revista de historia naval nº73. año 2001

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    HISTORI N V L

    Ao XIX Nm 73

    INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVALARMADA ESPAOLA

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    INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVALARMADA ESPAOLA

    REVISTADEHISTORIA NAVAL

    Ao XIX 2001 Nm. 73

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    REVISTA DE HISTORIA NAVALCONSEJORECTOR:Presidente: FernandoRiao Lozano, contralmirante, director del Instituto deHistoria y Cultura Naval.Vicepresidentey Director: RafaelEstrada Gimnez, coronel de Intendencia.Redactor Jefe: JosAntonio Ocampo Aneiros, coronel de Mquinas.Vocales: JosCervera Pery, general auditor y periodista; Hugo ODonnell yDuque de Estrada, de la Comisin Espaola de Historia Martima;Enrique Martnez Ruiz, catedrtico de Historia de la UniversidadComplutense de Madrid.Redaccin, Difusin yDistribucin: IsabelHernndez Sanz, Ana Berenguer Berenguer, Isabel SurezZaccagnini.Administracin: JosLuis Fernndez Puertas, comandante de Intendencia de la Armada; Roco Snchez de Neyra Espuch.DIancCINY ADMINIsTRACIN:

    Instituto de Historia y Cultura Naval.Juan de Mena, 1, U planta.28071 Madrid (Espaa).Telfono: 91 379 50 50Fax: 91 379 5945EDICINDEL MINisTERIo DE DEFENSAIMPlUME:

    Servicio de Publicaciones de la Armada.Publicacin trimestral: segundo trimestre de 2001.Precio del ejemplar suelto: 650 pesetas (3,907 euros).Suscripcin anual:

    Espaa y Portugal: 2.600 pesetas (15,63 euros).Resto del mundo: 4.000 pesetas (24,04 euros).Depsito legal: M. 16.854-1983.ISSN-0212-467-X.NIPO: 076-01-024-X.Impreso en Espaa. - Printed in Spain.CUBIERTAANTERIOR: Logotipo del Instituto de Historia y Cultura Naval.CUBIERTAPOSTERIOR:Del libro Regimiento de Navegacin, de Pedro de Medina. Sevilla, 1563.y logotipo de la Comisin Espaola de Historia Martima.

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    SUMARIOPgs.

    NOTA EDITORIAL5La expedicin de los hermanos Nodal y el cosmgrafo DiegoRamrez de Arellano, por Mara Isabel Vicente Maroto7El naufragio de la Santa Mara en el primer viaje de Coln, porJess Lpez Juli29La baha de La Habana. Apuntes para su historia militar, porGustavo Placer Cervera59Cambio tecnolgico y poltica naval en la monarqua isabelina: losprimeros buques blindados, por Carlos Alfaro Zaforteza75Jos Snchez Cerquero (1784-1850) y el problema de Douwes, porItsaso Ibez105La historia vivida: Jos Mor de Fuentes (1762-1848), un marinosingular, por Jacques Ducher115Documento: Embarque, en la Escuadra espaola en Cuba, del

    teniente de navo ruso Pokhwisneff117La Historia Martima en el mundo: La batalla de Trafalgar: Sntesisbibliogrfica (1), por Jos Antonio Ocampo121Noticias Generales125Recensiones 133

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    COLABORAN EN ESTE NMERO

    Mara Isabel Vicente Maroto es licenciada en Ciencias Qumicas y doctora en Ciencias Fsicas por la Universidad de Valladolid. En la actualidad desempea la ctedrade Fsica Aplicada y es subdirectora de la Escuela Universitaria Politcnica de laUniversidad de Valladolid. Es autora y coautora de varios libros, entre los que seencuentran Aspectos de la Ciencia Aplicada en la Espaa del siglo XVIII (Valladolid,1999) y la edicin facsimilar del Dilogo entre un vizcano y un montas sobre lafbrica de navos (Salamanca, 1998). Autora de numerosos artculos sobre su especialidad, colabora habitualmente en exposiciones cientficas.Jess Mara Lpez Juli es licenciado de la Marina Civil. Autor de la tesina Erroresque afectan a la navegacin costera, escribe habitualmente artculos sobre temas desu especialidad.Gustavo Placer Cervera es investigador naval del Instituto de Historia de Cuba. Haescrito diversos libros y ensayos sobre la guerra naval hispano-norteamericana, siendoel ltimo de los publicados El Maine como pretexto. Colabora igualmente con entidades culturales espaolas y puertorriqueas. Guionista de TVE en los episodios del 98.Carlos Alfaro Zaforteza curs estudios en la Escuela Tcnica Superior de IngenierosNavales. Activo investigador de los temas navales, colabora con revistas nacionales yextranjeras; entre otros trabajos ha publicado The Spanish Navy of 1898 en Warship International (1980) y Un informe de Ramn Trujillo y Celani sobre la construccin naval en Baleares y Catalua a mediados del siglo xix, en el Bolieti de laSocietat Arqueolgica Lid-liana, Palma de Mallorca (1986).Itsaso Ibez es doctora en Nutica y Transporte Martimo por la Escuela TcnicaSuperior de Nutica y Mquinas Navales de la Universidad del Pas Vasco (UPV), dela que es profesora de Navegacin. Forma parte del equipo de investigacin en historia de las ciencias y de las tcnicas que dirige el profesor Jos Llompart en la UPV.En este campo, trabaja y publica sobre los progresos de la navegacin y su introduccin en Espaa, as como sobre la evolucin de las enseanzas nuticas y el desarrollocurricular de los pilotos espaoles.

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    NOTA EDITORIALEstamos en los aledaos de grandes hechos de carcter naval que, sinembargo, sucedieron no slo en ese medio nuestro que es la mar, sino quetambin tuvieron su origen en tierra, pero como consecuencia de la actividadque los hombres desarrollaban en dos distintos mares del globo.Aparecen en el horizonte cronolgico varios centenarios de acaecimientos

    notables, como los relativos a la Casa de Contratacin de Sevilla (2003) y elcombate de Trafalgar (2005),de los que, en funcin del desarrollo de futurosproyectos de investigacin de los que el Instituto de Historia y Cultura Navaldonde reside nuestra REVISTA ser partcipe, iremos dando cumplida cuenta anuestros suscriptores.A ellos animamos a que colaboren con nosotros remitindonos, silo consideran conveniente, algunos trabajos que describan aspectos inditos de esasdos efemrides y que desearamos, una vez aprobados por el Consejo Rector,apareciesen en prximos nmeros de nuestra REVISTA.Se incluyen en este nmero los artculos de Mara Isabel Vicente Marotosobre La expedicin de los hermanos Nodal y el cosmgrafo Diego Ramrezde Arellano; El naufragio de la Santa Mara en el primer viaje de Coln, porJess Lpez Juli; La baha de La Habana. Apuntes para su historia militar,por Gustavo Placer Cervera; Cambio tecnolgico y poltica naval en lamonarqua isabelina: los primeros buques blindados, por Carlos Alfaro Zaforteza; Jos Snchez Cerquero (1784-1 850) y el problema de Douwes, por Itsaso Ibez; con las secciones habituales de La historia vivida; Documento; LaHistoria Martima en el Mundo (La batalla de Trafalgar: Sntesis bibliogrfica), por Jos Antonio Ocampo; Noticias Generales y Recensiones.Con un cordial saludo, nuestro agradecimiento anticipado.

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    LA EXPEDICINDE LOS HERMANOSNODALY DEL COSMGRAFODIEGO RAMREZDE ARELLANOMara Isabel VICENTE MAROTODoctora en Ciencias Fsicas

    Poco despus del descubrimiento del estrecho de Le Maire en 1616, elConsejo de Indias acord organizar una expedicin de reconocimiento dedicho estrecho y del de Magallanes, por la imperiosa necesidad de defenderlos intereses de la monarqua ibrica frente a los holandeses. Los encargadosde llevarla a cabo fueron los hermanos Bartolom Garca de Nodal y Gonzalode Nodal, experimentados capitanes de brillante historial al servicio de laArmada del Mar Ocano y en la lucha contra los corsarios. Los pormenores dela expedicin han sido conocidos por la Relacin del viaje al descubrimientodel Estrecho Nuevo de San Vicente, que hoy es nombrado de Maire y Reconocimiento del de Magallanes, impresa en Madrid en 1621.En las instrucciones dadas en la real cdula reguladora de la expedicinconsta el derrotero que sta haba de seguir y se especifica que el cosmgrafoDiego Ramrez deba hacer todas las observaciones necesarias, con la determinacin de latitudes, longitudes y variaciones de la aguja.Ramrez de Arellano (cosmgrafo sabio le llaman en su libro los hermanos Nodal) escribi tambin una relacin diaria de lo sucedido en el viaje,recogida en un interesantsimo manuscrito que incluye un mapa de los estrechos reconocidos. Salieron de Lisboa el 27 de septiembre de 1618 y, despusde pasar por Madeira y Canarias, el 15 de noviembre llegaron a Ro de Janeiro; sin perder de vista la costa, el 15 de enero alcanzaron la desembocaduradel ro Gallegos y el cabo de las Vrgenes, para reconocer a continuacin losestrechos de San Vicente y Magallanes; el 9 de julio la expedicin estaba devuelta en Sanlcar de Barrameda. La Relacin de Diego de Ramrez va acompaada de algunas cosas curiosas de navegacin, con continuas referenciasa los trabajos y resultados de otros cientficos y navegantes ibricos, comoPedro Nez, Garca de Cspedes o Hernando de los Ros. En la ltima parte,el experto cosmgrafo incluye algunas crticas a la Relacin debida a loshermanos Nodal, en las que seala sus principales errores, los quales saqu aluz movido ms del zelo de la verdad, que por contradecir a quienes fueronmis acompaantes en viaje tan largo, por lo que amigo Scrates y amigoPlatn, pero ms amiga la verdad.Ao 2001 REVISTADE HISTORIA NAVAL

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    MARA ISABEL VICENTE MAROTOExpediciones holandesas

    Despus de las expediciones inglesas al estrecho de Magallanes las deDrake en 1586, Cavendish en 1591 (aunque con un resultado desastroso, puesno consigui atravesar el estrecho y se vio forzado a regresar a Inglaterra), yHawkins en 1593, fueron los holandeses quienes, al verse privados de sucomercio con Espaa y Portugal como consecuencia d su rebelin contraFelipe II, enviaron algunas escuadras hacia el estrecho de Magallanes, con elfin de llegar a Oriente y participar en el fructfero comercio con aquella partedel mundo (1).Los holandeses eran en Europa los intermediarios del comercio de lasespecias orientales. Establecidos en Lisboa, adquiran all las preciadasmercancas, que despus esparcan por los pases europeos, aunque naturalmente ellos tambin importaban productos de Espaa y Portugal: granos,maderas y materiales para las construcciones navales entre otros. A pesar dehaberse sublevado contra el podero espaol, el comercio no se interrumpiporque convena a ambas partes (2). Pronto el inters comercial se uni alinters poltico, pues era ms conveniente y prctico hacerse dueos de lospases productores que servir de intermediarios en su comercio. Por otra parte,era un medio ms de atacar el podero espaol, llevando la guerra a territoriosapartados de la metrpoli, que no estaran protegidos, y la unidad peninsularse quebrantara con la prdida de unas colonias ganadas por Portugal.

    La guerra para los holandeses era fcil: conocan los derroteros, por cartasmarinas espaolas y portuguesas, haban navegado como marinos en barcosportugueses e incluso en barcos holandeses fletados por casas portuguesas.En 1594 se fund la Compagnie van Verrek, que llev sus barcos a Java, ypronto surgieron otras compaas. Juan de Oldenbarnevelt, en marzo de 1602,reuni todas ellas en la Compaa Unida de las Indias Orientales, que tuvo laexclusiva del comercio desde el cabo de Buena Esperanza, hacia el este, hastael estrecho de Magallanes; adems poda hacer la guerra, concertar alianzas,construir fortificaciones, y exigir juramento de fidelidad a oficiales y funcionarios. La compaa holandesa se convirti en una gran organizacin militar,y estim conveniente a sus intereses utilizar la ruta del estrecho de Magallanespara dirigirse a las Molucas.La primera de las expediciones holandesas fue la que, en 1598, unacompaa mercantil confi al mando de Jacobo Mahu; casi al mismo tiempo(1) OYARZUN, J.: Expediciones espaolas al estrecho de Magallanes y Tierra de Fuego.Ediciones de Cultura Hispnica, Madrid, 1999.(2) Pueden consultarse numerosas obras, entre ellas, B000AART,E.; EMMER,P.; KLEINP.W. y ZANDVLIET, C.: La expansin holandesa en el Atlntico. VERSSIMOSERRO, J.: Portu

    gal en el mundo. IGLESIAS, F.: Historia poltica de Brasil. CouTo, J.: Portugal y la construccin de Brasil, todas ellas de la Ed. Mapfre, Madrid, 1992. Una de las ms recientes es SANTA-ELLA STELLA, R.: O Domnio Espanhol no Brasil durante a Monarquia dos Felipes,1580-1640. EdiAo conmemorativa do 5000 Aniversrio do Descobrimento do Brasil, Unibero,Sao Paulo, 2000.8 .REVISTADEHISTORIANAVAL Nm. 73

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    L4 EXPEDICIN DE LOS HERMANOS NODAL Y EL COSMGRAFO DIEGO RAMREZ...sali la de Oliveiro Noort, tambin organizada por una compaa mercantil. Yya en 1614 pas por el estrecho la expedicin del almirante Spilberg, alemnal servicio de Holanda, que parti hacia Amrica con seis buques armados.La expedicin de Spilberg se detuvo en las islas de Cabo Verde e hizoaguada en Ro de Janeiro; costeando Brasil hacia el sur, lleg a Ro Gallegos ya la embocadura del estrecho de Magallanes, que atraves sin grandes dificultades. Remont la costa de Chile, quemando las poblaciones que encontr a supaso, hasta que una fuerza naval espaola sali de Lima para hacerle frente.La superioridad artillera del buque holands le dio la victoria en el encuentroque se produjo, y Spilberg lleg a entrar en el puerto de El Callao; pero allfue rechazado por los caones costeros y prosigui su piratera hacia el norte.Despus naveg hacia oriente, hasta llegar a las islas Filipinas tras grandespenalidades. En Ternate recogi a Jacobo Le Maire, a quien no quiso creercuando le cont que haba atravesado el cabo de Hornos. La expedicin deSpilberg fue la primera manifestacin de un cambio de rumbo en la CompaaHolandesa de las Indias Orientales.La expedicin organizada por Isaac Le Maire iba a tener ms trascendencia.Le Maire, importante comerciante de Amsterdam y entendido en geografa,crea en la posibilidad de pasar del Atlntico al Pacfico sin necesidad de cruzarel estrecho de Magallanes. Y junto con Wilhelm Schouten, natural de Horn,prctico marino, comenz los preparativos de la expedicin, que llevara aSchouten al mando, con Jacobo Le Maire, primognito de Isaac, de sobrecargo.En junio de 1615 salieron de Texel en dos navos, y a mediados de diciembre se encontraban a la entrada del estrecho de Magallanes; pero avanzandohacia el sur llegaron a la extremidad oriental de Tierra de Fuego y en enerode 1616 cruzaron el estrecho que denominaron de Le Maire, y el cabo deHom. Una vez en el Pacfico llegaron a las islas Molucas, donde Spilberg seapoder de su navo. En el viaje de regreso a Holanda muri Jacobo.Los hermanos Bartolom Garca de Nodal y Gonzalo de Nodal y su expedicin de reconocimiento de los estrechos de Le Maire y Magallanes

    El descubrimiento del estrecho de Le Maire por la expedicin holandesa deJacobo Le Maire y Wilhelm Schouten alarm a la monarqua ibrica, y el Rey,de acuerdo con la propuesta del Consejo de Indias, orden que se organizarauna expedicin para su reconocimiento. Recordemos que la fortificacin delestrecho de Magallanes ya se haba intentado con la expedicin de DiegoFlores de Valds y Pedro Sarmiento de Gamboa de 1582.Preparativos de la expedicin

    Poco despus del descubrimiento holands se empez a preparar una expedicin para el reconocimiento de los estrechos de Magallanes y San Vicente.Ao 2001 REVISTADE HISTORIA NAVAL

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    L4 EXPEDICIN DELOS HERMANOS NODAL YEL COSMGRAFO DIEGO RAMREZ...En la relacin de sus servicios, el capitn Bartolom Garca de Nodalexpone que lleva ms de veintiocho aos sirviendo en la Armada Real del MarOcano, y ms de veinte como capitn de diferentes galeones y navos, durante los cuales ha llevado a cabo importantes servicios, como en el ao 1597 enel canal de Inglaterra; en 1601 en Irlanda, donde tuvo que pelear contra 24navos enemigos; en 1602, cuando acompaando a don Diego Brochero arecibir las flotas y galeones de la Plata, ste le orden una noche que fuese enun patache a rconocer un navo, que result ser enemigo, y aunque en lalucha se hundi su patache, Garca de Nodal logr subir al navo enemigo yvencerle, pero a consecuencia de las graves heridas perdi la vista de un ojo;da cuenta tambin de otras peleas en Lisboa, con piratas en 1611 y con turcosen 1613. Presenta una extensa relacin de sus mritos, con los pareceres einformes sobre su persona de influyentes personajes: don Fadrique de Toledo,

    don Diego Brochero, don Luis Fajardo y don Juan Fajardo, el general Pedrode Zubiaur (o Zubiaurre), don Pedro Sarmiento y el almirante Juan Alvarez.Por una carta de don Francisco de Tejada, presidente de la Casa de Contratacin, fechada el 10 de marzo de 1618, sabemos que los preparativos se hicieroncontando con la valiosa informacin de dos pilotos flamencos que participaronen el descubrimiento del estrecho de Le Maire. En la misiva Tejada explica quehaca dos das que un piloto flamenco, Jean de Wit (White o Blanco), le habaentregado una carta del archiduque Alberto, gobernador de los Pases Bajos, yotra del conde de Egmont del asiento que se haba hecho con l y con ValentnTansen. White inform, en presencia del licenciado Antonio Moreno, de lanavegacin en los navos holandeses al estrechode Magallanes, pues l iba en lacapitana holandesa que pas al Mar del Sur por el estrecho. Inform tambin deque en Holanda estaban aparejando seis navos y un patache para salir por mayoy entrar en el Mar del Sur, no por el estrecho de Magallanes, sino 58 leguas msabajo, que es por donde haba entrado el navo holands. Esa era la ruta quetenan pensado seguir los holandeses para ir a las Molucas, evitando el rodeoque supona ir por el cabo de Buena Esperanza. El piloto holands recomendabaorganizar la expedicin para salir a primeros de mayo, para as llevar ventaja alos holandeses. Los cosmgrafos espaoles le pidieron un dibujo de la carta delviaje realizado, pero el piloto flamencojustific que no la tena, pues al volver aHolanda tuvo que entregarla a sus superiores, de acuerdo con la norma seguidaen todos los viajes que se realizaban; pero en cambio s conservaba el derroterodel viaje, y entre los dos pilotos y Antonio Moreno dibujaron una carta (4) paraque sirviera de gua a la expedicin. Don Francisco de Tejada recomienda pagargenerosamente a los dos pilotos enviados por el archiduque Alberto, pues susinformaciones eran de gran importancia y se mostraban dispuestos a servir alRey en el reconocimiento que se estaba preparando.

    (4) Carta de la regin Magallnica, 1618, Madrid, Museo Naval, 53-B-9. Reproducida porMARTNMERS,L.: Obras espaolas de nutica relacionadas con la Casa de la Contratacinde Sevilla. Museo Naval, Madrid, 1992, y por GONZLEZALLER-HIERRO,J. 1.: Nutica y navegacin en la Espaa de los siglos xvi y xvii, en Las sociedades ibricas y el mar a finales delsiglo xvi. Lisboa, 1998, p. 26.Ao 2001 REVISTADE HIsTORIA NAVAL

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    MARA ISABEL VICENTE MAROTOEn cartas de junio y julio de 1618, el Consejo de Indias apremia al Reypara que ordene que el Consejo de Hacienda libre el dinero necesario sin msdilacin, pues el retraso supondra una gran prdida. Asimismo, recomienda

    que el Consejo de Portugal ofrezca a los oficiales y marineros portugueses quehagan el viaje, a su regreso, los primeros lugares en las naos de la India. Y,algo muy importante, insta al Rey que ordene al gobernador de Brasil dar todala ayuda necesaria para que las carabelas pueden proseguir su viaje en lasmejores condiciones.Tambin se pidieron los pareceres de algunos prestigiosos y experimentadoscosmgrafos y pilotos. As, el doctor Arias de Loyola, en una carta de 11 dejulio de 1618, expresaba en su informe las dificultades que a su juicio presentaba el modo en que se planeaba realizar la expedicin, y daba reglas de cmo sedeba efectuar para llevarla a buen trmino. Das despus, el 18 de julio, eldoctor Arias ampliaba dicho informe. Antonio Moreno, en su informe del 24 dejulio de 1618, se mostraba de acuerdo con el doctor Arias de Loyola.El doctor Juan Cedillo Daz (5) y el general Diego Brochero, en lasadvertencias que parece conviene haga en Sevilla el Seor don Franciscode Tejada, hechas en Madrid a 12 de julio de 1618, hacen hincapi en quela expedicin deba llevar cuatro pilotos espaoles muy prcticos en tomaralturas, y si se hallare alguno entre ellos que sepa la terica y est diestroen la prctica de describir una provincia y arrumbar las tierras y costas, serade mucha importancia para hacer descripcin de la costa y tierra del estrecho, gradundola por sus derrotas, alturas y distancias de una parte a otra,las seales de las tierras del Estrecho, las sondas que tuviere y las calas ysalidas que hubiere en esta navegacin, los bancos y peas que hubieredebajo y encima del agua, y las mareas que entran y salen, y donde seencuentran las del mar del Sur con las del Norte, lo que suben y bajan deaguas vivas. Es decir, el elegido deba ser un buen piloto y un excelentecosmgrafo matemtico dicen Brochero y Cedillo. Y advierten deque si en Sevilla don Francisco de Tejada no encuentra persona a propsito,en la corte de Madrid est Diego Ramrez de Arellano, persona mui capazpar hacer esta descripcin, mozo y de buena salud, y inteligencia, as de laterica como de la prctica, que har lo que aqu se dice con mucha satisfaccin, y yo le tengo por persona que dudo se halle en Sevilla quien sepacomo l, ni tan inteligente.El presidente de la Casa de Contratacin, don Francisco de Tejada, recibelos pareceres, con los que se muestra conforme, y seala como uno de lospilotos a Alonso Bernal, de Sevilla; tambin le parece muy apropiado DiegoRamrez, tan ponderado por Diego Brochero y Cedillo. En su respuesta destaca la escasez de pilotos, pues los pocos que existan con preparacin habanpartido con las flotas y armadas.

    (5) Juan Cedillo Daz era, desde 1611, catedrtico de la Academia Real Matemtica ycosmgrafo mayor del Consejo de Indias. VICENTE MAROTO, M.I.; ESTEBAN PIEIR0, M.:Aspectos de la ciencia aplicada en la Espaa del Siglo de Oro. Junta de Castilla y Len, Salamanca, 1991.12 REVISTADE HISTORIANAVAL Nm. 73

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    LA EXPEDICIN DE LOS HERMANOS NODAL Y EL COSMGRAFO DIEGO RAMREZ...El piloto Alonso Bernal, en el parecer que aporta, ratifica la importanciasealada por don Diego Brochero de llevar un buen cosmgrafo, pero discrepaen algunas de sus recomendaciones. Considera que los navos deban ser tres,y no dos como se estaban construyendo; redondos y no carabelas, porque lascarabelas son navos poco seguros y desacomodados para la gente, bastimentos y otros pertrechos que han de llevar en viajes tan largos, con alczares,castillos y toldas para la comodidad de la gente, por ir como van a tierra demucha altura, a donde el invierno ha de ser muy fro y encogido. Tampoco semuestra totalmente de acuerdo con el rumbo.Tambin el piloto Tom Cano (6) recomienda en su informe navos redondos y no latinos, porque en mares de tanta altura de Polo, son los vientosmuy pesados y las velas latinas ms trabajosas de tomar con tormenta, y muypeligrosas; en cambio, las redondas son, para el piloto canario, ms seguras

    con temporal. Los navos deban tener puente, para evitar que entrase el aguaen las tormentas. Y coincide tambin en que los navos deban ser tres, deentre 100y 150 toneladas para que fuesen manejables, con 50 hombres cadauno, y la partida de Espaa, hacia el mes de agosto, para que pudieran aguardar en Brasil hasta octubre, que comienza el verano desde la lnea equinoccial al Polo Antrtico, donde haban de descubrir, Advierte Tom Cano quedesde el Ro de la Plata hacia los estrechos deban navegar costa a costa de day no de noche, para poder observar bien toda la costa y dibujarla. Al llegar a laboca del estrecho de Magallanes, uno de los navos ira por l hasta pasar alMar del Sur, para regresar observando el otro lado. Los otros dos navos navegaran costeando el nuevo estrecho de Le Maire buscando la salida al Mar delSur; luego, los tres navos regresaran juntos a Espaa. Si no se encontrasen,deban dirigirse a Chile y Per a dar cuenta de todo al virrey.Como veremos, aunque se fabricaron dos buenas carabelas, al llegar aBrasil, ante las protestas de la tripulacin, se les aadieron los puentes paramayor comodidad de los navegantes.Entre los papeles se guarda tambin una relacin detallada de todo el bastimento (el necesario para un ao) que deba embarcarse en ambas carabelas, ylo que costara. Est fechada el 12 de mayo de 1618 en Lisboa, y asciende a lacantidad de 12.101,5 reales. Sobre ese presupuesto inicial, Diego Brocheropropuso despus reducciones, quitando lo que consideraba superfluo, con elfin de abaratar el coste total de la expedicin.Teniendo en cuenta todos los informes y pareceres solicitados, el 26 deagosto de 1618, desde San Lorenzo, el Rey dio unas precisas instruccionessobre el viaje:

    Conviniendo a mi servicio que vos el Capitn Bartolom Garca deNodal, a quien he encargado el viaje del descubrimiento de los Estrechos deMagallanes y Mayre, llevis instruccin de lo que habis de hacer; guardaris

    (6) Tom Cano es el autor de Arte para fabricar, fortficar y aparejar naos de guerra.Sevilla, 1611, publicada en facsmil por el Cabildo de Tenerife en 1993.Ao 2001 REVISTADE HISTORIANAVAL

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    MARA ISABEL VICENTE MAROTOla siguiente, sin que la vea otra persona ms que vuestro hermano, el CapitnGonzalo de Nodal y Diego Ramrez que va en vuestra compaa por Cosmgrafo a designiar lo que se descubri.

    Lo primero que el Rey ordena es llevar gente bien disciplinada. As lohicieron los dos capitanes, y el xito de la expedicin se debi en gran parte aque los dos hermanos supieron mantener su autoridad. En caso de tener queimponer alguna sancin severa, no podra ejecutarse sin el voto favorable delos dos capitanes y del cosmgrafo Ramrez.Los pilotos deban hacer sus observaciones sin consultarse mutuamente, ycomunicar los resultados a su capitn. Cuando llegaran cerca de la tierrabuscada, o en ocasiones de tormenta, los Nodal y Diego Ramrez debanreunirse con todos ellos y escuchar su parecer, para decidir despus entre lostres lo que debiera de hacerse.En cada carabela deban llevar dos libros en blanco para registrar la derrotay la altura que fueran tomando cada da y el punto que cada veinticuatro horasdeban echar los pilotos en sus cartas. Uno de los libros servira de borrador;el otro, para sacarlo en limpio. Otro aspecto fundamental era que las doscarabelas fuesen siempre juntas, evitando separarse, especialmente por lanoche. Iban provistas de bastimento para diez meses y de agua para seis.La navegacin deba ir derecha a Brasil y, al llegar a su costa, avisaran algobernador del Ro de la Plata del viaje para que l, a su vez, diera aviso algobernador de Chile.Deban despus seguir la costa, sin perderla nuncade vista, hasta llegar alcabo de las Vrgenes, en la boca del estrecho de Magallanes, entrando por ellapara reconocerlo, en la Mar del Sur, a 53grados, observando tambin las islas.Deba hacerse el reconocimiento de todo el estrecho,: tomando las seales delos dos lados, sondando el fondo y reconociendo si haba algn surgideroseguro en una costa o la otra, tomando la altura del Polo y la longitud.Una vez bien dibujado todo l y reconocidas las entradas y salidas, saldranpor el Mar del Norte para ir al descubrimiento del estrecho de Le Maire, queigualmente deban reconocer cuidadosamente, dibujando la costa, midiendo laaltura del Polo, la longitud y la variacin de la aguja, examinando los puertos,bahas y surgideros,los fondos que tenan y si eran limpios. Para hacer las observaciones ms correctas, las carabelas, o bien las chalupas, iran a tierra. Debantener tambin un cuidado especial con las mareas, considerando lo que suban obajaban de aguas, vivas y muertas, y a qu hora y da de luna se producan.Una vez pasado el estrecho de Le Maire, y entrando en el Mar del Sur, si eltiempo lo permita, deban reconocer la punta y cabo, y en dicha punta debansaltar a tierra para ajustar la altura del Polo y longitud. El reconocimiento delos dos estrechos deba ser por tanto lo ms exhaustivo posible. Antes devolver a Brasil deban reparar las carabelas. Slo en el caso de no poder regresar, debido al mal tiempo, y tener que seguir por el Mar del Sur, y siempre deacuerdo en la toma de decisiones los hermanos Nodal y Diego Ramrez, abriran la otra instruccin que llevaban.14 REVISTADE HISTORIANAVAL Nm. 73

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    L4 EXPEDICIN DE LOS HERMANOS NODAL Y EL COSMGRAFO DIEGO RAMREZ...En los puertos, bahas o cabos que fuese necesario reconocer desde tierra,deba desembarcar el cosmgrafo Diego Ramrez con la guarda necesaria parasu seguridad, a fin de sacar con ms comodidad la lnea meridiana y hacertodas las observaciones necesarias, poniendo en los derroteros la latitud del

    Polo, longitud y variacin de la aguja de las nuevas tierras.Un aspecto muy importante: el dinero que llevaban para el viaje se entregara al maestre de la carabela capitana y se metera en un arca de tres llaves,una de las cuales quedara en poder del capitn Bartolom Garca de Nodal,otra en el de Diego Ramfrez y la tercera en manos del maestre.Por otra cdula de la misma fecha, el Rey da instrucciones muy precisas aBartolom Garca de Nodal sobre qu hacer en caso de tener que invernarantes de volver a Espaa: deba hacerlo en Chile y no en Per. Pero tendraque entregar al virrey peruano un informe detallado del viaje junto con unadescripcin de los estrechos reconocidos. Con la misma fecha, el Rey escribeal prncipe de Esquilache, virrey gobernador y capitn general de las provincias del Per, para informarle de la expedicin de los hermanos Nodal.La relacin del viaje de los hermanos Nodal

    Conocemos todos los pormenores de la expedicin por una obra debida alos Nodal, que lleva por ttulo Relacin del Viaje, que por Orden de SuMagestad y acuerdo del Real Consejo de Indias, hicieron los capitanes Bartholom Garcia de Nodal y Gonzalo.de Nodal, hermanos, naturales de Pontevedra, al descubrimiento de Estrecho Nuevo de San Vicente, que hoy esnombrado de Maire y Reconocimento del de Magallanes, publicada enMadrid en 1621 y reimpresa en Cdiz en 1776. Figura en la portada un frontisde orden jnico, con dos medallones,que contienen los retratos de ambos capitanes; el de la izquierda dice: Capitn Bartolom Garca de Nodal, edad 46aos, y el de la derecha: Capitn Gonzalo de Nodal, edad 52 aos; portanto, Bartolom debi de nacer en 1575 y Gonzalo en 1569. Abajo aparecenlas dos carabelas, Nuestra Seora de Atocha y Nuestra Seora del Buen Suceso, de 80 toneladas cada una, hechas en Lisboa para la expedicin. El libroest dedicado a don Fernando Carrillo, caballero del Hbito de Santiago ypresidente del Real Consejo de las Indias. Incluye al principio las Reglas paraconocer la variacin de la aguja, y al final, la Tablapara saber las horas quetiene el da artificial hasta llegar al natural en todos los paralelos y alturasque distan de la equinoccial hasta los 66 1/2; y concluye con la Relacinsumaria de los servicios de ambos hermanos. Est escrito con la intencin deser til a otros navegantes y para que no se perdieran los resultados de suexpedicin.En el viaje de ida y vuelta tardaron slo nueve meses y doce das, incluyendo las escalas en Brasil. Salieron el 27 de septiembre de 1618 y llegaron aSanlcar el 9 de julio de 1619. El tiempo con que avernos hecho esta navegacin ha sido muy justo, que ni sobr ni falt, por tener navos tan a propsitoAo 2001 REVISTADE HISTORIANAVAL 1

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    Portada de la Relacin del viaje..., libro escrito por el capitn Bartolom Garca de Nodal,impreso en 1621, con los retratos de los hermanos Nodal y las carabelas Nuestra Seora deAtocha y Nuestra Seora del Buen Suceso que llevaron en su reconocimiento de los estrechosde Magallanes y San Vicente. Biblioteca Nacional de Madrid, R-4017.

    RELAC IONpDEL VIAJE Q - --ORDEN DE 8V MAd.J,DODLL B.EALCONSE mu43.J{ixeron ts Cpt&nesariolom q4r4 N0h4, , Nehi hrmanas, 1sdB,4YehL. af (rinumicIZJir

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    LA EXPEDICIN DE LOS HERMANOS NODAL Y EL COSMGRAFO DIEGO RAMREZ..como convino, advierten los Nodales. El 7 de julio Gonzalo de Nodal desembarc en el cabo San Vicente para ir a dar cuenta al Rey, que se encontrabacon Sus Altezas en Lisboa. Despus, los dos capitanes, junto con el cosmgrafo Diego Ramrez, comparecieron en Madrid, en la corte, ante el Consejo y laJunta de Guerra de Indias, reunidos en pleno, e hicieron relacin de su viaje,entregando pellejos de leones marinos, flechas de indios, sartas de caracolillosde mar, cuchillos de pedernal, la pimienta que se descubri en el estrecho ypjaros de mar sin plumas en las alas, llamados pinginos. Escribieron parala ocasin un Derrotero desde San Lcar de Barrameda a las Filipinas, yendopor los Estrechos de Magallanes y San Vicente (7), hecho por los capitanesGonzalo de Nodal y su hermano Bartolom Garca de Nodal, y Diego Ramrez de Arellano, cosmgrafo, firmado en Madrid el 30 de septiembre de 1619.En l aconsejan que las Armadas partan de Espaa a principios de agosto paradirigirse a Brasil, de manera que a primeros de noviembre pudieran salir deRo de Janeiro, donde se habran detenido a descansar porque no se puedepasar un viaje tan largo sin que se tome agua y lea, y se refresque la gente enel dicho puerto, por ser ms a propsito para esta navegacin, y mejor quetodos los que ay en la costa del Brasil. Advierten de que pasar ms adelante,al Ro de la Plata, ya sera excesivo para la tripulacin, que llegara demasiadocansada despus de haber recorrido toda la costa de Guinea y atravesado lalnea equinoccial, aparte de que el puerto del Ro de la Plata es muy bajo y depoco fondo, el de Buenos Aires, a ms de 50 leguas de la boca del ro, tampoco es adecuado para grandes armadas. Una vez repuestos, continuaran suviaje a las Filipinas a travs del estrecho de San Vicente.En su Relacin, Garca de Nodal explica todos los detalles relativos a latripulacin: la formaban 40 hombres en cada carabela, todos marineros portugueses, stos por fuerza, en razn de ser la navegacin tan remota y dificultosa, que por su desconfianza ninguno de su voluntad se dispusiera, lo queconstituy una continua preocupacin para los capitanes. En Ro de Janeiro,para evitar huidas, metieron a toda la tripulacin en la crcel. Cuentan queantes el gobernador del Brasil, Ruyz Vaz Pinto, natural de Oporto, les hablde la importancia del viaje con el fin de animarles y darles confianza, y quedespus de la pltica fueron con gusto, acompaados de Gonzalo de Nodal,asegurndoles que pronto saldran y encargando al alcaide de la crcel que lestratase bien, con que quedaron contentos. Un caballero del hbito de Santiago, don Martn de Sa, les agasaj durante su estancia en el puerto. Tambindescubrieron un intento de motn, por lo que condenaron a cuatro aos degaleras a dos marineros, y a ocho al cabecilla; esos tres, y algn otro enfermo,fueron sustituidos por otros voluntarios que se encontraban en Ro. Peroninguno muri en el viaje y todos volvieron sanosLas carabelas llevaban bastimento para diez meses, iban armadas con4 piezas de artillera de 10 a 12 quintales, 4 pedreros, 30 mosquetes y arcabuces, 20 picas y chuzos, con la plvora y las municiones necesarias. Los pilo

    (7) Coleccin Navarrete, t. XVIII, fois. 406-407.Ao 2001 REVISTADE HIsTolu. NAVAL 1

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    MARA ISABEL VICENTE MAROTO

    tos, flamencos y portugueses, al llegar a Ro de Janeiro insistieron en que lasdos carabelas deban llevar puentes, como haban aconsejado Alonso Bernal yTom Cano durante los preparativos. En principio los capitanes no estaban deacuerdo, pero les advirtieron de que la gente estaba medio amotinada porque

    Mapa coloreado que acompaa al libro de Bartolom Garca de Nodal.

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    MARA ISABEL VICENTE MAROTO[bahas] en que encoramos, con las variaciones de la aguja que durante lanavegacin se observaron y a qu hora empiezan las mareas en da de lunanueba en los puertos y cabos principales y qu parte del mundo atraen lasagujas, con los linchentes y variantes del agua, y las longitudines y latitudinesde todos los lugares, por Diego Ramrez de Arellano, natural de Xtiba enValencia. Parece ser el borrador (por las correcciones y tachaduras) de laobra pasada a limpio recordemos que as lo orden el Rey en las instrucciones para el viaje del Reconocimiento de los estrechos de Magallanes y S.Vicente, con algunas cosas curiosas de navegacin, escrito el ao de nuestrasalud 1621 (11), por el capitn Diego Ramrez de Arellano, cosmgrafo ypiloto mayor del Rey nro. Sr en la Contratacin de Sevilla (12). La obra estdedicada al Serensimo prncipe Emanuel Philiberto mi seor. Gran Prior deS. Juan, Generalsimo de la mar y visorey y capitn general del Reyno de Sicilia. El manuscrito, que no lleg a ver la luz, contiene un precioso mapa coloreado que reza as: Quarteronsillo fabricado del reconocimiento que de losestrechos de Magallanes y San Vicente se hizo por orden de su majestad yjunta de guerra de Yndias el ao 1619, reconocido y echo por el capitn DiegoRamfrez de Arellano natural de Xtiva cosmgrapho y piloto maior por sumajestad y criado del prncipe Filiberto. Este mapa es casi idntico al dePedro Teixeira que acompaa al libro de los hermanos Nodal. En la relacinde los servicios prestados por los dos capitanes, se dice respecto a los deGonzalo: Y aunque para esta jornada llevaron Cosmgrafo sabio, y escogidos Pilotos, tiene tan buena noticia de las cosas de la navegacin, por largaexperiencia dellas, que hizo por su mano la planta y descripcin del descubrimiento en pintura. Pero Ramrez de Arellano rebate esta afirmacin y explicaen su manuscrito que el mapa se confeccion a partir de sus observaciones yque el que podramos llamar mapa oficial, resultado de la expedicin yreproducido en el libro de Garca de Nodal, es el que l present, como luegoveremos.El Reconocimiento de los estrechos de Magallanes y S. Vicente de DiegoRamrez est dividido en tres partes (13). La primera, subdividida en ochocaptulos, es una Relacin diaria de todo lo sucedido en el viaje, muchoms amplia que la de los Nodal, con las derrotas, observaciones realizadas,dibujos de las costas y la descripcin detallada de la flora, fauna y de los indgenas muy pacficos, corpulentos, bien hechos y sin barba que fueronencontrando. Utiliz las tablas de Tycho Brahe y los instrumentos habituales

    (11) Biblioteca Nacional de Madrid, ms. 3190. Manuscrito en fol. de 181 hojas, ms laportada y un mapa.(12) PULIDo RUBIO,J.: El Piloto Mayor de la Casa de la Contratacin de Sevilla. Escuelade Estudios Hispano-Americanos, CSIC,Sevilla, 1956. Esta obra resulta indispensable paraconocer las actividades de los pilotos mayores, los catedrticos de cosmografa y los cosmgrafos de la institucin sevillana. En su captulo IV se ocupa de Diego Ramrez de Arellano, peropara los pormenores de la expedicin sigue la obra de los hermanos Nodal, que es la que estudia.(13) Fernndez de Navarrete escribe sobre Diego Ramrez de Arellano en su BibliotecaMartima espaola, Madrid, 1851, t. 1, pp. 354-357, y en Disertacin sobre la Historia de laNutica y de las ciencias matemticas, Madrid, 1846, pp. 282-289.20 REVISTADE HIsT0BIA NAVAL Nm. 73

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    LA EXPEDICIN DE LOS HERMANOS NODAL Y EL COSMGRAFO DIEGO RAMREZ...coiynf14ytc241e.r14 e.er/es.JIn,,,4j,4 ,h... P/e kyn1274g44s4 7..9ttr.,en La Habana, puerto colonial (siglos xvii-xvm), pp. 175-193.(16) GARCA DEL PINO, Csar: El arsenal de La Habana durante el siglo xvm, ibidem,pp. 167-173.Ao 2001 REVISTADE HISTORIANAVAL

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    GUSTAVO PLACER CERVERALa toma de La Habana por los ingleses

    Durante un perodo de paz entre Espaa e Inglaterra, el almirante Knowles,a la sazn gobernador de la isla de Jamaica, visit en 1754 La Habana, dondefue husped del capitn general y gobernador, Francisco Cajigal de la Vega.La ocasin fue aprovechada para recoger abundante informacin sobre lasdefensas habaneras. Estos datos fueron vertidos en un informe, rendido porKnowles al Almirantazgo britnico en 1756, el cual iba acompaado por unconjunto de sugerencias que fueron tenidas muy en cuenta en la confeccindel plan de operaciones de las fuerzas britnicas que se preparaban para atacarLa Habana (17).Para hacer realidad su viejo sueo de tomar La Habana, los britnicosprepararon, con todo detalle, la ms poderosa expedicin que se haya dirigidocontra una plaza de Iberoamrica. El jefe de la expedicin era el general George Keppel, conde de Albemarle, y el mando de las fuerzas navales recay enel almirante George Pocock. Contaba la expedicin con 28 navos de lnea,145 buques de transporte tripulados por 10.000 hombres que conducan abordo 14.000 soldados y ms de 4.000 esclavos africanos.La fuerza invasora se present frente a La Habana el 6 de junio de 1762,despus de atravesar el Canal Viejo de Bahamas, maniobra con la que consigui sorprender al gobierno de la colonia.Para enfrentar un ataque de tal magnitud, La Habana contaba con unos2.800 soldados regulares y una milicia cercana a los 2.500 efectivos. El arsenal aport 250 hombres bien armados, y la escuadra que se encontraba enpuerto, 1.000 marinos; adems, cientos de vecinos respondieron al llamamiento a las armas. En resumen, el potencial humano para entrar en combaterondaba los 10.000 hombres.El sistema defensivo de La Habana, basado en las fortificaciones, distabade estar en ptimas condiciones. La altura de La Cabaa que dominaba laciudad y el castillo del Morro careca de fortificacin permanente. Un informe del ao anterior reflejaba la preocupacin por este hecho:

    Siendo dominado este castillo de la eminencia de la Cabaa, 120 piessobre el dicho nivel del terreno (22 pies y seis pulgadas del Morro), destomismo se convenze que no ocupndose sta con la fortificacin del proyecto,es ociosa para resguardo de aqul qualquiera mejora que se piense, y porconsiguiente forzoso quedar perdido el puerto, cuia seguridad consiste en ladel citado puesto (18).(17) KNOWLES, Charles: Observaciones sobre el sitio de La Habana y la isla de Cuba, enPapeles sobre la toma de La Habana por los ingleses en 1762. Publicaciones del ArchivoNacional de Cuba, nmero 18. La Habana, 1948.(18) Archivo Histrico Nacional, Estado, legajo 3025, nmero 3, Relacin del estadoactual de las fortificaciones de la plaza de San Cristbal de La Habana y dems fuerzas ycastillos dependientes por el ingeniero D. Francisco Ricaud de Tirgale. La Habana, 8 de juliode 1761.

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    LA BAHA DE LA HABANA. APUNTES PARA SU HISTORIA MILITAREl sitio se prolong durante ms de dos meses. Las operaciones militaresse caracterizaron por una lucha encarnizada y por los errores tcticos cometidos por ambos bandos. El capitn de navo Luis Vicente de Velasco, heroicodefensor del Morro, y el criollo Jos Antonio Gmez ms conocido porPepe Antonio, con su tctica guerrillera, se convirtieron en emblemas de laresistencia espaola frente a la actitud pusilnime de la jefatura militar hispana encabezada por el gobernador, Juan del Prado y Portocarrero.El sitio de La Habana, que culmin con la entrada triunfal de los britnicosel 14 de agosto de 1762, a pesar del elevado coste en bajas que supuso paralos invasores, qued registrado como una de las ms grandes batallas imperiales libradas en Amrica. La victoria inglesa signific para la Corona espaola,adems de prdidas econmicas y una crisis poltico-militar, un verdaderocuestionamiento sobre la seguridad del imperio.La dominacin britnica sobre La Habana dur once meses.

    El segundo sistema defensivoEn 1763, la devolucin de La Habana a la Corona de Espaa tuvo unasignificacin trascendental que fue ms all de los lmites de Cuba. El nuevocapitn general, Ambrosio Funes de Villalpando, conde de Ricla, juntamentecon el mariscal de campo Alejandro OReilly y con los ingenieros SilvestreAbarca y Agustn Crame, integrantes principales de la Junta de Fortificacin,

    perfeccionaron la concepcin de la defensa de La Habana y comenzaron lamaterializacin constructiva del segundo sistema defensivo de la capital cubana. Junto con ello, se llev a cabo una completa reestructuracin militar. Estasexperiencias, despus de ser aplicadas en Cuba, se fueron haciendo extensivasa toda Iberoamrica.Las nuevas fortalezas edificadas se articularon con las ya existentes ycubran objetivos acordes con el desarrollo urbano de ciudad. Entre ellas lams importante fue la de La Caba, que requiri diez aos para su construccin y que es una de las fortalezas ms impresionantes de Amrica por suextensin, funcionalidad y modernidad. Contena todos los elementos defensivos que, en aquel momento, requera el desarrollo de la industria naval, renovaba las disposiciones tcticas y estratgicas, caracterizndose por su atrincheramiento y sus obras de avanzada (19).Simultneamente, se emprendi la reconstruccin del arsenal destruido porlos ocupantes ingleses, y dos aos ms tarde se echaban al agua los primerosdos buques con los que se inici un perodo de auge que durara hasta 1796.El siglo XIX

    La mayor parte del siglo xix trascurri sin acontecimientos de ndole militar especialmente significativos en la baha habanera.(19) BLANES, Tamara: op. cit.

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    GUSTAVO PLACER CERVERACon el inicio de la guerra de los Diez Aos, en 1868, el alto mando delEjrcito espaol modific su concepcin estratgica en relacin con elacondicionamiento de las fortificaciones del teatro de operaciones. Lossisteas defensivos de las costas y plazas martimas, concebidos con el objetivo de enfrentar los ataques y desembarcos de un enemigo exterior, pasaron a un segundo plano ante la existencia de un enemigo interno. Hubo quedar prioridad a la construccin de fortificaciones militares en el interior delpas, lo que se materializ en la defensa de las ciudades, poblaciones, pasosobligados, vas de comunicacin y las lneas y trochas militares construidascon el fin de impedir el paso de una regin a otra de las fuerzas insurrectas.Esto trajo como consecuencia la falta de ejecucin de un plan fijo en lasplazas martimas de la Isla, en particular en La Habana. Entre 1868 y 1894,

    varios capitanes generales, preocupados por esta imprevisin, crearoncomisiones que, entre otras tareas, estudiaron y elaboraron el plan dedefensa de la Plaza de La Habana. Ninguno de estos planes fue ejecutado. As pues, la defensa martima de La Habana perdi eficacia porque susfortificaciones abaluartadas se hicieron obsoletas respecto a los cambiosocurridos en la tecnologa y la balstica militar durante la segunda mitaddel siglo XIX(20).Al reiniciarse, el 24 de febrero de 1895, la lucha armada de los cubanospor la independencia, y designarse a Arsenio Martnez Campos como capitngeneral de la Isla, se inici una nueva etapa de gran actividad en los trabajosde fortificacin. En enero de 1896 comenz la construccin de las obrasdefensivas del artillado de la plaza de La Habana. Con estos trabajos se iniciaba el tercer sistema defensivo (1895-1896).Las obras registraron una gran actividad durante la primera parte del mandato del general Valeriano Weyler, detenindose despus, durante un tiempo, porfalta de recursos. Volvieron a activarse en 1898, ante la inminencia de la intervencin militar norteamericana. Sin duda, la formacin del tercer sistema defensivo covirti La Habana en un ptente bastin. La estrategia consisti en establecer en el extenso permetro de la ciudad una slida defensa que incluy losfrentes martimo y terrestre. Se aprovecharon los sistemas de fortificacin clsicos ya existentes y se desarroll una nueva tipologa de obras, compuesta porbateras y reductos agrupados en puntos de resistencia y combate unidos por unared de trincheras. De esta forma qued conformado un anillo defensivo quetransform la plaza de La Habana en una verdadera fortaleza.La Plaza de La Habana representa el ms completo tipo de organizacindefensiva que Espaa puede mostrar en los tiempos modernos (21).

    (20) Un estudio detallado de este tema puede verse en el trabajo de Ignacio SurezPlaza de La Habana (1895-1898), publicado en La Habana, puerto colonial (siglos xviii yxix), pp. 195-205.(21) GMEZNEZ,Severo: La guerra hispanoamericana. El bloqueo y la defensa decostas. Imprenta del Cuerpo de Artillera. Madrid, 1899, p. 159.68 REVISTADE HISTORIANAVAL Ndm. 73

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    LA BAHA DE LA HABANA. APUNTES PARA SU HISTORIA MILITAREl puerto de La Habana en 1898

    En 1898, ltimo ao de la dominacin espaola en Cuba, tuvieron lugardos hechos trascendentales: la destruccin del acorazado norteamericanoMaine, que fue tomada como pretexto para la intervencin militar estadounidense en la guerra que venan sosteniendo los cubanos contra el rgimencolonial espaol, y el inicio del bloqueo naval norteamericano a Cuba, conel que, de hecho, comenzaba dicha intervencin.Aquel ao de 1898 sera decisivo para los planes del autodenominadogrupo imperialista del Partido Republicano, que se encontraba en el poderen los Estados Unidos. Era ao de elecciones legislativas, y el presidente deesa nacin, William McKinley, estaba empeado en no perder la mayora enlas cmaras del Congreso.

    Los crculos de poder norteamericanos vean con preocupacin la marchade los acontecimientos en Cuba. Cada da se haca ms patente un desenlacefavorable a los patriotas cubanos en la guerra. Espaa, como advertanobservadores y analistas de la poca, no estaba ya en condiciones de seguirsosteniendo una guerra que duraba ya tres aos a un elevado costo econmico y humano. La poltica de hasta el ltimo hombre y la ltima pesetahaba agotado ya sus posibilidades. Valeriano Weyler, con su desesperada ycriminal reconcentracin, haba fracasado en su objetivo de aniquilar lainsurreccin.La idea de una Cuba independiente no encajaba dentro de los planeshegemnicos de los imperialistas. La Isla era una pieza clave para el dominio del Caribe y de las rutas martimas que, partiendo de la costa atlnticade Norteamrica, la enlazaban con Panam donde iba a construirse un canalinterocenico, y de all con el Pacfico y el ilimitado mercado asitico.Adems, la mayor de las Antillas, de por s, era ya lugar propicio para lasinversiones estadounidenses.El Gobierno norteamericano, presionado cada vez con ms fuerza por losque deseaban la intervencin en Cuba, ejerca, por su parte, presin sobre elGobierno de Madrid exigindole cambios en su poltica en Cuba y, simultneamente, haca intentos por adquirirla mediante compra.A fines de 1897, en una tarda maniobra, el Gobierno espaol conceda laautonoma a Cuba, medida que fue rechazada tanto por los independentistascubanos como por los integristas pro espaoles.

    El Maine. El pretexto esperadoEl 12 de enero se produjeron en La Habana disturbios protagonizados por

    elementos pro espaoles. Los desrdenes fueron aprovechados por el cnsulnorteamericano en La Habana para pedir el envo de un buque de guerra alpuerto habanero, con el fin de proteger la vida y propiedades de los norteamericanos.Ao 2001 REvISTADEHISTORIANAVAL

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    GUSTAVOPLACERCERVERAEl buque designado para tal misin, el acorazado Maine, aguardaba desdesemanas atrs la orden de partir hacia la capital cubana.En la maana del 25 de enero, el navo estadounidense hizo su entrada en el

    puerto de La Habana y fue amarrado a una boya situada en el centro de la baha,entre la ciudad y Regla. Con sus 6.682 toneladas y sus caones de 10 pulgadas,el Maine era, posiblemente, el mayor buque de guerra que hubiera entrado en labaha habanera. Su aspecto era imponente.Trascurridos unos das, el comandante del buque consider que la situacinen la ciudad era lo suficientemente tranquila para permitir que los oficiales lavisitaran, usando siempre ropas de civil. No obstante, se mantenan en elnavo estrictas medidas de seguridad. La marinera, mientras tanto, se aburra,apiada en aquel barco mal ventilado.Trascurrieron as los primeros das de febrero. Se discuta ya en las altasesferas de Washington sobre la conveniencia o no de la sustitucin del Mainepor otro buque de guerra en La Habana. Lleg as la noche del 15 de febrero;eran las 21.40 horas.Las opiniones de los testigos difieren. Unos afirmaron que se escuch unasola gran explosin, mientras que otros declararon haber odo primero una,semejante a un caonazo, y despus, casi simultneamente, otra, que algunosdescribieron como un cataclismo. A consecuencia de la detonacin, el acorazado norteamericano qued destruido y resultaron muertos inmediatamentedos oficiales y 258 alistados. Otros cinco alistados y un oficial fallecierontiempo despus de resultas de las heridas recibidas, con lo que el nmero debajas mortales ascendi a 266.La noticia de la catstrofe caus gran impacto en la opinin pblica de losEstados Unidos. La prensa sensacionalista public dismiles versiones delhecho, en las que se culpaba a Espaa de haberlo fraguado. La patriotera y elbelicismo se exacerbaron al mximo. Se acu el lema Remember the Maine!Mientras tanto, el Ejecutivo estadounidense, sin esperar a las conclusionesde la comisin investigadora designada al efecto, tomaba medidas a fin preparar al pas para la guerra. Hombre de varias caras, el presidente McKinleyprosegua, detrs de la escena, con sus ofrecimientos a Espaa para la adquisicin de Cuba, pero sus ofertas no eran aceptadas por Madrid.Despus de varias semanas, a finales del mes de marzo se dieron a conocerlas conclusiones de la mencionada comisin, la cual consider la destruccindel Maine consecuencia de dos explosiones: una pequea, externa, que habadesencadenado otra enorme, interna. Estas conclusiones inculpaban a Espaapuesto que, si el origen de la explosin era externo, sta sera probablementepremeditada y el Gobierno espaol era responsable de la seguridad del buquepor estar el puerto bajo su jurisdiccin.Al conocer el informe, la prensa y los crculos polticos ms agresivosexigieron al Gobierno la intervencin militar en Cuba para vengar el ultrajedel Maine. Paralelamente, el presidente estadounidense haba cursadoinstrucciones a su embajador en Madrid para endurecer los trminos de unposible arreglo con Espaa.70 REVISTADE HISTORIA NAVAL Nm. 73

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    LA BAHA DE JA HABANA. APUNTES PARA SU HISTORIA MILITAREl 19 de abril el Congreso de Washington aprob una resolucin conjuntaque reconoca el derecho de Cuba a ser independiente (pero no la existenciade un gobierno cubano) y autorizab al presidente a forzar a Espaa a abandonar la Isla. Al da siguiente se rompan las relaciones diplomticas, y el 21 deabril se orden el bloqueo naval de La Habana, con lo que comenzaba, dehecho, la intervencin militar norteamericana.

    El bloqueo naval norteamericano a La HabanaAl caer la tarde del da 22 de abril la escuadra bloqueadora se presentfrente La Habana:La primera seal de escuadra enemiga a la vista la hizo el semforo delCastillo del Morro, elviernes 22 de abril a las cinco de la tarde [...] la escuadra de los Estados Unidos permaneci fuera de alcance, a 20 mil metros de lasbateras E...] Era evidente que rehusaba el combate y que su plan de guerra sevinculaba al bloqueo [...] (22).Ese mismo da, el jefe militar de la plaza, general Juan Arolas Esplugues,publicaba un bando mediante el cual dispona la creacin de los denominadoscomits de defensapatriticos.Al explicar la razn de su creacin se afirmaba:Para evitar todo hecho criminal o de alarma [...] y con el fin de que unenemigo encubierto no pueda, aprovechando estas circunstancias, coadyuvaral objetivo de nuestros contrarios [...].He tenido por conveniente decretar la creacin de un comit patritico devigilancia pblica, que se formar en cada barrio [...].El artculo 2 del bando dispona que el comit del barrio designara trespersonas en cada manzana o cuadra, las cuales constituiran un subcomit.Estos subcomits, de acuerdo con el artculo 3, se encargaran de hacer una

    relacin de los vecinos de la cuadra y de informar de las altas y bajas que seprodujeran. De acuerdo con el artculo 5, los subcomits investigaran lasnovedades que ocurrieran en su cuadra (23).El bloqueo del puerto de La Habana no estuvo caracterizado por accionesnavales importantes, salvo algunos incidents motivados por el acercamientode las unidades bloqueadoras, a las que las bateras costeras repelan condisparos aislados. No hubo ningn intento serio por parte de las fuerzas espaolas de realizar acciones contra los buques bloqueadores; lo nico notoriofueron los alardes realizados por algunos buques espaoles los das 14 demayo y 10 de junio. Este ltimo es narrado desde la estacin telemtrica de laArtillera, situada donde hoy est la Universidad de La Habana:

    (22) GMEzNEz,Severo: op. cit., p. 61.(23) Peridico La Lucha, 23 de abril de 1898, p. 2Ao 2001 REVISTADE HISTORIANAVAL

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    GUSTAVO PLACER CERVERAA las ocho y treinta minutos salen de puerto los buques espaoles Condede Venadito, Nueva Espaa, Yez Pinzn y Flecha. Se dirigen barlovento,marchando 1.000 metros aproximadamente de la costa E...],volviendo haciasotavento. El caonero enemigo que haba barlovento march sotaventohaciendo un disparo. Un crucero y otro caonero hicieron tambin disparossin que se viesen proyectiles. Se dirigieron a barlovento acercndose cuatrocaoneros, y 10.000 metros de los nuestros les hicieron fuego, siendo alprincipio bastante certero. Los nuestros aumentaron ms sus distancias entres y siguieron cruzando sotavento prximos la costa hasta la altura delAlmendares. Durante su marcha el enemigo sotavento pero distanciasuperior 15.000 m. A la una y treinta y cinco minutos entran en puerto losnuestros (24).En general, para la poblacin cubana el bloqueo naval norteamericanosignific un agravamiento de las penurias en que viva como consecuencia dela devastacin del pas tras tres aos de guerra y sobre todo en virtud de lareconcentracin implantada por Weyler, que destruy la base alimentaria deextensas zonas rurales y empuj a los campesinos hacia las poblaciones encondiciones infrahumanas. Para la poblacin habanera, en particular, elbloqueo transform radicalmente su vida: La vida social pareca haber muerto. No se alumbraba la ciudad, la retreta no volvi a tocar [...1. En los almacenes, las reservas de vveres disminuan peligrosamente y el miedo a los

    bombardeos se aada a la miseria colectiva (25).El comandante del crucero alemn Geiger, que durante la guerra visit diversos puertos cubanos y en varias ocasiones La Habana, nos dej su testimonio:Llegamos a La Habana el 1 de agosto, [...] las clases ms pobres estabanevidentemente mucho peor que en nuestra antenor visita, el nmero de mendigosen las calles se haba incrementado. Turbas de gente pobre se acercaban a losbuques en pequeos botes para tratar de obtener algn alimento. Mujereshambrientas con nios en brazos, cubiertas con harapos, extendan sus brazospidiendo comida. Todo lo que flotaba era examinadopor esa gente miserable II...].

    Su sufrimientoera terrible y estas escenas se repetan cada da, cada tarde (26).No obstante, en medio de esta dramtica situacin haba, como siempre,lugar para el choteo criollo:En casa de Josefinano se come ms que harinacon melcochitas sabrosasque las vende Sinforosa (27).

    (24) GMEzNez, Severo: op. cit., p. 156.(25) POIJMIER,Mara: Apuntes de la vida cotidiana en Cuba en 1898. Editorial CienciasSociales. La Habana, 1975, p. 83.(26) JACOBSEN,J.: Sketches from Spanish-American War. Office of Naval Intelligence,Government Printing Office. Washinton, 1899, p. 34.(27) Ibidem,p. 137.72 REVISTADEHISTORIANAVAL Nm. 73

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    LA BAHA DE lA HABANA. APUNTES PARA SU HISTORIA MILITAR

    El escaso pan cuando lo haba era distribuido por los militares y seformaban largas colas en las panaderas, lo que dio motivo a que se hicierapopular una cancin cuyo estribillo deca:El que quiera pan de Arolatiene que ir pa la cola (28).

    El bloqueo naval al puerto de La Habana se mantuvo hasta el fin de lashostilidades, el 13 de agosto de 1898.Unos pocos meses despus, el 1 de enero de 1899, por el puerto de la villasala el buque que conduca al general Jimnez de Castellanos, ltimo gobernador espaol de Cuba.

    (28) Ibidem, p. 138. Recu&dese que el general Arolas era el jefe militar de la plaza.Ao 2001 REVISTA DE HISTORIA NAvAL

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    CAMBIO TECNOLGICOY POLTICANAVALEN LA MONARQUAISABELINA:LOS PRIMEROSBUQUES BLINDADOS

    Carlos ALFARO ZAFORTEZAIngeniero Naval

    IntroduccinDespus de la guerra de Crimea, en las diferentes marinas se aceler elpaso de la vela al vapor y a la hlice, en virtud de la industrializacin incipiente de la guerra y del transporte martimos. Apenas unos aos ms tarde sesuperpona a este cambio la introduccin del buque con coraza, cuyo corolariofue la construccin en hierro de los grandes buques de guerra. Estas dos revoluciones tecnolgicas, en tan corto perodo, representaban un gran esfuerzopara el Erario. Al quedar obsoletos los buques de vela, la escuadra deba reno

    varse por completo con buques de vapor. Cuando las marinas se hallabaninmersas en este proceso, se introdujo la fragata blindada. Dados los costes,exorbitantes para entonces, de los nuevos buques y de la infraestructura precisa para su construccin y mantenimiento, la necesidad de modificar losprogramas navales en curso tuvo que atenderse en la mayora de los pasesmediante presupuestos extraordinarios. Este estudio relata las decisiones quellevaron al cambio tecnolgico, los medios utilizados, los problemasque surgieron y cmo, a pesar del atraso industrial del pas, la introduccindel buque acorazado se llev a cabo con xito.A finales de la dcada que va de 1851 a 1860, los temores a una guerra conEstados Unidos haban aumentado. A la creciente turbulencia poltica del pasy a la cuestin de Cuba se sumaba la lucha por la influencia en Mxico, enguerra civil desde 1857, lo que aumentaba el peligro de un enfrentamiento. Almismo tiempo las correras de William Waiker, a quien en Europa se veacom un apstol del Manfest Destiny, causaban estragos en Centroamrica yalarma en Cuba. El estallido de la guerra de Secesin cambi el signo de lapoltica norteamericana, pero dio lugar a otro tipo de problemas.En Europa tampoco haba motivos para la tranquilidad. El sistema quehaba proporcionado estabilidad al Viejo Continente, nacido del Congreso deViena, se desmoron despus de la guerra de Crimea. En el perodo que vadesde sta hasta la guerra franco-prusiana se produjeron una serie de guerrasde objetivos limitados, cortas e intensas, que servan de instrumento a la poltica de personajes como Bismarck, Napolen III o Cavour. La situacin deAo 2001 REVISTADE HIsT0RLk NAVAL

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    CARLOS ALFARO ZAFORTEZAItalia preocupaba al Gobierno espaol, que tema verse envuelto a causa deella en una guerra. El nacimiento de una nueva potencia mediterrnea, aexpensas del destronamiento de los Borbones italianos y de la invasin de losEstados Pontificios, no fue bien visto por la Corona ni por los sectores msconservadores de la sociedad espaola.El gobierno de la Unin Liberal constituy un perodo de excepcional estabilidad polftica que dur cerca de cinco aos. Esta circunstancia, unida a la disponibilidad de los fondos provenientes de la Desamortizacin, permiti al gabinetede Leopoldo ODonnell ejercer una eficaz accin de gobierno. Los recursosliberados se invirtieron principalmente en obras pblicas y en las Fuerzas Arma-das. En la ley del presupuesto extraordinario de gastos del Estado de 1859, sedestinaba a la Armada la cantidad de 450 millones de reales (1) para gastos dematerial. La nueva escuadra de vapor deba constituir una fuerza disuasiva frente a Estados Unidos y fomentar el prestigio de Espaa en el exterior.Estados Unidos empez su rearme naval con cinco potentsimas fragatasde hlice de la clase Merrimack que, con un desplazamiento y un espesor decasco prcticamente iguales a los de un navo de 90 caones, estaban armadascon artillera de grueso calibre y largo alcance (2). La respuesta de GranBretaa y de Espaa se tradujo en la construccin de grandes fragatas detamao similar al de las norteamericanas. En nuestro pas se empezaron unaserie de fragatas basadas en el tipo ingls Ariadne, la primera de las cuales fuela Villa de Madrid. Este tipo de buque, una gran fragata armada con artillerade mayor calibre y alcance que la de un navo, y un peso de andanada similaral de ste, se extendi a las principales marinas y probablemente habra sustituido a los navos como buque de lnea si la Marina francesa no hubiera desarrollado al mismo tiempo la fragata blindada.La construccin de la Gloire (3) se vio en principio con escepticismo porparte del Almirantazgo britnico; pero, cuando el Gobierno francs encargcinco buques ms del mismo tipo, aqul decidi contrarrestar los buques franceses con otros de la misma especie. En el marco de la carrera de armamentosnavales por entonces en curso entre Francia e Inglaterra, se puede situar elorigen del Warrior. Inicialmente se consider un buque experimental; tanto es

    as, que muchos marinos britnicos opinaban que un buque de tales caractersticas no poda dar resultado. Entre los oficiales de la Armada espaola la granfragata de hlice, con una potente artillera, batera espaciosa y bien ventilada,buen aparejo para realizar largas travesas a vela y capacidad para poner entierra un trozo de desembarco de cierta importancia, era el buque de combate(1) Reales de velln, la moneda de la poca.(2) El concepto es similar al de las fragatas de 1812, aunque llevado hasta el extremo.Debido a los avances de la artillera una fragata de este tipo poda destrozar con sus caones aun navo, algo impensable durante las guerras napolenicas.(3) Sepuede seguir la evolucin general de los primeros acorazados y sus caractersticas,entre otras obras, en BAXTER,J. P.: The Introduction of the Ironclad Warship.Harvard University Press, Cambridge (Massachussets), 1933; DISLRE,P.: La Marine cuirasse, GauthierVillars. Pars, 1873, y GARDINER, R. (ed.): Conways ah the Worlds Fighting Ships, 1860-1905. Conway Maritime Press, Londres, 1977.

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    CAMBTO TECVOLGICO YPOLT1CA NA VAL EN LA MONARQUA ISABELiNA...en boga hacia 1860. Con un coste inicial y de mantenimiento y unos requisitosde personal notablemente inferiores a los de un navo, constitua un buquecapaz de enfrentarse a las fragatas norteamericanas e italianas, de llevar acabo tareas de apoycen operaciones conjuntas y de apoyar la poltica espaola en Amrica.Inicio de ja iuevas construcciones

    En la Armada se segua con atencin el progreso de los nuevos buques. Laactuacin de las bateras flotantes francesas durante la guerra de Crimea nopas inadvertida en Espaa. En 1857, cuando se planeaba una intervencin enMxico, surgi el problema de batir la fortaleza de San Juan de Ula, considerada un formidable enemigo para una fuerza atacante. El capitn de fragataMiguel Lobo, jefe de la comisin de Marina en Francia, recordando el xitoobtenido frente a los fuertes de Kinburn, propona la compra de algunas de lasbateras flotantes francesas para llevarlas frente a Veracruz, remolcndolas atravs del Atlntico. Afirmaba que, aunque las maderas eran de mala calidad ypronto se pudriran, el blindaje, las mquinas, las calderas y los dems efectosse podran utilizar en cascos nuevos construidos en La Habana (4). Un par deestas bateras habran constituido un complemento perfecto para las fortificaciones de La Habana.Al informar en febrero de 1859 sobre los movimientos de buques y tropasfranceses previos a la guerra con Austria, Lobo dio las primeras noticias sobrelas fragatas blindadas en grada en el arsenal de Toln (5). A finales de este aoel brigadier Trinidad Garca de Quesada, director de Ingenieros de la Armada,expona con clarividencia en un informe a la Junta Consultiva el valor de losbuques blindados (6): ... esta arma formidable reemplazar con notableventaja a las fortcacioneS de los puertos, y har intil en los combates navales el uso de lcs avos de lnea.... Segn Quesada, el blindaje protega albuque de tres peligros fundamentales: la explosin de las calderas, el incendioy los estragos causados en las bateras por las granadas:

    ... se hace pues de todo punto indispensable fijar enteramente la atencinhacia esta nueva potencia, y adoptarla desde luego como medio el ms poderoso conocido del ataque, y ms particularmente de defensa de las plazasmartimas. Dos de estas bateras seran suficientes en la actualidad para hacerun montn de ruinas de la plaza de Tnger [...1. Como medida de la mayorurgencia y de imprescindible necesidad, debemos aplicarnos a la construccin(4) ArchivoDon lvaro de Bazn, El Viso del Marqus (en adelante AB), Expediciones,Asuntos particulares, 1857; Lobo a ministro de Marina, Cherburgo, 10 de agosto de 1857.(5) AB,Arsenales, Asuntos Particulares, 1859; Lobo a ministro de Marina (reservado),Londres, 17 de febrero de 1859.

    - (6) GARcA DE QUESADA, Trinidad: Bateras Blindadas. Crnica Naval de Espaa,Madrid, febrero de 1860, pp. 248-25 1.Ao 2001 REVISTA DE HIsTORIA NAVAL

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    CARLOS ALFARO ZAFORTEZAde estos buques blindados [...] que nuestros navos actuales deben reducirse afragatas de cincuenta, que estas deben ser blindadas II...]. Esta nueva reformaes un nuevo y considerable aumento en los gastos de nuestra escuadra, quenos obligar a reducir su nmero [...] viene a hacer a nuestra marina, dolorosoes decirlo, ms dependiente todava de las industrias francesa e inglesa.

    Entre la opinin pblica y en los medios polticos se empez a hablar delos buques blindados como arma estratgica de disuasin frente a la presinde Estados Unidos sobre las Antillas. A lo largo de 1860 se manifestaron en laprensa y en el Congreso voces que propugnaban crear una escuadra de buquesblindados para la defensa de Cuba. Un diputado, oficial del Ministerio deEstado, disert en el Congreso sobre las cualidades de los nuevos buques;propona la construccin de cuatro fragatas blindadas de primer orden, dotadas de 36 caones, como la Gloire; cuatro de segundo, de 24, y cuatro caoneras, tambin blindadas. Afirmaba que estos buques, destinados a la defensa deCuba, deban contratarse en el extranjero, ya que ni los arsenales ni los astilleros privados espaoles tenan capacidad para acometer esas obras (7).En la reunin del 7 de mayo la Junta Consultiva de la Armada, al deliberarsobre los tipos de buque que se deban financiar con el nuevo presupuestoextraordinario a punto de concederse, determin que fuesen 2 fragatas blindadas de 41 caones y 1.000 caballos, 3 caoneros blindados, 9 fragatas de51 caones y 800 caballos, y un navo de 100 caones y 1.000 caballos (8). ElMinisterio de Marina mantena todava la postura oficial de que el navo dehlice era el principal buque de combate (9). Esta opinin, muy lgica enaquellos momentos, coincida entre otras con la del Almirantazgo britnico.All predominaba la opinin de que se deban construir blindados slo paracontrarrestar los buques franceses, y no se crea que llegasen a sustituir a losnavos. Pero el xito de las pruebas de la Gloire durante el verano de 1860 ylos primeros rumores del programa naval francs, que consba de 10 fragatasdel tipo Gloire mejorado, obligaron al Gobierno britnicoa modificar suopinin y su programa de construcciones, que pas de cuatro a siete buquesblindados cuyas obras en curso se aceleraron sin esperar a los resultados de

    varios experimentos (10).La Junta Directiva, en vista de estos acontecimientos, acord el 4 denoviembre la construccin de los buques citados. El navo, presupuestadoen 25 millones de reales, y una fragata blindada, la Tetun, presupuestada en35 millones de reales, se construiran en los arsenales; la otra fragata blindada,la Numancia, presupuestada en la misma cantidad, y los tres buques blindadosmenores, presupuestados en cuatro millones de reales cada uno, se contrataran en el extranjero. De las fragatas de hlice, presupuestadas en 17 millones(7) Espaa, Madrid, 24 de marzo de 1860.Diario de Sesiones de las Cortes (en adelanteDSC), 22 de junio de 1860,pp. 29 1-292.(8) DSC, 18 de diciembre de 1864, p. 2154.(9) DSC, 22 de de junio de 1860, p. 294.(10) BAXTER: op. cit., pp. 165-168.

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    CARLOS ALFARO ZAFORTEZAla Marina de la Unin se form una junta de oficiales con el objeto de investigar los modelos de buque blindado ms idneos para actuar contra la Confederacin, y el Senado autoriz un presupuesto de 1.500.000 dlares para sucontratacin (15).El 31 de agosto el Almirantazgo britnico contrat con astilleros privadoslos tres blindados del tipo Minotar. Entre octubre de 1860 y agosto de 1861Gran Bretaa aument a quince los cuatro buques blindados previstos en suprograma y abandon la construccin de navos, excepto para transformarlosen blindados (16).En agosto de 1861 se firm el contrato y se pusieron en Nueva York lasquillas de las dos fragatas italianas Re D Italia y Re Di Portogallo (17). Enotoo de 1861 la nueva Marina italiana estableci como objetivo estratgicola necesidad de contar con una fuerza naval capaz de enfrentarse a las fuerzascombinadas de Espaa y Austria. Por entonces el Gobierno estuvo dispuesto aintervenir en favor del poder temporal del Papa (18). Pese a que Madrid yViena nunca consideraron seriamente la posibilidad de una alianza contraItalia, el Gobierno italiano percibi esta eventualidad como una amenaza real.Durante los aos siguientes Italia y Espaa mantuvieron la carrera de armamentos. A partir de 1865, en que se normalizaron las relaciones entre ambospases, ya no encargaron ms blindados nuevos, concentrndose en terminarlos diecisis que estaban en grada, cuyo nmero pareca ms que suficientepara hacer frente a los siete de Austria (19).

    El 30 de septiembre de 1861 la Junta Directiva resolvi suprimir la construccin de dos fragatas de hlice de 50 caones y 800 caballos, as como detres caoneros blindados y del navo cuya quilla se haba puesto en Ferrol laconstruccin de navos ya no tena sentido (20). En su lugar se dispuso lacontratacin en el extranjero de dos fragatas blindadas con casco de hierro,de 60 caones y 1.200 caballos (21), como contrapartida al segundo par debuques italianos. Por esas fechas en Espaa se viva el apogeo de la polticaexterior de la Unin Liberal. Estaba muy reciente la guerra de Marruecos,unos meses antes se haba proclamado la reincorporacin de Santo Domingo ala Corona y se estaba preparando una intervencin en Mxico en alianza conGran Bretaa y Francia, las dos grandes potencias navales. Se necesitabanbuques de prestigio, y los ltimos modelos ingleses, con sus enormes dimensiones que facilitaban la incorporacin de caractersticas ocenicas en el(15) BAXTER:op. cit., pp. 246-248. Annimo, Les btiments cuirasss des tats-Unis.La Revue Mariti,ne et Coloniale, Pars, junio de 1862, pp. 3 16-328.(16) BAXTER:op. cit., pp. 140,179.(17) GI0RGERINI,G., NANI. A.: Le navi di linea italiane. Ufficio Storico della MarinaMilitare, Roma, 1969, p. 100.(18) JIMNEzNEZ: op. cir., pp. 89, 106, 108.(19) GABRIELE, Mariano: La politica navaie italiana dallUnit alta vigilia di Lissa.Giuffr, Miln, 1958, pp. 134-139.(20) DSC, 3 de enero de 1862, p. 401.(21) AB, Buques, Numancia, 1861-68, Junta Directiva ajefe de la comisin de Marina enFrancia, Madrid, 28 de octubre de 1861.

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    CAMBIO TECNOLGICO Y POLTICA NAVAL EN lA MONARQUA ISABELINA...proyecto, pareca que marcaban la direccin del progreso, por lo que laJunta decidi seguir la tendencia general (22).La defensa de las Antillas

    La primera crisis internacional de la guerra de Secesin sobrevino a raz dela crisis del Trent. Para potenciar la defensa de las costas, el Bureau of Construction & Repair, equivalente a la Direccin de Ingenieros en la Marina deEstados Unidos, present el 29 de noviembre una propuesta para la construccin de 20 buques blindados. Su coste total ascenda a 12 millones de dlares,su casco debera ser de madera, y su armamento constara de dos torres sistema Coles. El ministro de Marina incluy la propuesta el 2 de diciembre, en suinforme anual al Congreso; se aprob por ley de 13 de febrero siguiente, conuna rebaja de tan slo dos millones (23). Los buques tenan un carctereminentemente defensivo; no obstante, debido a la proximidad de las costasde Cuba, resultaban igualmente tiles para atacar las posesiones espaolas. Laevolucin de los acontecimientos impidi que este plan se llevara a cabo, porlo que se opt por el tipo Monitor, ms adecuado para las operaciones contralas costas de la Confederacin.El 8 de marzo el Merrimack de la Confederacin, transformado en blindado, sali a la mar por primera vez; atacando a las fuerzas del bloqueo, hundiuna corbeta de vela, incendi una fragata y dej averiada otra. Los efectos dela artillera enemiga fueron insignificantes, con lo que qued demostrada lainvulnerabilidad del buque. Al da siguiente lleg el Monitor, justo a tiempopara proteger los buques nordistas que quedaban, pues el Merrimack ya salaotra vez a completar su tarea de destruccin. En el combate que sigui entreambos buques blindados se puso de manifiesto la incapacidad de causarsemutuamente averas de importancia: la coraza los protega de la artilleraenemiga (24).Entre la opinin pblica, que en general desconoca la revolucin que seestaba produciendo en la construccin naval, la impresin fue considerable.Las primeras noticias se publicaron e la prensa nacional a principios de abril.Abundaron los artculos explicativos del acontecimiento y de sus implicaciones para el proyecto de los nuevos buques y para nuestro pas (25). Los azucareros cubanos reclamaban buques blindados para la defensa de la Isla:

    (22) AB, Buques, Sagunto, expediente instruido en la Direccin de Ingenieros paracontratar en Inglaterra la construccin de dos fragatas de hierro blindadas de la fuerza de1.000 caballos y 30 caones, Madrid, 23 de diciembre de 1863.(23) BAxmR:op. cit., pp. 238, 276-28 1.(24) WILs0N,H. W.: Los acorazados en accin. Editorial Naval, Madrid, 1932, vol. 1.,pp. 16-18. PORTER,David D.: Naval History of the Civil War. Sherman Publishing Company,Nueva York, 1886, pp. 126-130.(25) Lono, Miguel: Buques de coraza. Espaa, Madrid, 13 de abril de 1862.

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    CARLOS ALFAROZAFORTEZAGobierno italiano fue inmediata: sustituy la recientemente ordenada construccin de cuatro navos por la de cuatro fragatas blindadas con casco metlico, quese encargaron a astilleros franceses; en los arsenales y astilleros nacionales seencarg la construccin de tres con casco de madera y la transformacin en blindadas de dos de hlice que se hallaban en grada; por ltimo, se encarg en Inglaterra un ariete con torres (31). Un total de diez buques acorazados.Ahora tambin deba contar con los cinco contratadospor el Gobiernoaustriaco.Buques y arsenales

    Las siete fragatas constituan un conjunto homogneo. La Junta Directiva,al acordar el programa del 13 de abril, modific la especificacin de las dosfragatas de 60 caones y 1.200 caballos, al considerar preferibles buques de30 caones y 800 caballos, por ser ms manejables, menos costosos y nonecesitar diques de gran tamao. Poco despus, dada la importancia tcticaque estaba adquiriendo la velocidad y el hecho de existir ya tres fragatas de800 caballos, decidi aumentar la potencia a 1.000 caballos para poder disponer as de cuatro buques de esta potencia. Se trataba de buques de bateracompleta, con los costados totalmente blindados hasta la cubierta alta, segnel sistema francs adaptado a nuestras necesidades. Estaban artilladas concaones lisos de 20 cm. Disponan de un aparejo considerable, para poderrealizar largas travesas a vela (32). A su entrada en servicio, que se preveapara 1864 este optimismo en la estimacin de los tiempos de construccintambin se daba en las marinas francesa y britnica, deberan constituir lalnea de combate de la Armada y una poderosa divisin de buques de alta marslo superada por las marinas de Francia e Inglaterra.La Tetun fue proyectada por la Direccin de Ingenieros, basndose en laGloire y en las ideas de la Junta Consultiva (33). Las diferencias fundamentales entre ambos buques se basaban en los requisitos especficos de la Armada:capacidad para poder cruzar el Atlntico y operar en climas clidos. La diferencia de tamao 6.900 toneladas de la Tetun frente a las 5.600 de la Gloire haca de la fragata espaola un buque ms marinero, habitable, conmayor autonoma y batera ms alta. Tambin el aparejo era ms sustancial, aligual que en los buques ingleses (34), y la capacidad de sus carboneras nota-

    (31) MICALIBARATELLI,Franco: La marina militare italiana nella vita nazionale (1860-1914). Mursia, Miln, 1983, p. 71. AB, Expediciones, Asuntos Particulares, 1862, director dePoltica Ministerio de Estado a ministro de Marina, Madrid, 28 de julio de 1862.(32) AB, Buques, Sagunto, expediente instruido en la Direccin de Ingenieros paracontratar en Inglaterra la construccin de dos fragatas de hierro blindadas de la fuerza de1.000 caballos y 30 caones, Madrid, 23 de diciembre de 1863.(33) DSC, 29 de enero de 1861, p. 1344.(34) El Almirantazgo britnico daba a sus blindados un aparejo ms sustancial, consecuencia de los requerimientos de sus buques para navegar por todo el globo, mientras que lasfragatas francesas estaban proyectadas fundamentalmente para operar en el Mediterrneo y elmar del Norte.84 REVISTADE HISTORIANAVAL Nm. 73

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    CARLOS ALFARO ZAFORTEZAblemente superior. Esto se puede apreciar en la tabla comparativa y se revelacomo uno de los rasgos diferenciales de los buques espaoles. Se cuid especialmente la buena ventilacin del buque, cualidad esencial para operar enmares clidos, por lo que todas las fragatas blindadas espaolas dispusieron deventilacin mecnica desde el principio (35). El casco de madera, si bien tenamenor rigidez y durabilidad que de hierro y su construccin resultaba ms lentay costosa, contribua a la mayor habitabilidad en climas clidos, a la reducidanecesidad de entrar en dique para limpiar fondos y, sobre todo, a que se pudiese construir en los arsenales con la maestranza disponible. Estas caractersticas,comunes a las otras fragatas blindadas en menor grado en las transformadas, configuraban un tipo de buque adecuado a las necesidades de la Armada, que sintetizaba las cualidades de los sistemas ingls y francs.

    Cuando se empezaron las obras, se trataba de construir el mayor buque decuantos se haban fabricado hasta ese momento en Espaa. Con un casco demadera de tales dimensiones y un puntal reducido en relacin con la eslora,haba que dotar a la estructura de rigidez suficiente para poder soportar elpeso conjunto de la mquina, las calderas, el blindaje y la artillera. Para ellose necesitaba una construccin especial ya iniciada con las fragatas de hlice de las piezas metlicas (diagonales, curvas, baos, etc.) que reforzase laarmazn. Una parte de dichas piezas se fabricaban de hierro por la gran dificultad, y en algunos casos imposibilidad, de encontrar rboles de suficientetamao. El montaje de una mquina tan pesada; el ajuste del eje de la hlicecon la bocina en un casco de tanta eslora; la fijacin de las planchas de blindaje, y la dificultad de la botadura eran, entre otros, problemas nuevos paranuestros arsenales. La mquina, el blindaje y el material para las piezas metlicas del casco se tuvieron que adquirir en el extranjero.Cuando se intent aprovechar los materiales de la Navas de Tolosa paraconstruir otra fragata blindada, la Direccin de Ingenieros inform en contra.No consideraba factible la transformacin de las fragatas de 600 caballos que,teniendo el mismo artillado que las de 800, desplazaban unas 550 toneladasmenos, lo que unido a las lneas del casco redundara en un buque de porteinferior al requerido y de muy cortas capacidades. La quilla, roda y cuadernasestaban ya labradas y armndose en grada, y haba muchas piezas ya terminadas que no servan para un buque de mayor tamao (36). Ante esta dificultad,en octubre de 1862 se decidi por una parte continuar las obras de la Navas deTolosa, y por otra construir una fragata blindada, la Prncipe Alfonso, a partirde un nuevo suministro de maderas (37).

    (35) La Numancia es el primer buque construido en Francia con ventilacin forzada.En 1863 la Normandie, buque insignia de la escuadra francesa en aguas mexicanas, sufri unaepidemia de vmito negro en la que murieron dos tercios de la dotacin; su sistema de ventilacin era ms rudimentario que el de las fragatas espaolas. PARIS,Franois E.: Lart naval lexposition universelle de Paris en 1867. Pars, 1869, pp. 180-182. Asamblea de Ejrcito yArmada. Madrid, 1863,t. 5, p. 193.(36) AB, Buques, Prncipe Alfonso, ministro de Marina a presidente de la Junta Consultiva, Madrid, 5 de octubre de 1862.(37) Ibidem.86 REVISTADE HISTORIA NAVAL Nm. 73

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    CAMBIO TECNOLGICO Y POLTICA NAVAL ENLA MONARQUA ISABELINA...Pero el arsenal de La Carraca no era adecuado para buques tan grandes. Enprimer lugar, no tena ningn dique capaz de contener un casco de semejantetamao. Las gradas y antegradas no resistiran el peso, y en los caos y elresto del arsenal, que con los aos se haba ido llenando de limo, no habaespacio ni fondo suficiente para maniobrar con un casco de tales dimensiones.Ya se haba tenido que labrar una grada para la Villa de Madrid y se experimentaron dificultades en su botadura. En vista ello se opt por construir elbuque en el arsenal de Ferrol, donde, aparte de haber gradas de tamao y solidez suficiente, estaba previsto disponer dentro de poco de un dique de dimensiones convenientes. A esto se sumaba la necesidad de dar trabajo a una partede la maestanza a la que, de otra forma, habra que despedir en breve, laexperiencia adquirida con la Tetun y un suministro adecuado de madera parapoder empezar enseguida las obras (38).Entre los buques adquiridos en el extranjero estaban las fragatas de 60 caones y 1.200 caballos, que fueron el origen de la Victoria. Sus dimensiones sefijaron cuando en Gran Bretaa se estaban construyendo los buques gigantes deltipo Achiles. Es interesante destacar que su capacidad de carboneras 1.200toneladas (39) contra 750 del buque ingls les hubiera permitido cruzar elAtlntico sobre la mquina, algo para lo que no estaban concebidos los buquesingleses. El proyecto final se llev a cabo segn las dimensiones fijadas en elpliego de condiciones de la Numancia, si bien el espesor del blindaje se aument a 140 mm, que era el que se montaba entonces a bordo ctelos buques ingle

    ses (40). Una vez recibidas las propuestas de los tres astilleros ingleses finalistasdel concurso original, la oferta de