piratería y seguridad marítima en el mediterráneo...

32
Alfonso Álvarez-Ossorio Rivas Eduardo Ferrer Albelda Enrique García Vargas (coords.) SPAL MONOGRAFÍAS XVII Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguo

Upload: others

Post on 26-Jun-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

Alf

onso

Álv

arez

-Oss

orio

Riva

s,Ed

uard

o Fe

rrer

Alb

elda

,En

riqu

e G

arcí

a Va

rgas

(coo

rds.)

SPALMONOGRAFÍASXVII

El estudio de la piratería durante la Antigüedad ha sido una cuestión científica que ha pasado determinados períodos a lo largo de la historia de la historiografía y que se encuentra en boga en los últimos años. Este trabajo colectivo supone la primera aportación desde la Academia española, con la colaboración de notables especialistas internacionales, a este tipo de estudios.

Esta obra se acerca al análisis de la piratería desde una perspectiva dual, es decir, tanto desde la óptica de quienes sufren el supuesto acto pirático, como de quienes lo protagonizan de forma activa. Lo verdaderamente importante del hecho pirático es la perspectiva, quien define a la piratería y a los piratas, y las intenciones que se esconden tras las medidas políticas, bélicas y propagandísticas de quienes se enfrentan a ellos.

Hoy en día, a todos nos resultan familiares los términos “pirata” y “piratería” a partir de los libros, las películas y los medios de comunicación. Las imágenes y conceptos que nos evocan forman parte de la vida contemporánea y la cultura popular, en muchos casos con consideraciones positivas, o cuando menos, con una visión “romántica” de los mismos, pero, como se demuestra en este trabajo, durante la Antigüedad, la aplicación de la etiqueta “piratas” a ciertas comunidades del Mediterráneo constituyó a menudo una deliberada distorsión de la verdadera naturaleza de estos grupos, cuya actividad fue definida no por ellos mismos, sino por quienes la padecieron.

Últimos títulos publicados en laColección SPAL MONOGRAFÍAS

XVII. Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguo.

Alfonso Álvarez-Ossorio Rivas, Eduardo Ferrer Albelda y Enrique García Vargas, coords.

XVI. La religión del mar. Dioses y ritos de navegación en el Mediterráneo Antiguo.

Eduardo Ferrer Albelda, Mª Cruz Marín Ceballos y Álvaro Pereira Delgado, coords.

XV. Grecia ante los imperios. V Reunión de historiadores del mundo griego.

Juan Manuel Cortés Copete, Rocío Gordillo Hervás y Elena Muñiz Grijalvo, coords.

XIV. Salvación, infierno, olvido. Escatología en el mundo antiguo.

Eduardo Ferrer Albelda, Fernando Lozano Gómez y José Mazuelo Pérez, coords.

XIII. Piedras con alma. El betilismo en el mundo antiguo y sus manifestaciones en la península ibérica.

Irene Seco Serra.

XII. Ofrendas, banquetes y libaciones. El ritual funerario en la necrópolis púnica de Cádiz.

Ana María Niveau de Villedary y Mariñas.

XI. De dioses y bestias. Animales y religión en el mundo antiguo.

Eduardo Ferrer Albelda, José Mazuelos Pérez y José Luis Escacena Carrasco, coords.

X. Las instituciones en el origen y desarrollo de la Arqueología en España.

María Belén Deamos y José Beltrán Fortes, eds.

IX. Imagen y culto en la Iberia Prerromana: Los pebeteros en forma de cabeza femenina.

Mª Cruz Marín Ceballos y Frédérique Horn, eds.

VIII. Testimonios arqueológicos de la antigua Osuna. José Ildefonso Ruiz Cecilia.

VII. Entre Dios y los hombres: El sacerdocio en la Antigüedad.

José Luis Escacena Carrasco y Eduardo Ferrer Albelda, eds.

VI. Arqueología en Laelia (Cerro de la Cabeza, Olivares, Sevilla).

Antonio Caballos Rufino, José Luis Escacena Carrasco y Francisca Chaves Tristán.

Catálogo completo de nuestras publicacionesen la página web

<http://www.publius.us.es>

Alfonso Álvarez-Ossorio RivasEduardo Ferrer AlbeldaEnrique García Vargas

(coords.)

SPAL MONOGRAFÍASXVII

Piratería y seguridad marítimaen el Mediterráneo Antiguo

Pira

terí

a y

segu

rida

d m

arít

ima

en e

l M

edit

errá

neo

Ant

iguo

Genaro Chic García

Philip de Souza

Piero A. Gianfrotta

Adolfo J. Domínguez Monedero

César Fornis

Eduardo Ferrer Albelda

Enrique García Riaza

Antoni Puig Palerm

Isaías Arrayás Morales

Feliciana Sala Sellés

Sonia Bayo Fuentes

Jesús Moratalla Jávega

Alfonso Álvarez-Ossorio Rivas

David Álvarez Jiménez

Antón Alvar Nuño

Listado de autores

Page 2: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar
Page 3: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

PIRATERÍA Y SEGURIDAD MARÍTIMA EN EL MEDITERRÁNEO ANTIGUO

Page 4: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar
Page 5: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

PIRATERÍA Y SEGURIDAD MARÍTIMA EN EL

MEDITERRÁNEO ANTIGUO

Alfonso ÁlvArez-ossorio rivAs, eduArdo ferrer AlbeldA, enrique GArcíA vArGAs

(coords.)

SPAL MONOGRAFÍASNº XVII

UNIVERSIDAD DE SEVILLA. SECRETARIADO DE PUBLICACIONES

Sevilla 2013

Page 6: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

Colección: Spal MonografíasNúm.: XVII

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o trasmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación mag-nética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación, sin permiso escrito del Secretariado de Publicacio-nes de la Universidad de Sevilla.

© SECRETARIADO DE PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA 2013 c/ Porvenir, 27 - 41013 Sevilla. Tlfs.: 954 487 447; 954 487 451; Fax: 954 487 443 Correo electrónico: [email protected] web: <http://www.publius.us.es>© ALFONSO ÁLVAREZ-OSSORIO RIVAS, EDUARDO FERRER ALBELDA,

ENRIQUE GARCÍA VARGAS (coords.) 2013© DE LOS TEXTOS, LOS AUTORES 2013Impreso en España-Printed in SpainImpreso en papel ecológicoISBN: 978-84-472-1531-7Depósito Legal: SE 153-2014Maquetación e Impresión: Pinelo Talleres Gráficos, Camas-Sevilla.

Motivo de cubierta: Albanta S.L. Interpretación libre de la Crátera de Aristonotos (primera mitad del siglo VII a.C. Palacio de los conservadores de Roma: un navío de guerra ataca a un barco mercante).

comité editoriAl:Antonio Caballos Rufino (Director del Secretariado de Publicaciones) Eduardo Ferrer Albelda (Subdirector)

Manuel Espejo y Lerdo de TejadaJuan José Iglesias RodríguezJuan Jiménez-Castellanos BallesterosIsabel López CalderónJuan Montero DelgadoLourdes Munduate JacaJaime Navarro CasasMª del Pópulo Pablo-Romero Gil-DelgadoAdoración Rueda RuedaRosario Villegas Sánchez

Page 7: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

ÍNDICE

PrólogoAlfonso Álvarez-Ossorio Rivas ......................................................................... 9

Violencia legal y no legal en el marco del estrecho de GibraltarGenaro Chic García ............................................................................................ 15

War, piracy and politics in the Mediterranean 500-30 BCPhilip de Souza ................................................................................................... 31

Pirateria e archeologia sottomarina: rinvenimenti, luoghi e circostanzePiero A. Gianfrotta ............................................................................................. 51

Piratería en Magna Grecia y Sicilia: mecanismos de prevención y contenciónAdolfo J. Domínguez Monedero ........................................................................ 67

Leisteía institucionalizada en la guerra de CorintoCésar Fornis........................................................................................................ 87

La piratería en los tratados entre Cartago y RomaEduardo Ferrer Albelda ...................................................................................... 95

El tratamiento de los piratas en el ius belli romano-republicanoEnrique García Riaza ......................................................................................... 127

La piratería en el archipiélago balear en la Antigüedad ¿sólo una causa de la intervención romana del 123 a.C.?Antoni Puig Palerm ............................................................................................ 145

Entre Oriente y Occidente. La acción de piratas y corsarios en el marco de las guerras silanasIsaías Arrayás Morales ....................................................................................... 167

Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibéricaF. Sala Sellés / S. Bayo Fuentes / J. Moratalla Jávega ....................................... 187

Page 8: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

Sexto Pompeyo ¿un pirata romano?Alfonso Álvarez-Ossorio Rivas ......................................................................... 211

Crimen y castigo en la mar: el archipirata Contradis y la inquietud marítima del Mediterráneo Occidental a comienzos del siglo VDavid Álvarez Jiménez ...................................................................................... 233

Riesgo pirático y amuletos mágicos en el Imperio RomanoAntón Alvar Nuño .............................................................................................. 261

Page 9: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

F. Sala Sellés S. Bayo Fuentes

J. Moratalla Jávega

Universidad de Alicante

Resumen: Este trabajo se inserta en un estudio más amplio cuyo objeto es conocer el cambio cul-tural producido en la población ibera contestana como consecuencia de la conquista romana. La región contestana forma parte de la provincia Citerior desde los primeros tiempos de la conquista. Sin embargo, el silencio de las fuentes escritas hacía creer que la población local apenas se había visto afectada por unos acontecimientos bélicos que tenían lugar lejos de la zona, tanto al norte como al sur. En el trabajo exponemos un avance de los resultados de una investigación que pone de manifiesto cómo la región contestana sí entró en los intereses estratégicos de Sertorio, lo que se materializó en una red de guarniciones militares a lo largo de la costa septentrional alicantina para el control del tráfico marítimo, de un lado, y para la captación de productos de avituallamiento del ejército, de otro.

Abstract: This paper is an extract from a research that analyzes which is the cultural change pro-duced in the Iberian Contestana population following the Roman conquest. The Contestania region is located at Citerior province during the early days of the conquest. However, the classics sources, by omission, made believe that local population had barely been hit by a few war events, taking place far from their areas, both to the north and to the south. This paper shows a resume of the results of our research that proves how the Contestania region itself entered Sertorius’s strategic interests, which is materialized in a network of military garrisons along the northern coast of Ali-cante in one side, to control maritime traffic, and in other side, to get army supplies products.

Este trabajo se inserta en un estudio más amplio cuyo objeto es conocer el cambio cultural producido en la población ibera contestana como consecuencia de la conquista romana1. La región contestana forma parte de la provincia Citerior desde los primeros

1. Proyecto HAR2012-32754 Las huellas de las guerras civiles romanas en el sudeste de Hispania. Con-flictos y transformación cultural, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.

Page 10: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

188 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

tiempos de la conquista. Sin embargo, el silencio de las fuentes escritas hacía creer que la población local apenas se había visto afectada por unos acontecimientos bélicos que tenían lugar lejos de la zona, tanto al norte como al sur. En el trabajo exponemos un avance de los resultados de una investigación que pone de manifiesto cómo la región contestana sí entró en los intereses estratégicos de Sertorio, lo que se materializó en una red de guarniciones militares a lo largo de la costa septentrional alicantina para el control del tráfico marítimo, de un lado, y para la captación de productos de avituallamiento del ejército, de otro.

1. EL TOSSAL DE LA CALA (BENIDORM): DE POBLADO IBÉRICO A GUARNICIÓN ROMANA

A esta conclusión se llega tras la revisión de los enclaves ubicados en la costa alican-tina tradicionalmente considerados poblados ibéricos tardíos, datados entre los siglos II y mediados del I a.C. por la presencia de campaniense A y B y la ausencia de cerámica sigillata (Llobregat 1972: 61). El estudio de los materiales arqueológicos de excavaciones antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar su cronología en la primera mitad del s. I a.C. Así pues, era inevitable poner en relación esta ocupación pun-tual de la costa con la elección del puerto de Dénia como base naval de Sertorio y con los acontecimientos bélicos en el área levantina (fig. 1).

El cambio en la interpretación de estos yacimientos empieza con la revisión de los materiales del Tossal de la Cala depositados en el MARQ (Bayo 2010). De todos los enclaves es también el yacimiento donde más se ha excavado y, pese a que nunca se publi-caron las memorias, es el que más datos aporta. Se da a conocer tras los trabajos del padre J. Belda en los años 40 (Belda 1950-51), a los que sigue la intervención de M. Tarradell y A. Ramos de 1956 (Tarradell 1985). La última campaña de excavación tiene lugar en 1984 (García Hernández 1986).

De las excavaciones del padre Belda procede un conjunto de vasos ibéricos pinta-dos completos, o casi completos, algunos de ellos emblemáticos dentro del repertorio vascular ibérico (Bayo 2010: fig. 45). En cambio, no se documenta ni un solo vaso de cocina ibérico, aunque sí romanos, como una cazuela de rojo pompeyano, un mortero con digitaciones y algunas lucernas republicanas. Las ánforas púnicas T-7.4.3.3, T-8.1.3.3 y T-15.1.1.1 (Ramón 1995), así como las itálicas Dr. 1B y Lamb. 2 (Bayo 2010: figs. 26, 27, 30, 54 y 55), junto a las copas y páteras de campaniense A y calena tardía confirman que, pese a la presencia de algún fragmento ático, la ocupación del enclave transcurría durante las primeras décadas del s. I a.C.

Este contexto material podía considerarse el normal en un lugar costero como éste, bien situado para el intercambio comercial. Por ello, la catalogación de los objetos metáli-cos, de hueso y de vidrio, que por su estado fragmentario se habían pasado por alto en los estudios anteriores, dio el giro definitivo (fig. 2). Además de una hoja de puñal y dos rega-tones de lanza, se identifica un fragmento de moharra de pilum de lengüeta de tipo Šmihel (Connolly 1997: 44; Quesada 2007: 382), semejante al hallado en los niveles sertorianos de l’Almoina en Valentia (Ribera 1998: 167; Connolly 1997: fig. 3G; Quesada 2007: fig. 2). Dos pequeñas piezas de bronce rematadas con un busto masculino resultan ser asas

Page 11: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

189Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

de jarras tipo “Piatra Neamt” y una tercera de tipo cordiforme corresponde al tipo Galla-rate (Bayo 2010: fig. 70). Asas similares aparecen en el campamento de Cáceres el Viejo (Ulbert 1984: lám. 13 y 15.91) y en los niveles tardo-republicanos de Libisosa (Uroz et alii 2004: 185; Uroz 2012: fig. 131a y 132a). Estas jarras están asociadas al servicio de mesa romano y se datan en torno al s. II a.C. y el primer tercio del s. I a.C. (Romana 2007: 200-201). El soldado romano llevaba esta vajilla por su ligereza para el transporte y por su mayor durabilidad frente a los vasos cerámicos. Otro tipo de asa de bronce que aparece en el Tossal de la Cala es un asa de tamiz que de nuevo encontramos en Cáceres el Viejo (Ulbert 1984: lám. 15). También es significativa la existencia de una sonda espatulada. Este instrumental quirúrgico servía para agitar las mezclas y la punta en forma de espátula para aplicarlas una vez elaboradas, aunque otras fuentes indican que también eran usadas como depresor de lengua (Borobia 2007: 185). Se sabe que en las filas de las legiones romanas se incorporaba a un médico para mantener la buena salud de los soldados en campaña. Entre los objetos de hueso destacan cinco stili de distintas formas, cuyos para-lelos los volvemos a encontrar en Cáceres el Viejo (Ulbert 1984: lám. 20.130-132), un anillo y una posible charnela. Por último, dos fragmentos informes de vidrio prensado de color blanquecino, con manchas verdosas y decoración grabada a modo de retícula (Bayo 2010: fig. 78), que se datarían en torno a los siglos II y I a.C. con un uso continuo hasta el s. I d.C. (Price 1981: 100, 102). Se trata de las primeras importaciones de vidrio, muy

Figura 1. Situación de los yacimientos estudiados en relación con los lugares citados en las fuentes (base cartográfica MARQ): 1. Passet de Segària, 2. Penya de l’Àguila, 3. Punta de la Torre, 4. Penyal

d’Ifac, 5. Cap Negret, 6. Tossal de la Cala.

Page 12: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

190 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

escasas todavía en época tardo-republicana, y que en estas fechas tan tempranas aparecen siempre en ambientes romanos. A la vista de estas piezas, empezamos a barajar la hipó-tesis de una presencia romana en el Tossal de la Cala, bien un contingente militar, bien población civil, o ambos grupos coexistiendo con la población ibera.

El registro numismático indica que estamos ante un enclave bien aprovisionado de moneda, en un momento en que la moneda está vinculada al ejército. Se conocen un total de 34 monedas. El padre Belda localizó 23 durante sus excavaciones, la mayoría en la parte oriental del yacimiento (Bayo 2010: 38), y de las excavaciones de 1956 proce-den otras siete monedas. Las cuatro restantes, “monedas ibéricas de Saiti”, las publicó F. Mateu i Llopis como procedentes de Cala de Benidorm (Mateu 1972-1974: 51, nº 1155). Sólo hemos podido obtener datos de 21 monedas (Bayo 2010: 160, tabla 2; Sala et alii e.p.). Habría 4 monedas romanas cuya cronología va desde mediados del s. II a.C. a ini-cios del s. I a.C. Tres de ellas son bronces recuperados en trabajos arqueológicos, un as, un triens y un quadrans (Tarradell 1985: 116), y la cuarta sería un denario conocido por refe-rencias bibliográficas. Se trata de la única moneda de plata existente por ahora. Se dató en el año 84 a.C. (Mateu 1972-74: 51). Más tarde, Abad y Abascal (1991: 187) adelantarían la datación al año 82 a.C. a partir de la referencia de Mateu que lo considera acuñado por L. Marius Censorinus. Se trataría de un denario de la familia Marcia acuñado en Roma (RRC, 363.1). Las monedas ibéricas son 17, mayoritariamente unidades de bronce acu-ñadas en cecas de diferentes puntos de las costas peninsulares –Saiti, Arse, Iluro, Kesse, Ebusus, Abdera, Malaca y Gadir– mientras que de las cecas del valle del Ebro, muy acti-vas en este momento, se ha documentado un único ejemplar procedente de Bilbilis. Según Tarradell (1985, 115), cuatro monedas de Saiti y una quinta en mal estado se localizaron en una misma habitación, la 5B. Finalmente, Belda afirmaba que en el “nivel hondo” del interior de la estancia que denominó “casa de los plomos” apareció una tésera de plomo bien acuñada. Desconocemos si tenía carácter monetiforme (Bayo 2010: 35, 37).

La catalogación de los materiales de la excavación de 19842 vino a incidir en esa supuesta presencia de soldados romanos en el Tossal de la Cala. Para empezar, llama la atención el elevado porcentaje de cerámica importada frente a la cerámica ibérica (fig. 3). Entre la importada sobresalen las ánforas y la cerámica de cocina romana. El repertorio de ánforas está compuesto por Dr. 1B, Lamb. 2 y Ramón T-7.4.3.3, además de dos asas de ánforas de Brindisi con sellos (Sala et alii e.p.). La cocina romana es tan abundante que alcanza un porcentaje similar a las ánforas importadas, pero lo más destacable es que no existe cerámica de cocina ibérica. Se documentan ollas y platos-tapadera campanos, ollas y tapaderas de pasta tosca negra con desgrasante de cuarzo y ollas cuya pasta y formas coinciden con las de los niveles sertorianos de Valentia calificadas allí como de “pasta local valenciana” (López et alii 1994: 84, lám. 25). Los morteros, aunque escasos, también están presentes (Bayo 2010: 114). La vajilla fina de barniz negro representa un 15’96 % y en su mayoría son vasos de campaniense A, A tardía y calena tardía. Las for-mas más repetidas son Lamb. 1 y Lamb. 5. Si bien en un porcentaje reducido, destacamos la presencia de imitaciones de campaniense en cerámica gris bruñida, producción que recientemente se ha puesto en relación con la presencia del ejército romano en los corre-dores bastetanos (Adroher y Caballero 2008: 327).

2. Depositados en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante-MARQ.

Page 13: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

191Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

Figura 2. Objetos del Tossal de la Cala relacionados con las legiones romanas: 1. Sonda espatulada, 2-6. Asas de bronce, 7. Moharra de pilum, 8-9. Fragmentos de vidrio, 10-11. Anillo y charnela de

hueso, 12-16. Stili.

Page 14: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

192 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

Ante este contexto material resultaba difícil defender que fueran iberos quienes hacían uso de esa vajilla, más bien todo lo contrario. Si admitíamos un grupo de población romana ocupando el lugar, y población militar en concreto, entonces tenía sentido que el repertorio de cerámica ibérica fueran recipientes para el almacenaje: urnas, kalathoi, lebetes y platos. En ese sentido, es significativa la localización en el Tossal de la Cala de algunas tinajas tipo Ilduratin o dolia de borde reentrante procedentes del valle del Ebro (Burillo 1980: 222; Luezas 1999: 75; Saiz y López 2011), porque estaríamos ante un lazo comercial con esta zona para el abastecimiento de la tropa instalada en el área levantina. Estos recipientes de almacenaje también están presentes en los niveles republicanos de Valentia (López et alii 1994: lám. 14, fig. 3-4). Los escasos objetos de metal recuperados en esta campaña, por ejemplo, una tachuela de bronce o varios fragmentos de hierro que podrían ser parte de una parrilla de cocina muy parecida a las de los campamentos de Alésia (Brouquier-Reddé y Deyber 2003: fig. 96-167) o Arras (Jacques y Prilaux 2008: fig. 1.1-7), inciden en la ocupación militar del sitio.

LOS ENCLAVES EN LA COSTA NORTE ALICANTINA

El hábitat del Tossal de la Cala se ubica en la cima de un cerro de 100 m s.n.m. que protege del viento de levante la cala situada a poniente. Su entorno es poco apropiado para el aprovechamiento agropecuario, por lo que queda claro que la elección del lugar se debió a su posición junto al mar. Este patrón lo cumplen los demás enclaves situados al sur del Cap de la Nau: Punta de la Torre (Teulada), Penyal d’Ifac (Calp) y Cap Negret (Altea). Están situados sobre cerros costeros, con una cala próxima apta para el varado de naves y sin recursos evidentes en el entorno inmediato. No destacan por su extensión, que oscila entre la media ha del Tossal de la Cala, Cap Negret y Penyal d’Ifac y 1 ha de la Punta de la Torre. Al norte del Cap de la Nau están el Passet de Segària (Benimeli) y la Penya de l’Àguila (Dénia) (figs. 1 y 5). No están estrictamente en cerros junto al mar, sino sobre destacados promontorios cercanos a la costa –sierra de Segària y macizo del Montgó, respectivamente– desde los que se controla el golfo de Valencia hasta Sagunto. Desde ambas cimas también hay contacto visual con Ibiza en días de buenas condiciones meteorológicas. A diferencia de los anteriores, ambos yacimientos duplican la extensión y presentan fortificaciones de notable envergadura.

La Marina Alta y la Marina Baixa son dos comarcas costeras en el noreste de la pro-vincia de Alicante de orografía muy intrincada. Las cadenas montañosas se desarrollan en dirección suroeste-noreste creando pasillos por donde acceder hacia el interior, y algunas de estas cadenas mueren en el mar, configurando así un litoral característico de abrup-tos acantilados alternando con pequeñas calas. Algunas cuencas fluviales cruzan ambas comarcas, destacando la del río Gorgos o la del Algar. Este territorio tan montañoso goza, no obstante, de una gran ventaja para la navegación marítima, pues supone el ámbito peninsular más cercano a la isla de Ibiza, lo que lo convierte en un punto de orientación y apoyo ideal para la navegación (Ruiz de Arbulo 1990; Guerrero 1994). En este litoral tan abrupto los cuatro enclaves costeros están interconectados visualmente, y desde la Punta de la Torre hay un control efectivo de las naves que doblaran el Cap de la Nau (lám. I y II). Desde este enclave también hay contacto visual con la Penya de l’Àguila. Esta

Page 15: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

193Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

Figura 3. Gráfica con los porcentajes de cerámica importada e ibérica en el Tossal de la Cala (excavación de 1984).

Page 16: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

194 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

circunstancia, que no parecía casual, nos hizo decantar por abordar el estudio de los yaci-mientos en su linealidad costera y no en sus subunidades comarcales.

Las excavaciones en el Tossal de la Cala descubrieron un conjunto de estancias sencillas adaptadas a la geomorfología del terreno; algunas comunicadas entre sí parecían conformar pequeñas unidades de habitación (Tarradell 1985: fig. 5). Todos los excavado-res coinciden en que las construcciones se erigen a partir de la cota 85, luego no se trata del típico urbanismo ibérico en ladera, sino de un hábitat en la cima de aproximadamente una media ha de extensión. Según Belda (1950-51: 83), las estancias más bajas se adosa-ban a una muralla de mampostería de 1 m de ancho. La puerta de esta fortificación abría hacia el oeste, prolongando en paralelo los dos lienzos, es decir, una puerta en clavícula. Si el contexto material señala la presencia de milites, la interpretación de esta arquitectura nos permite hablar de un fortín y atalaya, un castellum con una guarnición romana.

Una intervención de urgencia en Cap Negret en 1987 puso al descubierto un tramo de muralla de mampostería amortizada por un gran vertido de escombros y tierra con abun-dantes fragmentos cerámicos (Sala 1990). El conjunto, otra vez muy homogéneo, con cam-paniense A tardía y calena tardía, ánforas itálicas Dr. 1 A y B y Lamb. 2, ánforas púnicas T-8.2.1.1, T-8.1.1.2 y T-7.4.3.3, cerámica de cocina campana –platos-tapadera, cazuelas de borde bífido y rojo pompeyano, mortero con digitaciones– y un elevado número de jarras romanas, se databa en la primera mitad del s. I a.C. Si en su día ya expresamos lo inusual

Lámina I. Visión de la costa hacia el sur desde la Punta de la Torre. Son perfectamente visibles Penyal d’Ifac y Tossal de la Cala.

Page 17: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

195Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

de tan altos porcentajes de cerámica importada para un enclave ibero (Sala 2003), ahora, en virtud de la similitud con el contexto cerámico del Tossal de la Cala, pensamos en otro contingente de tropa romana instalada en el lugar. Con su cala situada al norte, Cap Negret no alcanza mucha altura, por ello la muralla discurría a los pies del cerro, apenas a 3 m s.n.m., y quizá por ello se reforzó con un foso de perfil en V unos dos metros por delante del paramento exterior. Cap Negret no es un lugar alto y encastillado pero sí el único punto próximo a la desembocadura del río Algar, idóneo para vigilar la aguada de naves. Este río se menciona en diversos textos de época medieval y moderna por la calidad de sus aguas.

El Penyal d’Ifac fue objeto de dos actuaciones: a mediados de los años 60 por J. Belda, en la parte baja del tómbolo, y a inicios de los 70 en la ladera alta. Esta última intervención, dirigida por C. Aranegui (1973), es la que nos interesa puesto que los mate-riales arqueológicos corresponden mayoritariamente a la primera mitad del s. I a.C.3 En este conjunto se repite el mismo patrón: piezas importadas que superan a las ibéricas; éstas son principalmente recipientes pintados para el almacenaje y apenas hay ollas de cocina; la cerámica de cocina es principalmente romana; por último, el repertorio de ánfo-ras importadas es el habitual –greco-itálicas, Dr. 1 A, B y C, Lamb. 2 y púnica T-7.4.3.3–, si bien aquí el número de ánforas ibéricas aumenta hasta equipararse al de importadas.

3. Depositados en el Museo Arqueológico Provincial – MARQ.

Lámina II. Visión de la costa hacia el noreste desde la Punta de la Torre.

Page 18: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

196 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

Entre los escasos objetos de metal, destacan cuatro glandes, varias láminas, lañas y restos de fundición que dejan entrever el trabajo del plomo in situ.

En 1964 J. Belda elaboró una planimetría general con las construcciones visibles en superficie4. Además de la fortificación medieval, Belda dibuja un trazo discontinuo en semicírculo cerrando un área en torno a la media ha en lo más alto de la ladera. Lo deno-mina “ciudadela romana de refugio”. Este trazo corresponde sin lugar a dudas al lienzo de muralla que Bazzana y Aranegui publicaron en 1980 como un fortín bajo-imperial. Estos autores describen un muro de 2 m de ancho y aparejo de mampostería. En el área que delimita es donde se abrieron los cortes de los años 70, en los que, además de un escaso porcentaje de cerámicas tardo-romanas, apareció el conjunto cerámico de primera mitad del s. I a.C. Así pues, proponemos que la fortificación es tardo-republicana y que pudo ser reutilizada en época tardo-romana. Entre los escasos objetos de metal Bazzana y Arane-gui (1980: 429, fig. 4.4) citan un escalpelo y una cuchara, de nuevo instrumental quirúr-gico. Tendríamos así otro lugar encastillado y fortificado similar en extensión y concep-ción poliorcética al Tossal de la Cala. En este punto conviene recordar la existencia de las salinas a los pies del Penyal (lám. III), en explotación hasta los años 60 del s. XX, y la importancia de la sal en el ejército romano para la dieta, la conservación de alimentos, como remedio terapéutico y como complemento en especie de la paga (Perea 2006).

El siguiente enclave antes de rebasar el Cap de la Nau está situado en la cima de la Punta de la Torre con la cala situada al sur. Es el yacimiento peor conocido. Llobregat citaba el hallazgo de campaniense A y B, que unido a la ausencia de sigillata confirmaba la cronología final antes de mediados del s. I a.C. (Llobregat 1972: 107). Los fragmentos observados en superficie corresponden a ánfora campana Dr. 1, cerámica de cocina cam-pana e ibérica pintada, lo que coincide con el contexto del resto de enclaves. La dispersión de cerámica alcanza una extensión en torno a 1 ha. Afloran algunos muros y no es visible

4. Se conserva en el archivo gráfico del Museo Arqueológico Provincial – MARQ.

Lámina III. Imagen de principios del s. XX del Penyal d’Ifac y las salinas (historiadecalp.net). El yacimiento tardo-republicano se encuentra en el punto más alto de la ladera, al pie de las paredes

rocosas verticales.

Page 19: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

197Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

ninguna construcción defensiva, aunque, dado que casi todo el perímetro del cerro es acantilado, sería suficiente con un sencillo lienzo cerrando el único acceso a la cima.

Una vez rebasado el Cap de la Nau, el macizo del Montgó domina el paisaje. En el extremo occidental de su cima, a unos 484 m s.n.m., los farallones rocosos configuran un espolón largo y estrecho bien defendido. El paraje es conocido con el elocuente topónimo de Penya de l’Àguila (lám. IV). En el espolón se construyeron tres murallas en barrera de gran envergadura, abarcando un espacio de unos 1200 m entre la primera y la tercera. A principios de los 60, H. Schubart realizaba la planimetría general y, tras valorar la cerámica recogida en superficie, vio con claridad que semejante fortificación en un lugar tan encastillado debía obedecer a un momento de crisis muy grave, que relacionaba con la Segunda Guerra Púnica y con la localización en Dénia de la base naval de Sertorio (Schubart et alii 1962; Schubart 1963). A partir de los años 90 se generaliza la idea de un fortín vinculado al puerto sertoriano (Gisbert 1991; Ribera 1992; Castelló 1992; Costa y Castelló 1999: 101-106).

En efecto, en el conjunto de materiales al que hemos tenido acceso,5 el armamento, militaria, objetos de uso personal del soldado y herramientas no dejan lugar a la duda (fig. 4). Entre las armas destacan un proyectil de ballista (Horvat 1997: 113), glandes de plomo, un pilum de lengüeta o tipo Šmihel, una punta de flecha como las aparecidas en Numancia (Luik 2002: 267, Abb. 90), Alésia (Brouquier-Reddé y Deyber 2003: pl. 103.239-242) o Montmartin (Deyber 2008: 174) y dos puntas de lanza. De la indumenta-ria del soldado se conserva un protector de mejilla de un casco de tipo Montefortino (Feu-gère 1993: 83; 1994: 39), tachuelas de calligae (Bishop y Coulston 1993: 101; Brouquier-Reddé y Deyber 2003: pl. 93.138) y un anillo con cabujón ovalado, que suele aparecer en campos de batalla de diferente cronología como Andagoste6, Baecula7, Kalkriese (Har-necker y Franzius 2008: tafel 30.420) y Mirabeau (Brouquier-Reddé 1995: fig. 118.17 y 18). Entre las herramientas de trabajo, un hacha, una picoleta, una azada, unas tenazas, un cuchillo y un perpal. Los objetos de plomo son bastante diversos, desde pequeños

5. Depositado en el Museu Municipal de Xàbia Soler Blasco.6. <http://www.euskonews.com/0333zbk/gaia33302es.html>.7. Según comunicación oral del profesor A. Ruiz.

Lámina IV. Ubicación del castellum de la Penya de l’Àguila en el extremo occidental del macizo del Montgó (auntirdepedra.com).

Page 20: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

198 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

Figura 4. Objetos de la Penya de l’Àguila relacionados con las legiones romanas: 1. Pilum, 2. Punta de lanza, 3. Protector de mejilla, 4. Glandes, 5. Proyectil de

ballista, 6. Tenazas, 7. Picoleta, 8. Cuchillo, 9. Hacha.

Page 21: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

199Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

objetos como lañas, plaquitas enrolladas, dados, fichas circulares y cuadrangulares o sellos, hasta diez planchas cuyo peso oscila entre los 500 gr y los 5,3 kg y hacen un total de 29,4 kg. Estas cantidades y los abundantes restos de fundición indican que también aquí el trabajo del plomo fue una actividad importante.

La cerámica que acompaña a estos objetos repite el modelo ya visto (Sala et alii e.p.): coexiste la cerámica romana con la ibérica, aunque aquélla con porcentajes mucho mayo-res; entre la vajilla de barniz negro predominan las formas Lamb. 1, 3, 4 y 5 de calena tardía; hay varios ejemplares casi completos de ánforas Dr. 1B, Lamb. 2, púnicas del Estrecho T-7.4.3.3 y púnico-ebusitanas; la vajilla de cocina es exclusivamente romana, con ollas, morteros y jarras; y lo más interesante, varias tinajas completas del tipo Ildu-ratin y dolia de borde reentrante, que confirman el lazo comercial entre el área levantina y el valle del Ebro.

A escasos kilómetros frente a la Penya de l’Àguila tenemos el segundo enclave forti-ficado, el Passet, en la cima de la sierra de Segària. Llobregat mencionaba el hallazgo de cerámica ibérica lisa, sin decoración, y cerámica romana común (Llobregat 1972: 106). La publicación de unos sondeos practicados en los años 70 dio a conocer una potente fortificación que delimitaba un espacio de unos 260 por 70 m, constituida por varios lienzos discontinuos construidos entre los escarpes rocosos (Aranegui y Bonet 1979). En la vertiente norte, este y sur algunos presentan un aparejo seudociclópeo mientras que, también en la vertiente sur, un lienzo de una espectacular fábrica de sillarejo recorre unos 58 m, se retranquea unos 7 m para continuar otros 17 más; conserva una altura entre 2,5 y 3 m. En el Museu de Xàbia se conservan catorce glandes de plomo y cuatro ases romanos republicanos procedentes de rebuscas en el yacimiento. En la Col·lecció Museogràfica Municipal de Gata y con la misma procedencia se conserva una ficha de juego en hueso con la inscripción Gumia en el anverso y I en el reverso, además de glandes y una plancha de plomo. Por los objetos, posición geográfica y características de la fortificación, debe tratarse de un segundo fortín relacionado con el puerto sertoriano.

EL POBLAMIENTO IBÉRICO

Si estos cuatro enclaves más los castella de la Penya de l’Àguila y el Passet definen una red de guarniciones militares a lo largo de la costa septentrional alicantina, cabe preguntarse lógicamente dónde está la población ibera y qué papel juega en esta trama de intereses geoestratégicos (fig. 5).

Como se ha indicado, el hábitat local se dispone sobre un paisaje muy fragmentado, con corredores hacia el interior estrechos y enmarcados por considerables alturas, con áreas de cultivo pequeñas y de calidad media, con dificultades para el control visual total…, todo lo cual deviene en un modelo que necesariamente ha de considerar la exis-tencia de varios hitos sincrónicos, si se pretende un mínimo control del espacio.

En la Marina Alta esta malla de poblamiento parece definirse en época ibérica anti-gua, con hitos como Morro de Castellar, Muntanyeta Verda, Plana Justa y Portitxol, todos núcleos encastillados inferiores a 1 ha, localizados a cierta distancia del mar (4-7 km) y controlando la entrada hacia los valles interiores (Costa 1992; Bolufer 1995; Costa y Castelló 1999). En uno de estos se encuentra la Cova del Randero ocupando un lugar

Page 22: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

200 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

central en la red demográfica y, frecuentada ya desde el Neolítico, mantendrá su carácter de lugar sacro durante toda la época ibérica. A partir del s. IV a.C. el número de asen-tamientos aumenta, generando así una malla más compleja con enclaves secundarios vinculados a los ya existentes. La estructura base del territorio no cambia: se sostiene en Muntanyeta Verda, Coll de Pous y Marge Llarg. De forma puntual en el s. IV a.C., el hábitat del Penyal d’Ifac se incorporaría a este territorio en el cuadrante más surorien-tal de la comarca, añadiendo una nueva atalaya a la red: L’Empedrola (Bolufer y Sala, 2009). El poblamiento se completa con hábitats de pequeño tamaño8, ya sea en altura – alguno posiblemente una atalaya– o con menor desnivel y cercano a un núcleo principal y, por tanto, de carácter secundario.

A fines del s. II a.C. este modelo parece matizarse, en una decisión que podría entrar de lleno en el plano de lo político. En el corredor más septentrional de Gallinera, Castell d’Ambra sustituye a Muntanyeta Verda, aumentando así la capacidad defensiva –mayor visibilidad y control de las vías interiores– y alejándose 9 km de la línea litoral. No es descabellado suponer que el clima bélico reinante indujo a adoptar una estrategia en lo territorial que primaba la mejor defensa natural y una prudente retirada a segunda línea del espacio hasta ahora ocupado. El corredor meridional parece mostrar un poblamiento menos cambiante, aprovechando una orografía especialmente quebrada. Aparentemente Marge Llarg se mantiene, y junto a él una serie de hitos secundarios, algunos posibles ata-layas, otros modestos caseríos. En conclusión, se adivina una cierta contracción territo-rial, que apuesta por el abandono de los puntos más cercanos a la costa. Ello no tiene por qué significar, en cualquier caso, una renuncia al mismo –de hecho, las visitas a la litoral Cova Fosca se mantuvieron–; sencillamente puede interpretarse como un movimiento estratégico derivado de unas condiciones geopolíticas que aconsejaban una pragmática concentración en los terrenos mejor controlados.

En la Marina Baixa existen otros condicionantes pero el resultado, en cierto modo, es similar, a excepción, del llano existente en torno a la Vila Joiosa (Moratalla 2005). También aquí encontramos una morfología comarcal muy contrastada entre un interior ciertamente intrincado y sin grandes fuentes de riqueza, y la costa, donde, a su vez, habría que distinguir entre las cuencas de los ríos Algar, el Torres y el Amadorio. En la primera, caracterizada por una litología ligada a un potente fenómeno diapírico, que impide cual-quier orientación económica ligada a la agricultura, el rastro del poblamiento ibérico es escaso. Superado el horizonte antiguo que configura el hábitat y necrópolis de Altea la Vella, no vuelven a revelarse asentamientos ibéricos de trascendencia en todo el ámbito costero y prelitoral, y hemos de alcanzar los valles interiores para encontrar evidencias de interés que, no por casualidad, parecen tener en la Cova Pinta un lugar sacro de refe-rencia social y punto liminal del territorio local, localizándose a la entrada del valle de Guadalest, a 10 km de la costa. También en este primer contrafuerte montañoso encon-tramos las evidencias más notables de hábitat local, especialmente relevante en época tardo-republicana, como Sa Muntanya, hábitat encastillado de más de 2 ha de extensión situado a 12 km de la costa.

8. Obviamos la referencia concreta de cada uno de ellos, que merecería un estudio más extenso sobre el poblamiento local de la comarca.

Page 23: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

201Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

Desde el río Torres, el poblamiento se advierte más dinámico y denso, sobre un terreno que, ahora sí, ofrece condicionantes naturales más propicios para la autosuficien-cia económica. En esta subunidad comarcal que gira en torno al casco urbano de Villajo-yosa existe una ocupación continua desde al menos el s. VII a.C., con brillantes episodios de cultura material desde ese momento (Espinosa et alii 2005; García Gandía 2009), y, sin solución de continuidad, se prolonga hasta alcanzar época tardo-republicana, incluyendo como vestigios de este momento un santuario costero en el Tossal de la Malladeta o los

Figura 5. Distribución de los yacimientos ibéricos y los enclaves costeros (base cartográfica J. Sarabia): 1. Muntanyeta Verda, 2. Castell d’Ambra, 3. Coll de Pous, 4. Plana Justa, 5. Portitxol, 6. Cova del Randero, 7. Marge Llarg, 8. Morro del Castellar, 9. L’Empedrola, 10. Sa Muntanya,

11. Cova Pinta, 12. Altea la Vella, 13. La Vila Joiosa, 14. Tossal de la Malladeta.

Page 24: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

202 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

restos de la fossa fastigata de un campamento datado en época sertoriana (Espinosa et alii 2008; Rouillard et alii 2011). Sin duda, estamos ante un proceso histórico particular, aparentemente muy rico en episodios de mestizaje cultural, por lo que su consideración necesitaría más páginas de las que aquí se pueden abarcar. En cualquier caso, es de espe-rar un trascendente protagonismo para un hábitat que deviene en municipium romano en el s. I d.C., la Alonis de las fuentes (Espinosa 2006), así que no descartamos que, por las razones que fuera, el proceso de interacción cultural entre romanos y población local fuera en este ámbito especialmente intenso y dinámico, dando lugar a unos condicionan-tes que facilitaron la llegada de contingentes romanos militares en el primer tercio del s. I a.C. Obviamente, y en relación con la exposición de hechos que venimos describiendo, es tentador relacionarlo con los episodios sertorianos, pero resulta un poco aventurado proponer a qué contingente pertenecía.

En síntesis, la Marina Baixa ofrece un doble comportamiento demográfico, tal vez relacionado con diferentes actitudes adoptadas por la población local ante la presencia extranjera: por un lado, un escaso hábitat de las tierras ribereñas de la cuenca del río Algar, convirtiéndole prácticamente en un espacio deshabitado y favoreciendo la ocupa-ción en el retropaís, y aquí se insertaría el Tossal de la Cala; frente a él y en el entorno de la Vila, una ocupación profundamente enraizada que parece favorecer una presencia romana temprana y numerosa, probablemente relacionada con la demarcación territorial que ahora venimos exponiendo a propósito del hábitat costero.

En este contexto geográfico se instalarían las guarniciones romanas, en cerros for-tificados con un lugar próximo para el varado de naves, conjugando una posición bien defendible, el control visual del mar y el mejor acceso a las áreas de poblamiento ibero. La distancia respecto a la población local parece descartar acciones coercitivas sobre ésta, antes bien la presencia de vasos contenedores y ánforas ibéricas en todos los enclaves costeros señala una relación comercial fluida. La cuestión es a cuál de los dos ejércitos pertenecen. Tomando en consideración la alusión de Tito Livio a contestanos e ilerca-vones como aliados de Sertorio (Periocha XCI), pensamos que el registro arqueológico presentado es el reflejo de una confluencia de intereses y de la diplomacia que Sertorio imprimía en sus relaciones con las élites locales. Pero además está la cuestión geográfica. Quien conozca la costa alicantina sabe que para tener bajo control el puerto de Dénia hay que dominar el Cap de la Nau y el litoral al sur del mismo. Y en ese punto es donde inter-vienen los piratas cilicios con sus naves puestas al servicio de Sertorio.

DIANIUM, SERTORIO Y LOS PIRATAS CILICIOS

Plutarco relata cómo fue el contacto entre Sertorio y los piratas cilicios. Después de ser rechazado de las costas norteafricanas por los pobladores locales, Sertorio decide retornar a la península Ibérica y es entonces cuando, según Plutarco (Sert. 7.3), se une a los piratas cilicios y se dirigen juntos hacia Ibiza. Allí desaloja la guarnición de C. Annio, y cuando éste se dirige hacía allí para restablecer la situación, Sertorio trata de hacerle frente en combate naval, pero un temporal destrozó la mayoría de sus naves. Inicia aquí un periplo que le llevaría desde Ibiza a Mauritania, siguiendo un recorrido que podría no ser en absoluto errático, como han calificado la mayoría de autores, sino que seguiría

Page 25: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

203Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

una antigua ruta púnica para atravesar el Estrecho (Mederos 2008: 116). Una navegación tanto por el Mediterráneo como por el Atlántico con conocimiento de los derroteros y, por tanto, con una cierta garantía naval, dada la inferioridad militar de Sertorio por tierra y mar, pudo realizarse gracias a una alianza con los piratas que debía ir más allá de la fortuita confluencia de intereses (Mederos 2008: 115). Sin embargo, Plutarco, que más adelante vuelve a referirse a los piratas con ocasión del contacto con Mitrídates (Sert. 23.2-3), no hace alusión a la base naval sertoriana en Dianium, ni a acciones conjuntas en aguas del sureste peninsular.

Para ello debemos recurrir a las citas ya conocidas de otros autores. Por un lado, estaría Estrabón refiriéndose a Dénia como puerto de Sertorio y lugar de piratas: “El más conocido de estos es Hemeroscopio, que tiene sobre el promontorio un santuario muy venerado de la Ártemis Efesia y que Sertorio utilizó como base de operación marí-timas (pues está muy bien fortificado y es propio de piratas, visible desde muy lejos para los que se aproximan por mar); se llama Dianio, que es igual que Artemisio; tiene cerca unas prósperas minas de hierro…” (Strab. 3.4.6). Salustio también menciona el puerto de Dénia en relación con los cilicios: “Sertorio había trasladado allí su campa-mento naval y el mercado de los piratas” (Sal. Hist. 1.124). Y finalmente Cicerón se refiere a Dianium en los términos de puerto afín al bando sertoriano durante las gue-rras civiles romanas (Cic. Ver. 2.5.146), y relata cómo se había convertido en el punto de salida de los últimos sertorianos tras la muerte del general (Cic. Ver. 5, 146, 151 y 154). Sin embargo, algunos autores recientes proponen que Dénia habría sido base de piratas antes de la llegada de Sertorio (Pérez Vilatella 1992: 133), siendo otro de esos puertos que servían como lugar de descarga y venta de mercancías, como señala Álvarez-Ossorio (2008b: 92) siguiendo a Frassineti (1962: 94-96). De la secuencia de las operaciones militares se deduce que la intención de Sertorio era asegurarse el con-trol de los territorios que le proporcionaban una base para marchar sobre Italia –valle del Ebro, piedemonte pirenaico y costa levantina– (Salinas 2006: 156). Con Cartagena en manos de los senatoriales, Sertorio, necesitado de una vía de escape hacia Italia, se inclina por el puerto de Dianium en el 77 a.C. (Pérez Vilatela 1992: 131), contando con un retropaís amigo gracias a la alianza con contestanos. En nuestra opinión, es ahora cuando se debió establecer la red de guarniciones en puntos encastillados de la costa al sur del Cap de la Nau.

Las Baleares e Ibiza eran foco de actividades piráticas antes de la aparición de Serto-rio (Prieto 1987-88). En el 123 a.C., presionada por los massaliotas, Roma decide tomar las Baleares para evitar la piratería. Álvarez-Ossorio (2008a: 94, nota 12) cree poco pro-bable que los piratas tuvieran su alojamiento en las islas, sino que preferían más bien las aguas litorales del entorno de éstas. En efecto, esta idea concuerda con el intento infructuoso de Sertorio por tomar el puerto ibicenco, lo que indica que no estaba bajo su control, y con la opinión de B. Costa acerca de una Ebusus alineada con el bando senato-rial, como también hicieron Gadir y las ciudades púnicas de la costa mediterránea, ante la amenaza que suponían Sertorio y sus aliados cilicios para su estabilidad económica y para la seguridad de las rutas marítimas, y porque mantener la fidelidad al Senado romano era una opción más conveniente que el apoyo a un sublevado (Costa 2002: 676-677). Con Ebusus y Cartago Nova fuera del control de Sertorio, la solución era la vigilancia del tránsito de naves por el Cap de la Nau, para lo que la interconexión visual entre los

Page 26: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

204 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

enclaves constituía un refuerzo más. Con todo, en el 76 a.C. intentaría sin éxito un último asalto al puerto de Cartagena defendido por C. Memmio, cuestor de Pompeyo, tras lo cual probablemente Sertorio decide concentrar sus fuerzas en impedir la unión de los ejércitos de Metelo y Pompeyo (Salinas 2006: 161).

Como describe H. A. Ormerod (2012: 153-154), la costa de la Cilicia Trachea era de muy difícil acceso para un escuadrón que se dispusiera a atacarla, pero un excelente refugio para quienes la conocieran. Acantilados y fortificaciones construidas eran las atalayas desde las que los piratas dominaron aquellas costas durante el s. I a.C. Desde dichas atalayas se obtenía una amplia perspectiva sobre el canal que se encuentra entre la costa de Cilicia y Chipre, paso obligado de las naves mercantes. El litoral recortado de la costa norte alicantina es muy similar a la costa cilicia y permitiría la ocultación de pequeñas embarcaciones en tierra, pudiendo ser transportadas en volandas por varios hombres (Ormerod 2012: 23-24; Álvarez-Ossorio 2008b: 85), para lanzarse por sorpresa sobre sus víctimas. Desde los acantilados y los enclaves costeros fortificados se vigilaría el paso de naves por el canal entre Ibiza y Dénia. El Houcine añade que una orografía así complicaba las labores de vigilancia por parte de las instituciones oficiales (El Houcine 2006: 353), y que nuestras costas y Cilicia comparten también estar a ambos extremos del Mediterráneo, alejando la actividad pirática del centro donde se encontraría Roma (El Houcine 2006: 329).

Lámina V. Imagen de la Punta de la Torre entrando al puerto de Moraira. La torre de vigilancia renacentista está construida en la cima del yacimiento (A. Ronda).

Page 27: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

205Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

Según Álvarez-Ossorio (2008b: 88), la línea que separa al pirata del comerciante o del mercenario apenas existía, y ya desde Homero las alusiones a la práctica de la guerra y de la piratería son indistinguibles, pues ambas proporcionaban fama, riqueza y botín (Abad 2002: 50-51). Las diversas fuentes dejan claro ese doble papel en la alianza entre cilicios y Sertorio. Como se ha dicho, uno de los rasgos que tienen en común los enclaves costeros alicantinos es el elevado porcentaje de cerámica romana importada, sobre todo vajilla de cocina, de mesa y ánforas. Por los tipos documentados sabemos que se estaban consumiendo vino campano y apulo. Dado que la movilidad por tierra en el retropaís alicantino era muy complicada, el avituallamiento de aquellos productos, como el vino o el aceite, que no resultaban sencillos de localizar entre las poblaciones locales, se debía producir por mar. Y dado que los canales oficiales del comercio estaban bajo el control de Roma, serían los piratas los suministradores de estos productos entre las tropas serto-rianas, probablemente obtenidos con los saqueos a las naves comerciales que se dirigían al puerto de Cartagena.

La historia de la piratería en la costa alicantina no acaba aquí. Tras diversos episodios recurrentes a lo largo de la Edad Media (Díaz Borrás 1993; Hinojosa 2004), las incursio-nes berberiscas castigaron duramente la costa entre los siglos XV al XVIII. La situación se agravó de forma especial en el s. XVI, momento en que Felipe II ordena construir una red de torres costeras de vigilancia (Seijo 1978), algunas de las cuales están precisamente sobre los enclaves estudiados o en el cerro vecino (lám. V). En las primeras décadas del s. XV el puerto de Dénia vuelve a ser un foco de actividad corsaria, ahora con la licencia de la Batlia General de València, como reacción ante los ataques de los bajeles islámicos (Cariñona y Díaz Borrás 1992). Y también entre los siglos XIV y XV, las calas de nuestros enclaves, junto a otros puntos costeros de carga y descarga de mercancías, se insertaron en un auténtico sistema portuario que se construye en el Reino de Valencia en estas fechas (Soler 2008: 87).

BIBLIOGRAFÍA

ABAD, L. (2002): “La piratería en el mundo antiguo: entre la mitología y la realidad” II Congreso Internacional de Estudios Históricos, El Mediterráneo, un mar de piratas y corsarios: 47-57. Ayuntamiento de Santa Pola.

ABAD, L. y ABASCAL, J. M. (1991): Textos para la Historia de Alicante. Edad Antigua. Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”, Alicante.

ADROHER, A. M. y CABALLERO, A. (2008): “Imitaciones de barniz negro en pasta gris en época tardoibérica. La cerámica gris bruñida”, Ier Congreso Internacional de Arqueología Ibérica Bastetana. Varia 9: 319-329. Madrid.

ÁLVAREZ-OSSORIO, A. (2008a): “Seguridad, piratería y legislación en el tráfico comercial romano en la Península Ibérica durante la República y el Alto Imperio”, Mainake 30: 91-107.

—— (2008b): Los piratas contra Roma: Estudio socioeconómico y cultural de la piratería cilicia (146-36 a. C.). Gráficas Sol, Écija.

ARANEGUI, C. (1973) “Materiales arqueológicos del Peñón de Ifac (Calpe)”, Papeles del Labo-ratorio de Arqueología de Valencia-Saguntum 9: 49-69.

ARANEGUI, C. y BONET, H. (1979): “Los restos de amurallamiento de la Sierra de Segària”, Revista del Instituto de Estudios Alicantinos 26: 105-108.

Page 28: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

206 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

BAYO, S. (2010): El yacimiento ibérico de “El Tossal de la Cala”. Nuevo estudio de los materiales depositados en el MARQ correspondientes a las excavaciones de José Belda y Miquel Tarra-dell. Serie Trabajos de Arqueología 1. MARQ, Alicante.

BAZZANA, A. y ARANEGUI, C. (1980): “Vestiges de structures défensives d’époque romaine tardive et d’époque musulmane au peñón d’Ifach (Calpe, province d’Alicante)”, Mélanges de la Casa de Velázquez 16: 421-436.

BELDA, J. (1950-1951): “Museo Provincial de Alicante. Nuevos ingresos”, Memorias de los Museos Arqueológicos Provinciales: 79-105.

BISHOP, M. C. y COULSTON, C. N. (1993): Roman Military Equipment: from the punic wars to the fall of Rome. Batsford, London.

BOLUFER, J. (1995): El patrimoni arqueològic de Teulada. Ayuntamiento de Teulada.BOLUFER, J. y SALA, F. (2009): “Una torre de guaita ibérica al Tossal de l´Empedrola”, Catálogo

de la exposición Calp, arqueología y museo. MARQ: 54-67.BOROBIA, E. L. (2007): “Instrumental médico quirúrgico en la Hispania romana”, Sautuola XIII:

181-193.BROUQUIER-REDDÉ, V. (1995): “Le petit matériel : Objets en métal, en pâte de verre et en os”,

en R. Goguey y M. Reddé, Le camp légionnaire de Mirebeau: 316-358.BROUQUIER-REDDÉ, V. y DEYBER, A. (2003): “Fourniment, harnachement, quincaillerie,

objets divers”, en M. Reddé y S. Schnurbein von (dirs.), Mémoires de l’Académie des Ins-criptions et Belles-Lettres: Alésia, fouilles et recherches franco-allemandes sur les travaux militaires romains autour du Mont-Auxois (1991-1997) vol. 2- Le matériel: 293-333.

BURILLO, F. (1980): El Valle Medio del Ebro en época ibérica: contribución a su estudio en los ríos Huerva y Jiloca Medio. Institución “Fernando el Católico”, Zaragoza.

CARIÑONA, R. y DÍAZ BORRÁS, A. (1992): “Les aportacions de les petites societats marítimes a la lluita antibarbaresca en el segle XV: l’activitat corsària a Dénia, 1410-1420”, Actes del III Congrés d’Estudis de la Marina Alta (1990): 161-170. Dénia.

CASTELLÓ, J. (1992): “Ceràmiques d’importació del jaciment del Pic de l’Àguila (Dénia)”, Actes del III Congrés d’Estudis de la Marina Alta (1990): 111-118. Dénia.

CONNOLLY, P. (1997): “Pilum, gladius and pugio in the Late Republic”, JRMES 8: 41-57.COSTA, B. (2002): “Un episodio de las guerras civiles en la isla de Ibiza: la ocupación de Ebusus

por Sertorio”, L’Africa Romana XIV (Sassari 2000): 665-679. Roma.COSTA, P. (1992): “Aportació a l’estudi de la distribució espacial del poblament ibéric a La Marina

Alta”, III Congrés d’Estudis de La Marina Alta (1990): 119-127. Dénia.COSTA, P. y CASTELLÓ, J. (1999): “La cultura ibérica. Poblamiento y hábitat”, Historia de la

Marina Alta 9: 97-108.DEYBER, A. (2008): “Des pointes de traits en fer de “type Numance” (Espagne, province de Soria)

à Alésia (Côte-d’Or) et à Montmartin (Oise)”, en M. Poux (dir.), Sur le traces de César, Militaria tardo-républicains en contexte gaulois, Actes de la table ronde du 17 octobre 2002. Glux-en-Glenne. Bibracte 14: 173-179.

DÍAZ BORRÁS, A. (1993): Los orígenes de la piratería islámica en Valencia. La ofensiva musul-mana trecentista y la reacción cristiana. Institució Milà i Fontanals, Barcelona.

EL HOUCINE, R. (2006): “Plutarque Vitae Parallela, VIII et les pirates du détroit de Gibraltar à la fin du Ier siècle av J C ”, en A. Akerraz et alii (ed.), L’Africa Romana. Atti del XVI Convegno di Studio (Rabat, 2004), vol.1: 321-336. Roma.

ESPINOSA RUIZ, A. (2006): “Sobre el nombre de la ciudad ibérica y romana de Villajoyosa y la ubicación del topónimo “Alonís/Alonai/Allon”, Lucentum 25: 223-248.

Page 29: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

207Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

ESPINOSA, A.; RUIZ, D. y MARCOS A. (2005): “Nuevas aportaciones al conocimiento de la Vila Joiosa en época ibérica”, en L. Abad, F. Sala y I. Grau (eds.), La Contestania ibérica, treinta años después: 179-196. Universidad de Alicante, Alicante.

ESPINOSA, A.; RUIZ, D.; MARCOS, A. y PEÑA, P. (2008): “Nuevos testimonios romano-repu-blicanos en Villajoyosa: un campamento militar del siglo I a.C.”, en J. Uroz, J. M. Noguera y F. Coarelli (eds.), Iberia e Italia: Nuevos modelos de integración territorial: 199-220. Murcia.

FEUGÈRE, M. (1993): Les armes des romains de la République à l’Antiquité tardive. Errance, Paris.—— (1994): L’Equipement militaire d’époque républicaine en Gaule. JRMES 5.GARCÍA GANDÍA, J. R. (2009): La necrópolis orientalizante de Les Casetes (La Vila Joiosa,

Alicante). Anejo de Lucentum 19. Universidad de Alicante.GARCÍA HERNÁNDEZ, F. (1986): El yacimiento ibérico del Tossal de la Cala (Benidorm). Los

materiales depositados en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante, Tesis de licencia-tura inédita depositada en la biblioteca del MARQ. Alicante.

GISBERT, J. (1991): “Historia y Patrimonio”, en A. Estévez y G. Stübig (coord.), Parque Natural de Montgó. Estudio Multidisciplinar: 43-86. Valencia.

GUERRERO AYUSO, V. M. (1994): Navíos y navegantes en las rutas de Baleares durante la prehistoria. El Tall, Mallorca.

HARNECKER, J. y FRANZIUS, G. (2008): Kalkriese 4. Katalog der Römischen Funde vom Oberesch. Die Schnitte 1 bis 22. Römisch-Germanische Forschungen 66. Verlag Philipp von Zabern, Mainz.

HINOJOSA MONTALVO, J. R. (2004): La piratería y el corso en el litoral alicantino a finales de la Edad Media. Instituto de Cultura “Juan-Gil Albert”, Alicante.

HORVAT, J. (1997): “Roman republican weapons from Šmihel in Slovenia”, en M. Feugère (dir.), L’équipement militaire et l’armement de la République (IVe-Ier s. avant J.-C.). JRMES 8: 105-120.

JACQUES, A. y PRILAUX, G. (2008): “ARRAS. Les fouilles Actiparc (62). Le mobilier à carac-tère militaire découvert dans un vaste complexe césaro-tibérien“, en M. Poux (dir.), Sur les traces de César. Militaria tardo-républicains en contexte gaulois, Bibracte 14: 47-62.

LÓPEZ, I.; MARÍN, C.; MARTÍNEZ, R. y MATAMOROS, C. (1994): Hallazgos arqueológicos en el Palau de les Corts. Corts Valencianes, Valencia.

LUEZAS, R. A. (1999): “El instrumentum domesticum del municipium Calagurris Iula: I. La cerá-mica común romana autóctona del valle del Ebro”, Kalakorikos 4: 65-82.

LUIK, M. (2002): Die Funde aus den römischen Lagern um Numantia im Römisch-Germanischen Zentralmuseum. Kataloge Vor-und Frühges-chichtlicher Altertümer 31.

LLOBREGAT, E. (1972): Contestania Ibérica. Instituto de Estudios Alicantinos, Alicante.MATEU LLOPIS, F. (1972-1974): “Hallazgos Monetarios XX”, Numario Hispánico 11: 51.MEDEROS, A. (2008): “El periplo insular y continental norteafricano de Sertorio (81-80 a.C.)”, en

J. M. Candau, F. J. González y A. L. Chávez (coords.), Lybiae lustrare extrema. Realidad y literatura en la visión greco-romana de África. Homenaje al Prof. Jehan Desanges: 99-115. Sevilla.

MORATALLA, J. (2005): “El territorio meridional de la Contestania”, en L. Abad, F. Sala y I. Grau (eds.), La Contestania ibérica, treinta años después: 91-117. Universidad de Alicante, Alicante.

ORMEROD, H.A. (2012): Piratería en la Antigüedad. Un ensayo sobre historia del Mediterráneo. Ed. Renacimiento (1ª ed. inglesa 1924), Sevilla.

Page 30: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

208 f. sAlA sellés / s. bAyo fuentes / J. morAtAllA JÁveGA

PEREA, S. (2006): “El uso de la sal en el ejército romano y su abastecimiento en época altoimpe-rial”, en A. Morillo (ed), Arqueología militar romana en Hispania. Producción y abasteci-miento en el ámbito militar: 345-359. Universidad de León, León.

PÉREZ VILATELA, L. (1992): “Denia entre Sertorio, Pompeyo y los piratas”, Actes del III Con-grés d’Estudis de la Marina Alta (1990): 129-139. Dénia.

PRICE, J. (1981): Roman Glass in Spain: a catalogue of glass found at the Romans Towns of Tarra-gona, Mérida, Italica and Carmona, with a discussion of the vessel forms from these towns and other Roman sites in Spain. Boston Spa, Wetherby.

PRIETO, A. (1987-88): “Un punto oscuro en la invasión romana de las Baleares. La piratería”, Habis 18-19: 271-275.

QUESADA, F. (2007): “Hispania y el ejército romano republicano. Interacción y adopción de tipos metálicos”, Sautuola XIII: 379-401.

RAMÓN, J. (1995): Las ánforas fenicio-púnicas del Mediterráneo central y occidental, Instru-menta 2. Universidad de Barcelona, Barcelona.

RIBERA, A. (1992): “Dianium al período tardo-republicà: unes notes”, Actes del III Congrés d’Estudis de la Marina Alta (1990): 153-154. Dénia.

—— (1998): La fundació de València. La ciutat a l’època romanorepublicana (segles II-I a. de C.). Institució Alfons el Magnànim, Estudios Universitarios 71. Diputació de València, València.

ROMANA, E. L. (2007): “La vajilla de bronce en Hispania”, Sautuola XIII: 197-215.RUIZ DE ARBULO, J. (1990): “Rutas marítimas y colonizaciones en la Península ibérica. Una

aproximación náutica a algunos problemas“, Itálica 18: 79-115.ROUILLARD, P.; MORATALLA, J. y ESPINOSA, A. (2011): “El Santuario Ibérico del Tossal de

la Malladeta”, Catálogo de la exposición La Vila Joiosa, arqueologia i museu, MARQ: 118-131. Alicante.

SALA SELLÉS, F. (1990): “El poblado ibérico de Cap Negret (Altea, Alicante)”, Memòries Arqueològiques a la Comunitat Valenciana: 20-22. Valencia.

—— (2003): “La transformación del instrumentum domesticum y el comercio”, en L. Abad (ed.), De Iberia in Hispaniam: la adaptación de las sociedades ibéricas a los modelos romanos: 287-316. Alicante.

SALA, F.; ABAD, L.; BAYO, S. y DOMENECH, C. (e. p.): “Las huellas de las guerras sertorianas en el sureste de Hispania”, Colloque International La guerre et ses traces. Conflits et sociétés en Hispanie à l’époque de la conquête romaine (IIIe-Ier s. av. J.-C.), (Institut Ausonius, Uni-versité Bordeaux III, 2010).

SAIZ, M. E. y LÓPEZ, R. (2011): “La aplicación de las herramientas SIG en el estudio de la cerá-mica celtibérica de los alfares del entorno del río Piedra”, Actas del V Simposio Internacional de Arqueología de Mérida Sistemas de Información Geográfica y Análisis Arqueológico del territorio. Anejos AEspA LIX: 99-112. Mérida.

SALINAS DE FRIAS, M. (2006): “Geografía real y ficticia de la epopeya sertoriana“, en G. Cruz Andreotti, P. Le Roux y P. Moret (eds.), La invención de una geografía de la Península Ibé-rica, I. La época republicana: 152-174. Málaga-Madrid.

SCHUBART, H. (1963): “Untersuchungen on den lberischen Befestigungen des Montgó bei Denia (Prov. Alicante)”, Madrider Mitteilungen 4: 51-85.

SCHUBART, H.; FLETCHER, D. y OLIVER, J. (1962): Excavaciones en las fortificaciones de Montgó cerca de Denia (Alicante). EAE 13. Madrid.

SEIJO ALONSO, F. G. (1978): Torres de vigía y defensa contra los piratas berberiscos en la costa del Reino de Valencia. Seijo Ed., Alicante.

Page 31: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

209Dianium, Sertorio y los piratas cilicios. Conquista y romanización de la Contestania ibérica

SOLER MILLÁ, L. (2008): “Las costas alicantinas durante el reinado de Alfonso V”, Catálogo de la exposición Alicante, un puerto para un rey. Alfonso el Magnánimo entre dos mares: 83-85. Valencia.

TARRADELL, M. (1985): “El poblat ibèric del Tossal de la Cala de Benidorm. Notes d’excavació”, Fonaments V: 113-127.

ULBERT, G. (1984): Cáceres el Viejo. Ein spätrepublikanisches Leionaslager in Spanisch-Extre-madura. Madrider Beiträge 11. Mainz.

UROZ, H. (2012): Prácticas rituales, iconografía vascular y cultura material en Libisosa (Lezuza, Albacete). Nuevas aportaciones al Ibérico Final del Sudeste, Universidad de Alicante.

UROZ, J.; MOLINA, J.; POVEDA, A. M. y MÁRQUEZ , J. C. (2004): “Aproximación al conjunto arqueológico y monumental de Libisosa (Cerro del Castillo, Lezuza, Albacete)”, Investigacio-nes Arqueológicas en Castilla-La Mancha (1996-2002): 181-191, Toledo.

Page 32: Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguorua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36088/1/10Sala... · antiguas, realizados en el marco del proyecto, ha permitido centrar

Alf

onso

Álv

arez

-Oss

orio

Riva

s,Ed

uard

o Fe

rrer

Alb

elda

,En

riqu

e G

arcí

a Va

rgas

(coo

rds.)

SPALMONOGRAFÍASXVII

El estudio de la piratería durante la Antigüedad ha sido una cuestión científica que ha pasado determinados períodos a lo largo de la historia de la historiografía y que se encuentra en boga en los últimos años. Este trabajo colectivo supone la primera aportación desde la Academia española, con la colaboración de notables especialistas internacionales, a este tipo de estudios.

Esta obra se acerca al análisis de la piratería desde una perspectiva dual, es decir, tanto desde la óptica de quienes sufren el supuesto acto pirático, como de quienes lo protagonizan de forma activa. Lo verdaderamente importante del hecho pirático es la perspectiva, quien define a la piratería y a los piratas, y las intenciones que se esconden tras las medidas políticas, bélicas y propagandísticas de quienes se enfrentan a ellos.

Hoy en día, a todos nos resultan familiares los términos “pirata” y “piratería” a partir de los libros, las películas y los medios de comunicación. Las imágenes y conceptos que nos evocan forman parte de la vida contemporánea y la cultura popular, en muchos casos con consideraciones positivas, o cuando menos, con una visión “romántica” de los mismos, pero, como se demuestra en este trabajo, durante la Antigüedad, la aplicación de la etiqueta “piratas” a ciertas comunidades del Mediterráneo constituyó a menudo una deliberada distorsión de la verdadera naturaleza de estos grupos, cuya actividad fue definida no por ellos mismos, sino por quienes la padecieron.

Últimos títulos publicados en laColección SPAL MONOGRAFÍAS

XVII. Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguo.

Alfonso Álvarez-Ossorio Rivas, Eduardo Ferrer Albelda y Enrique García Vargas, coords.

XVI. La religión del mar. Dioses y ritos de navegación en el Mediterráneo Antiguo.

Eduardo Ferrer Albelda, Mª Cruz Marín Ceballos y Álvaro Pereira Delgado, coords.

XV. Grecia ante los imperios. V Reunión de historiadores del mundo griego.

Juan Manuel Cortés Copete, Rocío Gordillo Hervás y Elena Muñiz Grijalvo, coords.

XIV. Salvación, infierno, olvido. Escatología en el mundo antiguo.

Eduardo Ferrer Albelda, Fernando Lozano Gómez y José Mazuelo Pérez, coords.

XIII. Piedras con alma. El betilismo en el mundo antiguo y sus manifestaciones en la península ibérica.

Irene Seco Serra.

XII. Ofrendas, banquetes y libaciones. El ritual funerario en la necrópolis púnica de Cádiz.

Ana María Niveau de Villedary y Mariñas.

XI. De dioses y bestias. Animales y religión en el mundo antiguo.

Eduardo Ferrer Albelda, José Mazuelos Pérez y José Luis Escacena Carrasco, coords.

X. Las instituciones en el origen y desarrollo de la Arqueología en España.

María Belén Deamos y José Beltrán Fortes, eds.

IX. Imagen y culto en la Iberia Prerromana: Los pebeteros en forma de cabeza femenina.

Mª Cruz Marín Ceballos y Frédérique Horn, eds.

VIII. Testimonios arqueológicos de la antigua Osuna. José Ildefonso Ruiz Cecilia.

VII. Entre Dios y los hombres: El sacerdocio en la Antigüedad.

José Luis Escacena Carrasco y Eduardo Ferrer Albelda, eds.

VI. Arqueología en Laelia (Cerro de la Cabeza, Olivares, Sevilla).

Antonio Caballos Rufino, José Luis Escacena Carrasco y Francisca Chaves Tristán.

Catálogo completo de nuestras publicacionesen la página web

<http://www.publius.us.es>

Alfonso Álvarez-Ossorio RivasEduardo Ferrer AlbeldaEnrique García Vargas

(coords.)

SPAL MONOGRAFÍASXVII

Piratería y seguridad marítimaen el Mediterráneo Antiguo

Pira

terí

a y

segu

rida

d m

arít

ima

en e

l M

edit

errá

neo

Ant

iguo

Genaro Chic García

Philip de Souza

Piero A. Gianfrotta

Adolfo J. Domínguez Monedero

César Fornis

Eduardo Ferrer Albelda

Enrique García Riaza

Antoni Puig Palerm

Isaías Arrayás Morales

Feliciana Sala Sellés

Sonia Bayo Fuentes

Jesús Moratalla Jávega

Alfonso Álvarez-Ossorio Rivas

David Álvarez Jiménez

Antón Alvar Nuño

Listado de autores