redefinición de las oraciones bipolares y una nueva

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53 イスパニカ 622018):53-78 0. Introducción En la larga historia de la gramática española no se ha prestado suficiente atención a las relaciones sintácticas de las oraciones compuestas ni, por consiguiente, a su clasificación hasta fecha relativamente reciente. Se ha mantenido la dicotomía tradicional “coordinación” / “subordinación”. Sin embargo, la publicación de Cláusulas y oraciones de G. Rojo (1978) desempeñó el papel de catalizador para activar la discusión sobre las clases y subclases de estas estructuras. En las líneas que siguen vamos a reflexionar sobre las clasificaciones de las oraciones compuestas e intentar delimitar los tres tipos de oraciones estableciendo una nueva clase de “correlativas”, que modifica la noción de “bipolar”. 1. Coordinadas / subordinadas: dicotomía tradicional A continuación veremos en el cuadro 1 la clasificación del Esbozo (1973) esquemáticamente: Cuadro 1: Esbozo (1973) Tipos generales de oraciones Subtipos de oraciones Ejemplos de conjunciones Yuxtapuestas 1) Coordinadas Copulativas y Distributivas ora…ora… Disyuntivas o Adversativas pero Kuniyoshi NAKAI Redefinición de las oraciones bipolares y una nueva clasificación de las oraciones compuestas del español *

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Page 1: Redefinición de las oraciones bipolares y una nueva

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イスパニカ 62(2018):53-78

0. IntroducciónEn la larga historia de la gramática española no se ha prestado suficiente

atención a las relaciones sintácticas de las oraciones compuestas ni, por consiguiente, a su clasificación hasta fecha relativamente reciente. Se ha mantenido la dicotomía tradicional “coordinación” / “subordinación”. Sin embargo, la publicación de Cláusulas y oraciones de G. Rojo (1978) desempeñó el papel de catalizador para activar la discusión sobre las clases y subclases de estas estructuras.

En las líneas que siguen vamos a reflexionar sobre las clasificaciones de las oraciones compuestas e intentar delimitar los tres tipos de oraciones estableciendo una nueva clase de “correlativas”, que modifica la noción de “bipolar”.

1. Coordinadas / subordinadas: dicotomía tradicionalA continuación veremos en el cuadro 1 la clasificación del Esbozo (1973)

esquemáticamente:

Cuadro 1: Esbozo (1973)Tipos generales

de oraciones Subtipos de oraciones Ejemplos de conjunciones

Yuxtapuestas1) ―

Coordinadas

Copulativas yDistributivas ora…ora…Disyuntivas oAdversativas pero

Kuniyoshi NAKAI

Redefinición de las oraciones bipolares y una nueva clasificación de las oraciones

compuestas del español*

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Subordinadas

Sustantivas queAdjetivas que

Circunstanciales

I

De Lugar dondeDe Tiempo cuandoDe Modo comoComparativas más...que

II

Finales para queCausales porqueConsecutivas luego, tanto...queCondicionales siConcesivas aunque

En el Esbozo se mantiene la clasificación tradicional bipartita “coordinada / subordinada”.

La Academia no ha alterado hasta la fecha esta postura de dividir las oraciones en dos grupos principales excepto en algunos puntos concretos. Por ejemplo, la Nueva gramática de la lengua española (RAE y ASALE, 2009) crea el grupo de “ilativas”, aunque no ha llegado a una conclusión tajante y sigue aún vacilando (31.1h, 46.11-12). Admite que no hay acuerdo general entre los estudiosos de si son subordinadas o coordinadas. Volveremos a tratar este punto cuando propongamos nuestra clasificación (§4). Conviene recordar que en esta clasificación binaria tradicional, todo lo que no era coordinado queda encajado en las subordinadas, ya que estas eran más heterogéneas que las coordinadas.

2. Vicisitudes de las oraciones bipolares: De Rojo (1978) a Jiménez (2011)2.1. Una tercera clase “bipolar”

Después de esta larga tradición en la que se ha mantenido el binarismo coordinada / subordinada se llegó a la creación de una tercera categoría de las oraciones compuestas. Fue Guillermo Rojo el que introdujo definitivamente la noción de oraciones “bipolares” con su obra Cláusulas y oraciones (1978) en la gramática española, aunque la idea no es suya originariamente sino que fue inspirada por García Berrio (1969-70), quien defendía la interdependencia (bipolar) como un tipo de subordinación. Rojo (1978) dio un paso más y la considera aparte: ya no es un subtipo de subordinación, sino independiente de

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la subordinación en la que fue concebida al principio. Véase el siguiente cuadro sinóptico:

Cuadro 2: Rojo (1978)Tipos generales de

oraciones Subtipos de oraciones Conjunciones

Monoclausales

Sustantivas queAdjetivas

Adv. circunstanciales cuando como

PoliclausalesCopulativas yDistributivas2)

Disyuntivas o

Bipolares

Causales porqueConcesivas aunqueConsecutivas3)

(Comparativas)4)

Condicionales siAdversativas pero

Otra característica de esta clasificación es que Rojo separó las adversativas, que eran una clase de coordinadas, incluyéndolas en las bipolares, cuya validez veremos a continuación (2.2 y 2.3).

Tan pronto como se publicó Rojo (1978) sus ideas, en general, fueron recibidas por muchos estudiosos con buena aceptación, pero tampoco faltaron objeciones y críticas sobre algunos puntos importantes del trabajo.

2.2. El estatus de las adversativasEmpecemos por ver las críticas sobre la inclusión de las adversativas en

las bipolares (Cfr. Gutiérrez: 1997, Fukushima: 1982, etc.) Un primer argumento en contra es que no se debe confundir lo sintáctico con lo semántico. Es cierto que, como vemos en los siguientes ejemplos, (1) equivale a (2) en su significado:

(1) El gobierno ha devaluado la moneda, pero las importaciones no han disminuido. ―Adversativa

(2) Aunque el gobierno ha devaluado la moneda, las importaciones no han

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disminuido. ―Concesiva

por lo que Rojo considera que sus estructuras sintácticas también son equivalentes. Pero, esta equivalencia entre la adversativa y la concesiva no justifica que aquella (1) sea bipolar igual que esta (2), pues se trata de una equivalencia semántica ―y no sintáctica― entre ambos tipos.

Otra razón por la que Rojo considera bipolares a las adversativas estaba en que estas solo conectan dos elementos mientras que las coordinadas pueden hacerlo, en teoría, con infinitos elementos:

(3) Entró en la habitación, recordó lo que tenía que hacer, hizo una llamada y se despidió ...

Esta afirmación en cuanto al número de elementos que la conjunción introduce (las adversativas solo dos y las coordinadas dos o más) es correcto. No obstante, no es un fenómeno tan decisivo como para separar las adversativas de las coordinadas, porque no deja de ser una característica secundaria dentro de las coordinadas (vid. Infra §4 y §5).

Creemos que, después de todo, las adversativas deberían volver a donde estaban antes, es decir, se colocarían en el grupo de las coordinadas.

2.3. El estatus de las adverbiales impropiasAdemás de las adversativas hay otro tipo de oraciones que, según algunos

autores, no se deberían considerar como bipolares. Se trata de las llamadas “adverbiales impropias” (causales, concesivas, condicionales, etc.). Por ejemplo, Gutiérrez (1997: pp. 30-33) niega su carácter bipolar y concluye que “son cláusulas dependientes subordinadas”. Citemos un ejemplo de sus pruebas de conmutación por cero:

(4a) El poeta dice que Juan ha suspendido porque no había estudiado.(4b) El poeta dice que Juan ha suspendido.(4c) *El poeta dice que porque no había estudiado5).

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Como se ve arriba, la cláusula porque no había estudiado puede ser omitida, mientras que Juan ha suspendido no, por lo que no podemos reconocer la existencia de interdependencia entre ambas cláusulas.

También Jiménez (2011)6) ha sacado las causales, concesivas y condicionales del grupo de bipolares colocándolas de nuevo entre las oraciones subordinadas, diciendo: “En este sentido, la generalización de Cláusulas es excesiva, probablemente porque su fin era resolver el problema analítico de las llamadas tradicionalmente ‘subordinadas adverbiales impropias’” (Jiménez, 2012: p. 451).

Véase el siguiente cuadro: 7)

Cuadro 2: Jiménez (2011)Tipos generales Subtipos Conjunciones básicas

Coordinadas Copulativas y, tanto…como…8)

Disyuntivas o, o...o...

Bipolares9)

Adversativas pero, sinoIlativas10) luego, entonces, puesConsecutivas queComparativas que, como

SubordinadasCausales11) porque, ya que, comoConcesivas aunqueCondicionales si, como

En resumen, no encontramos ninguna razón de peso para separar las adverbiales propias y las impropias, aún admitiendo que existe discrepancia en las maneras de modificar la oración principal (como adverbial circunstancial o como modificador oracional) (vid. infra 5.3.1).

3. Las comparativas y las consecutivas: ¿Son bipolares propias?Como acabamos de ver en las líneas precedentes, las bipolares constaban

de 6 tipos: causal, condicional, concesiva, adversativa, comparativa y consecutiva. Pero, siguiendo a Gutiérrez (1997), Jiménez (2011), etc. hemos sacado las 4 primeras del grupo de las bipolares y hemos vuelto a colocarlas donde estaban antes: las causales, las condicionales y las concesivas deberían considerarse como subordinadas12); en cuanto a las adversativas las hemos

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considerado como un tipo de coordinadas de acuerdo con Gutiérrez (1997) y Fukushima (1982).

Así, el ámbito de las bipolares queda reducido a solo dos tipos: comparativas y consecutivas, que hemos definido de manera negativa. A continuación, pasaremos a definir estas dos estructuras positivamente. Al principio dejaremos a un lado las consecutivas para centrarnos en las comparativas, y después de analizarlas comprobaremos la relación existente entre estas y las consecutivas.

3.1. Definición de las comparativas como “correlativas”Una de las claves para definir las comparativas está en la “correlación”. A

este respecto, coincidimos con Vázquez (1990: pp. 803-804), quien afirma:

... hay que establecer una distinción en cuanto a la forma de expresar comparación que puede ser por medios léxicos, contraste entre oraciones y por elementos correlativos. Este último procedimiento es el que debe considerarse que constituye propiamente oración, período u oraciones bipolares comparativas, según la terminología que se utilice.

Así pues, para nosotros las comparativas son necesariamente del último tipo, esto es, “oraciones compuestas con un sentido de comparación, conectadas por la correlación de dos correlativos”. Existen autores que incluyen en las comparativas estructuras que no poseen dicha correlación. Por ejemplo, para nosotros la siguiente oración (5a) no es comparativa, pues carece de la correlación (aunque mantiene una relación íntima con las comparativas). Si a esta oración se le añade tan (antecedente de como), el carácter estructural cambia considerablemente convirtiéndose así en una “auténtica” comparativa como vemos en (5b)13):

(5a) Juan es bueno como su padre. ―Adverbial(5b) Juan es tan bueno como su padre. ―Comparativa

La diferencia entre ambas construcciones quedará clara si observamos que

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la estructura modal sin tan (5a) no permite la aparición de otro término comparado en el segundo segmento, mientras que (5b) sí puede, lo que queda reflejado como en (5a′) y (5b′) respectivamente:

(5a′) ?Juan es bueno como su padre generoso.(5b′) Juan es tan bueno como su padre generoso.

Este hecho nos lleva a pensar que la presencia o ausencia del correlativo tan es decisiva para determinar el tipo de estructura. Dicho de otro modo, la existencia de la correlación es condición sine qua non para ser comparativa.

Ahora bien, habrá que preguntarse qué es la correlación. De entrada sentimos la necesidad de precisar y definir este término, ya que no son pocos quienes parecen confundir lo que es la “remisión (referencia)” con la “modificación”. En la modificación si un elemento es el núcleo, el otro es el margen, mientras que en la remisión no es que un elemento modifique a otro, sino que un elemento “se refiere” a otro (y viceversa), por lo que ninguno es núcleo ni margen. Véase el siguiente ejemplo (Martínez, 1987: pp. 311-312):

(6a) Admiten tantas personas cuantas entradas haya.

En este ejemplo tantas y cuantas modifican a personas y entradas respectivamente, y al mismo tiempo tantas y cuantas se remiten el uno al otro14):

(6b) ―modificación tantas personas cuantas entradas ―remisión

Como se ve arriba, los correlativos (tantas y cuantas) tienen una doble función: modificar a sus respectivos núcleos y remitir a su pareja correlativa. En definitiva, la modificación es el mecanismo de “subordinación”, mientras que la remisión el de “interdependencia”.

En las estructuras comparativas que cuentan con dos comparativos (fórico

―remisión

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y relativo) el primero hace la anáfora y el segundo la catáfora, por lo tanto, la relación que hay entre los dos propondríamos llamarla “relación inter-fórica” (anáforica y catáfora al mismo tiempo entre sí).

Fijémonos ahora en la categoría de los comparativos. Mientras que el primer comparativo (más, menos, tan, etc.) no presenta problema (son fóricos que funcionan como adjetivo, pronombre, etc. según los casos), los segundos comparativos (que, como, etc.) necesitan ser discutidos sobre su categoría. Estos correlativos muestran características tanto de relativo como de conjunción (e incluso de preposición para algunos estudiosos). Ante esta situación habrá dos posturas que podríamos tomar: la primera es darles varias categorías según los casos, y la otra es atribuirles una única categoría (distinta de las ya existentes, ni relativo ni conjunción sino una tercera categoría).

Esta última postura es la que tomaba Alarcos (1970), con la que atribuía a que una nueva categoría. Distinguía Alarcos “/que/3 comparativo” de “/que/1 conjunción” y “/que/2 relativo”:

Si /que/1 se ha caracterizado por su capacidad de transponer oraciones a nombre, y /que/2 como simultáneamente transpositor a adjetivo y referente, aquí [en las comparativas] ninguna de estas funciones se realizan, puesto que los términos contiguos a /que/ son muy diversos; en ningún caso se trata de una oración que haya sido transpuesta a nivel sintagmático inferior (Alarcos, 1970: p. 272).

Por lo que se refiere a como Jiménez (2003: p. 154) toma la posición de dar distintas categorías (conjunción, relativo o preposición) según los casos:

(7a) Juan está tan alegre como su hermano. ―conjunción(7b) Juan está tan alegre como solía. ―relativo(7c) Juan está tan alegre como siempre. ―preposición15)

Nosotros optamos por la posición de admitir una tercera categoría: que, como, etc. “comparativos” (ni conjunción ni relativo) y aplicarla, en principio, a todos los tipos de como de los ejemplos anteriores (7a-c).

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En resumen, la correlación es una relación sintáctica en la que dos elementos lingüísticos se exigen mutuamente, remitiéndose uno al otro anafórica y catafóricamente a la vez. Estos dos elementos son, precisamente, los llamados “correlativos”.

3.2. La estructura prototípica de comparativasPara todo tipo de estructuras comparativas suponemos una estructura

prototípica subyacente, que generaría todas las comparativas:

(8) Seg.A: ±Suja ±Va ±ODa ±OIa ±CCa ±Atra ... +1.er comparativo Seg.B: ±Sujb ±Vb ±ODb ±OIb ±CCb ±Atrb ... +2.o comparativo

+: elemento obligatorio±: elemento opcionalSeg.A: Segmento A (Juan es más alto)Seb.B: Segmento B (que María es alta)

Con el “primer comparativo” queremos aludir a más, menos, tan, tanto, tal, así, el mismo, otro, etc., y por otra parte el “segundo comparativo” tiene como miembros que, como, cuanto y cual. La representación (8) no quiere decir que los comparativos existan aparte de otros elementos opcionales sino que desempeñan alguna de las funciones sintácticas (sujeto, objeto, etc.) dentro de cada segmento. En el segmento B los elementos comunes con los del segmento A quedan elididos dejando solo uno o más elementos comparados. Por ejemplo:

(9a) Juan escribe cartas a sus amigos más frecuentemente que María.(9b) Seg.A: Juan escribe cartas a sus amigos más frecuentemente Suja Va ODa OIa CCa

Seg.B: que María (escribe) (cartas) (a sus amigos) (frecuentemente) Sujb Vb ODb OIb CCb

Los elementos compartidos por el segmento A y el B (pero no comparados) forman el “fondo común” y se eliden en el segmento B,

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quedando solo María. Denominamos a este tipo de estructura comparativa “unifocal”16). Es el tipo más frecuente de las comparativas.

Pero también puede haber estructuras en las que se comparen dos elementos diferentes. En el siguiente ejemplo se comparan dos parejas:

(10a) Miguel compra tantos discos como Carmen libros.(10b) Seg.A: Miguel compra tantos discos Suja Va ODa

Seg.B: como Carmen (compra) libros Sujb Vb ODb

Aquí se comparan Miguel y Carmen (sujetos) por un lado y discos y libros (OD) por otro. Se trata de una comparativa “bifocal”.

Además de estos dos tipos también existen estructuras que mantienen aún más elementos en el segmento B sin sufrir la elisión de los elementos comunes no comparados. Pondremos un ejemplo de este caso (comparativa “plurifocal”):

(11a) Pedro regala más claveles a su novia en primavera que rosas envía Luis a su madre en verano17)

(11b) Seg.A: Pedro regala más claveles a su novia en primavera Suja Va ODa OIa CCa

Seg.B: que Luis envía rosas a su madre en verano. Sujb Vb ODb OIb CCb

Aquí se comparan cinco parejas de elementos (sujetos, verbos, CDs, etc.) y no se elide ningún elemento, pues ninguno es compartido por los dos segmentos.

3.3. Sobre el estatus de las consecutivasHasta aquí hemos analizado las comparativas como pertenecientes al

tercer tipo de oraciones compuestas, esto es, las correlativas bipolares. Ahora es el momentos de pensar en el estatus de las consecutivas.

Recordemos que ha habido autores (Alarcos, 1970: p. 274; Sánchez,

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1984: p. 64; etc.) que han indicado la afinidad que se observa entre las comparativas y las consecutivas. A este respecto, Narbona (1990: p.78) señala: “Hay, pues, un evidente parentesco (histórico, formal y semántico) entre las consecutivas de intensidad y las comparativas de igualdad”.

En el apartado anterior establecimos el prototipo de las estructuras comparativas en (8). Vamos a ver a continuación si las consecutivas también pueden cumplir con las características de esta estructura. Obsérvese el siguiente ejemplo:

(12a) Juan es tan alto que llega al techo.(12b) Seg.A: Juan es tan alto Suja Va Atra

Seg.B: que llega al techo Vb CCb

En (12) a diferencia de las comparativas (9-11) no hay ningún paralelismo entre los segmentos A y B, por eso no se produce la elipsis de los elementos comunes. Pero, aun así esta estructura no deja de cumplir con el requisito más importante para ser considerado como correlativa: poseer dos correlativos (tan y que). Estos correlativos desempeñan la misma función que los de las comparatvas: están conectados por la remisión mutua. Por lo tanto, podremos decir que la consecutiva es una subclase de las estructuras correlativas junto con las comparativas. Mientras que estas presentan normalmente estructuras unifocales (y en algunos casos plurifocales) simétricas, las consecutivas siempre son estructuras asimétricas, lo que no impide que ambas construcciones sean dos subclases de una misma estructura correlativa.

4. La propuesta de una nueva clasificación4.1. Nueva clasificación

Una vez definidas las comparativas y las consecutivas, volvamos a la clasificación de las oraciones compuestas. A diferencia de muchos autores nosotros aplicaremos la bipolaridad en el sentido más estricto, es decir, solo a las oraciones correlativas. En nuestra propuesta todas las demás oraciones

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que eran consideradas como bipolares por Rojo, etc. (adversativas y adverbiales impropias) han quedado fuera de las bipolares. Véase el siguiente cuadro:

Cuadro 4: Nakai (2018)18)

Tipos generales Subtipos Conjunciones representativas

Coordinadas (Conectivas)

Coords. múltiples

Copulativas y, niDisyuntivas o

Coords. simples

Adversativas pero, sinoIlativas luego, pues, así que, conque

Bipolares (Correlativas)

Comparativasmás...que, menos...que, tan(to)...como,tal...como, así...como,el mismo...que, otro...que

Consecutivas tan(to)...que, tal...que, así...que

Subordinadas (Integradas)

Advs. propias

Temporales cuandoLocativas dondeModales como

Advs. impropias

Causales porque, como, ya queFinales para queConcesivas aunqueCondicionales si, como (+subj.)

Como se ve arriba, incluimos las adversativas y las ilativas en el grupo de las coordinadas por varias razones. Estas construcciones comparten algunas características con las copulativas y las disyuntivas. Por ejemplo, anticipamos (vid. infra 5.1) que no se admite la reversión de las dos cláusulas que constituyen la oración como veremos en (13) y (14):

(13) Ya es tarde, pero acabaré de explicar este tema. → *Pero acabaré de explicar este tema, ya es tarde.

(14) Pienso, luego existo. → *Luego existo, pienso.

Por otra parte recuérdese que nuestra postura está en que no aplicamos el criterio de carácter “abierto” (poder coordinar más de dos elementos) para definir las coordinadas, sino que reservamos esta oposición “abierto / cerrado” para hacer, más tarde ya dentro de ellas, una subclasificación (coordinadas

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simples o múltiples), por lo que no hay obstáculo alguno para admitir las adversativas y las ilativas como coordinadas.

4.2. Estructuras sintácticas de oraciones compuestasComo ya hemos redefinido una nueva categoría de bipolares, pasemos a

comprobar si quedan bien diferenciadas las estructuras sintácticas de todas estas oraciones compuestas. Vayamos viendo los siguientes gráficos.

Gráfico 1: Yuxtapuesta : or. compuesta : or. que constituye

a la or. compuesta

Grágfico 2: Coordinada (Conectiva)

: conector : conexión

El gráfico 1 representa a una oración yuxtapuesta, en la que no existe ningún elemento nexual. Por otra parte, en el gráfico 2, como existe una conjunción que conecta a dos oraciones casi independientes, nos encontramos ante una oración coordinada. Esta construcción la llamaremos también “conectiva”, ya que las dos oraciones coordinadas paralelas están ligadas mediante un conector coordinante (representado por ( ). Y a este tipo de relación lo denominaremos “conexión” ( ). Esta conjunción ejerce su fuerza de ligamiento de manera “bidireccional” (hacia adelante y hacia atrás). La conjunción conectiva no forma parte de la primera oración ni de la segunda oración, esto es, queda, por decirlo así, fuera de las dos oraciones (dispositivo “externo”). Y este conector es “equidistante” con respecto a los dos miembros.

A continuación veamos la estructura bipolar:

Gráfico 3: Bipolar (Correlativa)

: correlativo: remisión

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La oración bipolar es otro tipo de construcción paratáctica junto con la coordinada. Nótese que en esta construcción los elementos de unión (los dos correlativos) no están fuera de las dos oraciones, sino que forman parte de cada una. Los correlativos desempeñan alguna función (complemento, modificador de algún complemento, etc.) y al mismo tiempo ejercen una remisión mutua (representada por ).

Por último veamos la estructura subordinada:

Gráfico 4: Subordinada (Integrada)

: conjunción : modificación.

Alguna conjunción subordinante (representada por ) adverbializa a la oración que le sigue y esta oración transpuesta modifica al predicado (o cláusula), representado por , de la oración global. En otras palabras el predicado rige a la oración subordinada.

5. Argumentos para la justificación de la clasificación tripartitaUna vez presentada esta nueva clasificación intentaremos justificar su

existencia con nuevos argumentos.

5.1. Pruebas de movilidad (reversibilidad e intercambiabilidad)Cambiar la posición de los constituyentes de la compuesta es una de las

pruebas más recurridas por los estudiosos. Pero, como la terminología varía según los autores, trataremos de definir, a nuestro modo, los términos referidos al cambio de orden de las dos partes que constituyen la oración compuesta. Usaremos el concepto “revertir” para referirnos al cambio de posición de las dos constituyentes de la oración compuesta cuya segunda parte lleva la unidad de enlace a su cabeza. Por otra parte, por “intercambiar” entiéndase la operación por la que la primera y la segunda parte de una oración compuesta cambian de posición entre sí dejando la conjunción intacta en su posición originaria. Lo dicho será representado así:

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Prueba de reversibilidad: X & Y → & Y, X Prueba de intercambiabilidad: X & Y → Y & X

Estas pruebas sirven para conocer el “grado de asociación” de la conjunción con la unidad que introduce (Jiménez 2011: p. 28). El grado de cohesión entre “&” e “Y” debe de ser mayor en las subordinadas que en las coordinadas. Por eso, si una oración compuesta supera la primera prueba, será subordinada en tanto que si supera la segunda, será coordinada. Y si nos limitamos a los tipos tradicionales de oraciones (subordinadas y coordinadas), estas pruebas son complementarias, es decir, cuando se cumple una, no se cumple la otra y viceversa.

5.1.1. Prueba de reversibilidadComo acabamos de explicar, “revertir” significa el cambio de orden de las

dos oraciones en el que la segunda parte se mueve llevando la conjunción a su cabeza. Veamos un ejemplo:

(15) Saldremos aunque llueva. → Aunque llueva, saldremos.

Aquí la segunda oración junto con su conjunción (aunque llueva) puede cambiar de posición y la oración resultante sigue siendo gramatical y mantiene el mismo significado, por lo que se juzga que es subordinada.

Por otra parte:

(16) Hoy es festivo y no hay clase. → ?Y no hay clase, hoy es festivo.

En este ejemplo de oración coordinada la segunda parte y no hay clase no puede ir delante de la oración que le precede (para ser más exacto este ejemplo revertido es posible coloquialmente, pero y ya ha dejado de ser la conjunción coordinante).

¿Por qué es posible la reversión en aquel caso y no en este? La razón es muy simple: en (15) la conjunción forma parte de la segunda oración y por eso puede, o mejor “necesariamente debe”, acompañar a la oración que introduce

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mientras que en (16) la conjunción es un elemento “externo” a la segunda oración y no puede acompañarla. Otra explicación es que en este último ejemplo la conjunción coordinante no puede encabezar a la oración compuesta entera porque tiene que estar necesariamente en medio de las dos oraciones formantes, lo cual es precisamente el oficio propio que desempeña una conjunción coordinante.

La prueba de reversibilidad no será aplicable a las oraciones correlativas porque consideramos que el “dispositivo de enlace” es “dual” y no se puede hablar ni de revertir ni de intercambiar.

5.1.2. Prueba de intercambiabilidadPasemos a otro tipo de prueba de cambio de posición, la prueba de

intercambiabilidad “X & Y → Y & X”.Creemos que esta es la prueba que sirve para comprobar el carácter propio

de la “conexión”: Si supera esta prueba, es coordinada (conectiva). Por ejemplo:

(17) Juan trabaja en un banco y María estudia Medicina. → María estudia Medicina y Juan trabaja en un banco.(18) No saldremos porque está lloviendo a cántaros. → *Está lloviendo a cántaros porque no saldremos.

Al recurrir a esta prueba hay que tener en cuenta que es frecuente que intervenga algún otro factor que influya en el resultado. Por ejemplo:

(19) Entré en la habitación y encendí la televisión. → *Encendí la televisión y entré en la habitación.(20) No hay clase porque hoy es festivo. → Hoy es festivo porque no hay clase.

Ahora tenemos el resultado contrario del que habíamos visto con (17) y (18), pero hay que verlo con precaución. Pues, en (19) el intercambio es imposible, pero no porque su estructura tenga algún problema, sino porque el

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significado de la oración entera lo impide: uno no puede encender la televisión que está en la habitación antes de entrar, es decir, lo normal sería que primero entráramos en la habitación y luego encendiéramos la televisión. Por otra parte, (20) permite el intercambio, pero el significado ha cambiado considerablemente.

Ahora nos queda aplicar esta prueba a las correlativas, pero como ya hemos visto en 5.1.1 no es posible utilizarla con ellas.

5.2. Combinabilidad de las conjuncionesHay autores (Jiménez, 2011; López, 1999; etc.) que recurren a la

“combinabilidad de las conjunciones” como prueba para determinar si una oración compuesta es coordinada o subordinada. La posible combinación de dos conjunciones es, lógicamente, de cuatro casos, porque hay dos tipos de conjunciones (coordinante y subordinante) y dos órdenes posibles (una antes y la otra después). Veamos estos cuatro casos con ejemplos19):

(a) coordinante > subordinante (21) Estudia, pero si no lo haces, por lo menos trabaja.(b) subordinante > subordinante (22) Estoy preocupado, aunque, si eso es verdad, la cosa no sería para tanto.(c) coordinante > coordinante (23) *Los discos estaban rayados y pero no me enfadé.(d) subordinante > coordinante (Según López (1999: 54.6.1.2) no existe ejemplo para esta combinación)

En resumen la combinación es posible solo cuando la segunda conjunción es subordinante: (a) y (b). Pero, si lo pensamos bien, nos damos cuenta de que esta prueba es una variación de la prueba de la movilidad arriba vista (5.1), porque tanto en (a) como en (b) la segunda parte de la oración entera es, a su vez, una oración compuesta, es decir, su estructura es: Or. Comp. = Or.1 + Or.2 / Or.2 = Or.3 + Or.4. Y si aparece una conjunción a la cabeza de Or.2, es necesariamente subordinante porque solo las conjunciones subordinantes pueden venir al inicio de la oración subordinada (Or.2). Vamos a explicar lo dicho con el ejemplo (22): dentro de la oración compuesta Estoy preocupado,

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aunque, si eso es verdad, la cosa no sería para tanto hay otra compuesta Si eso es verdad, la cosa no sería para tanto. Ahora si nos fijamos en la estructura de esta, entonces como la conjunción si es subordinante, el orden revertido es también posible: La cosa no sería para tanto si eso es verdad. En este sentido el término “combinabilidad” no es muy adecuado, pues no se trata de ninguna combinación. La contigüidad de dos conjunciones (aunque y si) es casual y estas no se encuentran en el mismo nivel jerárquico, sino que la primera está en un nivel más alto que la segunda.

En cambio, a diferencia de lo que ocurre en el ejemplo (22) en el ejemplo (23) las conjunciones y y pero sí pertenecen al mismo paradigma de las coordinantes, por lo que no pueden aparecer en el mismo contexto sintáctico.

5.3. Tipos de mecanismo de enlace y subclasesYa hemos mencionado anteriormente (4.2) los mecanismos de enlace en

las clases generales de oraciones, y ahora volveremos a verlos también en las subclases.

5.3.1. Subordinadas (Integradas)El gráfico 4 nos ayuda a comprender el funcionamiento del elemento de

enlace. Como se ve claramente, la conjunción forma parte de la oración (tradicionalmente llamada) subordinada, y el mecanismo de enlace es la “integración”. La oración subordinada con la conjunción a su cabeza se encuentra incrustada dentro de la oración compuesta, dentro de la cual la oración incrustada desempeña alguna función sintáctica de la oración compuesta entera.

Para nosotros tanto las oraciones adverbiales propias como las impropias son igualmente subordinadas porque ambas están integradas aunque varíen en su grado de integración. Veámoslo con los siguientes ejemplos:

(24) Te visitaremos cuando te convenga.(25) Te visitaremos mañana si te conviene.

La diferencia de estas oraciones estriba en que en (24) la oración

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subordinada desempeña el papel de un complemento circunstancial y puede ser sustituida por un adverbio de tiempo (por ej. Te visitaremos mañana) mientras que en (25) la subordinada es una adverbial impropia que no puede ser sustituida por ningún adverbio. Es cierto que el grado de integración es menor en (25) que en (24), pero esto no significa que ambas estructuras sean totalmente diferentes.

Intentaremos representar lo dicho gráficamente:

Gráfico 5: Subordinada adverbial propia

Te visitaremos cuando te convenga

―modificador circunstancial

Gráfico 6: Subordinada adverbial impropia

Te visitaremos si te convienemañana ―modificador oracional

En el gráfico 5 la adverbial propia modifica al predicado (Te visitaremos) en tanto que en el gráfico 6 la adverbial impropia lo hace a la oración principal entera (Te visitaremos mañana). Dicho de otro modo, la modificación en la impropia es más periférica que en la propia, pero el mecanismo de enlace, en este caso la modificación, no varía cualitativamente sino cuantitativamente, es decir, lo que cambia es su grado de integración. Debido a esto, incluimos las adverbiales impropias en las subordinadas, y no las consideramos como bipolares.

5.3.2. Coordinadas (Conectivas)Véase una vez más el gráfico 2 para recordar que su dispositivo de enlace

se encuentra “fuera” de las dos oraciones constituyentes. El conector mantiene cierta independencia de las dos oraciones, por eso no es posible el cambio “X & Y → & Y, X” mientras que sí “X & Y → Y & X” (si no lo impide el significado de la oración). Como señalan muchos estudiosos, su estructura consta, en principio, de tres elementos: “miembro1”, “conector” y “miembro2”. En las coordinadas todos estos tres elementos son imprescindibles.

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Una de las características más notables de las coordinadas es su posibilidad de ser abiertas, es decir, pueden tener más de dos miembros. Ya hemos dicho arriba que nosotros utilizamos el criterio divisorio “abierto / cerrado” dentro de las coordinadas. Es decir, una vez delimitadas las coordinadas, las dividimos entre dos subtipos de las mismas: las coordinadas “múltiples” (copulativa y disyuntiva) y las “simples” (adversativa e ilativa)20). La estructura de las múltiples se representará así:

Gráfico 7:Coordinada múltiple

En las múltiples la repetición del conector es opcional y en español se suele omitir excepto el último. En el gráfico 7 el conector opcional aparece con líneas suspensivas. El mecanismo de enlace es exactamente igual que en las simples, pues los dispositivos externos ejercen su fuerza de conectar hacia adelante y hacia atrás (bidireccional).

5.3.3. Bipolares (Correlativas)En las correlativas el mecanismo de enlace no es ni el de las subordinadas

ni el de las coordinadas. Pues, cuenta con dos dispositivos nexuales “internos”, cada uno en sendas oraciones, que se enlazan mediante la correlación (remisión mutua) como se ve ilustrado en el gráfico 3 antes citado. Podríamos comparar la fuerza de unión como un tipo de “atracción magnética” entre los “polos N y S” (correlativos). En este sentido quizá podamos decir en un sentido figurado que el enlazador es un “dispostivo dual”, que consta de dos partes discontinuas (uno fórico y otro relativo). No puede faltar ninguno de los dos, pues la ausencia de uno significaría inmediatamente la desaparición de la estructura misma.

Como subclase se pueden distinguir las comparativas y las consecutivas. La característica de aquellas es que en muchos casos hay omisión de algunos elementos en el segmento B. Por otro lado en las consecutivas no se puede admitir ninguna elipsis en el segmento B, lo que se debe al significado propio

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de esta construcción en la que la primera parte es “antecedente” y la segunda “consecuente”.

5.4. Las ventajas de la nueva clasificaciónComo venimos viendo, la estructura y su mecanismo de composición son

bien distintos según los casos (conexión, correlación e integración), lo que justificará la tripartita división de las oraciones compuestas. Sin la tercera categoría independiente (la de las correlativas o bipolares) no se podrían analizar de forma adecuada las comparativas y las consecutivas, ya que estas poseen unas características sintácticas de cualidades distintas de las dos categorías reconocidas tradicionalmente (las coordinadas y las subordinadas).

Un ejemplo concreto será el problema ya visto acerca del estatus de que. Nuestra clasificación tripartita conduce a reconocer la tercera categoría que3 “comparativo” aparte de las dos tradicionales (que1 “conjunción” y que2 “relativo”).

Así, excluidas las correlativas, que antes se consideraban como o bien coordinadas o bien subordinadas según los autores, creemos que los dos tipos tradicionales resultan más nítidos y se encuentran en mejor condición para ser sometidos a descripciones y análisis lingüísticos.

6. ConclusiónVamos a resumir lo que hemos visto a lo largo de este trabajo. En primer

lugar, las oraciones bipolares quedan reducidas a dos grupos (comparativas y consecutivas) después de eliminar 4 de los 6 tipos de bipolares que había determinado Rojo (1978) (condicional, concesiva, causal, adversativa, comparativa, consecutiva).

En segundo lugar, proponemos la existencia de un prototipo virtual de las oraciones correlativas, desde el cual todas las oraciones comparativas y consecutivas pueden derivar. Las consecutivas no pasan de ser un subtipo de las correlativas junto con sus hermanas comparativas. Tener una correlación es condición sine qua non para considerarse como tales.

Finalmente, las características principales de los tres tipos de oraciones compuestas quedarán reflejadas en el siguiente cuadro:

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Cuadro 5: Cacracterísticas de los tres tipos de las oraciones compuestasTipos

generalesParatasis o hipotaxis

Mecanismo de enlace Dispositivo de enlace Intercam-

biabilidadReversi-bilidad

Combina-bilidad

Carácter abierto

Coordinadas (Conectivas) Parataxis Conexión

Conector (dispositivo externo, independiente de ambas oraciones)

+ - - +

Bipolares (Correlativas) Parataxis Correlación Correlativos (dispositivo

dual interno) -

Subordinadas (Integradas) Hipotaxis Integración

Conjuntor (dispositivo interno dentro de la Subordinada)

- + + -

Así, los tres tipos de mecanismos de enlace (“conexión”, “correlación” e “integración”) son bien distintos, y por ello las tres clases generales de oraciones quedan bien delimitadas. Nuestra tercera categoría “correlativa” es fundamental y sirve para describir y analizar mejor estas mismas.

En cuanto a las subclases de cada grupo no hemos podido sino esbozarlas, pero confiamos en que serán convenientemente analizadas en estudios posteriores.

Notas

* Esta es la versión revisada y ampliada de la ponencia presentada al LXII Congreso de la Asociación Japonesa de Hispanistas celebrado en la Universidad de Estudios Extranjeros de Kobe los días 1 y 2 de octubre de 2016. Agradezco los valiosos comentarios de los profesores asistentes. Asimismo quisiera expresar, de manera especial, mi más sincera gratitud al Dr. Jiménez Juliá de la Univ. de Santiago de Compostela. Sin su ayuda no habría sido posible esta publicación. No obstante, los errores que subsistan se deben exclusivamente al autor.

1 Tradicionalmente se ha considerado la oración yuxtapuesta dentro del tipo de oraciones compuestas, sin embargo no la trataremos como tal en el presente trabajo ya que carece de nexo gramatical y la relación semántica entre las dos oraciones constituyentes dependerá del contexto o la situación particular de cada caso.

2 Rojo menciona las distributivas (p. 108), aunque no enumera ningún ejemplo.3 Rojo menciona las consecutivas (p. 104), pero no enumera ningún ejemplo. 4 Rojo no hace ninguna mención a las comparativas, pero como él no enumera

todos los tipos de manera exhaustiva (lo reconoce el propio autor), es probable que vea también las comparativas como un tipo de bipolares. De hecho en Rojo y Jiménez (1989) aparecen las comparativas entre las bipolares.

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5 Este ejemplo no es imposible a nivel coloquial, pero como juzga Gutiérrez (1997: pp. 30-33), tampoco es gramatical del todo.

6 Jiménez (1995, etc.) defendía la idea de las bipolares propuesta por Rojo (1978), pero posteriormente cambió de parecer (2011).

7 Aunque lo que pretende Jiménez en su trabajo sea una clasificación de las conjunciones, esto viene a ser lo mismo que clasificar las oraciones compuestas, ya que los tipos de oraciones subordinadas se definen en función de su conjunción.

8 Jiménez incluye la construcción tanto...como (tanto Juan como Pedro) en las coordinadas copulativas, aunque también afirma que este coordinador es “de apariencia gramatical similar a y salvo por su elemento introductor (tanto)”, pero “conserva rasgos de su valor comparativo original” (p. 43).

9 Jiménez propone “correctivas” (y también, pero no, etc.), pero el propio autor admite que son “conectores pocas veces tratados como unitarios” (p. 39). Para nosotros aún es prematuro juzgar su estatus gramatical, por lo que no lo trataremos en el presente artículo.

10 Consideramos la ilativa como un tipo de coordinada como veremos en §4 y §5.11 Jiménez coloca pues y puesto que no en el casillero de subordinadas sino en el de

bipolares. Él cree que el comportamiento de estas dos difiere de el de porque, ya que y como. Pero, hemos omitido pues y puesto que porque creemos que son casos especiales y porque, ya que y como son más representativas de las oraciones causales.

12 Gutiérrez (1997), Hernández (1980), Fukushima (1982), Jiménez (2011), etc.13 “…la inclusión de una ponderación con tan, cambia las posibilidades

sintagmáticas globales” y (5b) “es un caso de conjunción en una estructura comparativa bipolar y simétrica” (Jiménez 2003: p. 152).

14 “Está claro, por tanto, que aquí tanto y cuanto son elementos 'correlativos', esto es, mutuamente necesarios para expresar lo que podríamos llamar <comparación cuantitativa>. No se puede hablar entonces de núcleo y adyacente, pues no hay subordinación, sino más bien solidaridad entre ambos cuantificadores” (Martínez, 1987: p. 312).

15 Aunque aquí citamos la interpretación de Jiménez (2003: p. 154), quien considera que el uso como tiene tres funciones (conjunción, relativo y preposición), nosotros no admitimos el como preposicional en las comparativas del tipo tan…como.

16 Téngase en cuenta que en el presente trabajo los términos “focalización”,

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“unifocal”, etc. son utilizados según nuestras propias definiciones y no según los usos normales en lingüística. En las estructuras comparativas se comparan algunos elementos de los dos segmentos constituyentes omitiendo los demás elementos comunes en ambos y esos elementos comparados paralelos se llaman “focalizados” (o “enfocados”). Las estructuras comparativas, según el número de parejas focalizadas, pueden ser “unifocales”, “bifocales” o “plurifocales”.

17 Ejemplo tomado de Gutiérrez (1994, p. 23).18 Ya habíamos adelantado esta clasificación en Nakai (2014). Aunque las ideas

básicas no han sufrido modificaciones sustanciales, en el presente trabajo se ha profundizado en su explicación.

19 Los ejemplos tomados de López (1999: 54.6.1.2.).20 Estos subtipos corresponden a la “coordinación n-aria” y la “coordinación

binaria” de S. C. Dik (1968).

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<Resumen>

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Kuniyoshi NAKAI

En la gramática española se ha mantenido la tradicional dicotomía “coordinadas” / “subordinadas” para clasificar las oraciones compuestas. Sin embargo, con la publicación de Cláusulas y oraciones (1978) de Guillermo Rojo se introdujo una tercera categoría denominada “bipolares”.

Tras la revisión crítica de las “bipolares” las redefinimos como “correlativas”, oraciones conectadas por medio de dos términos correlativos (por ej. tanto...como). Las correlativas se dividen, a su vez, entre oraciones “comparativas” y “consecutivas”, que podemos considerar como dos formas derivadas de una misma estructura prototípica subyacente.

Por último, proponemos una nueva clasificación tripartita de las oraciones compuestas del español: “coordinadas” / bipolares” / “subordinadas” o en nuestra propia terminología “conectivas” / “correlativas” / “integradas”.

Palabras clave: español, funcionalismo, oración compuesta, coordinada, subordinada, bipolar,

correlativa, comparativa, consecutiva

Redefinición de las oraciones bipolares y una nueva clasificación de las oraciones

compuestas del español