a.o 2011 -...

Pongo estos seis versos en mi botella al mar con el secreto designio de que algún día llegue a una playa casi desierta y un niño la encuentre y la destape y en lugar de versos extraiga piedritas y socorros y alertas y caracoles.

Mario Benedetti

Igual que Mario Benedetti, tiramos los cuentos, los diseños gráficos ypoemas al mar, que son los lectores, para que alguien extraiga de su lec-tura y de su contemplación socorros, alertas y caracoles.

Es plenamente satisfactorio que en el mundo de la Play, la DS o eltwiter haya alumnado que colabore en un concurso donde el principalobjetivo es el deseo, la necesidad de comunicar pensamientos y senti-mientos. Por esta sensibilidad, por esta conexión con el mundo de loshumanos, el equipo directivo y el profesorado que ha estado directamen-te implicado en el desarrollo de esta convocatoria de los concursos litera-rios y de diseño del IES Dr. Fleming, os damos las gracias y os animamosa seguir desarrollando este mundo de fantasía y de imaginación

M.ª de la Merced López de Abechuco ToríoDirectora del IES Dr. Fleming

Modalidad CUENTO. Categoría 12-15 años. Ganadora.

JULIA POZUELO MENÉNDEZ

Nací el 1 de junio de 1997 en Oviedo, ciudad tranquiladonde las haya.Estudié primaria en el Colegio Público Baudilio Arce y 1.º y2.º de ESO (todavía estoy en ello) en el IES Doctor Fleming.Me gusta leer, ir a clase de teatro, quedar con mis amigos, loscomics de Quino, viajar, las ciudades grandes, “Los caballerosde la mesa cuadrada y sus locos seguidores”, y las ovejas, por-que a pesar de su tamaño dan más leche que las vacas. SegúnJose Luis Cuerda, claro.

Reflexión n.º 85 sobre una antologíade la minificción latinoamericana

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

–¡Otra vez no, por favor! –suplica Augusto Monterroso mirando el techoblanco de su habitación.

El pequeño dinosaurio baja la mirada. También es una situación molestapara él.

–Lo siento, ya sabes que no es mi intención –dice mirándose las puntas de laspatas delanteras.

–¡Esto no tiene sentido! –exclama el escritor, levantándose de la cama ymirándole acusadoramente– ¿Por qué demonios apareces en mi cuarto todas lasmañanas cuando me despierto? Sólo soñé que aparecías aquí una vez, así escribími cuento, y desde que lo hice… –Monterroso se deja caer en la silla del escrito-rio, derrotado– apareces todas las mañanas como salido de uno de mis sueños…me estoy volviendo loco… –el escritor esconde la cara entre las manos.

El dinosaurio se siente culpable y piensa en contarle la verdad: esto ocurreporque sus sueños se entrelazan con los del escritor… pero no merece la pena.Aunque se lo diga, esta noche volverá a mezclarse con los sueños de Monterroso,

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y por la mañana, con la primera luz del alba, aparecerá como siempre en la habi-tación.

El escritor suspira y va a desayunar. El dinosaurio es olvidado y desaparece,como los sueños cuando te levantas de la cama.

Por la noche, Monterroso no logra conciliar el sueño. Le preocupa el dino-saurio. Le da vueltas y más vueltas al tema y no logra encontrar una solución. “Esun incordio, ojalá que no aparezca nunca más…” es lo último que piensa antesde quedarse dormido a altas horas de la madrugada.

Lejos, en uno de esos lugares brumosos y a cámara lenta de los sueños, elpequeño dinosaurio mira el barranco que iluminado por la luz de dos lunas seabre ante él.

Se estremece y cierra los ojos.

“Tengo que hacerlo. Es la única manera de terminar con esto. No puedo evi-tar mezclarme con los sueños del escritor ni dejar de aparecer con los primerosrayos de sol en su cuarto. Es hora de acabar con este sufrimiento”.

Da un paso hacia delante, otro y…

No emite ningún sonido durante la caída. Tampoco se oye nada cuando sucuerpecillo púrpura choca contra el suelo y se fragmenta en mil pedazos decristal.

Monterroso se revuelve en la cama, pero sigue durmiendo hasta la mañanasiguiente.

Cuando despertó, el dinosaurio ya no estaba allí.

Y solamente cuando dos lágrimas resbalaron por su cara se dio cuenta de lomucho que lo echaba de menos.

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XIV Concurso Literario Doctor Fleming

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Modalidad CUENTO. Categoría 12-15 años. Finalista.

DAVID PRIETO RODRÍGUEZ

Nací el 25 de octubre de 1995 en Oviedo, ciudad donde hepasado toda mi vida. Cursé Educación Infantil y EducaciónPrimaria en el Colegio Baudilio Arce y toda la Secundaria enel instituto Dr. Fleming. Actualmente estoy estudiando 4.º dela ESO.En mi tiempo libre me gusta leer, pasear, andar en bici, nadary jugar al ordenador. Llevo asistiendo a clases de música desdelos seis años y me encanta tocar el piano.

Memorias de Gea

Mi nombre es Gea. Os he estado observando desde mucho antes de que fue-rais personas y, aunque ahora me rechacéis y me hayáis olvidado, siempre segui-ré siendo vuestra madre.

Durante milenios mi vida fue agitada a la par que monótona. Mi únicamisión era girar alrededor de mi reluciente padre. Mi cuerpo, joven e inestable,estaba en constante cambio.

Profundos surcos y hendiduras aparecían sobre mi superficie formandograndes arrugas. Al mismo tiempo, volcanes destruían cada día mi fina pielcausándome un horrible dolor. A pesar de ello, a estas gigantescas heridas delas que fluía mi propia sangre, les debo mucho, pues gracias a ellas conseguí unagran atmósfera con numerosas sustancias. De entre todas, la que más llamó miatención fue una peculiar y simple molécula formada por dos átomos de hidró-geno y uno de oxígeno, vi en ella un gran poder. Su contacto con mi piel, meenfrió y estabilizó. Todos mis hermanos y hermanas la habían perdido, pero yo laconservé y, con el paso del tiempo, conseguí amplios mares; la envidia de mifamilia.

Las eras pasaron y, de repente, detecté la presencia de pequeños organismosvivos sobre mi cuerpo. La sensación fue extraña y peculiar, pero me di cuenta dela maravilla que acababa de encontrar y la cuidé con todo mi empeño.

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Observé asombrada cómo crecían y evolucionaban. Pequeñas y sencillasmoléculas se convirtieron en complejas células. Mientras mis hermanos caían enun eterno letargo, mi padre y yo estábamos cargados de energía. Sus cálidos rayospermitieron a mis hijos transformar mi atmósfera. Así pudieron abandonar losmares y ocuparon la tierra firme. Bajo nuestra atenta protección siguieron evolu-cionando, y, aunque de vez en cuando tropezaban, seguían adelante progresandocada vez más. Lloraba por los que se quedaban atrás y aplaudía a los que supera-ban todos los obstáculos. Así es como me di cuenta de la fuerza de la vida.

Y entonces aparecisteis vosotros, desde que os vi por primera vez supe queerais diferentes: astutos, pensadores. Os enfrentabais a criaturas mucho más fuer-tes y las vencíais sin dificultad.

Estaba encantada, había conseguido la especie perfecta, el hijo perfecto. Cadadía erais más poderosos y yo os animaba a progresar. Sin embargo poco a poco osfuisteis distanciando, y me olvidasteis.

Primero descubristeis el fuego, quemasteis a otros de mis hijos para calenta-ros. Yo os perdoné. Sin embargo una espina se quedó clavada en mi corazón.

Mucho después vino la ganadería y la agricultura. Dominasteis a vuestros her-manos para alimentaros, les quitasteis su libertad. Os asentasteis en aldeas y aban-donasteis mis bosques y mis cuevas.

Fue en ese momento cuando me di cuenta de lo que ya habías cambiado, peroera demasiado tarde para impedirlo.

Nadie podía haceros frente, nada era una amenaza. Vuestra población crecióhasta proporciones inimaginables, y con ella vuestras ciudades.

Os convertisteis en vuestros propios enemigos. Dictasteis leyes para frenarosa vosotros mismos; unos pocos os controlaron y dominaron. Y, mientras tanto,inventábais instrumentos para facilitar vuestra vida, destruyendo al mismo tiem-po mis criaturas y mi entorno.

Durante los siguientes siglos traté de ignoraros, pero todo fue inútil. Perfo-rásteis mi piel para extraer mi carne y hacer con ella inútiles adornos y herra-mientas, conquistásteis bosques convirtiéndolos en desiertos y, por si fuera pocoos matábais entre vosotros en absurdas guerras.

Os convertisteis en los reyes de mi cuerpo, nadie podía hacer nada para evi-tar vuestro avance.

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Y, cuando pensaba que la situación no podía empeorar, llegaron las máqui-nas. Esas terribles criaturas de metal sin corazón que desde entonces no dejáis deusar en vuestras industrias. Esos objetos que contaminaban mi atmósfera conmortal humo.

Desde ese momento, supe que vuestra especie estaba condenada y, junto conella, todas las demás. Por lo que estoy viendo mis predicciones van a cumplirse.

En los últimos años vuestra población se ha duplicado varias veces, al igualque vuestras máquinas. Miles de especies han muerto por vuestro afán de domi-nación, pero aún así todavía no es suficiente.

Habéis inventado armas capaces de destruirme incluso a mí, pero cuyo únicoobjetivo es dañaros a vosotros mismos.

Muchos de los vuestros se han dado cuenta a lo largo de la historia del cami-no que habéis escogido e intentaron dar la voz de alarma. Esto me dio esperan-zas “quizás entren en razón”, me dije.

Gran error el mío. Ignorasteis a los visionarios que habían predicho vuestrofuturo y continuasteis obcecados.

Ahora que habéis destruido mi manto protector, que os guarecía de la radia-ción de vuestro abuelo; ahora, que la temperatura aumenta cambiando el clima;ahora que vuestra forma de vida amenaza con acabar con vosotros mismos; escuando decidís hacer algo.

Todos vosotros en vuestra hipocresía osáis decir: “debemos ser más respetuo-sos con el medio”. Pero seguís contaminando, seguís destruyendo.

La vida, aunque aparentemente poderosa, es muy frágil. En muchas ocasio-nes estuvo cerca de desaparecer. Debéis preservarla, pues vosotros por muy supe-riores que os creáis ser, también estáis ligados a ella. Si no ponéis fin a esta situa-ción, acabaréis con todo ser vivo que queda sobre mi piel.

Siempre pensé que mi fin llegaría cuando mi padre muriera, sin embargoahora creo que llegará mucho antes.

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Modalidad POESÍA. Categoría 12-15 años. Ganadora.

PABLO ÁLVAREZ MURIAS

Nací en El Franco el 30 de mayo de 1998. Estudie infantil yprimaria en el Buenavista I y actualmente curso 1.º de la ESOen el IES Doctor Fleming. En mi tiempo libre me gustamucho leer y escuchar música, quedar con mis amigos, hacerdeporte y entrenar kárate. Tambien me gusta navegar porinternet y jugar con videojuegos. Es la primera vez que mepresento a un concurso literario y me ha hecho mucha ilusiónganar el primer premio. El poema por el que he sido galardo-nado es el siguiente:

Reflejos

Reflejos de agua,en la estación del azahar,

Reflejos en tus ojos,cuando te giras al pasar.

Ven, acércate...que te pueda tocar,

Vete...al menos te podré observar.

Reflejos de agua,en la estación del azahar,

Reflejos en tus ojos,cuando te giras al pasar.

Aunque no hables...mañana vendrás.Yo no desisto...me alcanzarás.

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Modalidad POESÍA. Categoría 12-15 años. Finalista.

AIDA MARTÍNEZ SUÁREZ

Oviedo 14-11-1995.Primaria y ESO.Me gusta dedicar mi tiempo libre sobre todo a salir con misamigos, aunque también disfruto escribiendo, dibujando(o intentándolo), escuchando música... Una de mis mayores pasiones es montar a caballo, deporteque llevo realizando desde los 7 años, y que espero seguirmejorando durante muchos más.

Game Over

Te digo adión, para siempre adiós.No estas en mis planes,ni tú ni esa yoque contigo dejo atrás.

No es traición, simplemente,somos caminantes con un distinto final,y no sé quién de las dosbusca la felicidad,perdo debemos afrontarque mutuo alivido nos espera.

Se acabaron las risas,los recuerdos ya de nadie.Pues la una para la otra,ni enemigo, amigo, traidor...La nada de unos frágiles recuerdoque algún extraño perdió.Y ya solo nos espera el adiósque a los desconocidos no aguarda.

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Modalidad CUENTO. Categoría 16-22 años. Ganador.

LUIS DANIEL SANTIGOSA RODRÍGUEZ

Nací en Ponferrada (León) el 10 de febrero de 1990. Misestudios hasta ahora han sido, primaria, secundaria, ESO,y Bachiller en mi ciudad natal, Ponferrada, y ahora curso elciclo superior de Desarrollo de Aplicaciones Informáticas enel IES Dr. Fleming.En mi tiempo libre me gusta ocuparme en cosas relacionadascon aparatos electrónicos, pero, claro, a eso mismo quierodedicarme. También soy un amante del cine, la literatura, ysalir con los amigos. La mayoría de mis lecturas suelen ser de literatura fantástica,de ciencia ficción o terror, sobre todo los maestros Poe oLovecraft.Desde bien pequeño ya tenía bien dominado mi ordenador y

videoconsola, y, con unos 4 ó 5 años, me encantaba leer, y, gracias a la imaginación extraña con laque he sido dotado, también escribir. Espero poder seguir escribiendo, aunque solo para mi tenga sen-tido.

La pérdida

La espera se hacía eterna, cigarrillo a cigarrillo, mis nervios se iban disparan-do. Sólo, en aquella gran sala blanca, viendo pasar personas de un lado a otro.

El sudor empapaba mis ropas, no podía pensar claramente, miraba hacia lapuerta, se me hacía enorme y terrible, con dos pequeños ojos circulares y trans-lúcidos.

Se me caía el alma al suelo, podía sentirla resbalando por la incómoda silla deplástico.

¡Ella! Quería verla, sacarla de ese maldito lugar, y olvidar todo lo sucedido,pero… Un hombre salía por la puerta doble, con una mascarilla verdosa, brazosen alto, a la altura del pecho, con guantes enfundadas sus manos, estaban cubier-tos de sangre ¡Su sangre!, pasó rápidamente por delante de mí sin apenas dirigir-me una mirada. La cajetilla se acabó, no quedaba tabaco para intentar tranquili-zarme. El hombre volvía de nuevo al quirófano.

–¿Dónde está mi mujer?–

–Tranquilícese, espere aquí–

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Con gestos intentaba mantenerme donde estaba, en mi silla. Algo pasaba.

–¡Quiero verla! ¡Dígame que le pasa!– No podía dejar de gritar mientras elhombrecillo intentaba detenerme.

–Su mujer ha perdido mucha sangre, no sabremos nada hasta pasado un rato;siéntese por favor–.

El mundo se me venía encima mientras yo me dejaba caer sobre el asiento. Elcirujano entró de nuevo por las puertas. No podía más, ella era mi vida, mi fami-lia, mi razón de vivir.

Me levanté, miré a los lados de la sala vacía y reuní todo mi valor para diri-girme hacia el quirófano que ahora se me antojaba enorme, y poco a poco acer-caba mi mano hacia la dura y fría puerta. De un golpe la abrí y entré a trompi-cones.

Un grupo de cabezas enfundadas se giraron al unísono, me miraron, ycomenzaron a hablarme muy rápido e intentaron retenerme, pero todo para míera ahora inaudible porque la vi, pude verla, a mi muj… lo que quedaba de ella.Era horroroso, no pude soportar esa visión y fui, despacio, mientras las náuseasse apoderaban de mis entrañas, cayendo.

Esa imagen ¡Oh Dios! esa maldita imagen, toda esa sangre, mientras me pre-cipitaba hacia el suelo, pensaba en todos esos momentos que pasamos juntos, ennuestra felicidad, en el accidente… No quiero perderte.

Contemplaba a cámara lenta cómo los hombres y mujeres con mascarilla ygorros me miraban cubiertos de aquel líquido escarlata. Más cerca del suelo,pronto se iba a acabar, caería y me dormiría, de hecho, deseaba no poder volvera levantarme.

¡Plash!

… … Mmmm… Ohmmm…Abrí de pronto los ojos. Recordé todo aquello.¿Dónde estoy? ¿Dónde está ella? La habitación era del hospital, no hizo falta másque ver la cama con sábanas blancas y la televisión con ranura para monedas. Medolía la cabeza.

¡Un ruido!

La puerta se abría, una mujer con una de esas chaquetillas y pantalones de lasenfermeras entraba, afroamericana, rellenita y no tenía buena cara.

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–Perdón… ¿Mi mujer…?–.

Ahora estaba de pie, mirando al horizonte. Allí estaba, después de dos díasintentando superarlo, allí sucedió todo, este era el puente, incluso diría que lamarca de neumáticos desviándose de la carretera era la de nuestro coche. Allí pasótodo.

Di otro trago a la botella, a ella y a mí siempre nos había gustado esa marcade whisky escocés, lo pasábamos en grande… Quizás bebimos demasiado.

Era de noche, solo podía ver los faros del automóvil, y las pequeñas lucesnocturnas del puente. Estaba solo, quizás se oían algunas aves, pues todo aquelloestaba rodeado de árboles pero no era algo que me importase demasiado.La calma se hacía dominante, así que me pareció el momento justo, un últimotrago.

Comencé a andar, despacio, sin prisa, recordé su cara, su piel, su pelo, susojos… La echaba tanto de menos.

Subí con cuidado de no caerme a la sólida estructura de metal que sirve paraproteger a los conductores y sus máquinas de una caída libre. Noté la brisa fríaen mi piel, el pelo se me alborotaba, era una sensación magnífica, abrí los ojos,mire al cielo nocturno y me despedí.

El agua calmada y tranquila se perturbó apenas un minuto, reinaba el silen-cio atronador de la muerte. El agua volvió a su estado natural, y más que nuncase oyeron las aves, quizás intentando rellenar un hueco en la noche.

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Modalidad CUENTO. Categoría 16-22 años. Finalista.

ARTURO SÁNCHEZ CHILLÓN

Nací aquí, en Oviedo, el 2 de septiembre de 1994, pero fuibautizado en Zamora. Me encuentro en 1.º Bachillerato deCiencias y siempre he estado en esta rama. Siempre me hagustado la historia y conocer todos sus secretos y anécdotas(sectas y clanes secretos e influyentes como los templariossobre todo). De la historia en concreto me apasionan la EdadMedia y el Renacimiento siendo Leonardo Da Vinci y su obrauna gran inspiración para mí. También me gustan los video-juegos en su justa medida y jugar al baloncesto.Mi relato “Perdido en el microcosmos “está basado en unsueño.

Perdido en el microcosmos

Buenas tardes, señores, niños, ancianos o quien quiera que esté leyendo esto.Me llamo Charls Morsen… o era Mike, ya no me acuerdo, es igual.

He aquí la historia de cómo yo, el pobre ayudante de un reconocido científi-co, me introduje en un mundo paralelo que nunca nadie llegará a conocer tanbien como yo:

Era 3 de julio de 1999, víspera del día de la Independencia americana. Está-bamos el profesor Thomas Johnson y yo trabajando arduamente en la síntesisde un nuevo gas que rompería con todo esquema científico elaborado hasta elmomento. A este nuevo gas lo denominamos “Simbiotum”.

Aquella tarde, mientras yo dormía muerto del cansancio, el profesor me des-pertó. Me miraba con los ojos de una persona al borde del éxtasis:

–¡Corre, ven y contempla tu mismo los efectos de nuestro descubrimiento!

Me dirigí hacia la jaula de cristal donde ensayábamos con ratones y observéun ratón muy pequeño pero con las facciones tan desarrolladas como uno adulto.

–Tus ojos no te engañan, mi buen ayudante. Hemos sintetizado un gas capazde reducir un cuerpo hasta tamaños insospechados. Indetectables por cualquierojo, ya sea humano o electrónico.

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–¡Dios mío profesor! Ese gas ha de ser destruido inmediatamente. Imagine losdesastres que podría causar.

–Tonterías, joven. Tienes mucho que aprender. Ahora mismo parto hacia elMinisterio para informar de tan asombroso descubrimiento. Asegúrate de que elgas quede bien encerrado en el tanque de almacenamiento.

Entonces se fue. Me volví para mirar al ratón pero no estaba allí. Tome elmicroscopio y ni siquiera con eso. Había desaparecido. Mientras cerraba las vál-vulas de compresión del laboratorio ocurrió lo impensable. Se produjo una fugadel endemoniado gas y quedé fumigado por aquella sustancia. A los pocos minu-tos mi altura no daba ni siquiera para alcanzar el borde de una mesa. De repen-te oí como se abría la puerta. Era el profesor que volvía entusiasmado. Me llamóvarias veces y yo respondí con todas mis fuerzas, me oyó, pero vagamente.Cuando al fin me localizó sentado sobre unos libros caídos en el suelo, su cara seespantó del horror. Apenas tenía el tamaño de una pelota de baloncesto. Con lavoz atragantada y yo entre sus manos me preguntó:

–¡Dios mío, ¿qué te ha ocurrido, amigo?!

Se lo expliqué rápidamente y enseguida tomó medidas. Me proporcionó unaespada de mi tamaño, tratada con el Simbiotum, para salvaguardar mis espaldasallá donde fuere.

–Querido mentor, que el resto de la vida que te queda la disfrutes y des buenacuenta de mi participación en este desorbitado experimento.

Le rogué que no llorase pues en sus lágrimas podría ahogarme. Al cabo deunos instantes había atravesado su piel y podía apreciar las células sanguíneas.Poco después sus leucocitos intentaban devorarme y minutos más tarde adquirítal tamaño que un electrón perteneciente a un átomo de las moléculas podíaembestirme si me interponía en su orbital.

Mi empequeñecimiento era continuo y, a medida que encogía, mi locuraaumentaba y mi percepción temporal se distorsionaba. Habían pasado ya sema-nas o quizá meses hasta que, de pronto, me encontraba suspendido en el vacío deun subuniverso de otra dimensión. Este poseía galaxias y astros. Pasada una hora,un insecto podía devorarme y, a la siguiente, con una tos accidental, podía barrernebulosas enteras debido a mis tamaños desorbitados. Vagué mucho tiempo porel microcosmos y, mientras, me hacía preguntas evidentes:

–Señor, vela por mi familia allá donde esté y procura que mi tormento ter-mine pronto pero… ¿cuándo?...

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Pasado un tiempo me topé con una galaxia que poseía un planeta de curiosoparecido a la Tierra.

–¡Santa madre bendita!, ¿es posible?...

Me quedé orbitando alrededor de él y me dejé menguar en la zona dondevivía. Efectivamente todo estaba allí. ¿Acaso había vuelto? Corrí hacia la casa deThomas y antes de precipitarme a entrar de golpe en su laboratorio, observé porel cristal de la puerta y me vi a mí mismo con el tamaño reducido y al profesorhablando. Llegó el momento en el que desaparecí. Por un instante me pregunté:

–¿Es posible que haya viajado en el tiempo?

Entré en la habitación. El profesor me vio y pronunció unas palabras des-coordinadas de lo atónito que estaba. Poco después se desmayó y cuando sedespertó le conté lo ocurrido.

¡Valgan los cielos…! esto no puede ser verdad. El encogimiento había termi-nado. ¿Quiso el destino que parase justo para llegar de nuevo a mi hogar o todoesto es una pesadilla? Pude retomar mi vida normal y regresar con mi mujer.Aquella noche, bajo la luz de un flexo en la oscuridad de mi salón, redacté estahistoria. Al fin pude acostarme de nuevo y dormir en paz. Aquella noche sentíque la cama se me hacía más grande…

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Modalidad POESÍA. Categoría 16-22 años. Ganador.

JONATHAN FERNÁNDEZ JIMENA

Nací en Oviedo el 4/07/1994. Actualmente estoy cursando elprimer año de Bachillerato en la modalidad de ciencias de lasalud. En mi tiempo libre suelo salir a jugar al fútbol ya quees mi deporte favorito, también me gusta escuchar música,ver la televisión y salir con mis amigos. También, de vez encuando, suelo escribir y me gusta la agricultura. Juego en elC.D. Riosa de fútbol y tengo un hermano que se llamaChristian. Me había presentado al concurso literario en 1.º deE.S.O. pero no fui premiado así que este año fue la segundavez que me animé a presentarme y tengo que decir que laexperiencia me ha gustado mucho.

El fin de la felicidad

Es una bebida amarga,un puñal en la espaldaes una flecha en la adarga,un pavor que todo escalda.

Es el llegar de locuras,el dolor de los pesareses un mar de amarguras,donde cesan los cantares.

Te giras y ahí está,no hay quien pueda hacer que cesetodo aquí se viene y va,no hay quien diga que no pese.

El negro grajo en su nido,a él dedica su graznido,no atiende a menesteres,solo apaga amaneceres.

Y las rosas que reinaronhoy con él se marchitaron.No es sujeto de amor,es el duro desamor.

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Modalidad POESÍA. Categoría 16-22 años. Finalista.

PELAYO PEÑARROYA RODRÍGUEZ

10 agosto 1993. Oviedo.2.º Bachiller Tecnológico.Voy al Conservatorio de Música en la especialidad de guitarra,entreno en un equipo de fútbol, escucho música, veo la tele,me gusta mucho aprender cosas interesantes y resolver pro-blemas difíciles. Soy un poco desordenado y casi nunca meenfado. A veces me gusta pasar tiempo solo escuchando músi-ca porque me relaja mucho, sobre todo el rock y el rap. Y soyde los que dicen que dentro de 30 años, además de poetascomo Ángel González o Miguel Hernández, también se estu-diarán artistas como Nach, porque es muy fácil juzgar un pro-totipo y se cree que el rap siempre es ofensivo, carente de sen-sibilidad y de poca calidad lírica. También creo que la poesía

no está hecha para ser entendida a la primera y de manera inequívoca por todos.Estudié la primaria en un C.R.A., entré en el Fleming en secundaria.

Soneto para Javi B. y Nico A.

Pareciera efecto de la gravedad,sin dejar de morir ya empieza,verde alza cada hombre una verdad,blanco novia la colorea la certeza.

Continuamente devorados por rojasque extinguen de oxígeno cualquier atisbo.Los azules que nuestras pieles mojantragan marrones en sus abismos.

Porque todo el que vive dando vocesse ve a sí mismo cual deidady no asno en retablo dando coces.

Lo bueno es propio, lo malo… ¡qué más da!el más rico y más inculto es un dios entre dioses…sí, pareciera efecto de la gravedad.

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IV CONCURSU LLITERARIUEN LLINGUA ASTURIANA

Ganador.

XULIÁN SUÁREZ FLÓREZ

Nací en Santolaya (Morcín), el 25 de marzo de 1998. Estudié1.º y 2.º de E.I. en el C.R.A. Güerna-Payares (Llena), 3.º deE.I. y 1.º de Primaria en el C.P. Gesta I (Uviéu) y los demáscursos nel C.P. Horacio Fernández Inguanzo (Morcín). Agoratoi en 1.º C nel I.E.S. Dr. Fleming.Vivo en Santolaya, un pueblu ente montes mui tranquilu.Toco’l clarinete y el piano nel Conservatoriu-Escuela de Mú-sica de Mieres. Nel tiempu llibre préstame xugar colos miosamigos, andar en bici o dir de monte. Gústame’l fútbol. Soisociu del Real Uviéu. Gústame muncho lleer y tamién me

presta muncho escribir y por eso me presenté al Concursu. Toi interesáu nel ecoloxismu, así qu’escribí’lcuentu d’esti tema.

Too ye una basura

A mi paezme que sí. El basureru taría bien nel conceyu Llanes –díxomeManolo.

–¿Tu crees? Pa mi tenía que tar nel centru. Nun sitiu que nun molestara anaide –díxi-y yo.

–¡H.a, h.a, h.a! ¿Nel centru? Yá ta bastante estrozáu. Agora hai qu’estrozar lesdemás zones –díxome él.

–¡Mama, mama! ¡Corri, qu’empiecen les noticies! –díxi-y.

–Val, agora voi –díxome ella.

–División na población asturiana. Muncha xente pide que’l basureru teana playa llanisca de Torimbia. Otres persones quieren que la basura se quemena nueva incineradora de Serín –dixo la locutora.

–Pues tamos guapos. Yo creo que teníemos que reciclar, reducir, reutilizar ytoo eso que diz to tíu, que como ye de «Grinpís»... –dixo mama.

–Bah, bah, bah, too eso ye un cuentu. Por muncho que se recicle hai quebuscar otru basureru –dixo mio güela.

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–¡Güelita, cuando tu teníes la mio edá nun había basureros! –dixi.

–¡Guah.e! Yo agora toi metida a fondu con eso del ecoloxismu. Yá fui a dosreuniones del to tíu –díxome.

–Bueno, esta conversación ta siendo un xaréu y nun me dexáis escuchar lesnoticies –dixo mama.

–Al final ganasti tu, Manolo –dixi triste.

–¡H.a! Yá lo dicía yo: Llanes yera la última opción –díxome con tonu sabiondu.

Esti cuentu vien a dicir que Serín solo aguanta hasta’l 2013. Así que nin colo-rín nin colorón, porque esti cuentu nun acabó.

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IV CONCURSU LLITERARIUEN LLINGUA ASTURIANA

Finalista.

CRISTINA SALGUERO CORREIA

Nací n’Uviéu’l trenta de mayu del 98. Estudié tola Primarianel Colexu Públicu de Morcín y agora toi nel IES Fleming. Lo que más me presta ye xugar al fútbol y tar colos amigos yamigues.Prestóme muncho escribir n’asturianu porque ye la llinguaque falo y estudio dende pequeña. Amás ye importante queparticipemos pa que’l Concursu Lliterariu n’asturianu, siguaesistiendo nel Fleming.Ye la primera vez que gano un concursu lliterariu y conello aprendí delles coses: 1.ª la importancia que tien la re-visión del testu, y que me pongo nerviosa al lleer en públicu.

Gracies al xuráu por tener en cuenta’l mio trabayu.

Un suañu

Valeria yera una neña de seis años que vivía en Londres, pero tenía un pro-blema y un suañu. Pa cumplir el so suañu tenía que viaxar a España, pero la sofamilia nun tenía dineru.

El suañu de Valeria yera xugar al fúbol, tolos ratos llibres que-y quedabendempués de facer los deberes salía a una plaza qu’había ente casa a da-y al balón.

Nel colexu había un equipu, nun podía xugar, porque nun dexaben partici-par a les neñes.

Un neñu del so equipu que yera’l meyor dempués d’ella, diba recibir una visi-ta del seleicionador d’un equipu de Londres, unu de los meyores del país. Foia unu de los entrenamientos, gustó-y muncho, pero nun pudo nun decatasede Valeria; resaltaba pencima tolos neños. L’entrenador sabía que nesi país nunpodíen xugar al fúbol les neñes, y escurrióse-y una idea, yera una idea un poco“allocá”, pero taba enfotáu en qu’esa neña diba tener un futuru xenial comofutbolista si diba xugar a un equipu español.

N’España, sí permitíen xugar a les neñes nun equipu mistu hasta los catorcey dempués, si queríen siguir xugando podíen facelo nun equipu femenín.

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El seleicionador nun sabía qué facer, per una parte Valeria yera perbona, ydiba a tener un futuru xenial como fubolista, pero ¿cómo diben viaxar ella y la sofamilia a España?

Dempués de da-y munches vueltes na tiesta, tuvo una gran idea:

Diben viaxar la familia de Valeria y el seleicionador col dinero qu’él tenía afo-rrao, sabía que darréu, les perres volveríen-y al bolsu pol talentu de Valeria, peroa cambiu d’esti préstamu, el seleicionador tenía de ser el manager. Los pas acep-taron el tratu, y toos viaxaron a España.

Siete años depués de colar a España, tola familia vivía como enxamás lo ima-xinaren, y el seleicionador fíxose perfamosu, y por supuestu, recuperó les perresdel viax. Dende entós, vivieron felices, y toles vacaciones volvíen a Londres devisita.

Nomatu: miffy

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V CONCURSO DE DISEÑO GRÁFICO.

Ganadora.

OLAYA MARTÍNEZ GONZÁLEZ

Nací en Oviedo el 25 de junio de 1997. He realizado misestudios de primaria en el CP Baudilio Arce. Actualmenteestoy estudiando 2.º de ESO.En mi tiempo libre me gusta mucho dibujar (voy a clases depintura), bailar y hacer deporte. También me gusta ir al cinecon mis amigos a ver películas de aventuras, románticas y,sobre todo, comedias. Es la segunda vez que gano el concur-so de diseño gráfico del IES Dr Fleming.

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