revista de historia naval nº72. año 2001

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    R VISTHISTORI N V L

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    INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVALARMADA ESPAOLA

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    INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVALARMADA ESPAOLA

    REVISTADEHISTORIA NAVAL

    Ao XIX 2001 Nm. 72

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    REVISTA DE HISTORIA NAVALCoNsuo RECTOR:Presidente: FernandoRiao Lozano, contralmirante, director del Instituto deHistoria y Cultura Naval.Vicepresidentey Director RafaelEstrada Jimnez, coronel de Intendencia.Redactor Jefe: JosAntonio Ocampo Aneiros, coronel de Mquinas.Vocales: JosCervera Pery, general auditor y periodista; Hugo ODonnell yDuque de Estrada, de la Comisin Espaola de Historia Martima;Enrique Martnez Ruiz, catedrtico de Historia de la UniversidadComplutense de Madrid.Redaccin, Difusin yDistribucin: IsabelHernndez Sanz, Ana Berenguer Berenguer, Isabel SurezZaccagnini.Administracin: JosLuis Fernndez Puertas, comandante de Intendencia de la Armada; Roco Snchez de Neyra Espuch.DRECcINY ADMINISTRACIN:

    Instituto de Historia y Cultura Naval.Juan de Mena, 1, 1.planta.28071 Madrid (Espaa).Telfono: 91 379 50 00Fax: 91 379 59 45EDICINDELMINISTERIODEDEFENSAIMPRIME:

    Servicio de Publicaciones de la Armada.Publicacin trimestral: primer trimestre de 2001.Precio del ejemplar suelto: 650 pesetas (3,907 euros).Suscripcin anual:

    Espaa y Portugal: 2.600 pesetas (15,63 euros).Resto del mundo: 4.000 pesetas (24,04 euros).Depsito legal: M. 16.854-1983.ISSN-0212-467-X.NIPO: 076-0l-024-X.Impreso en Espaa. - Printed in Spain.CUBIERTAANTERIOR:Logotipo del Instituto de Historia y Cultura Naval.CUBIERTAPoSTERIOR:Del libro Regimiento de Navegacin, de Pedro de Medina. Sevilla, 1563.y logotipo de la Comisin Espaola de Historia Martima.

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    SUMARIOPgs.

    NOTA EDITORIAL . 5Guardiamarinas rusos en el Cdiz de 1719, por Antonio AlemparteGuerrero7La navegacin ocenica en el siglo xvi, por Guadalupe Choca-no Higueras23La travesa martima de Carlos V para su coronacin imperial en1520, por Hugo ODonnell y Duque de Estrada49Funciones de la Comisin de Marina en Inglaterra, por Esther E.Van Riet Gutirrez65La representacin del mar en las artes, por Eduardo Blzquez yMara Cunillera103La historia vivida: Carlos V y LOmmegang, por Fernando de laGuardia Salvetti111Documento: Acta de peticin de estado noble de un guardiamarina113La Historia Martima en el mundo: Becas de Historia Martima yotras noticias, por Jos Antonio Ocampo119

    Noticias Grales123Recensiones133

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    COLABORAN EN ESTE NMERO

    Antonio Alemparte Guerrero es coronel de Infantera en situacin de retiro. Licenciado en lengua rusa por la Universidad de Granada y diplomado por la Universidadde Lvov (Ucrania). Colaborador de diversos diarios y revistas nacionales, es autor dellibro La escuadra rusa vendida por Alejandro 1 a Fernando VII en 1817, actualmenteen prensa.Guadalupe Chocano Higueras. Licenciada en Historia de Amrica por la Universidad Complutense de Madrid, fue, desde 1984 a 1996, jefe de investigacin del MuseoNaval de Madrid. Colabor con la Expo 92 en la obra Historia de la Cartuja de Sevilla. Sus trabajos de investigacin se han centrado bsicamente en la historia de lafamilia Coln y en la construccin naval de dicho perodo, publicando numerososartculos en revistas tales como V Centenario, Revista General de Marina y REVISTADE HISTORIA NAVAL. Ha participado en congresos nacionales e internacionales yasesorado a TVE en diferentes programas sobre la figura de Cristbal Coln. Espremio Virgen del Carmen por su obra Cristbal Coln. Incgnitas de su muerte, 1506-1902. Primeros almirantes de las Indias. Entre sus ltimos trabajos publicados se hallan los dos primeros volmenes de la serie Pensamiento naval. La Escuelade Guerra Naval, 75 aos de Historia. Madrid, 2000, y Cursos de Guerra Naval.Ultimas lecciones, 1925-1999. Madrid, 2001.Hugo ODonnell y Duque de Estrada. Marqus de Altamira, es comandante deInfantera de Marina (E. C.), licenciado en Derecho por la Universidad Complutensede Madrid, diplomado en Derecho Internacional por el City of London College, enLiteratura francesa por la Universidad de Lausana (Suiza), y en Genealoga y Herldica por el Servicio Histrico Militar espaol. Acadmico correspondiente de las RealesAcademias de Sevilla y Crdoba, es vicepresidente de la Comisin Internacional deHistoria Martima y representante en Espaa de su Comit Ejecutivo. Ha publicado,entre otras obras, La fuerza de desembarco de la Gran Armada contra Inglaterra(1588) y El viaje a Chilo de Jos de Moraleda (1787-1 790). Es premio del marVirgen del Carmen 2000. Colabora en diversas publicaciones nacionales y extranjeras, entre otras, en la REVISTA DE HISTORIA NAVAL.Esther E. Van Riet Gutirrez es profesora de Educacin Secundaria y doctora enFilologa Anglogermnica por la Universidad de Oviedo con una tesis doctoral titulada Las relaciones comerciales hispano-britnicas en la segunda mitad del siglo XIX.Colaboradora de la REVISTA DE HISTORIA NAVAL.Eduardo Blzquez Mateos. Doctor en Historia del Arte por la Universidad Autnoma de Madrid. Profesor de la Escuela Superior de las Artes (TAJ). Articulista y colaborador de varias revistas nacionales y extranjeras, destacan sus publicaciones en laRevista de Investigacin Arqueolgica e Histrica de la Universidad de Turn y en laAcademia de Carlos de Yuste de Munich (Alemania). Es premio de narrativa 1994 delMinisterio de Cultura con el trabajo sobre Isabel de Portugal, La dama invisible.

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    NOTA EDITORIALEste nmero 72 de nuestra REVISTA DE HISTORIA NAVAL es el primero deltercer milenio y en l incluimos, sin letra, la ilusin de que esta emblemticafecha, que marca un antes y un despus, sea el vaticinio de larga vida en lalabor de investigacin que nos hemos propuesto.En este sentido se recoger en el prximo nmero (73), y siguientes, trabajos sobre un estudio histrico propuesto por la Comisin Espaola de HistoriaMilitar (CEHISMI), que abarca desde 1763 a 1805, titulado La defensa de laMonarqua hispnica en la madurez de la Ilustracin; se llevar a cabo elciclo completo de dicho perodo a lo largo de los aos 2001 a 2005, culminando en este ltimo con la referencia explcita a la conmemoracin del tercercentenario del combate de Trafalgar.Dentro de ese perodo histrico se incluye en este nmero un interesantetrabajo de Antonio Alemparte Guerrero sobre la estancia de Guardiamarinasrusos en el Cdiz de 1719.Como muestra final de las efemrides relativas al reinado de Carlos 1, tan

    presentes en este pasado ao 2000, se incluyen los trabajos de GuadalupeChocano Higueras sobre La navegacin ocenica en el siglo XVI y La travesamartima de Carlos Vpara su coronacin imperial en 1520, de Hugo ODonnell y Duque de Estrada.Incluye tambin este nmero un artculo de Esther E. Van Riet Gutirrezsobre Funciones de la Comisin de Marina en Inglaterra.Un atractivo trabajo de Eduardo Blzquez Mateos y Mara Cunillera nosexpone La representacin del mar en las artes.Finalmente se incluyen las secciones habituales de La Historia vivida:Carlos V y el LOmmegang, por Fernando de la Guardia Salvetti; Documento;La Historia Martima en el Mundo: Becas de Historia Martima y otras noticias, por Jos Antonio Ocampo; Noticias Generales y Recensiones

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    GUARDIAMARINAS RUSOSEN EL CDIZ DE 1719Antonio ALEMPARTE GUERREROCoronel de Infantera (R)

    ResumenLa grandeza de Rusia comienza a fraguarse a lo largo del reinado de Pedroel Grande, quien se percata de que, para encontrar una salida de vital trascendencia al mar Bltico, precisaba contar con una oficialidad preparada

    para la paz y la guerra en las ms prestigiosas academias navales del mundo.Para lograr este objetivo, lo ms conveniente era enviar reducidos pero significativos grupos de jvenes a los pases occidentales ms avanzados en lastcnicas y prcticas de la navegacin: Inglaterra, Francia, Holanda y la Repblica de Venecia.En el verano de 1719 llegaron a Cdiz, procedentes de Venecia, 22 guardiamarinas rusos, cuya breve estancia entre nosotros no puede calificarse deprovechosa: desconocimiento de la lengua, acusadas diferencias en la edadcon la de nuestros imberbes guardiamarinas, insalvables dificultades econmicas que amargaron la vida de los rusos, imposibilidad de navegar en galeras yde participar en combates reales, quizs incapacidad de adaptacin a la idiosincrasia del pueblo espaol y, posiblemente, aoranza de la distante patria,impulsaron a la casi totalidad del grupo a dirigir una pattica carta de splica asu ministro, implorando la baja en la Real Compaa de Guardias Marinas y elregreso a la patria..Concedida la peticin, los marinos eslavos abandonaron nuestras costas el28 de febrero de 1720, para proseguir estudios y prcticas en Holanda eIrlanda.Al final del relato se incluye una brevsima resea de lo que el futuro depar, tras su corta estancia entre nosotros, a este puado de guardiamarinas,obligados a abandonar Espaa inmersos en la frustracin y la desesperanza.Aos atrs, llevado por mi aficin a la historia, compr un grueso tomoque an conservo, entre cuyas pginas, referidas al captulo de la Marina espaola en el siglo XVIII en general y a la Real Compaa de Guardias Marinas enparticular, se inclua este prrafo: El Zar Pedro el Grande envi a Espaa ungrupo de jvenes aristcratas rusos para instruirse en las ciencias navales.La lectura de la escueta noticia despert en m el deseo de profundizar entan ignorado episodio, cuyo inters atrajo de inmediato mi atencin. Transcurridos varios aos, y alcanzada la situacin de reserva, inici mis personales gestiones en busca de bibliografa y, fundamentalmente, documentos. Yaqu, en este sencillo relato, se condensan los resultados de mis esfuerzos.Sin embargo, antes de centramos en el tema, juzgo conveniente esbozar lasincipientes relaciones hispano-rusas, considerando a Espaa como una piezaAo 2001 REVISTA DE HISTORIA NAVAL

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    ANTONIO ALEMPARTE GUERREROdel imperio de Carlos V. El primer intento de aproximacin data de 1521, aoen que ste en tanto que Emperador del Sacro Imperio Romano Germnico envi a Vasili IV, gran prncipe de Moscovia, una amistosa carta a la quefue correspondido con otra, donde se le aseguraban las intenciones de mantener tan buenas relaciones con el imperio como lo haban sido las desarrolladasa lo largo del reinado de su abuelo Maximiliano.La misiva alcanz Valladolid en 1523 nuestro rey, como en otras muchasciudades, forcejeaba con las Cortes en peticin de subsidios trada de lamano del representante ruso Ivan Yakov, acompaado de una reducida embajada. Carlos V, en justa correspondencia, envi otra, situando a su frente alconde Antonio de Padua, quien, saliendo de Madrid el citado ao, tras permanecer seis meses en Mosc, regres a la capital en abril de 1525.A esta embajada le siguieron otras de forma intermitente; sus objetivosordinarios se reducan a informar de fallecimientos, nacimientos, entronizaciones de personas reales, concertaciones de tratados con preferencia, decomercio internacionales, posibles alianzas contra potenciales enemigos...Algunas de ellas, por su aparatosidad, bien pudieran ser catalogadas deextraordinarias. Tal fue la enviada a Madrid en 1681; adems de grandesseores, secretarios, escribanos, popes, traductores, hasta un total de 90 personas, se incluan 20 criados y 36 timbaleros y trompetas, que yo imagino desfilando por las estrechas calles del provinciano Madrid de los Austrias, enmedio de la incontenida expectacin de los 50.000 atnitos habitantes,sorprendidos porque la novedad movi la curiosidad... y los trajes a la jocosidad... porque ni los traen los griegos ni los turcos... bien que la pedrera yperlas con que los adornaban eran de estimacin no corta... El presentecomponase de martas y armios y otros pellejos de animales de aquel pasque en esta Cofte tienen crecida estimacin y aunque corri la voz de que elregalo llegaba a los 600.000 ducados, es cierto que no se avecind a los300.000....Seguidamente, el autor de la curiosa Relacin aade con irona: Nteseque si el embajador de Francia (con lo que introdujo de gneros franceses parala loca curiosidad de las mujeres) nos quit el pellejo, ste de Moscovia, nosfestej con los de ms estima de su Imperio (1).En la segunda mitad del siglo XVII el mundo diplomtico experiment unasensible transformacin tras la paz de Westfalia (1648) [desdoblado en dostratados: Osnabriick y Mnster] que fragmentaron la vieja Europa del predominio de los Habsburgo, paulatinamente eclipsado por el ascenso de tresnuevas potencias: Rusia, Francia y Suecia (2).La primera, desde esta fecha, empieza a manifestar un notorio inters porintroducirse activamente en el concierto de los estados europeos. Un hito deese proceso poda, sin duda, fijarse en el acercamiento hispano-ruso de 1667,cuando el Zar Alejo Mijailovich envi una embajada presidida por el stolmk

    (1) ESPADAS BURGOS, Manuel: Corpus diplomtico hispano-ruso. Ministerio de AsuntosExteriores. Madrid, 1991, p. 10.(2) Op. cit.. p. 12.8 REVISTADE HISTORIANAVAL Nm. 72

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    GUARDiAMARINAS RUSOS ENEL CDIZDE 1719Piotr Ivanovich Potibmkin (lase Patinikin), en la que expresaba su esperanza en el fortalecimiento de la alianza entre los estados cristianos, al tiempoque su deseo de recibir una embajada espaola.Pasados unos aos distaba an mucho la diplomacia rusa de contar con laexperiencia, la tradicin y el savoir faire de la de otros pases europeos. Sugran despegue vino de la reactivacin que le imprimira Pedro 1, que reorganiz el servicio diplomtico al modo occidental, creando misiones diplomticaspermanentes y estableciendo cnsules en las principales ciudades.Fue en 1717 cuando se acentu el intercambio de correspondencia entreEspaa y Rusia. El 20 de septiembre de 1719, Pedro 1, en carta al prncipeKurakin (3), enviado de Rusia en Holanda, le ordenaba esforzarse por todoslos medios para conseguir el respaldo hispano y manifestaba el deseo denombrar un embajador permanente en Madrid. El 22 de abril de 1722 eradesignado para tal cargo el prncipe Golitsyn (4).Desde la infancia Pedro el Grande se sinti empujado por dos pasiones quecondicionaron su personalidad, vida y obra: el permanente afn de aprenderde las ms adelantadas naciones occidentales y la obsesiva inquietud por lostemas y las cosas de la mar. Desde nio, residiendo en Mosc, gustaba depasar jornadas enteras en el cercano lago Pleschel o en la finca de Preobrazhenskoe entregado a juegos y batallas en el ro Yauza, hoy absorbido en elcasco urbano de la capital. Escasos aos despus, un fornido Pedro su tallade adulto rozaba el 1,96 construy con sus manos un bote de madera que ennuestros das, si la memoria no me traiciona, se halla a la vista pblica en elpalacio-museo del prncipe Menschikov en San Petersburgo.En 1697 en tanto que co-zar con su hermano Ivn envi al extranjero a 58 nobles rusos, quienes, independientemente de sus deseos e inclinaciones, deban marchar a Venecia para estudiar las famosas galeras o aInglaterra y Holanda con objeto de familiarizarse con los grandes navos;constituyen el primer grupo de rusos formados como marinos de guerraallende sus fronteras. Pedro, personalmente, les traz el plan de estudios:familiarizarse con las cartas marinas e instrumentos de navegacin, aprenderel arte de construir barcos, servir en los navos extranjeros partiendo desdesimple marinero y, siempre que fuese posible, participar en autnticoscombates navales.

    (3) Kurakin era boyardo miembro de una de las ms antiguas y poderosas familias rusasque se codeaba con los Dolgoruki, Golitsin, Menschikov, Scheremetev [cuyos descendientes entiempos de Alejandro 1(1801-1825) posean 700.000 siervos: el visitante que llegue a Moscpor va area, lo har en el aeropuerto internacional Scheremtevo-2; colindante con l yformando parte de un todo se encuentra Scheremtevo- 1, de donde parten principalmente losvuelos a San Petersburgo. Ambos aeropuertos estn situados en alguna de las fincas que conformaban las vastas posesiones de tan poderosa familia], Potiiimkin...Kurakin goz siempre de la confianza de su amigo el Emperador, al que sirvi con lealtad,recibiendo de su parte honores y elevados cargos y misiones de prestigio. En 1717 le acompaen un viaje a Francia sirviendo de intrprete en los encuentros con el regente Felipe de Orleans.Posteriormente desempe varias misiones diplomticas en el extranjero.(4) ESPADAS BURGOS: Op. cit., pp. 13-14.Ao 2001 REVISTADE HISTORIANAvAL

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    ANTONIO ALEMPARTE GUERREROSi bien la mayor parte de los futuros marinos se compona de gente joven,entre ellos se hallaba Piotr Tolstoi de... 52 aos (5). Lo que las crnicas noshurtan es si la marcha fue decidida por personal y libre decisin o por imposicin del Zar; sabemos que estaban obligados a asumir sus propios gastos y,necesariamente, regresar en posesin de un certificado de aptitud como oficiales de marina.Las rdenes de Pedro causaron verdadero horror y estupor: las esposas delos casados iban a verse separadas de sus maridos, a quienes dejaban amerced de las seductoras artes de las mujeres de lejanos pases; los padresteman los efectos corruptores de la religin occidental (6). Ninguno deesos hombres regres a Rusia lgicamente con los entorchados de almirante, pero tampoco nadie desperdici el tiempo. Los conocimientos con quevolvieron a su patria ayudaron a cambiarla.Percatado el Monarca de que la grandeza de su pas discurrira paralela a lade su Marina, prosigui la tarea de continuar enviando jvenes al extranjeroen busca de una mejor preparacin profesional, atrayendo simultneamentehacia Rusia con el seuelo de altos empleos y elevados emolumentos a unelevado nmero de oficiales, tcnicos, maestros navales y carpinteros de ribera, todos de probada experiencia, quienes, conjuntamente con miles de trabajadores reclutados por cesrea voluntad, fundaron la primera base navalrusa en la pequea ciudad de Taganrog a la que cabe el honor de haber sidola patria chica del inmortal escritor Anton Pavlvich Chej0v a las orillas del

    mar de Azov, en el estuario del Don. Seguidamente, aquella colmena humanadio comienzo a un ambicioso programa de constructores navales con participacin personal del Soberano como carpintero cuyos frutos no tardaranen recogerse.En 1710 tres grupos de futuros oficiales de Marina dos, compuestos de20 hombres y un tercero de 30 recibieron rdenes de servir en las flotasrespectivas de Francia, Pases Bajos y Venecia. Pasado un lustro, pordesigna(5) Piotr Tolstoi era entraable amigo del Zar, en mayo de 1682 entr al frente de sus

    soldados en el barrio moscovita de Kremlin donde, junto a sus familiares residan losstreltsy al grito de: Vamos a matar a los traidores y asesinos de la familia del Zar .En 1709 recibi la orden de trasladarse, como primer embajador de Pedro y de Rusia, aConstantinopla. A lo largo de 9 aos mantuvo la inestable paz entre ambos imperios, lo queno fue bice para que el Sultn lo sepultase en una mazmorra cerca de dos aos. Tras eltratado de Adrianpolis regres a su patria, donde continu desempeando, con notableacierto, sus servicios en vida de Pedro el Grande, a quien acompa en su viaje a Franciaen 1717. En 1724 se encarg de preparar la coronacin de Catalina, segunda esposa delsoberano. Aos ms tarde, la misma Catalina nombr al ya anciano Tolstoi conde delImperio, ttulo que han llevado sus descendientes, incluido el genial autor de Guerra y Paz,Len Tolstoi.Los streltsy, formados en tiempo de Ivn el Terrible (1533-1584), constituyeron elprimer cuerpo de soldados profesionales rusos encargados de la custodia del Kremlin y de lafamilia imperial. En su mayor parte procedan del campesinado; ignorantes polticamente,cuando consideraban que su pas se desviaba de las pautas tradicionales, se crean obligados aintervenir en los asuntos del Estado.(6) ROBERT K., Massie: Pedro e/Grande. Espasa Calpe. Madrid, 1971, p. 104.10 REVISTADE HISTORIA NAVAL Nm. 72

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    GUARDIAMARINAS RUSOS EN EL CDIZ DE 1719cin directa del Zar, uno de sus hombres ms allegados, Konon Zotov (7)embarc para Cdiz con la precisa consigna de estudiar y recoger la ms detallada y amplia informacin concerniente a nuestras cuestiones navales y suorganizacin.Nada aventurado resulta imaginar que los datos aportados por K. Zotova todas luces favorables gracias al visible impulso dado por Jos Patio ala Marina debieron de pesar en el nimo de S.M.I. a la hora de decidir lapartida de algunos de sus guardiamarinas hacia la escasamente conocidaEspaa.Consumada la prdida de la isla de Creta, reconquistada por los turcos lapennsula de Morea (1715), firmado el tratado de Passorowitz (1718) quezanj las hostilidades entre la Sublime Puerta y el Dux, careca de lgicaprolongar la estancia de los guardiamarinas rusos en Venecia, imponindosela necesidad de buscarles acomodo en otra nacin donde existiese la posibilidad de materializar uno de los objetivos fundamentales recogido en lasNormas impartidas por el Zar a los futuros marinos: buscar por todos losmedios a su alcance la participacin activa en combates navales contra unenemigo real.Los escrutadores ojos de la diplomacia rusa, consultado el mapa deEuropa, fijaron su atencin en Espaa: contiendas, terrestres o navales,nunca le faltaban y, si tal aconteciese, ya se preocuparan Isabel de Farnesio y Alberoni de provocarlas o declararlas para satisfacer sus personalesambiciones; el clima era benigno, la Marina haba experimentado importantes mejoras y, lo que no era cuestin balad y quizs constituy el factordeterminante, la lengua hablada guardaba notable similitud con la usada enVenecia.Sin prdida de tiempo, el Colegio (Ministerio) Estatal de Asuntos Exteriores, hacindose eco de la voluntad del Soberano, puso manos a la obra,cursando rdenes al prncipe Kurakin, su embajador y ministro plenipotenciario en Holanda; ste visit a su homnimo espaol, conde de BerettiLandi, exponindole los deseos del Zar: autorizacin para que los guardiamarinas desplazados a Venecia prosiguieran estudios y prcticas en la Marinaespaola.En palabras del notable historiador e investigador almirante Guilln Tato:El 27 del mismo octubre, Beretti-Landi visit a Kurakin y le mostr elextracto de un despacho de Alberoni anuncindole que S.M. el Rey de Espaarecibira con agrado a estos guardiamarinas a su servicio, deseando prolongarpara siempre con S.M. Imperial una agradable amistad y correspondencia,

    (7) Konon Zotov: Natalia Narysjina, madre de Pedro 1, design en 1677 a este sencillorecaudador de impuestos como tutor de su hijo. Al conocer el increbte nombramiento, Zotovestall en sollozos ante la Zarina, exclamando: Madrecita, yo no soy digno de tener bajo micustodia semejante tesoro. Simultneamente fue elevado al rango de noble. Pedro sinti siempre por l verdadero afecto y respeto, y aos despus le concedi el ttulo de prncipe.Su hijo Basilio, en 1715, recibi el nombramiento de primer inspector general de Decretos,cargo creado por cierto, con escaso xito para disciplinar al Senado y hacerlo msefectivo.Ao 2001 REvIsTA DE HISTORIA NAVAL

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    ANTONIO ALEMPARTE GUERREROindicando que deberan viajar directamente a Cdiz. A continuacin, el prncipe Kurakin escribi al gobernador de esta plaza, don Toms Idiquez, unacarta de aviso y recomendacin (8).Recibida la conformidad espaola, el representante eslavo ante el Dux,Piotr Ivanovich Beklemischev, cancel el compromiso adquirido con laRepblica veneciana, disponiendo el viaje hacia Cdiz; por canales diplomticos inform al gobernador de sta de la pronta salida de los guardiamarinasincluyendo una relacin nominal, relacin en la que no figura Alexis Arbusoy que haba sido encarcelado das antes por el asesinato de un compaero (9).Los marinos, que prestaban servicio en la isla de Corf, la abandonaronel 21 de febrero de 1719 camino de Venecia teniendo que guardar cuarentena; el agente les dio un socorro durante sta.., les reparti el siguiente uniforme: casaca gris oscuro, puos y solapas rojos, chupa roja, pantalones y gorrogrises, cuyo coste deban de reembolsarlo las familias, y para el viaje a Cdizles proporcion moneda equivalente a 2.400 kopeks (10).En fecha indeterminada del mes de abril dejaron a sus espaldas la ciudadde los canales para, viajando por Bolonia y Florencia, embarcar en Livorno.Con escalas en Gnova, Mnaco y Niza arribaron al puerto de Toln el 12 demayo. Dos jornadas despus se dieron a la vela rumbo a Mlaga, con detenciones previas en Marsella y Alicante.Prximo el desembarco, cercana la tierra, ante sus expectantes miradas,volcados sobre la mar su razn de ser--surgan el puerto y la pequeaciudad de Mlaga con su emblemtica y siempre inacabada catedral, dominada por el castillo de Gibralfaro y fajada por un circo de montaas, en medio decuyos densos y abundantes bosques de pinos, eucaliptos y encinas discurra elviejo camino de Antequera que habran de seguir, conocido en la actualidadbajo el nombre de carretera de los montes.Bajaron a tierra, pisaron por primera vez suelo andaluz; a sus sorprendidosojos llegaba, lmpida, la cegadora luz del raramente igualado cielo del meridin espaol en plena cancula. Se hallaban en el sur de un pas que un siglodespus exaltaran y plasmaran, en libros y lienzos, escritores y pintoresromnticos llegados del otro lado de los Pirineos e Inglaterra. Una nueva vidaplagada de interrogantes se abra ante ellos.No nos consta el nmero de jornadas pasadas en la hoy capital de la costadel sol; empero, s sabemos que tras un agotador viaje a lomos de bestias(11), transitando por abominables caminos a veces trazados a pico sobre

    (8) GUILLN TATO, J.: Los guardias marinas rusos que envi a estudiar a Cdiz el ZarPedro el Grande en 1719.Revista General de Marina, nm. 182, mayo, 1972. p. 515.(9) Ibidem.(10) lbidem.(11) El primer servicio de diligencia se inaugur en Espaa en 1815, cubriendo la lneaBarcelona-Reus. En Andaluca fue preciso esperar hasta 1822 con la apertura del trayectoMadrid-Sevilla. Estos vehculos circulaban a una velocidad de 112 km diarios. En los aos quelos rusos estuvieron en Cdiz, los viajes se hacan en recuas de bestias o en galeras de 4 ruedas,arrastradas por 4, 6 u 8 mulas y en jornadas de 40 50 kilmetros como mximo. En referencia12 REVISTADE HISTORIA NAVAL Nm. 72

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    GUARDIAMARiNAS RUSOS EN EL CDiZ DE 1719inquietantes abismos (12), sorteando nada imaginarios peligros bien que sunmero, juventud y posiblemente escolta disuadira a ms de un jefe de partida de bandoleros, tras extasiarse con la bella, spera y agreste comarca deRonda, la suave campia de Bornos y las llanuras de Jerez, el 5 de juliode 1719, despus de pasar por los arcos platerescos de la Puerta de Tierra,hacan su entrada en la Tacita de Plata dando por concluido el largo viaje.Alojados en casas particulares hasta transcurridos varios meses losalumnos no residieron en el edificio que hoy se conoce como castillo deGuardiamarinas no tardaron en iniciar su andadura escolar e individual,que debi antojrseles un arduo camino erizado de dificultades, lo que, a mientender, al menos en principio, no justifica su decisin de arrojar la toallatan prematuramente, como conoceremos por el texto de una carta reproducidaen lneas posteriores. Sin embargo, antes de proseguir el relato tomemoscontacto con documentos oficiales custodiados en el Archivo del MuseoNaval.En la sobrecubierta de un expediente se lee: Don Miguel... Durn delDespacho de Marina .Campo Real de Asian 30 de julio de 1719. RealOrden: Para que a los 22 cavalleros Moscovitas se les forme asiento de cadetes de la Ca. de Guardias Marinas.En el interior, ocupando dos folios, aparece este escrito: En carta del 17del corriente, avisa V.S.que en el da antezedente llegaron a esa ciudad paraservir en el Cuerpo de Cadetes de Marina, veinte y dos Cavalleros Moscovitas, con la carta del Prnzipe Kourakin para el Gobernador de esa Plaza deque remite V.S. copia; que pag V.S. el importe de Vagajes y del gasto quetuvieron en las Posadas desde Mlaga y dispuso ponerlos ah en distintasCasas, ajustando su manutenzin en un corto estipendio, en el nterin que sele previene lo que ha de ejecutar, al respecto de hallarse sin orden algunasobre esta materia.Enterado S.M. de lo referido, me manda decir a V.S. admita a estos veintey dos Moscovitas en el Cuerpo de Cadetes de Marina, como supernumerarioscon el mismo goze que tienen los dems Cadetes y que los haga poner a todosjuntos en una o dos Casas, o ms si fuere nezesario y que asistan a las esquelas con los dems. Dios guarde a V.S. ms. os. como deseo. Campo Real deAsian, 30 de julio de 1719.Miguel... Durn. Sr. Don Francisco deVaras?.Tras la lectura observamos un error: los rusos llegaron a Cdiz el 5 dejulio. En una pgina posterior nos lo corroborarn ellos mismos. Una vezsalvada esta equivocacin, prosigamos el relato.a este perodo, Tefilo Gautier escribira un siglo ms tarde: Tan incmodas mulas o galeras como un potro de tortura y slo aptos para personas que, por falta de ingresos, no puedencuidar como quisieran de su tiempo y de sus huesos.

    (12) Los caminos empezaron a convertirse en carreteras en el concepto de la poca apartir del reinado de Fernando VI. Las primeras ciudades unidas fueron la capital con La Corua en 1749, invirtiendo en recorrer este trayecto cinco das y medio... si el camino, las averas yel tiempo lo permitan. Los trabajos para enlazar Madrid con Andaluca dieron comienzo amediados de 1761, emplendose abundante mano de obra militar.Ao 2001 REVISTA DE HISTORIANAVAL

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    ANTONIO ALEMPARTE GUERREROEl destinatario del anterior documento, ignoro a quin, pero presumible-mente al director de la Real Ca. de Guardias Marinas, le hace llegar esteotro: Cdiz, 15 de Agosto de 1719.Sintensele las Plazas de Cadetes deGuardas (sic) Marinas a los veinte y dos Cadetes Moscovitas por haverlosadmitido Su Magestad al Cuerpo de ella, como supernumerarios, con elmismo Goze que tienen los dems cadetes, segn lo expresa la Carta Prezedente del Seor D. Miguel... Durn, Secretario del Despacho Universal de laGuerra, del Mar y de tierra, la que les servir de Testificacin, devindoseentender el Goze del sueldo y Pan de Municin que desde Diez y siete delcorriente en adelante respecto de que oy y maana diez y seis, se les da deHueco que en el nterin previene la Casa que se les destina a fin de separarlos,como S.M. manda. Varas (13).Conozcamos algunas particularidades de la que fue Real Compaa deGuardias Marinas que, correspondiendo a los desvelos de Patio, el 7 defebrero de 1717 abri sus instalaciones en el antiguo barrio del Ppulo gaditano. Los alumnos se alojaban, como se ha dicho, en casas particulares hasta1719; a partir de esta fecha se inaugur un edificio propio, con la finalidad dereagruparlos conjuntamente, si bien la enseanza continu impartindose en elCastillo Viejo.Mejor ser que este breve captulo nos lo relaten acreditados escritores einvestigadores. Cedamos la pluma a los autores de una excelente Historia deEspaa, Aguayo Bleye y Alczar Molina: Desde las primeras instrucciones

    se separaron las funciones del capitn comandante, al que corresponda laeducacin militar de los alumnos, y del Director de la Academia, encargadode su formacin cientfica.La nobleza acudi al llamamiento real, dedicando sus hijos a la Armada,as como muchos otros procedentes de Italia y Flandes. A lo largo de 1717ingresaron en la Academia 181 alumnos, de los cuales 73 procedan de lasclases altas andaluzas, 41 vascos, 16 de Castilla, 12 de Italia, Flandes yAmrica, 8 de Galicia y 31 de otras regiones (14).Del relato de los investigadoresDalmiro de la Vlgoma y del barn de Finestrat, extraigo estos prrafos: En las Circunstanciasque han de concurrir lospretendientes a Plazas de Guardias-Marinas se seala que todo el que se recibiese como Guardia Marina, ha de ser Cavallero Hijo-Dalgo notorio conforme-a las Leyes de este Reyno... Ha de saber leer y escribir...; no ha de tener imperfeccin corporal, ni que por su complexin poco robusta, fatuidad o rudeza, seaincapaz de aprovechar los estudios, o poco propio para las funciones del Servicio. No puede entrar el la Compaa antes de la edad de 14 aos, ni despus decumplidos los 18, y slo en atencin a su cuidada educacin, viveza y talentos,le podr disimular el Capitn, dos aos ms o menos, de la referida edad (15).(13) Archivo del Museo Naval, ms. 1456-14 V.g. 15.(14) AGIJAYO BLEYE, Pedro, y ALCZAR MOLINA, Cayetano: Historia de Espaa, t. III.Espasa Calpe. Madrid, 1969, p. 303.(15) VLGOMA,Dalmiro de la, y el barn de Finestrat: Real Compaa de Guardias Marinas y Colegio Naval. Instituto Histrico de la Marina. Madrid, 1943, p. 14.

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    GUARDIAMARiNAS RUSOS EN EL CDIZ DE 1719stas son las anotaciones del almirante Guilln: El plan diario: por lamaana se reunan en la iglesia y bajo el mando del brigadier de servicio ibana misa. Despus, dos horas de matemticas en la Academia. Concluido elalmuerzo, a las tres, una cuarta parte reciba clase de cosmografa y pilotaje;otra, artillera y maniobra. La tercera, ordenanzas y la restante alternaba dibujo, idiomas, esgrima, instruccin militar y danza. Esta ltima, comenta elalmirante, con la observacin de que no se aficionasen tanto a ella, que nodesatendieran las otras (16).Cmo se desenvuelven nuestros atribulados huspedes en su vida cotidiana? De nuevo el almirante nos aproxima a ella relatndonos sus cuitas eimpresiones: Les sorprendi la suntuosidad de los uniformes de nuestrosguardia marinas: casaca y calzones azules, vueltas y medias rojas, botones yojales de oro... Si uno enferma escribi el alumno Ivn Neplujet en el

    hospital tienen medicamentos y comida, descontndole 5 pesos. Se lamentaban de la carencia de dinero, si bien se les abonaban los gastos imprescindibles de comida, casa, lavado de ropa, zapatos, barbero y sastre. En cuanto alaprendizaje del castellano poco debieron esforzarse toda vez que en las claseseran elementos pasivos, alegando su desconocimiento de la lengua, escudndose que en Venecia, tanto embarcados como en tierra, se desenvolvan en uncrculo de gentes que se expresaban en eslavo.Estos caballeros moscovitas de moral quebradiza o, quizs est mscerca de la realidad, soportando una vida de penalidades y estrecheces rayanaen la indigencia y abatidos psquicamente, presa del desaliento ante talcmulo de adversidades y carencias, penetrados de la esterilidad de susesfuerzos en superar unos estudios encaminados a obtener un certificado deaptitud que los acredite como oficiales de Marina, deciden conjuntamenteenviar un escrito de splica a su ministro solicitando tramite sus bajas en laReal Compaa y ordene sean reintegrados al servicio activo de su pas.Este documento, a veces lindando lo pattico, se encuentra por fortuna enel Archivo Estatal Central de Marina, con sede en Mosc, y ha sido reproducido en toda su integridad en el Corpus Diplomtico hispano-ruso del quedoy copia textual seguidamente:A su Excelencia el general almirante y seor nuestro Conde FiodorMatfeevich (17).(16) GuILLN TATO, J.: Op.cit., p. 515.(17) Fiodor Matfeevich Apraksin era descendiente de una vieja familia de boyardos;fanfarrn, franco y enormemente orgulloso, no toleraba insultos de nadie, ni siquiera del Zar,de quien era compaero de armas y al que sirvi en diversos campos: como marino y general,gobernador y senador. Pero su verdadera pasin la constitua la Marina, a la que am entraablemente, todo lo contrario de la nobleza rusa de su tiempo, que la detestaba.Antes de l, nunca nadie ostent el grado de almirante de la flota rusa, a la que mand en suprimera batalla importante: la de Hang. Presidente del Colegio del Almirantazgo en 1718. Unao ms tarde se le concedi el ttulo de conde. Gobernador de Estonia, Ingria (territoriocomprendido entre Estonia y San Petersburgo) y Carolina (Carelia finlandesa y rusa), formparte del tribunal que juzg al zarevich Alejo, hijo de Pedro.

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    ANTONIO ALEMPARTE GUERREROPonemos en conocimiento de Su Excelencia que por orden de Su Majestadel Zar, nosotros los abajo firmantes estuvimos en la campaa de 1716 comoguardiamarinas a bordo de un buque de la flota de Su Majestad, y que en ese

    mismo ao de 1716, al acabar la campaa y despus de la revista celebradapor Su Majestad el Zar, desde Copenhague fuimos enviados a servir en lasgaleras de la Repblica de Venecia, y en conformidad a la orden de Su Majestad estuvimos sirviendo dos campaas en las galeras de la flota veneciana, sinque se nos diera paga alguna de 5. M. el Zar, dndonos por parte de la Repblica de Venecia un chervonetz (18) al mes durante el tiempo de campaa yde dos chervonetz durante el de invernada, lo que no nos alcanzaba ni paracomer, encontrndonos en gran necesidad, y durante esas campaas participamos en batallas sostenidas con la flota turca, al igual que en la toma de variasciudades, al propio tiempo que nos ejercitbamos en la prctica de las galeras,de todo lo cual poseemos testimonios en forma de certificados expedidos porsus almirantes; y en el presente ao de 1719, por orden de S.M. el Zar, suRepresentante el seor Piotr Ivanovich Beklemishev nos sac del servicio deVenecia y nos envi a Espaa, al servicio en las galeras, en Cdiz, de conformidad a una carta de Su Alteza el Prncipe Boris Ivanovich Kurakin al Gobernador Don Toms Idiquez, y el da cinco del pasado mes de julio llegamos ala ciudad de Cdiz, donde entregamos la carta a su Alteza el Gobernador, queescribi a S.M. el Rey, y S.M. el Rey orden que furamos destinados a laAcademia y tenemos all como sus guardiamarinas, dndonos una paga de dosrublos y medio mensuales, pero sin que nos proporcionara uniforme, y ahoravivimos en unos apartamentos que hemos tomado en alquiler, mantenindonos slo a pan y agua sin que nos quede luego nada para hacemos con ropa,calzado, medias y dems necesidades; y en cuanto a la Academia estudiamosslo la instruccin militar, la danza y la esgrima, sin poder estudiar matemticas, puesto que no sabemos el idioma, pues ya somos mayores, lo que es deconocimiento de S.M. y en cuyo servicio deseamos estar; y aqu muchas veceshemos pedido a nuestro comandante que nos destinara a galeras, pero elmismo nos dijo que S.M. el Rey mantiene solamente dos galeras y que stas

    Hombre de integridad nada comn, en cierta ocasin, siendo almirante-general, Pedro 1castig a un grupo de jvenes nobles que se haban matriculado en el Seminario Teolgico deMosc para eludir el servicio militar, envindolos a la Academia Naval de San Petersburgo,haciendo recaer sobre ellos la dursima tarea de acarrear pilotes al canal del Moika (ro que hoyatraviesa la Perspectiva Nievski, muy prximo al Almirantazgo). Ofendido Apraksin por eldeshonor hacia varias viejas familias de la nobleza, fue al Moika, se despoj del uniforme que,juntamente con la Cruz de San Andrs, colg de un pilote, y comenz a trabajar codo a codocon los jvenes. Advertido el Zar, corri a su encuentro preguntndole dolido y asombrado:Cmo t almirante-general, ests transportando pilotes? Apraksin, con voz queda en la que setrasluca el dolor, le respondi: Seor, estos trabajadores que t ves, son mis sobrinos y nietos.Por qu voy a ser yo el privilegiado? Pedro, confuso, lo mir admirado, dio media vuelta y deinmediato orden levantar el arresto.Asisti al Emperador en su lecho de muerte y tras su fallecimiento en 1725 form parte delConsejo Privado Supremo (compuesto de 16 miembros) que ejerca un poder casi omnmodo,incluida la promulgacin de decretos. Falleci tres aos despus de la muerte de su queridoMonarca.(18) Chervonetz: moneda de oro de cinco o diez rublos del siglo xviii.16 REVISTADE HISTORIA NAVAL Nm. 72

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    GUARDIAMARINAS RUSOS ENEL CDIZDE 1719se encuentran en Sicilia, por lo que no nos puede mandar a otro sitio que nosea la Academia, aparte de que esas galeras se encuentran encerradas en puerto por el enemigo, y que no slo las galeras, sino tambin los dems buquessalen poco, y en sus galeras no hay guardiamarinas; repetidamente hemossolicitado que nos aumenten la paga, contestndonos el mismo comandanteque no nos la suban, y que no nos autorizaba a mandar ningn escrito a laCorte de S.M. el Rey, dicindonos que le pidiramos a S.M. el Zar sobre todasnuestras necesidades; pues no podemos mantenernos con aquella paga y queen ninguna parte hemos visto una caresta igual, de lo que S.E. pueda dignarseenterarse con independencia de nosotros; en cuanto a los guardiamarinas espaoles, no se mantienen de la paga, sino ms bien de lo que reciben de suscasas, mientras que nosotros, nobles, pero sin dinero, no recibimos de nuestrascasas no ya giros, sino tan siquiera cartas, y ya que nos encontramos en extrema miseria en el servicio de Venecia, donde, si hubiramos seguido, hubiramos podido perecer de necesidad, hallndonos hoy da igualmente en granaprieto, en una necesidad no menor que la de entonces, hambrientos en primerlugar, teniendo despus slo un caftn cada uno, y no tenemos camisas nidems, por lo cual, con toda humildad y con lgrimas rogamos a 5. E. queimplore la compasin de nuestro Soberano para no dejarnos perecer antes detiempo, dignndose informar a S. M. el Zar de que quisiramos estar en suservicio y no en la Academia, y que nos asigne una paga de S. M. el Zar conla que podamos mantenernos, y de que si seguimos an mucho tiempo en laAcademia podemos olvidar la prctica naval que habamos adquirido, yadems no aprender nada, por cuanto que la danza y el aprendizaje por nosotros de la esgrima, no es provechoso al inters de Su Majestad. Si no obtenemos compasin de S.E., en verdad, Seor, podemos perecer de necesidad.Compadeceos, seor, de nosotros, ya que ninguna ayuda podemos recibirfuera de la vuestra.De su Excelencia fieles servidores, los guardiamarinas Artemi Tolbutov,Ivn Nepliuev, Andrei Sujotin, Ivn Artemiev, Ivn Zinoviev, Piotr Pashkov,Vasilei Kitischev, Semion Dobrojotov, Ivn Kostriakov, Ivn Kulichev, IvnTitov, Efim Tsymermanov, Stepan Kakovintsey, Vasili Filipov, Alexei Novoselskoi.Espaa, Cdiz, a 10 de agosto del ao 1719 (19).

    En palabras del almirante Guilln: A finales de noviembre de 1719leyeron este escrito en el Almirantazgo al conde Apraksin (20), quiendio la orden de repatriarlos. En Cdiz se cumpliment el 28 de febrerode 1720.Una interrogante sale a mi encuentro y me formula una pregunta para laque no hallo respuesta: a qu se debe que la carta no fuese suscrita por latotalidad de los componentes del grupo? Sabemos que el guardiamarina AlejoBolosens falleci en el hospital gaditano un mes despus de su llegada a

    (19) ESPADAS BURGOS: Op. cit., pp. 55, 56 y 57.(20) GuILLNTATO, J.: Op. cit., p. 517.Ao 2001 REVISTADE HIsToRIA NAVAL 1

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    ANTONIO ALEMPARTE GUERREROCdiz, pero, as y todo, todava faltan seis firmas... Se negaron algunos? Nodeseaban todos abandonar Cdiz o acaso la belleza, el encanto y el amor delas mujeres de la tierra espaola adormecan las voluntades actuando comolenitivo capaz de aliviar penalidades y sufrimientos sin cuento, relegndolosal olvido? Pudiera ser... -Qu suerte reserv el destino a este puado de mocetones (edad media asu llegada a Cdiz: 22,5 aos, frente a los 16,5 aos de los nacionales) una vezabandonado el territorio espaol? Estamos de enhorabuena, la conocemos: elcapitn de la Real Ca. de Guardias Marinas Francisco Winthuyssen, llevado por su inquietud y aguijoneado por la curiosidad, solicit informacinsobre ellos al gentilhombre de cmara Stepan Zinoviev acaso hijo o nietode alguno de los dos hermanos guardiamarinas del citado apellido?, ministro plenipotenciario de Rusia desde hacia dos aos en Madrid, obteniendo unasatisfactoria respuesta, reproducida en el citado libro de Dalmiro de la Vlgoma, que conoceremos inmediatamente. Pero antes me veo precisado a hacerdos pequeas observaciones.La persona encargada de materializar los asientos evidentemente notena por qu conocer la lengua rusa o bien recibi las filiaciones con crasoserrores o bien las transcribi tomadas al odo. Y si as fue, a mi entender, lohizo de forma escasamente fiel.Sobre mis hombros he echado en tanto en cuanto me ha sido posible ydentro de mis limitados conocimientos la tarea de restituir, valindome delas firmas de la carta reproducida en el Corpus diplomtico hispano-ruso,los nombres y apellidos originales eslavos para seguidamente verterlos alcastellano; razn por la cual algunos difieren sensiblemente de los que figuranen el libro ltimamente reseado.Para no ser repetitivo aclaro que a todos los caballeros guardiamarinas rusosse les tom asiento con idntica fecha, el 15 de agosto del ao 1719; asimismo,que abandonaronEspaa simultneamenteel 28 de febrero del siguiente ao.Demos a conocer el futuro que el destino les depar:

    Ivn Antonovich AlekseevEdad: 22 aos Padre: Antonio. Madre: Ardoitia. Pas a Holanda.En 1723, siendo mayor, fue enviado como cnsul a Burdeos.En 1732 se le nombr consejero de Comercio.Piotr Gavriilovich KaschkinEdad: 23 aos Padre: Gabriel. Madre:Mara. Pasa Holanda.Vicealmirante en 1763 y condecorado con la Orden de Santa Ana deHolsacia.Falleci el 1 de abril de 1764.Vasilii Ivanovich KitischevEdad: 21 aos Padre:Juan. Madre:Eudoxia. Pasa Holanda.En 1741 se retir con el grado de coronel.

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    GUARDiAMARINAS RUSOS EN EL CDIZ DE 1719Artemi Iliavich TolbutovEdad: 20 aos Padre:Elas. Madre:Nenilas. Pasa Holanda.Contralmirante en 1750. Falleci el 8 de noviembre del mismo ao.Piotr Evstafiivich PasjovEdad: 23 aos Padre:Estafo. Madre:Eufemia. Pasa Holanda.En 1739, siendo mayor, falleci en la expedicin del Dnieper.Alejo Andreevich BolosensEdad: 21 aos Padre:Andrs. Madre:Eudoxia.Falleci en Cdiz el 24 de agosto de 1719.Timofiei Ivanovich SherbatovEdad: 20 aos Padre:Juan. Madre:Agrafia. Pasa Irlanda.En 1744 se retir de capitn con grado de coronel.Ostentaba el ttulo nobiliario de Prncipe de Rusia.Stepan Bagdanovich KakovintseyEdad: 22 aos Padre:Bogdan. Madre: Febronia. Pasa Irlanda.En 1738, siendo teniente, se retir del servicio.Semion Levovich DobrojotovEdad: 23 aos Padre: Leoncio. Madre: Maura. Pasa Irlanda.Siendo mayor, falleci en 1746.Ivn Ivanovich AbrutinEdad: 20 aos Padre:Juan. Madre:Ardonia. Pasa Irlanda.Capitn con grado de brigadier. Falleci en 1773.Andrei Filatovich SujotinEdad: 22 aos Padre:Filato. Madre:Ana. Pasa Irlanda.Siendo mayor, en 1738, falleci en la expedicin del ro Dnieper.Ivn Maximovich KukarinEdad: 21 aos Padre:Mximo. Madre: Mara. Pasa Irlanda.Se retir de capitn, graduado de coronel, en 1741.Ivn Pavlovich ZinovievEdad: 24 aos Padre:Pablo. Madre:Teodora. Pasa Irlanda.Falleci de vicealmirante retirado, el 1 de abril de 1773.Piotr Pavlovich ZinovievEdad: 23 aos Hermano del anterior. Pasa IrlandaSiendo mayor, en 1740, falleci en la expedicin al ro Dnieper.

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    ANTONIO ALEMPARTE GUERREROYakov Tomanovich Raslachev o RaskorlevEdad: 25 aos Padre:Tom. Madre:Ardoitia. Pasa Irlanda.Falleci, siendo teniente, en 1724.Evflmii Ivanovich TsymermanovEdad: 25 aos Padre:Juan. Madre:Ana. Pasa Irlanda.Falleci en 1738, siendo subteniente, en la expedicin al ro Dnieper.Stepan Trofinovich FilipovEdad: 20 aos Padre:Trofin. Madre: Ana. Pasa Irlanda.Se retir, con grado de coronel, en 1753.Ivn Ivanovich KostriakovEdad: 25 aos Padre:Juan. Madre:Zenobia. Pasa Irlanda.En 1753, siendo capitn con grado de brigadier, obtuvo el retiro.Ivn Ivanovich NepliuevEdad: 26 aos Padre:Juan. Madre:Mara. Pasa Irlanda.Contralmirante, con grado de mariscal de campo, en 1730. En 1736dej la Armada por haber sido nombrado consejero privado. Se le condecor con las Ordenes de San Andrs y Alejandro Nevski. Habiendo perdi

    do la vista en 1763, solicit el retiro, alejndose a sus estados, dondefalleci.Ivn Ivanovich Tsirikot Aniskov o ZiriakovEdad: 17 aos Padre:Juan. Madre:Ana. Pasa Irlanda.Siendo mayor, en 1739, se retir del servicio.Ivn Ivanovich Aniskov o AnilskotEdad: 20 aos Padre:Juan. Madre:Ana. Pasa Irlanda.Falleci en 1738, siendo subteniente, en la expedicin al Dnieper.Vasilii Ekinovich FilipovEdad: 23 aos Padre:Ekin. Madre:Ekilina. Pasa Irlanda.En 1755, siendo capitn con grado de coronel, se retir del servicio.En principio, consideraba dar por concluido este artculo en el punto finaldel prrafo precedente; sin embargo, a ltima hora ronda en mi cabeza una

    reflexin: exactamente 99 aos despus de la llegada de los guardiamarinas aCdiz, arribaba a su puerto una escuadra de cinco navos y seis fragatas vendida por Alejandro 1 a Femando VII.No resulta nada disparatado pensar que entre los miembros de la numerosaoficialidad se hallasen algunos que dijesen para su propio capote, o comenta-20 REVISTADE HISTORIANAVAL Nm. 72

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    GUARDIA MARiNAS RUSOS ENEL CDIZ DE 1719sen entre compaeros: Hace un siglo, mi bisabuelo o tatarabuelo, guardiamarina en esta ciudad, paseaba por las mismas calles y plazas por donde yo lohago hoy. El mundo es estrecho (dichomso equivalentea nuestro El mundo esun pauelo ).

    Yo, por mi parte, apuesto por una respuesta afirmativa.

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    La REVISTA DE HISTORIANAVAL es una publicacin peridica trimestral del Ministerio de Defensa, publicada por el Instituto de Historia yCultura Naval, centro radicado en el Cuartel General de la Armada enMadrid, cuyo primer nmero sali en el mes de julio de 1983. Recogey difunde principalmente los trabajos promovidos por el Instituto yrealizados para l, procediendo a su difusin por crculos concntricos,que abarcan todo el mbito de la Armada, de otras armadas extranjeras,de la Universidad y de otras instituciones culturales y cientficas,nacionales y extranjeras. Los autores provienen de la misma Armada,de las ctedras de especialidades tcnicas y de las ciencias ms heterogneas.

    La REVISTA DE HISTORIA NAVALnaci pues de una necesidad quejustificaba de algn modo la misin del Instituto. Y con unos objetivosmuy claros, ser el instrumento para, en el seno de la Armada, fomentar la conciencia martima nacional y el culto a nuestras tradiciones.Por ello, el Instituto tiene el doble carcter de centro de estudios documentales y de investigacin histrica y de servicio de difusin cultural.El Instituto pretende cuidar con el mayor empeo la difusin denuestra historia militar, especialmente la naval martima si se quieredar mayor amplitud al trmino, en los aspectos que convenga para elmejor conocimiento de la Armada y de cuantas disciplinas tericas yprcticas confirman el arte militar.Consecuentemente la REVISTA acoge no solamente a todo el personal de la Armada espaola, militar y civil, sino tambin al de las otrasMarinas, mercante, pesquera y deportiva. Asimismo recoge trabajos deestudiosos militares y civiles, nacionales y extranjeros.Con este propsito se invita a colaborar a cuantos escritores, espaoles y extranjeros, civiles y militares, gusten, por profesin o aficin,tratar sobre temas de historia militar, en la seguridad de que sern muygustosamente recibidos siempte que renan unos requisitos mnimos decorreccin literaria, erudicin y originalidad fundamentados en reconocidas fuentes documentales o bibliogrficas.

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    LA NAVEGACINOCENICAEN EL SIGLOXVILos nautaspeninsulares,primerosen marcarlas reglasy leyes de la navegacin

    Guadalupe CHOCANO HIGUERASLicenciada en Historia de Amrica

    La etapa de las grandes travesas atlnticas no habra sido posible sin ellegado cientfico del mundo rabe (portador de la cultura griega), y msconcretamente del mundo andalus: los marinos rabes haban recorrido elMediterrneo, el Indico y tambin se abrieron al Atlntico.Portugueses y espaoles, herederos de la tradicin oriental, tuvieron suprincipal fuente de conocimientos en los libros de Alfonso X el Sabio y deRaimundo Lulio (1273), esencialmente la recopilacin de cdigos del reycastellano que, con el ttulo de Libros del Saber de Astronoma (ca. 1256),presentan, entre otras materias, las cuestiones de latitud, o medida de la alturade los astros, y tablas de declinacin solar, que servirn de fundamento atodos los tratados y regimientos posteriores.Durante los siglos xv y xvi, los peninsulares desarrollaron las teoras ytcnicas necesarias a las navegaciones ocenicas de altura, constituyendo,primero en el Mediterrneo y luego en el Atlntico, el exponente ms completo del progreso de la construccin y tcnica navales. El gran adelanto de lanutica, la cartografa y la construccin naval, prolongado en la centuriasiguiente, conformar la fase de transicin hacia la ciencia moderna promovida en el curso del siglo xvm.Fueron los primeros en marcar las reglas de arquitectura naval y leyes denavegacin en la Edad Media y Moderna. A excepcin del tratado italiano deprincipios del siglo XVI Fabbrica di galere (publicado por Jal en 1840), loscastellanos elaboraron los ms antiguos tratados de construccin naval; en elltimo cuarto del xvi, Escalante de Mendoza y Diego Garca de Palacio (1)nos ofrecen las frmulas para construccin de buques determinados, si bien suidentificacin en textos de la poca no es tarea fcil debido a la similitud delos vasos representados y la propia confusin a que induce su denominacin,que, aun refirindose al mismo tipo, cambiaba segn el lugar de construccin.As la nao en Espaa era similar a la denominada carraca en Italia o urca enAlemania. Por otro lado, las soluciones que nos aportan los planos de losprimeros tratadistas son perfectamente trasladables a las tcnicas aplicadas en

    (1) ESCALANTEDE MENDOZA, Juan: Itinerario de navegacin de los Mares y Tierras Occidentales (1575) y GARCA DE PALACIO, Diego: Instruccin Nutica para navegantes (1587).Ao 2001 REVISTA DE HISTORIANAVAL 2

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    GUADALUPE CHOCANO HIGUERASel siglo xv, habida cuenta que su evolucin era tan lenta, que los cambios deestructura, que no de arqueo que aument notablemente en el curso del XVI,slo son apreciables observando largusimos perodos de tiempo.

    La prctica fue determinando que la carabela era la nave ms adecuadapara expediciones de exploracin y descubierta, la nao como buque mercantepara grandes travesas, y ms tarde el galen, de mayor envergadura que lanao, como buque principal de combate, la galera era aplicada, esencialmente,a la guerra en el Mediterrneo, etc., atendiendo as los tipos de buques, suarquitectura, a las exigencias que requeran su misin y/o el mar a navegar;del mismo modo, la tcnica de la nutica, que vena practicndose en el Mediterrneo a la vista de la costa, como referente, es decir de cabotaje, evolucionar al engolfarse ocano adentro y perder el punto geogrfico de referenciadurante das, incluso meses, gestndose as en el Atlntico, desde la segundamitad del siglo XVI, la navegacin de altura.Aunque desde la antigedad se venan calculando en tierra las dos coordenadas geogrficas, latitud y longitud, para determinar la situacin exacta de unlugar, hasta avanzado el siglo XV no se comenzar a experimentar a bordo conuna de ellas, la latitud, mientras la otra coordenada, la longitud, tardar casitres siglos en poder determinarse en el mar, y entonces mediante la incorporacin a bordo del cronmetro marino de precisin.Con la aplicacin de las latitudes, elemento bsico de la navegacin dealtura, se ir pasando del punto de fantasa o estima, por rumbo y distancia, alpunto de escuadra, con el rumbo y latitud, introduciendo en las cartas nuticas la escala de latitudes, sistema de enorme trascendencia en la ciencia nutica.El arte de la navegacin, conceptuado como ciencia nutica en el siglo XVI,que no en el sentido moderno del trmino, ser el objeto de nuestra exposicin, y para ello nos deberemos remitir, ineludiblemente, a los primeros tratados de navegacin de los que fueron autores portugueses y espaoles, a losque cabe igual gloria.Navegacin por estima: rumbo y distancia

    En el mar Mediterrneo se mantendr el mtodo de la estima hasta el siglo xvm, y es que, siendo un mar estrecho y no superando la precisin de lasobservaciones de latitud en el siglo XVI el sexto del grado, el procedimientoms exacto segua siendo la estima; dicho sistema, original de la zona mediterrnea, ser tambin el utilizado en el Atlntico hasta bien entrado el siglo xv.Los pueblos mediterrneos aportaron a Europa los tres elementos fundamentales propios de la navegacin de estima: la brjula o aguja nutica, elderrotero y la carta arrumbada.La generalidad de los pilotos no siempre se servan de la brjula, mientrasque la experiencia les enseaba a utilizar los elementos naturales: la accin delos vientos sobre el aparejo, la estela del agua, el influjo de las corrientes24 REVISTADE HIsT0LUANAVAL Nm. 72

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    LA NAVEGACIN OCENICA EN EL SIGLO XVImarinas etc., que les indicaban la velocidad de la nave y, con la ayuda de losrelojes de arena (ampolletas), la distancia recorrida en millas y leguas, estimando as la situacin del buque a ojo marinero, o estima; habrn de pasarsiglos antes de inventarse la corredera de barquilla, instrumento del siglo XVIIpara medir las distancias recorridas que se mantuvo en vigor hasta la primeramitad del siglo actual (2).Sin entrar en cuestiones sobre el origen de la primitiva aguja magntica,sobre lo que no constan datos fidedignos acerca de si pas de China a la Arabiay Siria y despus a Europa, o si naci en Occidente..., atenderemos nicamentea su funcionalidad consistente en indicar el norte tanto de da como de noche,por la fuerza directriz que supone una barra de hierro imantada.Mediante la aguja imantada orientaban el rumbo, es decir, el ngulo entrela proa de la embarcacin y el norte que marcaba la aguja; su utilizacin en elMediterrneo era ya usual en el siglo XIII, pues ya aparece reflejada en lasPartidas de Alfonso el Sabio: E bien ass como los marineros se guan en lanoche oscura por el aguja, que les es medianera entre la piedra e la estrella, eles muestra por do vayan (Tt. 9, Ley 28 de la 2.a Partida), o por el beatomallorqun Raimundo Lulio (a quien se lleg a atribuir su invencin) que ensu autobiografa se refiere a la aguja como medio de dirigirse al septentrin.La aguja ir fijada sobre un disco de papel donde est dibujada la rosa de losvientos, haciendo oficio de horizonte fijo, segn orientacin Norte-Sur; conrespecto a que el norte estuviera representado por la flor de lis, pudo deberse aun origen napolitano, o francs como nos dice Pedro Medina en su Regimiento: las agujas se comenzaron a fabricar en Francia y en Flandes, y de all elprincipio de poner flor de lis por cabeza con el Norte (3).En la rosa se podan leer los puntos cardinales e intercardinales, esto es losvientos o rumbos por los que se deba orientar el navegante, llegando a ser 32en su forma definitiva como nos apunta por primera vez Gemma Frisio en sucomentario a la Cosmografa de Apiano (4). La separacin entre dos rumbosformaba un ngulo de una cuarta, equivalente a 115, con lo cual el error deapreciacin del rumbo, en teora, no deba superar la media cuarta, aproximadamente 50

    La aguja, el ms importante factor entre los instrumentos nuticos, que conpalabras del tratadista Pedro Medina supona en la navegacin lo que la vistadel hombre entre los cinco sentidos, determin en el Mediterrneo la aparicinde un nuevo tipo de derrotero, el portulano, o carta arrumbada, sin tener encuenta la latitud ni la longitud, sino rumbos y distancias, resultando una cartografa aproximada a partir de los datos de navegacin experimentados por los(2) Pigafetta, durante el viaje de Magallanes, ser el primero en citar un instrumento demedida (distancia), la catenaa popa, instrumento auxiliar para medir el recorrido de la nave,antecedente de la corredera de barquilla, del que no hallamos referencias en Coln ni en otros

    nautas de la poca.(3) MEDINA, Pedro: Regimiento de Navegacin. Sevilla, 1563 (l. ed. 1552). En Espaa nose introducir este signo hasta el siglo xvi.(4) APIANO, Pedro: Libro de la Cosmografa. Amberes, 1548 (t. de Historia del arte yciencia de navegar. Garca Franco, Salvador. Madrid, 1947, t. 1, p. 27).Ao 2001 REVISTA DE HIsTORIA NAVAL

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    GUADALUPE CHOCANO HIGUERASnautas durante aos e incluso siglos; italianos y mallorquines se disputan supaternidad, en cualquier caso, a juzgar por ciertos documentos de la poca,parece que naci en torno al 1300 en el Mediterrneo occidental: en 1335 sehace referencia a un mapa maris Januenses et majoricenses (5), y msadelante, en el tratado de hacer cartas de navegacin ms antiguo conocido,propiedad del rey Don Martn de Aragn, consta que en 1359 las galeras aragonesas deban llevar obligatoriamente dos cartas de marear en cadanave (6). El portulano, adems de representar las distancias entre los puntosms significativos de la costa, ofreca los rumbos magnticos que unan esoslugares, formando una tela de araa superpuesta a las rosas de los vientosordenadas sobre un centro, u ombligo, que a su vez conformaba el ncleo dela carta. Los rumbos, trmino de origen espaol aplicado a la navegacin,servan para calcular la estima, es decir, la distancia navegada sobre la rectaque una los puertos de salida y de llegada cuando el viento, por ser escaso ocorto, obligaba a dar bordadas cindolo alternativamente; en palabras delportugus Pedro Nunes, en su Arte de Navegar: Las lneas que parten desdeun punto dado a cualquier otro del horizonte, son llamados rumbos por losespaoles. Se trataba de rumbos magnticos sin corregir, es decir, afectadospor la declinacin magntica o desviacin de la aguja: los cosmgrafoscontaban solamente con la brjula para trazar las cartas haciendo coincidir elnorte geogrfico con el norte magntico, en la idea existente entonces de quela aguja magntica sealaba, o deba sealar, el norte verdadero o nortegeogrfico; de esta forma, el eje longitudinal del mar Mediterrneo ofreca enlos portulanos una inclinacin de varios grados a la izquierda, pues la representacin grfica, su trazado, se convierte en una rotacin en sentido contrario al producido por la desviacin de la aguja y en la misma medida que sta.Posiblemente los pilotos conocieran el fenmeno de la desviacin de la agujay no lo tenan en cuenta en sus marcaciones, o hacan las correcciones durante la navegacin.Sobre los portulanos podan marcar la posicin de la nave, punto defantasa, deducida a partir de la derrota indicada en el rumbo elegido y ladistancia estimada medida en el tronco de leguas dibujado en algn lugardespejado del portulano; los troncos de leguas, escala geomtrica rudimentaria sobre la que deban tomarse las distancias con las puntas del comps,se construan normalmente tomando sobre la equinoccial de la carta unalongitud de 40, lo que vena a ser setenta leguas espaolas a razn de 17,5 porgrado. Se dividan estas escalas en partes iguales de manera que cada unamidiera 10 leguas.

    (5) Publicado por Robert Almagi en Intorno alla piu antica cartografa nautica catalana. Cdice Vaticano Latino 6435 en Bollet. Soc. Geogr. Ita ., serie VII, vol. X, n. 1 (t. deLa Cartografa Nutica espaola en los siglos xiv, xv, xvi y M. Cerezo, Ricardo. Madrid,1994, p. 41).(6) GUIILN TATO, Julio: Cartografa Martima espaola. Real Academia de la Historia,Madrid, 1943, p. 24.26 REVISTADE HISTORIA NAVAL Nm. 72

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    LA NAVEGACIN OCENICA ENEL SIGLO XVINavegacin por rumbo y latitud

    Con el mtodo de estima,alejarse de la costa supona laprdida de referencia diaria yconsecuentemente arriesgarse aperder el rumbo. Por otra parte,la navegacin de altura, por laobservacin de las estrellas, lahaban experimentado siglosantes en el Atlntico y en elIndico los rabes, utilizando laaguja nutica y, posiblemente,instrumentos para observar laaltura de los astros, siendo losprimeros en intentar fijar elpunto de la nave, sintiendo lanecesidad, como nos diceMartn Corts, de para andarpor el mar poner los ojos en el cielo (7). Se guiaban por las estrellas, inicial-mente y durante mucho tiempo sin instrumentos de observacin como sin dudalo harn posteriormente la inmensa mayora de las navegaciones atlnticas delos peninsulares del siglo xv y gran parte del XVI, visando las estrellas a travsde los extremos de los mstiles y as, segn las vieran sobre el mstil, debajo, aderecha, o a izquierda, reconocan el rumbo a seguir (8).

    (7) CoRTS,Martn: Breve Compendio de la Sphera y de la Arte de Navegar. Sevilla, 1551(escrita en 1545), en dedicatoria a Carlos Y. Ed. facsmil de Guilln Tato, Julio. Zaragoza, 1945.(8) Desde el siglo vn se mantena abierta la comunicacin entre el Mediterrneo y elAtlntico; se encuentran navei francas en el Mediterrneo y bizantinas en el Atlntico, aunquese trataba de navegacinde bojeo, a la vista de las costas. Siglos despus, los marinosandaluses cruzaban el Mediterrneo en el sentido de los paralelos, es decir, por alta mar. Lasreferencias de textos rabes sitan sus pilotos en los ms diversos lugares del mundo durantelos siglos x y xi. Normalmente navegaban en convoy, no solamente para proteger sus mercancas, sino porque llevaran en el buque a la cabeza al piloto ms experto, orientndose por estrellas conocidas visndolas a partir de los mstiles; el sistema estaba expuesto claramente en laFarsalia: Todos esos astros que cumplen su revolucin declinando en el cielo estrellado y quepor esa perpetua inestabilidad engaan a los pobres marinos, no son los que nosotros seguimos,sino el eje que jams se hunde en las olas, que jams se pone, que hace resplandecer la dobleconstelacin (Osa Mayor y Osa Menor), eso es lo que gua nuestros buques. Mientras subehacia la cspide de la bveda celeste y la Osa Menor domina la extremidad de mis mstiles,nosotros avanzamos hacia el Bsforo y el mar Negro, que se hunde en las costas de Escitia. SiArctofilax (Arturo) desciende de la cima del mstil y la Osa Menor se inclina hacia la superficiedel mar, es hacia los puertos de Siria a donde se dirige el buque. Luego aparece Canopo, que secomplace en vagar por el cielo austral; es una de las estrellas que teme al Norte; avanza conservndolo a la izquierda, ms all de Faros (Alejandra): el buque tocar la gran Sirte en medio delas dos. Relaciones similares se encuentran respecto a navegaciones rabes en el Indico (Lanavegacin en el al-Andalus, en El Legado cient 4fico Andalus. Vemet, Juan. Museo Arqueolgico Nacional. Madrid, 1992, pp. 182-183).

    Empleo del Kamal.

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    GUADALUPE CHOCANO HIGUERASLa tradicin rabe la heredarn los portugueses aplicndola en las navegaciones atlnticas de la segunda mitad del quince, con la observacin de la altura de las estrellas sobre el horizonte, sin que an se pueda hablar propiamentede clculo de latitudes a bordo.Despus de la toma de Ceuta en 1415, los portugueses, en una especie deempresa estatal, iniciaron de forma sistemtica sus navegaciones hacia el Sur,siguiendo el mtodo de rumbo y estima propio del Mediterrneo. Ayudadospor castellanos, aragoneses y genoveses, se cuestionarn la navegacin deestima cuando, ya doblado el cabo Bojador (1434), comiencen a experimentaren la segunda mitad de siglo la navegacin de altura basada en el clculo deuna coordenada astronmica de un astro, la latitud: no haban tenido dificultaden la navegacin al Sur, pues durante todo el ao soplan los vientos alisios delnorte al nordeste desde el cabo Bojador a cabo Verde, pero s la tendran a la

    vuelta de Guinea, y ms tarde de La Mina, al remontar la costa con viento deproa. La utilizacin de la carabela, de mayor maniobrabilidad que la nao, y elcontinuo cambio de bordo, o navegacin de bolina, con que ofrecer resistenciaal viento, no facilitaban suficientemente la travesa de vuelta. La solucin laencontraran rodeando esos elementos contrarios adentrndose en el mar;aquello planteaba el grave problema de perder de vista las costas y por tantonavegar en rumbo ciego donde las apreciaciones de estima, sobre todo engrandes distancias, podan acumular errores insalvables; deban engolfarseocano adentro navegando al oeste y, ayudndose del viento, dirigirse al NOcon el viento de travs hasta alcanzar la latitud de los vientos variables deloeste, en las cercanas de las Azores, que les llevaran de una bordada a lascostas portuguesas dando as con los vientos del Atlntico Norte (aosdespus comprobarn que exista una corriente similar en el Atlntico Sur). Elmomento de girar oportunamente al este, en direccin a la costa portuguesa, loindicaban fundamentalmente las corrientes marinas, el color del agua, etc.,elementos naturales que auxiliaban la navegacin.

    Julio Sams llega a afirmar que desde el siglo xi los navos andaluses disponan de brjula,astrolabio y cuadrantes nuticos, instrumentos de observacin de los que ms adelante hablaremos (Un rpido recorrido por la exposicin, en Legado cientfico Andalus, p. 21).Parece que los rabes del Pacfico se servan de cartas nuticas sin rumbos grficos, perotenan unos derroteros donde registraban las alturas de las estrellas de los puertos e islas importantes, y el kamal, sencillsimo instrumento de medicin de la altura de los astros cuyo empleo nosdescribe Juan de Lisboa en el Livro de Marinhara (Garca Franco, Salvador, 1947, t. 1, pp. 237-238). Una vez que alcanzaban el paralelo correspondiente se orientaba el rumbo en sentido este uoeste hasta el lugar conocido, y de all costeando al punto de destino, es lo que se denomina navegacin por paralelo. La direccin casi meridiana de las costas orientales africanas, y las peninsulares del sur asitico,propiciaban la utilizacin de la altura de las estrellas para la recalada.Cuando en su viaje a la India Vasco de Gama lleg a Melinde, en la costa oriental africana,supo que los pilotos rabes utilizaban mtodos astronmicos: Joao de Barros recuerda cmo unfamoso piloto rabe (al que llama Malemo Kama) los condujo desde el puerto africano hastaCalicut, en la India, mostrndole uma carta de toda a costa de India arrumada ao modo dosmouros, que era en meridianos e paralelos, mui miudos sem outro ramo dos ventos (GARCAFRANCO, Salvador, 1947, t. II, p. 43; y LAGLJARDA TRAs, Rolando: Comentarios sobre losorgenes de la navegacin astronmica. Revista General de Marina, junio 1959, p. 746).28 REVISTADE HISTORIA NAVALNm. 72

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    LA NAVEGACIN OCENICA EN EL SIGLO XVIEsta bordada en alta mar se la conocer como vuelta de la Mina, mantenindose sus procedimientos en absoluta reserva por la Corte de Juan II de Portugal.Durante esta vuelta por lo largo buscaron la frmula que les permitiera situar lanave diariamente para lo que recurrieron a la estrella Polar (ms tarde al Sol) y,

    mediante su mxima altura, midiendo el ngulo que forma el Polo Norte sobreel horizonte del mar, obtener la latitud geogrfica de posicin del buque. Larealidad es que obtendran marcaciones grosso modo pues, provistos casi nicamente de la brjula, si llevaban a bordo instrumentos de observacin su construccin era muy tosca y sus graduaciones (puntos de altura) muy imperfectas;no obstante, la teora estaba definida, el conocimiento de la solucin hallado, yello supondr un importantsimo adelanto en la navegacin. Decimos importantsimo pues, si bien la navegacin de altura, por observacin de las estrellas,vemos que se vena experimentando desde siglos antes por los orientales, locierto es que en esta poca las expediciones portuguesas comenzaban a experimentar en clculos de latitud, sistema que, pese a su escassima precisin (ynormalmente experimentado desde tierra), ser el componente bsico para eldesarrollo de la navegacin astronmica moderna del siglo xvm.Instrumentos de observacin de alturas

    En tierra se saba desde la antigedad que conociendo la altura del PoloNorte sobre el horizonte de un lugar se calculaba la latitud geogrfica delmismo, y que la situacin del Polo, punto astronmico invisible, equivala a laaltura de la estrella ms cercana al mismo sobre el horizonte, denominadaestrella Polar, aplicndole una pequea correccin: la estrella Polar en sumovimiento diario circular al Polo se encuentra unas veces debajo y otrasencima de este punto, como nos recordar Fernndez de Enciso, crculo queentonces tena un radio de cerca de 3,5 (9). En nuestro das y en la poca delos descubrimientos, la estrella ms prxima al Polo del mundo es la alfa de laOsa Menor, estrella Polar tambin denominada Tramontana por los nautas delMediterrneo (porque la veran detrs de los Alpes y Apeninos), de ah laexpresin perder la tramontana cuando se hallaban desorientados en el mar al

    (9) Las cifras de distancia de la Polar al Polo varan secularmente a causa de las variaciones en la velocidad de precesin de los equinoccios (variable observada en sucesivas estimaciones por los astrnomos musulmanes, cuyo estudio siguieron despus los astrnomos andalusesen el siglo xi), si bien son unas diferencias pequesimas: en el ao 1500 distaban 3, 42, y en elao 1600 2, 86..., en la poca actual tiene una distancia aproximada a 1, de modo que dichaestrella indica prcticamente el Polo (en palabras sencillas diramos que la precisin de losequinoccios es el cambio del eje de rotacin de la Tierra, que a la vez que gira sobre s mismaproduce cierto movimiento de balanceo, es decir, el Polo Norte del mundo describe una circunferencia cuyo centro es el poio norte de la eclptica lo mismo en la zona austral, de maneraque cambian las distancias de las estrellas en su obseryacin desde la Tierra).Antes del siglo xvi ya se conocan las reglas para reducir al Polo la altura observada de laPolar, pero no se aplicaba correccin alguna por razn de su variacin con la latitud de losdistintos lugares cuando la Polar est fuera del meridiano, siendo el portugus Pedro Nunes elprimero en notar esta variacin a final del siglo.Ao 2001 REVISTADE HISTORIANAvAL

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    GUADALUPE CHOCANO HIGUERASocultarse la estrella por las nubes, o, que en expresin popular se aplica aperder la cabeza.Para determinar la altura de la estrella Polar se recurra a la posicin de lasestrellas colindantes, las guardas de la Osa Menor, astros que estn en movimiento permanente alrededor del Polo (10).

    (10) Para conocer el movimiento de las estrellas circumpolares se imagin en la EdadMedia una figura quimrica, el Hombre del Polo, en la que identificaban al Polo Norte con elcentro del cuerpo, el meridiano norte con la cabeza, el meridiano sur con los pies, y los brazosen cruz orientados a Poniente y Oriente respectivamente; las bisectrices de estos cuatro ngulosrectos formados por el Hombre, se dirigan al hombro derecho e izquierdo las dos superiores, ydebajo del brazo derecho y del izquierdo las inferiores. La estrella Polar se supona en el centroy la Cochab (estrella beta o delantera de la Osa Menor) rodeando en crculo la figura. La creacin del Hombre del Polo permita conocer la distancia del Polo a la estrella Polar por medio dela situacin de la Cochab; la imagen del Hombre del Polo no siempre se representaba de frente,mostrando el brazo derecho Poniente, etc., p.e., Cristbal Coln se sirvi de esta figura colocada de espaldas, ofreciendo la orientacin segn la visualiza el observador.

    Hombre del Polo.

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    LA NAVEGACIN OCENICA EN EL SIGLO XVIObservada la posicin de las guardas en relacin a la Polar, su distancia engrados se poda conocer mediante la aplicacin de unas reglas expuestas en losregimientos del Polo con las que determinar la altura verdadera y consecuentemente la del Polo o latitud del lugar, y as conocer la posicin de la nave en el

    mar y marcar el punto de escuadra en las cartas de navegacin.La obtencin de la latitud por la observacin de la Polar, mtodo ms antiguo, presentaba la dificultad de que era casi imposible visualizar la lnea delhorizonte durante la noche. Ms adelante, se podr calcular la latitud mediantela medicin de la altura del Sol a su paso por el meridiano del lugar de observacin a la que deban aplicar el valor de la declinacin diaria de este astro,esto es, su distancia angular al Ecuador en un lugar geogrfico cuya posicinestuviera ya determinada, o bien utilizando unas efemrides conocidas (tablaso cuadros que suministraban la declinacin de cada da).Despus del descubrimiento de Amrica la navegacin ocenica exiga laobtencin de las alturas del Polo o del Sol con las que determinar la posicin de la nave y poder elegir el rumbo a seguir, para ello se hacan imprescindibles los instrumentos de observacin que midieran la distancia angular delos astros sobre el horizonte, astrolabio, cuadrante y ballestilla, inicindose as,al menos tericamente, la navegacin por escuadra, navegando por rumbo ylatitud.Al cuadrante, cuyo uso eh tierra vemos en los Libros del Saber de Astronoma de Alfonso el Sabio, se le hizo la nica simplificacin de eliminar los bacos destinados a diversos clculos como la determinacin de lahora a travs de la altura del sol. Consista el cuadrante nutico en un cuarto de crculo de un dimetro aproximado al palmo, confeccionado en maderams adelante se fabricara en bronce, con un sector graduado de 0 a 900,limbo, y dos pnulas perforadas situadas sobre uno de los lados para enfilar lasestrellas; del vrtice del cuadrante penda un hilo que en su extremo portabaun peso para actuar como plomada. El hilo plomada marcaba en la escalagraduada del limbo la altura de la estrella sobre el horizonte; los balanceos delnavo producan inestabilidad al hilo plomada por lo que se sustituy despuspor una regleta, lo cual tampoco.dara grandes resultados. De la utilizacin delcuadrante nutico a bordo conocemos las primeras referencias en el relato deDiego Gomes, datado en tomo a 1460 y una primera representacin grfica enel planisferio de Diego Rivero de 1525 (11).(11) Primera referencia escrita del uso del cuadrante a bordo en Relaao do Descobrimento da Guinea (Ed. de Pereira. Lisboa, 1900), donde Diego Gomes despus de referir eldescubrimiento de la isla de Santiago de Cabo Verde habla de su cuadrante (Marinhariados Descobrimenros.Fontoura da Costa, A. Lisboa, 1983, 4. ed., p. 60). Pereira da Silva nosexplica su utilizacin en Arte de Navegar aos Portugueses desde O infante D. Henrique aD. Joao de Castro,en Historia da Coionizaao do Brasil. Porto, 1921, vol. 1, cap. II.Diego Rivero dibuj un cuadrante nutico en su planisferio de 1525, ms adelante lo volver a representar en el de 1527 y en los dos de 1529, pero ms parecen con fines decorativos dela carta que para uso nutico, pues ostenta cuadrado de sombras el cual no se utilizaba a bordo.

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    GUADALUPE CHOCANO HIGUERASMientras que en el hemisferio Norte se observaba la estrella alfa de laOsa Menor, al penetrar en el hemisferio Sur, en que se pierde de vista laPolar, se recurra a la estrella alfa de la Cruz del Sur (citada como Carro delSur por Cadamosto al exponer sus viajes a Guinea, ca. 1455), a la que seaada para obtener la latitud unos 300, distancia de sta al Polo Antrticoen 1500.Ms tarde se vio que las mediciones de la altura meridiana del Sol con elastrolabio para determinar la latitud tenan mayor precisin que las de lasestrellas con el cuadrante; para ello deban conocer la declinacin diaria deeste astro, esto es, la distancia angular del Sol al Ecuador producida por sumovimiento desde la lnea equinoccial a los trpicos, teniendo la declinacinun valor de 0 cuando el astro se encuentra en uno de los puntos equinocciales, o 23 5 cuando alcanza los puntos solsticiales, y sumando o restando a la

    altura observada del astro l valor correspondiente de la declinacin de losdems das, segn se tratara de latitudes norte o austral, obteniendo as la altura verdadera y por tanto la latitud del lugar de observacin. Los valores de lasdeclinaciones aparecan ya en el t. IV de los Libros del Saber (Tabla de ladeclinacin del Sol) de Alfonso X, cimientos de las primeras efemrides, perosern los tabulados en la Sphaera mundi del monje ingls Juan de Sacrobosco(publicado en 1472) y el Almanach Perpetuum del judo salmantino AbrahamZacuto, publicado en 1483 y 1496, los que pudieron llevar a bordo los pilotos.Las tablas de Zacuto correspondan a los aos 1473 a 1476, pero ademsincluy una tabla de correcciones a esos valores para obtener la latitud encualquier da de los aos posteriores, de manera que estuvo en uso hastaempezado el siglo xvii (12). Respecto a otras correcciones los antiguos desconocan, o no conocan bien, las dependientes de refraccin, semidimetro, etc.,que no se tenan en cuenta.El astrolabio astronmico, ya considerado por los griegos, solucionaba entierra numerosos problemas. Los rabes lo introdujeron en Espaa. Alfonso elSabio lo describe en los Libros del Saber de Astronoma. Al principio era deforma esfrico-armilar y de difcil manejo, despus pas a tener forma plana oplanisfrica, siendo sta la ms conocida. Su adaptacin a bordo signific sumxima simplificacin, conservando solamente la posibilidad de medir laaltura de los astros; dej de ser de madera o chapa de metal para fundirse enaleacin de cobre, dndole mayor peso en su parte inferior para adecuarlomejor al balanceo del buque. Suspendido de un anillo, asidero o colgadero, loformaba una rueda con dos dimetros ortogonales, en cuyo centro giraba ladioptra o alidada, que dispona de dos pnulas con orificios para enfilar elastro. La alidada, que tambin era puntero, marcaba la altura observada en lasdos escalas grabadas de O a 90 de los dos cuadrantes superiores de la

    (12) Las tablas del rey Alfonso fueron impresas por primera vez en Venecia en 1483. Lastablas del Almanach Perpetuum para su adopcin a bordo se publicaron en portugus en elRegimento do astrolabio e do quadrante, ca. 1509, y en espaol en la segunda edicin de laSuma de Geographia de Martn Fernndez de Enciso (1530).32 REVISTADE HISTORIANAVAL Nm. 72

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    JA NAVEGACIN OCENICA EN EL SIGLO XVIrueda (13). La manera de ejecutar la operacin de medir la altura del Sol conel astrolabio reciba en parla marinera el nombre de pesar el sol: el observador, sosteniendo el astrolabio colgado del anillo a la altura de la cintura (deotra forma el sol le cegara), realizaba varias mediciones en las proximidadesdel meridiano hasta lograr la mxima altura, manejando la alidada de maneraque el rayo de sol, penetrando por el orificio de la pnula superior, se proyectase en el inferior, pareciendo la alidada del instrumento el brazo de unabalanza en sus oscilaciones hasta marcar la sombra en la escala. En cuanto asu utilizacin, el cronista portugus Juan de Barros, refirindose a la segundamitad del siglo xv, anota que slo haca pocos aos que lo manejaban los pilotos portugueses en las travesas ocenicas (14).El tercer instrumento de navegacin de altura, en cuanto a su utilidad ycreemos que tambin en orden a su introduccin a bordo, aunque se hacealusin a su existencia en el siglo xiv, fue la ballestilla. Estaba constituida porel virote, vara de madera de seccin cuadrada de tres a cuatro palmos de largo,en el que se introduca una pieza perpendicular tambin de madera, de menordimensin, llamada sonaja. Cada ballestilla ostentaba varas sonajas. Se enfilaban los astros por el extremo del virote, coz, de forma que la arista superior dela sonaja coincidiera con el astro y la inferior con el horizonte del mar, leyendoas la altura del astro en una de las caras grabadas del virote (a cada sonaja autilizar le corresponda una escala en el virote). Por la dificultad de su manejo,teniendo que visar al mismo tiempo la altura del astro y el horizonte, apenas seutilizaba, a pesar de que ofreca mayor posibilidad de precisin frente alcuadrante y el astrolabio al presentar unas escalas ms subdivididas (15).Con los instrumentos descritos los nautas podan calcular la latitud conindependencia del trazado de las cartas. Navegaran a la manera de los rabes,es decir, controlaban el camino recorrido en direccin Norte-Sur por la diferencia de altura de los astros tomando como referencia latitudes conocidas depuntos determinados de la costa. Del sistema a navegar nos da idea la lecturadel Repertorio dos Tempos (16), relacin del XVI segn la cual: al salir deLisboa se observaba con el cuadrante la altura de la Polar estando en una posicin determinada las guardas de la Polar, estrellas beta y gamma (delantera ytrasera) de la Osa Menor, y se marcaba en el limbo graduado del cuadrante.Durante la derrota se volva a observar la Polar cuando las guardas estaban enla misma posicin, y de nuevo se marcaba la altura en el cuadrante; se resta

    (13) Sufri otra simplificacin quedando reducido a un anillo metlico, con una pequeaabertura en su espesor, a unos 45 del colgadero, recibiendo el nombre de annulo astronmico,atribuyndose su invencin a Gemma Frisia que hizo su descripcin al comentar el reflejado enla Cosmographia de Pedro Apiano.(14) GARCA FRAS,Juan: Coln y la Nutica en el siglo xvi. Revista General deMarina, octubre 1974, p. 297.(1 5) Se abandonarn estos instrumentos, cuadrante, astrolabio y ballestilla, cuando a partirdel siglo xvm aparezcan los instrumentos de doble reflexin resolviendo el problema: el cuadrantede reflexin de Hadley hacia 1731, luego el octante, el quintante y finalmente el sextante.(16) Repertorio dos relnpos. Ed. de Valentn Fernandes, ao 1518 (Laguarda Tras, 1959,p. 744).

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    GUADALUPE CHOCANO HIGUERASban los grados comprendidos entre las dos marcaciones y la cifra resultante semultiplicaba por el valor del grado en leguas, esto es por 16 2/3, calculndoseas el trayecto recorrido en leguas en sentido Norte-Sur (17). De esta formavemos cmo el cuadrante se estaba utilizando en la prctica para medir distancias Norte-Sur y no latitudes propiamente.Otro sistema consista en registrar sobre el limbo del cuadrante losnombres de los lugares que aparecan con una altura determinada de la Polar,estando las guardas en una posicin especfica; el cuadrante indicaba cundose alcanzaba dicha altura navegndose entonces hacia el .Este u Oeste parallegar al lugar elegido.Cuando la Polar estaba oculta en el momento adecuado a la observacinse haca imposible calcular la distancia recorrida, razn por la cual losportugueses crearon el Regulamento do Norte, o regimiento del Polo, dondeen una tabla se ofreca al navegante las alturas del Polo, sus valores, enfuncin de las diferentes posiciones de las guardas de la Osa Menor, beta ygamma.Ninguno de estos mtodos requera cartas nuticas graduadas con latitudes,y quiz por ello no nos haya llegado ninguna carta de este tipo del siglo xv.Prcticamente en el inicio del siglo XVI, sin que ello represente una fechaexacta, sino que se introduciran paulatinamente, aparecen las cartas planas deuso ocenico, llamadas cuadradas, o de grados iguales, necesarias para aplicar el mtodo de escuadra y estima que situaban la posicin de la nave y estimaban las distancias recorridas por la lnea de rumbos, segn los valoresdados en los regimientos de leguas (tabla de conversin de leguas a gradosincorporada en la mayora de los regimientos de navegacin de la poca);aplicaban las latitudes en las cartas de marear tomando como origen un lugarde latitud conocida, pues hasta fines del quince no se haba logrado establecercon exactitud la posicin del Ecuador respecto a un punto geogrfico determinado. Las primeras cartas cuadradas, una vez confeccionadas, presentaban unaspecto similar a los portulanos, pues se borraba el reticulado de paralelos ymeridianos utilizado en su elaboracin. Estas cartas, fundamentadas en tcnica ms cientfica, tomando las alturas con el astrolabio y estimando las distancias, sin embargo, al contener meridianos y paralelos de grados iguales,aumentaban progresivamente su error de marcacin cuando se navegaba porregiones apartadas del Ecuador (18).

    (17) La evaluacin del grado en leguas difera segn las zonas: 16 2/3 era el valor enleguas del grado equinoccial y del meridiano que le daba Enciso, Vespuccio, Magallanes, Falero... mientras Coln le haba dado 14 2/3 que a razn de cuatro millas por legua resultaran 562/3 millas. En general en el siglo XVI portugueses y espaoles le darn un valor de 17 1/2leguas, es decir unas 70 millas por grado.(18) Pedro N