proyecto de investigación científica
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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
I) GENERALIDADES
1.1) Título:
Relación entre el nivel instruccional de propietarios y modelos arquitectónicos de las
viviendas: Los Cipreses – 2015
1.2) Autor:
Dávila Martinez Karina Milagros
1.3) Exigencia Académica:
I Ciclo – Ingeniería Civil
1.4) Tipo de investigación:
Descriptiva
1.5) Régimen:
Libre
1.6) Ubicación:
1.6.1 Región Natural:
Costa
1.6.2 Región Política:
Ancash
1.6.3 Provincia:
Santa
1.6.4 Distrito:
Nuevo Chimbote
1.6.5 Localidad:
Los Cipreces
1.6.6 Localidad:
Los Cipreces
1.7) Duración de la PIC:
1.7.1 Fecha de Inicio:
Abril del 2015
1.7.2 Fecha de Término:
Agosto del 2015
1.8) Cronograma de Actividades:
ACTIVIDADES 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
ELABORACIÓN DEL PIC
X X X X
ELAB.DE INSTRUMENTOS
X X
RECOLECCIÓN DE DATOS
X X
TRAT. ESTADÍSTICO
X X
ELABORACIÓN DE INFORME
X X X X
PRESENTACIÓN DE INFORME
X
SUSTENTACIÓN X
II) PLAN DE INVESTIGACIÓN
2.1) Fundamentación
a) Conceptualización
Universal:
Durante el transcurso histórico de la arquitectura, la vivienda, a pesar de ser de
pequeña escala comparada con otros programas arquitectónicos, figura inmensa en
imaginación e importancia cultural. Ha sido y continúa siendo un espacio creado por el
hombre como respuesta a la más esencial de las necesidades humanas: cobijo o protección
del entorno natural.
Pero no solamente como abrigo ante los elementos. Sino también como una
manifestación o reflejo de un valor esencial como lo es un ¨HOGAR¨.
Las características concretas de una casa dependen del clima, del terreno, de los
materiales disponibles, de las técnicas constructivas y e numerosos factores simbólicos
como la clase social o los recursos económicos de sus propietarios. Las casas se pueden
construir por encima o por debajo del nivel del suelo, aunque la mayoría de las viviendas
modernas están emplazadas en un nivel superior al del terreno, en ocasiones sobre sótanos
semienterrados, especialmente en los climas fríos. Los materiales más utilizados son la
propia tierra, madera, ladrillos, piedra y cada vez en mayor medida hierro y hormigón
armado, sobre todo en las áreas urbanas. La mayoría de veces se combinan entre sí,
aunque la elección depende del proyecto arquitectónico, delos gustos del cliente y, sobre
todo, del precio del material o de la facilidad de su puesta en obra.
Se puede afirmar la vivienda, tanto a nivel espacial como constructivo, ha
evolucionado a lo largo de la historia producto fundamentalmente de la aparición de nuevas
actividades, de cambios en el modo como se relacionan los miembros de la familia y de los
avances tecnológicos. Sin embargo, esta evolución se ha dado de modo diferente en los
distintos rincones del planeta, debido principalmente a factores como el clima, los estilos de
vida, los valores sociales, religiosos, el nivel instruccional, entre otros, los cuales han
determinado la forma, el color y el tamaño de las viviendas, la presencia de determinados
elementos de protección ambiental, el uso de ciertos materiales y la configuración general
de las edificaciones.
Los modelos arquitectónicos han evolucionado con el pasar del tiempo. En tiempos
remotos, los primeros habitantes solían refugiarse simplemente en las bocas de las cuevas
porque su principal necesidad era de refugio, y así fueron variando según las necesidades
que en ese entonces surgían. Por ejemplo los habitantes del antiguo Egipto vivían en casas
bajas construidas con adobes sobre planta rectangular. Las excavaciones realizadas
muestran que las casas de los esclavos solían tener entre dos y cuatro habitaciones y se
arracimaban sobre una retícula ortogonal, con callejones estrechos que discurrían entre las
largas hileras que componían el barrio, mientras que las viviendas de los capataces estaban
mucho más desahogadas. En el Oriente Próximo las viviendas se adaptaban a las
posibilidades constructivas: donde había barro eran comunes las casas de una sola estancia
en forma de colmena; donde no se encontraba madera, sino sólo piedra, hasta las cubiertas
se construían mediante bandas de este material. Por lo general, estas tradiciones han
sobrevivido hasta nuestros días.
En la edad media todas estas tipologías residenciales desaparecieron en Europa
durante la alta edad media, coincidiendo con la crisis demográfica del continente. Aunque
mucha gente vivía bajo la protección de los feudos y los castillos, otros muchos se hacinaban
en pequeños habitáculos insalubres situados dentro de las murallas de las pequeñas
ciudades. El campo era inseguro, y las cosechas descendieron a la vez que la población. Las
prósperas granjas de la antigüedad desaparecieron, hasta que poco a poco las condiciones
mejoraron a la sombra de los monasterios y de los núcleos urbanos en expansión. Apareció
entonces una próspera clase mercantil que comenzó a construirse grandes casas señoriales
en las ciudades y feudos rurales. Esta relativa calma mejoró las condiciones de vida de los
siervos de la gleba, pero los problemas urbanos, agravados por la expansión demográfica de
la baja edad media, mantuvieron en condiciones de miseria a la mayoría de sus habitantes.
Hacia el final del medievo las casas señoriales evolucionaron hasta convertirse en palacios.
Estas nuevas construcciones consistían en sofisticadas viviendas para la nobleza
eclesiástica y mercantil, o para las familias gobernantes, que ocupaban un edificio entero y
contenían estancias ceremoniales, aposentos para los señores y habitaciones para un gran
número de sirvientes y cortesanos de todo tipo.
Del renacimiento al siglo XIX
El palacio fue una de las tipologías residenciales que más evolucionó durante el
renacimiento, convirtiéndose en un elemento urbano de gran escala, que se ha repetido más
tarde en numerosas ocasiones. El primer palacio renacentista se construyó en Florencia y
desde allí se extendió hacia el resto de Europa. En Francia se mezcló con el castillo
medieval para originar el château, una residencia rural que se convirtió en el centro de la
vida aristocrática desde el siglo XVI. Entretanto, se llevaron a cabo intentos para transformar
las tipologías tradicionales de viviendas urbanas por edificios más o menos uniformes, que
podían estar inspirados en los modelos de la antigüedad clásica. Se trataba así de obtener
una nueva ciudad barroca, caracterizada por la amplitud de sus perspectivas y por la
homogeneidad de sus fachadas.
El siglo XIX
La Revolución Industrial generó una gran explosión demográfica, propiciada por la
aparición de una nueva clase social, el proletariado, que vivía hacinada, en condiciones
miserables, junto a los grandes núcleos industriales. El problema del crecimiento urbano
desmesurado, asociado al creciente interés de las clases medias por poseer una vivienda en
propiedad, dio lugar a muy diversas soluciones, desde los ensanches de los antiguos centros
medievales hasta las soluciones suburbiales en forma de ciudad-jardín. A finales del siglo
XIX la vivienda se encontraba entre las preocupaciones más importantes de los arquitectos,
y apareció una nueva ciencia que se ocupaba del planeamiento urbanístico, alertada por la
expansión descontrolada de los núcleos urbanos .Gracias a los nuevos tipos de transportes
las ciudades crecieron en dos direcciones: a lo ancho, gracias a los transportes horizontales
—ferrocarril, tranvía y automóvil—, a través de suburbios alejados del centro urbano donde
el terreno era más barato y se podía vivir en contacto con la naturaleza; y a lo alto, a partir de
la invención del ascensor en Estados Unidos, en bloques de apartamentos cada vez más
altos que favorecieron la especulación sobre el precio del suelo.
El siglo XX
El auge de la vivienda en propiedad pequeño-burguesa trajo consigo la pervivencia
de los estilos historicistas en la construcción residencial. Hasta cierto punto, se podría decir
que las tipologías modernas aún no han sido aceptadas, sobre todo en las obras
unifamiliares. Ya hacia finales del siglo pasado una serie de arquitectos estaban proyectando
viviendas según los principios y materiales que imponía su época. Entre ellos destaca la
labor de Antoni Gaudí en Cataluña (España) y Victor Horta en Bélgica, especialmente
gracias a sus edificios residenciales urbanos, y la de Charles Rennie Mackintosh en Escocia
y Frank Lloyd Wright en Estados Unidos, que experimentaron sobre las casas aisladas
rurales o suburbanas. Todos ellos llegaron a algunos principios que más tarde se
convirtieron en la semilla de la arquitectura moderna, como la planta libre para obtener un
espacio fluido continuo, o la posibilidad que brindaban los nuevos materiales de romper los
muros mediante amplios ventanales. Después de la I Guerra Mundial, la vivienda se convirtió
en el principal foco de atención para los arquitectos vanguardistas, y durante muchos años
las mejores obras construidas del movimiento moderno fueron edificios residenciales, como
la casa Steiner (1910) de Adolf Loos, la casa Schroeder (1924) de Gerrit Rietveld, la casa
Tugendhat (1930) de Mies van der Rohe, o la Ville Savoie (1929-1931) y la Unité d'Habitation
(1947-1952) de Le Corbusier.
El extremo oriente
Las casas del subcontinente indio varían mucho dependiendo de la región, el clima y
las tradiciones locales. En las villas o pueblos se encuentran casas de patio y otras
compactas en torno a un espacio único, mientras que en las ciudades muy pobladas
abundan los apartamentos. Los palacios, que se hallan en los lugares más diversos, pueden
estar fortificados, y aquéllos que se extienden por el terreno cuentan con construcciones
dispersas como pabellones. La influencia occidental sólo se percibe en algunas zonas
pequeñas y en los grandes núcleos urbanos. En el extremo opuesto de la escala social están
los grandes conjuntos palaciegos, como el de la Ciudad Prohibida de Pekín. Los edificios
que lo componen, dispuestos simétricamente sobre una vasta extensión de terreno, son una
expresión pública de la aspiración divina de los emperadores.
En resumen, el tiempo ha condicionado la evolución de los modelos arquitectónicos
ya que conforme pasaba el tiempo surgían nuevas necesidades de viviendas que
satisficieran a cabalidad con esas necesidades, por lo que los modelos fueron cambiando a
gusto y necesidades de los propietarios.
Nacional:
En el Perú, la manera de habitar y construir un hogar genera las diferencias entre
cada vivienda, que van desde el uso de la autoconstrucción o la construcción convencional
del sector privado guiada por un profesional; el uso de diferentes materiales como el adobe,
la quincha, madera o ladrillo y concreto; la forma de ocuparla, si la residencia es unifamiliar o
multifamiliar o si pertenece a un sector urbano o popular (Riofrio 1998). La vivienda ha
evolucionado con el pasar de los siglos, desde las primeras poblaciones de las culturas
prehispánicas, pasando por los Incas, la llegada de los españoles, hasta la actualidad.
Cuentan con una variedad de tipologías muy diversas a lo largo de todo el país, viviendas
construidas únicamente de madera en la selva, de adobe y quincha, muy propias de la sierra
peruana y las más actuales de ladrillo y concreto presentes en las principales ciudades y en
la capital.
En la época incaica, cada construcción y vivienda tenía una tipología diferente según
a qué estrato perteneciera. Las construcciones de la época incaica los templos y ciudadelas
eran a base de piedra. Estos inmensos monumentos contemplan bloques de piedra
perfectamente labradas con formas geométricas impresionantes como la famosa piedra de
doce ángulos que se encuentra en los muros que rodean y atraviesan la ciudad del Cuzco.
Estas construcciones son consideradas militares, por lo que cuentan con piedras de grandes
tamaños. A diferencia de las viviendas de carácter popular que sólo utilizan piedras
pequeñas sin labrar y con formas irregulares.
Las viviendas populares se construían sobre cimientos de arcilla, sus paredes eran
de adobe y sus techos de madera y de paja.
Con la llegada de los españoles, muchas aspectos cambiaron, uno de ellos fue el
modelo arquitectónico de las viviendas, pues al Perú llegaron estilos de arte europeos como
el Barroco o Rococó. Las viviendas que se construyeron a lo largo del Perú tenían un origen
en las casas españolas como las de la ciudad de Andalucía. Con la utilización de materiales
oriundos, las edificaciones se caracterizaron por los muros de espesores entre 40 y 50
centímetros de ancho.
Otra característica especial de las construcciones coloniales son las conocidas
“teatinas”, como explica Wieser Rey, “La teatina, entendida como componente arquitectónico
de ventilación e iluminación cenital, está asociada, como ya se ha adelantado, a la
arquitectura de la época de la colonia. Con el paso de los años en el siglo XVIII, las viviendas
pasaron de tener una fachada simple a poseer muros en el exterior del tipo muralla con
balcones cerrados. Este tipo de vivienda se puede observar con mayor facilidad en la ciudad
de Lima, principalmente porque fue la capital del virreinato peruano. Y ya para finales del
virreinato y comienzos de la época republicana los balcones dejaron de ser cerrados y se
optó por un modelo de balcón abierto, muy similar a los de las casas y edificios de la
actualidad.
La vivienda contemporánea en el Perú ha pasado por varios cambios ya en los
últimos años. Pero si hay un cambio radical fue la aparición del hormigón o cemento y ladrillo
que remplazó en muchas de las ciudades del país al abobe y el uso del fierro de
construcción que fue el remplazo de la quincha. Al modificarse el material de construcción
también se implementaron nuevos sistemas constructivos, los muros aporticados, muros
portantes, vigas collarín, etc.
Las viviendas en las últimas décadas han ido evolucionando y modernizándose. En
1970 se puso de moda, por motivos constructivos, las viviendas tipo Chalet. Éstas contaban
con patios exteriores, recibos y ambientes de reducidos tamaños y bien delimitados, las
columnas estaban distribuidas de tal manera que se generaban luces (distancias) cortas
entre unas y otras. Solían y suelen tener entre uno y dos pisos. Este tipo de inmueble fue
bastante popular hasta 1990. Este modelo de vivienda se puede observar en la Figura Nº4,
donde se pueden observar dos viviendas del tipo Chalet, que por motivos de seguridad se
les agregó una reja de fierro en la fachada.
Las poblaciones construyen sus viviendas en base a su alcance económico, a sus
tradiciones constructivas, sus ocupaciones y su cultura.
En la actualidad, siglo XXI, no sólo se modernizaron las fachadas de las casas, sino
también sus interiores. Con nuevos sistemas constructivos como son los muros portantes se
pudieron minimizar el uso de columnas, creando así espacios mucho más amplios. Entraron
en auge los edificios, aunque no abundan en Lima.
Aunque siguen las calles marcadas por construcciones coloniales, podemos notar
que los modelos arquitectónicos en el Perú han cambiado en muchos aspectos como que
por ejemplo cambió por completo de una totalidad de fachadas tradicionales a otras
contemporáneas. Y esto no solo se debe con el correr del tiempo, sino también del nivel de
conocimiento que los peruanos están adquiriendo sobre este tema, ya sea por tener una
construcción segura o que su edificación refleje un bueno modelo con estética y buen gusto.
Regional:
En el Perú hay pocas regiones que destacan por sus bellos modelos arquitectónicos
de viviendas, como son Trujillo, Lima, entre otras. Ancash es uno de ellos.
Se puede destacar el modelo arquitectónico la pequeña Roma en la sierra de
Ancash.
Fue construida por una comunidad de religiosos italianos y es una réplica de la
basílica de san Pedro, cuya infraestructura original se encuentra en la capital de Italia, Roma.
Local:
En Nuevo Chimbote hay muestras de buenas edificaciones con buenos modelos
arquitectónicos que le dan mejor visualización al distrito. Como es la Catedral, la Plaza
Mayor, los Polideportivos, los centros comerciales, etc.
Pero en cuanto a las viviendas, aún los modelos son muy comunes, y tradicionales.
La mayoría de las casas tiene balcones en el segundo piso y ventanas muy grandes.
Mayormente en las zonas urbanas se encuentran las casas con mejores diseños
arquitectónicos, y no solo eso, sino que también están hechas con materiales adecuados
para el tipo de construcción que querían.
Nuevo Chimbote tiene el potencial para ser uno de los distritos con mejores modelos
arquitectónicos, solo que muchas veces la economía condiciona el modelo arquitectónico
que vamos a edificar.
Unidad de Análisis:
A través de los años, los modelos arquitectónicos de las viviendas de Los Cipreces
han variado un, y reflejan un mejor diseño y estética acorde a la zona urbana que
representa.
Muchas de estas casas no solo han querido habitar una casa con una bonita fachada,
sino que se han instruido muy bien para complementarla con seguridad, es decir, emplearon
en las construcciones de sus viviendas materiales adecuados para una buena casa y han
elegido un modelo acorde a sus gustos, preferencias y necesidades.
Pero no todos los propietarios han sabido escoger un buen modelo de vivienda y esto
se debe a su nivel bajo de instrucción, y es por eso que vemos diseños algo ilógicos para
una casa empezando por el color, el tipo de mayólica emplear para tal zona, la forma de la
vivienda, entre otros aspectos.
Cabe destacar que como Los Cipreces es una zona Urbana, se suele apreciar casas
muy grandes, con buenos diseños, con buenos materiales de construcción, etc. En su
mayoría, las casas son de dos a más pisos, con balcones, con jardines, con muchas
habitaciones y muy espaciadas.
En resumen, en Nuevo Chimbote se pueden apreciar modelos arquitectónicos
variados, algunos con mucha estética y otros no debido a factores que la dificultan, como
falta de conocimiento o falta de economía.