Filosofía

La preocupación por la materia: Periodo “Cosmológico”

La escuela Jónica del siglo VI: THALES, ANAXIMENES, ANAXIMANDRO

Según él la vida es imposible sin agua. Que es, pues, el “arké” o elemento fundamental de

todo, sino el agua que da la vida?Escuchamos a Aristóteles, que examinó el sentido de esta teoría de Thales. Pos esto,

llega hasta pretender que la tierra descansa

1-Thales de Mileto

en el agua, y se vio probablemente conducido a esta idea, observaba que la humedad alimenta todas las cosas y que todo animal vive de la humedad, es claro que es el primer principio de todas las cosas…Las semillas de todas las cosas son húmedas por naturaleza.

Hoy día, también se piensa que los seres vivientes empezaron a aparecer

en el mar. También en el seno materno, el niño está sumergido en una agua

especial (líquido amniótico) semejante a la del mar.

• Para él el elemento tiene que ser algo más sutil que el agua, algo que penetre todo y anime todo. EL AIRE parece ser el elemento sutil, FUENTE DE VIDA. El aire es invisible, es capaz de constituir la base misteriosa de todo.

ANAXÍMENES

DE MILETO

:

• Dio un paso más atrevido. Tiene que ser “algo indeterminado” algo que no sea ningún elemento particular, pero capaz de transformarse en todos. El elemento o “principio” (arké) de todas las cosas es el indeterminado, el “Apeiron”

• También para Anaximandro, el elemento fundamental del universo es algo “divino”, no engendrado por nadie necesario e indestructible, eterno. Es una primera idea de Dios, Fuente de todo, absoluto, independiente.

Anaximandro

de Mileto:

Este filósofo es el de la tabla y del Teorema. Sus discípulos lo idealizaron: Hacía milagros, se había

reencarnado en otro personaje no menos importante: Apolonio de Tiana

Fundó una escuela, como una comunidad de monjes. Se dedicaban al estudio de la astronomía,

de los números y a la política.

2-Pitagoras de Samos

Pensaban que el alma sale del cuerpo del moribundo con la última expiración y entra en el cuerpo del recién nacido con la primera inspiración. El primer

soplo de vida es el último en salir, cuando el hombre muere. A esta

doctrina la llamaban “metempsicosis o palingénesis”

La filosofía tenía que ser “vivida”, tenía como fin liberar nuestra alma del

cuerpo, purificándola con una vida de mortificación. Liberada del cuerpo a

través de muchas reencarnaciones, el alma se reunirá, entonces, con el fuego

sobre el cielo, donde vivirá en compañía de los astros y de los dioses.

TODO ES NÚMERO• La doctrina más famosa de los pitagóricas no fue la

metempsicosis, sino la del “numero”. Afirmaban que el principio o arké de todo es el numero. Pero hay que entender bien que significa número para los pitagóricos.

• Este número se puede representar con una figura geométrica. Además, observaban los pitagóricos que, en la música, los diferentes sonidos estaban en relación determinada con la longitud de las cuerdas de la guitarra. El “caos” se convierte en “cosmos”

“Según los pitagóricos, todo el edificio del cielo es armonía y número”

(Aristóteles)

Fue el filósofo de la segunda gran pregunta. Hasta ahora los filósofos habían buscado un elemento fundamental para explicar el universo. Sin embrago, no se fijaron en

una cosa muy evidente: Que todo cambia, que nada queda igual.

Heráclito es el primero que se pregunta sobre el “Porque” del venir. La respuesta es desconcertante, todo

deviene, todo cambia, nada permanece igual. Apenas afirmó una cosa “es”, y ya tengo que decir que “no es” la

de antes, ya no es la misma.

3-Heraclito de Éfeso: último filósofo del siglo VI

Hasta las montañas cambian. Todo se deteriora, todo deviene, todo “es” lo que

“no era” y “será” lo que “no es”. La mutación continua hace que el devenir

sea más real que el ser. El devenir nos da el derecho de afirmar que las cosas “nos

son”, que “todo deviene” y que “nada es”: “Panta Rei” , todo pasa, todo corre.

Los contrarios se unen. Lo discorde concuerda. La oposición, los polos opuestos, hacen que la

realidad esté llena de vida y de fuerza nueva.Si todo fuese estático, igual, no habría vida. Para que haya vitalidad se precisa la lucha. Si no hay

muerte, no hay vida. Heráclito decía: “la guerra es padre de todas las cosas, es rey de todas las cosas”

Guerra, pero no caos y desorden. Heráclito no piensa que todo se mueva sin orden y armonía.

Todo está sometido a una ley racional a una razón que él llama “logos” o fuego.

4-La escuela de Elea: siglo V

• Jenofanes: Lo primero que advierte, con su agudo sentido crítico, es que los dioses de la mitología están cortados según la fantasía o el gusto de los hombres. “los etíopes dicen que sus dioses son negros y chatos; los tracios que son de ojos azules y de rubio cabello”

Jenófanes en un poeta de la calle, un cantor ambulante que critica el antropomorfismo de la

religión, para afirmar que hay “un único Dios; de todo lo que puede una representar, lo más grande…El ve, El

piensa, el oye… siempre en el mismo lugar, sin moverse para un lado ni para el otro”

Este Dios “no parecido a los hombres ni por estatura ni por el pensamiento” no es el dios de la Biblia, sino el dios de los Filósofos: es algo, el principio de todo,

es el UNO.

Parmenides de Elea: “todo pasa y todo queda” En efecto, para

Parménides “todo queda”, todo siempre es lo mismo, siempre igual, desde

siempre y para siempre, Todo es y nada deviene

Parménides es el primer Filósofo que utiliza la palabra más importante de la

filosofía: “SER”.

Tiene que haber razonado así: Thales decía que todo es agua. Anaxímenes que todo es aire.

Anaximandro que todo es “Apeiron”, indefinido. Pero todos estos elementos tiene algo en común, como un fondo idéntico: todos “son”. El agua es

“ser”, el aire es “ser”, el “apeiron” e ser, Todo es ser. Todo lo que existe “es” y lo que no es, nada es.

Parménides contruye su filosofía. Quería sustituir la “teogonía” (origen de los dioses) con una

“ontología”, es decir, con la doctrina del ser. La suya fue verdaderamente una filosofía del ser.

Parménides sigue adelante impertérrito, sin asustarse por las

lógicas consecuencias que brotan a su famoso “principio”. “El ser es; el no ser

no es”.También sigue adelante diciendo: Si el

ser “es” hay un solo ser, una sola realidad: No hay otra cosa que el “ser”.

*Dos mundos: el mundo verdadero de la verdad y el mundo de los sentidos, de la opinión.

El mundo alcanzado por los sentidos es el mundo de la <<ILUSION>>

El mundo alcanzado por la razón es el mundo del ser, de la realidad, es el mundo “verdadero”

Opiniones y verdades: los filósofos no pueden dudar un minuto. Vale más una verdad que miles de opiniones.

*El mundo no cambia, porque realmente “es”

El “devenir” no existe, pertenece al mundo de las apariencias, de las ilusiones, del no-ser.

Si, el ser “es” no puede devenir, no puede ser diferente de lo que era. La diferencia entre lo de antes y después no existe, porque el ser antes es

igual al ser después.

El ser es, pues, único y estático. El devenir es imposible y es imposible porque es irracional, no se puede ni siquiera pensar.

Zenón de Elea, Discípulo de Parmenides: Se hizo famoso por sus

argumentos contra el devenir. Seguro de su teoría sobre el ser, se esforzó en demonstrar que el movimiento es

una ilusión. Decía que:Una flecha, sólo

aparentemente se mueve; e realidad está quieta en cada

momento en un determinado lugar

Parece que se haya movido, en realidad no hubo movimiento.

El vuelo de la flecha se compone de infinitos

momentos, y el espacio recorrido por ella se compone de infinitos lugares. En cada uno de estos momentos de tiempo, la flecha ocupa un

lugar fijo, está quieta, inmóvil.

Si alguien quiere alcanzar una meta,

debe recorrer la distancia que le

separa de ella. Es decir debe recorrer infinitos espacios; lo

cual supone que jamás alcanzará la

meta.

Aquiles no podrá alcanzar a la tortuga

porque cuando llegue a donde la

tortuga estaba, ésta habrá recorrido un nuevo trecho y así

ocurrirá, sucesivamente,

hasta lo INFINITO

5-Sera posible poner de acuerdo a

Heráclito con Parménides?

•Entre Heráclito, que afirma el devenir como el aspecto esencial de la realidad y Parménides que en cambio, defiende la unidad e inmovilidad del ser.