revista ¡disparad! nº1

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¡Disparad! 1 REVISTA Te damos la Bienvenida Francisco GIL Llambías Rector UCSH

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Primera edicion

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Page 1: Revista ¡Disparad! Nº1

¡Disparad! 1REVISTA

Te damos la Bienvenida

Francisco GIL Llambías

Rector UCSH

Page 2: Revista ¡Disparad! Nº1

Mario Puzo inicia su conocida

obra “El Padrino” con una frase del célebre

escritor francés Honoré de Balzac, en la

primera página de la novela podemos leer:

“Detrás de cada gran fortuna hay un deli-

to”. Con esta frase da pasó a la maquinaria

criminal con la cual Los Corleone, familia

encabezada por el vetusto Vito Corleone,

mantienen , administran e incrementan su

poder dentro de las demás familias de ma-

fi osos y en los negocios de los que son par-

te. Las prácticas necesarias para alcanzar

este poder no mide consecuencias, cuentan

con una ética propia que la mayoría de las

veces tienen vigencia solamente dentro del

grupo al cual representa, los medios se van

articulando y adecuando a los objetivos,

que van transformándose en instrumentos

que se nutren de una razón pero orientados

a objetivos inherentemente irracionales.

Estas prácticas o modos de hacer son la base

que prima en el modelo económico actual

(instaurado a balazos por la “pechoñería”

hipócrita y fascista) es un caldo de cultivo

para que nuestros “honorables“empresarios

den rienda suelta a sus negocios, todos ellos

justifi cados y blindados por el sacrosan-

to progreso, rentabilidad y crecimiento. Si

bien aparentemente el “modus operandi” de

quienes tienen el poder económico y traba-

jan para generar “las riquezas del país” son

encausadas generalmente dentro de la lega-

lidad, gracias a que las leyes están hechas

para ellos, sus delitos son tan aberrantes

como el de los Corleone pero están maqui-

llados por una maquinaria publicitaria que

nos conmina a reír y sentirnos orgullosos

¡Disparad!de como avanzamos, de cómo llenamos el

refrigerador cada fi n de mes, de cómo lu-

cen nuestras zapatillas exclusivas y nuestro

celular con touch, y sobre todo cómo luce

nuestro cartoncito que con tanto “esfuerzo”

pudimos *pagar*, disculpen quise decir ob-

tener, mientras nos meten el mazo hasta lo

más profundo del culo y servilmente pro-

fesamos su religión, so pena de ser intimi-

dado, amenazado, encarcelado, destruido,

incendiado y condenado a la desgracia.

Son reconocidas ciertas prácticas que nues-

tros “nobles” empresarios llevan a cabo

para alcanzar sus lucrativos objetivos: las

constructoras destruyen barrios completos

para instalar allí sus rústicas moles de ha-

cinamiento, las forestales arrasan el bosque

nativo y muchas veces comercializan con

árboles protegidos, la gran minería e in-

dustria en general contaminan los cauces

de casi la totalidad de los ríos existentes

(prácticamente no hay ríos que no arrastren

una alta dosis de metales pesados, como el

boro y el arsénico, además de residuos in-

dustriales líquidos), la que alguna vez fue

la pujante y promocionada industria acuí-

cola destruye sin miramientos el ecosiste-

ma de los fi ordos de Chiloé con el cultivo

del salmón, etc. Podríamos seguir con las

celulosas, las pesqueras y otras industrias

que también han aportado de esta forma al

impresentable crecimiento económico que

toca a los mismos de siempre, sustentado

con trabajos precarios y sueldos tercermun-

distas para la gran mayoría. Pero es vital

detenerse en un tipo de empresa que es la

encargada de inseminar y legitimar el cán-

cer del endiosamiento del mercado en todos

nosotros, hablamos de las empresas dedica-

das a la educación quienes son el motor de

la desgracia en la cual nos revolcamos. A

nadie debería sorprender (a no ser por una

reacción de falsa vergüenza) que se haya

hecho público hace un par de días el caso

de los textos escolares que promocionan

1

MANDRILISTAalACECHOGangsta Paradise

Page 3: Revista ¡Disparad! Nº1

¡Disparad!vocación para mejorar la educación y hacer

de este un servicio de buena calidad, que

nos permita desarrollar un espíritu crítico

con el cual podamos construir una sociedad

que no estruje la vida de una mayoría para

que unos pocos disfruten su verano en Mia-

mi, y no potenciar lo que ha sido hasta aho-

ra: una fábrica de mierdas autómatas que

cumplen con su pega, hacen lo que se les

dice que hagan, orgullosos de su escalada

social, midiéndose por lo que tienen y no

por lo que son, siendo unos buenos consu-

midores y que cada noche agradecen al es-

quizofrénico “hijo de dios” la maravillosa

vida con la cual hemos sido bendecidos. La

capacidad de estos mercenarios para ven-

dernos humo no deja de sorprender, para

transformar la mierda en un producto de

primera necesidad, pero lo que ya no nos

debería sorprender es la incapacidad de es-

tos personajes para actuar con un fi n que no

sea la propia satisfacción, el lucro desmedi-

do y la nula capacidad de creer que alguien

que no pertenece a su clase y que no cuenta

con los recursos necesarios para pagar su

educación, merezca los mismos derechos

que los suyos y justifi que todo su actuar dis-

frazándolo con un discurso hipócrita y una

cruz en el pecho, y como dice Vito Corleone

“Un abogado con su portafolios puede robar

más que cien hombres con pistolas.”

conocidas marcas de nuestro amplio espec-

tro de productos de consumo (para muchos

un orgullo poder contar con tan variopinta

gama de chucherías, placer con el que no

cuentan otro países con menor desarrollo

que el nuestro, los iluminados dicen que

es por pura fl ojera), según señala el sopla

verga de Joaquín Lavín, para que nuestros

niños “aprendan a enfrentar la publicidad”

(¿?) y que “desde la Educación Parvularia,

es recomendable que los niños y las niñas

tengan experiencias reales y cotidianas de

inmersión en un mundo letrado” (El Mos-

trador, 05/04/2011), para después olímpi-

camente retractarse, todo un ejemplo como

ministro de educación.

También lo que sucede en “nuestra” uni-

versidad (que es tan nuestra como lo es el

quiosco de cualquier esquina) que mas allá

del discurso social que pueda publicitar ma-

jaderamente la UCSH, queda solamente en

eso, un frío y manipulador discurso con el

cual estos mercenarios nos venden el ape-

tecido producto de la educación obteniendo

la mayor ganancia posible, que según los

datos alojados en el Servicio de Informa-

ción de la Educación Superior del Mineduc

(www.sies.cl) están por sobre los mil millo-

nes de pesos (les ha ido bien a los curitas)

y que ahora requieren imperativamente in-

crementar tomando medidas como la pro-

puesta por el Gil del rector que aumentará

de los ahora 40 estudiantes por sala a 80, y

que según algunos docentes presentes en la

reunión donde el “iluminado” rector comu-

nicó a la universidad las medidas, justifi có

aduciendo que ya son implementadas en

universidades como Harvard y Princeton,

sin comentarios.

¿Cuáles son las características que se re-

quieren para ser rector de UCSH?, empresa

dedicada a ofrecer un servicio supuesta-

mente tan importante como la educación.

Claramente a juicio de quienes legislan y

eligen no es la decencia y mucho menos la

2

Page 4: Revista ¡Disparad! Nº1

¡Disparad!Pero no, esto no me convence.

Refi riéndome encarnadamente al subjeti-

vismo de familia y el núcleo permanente

que defi ne la caracterización periódica del

vivir y permanecer alienado a un apellido,

sugiriéndote a diario que enorgullezcas el

orgullo familiar y a posterior, ser el hombre

que lucre con el fantaseo y satisfacción de

los lujos de moda que se encuentre sobre la

mirada decaída por no ser realmente quien

optas ser, sino mas bien, ser un producto

más de la genialidad del hombre por ser

más hombre y apoderarse de más hombres

sin abrir los ojos y darse cuenta del daño

social que es provocado –he aquí en donde

me refi ero a las comparaciones entre simila-

res familiares-. Es justamente eso lo que no

quiero que me inculque mi familia.

Sigo. Aprovechamiento es la sinfonía que

me envuelve al amanecer y despierto con

un desayuno a la habitación, signifi cando

para mí, una acción para dar cuenta de que

existo, y eso para mí, es simplemente llamar

la atención; así como también una ducha

duradera para esperar un grito desesperado

que mencione que cierre la llave del agua,

puesto que la compra del gas se eleva cada

día más. Repito otra vez, es simplemente

para llamar la atención del núcleo familiar

al cual pertenezco.

La ayuda monetaria no es familiarizar, ésta

solo perjudica el bienestar. Te amenazan

con no cancelar una educación superior

para generar una ganancia futura, la cual

supuestamente te defi ne como persona. Es

más, te amenazan con no cancelar un ca-

pital cultural en una empresa que conside-

ras enemiga debido a las bases políticas de

enseñanza, con la fi nalidad de que bajes la

mirada, luego la cabeza y te masacres re-

fl exionando sobre que será mejor de todo el

embrollo ocurrido, y por consiguiente, ca-

nalices los actos que planeas para vengarte.

3Familiarizándote con tu familiarización familiar.

Por: Unx estúpidx más.

Uff… familia, la gran y compli-

cada palabra. Hablar sobre árboles crono-

lógicos propios; contar sobre las familias;

expresar detalles llamativos sobre la fami-

liarización; descifrar cómo se familiariza

la familia resulta netamente empírico y di-

fi cultoso hacer mención de acontecimien-

tos a entes extraños de dudosa reputación,

pero que más da, las experiencias de unos

pueden servir a refl exionar las vivencias de

otros.

Intentando entender cómo es ser familia y

cuáles son los patrones que deben cumplir

los participantes de éstas, resulta fácil en-

contrarse con verdades distintas en cada

núcleo familiar, pues bien, muchas veces

entender o interpretar el núcleo familiar

no es solamente el único epicentro de la

disyuntiva que analiza el comportamien-

to entre sujetos consanguíneos, ni mucho

menos es exclusivamente el detonante que

atenta contra mi persona, sino que también

hace referencia a las comparaciones entre

similares familiares que operan en períodos

de experiencias con actividades [extra]pro-

gramáticas diferenciadas a las que cotidia-

namente practico.

Un llamado de atención. Ocho silabas en un

millón de palabras insignifi cantes que acari-

cian unos labios llenos de aceite provocado

por el masticar de una jugosa carne, disuelta

ésta por un vaso de bebida a elección del

dueño del casa, pero ahora, qué y quién es

un dueño de casa. Para dar una sencilla y

empírica respuesta, es aquel sujeto que se

sienta en un lugar específi co de la mesa y

que reclama permanentemente por un plato

de comida que no tenga fondo, añadiendo

que mediante su verborrea se hace notar por

el capital monetario que le dedica al hogar.

Page 5: Revista ¡Disparad! Nº1

¡Disparad!4

MAÑANAPor: Luciano Fleurier

Cuando abres los ojos en la despertada, te has preguntado cuantos segundos se toma la vida para engancharte el elástico punzante en el salto del suicidio

Quien es consciente del paso del universo en la primera pestañada

Quien diferencia el traspaso del aliento en el preciso instante del sonido de la cerradura,La llave y la celda oscura

Quien entiende la diferencia entre el respiro hacia adentro del mundo cambiadoY el garrotazo del mundo apurado

Alguien siente como se hunde el color brillante del comienzo en la turbia agua de la mira-daEn el mismo cielo amargado

Quien recuerda al anciano recuerdo, de perderte a ti mismo y encontrarte contando hasta diez, En la asustada y penumbrada conquista del reencuentro con el yo mismo.

Cuantos sienten el peso de la bola de acero, tomando con fuerza y desesperación el pasoQue intentas dar.

Alguien advierte la espera inconsciente del terno de hierro y alambre que ansioso aguarda ser embutido por la viscosidad del maniquí incinerado

Nómbrame la sensación del alma, cuando el pecho como globo desinfl ado se arrima a la caminataSin ojos, sin oídos, sin tacto, sin nada

Mándame un pedacito de ganas, desátame del entierro, despiértame con el bostezo, ya no quiero el asiento ni el mechón salado apuntando el piso del calabozo con cara de cielo.

Y si la cancelan, qué ocurrirá. Mmm, nada.

Seguir pensando, actuando, y atrayendo más

pensamientos para continuar actuando.

Familiarizando la familiarización familiar

viene a ser un saludo obligado desde la esca-

lera a tu pieza [escrito en otro orden] que tu

familia te saludo con una atención obligada,

no es la familiarización esperada. Y que el

único punto de conversación sea el como te

fue en los estudios, eso para mí, no es fami-

liarizar.

Pero ahora, si me preguntasen qué es familia-

rizar, diría no sé, aun no lo pienso.

REVISTA DISPARAD.(15-04-11)Partes Implicadas: ??

Cualquier reclamo, puteada

u APORTE:[email protected]

Page 6: Revista ¡Disparad! Nº1

¡Disparad!

Si quieres leer estas paginas y vivir

para contarlo, primero tienes que sacar de tu

cabeza (si es que aun te queda) eso de que el

bien y el mal existen por separado, porque

esa güea la invento un grupo de persona`,

con pánico a sus propios impulsos maca-

bros, tratando de buscar paz introspectiva,

mientras el mundo les cagaba en la boca.

El bien y el mal, no son do` cosas distintas,

y uno no existe, si no es porque el otro, esta

ahí para decírselo. Como el negro, no se de-

fi niría como tal sin el blanco. O, el frío no

seria tan helado, si el calor no fuera calido.

Este siglo XXI nadie pesca la moral de las

cruces y sermones. Quienes dicen acoger-

la solo fornican a escondidas de sus padres

para luego darse una ducha de arrepen-

timiento y lagrimas en el confesionario.

Creando un escenario tan patético y dantes-

co, como fértil para los gusanos kuliaos, de

las mentes podridas, que, democráticamen-

te promulgan la nueva inquisición cultural.

Esa que asesina a la juventud, censurando

las nuevas expresiones artísticas, literales,

ideológicas, y las sepulta a la sombra de un

ser omnipotente denominado, por su para-

digma como: DIOS. Quien no es mas, que

un amigo imaginario, una pantalla, a quien

atribuirle sus deseos de poder y control so-

cial.

Dentro de los espacios universitarios cristia-

nos, sea del orden que sea, vemos una pared

moral enorme e impuesta por la institución,

para con las personas, que no comparten la

misma visión, sobre como vivir la universi-

dad e incluso, sobre como vivir la vida.

Y es así, como la interacción legítima y ex-

plicita entre estudiantes, se ve interrumpida

por las normas de convivencia que impone

la universidad. Una universidad, manipula-

da por el ideal de un joven neo-inquisidor,

incapaz de ser dueño de su vida, y tener sus

propias decisiones. Coartando las posibi-

lidades de acción artística (como murales,

afi ches, etc.) y las practicas vivenciales que

podríamos atribuir a las güeas que uno hace

entre amigos, de esos que son bien amigos,

como por ejemplo, (el tema que nos interesa

de todo este rompe cabezas) el cual se remi-

te al consumo de marihuana y otras drogas.

Que potencian la socialización del engen-

dro estudiantil, mitad carne-hueso capas de

percibir su habitad, y mitad celular tecnoló-

gico, postmoderno y toas las manos, perro,

zorrón, ya tu Sáez papa. Capaz de NADA.

La lucha contra la droga y el alcohol en la

universidad, parece adquirir una especial

relevancia de cuando en cuando. Pero un

profesor señalado como un acosador sexual,

se torna un tema apokryphos (oculto). Pero

un/a volaito/a, que se cobija en el patio de la

5

Refl exiones de-cons-

tructivas, sobre la nueva

construcción democrá-

ticamente forzada de la

socioculturalidad.

Ser Vola`o he protesta

Page 7: Revista ¡Disparad! Nº1

¡Disparad!Pequeños pensamientos no ex-haustivos sobre la peculiaridad de trabajar. Por: Unx estúpidx mas

De acuerdo a la ya incansable problemáti-

ca del porqué debemos trabajar, he llegado

a innumerables refl exiones dentro de las

cuales algunas han sido más relevantes que

otras, vale decir que a medida en que las

voy confeccionando, resultan algunas más

satisfactorias y viables que otras que no si-

guen la misma ruta refl exiva.

Pues bien, incentivado bajo la presión so-

cial y familiar, las cuales me dictan costum-

bres y prototipos a perseguir, me he dado

cuenta que la subsistencia monetaria guiará

mi futuro, entendiendo éste, como un futuro

que desconozco, no así como un pitoniso de

mi vida. En más, la incertidumbre es convo-

cada al no apreciar y adorar los patrones in-

culcados, y en consecuencia, no abordar de

manera correcta las situaciones que afron-

tan mi acontecer cotidiano.

Retomando la problemática inicial, la cual

alude a la obligación de un trabajo estable

y respaldado por la percepción de cánones

estructurales no agradables, he descubierto

que para existir en la vida, con éste contexto

de realidad social, no queda otra solución

que guiarla con sobrevivencia monetaria,

vale decir que, ejerciendo acciones labora-

les que me permitan consumir los bienes o

insumos necesarios para permitir mi exis-

tencia, tan sólo eso bastará para permitirme

una vida de acuerdo a la perspectiva auto-

gestionada de sobrevivencia.

Por ende, si decido abolir mi sobrevivencia

y dedicarme a una vivencia como me indica

la estructura social, me encontraría desem-

peñando un papel teatral de actor secunda-

rio, ya que, como no soy yo quien escribe

el guion de ésta realidad social, sólo puedo

remitirme a lo que las fuerzas normativas

o legislativas entreguen en el libreto de la

6universidad, debe bancarse que lo aborde un

hombre de saco y corbata, con la prepoten-

cia de un agente de la DINA, ANI o la secta

de Domingo Guzmán (los dominicos). Por

tanto, ¿quien es más enfermo y degenerado?

Quien fuma marihuana, como quien fuma

cigarro. O, quien llega a ofender y a decir

que hacer, sin mediar provocación.

Desde esta trinchera, es que nuestra refl e(A)

xión ahumada en porro toxico, adquiere un

sentido critico y de protesta a la moral culià

(culiquitaka), de los que se culean las men-

tes de miles de hombres y mujeres, carentes

de un sentido antropológico sobre como vi-

vir en sociedad, y que en su afán de entender

el mundo, escuchan a pedófi los patéticos y

enfermos de su propias mentiras. Los mis-

mos que llevan esta barcaza, a, un precipicio

lleno de monstruos apocalípticos. Hijos de

una tierra absolutamente cuadrada.

****

continúa sig. pág....

Page 8: Revista ¡Disparad! Nº1

¡Disparad!De la miseria Universitaria…Por: Aniceto

Al refl exionar sobre los argumentos que

constituyen mi posicionamiento actual so-

bre la cotidianidad universitaria me encuen-

tro ante la completa ilegitimidad de estos en

contraposición con la idea-discurso institu-

cionalizada sobre el “alumno universitario”

que poseen las Universidades y por sospe-

cha sus respectivos profesores y la sociedad

en general. Digo ilegitimo y no falso o in-

signifi cante, debido a que dicha refl exión ar-

gumentada considero es valiosa en función

de las indignas circunstancias generadas

por el sistema desde donde me posiciono y

actuó, esta justifi cación me proporciono ar-

gumentos realmente preciosos en cuanto al

sentido, la función y la prioridad que tiene

la Universidad en lo concerniente a mi coti-

dianidad, mi proyección, y la praxis que re-

sulta de ambas. Me explico. Soy consciente

del contexto mecanizado y autómata en el

cual nos desenvolvemos diariamente, en

donde la rutina, lo repetitivo, lo artifi cial, y

lo mercantilizado son las características más

comunes en un día cualquiera. (¿Que elegi-

7

obra, el cual contendrá los roles que las fun-

ciones laborales empresariales otorguen,

asociándoles como actores principales de la

función teatral, y yo, como un actor secun-

dario, abrazarme a la personalidad principal

para hacerme relevante y convivir sin pro-

blemáticas en la ordenanza social.

O bien, dedicarme a una praxis al margen

del trabajo rutinario y satisfacer mis nece-

sidades económicas brindando mis bienes

a ofertar, así como también mis servicios a

entregar a cambio de una remuneración no

ostentosa –de acuerdo a la fi nalidad de no

lucrar con la fuente de trabajo y satisfacer

los viene rentables de acuerdo a lo necesa-

rio para la subsistencia-, para así, entregar

una bofetada a la ya impuesta estructura-

ción laboral y combatirla con acciones co-

tidianas, que aunque parezcan inservibles,

son satisfactorias para todo aquel ser huma-

no descontento con el orden social .

Cabe además mencionar que el inicio de

una duna basta de un grano de arena acu-

mulado a otro para que le de confección a

su cuerpo protuberante, y así como un tarro

conservero es repleto por una enorme can-

tidad de frutas…, porqué no guiar la forma-

ción laboral nosotros mismos.

En fi n, no vivo solo en ésta sociedad, ni

mucho menos bajo los parámetros que yo

quisiera tener, por ende, y haciendo parti-

cipación con métodos simplifi cadores, la

adaptación hacia el patrón común y por lo

tanto más simple de ejercer es la opción que

se me brinda, la cual acude mantener una

reproducción de las normas ya pauteadas

por el sistema económico-capitalista.

Inconscientemente mencionaría que no pre-

tendo aceptar tal ofrecimiento de estrategias

económico-capitalistas, pero como creo que

me encuentro en un estado de completa ra-

cionalidad humana, tampoco aceparía tal

negociación por mis servicios a ceder. Y si

en algún momento lo hiciese, tendré siem-

pre presente el engaño para tal institución.

“…Trabajar para el enemigo es nuestra as-

piración y vender secretos de Estado a otra

nación. ¡Viva la traición!”

(.... continúa de la pag anterior)

Page 9: Revista ¡Disparad! Nº1

¡Disparad!mos de nuestro día?, casi todas las acciones

que llevamos a cabo están preestablecidas

y no nacen de inquietudes personales, sino

por obligaciones, ¡estamos hundidos en lo

indigno de nuestra regularidad!).Con sin-

ceridad, digo que desprecio profundamen-

te lo que hace de nuestros días unos días

grises, planos, sin color ni identidad. Soy

consciente también, que esta situación es

producto de las estructuras económicas y

las superestructuras que generan relaciones

sociales fundamentadas en el pragmatismo

mercantil del negocio y que son justifi ca-

das por la autoridad que las legitima. Por

tanto, identifi co a la Universidad como un

elemento más de esta dinámica que hace de

nuestros días un abismo incoloro y frustran-

te, esto fundado en la clara posición clien-

telar del rol que jugamos como estudiantes

en la universidad, y aun peor, de la defi nida

orientación educacional, que busca formar

alumnos que sean competitivos en el merca-

do laboral, que cumplan con la imagen que

pretende proyectar para que nos saquemos

los ojos compitiendo por un porcentaje ínfi -

mo de la producción, como viles piezas del

engranaje que somos. Porque es un maldita

mentira que nos educan para nuestra auto-

rrealización, el academicismo al cual tene-

mos acceso nos transforma en profesionales

capaces de generar mercancías y consumir-

las, el proceso educativo distribuye la infor-

mación con el solo objeto de que esta sea

funcional a las necesidades productivas, así

la porción de información a la que tenemos

alcance en la universidad nos enceguece y

limita, minimizando nuestras posibilidades

de aprender ya que solo tiene como fi n crear

herramientas útiles para el mercado, crean-

do una conciencia de repugnante “intelec-

tualismo” siendo que solo se es parte del

rol especializado que la sociedad te impuso.

Al reconocer la situación en la cual me en-

cuentro, decido sencillamente aprovechar

las instancias que me entregan vitalidad,

experiencias, y me hacen un poco más cer-

cano a la gente que me rodea, instancias

que me permiten compartir, socializar y dis-

frutar de los chispazos de vida que me ha

entregado el azar al conocer a las personas

con las que me he relacionado. No soy de

los que piensan que ha elegido su destino,

y que mis decisiones han sido tomadas en

completa soberanía, sino creo que mi cons-

trucción se ha ido modelando en conjunción

de las experiencias que me ha tocado vivir y

las diversas estructuras que me han ido im-

poniendo obligaciones como estudiar, tra-

bajar, respetar a mis padres, pagar el metro

todos los días, etc. Mi etapa universitaria es

una más de aquellas. Es la que me prepa-

ra a la vida laboral en donde terminare de

asesinar lo que queda de niñez y pureza-si

es que ya no lo he hecho-para uniformarme

y alistarme en las fi las de los robotizados,

controlados, conformados, idiotizados y

domados que sirven sin cuestionamiento al-

guno a los intereses de quienes nos robaron

el sol de cada día.

****

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Page 10: Revista ¡Disparad! Nº1

¡Disparad! 9 Una vez, de regreso del paseo, Papá subió a Luciano sobre sus rodillas y le

explico lo que era un jefe. Luciano quiso saber cómo hablaba Papá a los obreros cuando

estaba en la fábrica y Papá le enseño como había que hacerlo y su voz estaba totalmente

cambiada. “¿me convertiré yo también en un jefe?”, pregunto Luciano. “Pero segura-

mente, hombrecito mío para eso te hice.” “¿y a quien mandaré?” “pues bueno, cuando yo

me haya muerto, serás el patrón de mi fabrica y mandarás a mis obreros.” “pero habrán

muerto también.” “pues bueno, mandarás a sus hijos, y es necesario que sepas hacerte

obedecer y querer.” “¿y cómo me hare querer Papá? Papa refl exiono un poco y dijo: “en

primer lugar es necesario que los conozcas a todos por su nombre”. Luciano quedo pro-

fundamente emocionado y cuando el hijo del contramaestre Morel fue a la casa anunciar

que su padre se había cortado dos dedos, Luciano le hablo seria y dulcemente mirándolo

en los ojos y llamándolo Morel. Mama dijo que estaba orgullosa de tener un muchachito

tan bueno y tan sensible.

“El muro”

Jean-Paul Sartre.

Page 11: Revista ¡Disparad! Nº1

¡Disparad!10

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NECROPO

LIS

Page 12: Revista ¡Disparad! Nº1

TE DICEN.Por: Luciano Fleurier

Te dicen que la materialidad te responde con un yo te quiero

Que la risa tiene cara conocida

Que los enteros no se van en una silla

Que la cima no se alcanza a cuclillas

Que te comas los mas encima

Que la tela ya no se estira

Que aprietes el tornillo, que se acabaron los torbellinos

Que las ganas se cosen con aguja e hilo

Te dicen que no tienes los motivos

Que el te quiero tiene un pestillo

Que ya no sirve el respiro, que es mejor caminar en los libros

Que el amor no se entrega en un platillo

Que los labios mantengan el brillo, que la risa llega del chiste pasivo

Te dicen, que dijeron, que decían, que no existe la mentira

Que el buche se llena con simpatía, que la mirada en la vitrina, que la caminata

de rodillas, que el abrazo no se entibia

Te dicen que la caricia no nace a tiritones, que la piscina esta llena de tibu-

rones

Que la disolvencia no viene cayendo de prisa

Que el mundo no se puede dibujar con pincel y tiza

Te dicen, que dijeron, que decían, que no existe la mentira.