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Julia Pozuelo Menéndez

LA FLECHA

No importa que la flecha no alcance el blanco.Mejor así.No capturar ninguna presa,no hacerle daño a nadie,pues lo importante es el vuelo, la trayectoria, el impulso, el tramo de aire recorrido en su ascenso,la oscuridad que desaloja al clavarse,vibrante,en la extensión de la nada.

José Emilio Pacheco.Islas a la deriva Poesía III (1973-1978)

Queremos que esta publicación sea un homenaje especial a los partici-pantes anónimos, a los que han realizado un esfuerzo y no ha resultado unéxito aparente y reconocido. No importa, no todos alcanzamos el blanco.Menos mal que lo importante es el vuelo…..

Mercedes López de Abechuco

Modalidad CUENTO. Categoría 12-15 años. Ganadora.

MARÍA ABELLA VÁZQUEZ

Hola, mi nombre es María Abella Vázquez, y he ganado en lamodalidad de cuento del Concurso literario, en la categoríade 12 a 15 años, con mi relato “Brisas de antaño”. Nací el 27de marzo de 1999 en Oviedo. He estudiado Educación In-fantil y Educación Primaria Obligatoria en el colegio públicoBaudilio Arce, y actualmente curso 1.º de Educación Secun-daria Obligatoria en el IES Doctor Fleming.En mi tiempo libre me gusta pintar, hacer kárate y, sobre-todo, leer mucho, en especial novelas fantásticas. Tambiéndisfruto escribiendo lírica y narrativa, plasmando en cada pa-labra una dosis de sentimientos y emociones, convirtiendo alas letras en mis mejores confidentes.

Brisas de antaño

Abrí los ojos y sonreí. Realmente había vuelto.

Estaba sentada en el muro de piedra que separaba la playa de la carretera. Mispies descalzos se mecían, suspendidos sobre el vacío. El viento jugueteaba conmechones de mi pelo castaño, como quien saluda a un viejo amigo. Y, en ciertomodo, así era.

Eché la cabeza hacia atrás para que los rayos del sol acariciaran mi piel. Elmurmullo del mar me envolvía con dulzura. Había soñado cientos de veces conese sonido, pero también había llegado a creer que no volvería a oírlo. Sin embar-go, la melodía de las olas estaba ahí, susurrante y real, llenándome por dentro deuna densa alegría.

Suspiré. Hacía ya muchos años que me había ido a Madrid para estudiar lacarrera. Me había dolido despedirme de mis seres queridos, pero también dejaratrás el lugar que me había visto crecer, mi amada Asturias.

Contemplé como la brisa creaba remolinos con la blanca arena, formandounas dunas y deshaciendo otras. Una voz resonó en algún lugar de mi mente:“Lo conseguiremos, ya verás. Haremos un castillo de arena tan grande que podre-mos vivir en él. Cavaremos un foso, pescaremos un tiburón y lo meteremosdentro. Él será nuestro guardián...”. Sacudí la cabeza. Mi hermano mayor,Guille, siempre había sido muy fantasioso y, cuando éramos pequeños, me había

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arrastrado a mil y una aventuras, justo en aquella misma playa; con él, un huecoentre las rocas era un túnel hacia un tesoro oculto; un cangrejo extraviado setransformaba en un monstruo colosal con pinzas de hierro; un pulpo rosadose convertía en un terrible monstruo marino, e incluso, una vez, fuimos nosotroslos que dejamos de ser los hermanos Vidal para ser dos submarinistas profesio-nales en busca de la perla gigante del bosque de arrecifes. Con Guillermo eraimposible aburrirse.

Los chillidos de una bandada de gaviotas me sacaron de mis pensamientos.Las aves revoloteaban, rebeldes, sobre mi cabeza, desafiando la autoridad delviento, como blancos aviones de papel en una clase atestada de profesores.

Sus curiosas conversaciones bajo la estricta y atenta mirada del sol me traje-ron un nuevo recuerdo a la mente.

Conchas. Pequeños trofeos que el mar se dejaba olvidados sobre la ardientearena. Guille y yo, junto con los demás niños del pueblo, nos pasábamos horasdeslizándonos entre rocas puntiagudas y resbaladizas, sorteando olas de agua sala-da que intentaban lamernos los pies, recogiendo aquellas conchas que tan valio-sas se nos antojaban, puesto que, al final del día, el que más hubiera recolectadopasaba a ser el Rey de la Bahía durante unos breves instantes, dulces momentosde victoria durante los cuales podías elegir los juegos, en los que todos teníamosque participar. No obstante, siempre acabábamos eligiendo un juego cada uno.A veces perseguíamos nuestras sombras, hábiles corredoras de oscuridad. Unoscuantos días simulamos que éramos náufragos perdidos en mitad de la nada.En otras ocasiones hacíamos interminables carreras acuáticas. E incluso nosdedicábamos a danzar acompañados del murmullo de la mar y el canto de lasgaviotas, ese sonido estridente y caprichoso que hablaba de mareas traicioneras,brisas traviesas y risas infinitas.

En ese momento, mientras yo seguía soñando despierta con días de otrostiempos, el viento me trajo un dulce aroma a pan recién hecho. Me volví despa-cio, cuidando de no perder el equilibrio, y sonreí al ver la tienda que tenía detrás,al otro lado de la carretera. Su dueña, la señora González, me miró y me saludócon una sonrisa cariñosa desde el escaparate, en el cual se exhibían toda clase demaravillas comestibles, comenzando por diminutos caramelos de menta, pasan-do por gigantescas empanadas de carne, para finalizar con varias hileras de hojal-dres de miel. Le devolví el saludo, mientras, por tercera vez, un recuerdo reclamómi atención.

Picnics. Todos los días. Con la familia, o con los amigos, o con todos. Perotodos los días, al fin y al cabo. Siempre llevábamos a la playa unas cuantas

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pesetas (¡pesetas, madre mía, como pasa el tiempo!) y, cuando nos entraba elhambre, cruzábamos la carretera y nos abastecíamos con todo lo que podíamos.Después regresábamos, buscábamos un buen sitio a la sombra y devorábamostodo lo que se ponía a nuestro alcance, mientras nuestros estómagos rugían trasvarias horas de constante movimiento entre las dunas de arena y las olas de sal.Los cangrejos, ocultos entre madejas de algas olvidadas, observaban atentos laoperación, esperando el instante en que una miga se escapaba de nuestras manospara llevársela a sus huecos en las rocas...

–¡Mamá, mira lo que he encontrado! ¡Mira, mira! –gritó una aguda vocecilladebajo de mí, haciéndome volver a la realidad. Mis hijos, Lucía y Guillermo,trotaban hacia mí cargados con cubos repletos de conchas.

–Mami, esto está lleno de caracolas, y también hay cangrejos –me dijo Lucía.

–¡Pues yo he visto un pez en un charco! ¡Ven, te lo enseñaré! –gritó Guillermocolgándose de mi brazo.

–Ya voy –le respondí con una sonrisa, y echando una última mirada al hori-zonte, donde cielo y mar se estiraban al máximo para tocarse, seguí a mis hijossobre la arena dorada, a la luz de un nuevo atardecer en la playa de mi niñez.

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Modalidad CUENTO. Categoría 12-15 años. Finalista.

LAURA ARIAS BLANCO

Nací el 4 de abril de 1999 en Oviedo. Estudié infantil yprimaria en el CP Baudilio Arce y ahora mismo estoy en1.º de la ESO en el IES Doctor Fleming.En mi tiempo libre me gusta hacer deporte, escuchar la radio,dibujar, estar con el ordenador, hablar por el teléfono conlas amigas y leer. En primaria solía hacer poesías, pero esteaño, preferí hacer un cuento, que al parecer quedó bastantebien. Uno de mis libros preferidos, que casi todo el mundoconoce, se llama “Los Juegos del Hambre” en realidad hay dosmás pero todavía no los he terminado. Me gustan muchostipos de música, normalmente la que se escucha en “Los 40Principales”.

Una flauta y un mundo

Dani es un niño de doce años, casi trece. Tiene unos ojos brillantes y verdescomo la esmeralda, pelo rubio, ondulado, ni muy largo ni muy corto, “un peloperfecto”; es de alta estatura y tiene un poco de musculatura. Sus compañerosestán muy celosos de Dani principalmente porque todas las chicas están detrás deél. A Dani no le gusta nada eso de ser guapo, porque la mayoría de la gente, o leama, o le odia a muerte, no hay un término medio, y no puede confiar en nadie.La única amiga en la que puede confiar se llama Amanda, y le pasa más o menoslo mismo; tiene el pelo rubio y unos ojos verdes con un toque miel, y un cuerpoperfecto. A ambos les gusta la música. Dani prefiere por encima de todos los ins-trumentos, la flauta travesera; tiene un sonido muy dulce, como los caramelos, escomo el vicio de las chuches.

Pero le ocurre una cosa muy especial, algo difícil de entender porque a nadiele pasa; se puede sumergir en la música hasta llegar a un mundo de fantasía.Cuando está triste, antes de tocar, le da la sensación de estar en un bosque oscu-ro, con la luna como un botón blanco en el cielo, y árboles con un aspecto fúne-bre, frío. De vez en cuando se encuentra algún animalillo tiritando y esquelético,de un color apagado. Dani sigue tocando y tocando hasta que se siente bien,como si se liberase de un gran peso de encima; es su tiempo de desahogo. En esosmismos instantes se encuentra en un camino lleno de flores de alegres colores, unsol brillante estampado en un cielo azul, todos los árboles son de diferentes tona-lidades verdes; un paraíso. Al final se ve un castillo en el que siempre hay unaprincesa asomada, pero para llegar allí hay que estar muy feliz.

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Un lunes como otro cualquiera, en el que el instituto se te hace muy aburri-do, pesado, y puede llegar a ser insoportable, suena la campana de salida con laque se supone te tienes que alegrar de que aquella tortura finalice, pero sinembargo, Dani está muy deprimido. Ha sacado un cuatro en un examen de mate-máticas, y a sus padres no les hace mucha gracia que traiga malas notas a casa, ymenos suspensos. Piensa en cómo explicarles lo que ha pasado. Será una excusabarata como en otras ocasiones, pero se teme lo peor porque, le dijeron hacedos semanas, que como volviera a traer una mala nota a casa, le castigarían sinaquello que más valora: la flauta travesera y su queridísimo portátil.

Al llegar a casa entra por la puerta, da un portazo que hace retumbar toda laentrada, y susurra un hola casi inaudible. Sube por las escaleras como un caballo.Entra en su cuarto, y enciende el ordenador para aprovechar sus últimos minu-tos. Entra en Tuenti y no tiene ninguna novedad, y Amanda no está conectada:las pesadas de su clase ya empiezan a bombardearle con las típicas conversacionesde: hola, te parezco guapa… y Dani no está de humor para conversaciones estú-pidas. Coge su flauta travesera y sube a tocar.

Le pasa lo mismo de siempre, le da la sensación de que está en un sitio oscu-ro; hasta que toca y toca la flauta, y por fin se encuentra en su paraíso. Siguetocando y esta vez más alegremente. Cada vez ese mundo tiene más colores, esmás alegre, divertido, es algo que no se puede expresar con palabras de lo mara-villoso que es. Llega un momento en el que se encuentra en el castillo. No se lopuede creer. Sube poco a poco la vista hasta llegar a ver a la hermosa chica dela ventana. Es preciosa, pero debido a la altura del castillo no la puede ver bien,aunque le resulta muy familiar… Poco a poco va subiendo las escaleras hasta queentra en la sala, y la joven se da la vuelta. Dani la reconoce, ¡es su mejor amigaAmanda! En ese instante, no sabe por qué, pero siente una cierta atracción. Nose lo puede creer. Cada uno llega al medio de la habitación, se miran a los ojos,que tienen un brillo especial, inclinan las cabezas, y se besan. Ese beso sabe agloria, como el sitio en el que está. Pues sí que es feliz en ese mundo. La músicacesa, y lo único que se oye son los gritos de su madre llamándole.

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Modalidad POESÍA. Categoría 12-15 años. Ganador.

PABLO ÁLVAREZ MURIAS

Nací el 30/05/1998 en La Caridad (El Franco).Cursé Infantil y Primaria en el Buenavista I y actualmentecurso 2.º ESO en el IES Doctor Fleming.En mi tiempo libre me gusta mucho escuchar música, salircon mis amigos y practicar kárate, pues ya soy cinturón marrón,también me gusta leer y jugar con videojuegos. Por otra parteme estoy aficionando a la escritura porque el hecho de ganarpor segunda vez este concurso me ha dado muchos ánimos.

Ataduras

Me pregunto quién nos ata,me preguntas qué nos une.No sé bien qué responderte,nuestro rencor me conduce.

Estoy pensando en los díasen que el silencio llenaba,en que sólo con rozartenuestro círculo giraba.

¿Huir de la realidad?¿Esconderse en el honor?¿Contemplar cómo te vas?¿Reconstruir mi corazón?

Estoy perdido, lo sé,me he debido acostumbrar,pero en esta confusión,no se está del todo mal.

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Modalidad POESÍA. Categoría 12-15 años. Finalista.

AGUSTINA FERNÁNDEZ ÁLVAREZ

Oviedo, 14/09/98.Primaria (CP Baudilio Arce) y 1.º ESO.¿Tiempo libre?: Mis aficiones favoritas son leer, escribir yjugar al baloncesto. Me gustan autores como J. K. Rowling oLaura Gallego García, casi todos de fantasía o ciencia ficción.Escribir me encanta, pero nunca encuentro un momento, asíque tengo que conformarme con leer mucho...También megusta bastante la poesía, aunque en realidad, prefiero los rela-tos y novelas. Mis libros favoritos sobre todos los demás, sonHarry Potter y Memorias de Idhun.

El halo de la Luna

Frío,Horrible escarchaQue amenazaCon el ruido De hundirse en el silencio.Corazón de hieloQue machaca y golpea,Con la fuerza de la tormenta,Fantasma del pasado,Que atormenta,Recuerdo olvidado.Alma que encalla en las rocas,Que calla para siempre.Ya no se oyen risas,Se escucha soledad,Se pone el sol,Y empieza la oscuridad.Y cuando aparece la luna,Reina del firmamento,Murió el recuerdo,Murió la Tormenta, Murió la risa,Murió la escarcha,

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Ya nadie contempla,Su halo de plata,Y vive en soledad,Pues ese fue su sino,Desde el principio,Hasta el final.

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Modalidad CUENTO. Categoría 16-22 años. Ganadora.

VERÓNICA RODRÍGUEZ RIVERO

Soy Verónica Rodríguez Rivero nací aquí en Oviedo el 7 deabril de 1994. De momento he acabado Primaria, la ESO yespero acabar este año Bachiller (crucemos los dedos). Meencanta la música, cantar, el cine, y por encima de todo meencanta la naturaleza, desde el animal más mono del mundohasta el insecto más repugnante. En mi tiempo libre monto acaballo, leo (aunque no me gusta mucho), escribo, escuchomúsica, … Bueno, supongo, que como todos. Algo destacable en mi: soy muy crítica. Si lo soy, y me gustaque la gente lo sea conmigo, ya que nosotros no nos aprecia-mos con claridad, siempre recalcamos defectos y obiamosvirtudes.

Una lección perdida

Le había visto ponerse la tirita, vi su pulso temblar y aun así, acertar con pre-cisión en el corte. Luego rozó el dedo contra su rodilla para asegurarse de que latirita no se despegara. Me descentré.

Comencé a notar su mano tibia subir desde mi rodilla hacia el muslo. Miatención fue atraída por el pequeño arañar del borde de su tirita, como se le ibadespegando con la caricia contraria de mi pierna. Un resplandor, una presión enmi espalda, el metal frío de su pulsera de cadena ancha. Un escalofrío recorrió micolumna para frenar en seco en mi nuca. Por instinto, eché hacia atrás la cabezay noté el roce de su barba infantil en mi mejilla, su aliento bajo mi mandíbula,sus labios suaves, húmedos, pero no mojados. Los noté dejarse bajar por mis fuer-tes facciones. Su mano en mi espalda me presionó contra sus caderas, contra suestómago, contra su pecho. Oí un susurro. En ese momento era suya completa-mente. Hubiese hecho lo que hubiese hecho, ahí estaría yo. Una voz, un toque,un movimiento rápido delante de mi mirada perdida…

Y volví a la clase.

Centré la vista en él y allí seguía, colocándose bien su tirita con suavidad.Mientras tanto, mi compañera me preguntaba por unos ejercicios. No supe res-ponder, yo no había estado ahí hasta ahora.

Otra lección perdida para mi larga lista, definitivamente me tendría que cam-biar de sitio.

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Modalidad CUENTO. Categoría 16-22 años. Finalista.

AMADA MÉNDEZ-PIEDRA PAREDES

Luarca, 16 de junio de 1994.Mi gran aficción es el teatro y aspiro a ser una periodista seriapero apasionada. Me considero una persona obsesionada porla inspiración que de vez en cuando encuentra alguno de losdestellos entre sus palabras, como estas, de una luz que espe-ra ilumine su vida.

Me despierta el rumor de fondo…

Me despierta el rumor de fondo de un alegre silbido en el pasillo, tras elumbral de mi habitación. Sí, sin duda se trata de un silbido alegre, de esos quesolían colorear mis mañanas cuando era pequeño. No era en absoluto conscientede que seguían existiendo pero me hace feliz saber que, en efecto, han vuelto,después de largo tiempo de silencio. Quizás tan solo era su letargo. Siento comodocenas de mariposas me acarician el estómago, revolotean juguetonas y meponen nervioso, como sucede cuando al principio se está enamorado, cuandoincluso sus efímeras alas golpean con tanta fuerza tu pecho que parece quefuesen a salir por tu boca cuando las besas. No fui sobresaltado por una melodíaque se torna odiosa con el paso de los días, y los meses, y los años, y que prome-tes olvidarás en cuanto se estropee tu viejo despertador al que, sin embargo,tienes un considerable afecto. No obstante, yo conozco esta canción, esta mu-siquilla atemporal que tanto me hace recordar pero que pertenece solo a unapersona. Muchos la sabrán, pero no es tanto de su compositor como de aquella aquien la oigo entonar. Las habrá mejores, estoy seguro de que las hay, pero creoque ninguna como esta podría tenderme así sobre la cama, con los ojos abiertosa penas sin pestañear. Envuelto entre las sábanas como un muerto al que das súbi-ta vida, que desde sus oídos navega hacia sus brazos, sus piernas, suspira en sucuello y enrrojece las mejillas y mi corazón. Yazco semivivo, semiloco de conten-to sin quererme levantar. Es real, y se mueve por toda la casa; a veces se alejay me enojo ante su ausencia pero cuando regresa y la siento cerca, tanto queincluso pienso que abrirá la puerta sin que pueda volver a cerrar los ojos, meinunda de nuevo ese sentimiento, esa avalancha de felicidad inexplicable. Tenía

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la certeza de que entonces, sería tras haber ganado un gran premio o de la manode una atractiva mujer hispana, pero resulta que sin una gran fortuna y solterosí puedo sentirme satisfecho, no solo parecerlo, completa e insultantemente satis-fecho. Me sorprende tanto este estado que experimento y que, reflexionando, tanpoco me merezco. Quizás no ha sido culpa mía, posiblemente acabo de ser dema-siado duro conmigo mismo. Es verdad que yo nunca me he esforzado demasiadopor conseguir nada en concreto, nada me ha motivado lo suficiente, o igual esque la nada es lo que he encontrado como inspiración. Ojalá me hubiese fijadoantes en estos pequeños detalles que ahora tanto me evocan. ¿Por qué has estadotan ciego? ¿Por qué siempre buscando todo lo de todos que, en resumen, se resu-me nuevamente a la nada? Otros muchos en mi misma situación han tenidomejor suerte pero a esa, yo prefiero ni nombrarla, no se lo merece porque tam-poco me ha acompañado. Solo esta música me ha guiado siempre en lo oscuro,sería tan maravilloso encontrar más así, a la primera así que encontrase me casa-ría con ella. Es cierto que, cuando no la he necesitado, no ha sonado con fuerza,pero supongo que es eso lo que caracteriza a los verdaderos. Ella también ha sufri-do en la vida, mucho, como todos, demasiado, como unos pocos, como yo, másincluso, estoy siendo muy generoso con mi desgracia. Me preocupa, me ator-menta el hecho de que yo no la haya guiado como lo está haciendo ella. Quésuave tintineo, qué sutileza en las formas, qué elegancia, menuda perfección.He podido ser una carga, reconozcámoslo, no es que haya acudido a su eco, queme haya acordado más de lo justo, pero tampoco ha podido zafarse de mí. No loha intentado aunque no pudiese, o sí, seguramente sí podría abandonarme, perono en su conciencia. De haberlo intentado dudo que la tuviera. En cualquiercaso, eso me hace sentir más culpable pero quizás ella es la menos santa. Denuevo me hallo perplejo ante este vaivén que me azota sin moverme.

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Modalidad POESÍA. Categoría 16-22 años. Ganadora.

AIDA PIEDRA CASCÓN

Lugar y fecha de nacimiento: Oviedo, 24 de enero de1994.

Me llamo Aida Piedra y tengo 18 años. Actualmentecurso 2.º de Bachillerato en el IES Doctor Fleming en la mo-dalidad de Ciencias de la Salud. Mi sueño es poder dedicar-me algún día a la Medicina, y para conseguirlo lucho conempeño. Dedico mi tiempo libre, que no es mucho, a losidiomas, que me apasionan, a conocer mundo y a mi gente.

Mi película

Déjame cogerte.

Y llevarte conmigo. En mi viaje,

mi camino. Mi edificio

y remolino.

Déjame mirarte.

Y pensarte.

Acariciarte, atraparte.

Irremediablemente.

Agua para regarte,

mantas para taparte

sombra bajo la que cobijarte.

Regalos,encantos… Engaños.

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Déjame observarte. Y adentrarme

en tu cuerpo, examinar tus gestos.

Vivir en el engaño

de tus besos, de tus labios, de tus manos.

Te extraño.

Vivir siempre a tu lado. Con lo bueno y lo malo.

Sin guiones, sin flores, sin canciones.

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Modalidad POESÍA. Categoría 16-22 años. Finalista.

JONATHAN FERNÁNDEZ JIMENA

Nací el 4 de julio de 1994 en Oviedo.Resulté premiado en la categoría de 16-22 años y en la moda-lidad de poesía.Hasta el momento he realizado la educación primaria, laEducación Secundaria Obligatoria y el Bachillerato ya que meencuentro en segundo de Bachillerato.En mi tiempo libre me gusta salir con mis amigos a dar unavuelta porque no soy persona de estar mucho tiempo metidoen casa, también me gusta escuchar música, pero lo que másme gusta es jugar al fútbol e ir a pescar. Otra cosa importan-te que me gusta hacer es escribir poesía en mi tiempo libre yaque es una cosa que me relaja mucho. Algo que espero reali-

zar en mi vida es lograr escribir algún día un libro de poesía y poder entrenar a un equipo de fútbol.En cuanto a la vida profesional, quiero estudiar la carrera de ingeniería mecánica para llegar a ser unbuen ingeniero. También me gusta el idioma francés.

Consecuencias

Consecuencias son las cosas,ya sean de bien o mal,que tras un algo lograrle hacen a uno pensar.

Consecuencias de tus actosque no paras a mirar,tristeza, soledad, pactosque al final debes pagar.

Consecuencia de una vida,es soñar, luchar, pagares dejar tu sangre hervidapara al final ya expirar.

Consecuencia de amores,sentir, esperar, pasar,es crecer de los errorespara volverlo a intentar.

Mas al final lo especiales tomar riesgo en la vidapor aquello que te importasin pensar en consecuencias.

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V CONCURSU LLITERARIUEN LLINGUA ASTURIANA

Ganador.

XULIÁN SUÁREZ FLÓREZ

Santolaya (Morcín), 25-3-1998.Estudié 1.u y 2.u de E.I. nel C.R.A. Güerna-Payares (L.l.ena),3.u de E.I. y 1.u de Primaria nel CP Gesta I (Uviéu) y losdemás cursos fíxilos nel CP Horacio Fernández Inguanzo(Morcín). Agora toi en 2.u C nel IES Dr. Fleming.Vivo en Santolaya (Morcín). Toco’l clarinete y el pianu nelConservatoriu Profesional de Música d’Uviéu. Nesti cursutamién empecé a tocar na Banda de Música de Mieres, así quetengo menos vagar p’aficiones como andar en bici o dir demonte. Escribo n’asturianu porque ye la llingua que falo

dende pequeñu en casa y con dellos amigos. A la mio llingua va face-y falta muncho del títulu delmio cuentu.

Suerte

Yera tema de conversación nel barriu la muerte d’Arsenio. Atopárenlu muer-tu na cocina’l llunes pela tarde. La policía dixo que nun tenía nengún signu deviolencia. La xente nun s’esplicaba lo que-y pasare al probe Arsenio. Yera un bonhome, educáu, trabayador, que nun tenía de deporte tar nel chigre. Taba hipo-tecáu, tenía a una fía a puntu l’embargu y él tenía munchos problemes econó-micos. Morrer precisamente agora, que’l vienres pasáu ganare la llotería y podíaarreglar les deudes y ya tenía la vida resuelta. ¿Qué-y pasaría?

El presentador dicía nesi momentu’l númberu premiáu de la llotería mientresArsenio, plasmáu, miraba una y otra vez pa la tele y pal so billetín. Él, un paisa-nu que nunca xugare a la llotería y, mira, asina de repente, viniéren-y doce millo-nes d’euros. Guardó bien el billete nel bolsu de la camisa, onde él pensaba quetaba seguru. Tou llocu, llamó a la fía, que vivía en Madrid, pa conta-y la noticia.Los dos lloraron de l’allegría. Diba poder salvar la casa y hasta comprar otra.Arsenio faló-y de comprar otru coche, un apartamentu na costa, unos praos y,sobre manera, de pasar la vieyera tranquilu. Esa nueche, Arsenio quixo celebrarel premiu como merecía. Foi corriendo a la tienda a comprar sidra axampanao.¡Cuatro botelles! Foi poniéndose contentu poco a poco hasta tar más llixeruqu’una fueya y, claro, esa nueche casi nun durmió de l’allegría que tenía. Como’lpaisanu paez que solo encontraba la fiesta bebiendo, igual tragó dos o tres bote-lles de sidra. Nun taba avezáu al alcohol. Dolía-y la cabeza, amoriaba y a les

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cuatro la mañana empezaron a da-y voltures. Acañicándose pel pasillu, corrió palbañu, agachóse y vomitó na taza.

Al otru día, delantre de la casa taben un montón de periodistes goliflando perellí. Arsenio, tou contentu, dicía que quixere dir a la sucursal del bancu a que-ydieren les perres, lo que pasa yera que nun abría hasta’l llunes, asina que teníaqu’esperar.

La cosa foi qu’Arsenio nun apaeció’l llunes pel bancu. Taba en casa desespe-ráu. ¡Nun atopaba’l billete! Nel bolsu la camisa, yá nun taba. Buscó na sala, revol-vió’l cuartu, rebuscó nel bañu y na cocina... Pero nun había manera: el billete dellotería nun paecía. Y acordóse. La nueche del premiu. Cuando s’atopó mal y foial váter, agachóse... y tolos planes y deseos marcháren-y pela taza. Taba sudandoy cola tensión altísima, tuvo hasta por llamar a la fía, pero ¿pa qué? ¿Pa conta-yque s’emborrachare y que-y cayere’l billete pel váter abaxo? Volvió pal bañu, ondepasare too, miró colos güeyos como platos a la taza y depués pal botiquín ondeguardaba tolos medicamentos. ¡Qué suerte la d’él!

Sumiciu

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V CONCURSU LLITERARIUEN LLINGUA ASTURIANA

Finalista.

PABLO FERNÁNDEZ GONZÁLEZ

Nací en Oviedo el 23-12-1998. Fui al colegio Horacio Fernández Inguanzo en Morcín. Ac-tualmente soy alumno de 2º de ESO C donde me lo pasobien en las clases y aprendo mucho. Me presenté al concursoporque a mi siempre me ha gustado escribir y creía que teníaposibilidades. En mis ratos libres me gusta jugar con misamigos, leer, dibujar y disfrutar de mi familia. Lo escribí enasturiano y no en castellano porque pensé que se apuntaríamenos gente y sería más fácil y porque vivo en Morcín y es lalengua que hablo, también porque me parece que es una

lengua importante y no podemos perder nuestras tradiciones.

La mi Poesía

La mi poesía,nun quiero que sea llarga,nin tampoco piquiñina,pero que vos preste a esgaya.

Quiero que,cuando la xente la leauna sonrisa-y saque y que-y guste lo que vea.

Cuntar una historia ye fácil,pero pa facelo rimandohay que ser una persona muy hábily muy rápida pensando.Pensé que nun sería difícil,pues agora toy imaxinando como acabalasin que pierda el ritmu rimandoy nun se como finala.

Imaxino que,cuando la inspiración me llegue,el final tará al acecho,asi que; un, dos, tres... ¡Y ya ta fecho!

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VI CONCURSO DE DISEÑO GRÁFICO.

Ganadora.

NORA GARCÍA MARTÍNEZ

Nací en Avilés el 1 de junio de 1997, sin duda un buen díapara nacer.A los cuatro años me mudé a Oviedo y estudié primaria en elCP Baudilio Arce. Ahora estoy estudiando 3.º de la ESO enel IES Doctor Fleming.Toco el clarinete en el conservatorio de Avilés (se ve que echode menos mi ciudad natal), así que mis ratos libres se ven re-ducidos a demasiado pocos, diría yo.Aún así, siempre encuentro tiempo para hacer lo que más megusta: dibujar. Cualquiera que me conozca sabe de sobra queme paso 25 horas al día dibujando.

De hecho, formo parte de una comunidad de artistas de todo el mundo, más o menos de mi edad,que me ayudan a mejorar con sus consejos.El resto de mi tiempo libre lo paso escuchando música, hablando con mis amigos, viendo películas...Como veis, soy una persona de gustos sencillos.

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Accésit I.

JULIA POZUELO MENÉNDEZ

Nací en Oviedo el primer día de junio de 1997. Cursé Pri-maria en el CP Baudilio Arce y estoy en la ESO en el IESDoctor Fleming.Me gustan muchas cosas, como quedar con mis amigos, sacara pasear a mi perro, el zumo de piña, leer, dibujar, MonthyPyton, el rock, Minecraft y por supuesto escribir. También elchocolate, mi familia, viajar y San Lorenzo del Escorial. Ah,y odio cuando al quitarme el forro polar me da un chispazo.

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Accésit II.

ÁLVARO ÁLVAREZ GONZÁLEZ

Oviedo, 15-4-1999.He realizado Educación Primaria en el CP Baudilio Arce yeste año curso 1.º de la E.S.O., también estoy en 1.º delConservatorio Profesional de Música de Oviedo.En el tiempo libre me dedico a leer, jugar al baloncesto,ajedrez, veo películas, toco el piano, juego en el ordenador,escucho música, etc.Lo que más me gusta en este momento son los partidos debaloncesto con el club “Oviedo Baloncesto” y los torneosde ajedrez como el que acabo de realizar de los “Juegos De-portivos del Principado”, llevado a cabo durante cuatro díasen Infiesto, quedando el segundo de mi edad.

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Álvaro Álvarez González

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