libro de memorias
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Material producidos por los estudiantes del Curso de Lengua Española – Intermedio 1 durante el 2º semestre de 2012, bajo la orientación de la profesora Natalia Labella-Sánchez. (IFRS - Câmpus Porto Alegre)TRANSCRIPT
El libro de memoriasEl libro de memoriasEl libro de memoriasEl libro de memorias
Lengua Española - Intermedio I
2012
Contenido
Presentación ...................................................................................................................................................... 3
LOS CUATRO EN: UNA SORPRESA EN LA ARENA (Bernardo M. Bosak) ............................................................. 3
MI CUMPLEAÑOS DE 15 ANÕS (Daiane Carvalho Moreira)............................................................................... 6
LOS VESTIDOS Y YO(Fernanda Saretta).............................................................................................................. 7
JUEGOS DE NIÑOS (Gabriela Acquolini) ............................................................................................................. 8
UN VIAJE EN FAMILIA (Luiz Felipe Velho)........................................................................................................... 9
MI GRAN VIAJE (Tamara Dias Corrêa) ............................................................................................................. 11
DÍAS EN LA HACIENDA (Tamara Dias Corrêa) .................................................................................................. 12
Material producidos por los estudiantes del Curso de Lengua Española – Intermedio 1 durante el 2º semestre de 2012, bajo la orientación de la profesora Natalia Labella-Sánchez. IFRS – Câmpus Porto Alegre. Realización: PROPEL – Programa Permanente de Ensino de Línguas e Literatura
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Presentación
Este libro es una actividad de final de semestre (Intermedio I) del Curso de Español del IFRS
– Câmpus Porto Alegre. Para construirlo, cada alumno seleccionó una foto de su infancia o
adolescencia.
En un primer momento, todos presentaron, en clase, sus fotos y sus historias. Después
escribieron los textos. Con todas las narrativas listas, los alumnos construyeron la portada, la
presentación, el sumario y la diagramación.
Hacer ese libro fue un momento especial para nosotros, pues nos conocimos mejor y nos
quedamos más próximos, compartiendo historias y trabajo.
Bernardo empieza con sus memorias de infancia con sus primos un una pequeña cuidad. En
“Mi cumpleaños de 15”, Daiane recuerda un lindo momento de su adolescencia. Fernanda escribió
sobre su cumpleaños de 7 y sus cambios de vestido en la fiesta. “Un Viaje en familia”, de Luiz
Felipe, trae las memorias de un viaje con sus parientes. Tamara recuerda su infancia en dos
momentos: en una hacienda y en un viaje para ver la graduación de su padre. Gabriela cuenta cómo
eran los juegos con su hermana cuando eran chicas.
¡Esperamos que les guste la lectura!
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LOS CUATRO EN: UNA SORPRESA EN LA ARENA
La imagen arriba representa la convivencia entre los cuatro primos desde 1985 hasta hoy. La
foto nos lleva al final de los años ochenta, principios de los noventa, cuando los cuatro primos se
encontraban en las vacaciones y en algunas fechas festivas. La ciudad era Restinga Seca y el lugar
del relajo era la casa de los abuelos.
La distribución era la siguiente: yo vivía en Porto Alegre; Fernando, el de pelo rubio, vivía en
Santa Maria; Marcelo, el de la derecha con la baraja y Mateus vivían en Restinga Seca.
Era un día soleado, cerca de la Navidad, y temprano de la mañana estábamos Fernando,
Mateus y yo buscando algo para hacer. En ese medio tiempo, el hermano de Fernando, que es siete
años mayor que nosotros, nos dio una “gran idea” y nos ayudó a desarrollar una broma diferente.
En la casa de mi abuela, hay una caja de arena y allí montamos nuestro plan, que se resume en
la siguiente broma: dibujamos algunos círculos en la caja de arena y en uno de ellos hicimos un
hoyo de casi un metro. Ahí pusimos una bolsa grande, llena de agua, y la cubrimos con un cartón.
Pusimos arena arriba hasta que quedó exactamente igual a los otros.
Fuimos a la casa de Marcelo para invitarlo a jugar. Recuerdo que él no estaba con muchas
ganas de jugar, incluso aún estaba en su cama. Yo deseaba para que él aceptase la invitación.
Cuando empezó a prepararse para ir, yo me reía por adentro imaginando el “primito” cayéndose en
la sorpresa.
Por el camino fuimos anticipando como era el juego que habíamos creado y era más o menos
así: el competidor debería saltar de un círculo a otro sin pisar en la rueda del medio. Con eso, la
impulsión hecha haría con que el tropezón fuera más grande aún. Ya en el tercer círculo la broma
estaba armada.
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Plan estratégico de la broma
Antes de que Marcelo comenzara a saltar, le dijimos que ninguno de nosotros había
conseguido saltar por todos los círculos sin pisar afuera o arriba de la línea. Él se lleno de fuerza y
empezó el desafío pensando, yo creo, “¡cómo son débiles! Voy a mostrarles como se hace”. Dio un
salto fuerte y confiado y casi desapareció en el hoyo. Su zapatilla voló casi cinco metros lejos de
allí. Nunca me voy a olvidar de la escena ni de la zapatilla multicolor. Yo lloraba de tanto que me
reía, así como los otros primos. Marcelo se quedó todo mojado, avergonzado, llorando y demoró
algunos minutos hasta darse cuenta de la broma. Muy enojado se fue para casa, porque no podría
luchar con los tres.
Bernardo M. Bosak
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MI CUMPLEAÑOS DE 15 AÑOS
La mayoría de las chicas cuando cumplen 15 años les piden a sus padres una gran fiesta de
cumpleaños. Pero, cuando yo tenía esta edad a mí no me gustaba la idea de ganar una fiesta,
entonces yo tuve otro tipo de celebración.
En mi cumpleaños fui a Gramado con mi familia. Fuimos a un buenísimo café colonial y
caminamos por todo el día para conocer la ciudad. Volvimos para la casa en el fin del día, estaba
muy cansada del viaje, pero cuando llegué a mi cuarto, me deparé con una cesta muy bonita que
recibí de mi madrina.
En aquel mismo momento, mi padre sacó la máquina de fotografía e me pidió para sentarme
al lado del regalo. Entonces me recordé que había ganado otros regalos de cumpleaños e me
gustaría mucho una fotografía con todos. Entonces, mi padre llevó para mi cama mi primer teléfono
celular que gané de mis abuelos y mi nuevo radio que él me dió con un CD de la telenovela
“Mulheres apaixonadas” junto con la cesta que estaba allá.
Vi que estaba faltando alguna cosa, no era ningún regalo, pero sí mi perra Luna, ella siempre
estaba junto a mí y no podría faltar en la fotografía. ¡Ahora sí, la fotografía de mi cumpleaños
estaba lista!
Daiane Carvalho Moreira
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LOS VESTIDOS Y YO
Esa foto retrata mi infancia. Fue en mi cumpleaños de siete años. Yo estaba muy contenta.
Había ganado un vestido de mi madre y una muñeca de papá.
Ese vestido de la foto no es el que gané, porque fui a servirme una gaseosa y la botella se
volcó en mi vestido ensuciándolo todo. Entonces cambié el vestido y me puse ése que mi mamá
también lo había mandado hacer para mí.
Yo me recuerdo que en ese día mi papá estaba trabajando y llegó muy tarde. Cuando llegó ya
me había cambiado el vestido, y sacado mis pantimedias, me estaba subiendo por los sofás y no
quería sacarme las fotos.
Mi madre estaba loca, entonces mi padre llegó. Me recuerdo que todos se quedaron quietos.
Mi papa tenía un paquete enorme y en ese paquete estaba mi muñeca. Era muy hermosa y estaba
toda de azul, tenía un collar doradito con una estrella y estaba hecha de paño. Mi gustaba mucho esa
muñeca.
Yo era la única princesita para mis papás, pero, en verdad era una traviesita. Me parece que
esa foto muestra lo que soy hasta hoy.
Fernanda Saretta
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JUEGOS DE NIÑOS
Cuando era niña, más o menos con 7 años, en 1998, mi hermana y yo solíamos inventar
muchos juegos, además de los más comunes como jugar con muñecas.
Jugábamos a que teníamos una casa de alquiler de películas, juntábamos todas las cintas
VHS de la casa y turnábamos todo el tiempo para ser cliente y asistente. También nos
turnábamos todo el tiempo en el juego de supermercado. Sacábamos toda la comida de la
heladera y así nos divertíamos.
Uno de los juegos que nos gustaba bastante, y es lo que aparece en la foto, era el juego de
coche. Montábamos un "coche" en el salón de nuestro apartamento con bancos, sillas, mesas,
y así “paseábamos” y nos tratábamos como "amiga".
En todos estos juegos, nos caracterizábamos a nuestra manera y Aunque que siempre nos
divirtiéramos, peleas entre mi hermana y yo ocurrían, porque una siempre deseaba ser el
mismo papel en el juego que la otra. Y cuando esto sucedía, mi madre o mi padre jugaban con
nosotras, incluso creo que esto ocasionaba más peleas, sólo para que ellos también participasen del
juego.
Fue una época muy divertida, en que mi mayor preocupación era la duración del día, y si
éramos capaces de jugar en frente al edificio, donde para mí todo parecía tan grande y enorme.
Gabriela Tirello Acquolini
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UN VIAJE EN FAMILIA
Esa foto fue sacada durante un viaje de
familia. Como yo tenía 6 años, ese es el primer
viaje que me recuerdo de mucho detalles.
Fuimos para un aniversario de bodas de los
tíos de mi abuela, en la ciudad de Erval Grande, acá
en Rio Grande do Sul.
La fiesta fue organizada para festejar sus
cincuenta años de bodas, una fecha muy especial y
que mobilizó a muchas personas. Todos los
familiares, primos, tíos, sobrinos, y otros, fueron
invitados. La fiesta ocurrió en julio de 1990, en un
invierno muy riguroso.
Para ir a Erval Grande, nos organizamos en
los coches que teníamos disponibles. La división
fue la siguiente: mi mamá, mi papá, mi abuela y yo
fuimos en el coche de mi papá y mi tío, mi tía, mi
bisabuela y mi hermana fueron con mi tío.
Mi papá y mi tío fueron conduciendo sus coches hasta Erechim, donde nos encontraríamos de
nuevo. Pero mi papá y mi tío hicieron caminos diferentes. Mi papá fue por la carretera que pasa por
Soledade. Mi tío fue por Caxias do Sul, pues había posibilidad de nevar por ese camino.
Llegamos en Erechim por la tarde y nos quedamos en una casa de familiares que nunca había
visto. Fue una situación muy cómica, pues todos eran conocidos de todos por fotos, pero pocos se
conocían personalmente. La ciudad estaba muy fría, la temperatura era de unos menos 5 grados. El
césped y los árboles estaban cubiertos de nieve y salía humo de las chimeneas. Era un paisaje que
nunca había visto y me encantó muchíssimo. Tan luego llegamos a la ciudad, me puse a hacer un
muñeco de nieve con lo que había de nieve en el césped del vecino. En ese momento, mi papá sacó
la foto arriba.
Nosotros nos pusimos nerviosos porque mi hermana no llegaba. En esa época, no había móvil
ni pager para comunicarnos. Muchas horas después, mis tíos y ella llegaron a Erechim. Ya era
noche y fuimos a cenar en familia, pero antes mi mamá dijo que mi hermana y yo teníamos que
ducharnos para después cenar.
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Yo no quería ducharme porque estaba muy frío y el agua no se ponía caliente. Intenté huir,
pero mi mamá me agarró y me puso debajo de la ducha. Yo gritaba mucho porque el agua estaba
muy fría. Parecía que estaba cayendo hielo. Y eso sin decir que no teníamos ropas para aquel frío.
¡Todos estaban temblando de frío! Por la noche nevó y todos se pusieron en las ventanas para mirar
el paisaje por mucho tiempo.
El día siguiente, fuimos para la ciudad de Erval Grande, donde sería la fiesta. Hubo una misa
y después un almuerzo, un gran almuerzo. Como en toda familia, las charlas no se terminaban, las
risas eran muchas y la felicidad de encontrar a las personas y/o conocer nuevas personas encantaba
a todos.
Después de la fiesta, conocimos puntos turísticos de la región y volvimos para Porto Alegre.
En la vuelta mi hermana estaba junto de mi papá, para no perdernos.
Luiz Felipe Velho
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MI GRAN VIAJE
En esta foto yo tenía 9 años y fue me primer gran viaje. Fueron 20 horas en autobús hasta Río
de Janeiro. Me recuerdo que mi mamá llevó muchas cosas para comer.
Íbamos a una fiesta de graduación de mi padre, como sargento. Fue un hecho importante de
nuestras vidas, porque algunos meses después él se jubiló y pasamos a vivir en mejores
condiciones.
Nos divertimos, visitamos parientes que no veíamos hacía mucho tiempo, y también salimos
de paseo por algunas playas.
Tamara Dias Corrêa
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DÍAS EN LA HACIENDA
Me recuerdo bien de los días preciosos que pasaba en la hacienda de mi tío, en Río Grande.
Había una plantación de cebollas y había también vacas, ovejas y ¡muchos perros! Pero lo que me
gustaba un montón era andar a caballo.
Mi prima y yo íbamos hasta los rieles del tren, que había cerca de allá. Me despertaba
temprano para ordeñar las vacas. No había luz, entonces por la noche hacíamos fiestas con
hogueras, un recuerdo muy hermoso de mi niñez.
Tamara Dias Corrêa