revista suigeneris #16

40
Diciembre 2011 - Enero 2012, Año 4 Número 16 www.SuigenerisFapsi.com Publicación Gratuita 24 30 33 37 Maktub Miscelánea En construcción PsicoanalizARTE 2 7 11 16 Editoriales Dil intro de la FaPsi La entrevista Tema Central Revista oficial de la uanl a través de la Facultad de Psicología Fotografía: Christian Rodríguez (Montevideo, Uruguay)

Upload: revista-sui-generis-uanl

Post on 22-Jul-2016

228 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: Revista SuiGeneris #16

Diciembre 2011 - Enero 2012, Año 4 Número 16 www.SuigenerisFapsi.com

Publicación Gratuita

24

30

33

37

MaktubMiscelánea

En construcciónPsicoanalizARTE

2

7

11

16

EditorialesDil intro de la FaPsiLa entrevistaTema Central

Revista oficial de la uanl a través de la Facultad de Psicología

Fotografía: Christian Rodríguez (Montevideo, Uruguay)

Page 2: Revista SuiGeneris #16

Una publicación de la Universidad Autónoma de Nuevo LeónDr. Jesús Ancer RodríguezRector

Ing. Rogelio G. Garza RiveraSecretario General

Dr. Ubaldo Ortiz MéndezSecretario Académico

Lic. Rogelio Villarreal ElizondoSecretario de Extensión y Cultura

Dr. Celso José Garza AcuñaDirector de Publicaciones

Mtro. José Armando PeñaDirector de la Facultad de Psicología

Mtra. Magaly CardenasSubdirectora Académica

Mtra. María Eugenia GónzalesSubdirectora Administrativa

Dra. Blanca Idalia MontoyaSubdirectora de Proyectos Educativos

Mtro. Arnoldo Téllez LópezSubdirector de Posgrado

Dr. Manuel Guadalupe MuñizSubdirector de Investigación

Omar Méndez CastilloEditor responsable

Oscar Barrera RubioIris Reyes Escobedo Comité editorial

Monserrat ReyesLuis CoronadoRedacción

Ramiro Ruiz CastilloDiseño

Luis Ángel Pérez VelazcoDiseño web

Lista de colaboradores en:www.suigenerisFaPsi.com

SUIGENERIS SUI GENERIS, Año 3, No. 15, Octubre-Noviembre 2011. Fecha de publicación 21 de Noviembre del 2011. Revista Bimestral, editada y pu-blicada por la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Psicología. Domicilio de la publicación: Dr. Carlos Canseco y Mutualismo No. 110. Colonia Mitras Centro, Monterrey, Nuevo León, México, C.P.64460. Teléfono: +52 8183 33 7859 ext. 510. Fax. +52 81 83337859 Impresa por: EDIREY, Narciso Mendoza 4024, Col. Niño Artillero, Monterrey, Nuevo León, México. Fecha de terminación de impresión: 18 de Noviembre, Tiraje: 1000 ejempla-res. Distribuido por: Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Psicología, Carlos Canseco y Mutualismo No. 110. Colonia Mitras Centro, Monterrey, Nuevo León, México, C.P.64460.Número de reserva de derechos al uso exclusivo del título SUIGENERIS SUI GENERIS otorgada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor 04-2010-030514053000-102 de fecha 5 de Marzo 2010. Número de certificado de licitud de título y contenido 14927 de fecha 25 de Agosto de 2010, concedido ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. ISSN en trámite. Registro de marca ante el instituto Mexicano de la Propiedad industrial II83057.Las opiniones y contenidos expresados son responsabilidad exclusiva de los autores.Prohibida su reproducción total o parcial, en cualquier forma o medio, del contenido editorial de este número.

Impreso en MéxicoTodos los derechos reservados

© Copyright [email protected]

Terapia EMDRSomos un equipo de profesionales que nos dedicamos a aliviar el dolor del sufrimiento humano, provocado por el trauma psicológi-co. A través de la terapia EMDR que reproce-sa “SANA”, los síntomas molestos, EFICAZ y EFICIENTEMENTE. Siendo también, un Cen-tro de Entrenamiento para Profesionales de la Salud Mental.

La terapia EMDR sirve para:• Reprocesar traumas• Baja autoestima• Duelo, Depresión• Problemas de pareja y sexuales• Angustia, ansiedad• Trastornos de alimentación• Estrés excesivo• Dolor físico excesivo• Problemas de actitud y bajo

desempeño escolar y laboral

José L. Garza #2815 Col. Chepevera Monterrey, N.L. Tel. 8348 6885 www.centromexicanodepsicotraumatologia.com

Tratamos traumas provocados por la inseguridad actual

Page 3: Revista SuiGeneris #16

1

Carta del editorLos extranjeros somos locos Por Omar Méndez | Twitter:@OmarMCa

En algunas ciudades/países los inmi-grantes representamos un entrelaza-miento de las sociedades, y una clara

muestra de la ambigua realidad ciudadana. En nuestro caso, como Mexicanos vivimos una situación polarizada: por un lado tene-mos paisanos que emigran en búsqueda del sueño americano, dejando pueblos enteros sin la presencia masculina, mujeres que se van para trabajar “en negro” mal pagadas y por otro lado somos uno de los países que más ca-bida dan a refugiados, los que a la postre, son dueños o dirigen muchos de los monopolios económicos del país y recibimos un gran nú-mero de guapas, esbeltas y exuberantes pre-sentadores y actrices.

¿Desde dónde se ve al inmigrante? ¿Quién ve al inmigrante? ¿Cómo nos percibimos los inmigran-tes? ¿En qué momento pasa el inmigrante de ser un estorbo a un medio de producción?

“Y si supieran las cosas que pudo ver, que no se parece a nada a los sueños de su niñez,la negrita no comprende de donde fue que salió el cuento ese que en otro lugar vives mejor”

-La negrita / Café Tacuba

Cualquiera que sea la respuesta, sin duda alguna los inmigrantes somos un relieve fun-damental en la culturización, es imposible imaginar las mezclas [exóticas y coquetas] que se han creado dada la convivencia diaria y cotidiana: una estación de metro convertida en una torre de babel, equipos norteamerica-nos de baloncesto profesional portando nom-bres en español, palabras con raíces anglo-sajonas utilizadas a diario en países de habla hispana, etc. En algún momento del enlace, los inmigrantes participamos como sujetos iguales o parecidos a los nativos, consumimos, aportamos, dialogamos e interactuamos, sin embargo en muchos de los casos, nos acos-tumbramos a vivir fuera de la ley, mantener un horario diferente, poblar zonas vírgenes o neutrales y excluirnos del orden social común, ya que aunque mantengamos nuestros ritos, tradiciones y costumbres, adquirimos mu-chas otras, para así amalgamarnos y formar parte de la veracidad, exclusión e inclusión social. Los inmigrantes somos discriminados y discriminamos a la vez ¿Qué lógica se man-tiene en esta relación?

En el presente número les ofrecemos tex-tos e imágenes que pongan en entredicho las posibilidades de la (in)migración, sus percep-ciones y las vivencias que surgen como ex-periencia de un fenómeno para nada ajeno y muy incierto; parecen urgentes las reformas migratorias de muchos países, un mejor trato humano, acercarnos a las consecuencias eco-nómicas que la migración implica y muchos tópicos poco populares, sin embargo, cada quien vive su migración como puede, yo soy un extranjero loco…

¿Y usted cómo vive la migración?

Page 4: Revista SuiGeneris #16

2

Tenemos a Francisco, personaje ficticio en esta historia de realidades, que vive cómodamente en una exclusiva área de

San Pedro Garza García (el municipio más rico de México), donde todo es éxito y seguri-dad. Francisco cuenta con un empleo bien re-munerado en una multinacional, sin embargo, debido a la crisis económica y algunos sucesos «fuera de lo común» en nuestro estado, los in-versionistas han decidido retirarse, en pos de aguas más tranquilas. Así nuestro Francisco pierde su empleo, como le ha pasado a muchos miles de mexicanos.

Está preocupado; cuenta con un fondo de ahorros bueno, pero limitado, que se volverá insuficiente si continua viviendo en una casa llena de lujos y servicios, debe pensar en la subsistencia de su familia (casado y con dos hijos) y en buscar un nuevo empleo, algo di-fícil si tomamos en cuenta las condiciones ac-tuales del país.

El inmueble, que por años fue llamado «ho-gar», es puesto en renta y Francisco se muda a una pequeña casa de una sola planta, locali-zada en el municipio de Escobedo. Su nueva colonia no denota pobreza, (la calle siempre está llena de gente asando carne en la banque-ta y todos los fines de semana sus vecinos tie-nen música a un volumen muy alto), pero es insegura, suelen pelearse y los robos son algo común.

Ahora, el hecho de vivir en una colonia de clase media-baja no es malo, pero es distinto.

Francisco vende su automóvil y la camio-neta de su esposa, adquiere un pequeño auto usado y empieza a vivir la experiencia de mo-

verse en el transporte colectivo. Sus hijos, que han sido inscritos en la escuela primaria más cercana, no están felices con sus nuevos com-pañeros, ajenos a todo con lo que ellos siempre crecieron.

La migración se define por los movimien-tos que supongan para el sujeto un cambio de entorno político-administrativo, social y/o cultural relativamente duradero; o, de otro modo, cualquier cambio permanente de resi-dencia que implique la interrupción de activi-dades en un lugar y su reorganización en otro (Blanco, 2000).

No es necesario un extenso tratado de po-lítica internacional para definir a Francisco como un migrante en su propio estado, él debe

EditorialesFrancisco el migrante Por Luis Orlando Coronado Alonso | [email protected]

«A veces, para poder entender la migración hay que volvernos reduccionistas y colocar en el plano de nuestra realidad cotidiana, algo que vemos pasar como espectadores; frente al tele-visor con Obama hablando de reformas migratorias y partidos de ultra derecha obstinados en conservar la pureza del “American way of life”»

Page 5: Revista SuiGeneris #16

3

adaptarse a un nuevo nivel socio-económico y cultural, otro trabajo y vecinos que tienen una perspectiva distinta de la vida.

Ahora, ¿qué diferencia tienen Francisco y un hombre que decide cruzar ilegalmente ha-cia los Estados Unidos?

Es un ejemplo a la inversa, donde Francisco pasó de un ambiente de seguridad social a uno de incertidumbre, el migrante, buscando una alternativa a la marginación (que se tiene se-gura), se lanza hacia la frontera norte (donde igual la incertidumbre está presente).

¿No tienen acaso ambos el mismo derecho a buscar el bienestar?

La cuestión del migrante en Estados Uni-dos está basado en la política. Existen organi-zaciones que exigen la regularización de todo ilegal en el país, para que así puedan acceder a servicios de salud, educación y seguridad social, pero el lado conservador, que se encar-ga de promulgar controvertidas leyes, con las que se puede detener a cualquier persona que esté bajo sospecha de ser un «inmigrante ile-gal» (Arizona, 2010).

El debate es, ¿qué tanto es el derecho de los ciudadanos estadounidenses para limitar la búsqueda de bienestar? No se duda que los mexicanos cruzan para encontrar las oportu-nidades que nunca tuvieron en su país, pero que también es un mercado en potencia para los criminales.

Lamentablemente para todos los ilegales, Estados Unidos tiene razón al limitar el in-greso a su país, sobre todo después del 11 de Septiembre, cuando la seguridad en su terri-torio se volvió una prioridad.

Aun así, la forma en la que se discute el tema migrante en el país vecino debe centrali-zarse, no tomar partido de los ultra derechis-tas o las organizaciones, sino hallar una justa reforma migratoria.

Nadie vería en Francisco a un criminal, de hecho, todos en nuestro país lo entende-ríamos, porque hemos tenido vecinos o fami-liares (incluso nosotros mismos) en la misma situación de emergencia, de apremiante deseo

por cambiar el futuro. Un ilegal busca lo mis-mo en la llamada «tierra de las oportunida-des» y así es como debemos entenderlo, de un ser humano a otro.

Referencias Rojas, B. (2011). Indeseados, vulnerables y en movimiento: Migración y detención hoy. Revista Sociedad y Equidad No. 2, 350-363.Promulgan ley antiinmigrantes en Arizona. (2010). Recuperado el 12 de enero 2012 de http://www.eluniversal.com.mx/notas/675252.html

NomadismoPor Pedro López

«Dicen por ahí que nadie es profeta en su tierra, quizá no, puesto que por naturaleza tendemos a ir a otras partes»

Los desplazamientos masivos en la Pre-historia son una característica impor-tante del ser humano y su desarrollo: el

nómada era una consecuencia de la búsqueda de alimento y climas generosos para la sobre-vivencia.

Gracias a estos desplazamientos nuestro continente se pobló, lo dice cualquier libro de historia y geografía. Se sabe que en aquellas épocas la edad era una condena, los movi-mientos en busca del bienestar no contempla-ban el acarreo de los ancianos, sus incapaci-dades los encadenaban en un sitio hasta su muerte. Lo anterior cambió con la práctica de la agricultura, pues hace del nómada un sedentario; aquí aparece algo que se puede considerar sociedad.

Actualmente seguimos siendo nómadas; si no es por consecuencia, es por condición, nómadas de nosotros mismos, incluso en el sentido de la búsqueda del bienestar física-

Editoriales: Francisco el migrante

Page 6: Revista SuiGeneris #16

4

mente hablando. Vivimos en una sociedad nómada-sedentaria compleja, en donde se exi-ge buscar, desplazarse dentro del mismo lugar, consumir; nuestra época tampoco considera a los ancianos como parte de su movimiento masivo interno: los aísla o los ignora, les pausa la vida hasta el stop total.

Hoy en día, el hombre posmoderno inven-tó una contemporánea forma de sedentarismo, se llama: Internet. Algunos de los que leen esto pasan, mínimo, dos horas diarias frente a un monitor con teclado; el face es nuestra forma de sedentarismo, el consumismo, lo que nos obliga ser nómadas citadinos que cul-tivamos inventos y cosechamos basura. Hoy no poblamos, sobre poblamos cualquier lugar.

Somos migrantes, por condición social o individual, y el asunto del nómada tiene vigen-cia, la búsqueda del bienestar, pulsión de vida si se quiere, nos hace emigrar. En el deporte por ejemplo, el futbolista sudamericano fabri-cado en Europa, el centroamericano beisbolis-ta nacido en E.U.A. La pregunta es: ¿Por qué unos emigran y otros no? Desafortunadamen-te, para el mexicano que emigra en busca del «sueño americano», el futuro no siempre es el del deportista, ya que es más probable que se

adapte a un estilo de vida marginado que para encargarse de alcanzar objetivos. Este des-plazamiento social, como en la Prehistoria, tie-ne como efecto una cultura demasiado mixta, con una identidad demasiado diversa, y con su respectivo lenguaje (algunos le llaman pocho).

Hace dos décadas, la tendencia a irse del país era más atractiva. Hoy gracias al sistema, princi-palmente de educación y de leyes que nos rigen, los que no cruzan el río son recluta-dos como policías, taxistas, obreros y demás, oficios des-de luego, muy dignos y res-petables. O bien, se resignan a perder la vida sirviendo a la delincuencia organizada. Todos somos migrantes en potencia, con aspiraciones de un placentero y poco activo sedentarismo. Ese es un obje-tivo de la tecnología: acortar distancias que impliquen el nomadismo; hoy es posible hacer el súper desde casa, y prácticamente, cualquier

cosa que se publique y por ende seduzca al su-jeto. Llega a nosotros por medio de las ventas por la red, ya no es necesario ser nómada para adquirirlo venciendo distancias por nuestro propio pie.

Dicen por ahí, que nadie es profeta en su tierra, quizá no, puesto que por naturaleza tendemos a ir a otras partes. Ahora bien, si admitimos que somos migrantes incesantes, podemos preguntarnos a dónde nos llevan las ideas como mexicanos, por cuales tenemos que ser nómadas y por cuales sedentarios; y las respuestas pueden ser miles, pero una per-manece de base: somos nómadas de la vida, y nuestro final es obviamente sedentario.

Imágenes:La evolución del hombre. (2011, mayo 7). Recuperado de http://www.rinconabstracto.com/2011/05/la-evolucion-del-hombre-en-diferentes.htmlDelso, C. (2011, mayo 29). Evolución humana. Recuperado de http://mecamiladelso.blogspot.com/2010/05/evolucion-humana.html

Editoriales: Nomadismo

Page 7: Revista SuiGeneris #16

5

Mujeres migrantesPor Christian Rodríguez

Son muchos los motivos por los que una persona opta por cambiar el lugar don-de nació, o simplemente donde reside,

por otro más o menos lejano. Problemas eco-nómicos, discriminaciones raciales, políticas, religiosas o sexuales, crisis familiares y una cierta escalada en la cualificación educativa son algunas de las razones que empujan a la gente a emigrar.

Madrid, una de las principales capitales eu-ropeas, es una ciudad tradicionalmente recep-tora de inmigración. En las décadas de los 50 y 60 del siglo XX, con las fronteras españolas cerradas al exterior por la dictadura franquista, fue uno de los lugares a donde llegaban, en bus-

“Dices ‘Iré a otra tierra, hacia otro mary una ciudad mejor con certeza hallaré.Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,y muere mi corazón lo mismo que mis pen-samientos en esta desolada languidez.Donde vuelvo mis ojos sólo veo las oscuras ruinas de mi vida y los muchos años que aquí pasé o destruí’.No hallarás otra tierra ni otra mar.La ciudad irá en ti siempre (...)”

(Konstantino Kavafis, “La ciudad”)

ca de trabajo, habitantes de otras provincias; en los últimos años del milenio, con el crecimiento económico del Viejo Mundo y un mayor desa-rrollo en todos los ámbitos, vio cómo se mez-claban, entre sus calles, razas, culturas y acen-tos de otros países. De todo el planeta.

Ya sea una emigración voluntaria o no, el discurso de quien abandona su nido habitual en pos de uno nuevo siempre es el mismo: “Bus-co una vida mejor”.

Pero la decisión adoptada ¿implica necesa-riamente ser más feliz?

A pesar de que el artículo 13 de la Declara-ción Universal de Derechos Humanos afirma que “toda persona tiene derecho a circular libre-mente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado” y también “a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”, la prác-tica demuestra que tanto los Estados como sus habitantes establecen restricciones de muy di-versos tipos.

Se señala de forma especial a una mujer que lleve un velo o que vista un sari; se teme a un chico marroquí que pasee por una calle cual-quiera; se mira con recelo a un grupo de ecua-torianos que se reúna en un parque a celebrar costumbres diferentes a las ‘normales’; se des-confía de una china que venda comestibles; se pide la documentación a unos nigerianos que salen de una estación de metro…

Editoriales: Mujeres migrantes

Page 8: Revista SuiGeneris #16

6

Los medios de comunicación hablan a menudo de racismo cuando realmente quie-ren apelar a la xenofobia, término de origen griego compuesto por xénos (“extranjero”) y phóbos (“miedo”), que, según la definición del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, significa “odio, repugnancia u hosti-lidad hacia los extranjeros”.

Esa hostilidad proviene del ‘miedo al otro’, algo que, en la mayoría de casos, está vincu-lado al desconocimiento de cultos ajenos y a la ignorancia sobre costumbres extranjeras. Cuando, además, la situación económica y so-cial de un país no es tan idílica ni tan propicia como en el momento en que comenzó el fenó-meno migratorio, todas las miradas de rencor y las explicaciones para lo negativo se dirigen a quien viene de fuera.

En medio de esa escena, las mujeres presen-tan un papel protagónico.

Ya sea como hijas de progenitores que llega-ron a España buscando un ingreso económico superior al de sus países de origen; ya como madres ansiosas por mejorar el estatus fami-liar -aun a costa de tener que ‘abandonar’ con otros familiares a sus vástagos en los países de origen-; ya como soñadoras que, engaña-das por gente cercana, acabaron ejerciendo la prostitución; ya como descendientes de aque-lla oleada migratoria de los años 60 que llevó a

la gente del campo a la ciudad; ya como cabe-za visible de la realidad homosexual –tabú, en muchos casos, en sus lugares de nacimiento-; ya como estudiantes adineradas con un post-grado como objetivo, todas ellas forman parte de un mosaico multicolor inserto en la actua-lidad de la capital española.

Aunque algunas han logrado integrarse en la sociedad de acogida, la mayoría de ellas de-finen sus estados de ánimo a partir de senti-mientos como el desarraigo, la nostalgia o la falta de empatía, motivados en muchos casos por la discriminación de que son objeto y que les impide demostrar su valía real.

Kavafis definió esa sensación de no perte-nencia al nuevo lugar como “la ciudad irá en ti siempre”, en alusión a la que se dejó atrás al marchar, pero en otro de sus más famosos poemas, “Itaca”, habló sobre los descubri-mientos y las enseñanzas del camino: “Aunque pobre la encuentres, no te engañara Itaca. / Rico en saber y en vida, como has vuelto / compren-des ya qué significan las Itacas”.

De algunas de esas mujeres, de sus expe-riencias tanto positivas como negativas y de los posos que les han dejado las sendas por las que han transitado, trata este trabajo…

Editoriales: Mujeres migrantes

Page 9: Revista SuiGeneris #16

7

Dil intro de la FaPsi1er. Focus Group de Jornada propedéutica: «Capacitación del talento humano»Por Redacción

En los pasados jueves 24 y viernes 25 de noviembre de 2011, se realizó el 1er. Fo-cus Group de Jornada propedéutica:

«Capacitación del talento humano», por parte del departamento de Práctica departamental de psicología social y laboral; en la cual se abordaron temas como: reclutamiento y selec-ción, capacitación de talentos y sus procesos.

Para desarrollar estos temas se contó con los ponentes: Mtro. José Andrés Peña Ayala y la Lic. Brenda Patricia Segovia.

También tuvimos la presencia de directi-vos de nuestra facultad: José Armando Peña Moreno, Blanca Idalia Montoya, Mayra Luna, José Andrés Peña y docentes del área social y laboral.

A los alumnos se les hizo entrega de evalua-ciones formativas a manera de evaluación de los objetivos planteados, que fueron:

• Comprender la importancia del C. T. H. (Capacitación del Talento Humano).

• Identificar el trayecto (paradigmas y mo-delos) del C. T. H. Con base al desarrollo de dos organizaciones mundiales.

• Incorporar a la unidad de aprendizaje del psicólogo de Matiz Organizacional y So-cial competencias metodológicas, técni-cas sociales e individuales.

Inicialmente se plantearon 70 asistentes

(supervisados de 5º semestre), sin embargo, al haber más interesados, como alumnos de 3º y 4º semestre que llevan la materia de psicología y cultura del trabajo, alumnos del área laboral del plan vigente e interesados en la trayectoria de laboral respectivamente; el evento se am-plió, resultando en una mayor audiencia du-rante ambos días.

¡En hora buena!

Page 10: Revista SuiGeneris #16

8

Visita de nuestro rector y entrega constanciasPor Monserrat Reyes Villarreal | Redacción

El pasado 24 de enero del presente año, se inauguró el segundo piso de posgra-do de la Fapsi, en presencia del rector

de la UANL, el Dr. Jesús Ancer Rodríguez, el Lic. Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador del estado de Nuevo León, así como nuestros maestros, directivos y prensa local.

En el mismo evento se aprovecho para otor-gar las constancias a los ganadores del Certa-men de ensayo académico 2011, que fueron:

Categoría A:

1° César Arnoldo Tovar Pecina 6to semestre / «Bullying Homofóbico»

2º Gloria Francisca Espinosa Torres 3er semestre / «El mobbing: ¿una pro-blemática reciente?, la conceptualización del mobbing y sus consecuencias!»

3º Andrea Muños Botello 3er semestre / «Liderazgo: la capacidad de transformar una visión en realidad»

Categoría B:

1° Derenise Juárez Mata 7mo semestre / «La homoparentalidad como la visión de una nueva familia»

2° Eric Joaquín Figueroa González 9no semestre / «Incongruencia y ló-gica de la ética psicoanalítica»

3° Selene Guadalupe De la Rosa Dueñez 9mo semestre / «Situaciones ac-tuales: sociedad en el marco de una guerra contra el narcotráfico»

<<Esperen los ensayos ganadores en el siguiente número de SuiGeneris y Tumblr>>

¡Muchas felicidades compañeros!

Dil intro de la FaPsi

Movilidad académica ‘Primavera 2012’Por Redacción

Como ya es costumbre les damos la bienvenida a los alumnos que nos vi-sitan durante este semestre en nues-

tra facultad:

Valeria Martínez Villarreal de la Bene-mérita Universidad Autónoma de Puebla (Méx)

María Antonieta Cruz Soto de la Univer-sidad Autónoma de Campeche (Méx)

Arlene Vázquez Olán de la Universidad Veracruzana (Méx)

Georgina Mireya Cruz Hernández de Universidad de Guadalajara (Méx)

Igualmente le deseamos muy buen viaje y es-tancia académica-cultural a nuestros compa-ñeros:

Sofía Noely Guerra Vargas se fue a la Universidad Complutense de Madrid (Es-paña)

Nirka Alejos Puga está en la Universidad Empresarial Siglo 21 (Córdoba, Argentina)

Mildred Itzel Martínez Rojas a Universi-dad de Buenos Aires (BA, Argentina)

Mariana García Hernández a la Univer-sidad del Valle (Cali, Colombia)

¡Muy buena suerte a todos!

Page 11: Revista SuiGeneris #16

9

Fotografías: Christian Rodríguez (Montevideo, Uruguay)

Page 12: Revista SuiGeneris #16

10

1

Fotografías: Christian Rodríguez (Montevideo, Uruguay)

Page 13: Revista SuiGeneris #16

11

Christian RodríguezFotógrafo Uruguayo, quien actualmente radi-cado en Madrid, elabora un proyecto sobre muje-res inmigrantes del cual nos comparte su material gráfico en este número de SuiGeneris.

¿Quién es Christian?Nací en Montevideo Uruguay, hace poco más

de 30 años, y los padres de mis abuelos vinieron de España. Emi-graron a América del Sur buscan-do un futuro mejor para los suyos. Llegaron con lo puesto y con una profunda melancolía por la tierra dejada atrás.Se integraron y mezclaron con la gente nativa, con otros inmigrantes. Producto de esa mezcla es la socie-dad de la que proveng o. Por eso cuando vine a España a realizar un master pensé encontrar la empatía que mis antepasados encontraron en Uruguay.

¿Qué motivó este proyecto?Decidí realizar este proyecto, para mostrar ese sentimiento del que to-dos los inmigrantes del mundo lle-

vamos a cuesta. La melancolía, esa añoranza por lo que se ha perdido. Esa forma de vivir que divide el co-razón en dos.

¿Por qué enfocar tu trabajo en inmi-grantes?

Son muchos los trabajos que se han realizado sobre la inmigración, de las difíciles condiciones que algunos colectivos deben atravesar para lle-gar al país de destino. Pero al mo-mento, poco o nunca se había habla-do de las miles de personas que viven en España, trabajando, estudiando e intentando integrarse en una socie-dad que en contadas ocasiones les extiende la mano.

¿Qué es lo que más ha llamado tu atención al entrelazar el tema con tu vida?

He aprendido que nunca la migra-ción es porque uno quiere sino son las circunstancias que lo llevan a ello. Estoy seguro que si le preguntas al 99% de los migrantes si tuvieran la oportunidad de vivir dignamente en sus países de origen, la respuesta serie que preferiría regresar. Claro esta que la razón económica no es el único motivo para migrar pero el discurso de quien parte casi siempre es el mismo “busco una vida mejor”.

¿Con qué ha sido necesario contar para poder realizar estas fotografías, qué de ti se ha impuesto?

En todos mis proyectos fotográficos

Las entrevistas

Entrevista a Christian RodríguezPor Equipo SuiGeneris

« “No hay periodismo posible al margen de la relación con los se-res humanos…” Kapuscinski »

Page 14: Revista SuiGeneris #16

12

La Entrevista: Christian Rodríguez

me interesa conocer a las personas, vivir como ellos para poder tener la mayor cantidad de elementos posi-bles para contar su historia.

Decía Kapuscinski1: “No hay periodismo posible al

margen de la relación con los seres humanos…”

Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Y convertirse, inmediatamente, des-de el primer momento, en parte de su destino. Es una cualidad que en psicología se denomina ‘empatía’. Mediante la empatía, se puede com-prender el carácter del propio inter-locutor y compartir de forma natural y sincera el destino y los problemas de los demás.

En ese sentido, el único modo co-rrecto de hacer nuestro trabajo es desaparecer, olvidarnos de nuestra existencia. Existimos solamente como individuos que existen para los demás, que comparten con ellos sus problemas e intentan resolverlos, o al menos describirlos.

Referencias:Kapuscinski, R. “Los cínicos no sirven para este oficio”, Editorial ANAGRAMA, Barcelona, 2003 Imágenes: facebook

¿Te consideras inmigrante? ¿Por qué?Migrante si me considero, por el simple hecho de desplazarse de una población a otra, hace mucho tiem-po me quería mover de Monterrey, tengo cierta ventaja, no es como lle-gar a un lugar totalmente nuevo, mi mama es del D.F. de cierta manera el acento, costumbres, pues no llegué a lo ciego.

A juzgar tu respuesta, ¿pareciese que todo migrante tiene una desventaja?

Pienso, la desventaja no es por sim-ple hecho de ser migrante, sino como eres recibido en el lugar al que vas, como te trata la gente con la que lle-gues, la percepción del lugar al que vas a ir.

¿Por qué al D.F.?En lo personal, es un punto muy im-portante, no sólo por ser la capital, sino más bien para las cosas que me gustaría hacer para futuro, hay más variedad de opciones de gente, es como un escaparate para poder emi-grar a otro país, es como prepararse para poder vivir en otra ciudad, en otro caos.

¿En verdad es necesario salir para po-der triunfar o es más mercadotecnia, globalización, etc?

Estamos en un país con algunas oportunidades, no es necesario para cumplirlo, eso es más un cliché, me acuerdo mucho de la película de “Big Fish”, del tamaño de la pecera es el pez, un pez grande, pecera más grande, desde hace mucho tiempo considero que Monterrey no es un

Christian AlanísPsicóloga, colaboradora en el periódico La Rocka, ex editora de revista Sui Generis, regia radicada en el D.F.

Entrevista a Christian AlanísPor Equipo SuiGeneris

« “…del tamaño de la pecera es el pez… ” Big Fish»

Page 15: Revista SuiGeneris #16

13

La Entrevista: Christian Alanís

lugar para quedarte para hacer cosas, sobre todo si son cosas comunes o tradicionales, tener a cierta edad, cierto tipo de profesión, haber cumplido ciertas metas, obligaciones, mandatos, tradiciones, etc.

¿Cuáles son las dificultades con las que te has topado en el D.F.?

Como hay mucha gente, hay muchos migran-tes del norte aquí, está muy cabrón la compe-tencia, hay muchas cosas que hacer, muchas empresas, agencias, pero es demasiado com-petido y no es muy bien remunerado, también se sienten invadidos, hay una nueva ola de in-vasión, mañana justamente cumplo un año aquí, a los pocos meses de haber llegado leí en twitter: “La Roma (colonia Roma) me caga porque está invadida tanto de perros como de regios” es una cuestión un poco despectiva, pero es una realidad, son las zonas buscadas por los que venimos llegando.

¿Viviendo en Monterrey, tenías ciertos crite-rios despectivos con personas de otros luga-res?

No, sabes por qué, lo tengo muy marcada esa onda desde mi casa, me tocó presenciar ciertas dificultades de mi mama viviendo en Monte-rrey, que no era bien aceptada, me tocó vivir esa crítica hacia otro que viene de fuera, otros gustos en la comida, mucho esa onda, como nosotros somos mayoría pues te chingas, eso nunca se me hizo chido replicarlo.

En mi trabajo somos dos norteñas, la gente del norte que estamos tan de moda por todo lo que ha pasado del narco y eso, contamos cosas de lo que pasado allá, escuchar un poco de estas historias han sensibilizado a la gente de mi trabajo, pero antes de esto había mucha incertidumbre, me preguntaban si realmente todo lo que ponen es cierto y así. Antes al lle-gar al D.F. tenía un chingo sin irme de fiesta, de salir a caminar, de escuchar un estruendo de saber que no te vas a morir, y ver una poli-cía y no asustarse, esa tranquilidad, se llegan a apreciar.

Imágenes: facebook

Page 16: Revista SuiGeneris #16

14

Page 17: Revista SuiGeneris #16

15

Fotografías: Christian Rodríguez (Montevideo, Uruguay)

Page 18: Revista SuiGeneris #16

16

«“…cuando los migrantes son capaces de ejercer sus derechos, son capaces de contribuir al desarrollo…”»

Temática central:

Inmigración: Escenarios y apuestasPor Rodrigo Cabrera del Valle

Page 19: Revista SuiGeneris #16

17

Fotografías: Christian Rodríguez (Montevideo, Uruguay)

Page 20: Revista SuiGeneris #16

18

Es un hecho que no reviste mayor análi-sis, que estamos viviendo en un mun-do particularmente diverso. Se puede

observar con mayor claridad que pese a las intenciones de grupos o incluso de Estados de homogeneizar y normalizar culturas, en muchos lugares, coexisten sabidurías, colores y tradiciones.

En el último tiempo, la inevitable globali-zación de la economía y el consecuente dis-tanciamiento monetario exacerbado entre los países y zonas más ricas, ha producido un crecimiento importante de grandes ciudades a nivel mundial lo que, producto de las migra-ciones, aumentan y enriquecen el paisaje cul-tural y étnico. Esto conlleva que el espacio global se loca-lice de manera segmentada y espacialmente segregada en la ciudad y que se agudicen las diferencias entre sectores, regiones y paí-ses, fruto de la destrucción de los tradiciona-les sectores de la producción, agricultura por ejemplo, y las nuevas formas de actividad, trabajos industriales y de servicio fundamen-talmente.

Los procesos migratorios entonces, apare-cen como una respuesta íntimamente relacio-nada al contexto global cultural, al desarrollo desigual de la economía y a la tecnificación y relativo fácil acceso a medios de transporte, pero también al giro de la construcción de su-jeto a nivel planetario.

En términos generales, el proceso migrato-rio estaría definido por una búsqueda de me-jores posibilidades en términos económicos, académicos, familiares, políticos y/o religiosos. Y esto se repite en distintas culturas y escena-

rios. En África y Asia hay países mayormente industrializados que convocan a personas a viajar para vivir en esas tierras. América, que hasta mediados del siglo XX era receptor de inmigrantes europeos principalmente, se ha transformado en tierra de emigrantes. Méxi-co y centro América están mirando hacia los Estados Unidos como su lugar de llegada y en Sudamérica, si la persona quiere moverse, pone la mirada en Europa como destino ideal. En los países americanos que están recibiendo extranjeros, Chile por ejemplo, se puede ob-servar que estas personas son habitantes de países limítrofes tales como Perú, Bolivia o Argentina, es decir, los inmigrantes en Sud-

américa son otros sudame-ricanos.

Lo que se vive en Euro-pa occidental básicamente , responde a una percepción que parece generali-zada de los na-turales, es decir, que hay una au-téntica invasión de inmigrantes. Sin embargo,

la migración depende del país y del momento histórico de cada nación pero además del per-fil del peregrino. Estos en general, tienden a ir a un lugar donde existen contactos y redes pre-viamente establecidas que pudieran, de algu-na manera, asegurar cierto nivel de éxito en la aventura de cambiar de país, a menos que sean situaciones de excepción catastrófica como gue-rras, hambrunas o persecución política. A este fenómeno se le denomina “cadenas migratorias” ya que son las redes relacionales las que fomen-tarían el arribo de personas de otros países a los lugares de destino y las que, hasta cierto punto, garantizarían el éxito de la empresa en términos de inserción a algún campo que cumpla con las expectativas de la persona.

Tema central

Page 21: Revista SuiGeneris #16

19

Ahora bien, este escenario genera conse-cuencias demográficas pero también ha in-corporado la irrupción de variables de corte cultural que son importante destacar y que se han convertido en gran medida en elementos conflictivos para la convivencia. Mucho se ha-bla de inmigrantes cuando, a decir verdad, ya han pasado un par de generaciones que, por ejemplo, han nacido en países europeos, por lo que pasarían a ser europeos de proceden-cia étnica no-europea. Pareciera ser entonces, que, siguiendo con el ejemplo, el problema no fuera la inmigración sino más bien la irrup-ción de la multiculturalidad. Una serie de medidas en países como Alemania, donde los hijos de padres extranjeros no tienen derecho a nacionalidad, lo que implica en lo práctico que centenares de miles de jóvenes turcos no conocen otro país que Alemania, donde nacie-ron, o en Francia donde no se tiene derecho a nacionalidad sino hasta los 18 años si tus pa-dres son extranjeros, generan un ambiente de hostilidad importante.

Sin embargo, como plantea Solé i Aubia, pese a los discursos alarmistas respecto a la inmigración, al realizar el análisis desde lo económico, elemento que más resentirían algunos sectores, la sociedad necesita de la inmigración para sostener el sistema social y productivo básicamente, consumen un sec-tor de mano de obra, aumentan los índices de natalidad y generan ganancias, de manera di-recta o indirecta al momento de alquilar una propiedad, generar negocios o simplemente, comprando productos diariamente. Estos úl-timas observaciones no quedan muy claras en el imaginario de la gente que tiende a verse perjudicada por el aprovechamiento de los servicios y políticas públicas de parte de los extranjeros y porque además estarían mer-mando las oportunidades laborales, más aun en tiempos de crisis económica.

Los desafíos respecto a la inmigración dado el escenario descrito anteriormente, tendería a regularizar la situación legal y laboral de las personas que ingresan a los distintos países, siempre desde la perspectiva de los derechos

humanos. Como plantea Martin y Abimour-ched, “cuando los migrantes son capaces de ejercer sus derechos, son capaces de contri-buir al desarrollo”. Sin embargo, esta posición se vuelve compleja considerando la importante cantidad de analistas que señalan que es pre-ferible realizar un estudio “honesto” desde las ventajas y desventajas que acarrean los proce-sos migratorios, dejando de lado elementos complejos de evaluar desde la economía tales como riqueza cultural y multiculturalidad, ca-pital social, diversidad, tolerancia, convivencia. Estos elementos dejan un espacio y un desafío inmenso para los profesionales de las ciencias sociales en cuanto a apostar a mayores espacios de integración y bienestar en escenarios siem-pre complejos de intervenir, como las poblacio-nes de inmigrantes, y genera un reto mayor al momento de trabajar con las personas oriundas de distintos países en función de generar plata-formas de integración y acogida en distintos es-cenarios sociales y culturales. Esto último ade-más, no es sólo tarea de técnicos y teóricos, sino más bien una transformación social íntegra y profunda que involucre a las distintas esferas de la comunidad.

[email protected]ólogo profesor Auxiliar, Universidad de Valparaíso, Chile

Magíster © Psicología Social, Universidad de Valparaíso, Chile

Tema central

Page 22: Revista SuiGeneris #16

20

Eterno resplandor de un migrante sin recuerdosPor Axel Arredondo Hurtado

«“… el enriquecimiento cultural se potencializa con la inclusión y la convivencia de gente de latitudes diferentes, en el plano de lo ideal, la convivencia armoniosa y el aprendizaje intercultural para el desarrollo de las comunidades y sociedades en este, nuestro maltrecho y profundamente herido mundo…”»

Un fenómeno de las dimensiones del que pretendemos describir, no puede ser englobado en unas cuan-

tas líneas, pues se trata de un suceso global, permanente, que se da de manera constante (fundamentalmente en los países «subdesa-rrollados a los desarrollados») en la búsque-da de mejores oportunidades, un futuro más prometedor y un devenir económicamente más sencillo para quienes toman la decisión de dejar atrás sus lugares de origen, su familia, sus raíces y todo lo que conocen, para enfren-tarse a una realidad completamente nueva; encontrarse con un panorama distinto y duro que en los mejores casos, se limita a la discri-minación que ejerce una inmensa mayoría de la población local hacia el inmigrante. Prácti-camente en cualquier latitud en la que suce-da este fenómeno, si bien tal vez no es de una manera totalmente abierta, siempre existe esa sensación de estar siendo «invadido» por al-guien «inferior», sobre todo en los países de «primer mundo».

En la experiencia personal de quién firma, los fenómenos migratorios presenciados son cuantiosos, siempre bajo la inmensidad del que es el más grande de todo el globo, pues la frontera que se erige a lo largo del río Bra-vo y los desiertos de Sonora y Chihuahua. Es incomparable en cuanto lo numeroso de sus cruces (tanto legales como ilegales), además de la paulatina latinización de los territorios

más cercanos de EU a las fronteras con Méxi-co. Este mismo fenómeno lo he podido obser-var en países como Argentina, en donde existe una afluencia muy grande de personas de orí-genes étnicos indígenas que tienen sus raíces en Perú y Bolivia, además de la inserción de personas de origen Africano en el comercio informal a lo largo de toda la capital del país; en cuanto al llamado «país más poderoso del mundo», un país compuesto por inmigrantes, pues recordemos que las tribus originarias de estas tierras fueron exterminadas casi por completo por los colonizadores Ingleses.

Cabe destacar este mismo fenómeno no es exclusivo del continente Americano, pues se produce a lo largo y ancho del globo, protago-nizado por los habitantes de países más desfa-vorecidos en cuestión económica, además de la falta de los derechos humanos fundamen-tales, como lo son (por enunciar vagamente algunos) educación, salud y alimentación. Por ejemplo, región exportadora por naturaleza de las perlas más codiciadas de su sociedad,

Tema central

Page 23: Revista SuiGeneris #16

21

Tema central

nuestros jóvenes; quiénes en ámbitos desde lo más frívolo como el futbol hasta otros de lo más trascendentales como la educación y ciencias están dejando escapar las posibilida-des de desarrollo ante la falta de recursos.

Y el ciclo se repite: de América Latina a EU, de África y Asia a Europa, siendo dig-no de una mención especial el caso de China, pues «exporta población» (si se le pudiera nombrar así) a prácticamente todas partes del mundo, pues al ser el país más poblado del orbe, la migración hacia nuevas culturas se exponencializa proporcionalmente. Ob-viamente que ésta es sólo una tendencia, ya que no pretendo afirmar la exclusividad de estos intercambios entre las regiones antes mencionadas.

A mí entender, una vez explicado el fenó-meno y suponiendo que lo hubiéramos en-tendido, habría que preguntarnos: ¿es enton-ces la migración un fenómeno producto del sistema económico capitalista?, ¿Son real-mente las necesidades de los migrantes tan

imperiosas como para soportar en muchos casos humillaciones y discriminación?

Dudas quedan muchas porque cada quién tendrá sus propias respuestas. ¿Será que la «necesidad» que se nos ha creado de comprar/tener/gastar todo cuanto nos sea posible, es hoy en día lo que nos mueve a la mayoría? Y si lo que uno puede lograr en su tierra natal no es suficiente como para satisfacer esa necesi-dad en uno mismo o en quienes dependen de uno, ¿hay que lograrlo a toda costa?

Lo cierto es que existe en todo el mundo un deterioro escalofriante en el tejido social, daño que difícilmente se podría resarcir al menos sin un trabajo permanente, detallado, holístico, bien planeado y a largo plazo; todo lo anterior, cosas que no caracterizan a nues-tras sociedades al menos en Latinoamérica y África, donde se concentra la mayoría de la pobreza mundial.

Falta de Universidades, crisis de seguridad pública, política deficiente, inexistencia de la democracia, sistemas de salud arcaicos, falta

Page 24: Revista SuiGeneris #16

22

de empleos o el simple hecho de querer y po-der, todos estos y muchísimos más son des-encadenantes del fenómeno migratorio en el mundo, esto no quiere decir que yo considere un hecho negativo a la migración, pues he de resaltar que el enriquecimiento cultural se po-tencializa con la inclusión y la convivencia de gente de latitudes diferentes, en el plano de lo ideal, la convivencia armoniosa y el aprendi-zaje intercultural para el desarrollo de las co-munidades y sociedades en este, nuestro mal-trecho y profundamente herido mundo. Pero en la práctica es evidente que esto no se lleva a cabo, pues para pocos es extraño el racismo que se vive en las sociedades más decadentes del mundo, como lo son la estadounidense o su hermana menor, la israelita; crímenes contra la humanidad, esclavitud, explotación laboral y sexual, son las crueldades que la hu-manidad comete contra sus hermanos de ra-zas distintas.

Para quiénes observamos, somos meticulo-sos y ejercitamos nuestros sentidos al generar-nos opinión sobre los eventos que nos rodean. Es evidente que la migración no es un fenóme-no que suceda exclusivamente entre naciones establecidas, y no se necesitan cruzar fronte-ras internacionales, (quisiera ser muy puntual al mencionar que en este caso hablo específi-camente de nuestro país); las comunidades rurales y las actividades como el campo, la ga-nadería y agricultura decaen cada vez más con el paso de los años, afectados en gran medida por problemáticas como la falta de apoyos del gobierno, la erosión del suelo, el calentamien-to global y nuestro tema central, la migración de su población, por el desánimo de ver que simplemente no se puede seguir produciendo, nuestros campesinos no pueden seguir subsis-tiendo con lo que cosechan, y buscan emigrar a las ciudades, en donde de igual manera que lo antes mencionado, son utilizados como mano de obra barata, y víctimas de explota-ción, marginación y la mismísima sombra de la discriminación racial.

Es así como sucede, estas son ante mi opi-nión personal y sin ningún estudio profundo,

limitándome a los fenómenos observados, tanto presencialmente en los lugares en donde he sido afortunado de encontrarme, como a la distancia bajo el manto de la globalización y el flujo constante de información desde y hacia prácticamente cualquier parte del mundo.

A manera de conclusión, quisiera puntua-lizar que la migración de las personas hacia otros lugares del mundo o de su mismo país no puede ser considerada una desgracia, siem-pre y cuando estos desplazamientos sucedan de manera voluntaria y/o en busca de un bien-estar mayor, oportunidades de empleo, de cre-

Tema central

Page 25: Revista SuiGeneris #16

23

Tema central

cimiento personal o por el simple deseo. Sin embargo, es evidente que hoy en día estos ca-sos son minoría, hace falta una recuperación del tejido social que se ha ido deteriorando, la reestructuración de los brazos principales de una sociedad exitosa: educación de calidad, servicios de salud públicos, gratuitos y efi-cientes, alimentación suficiente, de calidad y bien distribuida, la eliminación del clasismo y la generación eficaz y permanente de empleos, que nuestros países y regiones de origen sean lo suficientemente buenos como para que no tengamos, ni queramos irnos.

Suena esta a una sociedad utópica, e impo-sible de conformar, hacen eco en la nada estas palabras ante un país que hoy mismo ve pe-recer y suicidarse a sus Raramurí por una de las causas más penosas que pueda existir, por algo que desgaja el corazón de cualquiera solo al ser enunciado, la inanición, la muerte por

hambre, los Raramurí o Tarahumaras son una de las culturas más longevas y admirables, de las muchas que han habitado nuestros parajes desde tiempos ancestrales, y todo esto suce-de ante nuestros ojos, mientas nos dedicamos simplemente a dejarlo pasar, como la brisa de un viento que simplemente sigue su camino, y no nos afecta en nada; si lo pensamos así, se-guramente así lo es, lo único que tenemos a nuestro favor es que esta utopía ha sucedido, ha sucedido aquí en nuestras tierras, las mile-narias regiones del sur, los estados puramente indígenas de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Yu-catán y Quintana Roo, esos que quizás son los que más migrantes aportan hacia otras partes del territorio mexicano y EU, son los que guardan los enigmas de la civilización mi-lenaria más trascendental de este continente y cuya influencia continúa hasta nuestros días. En casos más contemporáneos, pero no tan lejanos, Cuba constituye un verdadero ejem-plo de estado de derecho, educación y salud primermundista, además de una distribución equitativa de los recursos, ante los escases evi-dente de los mismos.

Hace falta instaurar en nuestros pueblos lo más fundamental de lo fundamental y poder darle a nuestras poblaciones lo que necesitan, para hacer del fenómeno migratorio una ex-periencia y no una pesadilla, una alternativa más y no una última opción para los desfavo-recidos, es esta la idea de un singular soñador, que en realidad no lo es tanto y que se plantea una sociedad sin divisiones sobre el lugar de origen y la desaparición del término migran-te, pues vayamos donde vayamos y de donde seamos originarios, somos todos parte de este barco al que llamamos mundo, y que se hunde con todos dentro, o se salva gracias a que tire-mos todos (o muchos cuando menos) hacia el mismo lado.

Imagen:Tarahumara. (s.f.). Recuperado de http://www.northstarherbals.com/my_files/images/tarahumara1.jpg

Fotografías: Alethia Rangel Castillo (UANL, Mty, Mex)Christian Rodríguez (Montevideo, Uruguay)

Fotografías: Christian Rodríguez (Montevideo, Uruguay)

Page 26: Revista SuiGeneris #16

24

En nuestra sociedad la psicología se ha convertido en una  tekné  (arte, habili-dad, técnica,), su práctica se juzga en

función del saber hacer y su utilidad, en otros términos el psicólogo es valorado socialmente por su función pragmática y utilitarista.

De esta manera, es común escuchar como una posibilidad de solución a diversos ma-lestares humanos –como lo son la soledad, la depresión, el duelo, los temores, las ideas re-currentes, etc.– acudir a una terapia psicoló-gica. Así mismo, por su teleología utilitaria, se considera que el fin de una terapia se alcanza al momento que la demanda del paciente ha sido satisfecha, por ejemplo, la superación de una tristeza por una ruptura sentimental. Y aunque este sería uno de los criterios comu-nes para dar por terminado un tratamiento, la realidad es que la mayoría de las veces los pacientes abandonan el mismo antes de que el psicólogo considere resuelto el problema y se le comunique la posibilidad de finalizar las sesiones. Lo anterior no debe ser signo de alarma para el tera-peuta bien informa-do, pues el dejar de asistir a sus sesiones puede ser incluso un síntoma del propio malestar que le aque-ja.

Ejemplifiquemos: un matrimonio co-mienza a tener pro-blemas y piensan en la separación como

posibilidad, inmediatamente arriban los “bienintencionados” que intentan salvar esa fa-milia, entre las opciones que se hablan es co-mún escuchar el acudir a una terapia de pareja. El supuesto inicial es que tras una terapia de esta índole, la pareja aprenderá a amarse nue-vamente, mejorará la comunicación y evitarán de esta manera dar un paso equivocado, como lo es divorcio. Aún cuando ambos integrantes de la pareja acudan con esta idea, la mayor de las veces el matrimonio se disuelve. En Mé-xico el índice de divorcio se incrementa año tras año, en el año 2007 se registraron a nivel nacional 77,255 divorcios, mientras que en el siguiente año ascendió a 81,851.

Supongamos, pues, que la pareja acude y aún así el desenlace es la disolución del matri-monio, caerá sobre los hombros del psicólogo su quehacer errático en el caso, el psicólogo ha fallado para satisfacer la demanda explíci-ta, en otros términos, ha fracasado. Este juicio no es en vano, si su oficio se basa en una  te-

kné  que si bien pare-ce sustentarse en un aspecto teórico, busca la obtención de ciertos resultados específicos, en este caso entonces dicha técnica fracasó.

Por otro lado tene-mos al psicoanálisis como posibilidad de tratamiento, en dicho suceso (todo psicoaná-lisis es un suceso, un encuentro irrepetible) las posibilidades que

MisceláneaDe la psicología de la tekné  al psicoanálisis de la poiesis Por José Vieyra Rodríguez

“La terapia analítica, no quiere agregar ni introducir nada nuevo, sino restar, retirar, y con ese fin se preocupa por la génesis de los síntomas”

-S. Freud

Page 27: Revista SuiGeneris #16

25

se presentan son inconmensurablemente ma-yores que las de la terapia psicológica, pues mientras en ella se plantea el objetivo de man-tener a la pareja unida, en el psicoanálisis no hay objetivo per se. Así, el psicoanálisis está más cercano la  poiesiscomo creación, como emergencia de algo nuevo, nacimiento. Por ello, una posibilidad en dicho tratamiento es el salvaguardar el matrimonio, pero también la disolución, y no sólo estos dos, sino todas aquellas “sa-lidas” y caminos que los analizan-tes creen (con su intencional juego de palabras) para sobrellevar dicha relación. En última instancia, el divor-cio bien puede su-ceder y no por esto ser un fracaso, pues puede ser la forma que han encontra-do para continuar, en última instancia, el aceptar el divor-cio bien puede ser un fin de análisis.

El psicoanálisis no pretende satis-facer demandas, sino abrir caminos de acción, por ello más allá de ser una técnica de inter-vención orientada a un cierto fin, es una forma de crea-ción con infinidad de posibilidades, todas aquellas que los sujetos partici-pantes construyan. Sorprenderá lo confortante que es

la mayoría de las veces llegar a un lugar en el cual el objetivo se plantea una vez cumplido (en retrospectiva) y no sustentado en prácticas sociales, en otros términos: en la moral domi-nante. Así en última instancia el psicoanálisis tiene utilidades bastante concretas, quizá el problema es que no se plantea desde allí de antemano, pues ellas llegarán en el proceso y no en sus fines primarios.

Miscelánea: De la psicología de la tekné al psicoanálisis de la poiesis

Page 28: Revista SuiGeneris #16

26

Amante bilingüeDirector: Vicente Aranda Ezquerra

España-Italia / 1992

Por Karla Ivalisse Perales Herrera | Licenciada en Pedagogías«La cinta de Vicente Aranda cuenta con referencias de clásicos del cine y aborda la temática del trastorno disociativo de la personalidad.»

Amante bilingüe es una película hispa-no-italiana, producida por el director de cine español, Vicente Aranda Ez-

querra, cuyo estilo característico es una esté-tica vanguardista y refinada que revolucionó el cine español.

Imanol Arias interpreta Juan Marés, un hombre de origen humilde, aficionado a tocar el acordeón y de profesión ventrílocuo. Hijo de una modista alcohólica que había sido una cantante y de un mago cuyo pseudónimo fue «Fu-Ching», nombre que utilizaba disfrazán-dose de chino.

Ornela Mutti da vida al papel de Norma Valentí, hija única de una familia acaudalada catalana.

Juan tiene un encuentro casual con Norma en una exposición fotográfica de la UNESCO, en donde un grupo de jóvenes llevaron a cabo una huelga de hambre como protesta en con-tra del proceso de Burgos; ésta es interrum-

pida por las fuerzas franquistas. A partir de ese momento, Norma y Juan mantienen una relación que termina en su matrimonio.

Aparición del conflictoTras cinco años de matrimonio, un día Juan Marés encuentra a su esposa teniendo relacio-nes sexuales con otro hombre: un limpiabotas, a quien hace partícipe de una práctica de feti-chismo que sentía hacia los zapatos masculi-nos, los cuales colocaba en el miembro de sus amantes, todos de oficios inferiores (taxistas, vendedores de macramé del metro, camareros, etc.) Este evento desencadena una crisis de ce-los en Juan, quien se vuelve consciente de la ninfomanía de su mujer y de sus aventuras pa-sadas, que se había visto a ignorar por el senti-miento oceánico de amor que le profesaba.

Norma decide abandonarlo y, a partir de entonces, Juan se ve desamparado tanto eco-nómica como emocionalmente, pues al perder al objeto idealizado, comienza a presentarse una especie de resquebrajamien-to psicológico.

Tras la imposibilidad de ela-borar la separación y la pérdida de su compañera dentro de su estructura psíquica, sufre de alu-cinaciones nocturnas en las que recibe la visita de un curioso per-sonaje que se hace llamar Juan Faneca, quien le aconseja recon-quistar a Norma.

PsiqueCinema

Page 29: Revista SuiGeneris #16

27

El hombre se ve reducido a la mendicidad: dedicándose a vagar por las calles mientras toca el acordeón para ganar algunas monedas.

Trastorno de disociación de la

personalidad a través del conflicto

de Juan Marés Su nueva y desgraciada condición lo condena a la soledad, y le obliga a ocultarse y asumirse como un hombre invisible; mítico personaje de la novela de ciencia ficción de H.G.Wells, cuyo estado mental, es tan inestable como el del protagonista de la obra del inglés.

La escena en donde le llama a Norma por teléfono, haciéndose pasar por el dueño de una tienda de prendas íntimas, para que ella le traduzca el nombre de algunas al idioma catalán, es reflejo de esa obsesión que, poco a poco, se va instalando en él y le hace confor-marse con tan solo oír su voz. No obstante, su inestabilidad tiene raíces más profundas que una simple obsesión.

El espectador va siendo testigo de la des-aparición de Juan Marés, para asistir a su transformación psicótica a un tal Juan Faneca o «Fanequilla»; su apodo de niño y de cómo este personaje, producto de sus alucinaciones y soledad, va instalándose en su mente hasta adueñarse de su identidad y voluntad.

Juan deja de ser quien había sido para transformarse en una persona completamen-te diferente, con otra actitud, aspecto y forma de hablar. Su conflicto tiene sus raíces en las teorías psicoanalíticas y en el llamado trastor-no de disociación de la personalidad.

Con la identidad asumida como Faneca,

logra seducir a Norma. Se entiende que al constituir esta personalidad logra un estado de estabilidad de su psicosis y se relaciona con su vecina, que posee muchas de las caracterís-ticas de su madre.

También se entiende que la causa por la que Marés desarrolla este trastorno se debió a que sus padres, pues no le habían procura-do el sostén emocional necesario para lograr construir un verdadero yo. Adquirir nuevas identidades era una forma de defensa psico-pática que evitó el desencadenamiento de una psicosis.

Características del trastorno

disociativo de la personalidadEl trastorno disociativo de la personalidad también se conoce como trastorno de identi-dad múltiple. Se caracteriza por la presencia de dos o más identidades y personalidades que controlan el comportamiento del indivi-duo.

La explicación que los modelos dinámicos dan a este trastorno, se encuentran en el sur-gimiento de nuevas personalidades para adap-tarse a situaciones conflictivas. Las causas de éste, podrían encontrarse en la interacción de varios factores, tales como una insuficiente atención y protección durante la niñez.

Referencias culturales en la cintaLa cinta cuenta con algunas referencias cinéfi-las importantes, tales como el mencionado ho-menaje a El hombre invisible y El fantasma de la ópera, de Gastón Leroux.

Por otra parte, la doble personalidad de Juan evoca a la novela psicológica de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, que trata la psicopato-logía correspondiente al desdoblamiento de la personalidad.

La cinta se basa en la novela homónima de Juan Marsé, destacado novelista español de la denominada Escuela de Barcelona, de la llama-da generación de los 50s. Entre otras obras del escritor podemos encontrar Canciones de amor en Lolita's Club y El embrujo de Shanghai.

PsiqueCinema

Page 30: Revista SuiGeneris #16

28

Memoria y Esperanza: un mensaje a los jóvenesAutor: Mario Benedetti (Ediciones Alfaguara)

Reseña por: Sujey Espinosa Garza

En un texto de 96 páginas, acompañado de diversas fotografías, el fallecido escritor Ma-rio Benedetti, en una brecha generacional evi-dente con los jóvenes de actualidad, llama a conocer sobre diversos temas fundamentales: el amor, el dolor y el consumo, que lleva a in-ventarse necesidades y que culmina en preca-riedad e incluso problemas de identidad.

Invita también a no caer en la rutina, no convertirse en un producto, permanecer en lucha, sentir ira por el estado de las cosas pero tener la valentía de poder cambiarlas, es decir, que la esperanza persista, que los sueños estén presentes, que se viva con rebeldía y que ésta sea guía para la búsqueda y construcción de un mundo mejor.

Este tipo de textos lleva a la lectura crítica y a encontrar relación con otros tantos escri-tores que intentan transmitir en sus líneas la

idea de que como sujetos sociales se debe tener agen-cia y dejar la pre-cariedad a un lado. Además acerca de estos autores, Be-nedetti de pronto hace mención, si no con sus nom-bres, si con algu-na postura o idea, debido a que las vivencias y los momentos histó-ricos son compar-tidos por él y por ellos.

Eduardo Galeano y algunos poetas exilia-dos o asesinados en tiempos de dictadura, po-seen una maravillosa obra equivalente a la de Benedetti.

Otto René Castillo dice en su poema «Arte Poética» lo siguiente:

Hermosa encuentra la vidaquien la construye hermosa.Por eso amo en ti,lo que tú amas en mí:La lucha por la construcción hermosade nuestro planeta

Un mensaje similar deja Benedetti en éste tex-to, en el que invita a los jóvenes a no perder la memoria y mantener la esperanza, siendo agentes de cambio.

Leer o no leer esa es la cuestión

Page 31: Revista SuiGeneris #16

29

La interpretación de los sueñosAutor: Sigmund Freud (Alianza Editorial)

Reseña por: Juan Miguel Hernández Muñoz

Hasta el momento existía una multi-tud de teorías para explicar el funcio-namiento y la es-tructura de la men-te, pero ninguna ha permeado el pensa-miento contempo-ráneo durante más de un siglo como lo ha logrado el psi-coanálisis, cuyo creador, el neu-rólogo vienés S i g m u n d F r e u d , s e n t ó l a s

bases de su pensamiento en diversas obras, las cuá-les influenciarían a crear nuevas escuelas y corrien-tes que complementan las investigaciones que su gran genio propuso.

Controversias y críticas des-de sus inicios por la mayoría de sus colegas, fueron algunas de las barreras que en su momento impedían la buena propagación de sus ideas; al final se ganó la batalla, aunque la guerra aun no ha finalizado, como el mismo lo menciona en una gra-bación hecha casi a finales de su vida.

Una de esas grandes obras que marcarían el camino para desa-

rrollar sus teorías, pero que además vendrían acompañados de más controversias fue «La in-terpretación de los sueños», escrita entre 1895 y 1899. Aquí esbozó sus hipótesis y métodos, con la gran claridad de redacción que siempre lo caracterizaron hasta el último de sus días, para que ni siquiera el lector profano y ajeno al psicoanálisis se quedara fuera de estos grandes descubrimientos.

En su libro, Freud nos plantea que un solo recuerdo nunca viene solo, trae arrastrando una multitud de ellos y precisamente esto es lo que lo transforma de un simple y solo re-cuerdo a una manifestación viva y real de lo que somos, y un reflejo de éstos son los sueños, que además de incluir un contenido manifies-to, el cual todos recordamos al momento de despertar, también incluye un receptáculo de contenidos ocultos o «latentes» en los cuales se encuentra el verdadero sentido del sueño,

que es la realización de un deseo.

Ampliamente re-comendado para

todo aquel apa-sionado de la lectura que quiera incur-sionar por pri-mera vez en el maravillo-

so mundo del psicoanál isis;

ésta obra que no tardó pronto en

convertirse en un modo radical de

entender la reali-dadda.

Read me

Page 32: Revista SuiGeneris #16

30

Quiero que sepas que he negado mi derecho a declarar, quiero que sepas que bajo ninguna circunstancia diré que me has hecho daño al-guno, nadie puede obligarme a decir cualquier cosa en tu contra.

Siempre tuyo Amado.

- ¿A qué hora llegará tu mami? - preguntó la maestra al pequeño Amado, quien a sus 9 años, hablaba con un vocabulario poco común para su edad.

- No lo sé maestra. Suele arribar tarde en estos días, pero no se preocupe, que no demorará mucho en llegar. -

Al ver a su madre aproximarse en el auto, Amado se apresuró en quitarse el suéter que había estado toda la mañana en su cintura, sa-bía cuánto le disgustaba que lo portara de ese modo. Lo dobló cuidadosamente y lo metió en su mochila. Gabriela bajó un poco asusta-da, pues no conocía a la nueva maestra de su hijo, además de que le sorprendió que le pi-diera unos minutos para charlar sobre Amado.

- Creo que hablará cosas de adultos con mamá, ¿cierto? –

- Temo que sí hijo, espérame adentro - respon-dió Gabriela antes de que la maestra lo hiciera.

- Buenas tardes señora, soy Alicia, maestra de su hijo. Llegué hace poco más de dos meses, qui-siera hablar con usted en el salón. Por qué no le pide a Amado que baje, hace mucho calor como para que esté ahí dentro. -

- Él estará bien, siempre lo está y no necesitamos ir a un salón porque en su recado dijo que sería breve, ¿no es así?, ó ¿es que mintió? -

- Para nada señora, pero creo que se sentiría más cómoda ahí porque… -

- Dígame lo que tenga que decirme, tengo prisa - interrumpió abruptamente Gabriela, su cara blanca comenzó a enrojecer y su voz temblaba más cada vez. -

- Bueno, hay unos dibujos que quisiera mostrarle, me parece extraña la forma en que dibujó a su familia, a usted sobre todo, su lenguaje y su ac-titud con las niñas. Por favor, pasemos al salón para que le explique con más calma. –

Alicia se mostró preocupada por las miradas de las madres de familia que aún rondaban por ahí, pero aún más por la actitud de Gabriela.

- Mi hijo tiene dotes artísticos que pocos niños tienen, sus maestras siempre lo han felicitado

Cuando el amor platónico se revelaPor Edén L. Sánchez | [email protected]

«Aunque mi vida esté de sombras llena, no necesito amar, no necesito.Yo comprendo que amar es una pena, una pena de amor de infinito. Y no necesito amar, tengo vergüenza, de volver a querer lo que he querido. Toda repetición es una ofensa y todas sus presiones un olvido.»

«Desdén» - Chavela Vargas

Page 33: Revista SuiGeneris #16

31

Maktub: Cuando el amor platónico se revela

por cómo dibuja, por qué no simplemente hace lo mismo y deja de ver cosas donde no las hay, ¿está claro? -

- De qué cosas habla, ¿debería ver cosas? -

- Mire maestra, usted se ve joven, no me conoce y a mi hijo tampoco, él es un niño peculiar, eso es todo, adáptese. -

Sin dar oportunidad a más, Gabriela terminó la conversación, con paso raudo entró al coche, dio marcha y en el camino comenzó a llorar, Amado agachó la cabeza, la mantuvo así el resto del día desde la hora de la comida hasta la hora de la cena.

-Cuando termines, lava tu plato y ve a tu cama- sin buscar la mirada de Gabriela, Amado siguió sus indicaciones, tuvo que sacudir una y otra vez las sábanas, el desuso tenía su lugar de descanso lleno de polvo. Algo había hecho mal, el peque-ño lloró hasta quedarse dormido, mientras que su madre al otro lado de la pared escuchaba tris-te los lamentos de su hijo.

Un mes entero, el cuerpo de Amado produjo ningún ruido. Durante treinta días llegó a casa en silencio, de igual forma comía, se olvi-dó de jugar, pasó el tiempo adelantando tareas, lo que fuera necesario para igno-rar el rechazo de Gabriela.

Esa actitud extraña, se extendió a su escuela, la maestra quería saber lo que ocurría en esa fa-milia, pero el infante se limitaba a decir que nada había que decir.

- Es suficiente maestra, deje a la familia de ese niño en paz, Doña Gabriela siempre ha cumpli-do con sus obligaciones para con la escuela, trae a su hijo bien arreglado, tiene amiguitos y nunca hemos recibido una queja de otras madres. -

- Pero directora, en los últimos días, me ha pedido ir al baño más de cinco veces, está más agresivo con sus compañeras y además… - La maestra inhaló profundamente para mostrar algo que le quitaría el aliento. - Tan sólo vea sus dibujos,

tomé el cuaderno durante el recreo. - La directora quedó en shock, sus ojos no resis-tían ver lo que veían, sus manos temblaron y una lágrima cayó deformando el rostro de una mujer coloreada a gis; el ruido del teléfono la trajo de nuevo a la realidad.

- Traiga al niño y no permita que la madre se lo lleve, mucho menos que ingrese al plantel. -

- De inmediato directora - Alicia sudaba frío, por una parte hizo ver que no estaba loca, es-tuvo en lo correcto todo el tiempo, pero por otro, eso mismo era un problema, había algo mal. Un niño de nueve años, no debía tener algo mal.

Desconcertadas, llamaron a cuantas perso-nas pudieron. Al llegar Gabriela, fue embos-cada, tres policías la tomaron para esposarla, sin embargo ella luchó para evitarlo; entre el forcejeo y la confusión, observó cómo unas personas de algún centro familiar subían a su

hijo a una camioneta. Al cruzar sus miradas, Ama-do comenzó a suplicar que le dejaran ir con su madre, que la soltaran, prome-tiendo que al hacerlo, no se portaría mal nunca más.

- Quiero irme de aquí, ¿cuándo me dejarán ver a Gabriela? -

- Me temo que eso no será posible Amado, tu mamá hizo cosas malas, por eso está en la cárcel, no tenemos que ha-blar de ella si no quieres, por qué no mejor jugamos, ¿quieres jugar? -

- Lo que quiero es que te largues y no vuelvas si no es con mamá. -

Con oraciones semejantes, él daba final a sus sesiones con el psicólogo que lo atendía, se re-husaba a hablar y no toleraba que dijeran que su madre había hecho cosas malas.

Después del arresto, dos ministeriales se dieron a la tarea de entrevistar a la presunta agresora, antes de hacerlo, leyeron el expe-diente recién hecho, las hojas desprendían un

Page 34: Revista SuiGeneris #16

32

aroma a tinta que parecía asfixiar a los dos hombres como si fuese un gas de la risa, pues era simplemente imposible lo que leían.

- Empieza tú Hernández, cuando te canses de estas pendejadas, yo le sigo. -

- Ta’ güeno Galindo, esto lo acabamos rápido, de seguro la maestrita es amante del ex-esposo y esto no es más que una venganza de viejas. -

Empezaron el interrogatorio como si jugaran, pero al ir escuchando a la mujer, la piel se les hizo de gallina, sus caras de risa tornaron a asombro.

No podía creer lo que escuchaba, el ministe-rial Hernández, simplemente no lograba darle un sentido a las palabras que sus oídos recibían, asqueado por la historia de la detenida y deses-perado por el calor de la canícula, optó por salir de la habitación e ir al baño cerrando tras de sí la puerta, lavó su rostro y al ver sus manos, sin-tió como si un alambre de púas oprimiera su estómago sin perforarlo, había algo parecido a una fiesta salvaje de ira y hastío invadiendo su cuerpo, mientras que las presuntas imágenes de lo ocurrido danzaban con zapatos de clavo en su cabeza.

Mientras tanto, Galindo, esperando a su pareja, apretaba los dientes, las manos, sentó bien sus pies al suelo, se forzaba a mantener-se en la esquina para no golpear al monstruo que estaba sentado y que con tranquilidad y sin vergüenza hablaba de las atrocidades que había cometido desde que su hijo nació.

- ¿Dónde está ella, cómo van las cosas? -

- En una casa de arraigo, en unos días le darán formal prisión, confesó todo, con el diario del niño y lo que dijo el psicólogo, no necesitaremos que declare, por desgracia,

sólo le darán de veinte a veinticinco años, si no es que menos. -

- Pues para ese entonces, será un adulto y po-drá defenderse -

- ¿Y cómo se borran 9 años licenciada?, ¿de ver-dad cree que estará bien? -

- Pues lo intentaremos, Amado es fuerte, lo superará. ¿En qué cárcel estará? -…

Detrás de la puerta, un niño pequeño de sólo nueve años sollozaba, el dolor de haber per-dido a su Gabriela invadía su corazón. Cómo quería el psicólogo que hablara sobre lo que no le incumbía, cómo esperaba su madrina de la casa hogar que superara a su primer y único amor.

Amado corrió despavorido buscando papel, y aunque las lágrimas no le dejaban ver bien, comenzó a escribir una carta.

Gabriela, mi Gabriela, no sabes cuánto en-tristecí desde que la maestra te habló, re-cuerdo que lloraste y no me dejaste soñar más contigo, pero te prometo que nunca hablaré, un día me dijiste que al entrar a casa, lo que ocurría era de nosotros y de nadie más, así es, así será.

Escuché que no podré verte en muchos años, pero no importa, yo te escribiré, ya sé a dónde irás, y cuando sea grande, todo será bello. Yo te quiero. Yo te espero.

Quiero que sepas que he negado mi dere-cho a declarar, quiero que sepas que bajo ninguna circunstancia diré que me has he-cho daño alguno, nadie puede obligarme a decir cualquier cosa en tu contra.

Siempre tuyo Amado.

Imagen:Madres e hijos (2010). Recuperado el 12 de enero de 1012 de http://educacion-infantil.net/tag/madre-e-hijoIncesto, mitos y realidades (2011). Recuperado el 12 de enero de 2012 de http://migueladame.blogspot.com/2011/10/incesto-mitos-y-realidades.html La inocencia de José (2011). Recuperado el 12 de enero de 2012 de http://pensamientosenelahora.blogspot.com/2011/06/la-inocencia-de-jose.html

Maktub: Cuando el amor platónico se revela

Page 35: Revista SuiGeneris #16

33

AperturaLa pregunta «¿Ayuda?» se abre en su com-

plejidad: las obviedades son desenmascaradas, la crítica la interroga, nos desnuda y nos invita a tejer nuestras propias epistemes.

¿Dónde estamos como sujetos? No lo sé, pero creo que algunas prácticas en eso se que-dan, en movimientos autómatas viciosos y en-cadenados al temor y la culpa. Tratemos de verlo de frente.

Cuestionar la ayuda puede parecer peligro-so; una invitación a la pasividad, a una reac-ción: «es necesario actuar», «hay un mundo que nos necesita», «la crítica no ayuda». Qué arrogancia nos ha heredado nuestra moder-nidad, y bien que nos acomodamos en esos moldes.

Escribir de la ayuda parece paradójico, ¿me ayudará a saber qué es la ayuda? Quizás, pero parcialmente, y digo esto porque en el trans-curso del trabajo invito a que esta práctica se complemente con tu participación. Otra paradoja: ¿quiero ayudar a la ayuda con mis cuestionamientos? Sí, es cierto, pero la ayuda por sí misma es un vacío, es un no-existente. Ella debe de ser dinámica, crítica conceptual-operativa, reflexión-acción inquebrantable, diría un brasileño ilustre. Veamos entonces qué nos depara el siguiente camino.

De la ayudaElla es haciéndola, alarga el brazo para que

aquél que necesite levantarse encuentre so-porte en el otro, en quien le extendió su tiem-po y su ayuda.

Parece que de ella no tendríamos nada que objetarle: estar ahí para el otro para cuando ne-cesite de esa otra persona. ¿Qué nos dice esto? Primero, que no en todas las actividades dia-rias somos autosuficientes; segundo, estamos en una mutua dependencia con los otros; ter-cero, para hacer ciertas actividades requerimos de la ayuda de los demás.

No parece haber gran complicación, ¿para qué entonces hablar de la ayuda? Es una in-quietud lo que «esconden» las obviedades, don-de bien se puede vislumbrar las contrariedades de nuestros propósitos y lo que resulte del acto de esa obviedad.

Por lo pronto ahí va la ayuda campante y repleta de discursos de bondad, hermandad, solidaridad, humanidad, y demás adjetivos que hacen suspirar. Pero estos adjetivos parecen más la guardia personal de la pragmática ayu-da que algo intrínseco a ella. He ahí un primer malentendido, obviedad mediante conceptos «funcionalistas» como encubridores de valores.

Pero me detengo aquí. Me detengo porque no deja de punzarme la molestia de proble-

En construcción

De la ayuda(Primera parte)Por Baruch Martínez | (integrante de Demos Praxis) [email protected]

<<..la ayuda por sí misma es un vacío, es un no-existente. Ella debe de ser dinámica, crítica conceptual-operativa, reflexión-acción inquebrantable…>>

Page 36: Revista SuiGeneris #16

34

En construcción: de la ayuda (primera parte)

matizar la ayuda. Y es que esto se convertirá en un camino espinoso porque podría parecer una justificación para no entrometernos en los asuntos que no nos importa o llaman. Al pen-sar en la ayuda me asalta una enorme cantidad de factores que quiero considerar:

La ayuda es una acción pragmática, un mo-mento de convivencia y relación con el otro. Pareciera ser entonces que para que la ayuda se dé necesita de la simultaneidad y la presen-cia física de las dos partes, aseguro que esto es sólo una forma de ayuda, ya que existen programas y eventos especiales televisados en donde tú puedes «ayudar» desde tu casa haciendo una llamada, y esta «ayuda» quizá no sea en el momento, sino que se contribuye para lograr una meta, entonces sólo aportas tu «granito de arena». Me pregunto, eso es ¿ayuda?

Pero volvamos a la presencia: el que ayuda y el que es ayudado. Ahora, puede haber ayuda que no es hacía una segunda persona, sino que se realizaría en conjunto con otras personas para un objetivo común; ni de él/ella ni mío: de ambos. Entonces, la ayuda se convierte en

un proceso de colaboración donde se «com-plementan» cualidades distintas para trabajar sobre una tercera «cosa».

No deja de llamarme la atención lo difuso que es decir ayuda, ayudar, ayúdame. Los lu-gares en donde se escucha esto es en la calle; «dar una ayuda» en algún programa y/o pe-lícula en la televisión «ayúdenme/ayuda», en desastres, catástrofes naturales o por la mano del humano «tal comunidad-nación requiere de su ayuda». Parece ser entonces que hablar de ayuda se emparenta con cierta impotencia de quien pide ayuda. Un menesteroso, un in-capacitado para cierta labor: empujar un auto, levantar una moneda, etc.

De acuerdo con esto, la ayuda se busca cuando se carece de los medios propios para realizar el acto, actividad, trabajo en cuestión, desde levantar una moneda hasta ser socorri-do entre los escombros después de un terre-moto. A esto se le suma que el momento de la ayuda es el momento del reconocimiento de una carencia y la carencia se presenta en situa-ciones que ponen en entre dicho nuestra capa-cidad; la falta sale a relucir, nuestra incomple-

Page 37: Revista SuiGeneris #16

35

tud, nuestra cualidad como humano. ¿Por qué cualidad?, dice un amigo, «somos una herida abierta» dice otro amigo, «no alcanzamos a saberlo todo del otro, siempre hay algo que se nos escapa», dicen por ahí. «Nadie es perfecto, pero si perfectible”.

Bueno, regresando al humano-en-falta ante situaciones que hacen posible el reconocimien-to de la carencia, señalo, lo hacen posible. Esto no significa que necesariamente uno se reco-nozca en falta y que externe la necesidad de ayuda. Hay diversas cosas que considerar aún.

La ayuda se presenta ante una situación en donde, se reconozca o no, hay una carencia en las cualidades de la/las personas para realizar una acción. Acción como causa o consecuencia, esto es: para «salir» de o para «entrar» en.

Quiero ahora entonces señalar la situación. Esto es, lo que anudó al sujeto en unas condi-ciones sociales-contextuales que lo enfrentó a necesitar ayuda por una(s) carencia(s) que en otras situaciones no eran reconocibles.

Puedo mencionar por lo pronto las siguientes situaciones:

Primero. Desastres naturales en donde no existe ninguna defensa humana contra las inclemencias de la geografía y los fenómenos propios de la naturaleza.

Segundo. Provocados directamente por la mano del hombre, por acción u omisión: violencia estructural, hambruna, epidemias tratables, carencia de los medios básicos para vivir, explotación laboral/sexual, refugiados,

guerras, golpe de Estado, discriminación, fas-cismo social diría de Sousa Santos.

Tercero. Meros accidentes que en muchos casos se les podría dar una explicación psico-lógica, como alguna complicación en el sistema nervioso central o un acto fallido, entre otras.

Esta separación en «uno, dos, tres» no es una independencia, por decirlo así «pura» de cada uno de estos factores, se asume que existe una red de raíces fractalizadas que convergen en la complejidad de lo social y por lo mismo el presente análisis es limitado en las conceptua-lizaciones de las formas y los fondos, del conte-nido y el continente. Se anuda entonces de una dependencia entre estos factores señalados que pueden dar lugar a situaciones en las cuales el sujeto se encuentre frente a una necesidad de ayuda.

Considerando lo anterior, la ayuda emerge como un efecto de ciertas condiciones político-sociales (¿político?), humanas. Hasta aquí todo bien, empieza a tener un peso histórico la ayu-da.

¿Por qué histórico? ¿Por qué político-social? Antes de pasar a esto quiero señalar otros fac-tores.

Estábamos entonces en que la ayuda conlle-va el reconocimiento de una carencia y la falta. El sujeto carente, en situación social. ¿Qué nos lleva a continuar con la problematización?

Se sabe y se vive que de algunas décadas a la fecha el pensamiento acerca del ser humano se ha bifurcado en dos valores: el sujeto verda-dero y el sujeto falso (análisis de Sousa Santos

En construcción: de la ayuda (primera parte)

Page 38: Revista SuiGeneris #16

36

mediante). En el sujeto verdadero tenemos su posibilidad de ser, él mismo hijo de la mo-dernidad y el pensamiento occidental; somos, no hay duda. ¿Pero somos en relación a qué? Somos en relación a nuestra individualidad nacida del mismo vientre que el ser. Indivi-duos, sujetos. Ellos empezaron a ser soltados de todos los vínculos visibles e invisibles que los hacían menos pesada la falta, ahí estaban los otros, casi como algo «natural» e incues-tionable. Estos vínculos empezaron a ser un lastre para las necesidades sociales mismas que producían un sujeto individualizado, des-vinculado, «independiente».

Y con él también se diluyó en la opinión pú-blica la idea y el deber del sujeto independien-te y que sabe arreglárselas por él mismo. No hay cabida para los débiles en la ley del más fuerte, mostrar debilidad es como echarse la soga al cuello.

Hemos asistido a la consumación del fuer-te y el débil, el que sabe y el que no sabe, el que necesita y el que no necesita, el que pide ayuda y el que la da. Mostrar carencia se con-virtió en un incapacitado social, en donde las agrupaciones son un conglomerado de narci-sos autosuficientes, no hay lugar para los débi-les, siquiera mostrar una imperfección, rareza o minusvalía es suficiente para ser objeto de compasión y lástima. La ayuda es socialmente buena como práctica de la distinción entre el que quiere y el que tiene. Pero una sociedad así no genera sus propias raíces, parece más una tierra árida con algunos troncos secos dis-persos en el terreno. Ser el fuerte no es nin-gún refugio ante la burla que segrega. Se sabe y se dice «puedes tener un hijo como él» como amenaza del destino de revertir los papeles. Eso nada cambia, no hay una plena conciencia de nuestra condición como «débil» o «fuerte», no hay un reconocimiento de la historia, y si la hay no alcanza para aprehender a los otros

+++Segunda parte siguiente número+++

Quiero hacer un reconocimiento a las últi-mas lecturas que gran parte nutrieron estas

preguntas. Sousa Santos, Bauman, Marcuse, Villasante, Platón. Igual estoy en deuda con mis amigos y colegas, pero indiscutiblemente con todos los que luchan con la crítica y auto-crítica como estandarte.

Cualquier duda, comentario, queja, opi-nión, pueden enviar correo, con gusto abri-mos el diálogo.

Imágenes

Quino, Mafalda (2009). Recuperado de http://aulaweb.uca.edu.ni/blogs/meme/files/2009/06/mafalda-ventas-etica4.jpg

Goitia, F. Viejo en el muladar. Recuperado de: http://www.escuela-deespectadores.cl/wp/wp-content/uploads/2011/02/Viejoenelmula-darFranciscoGo.jpg

En construcción: de la ayuda (primera parte)

Page 39: Revista SuiGeneris #16

37

El 18 de diciembre se celebró el día mun-dial del emigrante. Felicidades. Lejos de ser un día que no incumba a los ha-

bitantes de esta región; la emigración de re-giomontanos, o la búsqueda de mejores con-diciones climáticas fue cada vez más notoria durante el año pasado. La renta y venta de in-muebles está que arde, parece que el tempera-mento de muchos regiomontanos estalló ante la violencia que en la ciudad se ejerció durante los últimos años y vendieron sus propiedades para buscar un mejor clima en otras partes del mundo pesé al buen y siempre cambiante cli-ma de la ciudad; esta ola de violencia provoca un bochorno duro de resistir.

Los ciudadanos pasamos tormentos con nuestras ciudades y hay quienes pasan su vida en la ciudad para después descubrir que la ciu-

dad misma es el tormento. El estado, la nación, el mundo entero se ha poblado de emigrantes por distintas causas, hay quienes buscando un refugio de su ciudad encuentran un asilo que les permite visualizar un estado tropical excluyente. La emigración en su matiz más ní-tido y surreal es un vuelco a la fantasía, o sea a volar, que está presente en el sujeto desde tiempos inmemorables, emigrar nos permite realizar un sueño, cumplir un deseo que en repetidas veces es satisfecho en el mismo acto. Este acto de ir, huir, volar, moverse, se pre-senta muchas veces sino es que ya cumplido, como cumplidor. Es el acto mismo de emigrar el que nos embarca a un lugar fantaseado don-de nuestras carencias más reales encontrarán la satisfacción.

PsicoanalizARTEPor Lic. Osvel Eduardo Becerra

Fotografías: Christian Rodríguez (Montevideo, Uruguay)

Page 40: Revista SuiGeneris #16

38