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Urnas entre fusiles Urnas entre fusiles Afganistán afrontará el jueves una jornada electoral en medio de la guerra que sacude al país y el boicoteo de los talibanes. Sólo dos de los candidatos tienen posibilidades: el hoy presidente, Hamid Karzai, y su ex ministro Abdulá Abdulá. Por Ramón Lobo Foto: AP EL PAÍS 16.08.09 Domingo

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Urnas entre fusilesUrnas entre fusilesAfganistán afrontará el jueves una jornada electoral en medio de la guerra que sacudeal país y el boicoteo de los talibanes. Sólo dos de los candidatos tienen posibilidades:el hoy presidente, Hamid Karzai, y su ex ministro Abdulá Abdulá. Por Ramón Lobo

Foto: AP

EL PAÍS 16.08.09 Domingo

La incierta papeletade AfganistánLa comunidad internacional sostiene que las elecciones presidenciales y regionalesque se celebrarán el próximo jueves son esenciales dentro de la nueva estrategia de EE UU

Por RAMÓN LOBO

Omar Said regenta una minús-cula tienda en el Bush Mar-ket de Kabul. Vende artilu-gios paramilitares. Prismáti-cos, enormes cuchillos, ga-fas presuntamente antibala,

pistolas de fogueo, uniformes de camuflaje ydecenas de recuerdos con el logotipo de En-durance Freedom (Libertad Duradera), laoperación estadounidense simultánea a lade la OTAN. El mercado donde se asienta elnegocio de Said lleva el nombre del anteriorpresidente de Estados Unidos porque en él“se venden auténticos productos america-nos”, según sostienen los kabulíes. Aunquehubo alguna iniciativa entusiasta, la mayoríade los tenderos rechazaron rebautizarlo co-mo Obama Market. Dicen que el nombreestaba puesto y que no se puede andar cam-biando. Del techo del cubículo de Omar Saidcuelgan unas camisetas grises con la palabraArmy estampada en el pecho. Son una bur-da imitación, como casi todo en Bush Mar-ket. Preguntado si no teme perder su nego-cio si finalizara de repente la guerra, respon-de: “No, siempre habrá gente que necesiteuna mira telescópica para su Kaláshnikov”.

Tres décadas después de la invasión so-viética y de guerra permanente, existe unapérdida colectiva del sentido de la honesti-dad. Cada afgano se ha convertido en unactor que trata de sobrevivir en un escenarioen el que apenas ha cambiado el decorado:pobreza, corrupción y pólvora. “No soy opti-mista, pero nací afgano y me tengo que que-dar; es mi destino”, asegura Zatu, que pare-ce pensar cada palabra que pronuncia eninglés. Con paciencia y unos chai (té) —quedebe hervirlos con taza y cuchara—, Zatugana confianza, pierde su pátina patriótica ynarra su huida en 1997 hacia Irán y Turquíaen dirección a Inglaterra. “Crucé 10 fronte-ras y viví cuatro años en Londres. Cuandolos talibanes fueron expulsados de Kabul, elGobierno inglés me envió una carta dicien-do que ya podría regresar porque había li-bertad y los soldados británicos se encarga-ban de protegerla. Si nada cambia, volveré aescapar; esta vez a Canadá”.

La nueva estrategia anunciada por elpresidente Barack Obama en marzo se ba-sa en tres pilares: presión militar sobre lostalibanes y sus aliados, desarrollo económi-co y reconstrucción. En un país en el que el42% de la población vive en la pobrezaabsoluta y al que la ONG Transparency In-ternational considera extremadamente co-rrupto —lo sitúa en el puesto 176 de 180 entransparencia—, la ambiciosa propuestade Obama corre el riesgo de descarrilar,como le sucedió antes a británicos, rusos ysoviéticos. El problema esencial de Afganis-tán es de mentalidad. Llevará generacionesmodificarla. La burka sería la metáforaexacta: Occidente exige su supresión y olvi-da las causas culturales y tradicionales quela hacen posible. “Se han perdido ochoaños”, dice una fuente que exige anonima-to. “Ahora, los afganos tienen menos ilu-sión... y los extranjeros, menos credibili-dad. Es una situación que no se puede alte-rar; el primer impulso se ha perdido”.

La comunidad internacional sostieneque las elecciones presidenciales y regiona-les que se celebrarán el próximo jueves sonesenciales dentro de la nueva estrategia de

EE UU. A pesar de que convocar unos comi-cios en medio de la guerra puede ser unaficción democrática, otros hablan de “elec-ciones simbólicas”, incluso “pedagógicas”.

Cerca del 45% de los distritos está amena-zado por las armas. Diez de los 364 en losque se divide electoralmente el Estado sehallan bajo control talibán y en ellos no seabrirán las urnas. Naciones Unidas calculaque afectará a 600 colegios electorales. ElGobierno de Hamid Karzai admite queotros 156 distritos están en riesgo. Pero elobjetivo es celebrarlas a cualquier precio.Un retraso o una cancelación hubiesen sidouna catástrofe y una victoria para los taliba-nes. Nadie cree en una segunda vuelta. Escaro (organizarlas ha costado 223 millonesde dólares) y peligroso.

Unas elecciones que se celebran en estascondiciones de inseguridad deberían, al me-nos, ser creíbles para que sus resultados

sean aceptados. Hace cinco años sucedióalgo similar en Irak. El colombiano CarlosValenzuela, experto de Naciones Unidas enorganizar elecciones en lugares complica-dos (venía de Camboya y Timor Leste; viajódespués a Sierra Leona), explicó entonces aEL PAÍS que para que sean creíbles debencontar con algún tipo de registro oficial (en

Irak se utilizaron las listas para reparto dealimentos elaboradas por el régimen de Sa-dam Husein) y que se establezca una autori-dad de control independiente. “Las eleccio-nes no son una garantía para la pacifica-ción, pero la experiencia indica que puedenayudar a dinamizar el proceso político”.

En Afganistán no hay censo. Nunca lohubo. Sólo existe uno inacabado de la épocasoviética. La guerra constante y algunas cos-tumbres locales hacían poco recomendableel trabajo de encuestador. Ningún pastún, laetnia mayoritaria, aceptaría declarar el nú-mero de mujeres a su cargo. Antes tirotearíaal invasor de su intimidad. El registro electo-ral se ha realizado mediante la inscripciónvoluntaria de las personas que pueden y de-sean votar. Los hombres presentan sus car-nés. Las mujeres no siempre pueden por-que lejos de Kabul y Mazar-i-Sharif no estábien visto que salgan solas de sus hogares.

Es el marido o el pariente quien declara elnúmero de mujeres mayores de edad a sucargo. Nadie lo discute ni lo comprueba.

En las elecciones de 2004 se inscribieron10 millones de personas; ahora, pese a ladecepción reinante, el número de registra-dos ha alcanzado los 16,6 millones (un 35%son mujeres). Esto ha despertado las sospe-chas del ex ministro de Finanzas y candida-to presidencial Ashraf Ghani, que aseguraque existen entre 600.00 y 800.000 votos pre-parados para Karzai. Él también está listopara denunciar el fraude.

“Karzai y sus ministros lo único que hanhecho estos años es meterse dinero en elbolsillo”, dice Mohamed Abbas, que vende

productos de limpieza en Bush Market.“Con los talibanes teníamos seguridad. Nohabía robos. Se podía viajar hasta Pakistánsin miedo a los ladrones. Pero nadie quiereque los talibanes regresen a Kabul. Prohibie-ron todo. No había cine ni música ni televi-sión. Sólo se podía ir a la mezquita a rezar yregresar a casa”.

Las cifras le dan la razón. La llamadacomunidad internacional ha invertido63.000 millones de dólares en Afganistán, delos que se calcula que un 12% se ha aplicadoen la mejora de la vida de los afganos. Mu-cho de ese dinero no ha desaparecido sóloen manos locales; también ha servido parapagar a los 43.000 miembros de la seguridadprivada, conocidos como el cuarto ejército, yhacer pingües negocios a costa del contribu-yente. Como en Irak. Como Halliburton.

Son 41 candidatos presidenciales, perosólo dos tienen posibilidades de obtener un

número relevante de votos: el presidente Ha-mid Karzai, que es pastún, y su ex ministrode Exteriores Abdulá Abdulá (mitad tayiko,mitad pastún; su padre es de la misma tribudel mulá Omar). No hay encuestas, aunqueun think thank estadounidense —el Interna-tional Republican Institute— maneja unaencuesta sin explicar bien cómo diablos sehacen sondeos en un lugar como Afganis-tán. Otorga el 31% a Karzai y el 7% a Abdulá.

Nadie duda de la victoria del actual presi-dente. Es la imagen del poder, algo que ensociedades desestructuradas atrae votos.Además, aquí las decisiones no son indivi-duales, sino colectivas: la comunidad deci-de el voto de todos. Es pastún y los pastunesno apoyarán a nadie que no lo sea y despuésporque ha tejido alianzas con las principalesetnias (tayikos, uzbekos, hazaras y turcome-nos) e islamizado la legislación para atraersea los conservadores, como la ley sobre lasmujeres chiíes a las que se les pretendíaimpedir la salida de casa sin el permiso delmarido y obligar a satisfacerle sexualmentecuando él lo demandara. Karzai es un grantáctico y un mal estratega, como los estado-unidenses en Irak y Afganistán.

“Todo está arreglado. Los extranjeros tie-nen decidido quién va a ganar, pero aún nonos lo han dicho”, asegura Ahmed, quiennació en un país en guerra y sigue en uno enguerra 30 años después. “Creo que quierenque gane Karzai. Ganará por más del 50% delos votos para evitar una segunda vuelta”,añade. Ésta se celebraría en el caso de que

ningún candidato supere el 50% de los vo-tos. Según la Comisión Electoral Indepen-diente de Afganistán, encargada del proce-so, esa hipotética segunda vuelta tendría lu-gar un mes después, aunque admite quepodría ser en octubre o más tarde si se retra-saran en exceso los resultados oficiales trasel análisis de las impugnaciones.

En estas elecciones, además del factor dela guerra y de que los talibanes han anuncia-do su boicoteo y han llamado a sus milicia-nos a impedir su celebración, se añade otroescenario que inquieta a Occidente: la llama-da variante iraní. El doctor Abdulá Abduláestá convencido de su victoria y asegura quesólo un fraude masivo le podrá privar deella. Lo que preocupa es que uno o dos díasdespués de las elecciones, Abdulá aprove-che la falta de datos oficiales para proclamar-se ganador y saque a su gente a la calle.

Las elecciones serán poco creíbles, sim-bólicas o pedagógicas, pero la verdadera fic-ción está en la guerra. El Ejército afganodebería estar formado por 76.000 soldados,según lo decidido en 2004 en la Conferenciade Donantes de Berlín, la que aprobó el pre-supuesto para su financiación. Han pasadocinco años y aún no se ha alcanzado esenúmero ni la preparación exigida. Los esta-dounidenses consideran que sólo una partemínima está cualificada para luchar. El gene-ral norteamericano Stanley McChrystal —elhombre que acabó con Abu Musab al Zar-

Un grupo demarines intenta dormir, el pasado miérco-les, tras ocho horas de combate, en una casa delpueblo de Dahaneh. Foto: Julie Jacobson / AP Photo

Llegada del presidente Karzai a un acto electoral en Gardez, al sur de Kabul. Foto: Reuters

El candidato presidencial Abdulá Abdulá, tras un mitin en Mazar-i-Sharif. Foto: Reuters

Casi el 45% de losdistritos del país vivenbajo la amenaza de lasarmas, y en 10 de ellosno se abrirán las urnas

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URNAS ENTRE FUSILES

2 EL PAÍS DOMINGO 16.08.09

La incierta papeletade AfganistánLa comunidad internacional sostiene que las elecciones presidenciales y regionalesque se celebrarán el próximo jueves son esenciales dentro de la nueva estrategia de EE UU

Por RAMÓN LOBO

Omar Said regenta una minús-cula tienda en el Bush Mar-ket de Kabul. Vende artilu-gios paramilitares. Prismáti-cos, enormes cuchillos, ga-fas presuntamente antibala,

pistolas de fogueo, uniformes de camuflaje ydecenas de recuerdos con el logotipo de En-durance Freedom (Libertad Duradera), laoperación estadounidense simultánea a lade la OTAN. El mercado donde se asienta elnegocio de Said lleva el nombre del anteriorpresidente de Estados Unidos porque en él“se venden auténticos productos america-nos”, según sostienen los kabulíes. Aunquehubo alguna iniciativa entusiasta, la mayoríade los tenderos rechazaron rebautizarlo co-mo Obama Market. Dicen que el nombreestaba puesto y que no se puede andar cam-biando. Del techo del cubículo de Omar Saidcuelgan unas camisetas grises con la palabraArmy estampada en el pecho. Son una bur-da imitación, como casi todo en Bush Mar-ket. Preguntado si no teme perder su nego-cio si finalizara de repente la guerra, respon-de: “No, siempre habrá gente que necesiteuna mira telescópica para su Kaláshnikov”.

Tres décadas después de la invasión so-viética y de guerra permanente, existe unapérdida colectiva del sentido de la honesti-dad. Cada afgano se ha convertido en unactor que trata de sobrevivir en un escenarioen el que apenas ha cambiado el decorado:pobreza, corrupción y pólvora. “No soy opti-mista, pero nací afgano y me tengo que que-dar; es mi destino”, asegura Zatu, que pare-ce pensar cada palabra que pronuncia eninglés. Con paciencia y unos chai (té) —quedebe hervirlos con taza y cuchara—, Zatugana confianza, pierde su pátina patriótica ynarra su huida en 1997 hacia Irán y Turquíaen dirección a Inglaterra. “Crucé 10 fronte-ras y viví cuatro años en Londres. Cuandolos talibanes fueron expulsados de Kabul, elGobierno inglés me envió una carta dicien-do que ya podría regresar porque había li-bertad y los soldados británicos se encarga-ban de protegerla. Si nada cambia, volveré aescapar; esta vez a Canadá”.

La nueva estrategia anunciada por elpresidente Barack Obama en marzo se ba-sa en tres pilares: presión militar sobre lostalibanes y sus aliados, desarrollo económi-co y reconstrucción. En un país en el que el42% de la población vive en la pobrezaabsoluta y al que la ONG Transparency In-ternational considera extremadamente co-rrupto —lo sitúa en el puesto 176 de 180 entransparencia—, la ambiciosa propuestade Obama corre el riesgo de descarrilar,como le sucedió antes a británicos, rusos ysoviéticos. El problema esencial de Afganis-tán es de mentalidad. Llevará generacionesmodificarla. La burka sería la metáforaexacta: Occidente exige su supresión y olvi-da las causas culturales y tradicionales quela hacen posible. “Se han perdido ochoaños”, dice una fuente que exige anonima-to. “Ahora, los afganos tienen menos ilu-sión... y los extranjeros, menos credibili-dad. Es una situación que no se puede alte-rar; el primer impulso se ha perdido”.

La comunidad internacional sostieneque las elecciones presidenciales y regiona-les que se celebrarán el próximo jueves sonesenciales dentro de la nueva estrategia de

EE UU. A pesar de que convocar unos comi-cios en medio de la guerra puede ser unaficción democrática, otros hablan de “elec-ciones simbólicas”, incluso “pedagógicas”.

Cerca del 45% de los distritos está amena-zado por las armas. Diez de los 364 en losque se divide electoralmente el Estado sehallan bajo control talibán y en ellos no seabrirán las urnas. Naciones Unidas calculaque afectará a 600 colegios electorales. ElGobierno de Hamid Karzai admite queotros 156 distritos están en riesgo. Pero elobjetivo es celebrarlas a cualquier precio.Un retraso o una cancelación hubiesen sidouna catástrofe y una victoria para los taliba-nes. Nadie cree en una segunda vuelta. Escaro (organizarlas ha costado 223 millonesde dólares) y peligroso.

Unas elecciones que se celebran en estascondiciones de inseguridad deberían, al me-nos, ser creíbles para que sus resultados

sean aceptados. Hace cinco años sucedióalgo similar en Irak. El colombiano CarlosValenzuela, experto de Naciones Unidas enorganizar elecciones en lugares complica-dos (venía de Camboya y Timor Leste; viajódespués a Sierra Leona), explicó entonces aEL PAÍS que para que sean creíbles debencontar con algún tipo de registro oficial (en

Irak se utilizaron las listas para reparto dealimentos elaboradas por el régimen de Sa-dam Husein) y que se establezca una autori-dad de control independiente. “Las eleccio-nes no son una garantía para la pacifica-ción, pero la experiencia indica que puedenayudar a dinamizar el proceso político”.

En Afganistán no hay censo. Nunca lohubo. Sólo existe uno inacabado de la épocasoviética. La guerra constante y algunas cos-tumbres locales hacían poco recomendableel trabajo de encuestador. Ningún pastún, laetnia mayoritaria, aceptaría declarar el nú-mero de mujeres a su cargo. Antes tirotearíaal invasor de su intimidad. El registro electo-ral se ha realizado mediante la inscripciónvoluntaria de las personas que pueden y de-sean votar. Los hombres presentan sus car-nés. Las mujeres no siempre pueden por-que lejos de Kabul y Mazar-i-Sharif no estábien visto que salgan solas de sus hogares.

Es el marido o el pariente quien declara elnúmero de mujeres mayores de edad a sucargo. Nadie lo discute ni lo comprueba.

En las elecciones de 2004 se inscribieron10 millones de personas; ahora, pese a ladecepción reinante, el número de registra-dos ha alcanzado los 16,6 millones (un 35%son mujeres). Esto ha despertado las sospe-chas del ex ministro de Finanzas y candida-to presidencial Ashraf Ghani, que aseguraque existen entre 600.00 y 800.000 votos pre-parados para Karzai. Él también está listopara denunciar el fraude.

“Karzai y sus ministros lo único que hanhecho estos años es meterse dinero en elbolsillo”, dice Mohamed Abbas, que vende

productos de limpieza en Bush Market.“Con los talibanes teníamos seguridad. Nohabía robos. Se podía viajar hasta Pakistánsin miedo a los ladrones. Pero nadie quiereque los talibanes regresen a Kabul. Prohibie-ron todo. No había cine ni música ni televi-sión. Sólo se podía ir a la mezquita a rezar yregresar a casa”.

Las cifras le dan la razón. La llamadacomunidad internacional ha invertido63.000 millones de dólares en Afganistán, delos que se calcula que un 12% se ha aplicadoen la mejora de la vida de los afganos. Mu-cho de ese dinero no ha desaparecido sóloen manos locales; también ha servido parapagar a los 43.000 miembros de la seguridadprivada, conocidos como el cuarto ejército, yhacer pingües negocios a costa del contribu-yente. Como en Irak. Como Halliburton.

Son 41 candidatos presidenciales, perosólo dos tienen posibilidades de obtener un

número relevante de votos: el presidente Ha-mid Karzai, que es pastún, y su ex ministrode Exteriores Abdulá Abdulá (mitad tayiko,mitad pastún; su padre es de la misma tribudel mulá Omar). No hay encuestas, aunqueun think thank estadounidense —el Interna-tional Republican Institute— maneja unaencuesta sin explicar cómo diablos se hacensondeos en un lugar como Afganistán. Otor-ga el 45% a Karzai y el 26% a Abdulá.

Nadie duda de la victoria del actual presi-dente. Es la imagen del poder, algo que ensociedades desestructuradas atrae votos.Además, aquí las decisiones no son indivi-duales, sino colectivas: la comunidad deci-de el voto de todos. Es pastún y los pastunesno apoyarán a nadie que no lo sea y despuésporque ha tejido alianzas con las principalesetnias (tayikos, uzbekos, hazaras y turcome-nos) e islamizado la legislación para atraersea los conservadores, como la ley sobre lasmujeres chiíes a las que se les pretendíaimpedir la salida de casa sin el permiso delmarido y obligar a satisfacerle sexualmentecuando él lo demandara. Karzai es un grantáctico y un mal estratega, como los estado-unidenses en Irak y Afganistán.

“Todo está arreglado. Los extranjeros tie-nen decidido quién va a ganar, pero aún nonos lo han dicho”, asegura Ahmed, quiennació en un país en guerra y sigue en uno enguerra 30 años después. “Creo que quierenque gane Karzai. Ganará por más del 50% delos votos para evitar una segunda vuelta”,añade. Ésta se celebraría en el caso de que

ningún candidato supere el 50% de los vo-tos. Según la Comisión Electoral Indepen-diente de Afganistán, encargada del proce-so, esa hipotética segunda vuelta tendría lu-gar un mes después, aunque admite quepodría ser en octubre o más tarde si se retra-saran en exceso los resultados oficiales trasel análisis de las impugnaciones.

En estas elecciones, además del factor dela guerra y de que los talibanes han anuncia-do su boicoteo y han llamado a sus milicia-nos a impedir su celebración, se añade otroescenario que inquieta a Occidente: la llama-da variante iraní. El doctor Abdulá Abduláestá convencido de su victoria y asegura quesólo un fraude masivo le podrá privar deella. Lo que preocupa es que uno o dos díasdespués de las elecciones, Abdulá aprove-che la falta de datos oficiales para proclamar-se ganador y saque a su gente a la calle.

Las elecciones serán poco creíbles, sim-bólicas o pedagógicas, pero la verdadera fic-ción está en la guerra. El Ejército afganodebería estar formado por 76.000 soldados,según lo decidido en 2004 en la Conferenciade Donantes de Berlín, la que aprobó el pre-supuesto para su financiación. Han pasadocinco años y aún no se ha alcanzado esenúmero ni la preparación exigida. Los esta-dounidenses consideran que sólo una partemínima está cualificada para luchar. El gene-ral norteamericano Stanley McChrystal —elhombre que acabó con Abu Musab al Zar-

Un grupo demarines intenta dormir, el pasado miérco-les, tras ocho horas de combate, en una casa delpueblo de Dahaneh. Foto: Julie Jacobson / AP Photo

Llegada del presidente Karzai a un acto electoral en Gardez, al sur de Kabul. Foto: Reuters

El candidato presidencial Abdulá Abdulá, tras un mitin en Mazar-i-Sharif. Foto: Reuters

Casi el 45% de losdistritos del país vivenbajo la amenaza de lasarmas, y en 10 de ellosno se abrirán las urnas

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EL PAÍSFuente: icasualties.org. ICOS.

Evolución entre 2001 y 2009 (datos a 13 de gosto)

EE UUOtrosTotal

1. Enero-agosto 2. Hasta el 13 de agosto2001

12

69 57 59

131

191

232

29425

24

28

14

27

38

75

292002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009(1)

EN 2009MILITARES EXTRANJEROS MUERTOS EN AFGANISTÁN

ENE

FEB

MAR

ABR

MAY

JUN

JUL

AGO (2)

260

Incremento de la actividad talibán

PAKISTÁN

INDIA

IRÁN

TAYIKISTÁN

TURKMENISTÁN

UZBEKISTÁN

AFGANISTÁN

Kandahar

Herat KabulJalalabad

Fuerte

Media

Baja

Actividad insurgente talibán

72% 21%

7%

780525

1.305

URNAS ENTRE FUSILES

EL PAÍS DOMINGO 16.08.09 3

Por LOLA GALÁN

Washington, ecuatoria-no de 43 años, peque-ño de estatura, sólidode complexión, piel co-lor bronce, no se ajus-ta al perfil del emplea-

do doméstico. Lo suyo es poner ladrillos,pintar paramentos y colocar techos de esca-yola, habilidades que le permitieron encon-trar trabajo nada más llegar a España, convisado turístico, hace 10 años. Pero, aun-que no ha trabajado nunca fregando sue-los, poniendo lavadoras, o lavavajillas, en-tre noviembre de 2008 y mayo de 2009 coti-zó a la Seguridad Social espa-ñola como empleado domés-tico, 160 euros al mes. “Lo pa-gaba de mi dinero. Tuve quedarme de alta para poder re-novar mis papeles de residen-cia. Caducaban el 21 de ma-yo, y no encontraba quienme contratara legalmente”.Nada más renovarlos, Wa-shington volvió a darse de ba-ja y a desaparecer en la econo-mía sumergida. Desde que es-talló la crisis económica, y lasconstructoras españolas sefueron hundiendo una trasotra, y empezaron a paralizar-se obras por todo el país, cien-tos de miles de trabajadoresinmigrantes han perdido susempleos, la mayoría en laconstrucción, el sector másgolpeado por la crisis, y hanpasado a engrosar las filas delos que trabajan sin contrato.

Ni sindicatos ni Gobiernose atreven a dar cifras preci-sas, pero una lectura compa-rada del número de los inmi-grantes que dicen trabajar, enla Encuesta de Población Acti-va (EPA), y los que cotizan a laSeguridad Social, arroja un ba-lance de 800.000 desapareci-dos, es decir, que no cotizan,aunque dicen estar trabajan-do. “Nosotros no nos atreve-mos a señalar un número con-creto”, dice Paloma López, se-cretaria confederal de Inmi-gración y Empleo de Comisio-nes Obreras. El sindicato selimita a consignar el dato queda el Consejo Económico y So-cial sobre el porcentaje querepresenta la economía su-mergida, que rondaría el 20%del PIB español.

“Tampoco nos convence la compara-ción que se hace con las cifras de inmi-grantes empadronados, porque tienenuna movilidad enorme. Se van allí dondeencuentran trabajo y puede ocurrir queestén empadronados a la vez en variosmunicipios. Porque necesitan inscribirseen los ayuntamientos para conseguir latarjeta sanitaria, por ejemplo”, dice Ló-pez. A esta responsable sindical le preocu-pa sobre todo el perfil del inmigrante sinempleo, forzado a sobrevivir trabajando asalto de mata, que puede terminar per-diendo su permiso de residencia. “El pro-blema está en los que han logrado unasituación legal, después de mucho esfuer-zo, y están pasando a una irregularidadque llamamos sobrevenida. El año pasadofueron 20.000 personas, y en lo que va de

año, el ritmo de los que pierden su permi-so es de 1.700 personas al mes”.

Fuentes del Ministerio de Trabajo reba-jan la cifra a la mitad, pero aun así, el Gobier-no ha considerado el problema lo suficiente-mente grave como para cambiar, a princi-pios de julio, el Reglamento de Extranjería.A partir de ahora, los inmigrantes como Was-hington podrán renovar sus papeles siem-pre que hayan cotizado a la Seguridad So-cial nueve meses por cada año de estanciaen el país. No es una medida baladí. La leyde Extranjería vigente considera una faltagrave permanecer en España con un permi-so caducado. La pena para el inmigrante esuna multa, de 300 a 6.000 euros, y un plazopara abandonar el país que oscila entre 15 y

90 días. Pero salir de España, después delesfuerzo invertido en obtener una reglamen-tación en regla, es algo que los inmigrantesno están dispuestos a hacer.

Que se lo pregunten a Washington. “Lle-vo aquí 10 años. Trabajé seis sin contrato yluego un señor que tenía una empresita concuatro empleados, un autónomo, me contra-tó y conseguí mis papeles. Pero este hombrequebró en diciembre y dejó de pagarnos yde cotizar por nosotros un mes antes. Esta-mos en juicios”, explica este ecuatoriano sol-tero, que sobrevive ahora como puede. “Tra-bajo no hay. Vivo con otros compatriotas, yhoy pinto una casa aquí, mañana ponemosun suelo en otra de allí...”.

Empleo no hay. No como hace tres años,cuando la economía española bullía comouna caldera bien alimentada. Pero los inmi-grantes, aunque en menor medida, siguen

llegando. “Las demandas de empleo se handuplicado con relación al año anterior, y sinembargo, las ofertas se han desplomado,hasta un 83% menos”, dice Maika Sánchez,responsable de empleo de Cruz Roja. Estaorganización tiene un programa especial pa-ra ayudar a encontrar empleo a los inmi-grantes que lo han perdido o que no lo hanencontrado. “Muchos son gente nueva,otros son personas que ayudamos a colocar-se en 2001. Tenemos cursillos de aprendiza-je y capacitación, y también damos clasesde idioma. Hablar y escribir correctamentees importante para encontrar trabajo”, diceSánchez, quien asegura que en este progra-ma han atendido casi a 80.000 inmigrantes.

Cruz Roja no ampara a los que optan por

una vía de supervivencia al margen de lalegalidad. Pero muchos españoles y muchosinmigrantes en situación precaria viven en-tre dos aguas, entre la economía limpia y lasumergida. Como Marilena (nombre su-puesto), una ecuatoriana de 33 años, casaday madre de dos hijos, que vive en Españadesde hace nueve. Marilena tenía peluque-ría propia en Ambato, a media hora de Qui-to, pero dice que algunos conocidos le me-tieron los perros en danza y la vendió paravenir a España. Después de años trabajandode empleada doméstica y de empaquetado-ra en una fábrica ha vuelto a su antiguooficio. “Me hice unas tarjetas y las repartí enlocutorios y a las vecinas. No gano mucho,sólo para los gastos de la casa, y lo hagoporque tampoco me voy a estar mano sobremano. Voy a casa de las señoras que estánmayorcitas y no van a la peluquería. Les

lavo, les peino, les corto el pelo. El alquilerde la casa son 500 euros, y luego está la luz,el butano... Muchas cosas”.

Marilena no se da por vencida aunque lacrisis apriete. “Tengo que buscarme las ma-neras de seguir viviendo como sea”. Recuer-da con nostalgia los primeros tiempos enEspaña. Aunque ella, que llegó primero, y sumarido, que vino después, venían con visa-dos turísticos, en el plazo de unos mesestenían los dos los papeles en regla y hastales sobraban las ofertas de trabajo. El últimoempleo lo encontraron ambos en una mis-ma empresa de patatas fritas y aperitivos.Ella era empaquetadora, con contratos reno-vables; él, carretillero, con contrato indefini-do. Los dos se quedaron en la calle hace un

par de años. Marilena dejó decobrar los 700 euros mensua-les del paro hace ocho meses,a su marido se le acaba en sep-tiembre.

La pareja tiene dos hijos,un niño de 14 años y una niñade 6 “que nació acá”. “Ahoraestamos pensando igual envolvernos”. La crisis no es, sinembargo, la única responsa-ble de que haya aumentado laeconomía sumergida. Los de-seos de progresar deprisa y delabrarse un futuro cuanto an-tes han llevado a muchos ex-tranjeros a tener una doble vi-da, como trabajadores asala-riados, cotizando a la Seguri-dad Social, y como trabajado-res en negro, al mismo tiempo.

Es el caso de Estefan, ruma-no, de 31 años, que vive enEspaña desde hace seis años,está casado y tiene un hijo decasi siete años. Estefan condu-ce un camión para una empre-sa de transporte. Cubre rutasnacionales y tiene contrato in-definido con un sueldo men-sual de unos 1.600 euros. “Losfines de semana hago trabajosde mecánico también, porqueno tenemos bastante, y sacounos 300 o 400 euros más.Con la crisis salimos menos”,dice Estefan, que habla despa-cio, buscando cuidadosamen-te cada palabra, como si el es-pañol fuera un terreno resbala-dizo. Su mujer cuida del hijode ambos y atiende a una se-ñora impedida. “Va tres vecesal día o así, para llevarla al ba-ño, darle de comer. No ganamucho, unos 320 euros almes, y no tiene contrato”.

Estefan y su mujer, cuatro años menor,invierten lo que ganan en su futuro. El alqui-ler del piso que comparten no supera los 350euros al mes, “pero pagamos otro tanto casien Rumania, porque compramos un chalépara alquilarlo y ahora tenemos la hipoteca”.La idea que les llevó a desembolsar 80.000euros por un chalé de 300 metros cuadradosmás una parcela de 500 metros cuadradosen Transilvania era la misma que ha llevadoa decenas de miles de españoles a comprarpisos por todo el país. Aprovechar los crédi-tos baratos para invertir en ladrillo con laperspectiva de hacer un gran negocio.

“Nosotros queremos quedarnos aquí, pe-ro no podíamos pagar un piso en España.Cuando suban los precios en Rumania ven-deremos aquello y compraremos una casapropia aquí”. Un sueño que parece, en estosmomentos, difícil de cumplir. O

qaui en Irak— estima que para cambiar elcurso de la guerra son necesarios 340.000soldados afganos. No hay dinero para com-prarles las armas ni para pagarles los sala-rios (entre 100 y 200 dólares, depende delgrado). Ellos deberían ser los ojos de las tro-pas extranjeras en el terreno, incapaces dedistinguir quién es talibán y quién civil.

Por segunda vez desde los atentados del11-S, el ejército más poderoso del mundo,diseñado para vencer en cualquier guerraconvencional o con armas de destrucciónmasiva, se enfrenta a un enemigo invisible,que carece de bandera y uniforme y que nose comporta como debería hacerlo un ejérci-to rival. En Irak, el general David Petraeus seinventó los Hijos de Irak, convirtiendo a losantiguos insurgentes suníes que atentabancontra sus tropas en aliados contra Al Qae-da. Fue una cuestión de dinero. De sobor-nar voluntades y reorientar objetivos. Aun-que debilitó a Al Qaeda en Mesopotamia,parece que no ha funcionando del todo. Losúltimos atentados lo indican.

En Afganistán, la situación tribal es máscompleja. No hay un enfrentamiento religio-so y sectario entre suníes y chiíes que sepueda manipular como en Irak. Aquí no hayfractura entre la insurgencia, que es 100%pastún y actúa unida. La diferencia entre lostalibanes de hace ocho años, empeñados enprohibir todo, y los de ahora no invita aloptimismo. Fuentes militares estadouniden-ses estiman que el tipo de estrategia quesiguen hoy los talibanes y la sofisticación desus ataques no los puede producir la direc-ción del mulá Omar, sino que hay alguienmás que mueve los hilos desde atrás.

El problema, insisten las fuentes, es quequien mueve los hilos es el mismo que losmovía en el periodo soviético y que hoy esamigo y aliado de EE UU. Los ataques conaviones no tripulados (drones) en las zonastribales dentro de Pakistán han conseguidogolpear en la retaguardia de los talibanes,pero no destruirlos. “Necesitarían un millónde drones”, asegura una fuente anónima.Otros señalan que la guerra en Afganistán sedirige desde tres puntos: la Sura de Quetta,donde están los jefes afganos, y sendos edifi-cios en Islamabad y Rawalpindi.

Aunque nadie quiere comparar la guerrade Irak con la de Afganistán, el general Pe-traeus, jefe militar de ambos conflictos, ha

empezado a organizar unas milicias localesen la provincia de Helmand, al sur, y en laporosa frontera con Pakistán, para que leayuden a combatir a los talibanes sin recu-rrir a unos bombardeos aéreos que causanvíctimas civiles.

“La población afgana no distingue entrenorteamericanos, franceses y españoles”,dice una fuente de una ONG. “Para ellossomos igual que los soviéticos y antes losbritánicos. Hemos venido para aprovechar-nos”. Otros difieren de esta lectura: “Los

rusos cometieron graves errores en una so-ciedad tan tradicional como la afgana. Losamericanos no entienden nada, pero aquíse les percibe como una vaca a la que sepuede ordeñar aunque a veces se pongaviolenta y dé coces”.

También hay una ficción en el desplie-

gue extranjero. Existen dos misiones, ade-más de la secreta de la CIA y del llamadocuarto ejército: la estadounidense, que de-pende del Comando Central (Petraeus) lla-mada Libertad Duradera y que cuenta concerca de 26.000, y la de la Fuerza Internacio-nal de Asistencia y Seguridad (ISAF), lidera-da por la OTAN con 61.135 de 42 países.Sólo cuatro países están comprometidoscon la lucha: EE UU, Reino Unido, Canadá yHolanda. Sus quejas son constantes porqueconsideran que los demás están prisionerosde sus opiniones públicas y evitan todo ries-go que pueda provocarles bajas. Éstos sedefienden diciendo que los estadouniden-ses poseen una agenda oculta y que mien-tras no la compartan con sus aliados nohabrá modificaciones en su compromiso.

La reconstrucción es la verdadera claveen la nueva estrategia de Obama. El asesorde seguridad nacional, James Jones, lo dejóclaro en una visita a los generales y corone-les estadounidenses en Afganistán: “Esto nose puede ganar sólo con la fuerza militar. Lohemos intentado durante años y la estrate-gia no ha funcionado. La prioridad ahora esel desarrollo económico. Si no lo hacemosbien, jamás tendremos tropas suficientes pa-ra lograr el éxito”, informó en su día BobWoodward en The Washington Post. En esamisma reunión, y según la misma fuente, elgeneral Lawrence Nicholson, del Cuerpo deMarines, se quejó de la escasa presencia deefectivos militares afganos. Dijo que necesi-

taba que un 10% de su fuerza de combateestuviera compuesta por militares locales.Karzai no ha enviado más soldados a Hel-mand, pese a que desde hace dos meses hayuna ofensiva general contra los talibanes. Yno los ha mandado porque no los tiene.

¿Por dónde empezar en un lugar en elque 30 años de guerra han destruido la mi-tad de las aldeas, el 30% de las carreteraspavimentadas y ha colocado al país enteroen el puesto 171 de 173 en la lista de losmenos desarrollados elaborada por la ONU?Su economía depende de las ayudas exterio-res y del opio, que genera unos 4.000 millo-nes de dólares de beneficio, de los cuales200 financiarían a los talibanes, según undocumento de enero de 2009 del Grupo deEstudios Estratégicos de Naciones Unidas.

La clave de la reconstrucción es comba-tir la corrupción. El Gobierno de Karzai pue-de ser una mala solución, pero no existeotra. En todos los países hay desmanes eco-nómicos, pero en Estados Unidos o en Espa-ña no afectan a la vida cotidiana de la pobla-ción. En lugares como Afganistán, esa mis-ma corrupción genera escasez de agua, luz yalimentos. Las pequeñas corruptelas son cul-turales y pertenecen al sistema de supervi-vencia: un policía de trafico que cobra 40dólares y tiene tres mujeres y 12 hijos debebuscar dinero para proteger a los suyos.

Muchos diplomáticos, y el propio Gobier-no de EE UU, saben que la única salida alconflicto es el diálogo y la legalización de loscultivos de amapola. Se buscan talibanesmoderados con los que hablar, pero no apa-recen. Las condiciones que ponen éstos pa-ra cualquier negociación empiezan con laexigencia de la retirada de todas las tropasextranjeras. Una buena definición de tali-bán moderado sería el que se deja comprar.El problema es que desde que el imperiobritánico utilizara este efectivo sistema dealianzas, la inflación se ha disparado.

La política pública, la que se desarrollacon maneras y valores delante de los ciuda-danos, a veces no tiene mucho que ver conla privada, la que se fabrica entre bambali-nas. El anterior vicepresidente de EE UU,Dick Cheney, un maestro en malabarismosen el filo de las leyes, visitó hace años elParlamento afgano. Antes de entrar en él,uno de sus asesores le explicó que se tratabade un Legislativo un poco especial, lleno denarcotraficantes y señores de la guerra.“Bueno, igual que el nuestro”, exclamó. O

Inmigrantes en negroLa economía sumergida da trabajo a cientos de miles de inmigrantes sin empleo fijo

Una madre adicta al opio tiene que consolar a su hijo de un año, que llora día y noche. Cuando se le echa humo en la cara, el pequeño se duerme. Viven en la montañosa y remota aldea de Sarab. Foto: Julie Jacobson / AP

Unas jóvenes agitan banderolas en un acto electoral en Mazar-i-Sharif a favor de Abdulá Abdulá. Foto: Reuters

Viene de la página 3

Empleo no hay. No como hace tres años, cuando la economía española bullía como una caldera alimentada. Muchos extranjeros montaronentonces sus propios negocios, como la peluquería de la imagen, regentada por inmigrantes. Foto: Álvaro García

La reconstrucción pasapor combatir lacorrupción. El Gobiernode Karzai puede ser malasolución, pero no hay otra

URNAS ENTRE FUSILES

4 EL PAÍS DOMINGO 16.08.09

Por LOLA GALÁN

Washington, ecuatoria-no de 43 años, peque-ño de estatura, sólidode complexión, piel co-lor bronce, no se ajus-ta al perfil del emplea-

do doméstico. Lo suyo es poner ladrillos,pintar paramentos y colocar techos de esca-yola, habilidades que le permitieron encon-trar trabajo nada más llegar a España, convisado turístico, hace 10 años. Pero, aun-que no ha trabajado nunca fregando sue-los, poniendo lavadoras, o lavavajillas, en-tre noviembre de 2008 y mayo de 2009 coti-zó a la Seguridad Social espa-ñola como empleado domés-tico, 160 euros al mes. “Lo pa-gaba de mi dinero. Tuve quedarme de alta para poder re-novar mis papeles de residen-cia. Caducaban el 21 de ma-yo, y no encontraba quienme contratara legalmente”.Nada más renovarlos, Wa-shington volvió a darse de ba-ja y a desaparecer en la econo-mía sumergida. Desde que es-talló la crisis económica, y lasconstructoras españolas sefueron hundiendo una trasotra, y empezaron a paralizar-se obras por todo el país, cien-tos de miles de trabajadoresinmigrantes han perdido susempleos, la mayoría en laconstrucción, el sector másgolpeado por la crisis, y hanpasado a engrosar las filas delos que trabajan sin contrato.

Ni sindicatos ni Gobiernose atreven a dar cifras preci-sas, pero una lectura compa-rada del número de los inmi-grantes que dicen trabajar, enla Encuesta de Población Acti-va (EPA), y los que cotizan a laSeguridad Social, arroja un ba-lance de 800.000 desapareci-dos, es decir, que no cotizan,aunque dicen estar trabajan-do. “Nosotros no nos atreve-mos a señalar un número con-creto”, dice Paloma López, se-cretaria confederal de Inmi-gración y Empleo de Comisio-nes Obreras. El sindicato selimita a consignar el dato queda el Consejo Económico y So-cial sobre el porcentaje querepresenta la economía su-mergida, que rondaría el 20%del PIB español.

“Tampoco nos convence la compara-ción que se hace con las cifras de inmi-grantes empadronados, porque tienenuna movilidad enorme. Se van allí dondeencuentran trabajo y puede ocurrir queestén empadronados a la vez en variosmunicipios. Porque necesitan inscribirseen los ayuntamientos para conseguir latarjeta sanitaria, por ejemplo”, dice Ló-pez. A esta responsable sindical le preocu-pa sobre todo el perfil del inmigrante sinempleo, forzado a sobrevivir trabajando asalto de mata, que puede terminar per-diendo su permiso de residencia. “El pro-blema está en los que han logrado unasituación legal, después de mucho esfuer-zo, y están pasando a una irregularidadque llamamos sobrevenida. El año pasadofueron 20.000 personas, y en lo que va de

año, el ritmo de los que pierden su permi-so es de 1.700 personas al mes”.

Fuentes del Ministerio de Trabajo reba-jan la cifra a la mitad, pero aun así, el Gobier-no ha considerado el problema lo suficiente-mente grave como para cambiar, a princi-pios de julio, el Reglamento de Extranjería.A partir de ahora, los inmigrantes como Was-hington podrán renovar sus papeles siem-pre que hayan cotizado a la Seguridad So-cial nueve meses por cada año de estanciaen el país. No es una medida baladí. La leyde Extranjería vigente considera una faltagrave permanecer en España con un permi-so caducado. La pena para el inmigrante esuna multa, de 300 a 6.000 euros, y un plazopara abandonar el país que oscila entre 15 y

90 días. Pero salir de España, después delesfuerzo invertido en obtener una reglamen-tación en regla, es algo que los inmigrantesno están dispuestos a hacer.

Que se lo pregunten a Washington. “Lle-vo aquí 10 años. Trabajé seis sin contrato yluego un señor que tenía una empresita concuatro empleados, un autónomo, me contra-tó y conseguí mis papeles. Pero este hombrequebró en diciembre y dejó de pagarnos yde cotizar por nosotros un mes antes. Esta-mos en juicios”, explica este ecuatoriano sol-tero, que sobrevive ahora como puede. “Tra-bajo no hay. Vivo con otros compatriotas, yhoy pinto una casa aquí, mañana ponemosun suelo en otra de allí...”.

Empleo no hay. No como hace tres años,cuando la economía española bullía comouna caldera bien alimentada. Pero los inmi-grantes, aunque en menor medida, siguen

llegando. “Las demandas de empleo se handuplicado con relación al año anterior, y sinembargo, las ofertas se han desplomado,hasta un 83% menos”, dice Maika Sánchez,responsable de empleo de Cruz Roja. Estaorganización tiene un programa especial pa-ra ayudar a encontrar empleo a los inmi-grantes que lo han perdido o que no lo hanencontrado. “Muchos son gente nueva,otros son personas que ayudamos a colocar-se en 2001. Tenemos cursillos de aprendiza-je y capacitación, y también damos clasesde idioma. Hablar y escribir correctamentees importante para encontrar trabajo”, diceSánchez, quien asegura que en este progra-ma han atendido casi a 80.000 inmigrantes.

Cruz Roja no ampara a los que optan por

una vía de supervivencia al margen de lalegalidad. Pero muchos españoles y muchosinmigrantes en situación precaria viven en-tre dos aguas, entre la economía limpia y lasumergida. Como Marilena (nombre su-puesto), una ecuatoriana de 33 años, casaday madre de dos hijos, que vive en Españadesde hace nueve. Marilena tenía peluque-ría propia en Ambato, a media hora de Qui-to, pero dice que algunos conocidos le me-tieron los perros en danza y la vendió paravenir a España. Después de años trabajandode empleada doméstica y de empaquetado-ra en una fábrica ha vuelto a su antiguooficio. “Me hice unas tarjetas y las repartí enlocutorios y a las vecinas. No gano mucho,sólo para los gastos de la casa, y lo hagoporque tampoco me voy a estar mano sobremano. Voy a casa de las señoras que estánmayorcitas y no van a la peluquería. Les

lavo, les peino, les corto el pelo. El alquilerde la casa son 500 euros, y luego está la luz,el butano... Muchas cosas”.

Marilena no se da por vencida aunque lacrisis apriete. “Tengo que buscarme las ma-neras de seguir viviendo como sea”. Recuer-da con nostalgia los primeros tiempos enEspaña. Aunque ella, que llegó primero, y sumarido, que vino después, venían con visa-dos turísticos, en el plazo de unos mesestenían los dos los papeles en regla y hastales sobraban las ofertas de trabajo. El últimoempleo lo encontraron ambos en una mis-ma empresa de patatas fritas y aperitivos.Ella era empaquetadora, con contratos reno-vables; él, carretillero, con contrato indefini-do. Los dos se quedaron en la calle hace un

par de años. Marilena dejó decobrar los 700 euros mensua-les del paro hace ocho meses,a su marido se le acaba en sep-tiembre.

La pareja tiene dos hijos,un niño de 14 años y una niñade 6 “que nació acá”. “Ahoraestamos pensando igual envolvernos”. La crisis no es, sinembargo, la única responsa-ble de que haya aumentado laeconomía sumergida. Los de-seos de progresar deprisa y delabrarse un futuro cuanto an-tes han llevado a muchos ex-tranjeros a tener una doble vi-da, como trabajadores asala-riados, cotizando a la Seguri-dad Social, y como trabajado-res en negro, al mismo tiempo.

Es el caso de Estefan, ruma-no, de 31 años, que vive enEspaña desde hace seis años,está casado y tiene un hijo decasi siete años. Estefan condu-ce un camión para una empre-sa de transporte. Cubre rutasnacionales y tiene contrato in-definido con un sueldo men-sual de unos 1.600 euros. “Losfines de semana hago trabajosde mecánico también, porqueno tenemos bastante, y sacounos 300 o 400 euros más.Con la crisis salimos menos”,dice Estefan, que habla despa-cio, buscando cuidadosamen-te cada palabra, como si el es-pañol fuera un terreno resbala-dizo. Su mujer cuida del hijode ambos y atiende a una se-ñora impedida. “Va tres vecesal día o así, para llevarla al ba-ño, darle de comer. No ganamucho, unos 320 euros almes, y no tiene contrato”.

Estefan y su mujer, cuatro años menor,invierten lo que ganan en su futuro. El alqui-ler del piso que comparten no supera los 350euros al mes, “pero pagamos otro tanto casien Rumania, porque compramos un chalépara alquilarlo y ahora tenemos la hipoteca”.La idea que les llevó a desembolsar 80.000euros por un chalé de 300 metros cuadradosmás una parcela de 500 metros cuadradosen Transilvania era la misma que ha llevadoa decenas de miles de españoles a comprarpisos por todo el país. Aprovechar los crédi-tos baratos para invertir en ladrillo con laperspectiva de hacer un gran negocio.

“Nosotros queremos quedarnos aquí, pe-ro no podíamos pagar un piso en España.Cuando suban los precios en Rumania ven-deremos aquello y compraremos una casapropia aquí”. Un sueño que parece, en estosmomentos, difícil de cumplir. O

qaui en Irak— estima que para cambiar elcurso de la guerra son necesarios 340.000soldados afganos. No hay dinero para com-prarles las armas ni para pagarles los sala-rios (entre 100 y 200 dólares, depende delgrado). Ellos deberían ser los ojos de las tro-pas extranjeras en el terreno, incapaces dedistinguir quién es talibán y quién civil.

Por segunda vez desde los atentados del11-S, el ejército más poderoso del mundo,diseñado para vencer en cualquier guerraconvencional o con armas de destrucciónmasiva, se enfrenta a un enemigo invisible,que carece de bandera y uniforme y que nose comporta como debería hacerlo un ejérci-to rival. En Irak, el general David Petraeus seinventó los Hijos de Irak, convirtiendo a losantiguos insurgentes suníes que atentabancontra sus tropas en aliados contra Al Qae-da. Fue una cuestión de dinero. De sobor-nar voluntades y reorientar objetivos. Aun-que debilitó a Al Qaeda en Mesopotamia,parece que no ha funcionando del todo. Losúltimos atentados lo indican.

En Afganistán, la situación tribal es máscompleja. No hay un enfrentamiento religio-so y sectario entre suníes y chiíes que sepueda manipular como en Irak. Aquí no hayfractura entre la insurgencia, que es 100%pastún y actúa unida. La diferencia entre lostalibanes de hace ocho años, empeñados enprohibir todo, y los de ahora no invita aloptimismo. Fuentes militares estadouniden-ses estiman que el tipo de estrategia quesiguen hoy los talibanes y la sofisticación desus ataques no los puede producir la direc-ción del mulá Omar, sino que hay alguienmás que mueve los hilos desde atrás.

El problema, insisten las fuentes, es quequien mueve los hilos es el mismo que losmovía en el periodo soviético y que hoy esamigo y aliado de EE UU. Los ataques conaviones no tripulados (drones) en las zonastribales dentro de Pakistán han conseguidogolpear en la retaguardia de los talibanes,pero no destruirlos. “Necesitarían un millónde drones”, asegura una fuente anónima.Otros señalan que la guerra en Afganistán sedirige desde tres puntos: la Sura de Quetta,donde están los jefes afganos, y sendos edifi-cios en Islamabad y Rawalpindi.

Aunque nadie quiere comparar la guerrade Irak con la de Afganistán, el general Pe-traeus, jefe militar de ambos conflictos, ha

empezado a organizar unas milicias localesen la provincia de Helmand, al sur, y en laporosa frontera con Pakistán, para que leayuden a combatir a los talibanes sin recu-rrir a unos bombardeos aéreos que causanvíctimas civiles.

“La población afgana no distingue entrenorteamericanos, franceses y españoles”,dice una fuente de una ONG. “Para ellossomos igual que los soviéticos y antes losbritánicos. Hemos venido para aprovechar-nos”. Otros difieren de esta lectura: “Los

rusos cometieron graves errores en una so-ciedad tan tradicional como la afgana. Losamericanos no entienden nada, pero aquíse les percibe como una vaca a la que sepuede ordeñar aunque a veces se pongaviolenta y dé coces”.

También hay una ficción en el desplie-

gue extranjero. Existen dos misiones, ade-más de la secreta de la CIA y del llamadocuarto ejército: la estadounidense, que de-pende del Comando Central (Petraeus) lla-mada Libertad Duradera y que cuenta concerca de 26.000, y la de la Fuerza Internacio-nal de Asistencia y Seguridad (ISAF), lidera-da por la OTAN con 61.135 de 42 países.Sólo cuatro países están comprometidoscon la lucha: EE UU, Reino Unido, Canadá yHolanda. Sus quejas son constantes porqueconsideran que los demás están prisionerosde sus opiniones públicas y evitan todo ries-go que pueda provocarles bajas. Éstos sedefienden diciendo que los estadouniden-ses poseen una agenda oculta y que mien-tras no la compartan con sus aliados nohabrá modificaciones en su compromiso.

La reconstrucción es la verdadera claveen la nueva estrategia de Obama. El asesorde seguridad nacional, James Jones, lo dejóclaro en una visita a los generales y corone-les estadounidenses en Afganistán: “Esto nose puede ganar sólo con la fuerza militar. Lohemos intentado durante años y la estrate-gia no ha funcionado. La prioridad ahora esel desarrollo económico. Si no lo hacemosbien, jamás tendremos tropas suficientes pa-ra lograr el éxito”, informó en su día BobWoodward en The Washington Post. En esamisma reunión, y según la misma fuente, elgeneral Lawrence Nicholson, del Cuerpo deMarines, se quejó de la escasa presencia deefectivos militares afganos. Dijo que necesi-

taba que un 10% de su fuerza de combateestuviera compuesta por militares locales.Karzai no ha enviado más soldados a Hel-mand, pese a que desde hace dos meses hayuna ofensiva general contra los talibanes. Yno los ha mandado porque no los tiene.

¿Por dónde empezar en un lugar en elque 30 años de guerra han destruido la mi-tad de las aldeas, el 30% de las carreteraspavimentadas y ha colocado al país enteroen el puesto 171 de 173 en la lista de losmenos desarrollados elaborada por la ONU?Su economía depende de las ayudas exterio-res y del opio, que genera unos 4.000 millo-nes de dólares de beneficio, de los cuales200 financiarían a los talibanes, según undocumento de enero de 2009 del Grupo deEstudios Estratégicos de Naciones Unidas.

La clave de la reconstrucción es comba-tir la corrupción. El Gobierno de Karzai pue-de ser una mala solución, pero no existeotra. En todos los países hay desmanes eco-nómicos, pero en Estados Unidos o en Espa-ña no afectan a la vida cotidiana de la pobla-ción. En lugares como Afganistán, esa mis-ma corrupción genera escasez de agua, luz yalimentos. Las pequeñas corruptelas son cul-turales y pertenecen al sistema de supervi-vencia: un policía de trafico que cobra 40dólares y tiene tres mujeres y 12 hijos debebuscar dinero para proteger a los suyos.

Muchos diplomáticos, y el propio Gobier-no de EE UU, saben que la única salida alconflicto es el diálogo y la legalización de loscultivos de amapola. Se buscan talibanesmoderados con los que hablar, pero no apa-recen. Las condiciones que ponen éstos pa-ra cualquier negociación empiezan con laexigencia de la retirada de todas las tropasextranjeras. Una buena definición de tali-bán moderado sería el que se deja comprar.El problema es que desde que el imperiobritánico utilizara este efectivo sistema dealianzas, la inflación se ha disparado.

La política pública, la que se desarrollacon maneras y valores delante de los ciuda-danos, a veces no tiene mucho que ver conla privada, la que se fabrica entre bambali-nas. El anterior vicepresidente de EE UU,Dick Cheney, un maestro en malabarismosen el filo de las leyes, visitó hace años elParlamento afgano. Antes de entrar en él,uno de sus asesores le explicó que se tratabade un Legislativo un poco especial, lleno denarcotraficantes y señores de la guerra.“Bueno, igual que el nuestro”, exclamó. O

Inmigrantes en negroLa economía sumergida da trabajo a cientos de miles de inmigrantes sin empleo fijo

Una madre adicta al opio tiene que consolar a su hijo de un año, que llora día y noche. Cuando se le echa humo en la cara, el pequeño se duerme. Viven en la montañosa y remota aldea de Sarab. Foto: Julie Jacobson / AP

Unas jóvenes agitan banderolas en un acto electoral en Mazar-i-Sharif a favor de Abdulá Abdulá. Foto: Reuters

Viene de la página 3

Empleo no hay. No como hace tres años, cuando la economía española bullía como una caldera alimentada. Muchos extranjeros montaronentonces sus propios negocios, como la peluquería de la imagen, regentada por inmigrantes. Foto: Álvaro García

La reconstrucción pasapor combatir lacorrupción. El Gobiernode Karzai puede ser malasolución, pero no hay otra

EXTRANJERÍA

EL PAÍS DOMINGO 16.08.09 5

Por ÁLVARO DE CÓZAR

Hay crímenes famosos,históricos; están los quehan ocupado cientos depáginas de periódicos ylibros, horas de televi-sión y metros de pelícu-

la; los hay complejos, perfectos, victoria-nos, de guerra; los que explican toda unaépoca y de los que se acaba sacando algu-na lección moral. Hay otros a los que elpaso del tiempo acaba colocando en lacategoría de cosas que pasan.

“Cosas que pasan”, suelta la mujer dela horchatería en la plaza de Macastre, unpueblo con casi 3.000 habitantes en la co-marca de Hoya del Buñol (Valencia). Es uncomentario sin mucha intención en me-dio de una larga explicación algo enrevesa-da para indicar el camino hasta una caseta

junto a Fuente Cuerna, el lugar donde unpastor encontró el cadáver de una jovende 15 años. Fue el 19 de enero de 1989,hace ya 20 años. “Mi cuñado se levantópronto esa mañana y salió al campo”, rela-ta Almendritas, vecina de Macastre, tras elpostigo de su casa. “Él no quiere hablar deese tema porque se pone muy nervioso.Ha tenido pesadillas y le sienta mal recor-darlo. Está muy mayor”. La anciana cierrapronto la puerta contando algunos deta-lles que pueden completarse con lo que sesabe de aquel día. El pastor se dirigió a lacaseta, un cobertizo en la zona de Cuernajunto a la carretera donde guardaba utensi-lios para el oficio. “Entró y vio a una chicaen la cama que él tenía allí, le tocó con unpie y estaba muerta”, dice Almendritas re-produciendo el relato de su cuñado.

Se llamaba Rosario Gayete, tenía 15años y era de Benimamet, una pedanía deValencia, a unos 40 kilómetros de la casetadonde el pastor descubrió su cuerpo sinsignos de violencia. A partir de ahí comien-

za la investigación de la Guardia Civil. Losagentes encargados del caso interrogan alos familiares y amigos de la chica. Averi-guan que Rosario se había marchado decasa días antes con otros dos chicos, Fran-cisco Valeriano Flores Sánchez —de 14años y novio de Rosario— y Pilar Ruiz Barri-ga, de 15. Nadie sabía dónde estaban. Lostres jóvenes habían salido de Benimametpara irse de acampada a los montes deCatadau, a una hora del lugar donde seencontró el cadáver de Rosario. Los ami-gos del trío cuentan a los agentes que otrasveces habían ido a una casa abandonadade ese pueblo y otros testimonios sitúan alos jóvenes bailando en una discoteca deesa zona. Así que la Guardia Civil empiezaa rastrear en los alrededores de la caseta deMacastre en busca de lo que, ya en esosmomentos, parece inevitable: encontrarlos cuerpos de Francisco y Pilar, o al me-nos uno de ellos.

Las batidas de los agentes son inútilesen las primeras semanas. Mientras ellosbuscan en el campo, una mujer encuentrael pie de una joven en un contenedor debasuras de la calle de Alcácer, en Valen-cia. Resulta entonces inevitable relacionaresa extremidad con las desapariciones delos chavales, cuyas fotos ya se han difundi-do en algunos periódicos locales y a losque se busca por toda la provincia.

No es hasta tres meses después del ha-llazgo del cuerpo de Rosario, el 8 de abril,cuando un campesino descubre el cadá-ver descompuesto de Francisco a unos300 metros de la caseta. Un mes más tar-de, el 24 de mayo, unos niños hallan el dePilar junto al río Magro, en el municipiode Turís. Tiene la cara desfigurada. Le fal-tan un pie y una mano, que han sido corta-dos con una sierra mecánica.

Lo que la Guardia Civil sabe del casoestá en esos meses. La investigación, losanálisis forenses y las respuestas que losagentes consiguieron de parientes y cono-

cidos sirven para hacer un puzzle sin mu-chas piezas, pero del que se puede extraerun esbozo de lo ocurrido horas antes deltriple crimen.

Esa imagen relaciona a los jóvenescon el mundo de las drogas y sitúa elcomienzo de la historia en el parque deCamales, en Benimamet, a finales de losaños ochenta. Niños de familias deses-tructuradas escogen ese lugar para socia-lizar en torno al consumo de estupefa-cientes. Miles de jóvenes españoles estánenganchados a la heroína; pero en esaépoca, si no tienes dinero, lo que estámás a mano es inhalar pegamento u otrassustancias similares.

Los tres niños le daban al benzol, unhidrocarburo que se emplea como disol-

vente y que si se inhala en pequeñas dosispuede causar alucinaciones y somnolen-cia. En altas cantidades puede causar lamuerte por paro cardiaco. Eso casaba conel resultado de las autopsias que se lespracticaron a Rosario y Francisco. Los mé-dicos no encontraron en ellos rastro deestupefacientes, pero la Guardia Civil sa-có a relucir esa hipótesis de la muerteaccidental como la más probable.

No era descabellado, ni siquiera paralas familias que intuían la relación de am-bos chicos con las drogas y su afición afrecuentar malas compañías en el parquede Camales. En realidad, quienes más sepreocupaban por la situación de su hijaeran los padres de Rosario. No les gustabaque saliera con Francisco, un chico que

estaba en un centro de menores por algu-nos robos de poca monta y que, a pesarde ser un simpático buscavidas, tenía to-das las papeletas para acabar en asuntosmás turbios. Los temores de la familia pa-recieron confirmarse el último día que lavieron con vida. El último día que la vie-ron con vida, según el testimonio de Anto-nio Gayete, hermano de Rosario, en unreportaje sobre el caso en Canal Nou, supadre había discutido con ella porque sehabía llevado algunas joyas de casa.

En fin, joyas robadas, malas amista-des, discusiones con la familia. Todo ter-mina en el ambiente del parque de Cama-les, en el benzol y en un exceso que teníaque acabar en algún momento con lamuerte de los tres chicos. Hasta ahí, todo

habría seguido encajando con esa hipóte-sis: paro cardiaco causado por la inhala-ción de sustancias tóxicas. Pero el descu-brimiento del cadáver de Pilar revientaesa posibilidad.

Porque resulta que le falta un pie, y, sí,es el mismo que apareció en la calle deAlcácer. También le faltaba una mano ytenía la cara desfigurada. Los informes fo-renses determinan que se los han hechocon una sierra mecánica. La Guardia Civiltiene que descartar la hipótesis de la muer-te accidental y construir una nueva basa-da en el asesinato, que nunca llegaron adesechar del todo. No obstante, en la case-ta de Macastre se habían encontrado hue-llas de cuatro personas, los tres adolescen-tes y alguien desconocido. Por ahí po-

drían haber seguido los tiros si la familiade Pilar hubiese reconocido el cadáver.Fueron a verlo, claro está, pero cuando lotuvieron delante buscaron una cicatriz enuna pierna de la chica que no encontra-ron. “Mi hermana está desaparecida, perono muerta”, señaló Felisa Ruiz al diarioLas Provincias en 1997, “Pilar estaba irre-conocible y tenía la cicatriz”. ¿Quién eraentonces la chica hallada junto al Magro?

Pilar, Pilar y Pilar. Para los agentes queinvestigaron el caso, nunca dejó de serlo.Siguieron manteniendo la hipótesis delasesinato. Según esta versión, los adoles-centes cogen un autobús con destino Ca-tadau sobre las cuatro de la tarde, dondepensaban acampar. Así lo demuestra unbillete encontrado en el bolsillo de Fran-

cisco. No tenían vehículo para llegar aMacastre y nada hacía pensar que cono-cieran la caseta del pastor o que quisie-ran llegar hasta esa zona. Alguien los lle-vó allí; quizá la persona que los mató.Quizá alguien que conocía tan bien esepaisaje encrespado y traicionero, que sa-bía que los montes se tragan los cuerpospara devolverlos tiempo después envuel-tos en misterio.

Dejando la caseta del pastor a la dere-cha y subiendo por un camino lleno dematojos, hay algunas casas. En una deellas, una mujer sale de la piscina con elcuerpo mojado y se tapa con una toalladispuesta a contestar algunas preguntas.Detrás, su marido, menos accesible, asien-te de vez en cuando a las historias quecuenta la mujer. “Aquí pasan cosas muyraras. Estamos acojonados. Me acuerdode aquella historia. Nosotros nos entera-mos días después de que apareciera unode los cadáveres. Estábamos cogiendo ca-racoles y nos contaron lo que pasó. Pero siestábamos aquí y no habíamos oído nada.Yo creo que a mi cuñada le pasó algogordo que no quiere que se sepa. Cadavez que se cuentan estas historias, ella sepone blanca. Y de vez en cuando hemosoído ruidos, como si alguien pasara algosobre los barrotes de la ventana. Y luegomiras y no hay nadie. Que han pasadocosas raras, ¡eh! Que no ha sido ni una nidos las veces que han encontrado a al-guien muerto por aquí”.

El historial de la comarca de Hoya deBuñol como lugar donde tirar cadáveresno ha sido excesivamente documentado,pero un rápido vistazo a las hemerotecaspermite encontrar, por ejemplo, el casode una joven de 20 años enterrada en unazona de campo cercana a Macastre y halla-da por una pareja en septiembre de 2008.Siete años antes, en enero de 2001, untrabajador que revisaba los contadores deluz de las viviendas de la localidad descu-brió unos huesos y un cráneo. El forenseaseguró que habían sido seccionados conuna sierra mecánica.

La Guardia Civil reconoce que se tratade “una zona sensible” a la aparición decadáveres, pero no aporta datos y descar-ta la existencia de que alguien que andepor la zona sea el autor de los cuerpos quehan aparecido allí en los últimos 20 años.

No siempre pensó así, al menos barajóla posibilidad de que los dos responsablesdel caso Alcàsser, Antonio Anglés y Ma-nuel Ricart, hubiesen cometido años an-tes crímenes similares a los de Macastre.A Ricart le preguntaron por ello, negó loshechos y no hubo forma de ligarlo con lahistoria de Pilar, Francisco y Rosario, másallá de la presa de Tous, el lugar dondedos apicultores encontraron a las niñasdel Alcàsser, a una hora del lugar dondemurieron los niños de Benimamet.

Hay más similitudes entre los críme-nes que entre las circunstancias que lesrodean. La diferencia es tres años de sepa-ración entre uno y otro caso. En ese tiem-po surgen las televisiones privadas en Es-paña (1990), las batallas por las audien-cias, los programas televisivos de suce-sos. La gente se conmueve siguiendo endirecto las atrocidades que Anglés y Ri-cart hicieron supuestamente a las niñasDesirée Hernández, Miriam García y An-tonia Gómez. El crimen se convierte en-tonces en un fenómeno social que desdeentonces se repite de vez en cuando conlos casos más sonados. La policía sientela presión de los medios, así que se espe-cializa cada vez más, se organiza para sermás efectiva.

Nada de eso estaba cuando los tres ado-lescentes de Benimamet salieron de acam-pada en enero de 1989. Sus padres nopudieron ni han podido después reclamarnuevas ni mejores autopsias, pruebas deADN, nuevas investigaciones, cuando aúnla historia salía en las noticias. Eran gentehumilde de un barrio deprimido de Valen-cia, gente que se resignó a aguantar lafalta de pistas con la esperanza de quealguien les dijera alguna vez las cosas queles pasaron a sus hijos.O

el triple crimen de Macastre

Los tres niños inhalaban benzol, una peligrosa drogaque consumían los más pobres a finales de los ochenta

A la familia de Rosario no le gustaba que salieracon Francisco, un buscavidas del centro de menores

Sobre estas líneas, un vecino de Macastre señala el lugar donde fue hallado el cadáver descompuesto de Francisco Valeriano Flores Sánchez, el 8 de abril de 1989. Abajo, la casetadonde un pastor encontró el cuerpo de Rosario Gayete Moedra, el 19 de enero de ese mismo año. Fotos: Carles Francesc / Diario Las Provincias

Acampadamortal enla montañaVEINTE AÑOS DESPUÉS DE LAS MUERTES DE LOSADOLESCENTES ROSARIO, FRANCISCO Y PILAR, ELCASO SIGUE SIN ACLARARSE. SU PLAN DE PASARLA NOCHE EN EL MONTE ACABÓ EN TRAGEDIA

Rosario, arriba (15 años) y Francisco (14). El 24 de mayo, unos niños encontraron a la tercera víctima, Pilar Ruiz Barriga(15), junto al río Magro, en el municipio de Turís (Valencia).

CRÍMENES Y CRIMINALES

6 EL PAÍS DOMINGO 16.08.09

Por ÁLVARO DE CÓZAR

Hay crímenes famosos,históricos; están los quehan ocupado cientos depáginas de periódicos ylibros, horas de televi-sión y metros de pelícu-

la; los hay complejos, perfectos, victoria-nos, de guerra; los que explican toda unaépoca y de los que se acaba sacando algu-na lección moral. Hay otros a los que elpaso del tiempo acaba colocando en lacategoría de cosas que pasan.

“Cosas que pasan”, suelta la mujer dela horchatería en la plaza de Macastre, unpueblo con casi 3.000 habitantes en la co-marca de Hoya del Buñol (Valencia). Es uncomentario sin mucha intención en me-dio de una larga explicación algo enrevesa-da para indicar el camino hasta una caseta

junto a Fuente Cuerna, el lugar donde unpastor encontró el cadáver de una jovende 15 años. Fue el 19 de enero de 1989,hace ya 20 años. “Mi cuñado se levantópronto esa mañana y salió al campo”, rela-ta Almendritas, vecina de Macastre, tras elpostigo de su casa. “Él no quiere hablar deese tema porque se pone muy nervioso.Ha tenido pesadillas y le sienta mal recor-darlo. Está muy mayor”. La anciana cierrapronto la puerta contando algunos deta-lles que pueden completarse con lo que sesabe de aquel día. El pastor se dirigió a lacaseta, un cobertizo en la zona de Cuernajunto a la carretera donde guardaba utensi-lios para el oficio. “Entró y vio a una chicaen la cama que él tenía allí, le tocó con unpie y estaba muerta”, dice Almendritas re-produciendo el relato de su cuñado.

Se llamaba Rosario Gayete, tenía 15años y era de Benimamet, una pedanía deValencia, a unos 40 kilómetros de la casetadonde el pastor descubrió su cuerpo sinsignos de violencia. A partir de ahí comien-

za la investigación de la Guardia Civil. Losagentes encargados del caso interrogan alos familiares y amigos de la chica. Averi-guan que Rosario se había marchado decasa días antes con otros dos chicos, Fran-cisco Valeriano Flores Sánchez —de 14años y novio de Rosario— y Pilar Ruiz Barri-ga, de 15. Nadie sabía dónde estaban. Lostres jóvenes habían salido de Benimametpara irse de acampada a los montes deCatadau, a una hora del lugar donde seencontró el cadáver de Rosario. Los ami-gos del trío cuentan a los agentes que otrasveces habían ido a una casa abandonadade ese pueblo y otros testimonios sitúan alos jóvenes bailando en una discoteca deesa zona. Así que la Guardia Civil empiezaa rastrear en los alrededores de la caseta deMacastre en busca de lo que, ya en esosmomentos, parece inevitable: encontrarlos cuerpos de Francisco y Pilar, o al me-nos uno de ellos.

Las batidas de los agentes son inútilesen las primeras semanas. Mientras ellosbuscan en el campo, una mujer encuentrael pie de una joven en un contenedor debasuras de la calle de Alcácer, en Valen-cia. Resulta entonces inevitable relacionaresa extremidad con las desapariciones delos chavales, cuyas fotos ya se han difundi-do en algunos periódicos locales y a losque se busca por toda la provincia.

No es hasta tres meses después del ha-llazgo del cuerpo de Rosario, el 8 de abril,cuando un campesino descubre el cadá-ver descompuesto de Francisco a unos300 metros de la caseta. Un mes más tar-de, el 24 de mayo, unos niños hallan el dePilar junto al río Magro, en el municipiode Turís. Tiene la cara desfigurada. Le fal-tan un pie y una mano, que han sido corta-dos con una sierra mecánica.

Lo que la Guardia Civil sabe del casoestá en esos meses. La investigación, losanálisis forenses y las respuestas que losagentes consiguieron de parientes y cono-

cidos sirven para hacer un puzzle sin mu-chas piezas, pero del que se puede extraerun esbozo de lo ocurrido horas antes deltriple crimen.

Esa imagen relaciona a los jóvenescon el mundo de las drogas y sitúa elcomienzo de la historia en el parque deCamales, en Benimamet, a finales de losaños ochenta. Niños de familias deses-tructuradas escogen ese lugar para socia-lizar en torno al consumo de estupefa-cientes. Miles de jóvenes españoles estánenganchados a la heroína; pero en esaépoca, si no tienes dinero, lo que estámás a mano es inhalar pegamento u otrassustancias similares.

Los tres niños le daban al benzol, unhidrocarburo que se emplea como disol-

vente y que si se inhala en pequeñas dosispuede causar alucinaciones y somnolen-cia. En altas cantidades puede causar lamuerte por paro cardiaco. Eso casaba conel resultado de las autopsias que se lespracticaron a Rosario y Francisco. Los mé-dicos no encontraron en ellos rastro deestupefacientes, pero la Guardia Civil sa-có a relucir esa hipótesis de la muerteaccidental como la más probable.

No era descabellado, ni siquiera paralas familias que intuían la relación de am-bos chicos con las drogas y su afición afrecuentar malas compañías en el parquede Camales. En realidad, quienes más sepreocupaban por la situación de su hijaeran los padres de Rosario. No les gustabaque saliera con Francisco, un chico que

estaba en un centro de menores por algu-nos robos de poca monta y que, a pesarde ser un simpático buscavidas, tenía to-das las papeletas para acabar en asuntosmás turbios. Los temores de la familia pa-recieron confirmarse el último día que lavieron con vida. El último día que la vie-ron con vida, según el testimonio de Anto-nio Gayete, hermano de Rosario, en unreportaje sobre el caso en Canal Nou, supadre había discutido con ella porque sehabía llevado algunas joyas de casa.

En fin, joyas robadas, malas amista-des, discusiones con la familia. Todo ter-mina en el ambiente del parque de Cama-les, en el benzol y en un exceso que teníaque acabar en algún momento con lamuerte de los tres chicos. Hasta ahí, todo

habría seguido encajando con esa hipóte-sis: paro cardiaco causado por la inhala-ción de sustancias tóxicas. Pero el descu-brimiento del cadáver de Pilar revientaesa posibilidad.

Porque resulta que le falta un pie, y, sí,es el mismo que apareció en la calle deAlcácer. También le faltaba una mano ytenía la cara desfigurada. Los informes fo-renses determinan que se los han hechocon una sierra mecánica. La Guardia Civiltiene que descartar la hipótesis de la muer-te accidental y construir una nueva basa-da en el asesinato, que nunca llegaron adesechar del todo. No obstante, en la case-ta de Macastre se habían encontrado hue-llas de cuatro personas, los tres adolescen-tes y alguien desconocido. Por ahí po-

drían haber seguido los tiros si la familiade Pilar hubiese reconocido el cadáver.Fueron a verlo, claro está, pero cuando lotuvieron delante buscaron una cicatriz enuna pierna de la chica que no encontra-ron. “Mi hermana está desaparecida, perono muerta”, señaló Felisa Ruiz al diarioLas Provincias en 1997, “Pilar estaba irre-conocible y tenía la cicatriz”. ¿Quién eraentonces la chica hallada junto al Magro?

Pilar, Pilar y Pilar. Para los agentes queinvestigaron el caso, nunca dejó de serlo.Siguieron manteniendo la hipótesis delasesinato. Según esta versión, los adoles-centes cogen un autobús con destino Ca-tadau sobre las cuatro de la tarde, dondepensaban acampar. Así lo demuestra unbillete encontrado en el bolsillo de Fran-

cisco. No tenían vehículo para llegar aMacastre y nada hacía pensar que cono-cieran la caseta del pastor o que quisie-ran llegar hasta esa zona. Alguien los lle-vó allí; quizá la persona que los mató.Quizá alguien que conocía tan bien esepaisaje encrespado y traicionero, que sa-bía que los montes se tragan los cuerpospara devolverlos tiempo después envuel-tos en misterio.

Dejando la caseta del pastor a la dere-cha y subiendo por un camino lleno dematojos, hay algunas casas. En una deellas, una mujer sale de la piscina con elcuerpo mojado y se tapa con una toalladispuesta a contestar algunas preguntas.Detrás, su marido, menos accesible, asien-te de vez en cuando a las historias quecuenta la mujer. “Aquí pasan cosas muyraras. Estamos acojonados. Me acuerdode aquella historia. Nosotros nos entera-mos días después de que apareciera unode los cadáveres. Estábamos cogiendo ca-racoles y nos contaron lo que pasó. Pero siestábamos aquí y no habíamos oído nada.Yo creo que a mi cuñada le pasó algogordo que no quiere que se sepa. Cadavez que se cuentan estas historias, ella sepone blanca. Y de vez en cuando hemosoído ruidos, como si alguien pasara algosobre los barrotes de la ventana. Y luegomiras y no hay nadie. Que han pasadocosas raras, ¡eh! Que no ha sido ni una nidos las veces que han encontrado a al-guien muerto por aquí”.

El historial de la comarca de Hoya deBuñol como lugar donde tirar cadáveresno ha sido excesivamente documentado,pero un rápido vistazo a las hemerotecaspermite encontrar, por ejemplo, el casode una joven de 20 años enterrada en unazona de campo cercana a Macastre y halla-da por una pareja en septiembre de 2008.Siete años antes, en enero de 2001, untrabajador que revisaba los contadores deluz de las viviendas de la localidad descu-brió unos huesos y un cráneo. El forenseaseguró que habían sido seccionados conuna sierra mecánica.

La Guardia Civil reconoce que se tratade “una zona sensible” a la aparición decadáveres, pero no aporta datos y descar-ta la existencia de que alguien que andepor la zona sea el autor de los cuerpos quehan aparecido allí en los últimos 20 años.

No siempre pensó así, al menos barajóla posibilidad de que los dos responsablesdel caso Alcàsser, Antonio Anglés y Ma-nuel Ricart, hubiesen cometido años an-tes crímenes similares a los de Macastre.A Ricart le preguntaron por ello, negó loshechos y no hubo forma de ligarlo con lahistoria de Pilar, Francisco y Rosario, másallá de la presa de Tous, el lugar dondedos apicultores encontraron a las niñasdel Alcàsser, a una hora del lugar dondemurieron los niños de Benimamet.

Hay más similitudes entre los críme-nes que entre las circunstancias que lesrodean. La diferencia es tres años de sepa-ración entre uno y otro caso. En ese tiem-po surgen las televisiones privadas en Es-paña (1990), las batallas por las audien-cias, los programas televisivos de suce-sos. La gente se conmueve siguiendo endirecto las atrocidades que Anglés y Ri-cart hicieron supuestamente a las niñasDesirée Hernández, Miriam García y An-tonia Gómez. El crimen se convierte en-tonces en un fenómeno social que desdeentonces se repite de vez en cuando conlos casos más sonados. La policía sientela presión de los medios, así que se espe-cializa cada vez más, se organiza para sermás efectiva.

Nada de eso estaba cuando los tres ado-lescentes de Benimamet salieron de acam-pada en enero de 1989. Sus padres nopudieron ni han podido después reclamarnuevas ni mejores autopsias, pruebas deADN, nuevas investigaciones, cuando aúnla historia salía en las noticias. Eran gentehumilde de un barrio deprimido de Valen-cia, gente que se resignó a aguantar lafalta de pistas con la esperanza de quealguien les dijera alguna vez las cosas queles pasaron a sus hijos.O

el triple crimen de Macastre

Los tres niños inhalaban benzol, una peligrosa drogaque consumían los más pobres a finales de los ochenta

A la familia de Rosario no le gustaba que salieracon Francisco, un buscavidas del centro de menores

Sobre estas líneas, un vecino de Macastre señala el lugar donde fue hallado el cadáver descompuesto de Francisco Valeriano Flores Sánchez, el 8 de abril de 1989. Abajo, la casetadonde un pastor encontró el cuerpo de Rosario Gayete Moedra, el 19 de enero de ese mismo año. Fotos: Carles Francesc / Diario Las Provincias

Acampadamortal enla montañaVEINTE AÑOS DESPUÉS DE LAS MUERTES DE LOSADOLESCENTES ROSARIO, FRANCISCO Y PILAR, ELCASO SIGUE SIN ACLARARSE. SU PLAN DE PASARLA NOCHE EN EL MONTE ACABÓ EN TRAGEDIA

Rosario, arriba (15 años) y Francisco (14). El 24 de mayo, unos niños encontraron a la tercera víctima, Pilar Ruiz Barriga(15), junto al río Magro, en el municipio de Turís (Valencia).

CRÍMENES Y CRIMINALES

EL PAÍS DOMINGO 16.08.09 7

La familiaErrando

los Mariscal

Por JUAN CRUZ

Antes, estos Errando Mariscalque trabajan con su herma-no Javier, uno de los grandesdiseñadores del mundo, te-nían cierto pudor en decirque eran compañeros de tra-

bajo en la misma factoría. Son Tono, Pe-drín y Santi, y ya se les fue el pudor. Traba-jan con Javier (o Xavier, a él le da igual),cada uno hace lo que sabe, y el hermanoles consulta, como a todos, pero se hace“lo que se tiene que hacer: el que mássabe es el que manda”, y no es necesaria-mente el jefe quien manda.

En realidad, cuando empezamos a ha-blar con ellos, un mediodía de junio, eljefe estaba en otra cosa. Y luego llegó, seincorporó a la conversación, en medio deeste estudio tranquilo pero frenético, y tu-vo que aguardar su turno, como aguarda-ba su turno para comer o para jugar cuan-do eran tan sólo 11 hermanos de una fami-lia peculiar de Valencia.

¿Errando Mariscal? Hay un libro del pe-riodista Llatzer Moix (Mariscal, Anagra-ma, 1992) donde se cuenta la secuencia deesos apellidos como si fuera parte de unapelícula española. Ellos, los Errando Maris-cal, también la cuentan así, atropellándo-se unos a otros de modo que es difícilhacer un resumen. El abuelo Mariscal eraun tarambana de Zaragoza. Quiso hacerfortuna dando un braguetazo; murió esanovia, que era la guapa, y decidió casarsecon la hermana de la fallecida, que era la

fea. Desde el viaje de bodas alternó la vidaoficial con la exhibición pública de su rela-ción adúltera, hasta que tocó el dinero dela familia política y ya no pudo mantenerla farsa. Así que el matrimonio se separó yya la abuela no quiso saber ni del apellido.De modo que los nietos tampoco se llama-ron Mariscal. Javier rompió el maleficio ylo recuperó como primer apellido. JavierMariscal Errando, hermano de los Erran-do Mariscal.

Ahora Mariscal es Mariscal, y los her-manos, estos que están aquí con noso-tros, y otros que andan por Valencia y porel mundo —Ada, José, Quique, Carlos, Ig-

nacio, Jorge; Pilar ya falleció— son losErrando... Cuando chicos, los padres ha-cían una división clara: los mayores, losmedianos, los pequeños. La vida ha unifi-cado las edades, y ahora tan sólo en bro-ma siguen manteniendo aquella divisoriade los padres...

Llegaron al estudio de Javier estos quese sientan con nosotros en torno a los 90,cuando el boom del diseño puso su capi-tal en Barcelona y nombró rey a Mariscal.Santi trabajaba en una empresa como ges-tor, y sería el gestor del estudio; Tono,

que fue bailarín con Maurice Béjart, traba-jaba en el mundo audiovisual, y a eso sededica aquí (es, con Fernando Trueba ycon el propio Javier, coautor de la películade dibujos Chico y Rita que se realiza en elestudio), y Pedrín venía del textil, hacíacosas para Javier desde fuera, y lo lógicoes que las siguiera haciendo dentro.

Juntarse “ha sido coherente” y ha fun-cionado, dicen, porque cada uno hace loque sabe. Los junta no sólo el complemen-to profesional que necesita el estudio paraseguir adelante, “sino un determinado hu-mor, los gustos comunes, el sentimiento depertenencia a un lugar, el aire de familia...”.

El aire de familia es muy valenciano, ymuy de la posguerra rabiosa o melancóli-ca de este país tan raro. El árbol, despuésde aquel incidente que ahora parece depelícula en el que el abuelo exhibe enZaragoza a su amante en motocicleta, secentra en un médico de derechas que fuedirector de un sanatorio que se llamó Die-ciocho de Julio y cuya clínica particularestaba en la plaza del Caudillo. Ese hom-bre con tantas connotaciones franquistasa su alrededor (y en su alma) era el padre.Enrique Errando Vilar. Tenía el carné nú-

mero 13 de Falange, estuvo en la DivisiónAzul; sus servicios militares le valieron laCruz de Hierro... Y Pilar M. (por Mariscal)de la Hoz, la madre, era hija de Adelaida,la mujer burlada del abuelo crápula, Fede-rico Mariscal. Un día, el doctor Errandoquiso conocer al doctor Mariscal; se loencontró en Barcelona y le dijo, en ellenguaje que ahora sus hijos reproducencomo si también estuvieran contandouna película:

—Yo soy —le dijo Errando a Mariscal—el que se ha casado con su hija.

Los que están con nosotros se senta-ban “en la mesa de los pequeños”; Javierera de la mesa de los mayores. Desde ahíla vida se ve de una manera rara, como sinunca fueran a crecer. El padre muriómuy joven, con 57 años. Y Pilar M. de laHoz murió con la misma edad, ochoaños después. “Su vida”, dicen sus hijos,“fue un continuo embarazo”. La ausen-cia de ambos les hizo abandonar abrupta-mente aquella “mesa de los pequeños”, yvencieron el canguelo “generando unmundo propio, rico y complejo, con lasensación de que teníamos delante unproyecto de vida”.

Todos parecían estar predestinados aser rojos, como dicen ahora ellos, recor-dando la disciplina casi militar que ha-bía en aquella casa. La rebelión tiene susanécdotas. Javier, que ya era hippy, lleva-ba hippies descalzos a la casa... En aque-lla atmósfera, la abuela (aquella mujerdespechada) tenía un papel singular; elmédico Errando Vilar la llamaba ella; qui-so ir al viaje de bodas, asustaba a la ve-

cindad gritando: “¡Me mataréis a disgus-tos!”.

En lo más profundo del franquismo,aquel ambiente creó un mundo nuevo: losErrando Mariscal, la generación nueva ta-chando el pasado. Quique, por ejemplo, sehizo de la Liga Comunista Revolucionaria.Y ya se sabe lo que fue Javier Mariscal, y loque fueron los otros. Una familia rebelán-dose contra la verdad revelada. Pero hayuna mirilla por la cual aparece el doctorFederico Errando Vilar con otra imagen:era, dicen ahora estos hijos, “un hombrecon valores”; era generoso, coherente, soli-dario; “quería ser coherente en su vida,tenía una moral; nos daba a leer a Kafka yel Quijote... Era exigente, tenía ambición.Y era creativo, quería que lo fuéramos”.

Tono lo resumió así: “Él tenía la ambi-ción de que sus hijos pertenecieran a laclase dirigente del futuro”. Federico Erran-do no sabía cómo iba a ser esa clase, perotenía la ilusión de que sus hijos no se per-dieran en la niebla... Una enseñanza difu-sa, pero que aún hoy les funciona, es la dela colectivización del esfuerzo. “Desde elprimer día de nuestras vidas supimos quehabía que compartir, y nos acostumbra-mos a compartir”. Esta misma conversa-ción que estamos teniendo en el estudiode Mariscal es un reflejo de esa actitud: nohan esperado por Javier Mariscal, se hanpuesto a hablar, y cuando él ha llegado hatenido que pellizcar del pastel, aquí y allá,y ellos le oyen interrumpiéndole, comohacían desde la mesa de los pequeños...

Claro, era más fácil compartir de pe-queños; de mayor “compartes más o me-

nos, pero se queda esa filosofía”; mantie-nen “un contacto muy, muy directo” contodos los hermanos, pero sobre todo conlos más pequeños... Ellos ponen énfasisen lo que sucede en el estudio, desde quecomparten tareas: Javier es el que marcalos objetivos, las dianas, “pero mandamás”, dice él, “el que más sabe de cadacosa”. La autoridad no la impone el dise-ñador jefe, “sino que se impone”. Un díale dijo a Javier su amigo Fernando True-ba: “Lo mejor que has hecho no son tusmejores diseños, sino el estudio”. Eso senota: si el concepto de hermandad tuvie-ra un correlato físico, tangible, éste sería

el estudio de Mariscal. “Pero no son sólomis hermanos los que convierten ese con-cepto en algo tangible: somos todos losque trabajamos aquí...”.

Han conseguido, dicen, “que éste nosea un reino de taifas; se establecen mu-chas sinergias, ¡a veces parecemos asam-blearios!”, pero se trata de que no sea “niun jardín de infancia ni una guardería”...“Yo”, apunta Mariscal, “estoy a las órde-nes de Pedrín en proyectos que él lidera, ylo mismo me pasa con Tono: en la pelícu-la Chico y Rita, él me manda, sabe más

que todos nosotros, y Santi ha conseguidoque, en efecto, éste no sea un reino detaifas, nos coordina a nosotros, pero tam-bién coordina a las treinta personas quetrabajan aquí. ¡Nos dota de sentido!”.

Las claves de la vida se las dio la infan-cia en casa del doctor Errando; pero esosirve para trabajar “hasta un cierto puntotan sólo”. Hay complicidades, “claves decomprensión”, pero ahí no son herma-nos, son colegas, gente que se despidehasta mañana, aunque los hermanos setelefoneen un rato más tarde pidiendoauxilio o risas.

La infancia era un color, el del Medite-

rráneo; un sabor, el de la paella; una luz;todo eso les influyó y les hizo; “los pa-dres”, dice Pedrín, “se encargaron de po-tenciar todas esas sensaciones”. Y a loschicos los llenaron de juguetes. “Los pe-queños vinieron”, dice Santi, que es geren-te y poeta, “con la casa llena de juguetes...,y con una experiencia común que nos hahecho sacar de la vida cosas parecidas”.

La orfandad doble y tan temprana hizode cemento el conglomerado Errando.“Nos convertimos en una piña; los mayo-res”, dice Javier, “nos hicimos cargo de los

pequeños; hicimos hermosas reunionesde Navidad..., y esa actitud protectora seprolonga ahora, con los sobrinos”. Cuan-do se juntan, “la vida es una fiesta, porquede eso también aprendimos: tienes senti-do del humor o te partes la crisma: hayque disfrutar de la vida, y la vida”, diceTono, “es una cuestión de piel”.

Todos son, dicen, un poco idealistasque se siguen contando cuentos comocuando se juntaban a comer y se habla-ban desde la mesa de los grandes a lamesa de los pequeños. Nunca hubo encasa del doctor Errando y de Pilar un tele-visor; “él se murió sin televisor”. Eso lesagudizó el ingenio, inventaron modos demirar la realidad sin que ésta pasara porlas imágenes fabricadas de la tele.

Cuando murió la madre, tan joven, lacasa se quedó hueca. Javier, que ya erahippy en Barcelona, se ofreció a cuidar delos pequeños. Pero el realismo aconsejóque fuera Pepe, uno de los mayores, ra-diólogo, que ya tenía establecidos su tra-bajo y su vida, quien acogiera a los meno-res. La vida cambió, el mundo empezó aenseñar los dientes, y esa soledad fami-liar terminó de hacerlos tal como son aho-ra los Errando.

¿Les cuesta hablar de sí mismos? Javierestá acostumbrado “a decir hasta de quémarca son mis calzoncillos”; los demás sesintieron cómodos o les hizo gracia recu-perar historias de hermanos que hoy sontambién colegas en una fábrica donde to-do el mundo se ríe como se reían ellos enla mesa de los grandes, en la mesa de losmedianos y en la mesa de los pequeños.O

Arriba, la familia de Javier Mariscal. A la derecha, el diseñador charla, mientras sostiene una silla amarilla, con sushermanos en el patio del estudio Palo Alto, en Barcelona. Foto: Consuelo Bautista

LOS MARISCAL SON LOS ERRANDO. UNA HISTORIA FAMILIAR QUEHABRÍA SIDO FILMADA POR BERLANGA HIZO QUE EL APELLIDO DELABUELO MARISCAL SE CONVIRTIERA EN M. HASTA QUE LO RECUPERÓEL DISEÑADOR. AQUÍ ESTÁN LOS ERRANDO CONTANDO SU HISTORIA

El padre tenía el carné número 13 de Falange,estuvo en la División Azul y poseía la Cruz de Hierro

La orfandad doble y tan temprana hizo de cementoel conglomerado Errando. “Una piña”

ENTRE HERMANOS

8 EL PAÍS DOMINGO 16.08.09

La familiaErrando

los Mariscal

Por JUAN CRUZ

Antes, estos Errando Mariscalque trabajan con su herma-no Javier, uno de los grandesdiseñadores del mundo, te-nían cierto pudor en decirque eran compañeros de tra-

bajo en la misma factoría. Son Tono, Pe-drín y Santi, y ya se les fue el pudor. Traba-jan con Javier (o Xavier, a él le da igual),cada uno hace lo que sabe, y el hermanoles consulta, como a todos, pero se hace“lo que se tiene que hacer: el que mássabe es el que manda”, y no es necesaria-mente el jefe quien manda.

En realidad, cuando empezamos a ha-blar con ellos, un mediodía de junio, eljefe estaba en otra cosa. Y luego llegó, seincorporó a la conversación, en medio deeste estudio tranquilo pero frenético, y tu-vo que aguardar su turno, como aguarda-ba su turno para comer o para jugar cuan-do eran tan sólo 11 hermanos de una fami-lia peculiar de Valencia.

¿Errando Mariscal? Hay un libro del pe-riodista Llatzer Moix (Mariscal, Anagra-ma, 1992) donde se cuenta la secuencia deesos apellidos como si fuera parte de unapelícula española. Ellos, los Errando Maris-cal, también la cuentan así, atropellándo-se unos a otros de modo que es difícilhacer un resumen. El abuelo Mariscal eraun tarambana de Zaragoza. Quiso hacerfortuna dando un braguetazo; murió esanovia, que era la guapa, y decidió casarsecon la hermana de la fallecida, que era la

fea. Desde el viaje de bodas alternó la vidaoficial con la exhibición pública de su rela-ción adúltera, hasta que tocó el dinero dela familia política y ya no pudo mantenerla farsa. Así que el matrimonio se separó yya la abuela no quiso saber ni del apellido.De modo que los nietos tampoco se llama-ron Mariscal. Javier rompió el maleficio ylo recuperó como primer apellido. JavierMariscal Errando, hermano de los Erran-do Mariscal.

Ahora Mariscal es Mariscal, y los her-manos, estos que están aquí con noso-tros, y otros que andan por Valencia y porel mundo —Ada, José, Quique, Carlos, Ig-

nacio, Jorge; Pilar ya falleció— son losErrando... Cuando chicos, los padres ha-cían una división clara: los mayores, losmedianos, los pequeños. La vida ha unifi-cado las edades, y ahora tan sólo en bro-ma siguen manteniendo aquella divisoriade los padres...

Llegaron al estudio de Javier estos quese sientan con nosotros en torno a los 90,cuando el boom del diseño puso su capi-tal en Barcelona y nombró rey a Mariscal.Santi trabajaba en una empresa como ges-tor, y sería el gestor del estudio; Tono,

que fue bailarín con Maurice Béjart, traba-jaba en el mundo audiovisual, y a eso sededica aquí (es, con Fernando Trueba ycon el propio Javier, coautor de la películade dibujos Chico y Rita que se realiza en elestudio), y Pedrín venía del textil, hacíacosas para Javier desde fuera, y lo lógicoes que las siguiera haciendo dentro.

Juntarse “ha sido coherente” y ha fun-cionado, dicen, porque cada uno hace loque sabe. Los junta no sólo el complemen-to profesional que necesita el estudio paraseguir adelante, “sino un determinado hu-mor, los gustos comunes, el sentimiento depertenencia a un lugar, el aire de familia...”.

El aire de familia es muy valenciano, ymuy de la posguerra rabiosa o melancóli-ca de este país tan raro. El árbol, despuésde aquel incidente que ahora parece depelícula en el que el abuelo exhibe enZaragoza a su amante en motocicleta, secentra en un médico de derechas que fuedirector de un sanatorio que se llamó Die-ciocho de Julio y cuya clínica particularestaba en la plaza del Caudillo. Ese hom-bre con tantas connotaciones franquistasa su alrededor (y en su alma) era el padre.Enrique Errando Vilar. Tenía el carné nú-

mero 13 de Falange, estuvo en la DivisiónAzul; sus servicios militares le valieron laCruz de Hierro... Y Pilar M. (por Mariscal)de la Hoz, la madre, era hija de Adelaida,la mujer burlada del abuelo crápula, Fede-rico Mariscal. Un día, el doctor Errandoquiso conocer al doctor Mariscal; se loencontró en Barcelona y le dijo, en ellenguaje que ahora sus hijos reproducencomo si también estuvieran contandouna película:

—Yo soy —le dijo Errando a Mariscal—el que se ha casado con su hija.

Los que están con nosotros se senta-ban “en la mesa de los pequeños”; Javierera de la mesa de los mayores. Desde ahíla vida se ve de una manera rara, como sinunca fueran a crecer. El padre muriómuy joven, con 57 años. Y Pilar M. de laHoz murió con la misma edad, ochoaños después. “Su vida”, dicen sus hijos,“fue un continuo embarazo”. La ausen-cia de ambos les hizo abandonar abrupta-mente aquella “mesa de los pequeños”, yvencieron el canguelo “generando unmundo propio, rico y complejo, con lasensación de que teníamos delante unproyecto de vida”.

Todos parecían estar predestinados aser rojos, como dicen ahora ellos, recor-dando la disciplina casi militar que ha-bía en aquella casa. La rebelión tiene susanécdotas. Javier, que ya era hippy, lleva-ba hippies descalzos a la casa... En aque-lla atmósfera, la abuela (aquella mujerdespechada) tenía un papel singular; elmédico Errando Vilar la llamaba ella; qui-so ir al viaje de bodas, asustaba a la ve-

cindad gritando: “¡Me mataréis a disgus-tos!”.

En lo más profundo del franquismo,aquel ambiente creó un mundo nuevo: losErrando Mariscal, la generación nueva ta-chando el pasado. Quique, por ejemplo, sehizo de la Liga Comunista Revolucionaria.Y ya se sabe lo que fue Javier Mariscal, y loque fueron los otros. Una familia rebelán-dose contra la verdad revelada. Pero hayuna mirilla por la cual aparece el doctorFederico Errando Vilar con otra imagen:era, dicen ahora estos hijos, “un hombrecon valores”; era generoso, coherente, soli-dario; “quería ser coherente en su vida,tenía una moral; nos daba a leer a Kafka yel Quijote... Era exigente, tenía ambición.Y era creativo, quería que lo fuéramos”.

Tono lo resumió así: “Él tenía la ambi-ción de que sus hijos pertenecieran a laclase dirigente del futuro”. Federico Erran-do no sabía cómo iba a ser esa clase, perotenía la ilusión de que sus hijos no se per-dieran en la niebla... Una enseñanza difu-sa, pero que aún hoy les funciona, es la dela colectivización del esfuerzo. “Desde elprimer día de nuestras vidas supimos quehabía que compartir, y nos acostumbra-mos a compartir”. Esta misma conversa-ción que estamos teniendo en el estudiode Mariscal es un reflejo de esa actitud: nohan esperado por Javier Mariscal, se hanpuesto a hablar, y cuando él ha llegado hatenido que pellizcar del pastel, aquí y allá,y ellos le oyen interrumpiéndole, comohacían desde la mesa de los pequeños...

Claro, era más fácil compartir de pe-queños; de mayor “compartes más o me-

nos, pero se queda esa filosofía”; mantie-nen “un contacto muy, muy directo” contodos los hermanos, pero sobre todo conlos más pequeños... Ellos ponen énfasisen lo que sucede en el estudio, desde quecomparten tareas: Javier es el que marcalos objetivos, las dianas, “pero mandamás”, dice él, “el que más sabe de cadacosa”. La autoridad no la impone el dise-ñador jefe, “sino que se impone”. Un díale dijo a Javier su amigo Fernando True-ba: “Lo mejor que has hecho no son tusmejores diseños, sino el estudio”. Eso senota: si el concepto de hermandad tuvie-ra un correlato físico, tangible, éste sería

el estudio de Mariscal. “Pero no son sólomis hermanos los que convierten ese con-cepto en algo tangible: somos todos losque trabajamos aquí...”.

Han conseguido, dicen, “que éste nosea un reino de taifas; se establecen mu-chas sinergias, ¡a veces parecemos asam-blearios!”, pero se trata de que no sea “niun jardín de infancia ni una guardería”...“Yo”, apunta Mariscal, “estoy a las órde-nes de Pedrín en proyectos que él lidera, ylo mismo me pasa con Tono: en la pelícu-la Chico y Rita, él me manda, sabe más

que todos nosotros, y Santi ha conseguidoque, en efecto, éste no sea un reino detaifas, nos coordina a nosotros, pero tam-bién coordina a las treinta personas quetrabajan aquí. ¡Nos dota de sentido!”.

Las claves de la vida se las dio la infan-cia en casa del doctor Errando; pero esosirve para trabajar “hasta un cierto puntotan sólo”. Hay complicidades, “claves decomprensión”, pero ahí no son herma-nos, son colegas, gente que se despidehasta mañana, aunque los hermanos setelefoneen un rato más tarde pidiendoauxilio o risas.

La infancia era un color, el del Medite-

rráneo; un sabor, el de la paella; una luz;todo eso les influyó y les hizo; “los pa-dres”, dice Pedrín, “se encargaron de po-tenciar todas esas sensaciones”. Y a loschicos los llenaron de juguetes. “Los pe-queños vinieron”, dice Santi, que es geren-te y poeta, “con la casa llena de juguetes...,y con una experiencia común que nos hahecho sacar de la vida cosas parecidas”.

La orfandad doble y tan temprana hizode cemento el conglomerado Errando.“Nos convertimos en una piña; los mayo-res”, dice Javier, “nos hicimos cargo de los

pequeños; hicimos hermosas reunionesde Navidad..., y esa actitud protectora seprolonga ahora, con los sobrinos”. Cuan-do se juntan, “la vida es una fiesta, porquede eso también aprendimos: tienes senti-do del humor o te partes la crisma: hayque disfrutar de la vida, y la vida”, diceTono, “es una cuestión de piel”.

Todos son, dicen, un poco idealistasque se siguen contando cuentos comocuando se juntaban a comer y se habla-ban desde la mesa de los grandes a lamesa de los pequeños. Nunca hubo encasa del doctor Errando y de Pilar un tele-visor; “él se murió sin televisor”. Eso lesagudizó el ingenio, inventaron modos demirar la realidad sin que ésta pasara porlas imágenes fabricadas de la tele.

Cuando murió la madre, tan joven, lacasa se quedó hueca. Javier, que ya erahippy en Barcelona, se ofreció a cuidar delos pequeños. Pero el realismo aconsejóque fuera Pepe, uno de los mayores, ra-diólogo, que ya tenía establecidos su tra-bajo y su vida, quien acogiera a los meno-res. La vida cambió, el mundo empezó aenseñar los dientes, y esa soledad fami-liar terminó de hacerlos tal como son aho-ra los Errando.

¿Les cuesta hablar de sí mismos? Javierestá acostumbrado “a decir hasta de quémarca son mis calzoncillos”; los demás sesintieron cómodos o les hizo gracia recu-perar historias de hermanos que hoy sontambién colegas en una fábrica donde to-do el mundo se ríe como se reían ellos enla mesa de los grandes, en la mesa de losmedianos y en la mesa de los pequeños.O

Arriba, la familia de Javier Mariscal. A la derecha, el diseñador charla, mientras sostiene una silla amarilla, con sushermanos en el patio del estudio Palo Alto, en Barcelona. Foto: Consuelo Bautista

LOS MARISCAL SON LOS ERRANDO. UNA HISTORIA FAMILIAR QUEHABRÍA SIDO FILMADA POR BERLANGA HIZO QUE EL APELLIDO DELABUELO MARISCAL SE CONVIRTIERA EN M. HASTA QUE LO RECUPERÓEL DISEÑADOR. AQUÍ ESTÁN LOS ERRANDO CONTANDO SU HISTORIA

El padre tenía el carné número 13 de Falange,estuvo en la División Azul y poseía la Cruz de Hierro

La orfandad doble y tan temprana hizo de cementoel conglomerado Errando. “Una piña”

ENTRE HERMANOS

EL PAÍS DOMINGO 16.08.09 9

Por JACINTO ANTÓN

Yo estoy bien, pero han mata-do al príncipe”. Ésta fue laasombrosa respuesta del te-niente Jahleel Brenton Careycuando sus camaradas en laguerra contra los zulúes le

preguntaron entre risas por qué llegabatarde para la cena. Es difícil que le puedapasar algo peor a un oficial británico, no elretrasarte en la mesa, sino el que una pan-dilla de salvajes guerreros africanos semi-desnudos se te carguen al personaje alque escoltas, que resulta ser una altezareal extranjera, y que además tú salgas derositas. Lo mínimo, mandan los cánones,es que si no le puedes salvar te dejes ma-tar heroicamente con él, aunque duela —ymucho: los zulúes te pinchaban con susassegais (lanzas) y luego te rajaban el vien-tre ritualmente, una forma radical de eli-minar los gases—.

La historia del teniente Carey, al que lamismísima Reina Victoria tachó de “cobar-de”, es muy desgraciada, aunque, claro,no tanto como la del malogrado príncipeimperial al que acompañaba, Louis Napo-león, de 23 años, que acabó con 18 heridasde lanza (cinco mortales de necesidad:una le vació el ojo derecho), destripado ydesnudo, a excepción de un calcetín (bor-

dado con la letra N) y unamedallita de la Virgen que,en un rasgo que les honra,los zulúes le dejaron al qui-tarle todo lo demás.

Para analizar lo que pasóa q u e l sangriento 1 de ju-nio de 1879 en una re-mota aldea de Zu-lulandia, que yaes lejos, hay queempezar por en-tender qué dia-blos hacía allí unpríncipe francés enuniforme de la Royal Ar-tillery británica y como par-te de una patrulla de reconoci-miento compuesta por Carey, un sargento,un cabo y tres soldados de la caballería irre-gular (Bettington’s Horses), además de unguía zulú y un terrier blanco. Louis Napo-leon era el hijo del emperador Napoleón IIIy su esposa María Eugenia de Montijo, y

por tanto, sobrinonieto de Na-poleón Bonaparte. Exiliado enGran Bretaña con su familiatras la guerra franco-prusiana,

el jovencito, guapo y románti-co Louis, al que le habían habla-

do demasiado del pe-queño corso y acari-ciaba sueños de glo-ria, cursó estudiosmilitares entre losviejos enemigos desu casa y acabó ha-

ciéndose enviar a Su-ráfrica en calidad de

observador de la guerraanglo-zulú, sediento de pól-

vora y con muchísimas ganas demeterse en fregados. La llegada del impe-rial mozo no dejó de preocupar al coman-dante lord Chelmford, al que le acababande masacrar un millar de soldados en Isan-dlwana y preparaba la revancha. Louis con-siguió que le dejaran participar en acciones

de reconocimiento demostrando ser un pe-ligroso amateur que se lanzaba alocada-mente a perseguir zulúes deseoso de enfren-tar su espada con las lanzas enemigas.

El día de su muerte salió de patrullacon Carey contraveniendo la orden de lle-var una escolta numerosa (“Ya somos bas-tantes”, dijo: una frase para la posteridad).Fue todo una gran chapuza. En el valle delrío Tshotshoi se detuvieron en un asenta-miento zulú abandonado —la teoría deque buscaban chicas zulúes fáciles (?) pa-rece descartada— y desmontaron paradescansar sin tomar las debidas precaucio-nes. Allí les emboscó una partida de me-dio centenar de guerreros de los regimien-tos iNgobamakhosi y uNokhenke que sur-gieron repentinamente de entre la altahierba aullando el temible grito zulú:“¡USuthu!”. Fue un sauve qui peut. Careymontó y salió pitando. Louis lo intentó,pero perdió estribo y quedó en tierra. Tra-tó de huir a pie, pero 14 zulúes lo acorrala-ron en un barranco (donga) y dieron cuen-ta de él, que se defendió con relativa gallar-día (había perdido el sable al correr y, pe-se a vaciar el revólver, no le dio a ningúnatacante: y es que hay que ver cómo tetiembla el pulso si vienen unos tipos voci-ferantes a destriparte). En última instan-cia descubrió lo que hay detrás de unamuerte gloriosa. También murieron dossoldados de la patrulla, el guía zulú y elperro (uno de los militares que luego recu-peraron los cadáveres lo disecó como re-cuerdo, pero nadie sabe dónde ha ido aparar).

La muerte de Louis, muy querido enGran Bretaña y mediático avant la lettre,fue, como apunta Ian Knight en su porme-norizada historia del episodio With his fa-ce to the foe (Spellmount, 2007), tan impac-tante en su día como la de Lady Di. Elasunto resultó un escándalo. ¿Cómo eraposible que al Ejército británico se le hu-bieran cargado los salvajes bantúes, unpríncipe imperial invitado y que el oficialque debía defenderlo no hubiera tenido almenos la decencia de morir a su lado? Elhonor de la oficialidad estaba en juego.Por no hablar de a ver quién se lo decía alos franceses. Carey era consciente de quela cosa no pintaba bien (le sometieron aconsejo de guerra por mala conducta fren-te al enemigo). Pero le dio la vuelta altema y se defendió con el arrojo que nohabía demostrado sobre el terreno. Argu-mentó que técnicamente el que estaba almando era Louis (convenientementemuerto), que su deber como exploradorera informar de que habían contactado (¡ycómo!) con los zulúes, que no tenía senti-do cargar con fuerzas tan exiguas contrauna partida tan numerosa, que la acciónfue muy rápida y los rezagados ya estabanmuertos enseguida, y que al menos habíasalvado a la mayor parte de la tropa —sidescontamos al terrier y al guía zulú—,incluido él.

Carey (Burtbage, Leicerstershire, 1847)no lo había hecho mal hasta aquel domin-go bravo zulú. Nieto de un almirante ehijo de un vicario, se educó en Francia yluego en Sandhurst, entró en el 3º WestIndia Regiment acantonado en Jamaica,sirvió con valor en Sierra Leona y Hondu-ras, fue voluntario extranjero en ambulan-cias en la guerra franco-prusiana y luegosolicitó ir a Zululandia. Casado y con doshijas, era un ambicioso oportunista, y du-rante la campaña la ocasión de intimarcon el príncipe le debió de parecer provi-dencial para su carrera. No resulta nadasimpático, especialmente por el afán devindicarse en lugar de meterse bajo tierracomo todo el mundo deseaba. Si eres co-barde es mejor ser discreto. Llegó inclusoal mal gusto de pedirle una audiencia a laex emperatriz para explicarse, cosa que aella le horrorizó. Salió bien librado de lacorte marcial e incluso logró un ascenso acapitán, pero a su alrededor se hacía elsilencio. Convertido en un paria, lo desti-naron con su regimiento, el 98º, a la Indiay murió en 1883 en Karachi de peritonitis,que ha de doler, más o menos, como si teclavaran una lanza en la barriga.O

Mejor el deshonor que una lanza

emboscada en Zululandia

JAHLEEL BRENTON CAREYHUYÓ MIENTRAS LOS ZULÚES MATABAN AL PRÍNCIPE LOUIS NAPOLEÓN, AL QUE ESCOLTABA

Grabado que recrea la muerte de Louis Napoleón a manos de los zulúes, realizado por Paul Jamin.

Los cánones mandaban que el oficial británicoal menos muriera valerosamente junto al invitado

COBARDES DE LA HISTORIA

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Por JOAQUÍN PRIETO

Cuando Nicolas Sarkozy noera todavía el presidente deFrancia, protagonizó un cé-lebre debate televisado conel septuagenario Jean-Ma-rie Le Pen, que llevaba vein-

te años tronando contra el laxismo de supaís y de Europa a propósito de la inmigra-ción. Ante las cámaras, el ultraderechistacomenzó a barbotar invectivas hacia losextranjeros, culpándoles de la delincuen-cia. Y Sarkozy le replicó: él, Le Pen, yahabía tenido tiempo de vivir lo poco quevalía la línea Maginot. Además de jugarastutamente ante los electores con la ve-jez del líder extremista, el futuro presiden-te trajo a colación la facilidad con que elejército hitleriano había roto los fortinesde defensa, en 1940, usándolo como metá-fora de la ineficacia del cierre de un paíspara impedir que revienten sus fronteras.

Pero sin llegar a clausurar el suyo, Sarko-zy no para de endurecer el trato a las perso-nas sin documentos. Presiona a las autori-dades para acelerar las expulsiones y suGobierno lanza redadas frecuentes. Porejemplo, en el Paso de Calais, puerto impor-tante y punto de arranque del túnel ferro-viario bajo el Canal de la Mancha, dondehan sido detenidos casi 19.000 extranjerosen lo que va de año, el mismo sitio en elque el propio Sarkozy creyó haber resueltoun problema cerrando el centro de la CruzRoja donde eran acogidos anteriormente.Es verdad que Francia no ha llegado al ex-tremo de Silvio Berlusconi, promotor de lareforma que trata directamente como cri-

minales a los extranjeros sin papeles. Y enBélgica, el país donde residen las institucio-nes europeas, millares de demandantes deasilo tienen al Gobierno de los nervios.

Todo se mueve tan rápido que hastaZapatero se apresta a reformar la ley deExtranjería. Precisamente el Partido Popu-lar le espera, también en este terreno, paracalentar el otoño del presidente. Las pala-bras de Rafael Hernando, portavoz de inmi-gración del PP, resonaron como un toquea rebato cuando explicó sus argumentos, afinales de julio. Alegó que ya hay demasia-dos extranjeros y que España no puedeseguir soportando la llegada de cientos demiles de inmigrantes, como lo ha venidohaciendo “por culpa del Gobierno”.

A su vez, varias asociaciones difunden

en Internet el llamamiento de una de ellas,“Salvemos la hospitalidad”, también con-tra la reforma prevista de la ley de Extranje-ría, aunque por razones completamentedistintas. No aceptan que se castigue a losque permiten a los inmigrantes empadro-narse en sus domicilios sólo con la inten-ción de que puedan sacarse la tarjeta sani-taria o pedir plaza escolar. Temen que, afalta de empadronamiento, no puedan acu-dir al médico ni vacunarse. (Sí podrán ir aurgencias, contribuyendo así a la satura-

ción de estos servicios hospitalarios). El Go-bierno, que pretende evitar los pisos pate-ra, hará bien en distinguir entre la hospita-lidad altruista y aquellos titulares de domi-cilios que se lucran con el tráfico de perso-nas. Es cierto que no empadronarse y care-cer de cobertura sanitaria normal puedeconvertirse en un factor patógeno: los vi-rus no respetan las normas de extranjería.

Porque las corrientes migratorias no vana detenerse repentinamente. Sean las de ori-gen americano, que llegan por vía aérea, o laprecaria navegación en barquichuelas, des-de el continente africano. La crisis económi-ca y la mayor vigilancia las ha frenado unpoco, pero hay una inmensidad de perso-nas a disposición de los traficantes; quedagente de sobra con ganas de trabajar y vivir

en países donde la gente no nazca y mueracondenada a la miseria o a vivir sin dere-chos. ¿Cómo responder a ello desde Euro-pa? ¿Enviándolos a casa en grandes contin-gentes, para aplacar a los grupos políticosxenófobos e islamófobos? “La inmigraciónno es un grifo que puede abrirse y cerrarse avoluntad”, sostiene Ángel Gurría, secretariogeneral de la OCDE, quien recomienda man-tener la puerta abierta a los trabajadoresinmigrados para responder a las necesida-des de mano de obra a largo plazo.

Frente al aluvión de iniciativas de he-cho y de derecho, diversas organizacionesno gubernamentales y otros grupos seapuntan a la resistencia. Por ejemplo, unosmisioneros combonianos instalados cercade Nápoles extienden permisos de estan-cia a inmigrantes sin papeles, con tampo-nes que en vez del sello del Ministerio delInterior llevan la marca “del Señor”. Unode los religiosos entregados a tales menes-teres se lo ha explicado al diario La Repub-blica: tras 13 años de misión en África, aco-ger a africanos le parece una continuidadobligada de su labor anterior. Es su modode oponerse a la penalización de los extran-jeros en la región azotada por delincuen-cias tan autóctonas como la Camorra.

Anécdotas al margen, politizar el trato alinmigrante es el medio más seguro de enre-dar aún más el problema. Sería mucho me-jor dedicar medios a luchar contra el tráficode personas. Sabemos más de la política con-tra los accidentes de carretera que de gentedetenida y condenada por traer irregular-mente a inmigrantes; empezando por las re-des que aportan mujeres, cínicamente llama-das “carne fresca”, al ejercicio de la prostitu-ción. Rara vez se sabe de los apoyos con quecuentan estos tráficos en territorio europeo.Implicar a la sociedad en ese combate seríamás constructivo que entregarse al populis-mo: aquí sí que debería dotarse de los pode-res precisos a la justicia y a la policía. Unapolítica de inmigración democráticamenteacordada y de ayuda a los países de dondeviene costaría menos dinero y menos desga-rro social que nuevas líneas Maginot destina-das a cerrarles el paso. Además, ahorraríamotivos de cizaña al emponzoñado debateeuropeo sobre la cuestión migratoria. O

el otoño del inmigrante

Otra línea Maginot

Hay una inmensidad de personas deseosas de vivir enpaíses donde la gente no nazca condenada a la miseria

POLITIZAR EL TRATO AL INMIGRANTE ES EL MEDIO MÁS SEGURO DE ENREDAR AÚN MÁS EL PROBLEMA.SERÍA MUCHO MEJOR DEDICAR MEDIOS A LUCHAR CONTRA EL TRÁFICO DE PERSONAS

HOJAS SUELTAS

EL PAÍS DOMINGO 16.08.09 11

PALABRA BUSCADA Por TarkusCRUCIGRAMA Por Eduardo Delgado

HHoorriizzoonnttaalleess:: 11.. Robot limpiador de Pixar.Corredores de la piscina. Desierto de Is-rael. 22.. Bollaín directora de Flores de otromundo. Ex de Kidman. Bella de la BelleÉpoque. 33.. Monarca de Quo Vadis? Inver-so del secante. Proclive al chantaje. 44.. To-nos pizarrosos. Quiromántica lectura. San-ta doctora de la Iglesia. 55.. Acompañantede Paolo (?). Pequeño fraude doméstico.Pitt rompecorazones. Síntoma de deshi-dratación. 66.. Estado de Salt Lake City. Can-tes y bailes canarios. 77.. Certificado acadé-mico. Estrella del tenis masculino. 88.. Ge-melo del Génesis. Lance de honor. 99.. Dis-curso encendido. Antiguos mexicanosadoradores del jaguar. 1100.. Tarea periódicadel viticultor. Miguel rockero. 1111.. Bradburyde Crónicas Marcianas. Roma, inicialmen-te. Aristócrata de Inglaterra. Soporte del

Palm OS. 1122.. Planta de interior. Porción detierra. Parte del SEPLA. 1133.. Espíritu delaquelarre. Bautizan con un pseudónimo.Operación matemática. 1144.. Dotada de so-lera. San Basilio de la canción. Se dancuenta. 1155.. Un tabique muy delgado. Mile-naria lengua de Jesús. Habitáculo del zoo.VVeerrttiiccaalleess:: 11.. Grupo de Paul y Linda Ma-Cartney. Concedas graciosamente. Igua-lan los montones. 22.. Pasillo con bordillo.Norma estandarizada con núm. Presiden-te de la II República española. 33.. Tambiénse le llama malvavisco. Sonido chocante(?). Barcos de la Copa América. 44.. Selváti-co país de Indochina. Silba el viento. Pie-dra desprendida. 55.. Guevara líder guerri-llero. Club de fútbol londinense. 66.. A partirde 1949, pasó a llamarse Tailandia. Ilustra-ción meteorológica. 77.. Quíntuplo de LX. Tí-

tulo de Reza Pahlavi. Arte de Calatrava yMoneo (abrev.). Org. de progenitores. 88..Virtud del buen café. Cortar a maquinilla.99.. Oriunda de Portugal. Sabor de Pepsi. 1100..Pongan en un compromiso. Vecina de P.Rico. 1111.. Falso intelectual. Cuénteme quédice el papel. 1122.. Catedral, en Aragón.Montañas de Marruecos. Reserva delBanco de España. Navío de Indias. 1133..Asigne un valor monetario. Peseta de Ita-lia. 1144.. Primicia. Muy del tiempo actual. 1155..Anestésico inflamable. Los vivos de la Cre-ación. Internos de la prisión. 1166.. Transmi-sores de la herencia. Tecla del VHS. Unode los jinetes del Apocalipsis. 1177.. Comien-zo de fábula. H de Héctor. Situar en la His-toria. 1188.. Imitad a Ícaro. Morrión de artille-ros. Postura acompañada de mudra.

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Los dígitos situados a la derecha de cada palabra indican elnúmero de letras de la palabra buscada que aparecen en ella,única y exclusivamente, en el mismo lugar. Por tanto, si hay 0en la primera palabra, esto indica que no hay ninguna letra dela palabra buscada en la misma posición. De esta forma, poreliminación y deducción, descubra las seis letras que contienela palabra buscada e inscríbalas en la última fila.

P A L O M O 0➩

O P O R T O 2➩

M A R I N O 1➩

L I B R E A 2➩

U R B A N O 2➩

D E L I T O 2➩

O L E A D A 2➩

A R R O B A 2➩

P A B I L O 2➩

O R G A N O 2➩

P I R A T A 2➩

P R O N T O 2➩

O P T I M O 2➩

66➩

Rellene la cuadrícula de modo que todas las columnas,filas y cada recuadro de 3×3 contengan los dígitos del 1

al 9. Los cuadros entrelazados le darán más pistas, a lavez que aumentan la dificultad.

SUDOKU SAMURÁI © SKYNET CORPORATION | GAKKEN CO., LTD. SUDOKU KILLER CLARITY MEDIA | PLANET SYNDICATION

En el killer se siguen las reglas delsudoku, pero en vez de colocarsealgunos números iniciales seagrupan casillas por medio deuna línea punteada y se da lasuma de éstas. El objetivo, comosiempre, es completar los núme-ros del tablero. No se puede re-petir un número dentro de las lí-neas punteadas.

MMiieesseess,, rroommáánnttiiccoo eennrroollllaaddooBlancas: JJ.. MMiieesseess (Alemania). Negras: SS.. TTaarrttaakkoo--wweerr (Rusia). Defensa Escandinava (B01). Carlsbad(Austria-Hungría), 6-9-1907.A pesar de que llegó a ser uno de los diez mejoresdel mundo, Jacques Mieses (Leipzig, 1865 - Londres,1954), británico tras huir de Hitler por ser judío, noestá entre los más admirados de la historia ni fue nun-ca un candidato a la corona, quizá porque no fue pro-fesional hasta 1888 (a pesar de buenos resultados entorneos anteriores), debido a sus estudios de Cien-cias Naturales. Pero merece ser loado por sus gran-des aportaciones: prestigioso periodista especializa-do; escritor de más de 40 libros; árbitro y organizadorinternacional; principal promotor de San Sebastián1911 (el primer torneo profesional de la historia); des-tacado y muy longevo jugador a ciegas. Y, sobre todo, debe ser venerado por varias partidas bri-llantísimas de claro estilo romántico, cuando empezaban a primar la exactitud y la finura estra-tégica. Analizando su obra, el aficionado comprobará que la creación de belleza era para Mie-ses tan importante o más que la victoria: 11 ee44 dd55 22 eexxdd55 CCff66 33 AAbb55++ cc66 44 ddxxcc66 bbxxcc66 55 AAcc44 ee55 66 dd33AAcc55 77 AAee33 AAxxee33 88 ffxxee33 DDbb66 99 DDcc11 CCgg44 1100 RRee22 CCxxee33?? (diagrama) (Tartakower bebe un veneno muytentador, y mortal) 1111 DDxxee33!! DDxxbb22 1122 CCff33!! DDxxaa11 1133 CCxxee55 00--00 1144 TTff11 AAee66??!! (abre líneas para el ata-que blanco, pero es normal que a Tartakower no le gustase 14 ..Cd7 15 Cxf7, con ataque proba-blemente ganador) 1155 CCdd22 DDcc33 1166 AAxxee66 ffxxee66 1177 TTxxff88++ RRxxff88 1188 DDff44++ RRee88 1199 DDff77++ RRdd88 2200 DDff88++ RRcc772211 DDee77++ RRcc88 2222 CCddcc44!! DDxxcc22++ 2233 RRff33 DDdd11++ 2244 RRgg33 DDee11++ 2255 RRhh33,, y Tartakower se rindió porque te-nía que entregar la dama para evitar el mate inmediato. Correspondencia: [email protected]

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AJEDREZ JOYAS HISTÓRICAS | Por Leontxo García

Posición tras 16 ...Cxe3?

Pasatiempos

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MARCARRUTAS Por TarkusCRUCIGRAMA BLANCO Por Mambrino

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HHoorriizzoonnttaalleess:: 11.. Danny DeVito vuelve a fu-mar en esta corrosiva comedia negra, diri-gida por él. ¿Los culpables?: Kathleen Tur-ner, Michael Douglas y un divorcio (cincopalabras, separadas por un cuadro) / 22..Molestase, importunase. Se dice de laspersonas que cuidan mucho su arreglopara parecer atractivas / 33.. Tanto o tangrande. Avance o correría de guerra en elterritorio de otro país. Reconocerá su error,entonará el "__" culpa. De eso, nada / 44.. Gi-gante bíblico, víctima de una mortal pedra-da de David. Tomé comida, bebida o medi-camentos. El río de Berna. Posdata / 55.. Seva Julián y entra Andrés. De mucha osten-tación; desmedido, exagerado. Sociedadlimitada. Mezclad agua con vino / 66.. El ape-llido más común en el mundo, chino. La queno está por la labor ni ahora ni nunca. Sal-sa espesa de aguacate molido, cebolla, to-mate y chile verde / 77.. ¿Que no queréis verla realidad?: "__" los ojos. La prenda queuno se quita por admiración. Sonidos quese perciben débil y confusamente / 88.. Elmáximo goleador del Barça en la última

Liga, camerunés. Ciudad serbia es Novi…Según las facultades del espíritu, en con-traposición a físicamente. Calle cortada / 99..Sentirse uno a gusto y cómodo en una si-tuación, estar en su… Dirigí, goberné. So-borna. Pato marino / 1100.. Una tonelada trasotra. Labores de bordado. Adelanto delsueldo que a veces se pide a los jefes parapoder llegar a fin de mes / 1111.. Se percibe ensu rostro que ha llorado. Masticándolo. Pri-mera y última / 1122.. Níquel. Dormir al pa-ciente en el quirófano. Tercer estómago delos rumiantes. Oeste.VVeerrttiiccaalleess:: 11.. Litio. Ciudad costera texana,azotada por los huracanes en 1961 y 1983 /22.. La esposa de Luis XVI de Francia, ejecu-tada en la guillotina como él: María… ¿Dequé se ríe esta griega? / 33.. Pegado a ella vay viene el linier. Nick, rubio y fornido actoral que vimos con Barbra Streisand en Elpríncipe de las mareas / 44.. Clérigos o estu-diantes vagabundos que llevaban vida irre-gular en la Edad Media. Radio / 55.. Patria deAbraham, en Caldea. Sigue en sus trece,no se "__" del burro. Llamaba a tu puerta,

¿recuerdas? / 66.. Hacemos visible un archi-vo en la pantalla del ordenador, lo… Tueste/ 77.. Te sonará este río. Rezos llenos de mis-terios / 88.. Contra esa segregación luchóMartin Luther King. Entreguen. De todo, unpoco / 99.. En los Exteriores toma cartas Mo-ratinos. Llora / 1100.. Relativas a la ergonomía/ 1111.. De todo y de nada. Se abría por ordende Alí Babá. Como nos luce el pelo / 1122.. Elreino de Pirro, en Grecia. Repentina y fácilde buscar / 1133.. Desmenucé con los dientes.Apócope de 'grande'. De usar y tirar / 1144..Tan lento que no acaba nunca. Callan, noabren la boca, no "__" prenda / 1155.. Osmio.Llenando el alma de inquietud / 1166.. Y sigueesta operación. El Comité Olímpico Espa-ñol. El Sawyer de Mark Twain / 1177.. Dismi-nución. ¿Cómo guardar la línea?: pateán-dose esta sierra burgalesa / 1188.. Se monde.Vomitivos / 1199.. Aquí hay de todo. Me portébien o mal. La burbuja inmobiliaria / 2200.. Laplanta aromática o el árbol de madera roji-za, ambos de origen asiático. Encuesta depoblación activa / 2211.. No me lo dices en lacalle. Gran deterioro o destrucción.

Averigüe las palabras (en castellano) que han dado lugara estos anagramas y colóquelas sobre las rayas de la de-recha. Traslade las letras que están situadas sobre núme-ros a los mismos números en los espacios de la clave. Asíobtendrá las palabras a las que se refiere ésta. No se uti-lizan nombres propios en la parte de los anagramas. Comoejemplo damos la solución del primero de ellos.

Clave: EEnnttrree ffooggoonneess..

D––– ––– ––– ––– –––1 2 3 4 5A––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––6 7 8 9 10 11 12 13 14

––– ––– ––– ––– ––––15 16 17 18 19N––– ––– ––– ––– ––– ––– –––20 21 22 23 24 25 26

––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––27 28 29 30 31 32 33 34 35 36

LOGOCOMIO Por Sir Caravaig

LETRAS LEVADIZAS Por Tarkus

ENCRUCIJADA Por Mambrino

M É D A N O––– ––– ––– ––– ––– –––2 12 22

––– ––– ––– ––– ––– –––7 15 32

––– ––– ––– ––– ––– –––35 26 10

––– ––– ––– ––– ––– –––5 30 17

––– ––– ––– ––– ––– –––28 20 14

––– ––– ––– ––– ––– –––9 34 1

––– ––– ––– ––– ––– –––19 6 24

––– ––– ––– ––– ––– –––21 4 31

––– ––– ––– ––– ––– –––13 36 16

––– ––– ––– ––– ––– –––3 8 29

––– ––– ––– ––– ––– –––25 18 33

––– ––– ––– ––– ––– –––23 27 11

MODENA

GOLERA

CARDIO

AZUCAL

RUMODE

LUCEAR

KESIRA

DIOLAS

MERANO

GRUOSA

BALUAR

ROCIÑA

11.. Extenso período histórico / 22.. Nos enfadamos, nos cabreamos, nos... /33.. Traspié que acaba en la sopa / 44.. Signo zodiacal de libro / 55.. Dandovueltas este loco mundo / 66.. Nombre del compositor ruso Stravinski /77.. Padecer todo tipo de males y desgracias, ser el “__” de las desdichas /88.. Pasar a la ofensiva / 99.. Los combates de boxeo sin ganador / 1100.. ÁfricaOccidental Francesa / 1111.. ¿A qué se cruza el río?: a eso / 1122.. Sonoro, ellenguaje / 1133.. Y adornado / 1144.. El huracán que volvió / 1155.. Juntas, casas /1166.. El neón que ilumina el subterráneo / 1177.. Donde coinciden muslo y vien-tre / 1188.. Da más palos que a una estera / 1199.. Sabe quién entra y quiénsale; y encima, si juega, para / 2200.. Puso de canto este periódico, lo... / 2211..Al sol los pasa el parado / 2222.. María no sabe qué nombre poner al niño /2233.. Príncipe árabe / 2244.. De Castelló para arriba, el baldosín / 2255.. Parquezoológico.

Se resuelve como un crucigrama normal, pero aquí no hay cuadros que deli-miten las soluciones. Éstas, que se inician en la cuadrícula de su número,pueden tomar cualquiera de las cuatro direcciones (arriba, abajo, a derechao a izquierda), por lo que será necesario considerar más de una para colocartodas acertadamente.

1

2 3 4

5 6 7 8 9

10 11 12 13 14 15 16

17 18 19 20 21

22 23 24

25

JEROGLÍFICO Por Jurjo

¿Por qué llegas tan tarde?Reconstruya una observación del escritor francés Honoré de Balzac (1799-1850), subiendo, en deter-minado orden, las letras que hay en las columnas a las casillas vacías que tienen justamente encima.

Consiga enlazar todas las parejas de letras dibujando recorridosque no se crucen entre sí ni pasen por encima de otro carácter.

SS

TT EE

EE SS XX

AA

AA TT

XX

¿Qué, jugamos a los barquitos? Ahí abajo los tenéis; sólofalta colocarlos en el ancho mar... cuadriculado. Teniendoen cuenta que ninguno se toca, os damos estas tres pistasy, junto a cada fila y columna, el número de casillas que losbarquitos ocupan en ellas. A ver si no hacemos agua.

LOS BARQUITOS Por Mambrino

1322043221

1 2 2 4 1 2 4 1 3 0

L J V C R E M I S L E A LL A M E C E S A E E E T LN N T O N N G A N T N TA O E A O L N O D I RA E A L E O CA O R

PASATIEMPOS

EL PAÍS DOMINGO 16.08.09 13

EL EMPIRE STATE Por Mambrino

RR II

SS AA KK EE

NN AA SSTT

CC EE UU TT AA

Partiendo de la palabra que se da y varian-do sólo una letra –la de cada recuadro–,descienda piso por piso, siempre a travésde nuevas palabras con sentido (en caste-llano, no valen tiempos verbales), hasta darcon las tres que corresponden a estas defi-niciones: 11.. Sin novedades en el puesto / 22..Cobra después de muerto / 33.. Con velas enAragón.

33

22

11

AJILIMÓJILIS Por Mambrino

G B R

B L L

C C P L

L M

L D J

S T R

T L R

C P T

P T

Z L

A T R

Las definiciones aparecen salteadas. Apartir de los cuadros y letras que se dan,trate de colocar adecuadamente las so-luciones.

DDeeffiinniicciioonneess:: Marco partido en dos.Anuncio publicitario de cine. TV (voz in-glesa). Hablar más alto, "__" la voz. "DaDios almendras al que no tiene…". Éra-mos pocos, y la que parió. Ida vuelta. Elrío de Lerma, provincia de Burgos. Cóle-ra. Financió al buen estudiante, le….Nieve escamosa en las hombreras. Mo-vimiento nervioso. Presentar un cuerporeflejos de luz coloreada. Principadocomo Kuwait. Vasija vidriada de barro,alta y sin asas, para guardar conservas.Tantalio. Turística villa costera alicanti-na. Punto de reunión de mercaderes ycomerciantes. Flanco. Especie de papi-lla, a base de harina de almortas. Elixircontra la calvicie. La parte del barco quequeda sumergida. Aluminio. Velocidad,celeridad. Ángulo. Feísima. La hay podri-da y a presión. Un ayatolá. Cubriré o ce-rraré. Sujeto grosero o incivil. Se pelóde frío, se… La parte del rostro quecede. Tendrás que ir a una, si quieres untraje a medida. Sin él no habría manerade probar la fabada en conserva.

LAS REDOMAS Por Jurjo

Encuentre el significado de cada uno de los dibujos o de las definiciones que estándentro de las redomas y traslade sus sílabas a los casilleros del exterior. Traslade lassílabas de los que aparecen en negrita a los casilleros inferiores, para encontrar unapalabra en cada redoma de significado opuesto.

AUTODEFINIDO Por Tarkus

ESCALERAANAGRÁMICA Por Sir Caravaig

Hay que colocar en la escalera las palabras correspon-dientes a los anagramas, en el mismo orden. En la columnacentral aparecerá un refrán o dicho popular. Como en uncrucigrama, la LL y la CH son dos letras cada una, o sea,que pueden ir separadas en los anagramas. No se utilizannombres propios.

ODIUSA

RAISON

ESCUTE

PLATUN

SURAPA

PRESIO

ORMELO

URNOMA

MITASE

MASIMO

ORDENE

MIRANO

SUHARA

PORMIR

OSCESA

TOBEER

TAMICO

SIDORO

ROTADA

CCOOLLEEGGAADDEE YYOODDAAVVAASSIIJJAA

DDEE VVIIDDRRIIOO

EENNTTRRAADDAASSDDEE BBAASSEE

PPOONNGGAA SSUURRÚÚBBRRIICCAA

GGAALLIILLEEOOCCIIEENNTTÍÍFFIICCOO

EERREESSAARRGGEENNTTIINNOO

SSEERRVVIICCIIOODDEE MMSSNN

CCOONNCCEEDDEERR

SSOONNIIDDOOHHUUEECCOO

KKAASSPPAARROOVVJJUUGGAADDOORR

OOTTRROOPPOOCCOO

SSOOCCIIOO DDEECCHHAANNDDOONN

MMÁÁQQUUIINNAASSDDEE AAPPPPLLEE

CCAANNTTAA LLAASSVVIIRRTTUUDDEESS

MMAARRQQUUÉÉSSPPOOLLÉÉMMIICCOO

FFUUIICCOONNSSCCIIEENNTTEE

RREETTOOÑÑOODDEE MMAARRGGEE

¡¡((......))DDIIEEUU))!!

((......))GGUUAARRDDEEDDIIOOSSAA

MMAADDRREE

MMOOVVEERR LLAACCOOCCTTEELLEERRAA

SSEELLLLOODDEE CCEERRAA

CCOOMMPPEETTEENN--CCIIAA DDEE

SSAANNTTIILLLLAANNAA

OORRDDEENNPPAATTEERRNNAA

MMEEDDIIRRÁÁEENN LLAA

RROOMMAANNAA

TTAAMMPPLLAANNMMUUSSIICCAALL--

MMEENNTTEE

MMUULLTTIINNAA--CCIIOONNAALL

AAGGRROOAALLII--MMEENNTTAARRIIAA

JJUUIICCIIOOSSAA

GGIIMMNNÁÁSSTTIICCAAKKOORRBBUUTT

EEMMIITTIIRROOLLOORREESS

DDOONNDDEE PPEEGGAA

EELL AASSTTRROORREEYY

LLÍÍDDEERRDDEE UU22EEXX DDEE

AASSDDRRÚÚBBAALL

OOBBSSTTAA--CCUULLIIZZAACCOORRTTAARREELL PPEELLOO

MMUUEEBBLLEEDDEE AASSEEOO

AALLAANNEECCOONNOOMMIISSTTAA

TTEECCLLAADDEE VVHHSS

EENNEEMMIIGGOOSSDDEE CCAARRTTAAGGOO

UUTTEENNSSIILLIIOOGGRRAAFFIITTEERROOPPAAIISSAANNOOSS

DDEE LLAAUUDDRRUUPP

JJOOVVEENNEENNVVIIDDIIOOSSOOAAVVEENNTTÚÚ--

RREENNSSEE

EESSPPUUMMOOSSOOEESSPPAAÑÑOOLLGGEEMMEELLOO

DDEE RRÓÓMMUULLOO

DDEEPPÓÓSSIITTOOCCOONN IIBBAANNRRAAMMAA DDEELLDDEERREECCHHOO

PPEETTIICCIIÓÓNNDDEE NNOOVVIIOOIINNSSIIGGNNIIFFII--

CCAANNTTEE

AACCTTRRIIZZDDEE LLAA FFOOTTOO

RRIIVVAALL DDEERREEUUTTEERRSS

ÉÉSSTTEE VVAACCAARRGGAADDOO

DDIIFFÍÍCCIILLEEXXAAMMEENN

PPRRIINNGGOOSSOO

FFIIBBRRAASSIINNTTÉÉTTIICCAA

PPRROONNOOSSTTII--CCAADDOORRAA DDEEDDEESSDDIICCHHAASS

RRAA,,EENN

TTEEBBAASS

HHIICCIIEERRAAAA LLAA

PPAARRRRIILLLLAAPPRROOHHÍÍBBEENNNNOO

CCOOMMEE

PPIINNTTOORRBBAARRRROOCCOOPPRROODDUUCCIIRR

DDAAÑÑOO

PPRREEMMIIOOTTAAUURRIINNOORRAAPPTTOORR

DDEE HHEELLEENNAA

RRAANNAAOO

SSAAPPOO

CCIIEERRTTAAIINNDDUUSSTTRRIIAA

De color oro Excelso y maravilloso

PASATIEMPOS

14 EL PAÍS DOMINGO 16.08.09

SUMAFRUTAS Por Jurjo

Cada fruta representa una cifra. Los números son el resul-tado de la suma de cada fila y cada columna. ¿Cuánto valecada fruta?

25 29 39 48 39 27

33

21

26

28

23

27

36

13

SALTO DE CABALLO Por Mambrino

Partiendo de la sílaba destacada, y siguiendo los movimientosdel caballo en el ajedrez, trate de descifrar una frase de la du-quesa de Abrante (Pensamientos)

PA

DE

RI

ES

SI

ES

DA

DE

CA CLA

MA SA

LÍ RA

RA O

SON CON

TRA CA

MOS DE

U RA

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BRA UN

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MIEN UN

SE, Y

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NA. MA

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O CAM

HA SIÓN

TO TIS

DE CIE

CE DE

POR NA

ES

UU

TAS

DE

BIO

PA

AR

PE

ESCER

DAMERO MALDITO Por Virginia Montes SOLUCIONES

CCRRUUCCIIGGRRAAMMAAHHoorriizzoonnttaalleess::11.. Wall-E. Calles. Negev/ 22.. Icíar. Cruise. Otero/ 33.. Nerón. Co-seno. Venal/ 44.. Grises. Mano. Teresa/ 55.. Sao. Sisa. Brad. Sed/ 66.. Utah. Isas/ 77.. Diploma. Federer/ 88..Esaú. Reto/ 99.. Soflama. Olmecas/ 1100.. Arar. Ríos/ 1111..Ray. SPQR. Lord. PDA/ 1122..Azalea. Acre. Aéreas/ 1133.. Satán. Apodan. Resta/1144..Añeja. Paloma. Notan/ 1155.. Nasal. Arameo. Osera. VVeerrttiiccaalleess:: 11.. Wings. Des. Rasan/ 22.. Acera. ISO. Azaña/ 33.. Lirio. Paf. Yates/ 44..Laos. Ulula. Laja/ 55.. Ernesto. Arsenal/ 66.. Siam. Mapa/ 77..CCC. Shá. Arq. APA/ 88.. Aroma. Rapar/ 99..Lusa. Cola/ 1100.. Líen. R Dom/ 1111.. Esnob. Léame/ 1122..Seo.Rif. Oro. Nao/ 1133.. Tase. Lira/ 1144.. Novedad. Moderno/ 1155..Éter. Seres. Reos/1166..Genes. Rec. Peste/ 1177..Érase. Eta. Datar/ 1188.. Volad. Ros. Asana. PPAALLAABBRRAA BBUUSSCCAADDAAÓrbita.

CCRRUUCCIIGGRRAAMMAA BBLLAANNCCOO (Los lcorresponden a las casillas negras).HHoorriizzoonnttaalleess:: 11.. La guerra de los Rose / 22.. Incordiasel Presumidas / 33..l TallIncursiónl Meal No / 44.. Goliatl Ingeríl Aarl PDl / 55.. Anl AparatosolSLl Merad / 66..Lil Remolonal Guacamole / 77.. Vendaosl Sombrerol Ecos /88.. Eto'ol Sadl Moralmentel T / 99.. Salsal Regíl Untal Eider / 1100.. Tl TlVainicasl Anticipo / 1111..Ojerosol Mascándolol AZ / 1122.. Nil AnestesiarlOmasol O.VVeerrttiiccaalleess:: 11.. Lil Galveston /22.. Antonietal Ji / 33..l Cal llNoltel / 44.. Goliar-dosl Ra / 55.. Url Apeal Avon / 66.. Editamosl Ase / 77.. Rinl Rosarios / 88.. Ra-ciall Denl T / 99..Asuntosl Gime / 1100..l Ergonómicas / 1111..dl Sésamol Así/ 1122.. Epirol Brusca / 1133..l Roíl Granl ar / 144..Lenl Sueltanl / 1155.. OslAlarmando / 1166.. Sumal COEl Tom / 1177..l Mermal Neila / 1188.. Ríal Eméticos/ 1199.. odl Procedíl O / 2200.. Sándalol EPAl /2211..Esol Destrozo.EENNCCRRUUCCIIJJAADDAA11.. Era /22.. Airamos /33.. Tropezón /44.. Leo /55.. Girando /66.. Ígor /77.. Rigor / 88.. Atacar/99.. Nulos /1100.. AOF /1111.. Nado /1122.. Rotundo /1133.. Ornado /1144.. Tornado /1155.. Unes/1166.. Neo /1177.. Ingle /1188.. Apalea /1199.. Portera /2200.. Apaisó /2211.. Lunes /2222.. Maria-no /2233.. Emir /2244.. Catalán /2255.. Zoo.LLEETTRRAASS LLEEVVAADDIIZZAASSLa elegancia no consiste tanto en el traje como en la manera dellevarlo.JJEERROOGGLLÍÍFFIICCOOPor un pequeño contratiempo.LLOOSS BBAARRQQUUIITTOOSSMMAARRCCAARRRRUUTTAASS

LLOOGGOOCCOOMMIIOOMédano / Regalo / Dórica / Alcuza / Muerdo / Culera / Káiser / Sólida / Monear /Orugas / Rábula / Cariño. Solución al tema de la clave: Adrià / Arguiñano / Arzak/ Roncero / Ruscalleda.

AAUUTTOODDEEFFIINNIIDDOOHHOORRIIZZOONNTTAALLEESS:: 22.. Redoma. A la cama. Olga /33.. Datos. Tocador. Caín /44.. Firme.Grasiento. Cta /55.. Atora. Spray /66.. Gari. Rec. Maderera. /77.. Galilei. Mano /88..SOS. Bono. Ion. Cava /99.. Rubens. Ivonne Reyes /1100.. Herir. Pesara. Sesuda /1111..Rabo. Afinan. Emanar /1122.. Paris. Nestlé. Solana. VVEERRTTIICCAALLEESS:: 22.. Jedi. Agorera /33.. Dar. Rasurar / 44.. Hotmail. Bibí /55.. Moet. Iberos. /66.. Más. Orlón /77.. Greenspan. /88.. Batracio. EFE /99.. Loa. Isis /1100.. Macs. Avant /1111..Caí. Oral /1122.. Sade. Inane /1133.. Mon. Amon /1144.. Bart. Daneses /1155.. Osen. Remo /1166.. Toc. Procesal /1177.. Lacre. Ayuna /1188.. Agitar. Vedan /1199.. Anaya. Asara.

LLAASS RREEDDOOMMAASSPPrriimo / VVaalla/ DDoorado:: PPRRIIVVAADDOO.. Cappuullo / Subblliime / CCoorazón:PPÚÚBBLLIICCOO..AAJJIILLIIMMÓÓJJIILLIISSHHoorriizzoonnttaalleess:: 11.. Gamberro /22.. Abuela. LL. 3 /33.. Crecepelo /44.. Heló. Imán /55.. Ala. adI.J /66.. Sastrería /77.. T. Alzar /88.. Caspa. Tic /99.. Espantosa /1100.. J. Orza. Al /1111.. Altea. Ira.VVeerrttiiccaalleess:: 11.. Gachas. Ceja/22.. Abrelatas. L./33.. Muelas. Spot/44.. Becó. Taparé/55..Ele. Arlanza/66.. Rapidez. Ta/77.. R. Emirato. I/88.. Olla. Irisar/99.. Lonja. Cala.EELL EEMMPPIIRREE SSTTAATTEESSAAKKEE,, sade, sede, seda y VEDA.CCEEUUTTAA,, celta, culta, culpa, pulpa y PULPO.TTRRIINNAASS,, trinos, trigos, tragos, tragón, Aragón y APAGÓN.Soluciones, por tanto: VVEEDDAA,, PPUULLPPOO y AAPPAAGGÓÓNN..

EESSCCAALLEERRAA AANNAAGGRRÁÁMMIICCAAAsiduo / Enredo / Norias / Ominar / Cuetes / Ahusar / Puntal / Primor / Pausar / Es-caso / Sirope / Rebote / Molero / Mocita / Moruna / Rodios / Estima / Tarado / Mi-mosa. RReeffrráánn ddee llaa ccoolluummnnaa cceennttrraall:: “Una me harás, pero no más”.DDAAMMEERROO MMAALLDDIITTOO“Amé. Es incomprensible como el temor de los árboles. Aho-ra estoy extraviado en la luz pero yo sé que amé. Yo vivía en un ser y su sangre sedeslizaba por mis venas...”. Leídas verticalmente las iniciales de las palabras ob-tenidas con las definiciones dadas, deben decir: Antonio Gamoneda: Aún.SSAALLTTOO DDEE CCAABBAALLLLOO“Una pasión duradera es una especie de obra maestra de-clamada por artistas habilísimos para hacer de cada deseo un acontecimiento yde cada sonrisa un cambio de escena”.SSUUMMAAFFRRUUTTAASS

35910

72864

AA.. Torre hecha comúnmente en lugar alto, para registrar desde ella el campo o el mar y dar avisode lo que se descubre (plural) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

BB.. Ponga un plano en la posición horizontal justa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

CC.. Templó o calmó el exceso de acción o de excitación orgánicas por medio de calmantes yantiespasmódicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

DD.. Que pueden obrarse o son factibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

EE.. Lugar de las montañas elevadas donde se conserva la nieve todo el año (plural) . . . . . . . . . . . . . .

FF.. Pida con ruegos o lágrimas algo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

GG.. Se dice de los descendientes del jefe árabe de este nombre, fundadores del califato de Da-masco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

HH.. Palo con un gancho en una extremidad para alcanzar algo que está en alto (plural) . . . . . . . . . .

II.. Púlpito o atril para leer o cantar en las funciones litúrgicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

JJ.. Cosas de gran bulto o corpulencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

KK.. Huevos juntos de algunos peces . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

LL.. Ninfas que residían en los ríos y en las fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

MM.. Oye algo sin percibirlo bien o entenderlo del todo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

NN.. Afrenta, deshonra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

OO.. Da por libre de algún cargo u obligación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

PP.. Mortero de metal, pequeño y portatil, que sirve para machacar o moler en él . . . . . . . . . . . . . . . .

QQ.. Hombre que mata a su mujer (plural). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

RR.. Degeneración de un tejido por muerte de sus células . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––43 55 90 18 117 74 127 107

––– ––– ––– ––– ––– –––14 122 88 77 112 24

––– ––– ––– ––– ––– ––– –––26 63 121 11 83 46 73

––– ––– ––– ––– –– ––– ––– ––– –––85 118 108 97 57 17 67 27 128

––– ––– ––– ––– ––– ––– –––7 96 86 41 120 51 76

––– ––– ––– ––– ––– ––– –––113 82 70 40 29 56 13

––– ––– ––– ––– ––– –––23 10 71 52 36 95

––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––104 68 16 114 78 93 53 42

1 28 116 39 103––– ––– ––– ––– –––

––– ––– ––– ––– –––22 34 65 48 111

––– ––– ––– –––45 58 102 35

––– ––– ––– ––– ––– ––– –––126 115 98 81 61 32 5

––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––106 94 50 72 125 62 84 3

––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––31 80 123 44 21 92 9 105

––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––60 38 15 100 110 25 124 4

––– ––– ––– ––– ––– ––– –––47 33 2 59 12 91 69

––– ––– ––– ––– ––– ––– –– ––– –– ––79 54 119 37 89 20 6 109 66 99

––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––64 19 8 30 75 101 87 49

SSUUDDOOKKUU SSAAMMUURRÁÁII

SSUUDDOOKKUU KKIILLLLEERR

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27

28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40

41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53

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116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128

I P M . O L Q E R N G C P F

B O H D A R Q N J G B O C

D I F R N L P J K G Q O I

F E H . A N K C P J R M E

G H Q A F D K P O L M C R

J Q D H P F G M C A R E

B H Q N L F C . M D E R

B Q A P N H M G E D L

Q O R K I H N M A D Q O J B

F H L I A D Q E C B N O M

PASATIEMPOS

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