manual de tecnicas de montaña

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  • Manual de tcnicas demontaa e interpretacin de

    la naturaleza

    Por:

    Javier A. Melendo SolerNieves Arbons Cobos

    Luis Cancer PomarPilar Maza Rodrguez

    Fernando Lampre Vitaller

  • Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacion escrita de los titulares del copyright,bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccin parcial o total de esta obra porcualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento informti-co y la distribucin de ejemplares de ella mediante alquiler o prstamos pblicos.

    Dibujos: Miguel nge Campos 2002, Javier A. Melendo Soler

    Nieves Arbons CobosLus Cancer PomarPilar Maza RodrguezFernando Lampre Vitaller

    Editorial PaidotriboC/ Consejo de Ciento. 245 bis, 1 108011 BarcelonaTel. 93 323 33 11 - Fax. 93 453 50 33E-mail: [email protected]://www.paidotribo.com

    Primera edicinISBN: 84-8019-592-4Fotocomposicin: Bartolom Snchez de HaroImpreso en Espaa por: A&M grfic

  • PRLOGO

    Querer transmitir las sensaciones que se producen cuando nos desplazamos por lanaturaleza, subimos a las montaas, o simplemente contemplamos un paisaje es mssencillo cuando contamos con la experiencia vivida de quien ya lo conoce.

    Hasta los ms urbanos de los hombres tienen cerca un parque, un ro o unas zonasperifricas a su ciudad, en las que no impera el hormign, y los ruidos de los cochesson superados por el trinar de los pjaros o el correr del agua. Donde tal vez, han podi-do percibir la tranquilidad del lugar y la placidez del silencio.

    Pero nuestra intencin va ms all del apreciado paseo entre paisajes cercanos.Cuando cinco personas, de mbitos diferentes, pero con un mismo nexo comn deamor a la naturaleza y a las actividades que se pueden practicar en ella, decidimosescribir sobre cmo podemos acercarnos a sta sin riesgo, aceptamos el reto de inten-tar transmitir aquello que a nosotros nos ensearon, tamizado por nuestra propia expe-riencia.

    El acercamiento a la naturaleza, desde nuestra experiencia cmo senderistas, mon-taeros, escaladores, barranquistas, esquiadores y otras actividades vinculadas a stas,nos hace conscientes de los riesgos que entraan y, por lo tanto, de la forma en quedebemos abordarlos. Encaramarnos a lo alto de una cumbre, seguir los viejos senderosque atravesaban los collados, no va a ser tan sencillo como andar por nuestro parque.

    Sea cual sea la forma en la que decidamos acercarnos a los entornos naturales,deberemos tener unos conocimientos bsicos que irn desde la orientacin y la inter-pretacin de los fenomenos meteorolgicos, hasta las medidas preventivas ante posi-bles situaciones inesperadas, pasando por una correcta nutricin y preparacin fsica ytcnica. La artificiosa divisin en: baja, media y alta montaa nos servir como basepara describir las diferentes tcnicas que debemos utilizar para nuestros desplazamien-tos a pie por esos terrenos, as como los diversos materiales tcnicos ms adecuados.

    La naturaleza y en especial las zonas montaosas son terrenos cambiantes, espe-cialmente en funcin del clima. La variabilidad es tan grande, que en pocas horas nospodemos encontrar con una situacin o un terreno con unas caractersticas totalmentediferentes. La capacidad para adaptarnos al medio es algo que fundamentalmenteaprendemos in situ. No pretendemos ser los sucedneos de esa necesaria experien-cia, ni sustituir a ese compaero ms experimentado, o a ese gua, que nos inician poresta senda natural.

    Este libro, escrito a modo de manual, aspira a recoger lo ms sustancioso de las tc-nicas utilizadas en montaa y los conocimientos previos con los que deberamos acer-carnos a ella. Pretendiendo, tambien, llenar el vaco que existe, ante la ausencia delibros para la enseanza de los novedosos Ciclos Formativos de Actividades Fsico-Deportivas en el Medio Natural, labor en la que alguno de los autores estamos directa-mente implicados.

    Con la lectura de este libro, esperamos transmitir al lector no slo los conocimien-tos bsicos necesarios, sino tambin la ilusin y el placer que produce su prctica.

    Javier A. Melendo Soler

  • Esta pgina dejada en blanco al propsito.

  • INTRODUCCIN

    El manual que est ante ti pretende recoger los aspectos tcnicos ms importantesque hay que contemplar para desplazarnos por el medio natural: desde las excursionespor senderos a las escaladas en la alta montaa.

    Los captulos correspondientes han sido elaborados por diversos autores que tantopor aficin, como por profesin, estn vinculados con los contenidos de cada uno deellos.

    Para su mejor comprensin, el libro est estructurado en doce captulos, con nume-roso soporte grfico, que recogen de la forma ms completa posible los aspectos quedebemos conocer al adentrarnos en el medio natural. El orden y la composicin de loscaptulos son los siguientes:

    Orientacin y cartografaSe describen los sistemas de referencia y las tcnicas de orientacin sustentadas en

    ellos. La utilizacin de mapas, brjulas y otros instrumentos, necesarios para planificarnuestros itinerarios. La interpretacin de los mapas de los lugares por los que nos des-plazamos es el soporte principal para el desarrollo de nuestra excursin y el mejormedio para no extraviarnos.

    Tcnicas de progresin por senderos e itinerarios de media y baja montaaEl senderismo, la media montaa, la alta montaa sin necesidad de utilizar vas de

    escalada, forman el contenido de este captulo. Caminar por diferentes tipos de terrenoy conocer el material adecuado para la actividad. Qu debemos llevar puesto?, qumaterial debo transportar? son algunas de las preguntas que todos nos hacemos y quetratamos de contestar. El clculo de la duracin de la excursin, as como sus perodosde pausa, nos obligar a establecer tiempos en funcin de los desniveles o de la longi-tud por correr.

    MeteorologaGracias a los medios informativos actuales, no deberamos comenzar nuestras acti-

    vidades sin informarnos de la meteorologa prevista. La interpretacin de sta no ter-mina con la televisiva imagen de unas nubes encima de un mapa. El conocimiento dela dinmica atmosfrica y la interpretacin de los signos naturales evolutivos permiti-r evitarnos ms de una situacin comprometida, o al menos estar preparados paraenfrentarnos a ella. Se expone un detallado estudio sobre las temperaturas, las precipi-taciones y la presin atmosfrica.

    Interpretacin del paisajeLa mirada requiere un adiestramiento para contemplar. Diferentes personas pueden

    acercarse a un mismo paisaje y tener percepciones diferentes. El presente captulo pre-tende dotar al observador de un bagaje instrumental que le permita interpretarlo. Losmtodos de estudio utilizados sern: las unidades del paisaje, su caracterizacin, sudinmica propia de un terreno vivo y su valoracin tanto individual como grupal.

    Organizacin de campamentos y travesas de media montaaCuando nuestra actividad ocupa ms de un da, se hace necesaria la acampada. La

    organizacin de un campamento fijo, o un campamento itinerante, est sometida a unascondiciones y a una normativa que es imprescindible conocer. Desde el respeto almedio natural, deberemos elegir las ubicaciones ms seguras para la acampada. El

  • equipo de acampada que debemos transportar, tanto personal, como colectivo, com-plementa a los materiales necesarios para el desarrollo de la actividad.

    Senderos y caminosEl auge del senderismo ha provocado la creciente sealizacin de muchos caminos.

    Son muchas las zonas que estn incentivando el uso de los caminos tradicionales, oincluso abriendo nuevos caminos. La autora nos acerca a la actual normativa y regula-cin de estos senderos.

    La interpretacin del medio ambienteLos efectos resultantes de la modificacin que el hombre imprime al medio natural

    condicionan su proteccin. Los contenidos de este captulo se orientan hacia las pautasde conducta que debemos adoptar. El conocimiento de la normativa medioambiental ennuestro pas, as como la evaluacin del impacto ambiental, nos ayudarn a conseguireste objetivo.

    Seguridad en montaa, utilizacin del material de seguridad y tcnicas bsicas deescalada en roca

    La progresin en la montaa con seguridad requiere conocer las normas que debe-mos cumplir en caso de un accidente, o para solicitar socorro. El conocimiento de tc-nicas bsicas de escalada, as como el material necesario para stas, es importante tantosi nuestra actividad es la escalada, como si a lo largo de nuestro recorrido tenemos queutilizar, para nuestra seguridad, cuerdas u otro material auxiliar.

    Nudos, anclajes y maniobras con cuerdasEn continuidad con las maniobras de seguridad, se describen los principales nudos

    y los anclajes, tanto naturales como artificiales. Las maniobras con cuerdas son el com-plemento imprescindible en terrenos escarpados, o con dificultades naturales infran-queables. El rpel, las tcnicas de ascenso, las de aseguramiento, autorrescate, o eltransporte de accidentados, forma parte de stas.

    SupervivenciaLa prudencia y nuestra preparacin colaboran a evitar los accidentes. El sentido

    comn y algunos conocimientos bsicos pueden ser imprescindibles ante situacioneslmite. Saber utilizar los recursos naturales y propios, para obtener agua, alimentos, obien procurarnos un refugio, son algunos de los apartados tratados en este captulo.

    Preparacin fsica y nutricin para la realizacin de actividades en la naturalezaEl acercamiento a unas actividades ms exigentes requiere alcanzar un adecuado

    nivel de condicin fsica. Si no queremos que nuestras excursiones se conviertan enuna tortura, deber estar en consonancia nuestra capacidad fsica con los objetivos aalcanzar. El autor describe las normas bsicas para el entrenamiento de excursionistasy montaeros, as como los sistemas de obtencin de la energa, en los que se sustentauna nutricin e hidratacin adecuadas.

    Medidas preventivas y primeros auxilios en el medio naturalSe recoge un amplio abanico de las lesiones y accidentes que pueden darse en el

    medio natural. La necesidad de una rpida instauracion de medidas de auxilio, as comouna correcta aplicacin de stas, nos obliga a ser insistentes en su conocimiento. Lalejana de cualquier centro sanitario hace todava ms necesario que las personas que sedesplazan por la naturaleza conozcan a fondo las maniobras de primeros auxilios.

  • NDICE

    1. Orientacin y cartografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .92. Tcnicas de progresin por senderos

    e itinerarios de media y baja montaa . . . . . . . . . . . . . . . . . . .373. Meteorologa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .654. Interpretacin del paisaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .995. Organizacin de campamentos y

    travesas de media montaa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1276. Senderos y caminos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1457. La conservacin del medio ambiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1618. Seguridad en la montaa. Utilizacin del

    material de seguridad y tcnicas bsicasde escalada en roca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187

    9. Nudos, anclajes y maniobras con cuerdas . . . . . . . . . . . . . . . . 21310. Supervivencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23911. Preparacin fsica y nutricin para la

    realizacin de actividades en la naturaleza . . . . . . . . . . . . . . . 25712. Medidas preventivas y primeros

    auxilios en el medio natural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281

  • Esta pgina dejada en blanco al propsito.

  • Captulo 1

    ORIENTACIN Y CARTOGRAFA(Fernando Lampre Vitaller)

  • 1. INTRODUCCIN

    2. LA LOCALIZACIN ESPACIAL Y LOS SISTEMAS DE REFERENCIA Localizacin y coordenadas

    Sistemas de referencia de una, dos y tres dimensiones Las coordenadas geogrficas

    Las coordenadas U.T.M. Designacin de zonas Identificacin de los cuadrados de 100 km Designacin de un punto con aproximacin de 100 m

    3. TCNICAS BSICAS DE ORIENTACIN La bsqueda de la direccin Norte-Sur Orientacin diurna con el Sol

    El gnomon y la determinacin de la meridiana Orientacin con el reloj

    Orientacin nocturna con la Estrella Polar Orientacin con la brjula

    Partes de una brjula

    4. INTERPRETACIN Y UTILIZACIN DE MAPAS Los mapas y las proyecciones cartogrficas

    Los sistemas de proyeccin cartogrfica Cmo se hacen los mapas? Partes y elementos de un mapa

    La escala de los mapas Pequea y gran escala Adaptacin de la escala al uso y formato de los mapas

    Las curvas de nivel La equidistancia Curvas maestras y curvas auxiliares Cotas y vrtices geodsicos

    La declinacin magntica y otros Nortes Los nortes en el mapa: Norte geogrfico y Norte magntico Clculo de la declinacin magntica actual El Norte de la red

    La cartografa en Espaa: el Mapa Topogrfico Nacional

    5. PLANIFICACIN DE ITINERARIOS Orientacin del mapa con ayuda de la brjula Obtencin de rumbos con brjula

    Rumbo y acimut Obtencin del rumbo de un itinerario Salvar obstculos de un itinerario mediante brjula

    Pendientes y perfiles topogrficos Clculo de pendientes Realizacin de perfiles topogrficos

  • 1. INTRODUCCIN

    Mucho antes de la invencin de laescritura, el hombre ha expresado susinquietudes por medio de todo tipo de sig-nos e ideogramas. Las necesidades vitales(recoleccin y caza, desplazamientos, refu-gio, etc.) y, por qu no, tambin la curiosi-dad, posibilitaron el desarrollo de una seriede capacidades, tan antiguas como lamisma presencia humana: la observaciny, lgicamente, el sentido de la localiza-cin.

    Aunque al principio de una forma com-pletamente inconsciente, la plasmacin deobservaciones espacio-temporales sobretodo tipo de soportes (piedra, arena, arcilla,pieles, madera, hojas, etc.), demuestra laintencin de transmitir elementos de refe-rencia, representaciones de lugares y acci-dentes del terreno, ubicacin de recursosnaturales, etc.; en definitiva mapas. Cual-quier civilizacin, cultura o pueblo, por pri-mitivo que sea, posee sus propios sistemasde referencia y orientacin, su propiaforma de representar el espacio (e inclusoel tiempo) sobre un plano.

    A lo largo de la historia, la navegacin,los grandes viajes y los descubrimientos,junto con el desarrollo y la evolucin de lasciencias geogrficas, matemticas y expe-rimentales, fueron perfilando la madurezde los sistemas de referencia, perfeccio-nando la representacin cartogrfica delmedio fsico y humano.

    La revolucin tecnolgica del siglo XX(la aviacin, la informtica, los satlites, elSistema de Posicionamiento Global oG.P.S., etc.), as como la globalizacin delos medios de comunicacin, han configu-rado un marco conceptual normalizado yuniversal. Obviamente, todo el camino noest recorrido. Pero gracias al proceso des-crito, la humanidad ya nunca volvi aextraviar su camino.

    2. LA LOCALIZACINESPACIAL Y LOS SISTEMAS

    DE REFERENCIA

    LOCALIZACIN Y COORDENADASCualquier punto, objeto o fenmeno de

    la superficie terrestre puede ser localizado.Su localizacin exacta implica el conoci-miento de su posicin mediante un sistemade referencia, formado siempre por unpunto denominado origen y unas coorde-nadas (puntos, ejes o planos). Las coorde-nadas nos permiten establecer la posicinnumrica del punto, objeto o fenmeno dela superficie terrestre a localizar.

    Los sistemas de referencia y las coorde-nadas no slo nos facilitan la localizacinde los fenmenos, sino que tambin nospermiten cartografiar e interpretar conexactitud cualquier punto u objeto de lasuperficie terrestre, posibilitando con ello latransmisin del conocimiento geogrfico.

    Sistemas de referencia de una, dosy tres dimensiones

    Nuestra estancia en la naturaleza es, odebera ser, un ejercicio continuo y din-mico de localizacin e interpretacin carto-grfica, por ejemplo a la hora de seguir unitinerario. En este caso estamos ante un sis-tema de referencia lineal o de una nicadimensin (nuestro camino o itinerario),donde es preciso conocer un punto de ori-gen (por ejemplo, el comienzo del sendero)respecto al cual posicionaremos cualquierotro punto de inters en nuestro itinerario.Para ello mediremos la distancia de cadapunto de inters (por ejemplo, una fuentedonde abastecernos de agua o un refugiopara pernoctar) al punto de origen: la fuen-te se encuentra a 3 km de nuestro punto departida, el refugio est a 7,5 km del inicio,etctera.

    El sistema de coordenadas puede com-plicarse sucesivamente empleando sistemasde referencia de dos dimensiones (respectoa dos ejes ortogonales o perpendicularesentre s), o incluso de tres dimensiones. El

    Orientacin y cartografa 11

  • ejemplo ms sencillo de las dos dimensio-nes nos lo encontramos en el cruce de coor-denadas de la divertida guerra de barcos,donde la posicin de las naves es referencia(cruce o corte) de dos ejes proyectadosdesde un punto origen, un eje de letras y uneje numrico (filas y columnas): H5 agua,H6 tocado, H7 hundido.

    Las coordenadas geogrficasPor su parte, las coordenadas geogr-

    ficas constituyen un clsico sistema dereferencia en tres dimensiones: un puntocualquiera de la superficie terrestre quedaposicionado respecto a tres ejes perpendi-culares que, a su vez, dan lugar a tres pla-nos ortogonales entre s. En la esferaterrestre se puede calcular el valor lineal deese punto respecto a los tres planos men-cionados o, ms comnmente, establecer elvalor angular del punto: longitud respectoal meridiano de Greenwich (barrio londi-nense que da nombre, desde el ao 1884, almeridiano considerado universalmentecomo origen) y latitud respecto al Ecuador(paralelo origen). Como dato curioso algu-nos mapas espaoles, no demasiado anti-guos (ediciones anteriores a los aos 70),todava expresan la longitud respecto almeridiano de Madrid.

    El intervlo de longitudes (Este uOeste) est comprendido entre los 0 delmeridiano Greenwich y los 180 del Antimeridiano. Respecto a la latitud (Norte oSur), el intervlo se desarrolla entre los 0del Ecuador y los 90 de los Polos. Elejemplo de la Figura 1.1 expresa las coor-denadas geogrficas de un punto (P) situa-do a 40 de longitud Este y 50 de latitudNorte.

    LAS COORDENADAS U.T.M.El sistema sexagesimal de las coorde-

    nadas geogrficas (valores angularesexpresados como grados, minutos y segun-dos) es bastante complejo de cara a lanavegacin, aviacin comercial, usos mili-tares, etc., por lo que se ha sustituido pau-

    latinamente por el sistema de coordenadasU.T.M. (Universal Tranverse Mercator).Se trata de un sistema, muy preciso, dedesignacin cartesiana de un punto, con laparticularidad de que expresa las distan-cias mtricas respecto a una cuadrculaestablecida.

    Los Mapas Topogrficos Nacionales(M.T.N.), confeccionados en Espaa por elInstituto Geogrfico Nacional (I.G.N.) ypor el Servicio Geogrfico del Ejrcito(S.G.E.), utilizan como sistema de referen-cia las coordenadas U.T.M., derivadas a suvez de la proyeccin cartogrfica homni-ma (Ver el epgrafe del M.T.N. en el cap-tulo sobre interpretacin y utilizacin demapas).

    Designacin de zonas Como se puede observar en la Figura

    1.2, la representacin del globo terrqueose realiza sobre 60 husos de 6 de anchura(668 km cada huso), numerados de Oeste aEste desde el antimeridiano de Greenwich,

    12 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Figura 1.1 Determinacin de las coor-denadas geogrficas de un punto (P) dela superficie terrestre, situado a 40 delongitud Este y 50 de latitud Norte.

  • situado a una longitud de 180 (recorde-mos que la referencia bsica es el meridia -no 0 de Greenwich). Los husos se dividende Sur a Norte en 20 bandas de 8 de lati-tud que se identifican con letras mayscu-las, desde los 80 Sur a los 80 Norte (losCrculos Polares quedan excluidos de laproyeccin U.T.M.). El resultado son 1.200zonas (60 husos x 20 bandas), cuya desig-nacin referencia en primer lugar el huso y,en segundo lugar, la banda. La PennsulaIbrica queda incluida en las zonas 29T,30T, 31T, 29S, 30S y 31S.

    Identificacin de los cuadrados de100 km

    Como hemos visto, la determinacin dezona constituye el primer elemento de iden-tificacin de las coordenadas U.T.M. Cadazona se divide en cuadrados de 100 km delado designados por dos nuevas letrasmaysculas (referenciadas normalmenteen el ngulo inferior izquierdo del reversodel mapa), ordenadas de Oeste a Este y de

    Sur a Norte. Esta designacin cartesiana tiene toda-

    va una mayor precisin, puesto que sobreel mapa aparece una nueva cuadrculaU.T.M. que subdivide el cuadrado de 100km en cuadrados de 10 km de lado (lneanegra o azul ms gruesa), y stos a su vezen cuadrados de 1 km de lado (lneanegra o azul ms fina). Estos ltimos sonlos que componen la red bsica U.T.M.,cuyas referencias numricas aparecen rotu-ladas a lo largo y ancho del marco delmapa topogrfico.

    Designacin de un punto con apro-ximacin de 100 metros

    Tomando como referencia la cuadrculaconstituida por cuadrados de 1 km de lado,observamos cmo los dgitos aumentan suvalor conforme nos desplazamos hacia elEste y, por el contrario, disminuyen si nostrasladamos hacia el Oeste. En la latitudaumenta el valor de los dgitos hacia elNorte, disminuyendo hacia el Sur.

    Orientacin y cartografa 13

    Figura 1.2 Designacin de zonas en la Proyeccin U.T.M.

  • Para una aproximacin de 1 km, ladesignacin de un punto cualquiera de lasuperficie del mapa vendr sealada por lanumeracin de las dos coordenadas msprximas a l, y siempre en el orden queindicamos: en primer lugar por la izquierda(barras verticales de la longitud), y ensegundo lugar por debajo (barras horizon-tales de la latitud). En ambos casos se uti-lizan los dos dgitos grandes que intitulancada una de las barras. Si pretendemosalcanzar una aproximacin de 100 m,deberemos aadir un tercer dgito a cadauna de las coordenadas estimando, en dci-mas partes del intervalo de cuadrcula, ladistancia del punto a las barras vertical yhorizontal. En la Figura 1.4 se recoge unejemplo que nos ayudar a adquirir mssoltura en este imprescindible sistema decoordenadas.

    3. TCNICAS BSICAS DEORIENTACIN

    Antiguamente orientarse era buscar eloriente, es decir, determinar el lugar pordonde sala el Sol. Sin embargo, debido avarias razones que vamos a comentar enlas prximas lneas, esta idea originaria haido evolucionando hacia conceptos msexactos y complejos: orientarse es buscarla denominada direccin Norte-Sur.

    LA BSQUEDA DE LA DIRECCINNORTE-SUR

    Cuando nos orientamos estamoshaciendo un ejercicio de posicionamiento.Aunque a veces de forma inconsciente,estamos trazando un mapa mental con unsistema de referencia que sea vlido desdela posicin en que nos encontramos.

    As se entienden nuestras explicaciones

    14 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Figura 1.3 Proyeccin U.T.M. Identificacin de los cuadrados de 100 km sobre laPennsula Ibrica.

  • en cualquier situacin de la vida querequiera orientarse. Ante la tpica preguntadnde est determinada calle o monumen-to?, las instrucciones son referencias desdenuestra posicin (punto origen): avanzarrecto hasta aquel edificio de ladrillo rojo,tomar la calle de la derecha y seguirla hastauna plaza con un quiosco de msica, etc.

    Pero para evitar mltiples sistemas dereferencia (tantos como observadores opersonas), hemos adoptado un sistema dereferencia y de localizacin universal ynormalizado, es decir, tenemos un sistemavlido e invariable para todas las personas.Se trata de la direccin Norte-Sur , coinci-dente a grandes rasgos con el eje de rota -cin de nuestro planeta. Como veremos,buscar el lugar por donde sale el Sol (anti-guo concepto de orientacin) no cumpleexactamente con los requisitos fijados enun sistema de referencias.

    La orientacin es el ejercicio dereconocer la direccin Norte-Sur.Gracias a ella posicionaremos geo-grficamente los puntos cardinales(Norte, Sur, Este y Oeste).

    Histricamente, la humanidad ha bus-cado en el firmamento referencias fijas yprecisas que posibilitaran su orientacin.El Sol y algunas otras estrellas por la nocheson nuestros puntos de referencia funda-mentales. Veamos algunas tcnicas bsicasde orientacin diurna y nocturna.

    ORIENTACIN DIURNA CON EL SOLEl Sol es una estrella fija en el centro de

    un sistema planetario del que forma partela Tierra. A pesar de sus aparentes varia-ciones a lo largo del da y de las estacionesdel ao, consecuencia de la rotacin denuestro planeta y de la inclinacin del ejede rotacin sobre el plano de la eclptica(plano de la rbita circunsolar), el Sol es unelemento de primera magnitud para orien-tarnos durante el da, y sus movimientosson regulares y bien conocidos.

    Sabemos que, bsicamente, el Sol salepor el Este y se pone por el Oeste. Peroesto slo sucede exactamente durante dosdas al ao: 21 de marzo y 23 de septiem-bre (equinoccios de primavera y de otoorespectivamente). El resto de das cambiapaulatinamente el lugar por el que sale y seesconde el Sol: durante el invierno y la pri-mavera, el Sol se desplaza gradualmente

    Orientacin y cartografa 15

    Figura 1.4 Proyeccin U.T.M. Ejemplo de designacin de un punto con aproxima-cin de 100 metros.

  • hacia el Norte, alcanzando la distanciamxima el solsticio de verano (21 dejunio), mientras que, a partir de esta fecha,el Sol retrocede nuevamente hacia el Sur,alcanzando la distancia mnima el solsticiode invierno (21 o 22 de diciembre). Esteplanteamiento explica la diferente duracindel da y de la noche en nuestra latitud(slo en los equinoccios da y noche duranexactamente lo mismo: 12 horas cada uno).

    Ante esta pequea variacin anual,el nico argumento vlido es que elSol, al medioda (cenit o punto demxima altura del Sol sobre el hori-zonte), se alinea con la meridianadel lugar en que nos encontremos.Es decir, el Sol se alinea al mediodacon la direccin Norte-Sur, mo-mento en que la sombra proyectadapor un objeto nos sealar el Nortegeogrfico (el Sol est exactamentesituado en el Sur sobre el horizonte).

    El gnomon y la determinacin dela meridiana

    Todos estos aspectos fundamentalespodemos certificarlos en el campo (porejemplo en un campamento) con la sombraproyectada por un gnomon, sencillo ins-trumento que consta de un estilo vertical(podremos utilizar un bastn, palo o esta-ca) ubicado en el centro de una circunfe-rencia horizontal, en la que iremos sea-lando sucesivamente el extremo de la som-bra que proyecta el estilo vertical. Como sepuede ver en la Figura 1.5, trazamos la cir-cunferencia con el radio que nos proyectala sombra del estilo al amanecer (la sombradel estilo al atardecer tocar tambin elarco de la circunferencia). El segmentoentre P y A limita el extremo de la sombraproyectada por el estilo entre el amanecer yel atardecer (cada hora podemos sealarsucesivamente la sombra), y su mediatriz,coincidente con la sombra ms corta delmedioda, indica la direccin Norte (en

    direccin opuesta se encuentra la direccinSur). Acabamos de establecer con exacti-tud la meridiana del lugar, la direccinNorte-Sur.

    16 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Figura 1.5 Determinacin de la meri-diana de un lugar (direccin Norte-Sur)mediante un gnomon.

  • Orientacin con el relojSiempre que el Sol sea visible, un reloj

    con manecillas tambin puede ser un preci-so instrumento de orientacin. Si se dispo-ne de un reloj digital, podemos dibujar enun papel o en el suelo su homnimo consaetas.

    Antes de comenzar el ejercicio, debere-mos poner el reloj en horario solar, (enmuchos pases, la hora solar no coincidecon la hora oficial: en Espaa la hora solarsuele ir retrasada 1 hora en invierno y 2horas en verano). Para ello, tal y como seindica en la Figura 1.6, colocaremos laaguja horaria (saeta pequea) sealando laposicin del Sol en ese momento. Mental-mente trazaremos la bisectriz del nguloformado entre las 12 del reloj y la agujahoraria que seala el Sol. La bisectriz nosindica la direccin Sur. Es obvio que, si esmedioda (12 hora solar), el Sol se encuen-tra en la posicin Sur.

    El mismo procedimiento del relojpuede ser empleado por la nochecon la Luna, pero atencin! slocon la Luna llena (plenilunio).

    ORIENTACIN NOCTURNA CON LAESTRELLA POLAR

    En el hemisferio boreal, la orientacinnocturna no ofrece dificultades especialesgracias a la Estrella Polar, astro situado enla constelacin de la Osa Menor, visible enel cielo durante todo el ao y fcil de reco-nocer gracias a algunas constelacionesvecinas muy caractersticas.

    Curiosamente, una fotografa nocturnade la Estrella Polar, con una exposicin devarias horas a lo largo de la noche, nosmostrar una serie de circunferencias con-cntricas que, aparentemente, han realiza-do otras estrellas alrededor de la Polar.Esto es debido a que el eje Norte-Sur derotacin de La Tierra apunta hacia la

    Estrella Polar, motivo por lo cual emplea-remos esta estrella para encontrar la direc-cin Norte.

    Para encontrar la Estrella Polar primerohabremos de localizar la conocida OsaMayor o Gran Carro, constelacin que, enEuropa, nunca se halla por debajo del hori-zonte. Trazaremos mentalmente, como sepuede ver en la Figura 1.7, una lnea rectaque pase por las dos estrellas del extremode la Osa Mayor. Si prolongamos 5 vecesen el cielo la distancia entre estas dos estre-llas, nos toparemos con la Estrella Polar.La constelacin de Casiopea tambinpuede ayudarnos a localizar la Polar.

    Una vez colocados de cara a la EstrellaPolar, bajando la vista perpendicularmentehacia el horizonte podremos ubicar elNorte geogrfico, delante nuestro, el Sur anuestra espalda, el Este a la derecha y elOeste a la izquierda.

    En el hemisferio austral no sucede estefenmeno con ninguna estrella visible ocaracterstica que seale el Sur. Se puedeobtener cierto grado de aproximacindireccional con la constelacin de la Cruzdel Sur.

    Orientacin y cartografa 17

    Figura 1.6 Determinacin de la direc-cin Norte-Sur mediante un reloj.

  • ORIENTACIN CON LA BRJULAAunque de orgenes inciertos, la brju-

    la ha sido desde la Antigedad un valiosoinstrumento de orientacin y navegacin.El principio de la brjula es muy simple.Se trata de una aguja imantada que se ali-nea con el campo magntico terrestre (laTierra se comporta como un gigantescoimn). La brjula es indispensable en cual-quier ejercicio de orientacin cuando nopodemos recurrir a la posicin del sol o delas estrellas (por ejemplo, en situaciones decielo cubierto), en terrenos desconocidos y,especialmente, cuando debemos confirmarnuestro rumbo o nuestra direccin en undesplazamiento.

    Pero, a pesar de la infalibilidad de esteprocedimiento de orientacin (tenemos unareferencia fija y universal a escala huma-na), conviene matizar que la brjula noseala el Norte geogrfico (recordemos ladireccin Norte-Sur). El campo magnticode la Tierra se alinea bastante bien con eleje de rotacin (direccin Norte-Sur), perono coincide exactamente con l. En con-creto, el Norte magntico sealado por la

    punta roja de la brjula est desplazadoactualmente unos 11,5 al Oeste del NorteGeogrfico. A este ngulo lo denominamosdeclinacin magntica.

    La declinacin magntica tiene unaligera variacin anual. Estudios sobre elmagnetismo de las rocas que constituyen lalitosfera han demostrado variaciones conti-nuas, aunque no peridicas, en la polaridadde nuestro planeta. El valor de la declina-cin tambin vara segn la longitud y lati-tud del lugar en que nos encontremos. Enel captulo sobre interpretacin y utiliza-cin de mapas se indican algunas instruc-ciones para estimar la variacin de la decli-nacin magntica, aspecto ineludible parauna correcta orientacin.

    Partes de una brjulaUna brjula consta de una aguja iman-

    tada que puede girar libremente sobre uneje perpendicular a su soporte, caja o aloja -miento. La aguja gira normalmente sobreun crculo graduado de 360. Existenmuchos tipos de brjulas segn caracters-ticas, forma y accesorios (nivelado del apa-rato, punto de mira, trazado de visuales,frenado de la aguja, etc.). En este manualhemos optado por referirnos a las brjulasde limbo giratorio (modelos Silva ySuunto), montadas sobre una placa de basetransparente, y muy empleadas en eldeporte de orientacin. Sus partes funda-mentales son (ver Figura 1.8): Caja o alojamiento de la brjula. En el

    caso que nos ocupa dispone de unlimbo giratorio, corona o crculo gra-duado de 0 a 360 en el sentido de lasagujas del reloj, con los puntos cardina-les a lo largo del borde: Norte (0 y360), Este (90), Sur (180) y Oeste(270). Intervalos normalmente de 2.El limbo mvil, que gira independiente -mente de la aguja magntica, nos per-mite establecer rumbos en nuestros iti-nerarios.

    Aguja magntica. Con uno de los extre-mos, el que seala el Norte magntico,

    18 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Figura 1.7 Localizacin de la direc-cin Norte durante la noche mediantela Estrella Polar.

  • pintado normalmente en color rojo. Flechas de direccin y lnea ndice. Se

    encuentran grabadas en la caja o aloja -miento de la brjula (girando solidaria -mente con el limbo), y tambin sobre laplaca o base transparente. Sirven paraestablecer, visualizar y seguir los rum-bos establecidos.

    Placa de base transparente. Sobre ella semonta la caja o alojamiento de la brju-la. Tiene bordes rectos para facilitar eltrazado de direcciones y el estableci-miento de rumbos. Esta placa puedellevar impresa una regla graduada demedicin, o tambin incorporar dife-rentes escalas grficas para la prcticadeportiva de la orientacin (1:25.000,1:15.000, etc.), as como otros acceso-rios complementarios: una lupa paraidentificar pequeos elementos delmapa, etc.

    Es conveniente recomendar algunasprecauciones a la hora de utilizaruna brjula, debido a que su agujaimantada puede verse afectada porperturbaciones que afecten a la pre-cisin del instrumento y, en conse-cuencia, generar errores de lectura.Hay que mantener la brjula alejadade objetos metlicos y magnticos,as como de todo tipo de campos

    electromagnticos (aparatos y tendi-dos elctricos, antenas, etc.). De lamisma forma es aconsejable realizarlas lecturas de la brjula sobresuperficies completamente planas.

    4. INTERPRETACIN YUTILIZACIN DE MAPAS

    NOTA. Al final de este captulo seofrece al lector una seleccin de 4fotografas de diferentes parajesnaturales y de sus respectivas repre-sentaciones cartogrficas (en estecaso fragmentos del Mapa Topo-grfico Nacional escala 1:50.000 delServicio Geogrfico del Ejrcito,con sus datos indicados al pie). Laescala de los mapas ha sido manipu-lada con el objeto de incluir, en cadapgina del manual, la porcin delmapa que se puede contemplar encada fotografa. Aunque no se pre-sentan criterios especficos para suanlisis e interpretacin, recomen-damos al lector su familiarizacincon los 4 pares que se adjuntan(fotografa + mapa), de forma que,una vez observados los principalesrasgos del relieve que aparecen enlos paisajes fotogrficos, se puedancomparar con los elementos plani-mtricos y altimtricos (curvas denivel) de los mapas.

    LOS MAPAS Y LAS PROYECCIONESCARTOGRFICAS

    Un mapa es una representacin, sobreun plano y a escala, de una parte o de latotalidad de la superficie terrestre. Es unarepresentacin selectiva y simplificadadonde se destacan algunos elementos y seeliminan otros en funcin de la escala y eluso. Como veremos, los mapas a mayorescala son los que contienen ms informa-cin y mayor detalle: topografa, red flu-

    Orientacin y cartografa 19

    Figura 1.8 Partes de una brjula conlimbo mvil.

  • vial, vegetacin, poblaciones, redes decomunicaciones, etc.

    La cartografa, por su parte, es la cien-cia que estudia la elaboracin de mapas y,por extensin, designa la accin de realizarun mapa.

    Casi hay infinitos tipos de mapas, yaque un mapa es capaz de ofrecer informa-cin sobre cualquier fenmeno susceptiblede ser localizado sobre un territorio. Deforma general, los clasificaremos en dosgrandes grupos: Mapas mltiples: un nico mapa mues-

    tra diferentes categoras de fenmenos(naturales y antrpicos), utilizando granvariedad de smbolos. Es el caso de losmapas topogrficos, realizados por ins-tituciones oficiales (ver epgrafe delMapa Topogrfico Nacional). Sonmapas que incluyen informacin muyvariada: relieve, usos del suelo, lmitesadministrativos, poblaciones, comuni-caciones, senderos, etc.

    Mapas temticos: el mapa representauna nica categora de datos. En estegrupo hay realmente tantos mapascomo fenmenos. Podemos encontrarmapas histricos, meteorolgicos, geo-lgicos, de vegetacin, vientos, riesgode aludes, de inundacin, das de hela-da, migracin de aves, demogrficos,del Camino de Santiago, etc. Aqu lalista podra ser interminable y cada lec-tor podra completarla con infinitosejemplos.

    Los sistemas de proyeccincartogrfica

    El principal problema con el que seencuentra cualquier tipo de cartografa loconstituye la conversin de la forma esfri-ca del globo terrestre a un plano horizontal(es una imposibilidad geomtrica desarro-llar una esfera sobre un plano). Para ello seutilizan distintos sistemas de proyeccincartogrfica (la esfera es proyectada sobreun cilindro, sobre un cono o sobre unplano), que ofrecen ventajas o inconvenien-

    tes en funcin de la regin o de la finalidadde nuestra representacin cartogrfica.

    Las proyecciones cartogrficas nuncaconsiguen una transferencia exacta delterreno; todas ellas sufren algn tipo dedeformacin: las proyecciones sobre uncilindro (cilndricas) sufren mnimas defor-maciones en las zonas ecuatoriales, perograndes desproporciones en las regionespolares (en algunos mapamundis se puedenapreciar las importantes deformaciones deAlaska, Groenlandia, Norte de Siberia,Antrtida, etc.), problema que puede sercorregido con las proyecciones cnicas

    20 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Figura 1.9 La representacin topogr-fica de la superficie terrestre (A) cons-ta de elementos altimtricos (B) y pla -nimtricos (C).

  • (mnima deformacin en latitudes medias),etctera.

    Es importante recordar que la nicaimagen exacta y proporcional de nuestroplaneta es su representacin, a escala, enun globo terrqueo (una bola del mun-do), pero obviamente no caminamos porla montaa con una esfera o pelota devarios cientos de metros de dimetro(tamao que debera tener nuestro globopara poder apreciar con precisin los ras-gos del relieve). Esto no sera manejable.Por ello elaboramos mapas.

    Cmo se hacen los mapas?El proceso de confeccin de muchos

    mapas comienza en un avin, con la reali-zacin de fotografas areas verticales delterreno. A continuacin, y mediante restitu-cin fotogramtrica de la tercera dimen-sin, se representa la altimetra (represen-tacin del relieve por medio de curvas denivel). Finalmente se incorpora la plani-metra (representacin en dos dimensionesdel resto de elementos que constituyen elpaisaje: red hidrogrfica, poblaciones,carreteras, etc.). Una aproximacin esque-mtica a estos conceptos la encontramos enla figura 1.9 El trabajo se completa nor-malmente con revisiones de campo queincorporan toponimia y otras informacio-nes geogrficas necesarias para la correctainterpretacin del territorio.

    Partes y elementos de un mapaEn los mapas topogrficos podemos

    distinguir tres partes: el campo, el marco yel margen. Cada parte engloba una seriede elementos.

    El campo contiene la representacindel territorio a escala, es decir, el mapapropiamente dicho. El marco separa elcampo del mapa de su margen, recogiendolos sistemas de referencia empleados: lascoordenadas geogrficas aparecen normal-mente en las cuatro esquinas del mapatopogrfico, mientras que las coordenadasU.T.M. estn rotuladas a lo largo y ancho

    Orientacin y cartografa 21

    Figura 1.10 Diferentes signos conven-cionales que aparecen en los mapastopogrficos del Instituto GeogrficoNacional.

    SIGNOS CONVENCIONALES

  • del marco. Por su parte, el margen recogetoda la informacin necesaria para lacorrecta interpretacin del mapa: designa-cin de zonas e identificacin de los cua-drados de 100 km en las coordenadasU.T.M., escala (numrica y grfica), pro-yeccin cartogrfica empleada, declina-cin magntica, punto de origen altitudinal(nivel medio del mar en Alicante), equidis-tancia de las curvas de nivel, leyenda (todotipo de signos convencionales que rotulanel mapa), e incluso otros datos comple-mentarios (estadsticos, demogrficos,administrativos, vrtices geodsicos, etc.).

    La informacin complementaria que,por cuestiones de formato de la hoja, noaparezca en el margen normalmente esrecogida en el reverso del mapa.

    LA ESCALA DE LOS MAPASLa escala de un mapa es la proporcin

    que existe entre la realidad y su represen-tacin en el plano. Dicho de otra forma, laescala es la relacin numrica que existeentre la distancia que medimos sobre unmapa y su distancia equivalente medidasobre la superficie terrestre (sobre el terre-no). Su expresin matemtica es la si-guiente:

    d 1=

    D X

    donde d es la distancia medida en el mapa;D es la distancia medida en el terreno y Xes el denominador de la escala del mapa.

    La relacin de proporcionalidad de laescala implica el empleo obligado de lasmismas unidades de medida en el plano yen el terreno, aunque lgicamente, una vezrealizada la relacin numrica, adaptare-mos las unidades de medida que utilicemosa las medidas ms usuales o convenciona-les, tanto en el plano como en el terreno.Veamos un ejemplo:

    Un mapa con una escala 1:50.000expresa que 1 cm del mapa equivalea 50.000 cm sobre la superficieterrestre (Atencin! porque poda-mos haber empleado cualquier otraunidad de medida con la precaucinde emplear siempre la misma en larealidad y en el plano, en el numera-dor y en el denominador: dm, mm,palmos, pies, pulgadas, varas arago-nesas o castellanas, etc. Un palmodel mapa son 50.000 palmos en larealidad...). Como no resulta lgicohablar de 50.000 cm sobre el terre-no, concluiremos la razn con unasencilla conversin: 50.000 cm son500 m (0,5 km), es decir, en una car-tografa escala 1:50.000, 1 cm delmapa equivale a 0,5 km del terreno.

    La escala, como vemos, viene definidapor una fraccin o relacin numrica. Es loque denominamos escala numrica. Pero,normalmente, tambin viene acompaadapor una escala grfica que consiste en unsegmento subdividido o graduado segn larealidad (km, m). Este recurso facilita unalectura rpida de las distancias del mapa (aveces incluso de un vistazo), ya que nospermite transportar a la escala grficamedidas realizadas en el mapa (por ejem-plo, con un comps o una regla), siempreque no sean demasiado grandes. La propiacuadrcula U.T.M. de 1 km, impresa sobremuchos mapas topogrficos, facilita laslecturas de las distancias como si de unaescala grfica se tratase.

    Pequea y gran escalaLgicamente la escala condiciona el

    detalle y la precisin del terreno cartogra-fiado. Hablaremos de mapas de pequeaescala en todos aquellos mapas con cifraselevadas en el denominador (por encima de1:100.000), mientras que designaremoscomo mapas de gran escala los mapas oplanos cuyo denominador est por debajode 1:25.000. Es necesario recordar que

    22 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

  • cuanto ms alto es el denominador, mspequea es la escala, mientras que cuantoms bajo es el denominador, ms grande esla escala.

    Los mapas de pequea escala tienen laventaja de representar grandes superficiesde terreno, aunque carecen de detalle. Porel contrario, la gran escala tiene a su favorla precisin y el detalle de la superficie car-tografiada, pero sta es obviamente unaporcin muy pequea. Digamos que cadaescala cumple su papel y que cada mapaest destinado a un uso determinado.

    Adaptacin de la escala al uso yformato de los mapas

    Vamos a ver algunos ejemplos orienta -tivos donde la escala se adapta a nuestrosobjetivos y necesidades. En funcin de lasuperficie terrestre a cartografiar y delsoporte papel u hoja que utilicemos (siem-pre dentro de unos formatos razonable -mente manejables por parte del usuario),nos encontramos: Mapamundis y planisferios: general-

    mente a escala 1:100.000.000 (formatoatlas escolar). Debido a su escaso deta -lle (pequea escala), estos mapas sloreflejan aquellos elementos geogrficosde gran relevancia a escala planetaria.

    Mapas geogrficos continentales: de1:20.000.000 a 1:10.000.000 (por ejem-plo, Europa en un atlas escolar). Enstos slo quedan reflejados los gran-des ros y sistemas montaosos, lasgrandes ciudades, etc.

    Mapas estatales y regionales: Espaa a1:1.000.000 (tpico mapa que se poneen las paredes de aulas, despachos,etc.). Los mapas de comunidades aut-nomas oscilan entre 1:500.000 y1:200.000 (Aragn a 1:300.000 ocupaun formato de 90 x 120 cm). Muchosmapas de carreteras y viajes poseenestas escalas.

    Mapas topogrficos en general:1:100.000, 1:50.000, 1:25.000. Esta-mos ante mapas que ya representan una

    menor superficie de terreno. Debido asu detalle, estas escalas son las msrecomendables para trabajar en elcampo del montaismo, senderismo,estancia en la naturaleza, etc. En un for-mato de papel de 100 x 100 cm puedequedar cartografiado un macizo monta-oso, un valle pirenaico o un ParqueNatural.

    Mapas y planos a gran escala: 1:10.000,1:5.000 para zonas urbanas y poblacio-nes (planos de ciudades por ejemplo), omayores (1:500, 1:100) para planoscatastrales, trabajos de arquitectura,ingeniera, obras pblicas, etc.

    LAS CURVAS DE NIVELPara representar el relieve recurrimos a

    un ejercicio conceptual que supone cortarel terreno con una serie de planos equidis-tantes, como si una montaa la convirtira-mos en una pirmide escalonada (verFigura 1.11). Los cortes de esos planosimaginarios con el relieve son las curvasde nivel, tambin denominadas isohipsas.stas son lneas que unen los puntos delterreno (y por extensin del mapa topogr-fico) que se encuentran a la misma cotaaltitudinal: la curva de nivel de 1.500 mune todos los puntos del terreno que estna 1.500 m de altitud. En los mapas suelenir trazadas de color marrn.

    Orientacin y cartografa 23

    Figura 1.11 Representacin altimtricade un relieve mediante curvas de nivel.

  • Como tambin se puede observar en laFigura 1.11, las curvas de nivel son siem-pre estructuras cerradas, es decir, siemprerodean completamente todos los relieves(si este aspecto no se percibe en un mapatopogrfico concreto, podremos cerrarcualquier isohipsa en mapas contiguos).Esta afirmacin tambin implica que lascurvas de nivel nunca se cruzan o bifurcan.

    A veces, como complemento a las cur-vas de nivel, en los mapas topogrficosadaptados al excursionismo tambin seemplean sombreados que realzan visual-mente el relieve, o tintas hipsomtricas quecolorean intervlos altitudinales (por ejem-plo, en color verde el intervalo entre 0 y500 m de altitud, en color marrn claroentre 500 y 1.000 m, en color marrn oscu-ro entre 1.000 y 1.500 m, etc.).

    La equidistanciaEn un mapa topogrfico, el desnivel que

    se encuentra entre dos curvas de nivel con-secutivas es siempre el mismo. Es lo quedenominamos equidistancia. A medidaque aumenta la escala y el detalle, disminu-ye la equidistancia: en los mapas escala1:50.000 la equidistancia es 20 m (curvasde nivel cada 20 m), mientras en los topo-grficos escala 1:25.000 la equidistancia es10 m (curvas de nivel cada 10 m).

    Curvas maestras y curvasauxiliares

    En el mapa slo llevan indicada la cotaunas isohipsas que aparecen rotuladas conun trazo ms grueso: son las curvas maes-tras, cada 100 m en los mapas escala1:50.000 y cada 50 m en los 1:25.000. Elresto de curvas de nivel es cartografiadocon un trazo ms fino y no lleva rotulada lacota. Para ponderar su altitud, simplemen-te tomaremos como referencia las curvasmaestras y la equidistancia de las curvas denivel.

    De forma general, cuando las curvas denivel aparecen muy juntas, estamos anteuna ladera de fuerte pendiente (un ejemplo

    extremo sera una pared vertical, donde lascurvas de nivel se aprietan considerable -mente o, incluso, llegan casi a superponer-se). Si las isohipsas se separan, disminuyela pendiente de las laderas. En las zonasllanas de considerable extensin escaseanlas curvas de nivel, hasta el punto de que aveces es necesario introducir curvas auxi-liares que, aunque no corresponden a laequidistancia especificada en el mapa,aportan informacin topogrfica y altim -trica suplementaria. Habitualmente las cur-vas auxiliares tienen un trazo discontinuo.

    Cotas y vrtices geodsicosAdems de toda la informacin altitudi-

    nal que expresan las curvas de nivel, exis-ten tambin alturas absolutas que designanaquellos puntos clave o de inters (cimas,collados, ros, puentes, edificios aislados,etc.) que superan la altitud de la isohipsainmediatamente inferior, pero no llegan asuperar la curva de nivel inmediatamentesuperior. Son las cotas, representadas conun punto de color marrn.

    Los vrtices geodsicos son cilindrosde 120 cm de altura y 30 cm de dimetromontados sobre una base cuadrangular(una placa recuerda que son propiedad delantiguo Instituto Geogrfico y Catastral,ahora I.G.N.). Constituyen puntos bsicosde referencia, posicin, altura y distanciaen las denominadas redes de triangulacin(conjunto de operaciones geodsicas ytopogrficas realizadas desde estos vrticescon el fin de establecer la red de coordena-das de un territorio). Muy habituales en lascumbres y picos de las montaas, perotambin en otros lugares cuando no hayrelieves relevantes. Estn representados enlos mapas con tringulos.

    LA DECLINACIN MAGNTICA YOTROS NORTES

    Los nortes en el mapa: Nortegeogrfico y Norte magnticoRealmente slo existe un Norte. Es el

    Norte geogrfico, Polo o extremo de lo

    24 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

  • que habamos denominado en el captulode las tcnicas bsicas de orientacin comodireccin Norte-Sur o direccin del meri-diano. Sin embargo, tambin hemos vistoque existe un Norte magntico, resultadodel campo magntico dipolar de la Tierra.Desde ambos Nortes es factible establecerreferencias vlidas para orientarnos, puestoque ambos guardan una relacin.

    El campo del mapa topogrfico apare-ce orientado segn el Norte geogrfico,razn por la cual las coordenadas geogrfi-cas coinciden plenamente con los bordesdel mapa: margen superior (Norte), margenderecho (Este), margen inferior (Sur) ymargen izquierdo (Oeste), o dicho de otraforma, los bordes superior e inferior sonparalelos, y los mrgenes laterales sonmeridianos (se alinean con la direccinNorte-Sur y por tanto convergen en unPolo).

    Puedes coger una regla y medir lalongitud de los bordes del campo oterritorio representado en un MapaTopogrfico Nacional de Espaa.Observars cmo los laterales(meridianos) miden igual, mientrasque los mrgenes superior e inferior(paralelos) miden distinto: el bordesuperior (Norte) mide siempremenos que el inferior (Sur) en elhemisferio boreal, de forma que loslaterales o meridianos convergen enel Polo Norte. Sucede a la inversa enel hemisferio austral. En definitiva,has constatado que el campo delmapa representado no era un rectn-gulo, sino un trapecio.

    El Norte magntico, utilizado paraalgunas medidas geodsicas y para laorientacin mediante brjula, aparecesealado especficamente en el margen delmapa. Como se puede observar en laFigura 1.12, el ngulo entre el Norte mag-ntico y el Norte geogrfico, denominadodeclinacin magntica, tiene una varia -

    cin anual que, aunque sea poco importan-te, es necesario tener en cuenta en la reali-zacin de itinerarios que precisen de brju-la. Es necesario recordar que la declinacintambin vara segn el lugar en que este-mos.

    Clculo de la declinacinmagntica actual

    Este clculo es muy til para la trans-formacin de rumbos magnticos en geo-grficos y viceversa. Tomemos comomodelo un mapa topogrfico que, comonos indica la Figura 1.12, el 1 de enero de1999 (fecha de realizacin del mapa)expresa una declinacin magntica de 2 11 Oeste, con una variacin anual quedisminuye 6,9 (esto quiere decir que,segn el mapa que hemos tomado comoejemplo, el Norte magntico se aproximaal Norte geogrfico al ritmo de 6,9 cadaao). A continuacin estimaremos el tiem-po transcurrido desde entonces y hasta lafecha de clculo: suponiendo que nuestroclculo fuera el 1 de enero de 2001, habr-an transcurrido 2 aos completos, es decir,habra disminuido la declinacin 13,8. Laresta final (2 11 13,8 = 1 58) nos dacomo resultado una declinacin magnticade 1 58 para la fecha 1-1-01.

    Si queremos obtener el NorteGeogrfico a partir de esta declinacinmagntica, slo habr que aadir a la direc-cin que seale la brjula, 1 58 hacia elEste.

    El Norte de la redEl sistema de proyeccin empleado

    para la confeccin del mapa tambin poseesu propio Norte o Norte de la red, emplea-do en geodesia, y que no coincide ni con elNorte geogrfico (por esta razn las cua-drculas de la proyeccin U.T.M. no sonparalelas a las geogrficas de los bordesdel mapa), ni tampoco con el Norte mag-ntico. El ngulo entre el Norte geogrficoy el Norte de la red se denomina declina-cin de red o convergencia de cuadrcula.

    Orientacin y cartografa 25

  • El ngulo existente entre el Norte de la redy el Norte magntico se llama declinacinmagntica de red. En nuestras actividadespor la montaa o la naturaleza, normal-mente no utilizaremos el Norte de red.

    LA CARTOGRAFA EN ESPAA: ELMAPA TOPOGRFICO NACIONALEn el ao 1870 se funda el Instituto

    Geogrfico Nacional (I.G.N.) , con lamisin de realizar el mapa topogrfico1:50.000 de toda Espaa. Un poco antes,en 1810 haba comenzado a trabajar lo queposteriormente (1939) se llamar ServicioGeogrfico del Ejrcito (S.G.E.). Estosdos organismos oficiales son los que cen-tralizan la edicin del denominado MapaTopogrfico Nacional (M.T.N.) 1:50.000y de otras diversas escalas.

    El M.T.N. 1:50.000 comprende 1.130hojas identificadas mediante una numera-cin y el nombre de la poblacin de mayornmero de habitantes de la hoja. A su vez,cada mapa 1:50.000 contiene 4 mapas

    1:25.000 (luego el M.T.N. a escala1:25.000 comprende unas 4.520 hojas). Enla prctica el nmero de hojas es menor,debido a que algunas no existen y otras,con escasa superficie de territorio cartogra-fiado, han sido fusionadas a hojas vecinas.

    La cartografa escala 1:50.000 delS.G.E. y, ms recientemente, la del I.G.N.se realizan con una proyeccin U.T.M.(Universal Transverse Mercator), sistemaque ya nos resulta familiar a raz de lascoordenadas homnimas que hemos vistoen el captulo de la localizacin espacial ylos sistemas de referencia. Esta proyeccincartogrfica, inventada en 1569 por el car-tgrafo flamenco Gerhard Kremer (nombrelatinizado como Gerardus Mercator), escilndrica, transversal y conforme. Los dosprimeros trminos significan que la pro-yeccin de la esfera terrestre se realizasobre una superficie cilndrica transversal ala esfera, mientras que el tercer trmino(conforme) equivale a decir que mantienelos ngulos en el proceso de conversincartogrfica, es decir, conserva las formaso contornos pero no las reas (stas aumen-tan exageradamente en altas latitudes),aspecto casi inapreciable al trabajar coneste grado de detalle.

    El M.T.N. constituye la base cartogrfi-ca fundamental para la confeccin de otrosmapas: temticos (geolgicos, de vegeta -cin, usos del suelo, etc.), editados por ins-tituciones o centros de investigacin, ymapas excursionistas, realizados por partede numerosas asociaciones o editorialesque publican en Espaa un amplio catlo-go de productos relacionados con la mon-taa y la naturaleza.

    26 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Figura 1.12 Norte geogrfico (NG),Norte magntico (NM) y Norte de laRed (NC). Ejemplo de valor medio dela declinacin magntica y variacinanual.

  • Orientacin y cartografa 27

    Fotografa 1. Ibn y pico de Anayet. Trmino de Sallent de Gllego, Valle de Tena(Pirineo aragons). Fragmento del M.T.N. de Sallent de Gllego, 29-8 (145).

    Lugar de la realizacinde la fotografa.

  • 28 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Fotografa 2. Macizo de LaMaladeta y pico del Aneto. Trminode Benasque, Valle de Benasque(Pirineo aragons). Fragmento delM.T.N. de Benasque, 32-9 (180).

    Lugar de la realizacinde la fotografa.

  • Orientacin y cartografa 29

    Fotografa 3. Circo de Soaso ymacizo de Monte Perdido. Trminosde Torla y Fanlo, Valle de Ordesa(Pirineo aragons). Fragmentos delM.T.N. de Bujaruelo, 30-8 (146), yde Broto, 30-9 (178).

    Lugar de la realizacinde la fotografa.

  • 30 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Fotografa 4. Meandro de Sstago y ro Ebro. Trmino de Sstago, Valle del Ebro(Aragn). Fragmentos del M.T.N. de Gelsa, 29-16 (413), y de Hjar, 29-17 (441).

    Lugar de la realizacinde la fotografa.

  • 5. PLANIFICACIN DEITINERARIOS

    En este captulo vamos a proponeralgunos mtodos bsicos a la hora de pla -nificar un itinerario en la montaa o en lanaturaleza. Llegados a este punto, todos losconceptos vistos hasta ahora como unasecuencia terica comienzan a constituiruna globalidad sumamente compleja. Sucorrecta interpretacin puede permitirnosacometer, con unas ciertas garantas, un iti-nerario o un desplazamiento en un terrenodesconocido.

    ORIENTACIN DEL MAPA CON AYUDADE LA BRJULA

    Hemos visto que los mrgenes delcampo de los mapas apuntan en la direc-cin de los meridianos (direccin Norte-

    Sur). Ahora vamos a orientar el mapa,operacin que consiste en situar exacta-mente los contenidos del mapa respecto alNorte, de forma que un vistazo sobre unmapa orientado nos permite reconocersobre el territorio los elementos visiblesque all aparecen (normalmente puntosdestacados o caractersticos del mapacomo montaas, poblaciones, una antena,un castillo, etc.). Los pasos son lossiguientes: Colocamos la brjula sobre el mapa: el

    borde de la placa de base transparentedebe coincidir con el margen o lateraldel campo del mapa.

    Mover el limbo giratorio de la brjula,de forma que el 0 (Norte) quede en labase de la lnea ndice.

    Como se indica en la Figura 1.13, gira-remos el mapa con la brjula apoyadasobre el lateral del campo de ste (semueven ambos a la vez, mapa y brju-la), hasta que la punta roja de la agujamagntica coincida con la lnea ndicede la brjula o 0 Norte (tambin puedecoincidir la aguja imantada con las fle-chas de direccin impresas en la caja oalojamiento de la brjula).

    En este momento tenemos el mapaorientado con el Norte magntico. Paraobtener la direccin del Norte geogrfi-co se debe aadir en direccin Este(caso de una declinacin Oeste) o restaren direccin Oeste (caso de una decli-nacin Este) el valor de la declinacinmagntica.

    OBTENCIN DE RUMBOSCON BRJULA

    Rumbo y acimutCuando iniciamos un trayecto o despla-

    zamiento, podemos referir su orientacin(en el mapa y en la realidad), bien respectoal Norte geogrfico, o bien respecto alNorte magntico. Suponiendo una direc-cin A-B, denominamos rumbo o rumbomagntico al ngulo que forma dichadireccin con el Norte magntico. De la

    Orientacin y cartografa 31

    Figura 1.13. Orientacin del mapatopogrfico con ayuda de una brjula.

  • misma forma, el ngulo de la direccin A-B con el Norte geogrfico es el acimut orumbo geogrfico (ver Figura 1.14). Losvalores de ambos se expresan en grados, de0 a 360, en el sentido de las agujas delreloj. Operando sobre la declinacin mag-ntica, como ya hemos visto, podremosconvertir un acimut en rumbo o viceversa.

    Obtencin del rumbo de unitinerario

    Cualquier itinerario con brjula pre-cisar de las pertinentes correcciones (enfuncin de la declinacin magntica cal-culada) para obtener rumbos geogrfi-cos. La brjula, obviamente, seala elNorte magntico, por lo que, como hemosvisto, operaremos sobre la declinacinmagntica.

    Para calcular el rumbo de un itinerariocon la brjula seguiremos los siguientespasos, reflejados de forma sinttica en laFigura 1.15:

    Orienta el mapa topogrfico con ayudade la brjula y de la declinacin magntica.Recuerda que el Norte geogrfico est enel margen superior del mapa y los lateralesson las nicas lneas que van de Norte aSur. (Figura 1.13).

    Ubicar los puntos de inicio y destino delitinerario. Ahora coloca la brjula enci-ma del mapa orientado, de forma queuno de los bordes de la placa de basetransparente, o tambin la lnea ndice,coincidan o sean paralelos al itinerariodel que queremos obtener el rumbo.

    Girar el limbo hasta que la flecha dedireccin que aparece grabada en lacaja o alojamiento de la brjula quedealineada con la aguja magntica, comose puede observar en la Figura 1.15.Leer entonces el rumbo del itinerario(cifra del limbo que se encuentra bajo lalnea ndice). En el ejemplo que adjun-tamos en la Figura 1.15 sera un rumbode 120 Norte, es decir, casi direccinSureste.

    Seguir el rumbo de la lnea ndice, deforma que la aguja magntica siempreest alineada con la flecha de direccinque aparece grabada en la caja o aloja -miento de la brjula. En la naturaleza,como vamos a ver, puede resultar muycomplicado.

    Lo ms habitual es emplear esta tc-nica de forma continuada a lo largode todo un itinerario (un nicorumbo entre nuestro inicio y nuestrodestino, puede conducir a errores,especialmente si el itinerario es deuna cierta longitud), estableciendopuntos de referencia intermedios(a ser posible visibles entre). Esdecir, calcularemos todos los rum-bos que sean necesarios en el trans-curso de un itinerario: un primerrumbo A-B (donde B es visibledesde A), un segundo rumbo B-C(donde C es visible desde B), etc.Este ejercicio puede ser de grancomplejidad, debido a mltiplesfactores: relieves muy abruptos oaccidentados, dificultades para en-contrar puntos de referencia inter-medios (por ejemplo en un bosque),falta de visibilidad (con niebla), etc.

    32 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Figura 1.14 Norte magntico (NM) yNorte geogrfico (NG). Rumbo y aci-mut de una direccin A-B.

  • Salvar obstculos de un itinerariomediante brjula

    Esto es algo absolutamente frecuenteen la naturaleza. Hemos trazado un itinera-rio y hemos calculado los rumbos pertinen-tes. En su planificacin previa desestima -mos atravesar algunos obstculos que hab-amos reconocido en el mapa tras una minu-ciosa interpretacin (por ejemplo, un lago,una garganta, una montaa, etc.) Pero tam-bin pueden surgir sorpresas que no haba -mos interpretado y que nos obliguen aefectuar pequeas modificaciones delrumbo del itinerario sobre el terreno: unescarpe infranqueable, un edificio, etc.

    Proponemos tres mtodos para superarestos obstculos con brjula, como se indi-ca en la Figura 1.16, regresando en todosellos a la direccin de partida.

    En el caso nmero 1 salvamos el obst -culo mediante un desvo rectangular: nosdesviamos 90 en A-B, B-C y C-D. En Drecuperamos la direccin inicial con otros90. Las distancias recorridas en A-B y C-D deben ser idnticas, mientras que la dis-tancia B-C debe ser suficientemente largacomo para superar el obstculo. Tambinhay que indicar que la direccin B-C tiene

    el mismo rumbo que la que llevbamosantes de toparnos con el obstculo.

    En el ejemplo nmero 2 franqueamos elobstculo mediante un desvo triangular:nos desviamos 45 de nuestra direccinprevia, 90 de B a C, y recuperamos en Cnuestra direccin inicial con 45. A-B y B-C deben ser distancias iguales.

    En el caso nmero 3, el obstculo estambin superado mediante un desvotriangular, pero, a diferencia del ejemplo2, nos desviamos 60 de nuestra direccinprevia, otros 60 de B a C, retomando nues-tra rumbo original en C con otros 60. A-By B-C deben ser, obviamente, iguales.

    Con un cierto grado de aproxima-cin, podremos calcular distanciasiguales en los desvos efectuadospor medio de nuestros pasos (con-tando los pasos mentalmente omediante podmetro).

    Orientacin y cartografa 33

    Figura 1.16 Mtodos para salvar losobstculos de un itinerario medianteuna brjula.

    Figura 1.15 Clculo del rumbo de unadireccin con una brjula de limbomvil.

  • PENDIENTES Y PERFILESTOPOGRFICOS

    Clculo de pendientesSi conocemos cualquier distancia, gra-

    cias al uso de la escala, y tambin conoce-mos los desniveles topogrficos que nosproporcionan las curvas de nivel, podemoshallar la pendiente de un itinerario. sta esla relacin que existe entre el desnivel asuperar y la distancia o recorrido horizon-tal. Se expresa habitualmente en porcenta-jes (%), pero tambin se puede designar engrados sexagesimales.

    Por su sencillez, planteamos el clculode porcentajes:

    P (%) = (h / d) x 100

    donde P es la pendiente, expresada en %, hes el desnivel a superar (en metros) y d esla distancia horizontal (tambin en me-tros). Al multiplicar esta relacin por 100,obtenemos el porcentaje. Ver la Figura1.17.

    Por ejemplo, una pendiente de un 15 %significa que cada 100 metros recorridosen la distancia horizontal se superan 15metros de desnivel.

    El ngulo de la pendiente (), medidoen grados sexagesimales, se puede obtenerde varias formas: mediante un clinmetro;por medio de razones trigonomtricas; otambin mediante un transportador dengulos si reflejamos en un tringulo,como se puede ver en la Figura 1.17, losconceptos que nos ocupan (P, h y d). Acontinuacin, como referencia, se enume-ran algunas equivalencias de grados sexa-gesimales y porcentajes: 5 de ngulo sonel 8,7 % de pendiente, 10 son 17,6 %, 20son 36,4 %, 30 son 57,7 %, y 45 sonexactamente el 100% (remontar una rampade 45 implica ascender 100 m de alturacada 100 m de la horizontal). Los valoressuperiores a 45 aumentan hasta el infinito:50 son 119,2 %, 70 son 274,7 %, 80 son567,1 %, 90 es un % infinito.

    Se puede comprobar que, cuanto ms

    largo sea un itinerario para subir un mismodesnivel, menor ser la pendiente y, lgica-mente, ms descansado ser. En las monta -as abundan los ejemplos: los caminos deherradura, trazados en zig-zag, constituyenel paradigma de un diseo racional y razo-nable de las comunicaciones en el pasado.

    Realizacin de perfilestopogrficos

    Para completar nuestro anlisis delrelieve en la planificacin de itinerarios,ofrecemos un complemento del clculo dependientes: la realizacin de un perfiltopogrfico. Se trata de un grfico en elque se representa un corte transversal delrelieve en una determinada direccin,seleccionada en funcin de nuestro recorri-do o inters. Esta seccin del relieve setraslada sobre el eje horizontal, mientrasque la altitud se representa en el eje verti-cal. El resultado es una imagen bastantefidedigna de las formas que tiene el corte operfil ejecutado: montaas, valles, ascen-sos y descensos, pendientes, etc.

    Pasos para confeccionar un perfil topo-grfico: La forma de elaborar un perfil comien-

    za con la seleccin del mismo, puestoque hay que tener en cuenta el trazadode la lnea de corte sobre nuestro mapatopogrfico: debemos procurar que ladireccin establecida corte de forma

    34 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Figura 1.17 Magnitudes relacionadascon la medida de una pendiente entre Ay B.

  • transversal la totalidad o la mayor partede las curvas de nivel (evitar que lalnea corte varias veces sucesivas lamisma isohipsa).

    Despus se toma un papel milimetradoy se coloca, sobre el mapa, a lo largo dela lnea de corte seleccionada. A conti-nuacin se sealan los puntos de inter-seccin o corte de las curvas de nivelsobre la hoja de papel.

    Los siguientes pasos nos llevan a laconfeccin de dos ejes cartesianos: uneje horizontal donde trasladaremoscada punto de interseccin o corte delas curvas de nivel, y un eje verticaldonde asignaremos un valor altitudinala cada punto del corte. En el eje hori-zontal se representa la direccin denuestro perfil a la escala del mapatopogrfico. Pero en el eje vertical

    podemos elegir escala: lo ms usual esoptar por una escala vertical idntica ala del eje horizontal (la escala del mapatopogrfico empleado), obteniendocomo resultado un perfil aproximadode la realidad. Si esto no resulta expre-sivo, se puede reducir 2 o ms veces laescala vertical respecto a la horizontal,de forma que el perfil se exagera comose puede observar en la Figura 1.18.

    Finalmente se unen todos los puntos delgrfico, obteniendo el perfil de la direc-cin o corte seleccionado. Sobre el per-fil topogrfico podemos referenciaraltitudes, identificar accidentes delterreno y elementos de inters (picos,ros, poblaciones, etc.), as como otrasindicaciones complementarias: orienta-cin del corte, coordenadas y escala delmismo, etc.

    Orientacin y cartografa 35

    Figura 1.18 Perfil topogrfico (A-B) de un relieve. Ntese la expresividad del mismoen funcin de la escala vertical empleada.

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    STRAHLER, A.N.; STRAHLER, A.H.(1978): Geografa fsica. Omega.

    36 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

  • Captulo 2TCNICAS DE PROGRESIN POR

    SENDEROS E ITINERARIOS DE MEDIAY BAJA MONTAA

    (Javier A. Melendo Soler)

  • 1. NOS DESPLAZAMOS Cmo andamos? Beneficios de las marchas por la naturaleza

    2. FORMAS DE PROGRESIN, ANDANDO, EN DIFERENTES TIPOS DE TERRENO Caminar por terreno llano Subir por terrenos con pendiente Bajar por terrenos con pendiente

    Bajar por pendientes pedregosas Bajar por pendientes herbosas

    Atravesar un rio Caminar por la nieve

    Materiales que podemos utilizar en la nieve Atravesar un nevero

    Caminar por nieve dura o hielo

    3. ESTABLECER ITINERARIOS BASNDOSE EN EL TIEMPO Y LA DISTANCIA Eleccin del itinerario Duracin de la excursin

    Longitud del recorrido Desnivel Perodos de pausa El ritmo Refugios y medidas de seguridad

    4. MATERIAL BSICO PARA NUESTRAS EXCURSIONES Proteccin de los pies: Botas

    Botas de senderismo Botas de alta montaa estival Botas de alta montaa invernal Calcetines

    Prendas exteriores Sistema de capas Pantalones Proteccin de la cabeza Proteccin de los ojos Proteccin de las manos

    Polainas Mochila Materiales complementarios

    Bastones Piolet Crampones

    Material necesario para nuestras excursiones Material necesario para una excursin de un solo da Material necesario para una excursin de varios das

    5. CAMINAR EN GRUPO

  • Caminar por un entorno natural nos vaa permitir descubrir paisajes, recorrercaminos poco frecuentados y aproximar-nos a una naturaleza, muchas veces olvida-da. La posibilidad de acercarnos a ella ydescubrir lugares nuevos, al menos paranosotros, slo va a depender de nuestrospies.

    El desplazamiento por itinerarios demedia y baja montaa es una actividad alalcance de casi todas las personas, el niveltcnico que se necesita no es muy alto,aunque es necesario conocer las caracters-ticas del terreno por donde nos movemos ycmo debemos desplazarnos por ste.

    1. NOS DESPLAZAMOS

    Existen diversas maneras de acercarnosa la naturaleza, pero, de todas ellas, la quenos permite una mayor aproximacin yrelacin con la naturaleza es andando. Apie podemos descubrir lugares recnditos alos que posiblemente no podremos accedermediante vehculos a motor, ni incluso enbicicleta de montaa o a caballo, aunquestos nos facilitarn el acercamiento a laszonas que deseamos recorrer.

    La realizacin de marchas o excursio-nes a pie puede requerir la utilizacin demateriales especficos en funcin del tipode terreno que recorramos, ya sea en terre-nos con nieve, hielo, pedrizas o terrenosescarpados; para estos tipos de terrenosnecesitamos conocer las tcnicas de pro-gresin que resulten ms adecuadas y eluso de los materiales especficos.

    CMO ANDAMOS?Cuando nos desplazamos no solemos

    pensar cmo lo hacemos, nos limitamos arealizar un movimiento que hemos automa -tizado y a repetirlo cclicamente. Nuestralocomocin pone en marcha simultnea-mente una serie de acciones en las queintervienen de forma conjunta los siguien-tes msculos y articulaciones:

    Las articulaciones del pie y especial-mente la del tobillo que soportarn elpeso del cuerpo facilitando el impulso yla amortiguacin.

    La rodilla interviene en la marcha pormedio de sus movimientos de flexin yextensin, facilitando la deambulaciny elevando el peso del cuerpo.

    La cadera realiza un movimiento derotacin y una basculacin de la pelvis;estos movimientos son seguidos por lacolumna vertebral.

    Los brazos realizan un movimientosimultneo al de la pierna del ladoopuesto que favorece la estabilidaddurante la marcha.

    Como podemos ver, la biomecnica dela marcha es una accin complementaria dediversas partes del cuerpo. De su correctarealizacin depender un buen desplaza-miento y el mantenimiento de nuestro equi-librio. Nuestro centro de gravedad se modi-fica durante la marcha; cuando estamos depie en una posicin esttica, est localizadoaproximadamente en nuestro ombligo o unpoco por debajo de l.

    Cuando nos desplazamos modificamosnuestro centro de gravedad, todos losmovimientos compensatorios como elbalanceo de brazos, rotacin de caderas,etc., contribuyen a favorecer nuestro equi-librio reajustando el centro de gravedad;as, por ejemplo, nuestro cuerpo se inclinahacia delante cuando subimos una pendien-te o hacia atrs cuando bajamos por lamisma pendiente.

    Los msculos que intervienen en ladeambulacin son fundamentalmente losde la extremidad inferior. En el medio natu-ral los terrenos por los que nos movemosson irregulares, de manera que a diferenciade la marcha por un terreno llano, habruna serie de grupos musculares que utiliza-remos segn ascendamos por una pendien-te o descendamos por ella. En general, parala realizacin de marchas excursionistas,los msculos realizarn esfuerzos de tipo

    Tcnicas de progresin por senderos e itinerarios de media y baja montaa 39

  • aerbico, priorizando la duracin delesfuerzo a su intensidad.

    Msculos que intervienen en la marchaSubiendo por una pendiente:

    Parte posterior de la pierna: Gemelos y sleoParte anterior del muslo CudricepsZona pelviana: Psoasoilaco Glteos mayor y medio

    Bajando por una pendiente: Cudriceps Gemelos y sleo Glteos

    Articulaciones que intervienen en lamarcha

    Extremidad inferior Tobillo y pie Rodilla CaderaExtremidad superior Cinturn escpulo-humeralColumna vertebral

    BENEFICIOS DE LAS MARCHAS PORLA NATURALEZA

    Tradicionalmente se recomienda andar,como un tipo de ejercicio simple y bsicopara mantenerse en forma. Andar por lanaturaleza, adems de los beneficios fisio-lgicos que nos proporciona, ejerce unainfluencia positiva sobre nuestra mente ypor extensin sobre nuestro sistema ner-vioso, liberndonos del estrs cotidiano.

    Los beneficios sobre el aparato cardio-circulatorio son los propios de toda activi-dad de tipo aerbico, aumentando, con elentrenamiento, el volumen del corazn yreduciendo la frecuencia cardaca, mejo-rando con ello el rendimiento del corazn.Asimismo, aumenta la frecuencia respira-toria durante el ejercicio, mejorando laventilacin pulmonar.

    La musculatura se va adaptando a la fati-ga en funcin de la distancia e intensidad denuestras caminatas, favorecindose la utili-zacin de la energa y la respiracin celular.

    Nuestros huesos y articulaciones evitanla prdida de calcio, retrasando o impidien-

    40 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Caminando hacia Pea Gratal (Huesca).

  • do la aparicin de osteoporosis y favore-ciendo la movilidad articular.

    La vida sedentaria actual con sus ries-gos de sobrepeso, aumento de colesterol,riesgo de infartos o accidentes vasculares,cerebrales, puede evitarse simplemente an-dando y mejor si es por la naturaleza.

    Psicolgicamente, los beneficios de lasmarchas por el medio natural procederntanto de la tranquilidad que nos induce,como del placer visual de la contemplacindel paisaje e incluso del propio esfuerzopara alcanzar la meta propuesta o descubrirlugares nuevos.

    2. FORMAS DEPROGRESIN, ANDANDO,EN DIFERENTES TIPOS DE

    TERRENOS

    Caminar por la naturaleza puede sermuy diferente segn lo hagamos en un tipode terreno u otro; asimismo, depender denuestro material, de nuestra carga y porsupuesto de nuestra preparacin.

    CAMINAR POR TERRENO LLANOCuando nos desplazamos por un terre-

    no llano, no es necesaria ninguna tcnicaespecfica, basta con que caminemos tal ycomo haramos por nuestra ciudad. Sinembargo, la naturaleza no es un caminoasfaltado, en ella encontraremos diversasirregularidades, como piedras, montculos,oquedades, que nos obligarn a prestaratencin de una forma especial. Una vezque hemos elegido el camino a seguir, yasea con nuestro mapa, libro informativo dela zona o con la ayuda de personas o guasque nos lo indiquen, siempre hemos deprocurar que ste discurra por el trayectoms sencillo, generalmente, todos loscaminos trazados cumplen este requisito ybastar con seguirlos.

    El desplazamiento por este tipo deterrenos no debe ser fatigoso; para ellonuestra marcha depender del tiempo y

    longitud de nuestro recorrido, y de nuestrogrado de condicin fsica. Es convenienteque la longitud de nuestra zancada no seaexcesiva, que nuestro ritmo respiratorio nosea alto, por ejemplo que nos permita irhablando con nuestros compaeros deexcursin y que las pulsaciones cardacasse mantengan en unos lmites ligeramentesuperiores a los que tenemos, por ejemplo,cuando caminamos por la ciudad. Porsupuesto, estamos excluyendo las activida-des competitivas que seran un captuloaparte.

    SUBIR POR TERRENOSCON PENDIENTE

    Subir caminando por una pendiente, sinnecesidad de efectuar apoyos con lasmanos, no requiere ninguna tcnica espe-cial, sin embargo, cuando la pendienteaumenta hemos de tener en cuenta variascuestiones que favorecern nuestra progre-sin.

    En primer lugar, cuando ascendemospor zonas con pendiente, la lnea recta noes el trazado ms conveniente, subir comosi furamos por una escalera es mucho mscansado, deberemos avanzar trazando dia-gonales, aunque nos parezca que as pro-longamos ms el camino. Normalmente,los senderos que seguimos han sido traza-dos teniendo en cuenta este hecho, de talmanera que bastar con que los sigamos,cumpliendo de esta manera con otro de lospreceptos ms importantes en los entornosnaturales: no salirse de los caminos; deesta manera evitaremos la erosin delterreno que los propios caminantes provo-can especialmente en las laderas de lasmontaas.

    En segundo lugar, hay que avanzar conpasos cortos, manteniendo el ritmo propio.Al subir es importante evitar dar grandeszancadas que acabarn produciendo unafatiga muscular ms precoz y una sobre-carga sobre nuestras articulaciones, espe-cialmente la rodilla. Una de las frases msescuchadas en boca de montaeros experi-

    Tcnicas de progresin por senderos e itinerarios de media y baja montaa 41

  • mentados es la de: anda como un viejopara llegar como un joven. Para alcanzarnuestras metas, sobre todo, cuando stasson exigentes, hay que ser todava msconscientes de este aforismo y aprender adosificar nuestro ritmo, dejemos la rapidezpara los que participen en alguna competi-cin.

    Hay que fijarse en el terreno por el queascendemos, eligiendo el ms sencillo; a lolargo de nuestros desplazamientos encon-traremos lugares por los que tengamos quetrepar o utilizar medios auxiliares. Procu-raremos pisar apoyando toda la planta delpie, hay que evitar en la medida de lo posi-ble andar de puntillas. Mantendremos unaposicin erguida y nuestro centro de gra-vedad se ajustar al grado de la pendientey al peso que transportemos en nuestraespalda.

    Subir por una pendiente Andar con pasos cortos Avanzar trazando diagonales Mantenerse erguido, con el peso bien

    distribuido en la mochila Elegir los caminos ms sencillos

    BAJAR POR TERRENOS CON PENDIENTEBajar puede resultar ms difcil y en

    ocasiones segn el grado de la pendientems fatigoso. Personas poco experimenta -das pueden presentar cierto temor a des-cender por una pendiente, sobre todo segnel tipo de terreno por el que discurra.

    En general en las bajadas podemosseguir una trayectoria ms recta; en caso defuertes pendientes, descenderemos trazan-do diagonales. Al caminar por senderosmarcados nos ceiremos a ellos, evitandoconvertir la montaa en una red de surcosque la erosionen.

    La posicin de bajada ser erguida,pero con los hombros ligeramente inclina-dos hacia delante y las rodillas flexionadaspara amortiguar el choque de la planta delpie con el suelo. La utilizacin de bastonespermite amortiguar, todava ms, la bajadapor fuertes pendientes, retrasando la fatigamuscular del cudriceps.

    Descenderemos con los hombros y lamirada orientada de cara hacia la pendientedel valle; el peso de la mochila debe estarbien repartido y la mochila sujeta a nuestraespalda para evitar los desequilibrios.

    La zancada suele ser ms amplia que enla subida y descenderemos con ms rapi-dez, aunque, procuraremos no cogermucha velocidad para evitar desequilibrar-nos y caer al suelo. Conviene que apoye-mos toda la planta del pie.

    Bajar por una pendiente Andar con pasos mas largos Avanzar en lnea recta, en caso de

    gran pendiente trazando diagonales Mantenerse erguido con los hombros

    inclinados hacia delante y con el pesobien distribuido en la mochila

    Orientar los hombros hacia la pen-diente del valle

    Flexionar las rodillas

    42 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Figura 2.1 Subiendo por una pendiente.

  • Bajar por pendientespedregosas

    En general descenderemos por la lneade mxima pendiente. Cuando las piedrasson finas, de un tamao como garbanzos,llevaremos cuidado por las posibles cadas,aunque en muchas ocasiones nos permiti-rn descender deslizndonos sobre ellas

    Cuando las piedras sean aproximada-mente del tamao de una pelota de tenis,podemos avanzar dando saltos apoyandolos talones, que nos permitirn moderar lavelocidad del descenso, o bien dando gran-des zancadas. En ambos casos, hay queprever que al deslizarnos arrastraremospiedras, por lo que caso de ir con ms per-sonas debern descender en una trayectoriadiferente a la nuestra.

    En bloques de piedras grandes, normal-mente de granito, podemos progresar conbastante seguridad, aunque deberemosestar atentos. Alcanzaremos el bloque con-tiguo evitando dar pasos muy largos, esposible que alguno de estos bloques sea

    inestable, por lo que tendremos que estaratentos a su estabilidad y a sujetarnos encaso de una posible cada sobre todo sitenemos que saltar de un bloque a otro; eneste caso, tantearemos primero los bloques.Hay que prestar especial atencin a que elpie no nos quede atrapado entre dos blo-ques.

    Bajar por pendientes herbosasDescender por una pendiente con hier-

    ba requiere un mayor control por nuestraparte, la superficie que nos ofrece esmucho ms resbaladiza, especialmente siest mojada, por ello la velocidad de des-censo deber ser ms moderada que en unasuperficie con piedras.

    La posicin del cuerpo ser similar a ladel descenso en otros tipos de superficies,procurando apoyar toda la planta del pie yevitando en este caso apoyar slo los talo-nes.

    Las pendientes con hierba pueden estaren zonas cercanas a un cortado, por lo queuna cada en ellas puede tener graves con-secuencias. Puede ser necesario ayudarnoscon material auxiliar, como los bastones, oincluso colocarnos los crampones en lostramos ms peligrosos.

    ATRAVESAR UN ROCuando en el transcurso de nuestro

    recorrido nos veamos obligados a cruzarun ro, comprobaremos si hay un puente enlas cercanas de nuestro camino. En oca-siones encontraremos un puente ms omenos improvisado con troncos, pero, deno ser as, buscaremos el lugar ms accesi-ble para vadearlo.

    Localizaremos algn estrechamientodel ro que podamos saltar o si es demasia-do ancho miraremos si lo podemos cruzarsaltando de piedra en piedra; en perodoestival sin tormentas, suele ser fcil cruzarlos ros.

    Cuando el ro es ms caudaloso o lasaguas fluyen rpidas, tendremos que valo-rar la posibilidad de meternos en el agua;

    Tcnicas de progresin por senderos e itinerarios de media y baja montaa 43

    Figura 2.2 Bajando por una pendiente.

  • en este caso, seguiremos los siguientespasos: Elegir el lugar ms adecuado para va-

    dearlo. Hay que elegir los lugares en losque el agua fluya con menos fuerza; porejemplo, despus de la curva del ro, lacorriente va menos rpida que al finalde un tramo sin curvas.

    Intentaremos comprobar la profundidaddel ro con algn palo o bastn, o lan-zando alguna piedra; arrojaremos algu-na rama que flote para observar la velo-cidad de la corriente.

    No es conveniente descalzarse paravadearlo, puesto que nos podemos cor-tar con una roca afilada del fondo, o conalgn cristal o lata arrojada por des-aprensivos. Es interesante llevar un cal-zado de repuesto, por ejemplo unaszapatillas de deporte que tambin nosservirn en los momentos de descanso.Si fuera necesario utilizaremos nuestraspropias botas y nos quitaremos los cal-cetines, si no tenemos otros secos derepuesto.

    Hay que utilizar un bastn o una ramaque nos permita tanto comprobar laprofundidad del cauce durante nuestro

    avance, como proporcionarnos un ter-cer punto de apoyo, formando un trin-gulo con nuestras piernas.

    Hay que aflojar las correas de la mochi-la, y soltar la correa del cinturn desta, por si se nos llevar la corriente yhubiera que desprenderse rpidamentede ella.

    Cruzaremos siempre en diagonal, si lacorriente es fuerte lo haremos a favorde ella, si no es muy fuerte podemoshacerlo contracorriente.

    Otras medidas que podemos tomar son:En caso de serios peligros nos podemos

    atar una cuerda a la cintura mientras vadea-mos el ro, aunque, algunos autores des-aconsejan este procedimiento. Es preferi-ble colocar una cuerda de lado a lado delro por encima de nosotros, para sujetarnosa ella mientras avanzamos. Otro procedi-miento til es pasar de dos en dos; paraello, nos colocaremos uno frente a otro yapoyaremos nuestras manos en los hom-bros del compaero, en esta posicin nosdesplazaremos por el cauce dando peque-os pasos transversales. Este procedimien-to nos dar una mayor estabilidad.

    44 Manual de tcnicas de montaa e interpretacin de la naturaleza

    Figura 2.3 Atravesando un ro.

  • En casos extremos, si tuvisemos queatravesar el ro a nado, lo haremos en dia -gonal, a favor de la corriente y con unacuerda de seguridad.

    Medidas para atravesar un ro Mejor despus de una curva del ro

    que en una larga recta Ponerse otro calzado Utilizar un bastn como tercer

    punto de apoyo Cruzar en diagonal, a favor de la

    corriente Aflojar las correas de nuestra

    mochila, y soltar el cinturn Podemos apoyarnos en los hombros

    de otro compaero para tener msestabilidad

    CAMINAR POR LA NIEVELos senderos de media montaa por los

    que transitamos con normalidad en verano,durante el invierno pueden verse cubiertosde nieve. Movernos por ellos requerir deunos conocimientos tcnicos diferentes,segn queramos desplazarnos con esqus,raquetas o andando.

    Las disciplinas de montaa invernal,como el esqu de pista, el esqu de fondo oel esqu de travesa, son un medio intere-

    sante y atractivo para poder practicar acti-vidades en la naturaleza con mayor omenor exigencia.

    Cuando nuestra intencin sea la deandar por la montaa o por los senderos,aunque estn nevados, hemos de conocerla utilizacin de unos materiales ms espe-cficos que describiremos con ms detalleen un posterior captulo.

    Materiales que podemos utilizaren la nieve

    En primer lugar hemos de revisar nues-tras botas, que han de ser impermeables,preferentemente de materiales plsticoscon botn interior, si utilizamos botas decuero o membranas impermeables; ademsrealizaremos un mantenimiento peridico,tal y como exponemos en el captulo dedi-cado al material.

    El piolet es un elemento auxiliar nece-sario cuando nos movemos por territorioscon nieve o hielo. Se utiliza como instru-mento de apoyo para detenernos en caso decada en una pendiente. Cuando lo que pre-tendemos es simplemente andar por lanieve, puede ser de ms utilidad usar unosbastones con arandela grande. Sin embar-go, el piolet es muy til en los glaciares,como describiremos en el captulo sobre

    Tcnicas de progresin por senderos e itinerarios de media y baja montaa 45

    Figura 2.4