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39 Boletín enero-noviembre 2005 Esta intervención testimonia el honor que un amigo confiere a otro amigo. Con César ZapataVargas hemos compartido estudios tanto en la Facultad de San Fer- nando, como en nuestra formación de especialistas en ese gran cenáculo que se formó en torno a la figura ejemplar deVíctor Alzamora Castro. Son, pues, muchos años de una amistad entrañable los que me han permi- tido conocer profundamente a César. Por eso me to- maré la libertad de trazar en unas pinceladas el retrato intelectual y moral de tan apreciado amigo. César Zapata Vargas nació en la soleada tierra de Sullana –la afamada ‘Perla del Chira’–, pero pronto llegó a Lima y estudio en los colegios ‘Salesiano’ y ‘Nuestra Señora de Guadalupe’. Ingresó en el año 1940 a la Universidad de San Marcos, y egresó de la Facultad de San Fernando con la promoción ‘Gui- llermo Gastañeta Iglesias’, el año 1948. En 1956 viajó becado a la ciudad de Darmstadt, en Alemania, donde permaneció más de un año trabajando al lado del Profesor Max Ratchow, un pionero en la puesta a punto de la aortografía, un examen destinado a diag- nosticar con certeza la patología de la arteria aorta y sus ramas. Este viaje fue doblemente provechoso para César, pues además de adquirir habilidad en la nueva prueba, conquistó el corazón de Christel, su esposa. De vuelta a Lima, aplicó lo aprendido en el hospital ‘Dos de Mayo’: sus colegas del Consultorio de Cardiología asistíamos asombrados a la nueva prue- ba diagnóstica –en la cual César ponía sumo cuidado y habilidad–, cuyo resultado eran nítidas imágenes de aneurismas y de obstrucciones de importantes ramas de la gran arteria, imágenes que hasta entonces sólo habíamos contemplado en piezas de necropsias. Sin duda, la contribución de César Zapata fue un valioso aporte a la angiología, especialidad nueva en nuestro país. Y su amor por esta naciente especialidad se plas- mó en 1961, al fundar y ser el primer Presidente de la Sociedad Peruana de Angiología. César fue siempre un hombre de estudio y de inquie- tudes múltiples. Solía reunirse con algunos amigos, restando horas a su descanso, para compartir y co- mentar lecturas sobre temas de interés común. Con motivo de esa su dedicación por el estudio, recuerdo una anécdota que me relatara un amigó común: En casa de éste se reunió César con su anfitrión una noche, a partir de los 10 El dueño de casa, para hacer más llevadera la trasnochada, solía ofrecer una taza de café negro –negro de verdad– alrededor de la media noche. Esta vez César, tal vez absorto en la lectura, se sirvió una abundante porción de ese café y se lo bebió casi de golpe. Pasaron las horas y César se mantenía alerta como un búho y no cesaba de hablar. Hacia los 2 de la madrugada, el anfitrión se declaró vencido por el cansancio, y con la confianza que los unía, encaró a César:“César, tú ahora mismo tomas un taxi y te vas a tu casa, yo ya no doy más.” César, muy alerta, entendió claramente el mensaje, se despidió y se marchó.Alrededor de los 8 a.m. timbró el teléfono en casa del amigo, y al otro extremo del hilo sonó la voz alarmada de Christel: “Oye, Jorge: César llegó a casa de madrugada y se tomó una cáp- sula de Seconal (el hipnótico más efectivo en ese tiem- po), está dormido pero no cesa de hablar, menciona ‘trombos’ y ‘anticoagulantes’ y sigue hablando de ese tema. No sé qué hacer.” “Ayúdalo a tomar una ducha ligeramente fría” –fue el consejo del amigo.Y así vol- vió a sus cabales el amigo César. Nuestro flamante Académico Emérito, como ya dije, es un infatigable lector. Pero no lee solamente Medi- cina; gusta de la poesía, la filosofía y el arte, y puedo dar fe de su calidad de poeta pues es colaborador de varias revistas culturales. Para mí, Cesar es un digno representante de esa estirpe en vías de extinción: el médico humanista. Es un deber, que cumplo con gusto, el hacer mención de su digna familia: Christel –presente en esta re- PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO EMERITO DEL AN DR. CÉSAR ZAPATA VARGAS POR EL AN DR. RICARDO SUBIRÍA CARRILLO 15 de enero 2002 PRESENTACIÓN DE ACADÉMICOS 2002-2005

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Boletín enero-noviembre 2005

Esta intervención testimonia el honor que un amigoconfiere a otro amigo. Con César Zapata Vargas hemoscompartido estudios tanto en la Facultad de San Fer-nando, como en nuestra formación de especialistas enese gran cenáculo que se formó en torno a la figuraejemplar de Víctor Alzamora Castro. Son, pues, muchosaños de una amistad entrañable los que me han permi-tido conocer profundamente a César. Por eso me to-maré la libertad de trazar en unas pinceladas el retratointelectual y moral de tan apreciado amigo.

César Zapata Vargas nació en la soleada tierra deSullana –la afamada ‘Perla del Chira’–, pero prontollegó a Lima y estudio en los colegios ‘Salesiano’ y‘Nuestra Señora de Guadalupe’. Ingresó en el año1940 a la Universidad de San Marcos, y egresó de laFacultad de San Fernando con la promoción ‘Gui-llermo Gastañeta Iglesias’, el año 1948. En 1956 viajóbecado a la ciudad de Darmstadt, en Alemania, dondepermaneció más de un año trabajando al lado delProfesor Max Ratchow, un pionero en la puesta apunto de la aortografía, un examen destinado a diag-nosticar con certeza la patología de la arteria aorta ysus ramas. Este viaje fue doblemente provechoso paraCésar, pues además de adquirir habilidad en la nuevaprueba, conquistó el corazón de Christel, su esposa.

De vuelta a Lima, aplicó lo aprendido en el hospital‘Dos de Mayo’: sus colegas del Consultorio deCardiología asistíamos asombrados a la nueva prue-ba diagnóstica –en la cual César ponía sumo cuidadoy habilidad–, cuyo resultado eran nítidas imágenes deaneurismas y de obstrucciones de importantes ramasde la gran arteria, imágenes que hasta entonces sólohabíamos contemplado en piezas de necropsias. Sinduda, la contribución de César Zapata fue un valiosoaporte a la angiología, especialidad nueva en nuestropaís. Y su amor por esta naciente especialidad se plas-mó en 1961, al fundar y ser el primer Presidente dela Sociedad Peruana de Angiología.

César fue siempre un hombre de estudio y de inquie-tudes múltiples. Solía reunirse con algunos amigos,restando horas a su descanso, para compartir y co-mentar lecturas sobre temas de interés común. Conmotivo de esa su dedicación por el estudio, recuerdouna anécdota que me relatara un amigó común: Encasa de éste se reunió César con su anfitrión unanoche, a partir de los 10 El dueño de casa, para hacermás llevadera la trasnochada, solía ofrecer una tazade café negro –negro de verdad– alrededor de lamedia noche. Esta vez César, tal vez absorto en lalectura, se sirvió una abundante porción de ese caféy se lo bebió casi de golpe. Pasaron las horas y Césarse mantenía alerta como un búho y no cesaba dehablar. Hacia los 2 de la madrugada, el anfitrión sedeclaró vencido por el cansancio, y con la confianzaque los unía, encaró a César: “César, tú ahora mismotomas un taxi y te vas a tu casa, yo ya no doy más.”César, muy alerta, entendió claramente el mensaje, sedespidió y se marchó. Alrededor de los 8 a.m. timbróel teléfono en casa del amigo, y al otro extremo delhilo sonó la voz alarmada de Christel: “Oye, Jorge:César llegó a casa de madrugada y se tomó una cáp-sula de Seconal (el hipnótico más efectivo en ese tiem-po), está dormido pero no cesa de hablar, menciona‘trombos’ y ‘anticoagulantes’ y sigue hablando de esetema. No sé qué hacer.” “Ayúdalo a tomar una duchaligeramente fría” –fue el consejo del amigo. Y así vol-vió a sus cabales el amigo César.

Nuestro flamante Académico Emérito, como ya dije,es un infatigable lector. Pero no lee solamente Medi-cina; gusta de la poesía, la filosofía y el arte, y puedodar fe de su calidad de poeta pues es colaborador devarias revistas culturales. Para mí, Cesar es un dignorepresentante de esa estirpe en vías de extinción: elmédico humanista.

Es un deber, que cumplo con gusto, el hacer menciónde su digna familia: Christel –presente en esta re-

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO EMERITO DELAN DR. CÉSAR ZAPATA VARGAS

POR EL AN DR. RICARDO SUBIRÍA CARRILLO

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PRESENTACIÓN DE ACADÉMICOS 2002-2005

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Academia Nacional de Medicina

unión–, es su esposa, amiga y consejera. Su amor aCésar y a su segunda patria, el Perú, se muestra cla-ramente en su interés por dominar el idioma espa-ñol e incorporarse plenamente a nuestra cultura;admiro su dominio del español, de forma que ya qui-sieran poseerlo muchos peruanos cultos; además esbien conocida su disposición a ayudar a personas ne-cesitadas, tratando de guardar el anonimato. Christel

y César tuvieron cuatro hijos, dos parejas: una hijaprematuramente desaparecida, y los otros tres pro-fesionales –una psicóloga, un ambientalista y unmédico.

Agradezco, de nuevo, el honor que me ha dispensadoCésar, y rindo a él y a su digna familia, el homenajeque merecen los hombres y las mujeres que hacen elbien y ayudan a construir una patria mejor. ¡Gracias!

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Boletín enero-noviembre 2005

El Profesor Benjamín Alhalel me ha honrado, otorgán-dome la distinción de presentarlo en esta ceremoniaen la que va a ser incorporado como Miembro deNúmero de la Academia Nacional de Medicina. Muyagradecido mi querido Maestro por esta significativadeferencia.

Hace una década tuve el privilegio de hacer el discur-so de elogio del Profesor Alhalel con ocasión de seradmitido como Profesor Emérito de la UniversidadPeruana Cayetano Heredia. En esa oportunidad, lue-go de 40 años de conocerlo y tratarlo, expresé entreotros conceptos: “El lugar cenital en el que lo ubica-mos de acuerdo a nuestra modesta percepción deestudiantes, no ha variado, manteniéndose incólumecuantos más maestros de la medicina conocemos. Estaimagen al afirmarse con el tiempo, se rodea de laaureola del aprecio, afecto y respeto que saben ganaralmas nobles como la suya” y concluí diciendo “Gra-cias Maestro por su generosidad de no haber apaga-do la luz de los demás para que brille la suya”. Hoy, 10años después, quiero empezar esta presentación rei-terando las expresiones anteriores.

Creo que son pocas aquellas personas en las cualesresaltan y sobresalen las virtudes y cualidades positivasen una conjunción de lo más representativo y elevadode ellas. A este pequeño grupo de seres perteneceBenjamín Alhalel: dotado de una inteligencia excepcio-nal, una gran memoria, más aun de una sabiduría innata,carisma, amplitud de espíritu, generosidad, bondad y grancorazón dentro del marco de la sencillez y modestiaque caracteriza a los grandes hombres.

PRINCIPALES FACETAS DE LA VIDA YPERSONALIDAD DEL MAESTRO ALHALEL

Benjamín Alhalel, estudiante

Egresa con honores al Colegio Anglo Peruano e ini-cia sus estudios universitarios en la Universidad Na-cional Mayor de San Marcos- Facultad de Medicina de

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO DE NÚMERO DELAA DR. BENJAMÍN ALHALEL GABAY

POR EL AN DR. ALBERTO RAMÍREZ RAMOS

11 de abril, 2002

San Fernando, sobresaliendo como uno de los estu-diantes más distinguidos. Concluye la carrera deMedicina en 1947 y se gradúa de Bachiller con la Te-sis: ‘La Fragilidad capilar a nivel del mar en anoxiacrónica y anoxia aguda’, brillante trabajo que por sucalidad y aporte es publicado en los Anales de la Fa-cultad de Medicina de nuestra Alma Mater.

Benjamín Alhalel, hijo, esposo y padre

El haber recibido del profesor Alhalel el obsequio desu amistad me ha permitido llegar a su hogar pudien-do apreciar su calidad como hijo, esposo y padre.Guardo el recuerdo de la mirada profunda y bonda-dosa de su madre que la ha heredado don Benjamín,quien fue con ella un hijo ejemplar.

Conozco a Sarita desde su noviazgo y solo puedodecir que mejor esposa no ha podido reservarle lavida. Desde que la conocimos nos atrajo su simpatía,lucida, inteligencia, personalidad y admiración porquien iba a compartí su vida con ella. Fruto de estaunión son tres hijos extraordinarios: Rhony, célebrepintor laureado en el Japón, Perú y otros países; Ralp,médico gastroenterólogo que destaca en los EstadosUnidos como su padre en el Perú y Dany, distinguidoy talentoso arquitecto. De Ralph; guardo el recuerdode que durante uno de los viajes de sus padres aEuropa, quedé a cargo del consultorio del maestro ya que me reporten novedades de su casa. Un buendía me llamaron para decirme que se había caído, enun descuido del ama, de la terraza del segundo piso,felizmente sin consecuencias. No se como no hice uninfarto. Recuerdo aún la angustia con la que fui hastallegar a su casa y mi asombro e incredulidad al verlosano y salvo al momento y durante los días posterio-res.

Hoy, Sarita y don Benjamín gozan no solo de susextraordinarios hijos, sino del cálido ambiente fami-liar dado por sus hijos políticos y nietos.

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Academia Nacional de Medicina

Benjamín Alhalel, el amigo y el hombre

Encontramos en él al amigo leal, receptivo e interesa-do en los problemas ajenos, dispuesto siempre a es-cuchar y ayudar con sus acciones, consejos y suge-rencias. Gracias una vez más Dr. Alhalel, por habermeacompañado en el doloroso trance de la pérdida demi madre. Y gracias también por haber estado con-migo y mi familia en todos los momentos trascenden-tales de mi vida.

Culto, ameno conservados, prudente y preciso en susintervenciones. Gusta y festeja los chistes. Con Saritason el centro de las fiestas, por ser grandes y eximiosbailarines.

Si la vida con sus experiencias a muchos hace cam-biar, a él no. Es el mismo desde que lo conocí.

Inmensamente sencillo, profundamente humano, ca-ballero que gana el respeto, respetando y siendo res-petable, prodiga siempre lo que no cuesta nada al quela da y significa mucho para el que la recibe, algo queno dura más que un instante pero su recuerdo a ve-ces es eterno: la sonrisa.

Benjamín Alhalel, institucionalista

El profesor Alhalel docente y de principios, participóen la fundación de la Universidad Peruana CayetanoHeredia, habiendo contribuido con su destaca labora cimentar las sólidas bases de esta institución.

Es miembro de la Sociedad de Gastroenterología delPerú, la Sociedad Latinoamericana de Hepatología, laAsociación Peruana para Estudios del Hígado, la Aca-demia Peruana de la Sanidad de las Fuerzas Armadasy Policiales, de la Sociedad Peruana de Medicina In-terna, de la Sociedad Peruana de Geriatría, la Asocia-ción Peruana de Reumatología, la Sociedad Peruanade Hipertensión Arterial, la Sociedad Peruana de Far-macología Clínica y Terapéutica, el Consejo Peruanopara la Prevención de la Ateroesclerosis, la ComisiónNacional de Farmacología y Registro de Medicamen-tos, entre otros, en los que siempre tuvo actividadbrillante y destacada participación.

Conozco de cerca su aporte en cada una de las acti-vidades de la Sociedad de Gastroenterología del Perú,organizando congresos nacionales e internacionales,jornadas y participando entusiastamente en cada unade las actividades de esta institución. Hemos viajadomuchas veces dentro y fuera del país. Recuerdo unaanécdota de él durante la organización de un congre-so, en la que se refleja su estrictez para el sentido de

la palabra y su flexibilidad para aceptar los hechosimprevistos e inmodificables. Lo notábamos preocu-pado por que en el programa impreso del evento, porerror, figuraba en una exposición suya un título queno correspondía exactamente con lo que iba a tratar.Ya no había nada que hacer. Frente a su preocupaciónel académico Germán Garrido Klinge con su carac-terística chispa y buen humor le dijo: Benjamín notepreocupes, haz como en muchas películas que el titu-lo es uno y el argumento es otro. Todos nos reímosy se arreglo el asunto.

Benjamín Alhalel, producción científica

Su aporte escrito a la medicina se refleja en numero-sas publicaciones sobre Artritis Reumatoide, Uso yAbuso de la terapia Antinfecciosa, Fatiga, Coagulopa-tía por consumo, Hepatitis, Granulomatosis Hepática,Cateterismo de la Suprahepática, Hepatitis inducida porfármacos. Este conjunto de tópicos refleja su interésmúltiple, por la patología medica con una mayor incli-nación por la Hepatología, disciplina cuyo dominio hahecho que sea expositor obligado en los certámenesnacionales e internacionales sobre hígado.

Dentro de todo esto, en mi concepto, su aporte mássignificativo ha sido su tesis para optar al Grado deDoctor en Medicina ‘Importancia de la investigacióny diagnósticos de la Coagulopatía por consumo.

Benjamín Alhalel, profesor universitario y maestro

Es reconocida su minuciosidad, paciencia y toleran-cia para enseñar, principalmente la Semiología Medica.Su conocimiento de la Farmacología, Farmacodinamiae Interacciones medicamentosas, hacen otra filigranade su enseñanza de la Terapéutica. Sus clases y expli-caciones son siempre magistrales. Concita admiraciónla precisión de sus conceptos, la propiedad del em-pleo de la terminología médica, el equilibrio que da alos temas controversiales, sabiendo explicar lo difícily complejo.

Inicia su carrera docente en la Facultad de Medicinade la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en1948 como profesor Auxiliar de Clínica MédicaNosografía y Propedéutica, siendo fundador de laUniversidad Peruana Cayetano Heredia en la que lle-gó al grado de Profesor Principal, siendo hoy Profe-sor Emérito de esa Casa de Estudios.

En esta actividad destaca desde el inicio, por enseñarcon el ejemplo, volcando no solo sus conocimientossino su humanismo en el diario trato a sus pacientes.

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Querido y apreciado por sus alumnos. A todos, nosenseño el juicio lógico y meditado, la serenidad, quees el poderoso motor que nos impulsa a pensar conclaridad en medio de la confusión y a emplear enocasiones el silencio que es la voz más fuerte…

Hace años cuando preparaba mi trabajo de incorpo-ración a esta Centenaria Academia, al leer el libro deLucien Israel ‘La Decisión Médica’, vi que el maestroAlhalel en los años iniciales de nuestra carrera noshabía instruido y formado ya con los aspectos que esteautor desarrolla en su obra: El que decide y lo ignora,el que dice con prudencia, el prudente que decide, elque decide apresuradamente, el que decide en formaimprevisible. Esto le ha valido ser un profesor tanquerido en todas las promociones y ser miembrohonorario de muchas, entre ellas la mía.

Benjamín Alhalel, el médico

Me parece que en el accionar médico es donde sevuelcan y confluyen todas sus cualidades y virtudesque lo hacen un médico integral y auténtico. Lo ca-racteriza su acierto en el diagnóstico, su precisiónterapéutica y prudente manejo médico.

Algo que hallé en él desde que lo conocí y no havariado con el tiempo y constituyó su primera ense-ñanza fue su característica amabilidad en el primercontacto con el paciente sea del nivel que fuera. Haceun tiempo luego de una charla que ofrecí a un grupode estudiantes de medicina de varias universidades sobreLa faceta Humana del Médico, se me preguntó “Dóndey cómo se puede aprender el trato adecuado a lospacientes” mi respuesta fue, “busquen entre sus profe-sores, médicos cuyo ejemplo han de seguir y mi recuer-do de Benjamín Alhalel, fluyó inmediatamente”.

No sabría decir como habría sido la Semiológica deBenjamín Alhalel, si hubiera estudiado en estos tiem-pos con la Ecografía, Tomografía Axial Computarizada,Resonancia Magnética, Endoscopías y en fin, tantaayuda tecnológica que tenemos actualmente para eldiagnóstico.

Él estudió y nosotros fuimos sus discípulos en aque-lla época en que aparte de los Rayos X y unos cuan-tos exámenes de laboratorio, el diagnóstico estabafundamentalmente basado en la anamnesis y el exa-men físico. Esto probablemente lo llevó a ser un ar-tista en la historia Clínica, arte que supo transmitir acada una de las generaciones médicas que le tocóenseñar.

Agradezco a la vida pertenecer a esta generaciónporque lo que nos enseño, nos sirve enormementeen nuestro diario quehacer médico, ya que de él apren-dimos no las sutilezas intrascendentes, sino la obser-vación prolija que debe tener todo médico para unadecuado discernimiento diagnóstico, algo que lamen-tablemente veo con pesar se va perdiendo. Una anéc-dota relacionada con esto: Hace poco participé en unajunta médica por un paciente con ‘fiebre de origenno determinado’ y los clásicos exámenes auxiliaresnegativos. Ante mi sospecha de una tifoidea me acor-dé del pulso dicroto. Luego ví que había disociaciónpulso temperatura y sugerí el tratamiento pertinen-te que fue exitoso. Este fue el tipo de enseñanzas querecibimos de usted.

Hace una filigrana de examen físico, interrogatorio ydisquisiciones diagnósticas.

Lo conocimos en el año de 1953 en el Hospital Arzo-bispo Loayza, época en que convergieron a este no-socomio verdaderos exponentes de la medicina ycirugía nacional. Entre todas estas figuras estelares,destacaba Benjamín Alhalel.

Un reconocimiento a estas cualidades es el haber sidonombrado el Internista del Año y haberse hechomerecedor a la Condecoración de la Orden delMérito por Servicios Distinguidos en el Grado deGran Oficial, otorgado por el Supremo Gobierno.

Fundamos el Hospital Central de Aeronáutica y he-mos trabajado en él durante 20 años. El era Jefe delDepartamento de Medicina teniendo a su cargo 14secciones de especialidades que las condujo con elacierto que lo caracteriza. Iniciamos en Gastroen-terología los Conversatorios Clínico Patológicos. Erael primero en asistir y dar luces en las cosas comple-jas y difíciles. En una ocasión presentamos un caso de‘Ascitis rebelde’ en paciente con diagnóstico de ‘Ci-rrosis Hepática’ pese a tener todas sus pruebas he-páticas normales y no haber semiología compatiblecon este diagnóstico. Luego de escuchar la historiaclínica pidió ver a la paciente y en unos segundosresolvió el problema. Fijo la mirada en la región cer-vical y pregunto si teníamos una radiografía simple deltórax. Preguntamos por qué. Su repuesta fue: La in-gurgitación yugular y la ascitis pueden ser secunda-rias a una pericarditis constrictiva. Y así fue.

Iniciamos con él las rondas de Gastroenterología yMedicina. Siempre no dejaba de enseñarnos no solo elsaber recoger los datos de la anamnesis y el examen

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Academia Nacional de Medicina

físico sino tener la mayor prudencia en la prescripciónterapéutica y la solicitud de exámenes auxiliares, prin-cipalmente los invasivos, haciendo lo que el ProfesorGastañeta propugnaba “Al prójimo como a ti mismo”.

Un recuerdo de estas rondas, de la época previa a laimagenología en que del examen físico había que sa-car el mayor provecho: “Pasábamos cerca de unaenferma del Departamento de Ginecología quienreconoció al Profesor Alhalel por haber sido su pa-ciente. Lo llamó y le pidió ser vista “antes de seroperada de un tumor uterino”. Don Benjamín la re-conoció y con su gran memoria recordó que era dia-bética. La examinó minuciosamente con todos losrecursos semiológicos para reconocer un globo vesi-cal. Pidió una sonda y ‘desapareció el tumor’. Con sucaracterística sencillez nos dijo “en los diabéticos hayque tener presente que una paresia vesical puedeproducir un globo vesical que impresiona como untumor sino se examina cuidadosamente.

Autodidacta por excelencia. Su precisión en la lectu-ra de radiografías es producto de haber revisadopersonalmente todo el archivo radiográfico del Hos-pital Loayza.

Cuando en el Hospital de Aeronáutica adquirimosmodernos instrumentos, endoscopios, cámara gamma,ecógrafos, tomografía axial computarizada, solíamosencontrarlo observando la ejecución de estos proce-

dimientos. Manteniendo el entusiasmo por el conoci-miento de estos métodos nuevos no perdía la perspec-tiva de su real aplicación precisando la pertinencia delempleo de cada procedimiento, invasivo o no invasivo.Comprendimos así porque leía con tanta propiedad untrazo electrocardiográfico, electroencefalográfico odiscutía en el microscopio una lámina histopatológica.

Aparte de lo dicho, queda muchos más por expresar,pero las vivencias adquiridas entre todos los quehemos tenido la suerte de ser alumnos y trabajar conel Maestro Alhalel, en el accionar médico y docente,permanecen y permanecerán con un recuerdo inmar-cesible en el fondo de nuestros corazones y en unlugar especial de nuestras almas.

La Academia Nacional de Medicina incorpora el díade hoy como Académico de Número al ProfesorBenjamín Alhalel, médico auténtico y paradigmático,persona integra, ciudadano intachable, padre, esposoe hijo ejemplar, amigo cabal, maestro en todo el sen-tido de la expresión, que no solo ha vivido, sino queha trascendido y quien con su dedicación, estudio ytrabajo diario ha convertido la chispa del talento quenatura le dio en llama viviente que alumbra a todoslos que hemos tenido el privilegio de conocerlo, sersus discípulos y colaboradores en el tránsito por elsendero de nuestra noble profesión, ejerciendo elapostolado de la medicina y la docencia.

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La Academia Nacional de Medicina incorpora hoy aun distinguido profesional, reconocido como uno delos más prominentes cancerólogos en el ámbito de lacomunidad científica mundial.

Lo conocí el año 1956. Había regresado al Perú en1952 para hacerse cargo de la Dirección del Institutode Enfermedades Neoplásicas después de haberseformado en el exigente mundo científico del ChicagoTumor Institute, y de los hospitales Memorial y JamesEwing de New York. No había cumplido los 40 cuan-do sacudió el apacible transcurrir de la medicinalimeña de la época, creando un sistema de entrena-miento post-grado, departa mentalizando un hospi-tal especializado de 120 camas, y estrenando un régi-men inédito de trabajo médico de la modalidad full-time geográfico. Así ubicó al Instituto entre las másprestigiosas instituciones de cáncer del mundo, reco-nocida como centro de docencia por organizacionesinternacionales y con expertos en cáncer reconoci-dos por la OMS dentro de su staff.

Sus colegas del Perú y de todo el mundo reconocenal Dr. Eduardo Cáceres como un pionero en la inves-tigación de la historia natural y cura del cáncer de lamama, y como un experto en el tema. Estudios diri-gidos por él han contribuido a demostrar la impor-tancia del compromiso ganglionar y el rol de la ciru-gía en manejo de esa estación en la historia naturaldel cáncer de mama fue así mismo uno de los prime-ros cirujanos en reconocer las potencialidades de laquimioterapia adyuvante para mejorar las tasas decuración del cáncer operado de la mama, participan-do activamente en los grupos cooperativos interna-cionales conformados para esa investigación.

A todo lo largo de su trabajo hospitalario el Dr. Cá-ceres desplegó un deseo apasionado para la realiza-ción de investigaciones clínicas dirigidas a mejorar lasobrevida y la calidad de vida de los pacientes concáncer. Se distinguía como líder para privilegiar ensa-

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO HONORARIO DELDR. EDUARDO CÁCERES GRAZIANI

POR EL AN DR. ANDRÉS SOLIDORO SANTISTEBAN

9 de mayo, 2002

yos clínicos bien diseñados de alto nivel científico ycon muestras adecuadas para evaluar procedimien-tos nuevos y tener resultados confiables. Su entusias-mo por la investigación clínica y su disposición a com-partir responsabilidades y reconocimientos fueron losfactores que le permitieron sus logros como mentorpara innumerables trabajos de investigación. El Dr.Cáceres ha publicado 109 trabajos científicos y 12contribuciones a libros de la especialidad; ha sidomiembro de 13 comités editoriales y ha participadoen 161 reuniones científicas, entre congresos, gruposde trabajo y encuentros en el extranjero.

Todos- colegas, alumnos, pacientes-lo recuerdan comoun profesional de cualidades superiores, entregadocon devoción al cuidado de los pacientes en el con-sultorio, en los ambientes de hospitalización y en elquirófano. Las decenas de cirujanos que formó fue-ron marcados por su ejemplo, riguroso metodología,disciplina y rutina espartanas. Su filosofía era tratar alos pacientes sea de hospital o privados apegándosea una metodología rigurosa y uniforme, incorporan-do los más elevados estándares de la época y some-tiendo periódicamente a la evaluación de los resulta-dos- todo aquello que hoy se ha reinventado ponién-dole la etiqueta de ‘protocolo’ o ‘medicina basada enevidencias’.

Su profundo conocimiento de la enfermedad, su va-liosa experiencia, y su enfoque científico al tratamientodel cáncer, estaban adornados por una profundaempatía y preocupación por el cuidado de cada pa-ciente; su respeto e interés por la condición perso-nal, emocional y física de sus pacientes ayudó a estosy a su familia a sobrellevar condiciones a menudodolorosas y prolongadas. Por eso, tantos recuerdanvividamente su aire de competencia, confianza y es-peranza.

A pesar de su exigente trabajo hospitalario le dedicólo mejor de su energía y entusiasmo a la creación y

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Academia Nacional de Medicina

divulgación del conocimiento en cáncer; era el ani-mador infaltable de la discusión de casos y de losconversatorios destinados la formación académica delos residentes. A lo largo de toda su carrera hospita-laria dedicó lo mejor de su entusiasmo a la enseñan-za de la especialidad, compartiendo sus conocimien-tos y experiencia en la cátedra, en las conferencias,en sus publicaciones. En 1960 la Organización de loEstados Americanos declaró a INEN institución ele-gible para entrenamiento en cáncer y en virtud de ello,49 de los 700 residentes egresados de la instituciónson extranjeros. El Dr. Cáceres es profesor honora-rio de varias Universidades nacionales y de otrospaíses, y su entrega a la enseñanza ha sido reconocidapor el país condecorándolo con las ‘Palmas Magis-teriales’ en el grado de Amauta.

Un Registro de Cáncer en el Perú era una de sus ideasobsesivas, y un nuevo local para el Instituto, su sueñoinalcanzable. El viejo local de Alfonso Ugarte había sidosometido a todas adaptaciones imaginables por lacreciente demanda de servicios y la nueva tecnolo-gía: la primera bomba de cobalto del país, y el primeracelerador lineal de América Latina debieron ser ins-talados en ambientes adaptados. La Fundación Peruanade Cáncer creada por una paciente agradecida del Dr.Cáceres asumió el desafío de iniciar la construcción delnuevo local y el Dr. Cáceres ya al borde del retiro seentregó con el mismo entusiasmo a la gran tarea deplanificar y luego vigilar muy a su estilo, la construccióndel nuevo local: El Dr. Cáceres dejo la Dirección delHospital en 1985, y ya desde el retiro pudo ver la inau-guración del nuevo INEN, de su instituto en 1988.

Dedicado a la investigación en el Instituto Maes Héllerculmino su proyecto de muchos años publicando elRegistro de Cáncer de Lima Metropolitana. Esta ta-

rea la empezó realmente cuando sentó las bases delregistro hospitalario del INEN diseñando la historiaclínica única, predicando con el ejemplo en el regis-tro de la información y organización el archivo y bi-blioteca de historias clínicas. Ya a mediados de la dé-cada del 80 advirtió que era imposible mantener ca-lidad sin el apoyo de los sistemas de cómputo para elregistro de la información contenida en las historias,y se abocó a la tarea de dotar al hospital de estaherramienta que recién estaba implementándose enpaíses desarrollados. Así todo ese material ha sidoconservado y catalogado y varias generaciones deinvestigadores han extraído y procesado la informa-ción contenida en los más de 200 mil historias de esabiblioteca. El Dr. Cáceres le ha entregado a su país unmodelo de biblioteca y archivo de historias clínicas;le ha entregado también el Registro de Cáncer en LimaMetropolitana, valiosa herramienta de trabajo para losestudiosos de los problemas de salud del país, y ahorale obsesiona la idea del Registro Nacional de Cáncer.

El Dr. Cáceres fue elegido por el Memorial SloanKettering Cáncer Center de New York, en 1993 comoel ex alumno más distinguido de América Latina; harecibido la condecoración de la Orden HipólitoUnánue y diploma de Canciller de la Orden en elGrado de Gran Cruz, y una Resolución Ministerial del15 de mayo del 2000 dio el nombre del ‘Dr. EduardoCáceres Graziani’ al Instituto de EnfermedadesNeoplásicas y por ultimo, pero no el último, la UniónInternacional contra el Cáncer eligió al Dr. Cácerespara recibir el Mucio Athayde Cáncer Prize 2000, enreconocimiento a sus muchas y significativas contri-buciones a la educación, diagnóstico y tratamiento delcáncer. Ahora la Academia Nacional de Medicina sehonra acogiendo en su seno a este peruano ejemplar.

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Boletín enero-noviembre 2005

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO HONORARIO DELDOCTOR VÍCTOR BARACCO GANDOLFO

POR EL AN DR. JAVIER ARIAS STELLA

6 de junio 2002

Ha sido para mi particularmente grato recibir, delPresidente de la Academia Nacional de Medicina, elencargo de hacer la presentación del Dr. VíctorBaracco Gandolfo, en su incorporación como Miem-bro Honorario de nuestra Institución.

Y lo es no sólo porque se trata de uno de nuestrosmás destacados cirujanos, distinguido profesor, conel que, en fraterna línea paralela, hemos recorrido ungran trecho de nuestra actividad docente, de investi-gación y servicio, sino porque nos permite, a la vez,recordar un periodo que, en otra oportunidad, mehe atrevido a denominar como “una breve etapa deoro en la historia médica contemporánea”.

No habían transcurrido sino trece años de la Funda-ción de la Ciudad de los Reyes de Lima cuando por lainteligencia y voluntad de Fray Jerónimo de Loayza,su primer Arzobispo, abría sus puertas el Real Hospi-tal de Santa Ana de los Naturales, para dar asistenciaa los menos favorecidos de la naciente ciudad. Siguien-do el modelo y las pautas que venían de España, tras-cendente y meritoria fue la obra realizada por estehospital a lo largo de más de tres centurias.

Enorme fue pues la herencia que en diciembre de 1924,al inaugurarse el Hospital Arzobispo Loayza, bajo laautoridad de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima,asumieron los médicos del moderno y flamante Noso-comio. Estaban allí, entre otros: Eduardo Bello, JuvenalDenegri, Carlos Villarán Godoy, Pedro Weiss, DanielMackehenie, Carlos Monge, Fortunato Quesada, Gui-llermo Fernández Dávila y Jorge Valdeavellano.

Víctor Baracco, pertenece a la segunda generación deaquellos que recibieron esa primera posta y es porsu producción científica, proyección docente, realiza-ciones y discípulos formados, no sólo un esclarecidocontinuador de la obra de aquellos, sino personali-dad relevante en las décadas que van de 1940 a 1960en las que el Hospital Loayza alcanzó el más alto es-plendor y presencia en la medicina nacional.

No cabe duda que dos personalidades influenciaronen el devenir de la entonces única Facultad de Medi-cina en el Perú, los doctores Oswaldo Hercelles Garcíay el doctor Alberto Hurtado Abadía.

Hercelles, en su momento, simultáneamente, Presiden-te de la Sociedad de Beneficencia de Lima, Decanode la Facultad de Medicina y Presidente de la Acade-mia Nacional de Medicina, hombre de acción y conprofunda experiencia humana poseyó, entre otros, unrasgo singular y fundamental que explica sus acier-tos y logros: saber reconocer la capacidad y la exce-lencia, y apoyarla, y Alberto Hurtado Abadía reforma-dor y modernizador de la educación médica que tra-jo e introdujo al Perú la metodología para la investi-gación médica de frontera y cuya contribución es, porsu trascendencia, sólo comparable a la de Unanue yCayetano Heredia. Los dos por caminos distintos peroconvergentes, facilitaron la creación de un clima deestudio e investigación, de querer hacer y hacer bien,y en general de progreso que, lamentablemente, durósólo dos décadas.

Víctor Baracco inicia su actividad hospitalaria en estafavorable atmósfera. Aprende, del profesor MerinoReyna, la disciplina y responsabilidad en el estudio delos pacientes y con fascinación del doctor ClímacoTamayo, las nuevas técnicas quirúrgicas, pero es so-bre todo ese gran maestro de la cirugía, el doctorCarlos Villarán Godoy el que le da el aliento e impul-so para sus grandes logros.

En las décadas referidas vive el Hospital Loayza unmomento de ebullición académica y científica. Hur-tado y Monge Medrano promueven seguidores quealternan la investigación en las alturas andinas con lasprácticas clínicas hospitalarias remozadas con tecno-logía de punta; Víctor Valdivia y colaboradores en elpabellón 4, inician, en nuestro medio, las primerasconferencias clínico patológicas al estilo americano.Weiss, con el impulso de sus colaboradores, da el gran

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Academia Nacional de Medicina

salto de la patología de autopsias a la patología qui-rúrgica y bulle también con otros protagonistas eseafán de superación en otros centros médicos y hos-pitalarios de Lima.

El profesor Villarán Godoy, de extraordinaria visión ycapacidad docente, quien había realizado su tesisdoctoral sobre ‘Cirugía Experimental’, se empeña enllevar adelante un gran centro quirúrgico en el Hos-pital Loayza. Ya había, como jefe de la cátedra quirúr-gica, dado nuevo signo a la enseñanza de la terapéu-tica quirúrgica y de la medicina operatoria, pero com-prendía que era fundamental la organización de unLaboratorio de Cirugía Experimental.

El dinamismo, capacidad e inteligencia demostrado porVíctor Baracco como estudiante, externo, interno, ymédico asistente libre en el pabellón 6, hizo que elprofesor Villarán lo escogiera para dirigir el proyectoque él tanto ansiara y es así como en 1953 se estable-ce el primer laboratorio de cirugía experimental enel país bajo su jefatura. Baracco que ya había visitadocentros quirúrgicos latinoamericanos de primer ni-vel es entonces mediante una beca Fullbright envia-do a los Estados Unidos, para estudiar en la Univer-sidad de Chicago y otras universidades americanas, laorganización y funcionamiento de laboratorios decirugía experimental.

Años antes el primer laboratorio para operacionesen animales estuvo situado en el mortuorio del Hos-pital Loayza, inmediato al Laboratorio de AnatomíaPatológica. Posteriormente establecido ya el Labora-torio de Cirugía Experimental este se ubicó tambiénen el área del viejo Instituto de Anatomía Patológicade Miguel Baquero. Esto hizo que, tempranamente, seestableciera un provechoso vínculo entre las doscátedras. Es así como aprendí, personalmente, a cono-cer y admirar las virtudes y capacidades de Víctor, sutenacidad y perseverancia. Muchas veces los entoncesbisoños patólogos estudiábamos las piezas quirúrgicasde los experimentos que realizaba su equipo de ciruja-nos, o emprendimos proyectos conjuntos que se plas-maron en numerosas tesis de bachillerato. Recuerdo unade ellas: ‘El Desarrollo de una Modalidad de Pancreati-tis Experimental en el Perro’.

Esa conexión de cátedras hizo que no habíamos con-cluido la tesis mencionada cuando aparecía en elAmerican Journal of Pathology, revista líder mundial, untrabajo similar. No cabe duda que entonces el trabajotenía un nivel científico realmente alto y trascendente.

Esa misma relación entre las cátedras, hizo que cuan-do se planteó la construcción del nuevo Instituto deAnatomía Patológica de San Fernando se proyectara,también, en la misma área física el Instituto de Ciru-gía Experimental y Técnica Operatoria. Baracco erael llamado para dirigir ese moderno local. La crisis dela Facultad de Medicina de 1961 no le permitió a Víc-tor como también ocurriera con nosotros el traba-jar en estos Institutos con los que coronaban objeti-vos y metas tan largamente soñados.

Víctor, sin embargo, hizo el cambio del Hospital Loayzaal Hospital Cayetano Heredia en donde elegido Jefedel Departamento Académico de Cirugía continuó suproficua tarea asistencial, docente y de investigación.Allí logra con el auxilio de la empresa privada instalarun nuevo Laboratorio de Cirugía Experimental don-de ha desarrollado importantes trabajos de cirugíavascular extracorpórea y transplantes de vísceras.

La cirugía moderna peruana tiene grandes jaloneshistóricos.

Como puede leerse en el magnífico libro ‘Historia dela Cirugía en el Perú’ de Francisco Alayza Escardó:

- En 1878 Lino Alarco realiza la primera intervenciónquirúrgica intraperitoneal usando también por pri-mera vez la anestesia general con cloroformo, escierto que antes en 1847 Sandoval usó el clorofor-mo para tratar una fractura ósea.

- En 1881 F. Almenara utiliza por primera vez la an-tisepsia de Lister, a base de ácido fénico en unaamputación de miembro inferior, y

- En 1891 Constantino T. Carvallo introduce la Asep-sia al utilizar la estufa de esterilización y los guan-tes de jebe que había traído de París.

A comienzos del siglo XX, Guillermo Gastañeta,autodidacta, difunde y estimula por su habilidad ytécnica el desarrollo de la cirugía con solidez y efica-cia, y una década después Carlos Villarán Godoy consus dotes de maestro estimula y promueve la cirugíaacadémica creando el Instituto de Cirugía en el Hos-pital Loayza. Otros nombres, Néstor Corpancho,Eduardo Bello y Juvenal Denegri deben sumarse a esospioneros de la cirugía nacional. En estas etapas, cons-tituye, sin duda ya parte de la historia quirúrgica pe-ruana, el establecimiento del primer LaboratorioUniversitario de Cirugía Experimental en el Perú ycon él se inscribe en ese hito el nombre de VíctorBaracco Gandolfo.

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Víctor Baracco se graduó de Médico Cirujano en1945, se doctoró en 1954 en la Facultad de Medicinade San Fernando, y en 1989 fue designado ProfesorEmérito de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

Ha sido cirujano del Pabellón 6 del Hospital Loayzadesde 1949 a 1968, y Jefe del Departamento de Ciru-gía del Hospital Cayetano Heredia, de 1969 a 1988.

Profesor Auxiliar de la Cátedra de Clínica Quirúrgi-ca de la Facultad de Medicina de San Fernando.

Fundador y Profesor Principal de Cirugía en la Uni-versidad Peruana Cayetano Heredia, de la que fueRector Interino en 1969.

Ha sido Presidente de la Sociedad Peruana de Angio-logía y de Gastroenterología del Perú, y en 1974,Presidente de la Academia Peruana de Cirugía.

Ha cumplido cursos de postgrado en múltiples cen-tros norteamericanos y latinoamericanos y ha parti-cipado en centenas de certámenes nacionales e inter-nacionales como miembro, relator o conferencista.

Ha publicado 122 trabajos científicos en revistas na-cionales y extranjeras, sobre cirugía general, hepáti-ca-biliar, gastroenterológica, vascular y cardiaca, au-tor del libro en tres tomos: ‘Experiencias Quirúrgi-cas y Docentes’.

Los registros de sus laboratorios de cirugía experi-mental acusan la realización de 742 intervenciones.

Es miembro de numerosas Sociedades nacionales yMiembro Honorario de la Sociedad Boliviana de Ci-rugía, Miembro titular del Colegio Internacional deCirujanos, Miembro Correspondiente de la SociedadVenezolana de Gastroenterología, Miembro Corres-pondiente de la Asociación de Cirugía y Traumatolo-gía de Barcelona.

Ha recibido la Condecoración Hipólito Unanue en elgrado de Gran Oficial, y el Premio Roussel Perú porla mejor publicación médica nacional en 1982.

La dinámica de la relación hospitalaria y el distintointerés en nuestras propias especialidades no ha de-

jado fuera, sin embargo, la posibilidad de acercarnosa Víctor Baracco, el hombre. Vecinos de la mismaUrbanización San Antonio en Miraflores, recuerdocomo hace más de cuatro décadas, Víctor, percatadode esta relación comunitaria me buscó en el Hospitalpara solicitarme tomara un turno en el consultoriomédico gratuito de la Iglesia de San Antonio, donde élpor largos años cumplía un turno semanal. Compren-diendo el sentido humano y solidario de esta solici-tud accedí de inmediato y por algunos años colaboréen esta tarea cívica, verdad que por mis escasos co-nocimientos en medicina clínica seguro que con muypoco éxito pero con buena voluntad. Víctor era figu-ra destacada en la Parroquia y yo aprendí desde en-tonces a respetarlo como un hombre de fe. No esextraño por ende, que su trayectoria médica y do-cente le haya regalado además de los éxitos antesenumerados otras satisfacciones personales. Llegadohoy a la plenitud y a la serenidad del otoño de la vidapuede ver con satisfacción los éxitos de sus innume-rables discípulos, entre ellos su propio hijo VíctorBaracco Miller a quién le ha correspondido tambiénun escalón quirúrgico al haber iniciado utilizando supropio instrumental, la cirugía laparoscópica en unhospital nacional. Víctor demostrando la veracidad dela afirmación: “el buen maestro es el que ve con satisfac-ción la superación de sus discípulos”, se ha graduadocomo cirujano laparoscopista después de seguir elcurso dictado por los doctores Mario del Castillo yVíctor Baracco Miller, sus propios discípulos.

Usando sus propias palabras, sus logros trasuntan lacomunión con su invalorable esposa Ruby Miller deBaracco, gran dama que con cariño y lealtad lo hasecundado y alentado a lo largo de toda esta logradatrayectoria.

Señoras y Señores una vez más me felicito de habertomado la iniciativa para incorporar en el seno de lamás alta Institución Médica a figuras que por susmerecimientos no podían estar fuera de la máximaconsagración médica.Señor Presidente, doy por cum-plido el encargo recibido.

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Academia Nacional de Medicina

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO DE NÚMERO DELAA DR. ALFREDO PIAZZA ROBERTS

POR EL AN DR. CÉSAR TORRES ZAMUDIO

4 de julio de 2002

Con agrado he asumido el honroso encargo de haceruna semblanza del Dr. Alfredo Piazza Roberts, a quienhoy se le reconocerá como miembro de Número de laAcademia Nacional de Medicina.

Con Alfredo me une una antigua y fructífera amistadbasada en el incesante trabajo asistencial, académico yde investigación con el propósito de desarrollar ennuestro país la especialidad de Nefrología.

Alfredo obtuvo el grado de Bachiller y el Titulo deMédico Cirujano en 1950, de la Facultad de Medicinade la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y elgrado de Doctor en Medicina en 1973 en la Universi-dad Peruana Cayetano Heredia. Después de recibir sutítulo, viajó a Estados Unidos, realizando su residenciade medicina y nefrología entre 1950 y 1953. Se le pre-sentó la oportunidad de trabajar con el Dr. George E.Schreiner de la Universidad de Georgetown de la ciu-dad capital de Washington. El Dr. Schreiner había regre-sado de Corea, en donde utilizó con gran éxito el riñónartificial para el tratamiento de la insuficiencia renalaguda que afectó a algunos soldados heridos en la gue-rra de Corea. El Dr. Piazza se convirtió en el primerresidente de Nefrología que tuvo el Dr. Schreiner conquién hizo, además, una gran amistad que persiste hastala fecha.

Al regresar a Lima, el Doctor Guillermo Almenara,Director del Hospital Obrero, tuvo el acierto de incor-porarlo a dicho Hospital, que fue desde entonces su se-gunda casa. Su labor, centrada especialmente en la aten-ción de pacientes con enfermedades renales, diabetesy otras enfermedades endocrinas, la hizo con gran de-dicación y maestría, desarrollando con singular aciertola especialidad de Nefrología, convirtiéndose en uno desus pioneros. Con un espíritu creativo e innovador quesiempre lo caracterizó desde su época escolar, intro-dujo en el Hospital el concepto novedoso de mil equi-valentes, diseñó las hojas para registrar día a día el ba-lance hidrosalino en pacientes delicados, logrando que

el laboratorio del hospital incorporara las iniciativas ysugerencias tan atinadas que hacía el Dr. Piazza. Igual-mente, consiguió que la farmacia del hospital prepararadiversas soluciones para el manejo de pacientes con tras-tornos renales e hidrosalinos. Esta etapa de renovaciónque se vivió en el hospital Almenara se reflejó en lasreuniones clínicas que realizaba semanalmente, con granconcurrencia de clínicos y cirujanos, en las que se dis-cutía con gran interés problemas relacionados con losnovedosos conceptos introducidos por el Dr. Piazza,logrando que el hospital Almenara se convirtiera en unhospital de vanguardia a nivel nacional e internacionalen el campo de la nefrología.

En octubre de 1956, apenas algunos meses después deque el Dr. Rodrigo Ubilluz realizara en el Hospital Loayzalas primeras biopsias renales, el Dr. Piazza practicó laprimera biopsia renal percutánea. Desde entonces di-cho procedimiento se efectuó sistemáticamente. Estole permitió iniciar los conversatorios clínico-patológi-cos semanales, con gran provecho de los asistentes;dichos conversatorios se siguen realizando hasta la ac-tualidad. La técnica de la biopsia renal fue enseñada aotros colegas, que luego se hicieron cargo de practicardicho procedimiento, tanto en adultos como en niñosy en pacientes con trasplante renal.

Pero fue en el campo de la diálisis donde alcanzó suscontribuciones más importantes, poniendo a prueba unavez más su don creativo e innovador, aunado a su grancapacidad de trabajo, organización y disciplina. En reco-nocimiento a su labor, recibió el primer riñón artificiala principios de 1957. Después de varios meses deensayos experimentales practicó con éxito la primerahemodiálisis el 27 de Diciembre de 1957 a una pacien-te con insuficiencia renal aguda provocada por la inges-tión de bicloruro de mercurio con fines suicidas. Fue laprimera paciente en el Perú que se recuperó totalmen-te después del tratamiento con riñón artificial. Eraconciente que el manejo de pacientes con insuficienciarenal sometidos a hemodiálisis exigía un cuidadoso

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Boletín enero-noviembre 2005

control clínico y exámenes de laboratorio confiables yoportunos. Por eso, con el apoyo incondicional del di-rector del hospital, el Dr. Piazza consiguió que se crearael laboratorio renal que fue dotado de personal técni-co capacitado, de equipos, material de vidrio y reactivos,que permitió realizar las más variadas pruebas de labo-ratorio, necesarias para un estudio y seguimiento cui-dadoso de los pacientes renales, debiendo destacarsela aplicación de una serie de microtécnicas, que, sindesmedro de la exactitud de los resultados, significó unahorro económico importante.

Una de las experiencias más interesantes fue la insufi-ciencia renal aguda provocada por mordedura de ara-ña tratada con hemodiálisis intermitente con excelen-te resultado. Esta experiencia pionera fue presentadaen el III Congreso Internacional de Nefrología que serealizó en Washington en 1966.

Otro de los aportes más interesantes que facilitó el em-pleo de soluciones endovenosas fue la aplicación de unatécnica ingeniosa y propia de canulación percutánea.

Pero más importante todavía fue la creación de unacánula de polietileno para diálisis, inspirado en la técni-ca de Seldinger para arteriografías. Dichas cánulas eraninsertadas mediante un guiador percutáneo. Con lacolaboración de los Doctores Walter Chaname y Da-niel Cauti, quienes fueron los primeros nefrólogos quese formaron trabajando al lado del Dr. Piazza, se siguiófabricando diversos modelos de cánulas hasta logrardiseñar una cánula percutánea de doble luz que le diomuy buen resultado y que desafortunadamente no lapatentó. Acumuló una experiencia de 50 casos que fuepresentada en Chicago en 1964 y publicada enTransactions of the American Society of Artificial InternalOrgans, el mismo año.

Posteriormente, con una experiencia más amplia desiete años, presentó el trabajo en 1969, en el IVCongreso Internacional de Nefrología realizado enEstocolmo (Suecia) y publicado en el volumen deabstractos de comunicaciones libres. Este trabajopionero a nivel mundial, realizado más por interéscientífico que económico, fue muy bien aprovechadopor varias empresas que fabricaron cánulas parecidas yque ahora son de uso rutinario internacionalmente.

En febrero de 1967 inició el primer programa de diáli-sis crónica en el Perú. Desde entonces, además de laatención de numerosos casos de insuficiencia renalaguda e intoxicaciones, la hemodiálisis crónica intermi-tente se realizó sistemáticamente en el tratamiento dela insuficiencia renal crónica terminal. Desde esa época

se preocupó constantemente del alto costo que signi-ficaba el uso de material descartable, que impedía laatención de un mayor número de pacientes. Por eso,decidió reusar el material descartable empleando di-versas técnicas de lavado y esterilización hasta conse-guir una técnica de lavado que le dio muy buenos resul-tados.

En 1973 presentó su trabajó de tesis doctoral titulada:‘Diálisis Con Riñón Artificial’ (estudio de 1270 diálisis),que fue aprobada por unanimidad en la UniversidadPeruana Cayetano Heredia. Uno de los logros más va-liosos que dio a conocer fue, justamente, el reuso exi-toso de filtros y líneas, que no ofrecía riesgos para lospacientes y que su eficiencia se mantenía aún despuésde diez reusos. Esta técnica, que al principio fue motivode críticas y oposición, comenzó a ser utilizada tambiéncon éxito en muchos países del mundo, incluyendoEstados Unidos, consagrándose como un procedimientoaceptado internacionalmente. Para el Instituto Perua-no de Seguridad Social, la aplicación de la técnica delreuso ha significado un ahorro de varios millones dedólares en los últimos 30 años.

Gracias a la permanente inquietud e interés del Dr. Piazzapor estar a la vanguardia de la nefrología consiguió queel hospital Almenara lo apoyara para la creación deprogramas de diálisis peritoneal aguda y luego diálisisperitoneal continua ambulatoria. Igualmente, organizóel programa de trasplante renal, siendo a la fecha unode los hospitales líderes.

Toda esta enorme labor asistencial, académica y de in-vestigación que la realizó en el hospital Almenara, pusobien en alto el prestigio de esa institución. La labor fuefacilitada porque contó con el apoyo de colaboradoresexcepcionales, que se fueron formando en el trabajaointenso al lado del Dr. Piazza. Los menciono en ordencronológico: Walter Chanamé, Daniel Cauti, EnriqueMaya, Luis Flores, Ricardo Loza, Demetrio Molero,Emiliano Espinoza, Wilfredo Cortez, Edmundo Alva,Arnaldi Paredes, Carlos Carvallo, Favío Flores y otros.Todos ellos gozan ahora de gran prestigio y brillan conluz propia, habiendo tomado la posta alguno de ellos,con la difícil misión de reemplazar a un hombre de lacalidad del Dr. Piazza. La capacitación como nefrólogode los mencionados colegas se hizo implementando elresidentado en nefrología de tres años, dentro del pro-grama de postgrado de la Facultad de Medicina de laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos.

También es digno de destacar el interés que puso el Dr.Piazza para entrenar en el arte de la diálisis a personal

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Academia Nacional de Medicina

auxiliar, especialmente a enfermeras, porque era cons-ciente que la diálisis exitosa sólo podía hacerse reali-dad contando con un equipo multidisciplinario bienentrenado.

El Dr. Piazza es un políglota: habla perfectamente elcastellano, inglés e italiano y domina el francés y portu-gués.

La carrera docente del Dr. Piazza ha sido brillante, tresfacultades de medicina han tenido el privilegio de con-tar con sus servicios como docente: la UniversidadNacional Mayor de San Marcos (su alma máter), laUniversidad Peruana Cayetano Heredia y la Universi-dad Nacional Federico Villarreal. Creó y tuvo a su car-go el programa de residentado de nefrología de laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos, habiendoformado especialistas que, como ya mencioné anterior-mente, gozan actualmente de mucho prestigio.

Su interés por la investigación ha quedado patentadapor la publicación de numerosos trabajos en revistasnacionales y extranjeras. También ha asesorado acerta-damente varios trabajos de tesis. Actualmente es pro-fesor Emérito de la UNMSM y de la UPCH.

En relación a su actividad institucional el Dr. Piazza harealizado una vasta labor, poniendo en alto el prestigiode la especialidad de la Nefrología Peruana. Es miem-bro de numerosas instituciones académicas debiendoresaltarse las siguientes: Fundador y presidente de laSociedad Peruana de Nefrología; fundador y presiden-te de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología; miem-bro activo de la Sociedad Internacional de Nefrología;miembro asociado de la American Society for InternalArtificial Organs; miembro honorario de las Socieda-des Colombiana y Argentina de Nefrología; miembrofundador de las Sociedades Peruanas de Endocrinolo-gía, de Trasplante y de Hipertensión Arterial; miembroasociado de la Academia Nacional de Medicina.

Ha participado en numerosos congresos, jornadas,convenciones y cursos, en distintas ciudades del Perú ydel extranjero.

En esta presentación debo también mencionar a suquerida esposa Hortensia Ferrand, quien permanen-

temente apoyó y estimuló a Alfredo, permitiéndolecumplir con éxito todas las actividades y proyectos querealizó a lo largo de su multifacética y brillante carreraprofesional y personal. Hortensia, ya con un hogar for-mado, se dio tiempo para estudiar y graduarse en So-ciología y Pedagogía en la Pontificia Universidad Cató-lica, recibiendo a su vez el apoyo permanente de suesposo. Posteriormente, en la Universidad Católica deWashington D.C., obtuvo el Master de Filosofía con elmáximo calificativo CUM LAUDE. Actualmente y des-de hace muchos años es profesora principal de la Uni-versidad de Lima.

Hortensia y Alfredo tienen cuatro hijos: Franco, Hor-tensia, Marina y Alfredo. Franco, el mayor, es MédicoPediatra y reside en USA, dedicado a la investigación deenfermedades pulmonares. Está casado con una perua-na, Dina Rabinovich, también médica cirujana, Masteren Salud Pública y tiene a su cargo un programa de in-vestigación de vacunas contra la malaria que es finan-ciado por la Fundación Bill Gates, teniendo que viajar adiversos países del mundo para desarrollar su trabajo.Hortensia, su segunda hija, es economista graduada enla Pontificia Universidad Católica de Lima y obtuvo suMaster en Economía en la Universidad del Pacífico.Marina es Sicóloga recibida en la Pontificia UniversidadCatólica y tiene el Master y Doctorado en Salud Públi-ca obtenidos en la Universidad de John Hopkins, esprofesora principal de Salud Pública en la Facultad deMedicina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.Por último, Alfredo es Ingeniero Industrial recibido enla Pontificia Universidad Católica y con estudios dePostgrado en la Universidad Católica George Washing-ton de EE. UU., donde obtuvo el Master y Doctoradoen Ingeniería Electrónica.

Alfredo Piazza no sólo ha triunfado profesionalmente,siendo uno de los pioneros de la Nefrología Peruana,sino, también, ha logrado constituir con Hortensia unafamilia en la que todos son profesionales de éxito y estoes un gran mérito para ambos que deseo resaltar.

Por todo lo mencionado no me resta sino felicitar sin-ceramente a Alfredo, felicitación que hago extensiva aHortensia y a su querida familia.

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Intentare un recuento tan completo como sea posiblede los hechos más trascendentes de la vida profesionaldel Dr. Agustín Iza Stoll y una descripción de las circuns-tancias que prevalecieron en cada época, en un fuerzode encontrarles significado en términos de perspectivahistórica, como lo plantea Ortega y Gasset.

El Dr. Agustín Iza Stoll obtuvo su grado de Bachilleren Medicina y Médico Cirujano en el año 1968 en laUniversidad Nacional de San Marcos, siguió estudiosen la Unidad de Post-grado de la Facultad de Medici-na de dicha universidad, obteniendo títulos de espe-cialista en Medicina Interna, Oncología, así como laMaestría en Fisiología.

Entre los años 1972-73 fue Fellow de los InstitutosNacionales de Salud de Los Estados Unidos y delDepartamento de Enfermedades Cardiorrespiratoriasdel Hospital Walter Reed en Washington D.C.

Colaboró con Donald Gregg en sus estudios e inves-tigaciones sobre la fisiología del árbol coronario. Gregghabía sido discípulo de Wiggers padre de la modernafisiología cardiovascular.

En el Laboratorio de Gregg se desarrolló la tecnolo-gía que permitiera medir el flujo coronario EPI yencocardico por métodos electromagnéticos y conisótopos de Rubidio y Tecnecio.

Opto el grado de Doctor en Medicina con la TesisTitulada: Flujo Coronario en Coartación de AortaExperimental.

A su regreso al país se incorporó al Hospital FAP alDepartamento de Medicina Interna donde trabajo conel Dr. Benjamín Alhalel, culminó su carrera con la Je-fatura de dicho Departamento.

En colaboración con el Dr. Max Echevarria contribuyóa organizar el programa de Residentado de esa sede.

Inició su carrera docente en 1966 como ayudante dela Cátedra luego fué promovido sucesivamente a Jefe

de Practica, luego fue promovido sucesivamente a Jefede Práctica, Profesor Auxiliar y Profesor Principal enla Cátedra de Fisiología de la Facultad de MedicinaHumana de la Universidad Nacional Mayor de SanMarcos.

El quehacer médico del Dr. Agustín Iza no se ha limi-tado a una carrera docente y asistencial, ha contri-buido también al desarrollo y progreso de numero-sas instituciones científicas y docentes, en merito aeste desempeño ha sido elegido Presidente de laSociedad Peruana de Medicina Interna.

Fundador y segundo Presidente de la Sociedad Perua-na de Hipertensión Arterial, en ambas instituciones seorganizó numerosas filiales a lo largo y ancho del país.Se fomentó los estudios epidemiológicos no solo en lacapital sino en las diferentes regiones del territorio.

Se iniciaron las actividades en los conos de la capitalllevando el mensaje del avance de la medicina a losmédicos que ejercen la profesión en condiciones li-mitadas y sirven a los sectores más deprimidos ynumerosos de nuestra población.

Organizó también las reuniones binacionales Perú-Bolivia, Perú-Colombia y la reunión con los internistaschilenos en Arica.

• Fundador y Presidente de la Organización Perua-na de la Investigación del Endotelio.

• Secretario de acción Científica de la SociedadPeruana de Geriatría.

• Miembro de la international Society of InternalMedicine.

• Miembro de la Sociedad Latinoamericana deAteroesclerosis.

• Miembro de la Sociedad Ibero Latinoamericana deAteroesclerosis

• Miembro de la International Lipid InformationBureau

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO DE NÚMERO DELAA DR. AGUSTÍN IZA STOLL

POR EL AN DR. WALDO FERNÁNDEZ DURÁN

8 de agosto, 2002

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Academia Nacional de Medicina

• Miembro de la Sociedad Panamericana de Endo-telio.

• Miembro de la International Society of Hiperten-sión

• Miembro del Comité Científico del Congreso dela Sociedad de Hipertensión Sao Paulo 2004.

• Director de la Escuela de Medicina UNMSM.

• Decano de la Facultad de Medicina UNMSM

• Vicepresidente y Presidente de la Comisión Na-cional de Residentado Médico. Durante su gestión,se inicio el proceso de definición de los estándaresmínimos de entrenamiento para todas las univer-sidades a iniciativa del Colegio Médico.

• Presidente de la Asociación Peruana de Facultadesde Medicina, Aspefam.

Se inicio el proceso de organización de la Red deBibliotecas de las Facultades de Medicina del país encoordinación con Bireme.

Se organizó un seminario de las Facultades de Medi-cina del país y expertos internacionales en Acredita-ción de Facultades de Medicina.

Un aspecto que no debe omitirse es que el Dr. Iza fueDirector de los Servicios Médicos de Electrolima,Director de la Clínica Delgado, de la Clínica Benavidesy Gerente de los Servicios Médicos Iza Stoll.

La actividad gerencial moderna implica: Planificaciónestrategia, visión, misión, objetivos cuantificados yreferidos a un marco temporal, racionalidad de losrecursos, desarrollo de productos, análisis de forta-leza y debilidades. Generación de recursos e ingre-sos para sustentar el desarrollo.

Este campo descuidado o apreciado a menos por losmédicos es en la actualidad una actividad indispensa-ble en un mundo de globalización y competencia.

La actividad dirigencial en el campo institucional yacadémico del Dr. Iza ha estado enmarcada dentrode los conceptos modernos del liderazgo, orientadaal logro de objetivos, al desarrollo organizacional, le-jos del autoritarismo, ejerciendo un liderazgo moti-vacional, reforzando el sentido de pertenencia conapertura permanente a lo nuevo previa evaluación.

Abriendo nuevas opciones pero, lejos de las actitu-des fundacionales de quienes se extrañan cuando lle-gan al poder de una realidad en la cual ellos precisa-mente han vivido y participado y que conlleva actitu-des de refundación mesiánica.

El Dr. Iza debe haberse inspirado en los ensayos deFrancis Bacón quien planteo:

Leer no para contradecir y refutarNo para creer y darlo por hecho

No para repetir y divulgarSi no para sopesar y considerar.

En los tiempos actuales la deslocalización y la simul-taneidad del conocimiento facilitada por la nuevatecnología de la comunicación, las instituciones en-frentan un reto, actualizarse renovar objetivos y pro-cesos sin perder la esencia que las inspiró. Es por estoque la incorporación de nuevos miembros debe sig-nificar renovación y actualización de procesos.

Señor Presidente me ha sido muy grato presentar alDr. Agustín Iza Stoll quien, no dudamos brindará suaporte con las características aquí expuestas de suquehacer profesional.

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Boletín enero-noviembre 2005

La Academia Nacional de Medicina está encaminada aenaltecer a los médicos que han destacado en el ejer-cicio de su especialidad y representan un ejemplo dededicación para el auge de la Medicina Nacional.

El Dr. Esteban D. Rocca Costa es uno de ellos y es poreste motivo que le rendimos este significativo home-naje como uno de nuestros insignes profesionales de laespecialidad de Neurocirugía. Gracias a él y a su perse-verante dedicación y esfuerzo ha logrado formar unaEscuela Neuroquirúrgica de calidad en el Perú.

El Dr. Esteban Rocca comenzó su educación escolar enel Colegio Nacional de Guadalupe, ingresando a laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos en el año1931. Paso luego a la Universidad del Cusco y terminósu formación en la Escuela de Medicina de la Universi-dad Nacional Mayor de San Marcos, donde obtuvo elTítulo de Bachiller en el año 1940 presentó el titulo tesis:‘ Prueba de la Lactosa en la Insuficiencia Hepática’ yobteniendo el Titulo de Medico Cirujano el 2 de octu-bre del mismo año. Año después recibe el Titulo deDoctor en Medicina con la tesis de su especialidad:‘Leucotomía Selectiva y el Dolor Visceral’.

Sus primeras experiencias las realizó en la antigua clíni-ca Italiana, que funcionaba en la Av. Abancay, esquina conla Av. Grau, centro médico de gran prestigio de la Bene-ficencia Italiana y en el que Esteban Rocca comenzócomo Externo en el año 1937, luego Interno, terminan-do como Médico Residente en el año 1940. Años des-pués, cuando la Clínica se traslado a San isidro conti-nuó allí brindando sus conocimientos profesionalescomo neurocirujano.

En el año 1944 el profesor Dr. Alfonso Asenjo lo reci-bió como becado, por la Facultad de Medicina de SanFernando, en el Instituto Central de Neurología y Neu-ropatología de Santiago de Chile, durante tres años, parahacer un aprendizaje en la especialidad de Neurocirugía.

Tuvo en el Dr. Asenjo un profesor ejemplar y completo,quien vertió todos sus conocimientos y experiencia enhacer de él un especialista de alta calificación. Durante

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO HONORARIO DELDR. ESTEBAN ROCCA COSTA

POR EL AN DR. GINO COSTA ELICE

15 de julio, 2003

esos fructíferos años de estudio, el Dr. Rocca presentó15 trabajos que fueron publicados en la Revista delInstituto de Neurocirugía e Investigaciones Cerebralesde Santiago de Chile.

A su regreso al Perú se reincorporó al Hospital Obre-ro de Lima y, gracias al espíritu emprendedor de suDirector, el Dr. Guillermo Almenara Irigoyen, recibió lasfacilidades necesarias para desarrollar su nueva espe-cialidad, creándose en el año 1947 el Servicio deNeurocirugía a su cargo, que mantuvo hasta el año 1975.

Por aquella época también comenzaban a regresar aLima otros destacados médicos de la Seguridad Social,quienes habían recibido diversos entrenamientos en elextranjero. Entre los más importantes resaltan el Dr.Jorge Voto Bernales en Neurología, el Dr. Aurelio DíazUfano en Cirugía del Aparato Digestivo y el Dr. CarlosPeschiera en Cardiología que inician el florecimiento deuna medicina moderna en el Seguro Social del Perú.

Dada la importancia de la Neurocirugía, el Dr. Roccaconvocó a un prestigioso grupo de profesionales inte-resados en la especialidad. Empezaron a trabajar con éllos doctores Juan Franco Ponce, Francisco AlayzaEscardo, Eliseo Monteagudo, Enrique Sabogal Morzan,Uldarico Rocca, Blanca Neira y Alejandro Rossell, quienen la actualidad ocupa la Jefatura del Servicio de Neu-rología sucediendo a los anteriores ya nombrados.

Con estos primeros médicos que se involucran en latarea innovadora, se elaboró el horario de atención alos pacientes hospitalizados, se confeccionó un mode-lo de historia clínica para la especialidad y se brindóatención también a través de consulta externa, creán-dose un consultorio especializado para dicho fin. Asi-mismo, tuvo la oportunidad de equipar el servicio conlos implementos necesarios como un cráneo-grafo, ytodo lo indispensable para el buen funcionamiento deun servicio de esa categoría.

Su compromiso con la organización del Servicio fue detal magnitud, que prácticamente vivía en el Hospital,preparando reuniones científicas, reuniones de radio-

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Academia Nacional de Medicina

logía, guardias nocturnas y ocupándose directamentede todos los detalles de su funcionamiento. Es así quelogró desarrollar una verdadera escuela neuroquirúrgica,secundado perfectamente por sus médicos, quienesadquirieron la misma mística que su maestro le habíadespertado.

Supo trasmitir a sus discípulos el interés por la investi-gación, haciendo florecer en ellos el afán científico y derigor clínico, que se reflejan en las 14 tesis elaboradasen el Servicio a su cargo, siendo la primera la que pre-sentó su primer discípulo, el Dr. Francisco Alayza Escardòsobre ‘Hematoma yuxtadural’. Asimismo, se elaboraron158 trabajos, todos expuestos en diversas actividadescientíficas y publicadas en las diferentes revistas médi-cas especializadas del país y del extranjero.

Espíritu emprendedor, quiso hacer de la NeurocirugíaPeruana una especialidad que destacara y permanecie-ra en la Historia Médica del Perú. Lo logró con sus dosvolúmenes sobre ‘Trepanaciones en la Época Prehis-pánica’ y ‘Los Grandes Síndromes Neurológicos yNeuroquirúrgicos’, siendo coautor de éste ultimo elProfesor Asenjo.

Exageradamente ordenado en su quehacer diario eimpecable en sus obligaciones, fue responsable de lapublicación de 14 Volúmenes Bienales de Neurocirugíadesde 1947 a 1986, que contienen 365 trabajos en elcampo de la Neurocirugía como especialidad.

El excesivo trabajo en la función pública no le impidiódedicar largas horas a la consulta privada que iniciaba apartir de las 6 de la tarde y que a veces terminaba en lamadrugada. Era sumamente acucioso en el interroga-torio y en el examen clínico, para poder orientar a lospacientes con mayor certeza en el diagnóstico.

También la enseñanza universitaria concitó su interés,siendo solicitado para la Cátedra de Neurología queregentaba el Profesor Oscar Trelles Montes, para dic-tar el capítulo de Neurocirugía en calidad de ProfesorAuxiliar, en la que colaboró durante 10 años. Asimismoparticipó en la Cátedra de Clínica Quirúrgica del Pro-fesor Carlos Villarán, que se dictaba en el Hospital Ar-zobispo Loayza y que mantuvo durante 9 años.

La divulgación del desarrollo de la especialidad y suséxitos fueron reconocidos mundialmente debido a lamultitud de publicaciones y a su permanente concurrira los congresos internacionales, así como al interés queel Profesor Rocca puso en la calidad de sus presenta-ciones. Preparó más de 100 trabajos para CongresosNacionales y otros tantos para reuniones y CongresosInternaciones en los que participaba activamente.

Además de ser el fundador del Servicio de Neurocirugíadel Hospital Obrero también lo fue de la Cátedra deNeurología en la Universidad Nacional Mayor de SanMarcos y en la Universidad Peruana Cayetano Heredia.Fundador asimismo de la Sociedad Peruana de Psiquia-tría, Neurología y Neurocirugía, e intervino en la orga-nización de los Servicios de Neurocirugía de los Hos-pitales Arzobispo Loayza, Militar, la Asistencia Pública deLima y el Consultorio Externo de la FAP. También fueconsultor del Hospital de las Fuerzas Policiales.La actividad política no le fue ajena participando comocandidato a la segunda Vice-presidencia de la Repúblicaen las elecciones de 1985, siendo elegido Senador de laRepública para el quinquenio 1985-1990. Presidió laComisión de Salud del Senado y la Vice-presidencia dela Comisión de la Seguridad Social, fue Miembro de lasComisiones de Educación y Cultura, así como autor dela Modificación de la Ley 23415 de Trasplante de Órga-nos y Tejidos en 1987. Como miembro de la Comisiónde Salud tuvo la oportunidad de visitar los diferenteshospitales y Centros de Salud de la República Peruanay conocer de cerca la problemática sanitaria del país.El Dr. Rocca ha recibido múltiples honores y reconoci-mientos en el Perú y el extranjero, destacan como losmás importantes la condecoración por el Senado de laRepublica con la Medalla de Honor del Congreso en elGrado de Comendador, por servicios prestados, en1989, la Medalla de Honor al Mérito de la Facultad deMedicina de San Fernando y la Condecoración PalmasMagisteriales en el Grado de Amauta, en 1995.

Ha sido Presidente de la Sociedad Peruana de Neuro-logía, Psiquiatría y Medicina Legal, Presidente de la Aca-demia Peruana de Cirugía y Miembro Honorario en elaño 1983, Fellow del American College, Profesor Emé-rito de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Pre-sidente del Colegio Internacional de Cirujanos de Paris,Presidente del Instituto Hipólito Unánue, MiembroHonorario de la Sociedad de Cirugía de Madrid, entreotras distinciones honoríficas que lo enaltecen.El encargo de la ANM de ofrecer este homenaje al Dr.Esteban Rocca Costa me ha servido para que venga ami memoria los gloriosos años que tuvimos la suertede compartir en una Institución de tanta trascendenciapara la población asegurada como el es Instituto Peruanode Seguridad Social, hoy EsSalud. Estoy seguro que losmédicos que han vivido esos años de esplendor com-parten conmigo el alto honor de haber sido parte delgrupo humano que permitió el auge de nuestra institu-ción, que sólo puede tener sentido en la medida en quequede como legado a las generaciones venideras.

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Boletín enero-noviembre 2005

De acuerdo con las disposiciones de la Carta Orgá-nica y el Reglamento de la Academia Nacional deMedicina, un Académico Asociado podrá pasar a lacondición de Académico Titular y ocupar uno de losya establecidos cuarenta sillones numerados, el queserá designado en el momento de su incorporación,siempre y cuando haya sido aprobado en Sesión deGobierno de la Academia, después de una rigurosacalificación. El nuevo Académico de Número serápresentado públicamente en ceremonia de incorpo-ración por un Académico de Número designado porla Academia, a propuesta del recipiendario.

El Dr. Carlos Carrillo Parodi ha reunido todos losrequisitos exigidos y ha sido aprobada su incorpora-ción como nuevo Académico de Número de estaprestigiosa institución, habiendo tenido la particulargentileza de invitarme, en mérito a la antigua amistady otras muchas identidades que nos unen, para queme ocupe de su presentación, distinción que agradez-co muy sinceramente.

No voy a dar lectura pormenorizada al frondosocurrículo profesional, que ha sido adecuadamentevalorizado por el Comité de Calificaciones y Premiosde esta Academia, de este médico microbiólogo quese recibió de Médico el año 1960 en la UniversidadNacional Mayor de San Marcos y obtuvo el grado deDoctor en Medicina en la Universidad PeruanaCayetano Heredia el año 1973, pero si quiero desta-car importantes aspectos de sus 43 años de brillanteactividad profesional.

Como docente universitario, ha tenido una ascenden-te carrera que lo ha llevado a su actual condición deProfesor Principal de Microbiología de la UniversidadPeruana Cayetano Heredia. Paralelamente y comoparte de su responsabilidad docente, ha ejercido congran eficiencia cargos académico administrativos ensu universidad, de la que fue miembro fundador, des-empeñándose en su momento como Vicerrector,

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO DE NÚMERO DELAA DR. CARLOS CARRILLO PARODI

POR EL AN DR. ZUÑO BURSTEIN ALVA

11 de agosto, 2003

Director de Presupuesto y Administración, miembrodel Comité Directivo del Instituto de Medicina Tro-pical ‘Alexander Von Humboldt’ y Vicedecano de laFacultad de Ciencias.

Además de su actividad docente, académico adminis-trativa y de investigación universitaria, el doctor Car-los Carrillo ha hecho una larga carrera en el sectorpúblico de salud, tanto en el organismo central delMinisterio de Salud, como y prioritariamente en elInstituto Nacional de Salud, brazo científico de dichoMinisterio, donde, después de haber tenido bajo suresponsabilidad laboratorios de producción de bio-lógicos, particularmente de vacuna antivariólica, en-tre otras funciones, ocupó hasta en dos oportunida-des la Dirección y Jefatura de este importante cen-tro dedicado a la investigación, prestación de servi-cios especializados a la comunidad, capacitación es-pecializada del personal de salud, difusión de la inves-tigación y procedimientos científicos, así como alcontrol y producción de biológicos, constituyendo elmás importante organismo público en estas funcio-nes y que el Dr. Carlos Carrillo, se propuso, durantesu gestión, impulsar al nivel que le corresponde enservicio del país.

El doctor Carlos Carrillo, para desempeñar los car-gos y asumir las responsabilidades de alto nivel cum-plidos con gran competencia y rigurosidad durantetoda su vida, cuenta con un bagaje personal de grancalidad, que se inició desde su formación escolar enel Colegio Anglo Peruano de Lima, donde, además dela disciplina y los conocimientos adquiridos en eseprestigioso centro de estudios, asimiló la condiciónde angloparlante, lo que le facilitó aprovechar al máxi-mo el entrenamiento de postgrado realizado en fa-mosos centros de investigación microbiológica y desalud pública de los Estados Unidos y Canadá, comola Universidad de Michigan; en Atlanta, Georgia; en elInstituto de Investigación Walter Reed de la Armada

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Academia Nacional de Medicina

americana de Washington y en la Universidad deToronto, Canadá, contando con el apoyo de las Fun-daciones Kellog y Fullbright y de la Oficina SanitariaPanamericana. Asi mismo, incrementó su entrena-miento profesional especializado y de capacidad degestión en el Instituto Adolfo Lutz, de Sao Paulo; enCepanzo, Buenos Aires; en el Instituto Oswaldo Cruz,de Río de Janeiro; en el Instituto Pasteur, de París yen la Universidad de Piura, con cursos de alta direc-ción.

El doctor Carrillo tiene publicados, hasta el momen-to, en revistas médico científicas nacionales, extran-jeras e internacionales, 58 trabajos; ha contribuido con27 publicaciones en libros, capítulos de libros y ma-nuales científicos; ha participado en 51 congresos,seminarios y talleres. Ha recibido un Diploma, en 1991,otorgado por la Alcaldía de Managua, declarándolo‘Benefactor del pueblo de Nicaragua por su interven-ción en la campaña de prevención de la epidemia decólera’; el año 1998 Concytec le otorgó dos premiospor sus trabajos sobre fiebre amarilla y dengue y elaño 2000 recibió el Premio Hipólito Unánue por tra-bajos de investigación de las ciencias de la salud.

Su capacidad personal y alto grado de responsabili-dad le han merecido el reconocimiento de institucio-nes nacionales, extranjeras e internacionales, en nu-merosas oportunidades, con nominaciones como lasde Coordinador, Comisionado, Asesor, Supervisor,Representante oficial, Organizador y Experto, entreotras designaciones.

Como antiguo amigo de Carlos Carrillo, conozco susvirtudes y defectos y he seguido de cerca con inte-rés, su trayectoria profesional, reconociendo susméritos y felicitando sus éxitos; pero, también, mani-festando, con espíritu constructivo, mis discrepanciasen ocasiones pertinentes.

El análisis crítico de estas últimas apreciaciones melleva al recuerdo de las reuniones que, en la pausa delmediodía, teníamos en su laboratorio del InstitutoNacional de Salud, en las que conversábamos de pro-blemas de carácter social e institucional, con los queteníamos identidad de planteamientos ideológicos. Enaquel entonces –hablamos del año 1965-, CarlosCarrillo era el Jefe del Departamento de Producciónde Vacuna Antivariólica del Instituto Nacional de Sa-

lud, cargo que desempeñó hasta 1972. Su oficina que-daba en los altos de una sección del edificio, en cuyaplanta baja se encontraban las vacas inoculadas parala producción de la vacuna. La disciplina y el rigor enel trabajo que realizaba Carlos Carrillo era ejemplar,porque así lo requería la responsabilidad asumida porun conjunto de profesionales de la salud pública a nivelmundial, del que él formaba parte, y que se habíanpropuesto erradicar la viruela, una de las más peligro-sas y mortíferas pestes que diezmó la humanidad pormilenios.

Todos sabemos que uno de los éxitos más destacablesdel sanitarismo mundial en toda su historia fue laerradicación de la viruela y esto se debió al trabajoriguroso, tenaz, sin concesiones, de los planificadores,productores de la vacuna y ejecutores del programade vacunación a nivel mundial, que culminó con el éxitodeseado, en beneficio de la humanidad entera.

Uno de los héroes de esta extraordinaria gesta en elPerú fue el Dr. Carlos Carrillo Parodi, quien, del año1970 al 1972 fue Coordinador Nacional del Progra-ma Mundial de Erradicación de la Viruela en el Perú,designado por la Organización Mundial de la Salud; ydel año 1973 a 1977 se desempeñó como SupervisorPrincipal de la Comisión Nacional de Erradicación dela Viruela. Toda esta responsabilidad fue otorgada yasumida en función a sus condiciones personales, nosólo de competencia técnico científica, sino, también,a factores caracterológicos de responsabilidad, ex-traordinario celo y firmeza, que son, en realidad, vir-tudes y no defectos, cuando se ejercen en beneficiode una función pública y con profunda vocación deservicio como la que acostumbra ofrecer nuestronuevo Académico de Número, virtudes de las que,estoy seguro, se beneficiará nuestra institución.

Al margen de la actividad profesional médica, nues-tro nuevo Académico de Número, Dr. Carlos Carri-llo Parodi, es una persona de gran sensibilidad artís-tica, estimulado cotidianamente por su esposa, la Sra.Ena Mora Palacios, extraordinaria pianista y musicó-loga, gran amiga nuestra, quien, espero nos deleitaráen alguna ocasión con sus bellas interpretaciones. Lafamilia Carrillo se completa con sus dos hijos, Carlosy Virginia, a quienes doy las más sinceras felicitacio-nes por su padre, en esta significativa ceremonia.

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Boletín enero-noviembre 2005

El Dr. Hernán Miranda Cueto es un paradigma en sudedicación a la docencia universitaria, a la investigacióncientífica, a la creación y promoción institucional, a laproyección social de la universidad y de la medicina.

Es para mi, por tanto, un gran honor que agradezco,el haberme elegido para presentarlo esta noche ensu justa promoción como Académico de Número dela Academia Nacional de Medicina. Tarea difícil, porcierto, porque las palabras de presentación no siem-pre reflejan con exactitud ni comprenden con juste-za la labor desempeñada durante sus casi cincuentaaños de vida fructífera y ejemplar.

El Dr. Hernán Miranda nació en el distrito El Rosario,provincia de Acobamba, en Huancavelica, en una ca-sita frente al río, un 7 de abril de 1924, hijo de donTeófilo Miranda y de doña Roberta Cueto.

Cursó sus estudios primarios en Lircay, Angaraes ysecundarios en el renombrado Colegio Nacional San-ta Isabel de Huancayo. Sus estudios de medicina loshizo en la Facultad de Medicina de San Fernando, enla Universidad Nacional Mayor de San Marcos, gra-duándose como Médico Cirujano en 1955.

Pero el Dr. Miranda no ha sido un hombre conformistacon cada logro alcanzado en su formación profesio-nal, sino, por el contrario, siempre ha buscado la opor-tunidad de seguir progresando y capacitándose cadavez más, para, a su vez, ser más útil a la sociedad, y demanera particular como guía de sus estudiantes yseguidores. Así, en 1973 aparece entre los pocos quehasta entonces habían logrado el grado de Doctor enMedicina, grado que le fue otorgado por la Universi-dad Nacional Mayor de San Marcos, habiendo presen-tado el trabajo titulado Micosis Ocular, aspectos clí-nicos, epidemiológicos y experimentales.

Hernán Miranda, más tarde, ha orientado su queha-cer profesional al campo de la medicina tropical, cur-sando estudios de postgrado en el Instituto de Medi-

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO DE NÚMERO DELAA DR. HERNÁN MIRANDA CUETO

POR EL AN DR. EDUARDO A. PRETELL

23 agosto 2003

cina Tropical de Sao Paulo, Brasil, en 1962. En Budapest,Hungría, asistió al curso de Enfermedades Entéricascon una beca de la Organización Mundial de la Saluden 1967, y en Japón a un curso avanzado de para-sitología en el Departamento de Parasitología de laUniversidad de Chiba en 1980.

Su carrera docente la inició como ayudante en laCátedra de Microbiología de la Facultad de Medicinade San Fernando y más tarde como ayudante de laCátedra de Medicina Tropical en la misma facultad. Apartir de 1955, Hernán Miranda engruesa las filasdocentes de la Facultad de Medicina de la Universi-dad Nacional de Trujillo, desempeñándose primerocomo Profesor de Biología en Premédicas en 1957,en reemplazo del Dr. Luis Cook, quien fuera mi pro-fesor durante mis estudios de pre-médicas en la Fa-cultad de Ciencias de dicha Universidad. Un año mástarde dio inicio a la Cátedra de Microbiología yParasitología, teniendo como colaboradores a los Drs.Oscar Grados, Jesús García y Nicanor Ibáñez. En sucarrera docente el Dr. Miranda alcanzó el máximonivel como Profesor Principal de Microbiología yParasitología y la culminó como Profesor Emérito dela Universidad Nacional de Trujillo en 1994.

En su labor creadora y promotora, Hernán Mirandaha ocupado muchos e importantes cargos, entre loscuales quisiera destacar algunos de ellos. Ha sido co-fundador de la Facultad de Medicina de la Universi-dad Nacional de Trujillo, habiendo ocupado el cargode Decano de la misma entre l998-l999 y DirectorUniversitario de Investigaciones en l970. Promovió lacreación del Instituto de Medicina Tropical e Infecto-logía en l993 en la misma facultad, y desde entoncesocupa el cargo de Director del mismo, al que fuenombrado durante el Decanato del Dr. Walter Llaque.En 1970 encabezó la manifestación estudiantil de losMandiles Blancos, junto con Milciades Pachas y PaúlMure, para la creación del Hospital Regional como

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Academia Nacional de Medicina

hospital Docente de Trujillo, gestión que tuvo lugardurante el gobierno de Manuel Prado. También ha sidoJefe alterno del Laboratorio del Hospital RegionalDocente y Responsable de la Sección de Microbiolo-gía y Parasitología por un periodo de 17 años a partirde la fundación del Hospital. Hernán Miranda ha sidotambién Vice-Presidente de la Liga de Lucha contra elCáncer de Trujillo y co-fundador del Centro Detec-tor de Cáncer, asimismo ha sido promotor de laCampaña contra el Cólera a nivel Comunitario y esMiembro del Patronato ‘Festival de las Artes’ queorganiza las Bienales de Arte Contemporáneo y esAsesor y Miembro Honorario del Círculo de Expo-sición Socio-Cultural Daniel Alcides Carrión.

Y como corresponde a un investigador y docente nato,como el mismo se autotítula, nunca ha dejado de serun ‘aprendiz’. Hernán es un incansable estudioso dela leishmaniasis y microcultivos de hongos y haincursionado en muchas otras actividades creativas.Es un antropólogo autodidacta y de reconocido pres-tigio en la región, posee una impresionante colecciónde huacos y ha escrito un análisis de los horizontesde las culturas preincaicas.

En reconocimiento a sus reconocidos méritos, laAcademia Nacional de Medicina lo incorporó comoMiembro Asociado en 1988, y tuvo la responsabilidady el honor de presidir el Comité Local de Organiza-ción del Congreso Bienal de la ANM realizado aquíen Trujillo en 1990, al igual que ahora, con ocasión dela realización VII Congreso de la Academia. Pertene-ce, además, a otras 8 sociedades médico-científicasnacionales y 6 extranjeras.

Entre las distinciones que ha recibido, destacamos lassiguientes: Medalla de Oro de Medicina Tropical otor-gada por el Instituto de Medicina Tropical de Sao Paulo,Brasil, Medalla de Oro del CMP en 1989, Medalla deOro de la Universidad Nacional de Trujillo, DiplomaHonorífico de la Facultad de Ciencias Médicas de laUNT como docente fundador, Diploma Honoríficodel Concejo Provincial de Trujillo, epónimo de la Pro-moción XXVII de Estudiantes de Medicina, PrimerPremio de la Primera y Segunda Bienal de Medicinadel CMP de Trujillo, Medalla de Oro de la Municipa-lidad Provincial de Trujillo, Diploma de Honor otor-gado por Ministerio de Salud de Venezuela, PremioConcytec 1996, Medalla de la Orden José FaustinoSánchez Carrión por la UNT, Miembro Honorario dela Sociedad Peruana de Parasitología, Miembro de Ho-nor del II Congreso Peruano-Ecuatoriano de Medici-na Tropical, Miembro Honorario del Círculo de Ex-posición Socio-Cultural Daniel Alcides Carrión.

La lista de sus publicaciones incluye cincuenta y sieteartículos en revistas nacionales y extranjeras y sietelibros y monografías.

Para terminar, quisiera señalar un premio adicional yacaso el más importante que Hernán ha recibido ensu vida, su matrimonio con la distinguida damatrujillana Dra. Mily Troncoso, quien ha tenido la capa-cidad de anclarlo en esta hermosa ciudad y con quienha constituido un hogar ejemplar, fruto del cual sonel premio de cinco hijos, Elena, psicóloga, Hernán yRoberto, destacados médicos que ejercen en USA,Carina, Master en Fitopatología en Cornell, y Aarón,ingeniero industrial.

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Boletín enero-noviembre 2005

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO DE NÚMERO DELAA DR. RAÚL GAMBOA ABOADO

POR EL AN DR. ALBERTO RAMÍREZ RAMOS

4 de setiembre 2003

Mi dilecto amigo, el Dr. Raúl Gamboa Aboado, quien enesta ceremonia va a ser incorporado como Miembrode Número de la Academia Nacional de Medicina, meha conferido el honor de hacer la presentación queestatutaria y tradicionalmente corresponde en el Actode Admisión de un Académico de Número.La trayectoria del Académico Dr. Raúl Gamboa Aboadoes conocida, por lo cual él goza de un merecido pres-tigio nacional e internacional. Su vasto currículum, enesta ocasión no sería posible exponer en detalle. Es poresto que en los minutos de que dispongo voy a dar unaspinceladas de los aspectos más saltantes de la vida yquehacer de este distinguido médico y profesor uni-versitario, brillante investigador, cultor de la música ydel deporte y hombre probo.

Raúl Gamboa, Médico

Se desarrolla y moldea con maestros de la talla de losdoctores Alberto Hurtado y Dante Peñaloza en el Perúy Arthur Grishman en New York, Alexander Nadas, PaulHugenholtz y Grier Monroe en Boston, CarltonChapman en Dallas y Hubert Pipberger en WashingtonDC, que son sus mentores y paradigmas.Durante siete años realiza sus estudios de post grado,sucesivamente en el Mount Sinai Hospital de New York,en el Childrens Hospital y la Universidad de Harvarden Boston, en la Universidad de Texas y el HospitalGeorgetown en los Estados Unidos de Norteamérica.Se gradúa de Doctor en Medicina con la tesis ‘Factoresextramiocárdicos en el electrocardiograma del habitan-te de las grandes alturas’. Ha sido Médico Asistente enel Servicio de Cardiología del Hospital Arzobispo Loayza,Jefe de Laboratorio de Esfuerzo Físico de la Universi-dad Peruana Cayetano Heredia. Con el Dr. DantePeñaloza fundan y ejercen con lustre su especialidad enel Instituto de Cardiología de la Clínica San Felipe, delcual es Subdirector.Participa como Conferencista o Ponente en 396 even-tos científicos organizados por numerosas institucio-

nes entre otras, las Sociedades Peruanas de Cardiologíay de Medicina Interna, el American College of ChestPhysicians, la Sociedad Peruana de Medicina Interna, laUniversidad de Río Grande Do Sul, la InternationalSociety of Hypertensión, las Sociedades Ecuatoriana,Brasileña, Chilena, Colombiana y Boliviana de Cardio-logía, entre otros.

Como un reconocimiento a su destacada carrera mé-dica las siguientes instituciones lo han incorporadocomo Miembro Activo: La Sociedad Peruana de Cardio-logía y de Hipertensión, en las que llegó a ser su Presi-dente; las Sociedades Peruanas de Angiología, Pediatría,Medicina Interna, Gerontología y Geriatría, siendoMiembro Honorario de la Sociedad Ecuatoriana deCardiología, y Miembro Correspondiente de la Socie-dad Chilena de Cardiología, del Inter. American Societyof Hypertensión y del Comité Editorial del AmericanCollege of Cardiology en su edición en español.

Raúl Gamboa, Investigador

Es autor de dos libros sobre Fisiología del Esfuerzo Físicoy de 10 capítulos en Libros de Cardiología. Ha publica-do 74 artículos de su especialidad, siendo autor princi-pal de 53; 20 de los cuales han sido editados en revistascientíficas extranjeras, principalmente en los EstadosUnidos de Norteamérica e Inglaterra y 33 publicacio-nes médicas peruanas, siendo coautor de 21 artículos,de los cuales 18 han sido editados en revistas extran-jeras de la especialidad.

La prolífica producción científica antes mencionada esla muestra clara de sus trabajos de investigación endiversos aspectos de la especialidad de Cardiología.Dentro de este numeroso y singular grupo de contri-buciones destacan dos por su trascendencia, originali-dad y aporte: ‘La resistencia eléctrica del tórax, modifi-cando las características electrocardiográficas del ha-bitante de las grandes alturas’, con el que demostró quela conformación toráxica del hombre de la alturamagnifica electrocardiograficamente la hipertrofia ven-

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Academia Nacional de Medicina

tricular derecha. Otro trabajo significativo es el de sus‘Estudios en el recién nacido a nivel del mar y de la al-tura’, única referencia bibliográfica en el mundo, con elque probó que la hipertensión pulmonar de la alturanace con el nativo.

En el año de 1970 se le confirió el Premio HipólitoUnanue y como coautor de dos libros ha compartidoel Premio Hipólito Unanue a la Mejor Edición Científi-ca en dos oportunidades. La Universidad Peruana Ca-yetano Heredia le ha otorgado la Condecoración de laOrden Cayetano Heredia en el Grado de Gran Oficial.

Raúl Gamboa, Docente

Inicia su carrera docente como Profesor Asistente enla Universidad de Texas, luego como Profesor Asociadode Medicina en la Universidad de Georgetown, y a suretorno al Perú como Profesor Asociado en la Univer-sidad Federico Villarreal, la Universidad Nacional Ma-yor de San Marcos y por sus altas calificaciones ingresacomo Profesor Principal a la Universidad Peruana Caye-tano Heredia en 1978, Casa de Estudios en la que eselegido para ejercer el alto cargo de Vicerrector deInvestigación y al cesar en esta posición elegido Profe-sor Extraordinario Investigador y Profesor Emérito.

Raúl Gamboa y la Medicina del Deporte

Raúl Gamboa ha extendido su actividad docente, deatención médica y de investigación al campo de laMedicina del Deporte, en el que ha hecho notablescontribuciones, es Miembro del American College ofSports Medicine, Miembro Honorario de la SociedadBoliviana de Medicina del Deporte. Ha sido Presidentede la Sociedad Peruana de Médicos del Deporte, de laFederación Peruana de Natación, del Comité Olímpi-co Peruano, de la Organización Deportiva Bolivariana,de la Organización Deportiva Sudamericana y concurri-do en representación de nuestro país Presidiendo la De-legación Olímpica Peruana a los Juegos de Seúl, Corea.

Raúl Gamboa, Cultor del Arte Musical

Así como atiende hipocráticamente a sus pacientes,produce artículos científicos, concibe proyectos origi-nales de investigación, diseña currículas de estudio yactúa en campos como la Medicina del Deporte,incursiona con talento como compositor de nuestramúsica criolla. Tiene 35 Valses compuestos, siendo unade sus mejores intérpretes Anita de Salazar, esposa desu hermano político, el Dr. Fernando Salazar Cabrera.En un viaje al Norte del Perú fui testigo de su facilidady aptitud para componer improvisadamente. Durante

un almuerzo se entusiasmó frente a un conjunto crio-llo y con gran competencia compuso dos valses queterminó enseñando a estos músicos, deleitándonos atodos los presentes con su melodía y expresivas letras.

Raúl Gamboa Padre y Esposo Ejemplar

Casado con la distinguida, simpática dama y gran amigaRosita Salazar Cabrera de Gamboa. De la unión de estamaravillosa pareja han nacido tres hijos: Rosita, Profe-sora, Jorge, Cheff Internacional y Raúl, Ingeniero Indus-trial, los que les han dado el regalo de cinco nietos, quecon ellos son la alegría de su hogar.

Raúl Gamboa y su Metamorfosis

Este hombre sobrio, risueño, amigable, Profesor desta-cado, investigador original que merecidamente ocupa,gracias a sus méritos, sus aportes y manera de ser elsitial que tiene, en una reunión social es la persona másalegre y que transmite júbilo y regocijo. Ante los acor-des de la música bailable se produce en él lo que susamigos hemos llamado ‘una metamorfosis’; se convier-te en un incansable y diestro bailarín que como un quin-ceañero baila y hace bailar a cuanta dama esta a su vista.De esto pueden dar fe muchas señoras aquí presentes.

Raúl Gamboa, Amigo

Con Raúl nos conocimos en el año de 1953 en la cáte-dra de Bioquímica y posteriormente coincidíamos ennuestro camino al Hospital Loayza; conversábamossobre diversos aspectos de nuestras impresiones de lamedicina y la vida estudiantil. Transcurren 50 años yvolvemos a frecuentarnos diariamente durante un buennúmero de meses con ocasión de haber sido elegidopara sucederme en el cargo de Vicerrector de Investi-gación de la UPCH. Las conversaciones ahora ya no erande dos estudiantes adolescentes, sino de dos hombresmayores, con la experiencia adquirida en la vida y la per-cepción de ésta con las vivencias tenidas a lo largo deestos lustros. Raúl, en el fondo era el mismo, mantenien-do sus cualidades innatas fortalecidas por la madurezque dan los años: sencillo, generoso, profundo, honesto,leal, comprensivo, permeable, pero enérgico y decididocuando era necesario, teniendo siempre una rápida yreal percepción de los problemas y situaciones.

Señores Académicos, distinguidos colegas, señoras yseñores, la ANM incorpora del día de hoy como Aca-démico de Número a un médico íntegro e integral deuna brillante y ejemplar trayectoria, no sólo comomédico sino como docente, investigador, instituciona-lista, académico y como persona.

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Boletín enero-noviembre 2005

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO DE NÚMERO DELAA DR. JUAN MANUEL CUBA RODRÍGUEZPOR EL AN DR. ROGER GUERRA-GARCÍA

27 de octubre 2003

Mi primer recuerdo del Dr. Cuba se remonta a me-dio siglo atrás, cuando Jefe de Práctica de la Facultadde Medicina nos introdujo al difícil arte del examenneurológico. Ya profesionales continuamos siendoamigos compartiendo nuestra admiración por el pro-fesor Oscar J. Trelles, ilustre neurólogo peruano, lim-pia figura política nacional y miembro de esta Acade-mia, a cuya presidencia, sin embargo, no accedió.

Lo anterior explica que el Dr. Cuba me haya hechoel honor de designarme para su presentación estanoche. Dando cumplimiento al ritual de la Academiapaso ahora a reseñar su curriculum vitae, tarea nadafácil por su riqueza.

El título de médico y cirujano lo obtuvo en 1955 enla Universidad de San Marcos con una interesante tesissobre ‘La Reserpina en los Síndrome Extrapiramidales’trabajo novedoso aquí y afuera pues recién se inicia-ba en el mundo el uso de la rawolfia.

Su grado doctoral lo obtuvo en 1971 en la Universi-dad Cayetano Heredia con la tesis ‘La PanencefalitisEsclerosante Sub-Aguda’, ante un jurado conforma-do nada menos que por Oscar Trelles y Alberto Hur-tado.

En 1992 fue incorporado como Miembro Asociadode esta Academia.

El adiestramiento en el Perú lo hizo en dos camposen Neurología con la Dra. Susy Roedembeck y elprofesor J. O. Trelles y en Siquiatría con don AlfredoSaavedra y el profesor Honorio Delgado; este es uncuarteto de ases que enorgullece a nuestro homena-jeado.

Prosiguió su adiestramiento en el extranjero y estu-vo en la Universidad de París entre 1959 y 1962 tra-bajando con los profesores A. Delmas, y F. Lhermitteen el famoso Hospital ‘La Salpetriere’; también fre-cuentó los servicios de Neuro-Siquiatría de Henry Ey.y de Anatomía Patológica de R. Garcin y Lapresle.

Se inició muy temprano en la docencia en la Cátedrade Neuroanatomía de San Fernando, luego en la deSemiología Siquiátrica, para pasar a la Cátedra deNeurología que regentó don Oscar Trelles. Tambiénfue docente en la Facultad de Medicina de París.

Profesor fundador de la Universidad CayetanoHeredia tuvo a su cargo el curso de Semiología delSistema Nervioso y en paralelo ejerció la docenciaen San Marcos, en una actitud que era poco frecuen-te. También fue profesor en la Universidad Católica adonde llegó invitado por Luis Trelles Montero, hijo desu maestro y recordado neurólogo y hombre de bien,cuya temprana desaparición seguimos lamentando.

El Dr. Cuba ha sido profesor visitante del HospitalJohns Hopkins en el Departamento de Neurología.Como natural culminación de su calidad y esfuerzollegó a la categoría de Profesor Principal en la Uni-versidad Cayetano Heredia en 1975 y en San Marcosen 1977.

No ha rehuído Juan Manuel labores administrativo-académicas y así, ha sido miembro de las ComisionesPedagógica y de Tesis de la Universidad CayetanoHeredia; y Coordinador de docencia de la Universi-dad San Marcos en el Hospital Santo Toribio deMogrovejo; luego ha colaborado en las ComisionesNacionales de Especialistas, presidiendo la de Neu-rología del Colegio Médico del Perú en 1978. Es dedestacar su cargo de Director de Docencia y Proyec-ción a la Comunidad en el Instituto Nacional de Cien-cias Neurológicas ‘Oscar Trelles’ y el haber sido elec-to representante de los Profesores Asociados ante laAsamblea Universitaria de la Universidad CayetanoHeredia.

Cuba pertenece a un número igual de SociedadesMédicas Peruanas que de Extranjeras, entre éstas:Société d´ Antropologie de Paris, Société Anatomiquede Paris y Sociedad Internacional de Neurología.

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Academia Nacional de Medicina

Al ver sus publicaciones uno admira su productividady calidad: así el Dr. Cuba es primer autor de cincolibros, uno en francés y cuatro en español, destacanentre ellos ‘Los Fundamentos de Semiología Neuro-lógica’ que ha llegado a cuatro ediciones entre 1970y 1989; es decir, un libro válido durante veinte añosen el Perú.

En colaboración con otros ha publicado el libro ‘Precisd´Anatomo-Physiologie Normal et Pathologique dySusteme Nerveux Central’ con P. Masquin y J. Trelles en1966, y ‘Los Grandes Síndromes Neurológicos yNeuroquirúrgicos’ con el profesor chileno AlfonsoAsenjo, en el capítulo en redacción conjunta con J. O.Trelles y G. Herrera.

Sus publicaciones en revistas son numerosas, conelegancia Juan Manuel destaca su primera publicación‘Un caso de Parálisis Facial Consecutiva a VacunaciónAntitetánica’ en la Revista Neurosiquiatría de 1954; yla última ‘Sobre los Retrovirus y algunos datos refe-rentes al Perú’, Folia Dermatológica de 1998. Lasdecenas de publicaciones restantes han versado prin-cipalmente sobre el tronco cerebral, las coreas, elsistema extrapiramidal y las enfermedades por virusy retrovirus.

De la extensa relación destaco algunas: su análisis de‘Biologie de la Liberte’ de Nerio Rojas publicada en 1961y su contribución a la Revista de la Asociación deEstudiantes de Cayetano Heredia ‘Evolución y Con-cepto de la Semiología’ de 1965. También el artículosobre ‘La Forma Demencial de los HematomasSubdurales Crónicos’ en la Revista Neurosiquiatríade 1968. Finalmente su sentido ‘In Memorian’ enhonor de don Julio Oscar Trelles publicado en ActaHerediana en 1991.

Esta es una apretada síntesis del currículo de JuanManuel Cuba Rodríguez; agregaré algunos hechos queél no los consigna y que aprecio particularmente.

El Dr. Cuba nació en Cajabamba, la ‘Gloriabamba’ asíbautizada por el Libertador Bolívar y después pinta-da por José Sabogal, mantiene afecto y admiración porsu ciudad en la cual empezó su afición por la literatu-ra, a la cual pensó dedicarse.

La educación primaria la cursó en su tierra donde tuvocomo maestro inolvidable a don Celso Benigno Cal-derón; obtuvo el primer lugar de su promoción y asíla beca para ir a estudiar al centenario Colegio ‘SanRamón’ de Cajamarca; por razones económicas de-

clinó la beca y con la ayuda paterna hizo la secundariaen otro centenario colegio, el ‘San Juan’ de Trujillo;ambos colegios nacionales como otros, ‘San José’ deChiclayo y ‘San Miguel’ de Piura, fueron sólidos yexigentes centros de educación secundaria en loscuales estudiamos la mayoría de los jóvenes de esoslugares (sólo los muy acomodados llegaban a cole-gios privados de la capital); esta es una situación queha cambiado para mal y algún esfuerzo debería ha-cerse para que esos colegios emblemáticos recupe-ren su lugar y puedan allí educarse seriamente losjóvenes provincianos sin fortuna.

Terminada la secundaria el Dr. Cuba ingresó a la Fa-cultad de Ciencias de la Universidad de Trujillo; deambos centros, Colegio ‘San Juan’ y la Universidadrecuerda nítidamente la figura de un profesor: donRamiro Ñique.

Toda esta etapa antes de llegar a la Facultad de Medi-cina la cursó el Dr. Cuba en pobreza, ingeniándose paraconformar cuadernos en base a hojas de descarte, talcomo lo hiciera cien años atrás Hermilio Valdizán,quien dice que desarrolló una microcaligrafía que lepermitía escribir en los márgenes y en cualquier res-quicio de las escasas hojas de papel.

Desde su primera estadía en París en los años cin-cuenta, el Dr. Cuba se enamoró profundamente deesa bella ciudad y a ella regresa anualmente en unasuerte de peregrinaje, para ver ‘los barquitos en elSena’, el Barrio Latino, la catedral de Nuestra Señoray todos los domingos visitar el Museo de Louvre.

También visita en París los hospitales e institutos quefrecuentó cuando estudiante.

Hay otra similitud con sus maestros don HonorioDelgado y Oscar Trelles, comparte el buen manejodel lenguaje, la corrección en el trato, la cordialidadsincera, en fin la bonhomía, tan rara en esta época.

El Dr. Cuba es miembro de la Promoción Juan Werner1954, ejemplo de fraternidad de los ex alumnos deMedicina de San Marcos que las otras promocionesvemos con alguna envidia.

El Dr. Cuba es amigo sincero, sin dobleces, constantey por tanto quienes disfrutamos de su amistad, nossentimos orgullosos.

Esta noche la Academia Nacional de Medicina le in-corpora como Miembro Titular y por ello debemosregocijarnos.

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Boletín enero-noviembre 2005

En primer lugar, quisiera agradecer la deferencia de midistinguido amigo Dr. Amador Carcelèn Bustamante, alconfiarme el honor de hacer su presentación en estaceremonia convocada para su reconocimiento comoAcadémico de Número de la Academia Nacional deMedicina.

Quisiera comenzar diciendo que tengo el privilegio deconocer a Amador desde mis épocas de estudiante demedicina en la Facultad de Medicina de San Fernando,y muy especialmente durante mi internado en medici-na en la Sala 2 del Pabellón 1 del Hospital ArzobispoLoayza, con nuestro recordado y destacado discípulo yseguidor.

En el devenir de los años posteriores he continuadosiendo testigo y admirador de su importante y produc-tiva labor como docente, como investigador y comolíder de muchas iniciativas y gestiones en la Facultad deMedicina Y en el Instituto de Investigación de la Alturade la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en elHospital de Cayetano Heredia, en el Colegio Médicodel Perú, y en muchas otras instituciones.

Dentro de su positiva gestión, destaca aquella que loidentifica como unos de los símbolos de la docencia enservicio, a la cabecera del paciente en la sala hospitala-ria, labor que le ha merecido el reconocimiento de lasvarias generaciones de estudiantes de medicina que hanrecibido sus enseñanzas, que siempre lo han encontra-do para solicitarle su opinión y consejo, y que por ellolo llaman el Maestro Carcelén.

Amador nació en Lima en 1931, hizo sus estudios demedicina en la Facultad de Medicina de San Fernando,graduándose como Médico Cirujano en 1957. Su tesisde Bachiller se tituló el Estudio de la PoliarteritisNodosa.

En 1972 obtuvo el Grado Académico de Doctor enMedicina en la Universidad Peruana Cayetano Heredia,con el trabajo titulado Biopsia Pleural y Peritoneal parael Diagnóstico de Derrames Exudativo.

Su carrera docente la inicio en la Facultad de Medicinade San Fernando en 1957 como Profesor Auxiliar deMedicina en la Cátedra de Fisiopatología. A partir de1961, sin embargo, como participante del movimientouniversitario que dio origen a la creación de la Univer-sidad Peruana Cayetano Heredia, su carrera universita-ria la desarrolló con ejemplar dedicación en este nue-vo centro forjador de profesionales de la salud en elpaís. Fue nombrado de inicio Profesor Asociado deMedicina y progresivamente escaló al nivel de ProfesorPrincipal en 1970, para, a partir del 2001 ser reconoci-do en la categoría de Profesor Investigador Extraordi-nario y un año más tarde como Profesor Emérito.

La dinámica participación del Dr. Carcelen en la vida uni-versitaria de la UPCH, ha significado también su desem-peño en importantes cargos institucionales. Entre es-tos, ha sido Jefe del departamento Académico de Me-dicina, Vicedecano de la Facultad de Medicina, DirectorUniversitario de Asuntos Estudiantiles y Director Uni-versitario de Personal Docente. También, en diversasocasiones, fue elegido Miembro del Consejo Ejecutivoy del Consejo Universitario, y Miembro de la AsambleaUniversitaria y de la Asamblea Estatutaria.

Su labor universitaria ha estado permanentemente vin-culada con su carrera y labor asistencial, en la cual esreconocido como uno de los más destacados médicosinternistas del país. Estas ultimas se desarrollaron ini-cialmente en el Hospital Arzobispo Loayza, pero luegoprincipalmente en el Hospital Nacional CayetanoHeredia. Conformó el grupo de profesionales que en1986 dieron inicio al funcionamiento de dicho Hospi-tal, destinado a convertirse posteriormente en el prin-cipal centro docente asistencial de la UPCH. Allí juntocon Armando Silicani, fueron Jefe de los dos Serviciosde Medicina que constituían el Departamento de Me-dicina, cuyo Jefe era el Dr. Carlos Monge Cassinelli, im-primiéndole un ritmo de trabajo y de enseñanza del másalto nivel académico. En 1985 llegó a ocupar el cargo dejefe de dicho departamento.

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO DE NÚMERO DELAA DR. AMADOR CARCELÉN BUSTAMANTEPOR EL AN DR. EDUARDO PRETELL ZÁRATE

27 de noviembre, 2003

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Academia Nacional de Medicina

Amador Carcelen ha sido gestor y fundador de impor-tantes centros y programas dentro del binomio UPCH-HNCH. Como discípulo del Profesor Alberto Hurta-do en el campo de la investigación de la fisiopatologíade la altura, en 1963 recibió también el encargo de fun-dar y Jefaturar el Laboratorio de Respiración del reciéncreado Instituto de Investigaciones de la Altura, funciónque desempeñó hasta hace dos años.

Es reconocido como el gestor e iniciador en el Perúdel Residentado Médico en Medicina Interna de laUniversidad Peruana Cayetano Heredia, que sirvió deeje dinamizador para la estructuración de Programa deSegunda Especialización o de enseñanza de post-gradoen forma escolarizada. Fue también creador del Resi-dentado en Neumología. Posteriormente, con el con-curso de distinguidos médicos especialistas del Hospi-tal, Carlos Monge, César Torres, Armando Silicani, HugoLumbreras, Jorge Berríos, Fernando Tapia, EmilkioCrosby y el que habla, siguió la implementación de losResidentados en las diferentes especialidades de medi-cina, cirugía, pediatría y ginecoobstetricia.

En 1974, fundó el Programa de Control de Tuberculo-sis del HNCH, cuya jefatura ejerció por seis años.

Entre otros importantes cargos institucionales desem-peñados por Amador Carcelen debo señalar los siguien-tes: Presidente del Cuerpo Médico del Hospital Nacio-nal Cayetano Heredia en 1968-1970; dos veces Vice-decano del Colegio Médico del Perú, durante los pe-ríodos 1973-1975 y 2000-2001, periodos en los quetambién fue Miembro del Consejo Nacional del Cole-gio Médico y Presidente del Comité de Doctrina y Le-gislación del Consejo Nacional del CMP; Presidente delComité de Especialistas en Medicina Interna, CMP;Miembro del Comité de Ética y Calificación Profesio-nal de la Sociedad Peruana de Medicina Interna. En elMinisterio de Salud ha sido en diversas oportunidadesMiembro del Comité de Formulación del Petitorio deMedicamentos Básicos, de la Comisión encargada deredactar el Formulario Nacional de Medicamentos, delComité de Inscripción y Reinscripción de ProductosFarmacéuticos y del Comité Encargado de la Estruc-turación del Programa de Medicamentos Esenciales.

Sociedades Científicas• Miembro Titular fundador de la Sociedad Peruana

de Medicina Interna• Miembro Titular fundador de la Sociedad de Ne-

frología del Perú• Miembro Honorario fundador de la Asociación Pe-

ruana de Reumatología

• Miembro del Comité consultivo Permanente del aFundación Instituto Hipólito Unánue.

• Miembro de la Asociación Peruana para el Estudiode Enfermedades del Hígado.

• Miembro de la Sociedad de Hipertensión Arterial.• Académico Asociado de la Academia Nacional de

Medicina, 1997.

Publicaciones

Tiene 56 trabajos publicados como artículos en revis-tas nacionales y extranjeras y en libros o como resú-menes presentados en congresos. Sus trabajos versansobre fisiopatología de la altura y medicina interna engeneral, y sobre enfermedades infectocontagiosas enparticular. También ha sido co-autor del Vademécum deMedicamentos Básicos del MINSA y por su reconoci-da experiencia farmacológica ha participado en losComités de Formulación de Petitorios de Medicamen-tos Básicos del ministerio de Salud, por más de 5 año.

Distinciones• Medalla de Honor al Merito Colegio Médico del Perú• Epónimo de la Promoción de Médicos Especialistas

1991. Universidad Peruana Cayetano Heredia.• Distinción por honor al Mérito, Cuerpo Médico del

Hospital Nacional Cayetano Heredia 1993.• Medalla de honor al Merito. Hospital San Juan de Dios

del Callao.• Condecoración con la Orden Cayetano Heredia en

la clase de Oficial primero y luego de Comendador.• Medalla y diploma al Mérito. Sociedad Peruana de

Neumología.• Placa Y Diploma al Mérito. Hospital Central de la

Fuerza Área del Perú• Medalla y Diploma por Trayectoria Profesional. Clí-

nica San Pablo.• Colocación de Placa Recordatoria con el nombre

de ‘Amador Carcelen Bustamante’ en el Pabellón deMedicina B del Hospital Nacional Cayetano Heredia.

• Medalla de Honor al Mérito Extraordinaria. ColegioMedico del Perú.

• Miembro Honorario Fundador de la sociedad deMedicina Interna del Perú.

Señor Presidente, Señores Académicos, la AcademiaNacional de Medicina esta noche, con el justificado ymerecido reconocimiento del Profesor Dr. AmadorCarcelen Bustamante como Miembro de Número,levanta su capacidad para cumplir sus fines institu-cionales con la calidad y la responsabilidad que le soninherentes.

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Boletín enero-noviembre 2005

PRESENTACIÓN COMO ACADÉMICO DE NÚMERO DELAA DR. ELEODORO FREYRE

POR EL AN DR. MELITÓN ARCE

3 de agosto 2004

Debo empezar refiriendo que conocí a EleodoroFreyre Román hace 54 años, cuando ambos, conjun-tamente con otros estudiantes, procedentes de lassecciones de premédicas de las diversas universida-des del país, lográramos, luego de un segundo exa-men de admisión, el tan ansiado ingreso a la Facultadde Medicina de la UNMSM. San Fernando, nombrecon que tradicionalmente se la ha conocido, era en-tonces la única de su género en el país; todo aquélque aspirara incursionar en la ciencia de Galeno, de-bía indefectiblemente ser admitido en ella, luego deaprobar 2 años previos de ciencias, conocidas comolas premedicas. Un total de 340 alumnos iniciamos ellargo camino de 7 años de estudios, que nos condu-ciría a la ansiada meta de ser finalmente médicos. Loque ocurrió en dicho lapso fue sin duda una sucesiónde inolvidables y positivas experiencias que moldea-ron nuestro espíritu y permitieron un engarce armó-nico con la cantidad y calidad de los conocimientosadquiridos. La excelencia humana y científica de nues-tros maestros, a quienes no me atrevo a citar portemor a incurrir en omisiones y con ello en unainvoluntaria ofensa a su invalorable contribución ennuestra formación, dio sus frutos; con su ejemplo ysu palabra impusieron en nosotros un sello indeleblede responsabilidad, amor al prójimo y conducta éti-ca. Los estudiantes fuimos conociéndonos cada vezmejor y estrechando vínculos afectivos cada vez mássólidos; aprendimos en suma, primero a comprender-nos y tolerarnos y luego también a querernos. Pro-ducto de ese sentimiento es sin duda la preferenciaque el doctor Freyre ha expresado al dispensarme elalto honor de hacer esta presentación Tuve la satis-facción de ser delegado de la promoción y como talla oportunidad de mantenerme cercano a muchas delas vicisitudes que como estudiantes enfrentamos enese largo periodo. Frecuentè a casi todos mis com-pañeros; a algunos de ellos, que han partido ya en elviaje sin retorno y moran seguramente en el templo

de los dioses, les recordamos siempre con cariño ycon pena. A los que nos mantenemos en la brega poresta vida, nos toca honrar su memoria y la de nuestrosqueridos maestros, procurando que, dentro de nues-tras posibilidades hagamos que el ejercicio profesionalsea una practica que concilie la excelencia científica conla idoneidad moral.

A propósito del culto a estos valores, debo, señorpresidente, en esta solemne oportunidad, reconocerque, entre quienes, desde los albores de la vida estu-diantil universitaria hasta el momento actual, estuvie-ron siempre a la vanguardia en su práctica perseve-rante, constituyéndose en dignos abanderados de ellas,figura el personaje de quien nos ocupamos esta no-che, Eleodoro Freyre, al que con vuestra venia y com-prensión llamarè en adelante, como solemos hacerloen la vida diaria, simplemente Lolo. Fue a poco deiniciar las clases que comenzamos a distinguir en élsu carácter afable y su espíritu reflexivo en una justacombinación con su pasión por alcanzar las metaspropuestas; también su sentido de responsabilidad, sucontracción al estudio y su dedicación a los trabajosprácticos. Son inolvidables, entre otras cosas, la pro-lijidad, pulcritud y precisión de sus trabajos de disec-ción en Anatomía Humana, los que emprendía juntoa otro distinguido miembro de nuestra promoción,tempranamente desaparecido, Rodrigo Castro de laMata. Lolo, siempre afectuoso y dispuesto a colabo-rar con los demás, se fue ganando el aprecio de to-dos. Creo que es momento oportuno de agradecer-le, en este momento, el que nunca ostentara su pro-cedencia arequipeña, sin duda, como diría un nativode estas tierras, para que no hacernos sentir mal. Unintento de interpretación psicoanalítica de ello po-dría residir en que este respeto por sus condiscípu-los se debía no sólo a su don de gentes, que sin dudalos tiene en sumo grado, sino probablemente tambiénporque en realidad había nacido en el Callao y que lo

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Academia Nacional de Medicina

de arequipeño le venia por adopción. El tiempo se haencargado de demostrar que Lolo es además, comoel mismo reconoce, arequipeño por convicción.

Muchas cosas may podría yo contar esta noche delas experiencias vividas al lado de nuestro personajedurante el lapso de nuestros estudios de pregrado,todas gratas y dignas de ser recordadas; dejémoslasdormir en el archivo de la memoria y reencontremosa Lolo, egresado ya y en trance de optar el ansiadotitulo profesional. Situémonos para ello en 1959; elaño de nuestras transiciones vocacionales hacia laespecialización. En aquella época, en ausencia de pro-gramas formales para alcanzarla, los aspirantes a al-guna de ellas optábamos por acceder a algún centroasistencial o servicio especializado, para adquirir enél, mediante un esforzado proceso de entrenamien-to en servicio, la experticia necesaria. Lolo se decidiópor la pediatría y conjuntamente con Enrique BurgaLang, con quien habla y algunos otros colegas proce-dentes de anteriores promociones, nos constituimosen asistentes libres del Hospital del Niño, hoy Institu-to Especializado de Salud del Niño.

Nuestra labor consistía en asistir al hospital a pasarvisita y atender las charlas y discusiones clínicas, peronuestro deseo de aprender no se restringía a eso; enun esfuerzo de autoaprendizaje, en el que tuvo mu-cho que ver la voluntad y disciplina de Lolo, realizá-bamos reuniones periódicas, usualmente nocturnaspara revisar temas de actualidad, generalmente en miconsultorio particular. Mientras ello ocurría Lolopreparaba su éxodo a los Estados Unidos, el que seconcretó a mediados de 1960 y le permitió, en 1964,al cabo de 4 años de estudios en el Hospital de laUniversidad de Georgetown, acceder al ansiado Boarden Pediatría título de especialista que fuera recono-cido después en el país, primero por el CMP, en1985y luego por la UNAS, en 1989.

A su regreso al Perú se reinstaló en su querida Are-quipa y se dedicó al ejercicio integral de su especia-lidad, desempeñándose desde entonces, en los cam-pos asistencial, docente y de investigación, con algu-nas interrupciones motivadas por nuevos períodosde estudios en el exterior. Ello ocurrió en 1971 cuan-do viajó nuevamente a los Estados unidos, esta vezpara especializarse en medicina del adolescente.

Alguna vez me pregunté que fue lo que movió a LoloFreyre, un pediatra general de éxito en Arequipa aemprender esta nueva aventura científica. La explica-

ción he creído encontrarla en el hecho de que miquerido amigo es además de pediatra, un psiquiatrasublimado, porque si bien la pediatría fue su preferen-cia final de especialización y su especialidad básica, supedespués que hubo un momento en su vida de estu-diante en que la psiquiatría pesó bastante en susopciones de desarrollo profesional; que mantuvo,cercano trato con los egregios profesores HonorioDelgado y Alberto Seguín, quienes seguramente consu sapiencia que encandilaba y la gracia de su magis-terio hicieron que estuviera a punto de decidirse porella. No pretendo fungir de psicoanalista, pero meatrevo a pensar que luego de alcanzar la suficienteexperticia y dominio de los problemas de la niñez,decidiera dedicar parte importante de su quehacer aesta rama de la pediatría en la que justamente son losproblemas psicosomáticos los que afloran con ma-yor nitidez y pueden, de no ser debidamente atendi-dos, ensombrecer el futuro de una vida juvenil; un áreadel conocimiento y práctica pediátricos que sabíamosinexplorada e incomprendida y que hoy gracias a élha ido adquiriendo la importancia y el sitial que re-quiere. Para ejercerla con suficiente autoridad Loloacudió a los may afamados centros en donde esta veniaestudiándose con el suficiente rigor académico. En posde ello consiguió que la Universidad del Sur deCalifornia, lo admitiera en sus seno desempeñándo-se como asistente en el Hospital de Niños de LosAngeles, durante los años 1971 y 1972, estudios quecomplementara en este último año con 2 meses depasantía en el Hospital Infantil de México. Un terceraño en el hospital de niños de Los Angeles le permi-tió además seguir estudios sobre Alergia y Axiología,lo que concluyó con el otorgamiento de un nuevoreconocimiento, el Board en Medicina, en 1975. Deregreso al Perú, se dio tiempo para realizar, ese mis-mo año, una pasantía en el Instituto de Axiología deSantiago de Chile.

Un intento de resumir la proficua labor profesionalde Lolo Freyre nos lleva a reconocer que, de suvocación por la medicina se beneficiaron todas lasáreas de este quehacer.

En el campo asistencial alternó servicios tanto en elsector público, en el que se desempeñó como pediatraasistente del área de Salud de Lince entre 1959 y 1960y del Hospital Obrero de Arequipa, entre 1968 y 1969,como el privado, en la Clínica Arequipa, desde 1972 hastala actualidad; también en el Instituto de Asmatologìa yAlergia de esta ciudad, desde 1988 hasta la fecha.

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Boletín enero-noviembre 2005

En el campo docente, que junto con la investigaciónfueron acaso sus actividades preferenciales, debutódesde muy temprana época. Así, ya durante su estan-cia en los Estados Unidos se desempeñó, entre 1962y 1964, como docente de pediatría en el HospitalProvidence e Instructor de Clínica Pediátrica en elHospital Georgetown de Washington y entre 1963 y1964, como docente de Biología, a tiempo parcial enla Universidad Católica de la misma ciudad. De regresoen Arequipa, se incorporó, a partir de 1965, a ladocencia de pediatría en la Facultad de Medicina dela UNSA, como profesor auxiliar a tiempo completo.En ella como consta a todos los presentes, llegó aalcanzar las may altas jerarquías, siendo reconocidocomo Profesor Emérito en 1996.

La investigación, que como queda dicho fue siemprede sus actividades preferentes, lo llevó a realizar, seapersonalmente, en colaboración con otros colegas odirigiendo a jóvenes discípulos, numerosos trabajosreferidos tanto a la pediatría general, en particular enlas áreas de crecimiento y desarrollo, inmunoprofilaxis,alergia y asma bronquial, como a la subespecialidadde la que es sin duda pionero y promotor, la adoles-centología. Testimonio de ello son 28 publicacionesen revistas peruanas, 9 en revistas extranjeras, 1monografía sobre Crecimiento y Desarrollo, 19 tu-torías de tesis, 2 de ellas de doctorado y 3 coautoríasen publicaciones científicas sobre adolescencia.

Su inquietud científica y su afán de divulgar y compar-tir sus conocimientos le llevó a participar en nume-rosos certámenes científicos nacionales y extranje-ros, tanto como relator como ponente y a dictar unsin número de conferencias y clases tal como lo acre-ditan más de un centenar de estas actividades

Su pasión por la adolescentología se tradujo en nu-merosas y varias actividades. Así en 1976 organiza elPrograma Docente Asistencial en Salud del Adoles-cente de la UNSA, que dirige hasta 1983. Cuando eseaño el Programa es convertido en Centro Médico,Lolo Freyre continúa en la dirección y continuó ha-ciéndolo después de 1988, año en que se produjo suconversión a Instituto, hasta su retiro en 1995. Ha-blar de esta dependencia es pues referirse a su obray reconocer, como queda dicho su condición de pio-nero de la adolescentología en el país. Fruto de suspermanentes observaciones en este campo, las ver-tió en su libro ‘La Salud del Adolescente: AspectosMédicos y Psicosociales’, cuya primera edición se

publicó en 1994, con el auspicio del Concytec y lasegunda, en 1997, bajo el auspicio de la UNSA. Unsegundo título referido a temas de divulgación y orien-tado a la salud de la comunidad fue publicado bajo eltítulo ‘El Pediatra en Casa’, bajo el auspicio tambiénde la misma universidad, en 1998.

La meritoria labor profesional de nuestro personajefue reconocida por numerosas instituciones, las quele otorgaron diversas distinciones. Figuran entre ellassociedades científicas del país y del extranjero. Men-cionamos entre las más importantes, el reconocimien-to del Colegio Medico del Perú con la Medalla alMerito; la Sociedad Peruana de Pediatría con diplo-ma como Miembro Distinguido; la UNSA, con el títu-lo de Profesor Emérito; la Universidad Católica deSanta Maria, con el título de Profesor Honorario y LosÁngeles YWCA, Job Corp Center con el reconoci-miento a servicios especiales prestados como con-sultor.

Se suele afirmar que detrás de un hombre de éxitohay siempre una gran mujer. Yo quisiera, esta noche,corregir esta expresión y decir más bien que ella sueleestar al lado y no detrás. En el caso de Lolo Freyreesa persona es Teresa, su digna esposa, con quien desdehace 4 décadas, comparte la unión conyugal, fruto dela cuál son los 3 hijos y numerosos nietos, que ale-gran su vida y le brindan, en sus momentos de ocio, ladicha de compartir su presencia.

Señor presidente, quien hoy accede como Miembrode Número a nuestra institución, es pues un profe-sional que ha dedicado su vida a servir al prójimodesde las diversas esferas del quehacer médico, queno solo ha prestigiado con su ejercicio una de las másimportantes ramas de la medicina, la pediatría, conénfasis en la adolescentologìa y la axiología, sino queha contribuido a dignificar a la profesión medica ensu conjunto. Que, con su acción personal y a travésde las generaciones de médicos en cuya formaciónha participado, ha hecho posible la expansión delconocimiento de nuestra ciencia; que por lo demás,en la vida privada ha sido ejemplo de sus propiosdiscípulos y de su entorno social; es pues una perso-na digna de ingresar a la Academia que usted preside,cenáculo en donde la ciencia y el arte de la medicinase conjugan con la practica de los más elevados valo-res morales. Ninguna duda puede caber que su pre-sencia en ella redundará en su mayor desarrollo y sucreciente prestigio.