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piratería también lo hacen lasoperaciones para combatirla. Elinforme de IFPI detalla que du-rante el pasado año se llevaron acabo en España 13.500 actuacio-nes policiales contra la pirateríamusical, con la intervención deunos 4 millones de soportes, másde 2.000 grabadoras y 3.000 dete-nidos, si bien tan sólo 50 fueroncondenados.

La importancia de las fuerzasde seguridad en la lucha contraesta lacra es cada vez mayor. ElPlan antipiratería estableció, en-tre las medidas urgentes, la crea-ción de un grupo policial específi-co para los asuntos relacionadoscon la propiedad intelectual quedebería coordinarse con otrosequipos especializados en delin-cuencia organizada, inmigración,extranjería y documentación. Almando del llamado Grupo de De-litos contra la Propiedad Intelec-tual e Industrial de la ComisaríaGeneral de la Policía Judicial seencuentra el Inspector Jefe, Da-

mián Fuentes. “Investigamos tan-to en persona como en Internet laexistencia de tramas y grupos or-ganizados dedicados a la duplica-ción y a la distribución mayoristade material falso, tanto de propie-dad intelectual como industrial.Nuestro objetivo es luchar contraesos grupos organizados y llegarcuanto más arriba mejor, no sóloquedarnos en los distribuidores”,declara Damián Fuentes. El pasa-do mes de octubre su equipo llevóa cabo en Madrid (donde teníansu sede el 55 por ciento del total deredes desarticuladas en 2005) la‘Operación Katana’, que se saldócon la detención de 82 personas denacionalidad china, intervenciónque se completó meses más tardecon la ‘Operación Sudoku’, por laque se detuvo a 27 chinos. En to-tal, se intervinieron 400.000 co-pias de soportes ópticos duplica-dos, tanto películas como música,carátulas, guillotinas, dos fotoco-piadoras industriales, pasaportesfalsos, etc.

VIRGINA ZORRILLA

E L “PLAN Integral para ladisminución y la elimina-ción de las actividades vul-

neradoras de la propiedad intelec-tual” pretende sensibilizar a lasociedad para que no compre co-pias de películas o discos en lostop manta callejeros o en Internet,donde los usuarios consiguen des-cargarse copias de todo tipo, biende música, películas o programasinformáticos. Sin embargo es tanbajo el precio de estas copias, quees muy difícil convencer a la so-ciedad, sobre todo a los más jóve-nes, de que dejen de adquirirlas.Por el contrario el alto coste de laspelículas y los discos en el merca-do no ayuda nada en esta labor, sibien la industria ve imposible re-bajar el precio de estos productos

argumentando que se resentiríanalgunos eslabones de la cadena deproducción.

La piratería afecta a la músi-ca, el cine, los libros y a la infor-mática, y España se encuentra en-tre los diez países del mundo mássacudidos por este fenómeno, enel que hay que diferenciar entrela venta de copias ilegales en lasmantas callejeras o por los mochi-leros que van de local en local, dela descarga de creaciones desdeInternet.

La música es quizás el sectormás atacado por la piratería. En2003 las copias ilegales de CD re-presentaron un 24 por ciento deeste mercado, con 20 millones decompactos falsos vendidos porvalor de unos 50 millones de eu-ros, según el informe anual de laFederación Internacional de la

Industria Fonográfica (IFPI). Enel mismo documento se revelaque en los últimos años el merca-do legal español se ha reducido enun 33 por ciento, es decir, uno decada cuatro discos que se vendenen nuestro país es “pirata”, lo querepresentó unas ventas en 2005 de62 millones de euros. Además deestas cifras habría que tener encuenta la música que se obtienede forma ilegal en Internet. Espa-ña es el único socio de la UniónEuropea que figura entre los diezpaíses donde el problema de la pi-ratería es grave, junto a Para-guay (99%), China (85%), Indone-sia (80%), Ucrania (68%), Rusia(66%), México (60%), Pakistán(59%), India (56%) y Brasil (52%).

TTooddooss aa uunnaa.. Pero de la mismaforma que crecen las cifras de la

Detractoresdel planantipirateríaLOS internautas y diversos repre-

sentantes del sector tecnológicono parecen contentos con el Plan an-tipiratería del Gobierno. Así lo demos-traron el pasado año con el manifiesto“Todos contra el canon digital”, quefirmaron empresas del sector de lasnuevas tecnologías como AETIC y ASI-MELEC, las dos asociaciones de usua-rios de Internet (AUI y AI), el ColegioOficial de Ingenieros de Telecomuni-cación (COIT) y el sindicato CC.OO.Dos puntos son los que se criticancon más dureza: por un lado, la posi-bilidad de gravar con el canon que yatienen CD y DVD vírgenes, a ordena-dores, impresoras o el ADSL y, porotro, hacer responsables a los provee-dores de servicios de los contenidosque circulan por su sistema.

LUCHA CONTRALA PIRATERÍA En 2005 la policía requisó más de cuatro

millones de copias piratas y detuvo a unas3.000 personas.

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LAS pasadas navidades el Ministerio de Cultura anunciaba la puestaen marcha de una campaña cuyo lema rezaba “Defiende tu cultu-

ra”. Un proyecto cuyo principal objetivo no es otro que concienciar a lasociedad ante un fenómeno que desde hace años está minando elánimo de los creadores culturales españoles: la piratería. Esta campa-ña en defensa de la propiedad intelectual, que se llevó a cabo conacciones publicitarias en revistas especializadas, televisiones, radios,salas de cine y transporte público, forma parte del llamado “PlanAntipiratería” del Gobierno, que se aprobó el 8 de abril de 2005.

Uno de cada cuatro discos que se venden en la actualidad ennuestro país es "pirata"

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LLaass ttoossttaaddoorraass.. Los locales don-de se hacen las copias ilegales seconocen como ‘tostadoras’. Unavez obtenido el producto es vendi-do por los top manta y los mochi-leros. La relación de la pirateríacon las bandas criminales organi-zadas es clara y la sociedad debe-ría concienciarse de ello. “Es ne-cesario sensibilizar a losciudadanos, que sepan que cuan-do compran estas copias puedenestar colaborando sin querer, conredes criminales, además de per-judicar al cine y la música”, co-

menta Manuel de Benito, Jefe dela Oficina de Defensa de la Pro-piedad Intelectual de la SociedadGeneral de Autores (SGAE).

Según un informe del Grupode Acción para los Delitos contrala Propiedad Intelectual de IN-TERPOL, la copia y posterior ven-ta de CD y DVD piratas sirve parafinanciar actividades ilegales co-mo el tráfico de drogas y de inmi-grantes o las actividades de ban-das terroristas. Además es unnegocio más rentable que otrasactividades ilegales. Por poner unejemplo, según la Agencia Tribu-

taria, fabricar y vender un kilo decopias de música o cine es cincoveces más rentable que vender unkilo de hachís.

EEll llaaddoo oossccuurroo ddee IInntteerrnneett.. El ta-lón de Aquiles del mercado audio-visual es Internet. Los archivosmusicales que los usuarios se han“bajado” de la Red en todo el mun-do, tanto legales como ilegales,han pasado de 174.000 diarios en2003 a unos 87 millones en 2005. Laobtención de películas se ha mul-tiplicado por ocho en dos años(cinco millones de ficheros al día).Son cifras para la alarma que sedisparan como consecuencia deuna mejor tecnología presente enun mayor número de hogares. Laexistencia de la banda ancha, lasredes P2P (que permiten el inter-cambio de ficheros entre usua-rios) o el crecimiento de tiendasde música en Internet provocanque la Red sea uno de los princi-pales proveedores de contenidos.En España en 2004 se descargaronde forma ilegal 270 millones decanciones y 30 millones de pelícu-las, lo que se tradujo en unas pér-didas de 800 millones de euros enel sector audiovisual (25 por cien-to de las ventas totales), según da-tos del Ministerio de Interior, ade-más de provocar el cierre de unoscien comercios, y la pérdida deunos 1.500 puestos de trabajo. “Enla actualidad Internet está siendoutilizada por delincuentes másavanzados. Nosotros lo llamamosla ‘farola’ o ‘el corcho’ virtual, por-que es un sitio donde se costeananuncios para facilitar bienes fal-sificados. Se puede comprar caside todo en la Red, desde relojeshasta Viagra falsa”, explica Da-mián Fuentes. “Las descargas demúsica son otra cuestión. Tene-mos que luchar contra las perso-nas que están detrás de las pági-

En España losusuariospueden hacerhasta trescopias parasu usoprivado.

Vender copias de música o cine es cinco veces más rentable quevender hachís, según la Agencia Tributaria

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gestión, cinco de asociaciones re-presentativas de la industria de latecnología de la información y lascomunicaciones, dos represen-tantes de asociaciones de defensade la propiedad intelectual y unode una organización empresarial.

Según los especialistas quehan elaborado el Plan antipirate-ría también debería reforzarse eltrabajo de fiscales y peritos, paraagilizar los juicios rápidos rela-cionados con la propiedad intelec-tual.

EEnn uunniióónn ccoonn EEuurrooppaa.. Adaptarla normativa europea a la legisla-ción española ha sido también unasunto prioritario, tal y como serefleja en el Proyecto de Ley de 28de octubre de 2005 por el que seamplían los medios de tutela delos derechos de propiedad intelec-tual e industrial y se establecennormas procesales para facilitarla aplicación de diversos regla-mentos comunitarios. Dicho pro-yecto asumió el contenido de laDirectiva 2004/48 CE del Parla-mento Europeo y del Consejo de29 de abril de 2004 relativa al res-peto de los derechos de propiedadintelectual. En esta directiva loslegisladores tratan de adaptarse alos nuevos tiempos para ser másprecisos en cuanto a la propiedadintelectual, dado el vertiginosocrecimiento de la tecnología. Lomás complejo será conseguir unequilibrio entre los creadores, laindustria y los ciudadanos. Unode los puntos que se modifican esel relativo a la copia privada yaque en España se reconoce el de-recho de los usuarios a hacer co-pias de determinadas obras parasu uso privado. Por ello, paracompensar de alguna forma a losautores, se estableció en 2003 el

pago de un canon al comprar lossoportes vírgenes. Sin embargo aladaptarnos la directiva europease han fijado en tres el número decopias permitidas, por lo que losautores pueden instalar sistemas

tecnológicos que limiten las mis-mas (lo que se conoce como Digi-tal Right Management). Las enti-dades de gestión de derechos deautor no están de acuerdo con es-ta medida. n

nas web de descarga de conteni-dos o de las páginas intermedia-rias que facilitan el acceso a pro-gramas P2P con ánimo de lucro”.

La puesta en marcha de accio-nes legales por prácticas ilegalesen Internet es ya una realidad. Elpasado mes de noviembre la IFPIanunció el inicio de 2.100 medidascontra usuarios de P2P de todo elmundo. “Los proveedores de con-tenidos de Internet deben llegar aacuerdos de autorregulación. So-mos conscientes de que hay quedar alternativas legales a la genteofreciendo páginas donde se pue-dan descargar películas y músicade forma legal a bajo precio, y quetengan claro que lo que adquierenes seguro y de calidad”, declaraOctavio Dapena, de EGEDA (En-tidad de Gestión de Derechos delos Productores Audiovisuales).

SSeeaammooss lleeggaalleess.. A pesar de laexistencia de 900 millones de ar-chivos de música ilegal en la Red,está creciendo de forma rápida ladescarga de música legal (en elprimer semestre de 2005 las des-cargas legales fueron de 186 mi-llones de archivos, tres veces másque en el mismo periodo de 2004),gracias a las campañas de con-cienciación que se están llevandoa cabo en todo el mundo. En Es-

paña empresas que defienden losderechos de los autores y produc-tores de música, vídeo y cine, co-mo PROMUSICAE, SGAE, EGE-DA o FAP, han editado la ‘Guía2005 sobre Seguridad y Derechosde Propiedad Intelectual paraEmpresas y Organizaciones’, conel fin de informar a otras compa-ñías del riesgo que conlleva quesus empleados puedan usar losordenadores corporativos paraconectarse a las redes P2P.

En términos generales estasempresas ven con buenos ojos elPlan Antipiratería del Gobierno.En él también se establecía la creación de una Comisión Inter-sectorial para actuar contra lasacciones que vulneren la propie-dad intelectual y vigilar que secumplan los objetivos marcados.Dicha comisión, que se constitu-yó el pasado 23 de noviembre, es-tá formada por 38 personas, entrelas que se encuentran represen-tantes de los 11 ministerios impli-cados en el Plan Antipiratería,tres representantes de Comunida-des Autónomas, uno del Ayunta-miento de Madrid y otro del deBarcelona, un representante de laFEMP (Federación Española deMunicipios y Provincias) y otrodel Consejo de Usuarios y Consu-midores, ocho de sociedades de

La piratería afecta a la música, al cine, a los libros y a lainformática. España figura entre los diez países del mundo más

sacudidos por este fenómeno

Ojo con los intercambios enInternet

Afinales de 2005 la justicia norteamericana dictó sentencia contra Grokster,una de las redes de intercambio de archivos P2P más importantes del mun-

do. En ella se prohibía a dicha empresa usar la Red para distribuir contenidosprotegidos por la Ley de Propiedad Intelectual, bien de forma directa o mediantesus usuarios. De esta forma se abren más puertas al desarrollo de los contenidoslegales en Internet, una opción que crece entre los hábitos de los usuarios.

El precio de lascopias piratases tan bajo quees muy difícilconvencer a lasociedad deque dejen deadquirirlas.

La industriaaudiovisualasegura que esimposiblerebajar elprecio de susproductosporque seresentiríanalgunoseslabones dela cadena deproducción.

China,el mayormercadopirata

CHINA es, sin lugar a dudas, elmayor mercado pirata del

mundo, con un índice del 85 porciento y un valor de 411 millonesde dólares. Copias de ropa, relojes,aire acondicionado, medicinas eincluso recambios de piezas deaviones, entre otras muchas cosas,se pueden encontrar en este país.De hecho, según el departamentode Comercio de Estados Unidos,las marcas internacionales pierdenal año 50.000 millones de euros enel mercado asiático.

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P I R A T E R Í A I N T E L E C T U A LB&NBLANCO Y NEGRO

HABLAMOS de piratas con la nos-talgia de las viejas películas deaventuras de Hollywood. El cor-

sario que navegaba por las aguas delCaribe o del Índico era la mayor partede las veces un tipo simpático, atrevidoy burlón que siempre ganaba al malo

–fuese éste quien fuese– y se llevaba a lachica. Había piratas de cara angulosa, miradaaviesa, modales toscos, espadas curvas y sórdi-dos quehaceres, es verdad, pero o morían a ma-nos del héroe en el duelo final o se arrepentíande sus fechorías y terminaban con galones de al-mirante.

Nunca o casi nunca se presentaba al pirata co-mo un simple ladrón, embustero, rufián y asaltacaminos (en el mar), ya que ello hubiera restadoépica a la historia. Había que enaltecer la aventu-ra como forma de vida para sacar a los espectado-res de las penas de dos guerras, y de la rutina abu-rrida de los días en la oficina o el puesto en latrituradora máquina de producción. Y el piratabueno, el que ganaba pese a cualquiera de los pesa-res que el destino le enfrentara, era guapo, sonreía

de forma espectacular, saltaba de un buque a otro,manejaba con singular donaire la espada, el flore-te y el cuchillo, nadaba, soportaba el dolor, se res-tablecía de forma milagrosa de cualquier herida y,por si no bastara con todo ello, además era un es-tratega en los negocios de la mercadería. De aque-llas historias se pasó a las de capa y espada, caba-llo y trabuco o ballesta, en verdes colores de RobinHood o de multicolores trenzados de mantas de laserranía de Ronda bajo el nombre de Curro Jimé-nez. Era igual este pirata de polvorientos caminos

que el que asaltaba los galeones de Su Majestadmientras regresaban a la madre patria cargadosde oro y joyas. Se quitaba a los ricos lo que les so-braba para dárselo a los pobres de tal suerte quemás que ladrones parecían ministros de Haciendaen una de nuestras modernas democracias.

Ese sentimiento, esa sensación, ese espírituexiste en todo aquel que se acerca a un “top man-ta” o a un vendedor sin licencia para pedirle ycomprarle un disco o un video “pirata”. Por máscampañas del Ministerio de Cultura que se hagan,y por más anuncios de la Sociedad General de Au-tores que se pasen por televisión, el consumidorque acepta pagar menos por un producto inferiory muchas veces irreproducible, o al menos demuy baja calidad, sabe que está favoreciendo auna industria “alternativa”, dominada por unasmafias que convierten ese sistema de distribucióny venta en un canal de ilegalidades y miseriascomparable y similar en muchas circunstanciasal que se utiliza para el narcotráfico.

El consumidor quiere ahorrarse unos euros.No busca otra cosa. Es consciente de la ilegali-dad y del daño que hace a terceros, pero la faltade una cultura moral desde la escuela depara enel todo vale, sólo es cuestión del precio a pagar. Ysi además no se ve al vendedor de CD o vídeos(por no hablar de camisetas, relojes, bolsos, etcé-tera, etcétera...) como un traficante que atentacontra la vida de muchas personas, poco se pue-de avanzar socialmente en la persecución y desa-

parición de esa lacra.Si dejarnos que sea el mer-

cado en total libertad el queactúe sobre el consumo, loque obtenemos es un trozo deselva en el centro de nuestrasciudades. Unas selvas organi-zadas desde el fondo de lamisma, en las que los “vende-dores” sólo son el último esla-bón, el más pequeño y débil.Por eso aparecen los inmi-grantes en ese sector como si

de hongos se tratara en un otoño especialmentehúmedo y lluvioso. No se necesita ninguna forma-ción, ni domicilio conocido. Basta con dos manos,unos pies ligeros, la nada como compañera y unascajas o sábanas para cargar con el producto. Ni si-quiera hace falta conocer el idioma de los “clien-tes”. Las pocas palabras que se utilizan se apren-den con enorme facilidad. Y de paso se dan otroscuantos palos a la gramática.

Raúl Heras es periodista.

RAÚL HERAS

El oficio de pirata

El consumidor que acepta pagarmenos por un producto de muy

baja calidad sabe que estáfavoreciendo a una industria"alternativa" dominada por

las mafias

ES consciente el gran publico delfenómeno “top manta”, esa acti-vidad ilegal y casi clandestina,

que mueve al año millones y millonesde euros y que está en manos demafias que lo mismo se dedican alcontrabando de tabaco, que al tráfico

de drogas, que a la falsificación de pro-ductos de alto lujo o la venta de CD,

DVD o videojuegos?¿Sabe el consumidor, el que compra compactos musi-

cales especialmente de esos fenómenos artificiales bau-tizados en "Operaciones Triunfos", que está comprandoa un inmigrante sin papeles; que está contribuyendo,sobre todo, a la financiación de esas mafias, al aumentodel fraude fiscal y al fomento de una economía sumergi-da que no beneficia en nada al país pero que da paramalvivir o para subsistir a una inmigración ilegal?

¿Tiene información suficiente y real del fenómenomanta el que se acerca a un tenderete improvisado yadquiere un reloj Chanel falso, un cinturón Gucci deimitación o un DVD de la última película de estreno porun precio ridículo porque no paga ningún tipo deimpuesto, ni derechos de creación, de comercialización,marketing o de autor?

¿Comprará el Chanel verdadero o el Gucci autén-tico?

Estas serían las premisas de un debate que se haabierto a raíz de la profusión del fenómeno manta no

solo aquí sino en el resto del mundo aunque, en muchospaíses parte del fenómeno se ha frenado por el boom deInternet y la posibilidad de bajarse música de la Red yel intercambio de archivos.

Hace poco un juzgado de Alicante dictaba una con-trovertida sentencia, que desconozco si ha sido recurri-da, que establecía que el “top manta” no causa, dehecho, un perjuicio económico a la industria discográfi-ca. El juez que condenaba a dos “manteros” al pago deuna multa simbólica de 360 euros, en concepto de delitocontra la propiedad intelectual, les eximia de una deindemnización de 7.500 euros a una productora musical

como solicitaba el fiscal porque no constaba que esaactividad hubiese provocado una lesión a la industriadel disco.

El fenómeno “manta” surge por los grandes benefi-cios que ese tipo de actividad reporta a las mafias orga-nizadas, porque esa actividad está basada en inmigran-tes ilegales que no encuentran en la mayoría de las oca-siones otra posibilidad de subsistir y porque la indus-tria discográfica especialmente, en manos de cinco oseis multinacionales, no adecua sus precios a la reali-dad del mercado.

Por eso habría que preguntarse si el consumidor quese acerca a ese tipo de compra callejera, pendientesobre todo de la persecución policial, es consciente detodo lo que tiene de complejo ese fenómeno que hasupuesto una autentica revolución (se calcula que elcuarenta por ciento del mercado discográfico está enmanos de ese tipo de piratería) y que no puede comba-tirse solamente con persecución policial.

Ese consumidor ocasional no es consciente, porsupuesto, de la profundidad de un inmenso negociobasado en una mano de obra que trabaja en condicionesinfrahumanas y que, normalmente, tiene que seguirprestando sus servicios casi de esclavos permanentesporque está pagando una deuda contraída con la orga-nización mafiosa que les ha traído a España.

Por eso el gran reto, sobre todo de la industria disco-gráfica, está en campañas de sensibilización explicandoal consumidor la profundidad del problema y no confiarsolamente en la represión policial y en la vigilanciaporque, al final, no habrá suficientes vigilantes paraperseguir a los “manteros”, a los ilegales, a los fumado-res que no respeten la nueva Ley Antitabaco y antifu-madores, a las prostitutas callejeras, a los sin papeles ya todos los que vayan viniendo…

Por otra parte la industria,que funciona casi como unmonopolio o, mejor dicho, casicomo un oligopolio, tiene quereconocer que el precio final delos CD no es el precio que marcael mercado sino que es un preciomarcado por otros factores enlos que los creadores y artistasno son precisamente los másbeneficiados.

La cantante Alaska denuncia-ba hace unos años que no podíacomprender que un álbum musi-

cal de CD cuyo coste medio de producción no supera lostres euros, con un soporte físico que no llega a costarmás de medio euro, pueda venderse en las tiendas a unprecio que se sitúa entre 15 y 18 euros.

Ella, durante meses, sufrió el boicot de la industriadiscográfica y de la propia Sociedad General de Autoresy sus discos fueron retirados de los puntos de ventapero, al final, hay que reconocer que su denuncia tam-bién forma parte de ese complejo mundo del manta aun-que la opinión pública no lo sepa.

José Oneto es periodista.

JOSÉ ONETO

“Top manta”

Ese consumidor ocasional no esconsciente, por supuesto, de la

profundidad de un inmensonegocio basado en una mano deobra que trabaja en condiciones

infrahumanas