la memoria olvidada. historia de los pueblos indigenas de chile

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Vision sobre los indigenas chilenos

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MEMORIA OLVIDADA

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MIDEPLAN, ha comprometido su esfuerzo en la difusin de este libro

GOBIERNO DE CHILEMINISTERIO DE PLANIFICACIN Y COOPERACIN

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La memoria olvidada. HISTORIA DE LOS PUEBLOS INDGENAS DE CHILECompilacin del Informe de la Comisin de Verdad Histrica y Nuevo Trato

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MEMORIA OLVIDADA

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La memoria olvidadaHISTORIA DE LOS PUEBLOS INDGENAS DE CHILE

Jos BengoaCompilador Subcomit Identidad e Historia Comisin Bicentenario

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CUADERNOS BICENTENARIOPRESIDENCIA DE LA REPBLICA

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MEMORIA OLVIDADA

BENGOA, JOS La memoria olvidada. Historia de los pueblos indgenas de Chile / Jos Bengoa, compilador Santiago: Publicaciones del Bicentenario, 2004 768 p.; 16 x 26 cm I.S.B.N.: 956-7892-04-0 HISTORIA DE CHILE 983

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Primera edicin : noviembre de 2004 I.S.B.N.: 956-7892-04-0 Editor: Arturo Infante Reasco Edicin de textos: Jorgelina Martn Diseo: Patricio Andrade. Impresin: Andros impresores, Santiago de Chile Esta publicacin no puede ser reproducida, en todo o en parte, ni registrada o transmitida por sistema alguno de recuperacin de informacin en ninguna forma o medio, sea mecnico, fotoqumico, electroptico, por fotocopia o cualquier otro, sin permiso previo, por escrito de la Secretara Ejecutiva de la Comisin Bicentenario. Comisin Bicentenario, Presidencia de la Repblica Nueva York 9, piso 17, Santiago de Chile Telfono: (56-2) 672 9565. Fax: (56-2) 672 9623 Correo electrnico: [email protected] www.bicentenario.gov.cl

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A Armando de Ramn, profesor y amigo, Premio Nacional de Historia y Miembro de la Comisin de Verdad Histrica y Nuevo Trato

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Prlogo del seor Patricio Aylwin, ex Presidente de la Repblica y presidente de la Comisin de Verdad Histrica y Nuevo Trato Presentacin del compilador Reconocimientos INTRODUCCIN Cronologa de la historia indgena Del perodo anterior a la Conquista a la consolidacin de la Repblica de Chile Perodo de la asimilacin forzosa La radicacin y reduccin del pueblo mapuche Perodo de la integracin frustrada Fracaso de las polticas de integracin PRIMERA PARTE LA LARGA HISTORIA INDGENA DE CHILE CAPTULO I. LA DOMESTICACIN DEL TERRITORIO Nuestros primeros antepasados La formacin del Norte Grande Los primeros habitantes de Atacama Tiwanaku Esplendor de los pueblos de los oasis de Atacama y del Loa Los inkas y su influencia hasta la Zona Central Poblaciones del Norte Chico Poblaciones de la Zona Central Los mapuches Poblaciones del extremo Sur Captulo II. LA DESAPARICIN DE LOS INDGENAS DE LA ZONA CENTRAL Chile Central al momento de la invasin europea ANEXO 1. WAJONTU MAPU PIKUNCHE (LIMAR-BIOBO) Frontera Norte del Wajontu Mapu Poblamiento y divisin territorial del pikunmapu La destruccin de la poblacin del Chile Central

IX 1 3 5 11 14 17 21 25 28 31

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ANEXO 2. LOS TRASLADOS DE POBLACIN Los Pueblos de Indios Defensa y resistencia de los Pueblos de Indios Voces a favor de los indgenas El orden republicano y la nacionalizacin de los indgenas SEGUNDA PARTE LOS PUEBLOS DEL NORTE Captulo III. LOS AYMARAS DEL NORTE DE CHILE El inicio del orden colonial: indgenas en la institucin de la encomienda Circulacin y distribucin espacial de los indgenas en el siglo XVII Extirpacin de idolatras y abusos en el siglo XVII El Perodo Colonial Tardo: los levantamientos anticoloniales andinos del siglo XVIII La independencia y el Perodo Republicano peruano (1821-1854) El Perodo Salitrero Las polticas del Estado chileno y la chilenizacin Polticas del Estado chileno a mediados del siglo XX El impacto de la doctrina de Seguridad Nacional Comunidades aymaras, minera y reajuste en las economas tradicionales Migraciones aymaras en la Regin de Tarapac Situacin actual y nuevas demandas ANEXO 3. LA VERDAD DEL PUEBLO AYMARA Captulo IV. LOS ATACAMEOS DE LOS OASIS DEL DESIERTO El dominio espaol en Atacama Transformaciones en el siglo XVIII Los movimientos de resistencia Atacama y la poblacin atacamea en el proyecto de formacin de un Estado nacional boliviano (1825-1879) La economa y sociedad atacamea en el siglo XIX El perodo salitrero Atacama y el Estado chileno Arrieros, productores y mineros El patrn de integracin regional atacameo del siglo XX Una sociedad atacamea translocalizada La cultura atacamea y las industrias culturales La democracia y la nueva legislacin indgena durante los 90 Realidad actual y nuevas demandas Captulo V. LA COMUNIDAD QUECHUA HABLANTE DE OLLAGE El antiguo poblamiento El perodo colonial La incorporacin del territorio al Estado chileno Territorio y control estatal Comunidad quechua de Ollage en la actualidad

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Captulo VI. LOS COLLAS DE LA CORDILLERA DE ATACAMA Los collas de la Cordillera El origen de los collas Migracin colla desde el Noroeste argentino a la Cordillera de Atacama Llegada de los collas a la Cordillera de Atacama El territorio ocupado por los collas Los collas y la hacienda Potreros de la Iglesia Conflictos ambientales, territoriales y migraciones collas La lucha por la tierra (1950 a 1973) Los aos difciles Reconocimiento y demandas de las comunidades colla Captulo VII. LOS DIAGUITAS DE LA QUEBRADA DEL HUASCO Ocupaciones prehispnicas: espacios, recursos y vida social Complejo El Molle El Complejo Las nimas La cultura diaguita hasta los albores de la Conquista De la Conquista al siglo XVII El Pueblo de Indios de Huasco Alto: un refugio diaguita Los diaguitas del Huascoalto El territorio huascoaltino La descendencia diaguita TERCERA PARTE EL PUEBLO MAPUCHE Captulo VIII. CONQUISTA, RESISTENCIA Y PARLAMENTOS La organizacin social de los antiguos mapuches Invasin, destruccin y transformacin La cuestin de los Parlamentos ANEXO 4. EL SISTEMA DE PARLAMENTOS Parlamento de Yumbel Parlamentos de Negrete y Nascimiento Parlamento de Tapihue La sociedad mapuche al finalizar la Colonia Captulo IX. LA REPBLICA Y LA INVASIN DE LA ARAUCANA Las primeras miradas posteriores a la Independencia La guerra a muerte Las leyes de ciudadana Educacin indgena La inmigracin europea La situacin econmica y su impacto en la ocupacin de la Araucana ANEXO 5. EL PARLAMENTO DE TAPIHUE AL FINALIZAR LA GUERRA A MUERTE La invasin de la Araucana Las reducciones, la radicacin y la entrega de Ttulos de Merced La Comisin Radicadora de Indgenas ANEXO 6. EL PROCESO DE RADICACIN Tierras y usurpacin entre los ros Biobo y Malleco Las tierras de Arauco Los remates de las tierras mapuches

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La Colonizacin La radicacin Radicacin en colonias de indgenas Radicaciones judiciales (1875 a 1882) Radicacin con Ttulos de Merced (1884-1929) La Comisin Parlamentaria de Colonizacin Los informes de los Protectores de Indgenas Sobre los abusos cometidos por particulares en contra de los indgenas y la incapacidad de los protectores para defenderlos Propuestas de transformacin al protectorado, para hacer ms efectiva la accin de los protectores de indgenas Lista de reclamos en las audiencias pblicas de la Comisin Parlamentaria XII Captulo X. LA INTEGRACIN FRUSTRADA La usurpacin de tierras ANEXO 7. LOS JUZGADOS DE INDIOS Y LA PRDIDA DE TIERRAS MAPUCHES El fracaso de la integracin Divisin de las comunidades y Propiedad Austral El horizonte de la integracin respetuosa Los mapuches y la Reforma Agraria a) El problema indgena y las reivindicaciones b) La Reforma Agraria durante la Unidad Popular c) El Golpe de Estado y la Contrarreforma Agraria ANEXO 8. DEVOLUCIN Y TRANSFERENCIA DE PREDIOS DESPUS DE LA REFORMA AGRARIA La divisin de las tierras mapuches La lucha por el reconocimiento Captulo XI. LAS TIERRAS PERDIDAS Ttulos de Merced y prdida de tierras a) Revocacin de la radicacin con Ttulos de Merced b) Superposicin de deslindes de fundos colindantes sobre el Ttulo de Merced, en forma parcial o total c) Prdida parcial o total de tierras por enajenacin de hijuelas en comunidades mapuche divididas Tipologa de prdidas de tierras mapuche en los Ttulos de Merced a) Divisin y prdida de tierras en los Ttulos de Merced b) Tipos de ocupantes al interior de los Ttulos de Merced Metodologa del estudio a) Fuentes cartogrficas de roles de propiedad b) Identificacin de los propietarios y nombres de los predios c) Identificacin de los Ttulos de Merced sobre el mosaico predial d) Identificacin inicial de los casos de Ttulos de Merced con prdida de tierras e) Anlisis de la muestra y discriminacin de roles de particulares al interior de un Ttulo de Merced f) Clculo de superficie del Ttulo de Merced g) Clculo de la superficie de tierra prdida en los Ttulos de Merced h) Restricciones y potencialidades de la informacin presentada a) Restricciones del estudio b) Potencialidades del estudio

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Presentacin de la informacin a) Cuadros estadsticos b) Mapa Ficha Resultados del estudio por regin, provincias y comunas Cuadros estadsticos Tierras perdidas en los Ttulos de Merced por provincia, comuna y nmero de Ttulo de Merced Captulo XII. LOS PEHUENCHES DE LA CORDILLERA Los pehuenches durante la Colonia El orden republicano La irrupcin del Estado El latifundio y la radicacin El rgimen de propiedad individual Captulo XIII. LOS HUILLICHES DE VALDIVIA Y OSORNO El perodo colonial La Independencia y la desregulacin de la propiedad La apropiacin de las tierras huilliches: los fundos de particulares y la inmigracin La Comisin Radicadora La Ley de Propiedad Austral Las comunidades huilliches: demandas y conflictos de tierras Gobierno militar y segundo perodo de subdivisin Captulo XIV. EL TERRITORIO HUILLICHE DE CHILO Los Ttulos Realengos La anexin de Chilo al territorio chileno. La Firma del Tratado de Tantauco y la Repblica Los mecanismos de prdida de tierras La Ley de Propiedad Austral Las organizaciones mapuche-huilliche y los conflictos por tierras CUARTA PARTE LOS PUEBLOS AUSTRALES Captulo XV. LOS PUEBLOS CAZADORES DEL SUR LOS ANIKENK a) Los primeros contactos con el hombre blanco b) La accin del Estado chileno LOS SELKNAM a) Los primeros contactos con el hombre blanco b) La accin del Estado chileno: la colonizacin del territorio mediante las concesiones ganaderas c) Los resultados de la Misin de San Rafael y la accin de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego d) El colapso demogrfico

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Captulo XVI. LOS PUEBLOS CAONEROS DEL SUR LOS KAWSQAR a) Los primeros contactos con el hombre blanco. Las relaciones con los gobernadores de Magallanes b) Las relaciones con cazadores de lobos marinos y el trfico comercial c) El descenso numrico de la poblacin. Las nuevas condiciones de vida en el siglo XX d) El caso de Lautaro Edn e) Las ltimas dcadas del siglo XX LOS YAGN a) Los primeros contactos con el hombre blanco. La misin anglicana b) La accin del Estado chileno: la colonizacin c) El siglo XX y las condiciones actuales del pueblo yagn ANEXO 9. INTERVENCIN DEL SEOR JUAN CARLOS TONKO PATERITO ANTE LA COMISIN DE VERDAD HISTRICA Y NUEVO TRATO ACERCA DE LA SITUACIN DEL PUEBLO KAWSHKAR QUINTA PARTE LOS RAPA NUI DE TEPITO TE HENUA Captulo XVII. EL PUEBLO RAPA NUI El poblamiento ancestral Los barcos: esclavitud y colapso demogrfico Misioneros y primeros colonos europeos (1864-1882) El Acuerdo de voluntades entre el Ariki Atamu Tekena y el Capitn de Corbeta Policarpo Toro Explotacin ganadera e inquilinaje Inscripcin de la Isla de Pascua en el Registro Conservador de Bienes Races La administracin de la Armada (1953-1965) a) El lunes fiscal b) La mirada naval de la justicia c) El calabozo de los castigos El Gobierno civil a partir de 1965 La situacin a partir de 1990 ANEXO 10. EXPOSICIN DEL SR. ALBERTO HOTUS, PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ANCIANOS ANTE LA COMISIN DE VERDAD HISTRICA Y NUEVO TRATO EN SU SESIN DEL 28 DE MAYO DEL AO 2001 NDICES Y GLOSARIOS NDICE DE CUADROS NDICE DE MAPAS GLOSARIO ONOMSTICO GLOSARIO TCNICO GLOSARIO DE VOCES INDGENAS BIBLIOGRAFA BIBLIOGRAFA GENERAL COMPLEMENTARIA

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PRLOGO Patricio AylwinEx Presidente de la Repblica Presidente de la Comisin de Verdad Histrica y Nuevo Trato

El Comit Editorial de la Comisin Bicentenario ha tenido la feliz idea deincluir entre sus publicaciones el presente libro sobre LA MEMORIA OLVIDADA. Historia de los Pueblos Indgenas de Chile, obra que se edita bajo la responsabilidad con el modesto calificativo de compilador del destacado profesor Jos Bengoa. Nada ms justo y necesario que la inclusin de este trabajo con motivo de la conmemoracin del Bicentenario de nuestra independencia. Porque es preocupante, en mi concepto, el poco conocimiento o mejor dicho, la ignorancia que prevalece en la sociedad chilena acerca de los pueblos indgenas que forman parte de nuestra nacin y ocupan lugar en la historia patria. El presente texto es, en lo substancial, fruto del trabajo realizado por la Comisin de Verdad Histrica y Nuevo Trato de los Pueblos Indgenas que cre el Presidente de la Repblica en enero de 2001 para asesorarlo en el conocimiento de la visin de nuestros pueblos indgenas sobre los hechos histricos de nuestro pas y formularle recomendaciones para una nueva poltica de Estado que permita avanzar hacia un nuevo trato de la sociedad chilena y su reencuentro con los pueblos originarios. Tuve el honor de presidir esa Comisin, de la que formaron parte entre otros destacados especialistas en el tema los catedrticos Jos Bengoa Cabello, Armando de Ramn y Lautaro Nez. Fruto del trabajo de esa Comisin fue el Informe que entregamos a S.E. el Presidente de la Repblica don Ricardo Lagos Escobar, en ceremonia que tuvo lugar en La Moneda el 28 de octubre del ao ltimo. Dicho Informe estuvo formado por varios volmenes, el primero de los cuales vers especficamente, en su Primera Parte, sobre La Historia de los Pueblos Indgenas de Chile y su relacin con el Estado y en su Segunda Parte, sobre Propuestas y Recomendaciones para un Nuevo Trato entre el Estado, los pueblos indgenas y la sociedad chilena. El texto que en esta edicin publica la Comisin Bicentenario bajo el acertado ttulo LA MEMORIA OLVIDADA. Historia de los Pueblos Indgenas

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de Chile corresponde a la primera parte del referido Informe, cuya redaccin el profesor Bengoa ha perfeccionado. La publicacin de este trabajo constituye un valioso aporte para que la sociedad chilena conozca la verdad histrica acerca de los pueblos indgenas que forman parte de nuestra patria, lo que por s solo merece entusiastas felicitaciones. PATRICIO AYLWIN AZCAR

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PRESENTACIN DEL COMPILADOR Jos BengoaCompilador

Este es un libro colectivo, pero que pretende ser ledo como un relatounitario. Es un libro que incorpora numerosas voces, tambin diferentes memorias. Por ello se mantienen expresamente muchos temas abiertos o incluso interpretaciones diferentes. Habla de una larga historia, muchas veces olvidada por nuestra sociedad, pero viva en la memoria de los pueblos indgenas de Chile. Este libro es la publicacin de una compilacin de textos resultantes de los trabajos de la Comisin de Verdad Histrica y Nuevo Trato y entregados al Presidente de la Repblica. El presidente de la Comisin, seor Patricio Aylwin Azcar, ex Presidente de la Repblica de Chile, entreg un total de ocho tomos. El primero consista en el resultado de la Subcomisin de Revisin Histrica, que ha servido de base e hilo conductor al libro que ac presentamos. Para confeccionar este libro se han revisado y editado los textos guardando la fidelidad de los originales. Se han cambiado ttulos y subttulos de modo de hacer un texto ms fcil para el lector no especialista. Junto a esta voz proveniente de intelectuales indgenas y no indgenas reunidos en un esfuerzo comn, se han adjuntado los resultados de algunos Grupos de Trabajo, en particular aymaras y mapuches, y algunos testimonios, que entregan voces diferentes y en algunos casos opiniones diversas, a partir de un legtimo nosotros. Por razones de dimensin del texto no se han podido incorporar ms anexos, los que se encuentran en la versin completa del informe. Se ha incorporado un captulo con los resultados de la investigacin que realiz la Comisin de Verdad Histrica sobre los Ttulos de Merced entregados por el Estado al Pueblo Mapuche. Se trata de una investigacin nica en su gnero y de gran importancia para la comprensin de los fenmenos actuales que ocurren en el sur de Chile. Este libro es una compilacin de los conocimientos adquiridos acerca de la historia de los pueblos indgenas de Chile. En muchos casos, el especialista conocer las fuentes sobre las cuales se han construido los textos.

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Encontrar tambin temas y asuntos no publicados y quiz una mirada nueva sobre los mismos. En cambio, para un pblico amplio seguramente ser de utilidad en la medida que resume una numerosa bibliografa que se puede consultar al final y conocimientos expuestos por investigadores indgenas y no indgenas, especializados en estos temas. El libro tiene por objeto principal la relacin de los Pueblos Indgenas con el Estado. Esta perspectiva central ha impedido incorporar una serie de temas de mucha importancia. Por una parte, ha sido compleja la insercin de la cosmologa propia de los Pueblos Indgenas y su particular visin de la historia. En este sentido no se trata de una historia de los indgenas realizada por los propios indgenas, sino una suerte de intento de historia intercultural, en la que se produce un encuentro entre las perspectivas indgenas y no indgenas. Por otra parte, una mirada histrica de tan largo plazo, como la adoptada, ha dejado en la sombra una serie de procesos y situaciones recientes, entre ellas la de los indgenas urbanos. En este libro no se han podido detallar estos procesos sociolgicos actuales y muchos otros. Finalmente este libro no incorpora otros aspectos y trabajos realizados por la Comisin de Verdad Histrica, en particular los referidos a las polticas conocidas como Nuevo Trato, las de carcter legislativo o de desarrollo econmico social, las que pueden ser consultadas en la versin completa. JOS BENGOA

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RECONOCIMIENTOS

La Comisin de Verdad Histrica y Nuevo Trato realiz un enorme trabajo contando con la participacin y aporte de una gran cantidad de personas, profesionales, historiadores, intelectuales indgenas y no indgenas, que hicieron finalmente posible, entre otros logros, la obra que aqu presentamos. La Comisin fue presidida por el ex Presidente de la Repblica don Patricio Aylwin Azcar y formada por Antonio Alcafuz Canquil, Jos Bengoa Cabello, Sandra Berna Martnez, Sergio Contreras Navia, Enrique Correa Ros, Armando de Ramn Folch, Alberto Hotus Chvez, Francisco Huenchumilla Jaramillo, Aucn Huilcamn Paillama, Carlos Inquiltupa Tito, Felipe Larran Bascun, Jos Llancapn Calfucura, Jos Santos Millao Palacios, Sonia Montecino Aguirre, Samuel Palma Manrquez, Carlos Pea Gonzlez, Ivonne Quispe Osorio, Galvarino Raiman Huilcamn, Ricardo Rivadeneira Monreal, Vctor Caniulln Coliir, Jos Quidel Lincoleo y Rosamel Millamn Reinao. El texto principal de este libro proviene de la Primera Parte del Informe presentado al Presidente de la Repblica titulado Historia de los Pueblos Indgenas de Chile y su Relacin con el Estado, que cont con la participacin de los miembros del Grupo de Trabajo Revisin Histrica, y de una Comisin Redactora, adems de otros especialistas en diversas reas que abarca el tema indgena. Dichas contribuciones se expresaron en la redaccin de borradores, formulacin de sugerencias y observaciones, en la revisin y correccin exhaustiva de los captulos que formaron parte del informe y que en este libro se han tratado de transcribir en forma fidedigna, habiendo sido solamente editados y seleccionados para facilitar la lectura de un pblico amplio. La responsabilidad del texto que aqu se presenta cabe finalmente al compilador. Si bien el trabajo fue colectivo, es preciso sealar y reconocer algunos nfasis y contribuciones especficas. El profesor Lautaro Nez, Premio Nacional de Historia (2003), junto a la profesora Andrea Seelenfreund, supervisaron y corrigieron el captulo primero, La domesticacin del territorio de Chile. El captulo segundo, Los Indgenas de Chile Central, fue escrito sobre la base de

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un trabajo preparado especialmente para la Comisin por el profesor Leonardo Len Sols. La segunda parte, titulada Los Pueblos Indgenas del Norte, comprende cinco captulos. El primero de ellos, sobre El Pueblo Aymara, cont con la importante colaboracin, tanto en el aporte de contenidos como en la correccin del texto, del profesor Jorge Hidalgo, Premio Nacional de Historia (2004). En la elaboracin de los captulos El Pueblo Atacameo y El Pueblo Quechua, el profesor Jos Luis Martnez entreg valiosa informacin y contribuy en la correccin de sus contenidos; asimismo, el profesor Lautaro Nez colabor en la preparacin y correccin del texto. Los captulos El Pueblo Colla y El Pueblo Diaguita fueron confeccionados a partir del trabajo realizado por el gegrafo seor Ral Molina Otrola. La preparacin de la parte referida al Pueblo Mapuche y sus diferentes captulos se realiz en base a los aportes hechos por los profesores Rosamel Millamn, Jos Quidel, Vctor Caniulln, Rolf Foerster, Jorge Pinto, Hctor Painequeo, Ral Molina, Martn Correa, Manuel Muoz Millalonco y Ana Mara Olivera. El profesor Jorge Pinto de la Universidad de La Frontera tuvo a su cargo la supervisin de las versiones finales. La elaboracin y coordinacin del estudio que dio lugar al Informe relativo a la situacin de las Tierras y Territorio mapuche, que se presenta en el Captulo las Tierras perdidas, estuvo a cargo del gegrafo Ral Molina O., quien trabaj junto a Pamela Carvajal, cartgrafa, de mucha experiencia, quien hizo la cartografa digital, Pedro Campos Sarmiento, antroplogo, que hizo el trabajo de terreno, y a los profesionales de la Secretara Ejecutiva y el equipo de redaccin, sobre la base de un estudio inicial realizado por Juan Sebastin Barros. La parte sobre Los Pueblos Indgenas del Extremo Sur y los captulos que la conforman, Los Anikenk, Los Selknam, Los Yagn, Los Kawsqar, cont con las importantes observaciones obtenidas en el trabajo realizado con los miembros de las organizaciones Kawsqar y Yagn, en sendos encuentros realizados en Punta Arenas y Puerto Williams, en los que participaron y los que fueron sistematizados por los antroplogos Carmen Gloria Godoy y Oscar Mendoza. Tambin se cont con la valiosa cooperacin de la profesora Andrea Seelenfreund en la revisin de estos captulos. La ltima parte, El Pueblo Rapa Nui, fue redactada por la profesora Andrea Seelenfreund, junto a Alejandra Grifferos (historiadora), Paloma Hucke (antroploga) y Jos Miguel Ramrez (arquelogo), a la que se incorporaron correcciones y observaciones realizadas por el Consejo de Ancianos Rapa Nui. Debemos agradecer al profesor Grant McCall de la Universidad de Gales del Sur, Sidney, Australia, por los documentos que puso a consideracin del Informe y que aqu se transcriben. Monseor Sergio Contreras, integrante de la Comisin, revis cuidadosamente en particular los captulos referentes al Pueblo Mapuche. Finalmente, el profesor Armando de Ramn, recientemente fallecido, Premio Nacional de Historia e integrante de la Comisin, revis y formul detalladas observaciones al conjunto de los captulos.

R ECONOCIMIENTOS I NTRODUCCIN

El Grupo de Revisin Histrica se reuni constantemente y analiz y discuti los textos que se presentan en este libro, los que fueron hechos suyos por la Comisin de Verdad Histrica y Nuevo Trato, integrndolos al Informe Final que puso a consideracin del Presidente de la Repblica. El grupo estuvo formado por Eugenio Alcamn Toloza: antroplogo e historiador; Margarita Alvarado Prez: profesora del Instituto de Esttica de la Pontificia Universidad Catlica de Chile; Jos Bengoa (Coordinador), profesor de la Escuela de Antropologa de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano; Martn Correa Cabrera: historiador, investigador en Historia Indgena; Cornelio Chipana Herrera: profesor de Historia y Geografa; Rolf Foerster Gonzlez: antroplogo, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile; Jorge Hidalgo Lehued: etnohistoriador, profesor de la Facultad de Filosofa y Humanidades de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Historia 2004; Leonardo Len Sols: historiador, profesor de la Facultad de Filosofa y Humanidades de la Universidad de Chile; Jos Luis Martnez Cereceda: etnohistoriador, profesor de la Facultad de Filosofa y Humanidades de la Universidad de Chile y de la Escuela de Antropologa de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano; Rosamel Millamn Reinao: antroplogo, profesor de la Carrera de Antropologa de la Universidad Catlica de Temuco; Ral Molina Otrola: gegrafo; Manuel Muoz Millalonco: antroplogo, profesor Universidad ARCIS, Patagonia; Lautaro Nez Atencio: arquelogo, profesor del Instituto de Investigaciones Arqueolgicas y Museo Gustavo Le Paige S. J., Universidad Catlica del Norte, San Pedro de Atacama, Premio Nacional de Historia 2002; Hctor Painequeo Pailln: profesor del Departamento de Lenguas, Literatura, Comunicacin e Investigador del Instituto de Estudios Indgenas de la Universidad de La Frontera; Jorge Pinto Rodrguez: historiador, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de La Frontera, vicedecano de la Facultad de Educacin y Humanidades de la Universidad de La Frontera; Andrea Seelenfreund Hirsch: arqueloga, profesora de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. La Comisin redactora entrevist a numerosas personas para conocer su opinin sobre estos tpicos, entre ellos, seores Gonzalo Vial, Armando Marileo, Antonio Alcafuz, Roberto Morales, Mara Eugenia Queupumil, Teresa Durn, Augusto Nahuelpn, Jos Manuel Zavala, Carlos Lincomn. Se han adjuntado como anexos los resultados de varios grupos de trabajo. En el caso del Grupo de Trabajo Aymara se cont con la activa participacin de: Zenn Alarcn Rodrguez: presidente de la Asociacin Indgena Confraternidad de Agrupaciones Folclricas Andinas de Arica; Carmen Alarcn Rodrguez: presidenta de la Asociacin Indgena Aymara para la Salud Aymara Collasuyo; Cornelio Chipana Herrera: profesor de Historia y

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Geografa, Subdirector Nacional CONADI-Norte; Carlos Choque Marino: Programa Orgenes, Reinaldo Elguero Cmara: representante de Ancianos Quechuas Yachay wasi; Carlos Fernndez Blanco: ex Consejero Consejo Nacional Aymara de Arica; Emilio Fernndez Canque: coordinador Magster en Educacin Intercultural Bilinge, Universidad de Tarapac, Arica; Alejandra Flores Carlo: representante Aymara en Ecuador; Aldo Garca Colque: consultor Minera Cerro Colorado; Joaqun Garca Choque: presidente Comunidad Indgena Pisiga Centro; Marcela Gmez Mamani: ex presidenta Consejo Nacional Aymara, presidenta Comunidad Indgena de Muyuri; Carlos Inquiltupa Tito: consejero CONADI; Fernando Lzaro Lzaro: Comunidad Indgena Aymara de Camia; Juan Pablo Len: presidente de la Asociacin Gremial de Propietarios Andinos (AGPRA), profesor Liceo A-1, Arica; Antonio Mamani Mamani: coordinador Asociacin Municipios Rurales; Lino Mamani Vicente: supervisor Fondo de Tierras y Aguas de CONADI-Arica; Fortunato Manzano Manzano: Yatiri, Arica; Wilfor Moscoso Moscoso: presidente Asociacin Andina de Deporte y Recreacin; Gilda Palape Rojas: dirigenta del Consejo Provincial Aymara (COPRAY); Javier Vilca Ticona: dirigente del Consejo Provincial Aymara (COPRAY) y la Secretara Ejecutiva estuvo a cargo de Francisca Fernndez, antroploga. La Comisin autnoma de trabajo mapuche, COTAM, reuni a un importante equipo de profesionales y dirigentes en la ciudad de Temuco que produjo un documento que, integrado al Informe Final de la Comisin, fue presentado al Presidente de la Repblica y del cual se presentan algunos captulos seleccionados en este libro. El trabajo de la COTAM estuvo coordinado por los seores Jos Quidel, profesor de la Universidad Catlica de Temuco; Rosamel Millamn, profesor de la Universidad Catlica de Temuco; Vctor Caniulln, machi; Maurico Huenchulaf, ingeniero, y cont con la participacin de Jorge Abello Romero, de la Asociacin Consejo de Lonkos Pikun Huilli Mapu; Marcial Coln Lincolao, dirigente mapuche de Villarrica; Francisco Chureo Ziga, presidente Asociacin Indgena Perale Lawen de Makewe; Fernando Huaiquil Paillal, presidente de Consejales y Alcaldes Mapuche IX Regin; Manuel Muoz Millalonco, antroplogo y werken Consejo de Caciques Futaka Huilli Mapu Chilo; Galvarino Raimn Huilcamn, dirigente del Territorio Negche Malleco; y Santos Reinao Millahual, dirigente de las Comunidades del rea de Desarrollo Indgena del Lago Lleu Lleu, todos ellos integrantes de la COTAM. Se ha compilado en este libro parte del Tomo Segundo referido a Tierras y Territorios cuya primera parte cont con la participacin y redaccin de los profesionales Jimena Pichinao Huenchuleo, Fresia Mellico Avendao, Ernesto Huenchulaf Cayuqueo, Ral Molina Otrola, Martn Correa Cabrera, Nancy Yez Fuenzalida, Carole Sinclaire Aguirre y Ximena Navarro Harry. La segunda parte fue realizada en base al trabajo de Ral Moli-

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na Otrola, Martn Correa Cabrera y Nancy Yez Fuenzalida. En el informe de COTAM y en particular en los otros captulos del Informe que por referirse a otros temas o por razones de espacio no se incluyen en este libro, participaron los profesionales Mara Salamanca Huenchulln, Ramn Maureira Huircamn, Javier Quidel Cabral, Vernica Nez Gallardo, Ronny Leiva Salamanca, Noelia Carrasco H., Ren Montalba N., Hctor Mora N., Aldo Vidal H., Dra. Teresa Durn, Marcelo Berho, Gabriel Llanquinao, Alvaro Ugueo, Loreto Eyzaguirre, Rodrigo Contreras, Patricio Burgos, Juan Miguel Castillo, Ana Mara Alarcn, Enrique Hauenstein, Rodrigo Lillo, Rosa Huenchulaf, Gloria Melipil, Jos Araya Cornejo, Victorino Antilef, Beatriz Chocori Huenullanka, Jorge Abello Romero, Eva Barriga, Jorge Hueque, Prosperina Queupun Ch., Noelia Carrasco, Loreto Eyzaguirresa Benard, Miguel Cheuquemn, Luxciardo Monsalves, Juan Pimentel, Bjorn Seyl y Daniel Stosiek. El estudio Pueblo Williche de Chilo fue ejecutado por el Consejo General de Caciques de Chilo, y su autora es del equipo tcnico compuesto por Manuel Muoz Millalonco, Ana Mara Olivera Fuentes y Mara del Carmen Espoz L. El trabajo colectivo del Informe de la Comisin de Verdad Histrica presentado al Presidente de la Repblica fue organizado y coordinado por el antroplogo Gerardo Ziga N. quien tambin ha participado activamente en la elaboracin y cuidado del libro que aqu presentamos. Una Comisin redactora reuni los borradores, redact prrafos y finalmente le dio orden a los documentos. En diferentes momentos participaron en ella Claudio Espinoza Araya, antroplogo, quien coordin la ltima fase del estudio y prepar los captulos sobre los mapuches; Cecilia Osorio, profesora de Historia, quien coordin la primera fase del estudio; Antonio Garca Quiroga, antroplogo, quien tuvo a su cargo particularmente la redaccin de los captulos pehuenches y huilliches; Carmen Gloria Godoy Ramos, antroploga, quien tuvo a su cargo especialmente el estudio de los indgenas del norte chico y del extremo sur y particip en la preparacin de la Bibliografa y del glosario de voces indgenas que se presenta en este libro; Marie Karolina Nez Srytr, antroploga, a cargo de los captulos sobre el pasado prehispnico y los indgenas del Norte. Colaboraron con este equipo Oscar Mendoza Uriarte, antroplogo; Rebeca Pizarro, profesora de Castellano; Ral Rupailaf Maichin, tcnico en Gestin Pblica y Planificacin Social; Pedro Wild del Campo, antroplogo; Francisco Castro Arredondo, ingeniero comercial; Nancy Ynez Fuenzalida, abogada, que colaboraron en diversas fases de los estudios. Los planos y la cartografa han sido supervigilados por Ral Molina Otrola, gegrafo, y la investigacin y realizacin por Pamela Carvajal Dervich, cartgrafa, ambos con larga experiencia en la cartografa indgena de Chile. El apoyo de la secretara ha sido realizado por Mario Rojas Contreras, programador en Computacin; Mnica Asenjo Gonzlez, secretaria;

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Nancy Vsquez Kaufmann, secretaria; Mara Mercedes Arredondo Huerta, profesora, secretaria. Finalmente es necesario sealar que el proyecto de este libro fue acogido por el Comit Editorial de la Comisin Bicentenario, el que es presidido por su Secretaria Ejecutiva Patricia Roa y formado por Sonia Montecino, Horacio Salinas, Gutenberg Martnez, Carlos Montes y Arturo Infante, quienes apoyaron la publicacin de este texto. La Secretara Ejecutiva de la Comisin Bicentenario ha dado el apoyo necesario, eficiente y entusiasta para que se publique esta compleja obra. JB10

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INTRODUCCIN

Esta es una historia olvidada, tambin, en ciertos casos, negada, no pocasveces, ocultada: es la memoria olvidada de nuestra sociedad, la historia de los pueblos indgenas de Chile, de los que hoy existen y de los que desaparecieron. Este libro tiene por objeto recuperar esa memoria, aunque sea parcialmente. Cada pueblo indgena, como es evidente, tiene su propia historia. Es una historia que se trasmite de padres a hijos. En ella se da cuenta de los orgenes, de los padres fundadores, de los sucesos mticos que explican la existencia de una sociedad, de una cultura, de un territorio, de la vida humana en esa singular parte del mundo. Kai Kai y Tren Tren, Mama Ojlo y Manco Capac, Hotu Matua, y tantos otros relatos explican el origen del mundo de los humanos de acuerdo a cada tradicin ancestral. Las historias de familias, de sucesos, de atropellos y esperanzas, se suceden interminables en noches de recuerdos. Es una historia a la cual los extraos tienen difcil acceso. No solo est la barrera de la lengua, del idioma vernculo, sino tambin el modo de narrar la historia, las historias. A veces llegamos a conocer pequeos retazos. Muy distinta es la historia de las relaciones de los pueblos indgenas con las culturas occidentales primero y con el Estado nacional posteriormente. Es la historia de encuentros y desencuentros, de sobrevivencia, resistencia y tambin de humillaciones y atropellos. Esta historia la podemos reconstruir, mediante la memoria, los documentos, los testimonios arqueolgicos, el trabajo paciente de la ciencia, la reflexin, la investigacin. A esta historia se refiere este libro, este trabajo que aqu se presenta. La mayor parte de los pueblos indgenas de Chile, que habitaron el territorio de Chile, se desarroll, asimismo, a lo largo de cientos de aos o ms, con relativa independencia, unos de otros. En algunos casos hubo contactos, pero en otros, los mismos eran muy lejanos o inexistentes. Isla de Pascua y el pueblo rapa nui, por ejemplo, han tenido seguramente ms relaciones con la Polinesia y muy pocas o ninguna con los mapuches del

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Sur de Chile, y estos, por su parte, escasas con aymaras y otros pueblos del Norte del pas. Cmo comprender entonces de manera adecuada la historia de todos los pueblos indgenas que habitan el territorio chileno actual? Es sin duda un asunto complejo y el desafo de este trabajo. Existe un largo perodo de la historia de los pueblos indgenas en el que cada uno se desenvuelve de manera relativamente autnoma. Sin embargo, no es despreciable el conjunto de relaciones ocurridas en tiempos precolombinos entre pueblos vecinos e incluso entre aquellos que vivan a grandes distancias. An sabemos muy poco de ello. Ser, por lo tanto, el proceso de expansin de la conquista europea el que ir reuniendo y dando sentido genrico a la historia de la mayora de los pueblos indgenas. Estos pueblos se vieron obligados a reaccionar y enfrentar brutalmente al nuevo actor, situacin comn y presente en toda Amrica. El accionar de la empresa conquistadora los expondr a todos, a cada uno de los pueblos y agrupaciones indgenas, a presiones semejantes, tales como: apropiacin de territorios, trabajo servil, dominacin poltica, imposicin cultural y religiosa. Cada uno de los pueblos responder de manera diversa a estos procedimientos1. A partir de all, la historia indgena, cada historia, es inseparable de los factores externos que la determinan. La Conquista es por ende el fenmeno histrico determinante de la historia que tratamos de describir y relatar. No cabe duda de que los pueblos americanos tienen un evidente antes y un despus. El perodo anterior a la Conquista ha quedado en las sombras y no es fcil de rescatar. La arqueologa y la etnohistoria nos brindan conocimientos, muchas veces

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La definicin, hoy da internacionalmente aceptada, de pueblos indgenas, realizada por el Relator Especial de las Naciones Unidas, seor Martnez Cobo, establece la conquista como un elemento central. Sera ese aspecto el que diferenciara a los grupos indgenas de otros grupos minoritarios donde no se produjo este fenmeno. La definicin es la siguiente: Son Comunidades, Pueblos y Naciones Indgenas, los que, teniendo una continuidad histrica con las sociedades anteriores a la invasin y precoloniales que se desarrollaron en sus territorios, se consideran distintos de otros sectores de las sociedades que ahora prevalecen en esos territorios o en partes de ellos. Constituyen ahora sectores no dominantes de la sociedad y tienen la determinacin de preservar, desarrollar y trasmitir a futuras generaciones sus territorios ancestrales, y su identidad tnica como base de su existencia continuada como Pueblo, de acuerdo con sus propios patrones culturales, sus instituciones sociales y sus sistemas legales. (E/CN.4 / Sub. 2 / 1986/7/Add. 4, prr. 379) El Convenio 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo Sobre Pueblos Indgenas y Tribales en pases independientes define en el mismo sentido del anterior: ... considerados indgenas por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el pas o en una regin geogrfica a la que pertenece el pas en la poca de la Conquista o la Colonizacin o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera sea su situacin jurdica, conservan todas sus propias instituciones sociales, econmicas, culturales y polticas o parte de ellas.... (Convenio 169 OIT. Parte 1. Poltica General. Artculo 1. Letra b) La ley indgena N 19.253, vigente, de 1993, seala en su Art. 1: El Estado reconoce que los indgenas de Chile son los descendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde tiempos precolombinos, que conservan manifestaciones tnicas y culturales propias siendo para ellos la tierra el fundamento principal de su existencia y cultura. (Ttulo 1, De los indgenas sus culturas y comunidades. prr. 1).

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parciales, de los que tratamos de dar cuenta. La vida humana en el continente, y en lo que hoy es Chile, comenz hace miles de aos. Desde los primeros cazadores recolectores que cruzaron las montaas y valles actualmente habitados, hasta los agricultores prsperos que encontraron los espaoles al ingresar al territorio, pasaron miles de aos. La Conquista constituy una ruptura violenta. Muchos pueblos desaparecieron, reas densamente ocupadas quedaron vacas, como la zona central de Chile, otros fueron diezmados, a pesar de lo cual mantuvieron su existencia, defendindose, adaptndose, resistiendo y tambin mezclndose con los recin llegados. Nuevos pueblos nacieron de este profundo cataclismo social. Es el origen, querido o no, aceptado o rechazado, de todos nosotros, los chilenos y los indgenas. La cuestin indgena surge de esta palpable situacin histrica. Un pueblo mestizo, compleja combinacin de invasores e invadidos, va surgiendo del desencuentro inicial. Al finalizar la Colonia ya es una realidad no solamente demogrfica, sino crecientemente consciente de su carcter, ni espaol, ni indgena. Los indgenas mantienen algunos espacios territoriales, en algunos casos derechos especficos y ciertas caractersticas distintivas del resto de la poblacin. Es en ese momento que comienza una segunda etapa de la historia, la Republicana, en la que la relacin de los pueblos indgenas se establecer con el Estado nacional. El territorio de Chile colonial no es exactamente el mismo que existi durante la Repblica2. Fue durante el siglo XIX cuando cambia, se expande y consolida3. En este proceso, el Estado se encuentra con la existencia de numerosos pueblos indgenas que habitaban esos espacios, en los que no se ejercitaba la soberana de manera efectiva o simplemente no pertenecan a la nacin chilena. El actual territorio en que el Estado de Chile ejerce su soberana se constituye definitivamente apenas en los inicios del siglo XX y se consolida recientemente con el delineamiento definitivo de sus fronteras. Es por ello que la historia de la Conquista y del Perodo Colonial va a estar mayormente marcada por la relacin de los europeos con los mapuches del Centro y Sur del pas. La relacin entre el Estado y los pueblos indgenas del Norte, de Rapa Nui y del extremo Sur vendr recin a establecerse a fines del siglo XIX, en el momento en que se consolida el actual territorio nacional, el Chile contemporneo.2

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Recordemos que durante la Conquista y parte de la Colonia el denominado Reyno de Chile abarcaba, por ejemplo, entre otros, los territorios de Cuyo y Tucumn. En este trabajo obviamente no nos hacemos cargo de la situacin planteada con los indgenas de esos territorios, quienes posteriormente no formaron parte de la Repblica de Chile. Hay numerosos casos de traslado de indgenas desde la vertiente argentina de la Cordillera al lado chileno, como es el caso de los llamados indios huarpes, sobre los que no nos detendremos en este estudio. 3 Uno de los cambios no expansivos ms importantes fue el Tratado de Lmites con Argentina en 1881, en que parte de la Patagonia pas a la soberana argentina.

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A partir de fines del siglo XIX todos los pueblos indgenas que habitaban el territorio nacional ya constituido enfrentarn las mismas polticas estatales y tendrn como interlocutor al mismo Estado. Es en ese momento en que podemos decir que las historias de los diferentes pueblos indgenas empiezan a reconocerse en un relato comn, en cuanto van a estar influidas en su desarrollo particular por las acciones y polticas delineadas por el Estado. Se produce entonces una historia que va a ir unificando, paulatina y crecientemente, las diferentes historias indgenas, en la medida que se unifica el interlocutor y sus problemas. Podemos hablar con propiedad, a partir de ese momento, de una historia indgena, en la medida en que la situemos dentro de las relaciones con el Estado4. Ms an, esto, en el caso de Chile, es parte de una realidad histrica, ya que, a partir de las ltimas dcadas del siglo XIX, el Estado chileno, altamente centralizado, ha llevado a cabo polticas semejantes y especficas, tanto en el Norte del pas como en Isla de Pascua, en el extremo Sur y en el rea mapuche, expresando todas ellas una coherencia interna en relacin con los intereses y visiones predominantes en cada perodo. Es por ello que vamos a sealar que todos los pueblos indgenas desde ese momento estarn sometidos a un mismo tipo de accin poltica estatal y su historia se aunar desde esa situacin y punto de vista5. CRONOLOGA DE LA HISTORIA INDGENA La cronologa de la historia indgena de Chile no es necesariamente la misma que la de la historia de Chile. Por cierto, como se ha dicho, se verifica una primera escisin entre el mundo precolombino y el posterior a la Conquista. Hay varios subperodos en el tiempo colonial, pues hubo diversos tratos y maneras de abordar la cuestin indgena por parte de la Corona espaola. Se habla en este trabajo de la Baja Colonia o perodo de la conquista, y de la Alta Colonia, correspondiente al siglo y medio final del Imperio Espaol, marcado por una poltica de carcter ms pro4

Por esta razn sealamos que este Informe no es propiamente una historia desde el exclusivo punto de vista indgena. La historia de cada pueblo indgena puede ser construida desde s misma y no teniendo como eje las relaciones con el Estado, criterio adoptado en este caso y que es central. Un ejemplo de ello son las historias de linajes, de familias, las que el centro est colocado en la propia sociedad y no en sus relaciones externas. 5 Esta construccin de una historia indgena comn a los diversos pueblos indgenas de Chile es un proceso abierto y an lejos de estar concluido. Como se trata de una historia de relaciones, puede haber diversas interpretaciones. En este caso se ha tratado de que la interpretacin sea de carcter intertnico, esto es, de un encuentro respetuoso en la interpretacin y no una visin unilateral, en este caso de los no indgenas. Por cierto hay otras posibilidades interpretativas. La Comisin de Verdad Histrica y Nuevo Trato acogi interpretaciones propias de las actuales dirigencias de los pueblos indgenas, las que se encuentran en los documentos entregados al Presidente de la Repblica y cuyos contenidos se han tratado de incorporar de la mejor y leal manera posible en este trabajo, en algunos casos como captulos anexos, mostrando de este modo la diversidad interpretativa de un fenmeno tan complejo y de este modo eludiendo una interpretacin nica y mucho menos oficial.

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tector hacia los indgenas del continente. La independencia de las colonias americanas, y concretamente la de Chile, no fue necesariamente un momento de quiebre profundo para los indgenas y su historia6. Para muchos de ellos nada cambi, por lo que en la cronologa seremos cuidadosos en no asimilar los tiempos de la sociedad chilena a los de la sociedad indgena. En el caso del Sur de Chile, la independencia de la Zona Central signific que la guerra entre patriotas y realistas se trasladara hacia all, en lo que se denomin la Guerra a Muerte7. La cronologa indgena cambia notablemente a fines del siglo XIX. En ese tiempo se anexan al territorio nacional las provincias del Norte Grande donde habitaban y habitan aymaras, quechuas y atacameos. En el ao 1879 comienza la denominada Guerra del Pacfico, la que se extiende hasta el ao 1883, firmndose, en el mismo ao, el Tratado de Ancn8 con el Per. En el mismo perodo, el 9 de septiembre de 1888, se suscribe el Acuerdo de Voluntades entre el pueblo rapa nui, liderado por el Ariki Atamu Tekena, y el capitn Policarpo Toro, que tuvo como consecuencia la incorporacin de Isla de Pascua al territorio y a la soberana nacional. En esa misma dcada se produce el avance expansivo hacia el Sur de las lneas de fronteras establecidas en el ro Malleco en el ao 1866, concretndose la ocupacin completa de la Araucana por parte del ejrcito chileno. El 24 de febrero de 1881 es fundado el Fuerte Temuco y el 1 de enero de 1883 se refunda la ciudad de Villarrica. Coincidentemente con estos hechos, en el extremo Sur se inicia la ocupacin ganadera de la Patagonia e Isla de Tierra del Fuego, que tendr efectos desastrosos sobre las poblaciones indgenas que all habitaban y, en especial, para los pueblos anikenk y selknam. Efectivamente, la primera concesin de tierras a empresas ganaderas se concreta en el ao 18859. Es por todo lo6

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Fue en la zona central de Chile donde las leyes liberales, dictadas por el joven gobierno republicano, tuvieron mayor impacto. Efectivamente, los denominados Pueblos de Indios fueron desafectados de las polticas proteccionistas de la Corona, por medio de las leyes dictadas en los primeros aos de la Repblica. En las dcadas siguientes, con ritmos diferenciados, las tierras de esos pueblos fueron siendo adquiridas o simplemente absorbidas por las haciendas circunvecinas. En muchos casos implic la desaparicin de esos poblados y la fusin de sus habitantes mediante el mestizaje. Este tema se trata en el Captulo Los indgenas de Chile Central. 7 Esta materia se trata en la parte del Informe titulada El pueblo mapuche, en el Captulo Primero: Los mapuche en la historia y el presente. Apartado 6.1. Los primeros aos despus de la Independencia: entre la valoracin y la negacin del mapuche. 8 Dicho tratado dejaba subordinada la situacin geopoltica de las ciudades de Arica y Tacna a un plebiscito que deba realizarse en 1893, pero que, sin embargo, nunca se llev a cabo. Esta situacin se prolong por casi cincuenta aos, hasta 1929, cuando Tacna es reincorporada al Per y Arica queda bajo la soberana de Chile. Ver: II. Los pueblos indgenas del Norte, Captulo Primero, El pueblo aymara. Apartado 5.1. Las primeras polticas del Estado chileno y la chilenizacin. 9 Se trata de la Sociedad Werhahn y Ca. a la que se conceden 123 mil hectreas en Tierra del Fuego, lugar habitado por los selknam. Esta materia se trata en la parte correspondiente a Los pueblos indgenas del extremo sur, Captulo segundo, Los selknam. Apartado 3. La accin del Estado chileno: la colonizacin del territorio, mediante las concesiones ganaderas.

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anteriormente expuesto que el segundo gran hito histrico, despus de la conquista europea, en la Historia de los pueblos indgenas de Chile, ser el proceso expansivo del Estado de fines del siglo XIX. Hasta poco ms all de la primera mitad del siglo XIX, como se ha visto, el territorio ocupado efectivamente por el Estado chileno era muy diferente al del siglo XX. La mayor parte de esos espacios, considerados por el Estado como baldos, estaba habitada por indgenas. La accin expansiva del Estado en esos aos fue muy grande. Avanz hacia el Norte, hacia el Sur y hacia el Pacfico. En todo este proceso no hubo polticas de proteccin hacia los indgenas que fueran efectivas. Ms bien se los consider como un obstculo para incorporar econmicamente esas nuevas reas a la economa nacional. Generalmente, como se trataba de zonas muy lejanas, el Estado en su afn de hacer efectiva su soberana sobre el territorio encomend a empresas privadas la explotacin de los recursos naturales y la civilizacin de los indgenas que all vivan. Esas empresas fueron, en gran medida, las responsables de la cuasi desaparicin o exterminio de los habitantes originarios del extremo austral, y del sometimiento del pueblo rapa nui a un rgimen que, entre otras cosas, contemplaba su reclusin forzosa, que les impida el libre desplazamiento por los campos de la isla. No fue muy diferente la poltica de concesiones desarrollada en vastos territorios de la Araucana, origen de muchos de los conflictos que perduran hasta hoy. Desde la dcada de los 80 del siglo XIX, hasta la dcada de los 30 del siglo XX, se abre un perodo que hemos denominado de asimilacin forzada. Se caracteriza por la aplicacin de polticas de Estado hacia los pueblos indgenas, con el objetivo de transformarlos en ciudadanos chilenos, bajo un concepto de identidad nacional homogneo, sin considerar la diversidad cultural existente. En el Norte, la poltica oficial ser conocida como chilenizacin, aplicada compulsivamente en las primeras dcadas del siglo XX, debido a los conflictos fronterizos. En el Sur, este perodo estar en manos la Comisin de Radicacin de Indgenas y es cuando se constituirn las reservaciones o reducciones indgenas, que limitan y fragmentan el territorio que estos ocupaban. En Isla de Pascua se producirn fenmenos semejantes, siendo concentrada la poblacin rapa nui en Hanga Roa, y entregndose el territorio restante en arriendo. En el extremo Sur, frente a la accin depredadora de las as denominadas empresas explotadoras, un gran nmero de miembros de los pueblos selknam y kawsqar fueron trasladados a la Misin de San Rafael en Isla Dawson, con el doble propsito de alejarlos de los cazadores de indios e introducirlos en la vida civilizada, lo que tuvo trgicas consecuencias. Durante este perodo muchos observadores creyeron ver el exterminio de los indgenas de Chile. El perodo que se inicia en las ltimas dos dcadas del siglo XIX perodo de la asimilacin forzada tiende a cambiar en los aos 30 del

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siglo XX. All comienza un largo perodo caracterizado por las polticas de integracin, basadas fundamentalmente en la educacin, castellanizacin y comprensin de los indgenas como campesinos y partes integrantes no diferenciadas de la sociedad y pueblo chilenos. Lo denominamos de integracin frustrada, porque, a pesar de las intenciones del Estado, los pueblos indgenas no se integraron plenamente, logrando sobrevivir al perodo anterior, manteniendo su identidad y sus propias caractersticas culturales. Con pequeas diferencias y momentos histricos especficos, esta poltica se extiende desde 193110 hasta la dcada del 70, en que se dictan leyes de mucha importancia para algunos no todos de los pueblos indgenas de Chile. La Reforma Agraria, en el caso de los mapuches del Sur, va a jugar un papel central en ese perodo, al igual que la ley relativa a Isla de Pascua11. Durante este largo perodo del siglo XX hay diversos subperodos, en algunos de los cuales se reforzarn elementos de integracin y, en otros, se impulsarn polticas de fomento, proteccin e incluso desarrollo. Es por ello que en el texto distinguimos lo que ocurre en los aos 30 y 40, caracterizados principalmente por la asimilacin; de los aos 50 y parte de los 60, signados por el indigenismo, y, fines de los 60 y comienzo del 70, marcados por la Reforma Agraria y los cambios estructurales a que se vio sometido el conjunto de la sociedad chilena y del que no fueron ajenos los pueblos indgenas. Finalmente, incorporamos algunos elementos de la historia contempornea, esto es, desde 1973 en adelante, perodo caracterizado por diversas relaciones entre el Estado y los pueblos indgenas. La cercana de estos hechos histricos y su carcter muchas veces confrontacional nos ha conducido a no encerrar la interpretacin en un marco excluyente y ser extremadamente prudentes con los juicios emitidos en este Informe, incorporando datos objetivos y abriendo ms preguntas que respuestas hacia el futuro. DEL PERODO ANTERIOR A LA CONQUISTA A LA CONSOLIDACIN DE LA REPBLICA DE CHILE Los pueblos indgenas que existen y existieron en Chile son descendientes de los pueblos originarios que habitaron el continente americano. Especficamente en Chile, estos pueblos poseen un pasado de larga duracin, su historia es extensa y se remonta a miles de aos. Junto con ello, estos10 La fecha de 1931 corresponde a la dictacin de las leyes indgenas, destinadas al pueblo mapuche, que rene las leyes del ao 1927 y leyes de colonizacin, y que de una u otra forma regularn las relaciones con el Estado durante buena parte del siglo XX. 11 La Ley N 16.441 del ao 1966, conocida como Ley Pascua, crea el Departamento de Isla de Pascua en la provincia de Isla de Pascua, fijando normas para la organizacin y funcionamiento de diversos servicios pblicos y facultando al Presidente de la Repblica para otorgar ttulos de dominio en terrenos fiscales urbanos de Rapa Nui a personas naturales. Ver: III. El pueblo rapa nui. Apartado 9. El Gobierno civil a partir de 1965.

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primeros habitantes realizaron una apropiacin del territorio y una domesticacin12 de los recursos naturales, que les permiti vivir en estas tierras desarrollando sociedades y culturas nicas y originales. En este sentido, las organizaciones polticas prehispnicas dan cuenta de su propia historia. Son los primeros pueblos constituidos en el territorio que hoy ocupa Chile. En este trabajo se trata de rescatar un eje fundamental de y para la cultura del pas: la larga ocupacin territorial y la diversidad de sociedades que en estas tierras han vivido13. El segundo momento estudiado considera la invasin europea y la constitucin del orden colonial. No cabe duda, siguiendo la metodologa anteriormente expuesta, que es el principal hito histrico que provoc un antes y un despus en los pueblos indgenas. La Conquista correspondi, como es evidente y sabido, a la expansin econmica y poltica de Europa y, al mismo tiempo, fue vista como un proyecto civilizatorio y religioso. La Conquista se realiz por medio de acciones militares de gran violencia, a las que se sum la introduccin de enfermedades infectocontagiosas, frente a las cuales los pueblos americanos carecan de defensas. En este trabajo no hay necesariamente un juicio sobre la Conquista, sino intentos por comprender sus resultados y consecuencias para los pueblos indgenas de Chile. La apertura del debate es ms importante que su cierre en una u otra posicin. El orden colonial constituido signific la instauracin de hecho de un sistema de clases y castas en el que las personas catalogadas como indgenas ocuparon, casi siempre, un lugar de subordinacin. Hubo un primer perodo colonial de gran violencia en el que los indgenas fueron sometidos al servicio de las encomiendas y al trabajo forzado. En la mayora de los casos ofrecieron resistencia y en algunos, como el mapuche, recuperaron espacios de libertad, aunque vieron constreidos sus movimientos y debieron acomodarse internamente, manteniendo relaciones polticas con el Estado colonial. En este sentido, es preciso destacar que los pueblos indgenas poco a poco y a medida que avanzaba el proceso colonial, fueron reconocidos como tales. Ejemplos de esto ltimo son los tratados y los parlamentos. Este reconocimiento implicaba la conciencia de la particularidad y diversidad de los habitantes del territorio. Una de las12

Domesticacin se refiere, por una parte, al conocimiento sobre las plantas cultivadas, las plantas medicinales y, en general, la nominacin de la flora del lugar. En segundo lugar, se refiere a la domesticacin propiamente tal de los animales y tambin al conocimiento detallado y la nominacin de la fauna. Finalmente, el concepto amplio de domesticacin dice relacin con el conjunto del territorio, el cual es nombrado (toponimia), recorrido, conocido, utilizado, en fin, transformado en un espacio donde el ser humano habita y del que se provee. 13 El Captulo Primero resume el conocimiento que existe hoy en da del largo perodo de poblamiento del territorio, que actualmente ocupa Chile. A la Comisin le pareci importante afirmar la calidad de originarios y primeros ocupantes de los actuales pueblos indgenas de Chile.

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caractersticas, por tanto, del perodo colonial tardo especialmente segunda mitad del siglo XVII y siglo XVIII es la ambigedad y contradiccin de las polticas: si bien hubo reconocimiento por parte de la Corona, tambin se produjeron sangrientas represiones de los indgenas como la de Tupac Amaru en el Cuzco, Alto Per, alcanzando tambin al Norte de Chile. De esta forma, los pueblos sometidos al control colonial se vieron presionados a reformular muchos elementos de su cultura, lo que les permiti adaptarse e influir sobre las condiciones coloniales. Sus liderazgos, concepciones religiosas, relaciones con el Estado se fueron transformando, considerando las nuevas circunstancias, con el objeto de preservar sus costumbres, memoria, lengua y territorio. Son historias mltiples, profundas y constantemente reinventadas. Los pueblos indgenas, durante el largo perodo colonial, existieron en una compleja relacin de resistencia, adaptacin, cambio cultural, reafirmacin de sus tradiciones y creatividad. Este trabajo quisiera dar cuenta de estos procesos y no presentar una imagen de quietismo e inmovilidad de los pueblos y comunidades indgenas, sino mostrar su carcter creativo y dinmico. Durante la ltima parte del perodo colonial las relaciones de la Corona, especficamente en el caso del pueblo mapuche, estuvieron reguladas por los parlamentos. Los acuerdos logrados en ellos por lo general giraron en torno al establecimiento de condiciones de convivencia entre ambos. La estrategia parlamentaria comienza con la suscripcin del tratado de Quiln en 1641, en el que se reconoci la frontera del territorio mapuche en el ro Biobo y la autonoma de sus habitantes al Sur de dicho deslinde. Las clusulas del parlamento de Quiln estipularon condiciones de paz, entre el gobierno colonial y las autoridades mapuches, en las que se estableci el reconocimiento del territorio mapuche comprendido entre los ros Biobo y Toltn, el despoblamiento espaol de los territorios mapuches ocupados, y, a su vez, el compromiso de los mapuches de no vulnerar la frontera, devolver a los prisioneros y dejar predicar a los misioneros en su territorio14. En este sentido, el tema de los parlamentos tiene una importancia evidente para el debate jurdico actual. Los criollos, descendientes de los conquistadores, nacidos en Amrica, y muchas veces mestizos, se rebelaron y apropiaron del Estado colonial, independizndose de la Corona espaola, y acometieron la construccin del Estado-Nacin. La voluntad fundadora inicial supuso, principalmente, la unificacin de la poblacin teniendo como base la ciudadana jurdica comn y la supresin del sistema de castas existente al

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Con posterioridad al de Quiln, se suscribieron varios otros parlamentos, entre los que destacan: Parlamento de Yumbel de 1692; Parlamento de Negrete de 1726; Parlamento de Tapihue de 1774; Parlamento de Negrete de 1803.

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final de la Colonia15. En este contexto, se excluy en la prctica la participacin del indgena en su calidad de tal en el sistema poltico, no reconocindosele especificidad16. No obstante, la poblacin que dio vida a la nueva Repblica era mestiza e indgena, y es la base de la actual poblacin del pas. A pesar de que hoy los chilenos y chilenas se consideren blancos o blancos mestizos, existe un fuerte componente indgena en su sangre que ha sido obviado en pos de construir e imponer la imagen de una nacin homognea, tanto cultural como tnica y racialmente. Asimismo, se ha definido un momento histrico que engloba lo que se puede llamar la constitucin y consolidacin del orden republicano. Al respecto, es importante considerar que la ideologa de los criollos estuvo dominada por concepciones liberales, que intentaron desarrollar y adaptar al nuevo orden interno. La crtica a los ttulos de nobleza y la defensa de la ciudadana jurdica los llev tambin a eliminar los curacazgos o cacicazgos, con lo cual la poblacin autctona perdi sus representantes, muchas veces aceptados en el orden colonial e incluso reconocidos por el poder dominante. Es necesario hacer notar que Chile se benefici de un proceso fecundo que llev, en efecto, a la consolidacin temprana de las instituciones republicanas, pero la contracara de dicho proceso fue la exclusin y negacin de lo indgena. En este perodo se tendi, adems, a considerar y privilegiar los derechos individuales, aunque no para defender a los indgenas, en cuanto tales, sino para facilitar su inclusin y la apropiacin de sus territorios. Esta poltica asimilacionista fue especialmente eficaz en la zona central de Chile, donde las leyes de ciudadana dictadas por la joven Repblica condujeron a la supresin de los Pueblos de Indios, de sus tierras y a la asimilacin de sus habitantes. Sin embargo, para el caso mapuche, hacia mediados del siglo XIX se debati acerca de su reconocimiento en la legislacin e incluso se sancion legalmente la diferencia, discutindose en el Parlamento acerca de la ocupacin de Arauco y establecindose una poltica y relacin especfica entre el pueblo mapuche y el Estado. La sociedad chilena durante el siglo XIX se imagin a s misma ligada a la cultura europea y trat de establecer fronteras con las races indgenas o con los pueblos y culturas indgenas que la rodeaban. De este modo, noEl anlisis de la formacin del Estado en Chile y la dictacin de leyes de ciudadana en las que se abola la sociedad de castas y la proteccin de los indgenas, es un asunto central en la comprensin de la historia de los pueblos indgenas de Chile. Estas leyes se encuentran analizadas en la Tercera Parte del libro, Captulo IX, las primeras miradas posteriores a la Independencia. 16 Aun cuando gobernantes como Bernardo OHiggins los incorpora en el discurso fundacional de la chilenidad, especialmente al pueblo mapuche. En 1817, se refera a l como el lustre de la Amrica combatiendo por su libertad. Ver el captulo sealado en la nota anterior, p. 314 y ss.15

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es de extraar que se desconozca profundamente en esa poca la existencia de estos pueblos, se incentive la migracin extranjera y se emprendan polticas de concesiones para la explotacin extractiva de los recursos naturales ubicados en sus territorios. Un aspecto importante para la construccin de este imaginario nacional no indgena es lo que ocurri en la Zona Central del pas donde los denominados Pueblos de Indios fueron absorbidos durante el siglo XIX. La cuestin indgena fue expulsada a las fronteras del Estado, en la medida que en la zona central no se perciba la existencia de descendientes de esas poblaciones. Durante este perodo hubo numerosos pueblos indgenas que no estaban an en el territorio nacional de Chile de ese entonces y con los que el Estado chileno no tena contactos, como los rapa nui, aymaras, atacameos y otros del Norte del pas. Las relaciones con los indgenas del extremo Sur eran muy escasas y solo algunos viajeros sealaban su existencia. Las relaciones se establecan principalmente con los mapuches, tanto con aquellos que an vivan en Pueblos de Indios, en la zona central del pas17, como con quienes habitaban hasta ese momento en la regin de la Araucana, zona que mantena su independencia. PERODO DE LA ASIMILACIN FORZOSA El segundo perodo que se analiza es el que corresponde a las dos ltimas dcadas del siglo XIX y las primeras tres del XX, tiempo marcado por la mayor indefensin de los indgenas. Este perodo se caracteriza por las polticas liquidacionistas del Estado y lo hemos denominado de asimilacin forzosa. Es este el lapso (1881-1931) en que se produce la ocupacin de la Araucana y el sometimiento de los indgenas mapuches a reservaciones o reducciones. Es el tiempo en que, tras su incorporacin a la soberana chilena, el ao 1888, se entregar la Isla de Pascua completa como concesin, primero en 1895, a Enrique Merlet, de origen francs, y luego a la empresa britnica Williamson & Balfour, conocida tambin como la Compaa Explotadora de Isla de Pascua18, que transform a Rapa Nui en una estancia ovejera, manteniendo a la poblacin pascuense, como ya se mencion, forzada a habitar solo en el sector de Hanga Roa. Es el tiempo tambin en que las concesiones entregadas por el Estado a empresas en las tierras australes y especialmente en Tierra del Fuego condujeron a la muerte y desaparicin fsica de pueblos enteros, como sucedi con los selknam, frente a lo cual el Estado se mantuvo pasivo.17 De hecho, las leyes de ciudadana de los indgenas en las que se les permite comprar y vender se aplicaron casi exclusivamente en la zona central del pas, en los as llamados pueblos de indios. 18 Este perodo de la historia de la Isla de Pascua est tratado en la Quinta Parte de Tepito te Henua en el subttulo Explotacin ganadera e inquilinaje.

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Este es un caso que podra ser calificado en el lenguaje contemporneo como de genocidio. Este estudio analiza en detalle y considera este hecho en todo su peso e importancia19. Es el perodo, adems, de la anexin de los territorios del Norte Grande y de la poltica conocida como de chilenizacin forzosa, la que, referida al caso indgena, tuvo profundas consecuencias. Efectivamente, la chilenizacin fue muy compulsiva, al menos en las primeras tres dcadas del siglo XX, y fue aplicada por el gobierno central, el que, por razones geopolticas, no consider las diferencias culturales y regionales. Esta tendencia hacia la homogeneizacin cultural caracteriz las polticas estatales hasta casi finales del siglo XX, implicando ante todo el establecimiento de slidas estructuras gubernamentales en la regin: desde municipios hasta cuarteles de frontera. Asimismo, la sociedad aymara y su economa quedaron afectadas por el sistema de fronteras que gener controles estrictos de la circulacin de mercancas y grupos. Para la poblacin aymara, esta parte de la historia en relacin con el Estado de Chile se denomina des-aymarizacin, desnaturalizacin que se vali de la violencia, el amedrentamiento, la intolerancia y la imposicin de costumbres ajenas. En ese contexto, adems, se produce el auge salitrero, la destruccin de las comunidades tradicionales de los valles, generalizndose el desconocimiento de las especificidades de las comunidades indgenas de esa regin. De igual manera, a comienzos del siglo, la presin sobre las comunidades atacameas condujo prcticamente a la desaparicin de la lengua kunza y de varias otras vernculas. Los atacameos sufrieron, al igual que los otros pueblos indgenas, un largo perodo de ocultamiento. Es una etapa en la que, en el plano internacional, se dan tambin procesos semejantes, enmarcados en la expansin del capitalismo mundial sobre tierras, territorios y culturas, hasta ese momento fuera de su alcance. La mayor parte de los observadores de esas primeras dcadas del siglo XX consideran que las poblaciones indgenas van a sucumbir ante la presin y, a veces, ante el ataque frontal de que son objeto20. Es lamentablemente el momento en que las diversas historias que en este texto se relatan se unen, de una manera por momentos terrible, en una sola historia, la de las relaciones entre el Estado chileno, la sociedad chilena y los pueblos indgenas de Chile, historia que oscila entre la reduccin territorial y el exterminio. Hasta ese momento han sido por lo general historias

19 Ver: Cuarta Parte. Los Pueblos Australes, Captulo XIV. Los pueblos cazadores del sur. Los selknam. El colapso demogrfico. 20 En los primeros aos del siglo XX hay muchos estudiosos, tanto chilenos como extranjeros, que tratan de rescatar lo que ellos pensaban eran los ltimos vestigios de las culturas indgenas. En el primer caso, don Toms Guevara escribe Las ltimas familias araucanas, el Padre de Moesbach el famoso libro dictado por el cacique Pascual Coa y muchos otros misioneros tratan de dejar escritos los testimonios de esas sociedades sometidas a fuertes presiones externas.

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separadas, independientes unas de otras. A partir de ahora, el Estado tiene una poltica comn que se expresa en Isla de Pascua, en los valles y altiplano chilenos, Tierra del Fuego y la costa de Temuco. El Estado y por ende la sociedad asumen el costo de esas polticas y sus responsabilidades. Es muy importante sealar que las medidas aplicadas a los indgenas durante este perodo (1881 a 1931) son debatidas en el Congreso nacional, adquiriendo el estatus de leyes de la Repblica, y no son simplemente el resultado de la accin improvisada de aventureros, agentes espontneos o situaciones incontrolables, que si bien las hubo, siempre estuvieron sujetas a las leyes y a la accin del Estado. Va a ser en esta poca, dcada del 70 y 80 del siglo XIX principalmente, en la que se producir una grieta insalvable entre la vida chilena, en particular santiaguina, y la forma de vida de los indgenas del Sur de Chile. Se pensaba estereotipadamente a los mapuches, a los ojos evolucionistas de la sociedad criolla, como una raza en decadencia, degradada por el alcohol, en definitiva, seres que estaban muy lejos de ser los hroes relatados por Alonso de Ercilla. Se multiplicaban los artculos en la prensa que se referan en estos peyorativos trminos a los pobladores de la Araucana. El pas del centro comienza a formarse una imagen distorsionada de los indgenas del Sur, y circula la idea de que los mapuches, adems de estar acabados, eran cada vez menos. Comenz a afirmarse que quedaban muy pocos indgenas en el Sur y que las tierras estaban desocupadas. El pas del centro se imagin algo que no era tal, pero que le serva para justificar la ocupacin de la Araucana y someter a los indgenas al rgimen reduccional. Hay un primer momento de la ocupacin de la Araucana, denominado colonizacin espontnea, que consisti en la penetracin y ocupacin de tierras en territorio mapuche por parte de chilenos, particulares, desde la primera mitad del siglo XIX. Para el caso pehuenche este proceso comenzar antes, ya que la infiltracin chilena se inicia en 1840 con el ingreso de hacendados, que arriendan pastizales e internan ganado. Esta primera etapa de apropiacin efectiva ser la base para un posterior y rpido proceso de incautacin de tierras mediante compras de carcter fraudulento. En el caso huilliche, esto es al Sur del ro Toltn, inmediatamente producida la Independencia se intensifica el proceso de compras de tierras indgenas con el posterior establecimiento de haciendas, situacin que ya vena ocurriendo desde la poca colonial. Durante la Colonia, sin embargo, exista un estricto control sobre estas compras; el gobernador de Valdivia le encargaba a los capitanes de amigos, al Comisario de naciones, una serie de trmites destinados a verificar los lmites y condiciones de las compras. Sin embargo, a partir de 1820 las normas dejan de respetarse y se ignoran. En vista de esta situacin, el Intendente Jos de Cavareda decide reponer el cargo de Comisarios de Naciones, siguiendo el

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modelo que imperaba durante la Colonia. Estos funcionarios van a entregar entre 1824 y 1848 los denominados Ttulos de Comisario a los caciques de la zona, por lo que las familias huilliches no tan solo tendrn la posesin material de algunos de sus predios, sino tambin el reconocimiento legal del dominio. Un segundo momento de ocupacin de las tierras mapuches tiene relacin con polticas explcitas del Estado. En 1866 se dictan las primeras leyes de ocupacin que, entre otras materias, establecen al territorio mapuche como zona de colonizacin, declarando sus tierras como fiscales. Con ello se buscaba evitar que estas fueran apropiadas por aventureros y especuladores que no dejaran espacio para la colonizacin extranjera, objetivo primordial de las autoridades. Los mapuches resisten esta invasin chilena hasta 1881, ao en que entran las tropas del ejrcito chileno. All se fundan fuertes, entre ellos Temuco, y se avanza hacia Villarrica. Las ruinas de la antigua ciudad espaola, arrasada casi trescientos aos antes, se haban transformado en un smbolo, tanto para los mapuches como para los chilenos. El descubrimiento de las mismas en medio de un espeso bosque y la nueva fundacin de la ciudad que existe actualmente marcaron el final de la campaa. En el caso de la cordillera, donde habitaban los pehuenches, la guerra oscil entre el ejrcito chileno y tambin el argentino. En 1880, como consecuencia de la primera fase de la campaa del desierto como se denomin a la accin del ejrcito argentino respecto a los indgenas del Sur de esa nacin 14.000 indgenas son reducidos, hechos prisioneros o muertos. Muchos se van a refugiar en la cordillera. Despus de ocupada la Araucana, el ejrcito chileno se dirige al Alto Biobo y construye varios fuertes, con el doble objetivo de, por una parte, consolidar la ocupacin del territorio para que los pehuenches no se unieran a la resistencia mapuche en el valle y, de otra, contener la avanzada de tropas argentinas que vena en busca de indgenas fugados. Junto con las tropas llegan a la Araucana los agrimensores, dirigidos entre otros por el conocido ingeniero Don Teodoro Schmidt. A medida que se va estudiando la real situacin de la ocupacin de las tierras, se dieron cuenta las autoridades de que no estaban vacas como se pensaba en Santiago. Todo el territorio estaba subdividido entre los caciques y poblado por familias mapuches. La idea de un Sur deshabitado, tejida en el centro del pas, era falsa. Los mapuches ocupaban densamente la Araucana y haba una suerte de propiedad establecida, con deslindes bastante claros. Es en este contexto, entonces, donde surge la idea de reducir las tierras indgenas para entregar las sobrantes a remate. A la par, muchas personas, particulares del centro de Chile, vieron una posibilidad cierta de hacerse de tierras en el Sur del pas de una manera relativamente fcil. Las leyes de radicacin pretendan entregar las

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tierras declaradas fiscales a colonos extranjeros y nacionales, disendose un plan para ello. Sin embargo, nada pudo impedir la entrada de inescrupulosos particulares quienes, recurriendo a las ms variadas argucias, no dudaron en expulsar y arrebatarles sus tierras a numerosos indgenas. LA RADICACIN Y REDUCCIN DEL PUEBLO MAPUCHE El proceso de radicacin, reduccin y entrega de Ttulos de Merced, entre los aos 1884 y 1929, estuvo acompaado de abusos contra los mapuches y tuvo consecuencias que transformaron de manera profunda a esta sociedad. La reduccin signific que los mapuches perdieran la mayor parte de sus tierras, quedando reducidos a cerca de 500 mil hectreas que el Estado entreg como Ttulos de Merced. Por otro lado, la forma de radicar consisti en que la Comisin Radicadora encargada del proceso nombrara a un determinado cacique, entregando las tierras y otorgando el Ttulo a su nombre. Junto a dicho cacique ubicaba a otras familias extensas que tenan sus propios caciques o jefes, transformndolas en dependientes del nominado con el Ttulo de Merced. Este hecho provoc un quiebre crtico en la sociedad mapuche, ponindose en cuestin el orden social imperante hasta ese momento. De esta manera, el Estado chileno rompi con los sistemas de organizacin internas constitutivos de la sociedad mapuche, los agrup en forma arbitraria y los oblig a vivir de una forma completamente artificial. Adems, el proceder de la Comisin Radicadora fue lento, engorroso y arbitrario. Por ejemplo, la misma estableca que se entregaran en Merced los terrenos ocupados por indgenas, debiendo estos probar la posesin efectiva y continua por lo menos de un ao, lo cual implic, entre otras cosas, el desconocimiento de las tierras de pastoreo. El trabajo de la Comisin era extremadamente lento, por lo que cuando llegaba a un sector, muchas de las tierras mapuches ya haban pasado a manos de particulares, siendo imposible probar la posesin efectiva. En muchas ocasiones se repartieron tierras a particulares, en donde ya se haban radicado mapuches, entregando al particular una parte o la totalidad del Ttulo de Merced, como sucedi en la comunidad Huenucal Ivante de Lonquimay, la que fue expulsada de sus tierras por los nuevos dueos, a pesar de haber recibido con anterioridad el Ttulo de Merced. En otros casos, se radic a mapuches al lado de tierras rematadas y adjudicadas a particulares. La ambicin de los colonos poco a poco llev a las corridas de cerco y a la progresiva usurpacin de los Ttulos de Merced. Finalmente, la Comisin de Radicacin Indgena, en muchas ocasiones, no entreg lo que realmente corresponda en Ttulo de Merced a los mapuches, reduciendo an ms la superficie en su poder. En el caso pehuenche, el Estado no tuvo la capacidad de establecer dominio efectivo sobre las tierras cordilleranas, por lo que solo se limit a

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verificar las compras por parte de particulares. En muchos casos, el Estado trat de imponer un control mnimo al proceso de colonizacin. Sin embargo, su accin se vio permanentemente dificultada por la oposicin de los particulares amparados por los tribunales. En la zona pehuenche, la enajenacin de las propiedades indgenas tuvo distintas maneras de operar. Por ejemplo, en el caso de Trapa Trapa, en 1881, se compraron acciones y derechos de un terreno de dos mil cuadras, en tanto que los deslindes implicados llegaban a cifras superiores a las diez mil cuadras. En otros casos, y como fue una tnica en todo el territorio mapuche, no se concretaba ninguna compraventa, sino que los particulares llegaban y ocupaban terrenos expulsando a los mapuches, expandiendo sus propiedades a la fuerza. Otros casos en la zona pehuenche se relacionan con que despus de entregado un Ttulo de Merced, esos mismos terrenos eran puestos a remate a particulares. Por ejemplo, en el valle de Quinqun, las mismas tierras de la comunidad Paulino Hueiquilln, que recibe su Ttulo de Merced en 1906, son entregadas a remate a particulares en 1911. En el caso huilliche, las prdidas de tierras se relacionan con los mismos mecanismos utilizados en la Araucana, esto es, compras fraudulentas y apropiacin por la fuerza. La Comisin Radicadora comenz a operar en territorio huilliche recin en 1908, y en declaraciones su presidente seala la dificultad de encontrar terrenos con indgenas, ya que muchas tierras estaban en manos de particulares. Por otro lado, algunos huilliches se niegan a ser radicados pues consideran que sern reducidos a una porcin de tierra que no se condice con sus derechos. En total, fueron entregados en territorio huilliche alrededor de 500 Ttulos de Merced. En resumen, para el caso mapuche, a partir de 1884 y hasta 1929, actu la Comisin Radicadora de Indgenas, entregando Ttulos de Merced a las comunidades mapuches que quedaron en el territorio ocupado por el Estado chileno. En los territorios de las actuales provincias de Arauco, Biobo, Malleco y Cautn, con una superficie aproximada de cinco millones de hectreas, se otorgaron 434.063,65 hectreas, lo que representa un 11,5 % del territorio de estas provincias que en la actualidad forman parte de la VIII y IX regiones. En esta superficie se radicaron 74.534 personas, con un promedio de tierras per cpita de 3.92 hectreas en las provincias de Arauco, de 8.56 hectreas en Malleco, de 5.29 hectreas en Cautn y de 20.73 hectreas en la provincia del Biobo, promedio este ltimo que se explica por las caractersticas de los suelos cordilleranos del Alto Biobo, que tienen mayor superficie por las condiciones ecolgicas locales. Como es fcil percibir, la pobreza indgena tiene un origen estatal, en la medida que las tierras entregadas por el Estado eran ya en ese momento insuficientes para permitir una vida relativamente digna.

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RADICACIN CON TTULOS DE MERCED EN LA ARAUCANA ENTRE 1884 Y 1929PROVINCIA Arauco Biobo Malleco Cautn Total N RESERVAS 77 6 280 2.038 2.401 SUPERFICIE HA N PERSONAS PROMEDIO HA/PERS. 9.700,59 16.667,00 80.900,75 326.795,31 434.063,65 2.477 804 9.455 61.798 74.534 3.92 20.73 8.56 5.29 9.62 % TERRITORIO PROVINCIAL 1.79 1.11 6.03 17.72 6.66

Fuente: Archivo de Asuntos Indgenas-CONADI. Ex Indap Dasin. Cuadro elaborado por Hctor Gonzlez (1986), Propiedad Comunitaria o Individual: Las Leyes Indgenas y el Pueblo Mapuche. Revista Ntram. Ao II, N 3. Santiago. Chile.

En este perodo tambin surgieron quejas de parte de los indgenas frente a la accin del Estado y sus polticas. En este trabajo se transcriben las resoluciones y actas de la Comisin Parlamentaria que, constituida por el Senado de la Repblica, viaj al Sur del pas a conocer lo que all estaba ocurriendo. Sus conclusiones no pueden ser ms claras y objetivas, y se consignan por la importancia que tienen en tanto documentos oficiales del Estado chileno. Las listas de reclamantes y las causas de sus reclamos constituyen la primera peticin masiva de amparo. Lamentablemente, los resultados de esa Comisin no fueron eficaces y muchos de los hechos denunciados continuaron ocurriendo en el Sur de Chile y en las otras reas donde habitaban indgenas21. De este modo, la apropiacin del territorio mapuche, primero, y luego la forma en que se llev a cabo el proceso de radicacin y el reparto de las tierras pertenecientes a este pueblo, estn en el origen de un conflicto que, a la vez de tener efectos inmediatos sobre la sociedad mapuche de entonces, entramp hasta nuestros das a numerosas comunidades mapuches en largos litigios con particulares. Frente a estas situaciones, a comienzos del siglo XX comienzan a levantarse, tmidamente al inicio, voces crticas a la poltica respecto de los indgenas. Ya en los aos 30, personalidades de tanta significacin cultural como Gabriela Mistral van a asumir la defensa indgena y a criticar cidamente al Estado de Chile. La presencia de grupos mapuches polticamente activos ser un elemento que va a ir poco a poco cerrando este segundo y terrible perodo de la historia indgena de Chile.21 Ver: Captulo IX. La Repblica y la invasin a La Araucana, subttulo La Comisin Parlamentaria de Colonizacin. All se transcribe el masivo recurso de amparo que las familias mapuches solicitan a los parlamentarios. Es necesario hacer notar que se trata de prcticamente todas las agrupaciones mapuches de comienzos de siglo las que manifiestan sus quejas. La Comisin Parlamentaria de Colonizacin recibi en su corta vigencia (1911) un total de 563 denuncias y solicitudes de mapuches, que daban cuenta de lo que estaba ocurriendo con las tierras indgenas: Solicitudes de Amparo en las tierras ocupadas 278; Solicitud de Radicacin o Ttulo de Merced 130; Aumento de terreno de la radicacin 63; Deslindes con particulares 42; Divisin de la comunidad 23; Exencin del pago de contribuciones de haberes 11; Nulidad de escrituras de ventas 10; Remensuras de terrenos 6. (C.P.C: 1912)

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PERODO DE LA INTEGRACIN FRUSTRADA Las leyes indgenas de carcter liberal del ao 1927 y su consolidacin en el ao 1931 podran ser consideradas como el final del perodo que hemos denominado de la asimilacin forzada. Este nuevo perodo que se inaugura pretendi integrar a los indgenas a la sociedad, siendo ms cuidadoso en no realizar acciones que condujeran a situaciones de exterminio fsico. Se trata, por ejemplo, del desarrollo de una dinmica de divisin de las tierras comunitarias en el caso mapuche y de disolver a la poblacin en el mestizaje generalizado. Es tambin el momento de menor reconocimiento de los derechos colectivos de los pueblos indgenas por el Estado. Es el tiempo denominado de la integracin frustrada, ya que todas las polticas estatales pretendern integrar al indgena a la generalidad del pueblo chileno. Esta propuesta poltica no tiene xito y a partir de los aos 40 comienzan a escucharse nuevas voces de defensa indgena, muchas de ellas ligadas al indigenismo que se ha abierto paso en Amrica Latina. Podra marcarse como una fecha simblica el ao 1941, en que el Presidente de la Repblica, Don Pedro Aguirre Cerda, invita y enva como su delegado a la reunin interamericana de Ptzcuaro en Mxico al joven dirigente mapuche don Venancio Cooepn Huenchual. En esa reunin se crean el Sistema Indigenista Interamericano y el Instituto Indigenista Interamericano, integrado aos ms tarde por el Estado chileno. Durante este perodo la legislacin indgena estuvo nicamente orientada hacia el pueblo mapuche, especficamente en lo concerniente a la regulacin de la propiedad de las tierras. Es por esta razn que ponemos mayor nfasis en su situacin. A partir del perodo de la radicacin, se produjo en forma simultnea el proceso de usurpacin de las tierras mapuches otorgadas por el Estado en Ttulos de Merced. A fines de la dcada del 1930, individuos no mapuches llegaron a detentar un quinto de las posesiones mapuches. Esto, evidentemente, desencaden una serie de movilizaciones de las comunidades, las que demandaron al Estado su proteccin y la devolucin de las tierras as enajenadas. Por ejemplo, en 1929 se haban presentado ante los tribunales 1.219 juicios por recuperacin de tierras comunales, es decir, ms de un tercio de las reducciones estaba demandando justicia. Las usurpaciones fueron acompaadas por hechos de mucha violencia entre las comunidades indgenas y con propietarios particulares. La presencia del Estado solo alcanzaba a las ciudades, pero en los sectores rurales, especialmente en la zona de frontera, dominaba la ley del ms fuerte. Ante la violencia, los mapuches renuevan su capacidad de adaptarse y resistir culturalmente, transformndose as en una sociedad de resistencia que logra su supervivencia conservando un fuerte control cultural sobre sus costumbres, tradiciones, cultos y lengua. Al respecto, en el ao 1914 don Manuel Manquilef, presidente de la Sociedad Caupolicn y futuro diputado, sealaba que la puesta en prcti-

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ca de la radicacin ha sido la conquista ms pesada y dura: engaos, violencias, asesinatos, quemar rucas e indios, y que si bien en un principio la Comisin Radicadora respet los verdaderos territorios mapuches, sobre todo los campos de pastoreo, con los aos los ingenieros encargados de las mensuras ... hicieron lo que se les antoj, y arrojaron a los indios de sus tierras para darlas a colonos o rematantes, y al fin se dio por establecido por esta comisin que el indio no poda ocupar ms de 3 4 hectreas.... A ello agreg que a causa de la prdida de tierras ... tuvo que morir de hambre el 95 % de las numerosas masas de ganado de que eran dueos antes de radicrseles..., para finalizar calificando esta situacin como ... una burla a la ley, un sarcasmo, un crimen nacional con engao primero, violencia en las personas y fuerza en las cosas despus...22. Q