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2 1 7 RELACIONES 111, VERANO 2007, VOL. XXVIII NTRODUCCIÓN La región 1 de Bolaños sostenía una población pequeña aldeana hasta que fue habitada a partir del primer si- glo de la era cristiana, por un grupo de gente que acos- tumbraba enterrar a sus muertos dentro de tumbas de tiro (Cabrero 1993, 61-92) y construir conjuntos arquitectónicos circulares que funcio- naban como centros cívico-ceremoniales. I UN MODELO DE INTERCAMBIO COMERCIAL PARA LA CULTURA BOLAÑOS, JALISCO, MÉXICO Ma. Teresa Cabrero García* UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO La región del Cañón de Bolaños, Jalisco, fue ocupada por grupos pro- venientes del centro de Jalisco a partir del siglo I de la era cristiana, es- tablecieron una ruta de intercambio comercial utilizando el río Bola- ños como vía fluvial. La ruta partía del centro de Jalisco hasta llegar a la zona de Chalchihuites, Zacatecas y viceversa. Los grupos coloniza- dores se distribuyeron a lo largo del cañón asentándose sobre las me- setas cercanas al río con el propósito de controlar el paso de las ca- ravanas comerciales. El trueque de diversas mercancías y materias primas tanto locales como foráneas se concentraba en determinados poblados que funcionaron como centros de control para su redistribu- ción posterior en los asentamientos de la periferia. Este tipo de econo- mía favoreció un desarrollo complejo en la región y la cultura adqui- rió una idiosincrasia particular diferente a la del lugar de origen. (Cañon de Bolaños, intercambio, Jalisco) * [email protected] 1 Se emplea región para definir el territorio que abarca el cañón de Bolaños, las altas sierras que lo delimitan (al este y al oeste), el río que lo atraviesa, así como los valles y elevaciones menores presentes.

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R E L A C I O N E S 1 1 1 , V E R A N O 2 0 0 7 , V O L . X X V I I I

NTRODUCCIÓN

La región1 de Bolaños sostenía una población pequeñaaldeana hasta que fue habitada a partir del primer si-glo de la era cristiana, por un grupo de gente que acos-

tumbraba enterrar a sus muertos dentro de tumbas de tiro (Cabrero1993, 61-92) y construir conjuntos arquitectónicos circulares que funcio-naban como centros cívico-ceremoniales.

I

UN MODELO DE INTERCAMBIO COMERCIAL PARALA CULTURA BOLAÑOS, JALISCO, MÉXICO

Ma. Teresa Cabrero García*UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

La región del Cañón de Bolaños, Jalisco, fue ocupada por grupos pro-venientes del centro de Jalisco a partir del siglo I de la era cristiana, es-tablecieron una ruta de intercambio comercial utilizando el río Bola-ños como vía fluvial. La ruta partía del centro de Jalisco hasta llegar ala zona de Chalchihuites, Zacatecas y viceversa. Los grupos coloniza-dores se distribuyeron a lo largo del cañón asentándose sobre las me-setas cercanas al río con el propósito de controlar el paso de las ca-ravanas comerciales. El trueque de diversas mercancías y materiasprimas tanto locales como foráneas se concentraba en determinadospoblados que funcionaron como centros de control para su redistribu-ción posterior en los asentamientos de la periferia. Este tipo de econo-mía favoreció un desarrollo complejo en la región y la cultura adqui-rió una idiosincrasia particular diferente a la del lugar de origen.

(Cañon de Bolaños, intercambio, Jalisco)

* [email protected] Se emplea región para definir el territorio que abarca el cañón de Bolaños, las altas

sierras que lo delimitan (al este y al oeste), el río que lo atraviesa, así como los valles yelevaciones menores presentes.

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acuerdo a sus componentes culturales y su posición geográfica. Entre loshallazgos más importantes están tres tumbas de tiro selladas, talleres defabricación de obsidiana y de concha y la recuperación de objetos hechosen cerámica provenientes de zonas alejadas (sur de Jalisco; oeste deNayarit) (Pickering y Cabrero 1998, 71-87; Cabrero 2004, 261-282;1998,287-293; Cabrero y López 1999, 228-241).

CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS

La fisiografía de la región es muy accidentada, el cañón está delimitadopor altas sierras en ambos lados; las posibilidades de asentamientos enterreno plano son escasas y muy limitadas, por lo que sus habitantes sevieron en la necesidad de aprovechar, principalmente, la parte alta de lasmúltiples mesetas que rematan las elevaciones menores.

Al fondo del cañón corre el río que lleva su nombre; hoy mantienemuy poca agua debido a la construcción de varias presas a lo largo de laregión (Los Pilarcitos (103° 48’ long W 21° 36’ latitud norte); Achimec(103° 14’) Víboras (103° 10’) Santa Rosa (103° 10’ 22° 27’) Tenasco (103°12’ 22° 12’); sin embargo, la anchura del cauce sugiere que en tiemposprehispánicos condujo un alto volumen de agua, capaz de sostener una

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Su economía se basó en el control de una ruta de intercambio comer-cial que atravesaba el cañón utilizando el río, como vía fluvial. Los gru-pos colonizadores se distribuyeron a lo largo del cañón asentándose enlas mesetas situadas en las cercanías del río con el propósito de contro-lar el paso de las caravanas comerciales. El trueque de diversas mercan-cías y materias primas favoreció un desarrollo sociocultural complejo(Renfrew 1975, 21; Hirth 1978, 35).

La organización sociopolítica y económica de la región se concentra-ba en los centros de control, donde se llevaban a cabo las transaccionescomerciales; controlaban la producción local, las mercancías –productosy materias primas adquiridas en las caravanas– y su redistribución a lascomunidades periféricas dependientes, situadas dentro de su área de in-fluencia. A su vez, las comunidades periféricas acudían a los centros decontrol con sus productos locales para intercambiarlos por mercancíasque no se producían en la región, pero que eran necesarias.

Este proceso económico propició la hegemonía regional y el auge so-ciocultural que perduró durante varios siglos (uno al doce d.C.) (Cabre-ro y López 2002, 220-225).

UBICACIÓN GEOGRÁFICA Y ANTECEDENTES SOCIOCULTURALES

DE LA REGIÓN DE BOLAÑOS

El cañón de Bolaños principia en el valle de Valparaíso (lugar dondenace el río que lleva su nombre y corre a lo largo del cañón), situado enel suroeste de Zacatecas, y termina en la confluencia del río Grande deSantiago, en el límite de los estados de Jalisco y Nayarit a corta distan-cia del centro de Jalisco, donde floreció una cultura que acostumbróenterrar a sus muertos en tumbas de tiro y construir conjuntos circularesde dimensiones monumentales con funciones de centros cívico-ceremo-niales (Weigand 1976, 183-227; 1985, 47-91; 1993, 39) (figura1).

La región se encuentra enclavada en medio de la Sierra Madre Occi-dental; permaneció sin estudios arqueológicos sistemáticos hasta la rea-lización de este proyecto, que dio principio hace más de 20 años, y des-de entonces se ha trabajado sin interrupción. Durante la investigación sedescubrieron más de 100 sitios arqueológicos que fueron clasificados de

Figura 1. Localización geográfica del cañón de Bolaños en México (sin escala).

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navegación fluvial en ambos sentidos pues se trata de un río cuya co-rriente es tranquila con pozas que se multiplican a corta distancia, locual ayudaría para su navegación (Cabrero 1992, 339).

La región contiene únicamente tres valles pequeños: de norte a sur,el primero es el de Valparaíso situado en el suroeste de Zacatecas, lugardonde nace el río; ya en Jalisco se encuentran el de Mezquitic y en la par-te central el valle de San Martín de Bolaños.

CARACTERÍSTICAS CULTURALES

Los habitantes de la región a ocuparon los pocos espacios planos; por loque los sitios arqueológicos se encuentran en su mayoría en partes altas(mesetas) cercanas al cauce del río, aun cuando existen algunos en elfondo de los pequeños valles. Existe un solo ejemplo de un sitio situadoen la margen oeste del río considerado como el centro de control más im-portante de la región; presenta un patrón de asentamiento similar al delcentro de Jalisco (patrón arquitectónico circular Weigand 1993, 39) peroadaptado a las condiciones del paisaje, a este sitio se le reconoce con elnombre de Pochotitán (Cabrero y López 2002).

De acuerdo a los rasgos arquitectónicos y materiales arqueológicosque presentan los asentamientos de menor importancia, fueron clasifica-dos como habitacionales, “periféricos” a las concentraciones de pobla-ción mayor que muestran una mayor complejidad arquitectónica y unaamplia variedad de materiales.

Los sitios principales (denominados centros de control) se presentanen pares: uno frente a otro y se ubican en ambos lados del río. Se distri-buyen a lo largo del cañón a una cierta distancia constante entre 8 y10 km. Lo anterior explica que su probable función era vigilar el paso delas caravanas comerciales y consecuentemente el control de las mercan-cías (figura 2).

Se hace notar que las fechas que se mencionan en este trabajo son elresultado de los análisis de cal 14C publicadas en trabajos anteriores (Ca-brero y López 2002, 126-127; Cabrero 2005, 21; Cabrero y Valiñas 2001,273-322).

Figura 2. Centros de control en la región de Bolaños.

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47-91) enviaron un grupo de gente con el propósito de colonizar y esta-blecer una ruta de intercambio comercial que uniera el Occidente con elNorte de México.

Con esta ruta se obtendría, principalmente, la codiciada piedra azul-verde que se explotaba en el área de Chalchihuites en el centro de Zaca-tecas, a cambio, los habitantes del centro de Jalisco enviarían una ampliavariedad de productos y materias primas, entre otras, la concha marina,proveniente del océano Pacífico (Cabrero 2004, 261-283), la obsidiana(cuyos yacimientos son abundantes en la zona del volcán de Tequila yde los yacimientos de Huitzila, el primero situado al suroeste del cañóny el segundo al noreste) ambos identificados por activación neutrónica(Darling y Glascock 1998, 345-364), sal, tabaco y algodón (cuya proce-dencia sería el centro y las costas de Jalisco y Nayarit). Las evidencias del

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El grupo colonizador de la región traía consigo un bagaje sociocultu-ral correspondiente a una sociedad jerarquizada; este nivel social persis-tió al asentarse en Bolaños. De esta manera se explica que durante elprimer periodo (cal d.C. 50-440) correspondiente al de tumbas de tiro losasentamientos de mayor importancia conservan el patrón arquitectóni-co circular en los centros cívico-ceremoniales y, sólo en algunos, la pre-sencia de tumbas de tiro para el entierro de sus gobernantes y su linaje(Cabrero y López 2002, 188).

Alrededor de los centros cívicoceremoniales vivió el grupo de poderen habitaciones de dimensiones mayores que las del grupo de artesanosasentados en las terrazas inmediatas. Este patrón se repite en los sitios ElPiñón y Pochotitán, ubicados en la parte central de la región; La Florida yLas Pilas del Alamo, situados donde principia el cañón; El Banco de lasCasas y La Peña situados dentro del cañón (los tres últimos carentes detumbas de tiro) (Cabrero 1989, 139-171; Cabrero y López 2002) (figura 2).

El Piñón constituyó el centro rector de la región y Pochotitán el sitiode distribución principal, lugar donde se llevarían a cabo las transaccio-nes comerciales y su control para la redistribución a la región. En el pri-mero se encuentran todos los elementos arquitectónicos que dan lugar asu importancia: templo, juego de pelota, áreas habitacionales de distin-to rango social; talleres de obsidiana y tumbas de tiro (figura 3).

En Pochotitán los cuartos que conformaban el patrón circular eran degrandes dimensiones, con cimientos dobles de piedra, lo que sugiere quese utilizarían como almacenes de bienes y como habitaciones destinadasa dar albergue y descanso a los integrantes de las caravanas comerciales.En el interior de los cuartos se encontró una alta concentración de tiestosdecorados de diversos tipos (13,734) y 120 puntas de proyectil elaboradasen obsidiana, 165 en pedernal y 22 en riolita (Cabrero 2005, 163). Ningúnotro sitio en la región presenta habitaciones de esas dimensiones ni condoble muro lo cual sugiere que se construyeron de esa manera paramantener determinados objetos bajo resguardo (Cabrero 2005, 166).

En la plataforma central del conjunto circular (Pochotitán) se descu-brió un taller de concha de la que se recuperaron 1873 objetos (figura 4).

La presencia de ambos rasgos (patrón circular y tumbas de tiro) a lolargo del cañón de Bolaños sugiere que los habitantes del centro de Jalis-co, específicamente los de la cuenca del lago Magdalena (Weigand 1985,

Figura 3. Croquis de El Piñón.

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La selección de este cañón se debió, muy probablemente, a que desem-boca directamente en el centro de Jalisco; así, el trayecto desde el final delcañón a la cuenca del lago Magdalena sería corto y fácil de transitar.

Por otra parte, la zona de Chalchihuites quedaba cerca de la entradaal cañón sin accidentes topográficos de importancia ya que se encuentraen el Altiplano centro-norte (sur y centro de Zacatecas) de tal mane-ra que el trayecto desde el principio del cañón sería rápido de atravesar(Cabrero y López 2002, 20-24).

En el espacio selecto de El Piñón (estructura 13) se tiene una fechaasociada a un entierro directo en posición flexionada con ofrenda deconcha de cal d.C. 440, lo que explicaría un proceso de cambio social enla región que produjo el abandono de la costumbre de tumbas de tiro, laremodelación de las habitaciones con distintos sistemas constructivos yla apertura comercial de la cultura Bolaños hacia las áreas vecinas. Estesegundo periodo se prolongó hasta cal d.C.1120, lapso en que decayó lacultura y se abandonan los sitios. Las evidencias de este cambio social setienen en diversos objetos procedentes del exterior del cañón y en la ela-boración masiva de artefactos de obsidiana y objetos de concha fabrica-dos en El Piñón y Pochotitán que se emplearon como mercancías deintercambio.

UN MODELO DE INTERCAMBIO REGIONAL

Al construir un modelo se crea una representación idealizada de la reali-dad, en este caso la realidad del pasado sería para demostrar la certezade sus propiedades (Haggett 1968, 19).

El estudio del intercambio regional e interregional ha sido muy dis-cutido en los estudios mesoamericanos; se han aplicado diferentes mo-delos con diversas perspectivas, tratando de explicar la forma del fun-cionamiento e influencia en los procesos de cambio social y político enlas sociedades complejas (Drennan 1998, 23-40). La mayoría de los inves-tigadores se han centrado en un producto o materia prima (Spence 1982,173-198; Cobean 1998, 115-152; Nelson y Clark 1998, 277-333; Earle1982, 1-12 entre muchos más); otros toman en cuenta el costo y la viabili-dad del transporte de las mercancías en los distintos paisajes y ambien-

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Figura 4. Croquis de Pochotitán.

tabaco y el algodón se descubrieron en la ofrenda de las tumbas de tiro;el primero a través de las figurillas huecas de barro y el segundo confragmentos de textil recuperados.

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gar central entonces, opera como un centro distributivo mayor para elintercambio de bienes sociales y materiales (Renfrew 1975).

Para explicar el intercambio Hirth (1984, 281-322) se enfoca hacia laeconomía y sus componentes interrelacionados; menciona los recursosambientales y su potencial de explotación; el nivel tecnológico del gru-po; la organización de la producción (basada en la división del trabajoen la que incluye la formación de grupos de trabajo específicos: especia-listas permanentes o temporales; periodicidad del grupo; el responsabley el benefactor del trabajo colectivo) es el reflejo de las relaciones socia-les que incluyen edad, parentesco, alianzas matrimoniales, etcétera. Ha-brá que considerar la manera en que fueron controlados los recursos ycómo se accede a ellos y conocer si los bienes se produjeron con fines detrueque o para el abastecimiento local. Es importante también conocer laoferta y la demanda de dichas mercancías, la distancia que recorren yla forma en que se distribuyen (Hirth 1984).

En las sociedades desaparecidas se utilizan los restos materiales quese conservaron en los sitios, por ejemplo, los cuartos, las áreas de activi-dad, etcétera (Plog 1977). En los postulados teóricos que explican el fun-cionamiento de un sistema de intercambio se observó la coincidencia deconsiderar el aspecto económico como la base de su comportamiento;sin embargo, a pesar de que algunos mencionan el intercambio de infor-mación son pocos los que consideran la ideología (los aspectos religiososy las creencias cosmológicas) como parte integral de ese sistema.

Las áreas y regiones consideradas como “fuera de Mesoamérica”han permanecido con escasos estudios de esta índole, ahora que existeevidencia de que las redes comerciales trascendían esa superárea cul-tural (Kelley 1976, 21-40; 1978, 53-64).

FUNCIONAMIENTO PROPUESTO DE LA RUTA DE INTERCAMBIO COMERCIAL

EN LA REGIÓN DE BOLAÑOS

En este estudio se aplicará un modelo extraído directamente del análisisde la evidencia arqueológica, recuperada durante las excavaciones quese llevaron a cabo en los sitios principales (La Florida, El Piñón y Pocho-titán). Consideramos que en nuestra propuesta se combinan los princi-

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tes naturales (Charlton 1984, 17-42; Santley 1984, 43-42; Hirth 1978,35-45). La existencia de un sistema de intercambio depende de una orga-nización política con fuerte carácter jerárquico en los asentamientos queaglutina una región (Blanton, Kowaleski y Feinman 1992).

El intercambio se considera como la forma de interacción que crea yrefleja cadenas socioeconómicas específicas entre los individuos, dondelos bienes no viajan en el espacio de manera uniforme, sino que las mer-cancías de bajo valor se trasladan en distancias más cortas que aquellasde alto valor (Irwin-Williams 1977, 141-15).

El intercambio a larga distancia incluye bienes materiales de usopráctico, artículos de lujo (exóticos) e información. Los elementos bási-cos para un modelo de intercambio son el análisis de la o las redes y lageografía del paisaje. El concepto de red se define como los elementosencadenados por el intercambio específico de bienes, el comportamien-to y la información. Se caracteriza por la interacción de los individuosque intervienen en ella o ellas (Kelley 2000, 137-153; Irwin-Williams1977, 141-151). Una red puede ser interlineal o nodal; en el primer casose elige una ruta a larga distancia siguiendo una línea; en el segundo seexpande hacia uno o más puntos alrededor de uno central y puede cu-brir menor distancia que la anterior, pero en ambos casos existen puntosintermedios (Kelley 2000, 137-153; Haggett 1968). El contenido de unared de intercambio son los materiales que la conforman: materia prima,bienes terminados o parcialmente terminados y materiales perecederosmuy difíciles de identificar. Su estudio debe comprender la cantidad debienes; la diversidad de materiales; el territorio que abarca; la duracióntemporal; la direccionalidad, la simetría del intercambio; su centraliza-ción y su complejidad (Plog 1977, 127-140).

De acuerdo a Renfrew (1975, 48) cuando se lleva a cabo en una locali-dad específica, ésta puede llamarse lugar central y tomará un significa-do especial para la cohesión del grupo. En la mayoría de los casos se aso-cian los bienes y la información, convirtiéndose en un aspecto de laeconomía de una sociedad. Señala que si un sistema de redistribuciónopera en un lugar central y además tiene una producción local, los habi-tantes de los alrededores viajarán sólo a ese lugar central. Por otra parte,cuando el número de centros de producción se incrementa la redistribu-ción central es más eficiente en términos del costo de transporte. El lu-

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pios de varios modelos ya propuestos en otras regiones, algunos de ellosya citados. Se tratará de explicar el impacto que pudo tener en la inter-relación de los procesos regionales económicos, ideológicos (religión ycosmovisión) políticos y el tipo de bienes –de uso práctico y cotidiano,de lujo e información– que intervinieron en el intercambio (Irwin-Wi-lliams 1977, 141-151; Drennan 1998, 25).

Las características geográficas y culturales específicas de la región su-gieren que se trató de un modelo interlineal que contempla los aspectossociales, políticos e ideológicos (religiosas y cosmovisión) alrededor deleconómico. Se tratará el intercambio regional a larga distancia, con sus im-plicaciones en el intercambio interregional ya que ambos interactúan pro-fundamente y son consecuencia uno del otro (Renfrew 1975, 35-37).

El modelo comprende tres componentes económicos: a) centros decontrol de primer orden representados por los sitios de El Piñón y Po-chotitán; b) de segundo orden representados por los sitios La Florida yLas Pilas del Alamo; Cerro Prieto y Totuate; el Banco de las Casas y LaPeña; Chimaltitán y Cerro del Chino; y c) las comunidades periféricas(en el recorrido por la región se localizaron 90 sitios cercanos a los cen-tros de control; se considera que cada uno tuvo un área de influenciadentro de la cual había diversos sitios periféricos).

Se definen como centros de control de primer y segundo orden a lossitios que reúnen la mayor cantidad de rasgos arqueológicos: centro cívi-co-ceremonial, plazas, en algunos casos juego de pelota (El Piñón y elBanco de las Casas), áreas habitacionales donde vivía el grupo de podery los artesanos, además de talleres de obsidiana, de concha y terrazasagrícolas. Se identifican por estar en lugares altos, con amplia visibilidadal río y siempre se encuentran uno frente al otro.

Los sitios periféricos son aquellos distribuidos en los alrededores delos primeros; reúnen un menor número de rasgos; por lo general sólopresentan un área habitacional y terrenos de cultivo cercanos (figura 2).

Intervienen también en el modelo propuesto componentes materia-les de uso práctico (artefactos de obsidiana y pedernal, cerámica decora-da y monocroma); de lujo (objetos de concha y cerámica funeraria); ycomponentes de información: influencias de otras áreas reflejadas en as-pectos ideológicos (figurillas sólidas descubiertas en determinadas es-

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tructuras que sugieren haber intervenido en ceremonias de iniciación ode curación), presencia de objetos hechos en cerámica (vasijas y figuri-llas) provenientes de zonas alejadas de la región de Bolaños; estilos de-corativos en cerámica y concha).

ESTABLECIMIENTO DE LA RUTA DE INTERCAMBIO COMERCIAL

Con la perspectiva en mente de establecer una ruta de intercambio co-mercial, la estrategia inicial de ocupación a lo largo del cañón de Bolañosfue fundar centros de control en un lapso muy corto (cal a.C.30-110 d.C.)y, a su vez aprovechar las escasas extensiones planas de terreno dondecultivar. Así se explica que en los tres pequeños valles que existen en laregión se presentan los sitios más importantes. Se situaron a determina-da distancia (entre 8 y 10 km), siempre por pares, uno frente al otro, has-ta llegar al lugar donde principia el cañón. La intención sería mantenerel control del paso de las caravanas comerciales y de los productos de in-tercambio en ambos lados del río.

Durante un periodo inicial (periodo de las tumbas de tiro (cal d.C. 50a 440) la ruta permanecería bajo el control de los habitantes del centro deJalisco quienes recibirían importantes ganancias al redistribuir las mer-cancías entre las culturas vecinas situadas al norte (Nayarit y probable-mente Sinaloa) y al sur (el Bajío y las cuencas lacustres del centro y surde Jalisco). A través del tiempo, las comunidades del cañón se indepen-dizaron (periodo posterior a las tumbas de tiro (cal 440 a 1120 d.C.)controlando directamente la ruta, lo que propició su propio desarrolloeconómico (Cabrero y López 2002, 215-225).

La colonización del cañón de Bolaños principió en el primer valleque se encontraron a partir del centro de Jalisco (San Martín de Bolaños);en este valle fundaron los centros rectores que dominaron la región des-de el siglo uno hasta el colapso de la cultura hacia el siglo doce (El Piñóny Pochotitan).

Sobre la mesa alta de un cerro situado en la parte sur del valle seencuentra El Piñón; el sitio presenta un patrón de asentamiento semicir-cular adaptado a la fisiografía natural; comprende un centro cívico-cere-

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dencia de elementos arquitectónicos (patrón circular) y la presencia de si-milares tipos cerámicos en ambos sitios sugiere su contemporaneidad.

Siguiendo la trayectoria, hacia el norte, llegaron al valle de Valpa-raíso y justo donde principia el cañón fundaron los asentamientos de LaFlorida (meseta este) y el de Las Pilas del Alamo (meseta oeste) (Cabrero1989, 149165; 2002, 209-210; Hers 1989, 34-35; Weigand 1978, 113).

Las excavaciones recientes en La Florida dieron como resultado lapresencia de dos ocupaciones sobrepuestas: la más antigua con fechasde cal d.C. 50-110 y una posterior con fechas de cal d.C. 450-650 (Cabrero2005) (figura 5).

La ubicación geográfica de este sitio justifica su importancia dentrode la problemática comercial; una de sus funciones debió ser controlar laentrada y la salida de las caravanas a la región de Bolaños. Lo anteriortambién explicaría la presencia de tumbas de tiro ya que debido a la im-portancia del sitio, el gobernante principal enviaría una persona perte-neciente a su linaje para dirigir este sitio y en consecuencia se constru-yeron las tumbas de tiro para depositarlo a él y a su familia.

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monial con un templo, cuatro tumbas de tiro, el área de habitación delgobernante y su grupo de poder, una segunda área de habitación paralos artesanos; talleres donde se trabajaba la obsidiana, y en las laderasconstruyeron terrazas artificiales de cultivo y habitación para el campe-sinado (figura 3).

Los elementos mencionados se encontraron durante el reconoci-miento y posteriormente las excavaciones. En este sitio se estudiaron 19estructuras mediante la excavación controlada (habitaciones de distintajerarquía social, el juego de pelota, los talleres de obsidiana y el templo).

En Pochotitan situado frente a El Piñón, establecieron el lugar admi-nistrativo. El sitio se encuentra en la primera terraza de la margen estedel río; presenta un patrón arquitectónico circular con 12 cuartos degrandes dimensiones (figura 4 ); con base en ello, se considera que lafunción de dichos cuartos fue doble: como almacenes y como habitacio-nes para el descanso temporal de los integrantes de las caravanas comer-ciales. En el centro del espacio interno (limitado por un muro) constru-yeron una plataforma circular y dentro de ésta colocaron el taller deconcha. En las habitaciones y en los almacenes guardarían las mercan-cías que recibían para su posterior redistribución en la zona, así como lasmercancías locales empleadas en el trueque. La temporalidad de esteconjunto va de cal d.C.30 a 650 (Cabrero y López 2002, 125-133).

En el extremo norte de este valle fundaron los sitios de Chimaltitánque representó otro centro cívico-ceremonial (catalogado de segundo or-den) con áreas habitacionales alrededor. El levantamiento topográficopermitió conocer la mayoría de sus elementos constructivos así como elpatrón de asentamiento del sitio. Frente a este sitio está el Cerro delChino que comprende un área ceremonial y extensas zonas habitaciona-les; su avanzado deterioro impidió su excavación.

Hacia el noroeste de la región, se encuentra el segundo valle (Mezqui-tic) donde ocuparon la meseta alta del inicio del valle (de sur a norte) fun-dando Totuate y frente a este Cerro Prieto situado en la mesa alta del cerroque lleva su nombre. Kelley (1971, 768-801) realizó pequeñas excavacionesen Totuate y Cabrero en Cerro Prieto (Kelley 1971; Cabrero 1989, 183-200).Kelley obtuvo dos fechas en Totuate: una de cal a.C. 82-50 y otra de cal d.C.460 y a pesar de que se desconoce la antigüedad de Cerro Prieto, la coinci-

Figura 5. Croquis de La Florida.

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FUNCIONAMIENTO SOCIAL, ECONÓMICO Y POLÍTICO

AL INTERIOR DE LA REGIÓN

En El Piñón se concentraron los poderes sociales, políticos y económicosde la región; en Pochotitán los administrativos con el subsecuente true-que de mercancías. Ambos sitios representan centros de poder de primerorden (Renfrew 1975). Los otros centros de control, considerados de se-gundo orden (Totuate, El Banco de las Casas, Chimaltitan, Junta de ríosy sus contrapartes) estarían sujetos política y económicamente a los pri-meros aunque mantendrían cierta independencia social.

Se considera que la estratificación social y la ideología serían seme-jantes en toda la región pero su gobernante sería de un linaje distinto aldel centro rector o de primer orden por lo que no tendrían derecho deenterrarse en tumbas de tiro, así se justificaría su ausencia (Cabrero y Ló-pez 1999, 228-241). En ambos tipos de centros acudirían las comunida-des periféricas a intercambiar mercancías locales (productos de cultivo,frutos y puntas de proyectil) y foráneas (principalmente sal y tabaco).

A excepción de El Piñón, el sitio de La Florida (cal d.C. 50-110), es elúnico que presenta tumbas de tiro, lo que sugiere que su colonización in-cluyó un grupo perteneciente al linaje del gobernante de El Piñón (Ca-brero y López 2005). Esta hipótesis se fundamenta con el hallazgo de lastumbas de tiro selladas –descubiertas en El Piñón (Cabrero y López1999, 228-241)– las cuales ofrecieron primero la oportunidad de entenderlas acciones del ritual mortuorio de esta tradición mortuoria y segundoel descubrimiento de pertenecer a una misma familia ya que al realizarun análisis comparativo de los restos humanos provenientes de los sitiosexcavados (El Piñón, Pochotitan y La Florida) se observó que mostrabanuna patología craneal semejante; rasgo ausente en los entierros encon-trados fuera de las tumbas de tiro (Torres 2001; Pérez 2004). La muestraabarcó desde fetos hasta adultos medios de ambos sexos por lo cual sededujo que representaban al gobernante y su linaje (parientes directos)(Cabrero 2005, 187-210).

La entrada al cañón debió constituir un lugar de gran importanciapara el control de las caravanas comerciales, tal vez por ello, el gober-nante de El Piñón enviaría a un miembro de su familia (un hijo probable-mente) a establecerse en La Florida; de esa manera aseguraba el control

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En la parte media del cañón, entre los valles de Mezquitic y SanMartín de Bolaños existen un par de sitios (uno frente al otro) reconoci-dos como El Banco de las Casas (situado sobre la península oeste del río)y La Peña (situado en la ladera este del cañón). El primero comprendeuna larga ocupación ya que presenta en una parte del sitio un conjuntocircular correspondiente al periodo de tumbas de tiro y en otra parte elpatrón arquitectónico rectangular característico del segundo periodo; aeste último periodo corresponde el juego de pelota ubicado al este de laplaza principal; carece de cabezales y sus dimensiones son de 40 m delargo aproximadamente (Cabrero 1989, 139). El segundo sitio (La Peña)comprende una plaza rectangular colocada en la parte media y variasterrazas artificiales (están delimitadas por un muro de contención) conevidencias de restos habitacionales (Cabrero 1989, 144). Entre las princi-pales funciones de ambos sitios estaría el control del paso de las carava-nas así como la redistribución de las mercancías a los sitios periféricoscolocados dentro de su área de influencia.

Entre los valles de Mezquitic y Valparaíso existen dos sitios más: Jun-ta de Ríos ubicado sobre la meseta situada entre el río principal (Bola-ños) y un arroyo que desemboca en el río y Las Bocas situado al sur delanterior sobre una península del río (Cabrero 1989, 175). Es probable quela presencia de estos dos sitios se deba a que la distancia entre los vallesmencionados excede a la existente entre los otros centros por lo que sevieron en la necesidad de acortarla para un mejor control de la ruta. Apesar de que ambos sitios son pequeños, su ubicación geográfica y el ac-ceso al río los convierte en probables centros de control de segundoorden de la ruta comercial (figura 2).

Por último, existe un sitio denominado Cerro Colotlán situado al surde los anteriores; el lugar comprende un centro cívico-ceremonial yáreas habitacionales; las fechas de 14C que se obtuvieron en la excavacióncorresponden únicamente al periodo tardío propuesto para la región (cald.C. 850-970). Además, se descubrió una segunda ocupación correspon-diente a la intrusión a la región del grupo tepecano (cal d.C. 1030) Estegrupo pertenece a la rama étnica de los tepehuanes del sur, que ocupa-ban el sur de Durango y emigraron al norte de Bolaños (Cabrero y Vali-ñas 2001, 273-322).

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cieron figurillas huecas y vasijas con el estilo decorativo “chinesco” ca-racterístico en las tumbas de tiro de Nayarit (Furst 1966). Sin embargo,la calidad en los objetos de las tumbas en Bolaños es menor que las deNayarit por lo cual se considera que fueron elaboradas localmente re-produciendo el estilo decorativo de los objetos de Nayarit (Cabrero y Ló-pez 2002, 245). Dentro de las tumbas aparecieron también caracoles ma-rinos; los grandes (Strombus sp.) se modificaron para utilizarse comotrompetas y a los pequeños (Olivas sp) se les perforó un extremo para uti-lizarse a manera de cuentas (Cabrero 2005, 110).

De Chalchihuites reprodujeron el estilo decorativo con incisión Ca-nutillo Red-Filled Engraved (Kelley y Abbott 1971). Del interior de la re-gión se exporta el tipo cerámico negativo que aparece en los Altos de Ja-lisco (comunicación personal de Ramos y López Mestas).

Dos de las principales materias primas que se introdujeron a travésde la ruta fue la concha marina que se trabajó en Pochotitán y la obsidia-na en El Piñón. Una vez elaborados los objetos se dejaba una parte parael consumo local, otra se redistribuía en la región y una tercera parte dela producción se introducía en el sistema de intercambio. Ambas mate-rias primas eran controladas por el grupo de poder radicado en El Pi-ñón; la concha se redistribuía en forma diferencial, entre los grupos depoder que vivían en los distintos centros de control. Habrá que hacernotar que la región de Bolaños carece de yacimientos de obsidiana porlo que esta materia prima fue una de las mercancías de importación ypor ello se aprovechó completamente. Se tiene la evidencia del reuso delascas y puntas de proyectil hasta su agotamiento (Cabrero y López2002, 157). La presencia de lugares donde se trabajó la obsidiana (talle-res) justifica su elaboración local y su intervención como mercancía detrueque. Una parte de producción de puntas de proyectil elaborados enobsidiana se redistribuían en forma generalizada puesto que todos loshabitantes los requerían para desempeñar sus actividades básicas; unasegunda parte representó una mercancía de trueque muy importanteque salía de la región de Bolaños. Aparecen puntas de proyectil de diver-sos tipos, posiblemente, elaboradas en El Piñón en Chalchihuites (Spen-ce 1971); Coahuila (Taylor 1966, 59-94) y San Luis Potosí (Braniff 1961).

Se tiene evidencia (Cabrero 2005, 261-282) de que los objetos de con-cha elaborados en Pochotitán llegaron al Cerro del Huiztle lugar ubica-

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del paso hacia el cañón de las caravanas comerciales y posiblemente ten-dría conocimiento del volumen y el tipo de mercancías por utilizar en eltrueque. A manera de hipótesis se propone que este flujo de informaciónrequería un mensajero que se trasladara de un sitio a otro con mayorprontitud que los integrantes de las caravanas (Cabrero 2005, 187-210).

Se considera que los centros de control de segundo orden funciona-rían con cierta independencia en los aspectos sociales y políticos siendosujetos del centro rector únicamente en el aspecto económico. Así se ex-plica la presencia de los mismos rasgos culturales (tipos cerámicos, pun-tas de proyectil, objetos de concha y figurillas sólidas) en todos ellos. Enlos sitios periféricos aparecen los mismos tipos cerámicos, las puntas deproyectil y escasa presencia de objetos elaborados en concha.

MOVIMIENTO DE BIENES MATERIALES Y DE INFORMACIÓN

El movimiento de bienes materiales sería de sur a norte y viceversa; elcentro de Jalisco abastecería diversas materias primas, tales como la con-cha marina (se analizaron 3728 objetos en el Piñón distribuidos en las es-tructuras excavadas y 1873 en el taller de Pochotitan), la obsidiana (seanalizaron 1079 puntas de proyectil encontradas en el Piñón y 120 en Po-chotitán), la sal (materia prima indispensable en la vida humana), el al-godón (se recuperaron fragmentos de textil de algodón del interior delas tumbas de tiro y en la estructura 19) y el tabaco (aparecieron figuri-llas huecas con un cigarro en la boca); todos ellos obtenidos a través delas redes de intercambio que unían a los pueblos costeros con los de tie-rra adentro del Occidente de México (Cabrero y López 1999, 228-241).

El movimiento de bienes de norte a sur (Chalchihuites al centro de Ja-lisco) proporcionaría piedra azul-verde, hematita, cinabrio y piedras vol-cánicas propias en la fabricación de piedras de molienda. En una de lastumbas de tiro se encontró una olla pequeña llena de especularita (Ironspecular); este mineral se empleó como pigmento colorante en la decora-ción de las vasijas de ofrenda. Se tienen 20 núcleos y 25 cuentas de piedraazul-verde recuperados en las diversas estructuras de El Piñón.

Durante el primer periodo, la ruta comercial propició el contacto consus vecinos de Nayarit. Entre las ofrendas de las tumbas de tiro apare-

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ce controlada por el grupo de poder(Cabrero y López 2002, 211-212; Ca-brero 2005, 116-120; 195).

En este segundo periodo apare-cen en la región de Bolaños estilosdecorativos en cerámica provenien-tes de la costa de Nayarit (Amapa);entre los hallazgos se tienen frag-mentos de vasijas pertenecientes a lafase Gavilán de Amapa (figuras 6 y7). De la Cuenca de Sayula llegan fi-gurillas sólidas estilo “Cerro García”(figura 8) (Gómez Gastellum 1996,127-150) acompañadas, posiblementede panes de sal, lugar de explotaciónde esta materia prima (Liot 1995,1-32; 1996, 151-162; Liot et al. 1993,54-60). A través de la cuenca de Sayu-la llegan de Michoacán vasijas con la

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do al este del cañón. En este sitio arqueológico no se encontraron eviden-cias de haberse trabajado la concha (Manzo 1983; 1991, 16; Hers 1989).La especie Persícula bandera (molusco que vive exclusivamente en la des-embocadura de Bahía de Banderas situada en la costa de Jalisco) que enPochotitán y en El Piñón se encontró regularmente, viajó probablementehasta Casas Grandes (DiPeso 1974 v.6, 385-405) al pasar de manos en laruta de intercambio mesoamericana del interior que pasaba por Chal-chihuites (Kelley 1976, 21-40; 1978, 53-64) a corta distancia del cañon.DiPeso propuso que la ruta para la obtención de concha en Casas Gran-des tiene su origen en la sierra de Chihuahua, paso muy difícil de atra-vesar; y al llegar a la costa debieron bajar hasta la bahía de Banderas enJalisco para obtener este caracolillo.

Considero que sería mucho más fácil obtenerla a través de la ruta delcañón de Bolaños, ya que era una de las mercancías incluidas en el in-tercambio y al interceptar la ruta mesoamericana del interior, los comer-ciantes la obtendrían para llevarla hasta Casas Grandes. De esa maneraevitarían cruzar la sierra de Chihuahua y tener que viajar hasta Bahía deBanderas. Si fuera cierta mi propuesta y sin descartar la ruta propuestapor DiPeso, esta vía comercial resultaría más fácil e incluiría otras espe-cies marinas (DiPeso 1974 v. 6 cap.7 y 9; Cabrero 2004, 270; 2005, 178).

Con la posible intrusión y fusión de una segunda oleada de gente,hacia cal d.C. 500 y hasta la decadencia de la ruta comercial (hacia cald.C. 1120 fecha más tardía), la población de Bolaños se independizó delos pueblos del centro de Jalisco, tomó el control de la ruta y en conse-cuencia se amplió la diversidad de contactos con otras culturas. Desapa-reció la costumbre funeraria de tumbas de tiro; se intensificó la penetra-ción de concha y obsidiana como materias primas; surgen complejosdiseños entre los objetos de concha que acompañan a los entierros de lospersonajes principales de esa sociedad (en la estructura 13 se descubrie-ron 7 entierros flexionados acompañados con diversos objetos de conchay en la 17 se descubrió una alta concentración de objetos de concha); laproducción de artefactos de obsidiana se multiplica (en la estructura 14de El Piñón situado cerca de los talleres, se encontraron más de 300 pun-tas de proyectil por lo que se considera que este edificio funcionó comoalmacén para, posteriormente, introducirlas en el intercambio) estas evi-dencias sugieren que la producción de ambas materias primas permane-

Figura 6. Figurilla elaborada sobre untiesto de Amapa (Fase Gavilán).

Figura 7. Vasija decorada en negro y rojo sobre café proveniente de Amapa (Fase Gavilán).

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la técnica cloisonné que aparece asociada a una fecha cal d.C. 50-110 en elsitio de La Florida y que en Chalchihuites se desarrolló a partir de cald.C. 900 aproximadamente (Kelley y Abbott 1971; Cabrero 2001, 261-282;2005, 83). Se exportan los tipos cerámicos incisos (aparecen en La Quemadacomunicación personal de P. Jiménez) y el blanco sobre rojo (tipo Memo)que se encuentra en el valle de Tlaltenango vecino del cañón de Bolaños(comunicación personal de A. Darling).

En ambos periodos se encuentra la piedra azul-verde provenienteposiblemente de Chalchihuites llevada a Bolaños como núcleos natura-les para, posteriormente ser trabajados en la región principalmente comocuentas. Entre los hallazgos del Piñón se recuperaron núcleos pequeñosy cuentas y en Pochotitán sólo núcleos lo cual indica que llegaban aPochotitán y se elaboraban en El Piñón.

Lo anterior demuestra un segundo auge de la cultura Bolaños, lo-grado a través de la ruta de intercambio comercial que benefició su pro-pio desarrollo sociocultural; se refleja en la adopción y reproducciónlocal de estilos cerámicos, la producción masiva de puntas de proyectilcon fines de trueque, reproduciendo formas semejantes a las del Nortede México (Coahuila, San Luis Potosí y la zona de Chalchihuites). Laaparición de objetos en cerámica originarios del sur de Jalisco (Cuencade Sayula), de Nayarit (Amapa) y de vasijas con la técnica champlevé, de-muestra la apertura y la comercialización de la cultura Bolaños hacia lasáreas vecinas. En el caso de la presencia de champlevé (técnica decorativacaracterística del área de Michoacán) se considera que llegó a Bolaños através del contacto comercial con la zona de Sayula.

Por otra parte, se demuestra la existencia de redes comerciales quefuncionaban en el Occidente y el Norte de México estableciendo contac-tos con una gran variedad de culturas.

La hegemonía de la región persistiría hasta el momento en que deca-yó la ruta comercial (base de su economía) hacia el siglo doce por lo quelos habitantes abandonan paulatinamente la región. La razón probabledel decaimiento de la ruta comercial la atribuyo a los fenómenos socialessucedidos en el Centro de México que repercutirían en la frontera sep-tentrional años después (caída de Teotihuacan y surgimiento de Tula).

Hacia el siglo doce se asentó el grupo Tepecano –grupo étnico perte-neciente a los tepehuanes del sur establecidos en Durango– sobre las rui-

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técnica decorativa Champlevé (figura 9); estos objetos se encontraron en laestructura 14 de El Piñón reforzándose el supuesto de haber funcionadocomo edificio administrativo. De Chalchihuites llega el motivo decorativocon la técnica de incisión del tipo Mercado Red on Cream (Kelley y Abbott1971) reproduciéndose en Bolaños en pintura (en El Piñón se recuperaronmás de 1000 tiestos de este tipo) y probablemente, la cultura Bolaños envió

Figura 8. Figurillas Cerro García proveniente de Sayula, Jalisco.

Figura 9. Vasija con decoración Champlevé de origen michoacano.

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nas de los pueblos del Banco de las Casas y Cerro Colotlán, este últimosituado al sur del primero y ambos se encuentran en la parte norte delcañón (Cabrero y Valiñas 2001, 273-322).

La evidencia recuperada permite proponer que la región de Bolañosrepresentó un corredor cultural, donde el movimiento de bienes mate-riales y no materiales incidió en sus pobladores y en sus vecinos modi-ficando sus propias costumbres, todo ello logrado a través del sistemade intercambio comercial a larga distancia y controlado por un sitio quemantuvo la hegemonía sociocultural de la región durante más de 11 si-glos (Cabrero y López 2002, 303).

Con este modelo expuesto se fundamenta la existencia de redes co-merciales de intercambio dentro de las sociedades jerarquizadas (sinllegar al nivel estatal) que habitaron el Norte y el Occidente de México.Dichas redes provocaron cambios sociales, políticos, económicos e inclu-so ideológicos dentro de las unidades locales (Chase-Dunn 1991).

Se lograron identificar algunas de las mercancías de intercambio; al-gunas fuentes de donde provenían las materias primas; el control y laproducción de ciertos objetos; el tipo de organización del sistema de in-tercambio y el tipo de redistribución de los bienes dentro del contextosocial y político en la región (Earle 1982, 1-12). Se profundizó en los as-pectos sociales, políticos y económicos del sistema cultural regional paraexplicar los cambios sucedidos a lo largo del periodo de ocupación. Selogró correlacionar el análisis estilístico de la cerámica y la ideología conel propósito de delimitar la organización jerárquica y espacial de la so-ciedad de la región (Hodder 1982, 199-212). Se logró identificar el movi-miento direccional de los bienes y la extensión espacial de la ruta comer-cial. Se determinó la jerarquía económica y política de los sitios, así comosu función e intervención dentro de la región. Se identificó la ideologíaa través del sistema de enterramientos y la causa probable del cambioque sufrió.

La carencia de estudios similares en ambas regiones (Occidente yNorte de México) impidió llevar a cabo un análisis comparativo que per-mitiera identificar las semejanzas y diferencias existentes en las áreasvecinas; así como introducirse en su problemática comercial. Que esteestudio preliminar sirva como introducción al mundo prehispánico co-lindante con Mesoamérica.

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FECHA DE RECEPCIÓN DEL ARTÍCULO: 21 de septiembre de 2006FECHA DE ACEPTACIÓN Y RECEPCIÓN DE LA VERSIÓN FINAL: 14 de mayo de 2007

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