la promesa del padre · ezequiel 36, 25-28 la promesa del padre “jesus confirma la promesa” ......
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LA PROMESA DEL PADRE
“Sucederá en los
últimos días, dice Dios:
derramaré mi Espíritu
sobre toda carne;
profetizarán, tendrán
visiones y sueños, haré
prodigios y señales”.
Joel 3, 1-3 (Hechos 2, 17-19)
LOS PROFETAS LO ANUNCIARON
“He aquí que días vienen en que Yo haré con la casa
de Israel una Nueva Alianza. Pondré mi ley en su
interior y sobre sus corazones la escribiré. Yo seré su
Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrán que
adoctrinar más el uno a su prójimo y el otro a su
hermano, diciendo: “Conoced a Yahvé”, pues todos
ellos me conocerán del más chico al más grande,
cuando perdone su culpa y de su pecado no vuelva
a acordarme”. Jeremías 31, 31-34
LA PROMESA DEL PADRE
LOS PROFETAS LO ANUNCIARON “Así dice el Señor Yahvé: Os rociaré con agua pura y
quedaréis purificados; de todas vuestras manchas y
de todos vuestros ídolos os purificaré. Y os daré un
corazón nuevo, infundiré en vosotros un Espíritu
nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra
y os daré un corazón de carne, infundiré mi Espíritu en
vosotros y haré que os conduzcáis según mis
preceptos y observéis y practiquéis mis normas.
Vosotros seréis mi pueblo y Yo seré vuestro Dios”.
Ezequiel 36, 25-28
LA PROMESA DEL PADRE
“JESUS CONFIRMA LA PROMESA”
LA PROMESA DEL PADRE
Lucas 24, 49
Juan 15, 26-27.
Hechos 1, 4-8.
“JESUS CONFIRMA LA PROMESA”
LA PROMESA DEL PADRE
Poder de Dios
• Vida Nueva
• Purificación
• Cambio de corazón
• Fidelidad a la alianza
• Testigo con Poder
• Pueblo congregado
• Capacidad de conocer a Dios.
EL ESPÍRITU, SIGNO DE LA NUEVA ALIANZA
LA PROMESA DEL PADRE
Moisés (Números11, 16-30), Josué (Números 27, 15-23); (Deuteronomio
34, 9); Los Jueces, David (1 Samuel 16, 13); (II Samuel 23, 1-20), Los
Profetas (Nehemías 9, 30) (Ezequiel 2, 2).
“Profetizarán sus hijos e hijas”, “los jóvenes tendrán visiones y los
ancianos sueños”. Comparemos Números 11, 25-29 y Joel 3, 1.
Se cumple así el deseo ardiente de Moisés: “Quién me diera que todo el
Pueblo profetizará porque Yahvé les diera su Espíritu”. Números 11, 29.
EL ESPÍRITU, SIGNO DE LA NUEVA ALIANZA
LA PROMESA DEL PADRE
En la Nueva Alianza se tendrá como característica la plenitud no sólo sobre unos cuantos privilegiados,
sino sobre todos los que crean en Jesús como Mesías.
El Espíritu Santo, presente y operante en la misión de Jesús, es además el fruto primero
de su Sacerdocio y de su Señorío.
Jesús recibió del Padre el Espíritu Santo prometido y lo derramó abundantemente.
UN NUEVO MODO DE PRESENCIA
LA PROMESA DEL PADRE
Juan 14, 16-17.
Juan 7, 31.
Poder de Dios para ser testigos
Ese nuevo modo de presencia Jesús lo describe como:
Espíritu de Verdad:
o Dando testimonio de Jesús en el corazón del creyente
o Llevando al conocimiento de Dios y a la verdad completa
o Iluminando, enseñando y conduciendo en la Vida Nueva
UN NUEVO MODO DE PRESENCIA
LA PROMESA DEL PADRE
Ese nuevo modo de presencia Jesús lo describe como:
Fuerza de lo Alto:
o Para proclamar la Buena Nueva y dar testimonio con unción,
curando enfermos y expulsando demonios.
o Para edificar la comunidad de los ya creyentes por las
manifestaciones del Poder del Espíritu por los diversos carismas.
o Para crecer con mayor intensidad en Jesús hasta la total
transformación en Él.
PALABRA UNGIDA Y TESTIMONIO VIVO
LA PROMESA DEL PADRE
La Muerte de Jesús, su Resurrección y su Exaltación a
la derecha del Padre fueron la condición para que
se derramara el Espíritu.
Serán bautizados en el
Espíritu Santo a los pocos
días.
PALABRA UNGIDA Y TESTIMONIO VIVO
LA PROMESA DEL PADRE
“Palabra ungida y testimonio personal vivo en el
Poder del Espíritu”.
La Palabra sin el Espíritu es
como una semilla sembrada
sin agua.
El testimonio sin la unción y el
poder del Espíritu es débil e
ineficaz.
LA MISIÓN DE JESÚS
LA PROMESA DEL PADRE
Juan el Bautista señala en Jesús dos aspectos centrales de su misión (Juan 1,29.33):
He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo
He ahí el que bautiza en Espíritu Santo
“Serán bautizados en el Espíritu Santo
y serán mis testigos en Jerusalén, en
toda Judea y Samaria, y hasta los
confines de la tierra” Hch 1,5.8