le ha dado una de sus ausencias cuando llevaba al comedor una pila de platos. Llega D. Ángel,indaga, y el asunto se aclara; hoy la correspondía hacerlo a Victoria García López, y esta haengaritado, a la pequeña Maruchi, para que lo hiciese en su lugar; esta Victoria se gana unagran bronca merecida.

12 de octubre de 1937. Madrid sigue siendo bombardeado por la aviación y la artilleríafascistas, hoy ha conocido uno de sus mas dramáticos bombardeos por parte de ambas.Noticias como estas nos preocupan, sobresaltan y entristecen, no nos habituamos a ellas, apesar de su machacona y trágica repetición desde hace un año. Nos intranquiliza aún masporque sabemos, por comprobada experiencia personal, que los periódicos debido a lajustificada censura, minimizan siempre el número de victimas, y los efectos destructivos de lasbombas y obuses, para no desmoralizar a los madrileños. ¡Siempre pensando en el peligro quecorren nuestros familiares, y en Madrid!.

20 de octubre de 1937. El Ayuntamiento, ante la carencia de moneda fraccionaria, haemitido unos vales con valor exclusivamente dentro de este término municipal.

Acta del Ayuntamiento de Arbúcies de 6 de noviembre de 1937.Pregonar que queda absolutamente prohibido entrar en las tierras y fincas, sembradas, y apropiarse de los

frutos existentes, contra lo cual se aplicarán las máximas sanciones penales.

Como quiera que nuestro régimen alimenticio comienza a resentirse, debido a la penuriageneral, nosotros completamos esta carencia con todo lo que se pueda comer, y que cogemosse encuentre donde sea, durante las expediciones que hacemos en nuestros paseos oficialespor el campo. En estas condiciones, el anterior bando municipal, para la Colonia no tieneningún valor. Consideramos perfectamente lícito lo que hacemos. Con la llegada del maltiempo, esta actividad fundamental para nosotros, se suspende o se hacen mas espaciadasnuestras salidas. Jesús Parrao Citores, a una conocida musiquilla le ha puesto la siguiente letra,que refleja el estado de ánimo de todos:

Que aburridos se pasan los días de lluvia,sin comer pomas,moras ni uvas

Con alguna panochabien lo pasamos,pero si llueve tanto,no las catamos

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Me he agregado al grupo de seis mayores, que están encargados de ir a por el pan, a latahona del pueblo, una o dos veces a la semana. El panadero nos tiene que entregar unnúmero determinado de kilos; cuando los está pesando, le rodeamos para reducir suvisibilidad y uno de nosotros, casi siempre yo por ser el que menos abulta, por detrás de élcoge panes del montón sin pesar y los pasa al montón de los ya pesados. Estos panesexcedentes, los repartiremos luego entre los siete. La semana pasada nos sorprendió el alcaldeJosep Pol, realizando esta operación, y se hizo el desentendido, como si no hubiese visto nada.

Otras de nuestras graves carencias es la del jabón, solo disponemos de unos trozos, duroscomo piedras, que en su composición por lo que se ve a primera vista, entran solamente, sosacáustica y arena de río, como la del asperón; esto es lo que utilizamos para nuestro aseopersonal.

Acta del Ayuntamiento de Arbúcies de fecha 11 de diciembre de 1937.Haciendo constar los precios abusivos de los alimentos y el poco ejemplar comportamiento de los payeses.

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Vista de Arbúcies, tarjeta postal

Anverso y reverso de papelmoneda emitido por elAyuntamiento de Arbúcies el 2de octubre de 1937

16 de diciembre de 1937. Hoy cumplo once años. La prensa trae la noticia de que ayercomenzó la ofensiva republicana en Teruel, esto nos eleva la moral. Se combate a 18º bajocero. El río Turia se ha helado.

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Carta de D.Ángel

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Tarjeta Postal, felicitación

Tarjeta Postal, felicitación

Este invierno se presenta excepcional y rigurosamente frío. La escasez general se sigueagravando, y a nosotros cada vez nos afecta mas. En los frentes de batalla se producennumerosísimas bajas por congelación.

Han intentado encender la artística chimenea francesa que hay en el comedor, pero, o nohan sabido hacerlo, o esta no ha sido construida con las condiciones requeridasimprescindibles para su buen funcionamiento, el caso es que han tenido que instalarnos en elcentro, un estufa de hierro fundido, que alimentamos con tarugos de madera de pino,cortados en forma de cubo geométrico por Canuda, a cuya serrería vamos a recoger esta leña,con una carretilla. Esta estufa es insuficiente para calentar una habitación de estasdimensiones, de todas formas es la única que gozará de este privilegio, ya que ni en la clase nien los dormitorios tenemos ningún elemento calefactor.

El frío sigue intensísimo, por las mañanas nos levantamos deprisa para coger sitio cerca dela estufa, pero cuando llegamos ya está rodeada por las chicas mayores, que como duermenen la misma planta, llegan antes. Yo me subo a una silla y por encima de las cabezas de losdemás, y con los guantes puestos, me agarro al tubo metálico de la salida de humos; losguantes se chamuscan, pero mis manos no entran en calor nunca. Por las noches antes deacostarnos, ponemos encima de esta estufa unos tacos de madera, y corriendo con ellossubimos a calentar nuestras camas previamente; pero la resina que desprenden ensucian lassábanas, y las mujeres del servicio protestan, porque tienen muchas dificultades para eliminarestas manchas cuando las lavan.

Ante la proximidad de la Navidad, D. Ángel comienza a pensar en la forma de celebrarlalo mejor posible, dentro de la escasez de alimentos por la que atravesamos actualmente, y demejorar la comida de ese día. De Gerona nos han enviado un cajón de botes de lechecondensada.

El Director ha organizado una expedición de la totalidad de la Colonia, para recorrer losmontes próximos, y hacer acopio de gran cantidad de bellotas, una parte será tostada y molidaen la cocina y servirá como sustituto del café del desayuno y la otra la venderemos.

23 de diciembre de 1937. Con el dinero obtenido de la venta de las bellotas, D. Ángel conlos chicos mayores, han visitado numerosas casas de payeses, tratando de comprar algo parala cena de mañana y la comida de pasado. Después de muchas gestiones infructuosas y demucho andar; en una masía les han vendido seis conejos, su regreso y entrada en la casa hasido triunfal, y celebrado colectivamente como se merece.

Nochebuena de 1937. Después de la cena, el Director ha organizado una fiesta en la quealgunos han demostrado sus aptitudes artísticas, sobre todo Matilde Palacios Páez, cantandozarzuela a dúo con el mismo D. Ángel, y después este, ha hecho juegos de manos. Recuerdonostálgico y añoranza de nuestras familias.

Comienza 1938, con frío muy intenso, muchísimo frío, grandes nevadas que contribuyen a

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que las dificultades para el normal desarrollo de la vida de la Colonia sean mayores.He comenzado a padecer unos periódicos y fuertes dolores de cabeza, tan agudos que para

mantenerme en pie tengo que hacer un verdadero esfuerzo, y que se repiten cada ocho días.Han llamado al Dr. Dalmau para que me vea; efectivamente ha llegado me ha «mirao», perono me ha visto, y ha dicho: «Que le den una aspirina y que se acueste»; de todas formas noestá nada mal para ser la primera vez que un médico me diagnostica y me pone un tratamiento.Siempre que me ocurre esto tengo que insistir mucho para que me proporcionen la aspirina,pues deben de considerar que es un medicamento muy fuerte y peligroso. Como nuestrosdormitorios están en la planta de arriba, incomunicados con el resto del edificio y a los quese puede acceder directamente desde la calle, cuya puerta está abierta a todas horas, tengomiedo a permanecer allí en la mas completa soledad, sobre todo en invierno, que anochecemuy pronto. Cuando paso por este trance, algunas veces María Cárceles Conesa, que ahoraforma parte del personal auxiliar, me lleva a la habitación que comparte con las chicasmayores, y me echo en su cama hasta que se me pasa el dolor. No tardan en aparecer Lourdesy Saturnina, ¿qué hace aquí Pedrito? ¡qué se vaya!, María no les hace caso y sigue haciendopunto al lado de la cama, está tejiendo unos guantes de lana.

24 de enero de 1938. Ha venido el padre de Arturo, Mercedes y Santiago RodríguezSánchez. Hace una visita rápida y regresa a Madrid; no pueden sospechar estos tres hermanoscuando se despiden de él, que lo están haciendo por última vez, pues será una de las miles devictimas de la cruenta y criminal represión franquista de la posguerra, a pesar de que no habrátenido ninguna actividad bélica.

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31 de enero de 1938. Antonio y José Mª. Val Díaz, también tienen la sorpresa de la llegadade su padre, el Sr. Serafín. Estas visitas y la alegría que proporcionan son compartidas por laColonia entera, pues nos da la impresión de que no estamos tan lejísimos de Madrid, comonuestra imaginación nos hace suponer, y que la distancia se acorta sensiblemente. Además traenoticias de nuestras familias respectivas; así que el contento es de todos.

Federico Bailén Carrasco, es el que de una manera mas ruidosa y clara, protesta y expresasu disconformidad de toda la Colonia, por la deficiente y escasa alimentación, y lo manifiestaen cualquier momento, y de diversas maneras, y siempre que se origina o se presenta algúnproblema, está metido en él. Hace un rato se han oído muchas voces, he ido a ver que pasaba,y me dicen que ha sido Federico que quería suicidarse dándose cabezazos contra la cerradurade una puerta.

Como custodios de los niños, debieron hacer frente a todaclase de síntomas de esa angustia, incluyendo algunosmuy conocidos, como dolores y malestares de uno ú otrotipo, irritaciones de la piel, hábitos desagradables, inclusoel de golpearse la cabeza, cualquier cosa que permitieraal niño recuperar su sentido de la realidad. Si uno,reconoce la angustia que subyace a esos síntomas, puedecomprender cuán inútil resulta castigar a un niño porellos; siempre es mejor ayudarlo, demostrándole amor yuna comprensión imaginativa.

D. W. Winicott, Los Niños de la Guerra, Ed.Paidós., Buenos Aires. 1998

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Carta de mi hermano

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