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LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES COMO HERRAMIENTA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA SOCIEDAD DE PERSONAS LECTORAS

Encuentro Internacional de Innovación en el Fomento de la Lectura (Córdoba, 2019)

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UN EQUIPO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA RED

El equipo humano que integra el Servicio de Asesoría de Bibliotecas Escolares de la Consejería de Educación de la Xunta de Galicia se constituyó en el año 2003. Hasta ese momento no se disponía de un programa específico dedicado a definir políticas y actuaciones aplicables a la dinamización y la actualización de la red de bibliotecas de los centros educativos, orientadas al cumplimiento de los objetivos que se definen en el Manifiesto de IFLA/UNESCO sobre bibliotecas escolares. Desde entonces, el Servicio trabaja para la renovación de las bibliotecas escolares gallegas a través de actuaciones diversas como el “Plan de mellora de bibliotecas escolares” o actuaciones específicas de promoción de la lectura en el contexto educativo, como “Hora de leer”. Desde 2010, todas las acciones se integran dentro del Plan LIA, acrónimo de lectura, información y aprendizaje, que actualmente se encuentra en el desarrollo de la fase 2016-2020.

Los objetivos que orientan este plan se resumen en la finalidad de configurar un nuevo modelo de biblioteca escolar que atienda las necesidades educativas y que pueda dar respuesta a los retos de la sociedad de la información y de la imaginación en la que vivimos. El enunciado específico de estos objetivos es el siguiente:



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Afianzar una infraestructura básica a favor de la lectura y del trabajo con la información.

Difundir un modelo de biblioteca escolar como espacio de lectura, información y aprendizaje.

Asegurar recursos materiales mínimos para una actualización adecuada de las bibliotecas de los centros.

Favorecer la mejora de las competencias básicas del alumnado. Impulsar actividades sistematizadas para la creación de hábitos de lectura. Introducir actividades sistematizadas para el uso, tratamiento y producción

de la información (ALFIN) Extender la idea de la biblioteca como factor de compensación social Promover cambios metodológicos a través de iniciativas y programas de la

biblioteca escolar. Incentivar el uso de las bibliotecas escolares por parte de las comunidades

educativas. Con enfoque en el logro de estos objetivos, se han definido un catálogo de actividades en el que encontramos:

Actividades para la formación de lectores competentes. Actividades para crear y consolidar hábitos de lectura. Actividades de educación en información (ALFIN). Apoyo al trabajo por proyectos y apoyo al tratamiento del currículo. Acciones de difusión de información y recursos, de propuestas y de

materiales producidos por el alumnado. Actividades que promueven la implicación de las familias y el entorno.

Con estas actividades y los recursos creados, la pretensión del Servicio de Asesoría es que las bibliotecas escolares se conformen dentro de los centros educativos como un instrumento útil para poner en valor la práctica de la lectura y de la escritura, mejorar los hábitos de lectura de la población escolar y estimular la lectura comprensiva y la autonomía de las personas lectoras.

FOMENTO DE LA LECTURA En el caso específico de las actividades de promoción de la lectura, se plantean propuestas diversificadas y centradas en la socialización de la lectura y en la formación de lectores competentes. Más allá de las conmemoraciones de fechas clave del calendario o del ciclo educativo anual, se promueven actividades sistematizadas (en tiempos y espacios para la lectura), clubes de lectura, rutas literarias, lecturas compartidas y la “hora



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de leer”, un programa abierto bajo el cual se han desarrollado y se utilizan los materiales antes mencionados. Para apoyar el desarrollo de las actividades, con la participación del joven ilustrador Oscar Villán, hoy un renombrado creador gráfico dentro del panorama de la literatura infantil, se crearon una serie de materiales de apoyo al profesorado, diseñados para las distintas etapas educativas, que se pusieron a disposición de todos los centros escolares. Se trata de material motivador para el fomento de la lectura que incluye carteles, folletos con orientaciones, dípticos informativos, etc. A estos elementos se han ido sumando luego otros como las “mochilas viajeras” y las “maletas viajeras” y materiales para la formación literaria.

Al albor de la LOE, en Galicia se estableció la norma de dedicar a la lectura una parte del horario lectivo (en Educación Primaria se tradujo en media hora diaria). Porque lo que falta en las escuelas, también en los hogares y en la sociedad en general es crear tiempos y espacios para la lectura, y para paliar esa carencia se establecen las propuestas y las actividades diseñadas desde el Servicio de Asesoría. Una de las propuestas más exitosas parte de la convocatoria de los clubes de lectura que se realiza a alumnos matriculados en Educación Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Escuelas de idiomas. Aunque también hay clubes de personas adultas pertenecientes a la comunidad educativa, se trata principalmente de grupos de chicos y chicas (20 como máximo) que se reúnen para compartir experiencia lectora, bajo la dinamización de un adulto. El espacio natural del club de lectura es la biblioteca escolar, y los



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momentos en los que desarrolla sus actividades son los de los recreos y tiempos extraescolares. Para su funcionamiento es imprescindible la implicación y el compromiso del profesorado (actualmente hay 243 clubes de lectura activos, con un millar de profesores colaboradores), aunque obviamente se plantea como una actividad voluntaria tanto para el alumnado como para los docentes.

El modelo de club de lectura de las bibliotecas escolares gallegas se ha conformado como un espacio de socialización, creación, debate y aprendizaje, que facilita en los alumnos el desarrollo de habilidades de expresión oral, argumentación, habilidades cognitivas, la comprensión lectora, aprender a pensar; y fomenta además actitudes relacionadas con el respeto por las otras personas, el respeto por los turnos de palabra, la capacidad de escucha y los principios democráticos básicos. Los clubes son además un recurso que está contribuyendo de manera efectiva a extender las prácticas de lectura que se desarrollan en los centros al terreno de la competencia digital a través de la incorporación de narrativas transmedia, la lectura en dispositivos digitales y la difusión de propuestas y de actividades a través de blogs específicos y redes sociales. Son un elemento de apoyo para dotar a la lectura de mayor presencia, para generar ambientes lectores en el seno de comunidad educativa y contribuyen también a mejorar los resultados de los estudios PISA.



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IMPLICACIÓN DE LAS FAMILIAS Otra de las líneas de trabajo que conforman la estrategia diseñada por el Servicio es la que se articula con la intención de conectar a las familias con la vida del centro a través de actividades y recursos de lectura. Esto se sustancia por ejemplo en el uso de materiales como las mochilas viajeras que se llevan a los hogares, la pertenencia de padres y madres a clubes de lectura o su participación en actividades, talleres y tertulias temáticas

AVANCES PERCIBIDOS Los resultados que producidos como fruto del trabajo que se desarrolla en los centros con el apoyo y la tutela del Servicio de Asesoría se observan en varios frentes. Está por un lado la ampliación del concepto de lectura, que incorpora la lectura de audiovisuales, la lectura informativa y de ficción, el uso de pantallas y la alfabetización múltiple. Junto a esta, también la expansión de los enfoques de fomento de la lectura, que dan mucha importancia a la socialización de la lectura a través de actividades de lecturas compartidas, acompañamientos lectores y clubes de lectura. El proyecto ha venido acompañado por un proceso de integración de las TIC que ha resultado imprescindible para la generalización de la formación de usuarios, la inclusión ALFIN-AMI y la aplicación de metodologías de aprendizaje por proyectos.



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La red de bibliotecas funciona bajo un modelo de trabajo colaborativo en el que cada biblioteca puede ser contemplada como una “estación intermodal”. En esta estructura conectada permite compartir distintas áreas del saber, diversas formas de acercarse al conocimiento y de construirlo, y pone en contacto a personas de distintas edades, formación, sensibilidad, capacidad e intereses (atención a la diversidad, igualdad de oportunidades…), así como a diferentes sectores de la comunidad educativa. Como aspectos cuantitativos que reflejan algunos de los logros alcanzados, se pueden mencionar los siguientes datos: • 34% de los centros amplió espacios de la biblioteca escolar (BE) • 63% de las BE cuenta con recursos electrónicos en su colección • En el 96% de los centros, el alumnado hace un uso cotidiano de la BE para los

aprendizajes • 84% de las BE promueve o apoya trabajos por proyectos (innovación

metodológica) • 94% de las BE tiene integradas las TIC en las actividades • En el 70% de las BE se edita una guía para personas usuarias • En el 86% de las BE existe un programa de formación de personas usuarias • El 44% de las BE cuenta con un programa para aprender a buscar, seleccionar,

valorar y producir información • El 75% de las BE cuenta con alumnado voluntario (en grupos formalmente

constituidos) • En el 64% de las BE existe colaboración con bibliotecas públicas o con otras

bibliotecas escolares • El 85% de las BE realiza encuestas y cuestionarios de evaluación orientados a

la mejora de sus actividades. • El 86% de los centros educativos cuenta con “hora de leer”, tiempo dedicado a

la lectura (libre o dirigida) en horario lectivo • El 83% de los centros educativos tiene algún club de lectura y el 46% cuenta

con un grupo de lectura de adulto • 63% de las BE gestionan “mochilas viajeras” • 57% de los centros realizan acompañamientos lectores (diversas fórmulas) de

forma sistemática o puntual • 81% de los centros organiza actividades de lectura compartida • 27% de las BE lleva a cabo rutas literarias • 83% de los centros edita boletines informativos y guías de lectura • En el 54% de las BE se planifican actividades para las familias • En el 61% de las BE las familias colaboran directamente en las actividades del

centro



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Resulta obligado mencionar el papel clave que corresponde al factor humano, entendiendo que caben en él todos los colectivos relacionados con la vida del centro educativo y con su biblioteca escolar en particular: profesorado, alumnado, familias, comunidad educativa (incluyendo a personal no docente), asesores de formación del profesorado, miembros de la Asesoría de bibliotecas escolares, responsables de la administración educativa que han confiado en las propuestas y han apostado por las bibliotecas escolares, los creadores y creadoras, diversos agentes del mundo del libro y de la cultura, y el personal de las Bibliotecas Públicas Municipales.

EL MODELO BUSCADO PARA LA BIBLIOTECA ESCOLAR Desde el plan LIA se trabaja para la consolidación de la biblioteca escolar como un “entorno” físico y digital de aprendizaje conectado a la escuela donde la lectura, el interés, la investigación, el pensamiento, la imaginación y la creatividad son centrales para el acceso a la información y la creación de conocimiento, así como elemento de apoyo esencial en su viaje de crecimiento personal, social y cultural. Conceptos como biblioteca-taller o biblioteca-factoría son definitorios de este modelo de biblioteca, en el que los niños y niñas, chicos y chicas, pueden crear juegos de ordenador, dibujar, coser… Un espacio que se muestra como laboratorio a su disposición para investigar, construir y crear, para desarrollar proyectos, en especial con un enfoque transmedia. Un lugar en el que el alumnado y el profesorado trabajan juntos e investigan creativamente. Finalmente, y en conexión con la función esencial del sistema educativo, la biblioteca escolar debe consolidarse como un espacio de referencia para el multialfabetismo. Alcanzar ese status supone afrontar, sin exclusiones, los siguientes retos:

• Lectura digital. Acceso a contenidos desde la biblioteca escolar. Formación para la lectura digital.

• Refuerzo de la lectura en papel. • Respuesta a las nuevas necesidades. La biblioteca como “tercer lugar”, el

movimiento “maker” (la biblioteca como centro creativo de aprendizajes). • Competencias informacionales y alfabetización transmedia. • Disponibilidad de recursos materiales que permitan una constante

actualización de la colección y del equipamiento tecnológico. • Formación del profesorado. Actualización constante. • Recursos humanos y normativa que aseguren su existencia y estabilidad.

Cristina Novoa Bibliotecas Escolares de Galicia

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