LaDOMINGO 23 de diciembre de 2012 >> EDICIÓN: Gustavo Mendoza >> DISEÑO: Carlos Palacios / Griselda Rebolledo >> email: luisgmendoza72@hotmail.com

> Sociedad 3

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Editan el primer libro emblemático de este inmueble, material retrospectivo de 5 décadas de historia en la cultura y el arte de Veracruz

del Teatro del Estado

Luis G. MEndoza

Un grupo de jóvenes desde la ciudad de México han irrumpido en la escena literaria y hacen hasta lo imposible por dejar huella en la literatura hispanoamericana. No

reciben apoyo de institución alguna, pero sus deseos son más grandes por hacer algo a favor de las letras. Si bien no han tenido hasta una posición fija de cómo llamarlos, por sugerencia mía se han autollamado la Generación del Canapé.Y es que sus propuestas tanto literaria como estilística diferentes y que – como lo indican en su único manifiesto con fecha del ocho de diciembre – buscan crear una marca que cambiará la historia de la literatura hispanoamericana.Son jóvenes con inquietudes diferentes pero afincadas por un fin común: escribir bonito y con tendencias distintas creadas hasta ahora.Además de eso, se refugian entre sí para apoyarse y echarse porras, pero no con el ánimo de promoverse y retroalimentarse. Al igual que los estridentistas en Xalapa y más recientemente los poscorrientistas en Oaxaca, los de la Generación del Canapé muestran un interesante mosaico de estilos y pensamientos, voces que quieren darse a conocer, cuyo sentido de supervivencia los mantiene vigentes y han causado eco en distintos puntos del país y del extranjero.No es para menos, por si fuera poco aventurarse en el mundo de las letras, se propusieron crear una editorial con criterios más explícitos y sin censura, donde cuyos libros les quedan bien bonito.Con manufactura artesanal, los jóvenes se desvelan, aguantan hambre, sacrifican dinero y tiempo, se encierran a armar ellos mismos las hojas hasta

La Generación del CanapéLeen, escriben y por si fuera poco editan libros que les quedan bien bonitos

empacar muy presentablemente los ejemplares y además presumen de tener sucursales en toda latinoamericana y en el medio oriente. Son liderados por el líder supremo Ave Mahatma Rabí Sir Rudolph Mûntzer, fue diagnosticado con síndrome ICAC (isotopía crónica adquirida en lugares comunes). Le siguen José Miguel Santos Rivera, Gustavo Enrique Orozco, Gloria Saldívar y muchos, muchos más.¿Y por qué Canapé? Este platillo es diverso, degustativo, exquisito y asimismo, suculento. La literatura del canapé es también variable y combina distintos sazones, sabores, contexturas, aromas y presentaciones.Se sirve en charolas de plata, de titanio y se adornan de finos moldes para servirse calientitos y listos para ingerirse. “Y en el ambiente literario, tratando de superar la voraz mercadotecnia que atiborra los expendios de libros con toneladas de papel chatarra, un grupo de poetas audaces y modernos se han enfrascado en la fascinante aventura de editar y distribuir sus obras. Canapé han nombrado a su proyecto.Y lanzan su primera colección de cinco tomos artísticamente elaborados. Los cinco sentidos, impresos y encuadernados con amor y arte, nos entregan trabajos de la inspiración de Gloria Saldívar, Juan Mendoza, Gustavo Orozco, Armando Alanis y Jorge Leroux, en un formato novedoso y práctico que combina la osadía con un buen precio.Canapé organiza una lectura acompañada de sabrosos bocadillos, con ingredientes ancestrales redescubiertos por el chef Jorge Alvarez, en el magnífico escenario de la Casona del Sabor Mexicano ubicada en Sabino número 156 de la Colonia Santa María la Ribera, el próximo viernes 28 del presente a las 18:00 horas,” escribe la periodista de TVMICIUDAD Gina Cabrera.Otro periodista, de Unomasuno, Rafael Maldonado, los considera como “un tamal guajaqueño, nos dice Marco Antonio Almazán Espinoza al entregarnos el bello paquete que contiene los libros. Lo abrimos cuidando de no

estropear la cartulina y aparecen los cinco tomos que forman la primera colección de Canapé.Trabajamos hasta las siete de la mañana ajustando los detalles de la encuadernación, agrega Gustavo Enrique Orozco, tallándose los ojos para apoyar sus palabras mientras José Miguel Santos nos presenta a la joven poeta Gloria Saldívar.Como en épico torneo de ingenio y creatividad, los títulos compiten con tipografías, ilustraciones y materiales para envolver amorosamente las palabras. Canapé es un novedoso proyecto editorial que devuelve dignidad a la industria de los libros y ofrece a los autores la anhelada

oportunidad de publicar sus obras. La primera colección que presentarán se denomina los cinco sentidos y anunciaron ya la próxima que se llama los cinco conocidos, la cual se dará a conocer a la prensa internacional el 14 de febrero. Cada libro podrá acompañarse de un sabroso canapé para gratificar a los cinco sentidos. Verifique los detalles en http://edicionescanape.wix.com/edicionescanape

2S Sociedad DOMINGO 23 de diciembre de 2012

Una familia en la mitología griega mantiene en mí un interés particular, pues prácticamente todos sus miembros tienen una interacción muy particular con los dioses, situación que los ha hecho trascender en el tiempo y persistir en la historia hasta nuestros días, así que durante las próximas semanas hablaremos de los diferentes miembros de tan peculiar familia, comenzando por el fundador de la misma, el gran rey del antiguo reino de Frigia: Tántalo, el cual era hijo nada más del supremo dios del Olimpo, Zeus, y de una oceánide, Pluto.Por su condición de hijo del dios, constantemente era invitado a compartir en la mesa de los inmortales en el Olimpo, evento que le servía además para jactarse ante los humanos, entre los cuales vivía, pero conociendo la misma naturaleza incrédula de nuestra raza, Tántalo se vio forzado a demostrarlo, por lo que compartió información que había escuchado y cuyo conocimiento era reservado a los dioses, además, robó néctar y ambrosía para compartirla con sus amigos, acto que representaba una de las tres ofensas consideradas como “pecado” en la mitología griega: ofender a un anfitrión.En un intento por apaciguar la ira divina que se había echado encima, Tántalo ofreció una espléndida cena en el Monte Sípilo, a la que los dioses acudieron, pero al escasear los alimentos para ofrecer, Tántalo decidió sacrificar a su hijo Pélope, así que lo descuartizó y coció para posteriormente, servírselo a sus invitados. Los dioses, previamente advertidos, no tocaron la ofrenda, con la excepción de Deméter, que afligida por la muerte reciente de su hija Perséfone, no prestó atención y se comió el hombro izquierdo del joven.Zeus ordenó a Hermes que reconstruyera el cuerpo de Pélope,

Psique: la Psicología del mito

Víctor Dj Peralta

TáNTalO, el que la hace la paGa

y Deméter contribuyó sustituyendo el hombro que había comido por uno hecho con marfil de delfín a manos del dios Hefesto, tras lo cual, las Moiras devolvieron la vida al cuerpo, y este resucitó, sin embargo, Tántalo había cometido el segundo de los pecados: hacer daño a un niño.Como si lo anterior no hubiera sido suficiente, Tántalo tuvo la oportunidad de cometer el tercer y último de los grandes pecados, y que a los ojos divinos era el peor pues atentaba directamente contra ellos: el desafiar a los dioses. De esta manera cuando Pandáreo robó al dios Efesto un perro mastín de oro que le había hecho a la diosa Rea, se le hizo fácil dárselo a Tántalo para que lo escondiera, tras un tiempo conveniente en el que el robó no generó gran problema, lo solicitó de vuelta, pero Tántalo negó tener al perro, y hasta juró por Zeus sobre su desconocimiento del tema, razón por la cual, el dios del Olimpo, un poco avergonzado del proceder de su propio hijo, además

de lo encolerizado por el hurto y más por el perjurio cometido bajo su nombre, no aguantó más decidiendo finalmente castigar tales conductas, dejando caer una enorme roca que pendía sobre el Monte Sípilo para así destruir el reino de Frigia, generando con esto la muerte a su rey.Pero la historia no termina ahí, el alma de Tántalo llegó al reino de los muertos: el Tártaro, sólo para encontrar el castigo eterno que sus actos le habían hecho merecedor: fue inmerso en un lago cuyas aguas le llegaban a la barbilla, bajo una árbol cuyas ramas repletas de frutas le quedaban al alcance de su mano, y bajo una roca que amenazaba con aplastarlo, el problema de tal situación consistía en que en el momento que Tántalo, presa de una incontenible sed se agacha a beber, generando con ello que el nivel de agua descienda sin poder nunca alcanzarla, situación que sucede de manera similar cuando víctima de una insoportable hambre, estira

la mano para coger la fruta que al mismo tiempo asciende hasta un nivel en el que le es imposible alcanzarla, generando la insatisfacción interna y el castigo propio para alguien que desaprovechó todas las gracias concedidas por los dioses. Del mito anterior podríamos tener diversos puntos de análisis sobre el aspecto conductual que es el único que en esta sección nos interesa, pero es sobre el aprovechar y más propiamente el desaprovechar los recursos con los que estamos dotados sobre los que discerniremos en esta ocasión.Hoy en día, los dioses ya no engendran hijos inmisericordemente por el sólo placer de tenerlos, (ejemplo que deberíamos seguir) por lo que esta ventaja ha desaparecido entre los humanos. Con lo cual se podría decir que todos contamos de entrada con los mismos recursos, y que sólo en casos particulares estos se ven disminuidos o aumentados según las condiciones. Teniendo esta situación de equidad o similitud común como punto de partida es interesante notar cómo algunos logran llegar a cumplir sus sueños, mientras que otros navegan a la deriva, o se frustran de que por más metas que se hagan no logran cumplirlas.En el caso de Tántalo, tenía la ventaja competitiva de ser hijo de un dios, de gozar de su gracia y sus favores, pero el no canalizar esto en su beneficio motivó su funesto final, descubrimos así que tal fin era inminente pues no contaba con un plan de vida, con un objetivo que alcanzar, por lo que todos sus atributos se desperdiciaron y cedieron ante la tentación de “quererse pasar de listo” únicamente por tener la capacidad de hacerlo, sin pensar en las consecuencias de sus actos y mucho menos, en considerar a los que su actitud dañaba.Los recursos que uno posee, sean físicos, cognitivos, conductuales o materiales son sólo herramientas para un fin, y entre más se posean mejor, pero es nuestra obligación (si queremos lograr algo) el tener una estrategia para hacerlo, de lo contrario lo que poseemos es un desperdicio, que aunado a complejos, traumas, limitaciones y algunas otras situaciones conscientes o no, contribuimos a arruinar la posibilidad de alcanzar el fin que nos hemos propuesto.Algunos creen en el destino, otros en el karma, otros en designios divinos. Yo personalmente veo todo como una estructura de causas y consecuencias: si no hago nada con mi vida, nada me pasará, por más que el azar se esfuerce en darme o quitarme más de lo que merezco. Si por el contrario, defino un propósito para mi vida, y encauso mi existencia al desarrollo de tácticas que me lleven a cumplir mis metas, es muy probable que triunfe (probable, no seguro), pero en el peor de los escenarios, en el que por más esfuerzos que haga no logré obtener el fin deseado, de todos modos me sentiré mejor, pues mi vida no habrá sido un conjunto de metas o fracasos inconexos, sino una cadena de pasos consecutivos, favorables o no, que me acercan a un fin, y esto es lo que le dará sentido a mi vida, y me evitará el mismo sentimiento de insatisfacción con el que fue castigado Tántalo.El que la hace la paga, dice el título del presento texto, y es cierto, cada acción genera una consecuencia, cada decisión tomada me genera un costo, ya sea tiempo, esfuerzo, dinero, y es en la medida de lo que esté dispuesto a invertir, que podré invertir el sentido de la frase: el que la paga, ¡La hace!

Con el propósito de recibir sus comentarios, doy mi correo:Centrodepsicologia.verdandi@hotmail.com

“Venganza, plato exquisito de la vida, dolor intenso pero a la vez excitante; soportar ver el tiempo pasar, saborear con paciencia, construirla lentamente dando la espalda a la luz, abrazando la obscuridad total y al final ejecutando a la víctima, pero mucho cuidado con el daño colateral”

facebook.com/pensamientodeeinstein

Buscando la felicidad

Omar Francisco Caldelas Franyutti

La pasión es el anverso de la razón; como lo es la luz de la sombra, el bien del mal, Eros de thanatos; aun cuando son polos opuestos también son co dependientes porque el bien no existe sin la presencia del mal, La pasión, desde su lindero obvia la certidumbre de la razón, la niega desde su total señorío, y desde su centro solar arrastra con su temperamento todos los rasgos de lucidez. La pasión es un amor desmedido, una pasión desgarrada, temperamento insaciable, flujo y reflujo en sí misma. Vista desde la visión griega se reproduce en el eterno mito dual de Dionisos y Apolo, la decadencia que sublima la belleza, el phatos que enlaza y que entraña a la virtud. No es descabellado pensar que en la virtud haya un comienzo en el que la fatalidad le antecede y le favorece. El verdadero poeta, el eterno enamorado, el adicto a una sustancia, el artista que se reinventa en su obra; son finalmente inducidos por esta pasión des-medida que anima el movimiento de su sangre, desde el gobierno de su entraña, en este sentido lejos, lejos de la razón.

Correo: papantl@hotmail.com

la PasiónJuan Pérez Salazar

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3 Cultura DOMINGO 23 de diciembre de 2012 >>EDICIÓN: Gustavo Mendoza/Griselda Rebolledo >>email:luisgmendoza72@hotmail.com

Frasescélebres ( )La Jiribilla

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Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas. Oscar Wilde

Gustavo Enrique Orozco

Finales del año dos mil y doceen el vientre de la tierra se extiende lento

un animal tremendo de inmediato todas las cosas cambiaron de aspecto ante mí, y fueron abiertas en un momento. Y contemplé una vista sin límites; todo fue cambiado en una luz, un luz dulce y gozosa; y me maravillé al verla. Y al poco, vino a haber en una parte una obscuridad que iba descendiendo terrible y formidable. Y más tarde vi la obscuridad cambiándose en una sustancia acuosa, que fue agitada, de modo indecible, y exhaló humo como el fuego; y la oí producir un indescriptible sonido de lamentos; pues de ella se emitía un llanto articulado. Pero de la luz provino una Palabra sagrada, que se impuso sobre la sustancia acuosa; y pensé que esta palabra era la voz de la luz…”

Corpus Hermeticuqueridos hermanos

esta voz es la mano que se extiende ante nosotros, la mano que sostienen todos los hombres, la voz de los que permanecieron silenciosos, los ojos de los que han visto morir a sus hermanos, a los suyos, la voz del pecho atravesado por el relámpago, la voz del tacto en que se colma el deseo,

es la voz que se levanta de entre las ruinas, es la voz de todo lo que amamos, de todo lo que hemos querido, de todo aquello en lo que hemos sido capaces de soñar y creer, y por lo que siempre hemos creído que vale la pena morir, es la voz que celebramos cuando alguien se levanta para hablar mientras todos los otros nos quedamos callados,

es la voz con la que juramos en nuestro fuero interno alguna vez, la voz con la que decimos que amamos, la voz con la que cantamos a los niños, la voz que nos despide al salir, la voz que nos abraza al llegar, la voz con que hemos pedido perdón, la voz con la que agradecemos, la voz que esperamos escuchar de vuelta siempre,

es la voz con que hemos forjado nuestra fe, nuestra confianza en el otro, nuestra palabra de honor, es la voz con que nos indignamos, es la voz con la que enciende su aguijón nuestra rabia, es la voz de los gritos que atraviesan los desiertos, y la voz de los que gritan en todas las ciudades, es la voz de nuestra vergüenza, es la voz de nuestra fe,

debajo de nuestros pasos la tierra se mueve, silenciosa, y en todas partes todos han comenzado a hablar, escuchamos sus gritos, sus estallidos de guerra, escuchamos a los ancianos llorar, escuchamos rasguños, piedras en los ojos,

esta voz es la voz que ha sostenido en sus manos el peso de la muerte y se ha quedado quieta de pie ante la tormenta, es la voz de la última gota de agua que sostiene la infinita esperanza de sed, la voz de los que vendrán y de los que se han marchado, es la voz del que está junto a ti, la voz que recuerdas cuando miras estas letras que te hablan directamente

a los ojos,es la voz de los que han masticado piedras, es

la voz de la dignidad herida, de los animales que mueren de sed, es la voz con la que recordamos a los muertos, es la voz con la que levantamos ofrendas, es la voz con que escribimos nuestro nombre y decimos que somos quienes somos,

es la voz que se muerde la cola y se ríe de sí misma, es la voz del viajero que recibimos en casa como uno de los nuestros, es la voz del que está aunque no se vea, es la voz de lo que es semejante a nuestra idea de las cosas, es la voz con la que firmamos documentos y definimos bordes, la voz con que sentenciamos, condenamos, juzgamos, señalamos, diferenciamos y establecemos parámetros acerca de la simetría del universo,

es la voz con que temblamos de frío, la voz de esa mujer que hace temblar la tierra, la voz de las flores del trueno, cayendo a mitad de la tarde, la voz del capitán que mantiene fiel su barco pese a la tempestad, quedándose al final, hasta la última gota,

es la voz de la pena por lo que hemos hecho, por el daño que hemos causado, por la tormenta y el viento, por el silencio tan profundo, por la lejanía tan constante, por la invención de la tragedia, por la pena de la aceptación, por la posibilidad de vengarnos de nada y sentirnos de pronto satisfechos,

es la voz con la que hemos pedido ayuda alguna vez, es la voz del que no sabe escribir, o pensar, es la voz del animal con hambre, es la voz del que come entre basura, es la voz del que no pudo pagar, es la voz de los que no cumplimos con nuestra parte del trato, es la voz de los que hemos abandonado algo alguna vez con la misma hipocresía con la que nos hemos dolido por ello,

es la voz que hace latir el corazón, y adhiere el alma a los contornos secretos de la llama, es la voz de todos con los que alguna vez hemos compartido algo hermoso o terrible o inmediato, es la voz de los que hemos tenido miedo de hablar, es la voz de los que han amenazado y están a un lado de nosotros, es la voz de los volcanes y la tierra, es la voz de los que hemos sido mordidos por los lobos y hemos sido sostenidos alguna vez por algún brazo, es la voz de los que hemos tenido sed en el desierto y nos han dado a beber, es la voz de los caídos, es la voz de los condenados, de los que nadie quiere oír,

es la voz que se levanta de entre las ruinasla voz que alguna vez durmió entre los

muertosla voz que se equivocó una vez y volvió a

comenzar desde abajo la voz que ha llegado a esta línea de extraviada

navegaciónestamos escuchando quebrarse nuestras

casas, estamos escuchando llorar a nuestras madres, estamos escuchando temblar a nuestros hermanos, estamos escuchando los llantos de las víctimas, estamos escuchando los disparos atrás en el pasillo, estamos escuchando a los que nos dicen que no, que no digamos, que nos van a callar, estamos escuchando latir el

corazón de un país en los ojos de todos nuestros jóvenes, estamos escuchando la grosería y la pena del espectáculo que nuestros dirigentes muestran ante nuestros hipnotizados ojos, estamos escuchando a los poetas gritar, estamos escuchando a los que mueren asesinados, estamos escuchando a los que torturan, estamos escuchando cómo nosotros mismos callamos,

es mi voz también, es la voz con las que hablo a todos siempre que los miro y les digo cuánto los amo, es la voz con la que sostengo todo en lo que creo, la voz con la que reconozco mis faltas, con esta voz, por todo lo que amamos, por todo en lo que hemos creído, a todos, mexicanos de todas las naciones y todas las almas hermanas, todos, recuperemos hoy nuestra palabra, que sea de verdad, hablemos con todos, recordémosles a todos cuánto hemos visto, que queremos un mundo mejor… que si somos capaces de soñar somos capaces también de no abandonar nuestros sueños, como no nos abandonamos entre los amigos, porque nosotros no hacemos eso jamás…

y yo les hablo a ustedes desde donde estoy

con todo mi cariño y mi ternura

que

tu palabra más clara

tu pensamiento más alto

tu sentimiento más tuyo

tu rabia más encendida

tu claridad más perfecta

tu dignidad más única

tu presencia más victoriosa

tu principio de patria

tu noción de justicia

tu vida

la gota de agua que se queda al final de cada planta

sean tus herramientas

y las mías

cada paso es nuevo ahora

una vez despertamos de entre los muertos

“Vamos a hacer una cruzada por lo que hay de superior en el hombre; vamos a conquistar, a fuerza de brazo si hace falta, el respeto por las alas…” Alfonso Reyes

El dato

Gustavo Enrique Orozco nació en la Ciudad de México, en el año de 1978, es egresado de la Escuela de escritores de la Sociedad General de Escritores Mexicanos, y se ha desempeñado en el ámbito editorial desde hace más de 10 años, trabajando para diferentes firmas, ha dado talleres de creación poética para jóvenes, el 28 de marzo de 2010 inauguró una exposición individual de fotografías llamada Por el arte de la amistad, en el museo virreinal de Zinacantepec, Toluca, Estado de México y recientemente ganó el XI Premio Nacional de Poesía Tinta Nueva con el libro Mitad de silencio. El Instituto Mexiquense de Cultura, realizó la segunda edición de su obra Sonetos de la eternidad. Su poema Teoría del caos forma parte de la publicación de poesía del libro publicado por The Latin Heritage Foundation Con Otra Voz, en enero de 2011. Su libro Tres se hizo merecedor del premio de publicación del Instituto Mexiquense de Cultura y está por ser publicado

Carta a los nuestros

María Dolores Herrera

En el silencioque has dictadoagonizo al escuchar las palabrasque nunca pronunciaste

Ahora que habitas en las nubesescucho el cantoque trae la soledad.

María Dolores Reyes HerreraCoordinadora en H. Tlapacoyan, Ver. de Escritores Veracruzanos

A.C.

Ahogo mi voz

Porfi rio Mamani Macedo

Tú que vives allende el mar,yo mirar tus ojos quisiera;hoy cuando lluvia hay por aquí;y mojando va mis pelos,mis pasos y mi sombra,que huérfana de ti,camina tan callada, tan lejana.

Búscame en tus sueños,en tus noches con estrellas,que yo también mirando,me quedo desde mi ventana,el universo y la noche,imaginando tus ojosmirando las estrellas que titilanpara mis ojos.

La tierna primavera cruzando va,los tiempos llanos e infinitos para ti,tú que me has traído tu voz,bella lejana, para alimentar mis días,y alejar las penas de mis tristes ojos.

Te espero en la frontera de los días,en el limbo de la noche más oscura,para entregarte una flor y un canto.Haya viento o nubes bajo el cielo,cobijarte yo quisiera con mis brazos,cada día, cada noche, aquí y allá,en todas partes donde brille el sol,en todas partes donde sombra haya,noche o silencio; frío o dolor,allí quiero estar contigo, junto a ti.

porfirio73@gmail.com

Canto para ellaHernán Brizuela

Lunes:a besos voy por tus lunares que no son inmunes.Martes:amarte completa es la mejor de las artes.Miércoles:mis dedos van por tu piel cual dorados caracoles.... Jueves:llego a tu boca y me pierdo en sus bajorrelieves.Viernes:voy olfateando la feromona de tus carnes.Sábado:voy lamiendo sobre tu piel todo lo salado.Domingo:es de descanso y sobre tu piel hago un gran fandango.

jomxuk@hotmail.com

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4 DOMINGO 23 de diciembre de 2012 >>EDICIÓN: Gustavo Mendoza/Griselda Rebolledo >>email:luisgmendoza72@hotmail.com

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Frasescélebres

La astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda

Thomas Fuller

César Daniel López/Lobolópez

Me gusta pensar que las cosas que nos pasan son ocasionadas por nosotros mismos, por ello no creo en la magia ni en el refrán popular de: “las cosas pasan por algo”, ni en el destino, y las estrellas me parecen hermosas, relucientes, pero nada hay escrito en ellas.

... Aunque hay una magia en la que sí creo: la magia natural que todos llevamos dentro, aquella que nos transporta, que nos vuelve soleado el día más gris, aquella que mueve montañas... aquella que nace de la voluntad humana... creo en la grandeza del hombre y en su espíritu, pero sobre todo: creo en la magia de los dragones.

Eran los últimos semestres de la facultad de Artes, Difícil darse a notar entre las extravagancias propias del medio artístico y yo destacaba sólo por mi habilidad para dibujar caricaturas, lo cual para mi (y sólo para mí) era un arte pero con todo y ello acababa de suspenderse la publicación de una revista de caricaturas donde trabajé y donde recién empezaba a darme a conocer; mi vida sentimental era deplorable, no me adaptaba al medio escolar y mi cerebro libraba grandes batallas por crear un trabajo artístico digno de mención. Pero estaban cerca los exámenes finales y debía pensar en algo, así que me dirigí al único lugar que sentía que alimentaba mi imaginación: una tienda de cómics por el centro de la ciudad.

Para mí el cómic y la caricatura eran artes genuinos y estar en medio de esas portadas llenas de colores, personajes heroicos y aventuras épicas era como sentirme en casa, en un lugar donde refugiarme y encontrar fuerzas para enfrentar al mundo de afuera. Tardé en percatarme que un par de ojos me observaban sin el menor disimulo: era una niña que en la mano sujetaba un libro que se me hizo extraño para su edad (unos doce años) el “Bestiario de Tolkien”. Con toda la confianza y familiaridad se acerco y empezó a hablar conmigo:

-“Hola ¿tú eres el Lobo López?”, preguntó para mi sorpresa, pues pocos me llamaban por mi seudónimo de caricaturista - “Para servirte amiguita”; respondí.

“-Ah, nos gustan tus dibujos, mi mami me compró “El Cuauhperro”; y se ríe mucho cuando lo lee”.

El trabajo al que se refería era un librito de caricaturas que publiqué hace años entre un grupo pequeño de amigos y que en realidad no esperaba que nadie más conociera.

- “¿De veras?, que bueno que les haya gustado”; dije. La madre de la chiquilla que estaba ahí cerca la llamó entonces para irse y ella corrió a su lado –“adiós lobito”- dijo la pequeña. Afuera pude oír que la madre le decía:

-“¡Ssssssh, no le digas así al señor, que se puede molestar!”

Al preguntar a la encargada de la tienda, amiga mía, me respondió:

-“Vienen seguido, la señora compra libros de pintura, el señor de arquitectura y a la niña le compran cosas de dragones, creo que le gustan mucho los dragones”- contestó mi amiga. Se hizo de pronto un silencio pesado y fue mi amiga quien rompió el hielo: -“...creo que la niña está enfermita, tiene leucemia”.

El incidente pasó y meses después, mientras caminaba por el centro de la ciudad, escuche de nuevo aquella vocecilla familiar: “¡lobito... adiós lobito!”, Al voltear vi pasar a un auto en cuyo interior estaba la misma pequeña con una gran sonrisa. Pero lo que más recuerdo era el dragón de trapo

que sujetaba en sus manos y que al tiempo que saludaba, parecía que en verdad volaba por las nubes que reflejaba el parabrisas trasero del auto. Para cuando contesté el saludo ya estaban fuera de mi vista.

Algo se movió en mi en ese instante, los motivos que me llevaron a hacer lo que siguió, nunca los supe del todo, pero me llené de pronto de una inquietud muy grande y aunque sabía que en destino de la chiquilla era irremediable, quería hacer algo. Regresé a la tienda de cómics y empecé a platicar con mi amiga sobre las cosas triviales de siempre. Luego de un rato, tan delicadamente como pude le comenté de mi reencuentro con la pequeña y le pedí que me facilitara un modo de ponerme en contacto con su familia, cosa que por supuesto se negó a hacer. Al insistirle en el tema me bombardeó con preguntas de todo tipo sobre mis motivos para querer saber el porqué de ello. Sin nada convincente que poder decir (o inventarle) solo le externé el sentimiento que me producía el que una niña pequeña tuviera que padecer una desgracia como la suya, y estuvimos largas horas discutiendo sobre lo falto de ética que sería el darme la dirección de un cliente y lo inútil de mis intenciones, fueran las que fueran.

Sin ocultar mi molestia, le di la razón y me fui con una sensación de derrota a cuestas... “sí, mejor me dedico a arreglar mi propia vida”.

No era mi intención hacer una escena por eso, pero tal vez mi amiga vio el pesar en mi cara y por ello, haciendo a un lado su convicción, me dijo días después: “creo que por ahí debe haber una factura con los datos que buscas”;¡Al fin tenía un número telefónico en mis manos!, seguía sin saber exactamente qué hacer, pero una idea aún no consolidada ya trabajaba en mi cabeza: si... ¡sería un dragón!

Antes de marcar el teléfono por vez primera, tuvieron que pasar varios días durante los cuales, no tenía la más remota idea de lo que haría o lo que diría, de cuál era el “plan” a seguir, pero en los que tenía

bastante claro que no dejaría sola a la pequeña. Desde la primera vez que llamé contestó ella, su vocecilla en el teléfono sonaba a caricatura y de inmediato empezó a hacerme plática, así como así: sin la más mínima curiosidad por saber quién llamaba o porqué. Esa tarde fue muy agradable platicando con mi pequeña amiga, mi interlocutora me hizo volver a la ingenuidad y la inocencia que queda sólo en la niñez y que por alguna razón: yo necesitaba tanto. Terminamos de hablar como si ya nos conociéramos de toda la vida y como si fuéramos los mejores amigos desde siempre, no preguntó mi nombre nunca, pero yo supe el suyo: Samanta.

Nunca sus padres tomaron el teléfono los martes a las seis. Todo confabuló de alguna manera a crear esta historia. La pequeña y yo hablábamos y creábamos mundos mágicos, llenos de hadas, seres míticos y duendes traviesos y sobre todo: dragones, que le provocaban tal fascinación como pocas cosas a pocas personas. Tiempo después vino la pregunta obligada y al final de una conversación me cuestionó:

-“¿quién eres?”. No lo esperaba y sólo se me ocurrió decir:

-“soy tu amigo”-; -“eso ya lo sé, pero ¿quién

eres?”, insistió. Tomé aire y me decidí a llevar mi plan adelante:

-“Soy... el dragón mágico” contesté con toda la solemnidad posible. Se hizo una pausa incómoda hasta que la volví a escuchar reír y decir en tono alegre: -“¡ya lo sabía!”; y colgó.

Los siguientes días en mi vida tuvieron de todo: amores efímeros, altibajos en las cada vez más pesadas clases, nula vida social, exámenes extraordinarios uno tras otro y eternas noches de desvelos, pero para mi extrañeza, me sentía bien, renovado y viendo el mundo con ojos curiosos, descubriendo dentro de todo lo cotidiano una maravillosa historia que descubrir y contar, y desde luego, pensaba mucho en la pequeña Sami -como la llamaban sus papás- y sonreía al hacerlo, mi cerebro maquinaba ya nuevas historias para contarle, desplegando una creatividad, imaginación y elocuencia que

ya hubiera querido tener en mis clases. Pretendía llevarle con mis historias a la pequeña Sami una pequeña luz de esperanza en sus difíciles momentos, pero conforme platicábamos mas, me di cuenta de que era yo el que estaba siendo salvado por la pequeña que me alegraba mi vida con sus risas, su ingenuidad, su imaginación y su inocencia, era ella la que llenaba de luz los momentos más difíciles de mi gris vida de entonces.

-“¿Tu puedes volar?”-pregunto Sami en una de las últimas ocasiones que platicamos

-“Así es, yo puedo volar y viajar a muchos lugares porque soy mágico ¿recuerdas?”- presumí en un tono muy propio y arrogante (se supone que los dragones lo sean)

-“Si puedes hacer esa magia... entonces ¿puedes hacer que no me muera?” fue su pregunta cargada de una inocencia tan pura, que hería. Tardé en contestar, quería decir algo y rápido pero ella se adelanto:

-“Esta bien, no importa... mi mami dice que iré a donde están los angelitos, no tengo miedo” fue su respuesta salvadora a mi silencio.

–“Lo siento Sami, hay cosas que no puedo hacer aunque quisiera”- dije tratando de ocultar la profunda tristeza que me invadió en el momento. Ya no sabía que decir, temía que si hablaba, se desatara el nudo en la garganta que estaba reprimiendo y entonces, el momento se haría aún más terrible.

-“Mmmm... cuando me vaya de aquí... ¿podré volar contigo?” - dijo...

–“Te lo prometo, pequeña... v o l a r e m o s t o d o l o q u e quieras”.

Para variar, una excursión a México DF le puso algo de color a mi vida, visitamos museos y varios sitios interesantes, para ese entonces había dominado un poco el miedo a hablar con mis compañeros o no me importaba tanto: ya estaba desencantado de sus frases intelectualoides y su palabrería abrumadora, me había dado cuenta que aunque talentosos en su técnica algunos de ellos, en el fondo eran personas normales y no

tenía porqué intimidarme ante ellos.

Para un examen final decidí dibujar un dragón, un tema poco común para una escuela de arte “seria”. Y nuevamente me vino la pequeña a la mente, pues no pensaba en nadie más para que tuviera ese dibujo.

La última vez que llamé estaba emocionado por el regalo que quería darle; pero desde el momento en que la voz -muy ronca- de su madre contestó la bocina, supe que algo no estaba bien, aunque supuse que algún día tenían que tomar el teléfono:

-¿Bueno?- dijo la señora, no contesté. Luego de insistir un par de veces, dijo tratando de obtener respuesta: - “¿eres su amigo con el que ella platicaba?, Quiero darte una dirección, ven por favor venga a la casa, quisiéramos conocerte y que nos acompañaras... mi esposo quiere agradecer te . . . ” No escuché más; tiré el teléfono y corrí hacia donde mis pasos me llevaron hasta que el cansancio me venció, me tiré en el suelo y ahí exploté en llanto, tardé en digerir lo que pasaba: se había ido… adonde están los angelitos…

Visité el lugar de su última morada en esta tierra y luego de un rato de buscar la encontré al fin, tal y como debía ser el mausoleo de una princesa: repleta de f lores y como un pequeño castillo. Me senté con mi amiga, platique con ella, conté un último cuento y luego de un rato, pude ver que entre las coronas de flores había una hoja de papel doblada y maltratada por los días de lluvia... era un dibujo: un dragón verde, panzoncito, con unos cuernitos saliendo de sus sienes, un par de pequeñas alas en su espalda que difícilmente le harían levantar el vuelo y una mancha amorfa y amarilla que simulaba una flama, estaba hecho con líneas toscas, chuecas, coloreado con pinturas de palo que se salían del contorno de las líneas, en un estilo que –según mi reciente formación académica- sería un dibujo terrible, y sin embargo… nunca mis ojos contemplaron algo más maravilloso. Mis ojos… ya reeducados por el secreto que mi pequeña amiga me había enseñado y que tardé un tiempo en descubrir: que si reía con mis historias y viajaba con ellas, que si admiraba mis limitados dotes artísticos, que si era capaz de creer que los dragones existen (y que son mágicos, y que hablaban con ella), no se debía a mis talentos o carencias: sino a las enormes ganas de vivir que tenía la pequeña; a esas ganas que le hacían disfrutar al máximo los más pequeños detalles de la vida: los cuentos más simples, los dibujos más sencillos, las personas más inocentes. Tal era el verdadero poder de la magia que el dragón nos había legado a ambos, tal era el legado del dragó mágico ahora sin su princesa. Junto al dibujo infantil, estaba escrito un mensaje con tinta y letras evidentemente adultas: “gracias por todo señor dragón”...

Aún hoy en día, cuando en las noches miro el cielo azul oscurecerse, pareciera que puedo ver por las nubes a la pequeña Sami como una princesa celestial y desde la tierra, recuerdo con una sonrisa a mi pequeña amiga: la que me devolvió la esperanza, la que me enseñó que la magia existe y está en nosotros mismos el saber encontrarla... Hoy, a veinte años después, donde quiera que estés pequeñita: vive por siempre, y ríe, y canta, y baila y juega... y vuela feliz sobre el lomo de tu dragón mágico

... Hacia tierras lejanas y fantásticas.

El dragón mágicoCuento para dormir princesas

IMAGEN: Lobolópez