lcde079 - keith luger - el regreso del mas alla

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LCDE079 - Keith Luger - El Regreso Del Mas Alla

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ULTIMAS OBRAS PUBLICADAS

EN ESTA COLECCIN

74 - Los enemigos de la Tierra - A. Thorkent

75 - Vejez de siglos - Curtis Garland

76 - Una mujer de hace un milln de aos - Keith Luger

77 - Los comandos del Sol - A. Thorkent

78 - El trasplantador - Glenn Parrish

KEITH LUGER

EL REGRESO DEL MAS ALLA LA CONQUISTA DEL ESPACIO n. 79Publicacin semanal.Aparece los VIERNES.

EDITORIAL BRUGUERA, S. A.BARCELONA - BOGOTA - BUENOS AIRES - CARACAS - MEXICO

Impreso en Espaa - Printed in Spain

1.a edicin: febrero, 1972

Keith Luger - 1972 texto

Miguel Garca - 1972 cubierta

Concedidos derechos exclusivos a favor de EDITORIAL BRUGUERA. S. A. Mora la Nueva, 2. Barcelona (Espaa)

Todos los personajes y entidades pri- vadas que aparecen en esta novela, as como las situaciones de la misma, son fruto exclusivamente de la imaginacin del autor, por lo que cualquier semejanza con personajes, entidades o hechos pasados o actuales, ser simple coincidencia.

Impreso en los Talleres Grficos de Editorial Bruguera, S.A.Mora la Nueva, 2 Barcelona 1972

CAPTULO PRIMERO

Aqu Cohete Rojo. Terminada nuestra misin en Saturno. Regresamos a laTierra.Aqu estacin de Control Espacial nmero 3. Enhorabuena, comandante Mason.Logr las muestras?Tenemos todas las muestras que nos pidieron... Y un poco de queso que sobr de la merienda. Corto y fuera.El copiloto de la aeronave, capitn Milton Reisner, solt una risita.Un da te van a cortar las alas, Richard. Sabes que el general Blondell no admite bromas con las misiones.El general no tiene sentido del humor.Estara bien que desde el Control le diesen el parte: La misin "Cohete Rojo" vuelve con las muestras de Saturno y con un poco de queso que sobr de la merienda. Apuesto a que el general te mandara al planeta Glido.No me gustara. All las mujeres estn siempre muy fras.No lo sabes? Han puesto calefaccin.La teniente Miriam Bruce estuvo en el planeta Glido durante dos meses. Y no quiso ver a un hombre. Se interrumpieron todas sus facultades amatorias. Se dedic slo a la ciencia. Escribi un ensayo en tres tomos sobre la vida de los pinginos.Por qu no de las pinginas? Los dos rieron.El sargento Barry Brian entr en la cabina de mando de la aeronave.Comandante, est pasando algo anormal.Qu es, Barry?Una de las muestras que recogimos en Saturno est produciendo radiaciones.Experimentamos con ellas en Saturno y ninguna dio positivo en radiaciones.El detector de la seccin de equipajes est marcando una radiacin por encima de lo normal. En vista de eso, he usado mi detector manual y tambin l ha dado positivo.Y el doctor Harvey?Est durmiendo.Despirtalo, Barry. Y que vaya a la cabina de transporte. Necesito un informe rpido.S, seor.El sargento Brian se retir.El capitn Reisner observ la pantalla.Ningn cuerpo extrao en nuestro camino, Richard. Velocidad normal. Presin ptima.El capitn Reisner y el comandante Mason estaban identificados. Haban realizado ms de un centenar de servicios juntos. Y tenan el mismo hobby: las mujeres.El comandante Richard Mason tena treinta y dos aos y el capitn Milton Reisner veintiocho.Con quin vas a salir cuando llegues a la Tierra, Richard?Lo sabrs en seguida.El comandante estableci contacto con la Estacin de Control Espacial nmero 2.

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Qu haces, Richard?En la nmero dos est nuestro amigo Alex Brown... Aqu Cohete Rojo, identificacin. Soy el comandante Richard Mason.Aqu Estacin de Control Espacial nmero 2. Soy Alex Brown, Richard.Est ah la doctora en Geologa, Vernica Hudson?S, Richard, est aqu.Ponme en comunicacin con ella.Sabes que no puedo, Richard.Alex, es que quieres que le diga al general Blondell lo que hiciste la noche de fin de ao? Ser la primera vez que el general sepa que un oficial de guardia se pas dos horas con tres mujeres de una sola vez.Eres un chantajista.Decas algo, Alex?Te pongo con Miss Busto.Gracias, Alex. Eres sensacional.Transcurrieron unos segundos y se oy una voz femenina.Quin me llama?El comandante Richard Mason.Bandido, dnde ests?Slo a tres millones de kilmetros de ti.Podras haber triplicado esa distancia.Cario, he estado un mes en Saturno. Y justo cuando regreso a la Tierra quiero or tu voz. Para qu? Para invitarte a cenar maana por la noche, a mi llegada.Sabes lo que te digo, Richard? Que invites a cenar a una saturniana.No pude conseguir hablar con ninguna.Pues vete a cenar con una venusiana.Vernica, por qu me pegas con la puerta en las narices? Sabes que me he pasado treinta das pensando en tu cabello sedoso?No me lo creo.Sabes que me he pasado treinta das pensando en tus rojos labios?Farsante!Quieres que te lo jure, Vernica? Lo creas o no, he estado imaginando nuestro reencuentro en el restaurante Olimpia. T y yo a solas. Bailando a la luz de las velas, como nuestros tatarabuelos, mejilla contra mejilla, y yo dicindote al odo palabras de amor.S, Richard la voz de Vernica se haba dulcificado mucho.Trato hecho, nena? Voy a por ti maana por la noche?Si no vienes, la prxima vez que te vea te estrangulo, Richard.Pasar por ti a las seis. Corto y fuera.El comandante cort y vio que Milton estaba con la boca abierta.Ya lo sabes. Voy a cenar con Vernica.Con Miss Busto. Eh, Richard, qu les das?Nada, Milton, nada. Slo pasa que hay categoras. Uno es guapo y varonil, y sabe manejar a las mujeres.Qu soy yo? Manco? dijo Milton mostrando sus dos manos.No te quejes. Estoy seguro de que maana por la noche no estars a solas. Milton sac una agenda y la abri.Cecilia? Oh, no, se duerme al tercer beso. Y luego uno pasa un infierno para despertarla... LucyUna chica de campeonato. Te la recomiendo.

Tiene cosquillas.Pero resulta divertida.No, no quiero pasarme todo el rato riendo!El comandante resbal la mirada por el cuadro de direccin de la nave y dio un respingo.Eh, Milton, nos hemos desviado.No es posible. Est funcionando el piloto automtico.Pues el piloto automtico se estrope.Milton observ tambin los diferentes cuadros de direccin.Demonios! Por este camino no llegaremos a la Tierra.Rectifica los cohetes de babor. Cuatro grados a la derecha.Cohetes de babor rectificados.La direccin sigue siendo la misma. Slo ha variado medio grado.He hecho la rectificacin, Richard.Intntalo otra vez.De acuerdo... Rectificacin realizada.Qu demonios pasa aqu? Milton mir al radar.Cuerpo extrao a trescientos mil kilmetros. Richard Mason contempl tambin el radar.Informe del computador. Localizacin.El cuerpo extrao tiene unas dimensiones desconocidas.No puede ser. No existe ninguna informacin con respecto a un cuerpo extrao en el Cuadrante 28.Un meteoro?No digas tonteras, Milton. Un meteoro se habra dispersado antes de que llegsemos a esta distancia. El can-lser automtico lo habra deshecho. O me vas a decir que el can-lser automtico se ha estropeado?Parece que funciona. No se ha encendido la luz roja de advertencia. Quieres que haga un disparo sobre ese cuerpo?No, Milton. Podra ser una nave.Una nave? Somos los nicos que realizamos una misin en este Cuadrante. Djame que dispare el lser.Permiso denegado, capitn Reisner.El sargento Barry Brian entr en la cabina seguido por el doctor Harvey.Comandante, aqu est el doctor con su informe.Harry Harvey era un hombre de unos cincuenta aos. Carraspe fuertemente y dijo:Las radiaciones han subido a un grado muy peligroso, comandante. Llegan al noventa por ciento.Cmo es posible? Usted hizo un examen de las muestras en Saturno y dieron un resultado negativo.Yo tampoco me lo explico, comandante. Pero lo cierto es que ahora una de esas muestras est produciendo unas terribles radiaciones.Mientras hablaban, el capitn Milton estaba tratando de recuperar el mando de la aeronave. Dio un bufido.No puedo, Richard. Esta nave no depende de nosotros.Es absurdo. Tenemos que conservar el control o iremos a parar al mismsimo infierno.El sargento Brian se puso plido.Comandante, quiere decir que no son ustedes dueos de la nave?

No, no lo somos, de momento. El sargento Brian agreg:Comandante, propongo que desalojemos la muestra que produce las radiaciones. El doctor grit:No se puede hacer eso!Por qu no, doctor? pregunt Richard.Usted es el jefe de la expedicin, comandante. Fuimos a Saturno por esas muestras. Han de ser examinadas en la Tierra. No puede desprenderse de ninguna de las muestras.Doctor, intentar por unos minutos llevar toda la mercanca a la Tierra, pero si esta situacin contina en el punto que estamos, arrojar la muestra radiactiva al espacio.Podra provocar una catstrofe, Richard! Se lo digo como hombre de ciencia! Si usted arroja esa muestra al espacio se producir una explosin en un rea de cien mil kilmetros. Cree que nuestra nave no sera alcanzada? Tenga por seguro que nuestro cohete reventara. Todos moriramos instantneamente.Le he dicho que sostendr esta situacin durante unos minutos. Por favor, doctor, cllese.El doctor mir al sargento y guard silencio. El capitn Reisner grit:Nos hemos desviado otros cinco grados! Estamos alejndonos ms de la Tierra. Exactamente a diez mil kilmetros por segundo.Cohetes de emergencia! En accin el nmero 1!Cohete nmero 1 de emergencia en marcha!Resultado?El mismo. No hemos mejorado nada nuestra situacin. Continuamos alejndonos de la Tierra.Cohete de emergencia nmero 2 en accin!Cohete nmero 2 de emergencia en marcha!Posicin?Idntica.El doctor Harvey intervino:Qu es eso que refleja el radar?Un cuerpo extrao le contest el capitn Reisner.El comandante Mason apret un botn. Se encendi una pantalla. Las cmaras televisivas que recogan la imagen de cualquier cuerpo situado hasta doscientos mil kilmetros del Cohete Rojo captaron aquel cuerpo extrao.Un planeta! exclam el doctor Harvey.Efectivamente, vean una esfera con una forma muy parecida a la Tierra.Qu planeta es se? pregunt el capitn Reisner.No lo s contest el comandante. No est situado en nuestras cartas geogrficas. Qu tiene que decir, doctor?Estoy tan asombrado como usted, comandante. He viajado ms de una docena de veces por esta rea y nunca vi el planeta.Tiene tierras y mares exclam el capitn. El comandante abri la comunicacin.Aqu Cohete Rojo llamando a la Estacin de Control Espacial nmero 3. Nos encontramos ante una emergencia. Responda.No se oy nada.El comandante Mason cambi los diales.

Aqu Cohete Rojo llamando a la Estacin de Control Espacial nmero 2. Nos encontramos ante una emergencia. Responda, Alex Brown.Se hizo un nuevo silencio.El capitn Reisner dio un suspiro.No sigas, Richard. Perdimos el contacto.Sargento.A la orden, comandante.Arroje la muestra radiactiva.No! grit el doctor.Arrjela, sargento! repiti el comandante Mason.S, seor.El sargento Brian se dispuso a salir de la cabina, pero el doctor Harvey lo asi por el brazo.No haga eso, doctor!El doctor golpe en la barbilla a Brian, el cual se derrumb. Richard Mason salt de su silln.Contina con el mando, Milton!Avanz rpidamente hacia donde estaba el doctor y le golpe en el estmago y luego en el pmulo. El doctor cay perdiendo el sentido.Barry Brian se levant tambalendose.Sargento dijo el comandante. Cumpla la orden. Arroje al espacio la muestra radiactiva.En seguida, comandante.Richard ech un vistazo al doctor, que continuaba sin conocimiento, y se dirigi hacia el silln. Reisner le inform:Ha disminuido la distancia que nos separa del planeta desconocido. Ya estamos a50.000 kilmetros. Pero chocaremos inevitablemente si continuamos as.Se oy un pitido. Estaba sonando la sirena de emergencia. El sargento la haca sonar antes de arrojar la muestra.Automticamente, se puso en marcha el blindaje de emergencia de la aeronave, un blindaje especial con el que se recubran las paredes para un caso como aquel.Luego oyeron la voz del sargento.Listo para desalojar la muestra...Atencin, sargento... Cinco... Cuatro... Tres... Dos... Uno... Fuera! Se oy como una especie de suave estampido.El cielo se ilumin. Primero vieron un color amarillento, luego sobrevino una explosin ms fuerte y el amarillo fue cediendo poco a poco al rojo. Y se produjo la tercera explosin, mucho ms fuerte.El comandante Mason y el capitn Milton creyeron que se ahogaban. Sintieron una fuerte presin en el pecho.Reisner grit:Expulsa la fase 2 del cohete, Richard.No!Es nuestra oportunidad de sobrevivir!Cmo? Colgados en el espacio como longanizas?Eso es mejor que morir en pedazos!Da lo mismo una muerte que otra!Maldita sea, Richard! Voy a apretar el botn de expulsin de la fase 2!Si alargas la mano te la corto!Mi cabeza va a estallar, Richard!

La ma tambin!No podemos resistirlo un momento ms!Espera un minuto, Milton!Ests loco! No podemos esperar un minuto!Son slo sesenta segundos.Sesenta aos! Mira la pantalla, Richard!El comandante Mason observ la pantalla. Se estaban acercando velozmente hacia el planeta desconocido. Ante l apareci el suelo, parecido al de la Tierra.Vamos a estrellarnos, Milton!Cohetes de retroceso!Los dos apretaron al mismo tiempo los botones que ponan en marcha los cohetes de retroceso.Un instante despus sobrevino el impacto.El comandante Mason y el capitn Reisner salieron despedidos de los sillones. Richard crey que haba llegado al final porque todo ante sus ojos se sumergi enuna mancha negra.

CAPTULO II

Richard abri los ojos.Gimi al sentir un fuerte dolor en las costillas.Se levant apoyndose en el silln. Segua estando en la cabina de mando. Vio a su amigo Milton Reisner boca arriba. Acudi a su lado.Milton!Le golpe la cara.Eh, Milton, no ests muerto. Contesta.Si estoy en el cielo, que me den cien mujeres slo para m. Richard ri las palabras de su amigo y subordinado.Eso quisieras t. Pero no s lo que habr en este planeta desconocido.Con tal de que no sean pinginos repuso Milton abriendo los ojos.Cmo te encuentras?Como si me hubiesen pasado por entre dos rodillos.Yo estoy igual que t.Qu pas?Chocamos contra el planeta. Estamos en l ahora.Qu buenas noticias me das. Y los otros?No s nada de los otros.Richard no vio al sargento y al doctor, pero descubri que la puerta de emergencia estaba abierta.Deberamos estar asfixiados, Richard. Respiramos la atmsfera de este planeta porque la puerta de emergencia est abierta.Lo celebro porque me molesta el casco protector.No hay ningn planeta con la atmsfera semejante a la de la Tierra.Eso es lo que decan nuestros sabios. Pero ya hemos descubierto uno. Se llamarPlaneta Reisner.Eres muy modesto.No digas que t fuiste en su busca, Richard. Y tengo tanto derecho a que se llame con mi nombre como t, aunque seas el comandante.Oye, en lugar de tanto hablar, por qu infiernos no salimos?Primero t.Yo?Para eso eres el jefe.Est bien. Pero, mientras tanto, me hars un favor. Quiero un informe completo de las averas que hemos sufrido.Esperas que volvamos a la Tierra?Oye, tengo una cita en la Tierra con una mujer. Y no acostumbro a faltar a ninguna de ellas.Pues esta vez Miss Busto tendr que buscarse otro compaero. Creo que le vendr bien Mster Masaje.Mster Masaje soy yo. Richard se asom por la puerta.Ante s vio un paisaje semejante al que haba visto en el banco de pruebas de Nevada. El suelo era rocoso y en algunos trechos haba tierra amarillenta muy fina. Descubri algunos vegetales muy parecidos a los cactos aunque stos tenan un tamao tres veces ms grande. Algunos estaban en floracin.

Eh, Milton, esto es para no perdrselo. Flores de cactos tan grandes como calabazas.Ojal las mujeres de aqu no sean tres veces ms grandes que nosotros.Te va a resultar muy difcil ligar con ellas, capitn.Pero tengo un comandante que liga con todas.Gracias, hijo. Voy a saltar.Richard apret un botn y sali la escalerilla automtica. Baj por ella rpidamente.Sargento Brian!... Dnde est? No le contest nadie.Doctor Harvey! Dnde diablos se han metido? Esper una respuesta.Soplaba una suave brisa que produca un murmullo al rozar contra las rocas y los cactos.Observ en la arena las huellas de unos pies y un poco ms all los de otros.Tenan que pertenecer al sargento Brian y al doctor Harvey, y eso quera decir que haban salido vivos del Cohete Rojo.Las sigui durante medio kilmetro.Se encontr ante un conglomerado de rocas.Sargento Brian! Doctor Harvey! Tampoco obtuvo respuesta.Emprendi la subida por entre las rocas y al llegar a lo alto se detuvo. El corazn le dio un vuelco.All abajo, ante un charco de agua, estaban tendidos de bruces, inmviles, el sargento y el doctor.Brian!... Harvey!Pero ni el sargento ni el doctor se movieron. Richard baj rpidamente. Cogi al sargento por un brazo y lo volvi boca arriba.Barry Brian tena los ojos abiertos, en un gesto de espanto, como si hubiese visto algo muy extrao antes de morir porque eso es lo que le haba pasado al sargento. Estaba muerto.Se acerc al doctor y le dio la vuelta. Los mismos ojos desorbitados, la misma mueca de terror. Y tambin estaba muerto.Richard se levant y desenfund la pistola de rayo lser.Mir a su alrededor, el dedo en el gatillo, listo para disparar el rayo mortal.Quin hay ah? Puede salir! Soy un amigo!Observaba las rocas pulgada a pulgada, esperando que apareciese por entre ellas un ser extrao, un ser capaz de producir un pnico mortal.Pero al cabo de cinco minutos, segua solo, con los dos cadveres de sus compaeros.Examin otra vez al sargento Brian y al doctor Harvey. No, no tenan ninguna herida en el cuerpo. Slo unos cuantos rasguos, pero eso era lgico porque tenan que haber sido producidos por el impacto de la aeronave con el planeta desconocido.Estaba seguro de que haban salvado la vida gracias a los cohetes de retroceso. Indudablemente, el sargento Brian y el doctor Harvey haban llegado con vida al planeta. Pero salieron de la aeronave. Y all haban encontrado la muerte, en aquel oasis.No le tengo miedo! grit Richard. Salga quienquiera que sea! Nadie sali.Richard observ el agua. Tena sed. Habra sido el agua? Y si el sargento y el doctor haban bebido de ella? Eso podra explicar todo. No, no bebera un solo trago.

Oy pasos y se revolvi con la pistola lser en la mano.Soy yo, Richard. Mason dio un suspiro.Has estado a punto de convertirte en polvo.Milton apareci renqueando. Se qued tan perplejo como Richard al ver al sargento y al doctor.Muertos, Richard?S.Quin los mat?No lo s, Milton. Los encontr junto al charco, en el oasis. Quiz ha sido el agua.Por qu bebieron? Tenamos agua en la aeronave.Pregntaselo a ellos... Pero quiz haya una explicacin.Cul?La puerta de emergencia estaba abierta y los dos respiraban con normalidad. Decidieron salir a la superficie y pisar este planeta desconocido. Seran ellos sus descubridores. Echaron a andar hasta llegar juntos aqu. Vieron el agua y se pusieron a beber.El agua debe estar envenenada.Es posible.Tengo una buena noticia para ti.Qu hay de las averas?Aunque te parezca increble, el cohete est en condiciones de volar. Y ahora no tenemos la muestra radiactiva. Podemos volver a la Tierra.Lo intentaremos.Enterramos los cadveres?No, no haremos tal cosa. Para eso tenemos la cmara de congelacin. Los cadveres deben ser examinados en la Tierra. Aydame, Milton. Yo no puedo cargar con los dos.Richard transport al doctor Harvey y Milton al sargento.Llegaron a la nave sin novedad y dejaron los cuerpos sin vida en la cmara de congelacin.Luego, cada uno de ellos ocup su silln en la cabina de mando del cohete.Listo, Milton?Listo.Pusieron en marcha los motores de despegue, los cuales respondieron a la perfeccin.Voy a intentar el contacto con la Tierra dijo el comandante.Es justo lo que te iba a pedir.Aqu Cohete Rojo llamando a Estacin de Control Espacial nmero 1. No le respondieron.Lo intent otras dos veces sin resultado.No podemos esperar ms, Milton. Vamos a despegar.Cuando quieras. Estoy preparado.Combustible?Suficiente para llegar.Presin?Normal.All vamos.El Cohete Rojo despeg con normalidad y se elev en el espacio alejndose del planeta desconocido. La pantalla les devolvi la imagen del espacio.

Rumbo a la Tierra dijo Richard.Rumbo conseguido.Permanecieron callados durante unos minutos, atentos al cuadro de mando. Richard habl por el micro:Cohete Rojo, llamando a la Estacin de Control Espacial nmero 1.Aqu Estacin de Control Espacial nmero 1. Aqu el sargento Fulton. Hemos perdido el contacto con su aeronave durante dos horas.Informa el comandante de Cohete Rojo! Sufrimos una emergencia. Una de las muestras recogidas en Saturno produjo radiaciones que nos precipit al encuentro de un planeta desconocido. El sargento Barry Brian y el doctor Harry Harvey murieron en el cumplimiento de su deber.Aqu Estacin de Control Espacial nmero 1. Causa de la muerte?No lo s. Transportamos los cadveres en la cmara de congelacin.Paso su informe al general Blondell.Lo ampliar a mi llegada. Corto y fuera.

* * *

En la cmara de congelacin viajaban los cuerpos sin vida de Barry Brian y HarryHarvey.Pero, en un momento determinado, los labios del sargento se movieron y dijo:Doctor, volvemos a la Tierra. Pero estamos muertos.El doctor Harvey, con los ojos desorbitados en aquel gesto de terror, movi la cabeza.Estamos muertos para ellos, sargento. De esa forma podremos cumplir lo que nos han ordenado.

CAPTULO III

El general Blondell haba escuchado a Richard Mason y a Milton Reisner, los dos supervivientes del Cohete Rojo que haban viajado hasta Saturno.El general era un hombre de unos cincuenta y cinco aos. Le faltaba el ojo derecho, que cubra con una tira de cuero negro. Estaba orgulloso de tener un solo ojo porque el que le faltaba lo haba perdido en una misin de combate, cuando diez aos antes la Tierra fue atacada por los locos habitantes de un planeta de la Galaxia-14, que se bautiz con el nombre de Hesprida porque los terrcolas esperaban encontrar all un verdadero paraso, y lo que encontraron fue un infierno, un mundo extrao habitado slo por dementes. En aquella ocasin, el general James Blondell, que entonces era comandante, demostr sus extraordinarias cualidades para el mando. La misin perdi casi todo el personal, pero Blondell logr cumplir su objetivo e hizo posible que, ms tarde, psiquiatras y neurlogos de la Tierra llegasen a Hesprida para someter a tratamiento a los habitantes de aquel extrao planeta. Muchos de los pobladores de Hesprida sanaron y hasta se integraron con los habitantes de la Tierra. Incluso ahora, en la Estacin de Control Espacial nmero 1, prestaban sus servicios dos seres de Hesprida que eran semejantes a los humanos. Uno se llamaba Spencer Dowell y trabajaba en la Estacin de Cerebros Electrnicos, y el otro Frank Kramer y desempeaba sus servicios en la Seccin de Atmica, donde estaban instalados los grandes reactores que alimentaban con su energa a una cuarta parte del Continente Americano y a una docena de estaciones satlites, algunas de ellas a ms de un milln de kilmetros de la Tierra.El general escuch la cinta grabada por Richard Mason en la que se explicaba los incidentes de su viaje.Prest mucha atencin a los que se referan al regreso del Cohete Rojo deSaturno.Caballeros rompi el silencio el general Blondell. S que han pasado por una experiencia fuera de lo comn. Pero quiero informes fidedignos de los hombres que estn a mis rdenes. En resumen, deseo que rectifiquen.Qu es lo que quiere que rectifiquemos, general? inquiri Mason.Usted debera saber ya a qu me refiero, comandante. A ese supuesto planeta desconocido.Perdn, general, pero nosotros vimos el planeta desconocido.Lo vieron, eh? Aqu tengo las cartas geogrficas de todos los cuadrantes que estn en el camino de la Tierra a Saturno. Los cuerpos celestes estn determinados en estas cartas geogrficas. Durante los ltimos cincuenta aos se ha estado observando atentamente esa parte del espacio. Y han sido necesarios muchos viajes y el lanzamiento de muchos satlites de observacin para determinar los obstculos que pudiesen encontrar en su camino los expedicionarios a Saturno.El general hizo una pausa y, de pronto, golpe la mesa con la palma de la mano.Nunca tuve noticias del planeta a que ustedes se refieren!Ni nosotros tampoco, general.Deje las ironas, Mason.Perdn, pero no quera ser irnico.Insisten los dos en que encontraron un planeta desconocido?Yo insisto, seor dijo Mason.Yo tambin habl Milton.

Y naturalmente, tambin ambos insistirn en que las cosas pasaron como han informado... Chocaron contra el planeta, verdad, comandante?Fue un choque suave gracias a nuestros cohetes de retroceso.Y el doctor Harvey y el sargento Brian encontraron la muerte en el planeta.S, seor.Y el lugar donde se posaron es muy parecido al de las montaas que rodean esta base.S, seor.El general Blondell hizo un gesto de fiereza para pulsar un botn.Una puerta se abri dando paso a un hombre calvo, de unos cincuenta aos.Caballeros dijo el general, ustedes se conocen. El hombre calvo sonri a los pilotos.Hola, comandante Mason. Qu tal, capitn Reisner?No estamos bien del todo, doctor Neuman. El general intervino:Doctor, qu le parece el informe del comandante Mason sobre su misin aSaturno?Lo he ledo dos veces.Y cul es su opinin?Admito la posibilidad de la existencia del planeta desconocido. Blondell hizo un gesto de sorpresa.Usted admite eso, doctor Neuman? He ledo su libro de trescientas pginas en que trata de demostrar que los planetas no se crean ni se destruyen, se transforman. Exactamente igual que la ms simple materia.Tambin he escrito un libro de menos pginas, ciento cincuenta, en el que trato de demostrar que los planetas, en su transformacin, pueden cambiar de galaxia.Se refiere a viajar de una galaxia a otra como si fuesen vehculos?S, general.El comandante Mason asegura que el planeta desconocido es del tamao de la Tierra. Cmo espera que crea que un planeta de esa envergadura pueda aparecer de pronto entre Saturno y nosotros?S por donde va, general. Usted supone que nuestro sistema solar es incapaz de admitir otro planeta, y que la llegada de uno extrao a nuestro sistema provocara un cataclismo que alcanzara a la Tierra.Por lo que yo s, es exactamente lo que ocurrira.Debe tener en cuenta que un planeta de otra galaxia podra tener unas propiedades muy distintas a las que nosotros conocemos, a los planetas del sistema solar que hemos sometido a estudio durante el ltimo siglo. Por qu no pensar en que un planeta extrao puede trasladarse y convivir en nuestro sistema solar? Bastara un ajustamiento a las nuevas condiciones para que ese planeta pudiese seguir subsistiendo.El doctor Neuman agreg tras la pausa:Considero muy interesante las declaraciones del comandante Mason, y voy a iniciar un trabajo en profundidad con respecto a la posibilidad de ese planeta y la clase de perturbaciones que podra producir en nuestro sistema solar.Hgalo cuanto antes.Mis colaboradores estn esperando.Pues no los haga esperar ms. El doctor Neuman se retir.El general permaneci en silencio durante unos instantes.

Comandante Mason, no he odo su hiptesis respecto a la muerte del doctor Harvey y del sargento Brian. Segn ustedes, los dos murieron porque vieron algo espantoso.S, seor.Qu fue ese algo? Debe tener una hiptesis...No, general. Hubiese querido quedarme durante algn tiempo en el planeta desconocido para investigar. Pero decid respetar sus reglas.Si ustedes se hubiesen quedado habran corrido el mismo peligro que el sargento Brian y el doctor Harvey, y ahora nos estaramos preguntando qu fue lo que provoc la catstrofe. Al menos tenemos las muestras que recogieron en Saturno.Menos la que entr en radiactividad.Es lamentable su prdida. Pero, teniendo en cuenta sus informes, hizo lo que tena que hacer.Gracias, seor.Imagino que han sido recogidas las muestras.Se llevaron al Departamento de Geologa.Qu hay de los cadveres?Fueron trasladados al laboratorio del hospital.El general Blondell manej las clavijas de un dictfono con pantalla televisiva, estableciendo contacto con el Departamento de Geologa.En la pantalla apareci una hermosa mujer.El comandante y el capitn ya la estaban mirando y Milton peg con el codo aRichard.Miss Busto.El general volvi la cabeza.Deca algo, capitn Reisner?Oh, no, seor.El general carraspe.Si la doctora Hudson tiene mucho busto, usted tiene la lengua muy larga, capitnReisner.S, seor peg un taconazo Milton y al mirar otra vez a la pantalla se encontr con el busto de la doctora Hudson y tuvo que retirar la vista.Doctora Hudson llam el general.Vernica Hudson, que estaba de perfil, volvi su cara.Diga, general.Han examinado las muestras?Acabamos de iniciar el trabajo.Espero que estn al corriente de todo lo que pas.S, general. Nos entregaron una copia de la grabacin que usted ya debe conocer.Quiero un informe completo de esas muestras. Quiz alguna de ellas conserve los efectos de la radiacin producida por aquella que el comandante Mason tuvo que arrojar en el espacio.Haremos todo lo posible por encontrar algo positivo.Blondell cort aquella imagen y la sustituy por otra, la del laboratorio del hospital donde se encontraban dos hombres con bata blanca. En sendas mesas estaban los cuerpos sin vida de Barry Brian y Harry Harvey.Doctor Wilkes.Uno de los hombres se volvi.Cmo est, general Blondell?

Muy mal desde que supe el resultado de la misin del comandante Mason. Aqu atribuye usted la muerte del sargento Brian y la del doctor Harvey?Estoy un poco asombrado, general. En mi vida profesional slo he tenido que enfrentarme con un caso de muerte por terror. Fue la de un oficial, Dean Pover.S, lo recuerdo. Dean Pover fue enviado a Jpiter y all encontr un extrao ser de tres cabezas. El teniente Pover muri de pnico. Y result luego que aquel ser de tres cabezas era totalmente inofensivo. Tan inofensivo como un pulpo terrestre de cuatro o cinco kilos. Quiere decir que los cadveres del sargento Brian y del doctor Harvey ofrecen la misma perspectiva?De momento, yo lo llamara muerte por terror.Espero que pueda ampliar sus conocimientos y los mos despus de la autopsia. El general cort la comunicacin.Caballeros, no pueden salir de la Estacin.Pero yo quera... empez a decir Richard.Permiso denegado, comandante.S, seor.Quiero tenerlos cerca porque probablemente los necesitar. Alguna objecin?Al mismo tiempo que deca eso el general se tocaba el trozo de cuero negro que cubra su cuenca vaca. Los hombres a sus rdenes saban que, cuando haca ese gesto, estaba nervioso y que no tardara en estallar.Ninguna objecin, seor dijo el comandante Mason.Y usted, capitn?Oh, no, general dijo Reisner. Yo estoy aqu la mar de bien.Pueden retirarse.El comandante y el capitn hicieron el saludo militar y salieron del despacho del general.Milton sonri.Adnde vas a ir con Miss Busto, mi querido comandante?Al club de la Base.All te ver, Casanova.Por favor, no te acerques cuando est en lo ms interesante de mi conversacin con Vernica.Richard se fue a su apartamento de la torre 15. Se quit la ropa y se meti en la ducha.Se estaba secando con la toalla cuando oy un timbrazo.Abri la puerta y una joven salt a su cuello y lo bes en la boca.Rex, mi amado Rex!Richard se qued asombrado porque l no era Rex. Pero le hubiera gustado ser Rex ya que aquella joven de veinticinco aos era la morena ms sensacional que haba visto en todos los aos de su vida.Hola dijo l por decir algo. La joven le sonri.Oh, Rex, cunto tiempo haca que no te vea.Richard estuvo a punto de decirle: Y tanto. Como que es la primera vez que nos vernos.No me vas a invitar a pasar, Rex?Oh, s, desde luego. Me has sorprendido justamente cuando me estaba secando.Ponte de espaldas y te secar como entonces. Richard la mir con la boca abierta.Rex, qu te pasa?

Oh, s. Me secars como entonces.Richard se puso de espaldas y la joven cogi una esquina de la toalla y empez a secarle.Rex, por qu no has ido por la ciudad?La ciudad, eh? Es que prefiero los pueblos. Ya sabes, me he acostumbrado a laBase y salgo muy poco.Sala todo lo que poda, especialmente cuando encontraba una mujer a su gusto. Y demonios, a la mujer que se le haba metido en el apartamento, confundindole con un Rex, se la llevara muy a gusto a la ciudad, al pueblo, al campo o a la playa. No, no haca diferencias cuando su compaera era una muchacha tan proporcionadamente dotada por la naturaleza y aquella que le secaba, posea adems un cabello negro como el azabache y unos ojos como el azul del mar de Saturno.Te encuentro cambiado, Rex. Richard dio un respingo.S?Ahora eres ms ancho de espaldas.Eso es cosa de la dieta a que nos someten. Para ir por esos planetas. El general Blondell quiere tipos fuertes. Por un lado nos dan vitaminas y protenas para que seamos fuertes como osos, y por otro nos eliminan las grasas para que no nos hagamos pesados como elefantes.Rex dijo ella mirndole a los ojos.l se haba vuelto y no pareca escucharla.Rex, si me pides que me case contigo, me caso. Palabra que me caso.

CAPTULO IV

Richard Mason haba odo muchas declaraciones de amor de las mujeres, porque ahora eran ellas las que se declaraban casi siempre. No ocurra como en el siglo XX que, segn haba ledo, eran los hombres los que llevaban la iniciativa en los asuntos amorosos.Demonios, l elega sus compaeras, pero era reacio al matrimonio. Slo le interesaba el amor. Y all tena a una hermosa chica que le estaba pidiendo ser la seora Mason. Oh, no, de ninguna manera iba a perder l su libertad. Ni siquiera por una chica tan mona.Y la joven, como si quisiese jugar con ventaja, se puso de puntillas y lo bes en la boca.Y qu besos! Empez a sentirse mareado.Lo primero que hizo fue quitarle aquel trozo de toalla.Vers, pequea.Oh, Rex, me llamas como entonces Pequea.Cmo lo iba a olvidar?Sigue, Rex, qu me ibas a decir?No s si ests enterada de que estoy asignado a una misin muy importante.Cul?Una expedicin a Saturno. Volv justamente esta noche de all.Rex, qu emocionante. Cmo fue?Bastante mal.Por qu?Murieron dos de los cuatro hombres que componamos la expedicin.Es posible?Richard pens que haca bien en contar a la joven el resultado de su expedicin a Saturno porque, mientras tanto, ella estara distrada y se olvidara de su peticin de matrimonio.Cuando hubo terminado el relato, ella le dio otro beso.Oh, Rex, mi hroe.No hice ms que mi colaborador, el capitn Reisner.Eres muy modesto, Rex. Ella lo volvi a besar.Richard estaba cada vez ms confuso. Ni siquiera saba el nombre de aquella joven e intent saberlo.Pequea, he tenido siempre tu nombre grabado en mi cerebro. Hasta en Saturno lo repeta una y otra vez.Paula.Eso es, Paula. Qu otro nombre podra pronunciar sino el tuyo?Rex, invtame a cenar esta noche.No puedo.Por qu no puedes?El servicio. Pero maana t y yo cenaremos juntos y volveremos a recordar el pasado.Ser una noche maravillosa, Rex.Seguro, Paula. Lo ser le gui un ojo Richard.A qu hora quieres que te llame, Rex?

A las cinco de la tarde. Para entonces habr quedado libre,Muy bien, Rex. Hasta maana a las cinco de la tarde. Pero, por favor, piensa en m como en la seora Mason.Seguro, Paula. No dejar de pensar en los seores Mason. Ahora fue l quien la estrech en sus brazos y la bes con fuerza.Demonios, Rex, es verdad suspir Paula. Tienes muchas protenas y muy poca grasa.Ella se desliz de sus brazos y sali del apartamento despus de tirarle un beso al

aire.

Richard se frot el cogote.Caramba, Richard, tienes una suerte piramidal. Esta noche con Miss Busto.

Maana con Miss Ojazos.Se empez a vestir y son el timbre. Pens que era otra vez la hermosa Paula. Pero al abrir la puerta se encontr con Milton Reisner.Qu haces aqu, Milton? Esperas que te lleve de carabina con Miss Busto?Richard, el general nos tiene ordenado que demos parte de cualquier intento de sacarnos informacin. Me han elegido como vctima. Y t eres mi superior. Vengo a informarte.Est bien, pasa. Pero date prisa. Vernica debe haber terminado con su trabajo. Milton entr en el apartamento y l mismo se fue al bar, sin esperar la invitacin deRichard, y se sirvi una racin de whisky.Me quieres servir a m tambin de mi whisky? rezong Mason.Oh, s.Los dos compaeros bebieron un trago. Y Milton, despus de chasquear la lengua,

dijo:

Yo estaba en mi apartamento. Acababa de llegar. Son el timbre y abr. Y quin

crees que estaba all?Tu abuelita.Que te crees t eso. Una joven maravillosa, a la que no he visto nunca. Y qu hace ella?Te pide que te suscribas a la revista El espacio en que vivimos.Richard parodi la voz de la supuesta visitante: Capitn Reisner, si se suscribe por un ao, le mandaremos una tetera. Y si se suscribe por tres aos le mandaremos una hermosa cuna para cuando tenga un hijo.Ya terminaste? No me ofreci una tetera. Ni tampoco una cuna.Y qu te dio?Salt sobre mis brazos y me peg un beso.En la mejilla.Nada de mejillas. En la boca.Eres un tipo afortunado.Y cuando termin de besarme dijo: Oh, Rex, cunto tiempo haca que no te vea.Milton Reisner se volvi hacia la ventana para correr las cortinas.Aqu entra poca luz, Richard.No se dio cuenta de que Richard estaba como una estatua.Milton, qu nombre te dijo esa..., esa besucona?Rex.Pero t no eres Rex.Claro que no soy Rex! Soy Milton Reisner! Qu te pasa?Nada. No me pasa nada dijo Richard y bebi el contenido de su vaso.

Muchacho, vas a llegar mareado a los dominios de Miss Busto.No te preocupes. S controlarme. Contina, Milton, qu pas con esa joven maravillosa cuando te confundi con Rex?No me la peg.No?Tengo yo acaso aspecto de llamarme Rex?Bien mirado, no pareces un Rex.Lo mismo que t. Tienes aspecto de llamarte Richard Mason, y nada ms queRichard Mason.Quieres dejar ese galimatas? Qu te continu pasando con la chica?Sencillamente que la cog del brazo y la plant en el corredor. Y le dije:Seorita, s el juego que se trae. Ha venido para sacarme informacin de la expedicin que el comandante Mason y yo hemos realizado a Saturno. Pero no me va a sacar nada. As que, bsquese otro Rex.Y se lo busc dijo Richard en voz baja.Qu has dicho?Nada. Estaba pensando en voz alta, Milton. Entonces t crees que esa chica era una periodista.Para m estuvo claro desde que entr en mi apartamento. Pero no me pareci muy inteligente. De lo contrario hubiera usado otro truco. A quin va a engaar confundindole con un tipo llamado Rex?Richard corri al bar y se sirvi ms whisky.Richard, tu whisky es bueno, pero no lo es tanto para que te bebas todo el frasco. Deja algo para m. Adems, t tienes que hacer los honores a Miss Busto.Mason se estaba llenando de furia. Hubiese preferido hacerle los honores a su visitante, a Paula. S, de buena gana la hubiese cogido por el cuello y se lo hubiese retorcido. Ella se haba metido en su apartamento, despus de haber fracasado con Milton, y l haba picado el anzuelo. Paula slo quera informacin de su vuelo a Saturno y lo que haba pasado en su viaje de regreso, y, por todos los infiernos, que ella haba conseguido la noticia de primera mano.Se supona que aquella informacin tena que permanecer secreta. Slo el general Blondell estaba autorizado a comunicarla a los periodistas. Y sa era una regla de oro, una regla que todo el personal de la Base no deba olvidar en ningn momento.Perdona, Milton, tengo prisa.Espera, hombre, te acompao.Lo siento, Milton. Pero ya te he dicho que sta es una cena para dos. Puedes quedarte y beberte todo mi whisky.Bueno, ya que me invitas, beber unos tragos ms. Mason le hizo un saludo y sali del apartamento.Se dio mucha prisa en llegar hasta el exterior y mir a derecha e izquierda. Pero no vio ni rastro de Paula. No, aquella chica tendra que haber salido de la Base.Mont en su pequeo automvil atmico biplaza que se poda aparcar en tres palmos de terreno.Se dirigi al club, metise en una de las cabinas telefnicas y marc el nmero deVernica Hudson.Hola, querida. Soy Richard. Ya estoy en el club.Lo siento, Richard. Pero todava tardar media hora. Las muestras que nos has trado de Saturno nos estn dando mucha guerra.Algo importante?A nosotros, como gelogos, nos interesa mucho. Te lo contar luego.

No tardes.Me reunir contigo en cuanto haya acabado mi trabajo.Richard colg y cuando iba a salir de la cabina se detuvo de pronto.La joven que se la haba pegado, Paula, estaba en una cabina de enfrente, llamando por telfono.

CAPTULO V

Richard Mason abri de golpe la cabina donde se encontraba Paula. Ella estaba diciendo:Eso es todo, jefe. Gracias por la felicitacin. Y entonces descubri a Richard.Hola, Paula. Nos volvemos a ver.Perdone, creo que se confunde.Ah, s?No soy Paula.Richard apret los dientes.Con que no eres Paula. Pero da lo mismo, porque yo soy Rex.Se abalanz sobre ella y la bes en la boca. Ella empez a soltar gruidos. Por el micrfono lleg una voz que deca:Qu te pasa, Sherry? Richard atrap el receptor.Con quin hablo?Con John Mathes, el director del Star de Los ngeles.Seor Mathes, tengo una noticia muy importante para usted. Sherry ha cado en poder de un extrao ser llegado de Saturno.La joven grit por el micro:No le hagas caso, John!Con que no haga caso, eh? repuso Richard. Ahora ver. Y la volvi a besar.El hombre que estaba a la otra parte del cable gritaba:Qu pasa ah, Sherry?La joven logr interrumpir el beso y grit:Un loco, jefe! Un loco!No la crea, jefe. Soy Rex, el muchachito de las anchas espaldas. Luego colg con firmeza.Los hermosos ojos de Sherry echaban fuego.Seor Mason, esto es un abuso de confianza!De veras?Y le aseguro que le voy a denunciar a las autoridades de la Base.Estupendo. Es justamente lo que deseaba. Encontrrmela para denunciarla a mis superiores.Ella levant la barbilla.Seor Mason, si se refiere a la informacin que me dio, lo hizo voluntariamente. Ande, niguelo.Se vali de un fraude. Dijo llamarse Paula y no se llama Paula.Estamos en paz, seor Mason... Usted se hizo pasar por Rex y no es Rex.Yo no dije que me llamase Rex!Pero cuando yo lo bes, se sinti muy a gusto siendo Rex.Es usted muy listilla.Gracias.Pero no se va a salir con la suya. Sherry seal el telfono.

Seor Mason, toda la informacin que me dio est en el Star. Y en este momento las mquinas estn listas para lanzar un nmero extra.Y supongo que, en ese nmero extra, se informar a millones de lectores lo que pas en Saturno con la expedicin Cohete Rojo.De eso no debe tener ninguna duda.Sherry, se da cuenta de que ha dado a la publicidad informacin secreta?Seor Mason, soy periodista y me gano la vida como periodista. Quiero ser la mejor. Y demostrar a ciertas personas que no necesito ayuda de nadie para que mi nombre sea conocido en todo el mundo.Ambiciosa, eh?Es algn defecto?No, a condicin de que se valiese de medios correctos para obtener su informacin. Pero a usted no le importa cmo consigue sus fines. Sabe lo que supone para m el que usted haya logrado la informacin sobre Saturno?Perdone, tengo prisa.Le estoy hablando, seorita. Y tendr que escucharme hasta el final.Est bien. Qu supone para usted?El fin de mi carrera.No ser para tanto.Me dan ganas de estrangularla.Slo tengo un cuello.Y es muy mono, Sherry. Pero se lo retorcera... Puede estar satisfecha. Ha conseguido la primicia de una noticia sensacional. Efectivamente, su nombre ser conocido en todo el mundo. Me est bien merecido por haber confiado por una vez en una mujer. Y ahora ya acabamos nuestras relaciones! Slo falta el ltimo pago!El ltimo pago? A qu se refiere?A esto dijo Richard y, tirando de ella, la bes con salvajismo.Al cabo de un minuto, l la dej libre empujndola hacia el fondo de la cabina. La joven se tambale mientras gritaba:Bruto, as no se besa a una mujer!Dnde est la mujer? Yo slo veo a un hermoso animal de muy bajos instintos. Ella abri la boca para soltar tambin su frase de indignacin, pero Richard sali dela cabina dejando a la joven encerrada.Poco despus el furioso piloto tom posesin de una mesa en el club.Qu va a tomar, comandante Mason? le pregunt un camarero.Un cuerno.En las rocas o con un poco de ginebra?Perdona, Bill. Estaba un poco furioso y no me di cuenta. Para no variar pidi un whisky.Cuando qued a solas, Richard encendi un cigarrillo. No se dio cuenta de queVernica Hudson llegaba hasta su mesa.Un dlar por tus preocupaciones, Richard.Ah, hola.A quin estabas esperando?A ti.Pues pones una cara como si estuvieses esperando al general Blondell.Es que estoy pensando en l.Deja de pensar ahora en el general y piensa en la personita que tienes delante.

Vernica era realmente una mujer importante. Lo era por su fsico y por sus conocimientos cientficos. Haba tenido que soportar muchos chistes acerca de su busto y de la geologa.Acabamos de saber algo en el laboratorio que te va a sorprender, Richard.De qu se trata?Es un descubrimiento sensacional. Algo que el hombre de ciencia no pudiese imaginar que existiese. Esas muestras pertenecen a dos reinos de la naturaleza. Al vegetal y al mineral. Son minerales en su aspecto exterior y vegetales en su parte interna. Tienen clorofila, tejidos, savia...Es increble.Lo mismo pensamos nosotros hasta que abrimos una de las muestras. Fue como si hubisemos partido un fruto. Del interior brot la savia. Te aseguro que estamos viviendo unos momentos apasionantes.Imagino que habris dado cuenta al Departamento de Botnica.No, todava, no.Por qu no?Somos gelogos y nos corresponde el examen de la parte exterior de esas muestras. Tenemos que terminar nuestros estudios antes de pasarlas a los botnicos. Tenemos prioridad, Richard.Siempre los malditos celos profesionales entre unos y otros. Bueno, al fin y al cabo, yo me quedo fuera.T fuera, Richard? Eras el jefe de la expedicin. Y lo sigues siendo.Por muy poco tiempo. El general Blondell me va a poner de patitas en la calle.Por qu, Richard?Ha pasado algo.Cuntamelo.No, Vernica, es mi problema. Bill, el camarero, se acerc.Seorita Hudson, la llaman por telfono. Su jefe, el doctor Connors.Perdona, Richard voy a atender la llamada. Regres al cabo de cinco minutos.Richard, tengo que dejarte.Qu pasa?El doctor Connors me ha sugerido que trabaje con l esta noche. Tendr que pasar maana las muestras al Departamento de Botnica y quiere hacer un estudio concienzudo de los ejemplares que trajiste de Saturno.Ya tengo celos del doctor Connors.Recuerda lo que dijimos, Richard. Entre nosotros nada de celos. Cada uno tiene libertad para hacer lo que quiera.Y el doctor Connors es muy apuesto.No est del todo mal. Pero, cuando no trabajo, te prefiero a ti. Vernica le dio un beso en la comisura de la boca.Hasta maana, Richard.Que te diviertas con tu doctor, digo con tus muestras.

* * *

El doctor Harry Harvey estaba metido en el cajn nmero 14 de la Morgue. Ya le haban hecho la autopsia.En el cajn nmero 15 estaba el sargento Barry Brian, al que tambin haban hecho la autopsia. Permanecan inmviles en aquella atmsfera helada, sometidos otra vez a la baja temperatura.Pero, en un momento determinado, el doctor Harvey abri los ojos y movi los labios.Barry.Le lleg la voz del sargento.Aqu me tiene, doctor Harvey.Hemos de cumplir el mandato.Podemos salir ya, doctor?S, ya podemos salir.

CAPTULO VI

Es asombroso, Vernica dijo el doctor Mark Connors. Cmo puede darse un mineral y un vegetal juntos? No alcanza a la comprensin de una persona vulgar. Pero nosotros debemos comprenderlo porque somos cientficos, y no son muestras de la Tierra, sino de Saturno... Qu podemos encontrar en otro planeta? Slo cosas disparatadas, si son juzgadas por nuestra razn. Por ello, siempre he dicho que debemos dejar un hueco en nuestro cerebro para la fantasa. En muchos casos, como en ste, la fantasa supera con mucho a nuestra realidad porque se convierte en realidad misma Connors sonri. Lo siento, Vernica, por un momento cre que estaba soltando un discurso ante la Academia Mundial de Ciencias. Por fin voy a ingresar en ella. Mi descubrimiento me servir. Y usted tambin tendr su parte de gloria, naturalmente.Slo quiero mi parte de sueo.Oh, perdneme, la he retenido demasiado.No se preocupe, doctor Connors. Ha valido la pena.Vaya a dormir. Lo necesita.Usted tambin lo necesita, doctor.No, yo quiero estar toda la noche en pie. Debo seguir analizando las muestras.Ya termin su trabajo.Nunca se termina un trabajo como ste.Como quiera, doctor. Buenas noches.Vernica se dirigi hacia la puerta de salida, la abri y entonces lanz un grito de terror.Conoca al doctor Harvey, al que Mason haba trado muerto de Saturno, pero ahora estaba en el hueco de la puerta y su tez era amarillenta. Saba que le haban hecho la autopsia y el doctor, en su cabeza, mostraba el lugar por donde el escalpelo haba hecho su trabajo, una horrible cicatriz.Vernica retrocedi.Doctor Connors!Qu pasa, Vernica?Aqu! Aqu!Pero luego Vernica no pudo decir ms porque se desmay.El doctor Connors lleg corriendo y se detuvo al ver a su colega.Doctor Harvey!Buenas noches, doctor Connors.Pero usted..., usted muri...No estoy hablando?Usted est muerto.El doctor Harvey cerr la puerta del laboratorio a sus espaldas.Puede un muerto entrar y salir, doctor Connors?No.Puede hablar?No.Entonces, doctor Connors, no estoy muerto.Pero a usted le han hecho la autopsia.Eso se ve a las claras.El doctor Connors estaba cada vez ms desconcertado. El doctor Harvey ech a andar hacia l.

Prese, doctor Harvey.Ya no me puedo detener.Qu quiere?Su vida.Cmo?Su vida, Connors. Ya no puede vivir en la Tierra. Connors se qued estupefacto.De qu me est hablando, Harvey?Tiene que morir, Connors.Doctor Harvey, usted est bajo la influencia de una fuerza extraa.Qu bueno sera para usted que diese la informacin a la Academia Mundial de Ciencias. Por dos veces ha perdido la votacin para ingresar en ella. Pero con el informe acerca de las muestras de Saturno, unido al de mi presencia despus de muerto, alcanzara la fama y la gloria que usted ambiciona.Harvey, estoy dispuesto a compartirlas con usted.No, gracias. Un muerto no comparte nada con otro muerto.Yo estoy vivo, doctor Harvey.Lo estar por poco tiempo.Quin lo enva?No lo sabr.Doctor Harvey, cmo puede hablar igual que si realmente estuviese vivo? Connors termin de retroceder. Haba llegado junto a la pared.Doctor Harvey, no se acerque ms. Harvey empez a levantar las manos. Connors grit:Soy ms fuerte que usted!S, me venca en el tenis. Y nadaba mejor que yo. Y corra mejor que yo. Y era mejor jinete que yo... Pero ahora el doctor Harvey es el ms poderoso.Se abalanz sobre Connors y lo atrap por el cuello.Connors trat de apartar al hombre que haba sido su colega. Y pens que eso sera cosa fcil, pero se equivoc. Cuando trat de apartarlo de l, tuvo la impresin de que el cuerpo de Harvey estaba hecho de acero.Las manos de Harvey apretaron la garganta de Connors.No, doctor Harvey! No me mate! Ahora no! Voy a ingresar en la AcademiaMundial de Ciencias! Ser famoso!Usted slo ser un cadver, doctor Connors.Harvey sigui apretando la garganta de Connors hasta que de los pulmones de ste huy todo el aire.El doctor Harvey dej caer el cuerpo de Connors a sus pies.Luego se dirigi a la mesa donde estaban las muestras que el comandante Mason haba trado de Saturno. Las fue cogiendo de una en una y metindolas en una bolsa de plstico. Y cuando tuvo todas las muestras, sali del laboratorio.

* * *

El doctor Hans Neuman bebi una taza de caf. Haba ordenado que se retirasen sus colaboradores. Quera estar a solas en su gabinete de trabajo.

En la pared funcionaba una pantalla en donde se reflejaba una carta geogrfica del Cuadrante 28 donde, segn el informe de Mason, haban encontrado el planeta desconocido.Miles de puntos brillaban en el espacioNeuman manejaba una gran lupa y observaba pulgada a pulgada el mapa. Pero siempre iba a parar a uno de aquellos puntos insignificantes.Haba usado la computadora de localizacin y, por tres veces, aquella mquina que nunca fallaba le haba dado la misma respuesta. No, en aquel lugar no deba existir ningn punto luminoso. Las cmaras de televisin del Cohete Rojo no haban grabado las fotografas del planeta desconocido, segn lo haban visto el comandante Mason y el capitn Milton. Slo conservaba aquella fotografa. Pero la opinin de Mason era suficiente. Aquel punto luminoso tena que ser el planeta desconocido llegado de otra galaxia.Descolg el telfono de la mesa y marc un nmero.Lorigan? Aqu el doctor Neuman. Quiero que haga algo por m. Lorigan era uno de sus cuatro ayudantes.Dgame, doctor Neuman.Necesito los anlisis geolgicos de las muestras que trajeron de Saturno. Probablemente, el doctor Connors los debe haber terminado. Quiere llegarse al Departamento de Geologa?S, doctor Neuman.Estoy en el laboratorio, Lorigan. Le espero.Concdame media hora. Neuman colg.Luego sac unas diapositivas que pas por el proyector.Las diapositivas no eran suyas. Las haba heredado de su maestro, el ya fallecido doctor Douglas Barton, que haba sido presidente de la Academia Mundial de Ciencias. Segn el doctor Barton, en un viaje que realiz al planeta Marte, veinte aos antes, haba encontrado en su camino un planeta desconocido, del que pudo obtener fotografas. Eran aquellas diapositivas.Neuman observ una vez ms aquel planeta, que tena un tamao parecido al de la Tierra. Se vean continentes y mares. Haba sido un buen trabajo del doctor Barton. Pero fue acusado en la Academia de fraude y como el doctor Barton no se retract fue obligado a renunciar a la presidencia y, ms tarde, expulsado como miembro.Y el doctor Barton haba continuado sus investigaciones sobre aquel planeta desconocido y lleg a la conclusin de que podra trasladarse de una galaxia a otra como un vehculo espacial.No era eso algo que coincida enteramente con el informe del comandante Mason?No se haba encontrado Mason con un planeta desconocido cuando vena de Saturno?Y por qu, por dos veces, primero el doctor Barton y luego el comandante Mason, haban sorprendido a aquel planeta en sus viajes a Saturno? Qu haca ese planeta en Saturno?Una palabra brot en su mente como un chispazo. Aprovisionamiento.Aprovisionamiento? De qu? Quiz lo sabra cuando Lorigan viniese con los anlisis de las muestras que Mason haba recogido en Saturno.En aquel momento son el timbre de la puerta. Sera Lorigan, aunque no haban pasado los treinta minutos del tiempo que le pidi para reunirse con l.Abri la puerta.Pero la persona que estaba all no era Lorigan. Sinti que la sangre se le helaba en sus venas porque su visitante era el sargento Barry Brian.

No puede ser dijo.Y l saba que no poda ser porque el sargento Brian haba muerto durante el regreso del Cohete Rojo, justamente cuando el comandante Mason se vio obligado a hacer un aterrizaje forzoso en el planeta desconocido.No se equivoca, doctor Neuman. Soy yo. El sargento Brian.Pero usted..., usted muri.Qu tontera dice, doctor Neuman? Cmo puedo estar muerto si estoy hablando con usted?Pero esas seales son...No se equivoca, Neuman. Son seales de la autopsia.Sargento... Qu diablos pas?Dnde?En el planeta desconocido.No existe tal planeta desconocido.No me puede engaar, sargento. Ahora s que existe ese planeta desconocido. El doctor Barton fue el primero en descubrirlo. Y ahora lo volvieron a ver el comandante Mason y el capitn Reisner.Slo ellos?Usted tambin lo vio. Y el doctor Harvey.Sabe demasiado.Sargento, usted puede ser un elemento valioso.Ya lo soy.Me refiero en mi investigacin.No necesita hacer ninguna investigacin, doctor Neuman. El planeta existe.Por qu van a Saturno?A todo el mundo le gusta viajar.Sargento, usted y el doctor Harvey descubrieron algo en el planeta desconocido, algo que les llen de espanto y les produjo la muerte. Contsteme, sargento, qu es lo que vieron?Nada. No vimos nada.Miente, sargento. Tuvieron que ver algo,Nada. No vimos nada.El sargento se puso en marcha hacia Neuman.Brian, usted no est obrando por su propia voluntad. Quin lo impulsa?Es un secreto.Sargento, est usted muerto como yo dije. Ha sido reactivado.Su cerebro est trabajando demasiado, doctor Neuman. Necesita un relajamiento.Quiero seguir trabajando en esto y tiene que ayudarme.Oh, s, doctor, yo le ayudar.El sargento salt sobre Neuman. Se apoder de su cuello.Neuman era de baja talla y haca muy pocos ejercicios fsicos. Fue un juguete para el sargento Brian, el cual apret el cuello que tena entre sus manos.Y poco despus el doctor Hans Neuman caa en el suelo como un mueco roto.El sargento Brian retir las diapositivas del proyector, las puso en el suelo y las machac con el mango de un abrecartas hasta hacerlas pedazos.A continuacin, Brian sali del laboratorio de Neuman. Se ampar en la noche para llegar a la Morgue, que se ubicaba en la parte posterior de la base.No encontr dificultad en abrir la puerta y entrar.El doctor Harvey lo estaba esperando a la otra parte.Cumpli su misin, sargento Brian?

S. Y usted la suya?El doctor Neuman ya no tiene vida.Tampoco la tiene el doctor Connors.Entonces, debemos volver.Los dos hombres que haban encontrado la muerte en el planeta desconocido caminaron hasta llegar al lado de los cajones 14 y 15.Harvey ocup el cajn nmero 14 y el sargento el nmero 15.Y cuando quedaron tendidos en el interior, los cajones se cerraron.

CAPTULO VII

Asesinato y sabotaje! grit el general Blondell y ahora su mano estaba tocando el cuero negro de su cuenca vaca.Tena ante l a varias personas, colaboradores suyos en el proyecto Cohete Rojo, incluidos los dos pilotos supervivientes del viaje a Saturno.Y tambin estaba all el mayor Purcell, jefe de la polica de la Base, al que acompaaban tres de sus subordinados.Han robado las muestras que trajeron de Saturno, mayor Purcell exclam el general Blondell. Han estrangulado a dos hombres que estaban relacionados con los anlisis de esas muestras. Hay enemigos en la Base!Richard Mason estaba pensando muy aprisa. Un nombre golpeaba una y otra vez en su mente. Aquella mujer, Sherry, la falsa Paula, se haba introducido en el apartamento de su compaero, el capitn Reisner, para sacarle informacin. Y cuando fracas en su intento, lo visit a l y entonces haba obtenido lo que deseaba.Formara Sherry parte de un grupo de saboteadores, como deca el general?La haba visto en el club de la Base y por tanto habra tenido oportunidad de enterarse del doble crimen e informar al Star de Los ngeles.El general deca en aquel momento:Quiero un secreto absoluto para toda la investigacin, mayor Purcell. Que no trascienda a los periodistas. Ser yo quien d la informacin, cuando haya que darla.S, seor.Reprender severamente cualquier acto de indisciplina. Richard se desliz hacia la puerta.Adnde, va, comandante Mason? Richard se cuadr.General, ahora recuerdo algo relacionado con las muertes.Qu cosa?Hice un examen previo en Saturno. Puede no tener importancia, pero puede tenerla.Efectivamente haba hecho un examen previo de las muestras, pero estaba seguro de que no tena la menor trascendencia. Lo que deseaba era salir del despacho e ir en busca de Sherry.De acuerdo, comandante dijo el general. Traiga ese informe.A la orden.Richard sali y se dirigi rpidamente hacia el club. No, Sherry no estaba en ninguna de las cabinas telefnicas.Observ atentamente las mesas. Tampoco la vio. Quera decir eso que Sherry haba huido con sus posibles colaboradores?Camin hacia la Morgue donde estaban ahora los cuerpos sin vida de los dos hombres estrangulados, junto con los del doctor Harvey y el sargento Brian, que haban muerto aterrorizados en el planeta desconocido.Y de pronto la vio.S, all estaba en una cabina telefnica sumida en la oscuridad. Procur que ella no le viese y se fue acercando a la cabina.La puerta estaba entreabierta y pudo or lo que ella estaba diciendo:

John, han sido estrangulados dos hombres importantes en el proyecto Cohete Rojo. Estaban analizando las muestras de Saturno. Le juro que he visto sus cadveres en la Morgue. He tenido que subirme a una escalera.Richard entr en la cabina, a espaldas de Sherry, y le puso una mano en el cuello. La joven grit:Socorro!Al volverse vio la cara de Richard.El director del Star ya estaba gritando:Qu pasa, Sherry?El loco! Otra vez el loco! Me quiere estrangular! Richard acerc su cara a ella.S, Sherry, la voy a estrangular porque est cometiendo un delito muy grave.De qu delito grave habla? Estoy informando a mi jefe!No puede informar.Ya inform.El general Blondell ha prohibido toda clase de informacin a los periodistas.El general no me incluy a m. Puede estar tranquilo.Oh, s, usted es muy lista, Sherry. Usted logr las noticias que deseaba sin necesidad de esperar un comunicado especial.La sigui apretando el cuello.Suelte ese telfono!El director del Star gritaba a la otra parte:Sherry, quiero que amples tus noticias! Richard le respondi:Si se queda ah, va a or la ampliacin de los asesinatos porque aqu se va a cometer otro!Sherry tambin gritaba:Socorro, John, que me sacan un palmo de lengua!Suelte el telfono, o le saco algo ms que la lengua!Qu pasa, Sherry? Qu pasa? gritaba el director del Star por el cable.Sherry no pudo contestarle porque ya faltaba el aire en sus pulmones y no tuvo ms remedio que colgar. Richard dej de apretar su cuello.Bruto! Animal! Qu es lo que hace?Impedir que una saboteadora realice su trabajo.Yo una saboteadora?Usted!Sulteme!No, no la voy a soltar. Va a venir conmigo.Adnde?Al lugar que merece. A una celda.Yo a la crcel?No espere que la invite a whisky en mi apartamento. Es demasiado bueno para usted.Entrese de una vez, seor Mason. S perfectamente quin es usted.Ah, s?Un mujeriego. Se cree el mejor conquistador de la Base. Yo s lo que hace todos los das cuando se levanta de la cama.Gimnasia.S, debe hacer gimnasia, pero, al mismo tiempo que la hace, se mira en el espejo.Me miro en el espejo para vigilar mis movimientos.

No, seor Mason, usted se mira en el espejo porque le gusta verse guapo. Y apuesto a que, cuando hace sus ejercicios gimnsticos, ya estar pensando en qu mujer va a llevar a su cueva.Mi cueva?S, ese apartamento en donde da el mejor whisky. Y tambin dar una buena msica.Los que me conocen dicen que tengo una estupenda coleccin de msica envasada.Y al comps de esa dulce msica, usted enamora a sus ingenuas visitantes. Fue as como conquist a Brbara Bruce, a Mary Harlow, a Vernica Hudson...Eh, oiga, cmo sabe tanto de m?Tengo que saberlo.Deme una razn.Soy periodista.Pero hay muchos periodistas en Los ngeles, y ninguno sabe tanto de mi vida privada como usted. Por qu se molest tanto en conocer todos mis pasos, incluidos los de baile que doy en mi cueva cuando tengo en mis brazos a una mujer? Yo le ayudar! Se interes por m ms que por nadie porque soy el comandante Richard Mason, el jefe de la expedicin a Saturno.No podra haber otra razn, seor Mason. Usted, personalmente, no me interesa lo ms mnimo.Confiesa que es el proyecto Saturno lo que le hizo llegar a esta Base.S.Y ha tratado de conseguir informacin.S.Sherry, no se da cuenta de que est admitiendo su culpabilidad y que, de acuerdo con las leyes, eso le podra acarrear una sentencia grave?Bocazas.Eh?Es usted un bocazas!Sherry, est agregando un insulto que tambin est castigado por las leyes.Djeme en paz! Quiero marcharme!Adnde quiere marcharse?A Los ngeles.No puede.Quin ha dicho que no?Yo, Sherry. Le falta lo ms importante.A qu se refiere?Una visita al general Blondell.No la necesito.Richard sonri con sarcasmo.El general Blondell es el jefe de esta Base. No quera usted informacin de primera mano? Pues l se la puede dar.Renuncio.No, Sherry, usted no va a renunciar. Vendr conmigo al despacho del generalBlondell.No ir.Ir por las buenas o por las malas.Y cmo va a conseguir hacerme ir por las malas?De esta forma.

Richard la pretendi atrapar. Sherry se defendi pegndole una patada en la espinilla.Richard solt un grito. Trat de contener a Sherry y entonces ella le peg un mordisco en la mano.No me toque, bruto!Es usted una salvaje, Sherry! Pero yo tengo un tratamiento especial para las salvajes!Logr atraparla por las piernas y se la ech sobre los hombros. Sherry empez a golpearle la espalda con los puos cerrados. Pero Richard ya estaba avanzando rpidamente.Sulteme, bruto!La soltar cuando hayamos llegado ante el general Blondell.Los centinelas miraron asombrados al comandante que pasaba ante ellos con aquella mujer a la espalda.Richard abri la puerta de la oficina del general y, como ya estaba cansado de recibir puetazos, dej caer a la joven, la cual rod por la alfombraEl general Blondell se encontraba a solas y se levant de un salto.Comandante Mason! Qu es lo que est haciendo usted con mi hija?

CAPTULO VIII

Richard Mason se haba quedado perplejo.Qu fue lo que dijo, general?Imagino que tiene una explicacin para que haya arrojado a mi hija Sherry por los suelos.Sherry estaba sentada en la alfombra, mostrando sus esbeltas piernas desnudas.Hola, pap.Hola, hija.Richard segua sin habla.El general Blondell dio la vuelta a la mesa.Sherry, me quieres dar t la explicacin? La joven se levant.S, padre, con mucho gusto. Tu subordinado, el comandante Mason, me ha confundido con una saboteadora.Blondell clav la mirada de su nico ojo en Mason.Comandante, qu le ha hecho suponer que mi hija es una saboteadora?Perdn, general. Pero su hija ha dado informacin que ha sido considerada secreta a un peridico de Los ngeles, concretamente al Star.Es cierto eso, Sherry?Pap, yo trabajo en el Star.Qu le dijiste a ese fantasma de John?En primer lugar, no es un fantasma. Es un profesional.Hemos discutido muchas veces ese punto, Sherry... Qu fue lo que le dijiste? La joven se moj los labios con la lengua.Logr saber lo que haba pasado en el viaje de regreso del Cohete Rojo. Ya sabes, la aparicin del planeta desconocido, la muerte del sargento Brian y la del doctor Harvey...Quin te habl de eso?El comandante Mason. Blondell mir a Mason.Comandante, cmo pudo conseguir ella esa informacin de usted?Con besos.Comandante Mason! Cmo se atrevi a seducir a mi hija?Perdn, general, pero fue ella la que quiso seducirme a m.Quiere decir que...?Fue ella la que me bes. Sherry chill:Pap, te aseguro que l no estuvo con los brazos cruzados! El general miraba a uno y a otro joven hecho un lo. Condenacin! Se supone que yo, como jefe de esta Base, debo implantar una severa disciplina entre el personal que est a mi servicio. No sabas eso, Sherry?Lo siento, pap, pero yo no estoy a tu servicio. Yo formo parte de la plantilla delStar. Y que yo sepa, el Star no est obligado a cumplir tus rdenes.Qu ms le dijiste a tu director?Me niego a contestar porque mis respuestas podran incriminarme.Conque esas tenemos.Esas tenemos.

Comandante Mason! Qu ms dijo Sherry al periodicucho? Richard se mir la punta de las botas.General, en el Star ya saben que el doctor Connors y el doctor Neuman murieron esta noche estrangulados.Eso hiciste, hija? Has sido capaz de pegarme esa pualada por la espalda?Pap, no te pongas trgico. Mi obligacin como periodista era dar una noticia sensacional que acababa de conocer.Yo te dar una noticia sensacional para que la publiques en el Star.Estupendo, pap.El general con voz grave dijo:Toma nota del titular: El presidente de Estados Unidos de Amrica destituye al general James Blondell y ordena que lo sometan a un juicio.Oh, no, pap.Falta el otro titular, hija: Es probable que el general Blondell sea condenado a la ltima pena por venderse a un enemigo de otra galaxia. Blondell dio un suspiro. Y si quieres agregar que la ltima pena es la horca, puedes hacerlo.Pap, yo no quiero que te cuelguen.Lo dices como si estuviese empapado y tuviese necesidad de secarme.Padre, hablar con el presidente. El comprender que la Prensa es la Prensa y que no se debe tener ningn secreto para ella.Sigues manteniendo tu postura, Sherry?La sigo manteniendo. Blondell apret un timbre.Aparecieron un sargento y un soldado. Los dos estaban armados.Sargento Kane!A sus rdenes, mi general. Blondell seal a su hija:Detenga a esa joven y encirrela hasta su posterior juicio.Seorita, queda detenida dijo el sargento Kane.Pap, no puedes hacer eso conmigo!El sargento mir extraado a la muchacha y al general.Su hija, general?Sargento, ella se llama Sherry Blondell. Y es posible que sea mi hija. Pero sigue siendo una detenida!Seorita, sgame.La joven apret los puos contra los muslos.Padre, te doy cinco segundos para que rectifiques!El sargento esper que pasasen los cinco segundos, pero el general no dijo nada.Padre, diez segundos dijo Sherry.Sargento! grit el general, por qu diablos est esperando los plazos? Un poco ms y la detenida dir que me concede un da para que me retracte. Llvesela!El sargento Kane estaba muy confuso.Seorita, por favor, sgame. Le dar la celda ms confortable. Tenemos algunas muy monas. Hasta tienen cortinas.Sargento Kane! rezong Blondell. Djese de consideraciones con la detenida!S, seor. Ya no habr consideraciones.Sherry, antes de salir del despacho, mir a Mason.Debe sentirse satisfecho. Ya consigui lo que quera. Descubrirme. Pero entrese, seor Mason. Soy fuerte como las rocas. No lograrn abatirme. No lo lograrn.

Y luego sali, como Mara Antonieta, con sus dos guardianes. El general sac un pauelo y se enjug el sudor de la frente.Cra cuervos y te sacarn los ojos se toc el cuero. Bueno, ella slo puede sacarme un ojo.Siento todo lo ocurrido.No lo sienta, comandante. Sherry tena que acabar as. Ella es una chica demasiado influenciada por las ideas modernas. Bueno, me temo que los jvenes siempre han sido iguales. Los padres nos quejamos de ellos porque no son como nosotros. Pero, por qu infiernos van a ser como nosotros si ellos y nosotros hemos empezado a vivir en una poca distinta? No le parece a usted?S, seor.Blondell le seal con el dedo.Pero no debi dejar que ella lo sedujese!Para su tranquilidad, general, no pasamos del living.Bien, dejemos eso. Qu me dice de esos anlisis previos?No haba tales anlisis. Yo tena que buscar una excusa para salir de aqu, ya sabe, para capturar a Sherry.Ah, ya.Pens que era una saboteadora y que ella podra estar en combinacin con los asesinos.Buen panorama se me presenta. Poco antes de que entrase usted, estaba hablando con el presidente. Y no he tenido ms remedio que informarle de lo sucedido,El presidente es muy comprensivo. Se habr hecho cargo de las circunstancias.Oh, s, es tan comprensivo que me ha dado un plazo de veinticuatro horas para que descubra al asesino o asesinos del doctor Connors y del doctor Neuman. Ya sabe lo que eso quiere decir. Que en las prximas veinticuatro horas puede tener usted otro jefe.Todo se solucionar.Lo veo muy difcil.En aquel momento son uno de los telfonos. El general Blondell descolg.El general Blondell... ! Cmo dice...? Qu Vernica Hudson ya recobr el conocimiento y parece estar loca...? escuch unos instantes. Est bien, somtala a tratamiento y cudela, doctor Sullivan.Colg y se puso a rezongar por lo bajo.Vernica Hudson dice que el doctor Harvey est vivo. Que fue el doctor Harvey quien entr en el laboratorio del doctor Connors cuando ella sala. En ese instante se desmay, y est segura de que fue el doctor Harvey quien estrangul al doctor Connors. Era lo que me faltaba. Que mis subordinados viesen andar a los muertos... Se da cuenta, Mason? Esto est a punto de convertirse en una clnica para dementes...Eso es muy interesante.A qu se refiere?Hablaba para m mismo.Qu, tiene en la cabeza, Mason? Sultelo! Es una orden!Estaba pensando en el doctor Harvey y en el sargento Brian. Murieron de una forma muy extraa.He escuchado su informe media docena de veces. Y s lo que quiere decir. El doctor Harvey y el sargento Brian murieron de terror. Fue el dictamen de los facultativos. Pero yo no estoy conforme. El doctor Harvey y el sargento Brian no eran dos nios. Eran dos hombres de gran valor. Y por eso fueron seleccionados por m para que le acompaasen a Saturno, comandante Mason. Me niego a creer que la visin de

algo horrible fuese bastante para producirles la muerte. Retrese, Mason. Tengo mucho en qu pensar para detenerme con tonteras.Richard Mason sali de la oficina y decidi ir a la Morgue.

CAPTULO IX

El muerto del cajn 14 habl:Sargento Brian.El muerto que estaba en el cajn 15 le contest:Le escucho, doctor.Viene hacia aqu.Quin?El comandante Richard Mason.A qu viene?A investigar.Hay que acabar con l, doctor.Depende de lo que quiera saber.El hecho de que venga aqu ya justifica que encuentra algo extrao en nosotros.Debe haber sido Vernica Hudson. Ella habr dicho que me vio entrar en el despacho del doctor Connors.Entonces, usted es el responsable de lo que pueda pasar, doctor. Debi matar aVernica Hudson.Se desmay.Si se desmay era posible su recuperacin. Y muerta no habra podido recuperarse.Vernica Hudson slo puede decir cosas de una demente.Que pueden haber sido credas por el comandante Mason.Es muy listo el comandante Mason.Tenemos que acabar con l.Sargento, no se precipite. Nosotros recibimos rdenes. Y hasta ahora no hemos recibido orden de eliminar al comandante Mason. Hemos de matar a muchos hombres, pero Mason no est en la lista.De un momento a otro quedar incluido.Silencio. Aqu viene.El comandante Mason entr en la Morgue. Un facultativo le acompaaba. El doctorMax Winters.Hizo usted las autopsias, doctor Winters?S, comandante Mason.No he tenido oportunidad hasta ahora de conocer sus informes.El corazn del doctor Harvey y del sargento Brian dejaron de latir.Lo s, doctor Winters. Yo mismo comprob en el planeta desconocido que el doctor Harvey y el sargento Brian carecan de pulso. Pero, qu me dice del cerebro?Es lo extrao. Tanto el cerebro de Brian como el de Harvey haban dejado de ser regados. Pero no estaban anquilosados.No le parece un fenmeno extrao?S, muy extrao, comandante.Qu explicacin tiene?No tengo ninguna explicacin.Es la primera vez que le ocurre?Llevo veinte aos de vida profesional. Y he realizado ms de mil autopsias. Jams vi nada parecido.Puedo examinar los cadveres?

Desde luego.Los dos hombres se dirigieron hacia los cajones que haba al fondo. El doctor Winters cogi el asa del nmero 14 y tir hacia l.El cajn se desliz sobre los rieles.Ante los ojos de Mason apareci el cuerpo de Harry Harvey.Apart la sbana y observ el pecho, el estmago y la cara del muerto.Ya iba a cubrirlo cuando vio la mano derecha de Harvey. En los dedos aparecan manchas de un color marrn.Doctor, a qu se deben esas manchas? pregunt Mason.No lo s. Han aparecido con posterioridad a la autopsia.Est seguro?Segursimo.Mason sinti un escalofro por la espalda al recordar que las muestras que l haba trado de Saturno haban desaparecido del laboratorio del doctor Connors. Y una de las muestras era de un mineral que dejaba aquellas manchas en los dedos. Lo saba bien, puesto que l las haba manejado, y tuvo que lavarse concienzudamente hasta tres veces para quitarse las manchas.Observ otra vez la mano del muerto. S, aquellas manchas eran muy semejantes a las que en sus dedos haban dejado la muestra de Saturno.Quiero ver al cadver del sargento Brian. El doctor Winters tir del cajn nmero 15.Despus de apartar la sbana del cuerpo sin vida de Brian, Mason le observ las manos. No, sus dedos no tenan ninguna mancha.Pero descubri algo tambin muy particular. En la mueca de Brian haba diminutos cristales. Estaban all, sobre la piel y brillaban al recibir la luz de la pantalla que el doctor Winters haba encendido para que l examinase mejor los cadveres.Mason pas el dedo ndice por la mueca de Brian y aquellos cristalitos quedaron adheridos en la yema.La persona que haba asesinado al doctor Neuman se haba entretenido en destrozar unas diapositivas. Y justamente estaban hechas con aquel material, el que apareca en la mueca del sargento Brian.Y lo ms extraordinario del caso era que Vernica Hudson aseguraba que el doctorHarvey haba entrado en el laboratorio del doctor Connors.Mason camin hacia la puerta.Gracias por todo, doctor Winters.De nada le contest el mdico que estaba sorprendido por las cosas que haba visto hacer al comandante Mason.Empuj el cajn 15 y luego el 14.Entonces, cuando los dos cajones quedaron en su sitio, el doctor Harvey dijo:Lo has visto, Brian?S, lo he visto y lo he sentido.Descubri las huellas en mis dedos.Tambin descubri los restos de las diapositivas en mi mueca.Qu conclusin habr sacado?Una que no nos conviene.No puede pensar que tenemos vida.Yo no me arriesgara a asegurarlo.Slo hay una solucin.Acabar con l.

* * *

El general Blondell peg una palmada en la mesa.Me est pidiendo una insensatez, comandante Mason! Ir usted a ese planeta desconocido? Permiso denegado!General, usted mismo se resisti a creer en la existencia del planeta.Y todava tengo mis dudas.Djeme que le pruebe su existencia.No sabe ni siquiera dnde encontrarlo.En el camino de Saturno.El camino de Saturno es muy largo.Estoy seguro de que encontrar al planeta en el Cuadrante 28, general.Oiga, Mason, aprecio sus condiciones y por ello le confi el mando de la expedicin Cohete Rojo. Pero no empiece tambin a desvariar. Qu infiernos espera encontrar en el planeta desconocido, suponiendo que lo encontrase en el Cuadrante 28?No s lo que voy a encontrar, general. Pero me gustara ver con mis propios ojos lo que provoc la muerte del doctor Harvey y la del sargento Brian.Blondell volvi a golpear la mesa, pero esta vez lo hizo con el puo cerrado.No quiero or hablar ms de su absurdo plan, comandante Mason!De acuerdo con los reglamentos, me corresponde un mes de permiso despus del viaje a Saturno, general. No me necesita para nada, y conozco bien el manejo de mi aeronave.Usted necesita un ayudante.Estoy seguro de que el capitn Milton Reisner acceder a acompaarme.Qu quiere, comandante Mason? Ganar una medalla?No, seor. Descubrir el misterio de la muerte de Harvey y la de Brian.Segn usted, estn, vivos. Descubri esas marcas en los dedos del doctor Harvey y los restos de las diapositivas en la mueca del sargento Brian.Son muertos-vivos.El general Blondell cerr con fuerza su nico ojo y lo volvi a abrir.Me ha envuelto en su palabrera, comandante Mason. S, lo confieso que por unos instantes ha logrado embaucarme con esa historia para nios. Pero el doctor Harvey y el sargento Brian estn muertos! Yo mismo los observ cuando fueron desembarcados de su aeronave. Y tengo el informe del forense sobre esta mesa.No le ha llamado la atencin el comunicado de las autopsias? Tanto el cerebro del doctor Harvey como el del sargento Brian no han sufrido dao, a pesar de la no existencia de riego sanguneo.El doctor Winters lo considera como un fenmeno.Todo fenmeno tiene sus explicaciones y, desde ese instante, deja de ser tal fenmeno.No me venga con juegos de palabras, Mason!General, estoy convencido de que la nica solucin a nuestro problema puede estar en el planeta desconocido. Djeme que vaya all.El general lo seal con la mano.Cree que voy a poner a su disposicin quinientos millones de dlares? Ese es el valor del Cohete Rojo! Comandante, si usted fuese el jefe de esta Base, estara contestando a su subordinado lo que yo le respondo a usted. En resumen, no quiero or hablar ms de ese viaje al planeta desconocido. Hizo un buen trabajo, Mason. Pero las

circunstancias no le han favorecido. No se sienta responsable de sucesos que usted no ha podido controlar. Se ha ganado un buen descanso y es lo que debe hacer. Puede retirarse, comandante Mason.Seor...No contine! Dije que se retirase!Seor, insisto...No quiero seguir escuchndole, Mason! Dar orden para que empiece a disfrutar de su permiso inmediatamente.Con todos los respetos, no quiero el permiso, general.Por todos los infiernos que lo va a tener! Elija! Se va a Miami o lo pongo en cuarentena? Ya sabe que puedo solicitar que lo ingresen en un hospital para ser examinado despus de su viaje a Saturno. S que ha pasado las pruebas mdicas y que no hace falta una posterior observacin. Pero no vacilar en encerrarle en una habitacin para dementes!No har falta, seor. Gracias por escucharme. Richard abandon la oficina del general Blondell.

CAPTULO X

Centinela! Auxilio! Socorro!Qu le pasa, seorita Blondell? Vio un ratn?Qu ratn ni qu nio muerto? Tengo un fuerte dolor de estmago!El centinela era Pat Summers, que haba llegado a ser sargento tres veces y otras tres fue degradado. Era un hombre duro, fuerte, que haba recibido incluso la medalla por Mritos Espaciales en un viaje realizado cinco aos antes al planeta de Las Mujeres- Lagarto.Naturalmente, Pat Summers haba venido de aquel planeta con el grado de sargento, pero quiso celebrar su regreso demasiado alegremente. Con whisky. Y cinco horas despus de haber pisado la Tierra, ya era otra vez soldado.Soldado Summer gimi la detenida, por favor, llveme al hospital. Pat sac un papel del bolsillo y se puso a leerlo.Qu est consultando, soldado? pregunt Sherry. Mis sntomas quiz? No puede estar en mi pellejo. Debo tener un par de perforaciones.El ex-sargento sacudi la cabeza.Ya puede continuar, seorita Blondell.Qu quiere decir?Que en la lista que me ha dado su padre figura como excusa la del dolor de estmago. Slo se equivoca en una cosa. No debi decir doble perforacin. La ltima vez que la tuvo encerrada su padre en su casa de campo, logr que el jardinero la dejase en libertad alegando una triple perforacin.Mi padre me tena encerrada porque quera fugarme con mi novio a Pars!Y result que su padre hizo bien. Su novio fue atrapado por la polica acusado de haber pegado un golpe de dos millones de libras esterlinas en un Banco de Londres.l me amaba con locura. Pobre Vctor.Oh, s, Vctor era un gran chico. Y por eso lo condenaron a diez aos de prisin.Sargento, no ama usted?Desde luego, desde luego, seorita Blondell. Yo amo a tres mujeres.A la vez?Oh, no. Mantengo un turno. Me las pasa el comandante Mason. Sherry dio un respingo.El comandante Mason? Se refiere a Richard Mason?No hay otro comandante Mason en la base.No s qu ven ellas en l.Dicen que es apuesto, guapo, varonil, galante...No contine.Ya haba terminadoY quin dice eso?Quin va a decirlo? Las chicas que l me pasa.Soldado! Squeme de aqu!Ni hablar.Le dar cincuenta dlares.Gurdeselos.Lo hara por cien?No.Por mil?

Ni hablar.Diez mil?Seorita Blondell, no lo hara ni por un milln, as que deje ya de subastar su libertad.Le doy un milln!Trato hecho!Pero tendr que pagrselo a plazos.Un dlar diario, seorita Blondell? Quiz me va a proponer el pago del milln a dlar por da?Hombre, le dar un poco ms.Olvdese de m, seorita Blondell. Deje que un honesto soldado cumpla con su deber y la mantenga en la mazmorra.Sherry se fue de mala gana al camastro y se tendi. El ex-sargento se puso a silbar una cancin.Sargento, est ah?No me dejan ir a la piscina cuando estoy de guardiaQuin es ahora la favorita del comandante Mason?No estoy en su cabeza para saberlo.Cree que puedo ser yo del tipo que le gustan al seor Mason?Es posible. Pero le aconsejo que se mantenga apartada de l.Por qu?Usted es la hija del general.Qu pasa con eso de que soy la hija del general?Sencillamente, usted es el fruto prohibido.Sargento!Slo soldado, seorita Blondell.Est bien, soldado. No me gusta ser considerada como la hija del general.Pero lo es.S. Pero soy tambin una persona.Nadie lo duda.Quiero decir una persona con derechos, como todo el mundo. Y entre ellos poseo el de aspirar a una vida independiente. No quiero ser considerada simplemente como la hija de un famoso general!Por qu no se guarda el discurso para su pap?Estoy harta de soltarle discursos a mi pap! Y no me sirvieron para nada. l sigue creyendo que soy una chiquilla de dieciocho aos.Y no lo es?Soldado, tengo veinticinco!Est segura?Claro que estoy segura! Cmo no voy a saber yo la edad que tengo? Y por si tiene alguna duda, tengo un tatuaje.Ha dicho un tatuaje?S.Dnde?En la espalda.Y qu tiene el tatuaje?La fecha de mi nacimiento.Y por qu se lo pusieron en la espalda?Un capricho de mi padre. Pat se rasc detrs de la oreja.

He visto tatuajes en la espalda de hombres, pero no en la de una mujer.Pues ahora lo ver.Sherry llevaba un suter y trat de subrselo.Por qu se est quieto, Pat? cheme una mano.Se haba subido el suter de modo que mostraba su cintura desnuda.Oh, s, seorita Blondell, ahora mismo le echo una mano.Se acerc a la reja y meti la mano por entre ella para subir el suter de Sherry.Y de pronto, sta se volvi con rapidez y cogi uno de los brazos de Pat y lo retorci con rapidez, haciendo palanca sobre los barrotes.Cuidado que me rompe el hueso!Se lo voy a partir si no se est quieto!Ya me estoy quieto! Ya me estoy quieto! Detngase, por favor!Sherry sigui haciendo palanca sobre el brazo de Pat, mientras alargaba la otra mano y sacaba la pistola que l tena en la funda.Por fin solt a Pat Summers, pero le estaba apuntando con la pistola.No se vaya.Pat se detuvo frotndose el brazo. Y mir el arma que Sherry esgrima.Deje eso, seorita Blondell! Se le puede disparar!Slo se puede disparar si aprieto el gatillo.No haga eso con su dedito. Es un dedito muy mono, pero, si apretase el gatillo, sera el dedito de un cadver porque la ahorcaran, aunque sea la hija del general.No quiero que mi delito sea el de un cadver.Estupendo.Pero disparar si no me abre la reja!No puedo hacer eso!Tiene diez segundos para abrirme la celda.Si lo hiciese, el general me degradara.No recuerda que ya est degradado? Es soldado.Pues me seguir degradando.Voy a contar hasta diez y si no abre ser mejor que aproveche los ltimos tres segundos para recordar a su padre. Uno..., dos..., tres...Seorita Blondell, no me haga a m esto!Cuatro..., cinco..., seis...Seorita Blondell, llamar al general. Le dir que usted tiene triple perforacin de estmago. El vendr aqu y es posible que le deje en libertad. Slo tendr que pedirle perdn.Siete..., ocho...Le abro ahora mismo!Pat cogi un llavero de la pared y empez nerviosamente a buscar la llave.Nueve!Ya est aqu! No dispare!Pat introdujo la llave en la cerradura y la hizo girar. La puerta de la celda qued abierta.Sherry sali, alejndose de Pat.Entre, soldado.Ah?Estar por poco tiempo encerrado. En cuanto vengan a relevarlo le sacarn. Yno rechiste o hay movimientos de dedito!Pat entr en la celda y Sherry cerr de un portazo. A continuacin, retir el llavero de la cerradura.

Adnde va, seorita Blondell?En busca de la libertad contest Sherry con un gesto dramtico, como si estuviese interpretando el papel de Juana de Arco.Corri hacia la escalera de piedra y subi los peldaos de dos en dos.Una vez arriba, despas el cerrojo cuidadosamente y abandon el stano en que se ubicaba la crcel.

CAPTULO XI

Milton dijo el comandante Mason, ests dispuesto a venir conmigo?Seguro, Richard. Te conozco bien. Apuesto a que has preparado una juerga con dos chicas. Cul me toca a m?Vamos a Saturno.Qu bien dijo Milton y bebi un trago de whisky y de pronto solt un bufido y desparram el lquido por el suelo. Adnde has dicho?A Saturno.Un nuevo club nocturno, eh?No, Milton, es el planeta.Richard, ests bien de la cabeza? Ir a Saturno cuando acabamos de regresar? Oye, si echaste a faltar tu agenda de nmeros telefnicos de chicas, te la quit yo. Y ahora mismo te la devuelvo sac la agenda y la entreg a Richard pegndole unas palmadas en la mejilla. Tranquilo, Richard. Ah tienes tu harn. Llam a unas cuantas, pero no me dio resultado. Est visto que slo t tienes la patente. Por cierto, me gustara pasar un rato con esa rubia sueca. Ya sabes, de la que tienes una fotografa. Su nombre est en la K.Milton, quiero ir a Saturno. Pero no llegaremos al planeta. Nos detendremos en el Cuadrante 28, en cuanto veamos el planeta desconocido.Ah, s? Y nos llevaremos una tortilla de patatas. Creo que te entiendo. Te han entrado ganas de merendar. Y dnde hacerlo mejor que en el planeta desconocido? Si aparece el monstruito que hizo morir de terror al doctor Harvey y al sargento Brian, le podremos ofrecer algo a cambio de que nos deje tranquilos. Tortilla de patatas.Quieres dejar de decir tonteras, Milton?Quin de los dos las dice?Oye, escchame bien.No tengo nada que escucharte!El sargento Brian y el doctor Harvey estn vivos.Les han hecho un trasplante de cerebro?No, Milton. Continan en la Morgue.Si continan en la Morgue, estn muertos.Slo aparentemente.Qu quiere decir aparentemente?El doctor Harvey estrangul al doctor Connors. Y el sargento Brian hizo lo mismo con el doctor Neuman.No!S, Milton. Salieron de los cajones de la Morgue y se pusieron en marcha.Con que se pusieron en marcha, eh? Estaban en sus cajoncitos y el doctor Harvey dijo: Me voy a cargar al doctor Connors. Y el sargento Brian tuvo envidia y dijo: Y yo me cargar al doctor Neuman.No me gusta tu humor negro.T eres el que ests haciendo los chistes!Milton, ya no se trata de las muertes que han sobrevenido en la Base desde que regresamos. Es algo ms importante.Qu cosa?Las muertes van a continuar.Quin te lo ha dicho?

Lo presiento.Los presentimientos no sirven para nada! Pero si crees que me equivoco, dselo al general.Ya se lo dije al general.Y te autoriz a hacer ese nuevo viaje a Saturno?No.Por m el asunto est concluido. No ir contigo a Saturno. Y sabes por qu? Porque no quiero pasarme el resto de mi vida en una prisin militar.Oye, si encontramos al monstruo en el planeta desconocido y nos liquida, no pasars ni un solo da en la prisin militar.Caramba, eso es verdad.No tienes nada que perder. De lo contrario, si logramos descubrir al monstruo del planeta desconocido, seremos los dos personajes ms famosos de la Tierra. Apuesto a que nos invitan a hacer un viaje por los cinco continentes. Ya sabes, nos recibirn triunfalmente en Nueva York, en Londres, en Pars, en Mosc. Seremos los hombres del da. En todas partes seremos agasajados. Y ya sabes lo que les pasa a las mujeres cuando tienen a un hroe. Se lo rifan.Milton sonri mientras se pasaba el dedo por el cuello de la camisa.Nueva York..., Londres..., Pars..., mujeres... Y todas las mujeres a mi alrededor porque soy un hroe!Richard le dio una palmada.Ya empiezo a envidiarte. Hasta pueden elegirte el hombre del ao.Hombre del da...? Hombre del ao? Milton pareci reaccionar y borr la sonrisa de sus labios. Me ests embaucando! Es una sucia trampa para que te acompae en ese descabellado viaje. Adems, tengo que decirte algo. El cohete tiene que cargar combustible. Nos quedaba muy poco a la llegada.Ya est repuesto.Eh?Llen los tanques de combustible.De qu forma lo conseguiste...? No, no me lo digas! No quiero ser un testigo de cargo en tu juicio, comandante Mason!Richard exhal el aire de sus pulmones.Tienes razn, Milton. Me estoy comportando muy mal contigo. Por qu comprometerte?Eres un tipo estupendo, R