mujeres de oración y predicación

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MUJERES DE ORACIÓN Y PREDICACIÓN: FUNDAMENTOS BÍBLICOS Y PASTORALES Elaborado por Hna. Eneida Chavarría

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PREDICACIÓN

DEFINICIÓN:La palabra griega kē·rýs·sō, (traduce “predicar) significa “proclamar comoheraldo; proclamar (victorioso)”.

El sustantivo es kḗ·ryx, que significa “pregonero; divulgador; enviado;heraldo (que hacía proclamación y mantenía el orden en asambleas, etc.)” ykḗ·ryg·ma: “proclamación, pregón; anuncio , mandato; convocatoria”.

El NT emplea verbos y sustantivos para definirlo: pregonar, proclamar, comooficio del heraldo), (dar una buena noticia), y varios verbos compuestos de(anunciar, proclamar).

Kē·rýs·sō (hebreo ba·sár) significa “llevar noticias; anunciar; actuar comoportador de noticias”.

¿ES LO MISMO EVANGELIZACIÓN Y PREDICACION?

EVANGELIZACION: (Pablo VI ) proceso amplio y complejo, que abarca eltestimonio de la vida, el anuncio explícito de la Palabra, la celebración de lafe, el compromiso social... En este sentido, la evangelización es una actividadeclesial más amplia que la predicación propiamente dicha.

PREDICACIÓN: Parte central de la tarea evangelizadora. La urgencia de laevangelización se traduce necesariamente en urgencia de la predicación.

Documentos del Vaticano II, pasando por el Sínodo de los Obispos sobre laEvangelización (1974), la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, losdocumentos de Puebla, el magisterio de Juan Pablo II...

““Vivía en su casa Judit, guardando su viudez hacía tres años y cuatro meses.Habíase hecho un cobertizo en el terrado de la casa y llevaba saco a lacintura, debajo de los vestidos de su viudez. Ayunaba todos los días, fuera delos sábados, novilunios, las solemnidades y días de regocijo en casa de Israel.Era bella de formas y de muy agradable presencia. Su marido, Manasés, lehabía dejado oro y plata, siervos y siervas, ganados y campos, que ella por síadministraba. Nadie podía decir de ella una palabra mala, porque era muytemerosa de Dios” (8, 4-8).

Haz que todo tu pueblo y cada una de sus tribus reconozca y sepa que túeres el. Dios de toda fortaleza y poder y que no hay otro fuera de ti queproteja al linaje de Israel” (9, 14).

“… bañó en agua su cuerpo, se ungió con ungüentos, aderezó los cabellos desu cabeza, púsose encima la mitra, se vistió el traje de fiesta con se adornabacuando vivía su marido Manasés, calzóse las sandalias, se puso los brazaletes,ajorcas, anillos y aretes y todas sus joyas y quedó tan ataviada que seducíalos ojos de cuentos hombres la miraban” (10, 3-4).

4. Aunque la predicación es un don de Dios, el predicador prudente debe prepararsecon estudio asiduo y oración, pero no para decir sutilezas, para dar vueltas a laspalabras, para multiplicar las anécdotas…, sino para transmitir el verdadero mensaje .

“Si he hallado gracia a tus ojos, ¡oh rey!, y si elrey lo cree bueno, concédeme la vida mía: heahí mi petición, y salva a mi pueblo: he ahí mideseo. Porque estamos vendidos yo y mipueblo para ser exterminados, degollados,aniquilados”. Ester, 7: 3-4

. El predicador debe conocer la Escritura, las criaturas y lahistoria

La samaritana con la que Jesús seencontró junto al pozo de Jacob, ademásde pertenecer a un pueblo despreciadopor los judíos, gozaba de mala fama aunentre los suyos. No obstante, después queJesús se le reveló, lo dio a conocer amucha de la gente de su ciudad (Juan 4,3–30).

6. La conducta y la persona del predicador no han de serdespreciables, “no sea que por ello sea despreciada supredicación”.

Mujer fuerte quien ve morir a sus hijos en undía, todo lo llevaba con buen ánimo, por laesperanza que tenía en Yahvé. 2 Mac 7

«Yo no se como aparecieron en mi seno; yo noles di el aliento ni la vida, ni la que unió losmiembros de su cuerpo. Fue el creador deluniverso, el que modela la raza humana ydetermina el origen de todo. Él con sumisericordia, les devolverá el aliento y la vida siahora se sacrifican por su ley» (2 Mac 7, 22)

LA MADRE DE LOS HERMANOS MACABEOS

1. Humildad para apropiarse del mensaje.2. Honestidad para predicar lo que entiende y cree.3. Coraje y valentía para no callar el mensaje.4. Asiduo a la oración y disponibilidad al estudio5. Debe conocer las Sagradas Escrituras y la realidad de su

entorno6. Tener buena conducta y ser testimonio del Reino7. Inyectar pasión como Pablo, Débora…8. Estar abiertos y disponibles a predicar donde se necesita9. Ganar la confianza de la comunidad, auditorio, etc.

¿QUÉ NECESITA UN PREDICADOR/A?

CARACTERÍSTICAS DE LA PREDICACIÓN

1- Su origen debe brotar de la propia experiencia personal,la oración, que transforma, convierte, transfigura.

"Ten piedad de mí, Señor. Mi hija está malamente endemoniada"Ten piedad de mí, Señor. Mi hija está malamente endemoniada

«Y he aquí una mujer cananea que habíasalido de aquella región clamaba, diciéndole:!!Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí!Mi hija es gravemente atormentada por undemonio.

25 Entonces ella vino y se postró ante él,diciendo: !!Señor, socórreme!

28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Ohmujer, grande es tu fe; hágase contigo comoquieres. Y su hija fue sanada desde aquellahora» Mt. 15, 21-28

2- La fuente de inspiración es el Espíritu Santo

«Entonces una mujer llamada Lidia,vendedora de púrpura, de la ciudad deTiatira, que adoraba a Dios, estabaoyendo; y el Señor abrió el corazón deella para que estuviese atenta a lo quePablo decía… Si habéis juzgado que yosea fiel al Señor, entrad en mi casa, yposad. Y nos obligó a quedarnos. Hechos16, 14-15

Los creyentes comenzaron a reunirse en casade Lidia y formaron una iglesia amada porPablo que estuvo en su mente y en su corazónmientras esperaba su juicio en la cárcel deRoma (Filipenses 4:10, 14, 17-18).

5- LA PREDICACIÓN PROFÉTICA nace desde las entrañas del presente,desde las circunstancias históricas del presente, para iluminarlo desde lafe, y está abierto al futuro y es generador de esperanza. En el centro desu predicación están la fidelidad a Dios y la fidelidad a los hombres.

«Pablo se quedó varios días… se embarcó rumbo a Siria, con él ibanPriscila y Áquila… « Hch 18, 18

, “Saludad a Prisca (Priscila)y Áquila, mis colaboradoresen Cristo Jesús. Ellosexpusieron sus cabezaspara salvarme» (Rm 16, 3).