AÑO 1 Nº 1Agosto del 2015

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EDITORIALDirectores GeneralesLucy y Ricardo Araujo Castro.

Director EditorialMartín Leonardo Martínez Treviño.

ContenidoMartín Leonardo Martínez Treviño.

Imagen y DiseñoMartín Leonardo Martínez Treviño.

ÍNDICE

Kerygma Matrimonial

Magisterio de la Iglesia

Temas de Actualidad

Avisos

Artículo Mensual03

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Catequesis S/Familia10

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Con la vista puesta en el servicio y el amor a la familia cristiana, ponemos ante ustedes esta primera edición de la revista del MFC-Latinoamericano.

Queremos que esta revista sea un medio de evangelización para todos aquellos matrimonios y familias que estén interesados en la promoción de los valores humanos y cristianos de la familia en la comunidad.

Siendo nuestro único fin, la evangelización de la familia, pondremos a su disposición esta revista electrónica una vez al mes. En ella encontrarán seis secciones, a saber: la primera corresponde a un artículo mensual escrito por los presidentes latinoamericanos del MFC. La segunda sección

contendrá una parte del Kerygma matrimonial, que nos

hará reflexionar en el trato que tenemos con Dios. En la tercera encontraremos un abstracto de uno de los documentos del Magisterio de la Iglesia respecto a la familia. La cuarta sección contendrá artículos doctrinales-teológicos actuales de interés. La penúltima sección se basará en las catequisis del Papa Francisco sobre la Familia. Y la última sección estará abarrotada por avisos de interés, principalmente para la membresía del MFC.

Nos despedimos de ustedes, esperando tengan un buen provecho espiritual de esta edición. Dios con ustedes y sus familias.

“La evangelización de América pasa por la familia”.

PRESENTACIÓN

Lucy y Ricardo Araujo Castro.Presidentes Latinoamericanos del MFC.

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KERIGMAMATRIMONIAL

La palabra “padre” automáticamente revive dentro de nosotros la relación que tuvimos con nuestro papá.

Seguramente para la mayoría, es un recuerdo positivo y maravilloso. Normalmente el padre es símbolo de un amor total e incondicional.

Tal vez por eso Dios, que es amor (1Jn 4,8), escogió de nuestro lenguaje la palabra “padre” para autodefinirse. El tener una buena relación con el propio padre, abre el camino para establecer una buena relación con Dios.

Si se tiene una experiencia negativa en relación con la paternidad, es necesario “desintoxicarse”

¿DIOS ES MI PADRE?

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La palabra “padre” automáticamente revive dentro de nosotros la relación que tuvimos con nuestro papá.

Seguramente para la mayoría, es un recuerdo positivo y maravilloso. Normalmente el padre es símbolo de un amor total e incondicional.

Tal vez por eso Dios, que es amor (1Jn 4,8), escogió de nuestro lenguaje la palabra “padre” para autodefinirse. El tener una buena relación con el propio padre, abre el camino para establecer una buena relación con Dios.

Si se tiene una experiencia negativa en relación con la paternidad, es necesario “desintoxicarse”

y quitar las etiquetas negativas, reconociendo la propia historia y haciendo conciencia de las heridas de la infancia. Con ayuda de una terapia dirigida por un profesional (psicólogo, orientador, consejero, etc.) es posible sanar y reconciliar esa etapa de la vida.

Por otro lado, para quien “suspira por un buen padre”, la relación con Dios Padre puede llegar a ser profunda, plena y liberadora.

Dios Padre nos espera a todos con los brazos abiertos, pero cada quien tiene que hacer su proceso personal y recorrer su camino para ir construyendo una relación personal y auténtica con Él.

¿DIOS ES MI PADRE?

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MAGISTERIO DE LAIGLESIA

La familia, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá como ninguna otra institución, la acometida de las transformaciones amplias, profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura. Muchas familias viven esta situación permaneciendo fieles a los valores que constituyen el fundamento de la institución familiar. Otras se sienten inciertas y desanimadas de cara a su cometido, e incluso en estado de duda o de ignorancia respecto al significado último y a la verdad de la vida conyugal y familiar. Otras, en fin, a causa de diferentes situaciones de injusticia se ven impedidas para realizar sus derechos fundamentales.

LA IGLESIA AL SERVICIO DE LA FAMILIA

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La familia, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá como ninguna otra institución, la acometida de las transformaciones amplias, profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura. Muchas familias viven esta situación permaneciendo fieles a los valores que constituyen el fundamento de la institución familiar. Otras se sienten inciertas y desanimadas de cara a su cometido, e incluso en estado de duda o de ignorancia respecto al significado último y a la verdad de la vida conyugal y familiar. Otras, en fin, a causa de diferentes situaciones de injusticia se ven impedidas para realizar sus derechos fundamentales.

La Iglesia, consciente de que el matrimonio y la familia constituyen uno de los bienes más preciosos de la humanidad, quiere hacer sentir su voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que, conociendo ya el valor del matrimonio y de la familia, trata de vivirlo fielmente; a todo aquel que, en medio de la incertidumbre o de la ansiedad, busca la verdad y a todo aquel que se ve injustamente impedido para vivir con libertad el propio proyecto familiar. Sosteniendo a los primeros, iluminando a los segundos y ayudando a los demás, la Iglesia ofrece su servicio a todo hombre preocupado por los destinos del matrimonio y de la familia.

Familiaris Consortio, n. 1

LA IGLESIA AL SERVICIO DE LA FAMILIA

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TEMAS DEACTUALIDAD

La alienación del hombre respecto de Dios tiene como consecuencia la alienación en el hombre y entre los hombres. En el lenguaje de la tradición teológica definimos esta alienación como “concupiscencia”, que no debe entenderse solamente como deseo sexual desordenado. Para evitar este malentendido se habla hoy con frecuencia de “estructuras de pecado” (FC 9), que dejan sentir su peso también sobre la vida de la familia. La Biblia ofrece una descripción realista de la condición humana y de su interpretación a partir de la fe.

La primera alienación acontece entre el hombre y la mujer. Sienten vergüenza el uno ante el otro (Gn. 3, 10). La vergüenza demuestra que

ESTRUCTURAS DEPECADO EN LA FAMILIA

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La alienación del hombre respecto de Dios tiene como consecuencia la alienación en el hombre y entre los hombres. En el lenguaje de la tradición teológica definimos esta alienación como “concupiscencia”, que no debe entenderse solamente como deseo sexual desordenado. Para evitar este malentendido se habla hoy con frecuencia de “estructuras de pecado” (FC 9), que dejan sentir su peso también sobre la vida de la familia. La Biblia ofrece una descripción realista de la condición humana y de su interpretación a partir de la fe.

La primera alienación acontece entre el hombre y la mujer. Sienten vergüenza el uno ante el otro (Gn. 3, 10). La vergüenza demuestra que

se ha perturbado la armonía original entre el cuerpo y el espíritu y que el hombre y la mujer se han alienado el uno respecto del otro. El afecto degenera en el deseo recíproco y en el dominio del hombre sobre la mujer (Gn. 3, 16). Se reprochan y acusan mutuamente (Gn. 3, 12). Violencia, celos y discordia se insinúan en el matrimonio y en la familia.

Continuará...

Este texto ha sido tomado de:Kasper, Walter. El Evangelio de la Familia, Ed. San Pablo, Colombia 2014, p. 19.

ESTRUCTURAS DEPECADO EN LA FAMILIA

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CATEQUESISSOBRE LAFAMILIA

El Sínodo de los obispos sobre la familia, que se acaba de celebrar, ha sido la primera etapa de un camino, que se concluirá el próximo mes de octubre con la celebración de otra asambleasobre el tema «Vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo». La oración y la reflexión que deben acompañar este camino implican a todo el pueblo de Dios. Quisiera que también las habituales meditaciones de las audiencias del miércoles se introduzcan en este camino común. He decidido, por ello, reflexionar con vosotros, durante este año, precisamente sobre la familia, sobre este gran don que el Señor entregó al mundo desde el inicio, cuando confirió a Adán y Eva la misión de multiplicarse y llenar la tierra (cf. Gn 1,

JESÚS:UN HIJO DE FAMILIA

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El Sínodo de los obispos sobre la familia, que se acaba de celebrar, ha sido la primera etapa de un camino, que se concluirá el próximo mes de octubre con la celebración de otra asambleasobre el tema «Vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo». La oración y la reflexión que deben acompañar este camino implican a todo el pueblo de Dios. Quisiera que también las habituales meditaciones de las audiencias del miércoles se introduzcan en este camino común. He decidido, por ello, reflexionar con vosotros, durante este año, precisamente sobre la familia, sobre este gran don que el Señor entregó al mundo desde el inicio, cuando confirió a Adán y Eva la misión de multiplicarse y llenar la tierra (cf. Gn 1,

28). Ese don que Jesús confirmó y selló en su Evangelio.

La cercanía de la Navidad enciende una gran luz sobre este misterio. La Encarnación del Hijo de Dios abre un nuevo inicio en la historia universal del hombre y la mujer. Y este nuevo inicio tiene lugar en el seno de una familia, en Nazaret. Jesús nació en una familia. Él podía llegar de manera espectacular, o como un guerrero, un emperador… No, no: viene como un hijo de familia. Esto es importante: contemplar en el belén esta escena tan hermosa.

Audiencia general17 de diciembre del 2014

JESÚS:UN HIJO DE FAMILIA

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ORACIÓN POR EL

ELA Y AGLADios Padre nuestro, nos dirigimos a ti como Cristo tu hijo nos ha enseñado, para que haciendo siempre tu voluntad, nos dispongamos con la mente y el corazón abierto, a realizar nuestros encuentros para tu mayor gloria y para el bien de los

matrimonios y familias.

Te solicitamos encarecidamente, nos envíes tu Espíritu de verdad, para que nos asista con sus siete dones en nuestros trabajos preparatorios del “XV ELA” y del “XXVII AGLA”

El don de la Sabiduría, para conocerte más, conocer las debilidades y fortalezas de la vida familiar y social en Latinoamérica.

El don del Entendimiento, para comprender tu verdad y vivir la alegría del Evangelio en comunión fraterna, solidaria, corresponsable y apostólica.

El don del Consejo, para que sepamos escuchar y tener buena disposición para apoyar con ánimo generoso las iniciativas de nuestras asambleas.

El don de la Fortaleza, para que con fe, esperanza y voluntad, superemos los obstáculos de nuestro ser discípulos y misioneros de tu reino.

El don de la Ciencia, para que sepamos discernir con objetividad sobre las estructuras y sistemas del mundo terrenal y las de tu reino de justicia, de verdad, de amor y de paz.

El don de la Piedad, para que te amemos sobre todas las cosas, te glorifiquemos con nuestros trabajos y acciones evangelizadoras y estemos siempre dispuestos a llevar con alegría tu palabra de amor y vida a muchos matrimonios y familias.

El don del Temor de Dios, para que nuestra respuesta a tu amor y misericordia, sea observar tus mandamientos, estar en gozosa comunión y unidad contigo con la oración y con nuestros hermanos en Cristo Jesús.

Te pedimos Padre, que en la preparación y celebración de nuestros encuentros emefecistas, próximos a realizar en nuestro hermano país de Honduras, nos asistas, seamos dóciles a tu voluntad como tu Hijo nos enseña y demos frutos agradables

en abundancia.

María Santísima, reina de los apóstoles: ruega por nosotros.Sagrada Familia: ruega por nosotros.

Así sea