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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00 L’O S S E RVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt Año L, número 18 (2.565) Ciudad del Vaticano 4 de mayo de 2018 Adherirse a Cristo sin condiciones Catequesis en la audiencia general de los miércoles

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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00

L’O S S E RVATOR E ROMANOEDICIÓN SEMANAL

Unicuique suum

EN LENGUA ESPAÑOLANon praevalebunt

Año L, número 18 (2.565) Ciudad del Vaticano 4 de mayo de 2018

Adherirse a Cristosin condiciones

Catequesis en la audiencia generalde los miércoles

L’OSSERVATORE ROMANOEDICIÓN SEMANAL

Unicuique suum

EN LENGUA ESPAÑOLANon praevalebunt

Ciudad del Vaticanoe d . e s p a n o l a @ o s s ro m .v a

w w w. o s s e r v a t o re ro m a n o .v a

GI O VA N N I MARIA VIANd i re c t o r

Giuseppe Fiorentinosub director

Silvina Pérezjefe de la edición

Redacciónvia del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticano

teléfono 39 06 698 99410

TIPO GRAFIA VAT I C A N A EDITRICEL’OS S E R VAT O R E ROMANO

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página 2 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 4 de mayo de 2018, número 18

En la cruzJesús nos ha

manifestado la grandezade su amor y el poderde su misericordia(@pontifex_es, 3 de mayo, 13.30)

Estoyp ro f u n d a m e n t e

afectado por la muertedel pequeño Alfie. Hoy rezoespecialmente por sus padres,mientras Dios Padre lo acogeen su abrazo de ternura(@pontifex_es, 28 de abril, 14:15)

La oración es estarcon Dios, es vivir

con Dios, es amar a Dios(@pontifex_es, 2 de mayo, 13:30)

¿ Q u e re m o sv e rd a d e ra m e n t ela paz? Entonces

prohibamos las armaspara no tener que vivircon el miedo a la guerra(@pontifex_es, 29 de abril, 13:30)

La cruz

El pequeño Alfie

La oración

Contra las armas

La semana del Papasintieron «para hacer algopor él y por las personasafectadas por una enfermedadrara y por sus familias».

El Papa también aseguróque el amor vuelve a las per-sonas solidarias y que haceun milagro: «ayuda a perma-necer abiertos a los otros, ca-paces de compartir, de ser so-lidarios también cuando sesufre una enfermedad o unacondición difícil, fatigoso enlo cotidiano». Además agra-deció a Dios también por lainiciativa de la marcha de 700kilómetros que salió desde lacasa de Davide y llegó a Ro-ma el día 30, «una carrerapor la vida y por la esperan-za».

Encuentro con las víctimasde abusos en Chile

El Papa Francisco ini-ció el viernes, 27 deabril, por la tarde,los encuentros perso-

nales con las víctimas de losabusos sexuales cometidos enChile, según dio a conocer eldirector de la Oficina deprensa de la Santa Sede,Greg Burke. Señaló tambiénque la voluntad del Pontíficees dejar que los invitados ha-blen todo el tiempo que seanecesario, en un clima deconfianza y de reparación delsufrimiento y por eso, duran-te las conversaciones no hubohorarios ni contenidos prees-tablecidos. Además, la oficinade prensa precisó que no tie-ne previsto emitir ningún co-municado oficial sobre el con-tenido de las conversaciones,por expreso deseo del Papa,puesto que su prioridad es es-cuchar a las víctimas, pedirlesperdón y respetar la confi-dencialidad de los coloquios.

Los encuentros se conclu-yeron el lunes 30 de abril. Lastres personas que viajaron alVaticano y se alojaron en lacasa Santa Marta, donde resi-de Francisco, fueron JuanCarlos Cruz, José AndrésMurillo y James Hamilton.Los tres chilenos ofrecieron elmiércoles, 2 de mayo, unarueda de prensa en Roma conlos medios en la que se mos-traron agradecidos por «laenorme hospitalidad y gene-rosidad» del Papa y manifes-taron que pudieron hablar«de manera sincera» con él.También explicaron que Fran-cisco «nos pidió perdón ennombre propio y en nombrede la Iglesia universal».

de señalización y eficaz actua-ción del cuadro de reglamen-tación de la Santa Sede y delEstado de la Ciudad del Vati-cano».

Además, la AIF ha manteni-do «un enfoque propositivoen la colaboración de infor-maciones con sus contrapartesextranjeras en la lucha contralas malversaciones financie-ras».

René Brülhart, presidentede la A I F, ha asegurado que«el 2017 ha sido un año deconsolidación y normaliza-ción de las actividades institu-ciones». Y se precisa: «conso-lidación de las medidas adop-tadas para establecer un cua-dro de reglamentación eficazy una plena y sostenible ac-tuación propia. Normaliza-ción del sistema de señaliza-ción, que se puede considerarsólido».

Por otro lado, se indicaque el sistema ha registradouna progresiva disminuciónde las Señalizaciones de Acti-vidades Sospechosas (SAS).En 2017 fueron enviadas 150,respecto a 207 del año prece-dente. «Tal tendencia puedeser leída positivamente ya queen paralelo ha aumentado lacualidad de las señalizacio-nes, mostrando una crecienteconciencia y reforzamiento delas funciones de control delos agentes informadores», haafirmado Tommaso Di Ruzza,director de la A I F.

Esperanza frentea las enfermedades raras

Francisco recibió el lu-nes, 30 de abril en elVaticano a los inte-grantes de la Asocia-

ción «Una vida rara», quepromueve la investigacióncientífica y la tutela para lacuración de enfermedades ra-ras. Haciendo referencia a sunombre, «que expresa la rea-lidad en un modo positivo yno negativo» les recordó que«cada vida es única y si la en-fermedad es rara o muy rara,incluso antes la vida lo estambién».

El Pontífice se dirigió a 60personas, entre padres, enfer-mos y voluntarios de la aso-ciación que estaban reunidasen la Sala Clementina y lesconfesó que «siempre me im-pacta la voluntad de las fami-lias de ponerse juntos paraenfrentar esta realidad y haceralgo para mejorarla».

Al interpelar directamentea Giorgio y Rosita, padres deDavide, afectado por el Sín-drome Allan-Herndon-Du-dley, destacó el impulso que

La comunión en losmatrimonios mixtos

Una delegación deobispos alemanesacudió el jueves 3de mayo al Vatica-

no, por deseo del Papa Fran-cisco, para reunirse con res-ponsables de la Santa Sedecon el fin de tratar el tema dela comunión de los cónyugescristianos no católicos de ma-trimonios mixtos.

En su última sesión plena-ria, el pasado febrero, la Con-ferencia Episcopal alemanaanunció la preparación de undocumento que contempla lacomunión de cristianos pro-testantes casados con católi-cos.

Más de tres cuartas partesde los miembros aprobaron elborrador y el resto, entre ellossiete obispos diocesanos, seexpresó en contra, por diver-sos motivos. Este grupo deobispos se dirigió a la SantaSede para plantear si la re-cepción de la comunión eneste caso podría ser decididapor una conferencia episcopalo en cambio requeriría unadecisión de la Iglesia univer-sal.

Por voluntad del PapaFrancisco se fijó un encuentroen el Vaticano en el que par-ticiparon, entre otros, el pre-fecto de la Congregación parala doctrina de la fe, el arzo-bispo Luis F. Ladaria; el pre-sidente del Pontificio consejopara la promoción de la uni-dad de los cristianos, el car-denal Kurt Koch y el subse-cretario del Pontificio consejopara los textos legislativos,monseñor Markus Graulich.Durante las conversaciones, elarzobispo Ladaria expuso queel Papa aprecia el compromi-so ecuménico de los obisposalemanes y les pide que al-cancen, en espíritu de comu-nión eclesial, un resultadoposiblemente unánime. En elencuentro se abordaron variospuntos de vista como la rela-ción de la cuestión con la fe yel cuidado pastoral, su rele-vancia para la Iglesia univer-sal y su dimensión jurídica.

Informe 2017 (AIF)

La Autoridad de Infor-mación Financiera(AIF) de la Santa Se-de y del Estado de la

Ciudad del Vaticano presentóel Informe Anual 2017, en elque se examinan las activida-des y las estadísticas de la AIFdel año correspondiente. Así,se indica que el 2017 ha con-formado «un sólido sistema

número 18, viernes 4 de mayo de 2018 L’OSSERVATORE ROMANO página 3

Francisco recuerda a la península coreana y Nigeria

Oración por Siria«Empezaré el Mes Mariano con unaperegrinación al Santuario de la Virgendel Divino Amor. Rezaremos el Rosariorezando en particular por la paz en Siriay en el mundo entero»: lo anunció el Papaal finalizar el Regina Coeli del 29 deabril, con 30 mil fieles presentes en laplaza San Pedro. Después de habercomentado el Evangelio del V domingo dePascua, el Papa también expresó deseospara una «península coreana libre dearmas nucleares» y cercanía a la«comunidad cristiana de Nigerianuevamente golpeada con el asesinato deun grupo de fieles, entre ellos doss a c e rd o t e s »

Queridos hermanos y hermanas, ¡bue-nos días!

La Palabra de Dios, también estequinto Domingo de Pascua, continúaindicándonos el camino y las condicio-nes para ser comunidad del Señor Resu-citado. El pasado Domingo se puso derelieve la relación entre el creyente y Je-sús Buen Pastor. Hoy el Evangelio nospropone el momento en el que Jesús sepresenta como la vid verdadera y nosinvita a permanecer unidos a Él parallevar mucho fruto (cf. Juan 15, 1-8). Lavid es una planta que forma un todocon el sarmiento; y los sarmientos sonfecundos únicamente cuando están uni-dos a la vid. Esta relación es el secretode la vida cristiana y el evangelista Juanla expresa con el verbo «permanecer»,que en el pasaje de hoy se repite sieteveces. «Permaneced en mí» dice el Se-ñor; permanecer en el Señor.

Se trata de permanecer en el Señorpara encontrar el valor de salir de noso-tros mismos, de nuestras comodidades,de nuestros espacios restringidos y pro-tegidos, para adentrarnos en el marabierto de las necesidades de los demásy dar un respiro amplio a nuestro testi-monio cristiano en el mundo. Este cora-je de salir de sí mismos y de adentrarseen las necesidades de los demás, nacede la fe en el Señor Resucitado y de lacerteza de que su Espíritu acompañanuestra historia. Uno de los frutos másmaduros que brota de la comunión conCristo es, de hecho, el compromiso decaridad hacia el prójimo, amando a loshermanos con abnegación de sí, hastalas últimas consecuencias, como Jesúsnos amó. El dinamismo de la caridaddel creyente no es fruto de estrategias,no nace de solicitudes externas, de ins-tancias sociales o ideológicas, sino delencuentro con Jesús y del permaneceren Jesús. Él es para nosotros la vida dela que absorbemos la savia, es decir, la«vida» para llevar a la sociedad una for-ma diferente de vivir y de brindarse, loque pone en el primer lugar a los últi-mos.

Cuando somos íntimos con el Señor,como son íntimos y unidos entre sí lavid y los sarmientos, somos capaces dedar frutos de vida nueva, de misericor-dia, de justicia y de paz, que derivan dela Resurrección del Señor. Es lo que hi-cieron los santos, aquellos que vivieronen plenitud la vida cristiana y el testi-monio de la caridad, porque eran verda-deros sarmientos de la vid del Señor.Pero para ser santos «no es necesario serobispos, sacerdotes, religiosas o religio-sos […] Todos estamos llamados a sersantos viviendo con amor y ofreciendoel propio testimonio en las ocupacionesde cada día, allí donde cada uno se en-cuentra» (Gaudete et Exsultate, 14). To-dos nosotros estamos llamados a sersantos; debemos ser santos con esta ri-queza que recibimos del Señor resucita-

do. Cada actividad —el trabajo, el des-canso, la vida familiar y social, el ejerci-cio de las responsabilidades políticas,culturales y económicas— cada activi-dad, pequeña o grande, si se vive enunión con Jesús y con actitud de amory de servicio, es una ocasión para viviren plenitud el Bautismo y la santidadevangélica.

Que nos sea de ayuda María, Reinade los santos y modelo de perfecta co-munión con su Hijo divino. Que nosenseñe Ella a permanecer en Jesús, co-mo sarmientos a la vid y a no separar-nos nunca de su amor. Nada, de hecho,podemos sin Él, porque nuestra vida esCristo vivo, presente en la Iglesia y enel mundo.

Después de haber guiado la oración de laantífona mariana, el Papa recordó labeatificación en Polonia de la enfermeraAnna Chrzanowska y lanzó unllamamiento de paz por Corea, Nicaraguay Siria.

Queridos hermanos y hermanas:Ayer, en Cracovia, fue proclamada

beata Anna Chrzanowska, fiel laica quededicó su vida a curar a los enfermos enlos que veía el rostro de Jesús sufriente.Demos gracias a Dios por el testimoniode esta apóstol de los enfermos y esfor-cémonos por imitar su ejemplo.

Acompaño con la oración el éxito po-sitivo de la cumbre intercoreana delviernes pasado y el valiente compromisoasumido por los líderes de las dos par-tes para realizar un camino de diálogosincero para una península coreana librede armas nucleares. Rezo al Señor paraque la esperanza de un futuro de paz yuna amistad más fraterna no sean de-fraudadas, y para que la colaboraciónpueda seguir dando buenos frutos parael amado pueblo coreano y para elmundo entero.

La pasada semana la comunidad cris-tiana de Nigeria fue nuevamente gol-peada con el asesinato de un grupo defieles, entre ellos dos sacerdotes: Confia-mos al Dios de la Misericordia a estoshermanos, para que ayude a estas comu-nidades tan puestas a prueba a reencon-trar la concordia y la paz.

Saludo con afecto a los peregrinoshoy presentes, ¡realmente muchos paranombrar a cada grupo! Pero al menossaludo a aquellos precedentes de Braga(Portugal), India y Pakistán; a los fielesde Pavia, Crema y Vignale; a los nume-rosos chicos que han recibido o recibi-rán la confirmación; y a los adolescentesde Cuneo, Remedello, Arcore, ValleOlona, Modica e Isnello.

Un pensamiento particular para lascofradías de Asís, acompañadas por elobispo; para los jóvenes animadores delos Padres Josefinos de Murialdo; y paralos participantes del Congreso nacionaldel catecumenado, promovido por laConferencia Episcopal Italiana.

Queridos hermanos y hermanas, pasa-do mañana, el día 1 de mayo, por la tar-de empezaré el Mes Mariano con unaperegrinación al Santuario de la Virgendel Divino Amor.

Rezaremos el Rosario rezando en par-ticular por la paz en Siria y en el mun-do entero.

Os invito a uniros espiritualmente y aextender en todo el mes de mayo la ora-ción del Rosario por la paz.

Deseo a todos un buen domingo.Y por favor, no os olvidéis de rezar

por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.

página 4 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 4 de mayo de 2018, número 18

El Pontífice recuerda que la investigación no debe estar separada de la responsabilidad ética

Por una ciencia verdaderamente humanaLa ciencia tiene «límites que se debenrespetar por el bien de la humanidad,y necesidad de «un sentido deresponsabilidad ética» sobre todo frentea la persona que sufre. Lo recordó elPapa Francisco a los participantes dela conferencia internacional «Unite tocure», recibidos en audiencia el sábado,28 de abril, por la mañana, en elAula Pablo VI.

Queridos amigos: buenos días.Os doy a todos vosotros una cor-

dial bienvenida. Doy las gracias alcardenal Ravasi por las palabras queme ha dirigido y por promover estainiciativa que ofrece una serie de te-mas que van más allá de una refle-xión teórica e indican un itinerario as e g u i r.

Cuando veo que los representan-tes de diferentes culturas, sociedadesy religiones aúnan sus fuerzas, em-prendiendo un camino común de re-flexión y compromiso en favor delos que sufren, me alegro porque lapersona humana es un punto de en-cuentro y un «lugar» de unidad. Dehecho, frente al problema del sufri-miento humano, es necesario sabercómo crear sinergias entre personase instituciones, también superandolos prejuicios, para cultivar la aten-ción y el esfuerzo de todos en favorde la persona enferma.

Agradezco a todos aquellos que,en este esfuerzo del Consejo Pontifi-cio para la Cultura y las institucio-nes con él involucradas —la Funda-ción Vaticana de Ciencia y Fe - S T O Q,la CURA Fo u n d a t i o n y la FundaciónStem for Life— han ofrecido su con-tribución. De manera especial estoyagradecido con los diferentes dicas-terios de la Santa Sede que han co-laborado en este proyecto: la Secre-taría de Estado —Sección de Rela-ciones con los Estados—, la Acade-mia Pontificia para la Vida, la Aca-demia Pontificia de las Ciencias y laSecretaría para la Comunicación.

El recorrido de esta Conferenciase sintetiza en cuatro verbos: preve-nir, reparar, curar y preparar el futu-ro. Sobre estos me gustaría reflexio-nar brevemente.

Somos cada vez más conscientesdel hecho de que muchos males po-drían evitarse si se prestara másatención al estilo de vida que asumi-mos y a la cultura que promovemos.Prevenir significa tener una miradaprevisora hacia el ser humano y elambiente en que vive. Significa pen-sar en una cultura del equilibrio enla que todos los factores esenciales(educación, actividad física, dieta,protección del medio ambiente, ob-servación de los «códigos de salud»derivados de prácticas religiosas,diagnósticos tempranos y específi-cos, entre otros) puedan ayudarnos avivir mejor y con menos riesgos parala salud.

Esto es particularmente importan-te cuando pensamos en los niños ylos jóvenes, que están cada vez másexpuestos a los riesgos de enferme-dades vinculadas con los cambios ra-dicales de la civilización moderna.Es suficiente reflexionar sobre el im-pacto que el humo, el alcohol o lassustancias tóxicas halladas en el aire,

el agua y el suelo tienen sobre la sa-lud humana (cf. la Carta EncíclicaLaudato si’, 20). Un alto porcentajede tumores y otros problemas de sa-lud en los adultos se pueden evitar através de medidas preventivas toma-das durante la infancia. Esto, sinembargo, requiere una acción globaly constante que no se puede delegaren instituciones sociales y guberna-mentales, sino que exige el compro-miso de cada uno. Urge, por lo tan-to, que se difunda una mayor sensi-bilidad en favor de una cultura dela prevención como primer paso ha-cia la protección de la salud.

Debemos, además, destacar conmucha satisfacción el gran esfuerzode la investigación científica destina-da al descubrimiento y la difusión

cuada, incisiva e incluso más perso-nalizada a las necesidades de laspersonas enfermas.

La ciencia es un medio poderosopara comprender mejor tanto la na-turaleza que nos rodea como la sa-lud humana. Nuestro conocimientoavanza y con él aumentan los me-dios y tecnologías más sofisticadasque permiten no solo mirar la es-tructura más recóndita de los orga-nismos vivos, incluidos los seres hu-manos, sino también intervenir enellos de una manera tan profunda yprecisa que pueda permitir incluso lamodificación de nuestro propio A D N.En este contexto, es esencial que au-mente nuestra conciencia de la res-ponsabilidad ética hacia la humani-dad y el ambiente en el que vivimos.

Si queremos preparar el futuroasegurando el bien de cada personahumana, tenemos que actuar conuna sensibilidad más aguda cuántomás potentes sean los medios anuestra disposición. Esta es nuestraresponsabilidad con el otro y con to-dos los seres vivos. Efectivamente,hay necesidad de reflexionar sobre lasalud humana en un contexto másamplio, teniendo en cuenta no sólosu relación con la investigación cien-tífica, sino también con nuestra ca-pacidad de preservar y proteger elmedio ambiente y con la necesidadde pensar en todos, especialmenteen los que experimentan dificultadessociales y culturales que hacen pre-carios tanto el estado de salud comoel acceso a los cuidados.

Pensar en el futuro significa, porlo tanto, emprender un itinerariomarcado por un movimiento doble.El primero, anclado en una reflexióninterdisciplinaria abierta que involu-cre a muchos expertos e institucio-nes y permita un intercambio mutuode conocimientos; el segundo, queconsiste en acciones concretas a fa-vor de los que sufren. Ambos movi-mientos requieren la convergencia deesfuerzos e ideas capaces de involu-crar a representantes de diversas co-munidades: científicos y médicos,pacientes, familias, expertos de éticay cultura, líderes religiosos, filántro-pos, representantes de los gobiernosy del mundo empresarial. Estoy par-ticularmente feliz porque este proce-so ya está en marcha, y porqueidealmente esta iniciativa una a mu-chos para el bien de todos.

Os animo, por lo tanto, a cultivarcon audacia y determinación losideales que os han reunido y que yapertenecen a vuestro itinerario aca-démico y cultural. Os acompaño yos bendigo; y os pido, por favor,que recéis también por mí. Gracias

La vida tiene pleno sentido cuando seofrece como un don; se vuelve insípidacuando se guarda para uno mismo(@pontifex 24/04/18, 13:30)

Mientras la Iglesia elogia todos losesfuerzos de investigación y aplica-ción encaminados a la atención delas personas que sufren, recuerdatambién que uno de los principiosbásicos es que «no todo lo que estécnicamente posible o factible espor eso mismo éticamente acepta-ble» La ciencia, como cualquier otraactividad humana, sabe que tiene lí-mites que se deben respetar por elbien de la humanidad, y necesita unsentido de responsabilidad ética. Laverdadera medida del progreso, co-mo recordaba el beato Pablo VI, esla que tiene por objeto el bien de to-dos los hombres y de todo el hom-bre (cf. Carta Encíclica Populorump ro g re s s i o , 14).

de nuevos tratamientos, especial-mente cuando tocan el delicado pro-blema de las enfermedades raras, au-toinmunes, neurodegenerativas ymuchas otras. En los últimos años,el progreso en la investigación celu-lar y en el campo de la medicina re-generativa nos ha permitido alcanzarnuevas metas en las técnicas de repa-ración de los tejidos y en las terapiasexperimentales, abriendo un capítuloimportante en el progreso científicoy humano, incluido en vuestra con-ferencia con dos términos: reparar ycurar. Cuanto mayor sea nuestrocompromiso en favor de la investiga-ción, más relevantes y efectivos seránestos dos aspectos, permitiéndonosresponder de una manera más ade-

número 18, viernes 4 de mayo de 2018 L’OSSERVATORE ROMANO página 5

Al periódico «Avvenire» Francisco pide evitar la información de fácil consumo

Voz de una Iglesia que habita y sirve a la realidad«Que vosotros también podáis expresar una Iglesiaque no mira la realidad ni desde fuera ni desdearriba, sino que se cala dentro, se mezcla, lahabita»: lo aconsejó el Papa a los dirigentes y alpersonal del periodico italiano «Avvenire», recibidosen audiencia con sus familiares el martes por lamañana, 1 de mayo, en la Sala Clementina.

Queridos amigos de Av v e n i re :En vosotros saludo a un laicado que trabaja en

un ámbito relevante y arduo como el de la comu-nicación. Saludo al presidente de la ConferenciaEpiscopal Italiana, el cardenal Gualtiero Bassetti,a quien doy las gracias por sus palabras; saludo alsecretario general, monseñor Galantino, y monse-ñor Semeraro, que preside vuestro Consejo deAdministración. Estoy contento de compartir estemomento con vosotros y de hacerlo en la jornadadedicada a san José obrero. Es fácil afeccionarsecon la figura de san José y encomendarse a su in-tercesión. Pero para convertirse realmente en susamigos es necesario volver sobre sus pasos, querevelan un reflejo del estilo de Dios.

José es el hombre del silencio. A primera vista,podría incluso parecer la antítesis del comunica-dor. En realidad, solo apagando el ruido delmundo y nuestros mismos chismorreos es posiblela escucha, que permanece como primera condi-ción de toda comunicación. El silencio de José es-tá habitado por la voz de Dios y genera esa obe-diencia de la fe que lleva a establecer la existenciadejándose guiar por su voluntad.

No por casualidad, José es el hombre que sabedespertarse y levantarse por la noche, sin desani-marse bajo el peso de las dificultades. Sabe cami-nar en la oscuridad de ciertos momentos en losque no comprende hasta el fondo, fuerte de unallamada que lo pone delante del misterio, del cualacepta dejarse implicar y al cual se entrega sin re-servas.

José es, por tanto, el hombre justo, capaz deencomendarse al sueño de Dios llevando adelantelas promesas. Es el custodio discreto y atento, quesabe hacerse cargo de las personas y de las situa-ciones que la vida ha confiado a su responsabili-dad. Es el educador que —sin pretender nada parasí— se convierte en padre gracias a su estar, a sucapacidad de acompañar, de hacer crecer la vida ytransmitir un trabajo. Sabemos lo importante quees esta última dimensión, a la que está unida lafiesta de hoy. Precisamente el trabajo, de hecho,está estrechamente unido a la dignidad de la per-sona: no al dinero, ni a la visibilidad o al poder,sino al trabajo. Un trabajo que dé forma a cadauno, sea cual sea el rol, de generar ese espírituempresarial entendido como «actus personae» (cf.Enc. Caritas in veritate, 41), donde la persona y sufamilia permanecen más importantes que la efi-ciencia como fin en sí misma.

¡Al fin y al cabo, del taller de Nazaret a la re-dacción de Av v e n i re , el paso no es tan grande!

Ciertamente, en vuestra «caja de herramientas»hoy hay instrumentos tecnológicos que han modi-ficado profundamente la profesión, y también laforma misma de sentir y pensar, de vivir y comu-nicar, de interpretarse y relacionarse. La culturadigital os ha pedido una reorganización del traba-jo, junto con una disponibilidad todavía mayor acolaborar entre vosotros y a armonizaros con lasdemás publicaciones de la Conferencia EpiscopalItaliana: la agencia Sir, Tv2000 y el circuito radio-fónico InBlu. Análogamente a lo que está suce-diendo en el sector de la comunicación de la San-ta Sede, la convergencia y la interactividad con-sentidas por las plataformas digitales deben favo-recer sinergias, integración y gestión unitaria. Estatransformación requiere recorridos formativos yactualización, en la conciencia de que el apego alpasado podría revelarse una tentación perniciosa.Auténticos servidores de la tradición son aquellosque, al hacer memoria, saben discernir los signosde los tiempos (cf. Gaudium et spes, 11) y abrirnuevos pasajes de camino.

Todo esto, probablemente, ya forma parte devuestro compromiso cotidiano dentro de un desa-rrollo tecnológico que rediseña a nivel global lapresencia de los medios, la posesión de la infor-mación y de la conciencia. En este escenario, laIglesia siente que no puede dejar que falte su voz,para ser fiel a la misión de la llamada a anunciara todos el Evangelio de la misericordia. Los me-dios de comunicación nos ofrecen potencialidadesenormes para contribuir, con vuestro servicio pas-toral, a la cultura del encuentro. Para enfocarseen esta misión, entramos un momento juntos enel taller de carpintería; volvemos a la escuela desan José, donde la comunicación está reconducidahacia la verdad, la belleza y el bien común.

Como he tenido ocasión de observar, hoy «lavelocidad con la que se suceden las informacionessupera nuestra capacidad de reflexión y de juicio,

A su vez, queridos amigos de Av v e n i re , custo-diad la herencia de los padres. No os canséis debuscar con humildad la verdad, a partir de la fre-cuentación habitual de la Buena Noticia delEvangelio. Que sea esta la línea editorial, a la queatar vuestra integridad: la profesión os reclama ta-les, tan alta es su dignidad. Tendréis, entonces,luz para el discernimiento y palabras verdaderaspara recoger la realidad y llamarla por su nombre,evitando reducirla a una caricatura suya.

Dejaos interrogar por lo que sucede. Escuchad,profundizad, debatid. Estad lejos de los rinconesciegos en los que debate quien presume de haberentendido ya todo. Contribuid a superar las con-traposiciones estériles y dañinas. Con el testimo-nio de vuestro trabajo haceos compañeros de ca-mino de quien se desgasta por la justicia y la paz.

y no permite una expresión mesurada y correcta»(Mensaje para la 48ª Jornada Mundial de las Co-municaciones Sociales, 1 de junio de 2014). Tambiéncomo Iglesia estamos expuestos al impacto y a lainfluencia de un cultura de la prisa y de la super-ficialidad: más que la experiencia, cuenta lo quees inmediato, está a mano y puede ser consumidoenseguida; más que la comparación y la profundi-zación, se corre el riesgo de exponerse a la pasto-ral del aplauso, a una nivelación del pensamiento,a una desorientación difundida de opiniones queno se encuentran.

El carpintero de Nazaret nos recuerda la urgen-cia de reencontrar un sentido de sana lentitud, decalma y de paciencia. Con su silencio nos recuer-da que todo ha empezado por la escucha, deltrascender de sí mismos para abrirse a la palabray a la historia del otro.

Para nosotros el silencio implica dos cosas. Porun lado, no perder las raíces culturales, no dejarque se deterioren. El camino para cuidarlo es elde reencontrarnos siempre de nuevo en el SeñorJesús hasta hacer nuestros sus sentimientos de hu-mildad y ternura, de gratuidad y compasión. Porotro lado, una Iglesia que vive de la contempla-ción del rostro de Cristo no se cansa de recono-cerlo en el rostro del hombre. Y por este rostrosaber dejarse interpelar, superando miopías, de-formaciones y discriminaciones.

El diálogo vence la sospecha y derrota el mie-do. El diálogo pone en común, establece relacio-nes, desarrolla una cultura de la reciprocidad. LaIglesia, mientras se pone como artífice de diálogo,por diálogo resulta purificada y ayudada en lamisma comprensión de la fe.

José, hombre del silencio y de la escucha, estambién el hombre que en la noche no pierde lacapacidad de soñar, de fiarse y de encomendarse.El sueño de José es visión, valentía, obedienciaque mueve el corazón y las piernas. Este santo esicono de nuestro pueblo santo, que en Dios reco-noce la referencia que abraza con sentido unitariotoda la vida.

Tal fe implica en la acción y suscita buenas cos-tumbres. Es mirada que acompaña procesos,transforma los problemas en oportunidades, mejo-ra y construye la ciudad del hombre. Deseo quesepáis saber afinar y defender siempre esta mira-da; superar la tentación de no ver, de alejar o ex-cluir. Y os animo a no discriminar; a no conside-rar a nadie como excedente; a no conformaroscon lo que todos ven. Que nadie dicte vuestraagenda menos los pobres, los últimos, los que su-fren. No agrandéis las filas de los que corren acontar esa parte de realidad que ya está iluminadapor los focos del mundo. Partid desde las perife-rias, conscientes de que no son el final, sino elinicio de la ciudad.

Como advertía Pablo VI, los periódicos católi-cos no deben «dar cosas que impresionan o quehacen clientela. Nosotros debemos hacer el bien alos que nos escuchan, debemos educarles en pen-sar, juzgar» (Discurso a los trabajadores de las co-municaciones sociales, 27 de noviembre de 1971). Elcomunicador católico evade las rigideces que so-focan o aprisionan. No pone «en una jaula al Es-píritu Santo», sino que trata de «dejarlo volar, dedejarlo respirar en el alma» (ibíd.). Hace que larealidad nunca ceda el lugar a la apariencia, la

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número 18, viernes 4 de mayo de 2018 L’OSSERVATORE ROMANO páginas 6/7

Peregrinaje de pazLa oración del Papa en el santuario romano del Divino Amor

GA E TA N O VALLINI

Durante la II Guerra Mundial los romanos hicieronun voto a la Virgen del Divino Amor —la construc-ción de un nuevo santuario— para que la ciudad nofuera bombardeada. Sus oraciones fueron respondi-

das y los romanos mantuvieron su promesa. Setenta y cuatroaños después, la tarde del 1 de mayo, inicio del mes mariano,el Papa Francisco fue allí, a los pies de esa misma Virgen paraimplorar el don de la paz por la Siria martirizada desde hacesiete años de guerra y por el mundo entero. No hay ningúnvoto esta vez, sino solo una oración coral —el rezo del rosa-rio— por un mundo marcado por decenas de conflictos, esatercera guerra mundial a trozos que ha evocado varias veces elPontífice. El cual no añade más a lo anunciado el domingoprecedente en el Regina Coeli, cuando había invitado a todos aunirse a él en la oración durante la visita. Las intenciones es-tán contenidas en la moción introductoria, que cita un pasajedel mensaje Urbi et Orbi del día de Pascua. Desde la logiacentral de la basílica vaticana, Francisco el pasado 1 de abrilhabía, de hecho, invocado «frutos de paz, de reconciliación yde esperanza para el mundo entero, comenzando por la ama-da Siria, cuya población está exhausta por una guerra que nove el final». y había añadido otra imploración: «Que la luz deCristo Resucitado ilumine las conciencias de todos los respon-sables políticos y militares, para que se ponga fin inmediata-mente al exterminio en curso, se respete el drama humanitarioy se proceda a facilitar la llegada de ayudas de las que estosnuestros hermanos y hermanas tienen necesidad urgente, ase-gurando al mismo tiempo las condiciones adecuadas para elregreso de cuantos están desplazados».

Palabras que, por lo tanto, resonaron de nuevo en la prime-ra visita llevada a cabo por Francisco al santuario tan queridopor los romanos; una parada breve, poco más de una hora,transformada en un peregrinaje símbolo de la paz. Habría de-bido ir allí el 18 de mayo del 2014, pero importantes compro-misos internacionales le hicieron posponer la cita a una fechapor asignar. El último peregrinaje de una Papa —después delos tres de Juan Pablo II en 1979, en 1987 y en 1999— se re-montaba al 1 de mayo de 2006 y lo llevó a cabo BenedictoXVI. Una larga espera, por lo tanto, para los fieles de Casteldi Leva, a las puertas de Roma, pero el día llegó y tuvo unamotivación que fue más allá de los límites del santuario y dela misma ciudad para abrazar al mundo. El automóvil con elPontífice a bordo, saludado por los fieles a lo largo del brevetrayecto que desde Ardeatina lleva al santuario, llegó con uncuarto de hora de anticipo sobre el programa, mientras el cie-lo nublado, que había amenazado lluvia hasta poco antes, seabría a un pálido sol. Francisco fue acogido por el arzobispovicario Angelo De Donatis, por el obispo Paolo Lojudice, au-xiliar para el sector sur; por el presidente de los oblatos Hijosdel Divino Amor, monseñor Enrico Feroci; por el rector delsantuario, don Luciano Chagas Costa; por el párroco, don Jo-hn Harry Bermeo Sánchez y por el rector del seminario, donVincent Pallippadan. Acompañaron al Papa el prefecto de laCasa pontificia, el arzobispo Georg Gänswein, con el regentede la Prefectura, monseñor Leonardo Sapienza y Piergiorgio

Mayoel mes dedicado a la Virgen

A lo largo de la historia ha sido llamado también como el «mes de lasflores», porque con la llegada del buen tiempo y tras las lluvias inver-nales, el campo y los jardines comienzan a cubrirse de un verde inten-so y de los colores y aromas de las flores. Y así, desde la Edad Mediase consagró el «mes de las flores» a la Virgen María para rendir cultoa las virtudes y bellezas de la Madre de Dios. Las primeras referenciasque se tienen son del siglo XIII, en el que el Alfonso X el Sabio, rey deCastilla, invita a rezar a María en una de sus cantigas: «BienvenidoMayo». En el siglo XVI la devoción se extiende por Alemania e Italia:un monje alemán legó un pequeño opúsculo titulado «Mayo espiri-tual», en el que figura el primer esbozo de la celebración del Mes deMaría. Por esas fechas san Felipe Neri aconsejaba a los jóvenes que ve-neraran a María durante el mes de mayo.

Zanetti, ayudante de cámara. El Papa se acercó a la balaustradaque mira a la plaza frente a la torre del primer milagro para salu-dar al millar de personas que se reunieron, agradeciéndoles porla festiva acogida e invitándoles a unirse a él: «Os pido conti-nuar la oración desde aquí. Recemos juntos. Nos vemos después,pero rezamos, ¿eh?»

El Pontífice después se detuvo con un grupo de scouts, entreellos muchos de la rama lobatos y lobeznas y algunas de las «da-mas» del santuario, reconocibles por una franja azul, que llevana cabo obras de acogida a los peregrinos y servicio litúrgico.Después se detuvo con una decena de seminaristas procedentesde Vietnam, Colombia, India, Haiti y Brasil.

Al llegar al atrio, saludó algunos enfermos antes de recoger elabrazo alegre de los fieles que desde detrás de las barreras le ten-dían una mano para dársela o para una caricia, le pasaban los ni-ños para un beso, le pedían una bendición o pararse para los yainevitables selfies, a los cuales Francisco no se negó. Eran nume-rosos también los hijos y las hijas de la Virgen del Divino Amor,congregaciones fundadas por el siervo de Dios don Umberto Te-renzi, primer rector y párroco.

Al entrar en el pequeño, antiguo santuario, acogido por elhimno a la Virgen, antes de iniciar la oración del rosario, el Papase detuvo en oración silenciosa, en pie, delante de la imagen dela Virgen del milagro. Este lugar no está unido a una aparición,sino a un evento prodigioso sucedido en la primavera de 1740,cuando un caminante, perdido en estos campos, rodeado de pe-rros rabiosos, se dirigió a la imagen mariana que vio allí cerca enla torre de un castillo derruido. Su invocación fue acogida: losperros se calmaron de repente, mientras que el desafortunadohombre fue rescatado por algunos pastores que acudieron al oírsus gritos desesperados. La noticia del milagro se difundió rápi-damente y dos años después fue tomada de la antigua torre y lle-vada a la cercana iglesia de Santa María ad Magos, mientras serecogían ofrendas para construir un nuevo templo en su lugar. El19 de abril de 1975, lunes de Pascua, la figura fue trasladada alsantuario. Hoy, no lejos de allí se levanta una iglesia más grandey moderna, inaugurada durante el jubileo del 2000.

El rosario —con la oración de los misterios dolorosos— fueguiado por el maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias,monseñor Marini, asistido por el ceremoniero Dubina, y fue ani-mado por representantes de algunas realidades del santuario: unareligiosa, un seminarista, un niña de catequesis, una «dama» yun miembro del grupo de lectio divina. Al finalizar, después dehaber impartido la bendición, le regalaron al Pontífice un cuadroque reproduce la imagen venerada en el santuario. Por su parte,el Papa dejó un cáliz. Después fue a las salas adyacentes a laiglesia, que conservan los ex votos de los fieles. En la primera, loatendieron veintitrés ancianos alojados en la casa de acogida si-tuada no lejos del complejo y gestionada por una cooperativa.Francisco les saludó uno a uno: un momento conmovedor, hechode palabras de consuelo, peticiones de bendición, caricias, alien-to. El Pontífice también se detuvo con Roberto Guarnieri, un

oblato, capellán de la cárcel de Rebibbia, que está combatiendocontra una grave enfermedad, mientras continúa su ministerio.

En la sala de al lado el alegre encuentro con niños y madreshuéspedes de dos casas familia: la Mater Divini Amoris, que seencuentra en un edificio de propiedad de la congregación de lashijas del Divino Amor a quienes es encomendada y que desde2008 puede acoger seis niños más otros dos menores por exigen-cias inmediatas de primera acogida; y la Tienda de Abraham,una estructura que se encuentra en el territorio parroquial, fun-dada hace diez años por el matrimonio Sara y Salvatore Carbo-ne, y que aloja a unas treinta personas —menores y madres conhijos— acompañadas en un recorrido que va hasta la reinserción

en la sociedad. Francisco saludó a los presentes, deteniéndose enparticular con los más pequeños, de los cuales recibió muchassonrisas, dibujos, poesías e incluso una invitación para comer.Que no rechazó. Regalaron al Papa una cesta con productos dela tierra, entregado por el Ebrima Dando, procedente de Gam-bia, uno de los chicos extranjeros que trabajan en la Nueva Arca,empresa social nacida en el seno de la Tienda de Abraham conel fin de ofrecer un trabajo digno a personas en situación desfa-vorecida a través de una agricultura ecosostenible y a precios jus-tos.

Antes de regresar al Vaticano, fue saludado de nuevo por elabrazo afectuoso de los fieles que habían participado en la ora-ción en el atrio, Francisco mantuvo la promesa inicial: fue denuevo cerca de la barandilla con vistas a la plaza frente al anti-guo complejo del santuario y desde allí dio las gracias a los quese habían quedado para atenderlo, invitándoles, antes de impar-tirles la bendición, a rezar un Avemaría.

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Tras el rezo del Regina Coeli el domin-go 29 de abril el Papa se refirió a lacumbre entre los líderes de Corea delNorte y Corea del Sur que se celebró

el viernes 27 y expresó que «acompaño con laoración el éxito de la cumbre intercoreana delpasado viernes y el valiente compromiso asumi-do por los líderes de las dos partes para realizarun camino de diálogo sincero por una penínsu-la coreana libre de armas nucleares». Con ante-rioridad, el Pontífice ha lanzado diversos llama-mientos por la paz en la península coreana enmúltiples ocasiones. Los cristianos en Corea delSur también quisieron realizar su aportación enun momento histórico de acercamiento con susvecinos del norte y el arzobispo de Seúl y admi-nistrador apostólico de Pyongyang, el cardenalAndrew Yeom, celebró una misa por la Recon-ciliación, para invocar la bendición de Dios yrezar por el éxito de la reunión intercoreana. Elpurpurado resaltó la importante misión de loscristianos en la búsqueda «de la unidad delpueblo coreano y la reconciliación de la penín-sula». El padre Ho Chang, sacerdote coreanodeclaró a la agencia Fides que «es nuestro sin-cero deseo que a partir de ahora se inicie undiálogo a largo plazo. El diálogo puede abrirlas puertas a la paz, la prosperidad y la reconci-liación en la región». Desde hace 23 años laIglesia coreana celebra cada semana un misapor la reconciliación, dando muestra en la ora-ción de su compromiso por la paz y ya son másde 1.100 celebraciones. El cardenal Yeom expli-có durante su homilía que el objetivo de cele-brar la santa misa por la reconciliación nacionales «cumplir con ardiente celo la misión que he-mos heredado del Señor, como fieles discípulossuyos, de trabajar duro para que cada quien denuestro pueblo en la península coreana tengavida y la tenga en abundancia». La oración porla paz también se dio en otros países asiáticoscomo Tailandia, donde la Conferencia Cristianade Asia (CCA), un órgano ecuménico que reúnea líderes de diferentes confesiones cristianas, ce-lebró una oración especial para pedir frutos po-sitivos de la cumbre y la coexistencia pacíficaentre las dos Coreas.

Proliferación de las sectas, seculariza-ción, crisis de la familia, disminuciónde las vocaciones, preocupación porlos jóvenes, tensiones sociales, po-

breza, cambios climáticos, trata de seres hu-manos: son los males que afligen a las Anti-llas, el gran archipiélago de la América Cen-tral insular. Para afrontar algunos de estosdesafíos la Conferencia episcopal, que tienesu sede en Puerto España (capital de Trini-dad y Tobago), organiza cada tres años unencuentro con los jóvenes para profundizaren su fe, basándose en el estudio de un do-cumento del magisterio. Este año en la reu-nión, que se celebrará en julio, la atención delos jóvenes se centrará en la exhortaciónapostólica postsinodal del Papa Francisco so-bre el amor en la familia: «hablaremos de laAmoris laetitia —afirma el arzobispo de Puer-to España, Charles Jason Gordon, en unanota enviada a la agencia Rome Reports y ala agencia Fides— y ya están entusiasmados.Tenemos otro grupo trabajando en Panamá,con más jóvenes. Hemos comenzado a recau-dar fondos y a hacer encuentros preparato-rios. Los planes están en marcha. Están tra-bajando juntos para preparar la JMJ de Pana-má». Los obispos reafirman la importanciade la paciencia, de la misericordia y delacompañamiento de las familias como partede su plan pastoral. A pesar de su fragilidad,la realidad peculiar de la familia caribeña,gracias a la capacidad de reacción y a la na-turaleza inclusiva, permanece como un puntode fuerza y una señal de esperanza para todala sociedad. Los obispos de la Conferenciaepiscopal de las Antillas estuvieron el pasado16 de abril en Roma con motivo de su visitaad limina y reflexionaron junto al Pontíficesobre temas fundamentales como la misión,la nueva evangelización, las vocaciones y lavulnerabilidad particular de la región. LaIglesia de las Antillas está compuesta porcinco archidiócesis, catorce diócesis y dos mi-siones sui iuris.

«L a Amazonia es un espacio en el quela vida religiosa de América Latinarealiza gran parte de su vocaciónmisionera». Lo recordó la secretaria

general de la Confederación latinoamericana y ca-ribeña de religiosos (CLAR), sor Luz Marina Valen-cia López, durante el encuentro que se celebró enBrasil, del 20 al 24 de abril, en el que participaronlas treinta congregaciones que realizan proyectosen la selva amazónica. El trabajo intercongregacio-nal e interinstitucional entre diferentes regiones dela Amazonia fue uno de los aspectos más destaca-dos de la reunión, promovida también por la RedEclesial Panamazónica (R E PA M ) y así ha quedadoreflejado en el mensaje final. En él, los participan-tes reafirman su compromiso para releer sus caris-mas «desde la Laudato si’». También destacan supropósito de reorganizarse para «recuperar el sen-tido vocacional y misionero, fortaleciendo nuestrasraíces» y de «trabajar con instituciones y organis-mos que defiendan la vida y los derechos de lospueblos y de la tierra». De cara al próximo Sínododel Amazonas que se celebrará en Roma el próxi-mo 2019 y remarcando el momento histórico quevive la región, los religiosos también se comprome-tieron a «configurar una identidad con rostro ama-zónico desde una ética del cuidado que generahospitalidad, unidad en la diversidad y comunión»así como a «promover la ecología integral con unaeducación y espiritualidad ecológica que provoqueincidencia política; hacer realidad una nueva ecle-sialidad Panamazónica». El secrerario ejecutivo dela repam, Mauricio López también subrayó en suintervención la importancia de la vida religiosa enla Amazonia. «Los pueblos, en su dinámica de vi-da, son expresión del reino de Dios, pero el acom-pañamiento de la Iglesia se realiza fundamental-mente a través de la vida religiosa», dijo. La clar yla repam, dos instituciones que comparten unagran sinergia entre ellas, finalizan su mensaje delencuentro destacando las palabras del Papa Fran-cisco a los pueblos indígenas en Puerto Maldona-do, durante su viaje a Perú: «Ayudad a vuestrosmisioneros y misioneras a hacerse uno solo con vo-sotros y así, dialogando con todos, podréis plas-mar una Iglesia con rostro amazónico y una Iglesiacon rostro indígena».

Religiosospor la Amazonia

Reconciliaciónen Corea

Juventudde fe en las Antillas

Voz de una Iglesiaque habita y sirve a la realidadbelleza a la vulgaridad, la amistad social a la

conflictividad. Cultiva y refuerza cada semillade vida y de bien.

Que las dificultades no os bloqueen: bastavolver un momento al clima que hace 50años envolvió la gestación del proyecto deAv v e n i re para recordar cuántas perplejidadesy resistencias, cuántas desconfianzas y con-trariedades trataron de frenar la voluntad dePablo VI sobre el nacimiento de un periódicocatólico de carácter nacional.

José, finalmente, es el santo custodio, elhombre de la concreción y de la proximidad.En el fondo, precisamente en esta disponibi-lidad de cuidar del otro está el secreto de supaternidad, lo que le ha hecho realmente pa-dre. La existencia del esposo de la Virgen esllamada y apoyo a una Iglesia que no aceptala reducción de la fe a la esfera privada e ín-tima, ni se resigna a un relativismo moralque exime y desorienta.

Que vosotros también podáis expresar unaIglesia que no mira la realidad ni desde fuerani desde arriba, sino que se cala dentro, semezcla, la habita y —por el servicio que ofre-ce— suscita y dilata la esperanza de todos.

Os animo a custodiar el espesor del pre-sente; a rechazar la información de fácil con-sumo, que no compromete; a reconstruir loscontextos y explicar las causas; a acercarsesiempre a las personas con gran respeto; a

apostar sobre las uniones que constituyen yrefuerzan la comunidad. Nada como la mise-ricordia crea cercanía, suscita actitudes deproximidad, favorece el encuentro y promue-ve una conciencia solidaria. Hacerse portado-res es el camino para contribuir a la renova-ción de la sociedad en el signo del bien co-mún, de la dignidad de cada uno y de la ple-na ciudadanía.

Hay necesidad de dar voz a los valores en-carnados en la memoria colectiva y a las re-servas culturales y espirituales del pueblo;contribuir a llevar en el mundo social, políti-co y económico la sensibilidad y las orienta-ciones de la Doctrina social de la Iglesia,siendo, nosotros los primeros, fieles intérpre-tes y testigos. No tengáis miedo de estar im-plicados. Las palabras —las verdaderas— p e-san: las sostiene solo quien las encarna en lavida. El testimonio, por otro lado, contribuyea vuestra misma fiabilidad. Un testimonioapasionado y alegre. Es el deseo final que osdirijo, haciendo mías una vez más las pala-bras del beato Pablo VI: «Es necesario elamor en la causa: si no se ama esta causa ha-remos poco, nos cansaremos en seguida, ve-remos las dificultades, veremos también diríalos inconvenientes, las polémicas, las deudas[…]. Debemos tener un gran amor a la cau-sa, decir que creemos en eso que estamos ha-ciendo y queremos hacer» (ibíd.).

De este amor, os pido, sea parte tambiénvuestra oración por mí. ¡Gracias!

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Una mirada al mundo actual

número 18, viernes 4 de mayo de 2018 L’OSSERVATORE ROMANO página 9

Los jóvenes y la confesiónEntrevista con el regente de la Penitenciaría apostólica

NICOLA GORI

Cuando se habla de jóvenes la reflexiónestá a menudo concentrada sobre algunosaspectos que se refieren a su vida dentrode la Iglesia y de la sociedad contempo-ránea. Pero es necesario también tomaren consideración lo que sucede en sumundo más íntimo, el que implica direc-tamente a la relación con Dios. Parte deesta premisa el congreso organizado porla Penitenciaría apostólica sobre el tema:«Confesión, jóvenes, fe y discernimientovocacional», que se celebró el Roma el26 y 27 de abril. Habla en esta entrevistaal Osservatore Romano, el regente del di-casterio, monseñor Krzysztof Nykiel.

¿Por qué un congreso sobre jóvenes?

El Papa Francisco, cuando eligió el te-ma para la próxima Asamblea general delSínodo de los obispos, expresó el deseo

ternura del amor misericordioso de Diosy se sienten animados a seguirlo en lo co-tidiano de la vida.

¿Qué temas serán tratados?

Algunos relatores delinearán el contex-to socio-cultural dentro del que vive hoyla fe un joven cristiano: a qué tentacionesestá llamado a resistir; qué dificultadesafrontar, en el plano espiritual pero a me-nudo también sobre el material; qué de-safíos conlleva acoger en la propia vida aJesús y anunciarlo al mundo. Otras inter-venciones intentarán proponer, en el pla-no pastoral, ideas e indicaciones útilespara que la Iglesia encuentre formas decomunicación creíbles para hablar de Je-sús hoy. Particularmente importante nosha parecido, al respecto, dejar la palabraa dos testigos que han vivido en primerapersona una experiencia fuerte de Dios yque recorrerán su camino de conversión y

cia la ayuda de la gracia de Cristo paracancelar el propio pecado y sostenerlo enel futuro. Además se ejercita cada vezmás en el examen de conciencia, que lesirve para abrirse a la verdad y a una re-lación profunda con Dios. Sabemos bienlo fundamental que es una práctica asi-dua del examen de conciencia para ma-durar la conciencia de sí mismos y poreso es indispensable para un correcto dis-cernimiento y para ver el diseño de Diosen la propia vida. ¡Cómo no recordar alrespecto el conocido episodio unido a lavida del Papa Francisco, que a la edad de17 años sintió tan intensamente la presen-cia amorosa de Dios durante una confe-sión, que precisamente en ese ocasión in-tuyó que el Señor lo estaba llamando a lavida consagrada! Finalmente, ha sido pu-blicada recientemente la exhortaciónapostólica Gaudete et exsultate, con lacual el Papa ha confirmado que todos los

de que la Iglesia muestre con renovadovigor su preocupación en relación con losjóvenes. Como madre y maestra, la Igle-sia está llamada a acompañar a los jóve-nes en su camino existencial para que, através de un proceso de discernimiento,puedan descubrir su proyecto de vidaabriéndose al encuentro con Dios y elprójimo. Acogiendo la invitación delPontífice, la Penitenciaría apostólica de-sea proporcionar la propia contribución ala reflexión eclesial, volviendo a llamar elrol central del sacramento de la reconci-liación en el desarrollo de la fe y en eldiscernimiento espiritual de los jóvenescristianos. En el coloquio con los jóve-nes, quiero enfatizar esto: los confesores,que son también educadores de las con-ciencias, tienen la increíble oportunidadde encontrar su mundo, rico de muchascosas bonitas pero también de situacionesfeas, tristes, que les atormentan y les ha-cen sufrir. No es infrecuente que se sien-tan desanimados o incapaces de imaginarpositivamente su futuro. Recibiendo laabsolución sacramental, se experimenta la

de vida cristiana dando luz en particulara la importancia del sacramento de la re-conciliación. El Señor no se cansa nuncade llamar a chicos y chicas a seguirlo. Ennuestro tiempo, el principal obstáculo ala ofrenda generosa de la propia vidaconsiste en la experiencia del pecado. Nopocas veces el mal realizado lleva a con-siderarse indignos, mientras eso en segui-da produce resentimiento y apaga la con-fianza en los hermanos y en Dios. La Pe-nitencia apostólica con este congreso nofalla a su misión de ser el tribunal de lamisericordia y de promover la importan-cia del sacramento de la penitencia, canalprivilegiado de la misericordia de Diospara cada criatura.

Por tanto, ¿el sacramento de la reconcilia-ción tiene un rol decisivo en la vida espiri-tual y en el proceso de discernimiento de losjóvenes?

Por supuesto. Un joven que es movidopor el Espíritu Santo y se acerca al con-fesionario, reconoce sobre todo no bas-tarse a sí mismo y pide como consecuen-

hombres están llamados a la santidad.Un confesión humilde, sincera y frecuen-te nos ayuda a entendernos a nosotrosmismos y a comprender quién somosrealmente, cuánto nos ama Dios ylo in-tensamente que desea nuestra felicidad,respetando nuestra libertad y esperandonuestro sí a su voluntad. Una buena con-fesión nos ayuda a crecer en las virtudes,a reforzarnos en el combate espiritual y afiarnos de Él cada día más y a progresaren el camino de la santidad.

¿Qué actitudes debe tener un confesor cuan-do un joven se acerca al confesionario?

El Pontífice ha indicado repetidamenteen su magisterio las cualidades de unbuen confesor. Pienso por ejemplo en lasindicaciones en la carta apostólica Miseri-cordia et misera y en las palabras pronun-ciadas el pasado 6 de marzo en la au-diencia a la Penitenciaría apostólica, cen-tradas en la atenciones que hay que teneren la escucha de las confesiones de losjóvenes.

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vó el Papa definiéndolo «un verdadero pasaje de evangeli-zación: así evangeliza el Señor, así anuncia el Señor, asíquiere el Señor que evangelicemos».

Francisco indicó «tres palabras clave» para comprenderhasta el fondo el sentido y la forma de evangelización. So-bre todo, reveló, «es el Espíritu que empuja» y «dice a Fe-lipe “levántate”, primera palabra; “a c é rc a t e ”, segunda pala-bra; y tercera palabra, “parte de la situación”».

Exactamente «con estas tres palabras se estructura todala evangelización», afirmó el Pontífice. Es el Espíritu, dehecho, «quien empieza y sostiene la evangelización». Por-que «la evangelización no es un plan bien hecho de prose-litismo: “Vamos aquí y hacemos muchos prosélitos, por allí,y muchos...”». En realidad, precisó Francisco, «es el Espíri-tu quien te dice como tú debes ir para llevar la Palabra deDios, para llevar el nombre de Jesús». Por eso «empiezadiciendo: “levántate y ve”» en esa dirección. Con la con-ciencia de que «no existe una evangelización “de sofá”».Por tanto «“levántate y ve”, en salida siempre, “ve”, en mo-vimiento, ve al lugar donde tú debes decir la palabra».

El Papa quiso recordar a «muchos hombres y mujeresque han dejado la patria, la familia y han ido a tierras leja-nas para llevar la Palabra de Dios». Y muchos de ellos«muchas veces» no estaban ni siquiera «preparados física-mente, porque no tenían los anticuerpos para resistir a lasenfermedades de esas tierras, y morían jóvenes, con cuaren-ta años o morían martirizados».

Al respecto, Francisco compartió la historia de «un grancardenal» —que «está vivo todavía, bueno, bueno»— el cualtiene el encargo de ir a las tierras de misión. Y, contó,«cuando él va a estos lugares, lo primero que hace es ir alcementerio y mirar los nombres de los misioneros y la fechade la muerte: todos jóvenes». Para ese cardenal «todo estosdeben ser canonizados: son mártires, mártires de la evange-lización».

En resumen, relanzó el Pontífice, «ve, no te preocupes»,teniendo bien presente que la «primera palabra de una ver-dadera evangelización es “levántate y ve”». Por eso, aconse-jó «no llevar el vademecum de la evangelización, porque nosirve». Debe vivirse la «segunda palabra: “a c é rc a t e ”». Quesignifica «cercanía». Por tanto, sugirió el Papa, «acercarsepara mirar qué sucede». Precisamente como «hace Felipe.Ve ese carro que viene y el Espíritu le dice: “Ve adelante ya c é rc a t e ” para ver qué sucede allí dentro». Los Hechoscuentan que «Felipe corrió». Corrió «y escuchó que ese se-ñor que estaba en el caro, un ministro de la economía, leíaa Isaías». Felipe «escuchó bien e intuyó, por la gracia delEspíritu Santo, que ese hombre no entendía bien». Y «allíFelipe sintió que debía dar otro paso: el Espíritu dice: “veadelante todavía”». Así «empieza a hablar y la pregunta es:“¿entiendes lo que estás leyendo?”». Es así como el hombrehace subir a «Felipe en el carro» para decirle que no eracapaz de entender, porque nadie se lo había explicado. Y«Felipe, tomando la palabra y partiendo de ese pasaje,“parte de la situación”»: la «tercera palabra».

Por tanto «“álzate”, “a c é rc a t e ”, “parte de la situación”:no partir de la teoría» sino de «esa pregunta que el Espíri-tu suscita. No se puede evangelizar en teoría». Porque «laevangelización es un poco cuerpo a cuerpo, persona a per-sona: se parte de la situación, no de las teorías».

Con este estilo, Felipe «anuncia a Jesucristo y la valentíadel Espíritu lo empuja a bautizar» a su interlocutor: «Vemás allá, ve, ve, hasta que sientas que ha terminado suobra».

«Así se hace la evangelización» relanzó el Papa, repropo-niendo las «tres palabras» que «son clave para todos noso-tros cristianos», llamados a «evangelizar con nuestra vida,con nuestro ejemplo y también con nuestra palabra».

Y entonces «levántate, acércate, cercanía, y parte de la si-tuación, la concreta: un método sencillo, pero es el métodode Jesús» que «evangelizaba así, siempre en camino, siem-pre en el camino, siempre cerca de la gente y siempre par-tía de las situaciones concretas, de la concreción».

Por tanto, recordó el Pontífice, «se puede evangelizar so-lamente con estas tres actitudes, pero bajo la fuerza del Es-píritu Santo: sin el Espíritu ni siquiera estas tres actitudessirven; es el Espíritu quien nos impulsa a levantarnos, aacercarnos y a partir de las situaciones».

En conclusión Francisco invitó a rezar «hoy por todosnosotros cristianos que tenemos la obligación de evangeli-zar, la misión de evangelizar». Que el Señor «nos dé lagracia de ser escuchados por el Espíritu y tener estas actitu-des: estar en salida; ir; ser cercanos a la gente; y partir node las teorías sino de las situaciones concretas».

La evangelizaciónno se hace en el sofá

«L a evangelización no se hace en el sofá» ba-sándose en «teorías», sino dejando hacer alEspíritu Santo. El estilo adecuado es ir ha-cia las personas y estar muy cerca de ellas,

partiendo siempre de las «situaciones concretas»: casi «uncuerpo a cuerpo» que se hace con la vida y la palabra. Esun «tratado» simple y directo sobre la evangelización elque propuso el Papa Francisco en la misa celebrada el jue-ves 19 de abril en Santa Marta. «Después del martirio deEsteban —hizo presente Francisco refiriéndose expresamen-

La homilía del PontíficeMisa en Santa Marta

te a las narraciones de los Hechos de los apóstoles pro-puestos en estos días por la liturgia— estalló una gran per-secución en Jerusalén: los cristianos eran perseguidos ytambién Pablo iba con ellos, y les tomaba de casa, de unaparte a la otra». Así, afirmó el Papa, «los discípulos se dis-persaron un poco por todos lados, por todas las regionesde Judea y Samaria».

Precisamente «ese viento de la persecución» hizo que«los discípulos fueran más allá», confirmó el Pontífice re-lanzando esta imagen eficaz: «Como hace el viento con lassemillas de las plantas, las lleva más allá y siembra, así su-cedió aquí: ellos fueron más allá, con la semilla de la pala-bra, y sembraron la palabra de Dios». Así, añadió, «pode-mos decir, un poco bromeando, nació la Propaganda fide».

Es «de una persecución, de un viento» que «los discípu-los llevaron la evangelización». Lo confirma, por otro lado,el «pasaje que hoy hemos leído», tomado de los Hechos(8, 26-40). Un pasaje que «es de una gran belleza», obser-

número 18, viernes 4 de mayo de 2018 L’OSSERVATORE ROMANO página 11

Comouna bicicleta

El equilibrio de la Iglesia recuerda al de la bicicleta quecae si está quieta pero «funciona bien» si está en movi-miento. Y es precisamente del inmovilismo, de la rigi-dez, del «siempre se ha hecho así» lo que hace «prisio-

neros de las ideas», de las resistencias ideológicas a todo cambiosugerido por el Espíritu, de lo que el Papa Francisco puso enguardia el martes 24 de abril durante la misa celebrada en SantaMarta.

«Cuando a causa de la persecución que explotó en Jerusalénlos discípulos se dispersaron y sembraron la palabra de Dios—explicó el Pontífice— comenzó el diálogo entre ellos y la genteque no era de su pueblo, gente con otra cultura, otro pensamien-to, otra filosofía, otra lengua, pero ellos fueron adelante».

En particular, algunos discípulos «comenzaron a predicar elEvangelio a esa gente que no era judía, del pueblo de Dios»,continuó. La predicación del Evangelio a los «paganos era unanovedad: una de las primeras novedades de la Iglesia» señalóFrancisco, subrayando: «Nosotros sabemos que Dios es el Señorde las novedades y siempre viene a nuestro encuentro con algonuevo, nunca se repite, nunca, es original en sí mismo».

«Frente a las novedades de Dios hay comportamientos diver-sos» reconoció el Papa. «Nosotros, en la liturgia de hoy vemosdos, ambos de resistencia a la novedad, de resistencia a los cam-bios» explicó. Y así, dijo refiriéndose al pasaje de los Hechos delos apóstoles (11, 19-26), «en la primera lectura, este predicar aJesucristo a los paganos es una novedad y no entraba en la cabe-za del Pueblo de Dios». Y «por eso, aquellos de Jerusalén sequedaron un poco inquietos y enviaron a Bernabé» a Antioquía«a ver un poco». Por lo tanto, Bernabé «hizo allí una visita ca-nónica para ver cómo iba aquella Iglesia.

«Esta resistencia a la novedad, es decir, a predicar el Evangelioa los no judíos, se ve también en el problema que tuvo Pedrocuando fue donde Cornelio», continuó el Pontífice, citando otroepisodio contado en los Hechos de los apóstoles y mencionando«el escándalo que después le hicieron los de Jerusalén: tuvo queir allí, explicar lo que había sucedido». Pero «después del diálo-go sintieron que allí había una cosa de Dios; que era precisamen-te el Espíritu quien les empujaba a esta novedad: “Si ellos, pri-mera regla, quieren ser de los nuestros, que hagan todos los ritosde iniciaciones judíos y después serán de los nuestros y despuésel Evangelio”».

Así, «rezaron, buscaron la luz del Señor, supieron discernir lasseñales de los tiempos» relanzó Francisco. Y «tal vez recordaronaquellas palabras de Jesús: “el Espíritu Santo os enseñará todo yos recordará”». Por lo tanto, continuó el Papa, «es el Espírituquien les daba esa sabiduría nueva y así se abrieron al EspírituSanto y a la Iglesia y fue adelante y los paganos fueron admiti-dos en la Iglesia sin pasar por ritos de iniciación judía». Y «estaes la gran primera novedad de la Iglesia y consiguieron hacer elcambio». Con «una primera resistencia, pero abierta: es normaleso, es normal según Dios».

En realidad «ellos —afirmó el Pontífice— se quedaron dócilesal Espíritu Santo para hacer una cosa que era más que una revo-lución, un cambio fuerte: en el centro estaba el Espíritu Santo,no ellos; el Espíritu Santo, no la ley». Así «la Iglesia era unaIglesia en movimiento, una Iglesia que iba más allá de sí mis-ma». Así «no era un grupo cerrado de elegidos sino una Iglesiamisionera: es más, el equilibrio de la Iglesia, por decirlo así, estáprecisamente en la movilidad, en la fidelidad al Espíritu Santo».

«Alguno decía que el equilibrio de la Iglesia se parece al equi-librio de la bicicleta: está firme y está bien cuando está en movi-miento; si la dejas parada, cae» dijo el Papa, remarcando que es«un buen ejemplo» porque nos recuerda «ir en movimiento se-gún el Espíritu Santo». Y «el Espíritu», que es «el centro», hace«libres, con la libertad de los hijos de Dios: si esa primera resis-tencia, que es también una cosa humana, no es mala pero tieneesta novedad, hay que aclararlo en el discernimiento, en la ora-ción y después se asume y quiere ir adelante». Y «esto es un pri-mer comportamiento frente a las resistencias».

«El otro ejemplo es la resistencia de los doctores de la ley, quese ve bien en el inicio del Evangelio» relanzó Francisco en refe-rencia al pasaje evangélico de Juan (10, 22-30) propuesto por laliturgia. «Ya al final de la vida, era invierno, Jesús caminaba enel templo, en el pórtico de Salomón», explicó el Papa. Entonces«los jueces le rodearon y ese grupito le decía: ¿Hasta cuándo nostendrás en la incertidumbre? Si tú eres el Cristo, dínoslo abierta-mente”. Y Jesús les miraba y les respondió: “Os lo he dicho y nolo creéis. Las obras que yo cumplo”».

Pero ellos, continuó el Papa, «volviendo sobre la misma pre-gunta, fueron incapaces de salir de aquel mundo cerrado, sonprisioneros de las ideas. Recibieron la ley que era vida pero la“d e s t i l a ro n ”, la transformaron en ideología y así dan vueltas, danvueltas y son incapaces de salir y cualquier novedad para ellos esuna amenaza». Y «por eso terminaron por asesinar a Jesús. Es-

tán pegados a la literalidad de las cosas, están pegados a aquelcierre que ellos hicieron ideologizando la ley del Señor».

«Esta resistencia es muy difícil de sanar, es necesaria una gra-cia muy grande del Espíritu Santo» afirmó el Pontífice. Tantoque, «después de tres años» pasados «escuchando a Jesús, discu-tiendo con Jesús, viendo los milagros» le preguntan: «Pero en-tonces, ¿hasta cuándo nos tendrás en la incertidumbre?». En re-sumen, «no entendieron, no dejaron entrar nada de Jesús: cerra-dos». Y «este cierre se convierte en rigidez y ellos no tienen alEspíritu Santo en el centro. No son libres hijos de Dios: en elcentro» se ponen «a ellos mismos, cerrados, rígidos», viviendo«con ese modo de diferenciar la revelación de Dios, que eraideológico y no estaba abierto al Espíritu Santo que estaba ha-ciendo tantos cambios». Era «gente que siempre volvía a lo mis-mo y nada les hacía felices».

A ellos, Jesús, «con un poco de ironía» les dice: «Pero voso-tros sois como esos niños sentados en la plaza que dicen a losdemás: “os hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemoscantado un lamento y no os habéis golpeado el pecho”. Pero,¿nada os parece bien? Solamente la rigidez de las ideas y el“siempre se ha hecho así”». «Esta es la ortodoxia de esta genteque cierra el corazón a las novedades de Dios, al Espíritu Santo»insistió el Papa. «Esta gente —añadió— no sabe discernir las se-ñales de los tiempos. Quieren una Iglesia, querían eso, una sina-goga, una Iglesia cerrada rígida, no abierta a las novedades deDios». En cambio, «el otro comportamiento, el de los discípulos,de los apóstoles, es un comportamiento de libertad, la libertadde los hijos de Dios». Por lo tanto, reconoció el Pontífice, «tie-nen resistencias al inicio». Pero «esto no solo es humano, es unagarantía de que no se dejen engañar por cualquier cosa y des-pués con la oración y el discernimiento encuentran el camino».Porque «siempre habrá resistencias al Espíritu Santo, siempre,hasta el fin del mundo».

En conclusión, Francisco invitó a pedir al Señor «que nos déla gracia de saber resistir a aquello a lo que debemos resistir, loque viene del maligno, lo que nos quita la libertad». Y que «elSeñor nos de la gracia» de saber abrirnos «a las novedades, perosolamente a aquellas que vienen de Dios con la fuerza del Espíri-tu Santo» y que «nos dé la gracia de discernir las señales deltiempo para tomar las decisiones que deberemos tomar en esemomento».

página 12 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 4 de mayo de 2018, número 18

No a aquel que divideEl Papa recuerda que con el bautismo renunciamos a las sugestiones del diablo

«En la medida en la que digo “no” a lassugestiones del diablo —aquel que divide— soycapaz de decir “sí” a Dios». Lo subrayó el PapaFrancisco en la audiencia general del miércoles 2de mayo, en la plaza San Pedro, prosiguiendocon el ciclo de reflexiones dedicadas al bautismo.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!Prosiguiendo con la reflexión sobre el bau-

tismo, hoy quisiera detenerme en los ritos cen-trales, que se desarrollan en la pila bautismal.Consideramos en primer lugar el agua, sobrela cual se invoca el poder del Espíritu paraque tenga la fuerza de regenerar y renovar (cf.Juan 3, 5 y Ti t o 3, 5). El agua es matriz de vi-da y de bienestar, mientras que su falta provo-ca la extinción de toda fecundidad, como su-cede en el desierto; pero el agua puede sertambién causa de muerte, cuando sumerge en-tre sus olas o en grandes cantidades arrasacon todo; finalmente, el agua tiene la capaci-dad de lavar, limpiar y purificar.

A partir de este simbolismo natural, univer-salmente reconocido, la Biblia describe las in-tervenciones y las promesas de Dios a travésdel signo del agua. Aún así, el poder de per-donar los pecados no está en el agua en sí,como explicaba san Ambrosio a los nuevosbautizados: «Has visto el agua, pero no todael agua resana: resana el agua que tiene lagracia de Cristo […] La acción es del agua, laeficacia es del Espíritu Santo» (De sacramentis1, 15). Por eso la Iglesia invoca la acción delEspíritu sobre el agua «para que aquellos queen ella reciban el bautismo, sean sepultadoscon Cristo en la muerte y con Él resuciten ala vida inmortal» (Rito del Bautismo de los ni-ños, n. 60). La oración de bendición dice queDios ha preparado el agua «para ser signo delbautismo» y recuerda las principales prefigu-raciones bíblicas: sobre las aguas de los oríge-nes se libraba el Espíritu para hacerlas semillade vida (cf. Génesis 1, 1-2); el agua del diluviomarcó el final del pecado y el inicio de la vidanueva (cf. Génesis 7, 6-8, 22); a través del aguadel Mar Rojo fueron liberados de la esclavi-tud de Egipto los hijos de Abraham (cf. Éxo-do 14, 15-31). En relación con Jesús, se recuer-da el bautismo en el Jordán (cf. Ma t e o 3, 1 3-

17), la sangre y el agua derramados de su cos-tado (cf. Juan 19, 31-37), y el mandato a losdiscípulos de bautizar a todos los pueblos enel nombre de la Trinidad (cf. Ma t e o 28, 19).Fortalecidos por tal recuerdo, se pide a Diosinfundir en el agua de la pila la gracia deCristo muerto y resucitado (cf. Rito del bautis-mo de los niños, n. 60). Y así, esta agua vienetransformada en agua que lleva en sí la fuerzadel Espíritu Santo. Y con esta agua con lafuerza del Espíritu Santo, bautizamos a lagente, bautizamos a los adultos, a los niños, ato dos.

Santificada el agua de la pila, es necesariodisponer el corazón para acceder al bautismo.Esto sucede con la renuncia a Satanás y laprofesión de fe, dos actos estrechamente co-nectados entre ellos. En la medida en la que

digo «no» a las sugestiones del diablo —aquelque divide— soy capaz de decir «sí» a Diosque me llama a adaptarme a Él en los pensa-mientos y en las obras. El diablo divide; Diosune siempre la comunidad, la gente en un so-lo pueblo. No es posible adherirse a Cristoponiendo condiciones. Es necesario despegar-se de ciertas uniones para poder abrazar real-mente otros; o estás bien con Dios o estásbien con el diablo. Por esto la renuncia y elacto de fe van juntos. Es necesario cortar lospuentes, dejándoles a la espalda, para em-prender el nuevo Camino que es Cristo.

La respuesta a las preguntas —«¿Renunciáisa Satanás, a todas sus obras, y a todas sus se-ducciones?»— está formulada en primera per-sona del singular: «Renuncio». Y de la mismaforma es profesada la fe de la Iglesia, dicien-do: «Creo». Yo renuncio y yo creo: esta es labase del bautismo. Es una elección responsa-ble, que exige ser traducida en gestos concre-tos de confianza en Dios. El acto de fe supo-ne un compromiso que el mismo bautismoayudará a mantener con perseverancia en lasdiferentes situaciones y pruebas de la vida.Recordamos la antigua sabiduría de Israel:«Hijo, si te llegas a servir al Señor, prepara tualma para la prueba» (Eclesiástico 2, 1), es de-cir, prepárate a la lucha. Y la presencia delEspíritu Santo nos da la fuerza para lucharbien.

Queridos hermanos y hermanas, cuandomojamos la mano en el agua bendecida —en-trando en una iglesia tocamos el agua bende-cida— y hacemos la señal de la cruz, pense-mos con alegría y gratitud en el bautismo quehemos recibido —esta agua bendecida nos re-cuerda el bautismo— y renovamos nuestro«Amén» —«Estoy contento»—, para vivir in-mersos en el amor de la Santísima Trinidad.

Al finalizar la catequesis, el Papa saludó a losgrupos presentes en la plaza.

Saludo cordialmente a los peregrinos de len-gua española, en particular a los grupos pro-venientes de España y Latinoamérica.

Los invito a que hagan memoria agradecidade su bautismo, y a que renueven con alegríay convencimiento el compromiso que sellaronaquel día, de modo que vivan siempre inmer-sos en el amor de Dios Padre, Hijo y EspírituSanto. Muchas gracias.