revista de estructura productiva de la industria venezuela

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Economía de Venezuela Estructura productiva de Venezuela Desarrollo de su economía a partir de los años 80 [LA CRISIS DEL MODELO RENTISTA PETROLERO]

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Page 1: Revista de estructura productiva de la industria venezuela

Economía de Venezuela

Estructura productiva de

Venezuela

Desarrollo de su economía a partir de los años 80

[LA CRISIS DEL MODELO

RENTISTA PETROLERO]

Page 2: Revista de estructura productiva de la industria venezuela

Página 1

“La Industria” Origen de la

Industria raíz de la

Independencia del país, la

economía colonial se

transformó en economía libre

artesanal, exportadora de

algunos frutos tropicales y

algo de carne, pero

dependiendo principalmente

para su mantenimiento,

prosperidad o decaimiento de

los precios del café; principal

producto de exportación. Esta

forma o estructura de la

economía venezolana va a

durar el primer cuarto del

siglo. Es una economía agra

artesanal y la agricultura

constituía la actividad

económica a la cual se

dedicaba la gran mayoría de la

población.

De ella se derivaba la parte

más sustancial de la renta

nacional. Por otra parte, la

industrialización del país era

nula, predominando en las

secciones urbanas la labor

artesanal formada por

pequeños talleres que

sostenían con sus labores las

necesidades contemporáneas.

La exportación de

prácticamente un solo

producto, el café, constituía la

actividad económica que

predominaba en Venezuela

para principios del siglo XX,

sin embargo en la actualidad

la situación en cuanto a la

actividad económica ha

sufrido un considerable

descenso.

El descenso ocasional de los

precios del café sumía al país

en profundos períodos de

crisis, dominantes en la

Venezuela agropecuaria

durante los 90 años

transcurridos de 1830a 1920.

Cualquier acontecimiento

excepcional mejoraba o

empeoraba los precios del

café y el cacao, aumentando o

disminuyendo las demandas

de esos frutos, estableciendo

períodos de alza dentro de los

de crisis y manteniendo

períodos de nerviosismo

causados por los movimientos

políticos. Los líderes de las

revoluciones, quienes por lo

general eran terratenientes

latifundistas, era el grupo más

afectado por esta crisis.

Page 3: Revista de estructura productiva de la industria venezuela

Página 2

El surgimiento de la industria

petrolera, cuya producción

comercial comenzó en 1917,

modificó substancialmente el

cuadro económico

venezolano. A partir de 1920,

el comercio de exportación

sufre cambios substanciales

en su composición, al ocupar

el renglón de hidrocarburos el

primer lugar en exportación.

Desde entonces, la renta de la

industria petrolera se

desarrolla en forma lenta y la

renta producida por el sector

agrícola comienza a escasear.

La industrialización ha estado

siempre vinculada a la

evolución del desarrollo por

lo que estos dos conceptos

casi siempre van de la mano.

Este fenómeno dio lugar al

crecimiento económico

moderno, que es un

crecimiento sostenido a largo

plazo tanto del Producto

Interno Bruto precipita como

de la productividad del

trabajo. También se dieron

cambios estructurales

significativos tanto

económicos como sociales. El

sector agrario fue perdiendo

peso en la actividad

productiva y ganó el sector

industrial y el de servicios.

Las particularidades del

desarrollo y de la

industrialización le otorgan al

Estado una doble función, las

cuales van a depender

exclusivamente

de los recursos públicos, de la

atención a las necesidades

sociales, y de la promoción y

sostén del crecimiento

económico.

En el pasado, Venezuela pudo

tener éxito cuando el precio

de petróleo fue muy alto pero

también no pudo desarrollar

ni tener éxito cuando el precio

de petróleo bajó. El debate

sobre la industria petrolífera

es un tema con gran

importancia en las políticas de

Venezuela. La industria está

nacionalizada y las rentas del

petróleo componen una gran

cantidad de los ingresos por el

gobierno. Hay una cultura en

Venezuela que una persona

solo puede tener éxito en la

industria petrolífera y no hay

posibilidades de ganar dinero

en otros sectores. La

Industrialización Se conoce

como industrialización el

proceso por el que un Estado

o comunidad territorial pasa

de una economía basada en la

agricultura, a una

fundamentada en el desarrollo

industrial, y en el que éste

representa en términos

económicos el sostén

fundamental del Producto

Interior Bruto y en términos

de ocupación ofrece trabajo a

la mayoría de la población. Se

pueden identificar varias

transiciones en este proceso:

De la sociedad agraria a la

sociedad industrial.

De la sociedad rural a la

sociedad urbana. De la

manufactura a la maqui

factura. Del uso de la mano de

obra al uso de capitales.

En la evolución del proceso

industrial en el siglo XIX se

pone de manifiesto la

vocación industrial de varios

venezolanos cuando se crean

varias empresas

fundamentadas en la

contratación en Europa o

Estados Unidos, de

maquinarias, de tecnología

avanzada y de personal

especializado. El señor Juan

José Vial funda en 1843 “la

Fábrica Nacional de Papel”.

En 1858 se instala, cercano a

Macarao, el primer telar

mecanizado en el cual se

manufacturaban 200 lbs

diarias de pabilo. Los señores

Diego Campbell y H.L.

Boulton fundan la empresa

MOLINOS DE LA GUAIRA

(1861) y una empresa

manufacturera de clavos de

hierro (1870). En 1870 se crea

también la C.A. TELARES

DE VALENCIA que

manufactura 400 libras de

pabilo además de lincecillo.

En la primera década del siglo

XX, Venezuela presentaba

una situación muy pobre,

respecto a los demás países de

América Latina, su economía

se fundamentaba en la

agricultura y ganadería.

Page 4: Revista de estructura productiva de la industria venezuela

Página 3

LA INDUSTRIALIZACIÓN

EN VENEZUELA: comenzó

durante la segunda guerra

mundial debido a las

dificultades en el

abastecimiento de productos

importados. Por lo tanto, el

gobierno del General Isaías

Medina Angarita decidió

poner en marcha algunas

medidas para producir en

Venezuela mercaderías

foráneas. Para esto, se

otorgaron créditos, se dieron

incentivos fiscales,

capacitación de la mano de

obra y se prohibieron

determinadas importaciones.

Sin embargo, estas acciones

se implantaron realmente con

la administración del gobierno

de Betancourt en 1959 cuando

comenzó fuertemente la

sustitución de las

importaciones como una

acción para generar en el

estado un parque industrial

capaz de proveer bienes

manufacturados de consumo

masivo.

De esta manera, se configuró

el eje centró norte costero y

florecieron las industrias en

los estados Aragua, Carabobo

y Miranda. La primera etapa

de este plan consistía en

promover la industria ligera

orientada a la fabricación de

productos alimenticios, luego

la idea era avanzar hacia la

manufactura de bienes de

mayor valor agregado. Se

aplicaron políticas de

protección arancelaria a la

producción doméstica de

bienes que antes se

importaban, llegando a

prohibirse la importación de

aquellos bienes que

empezarán a producirse en el

país, y restringiéndose incluso

la competencia interna a las

fábricas nacionales. Para

completar está política de

industrialización, a través de

la Corporación Venezolana de

Fomento (CVF), se estableció

un canal de créditos muy

amplios y de plazos de pago

muy largos a interese muy

bajos.

La adopción de estas medidas

por parte del Estado, se

hicieron con el fin de

favorecer la Industria

nacional, y por supuesto a los

Empresarios que durante tanto

tiempo habían apoyado a los

gobiernos anteriores (civiles o

militares), esta política

favoreció el desarrollo y la

expansión de los principales

grupos económicos del

momento. Los cuales luego,

favorecerían a su vez a los

distintos partidos políticos y a

sus candidatos, llegando

incluso a ser nombrados

Ministros de determinados

Gabinetes de Gobierno. En

tiempo de Raúl Leoni, se

firma entre varios países de la

región andina el Pacto Andino

(PA). Se inducía además a

que cada país se especializase

en aquello que produjera

mejor y más barato.

Page 5: Revista de estructura productiva de la industria venezuela

Página 4

Indicadores De Desarrollo De La Economía Venezolana A Partir De

Los Años 80

El significativo de crecimiento experimentado por la economía venezolana en 1989 se

explica por los notables ajustes que acompañan la reorientación de toda la actividad

productiva. La caída del 8,3% en el

PIB se originó en el comportamiento de la actividad no petrolera, que no pudo ser

compensada por el sector petrolero. Este último se recuperó sustancialmente en el segundo

semestre de 1990, impulsando también el resto de la economía, e incidiendo en un

crecimiento estimado inicialmente por el BCV en 4,4%. Las cifras presentadas por el Banco

Central de Venezuela para 1990 muestran un avance de la actividad no petrolera, dentro de

la cual resaltan diferencias sectoriales. Es notable la expansión experimentada por los

establecimientos financieros y seguros

(23,2%) en donde predominan la actividad de orden especulativo y el beneficio obtenido

por la compra de los bonos cero cupones.

Cuadro 10. Tasa de crecimiento del producto interno bruto. Precios constantes (Base 1984)

1988 1989 1990

Actividades Petroleras: 8,0 1,2 8,5

Actividades no Petroleras

5,7 -9,4 3,5

Productores de Bienes 5,2 -14,2 3,9

Agricultura 4,6 -5,1 -1,3

Minería 26,4 -3,7 -0,7

Manufactura 3,4 -14,5 5,0

Electricidad y Agua 7,4 ,1,5 2,6

Construcción 7,9 -27,1

7,6

Productores de Servicios 6,1 -6,9 *

Comercio, restaurantes y hoteles 5,4 -18,1 *

Transporte, almacén y comunicaciones 9,8 -10,1 *

Establecimientos financieros, seguros, etc. 12,0 -11,2 23,2

Servicios comunales, soc. Y personales 7,3 0,6 3,6

Productoras de serv. Priv. No Lucrativas 3,5 -1,3 *

Gobierno general 4,6 4,6

5,1

Total 5,8 -8,3 4,4

* Información no disponible

Fuente: Banco Central de Venezuela, “Declaración de fin de año del Presidente del BVC”,

El Universal, 28-12-90. Banco

Central de Venezuela, Informe económico 1989, Caracas 1990.

Page 6: Revista de estructura productiva de la industria venezuela

Página 5

El crecimiento del 5% en la actividad manufacturera es originado en parte por el aumento

de las exportaciones no petroleras en el primer semestre, impulsadas por el incentivo fiscal

en forma de bonos de exportación y una tasa de cambio favorable. Estos dos elementos

disminuyen su importancia en la segunda mitad del año y con ellos se reducen

drásticamente las exportaciones no petroleras. Sin embargo, el rumbo positivo de los

ingresos petroleros en ese lapso, arrastra también a la industria manufacturera. Por otra

parte la agricultura aún se muestra deprimida y hay discrepancias entre el sector privado y

público en cuanto a la veracidad de las cifras, especialmente en el sector construcción, que

presenta un empuje importante. En 1991 se espera una tasa de crecimiento del PIB más

elevada debido al repunte de la demanda, por las razones antes mencionadas.

Autores: Elizabeth Garnica de López

Page 7: Revista de estructura productiva de la industria venezuela

Página 6

Crisis Del Modelo Rentista

Petrolero

El funcionamiento rentista de la economía

venezolana:

Durante un período de aproximadamente

50 años (que transcurre entre el inicio de la

década de los 30 hasta finales del 70) la

economía venezolana experimentó un

crecimiento sostenido, cuyas características

fueron las siguientes:

a) Un ingreso continuo y elevado de renta

petrolera internacional, tal como la catalogan

Mommer (1988:37) y Baptista

(S/f: 11; 1997:29-36).

b) Un Gasto Público financiado por esa renta,

el que por consiguiente, también exhibió un

comportamiento creciente.

c) El gasto público cumplió con la función

primaria de distribuir la renta en el seno de la

sociedad, aunque desigualmente.

d) Primero, sin una política explícita, y luego

a partir de una política proteccionista, la

economía no petrolera nació y se dinamizó

sobre la base de la demanda derivada del

gasto público: es lo que Maza Zavala

(1980:301-302) denominó el efecto

multiplicador del sector externo, vía gasto

público, o, crecimiento secundario. En

especial el gasto público fue el vehículo

mediante el cual la renta se convertía en

elevación del salario real fuera de toda

relación con el crecimiento de la

productividad

(Baptista, 1983:6-7). Estas fueron las bases

fundamentales para sustentar un continuo

incremento de la demanda de consumo.

La categoría crisis en Venezuela:

El argumento sobre la crisis, que se pretende

desarrollar a continuación, parte de considerar

la existencia de un modelo de crecimiento y

de acumulación basado en la renta petrolera

(Lander, 1995: 91 y 94) que garantizaba su

reparto, aunque desigual, a todos los estratos

de la población, centralizando en lo político la

toma de decisiones pertinentes para el

desarrollo de tal modelo; está función

distribuidora de la renta petrolera, que

generaba lealtades, se combinó con el régimen

democrático como forma de procesar

consensos y procesar acuerdos entre los

actores sociales, a la vez de posibilitar “... la

tendencia a la imposición de la lógica del

capital como principio regulador de la

sociedad, aunque en las condiciones de

heterogeneidad típicas del subdesarrollo”

(Sonntag y Maingon, 1992:83).

Se necesita entonces revisar las distintas ideas

sobre la crisis de la economía venezolana.

Desde fines de los años setenta en la

economía venezolana comienzan a presentarse

algunos hechos que dan pie al uso de la

categoría crisis: entre otros, una inflación más

alta que en el pasado, reducción del ritmo de

crecimiento del PIB, inicio de la caída de la

rentabilidad del capital, inicio de la reducción

del salario real, comienzo de la disminución

de la inversión privada y de la tasa de

inversión de la economía, un aumento del

componente importado del PIB, a la vez que

aparece una tendencia a déficits fiscales y de

balanza de pagos recurrentes (lo que no debe

interpretarse como que se constituyan en

permanentes).

Page 8: Revista de estructura productiva de la industria venezuela

Página 7

La categoría crisis en Venezuela:

La década de los ochenta encierra para la economía venezolana dos movimientos concurrentes: un

empeoramiento de los hechos señalados en el párrafo anterior, más el surgimiento de otros todavía

más graves, como es el caso de una acrecentada fuga de capitales (que había sido algo tímida a

fines de los setenta), la cual, salvo algunas disminuciones de su magnitud, continúa hasta hoy y, la

aparición de una tendencia a la caída de la renta petrolera, la que, salvo en algunos y breves años de

recuperaciones, también ha sido continua. También hay que agregar un creciente servicio de la

deuda, la ruptura de la paridad fija del bolívar frente al dólar y las sucesivas devaluaciones del

signo monetario, más una tendencia al alza del desempleo de la mano de obra (que tiende a

ubicarse por encima del 10% (aunque en varios de esos años se ubique por debajo de esa cifra) y un

crecimiento del empleo informal hasta sobrepasar el 50%.

Por lo menos, puede decirse que esos son signos de una inestabilidad creciente de la economía,

aunque también lo son de lo que en el mundo del pensamiento económico se conceptualiza como

crisis, incluido el propio Marx (Mato, 1990:106-7; Beriain, 1993: 151-2). Queda en duda si

podemos hablar de un ciclo de la economía venezolana o si se trata de una crisis del proceso de

reproducción del capital. En todo caso, como afirma Habermas (1986: 47) “la ruptura del proceso

de acumulación cobra la forma de destrucción de capital; esta es la forma de manifestación

económica del proceso social real, que expropia a ciertos capitalistas (quiebra) y arrebata a las

masas obreras sus medios de subsistencia (desocupación)”.

Luego, hay que interrogarse si se pueden agrupar alrededor de veinte años bajo una única

denominación de crisis económica. En parte, la misma repetición de caídas del PIB (1980, 1983 y

1984, 1989, 1993 y 1994 y, por último 1998 y 1999), de caídas de los precios del petróleo (1982 y

1983, 1986, 1993 y 94, 1998), junto a la presencia de desequilibrios fiscales y de balanza de pagos,

en años que a veces coincidieron con las caídas anotadas y, con años de una más fuerte inflación,

nos hace ver que desapareció la vieja estabilidad que había caracterizado a la economía venezolana

y, por supuesto, tienta fuertemente a recurrir a la categoría crisis para aludir a esa situación.

La crisis como crisis del modelo rentista petrolero:

Más que interpretar algunas de las situaciones coyunturales como crisis, parece más fecundo

considerar la crisis como la crisis del modelo rentista de desarrollo de la sociedad; a la vez que

implica el socavamiento de las bases económicas del modelo, también se ha expresado como crisis

política. Como todavía no se ha avanzado sustancialmente en la definición y concreción de un

nuevo modelo de desarrollo, se ha abierto un período considerablemente largo, en el que lo viejo se

resiste a perecer, pero lo nuevo no logra abrirse camino.

Page 9: Revista de estructura productiva de la industria venezuela

Página 8

Algunas precisiones a estas ideas son

necesarias. En primer lugar, la crisis no ha

sido solamente crisis del proceso de

acumulación de capital basado en la renta

petrolera; si bien desde el ángulo disciplinar

de la economía puede hablarse de una

interrupción de la reproducción ampliada del

capital sobre bases rentistas, también es cierto

que desde inicios de los ochenta comienza a

mostrar sus primeros signos de agotamiento el

“pacto de Punto Fijo”, como mecanismo de

procesar consensos. En segundo lugar,

progresivamente el sistema político deviene

incapaz de garantizar lealtades como lo hacía

en el pasado, a la vez que tanto el Estado,

como sus principales actores, los partidos

políticos, van dejando de ser adecuados

canales para procesar y responder demandas,

lo que vino a representar una pérdida de

legitimidad. Por último, desde 1979 comienza

a caer el PIB por habitante, que ha sido una

caída continua y progresiva (con leves y

esporádicas recuperaciones) y desde 1982

también comienza la caída de la renta

petrolera en términos reales, lo que conduce a

la crisis fiscal, como veremos en el siguiente

punto.

No sólo la economía pierde la “magia” del

crecimiento, también el Estado pierde la

capacidad de desarrollar prestaciones de

valores de uso y, como hemos citado a

Mommer(1988), se entra a un proceso difícil y

penoso para las mayorías. De manera que se

define la crisis como la crisis del modelo de

desarrollo de la sociedad sobre bases petrolero

rentistas. Es, en resumen, lo que ha ocurrido

en estos últimos veinte a veintitrés años (que

van desde 1978, 1980) en que las variables

económicas como el PIB por habitante, el

salario real, entre otras, dejan de crecer e

inician la tendencia a la baja, y el sistema

político pierde la capacidad para

procesar consensos y se hace inadecuado para

garantizar los procesos de legitimación.

Los principales rasgos de la crisis del

rentismo petrolero

Aspectos económicos de la crisis:

De modo bastante escueto, en lo que

corresponde a lo económico, la crisis del

modelo rentista puede esquematizarse del

siguiente modo: a) Desde el propio auge de

los 70 el coeficiente de importaciones de la

economía se incrementó de aproximadamente

23% a 30%. Con los intentos de ajuste que se

hicieron desde los 80 dichos coeficientes

estuvo oscilante apareciendo una nueva

tendencia: cada vez que la economía crecía,

más rápido lo hacían las importaciones, es

decir, se elevó la elasticidad ingreso de las

importaciones. Para los esfuerzos de sustentar

la producción y los mercados internos esta

situación encierra dificultades y contratiempos

b) Ha ocurrido una acelerada caída del salario

real, que se traduce sin preámbulos en una

desaceleración del consumo interno, lo que

conlleva aparejado una enorme dificultad del

aparato productivo interno para adecuarse a

los nuevos escenarios de la economía.

Page 10: Revista de estructura productiva de la industria venezuela

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Acompañando a esa caída del salario real se encuentra una tendencia al ascenso del desempleo por

encima del

10% (BCV, 1999:92) y una elevación del empleo informal hasta superar el 50% del empleo total

(BCV, 1999:99), junto a una muy alta mortandad de pequeñas y medianas empresas, más una

desaceleración de los ingresos de amplios segmentos de la industria y la agricultura.

En todo caso y hasta hoy, en una clara imitación de la reestructuración económica norteamericana,

se ha descargado el peso de la incertidumbre económica internacional, de la caída de la renta

petrolera, del ajuste, y de la tímida reestructuración económica empresarial interna, en su mayor

parte, sobre los hombros de la población trabajadora y los pequeños y medianos empresarios. Así,

la distribución de las cargas ha sido excesivamente desigual, pero además, sin sentido e irracional,

porque no ha servido para revitalizar la economía, si no para que unos pocos “tomen posiciones”

acosta de las mayorías, sin que hayamos avanzado firmemente hacia ningún objetivo de bienestar.

Aspectos políticos de la crisis:

Por último, pero no menos importante, la crisis política ha sido un acompañante de la crisis

económica. Desde la óptica que me interesa a los efectos de las ideas aquí esbozadas, es decir, en

tratar de explicar la crisis del rentismo, la crisis política ha sido, a la vez, un importante factor para

explicar su gravedad y también para dificultar su superación. En el primer sentido, el surgimiento

de nuevos actores sociales y la diferenciación de los tradicionales trajo como consecuencia la

dificultad de procesar consensos, de allí que el Estado y los partidos políticos hayan resultado

crecientemente incapaces para agregar, canalizar y dar respuesta a los distintos intereses en juego y

sólo han sido capaces para representar parcialidades.