, ... para ganar a Cristo y serhallado en él, no con mi justicia, la queviene de la Ley, sino la que viene por lafe en Cristo, la justicia que viene deDios, apoyada en la fe» (Flp 3,7-9).

Revelación y envío

Pablo evidencia en su comportamiento la psicología propia del convertido:

Adhesión totalizante a la nueva causa y denuncia polémica de la falsedad de la

causa que antes había abrazado.

 Conciencia inquebrantable de haber hecho una opción acertada, y un coraje ytenacidad que va creciendo proporcionalmente a las adversidades que se lepresentan.

 Finalmente una fe apasionada y espontánea, no exenta de una cierta dosis de

intolerancia.

La conversión de Pablo

no supuso un paso del agnosticismo a la aceptación

de la existencia de Dios

 ni un cambio del libertinaje a la rectitud moral.

Fue un cambio religioso del esquema de lo debidoa una visión de la gracia como oferta de vida hechapor Dios a cada hombre.

La salvación dejó de ser para él conquista y motivode jactancia, y pasó a ser gratuidad y causa degratitud hacia Dios.

8/8/2019 Sintesis Pablo Apostol

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La unidad del Cuerpo de CristoCuando Pablo escribió a los creyentes deTesalónica venía trabajando con mucha dedicaciónen Corinto, la capital de Acaya. Después de «unaño y seis meses enseñando entre ellos laPalabra de Dios» (Hech 18,11), dejará la ciudadpara dirigirse a Éfeso, capital de la importanteProvincia de Asia. Desde allí seguirá en contactocon los corintios mediante una serie de cartas,que nos permiten conocer no sólo el pensamientodel Apóstol, sino también la vida de aquellacomunidad.

Corinto era uno de los centros portuariosmás importantes del Mediterráneo y lacapital de la provincia de Acaya.

«Corinto recibe el calificativo de opulentadebido a su comercio marítimo; estásituada en el Istmo y posee dos puertos,de los que uno mira a Asia y el otro aItalia; de este modo facilita el cambio demercancías entre estas dos regiones tandistantes» (Estrabón, Geografía VIII,6,20).

«Nada más entrar en Corinto, me dicuenta inmediatamente de ladesvergüenza de los ricos de allí y de ladesgracia de sus pobres» (Alcifrón,Epístolas  3,24).

Evangelio y valores sociales

Pablo se enteró de la situación de la comunidad corintia:

«Estoy informado de vosotros, por los de Cloe, queexisten discordias entre vosotros. Me refiero a quecada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo»,«Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Cristo» (1Co 1,11-12).

Las divisiones nacen de una valoración de la predicaciónsegún criterios mundanos. Tal vez la brillante predicaciónde Apolo habría deslumbrado a un sector de la comuni-dad: «Era un hombre elocuente y versado en las Escritu-ras» (Hech 18,24).Frente a esa sabiduría Pablo contrapone el mensaje de lacruz, como negación de toda pretensión de autosuficien-cia humana. La cruz significa el encuentro de la sabiduríay del poder de Dios con la debilidad humana. Como Diosresucitó al Crucificado, signo de impotencia y vergüenza,así rescata a todo hombre que reconoce su impotenciapara salvarse y se abre al proyecto sabio de Dios.

«Pues la predicación de la cruzes una necedad para los que sepierden; mas para los que sesalvan - para nosotros - esfuerza de Dios» (1 Co 1,18).

«¡Mirad, hermanos, quiénes ha-béis sido llamados! No hay mu-chos sabios según la carne nimuchos poderosos ni muchosde la nobleza. Ha escogido Diosmás bien lo necio del mundo paraconfundir a los sabios. Y ha es-cogido Dios lo débil del mundo,para confundir lo fuerte... Paraque ningún mortal se gloríe en lapresencia de Dios» (1,26-29).Pablo llama la antención sobre el verdadero

criterio de elección divina, tan diferente delHONOR estimado por la sociedad.

La vergüenza de la cruz

«Tales suplicios, no sólo la ejecución, sino sucarácter, su temor, su mismo nombre es indignode un ciudadano romano y de un hombre libre»

(Cicerón, Defensa de Rabirio 16)

[Los cristianos dicen:] «Cree que quien yo tepresento es el Hijo de Dios, a pesar de los lazosdeshonrosos y del suplicio vergonzoso y a pesarde que ayer o anteayer se le haya tratado con lapeor de las ignominias a los ojos de todos» (Celso,cf. Orígenes, Contra Celso 6,10).

UNIDAD

pero el Espíritu es el mismo;pero el Señor es el mismo;pero es el mismo Dios queobra en todos» (12,4-6).

«A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común» (12,7).

DIVERSIDAD

«Hay diversidad de carismas,diversidad de ministerios,diversidad de operaciones,

CARISMAS

«Porque a uno se le da por el Espíritu palabra desabiduría; a otro, palabra de ciencia según elmismo Espíritu; a otro, fe, en el mismo Espíritu; aotro, carismas de curaciones, en el único Espíritu;a otro, poder de milagros; a otro, Profecía; a otro,discernimiento de espíritus; a otro, diversidad delenguas; a otro, don de interpretarlas» (12,8-10).

MINISTERIOS

«Y así los puso Dios en la Iglesia,primeramente como apóstoles; ensegundo lugar como profetas; entercer lugar como maestros; luego, losmilagros; luego, el don de lascuraciones, de asistencia, de gobierno,diversidad de lenguas» (12,28).

La propia cena y laCena del Señor

En Corinto la comunidad se reunía en la casade algunas personas, que el mismo Pablomenciona, como Estéfanas (cf. 1 Co 16,15)y Cayo (cf. Rom 16,23). Se trata de dos delos tres únicos que Pablo reconoce haberbautizado (cf. 1 Co 1,14.16). Debían tenerun nivel social más alto que el resto, comopara disponer de una vivienda con espaciopara acoger a un grupo numeroso en unareunión. ¿Cuál sería la actitud de estos an-fitriones tan habituados a la relación socialde patrón-cliente , propia de la cultura medi-

terránea antigua?Al parecer alguno de estos patronos de co-munidades mantendría con total naturalidadlas pautas culturales relativas a la partici-pación en banquetes, que implicaban su-brayar las diferencias sociales a través dela ocupación de los sitios en la mesa y has-ta en la distinción del menú ofrecido. Pabloreprocha estas costumbres:

«Eso ya no es comer la Cena delSeñor» (11,20).

Seguir manteniendo esas costumbres eradespreciar a la Iglesia de Dios y avergon-zar a los que no tienen (1 Co 11,22). El sen-tido de la comida era la memoria de la entre-ga redentora de Jesús, que había reunidoen la unidad a todos los creyentes:

«Aun siendo muchos, un solo pan y unsolo cuerpo somos, pues todos parti-cipamos de un solo pan» (1 Co 10,17).

Igualmente relacionado con la unidad está el tema de los «CARISMAS» (1 Co

12,1). En cuanto dones particulares de cada creyente, el Espíritu no lossuscita para elevar el status personal, sino para el bien de toda la comunidad.

Pablo explica la armonía que debehaber entre las operaciones de loscreyentes investidos por ministerios yde los capacitados con carismas. Paraeso recurre al modelo del CUERPO,como realidad unida y organizada.Esta imagen era utilizada también porlos filósofos estoicos, para ilustrar lasrelaciones entre las personas, ya seaen el mundo o en el Estado.

El progreso técnico, en cambio, ha impuesto otraimagen para expresar unidad, organización y, sobretodo, eficiencia: la maquinaria de producción. Pero ladiferencia de esta imagen respecto a la del cuerpo noconsiste en que sea más moderna: se tratasencillamente de que no es en absoluto una imagenhumana. Las consecuencias de acostumbrarnos a estemodelo de asociación resultan muy perjudiciales,aunque digamos que simplemente es una metáfora. Nosha deshumanizado. También puede alterar nuestracomprensión, como creyentes, de nuestra pertenenciaeclesial.

LosCarismas

Tesalónica

Filipos

MACEDONIA

ASIA

Mar Mediterráneo 

Corinto

Mar Egeo 

ACAYA

CRETA

Efeso

8/8/2019 Sintesis Pablo Apostol

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1- Apología de su ministerio apostólico (2,14 - 7,4).

Su argumentación tiene una forma positiva. Manifiestala confianza de que la comunidad comprendería sutestimonio, y por eso los exhorta paternalmente.

2- Una carta de reconciliación (1,1 - 2,13 y 7,5-16).

Celebra el cariño que la comunidad le manifiesta. Sinembargo eso se debe a que Pablo había escrito una«carta que los entristeció», pero «aquella tristeza losmovió a arrepentimiento» (7,8-9). ¿Cuál fue esa carta?

3- Cartas sobre la organización de la colecta: 2 Co 8-9.

Se refieren a la colaboración que está organizandoentre las comunidades de creyentes gentiles en favorde los creyentes de Jerusalén.

4- Una carta polémica: 2 Co 10-13.

El tono de la redacción, reconoce el mismo Pablo, es elde «un loco» que ha perdido el juicio. Estamanifestación de «celos por los corintios» (11,2) es loque llevaría a los destinatarios a la tristeza y alarrepentimiento.

Las noticias sobre divisiones, conductas escandalosas y comprensióndeformada de la fe que habían llegado desde Corinto provocaron lapreocupación de Pablo. Pero él había puesto los medios a su alcancepara mejorar la situación, enviando con instrucciones a Timoteo, su másvalioso colaborador (1 Co 4,17), y respondiendo por escrito las consultasque le habían acercado hasta Efeso. Sin embargo la situación empeorócon la llegada de nuevos predicadores. Si la anterior epístola enviada aCorinto nos permitía conocer la vida de aquella comunidad, una serie de

nuevas cartas nos descubre la comprensión que Pablo tiene del ministerioapostólico.

Perfil pastoral del Apóstol Observada detenidamente, «Segunda Corintios» ofrecemuchas dificultades para una lectura continua. Losdiversos tonos corresponderían a escritos diferentes,redactados independientemente, en situaciones diversas.

El regreso de Timoteo le mostró a Pabloun panorama más complicado que el quehabían descrito sus visitantes corintios.El cuadro de la situación se había modi-ficado con la llegada de otros misione-ros. Ya no estaba en juego solamente lapreferencia por los estilos de predica-ción, sino la aparición de «un Evangeliodiferente» (2 Co 11,4).

La acogida de estos nuevos predicado-res estuvo facilitada por «cartas de re-comendación» (2 Co 3,1).Pablo apostó a una nueva carta, con-vencido de que su amor por la comuni-dad sería suficiente para que los cre-yentes no prestaran atención a la predi-cación de unos desconocidos, que ne-cesitaban ser presentados.

Pablo justifica ante sus lectores sumodo de proceder, que parececuestionado. Especialmente de-fiende su negativa a recibir ayudaeconómica de los corintios y suestilo no erudito de predicación.Pablo comienza su APOLOGÍA de-nunciando las intenciones de losdesconocidos que han llegado:

«Ciertamente no somos nosotroscomo la mayoría que negocian conla Palabra de Dios. ¡No!, antes bien,con sinceridad y como de partede Dios y delante de Dios habla-mos en Cristo» (2 Co 2,17).

Escaso eco podría tener esta de-nuncia, después de que él funda-mentó en su carta anterior el dere-cho de todo misionero a ser man-tenido económicamente.Por eso debe apelar a otra dife-rencia. Los corintios han conoci-do el testimonio de la palabra y delas obras de Pablo. Por eso él nonecesita de la recomendación:

«Vosotros sois nuestra carta, es-

crita en nuestros corazones, co-nocida y leída por todos los hom-bres» (2 Co 3,1-2).

¿Cuál podría ser el atractivo espe-cial de estos predicadores? Pablomuestra una marcada insistenciaen mencionar al Espíritu Santo. Unapredicación centrada en el Espíri-tu habría hecho simpatizar a algu-nos creyentes con los nuevos mi-sioneros.Pablo presenta por eso su predi-cación también como un glorioso«MINISTERIO DEL ESPÍRITU» (3,8),que permite comprender el senti-do de «la lectura de la AntiguaAlianza» (3,14).

Pablo muestra a los corintios suconvicción de que:«La letra mata, pero el Espíritu davida» (3,6). Y que «el Señor es el

Espíritu, y donde está el Espíritudel Señor, allí está la libertad»(3,17). «Por tanto, el que está enCristo, es una nueva creación;pasó lo viejo, todo es nuevo»(5,17).

Pero la experiencia del Espíritu nopuede consistir en una serie defenómenos extraordinarios, comolos que gustan a algunos creyen-tes, y que podrían estar exhibien-do los nuevos predicadores. Pa-blo ya había señalado el «caminomás excelente» (1 Co 12,31). Aho-ra quiere mostrar que el fundamen-to de esa nueva creación en cadapersona debía ser, ante todo, unaexperiencia de reconciliación:

«Todo proviene de Dios, que nosreconcilió consigo por Cristo y nosconfió el ministerio de la reconci-liación. Porque en Cristo estabaDios reconciliando al mundo con-sigo, no tomando en cuenta lastransgresiones de los hombres,sino poniendo en nosotros la pala-bra de la reconciliación. Somos,

pues, embajadores de Cristo, comosi Dios exhortara por medio denosotros. En nombre de Cristo ossuplicamos: ¡reconciliaos conDios!» (2 Co 5,18-20).

La finalidad del ministerio apostóli-co es la mediación en la obra dereconciliación. Ministerio que so-brepasa las capacidades del queha sido investido de él, y que espura gracia de Dios:

«Llevamos este tesoro en recipien-tes de barro para que aparezcaque una fuerza tan extraordinariaes de Dios y no de nosotros [...]Pues, aunque vivimos, nos vemoscontinuamente entregados a lamuerte por causa de Jesús, a finde que también la vida de Jesússe manifieste en nuestra carnemortal» (2 Co 4,7.11).

El ministerio apostólico

Pablo tendría la confianza de queesta carta haría recobrar la estimade los corintios hacia él. Pero nohubo buenas noticias para Pablo,porque él mismo decidió hacersepresente y hacer valer su autori-dad apostólica. Algunos la segui-rían cuestionando mientras él si-guiera enviando emisarios.Este viaje sería una de las expe-riencias más amargas de la vidade Pablo. Porque esta visita, la pri-mera después de haber fundadola comunidad, la había esperadolargamente. Y cuando se pudoconcretar terminó en un fracaso.

¿Que habría pasado? Pablo se ha-bría sentido injuriado por alguien(2 Co 7,12), y eso le habría causa-do una tristeza (2 Co 2,5) que no

estaría dispuesto a experimentarde nuevo. Por eso se volvió a Efe-so cambiando el recorrido proyec-tado. Desde allí demostraría, enuna nueva carta, toda su tristeza.

Esta carta POLÉMICA (2 Co 10-13)tiene una motivación primariamen-te emocional. Secundariamentenos permite conocer mejor el perfilde los misioneros rivales y unasexperiencias que Pablo expresacomo confesiones personales:

«Celoso estoy de vosotros concelos de Dios. Pues os tengo des-posados con un solo esposo parapresentaros cual casta virgen aCristo» (2 Co 11,2).

«¡Vedme aquí hecho un loco! Vo-sotros me habéis obligado. Puesvosotros debíais recomendarme,

porque en nada he sido inferior aesos «superapóstoles», aunquenada soy» (2 Co 12,11).

Lo que está en juego es la lealtadde los corintios a su persona. Eldiscurso de Pablo evidencia quealgunos miembros de la comuni-dad habían acogido a los nuevosapóstoles y los consideraban su-periores. El rechazo de ayudaeconómica ya había sido esto ob- jeto de defensa (1 Co 9,3ss). Aho-ra da a entender que esto ofendíaa algunos; probablemente a aque-llos que acogieron a los misione-ros, que sí aceptaban esa ayuda:

«¿En qué habéis sido inferiores alas demás Iglesias, excepto en nohaberos sido yo gravoso? ¡Perdo-

nadme este agravio!» (2 Co 12,13).

Contra los sabios y fuertes ya an-tes había presentado en la otracarta a «Cristo crucificado... fuer-za de Dios y sabiduría de Dios» (1Co 1,24). Ahora vuelve a insistirque Dios muestra su «fuerza per-fecta en la flaqueza» (2 Co 12,9).

Los trofeos que Pablo va a exhibirno son los que les gustaría mos-trar a los sabios y fuertes:

«Si hay que gloriarse, en mi fla-queza me gloriaré» (2 Co 11,30).«Pues, ciertamente, fue crucifica-do en razón de su flaqueza, peroestá vivo por la fuerza de Dios.Así también nosotros: somos dé-biles en él, pero viviremos con élpor la fuerza de Dios sobre voso-tros» (2 Co 13,4).

El corazón del Apóstol

8/8/2019 Sintesis Pablo Apostol

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Tener los sentimientos de CristoMientras Pablo esperaba que su carta polémica consiguiera que los Corintios retiraran suapoyo a los apóstoles recomendados, su vida estuvo en grave peligro. Habiendo sidoencarcelado en Efeso la condena a muerte parecía un hecho inminente. En esascircunstancias Pablo mostró el nivel más profundo de su unión con Jesús en los sufrimientosy la esperanza de participar también en su gloria.

Filipos

Efeso

Prisionero de Cristo

La designación de Augusto como dios ,

Hijo de dios o Señor permitía a los ha-bitantes de todo el Imperio celebrar supertenencia a un orden político, fueradel cual sólo podría haber caos, des-trucción y barbarie.Para los habitantes de Asia nunca huboantes ni habría después una Buena Noticia que sobrepasara el anuncio desu nacimiento. Así constaba en una co-nocida inscripción de la ciudad de Prie-ne, cerca de Éfeso. El anuncio de unEvangelio como el que Pablo estabapredicando en la capital de Asia, sobreotro Hijo de Dios , otro Señor ante quienarrodillarse, otro Salvador del mundo,era inaceptable y delictivo.

Así, el himno contenido en Flp 2,6-11es un canto contra la idolatría del po-der. Pero al mismo tiempo Pablo lo usacomo modelo para las relaciones en lacomunidad. Si los creyentes, como Je-sús, renunciaran a la búsqueda depoder, podrían superar todos los con-flictos entre ellos.

«Nada hagáis por rivalidad, ni por vana-

gloria, sino con humildad, consideran-do cada cual a los demás como supe-riores a sí mismo, buscando cada cualno su propio interés sino el de los de-más. Tened entre vosotros los mismossentimientos que Cristo» (Flp 2,3-5).

Jesús rechazó toda ambición de poder, denuncia-da en la Biblia desde el Génesis. Adán no se habíaconformado con ser «imagen y semejanza de Dios»(Gn 1,27; 5,1). Traspasando sus límites como crea-tura, aspiró a «ser como Dios» (Gn 3,5). Es la histo-ria repetida en la violencia de los reyes de la tierra(cf. Ez 28,6-9). También es la del soberano que

tiene encarcelado a Pablo. Él ha fascinado a sussúbditos con su propio «evangelio », tallado en már-mol en todo su Imperio:

«Si todavía nuestro Evangelio está velado, lo estápara los que se pierden, para los incrédulos, cuyoentendimiento cegó el dios de este mundo para im-pedir que vean brillar el resplandor del Evangelio dela gloria de Cristo, que es imagen de Dios » (2 Co4,3-4).

Jesús, en cambio, «se despojó de sí mismo», asu-mió «la forma de siervo», se hizo encontrar «comohombre». Invirtió así la antigua elección de Adán

que, pretendiendo una grandeza sobrehumana,destruyó la vida de los hombres. La obediencia deJesús a su misión de anunciar el Reinado de Dios lollevó «hasta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2,8).Pero allí mismo Jesús encontró la verdadera gran-deza, desconocida por los poderosos:

«Por lo cual Dios lo exaltó y le otorgó el NOMBREque está sobre todo nombre» (Flp 2,9).

El himno de Pablo canta lo que Jesús mismo habíaenseñado:

«Sabéis que los que son tenidos como jefes de lasnaciones, las dominan como señores absolutos ysus grandes las oprimen con su poder. Pero no hade ser así entre vosotros, sino que el que quierallegar a ser grande entre vosotros, será vuestroservidor, y el que quiera ser el primero entre voso-tros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo delhombre ha venido a ser servido, sino a servir y a darsu vida como rescate por muchos» (Mc 10,42-45).

En FORMAde Dios

tomó FORMA desiervo

En semejanzade hombres

el ser igual aDiosno tomó porla fuerza

se despojóde sí mismo

El abajamiento de Cristo

Desde su prisión está unido profundamente a Jesús. Para significar estaunión, Pablo usa la expresión «EN CRISTO». Pablo expresa así una «com-penetración» muy honda con aquel a quien Dios resucitó.Esa plenitud de vida recibida por Jesús es una fuente que fluye en Pablo,inspirando sentimientos, conocimientos y fuerza en su debilidad. Por esose refiere a ella como una realidad interior: «La verdad de Cristo está en

mí». «Habla en mí Cristo» (2 Co 11,10; 13,3).Pero mucho más repetida es la referencia a ella como una realidad exte-rior, que lo envuelve y le da una capacidad vital sin la cual no podríaexistir. Es la atmósfera en la que respira, de un modo semejante a lo quehabía significado la observancia de la Torah, según la palabra de laEscritura: «Pues en eso está tu vida» (Dt 30,19-20).

Vivir en Cristo

Pablo había concluido en Éfeso unamuy dura carta en la que amenazabaa los corintios con una tercera visita.

Un grave percance, sin embargo, im-pidió que el Apóstol realizara ese via- je. A los corintios ya les había contadoen otras ocasiones que cada día esta-ba «en peligro de muerte» (1 Co 15,31yque había sufrido por el Evangelio mu-chos encarcelamientos con que aven-tajaba a otros predicadores (2 Co11,23). Pero cuando Pablo escriba alos corintios para reconciliarse conellos, ya no presumirá de haber esta-

do preso, porque su nueva experien-cia llegó a sobrepasar todo lo padeci-do hasta el momento.

Pablo no habría estado en un oscurocalabozo, sino sometido a un régimende custodia militar, con posibilidad derecibir asistencia de parte de amigos.

«Si vuelvo otra vez, obraré sinmiramientos» (2 Co 13,2).

«La tribulación sufrida en Asianos abrumó hasta el extremo,por encima de nuestrasfuerzas, hasta tal punto queperdimos la esperanza deconservar la vida» (2 Co 1,8).

«He juzgado necesariodevolveros a Epafrodito, mihermano, colaborador ycompañero de armas, enviadopor vosotros con el encargode servirme en mi necesidad»(Flp 2,25).

La acusación está vinculada, como en Hechos, con la predicación dePablo. Pero ya había quedaba claro que esa prédica no ponía en peligro

el culto a la estatua de Artemisa (Hech 19,35-36). La prisión no serelaciona con la crítica religiosa a las imágenes, sino con la fe enCristo.

«Se ha hecho público en todo el Pretorio y entre todos losdemás, que me hallo en cadenas en Cristo» (Flp 1,13).

Un «Pretorio» es la sede del tribunal de un gobernador de Provincia.También el juicio de Jesús tiene lugar en un Pretori. La situación dePablo podía ser tan peligrosa como la que llevó a Jesús a la muerte.De hecho él llegó a perder «la esperanza de conservar la vida» (2Co 1,8).La condena de Jesús, según el título colocado sobre la cruz [«Jesúsel Nazareno, el Rey de los judíos»] (Jn 19,19), era la pena por eldelito de LESA MAJESTAD contra el Pueblo Romano. El Evangelio de

Pablo ya había provocado una acusación semejante en Tesalónica:«afirman que hay otro rey, Jesús» (Hech 17,7). Ahora la explicita-ción del Evangelio que hace en su cautividad, cuando su vida estátotalmente jugada, se convierte en un auténtico desafío a la teologíaimperial romana:

«Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en latierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Je-sús es SEÑOR para gloria de Dios Padre» (Flp 2,10-11).

Tal confesión podía ser juzgada como delito de lesa majestad.

8/8/2019 Sintesis Pablo Apostol

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Liberado de su prisión en Éfeso, y sin respuesta aún de la carta polémica enviadaa los Corintios, una noticia más preocupante recibe Pablo desde la región deGalacia. El tono más enérgico que utiliza para reprender a esas comunidadesmanifiesta una situación más grave aún que la de Corinto. O tal vez el reconocimientode que su causa allí estaba perdida. Efeso

Corinto

MACEDONIA GALACIAEl celo del Apóstol

Según los nuevos misioneros nobastaría la fe en Jesús para llegara ser santos en la presencia delDios Santo (Lev 19,2), como pre-dicaba Pablo. Sería necesaria tam-bién la circuncisión, pues ésta con-vertía en prosélitos a los gentiles,que llegaban así a ser hijos de Abraham , y herederos de las pro-mesas reservadas para su des-cendencia.Además de cuestionar la legitimi-dad del mensaje de Pablo, los mi-soneros habrían objetado su au-toridad de Apóstol, ya que no se-ría más que el auxiliar de Bernabéen su actividad en Antioquía (cf.Hech 11,26).Por medio de una dura carta, Pa-blo explicita su primer esbozo deuna «teología de la justificación».

Usa un argumento HISTÓRICO queconsiste en una serie de referen-cias autobiográficas:

El no es un mensajero de Jeru-salén enviado a través de Antio-

quía, sino un Apóstol de parte deDios por medio del Resucitado (Gal1,11-17).

Los notables de Jerusalén con-firmaron su Evangelio sin más im-posición que la solidaridad con lospobres (Gal 2,6-10).

En Antioquía Pedro había cedidoa presiones de emisarios de San-tiago, y por eso Pablo puso las co-sas en claro reprochándoselo enpúblico (Gal 2,11-14).

Recurre luego a la EXPERIENCIAespiritual. Si a los creyentes deCorinto los fascinaba una sabidu-ría humana que resolvía todo, loscreyentes de Galacia estabantambién fascinados (3,1), pero porla posibilidad de llegar a ser justospor la observancia de preceptosreligiosos. Pablo contrapone a loslogros humanos el poder dado gra-tuitamente por Dios:

«¿Habéis pasado en vano portales experiencias? ¡Pues bienen vano sería! El que os otorga,pues, el Espíritu y obra milagros

entre vosotros, ¿lo hace por-que observáis la ley o porquetenéis fe en la predicación?»(Gal 3,4-5).

Los gálatas no necesitan de la cir-cuncisión para ser hijos:

«La prueba de que sois hijoses que Dios ha enviado a nues-tros corazones el Espíritu de suHijo que clama: ¡Abbá, Padre!De modo que ya no eres escla-vo, sino hijo; y si hijo, tambiénheredero por voluntad de Dios»(Gal 4,6-7).

Los misioneros instaban a los gá-latas a completar su fe, porque sibien «creyó Abram en YHWH, elcual se lo reputó por justicia» (Gn15,6), sólo alcanzó la perfeccióncuando aceptó como «señal de laalianza» la circuncisión (Gn17,1.11).

Pablo emprende entonces una ar-gumentación BÍBLICA centrada enla promesa hecha a Abraham deser una «bendición para todas lasnaciones» (Gn 12,3). Pero haceuna lectura estrecha, sin un apo-yo bíblico sólido, al interpretar alheredero de la promesa:

«No dice: «y a los descendien-

tes», como si fueran muchos,sino a uno solo, a tu descen-dencia, es decir, a Cristo» (Gal3,16).

Y va más lejos al idear un simbo-lismo a partir de las dos mujeresde Abraham:

«Representan dos alianzas; laprimera, la del monte Sinaí, ma-dre de los esclavos, es Agar,(pues el monte Sinaí está enArabia) y corresponde a la Je-rusalén actual, que es escla-va, y lo mismo sus hijos. Pero laJerusalén de arriba es libre;ésa es nuestra madre» (Gal4,24-26).

Sin embargo, al sostener que«cuantos buscan la justicia en laley, se han apartado de la gracia»(Gal 5,4), no suprime las obras:

«Porque toda la Ley alcanza suplenitud en este solo precepto:amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Gal 5,14).

Dios, queriendo que el hombre rea-

lice buenas obras, suscita la fe yotorga la fuerza de su Espíritu paraque pueda hacerlas efectivamen-te. Pero ya no son «obras de laLey», sino «obras de la fe».

Retórica polémica

La decisión comprensible de Pe-dro y de Bernabé en Antioquía dedejar de compartir la mesa con losincircuncisos, en vistas a conser-var en la unidad a los circuncisos,le pareció inaceptable a un tempe-ramento tan inflexible como el dePablo, quien acusó a Pedro de de- jar sin efecto lo resuelto en Jeru-salem respecto a la libertad de losincircuncisos. Acusación injusta enla medida que está formulada demodo exagerada: «¿cómo fuerzasa los gentiles a judaizar?» (Gal2,14). También injusta en la medi-da en que Pedro estaba cumplien-do lo pactado: «nosotros nos iría-mos a los gentiles y ellos a los cir-cuncisos» (Gal 2,9).El silencio sucesivo respecto alresultado del choque hace pensarque Pablo no pudo imponerse. Estáclaro que desde ese momento seseparó definitivamente de Berna-

bé y se hizo independiente de laIglesia de Antioquía.La vida y las actitudes asumidaspor Pedro y por Pablo pueden en-señarnos hoy cómo la unidad dela Iglesia no se logra recurriendo ala uniformidad, sino respetando ladiversidad. Nos lo muestra la acti-tud comprensiva de Pedro para

con los creyentes circuncisos quepodrían tener objeciones de con-ciencia en abandonar sus tradicio-nes mosaicas arraigadas.Pero también la actitud de Pablo,que más tarde renunciará a la li-bertad que tanto había defendidopor consideración a sus herma-nos de Jerusalem. El mismo, a pe-sar de haber acusado a Pedro desimular delante de los partidariosde la circuncisión (Gal 2,12-13),se prestará a mostrarse pública-mente «como un cumplidor de laLey» en el Templo (Hech 21,24).

El incidente de Antioquía

«Bienaventurado apóstol Pablo... ya que te permites a ti mismocircuncidar a [Timoteo] un discípulo que viene de los gentiles, permitetambién a Pedro, tu predecesor, hacer algunas cosas por causa delos creyentes del judaísmo».

Jerónimo Epístola 112,9

Un cambio se estaba operando en los creyentes de Galacia. Se trataríade la adhesión al mensaje proclamado por otros misioneros. En estascircunstancias el Apóstol escribirá la más dura de todas sus cartas, enla que denuncia ese cambio como un abandono de la fe:

«Me maravillo de que abandonando al que os llamó por la gracia deCristo, os paséis tan pronto a otro Evangelio» (Gal 1,6).

La situación parece más comprometida que en Corinto. Porque ya no setrata de la preferencia por otros apóstoles, ni de la ambición de sabiduríao de carismas extraordinarios. Lo que preocupa ahora a Pablo es ladisponibilidad de los gálatas a aceptar la circuncisión, que los Apóstolesde Jerusalén habían decretado como no obligatoria (cf. Hech 15,7-29).¿Qué los movería a aceptar libremente algo que tanto costaba a la mayo-ría de los gentiles? La insistencia con que Pablo presenta la circuncisióncomo una recaída en la esclavitud puede estar indicando que muchos delos que estaban dispuestos a aceptarla antes habían sido esclavos. Talvez debían a la sinagoga su libertad, ya que allí se realizaba a veces lamanumisión de esclavos, con la condición de que el liberto conservara elcontacto con la comunidad judía como «adorador de Dios». Si éste era elcaso de algunos de los que Pablo había convertido en Galacia, estaríanentonces retornando a su lealtad hacia la sinagoga. Conservando su feen Jesús, retomarían su inserción en el culto sinagogal. No hay queolvidar que hasta el siglo IV EC seguirá habiendo creyentes en Jesús enlas sinagogas.La circuncisión les permitiría formar parte de una «religión lícita», en lugarde pertenecer a un grupo cada vez más sospechoso de ser una «nuevay maléfica superstición» (Suetonio, Nerón XVI). Eso lo advertía Pablo:

«Los que quieren ser bien vistos en lo humano, ésos os fuerzan a

circuncidaros, con el único fin de evitar la persecución por la cruzde Cristo. Pues ni siquiera esos mismos que se circuncidan cumplenla ley» (Gal 6,12-13).

Situación

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En Romanos Pablo se ubica del lado de los lectores judíos al referirse a«Abraham, nuestro padre según la carne» (4,1). Asume además una actitudmás positiva que en Gal: no quiere negar la validez de la circuncisión, sinoproponer el ejemplo del patriarca para la imitación de los creyentes.

Pablo redactó su carta a los Romanos en la ciudad deCorinto, después de reconciliarse con la comunidad, ymientras se preparaba para llevar la colecta para los pobresde Jerusalén. Tenía previsto iniciar después una misión enOccidente. Tendría, entonces, necesidad de una base deapoyo como había sido Éfeso en su misión Egea. Por esopropone a las comunidades de Roma que lo «encaminen»hacia España.

Más allá de las fronteras

HISPANIA Roma

Corinto

MACEDONIA

ASIAGALACIA

JerusalénMar Mediterráneo 

Antioquía

Alejandría

EfesoLa presencia de creyentes en Jesús en Roma se remonta a unaépoca anterior al emperador Claudio, pues éste expulsó a los judíosde Roma por los disturbios que ocasionaban a causa de «Chres- tos ». Entre ellos se encontraban Aquila y Priscila, que se dirigierona Corinto, donde conocerían a Pablo (Hech 18,2).

En el año 54 Nerón se convirtió en emperador. Cuando Pablo escri-be a los Romanos, Aquila y Priscila habrían retornado. Muchosotros también habrían regresado, ya que el ambiente se había vuel-to más favorable para los judíos, tal vez bajo la influencia de laamante de Nerón, que simpatizaba con ellos.

¿Cómo era la situación de los judíos creyentes en Jesús que habíanretornado? Difícilmente serían acogidos plenamente por sus otroscorreligionarios, ya que por sus diferencias doctrinales se habíallegado al conflicto que condujo a la expulsión.Por otra parte los creyentes de origen gentil se habrían multiplicadodurante su ausencia, superándolos numéricamente. Los circunci-sos eran los «débiles» frente otros creyentes que se habían hecho«fuertes» durante su ausencia. En su carta Pablo los tiene en cuen-ta e intercede por ellos (cf. Rom 12-13). Las comunidades romanasserían mixtas: creyentes judíos y gentiles, conviviendo en ciertatensión.

Una razón para escribir esta larga carta era explicar detalladamen-te lo que él creía y enseñaba para contrarrestar comentarios nega-tivos sobre su persona: «Han oído decir de ti que enseñas a todoslos judíos que viven entre los gentiles que se aparten de Moisés,diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni observen las tradicio-

nes» (Hech 21,20).

La justificación por la feEl hombre encuentra su salvación más allá de su pertenencia étni-ca. El plan de Dios es la UNIDAD DE TODOS LOS HOMBRES BAJOLA JUSTICIA. La confrontación que divide el mundo entre griegos(que desprecian a los bárbaros) y judíos (que desprecian a losgentiles) no es ajena a la vida de las comunidades de creyentes enJesús. Ellas están formadas por personas herederas de sus res-pectivas identidades culturales, que están autocategorizadas posi-tivamente, y categorizan negativamente al otro grupo.Pablo recuerda a los destinatarios de su carta, en el saludo, laidentidad que han adquirido como creyentes en un único Dios justoque hace justos a los que confían en él.

Pablo comienza presentando una visión pesimista de la condiciónhumana: la situación de perdición universal de la humanidad. Peroeste pesimismo y esta solidaridad en el pecado es el transfondoque permite destacar el optimismo con que miraba la condiciónhumana rescatada por Cristo.El uso de «AHORA» (3,21) muestra que queda atrás una época queabarca toda la historia anterior, y se inaugura un tiempo nuevo. Enmedio, como principio de una nueva humanidad, está Cristo. A élPablo contrapone la figura de quién fue el principio de la vieja huma-nidad, Adán, por quien «entró el pecado en el mundo y por el peca-do la muerte» (Rom 5,12).

A Pablo le interesa destacar a, ante todo, cómo la obediencia deUNO SOLO puede ser fuente de vida para TODOS. Y también cómo,a la luz de la reconciliación obrada por medio de Jesús, se puede

comprender, por contraste, el origen de aquella unidad en la injusti-cia, en la que todos los hombres son iguales (cf. Rom 3,23).

GENTILES JUDÍOS

«No hay más que un solo Dios, que justificará a los circuncisos envirtud de la fe y a los incircuncisos por medio de la fe» (Rom 3,30)

“los llamados de Jesucristo, los amadosde Dios que están en Roma” (Rom 1,7)

presupuesto teológico de su tesis fundamental

IGUALES A CAUSA DE SU LLAMADO

Ni judíos ni gentiles pueden sentir superioridad unos sobre otros,porque todos son

IGUALES A CAUSA DE SU INJUSTICIA.

injusticia

desubicación del hombre en su relación con Diosconnotaciones sociales: «La tierra estaba

corrompida en la presencia de Dios: la tierra se llenóde violencias» (Gn 6,11)

GENTILES JUDÍOS

«Tanto judíos como griegos están bajo el pecado, como dice laEscritura: No hay quien sea justo, ni siquiera uno solo» (Rom 3,10).

presupuesto antropoológico de su tesis fundamental

«el Evangelio es una fuerza de Dios para la salvación de todo el quecree: del judío primeramente y también del griego».

« ya no hay judío ni griego;

ni esclavo ni libre;ni hombre ni mujer,

ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» (Gal 3,28)

«ni por un instante cedimos» (Gal 2,5)INTRANSIGENCIA

No pide a Filemón que libere a su esclavoPero que la mujer no hable…ACEPTACION DE LOS ROLES SOCIALES

«Así se convertía en padre de todos los creyentes incircuncisos, a fin deque la justicia les fuera igualmente imputada; y en padre también de loscircuncisos que no se contentan con la circuncisión, sino que siguenademás las huellas de la fe» (Rom 4,11-12).

Lo que intentaban defender, tanto la colecta como esta carta, era lacomunión de una nueva humanidad, que dejaba atrás la divisiónentre judíos y gentiles característica de la humanidad vieja. Ésta esuna consecuencia sociológica de su tesis fundamental.

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El creyente en la Iglesia y en la sociedad

Como en las otras cartas dePablo, Romanos tiene dos

partes:

A. Doctrinal

En ella suele responder a consultas de lascomunidadesOtras veces quiere completar las enseñanzasimpartidas cuando estaba con ellos.

El contenido del Evangelio anunciado por Pablo se centraen la justificación como don gratuito que Dios ofrece in-condicionalmente a todos los hombres. Ahora bien, comotodo don gratuito, la justificación se hace efectiva cuan-do alguien la acepta y hace suya.La inmersión y el resurgimiento fuera del agua simbolizanel final de una vida (de pecado y enemistad con Dios) y elsurgimiento de una vida renovada (de justicia y amistadcon Dios).

B. Exhortativa

Allí expone lasconsecuenciasprácticas de la fe.

Unidadinterna

Amor

Unidadexterna

Paz

12,1-13

12,14-21

13,1-7

13,8-14

Unidadinterna

Amor

Unidadexterna

Paz

12,1-13

12,14-21

13,1-7

13,8-14

14,1 – 15,13

«No formamos más que un solo cuerpo enCristo» (12,5)

«Bendecid a los que os persiguen…vivid enpaz con todos los hombres» (12,14.18)

«Sométanse todos a las autoridades» (13,1)

«Todos los preceptos se resumen en Amarása tu prójimo como a ti mismo» (13,10)

«Acoged bien al que es débil en la fe, sindiscutir opiniones» (14,1)

EL DÉBIL

no come más que verduras.JUZGA al que come.Da preferencia a un día sobre todo

EL FUERTE

cree poder comer de todoDESPRECIA al que no comeconsidera todos los días iguales

GENTILESJUDÍOS

“los llamados de Jesucristo, los amados de Diosque están en Roma” (Rom 1,7)

«acogeos mutuamente como os acogióCristo para gloria de Dios» (15,7)

«tú ¿por qué juzgasa tu hermano?

todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios» (14,10)

Y tú ¿por qué despreciasa tu hermano?

CREYENTES

GENTILESJUDÍOS

La colecta para Jerusalén

La práctica de la «beneficencia» estaba muy exten-dida en la antigüedad. Por medio de ella reyes y fun-cionarios exhibían su asistencia a los pobres, mien-tras los aristócratas gastaban su propio dinero enobras públicas. De este modo buscaban asegurarsela lealtad de los súbditos o hacer clientes que losapoyaran en su ascenso político. Ellos podía ejercerlo que Aristóteles llama liberalidad , es decir, la li-bertad de dar lo que les resulta superfluo. En esecontexto era muy repetida la consigna «Hay más

alegría en dar que en recibir».Jesús denuncia directamente esa conducta comoideología de dominadores, mandando, en cambio,que el que ocupa un lugar de dirigencia secomporte «como el que sirve » (Lc 22,25-26).Pablo sigue en esto la misma inspiración,reinterpretendo el antiguo lema de la liberalidad(cf. Hech 20,35).Las comunidades paulinas demostraron cómo lasclases menos pudientes estaban en condiciones depracticar la ayuda al necesitado, que por entoncesera un privilegio de los mejor situados socialmente.Puede tratarse de casos semejantes al ayuno diaco-nal practicado en el siglo II, atestiguado por el apolo-gista cristiano Arístides. Mediante la «comunión del servicio» (2 Co 8,4) un trabajador podía ser propor-

cionalmente más generoso que cualquier aristócrata.

Pablo hace de esta práctica un instrumento de uni-dad y reciprocidad.

«pues si los gentiles han participado en susbienes espirituales, ellos a su vez debenservirles con sus bienes temporales» (15,27)

Sus exhortaciones al amor no constituyen un ideal abstracto, sino la respuesta a situaciones concretas.

En la búsqueda de una identidad común Pablo encontró una alternativa para los conflictos de entonces.

Nos ha dejado un modelo para tratar de resolver los nuestros.

Más que oponerse a unsistema, Pablo se dedicó contodas sus fuerzas a construiruna alternativa positiva, a unatransformación de la vidacotidiana.

una visión de Pazuniversal

un programa dereinado universal

una concepción desalvación.

PAX ROMANA

IMPERIOROMANO

Paz mediante laVICTORIA

La normalidad de la civilizaciónayer… y hoy

RECONCILIACION

REINO DE DIOS

Paz mediante laJUSTICIA

Una transformaciónalternativa

«Oh César, se propagará esta dulzurade tu ánimo y se difundirá poco apoco por EL CUERPO DEL IMPERIO ytodas las cosas se formarán a tusemejanza. De la CABEZA desciendela buena salud; de ella viene que todoel organismo esté lozano y vigoroso oabatido por la languidez, según que elespíritu viva o desfallezca».

Séneca, Sobre la clemencia  II,2,1

«No formamos más que un solo CUERPOen CRISTO» (Rom 12,5).«Siendo sinceros en el amor, crezcamosen todo hasta Aquel que es la CABEZA,CRISTO, de quien todo el Cuerpo recibetrabazón y cohesión por medio de todaclase de junturas que llevan la nutriciónsegún la actividad propia de cada unade las partes, realizando así elcrecimiento del cuerpo para suedificación en el amor» (Ef 4,15-16).