revista suigeneris #8

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Editoriales 2 Entrevista 10 Salud y enfermedad 7 Discurso viajero 14 Notas para NO olvidar 15 Thélème 17 Vasar 19 Publicación Gratuita Enero-Febrero 2010, Año 2 Número 8 www.SuigenerisFapsi.com [email protected] Directorio 20

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Page 1: Revista SuiGeneris #8

Editoriales 2

Entrevista 10

Salud y enfermedad 7

Discurso viajero 14

Notas para NO olvidar 15

Thélème 17

Vasar 19

Publicación Gratuita

Enero-Febrero 2010, Año 2 Número 8www.SuigenerisFapsi.com [email protected]

Directorio 20

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Carta del editorLa enfermedad mental y el legado del diagnósticoPor Omar Mendez C. | [email protected]

"La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco"Salvador Dalí

El diagnóstico como limitante del tratamiento¿Es el concepto de enfermedad un mal nece-sario dentro de los profesionales de la salud?

El concepto de enfermedad ha sido desde siempre, una posibilidad de sanación. Sólo a partir del diagnóstico aproximado de un con-junto de síntomas, es que hemos podido alegar o intentar curar el mal que procede. Sin em-bargo, pareciese que no todo diagnóstico ha sido de utilidad en la estructura mental.

La locura, ha sido satanizada desde ya hace muchos siglos, tendríamos que remitirnos a los dairenes (barcos en los cuales se manda-ban a altamar a los diagnosticados como lo-cos) para entender como, en un santiamén, desaparecieron de la faz de la tierra tantos va-gabundos, borrachos, prostitutas e indigentes.

También sería necesario saber que en la primera mitad del siglo XIX, la mayor parte de integrantes de los asilos estaban diagnosti-cados con esquizofrenia o locura. Es entonces normal conjeturar que todo aquel deficien-te social o decrépito mental entraría en este grueso.

¿El diagnóstico es entonces una herramien-ta fundamental?

En la historia de la psicología el diagnóstico es una herencia inconsciente de la psiquiatría fundamental, donde el DSM-IV, sería el máxi-mo esplendor de la necesidad de diagnosticar. Así, todo trastorno tendría un lugar dentro de este libro diagnosticador: trastorno obsesivo compulsivo, de histeria común, esquizofrénico

y hasta trastorno no especificado. Bastaría con cumplir una serie de requisitos sintomáticos para saber que todos nosotros somos ejemplos patológicos de algún trastorno.

¿Aquel que diagnostica tiene más posibili-dades de curar?

La respuesta es igual de subjetiva que la pregunta misma, quién decide la cura: el pa-ciente o el enfermo (del médico). La lectura de todos los casos clínicos de Freud nos pueden aproximar a una estructura de la personali-dad, mas no nos dotará de una metodología para el tratamiento específico de alguna en-fermedad.

Sin embargo, es común leer en viñetas y reportes el diagnósticos aventurados (a pe-sar de nuestros avanzados conocimientos) fundamentados en la escucha, en la similitud con nuestros casos o en la misma fantasía cha-mánica de algún día elaborar tan detallados historiales clínicos que, como tales, nunca cu-raron.

El diagnóstico entonces, es una posibilidad de curar la enferme-dad, sin embargo, curar mediante el diagnóstico es igual de enfermo que su-poner que todos ca-bemos en el DSM-I V…s abié ndonos acomodar.

Bonne apettite

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Editoriales¿Sabías qué la gente sigue diciendo que tú y yo estamos locos, Lucas?Por Valeria Solorio | [email protected]

En diciembre tuve la fortuna de ver una obra de teatro titulada «El Hombre sin Adjetivos» escrita por Mario Can-

tú Toscano, presentada el año pasado, en el Aula Magna. Los encargados de darle vida a los personajes fueron: Janinan Villarreal, An-tonio Craviotto y Carlos Nevárez, el cuál diri-gió también la puesta en escena.

Les menciono todas estas referencias por-que bien se dice que «honor a quien honor merece» Tam-bién, para hacer el comercial de apoyo al buen teatro en Monterrey, y por último, por-que ésta, será utilizada como referencia para el tema que he decidido abordar en esto que ahora escribo.

La temática del texto tra-ta precisamente de la falta de escucha, de vista, de tacto –y demás– y que poco a poco carcome el mundo en el que habitamos; una falta que hace presencia del cómo vivimos: deprisa, queriéndonos comer el mundo a pedazos, pero so-bre todo: solos.

No «perdemos» el tiempo enfocados en una amistad, ya saben ¿no?: «Time is money». La lejanía y lo rápido es más valorado que aquello a lo cuál se le debe de invertir tiempo y esfuerzo.

«Sinceramente sería tan bueno tocarte, pero es inútil tu cuerpo es de látex y no sien-

to nada, nada (oh, oh, oh) nada personal…» (Soda Stereo, 1985) Durante casi toda la re-presentación el ambiente es inundado por ex-tractos de la canción de Soda Stereo «Nada Personal» (1985), la cuál, si escuchamos con atención a la letra, se ajusta a lo que se estamos abordando: lo personal es lo especial.

Y está de sobra decir que lo personal va más allá de lo material. El objeto tiene parte

de esa esencia que caracteri-za a ese/a alguien. Pero, ¿qué tiene que ver todo esto del tiempo, el alguien, lo mate-rial, la escucha y demás con la locura?

Años atrás, yo tenía una frase muy presente en mi cabeza, ya sea por la edad, el arrojo de algún pensamiento extremista, o simplemente un afán de quien sabe qué; mi frase decía algo más o menos así: «No me sorpren-dería que con toda esta falta de escucha poco a poco este mundo se convirtiera en un mundo de locos.»

Ahora, con unos cuántos años más, y habiendo desmenuzado el famo-so dicho: «De músico, poeta y loco todos te-nemos un poco», concluyo que sí, todos ya lo estamos; pero esta falta de escucha es la que aún me sigue haciendo ruido (¡Vaya juego de palabras!).

Éste ignorar al de un lado –pero estar bas-

“Sinceramente, sería tan bueno tocarte, pero es inútil, tu cuerpo es de látex y no siento nada, nada (oh, oh, oh) nada personal…”

Soda Stereo (1985)

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tante enterado del fulano aquél que vive a ki-lómetros de distancia, o saber tantas cosas de aquellos compañeros del colegio que hace ya algunos años que no los vemos más que a tra-vés de fotografías– en vez de estar enterados de la persona que se sienta junto a nosotros en el salón de clases. ¿Qué es más loco? ¿Qué es estar loco? ¿Es lo raro? ¿Lo que no cabe en ese cuadrito de mente de algunos? ¿Vale la pena hacer la «diferencia»?

Al inicio de «El Hombre sin Adjetivos» el personaje de Millán (un tipo que sufría de es-quizofrenia, por cierto), se hacía precisamente todas estas preguntas y, en base a su experien-cia en las calles y en centros médicos, llegó a la conclusión de que la única diferencia entre los locos y los NO locos era que unos usaban bata blanca y otros no.

Sus cuestionamientos se basaban en el co-raje que sentía cuando lo llamaban loco. No consideraba que estuviera loco por lo que de-cía, o en sí porque veía seres o gente que los demás no podían ver, sino en que la etiqueta que le colgaban en el cuello, proveniente de los ojos de quien lo observaba y del provecho que pudieran sacar con aquello, al no encajar en los estándares de la sociedad en la que vivía.

Lo que considero que resulta bastante inte-resante y digno de una buena plática de horas, es todo esto que él pensaba/veía/sentía. Como aquello que platicamos a los amigos acerca de lo que soñamos la noche anterior, ciertos pensamientos que tenemos, –esas fantasías que nos invaden de repente, el propio análisis, además de otros– ¿qué diferencia hay?

Lo aún más irónico, era que este persona-je había encontrado trabajo en un bar, como comediante. Resulta, que la gente se reía de lo que decía. Para él, era algo serio: criticaba a la sociedad, la política, a los jóvenes, a la mente, la economía, los sueños, etc. Y la gente se reía. Qué irónico, pero salta ésa tan famosa frase de «Alguien lo tenía que decir».

Con esto, recuerdo a los personajes del «Chaparrón Bonaparte» y a su amigo «Lucas Tañeda» a cargo de los actores y comediantes Roberto Gómez Bolaños y Rubén Aguirre.

En cada capítulo se decían precisamente esto: «¿Sabías que la gente sigue diciendo que tú y yo estamos locos?», es decir, esto del ser loco o no, depende de que alguien más lo diga.

Y bueno, todo de lo que ellos dos hablaban era bastante loco, pero tanto, que nos provoca-ba risa, y por ende si esto ocurría, era porque algo de lo que conversaban tenía cierto sentido para nosotros, es decir: nos hacía partícipes de la etiqueta.

En fin, con esto de la locura o no locura, eti-quetas o no, siento que es algo cansado y hace perder el tiempo el tratar de definir y/o aco-modar dentro de una escala, claro, sirve para asuntos legales, estadísticos etc. Por lo menos, en lo personal prefiero cuestionarme sobre aquello que provoca en mí, lo que el otro, o yo misma hago/pienso/digo/muestro,

Supongo que se pueden sacar aún más cuestiones y nuevos conocimientos tanto de la sociedad en la que vivimos como de nosotros mismos y de este cuerpo que habitamos.

Comedia y Psicoanálisis:El humor de la vida cotidianaPor Camilo Ramírez | [email protected], escritor, comediante… ¡Valga la redundancia!

Recientemente me realizan muy seguido la pregunta: « ¿Cómo es que se te ocu-

rre eso de comediante y psicoana-lista?» Mis primeras respuestas son,

Editoriales - ¿Sabías qué la gente sigue diciendo que tú y yo estamos locos, Lucas?

"La verdad solo puede de-cirse a medias"

Jacques Lacan

"A fin de cuentas, todo es un chiste"

Charles Chaplin

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simple y sencillamente: « ¡Por puro placer! ¿Y por qué no?» Además, no se me ocurrió a mi, sino a Freud «El Chiste y su relación con lo Inconsciente» (1905), e incluso ni a él, sino a su amigo y confidente, Wilhelm Fliess, quién no estaba precisamente «palpando moscas» y no se le escapaba ni una.

Notó que en los sueños de algunos pacien-tes de Freud, que éste le enviaba por cartas, había muchas anécdotas chistosas. A veces el tono del cuestionamiento busca la zancadilla, la cual prefiero brincar, para hacer algo de ejercicio; otras, de genuino interés por saber algo de una experiencia: ¿Cómo se me ha ocu-rrido –junto a mu-chos por todo el mun-do y la historia, entre ellos Freud– articular el psicoanálisis con la comedia y viceversa? ¿Qué relación? ¿Qué propuestas? ¿Cuáles efectos?...

No voy a citar am-pliamente los trabajos de cientos de pen-sadores, escritores, cómicos, artistas y humoristas que nos han precedido en el abordaje de tan serio asunto, como es el humor, como otros que han articulado el psi-coanálisis al humor, a quien le interese «Azul celeste, que le cueste» ahí están algunos: Aristóteles, Platón, Cristo, Job, San Pablo, Kant, San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Nietzsche, Bergson, Freud, Reik, Lacan, Pi-randello, André Breton, Calvino, Jodorowsky, Rius, Los hermanos Marx, Adam Sandler, Lewis Black, El fisgón, mi Agüela de Monte-rrey, Chaplin, Posadas, Woody Allen, Zizek, Quino, Fontanarrosa, Les Luthiers, Borat, Liliana Felipe, Virulo, Tin Tan, Clavillazo, El filósofo de Güemez, Polo Polo, Brozo, Pla-tanito, Derbez, Camilo Ramírez, Calderón, Gis, Trino, sino adentrarme en sus relaciones,

laberintos y vericuetos: ¿Qué es eso comparti-do por el humor, la comedia y el psicoanálisis?

Comedia y Psicoanálisis: malabares con las palabras y sus efectos.

El humor, la comedia, son un tono, una for-ma de juzgar la realidad, «jovialidad, gracias, agudeza, una facultad para describir lo que es cómico o gracioso»1 son formas de advertir de manera breve algo que es «la materia prima del psicoanálisis», expresión de lo Inconscien-te: una falla, un desliz, uno, dos, tres, cuatro, cinco, sentidos…algo que irrumpe y trasto-

ca un orden, como el cuerpo de la histeria o los sueños; esos que dice Freud que son como si el soñante so-ñara en otra lengua; las ocurrencias pesa-das que se le imponen al obsesivo/a, o los alucines en la psico-sis…eso que falla crea problemas, no solo por su carácter oculto o desconocido, vul-gar, moralmente in-admisible, sino por su imposibilidad de ser dicho o explicado con

toda sus implicaciones, solo por sugerencia o alusión; por eso Freud remitía a los poetas, cuando le preguntaban del amor…eso y mu-chas cosas más…son fuentes comunes tanto al psicoanálisis como a la comedia.

Dibujar lo irrepresentable: decir, ha-ciendo; haciendo, diciendo.

Pues, sí todo síntoma, como todo sueño, posee, según Freud, –¡Qué chistoso!– un ombligo, un núcleo indescifrable o in-lavable, para algunos, no es solo por ser una protube-rancia que se lleva metida pa dentro o sacada pa fuera, o como una Roca –¡La roca de la

Editoriales - Comedia y Psicoanálisis

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castración!–, ¡Eh profe Freud, no sea piedra, háblese claro!, «Tan claro como el café» (Clear as a coffee– dicen los gringos) sino por algo vacío y traumático, pero al mismo tiempo de-seante, que dota el empuje y la creatividad.

Por eso no paramos de hablar, llorar, reír, festejar, amar-odiar, trabajar, construir y des-truir… ¡¿Qué es lo que haríamos en vez de eso?!...Efectos que recogen los chistes en su función no solo de aludir, nombrar lo innom-brable de lo intrincado de los laberintos, nu-dos y redes del amor-odio, la sexualidad, de las pasiones humanas en la vida de todos los días (¡No me refiero al innombrable de AMLO!: Salinas de Gortari, ¡Que está pelón!) bordean-do lo traumático, sino haciendo que aparezca

algo nuevo (una posibilidad, una propuesta, una vía…) así, cual mago de las palabras, fun-cionan el analista como el comediante…«No siento que tenga derecho de hablar de esas co-sas que no sé» –dice el analizante: «¡Entonces

use el derecho!» –le responde el analista.

En el psicoanálisis, como en la comedia, está implicado un saber hacer. «Quien pretenda aprender por los libros el noble juego del ajedrez (y las artes de la comedia)2 pronto adverti-rá que sólo las aperturas y los finales consienten una exposi-ción sistemática y exhaustiva, en tanto que la rehúsa la infini-ta variedad de las movidas que siguen a las aperturas….A pa-recidas limitaciones están suje-tas las reglas que uno pueda dar para el ejercicio del tratamiento psicoanalítico» (Freud, 1913).

En ambos –comedia y psicoa-nálisis– cada situación, dicho, palabra, no garantiza nada de antes y después, es un instante en donde se toman los elemen-tos que ahí tienen lugar –tanto en el chiste como en el seña-lamiento e interpretación del analizante– son «aves tomadas al vuelo» que poseen un instan-te significante.

Ese es el timing en comedia, que no ha perdido su noción psicoanalítica, de –como cita Freud a Shakespeare– sobre la brevedad y el ingenio, el momento oportuno del chiste, de la ocurrencia aguda, tal como el señalamiento en el tratamiento psicoanalítico. Y no esa «onda mamila», casi-casi de pobre-tear al paciente –«Pobrecito, no lo entendería si se lo digo ahora!»– estilo cazador con su presa esperando el tiempo justo, adecuado, en donde el otro pueda «entender y procesar» lo dicho por el analista. Eso sería primero que el

Editoriales - Comedia y Psicoanálisis

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analista pretenda «curarse en salud» teniendo previamente lo que va a decir, sustrayéndose así de la experiencia analítica que también lo incluye; imposibilitándose escuchar.

Amaestrar o domesticar tanto la comedia como el psicoanálisis es pretender –como dijeron a San Agustín– meter el mar en un pequeño recipiente: dejar lo que ocurre en ese preciso y precioso momento, fuera, ponerle camisa de fuerza al tratamiento psicoanalíti-co, en aras de no se qué purismo, que huele, como todo lo estancado, a popo y un poco a pipi, que debe de ser desechado.

Comedia y Psicoanálisis: desentumeci-miento, pasiones compartidas

Uno de los efectos, quizás el más saludable, tanto para la salud mental en general, como para el psicoanálisis y comedia en particular, sea el «desentumecimiento» e invención. En el caso del psicoanálisis, como dijera Lacan al inicio de su seminario sobre La ética del psi-coanálisis (1959-1960) «Intentemos lavarnos el cerebro» cuestionar las nociones que orga-nizan o intentan organizar la práctica de la clínica y teoría psicoanalítica: ¿Qué se ha per-dido? ¿Qué se ha ganado? ¿Qué se propone?...

Dos citas, para medio terminar, o medio comenzar, pues el final de la escritura de un texto, es el inicio de su lectura para quienes lo lean, así el final es un inicio de algo: un reco-rrió, una apuesta…

Sobre las articulaciones y efectos entre el psicoanálisis y la comedia…Pero estoy obligado a decir expresamente que esta técnica (articular la comedia y el psicoaná-lisis) ha resultado la única adecuada para mi individualidad; no me atrevo a poner en entredicho que una personalidad médica (psicoanalítica o cómica)3 de muy diversa constitución pueda ser esforzada a preferir otra actitud frente a los enfermos y a las tareas a solucionar» (Freud, 1912)4

Lo que no puedo prometer es que no me voy a burlar tanto de ellos como de mi mismo. Por otro lado: «A fuerza ni los zapatos» Porque

precisamente no se trata de convertirse en lo que uno critica: ser muy purista, pero de la comedia y el psicoanálisis. Por mi parte, esto que comparto con ustedes, es lo que me gusta hacer y propongo…no todo es para todos. “Cito a Freud y a Lacan, pero siempre me dejan plantado…. pagando la cuenta”

Ramírez (2010)

1 Diccionario de la real academia de la lengua española o lo que es lo mismo «El mata burros»

2 El paréntesis es mío, bueno, no es mío, pues todo el mundo los usa, me refiero a que no viene en la nota original de Freud, “Sobre la Iniciación del tratamiento”, 1913. OC, AE, TXII, p.125.

3 Los paréntesis son nuestros, de todos, ¡usémoslos!

4 Freud, S. Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico. OC, AE, TXII, p.111.

Editoriales - Comedia y Psicoanálisis

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Durante años, la enfermedad men-tal estuvo circunscrita a geografías institucionales diseñadas especial-

mente para su estudio, certificación y mante-nimiento: sanatorios y cárceles.

El modelo psiquiátrico permite clasificar y dictaminar cuadros de síndromes psicóticos2

que abarcan un conjunto de signos y síntomas3 dentro de la clasificación de los Manuales Psi-quiátricos DSM-IV. No se habla de «enfer-medad» como en el resto de las ciencias mé-dicas, aunque su noción siga impregnando el modelo.

En el nicho psiquiátrico se estudian las conductas del enfermo en el hospital, el sanatorio o en las cárceles, donde su no-adaptabilidad a la norma, es criterio de su alta o permanencia, aunado al registro que del paciente hacen el resto del personal –enfermeros, terapeutas, psi-quiatras o médicos genera-les– respecto a síntomas de naturaleza psicótica: aluci-naciones, soliloquios, catato-nia, etc. Los signos e indicios se registran por medio de la observación de la conducta y el delirio en el discurso.

Terapia electro convul-siva y farmacológica, eran métodos novedosos que se implementaban a la par de la terapia ocupacional.

El paciente frente al psi-quiatra, recita una serie de respuestas a preguntas que

no cambian gran cosa en las distintas en-trevistas desde su ingreso hasta su egreso: « ¿Durmió bien?» « ¿Buen apetito?» « ¿Ha visto cosas que no son?» O « ¿Habla solo?...»

En el mejor de los casos el paciente mejora, disminuyen sus síntomas, se adapta a la nor-ma del instituto, ayuda en tareas de limpieza o domésticas y su relación con los cuidadores es más cordial e inclusive realiza alguna acti-vidad laboral remunerativa.

Durante las noches, risas, sollozos: el en-cierro es más enloquecedor que la locura.

Temática central : Salud y enfermedad

Por Abraham Guerrero“Es necesario que algo, en un ser humano, sea negado, proyectado, ignorado o distorsio-nado para que se convierta en un ser malo, enfermo, estúpido o loco“. 1

Virginia Satir

El ecosistema psiquiátrico permite a los pacientes «funcionales» realizar actividades que estructuran su quehacer diario: durante las noches, risas, sollozos… el encierro es más enloquecedor que la locura.

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Tema central - Salud y enfermedad

El ecosistema psiquiátrico permite a los pa-cientes «funcionales» realizar actividades que estructuran su quehacer diario:

6:00 a.m. Baño común, aseo y rasura / 6:30 a.m. Entrega de medicamentos / 7:00 a.m. Desayuno en comedor / 8:00 a.m. –12:00 a.m. Actividades ocupacionales en instalacio-

nes, canchas y espacios. El paciente presenta recaídas,

cambios de esquema farmacoló-gico, algunos pacientes son «po-

lifarmacias4», las pastillas varían de un cuarto de tableta hasta 11 o 12.

En ambientes mal supervisados, son comu-nes las conductas infantilistas de cuidadores y pacientes, correctivos conductuales mal aplicados; donde el tiempo fuera se convierte en castigo, el castigo en tortura, el ambiente psiquiátrico enferma al personal si no se tiene una capacitación adecuada.

Es en este sistema donde el paciente se «recupera», se «rehabilita»; en el caso de los psiquiátricos penitenciarios, hace vínculos, alianzas, vida en común.

Todo tratamiento integral implica una re-estructuración de la historia familiar, el caos del mundo interno del paciente representa a menudo el de su sistema familiar, es común la petición de la familia que el interno perma-nezca en la institución a pesar de cumplir los criterios para su salida.

Es necesario hacer un reacomodo en la ecuación familiar del paciente, prepararla. Emociones como el miedo, el enojo son comu-nes en los miembros y los pacientes son muy sensibles a esto.

Psicólogos y psiquiatras que escuchen a los internos desde una postura más optimista de las familias y sus pacientes, es dar un espacio para la subjetividad en el interno, con la ex-presión de sus habilidades, aunque sean estas limitadas.

Rotular5 no implica etiquetar al psiquiá-trico y sus familias, involucra etiquetar la relación, la interacción psicotizante, entre el interno y el cuidador, entre el paciente identi-ficado y su medio familiar, donde la locura no engloba a la persona, es un producto vincular, de dos o más relaciones.

De esta forma se separa la enfermedad del enfermo, este re encuadre6 es aplicable al alco-hólico, al adicto.

Validar7, como en el niño, desde Virginia Satir es reconocer las potencialidades, las ca-pacidades y los logros de un ser humano en proceso de crecimiento, además de sus inhi-biciones, angustias y traumas, a menudo nos centramos únicamente en la segunda parte.

Es importante tomar en cuenta estos ele-mentos al egreso del paciente, de lo contra-rio, son comunes las reincidencias, el interno

Ayer, te soné mientras un loco me arañaba la piel, resbalaban sus dedos por mis coyunturas trozadas por el silencio denso, negro, chirriante de ferrocarriles...

Dormido en la celda, mi cuerpo entumido y drenado de humedad se desgrana en los bigotes de las ratas que roen la esponja de mi cama...

Una bola amarga de saliva sube y baja de mi glotis las paredes arañadas de gritos mientras mi cuerpo erizado de diazepam y jeringas es un hormiguero de gemidos y llagas humedecidas por el rocío de la madrugada...

Mis huesos son caracolas que danzan como los venados, raramuri blanco, mestizo hediondo, apuro el balde pestilente que llena mi sed...

Meninges lacerantes que rasgan el fruto podrido bajo esta costra de hueso y piel, la constancia de angustias desaparece y en el ombligo de los limbos es por donde se escurre esta sucia comisura...

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tiende a volver a un ambiente seguro y estructurante, sea este el sanatorio o la cárcel.

Ésta, es parte de la visión integral que como profesio-

nistas implica al trabajar con poblaciones de este tipo: modalidades terapéuticas que con-templen el ecosistema del P.I.8, llámese psico-drama, enfoque sistémico, gestalt, cognitivo conductual.

De algún modo, esta visión del paciente in-merso en un sistema iatrogenizante o saluda-ble, nos permite inferir que todo ambiente es capaz de enfermar a sus miembros, indepen-dientemente se trate de un niño, un psiquiá-trico o un menor infractor, el conocimiento del contexto impedirá establecer metas idea-lizadas o difíciles de llevar a cabo.

Ser parte del problema o de la solución ra-dica en la postura de cada quien.

«La locura no se puede encontrar en estado salvaje. La locura no existe sino en una socie-dad, ella no existe por fuera de las formas de la sensibilidad que la aíslan y de las formas de repulsión que la excluyen o la capturan9.»

*El autor es psicólogo clínico, trabajó dos años en la Unidad de Rehabilitación Psico-social de Cadereyta con internos y pacientes psiquiátricos canalizados del Penal del Topo Chico.

Fuentes1 Satir, Virginia (2002). Terapia familiar paso a paso.2 Síndromes psicóticos son las entidades nombradas para clasificar las diferentes “enfermedades mentales”.3 Los signos y síntomas componen en su conjunto los síndromes psi-quiátricos.4 Hace referencia a la prescripción de anti psicóticos en consultas de Psiquiatría.5 Rotular hace referencia a identificar y nombrar el comportamiento patológico entre el paciente y el cuidador, entre el” enfermo” y el médi-co, dejando la enfermedad ni dentro o fuera de uno u otro, sino entre los 2.6 Re encuadre hace referencia a una reestructuración de la realidad familiar, con una visión diferente (positiva) del síntoma del P.I. en un contexto donde este cumple una función y es mantenido por dos o más miembros del sistema familiar o institucional.7 Validar implica un proceso fundamental en la formación de la iden-tidad del niño y del ser humano en general y abarca desde la identidad sexual, hasta el desempeño de papeles sociales por parte de los padres o los cuidadores.8 El término de P.I. nombra al miembro del sistema que porta el sínto-ma y que es mantenido por los demás miembros9 Foucault, Michael (1960). Civilización y Locura.

Tema central - Salud y enfermedad

Alicia en el País de las

Des-maravillasPor Carlos Llanes | Facebook: Carlos Llanes

“Cuando dos hacen la misma cosa, ¡no es lo mismo!”

Alfred Adler 1

Saludos cordiales reciba usted querido lector, des-pués de una larga ausencia por los rumbos de la es-critura y la publicación creo que escogí un buen mo-

mento para retornar(como buen síntoma) de lo ominoso o siniestro(Unheimlich decía Freud) hacia esta luz que presta sui géneris para manifestar algunas opiniones encontradas y sobre ciertas cosas actuales( y no tan..) que se encuentran ocu-rriendo, como es el caso de la puesta en cartelera de la pelícu-

la “Alicia en el País de las Maravillas”(Alice s in Wonderland, Burton, T. 2010), basada en la novela de nombre original “Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas” (Alice's Ad-ventures in Wonderland) de Lewis Carroll publicada en 1865 y que a su vez también a inspirado a más producciones cine-matográficas como es el caso quizás de la más famosa a cargo de Walt Disney que en 1951 realizó una fusión entre la novela original y su segunda parte “A través del espejo y lo que Alicia encontró allí” (Through the looking-glass, and what Alice found there) de 1871, dónde al más puro estilo de Disney y de la época en que se realizó, la caricatura es mas bien un musical que hace de la trama algo “pesada” de tolerar en es-

tos tiempos pero con elementos interesantes para trabajar-los como todo cuento de hadas. Pero lo que quiero abordar en este artículo es un tanto entre que el morbo, curiosidad, y ese ya clásico “no se que, que se yo” de la comunidad del mundo “psi” por ver esta última realización dirigida por el siempre polémico y “oscuro” Tim Burton, ¿por qué hasta pareciera obligación ver esta cinta cinematográfica y comen-tarla en grupo y/o con la almohada? No pudiera haber (al menos a mi parecer) una respuesta concreta a tal cuestiona-miento, ya que en estos primeros días de presentarse en cine, esta película a reunido a diversas personalidades entre los que destacan: gente que no a leído el libro, gente no ha visto las anteriores películas, gente que nunca había escuchado de una tal Alicia que se perdía en un mundo bizarro con conejos con traje, gatos que sonríen y felices no cumpleaños, etc;...

Continua en la pág. 18

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¿Te imaginas crear un proyecto inter-nacional en donde el «mochilazo» sea la opción más viable para promover el ecoturismo y la responsabilidad social?

En entrevista para Sui Generis, Daniel Guzmán, miembro fundador de la Asociación

franco-mexicana Are You Serious? nos platicó acerca de este proyecto, el cuál mezcla Arte, Ecología y Cultura, recorriendo más de 15 países en 365 días.

Lo que motivó la creación de Are You Serious? (AYS?) comenzó en lo que tal vez muchos de nosotros tene-mos contemplado al término de una carrera profesional:

«Mi idea original era trabajar un año, ahorrar dinero e irme a viajar un rato. Ya después regresar y empezar mi vida laboral. Pero cuando conocí a Antoine Michel, mi socio, el también se interesó en esto. En Europa está más difundido éste tipo de ideas, de armar proyectos y buscar patrocinios. Él me platicó de varios que ya han fun-cionado de esta manera e investigamos para ver qué tipo han teni-do pegue, ya que vimos, que sí era po-sible, comenzamos a platicar de cómo podíamos armar un proyecto así. Queríamos algo que nos interesara, por eso metimos primero música, un tema de importancia actual como es la ecología y en base a que, queríamos ligar esas dos temáticas, empezamos a

Daniel Guzmán es ori-ginario de Monterrey N.L. y cuenta con 24 años. Cursó la carrera de Licenciado en Relacio-nes Internacionales por el ITESM. Sus artistas favoritos son Salvador Dalí y Sigur Rós.

trabajar y formamos lo que es ahora AYS?»

AYS? surgió originalmente como un proyecto de dos personas que querían irse de viaje por un año.

«Se convirtió en la idea de cómo po-demos buscar patrocinadores para costearlo. Entre pláticas con mi socio francés se transformó en un primer proyecto que involucra ecología, cul-tura y arte que va dirigido a jóvenes y se sostiene por medios de publicidad y apoyo de organizaciones interesadas en los temas que vamos a tratar»

Según nos comenta Daniel, la planea-ción llevó aproximadamente un año:

«En febrero de 2009 comenzamos con pláticas, ver cuál nombre nos po-níamos y qué estrategia seguiríamos para que valiera la pena pagarnos publicidad o un viaje como el que queríamos hacer. Ahora ya estamos a punto de emprenderlo…Comienza el 15 de abril».

Para Daniel Guzmán y Antoine Mi-chel, AYS? está enfocado en mezclar conceptos bien interesantes que son

la ecología, el arte y la cul-tura:«A través de

16 países en un año, queremos

iniciar la búsque-da de nuevas ini-

ciativas ecológicas. Cosas realizables, nada de mucha tecnología o gasto. Al mismo tiempo buscamos una nueva manera de hablar a los jóvenes para provocar acciones. No es suficiente concientizar sobre la situación eco-lógica del planeta. Nuestra hipótesis es que debemos mover a los líderes

La entrevistaEcología, Arte y Cultura: todo en una misma mochilaPor Christian Alanís | [email protected]

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La entrevista - Ecología, Arte y Cultura: todo en una misma mochila

sociales. En este caso, enfocándonos a artistas que están en la comunidad todavía, para a tra-vés de reportajes que se van a estar publican-do en nuestro sitio web, comprobar qué tanto podemos mover a los jóvenes a través del arte. Es por eso que queremos hacer una búsqueda de artistas visuales y músicos para exponer su arte y sus ideas acerca de estos temas».

AYS? no anda con medias tintas en cuanto a expandir sus horizontes, por lo que tienen contemplado recorrer más de 15 países:

«El recorrido completo y en orden, comienza en Francia, Alemania, Polonia, Bielorrusia, Bulgaria, Ucrania, Rumania, Turquía, Irán, Pa k i s t án , India, Ban-g l a d e s h , Birmania, Laos, Cam-bodia, Tai-landia y termina en abril del 2011 en Viet-nam».

En cuanto al itinerario programado, el primer proyecto también contempla diversos tiempos y consejos viables:

«Dos semanas por ciudad, es lo que se tiene pensado. En la India por ejemplo, pasaremos dos meses, mientras que en Turquía serán solo dos semanas. Dependiendo del tamaño del país, ajustamos el horario. Estamos basán-donos en los 50 pasos ecológicos de National Geographic los cuáles son muy sencillos como cargar tu botella de agua en lugar de estar comprando. Hay otros en los que te sugieren minimizar el uso de aviones o de carros. Que-remos que sea totalmente terrestre. Estamos siguiendo esto para poder predicar con el ejem-plo y buscar estas nuevas iniciativas».

Referente a buscar apoyos para este proyecto y con quiénes cuentan para poder realizarlo, Daniel nos explica:

«Estamos todavía buscando patrocinadores. Originalmente empezamos pidiéndole a to-dos. Yo me iba al DF y comencé a hablar con organizaciones privadas. Hay desde cosméti-cos, vinos, empresas de contaduría, gobierno, arte, ecología. Algunas públicas y otras priva-das. Lo que mejor recepción ha tenido, ha sido sin duda organizaciones enfocadas al arte y ecología. Tenemos mucho apoyo de medios de

comunicación. Seguimos la estrategia de que para darle mucha difusión a nuestro proyecto y a la asociación, ofrecer a periódicos y blogs nuestro contenido de manera gratuita a cam-bio de difusión y un espacio. Vamos a tener publicaciones en Francia, India, Argentina y varios países de América Latina. Estamos trabajando para tener publicaciones también en medios de comunicación aquí en México».

Art Track y Eco Track:«Son divisiones en nuestro sitio web el cual tendrá una función de blog. Habrá posts que se estarán actualizando semanalmente. En ‘Art Track’ va a haber contenido relacionado

con el arte. Videos y fotografías de artistas de las dife-rentes ciu-

dades que vamos a estar descubriendo, junto con reportajes y entrevistas tocando los temas de ecología y responsabilidad social. ‘Eco Track’ está enfocado a buscar nuevas ini-ciativas. Por ejemplo, nos encontramos aquí en Monterrey con una nueva compañía de jóvenes de 27 a 28 años llamada ‘Yo Reciclo’ que se dedica precisamente a hacerse cliente de empresas. Les hace campañas gratuitas para que separen la basura y ellos se encargan de ir por ella y luego la venden a empresas que se dediquen al reciclaje, ya todo separado y or-ganizado. Ese tipo de iniciativas nos interesa dar a conocer».

Sin duda proyectos como este resultan muy interesantes y atractivos. Pero ¿cómo lograr que a una empresa le importe invertir y patro-cinar este tipo de iniciativas viniendo de dos recién egresados? ¿Con qué dificultades se ha encontrado AYS?:

«Te cierran muchas puertas y de repente te desaniman. Si ahorita hay organizaciones in-teresadas en apoyarnos, pues son algunas tres o cuatro, pero estamos hablando de 25 que vi-sitamos. De 25 puertas que tocas unas cuatro te dicen que tal vez, y son las que tienes que empezar a trabajar: Hay que dedicarle mucho tiempo, invertirle dinero. Hay decisiones que te cuesta trabajo tomar, pero es una inversión, no un gasto».

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La entrevista - Ecología, Arte y Cultura: todo en una misma mochila

Podríamos pensar que un egresado de la ca-rrera en Relaciones Internacionales por el Tecnológico de Monterrey, podría tener un campo más amplio de apoyo para la realiza-ción de este tipo de proyectos en comparación a estudiantes de universidades públicas, sin embargo Daniel tiene una opinión distinta:

«No creo que haya sido un factor importante. Pocas veces viene el caso que yo soy del Tec, de hecho mi compañero es de una escuela fran-cesa. Más que todo, nos presentamos como una asociación binacional. De lo que si ha-blamos, es que esto es un proyecto que nace en la EGADE (Escuela de Graduados en Ad-ministración y Dirección de E m p r e s a s) . Antoine es-taba aquí de intercambio y llevaba la clase de emprendedor de empresas; creamos esta asociación con ella y fui a ex-ponerla aunque no estudié ahí. Decimos que nació en la EGADE como trabajo pero para darle el aspecto de que esto surgió con un plan serio y con asesoría. De cualquier institución se podría llegar a hacer este proyecto. Hay más crédito de lo que haces, cómo te organizas e insistes, al que tiene la escuela. Los puntos que han llamado la atención a las organiza-ciones o asociaciones que nos están apoyando son: la cuestión de ser una asociación hecha de jóvenes, los temas de ecología y que no es lucrativa».

Daniel cuenta con 24 años mientras que An-toine tiene 23. Una edad corta para tener la visión de un proyecto de talla internacional. Sin embargo, esto es relativo si se pretende obrar con el ejemplo:

«AYS? Es hecho por jóvenes y para jóve-nes. Les decimos siempre a los posibles aso-ciados que esto va a un público de 15 a 30 años. Como buscamos mucho la innovación e ideas frescas, nos estamos enfocando en estas edades que son las que están más abiertas al cambio. Normalmente la gente mayor tiende a serlo menos, por eso creo que hay que orien-tarlo hacia nuevas generaciones».

No en mucho tiempo comenzaremos a tener noticias de AYS?, por lo que estos dos socios

tienen una línea contemplada para darse a co-nocer por diversos medios:

«La página pronto va a habilitarse. Sin em-bargo, el uso de periódico que vamos a estar teniendo será a partir de abril. Vamos a abrir un grupo de Facebook, una cuenta de Twitter y un blog aparte a través de los cuales se va a poder darle seguimiento. Además de medios de comunicación en Francia, India, Argenti-na y algunos en México».

Por último, el fundador de AYS?, hizo énfasis en lo que defiende su asociación:

«A pesar de que buscamos provocar acciones para la ecología, el fin de AYS? es que los jó-

venes se animen a realizar este tipo de proyectos. Mo-tivar más raza y ojalá en cinco años esta asociación sea

de muchos más miembros que estemos reali-zando este tipo de iniciativas».

No hay duda que teniendo una visión cla-ra de cómo desarrollarnos profesionalmen-te a la par de realizar un proyecto personal, ideas como estas pueden llegar a cristalizarse. Pero, ¿realmente cuánto esfuerzo y sacrificio estamos dispuestos a invertir? ¿Qué tan com-prometidos estamos con nuestra sociedad y buscamos a la vez el cambio real en ella? Tal vez esto es algo que en algún momento de nuestras vidas tengamos que cuestionarnos si realmente queremos ser verdaderos actores; piezas clave dentro de este nuevo movimiento de jóvenes en la búsqueda de soluciones reales para mejorar y cambiar el lugar que todos ha-bitamos.

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Caminó impacientemente hacia el bur-del, y al encontrarla, le dio el regalo, envuelto en un paño. Era una parte de su oreja izquierda, que acababa de cercenar momentos antes: la depresión, nos hace hacer cosas inverosímiles

Para el tema de éste número, me fue necesario recurrir a diversas fuentes de información – libros, apuntes, revistas y algunos otros me-

dios– para escribir mí artículo. Con el mayor respeto para mis compañeros de las diferentes áreas de acen-tuación redactaré mi opinión y espero que aporten algo al tema.

Comenzaré por confesarles que el tema de las en-fermedades de la mente me resulta algo extraordi-nariamente complejo, así como la distinción entre lo sano y lo enfermo; lo normal y lo anormal.

Si le echamos un vistazo a las estadísticas, encon-tramos que las enfermedades mentales afectan al 10 por ciento de la población en México, destacándose la depresión y la ansiedad.

Lo anterior nos lleva a la necesidad de ser muy cuidadosos y pertinentes durante el análisis y tra-tamiento de dichas patologías. Muchos problemas emocionales de los adultos tienen su raíz en las difi-cultades que padecieron en la infancia, y se mostraron por primera vez como fallas en el procesamiento de la información.

Una época como la que estamos viviendo genera una situación de anomia, es decir, sin respeto a las normas, reglas, leyes, y nos somete a un estado de «sál-vese quien pueda», dejándonos a merced de los psicó-patas: criminales sin escrúpulos, que socialmente se ostentan como «triunfadores o exitosos», hombres de empresa, políticos, o sabrá Dios de qué cosa anden disfrazados.

Mucho se ha dicho acerca de las psicopatologías a lo largo de la historia. Si nos remontamos a la fuente más antigua en el Apocalipsis (8:3-6 y 9:11), el Ángel Exterminador, anuncia la llegada de un espíritu del abismo, Abbadon, que castigará a los idólatras con

graves suplicios. Tal vez ésta sea la razón de que hasta el siglo XVIII

se creyó que el crimen psicopático era obra del diablo o demonio. Con la llegada de la Ilustración –se co-menzó a desatanizar las enfermedades mentales– la mentalidad sobre el asunto cambió radicalmente y el método científico se hizo cargo del tema.

Hemos mencionado ya que entre las enfermedades mentales más destacadas se encuentra la depresión, patología que fue experimentada por Vincent van Gogh, quién tras un arrastre de euforia aunado a su reciente pleito con su querido amigo Gauguin, cayó irremediablemente en este cuadro.

Recordó aquellas pláticas, tan agradables e íntimas con Rachel –una mujer de la vida galante– y sintió una necesidad impulsiva de obsequiarle a ella algo personal. Se miró al espejo y supo claramente qué era lo que le iba a dar. Caminó impacientemente hacia el burdel, y al encon-trarla, le dio el regalo, envuelto en un paño. Era una parte de su oreja izquierda, que acababa de cercenar momentos antes. La reacción de ella fue instantánea: se desmayó.

Al leer la narración novelada anterior, es muy fá-cil concluir que Van Gogh estaba loco. El diagnóstico médico sobre él, es semejante al de cualquier paciente con claras enfermedades o trastornos mentales. Sin embargo, si observamos cualquiera de sus cuadros, como la conocida Noche Estrellada (1889) nos que-damos anonadados con ese delicioso matiz de colores, al igual que con los contornos de sus trazos que le dan vida a esa magnífica postal, y comprendemos que la inteligencia creativa a veces está ligada con la depre-sión.

Hoy en día nuestras sociedades se forjan en me-dio de una lista interminable de psicopatías que lle-gan a todos bajo distintos grados y formas: tenemos anoréxicos y bulímicos en medio de poblaciones com-pletas con problemas de sobrepeso; nuestra relación personal con la comida, los consumos, la familia y nosotros mismos estamos plagados de patologías, que confirman aquello que los hindúes planteaban 10 mil años antes del nacimiento de Cristo:

"Es más difícil controlar la mente que el viento"

Nikhilananda, Swami (1944). Bhagavad-gītā

You got a mental diseasePor Elizabeth Chapa | [email protected]

Presente

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Discurso viajeroPor Claudia Bernal

"En alguna parte hay un lugar vacío y ese vacío se llenara de mí, y yo me asentare en ese hueco que insensiblemente rebosara de mi  y mi vacío se llenara de si. Caminamos y el mundo se abre a nuestro paso."

Octavio Paz

La formación del Psi

En nuestra estancia durante la Univer-sidad Nacional de Mar del Plata en la provincia de Buenos Aires –República

de Argentina– como alumnos de Maestría en Clínica Psicoanalítica, nos enteramos que ha-bría, a principios del mes de diciembre, –los días 3, 4 y 5– el IV Congreso Marplatense de Psicología. Así que decidimos participar como asistentes, y a la vez enviar algún conte-nido que pudiera integrarse en alguna de las convocatorias del evento.

Nuestro interés era poder aportar algo acerca de nuestra formación en ese país, por lo que decidimos presentar México-Argentina,

La Constitución del Analista y Nuevas Estruc-turas Familiares (trabajo indivi-dual) por parte de Omar Mén-dez Castillo. Al ingresar nuestro material, había un gran interés por recibir co-laboraciones de extranjeros.

Inició el even-to a cargo de la PostDra. Marta Gerez Amber-tín, la Dra. Né-lida Cervone y el Dr. Héctor Ló-

pez –coordinados por Mercedes Minnicelli– en el Aula Magna de la Facultad de Huma-nidades; varias aulas de distintas facultades vecinas fueron las sedes del evento.

El viernes 4 de diciembre fue expuesto Nuevas Estructuras Familiares con una re-cepción que fue del agrado del ponente y del mío –en la posición de escucha y asistente–. La gente que asistió estuvo muy interesada en la familia mexicana comparación con su modelo y con lo que han conocido de nuestro Nación. Se abrió el espacio de preguntas y el intercambio se dio de manera fluida.

El sábado 5 fue expuesto México-Argenti-na, La Constitución del Analista y nos encon-tramos con dificultades: la inaccesibilidad del aula y la temática; ya que nuestro argumento no tenía, ni relación cercana con los temas ahí expuestos (que remitían a la investigación en psicología).

La presentación se dio con un punto de en-cuentro en las perspectivas: la preocupación por la formación del alumno y graduado psi y el deseo de formar, no al vapor, sino con una base metodológica, teórica y clínica, a la gente que egrese y está inmersa en la sociedad, sea cual sea la lengua o la Nación en el que se esté trabajando.

De la participación obtuvimos un encuen-tro en el que escuchamos su clínica, sus ca-rencias, sus dificultades, el papel del psicólogo y psicoanalista en esta población; contactos, una recepción, un encuentro con la necesidad de la buena formación, un interés por la ma-nera en que estamos trabajando en nuestro México, y además… por nuestra subjetividad.

Si prestamos atención a los ecos y sonidos que de ella emanan –tecnología Facebook– veremos que puede entrelazar nuestras vidas extensamente, como una forma de conectarnos los unos con los otros…

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El derecho de todo sujeto a decidir sobre su cuerpo, su propia concepción de su persona, su proyecto de vida, su forma

de pensar, como una construcción de su rea-lidad, con el derecho de ser quien modele su vida como lo desee –como desde ella o él lo considere– el derecho que tenemos a mante-ner la dignidad humana en todos en nosotros: nos dignifica.

La dignidad no es exclusiva de un tipo de unión amorosa, tampoco está en algún lugar, un sinónimo de la humani-dad, jamás es arrebatada, jamás es quitada: es nuestro nervio central de la sociabili-dad.

Como quien evade una realidad o pretende no ver, así se oculta de los demás. Se nie-ga; se niega que todos tenga-mos subjetividad, se pretende comprar e intercambiar por otra concepción de la digni-dad: «Vivir dignamente», por supuesto.

Pero el no vivir dignamente no te elimina la ella: sólo nos es negada. Se puede pensar con facilidad que no vivir con dignidad es una disposición meramente propia, en donde se difunde que el único responsable es el indivi-duo. Sin tomar en cuenta que toda decisión obedece a un entramado sociosubjetivo de

realidades a alcanzar –como también de las facilidades para alcanzarlas–; realidades pro-puestas correctas, deseadas, normales y de éxi-to: el éxito también se vende. Y hay bastantes decisiones sin crítica.

Quien tiene dignidad sobre su proceder es aquél quién reconoce el poder que es hacerse plausible de estar, y el aceptar este poder con-lleva a una corresponsabilidad, ya que recono-cernos dignos de nuestra vida es reconocerla en los demás; donde la dignidad se defiende

a sí misma y señala donde es violentada: es un proceso completo…lo otro podrá ser arrogancia, orgullo.

El diálogo formativo de nosotros está aquí –diálogo callado– en donde se reco-noce que nosotros no somos perros, que no solamente obedecemos a nuestra biolo-gía. Lo que hace una mara-villa al ser humano es su ca-pacidad de razón, de pasión,

de crítica, de creación, de analizar, de tener fundamentos que trascienden lo biológico en su proceder diario: y es que somos…quienes nos distinguimos maravillosos. Sin olvidar que debemos admitir todos nuestros sesgos: a solas, y mejor en compañía.

Ante posturas de un lado, de otro, y de to-dos, los argumentos mantienen una solidez

Notas para no olvidar

Cuando los humanos deben comportarse como perrosPor Baruch Martínez | [email protected]

El diálogo formativo de nosotros está aquí mismo -diálogo callado- en donde se reconoce que no somos perros, que no solamente obedecemos a nuestra biología.

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Notas para No olvidar - Cuando los humanos deben de comportarse como perros

es buena la comida, otras mala, otras memo-rable y otras totalmente olvidables, pero siem-pre intentamos que nos nutra o que sacie una necesidad, de la misma manera que lo hace el séptimo arte.

A continuación enumerare las secciones del programa con una pequeña descripción:

Disco por emisión: Cada emisión de Cinefa-gia presenta un disco de bandas nuevas o ban-das y artistas con una larga carrera intentando mostrar las nuevas tendencias de la música con sentido.

Trailers que hay que ver: Recomendaciones de películas próximas a estrenarse.

Noticias del Séptimo Arte: Las noticias mas significativas del cine intentando dejar fuera, los espectáculos y notas amarillistas.

Crítica de Cartelera: Crítica y juicio de al-guna película que tenga proyección actual en la ciudad de Monterrey, N.L., México

Cinefagia. Donde se consume cine.Conducido por: Jorge Esquer LanderosMartes y Jueves 3:00pm a 4:00pmEmail: [email protected]: "Cinefagia"Twitter: @cinefagiaonlineTeléfono en cabina: 81 03 91 38

El programa de radio de la Universidad Autó-noma de Nuevo León; “Cinefagia” es una pro-puesta radiofónica que lleva 1 año 6 meses al aire e intenta proponer una nueva manera de ver el cine, sin prejuicios y con una mentalidad mas analítica, esto conociendo que el cine su función principal es el entretenimiento, pero no es ni su única función, ni su única consecuencia.

El slogan del programa es “Cinefagia, donde se consume cine”, asemejando el hecho de ver una película con el de comer como propósito, ya que de la misma manera al comer, alguna veces

por sí mismos, jamás habrá una verdad abso-luta, como jamás habrá una única concepción del hombre. Aquí la moral y la ética juegan papeles que podrían ser por un lado de una «habitación con cuatro paredes» y por el otro lado el de un «nuevo plan arquitectónico» que reconfigure el «hábitat» para darle más lados; tal vez hasta convertirlo en un espacio com-pletamente abierto: abierto en el sentido de no tener que interponer muros que detengan la vida digna.

El Estado, la Iglesia, los «intelectuales» y los medios masivos de comunicación, hacen trizas el diálogo por defender la verdad en sus discursos. En un lado portamos los derechos humanos y en el otro…nuestra necedad.

Y quienes deben tener opinión (lo público de la opinión), quienes pueden mantener ma-yor lucidez, mayor dignidad verbalizada…es-tán probablemente, leyendo esto.

En deuda con miles de palabras.

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Sui Generis nos presta un espacio, que de alguna u otra manera se ha llenado con interesados en el arte de la escritu-

ra. Es ahora que le prestamos el espacio a Pa-blo Neruda quién con su poesía irradiará las hojas de nuestra revista e iluminará los ojos de nuestros lectores.

La breve biografía

Neruda fue un poeta chileno galardonado con el premio Nobel de literatura. Se da a conocer por allá de los años 20s con sus contribuciones a la revista «Selva austral». Es en 1923 cuando recopila sus poemas para el primer libro lla-mado «Crepusculario» y tendría que pasar un año para que vieran la luz los «20 poemas de amor y una canción desesperada» una de sus mejores obras, leída a nivel mundial. Su po-sición antifranquista le cuesta su cargo diplo-mático, y poco después emprende un camino político. Funda la Alianza de Intelectuales de Chile para Defensa de la Cultura. Fue sena-dor e ingresó en el Partido Comunista siendo activista contra el gobierno de González Vi-dela. Escondido en su propio país se muda a Europa, en donde vive gran parte de su vida.

Poema 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.Escribir por ejemplo: «la noche esta estrellada,

y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.

La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdi-

do.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué me importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mis-mos árboles.

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

ThélèmePor Osvel Eduardo Becerra Martínez

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Thélème

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Por que en noches como esta, la tuve entre mis brazos,

mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aun que este sea el último dolor que ella me causa,

y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

Poema 15

Me gustas cuando callas porque estás como au-sente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.

Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma emerges de las cosas, llena del alma mía.

Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante. Y estas como quejándote, mariposa en arrullo.Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:

déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio claro como una lámpara, simple como un

anillo.Eres como la noche, callada y constelada.

Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas por que estás como ausente.

Distante y dolorosa como si hubieras muerto.Una palabra entonces, una sonrisa bastan.Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Alicia en el País de las

Des-maravillas (cont.)... claro con el extra aparte de la aparición de uno de los actores más versátiles y exitosos del momento (si no que el más) como lo es Johnny Deep caracteri-

zando al “Sombrerero Loco” sin duda en plus (y una muestra más del “amor” y confianza de Burton para con Deep para ser siempre su pri-

mera opción para rodar alguna película como lo fueron “Edward Scissorhands”, “Charlie y la fábrica de chocolate”o “Sweeney Todd: The Demon Barber

of Fleet Street” ) que le agrega Burton a la película para demostrar su calidad como director y como

para decirnos: “esto no será como lo pensaron”, ¿a que me refiero con esto?, pues al parecer

Burton decidió hacer otra Alice s fuera de la que conocíamos (creo que quien fue a ver la película con la ilusión de verla igual al libro o mínimo a la versión de Disney

salió un poco des-ilusionado) y que Burton creó otra historia, una “más de adultos” que

para niños, marcó una diferencia de edades (empezando con la misma Alicia) entre la Alicia del cuento y la de ahora, una Alicia veinteañera (muy sexy si me lo permiten) que mata a monstruos, que casi se casa y que sabe manejar las situacio-nes que le acontecen (muy crecidita ¿no lo creen?).

Creo sin temor a equivocarme que esta película for-mara parte del repertorio de nuestra facultad y de la colección particular de muchas gentes de aquí en delan-te, se prestara para el análisis y para la reflexión, obvia-mente siendo esto lo menos esperado por sus creadores; pero ahí estará presente lista para nuestras interpreta-ciones y proyecciones, o lo que sea a menester.

Burton sin duda alguna nos lleva a un mundo más donde la fantasía hace de las suyas (y mas nos vale) y nos trae algo más que una típica niña rubia inglesa que cae a una madriguera casi sin fondo (y casi sin ton ni son) y su dinámica con personajes fantásticos, chistosos y ¿por qué no? hasta dignos de comparar con algún ami-go (o maestro de alguna facultad de psicología) que nos mueven cosas, nos despiertan cosas y nos invitan a seguir estudiando nuestra cultura, a través de los elementos que de esta misma emanan, como la “locura” de un tal Lewis Carroll que en su momento utilizó su cuento para denunciar cosas de su contexto cultural, como sin duda ahora Tim Burton y su “Alice s” nos denuncian como di-rían por ahí “sin querer queriendo” y que nos invitan a perdernos en nuestro propio país de las des-maravillas.Gracias.

1 Citado por Josef Rattner en “Psicología y Psicopatología de la Vida Amorosa”,

Siglo Veintiuno Editores, 2009, México D.F.

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VasarLibro: Misery (1983)Autor: Stephen KingEs una novela de suspenso protagonizada por Paul Sheldon, un escritor que decide poner fin a su serie de libros sobre Misery, su best-seller, para embarcarse en un nuevo género literario. Su más reciente libro esta termi-nado y Sheldon emprende un viaje en medio de una nevada que lo toma por sorpresa. La tormenta empeora y el escritor queda atrapado, cuando su carro sale del camino quedando sepultado por la nieve. No había nadie que lo pudiera encontrar excepto Annie Wilke…y quizás no ser encontrado habría sido lo mejor.

Película: Lovesick Director: Marshall BrickmanActores: Dudley Moore y Elizabeth McGovernLovesick es una película protagonizada por Dudley Moore y Elizabeth McGovern. Chloe Allen es una mujer hermosa que acude a análisis por un problema que le está afectando, su psiquiatra no puede manejar los asuntos transferenciales del análisis y la refiere a su colega Saul Benjamin el cual se ofrece a tratarla. Advertido por su colega sobre la inminente belleza de la paciente, Saul Benjamin decide tomar el caso, y el caso termina por tomarlo a él. Una historia en la que Sigmund Freud, Saul Benjamin y Chloe Allen se ven inmersos en el amor y la transferencia, en la ética y la pasión, y que da cuenta de cómo de amor… también se enferma.

Disco: Metro Station (2007) Artista: Metro StationDiscográfica: Columbia/Red InkEs una banda de dance rock, su disco debut contiene diez canciones que han salido al aire en la radio regiomontana, algunas de ellas: Shake it y Seventeen forever. Un disco agradable para pasar un día «en sincronía con la buena onda».

Notas para ver un mundo mejor

1. A mi coche cada vez le cabe más gasolina (antes llenaba el tanque con $300 y ahora lo lleno con $400)2. Ya no hay narcotráfico, la nueva mafia es de gorditos muy malos: peores que los narcos (Ya no hay gue-

rra contra el narcotráfico, ahora es contra los gorditos…los comerciales lo dicen).3. En fotos del gobernador no se debe escatimar ($408 mil pesos por 90 fotos del gobernador…en reali-

dad se lo merece).4. Para mejorar mi crisis financiera, puedo registrar a mi nombre una marca extranjera si no se patentó

en México a los próximos 6 meses de su fundación.

Por Orlando Ramos

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