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“LA BÚSQUEDA DE LA IDENTIDAD EN ANA KARENINA Y DIANA DE GALES: DOS EJEMPLOS DE MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD” Por Mª Soledad Vargas C. Reflexionar hoy sobre postmodernidad y feminismo, debería significar una reflexión sobre la realidad, entendidos ambos –realidad y feminismo- como una constante construcción y reconstrucción; de alguna manera, es dar cuenta de este devenir histórico en constante cambio que es la existencia. No en contra de la modernidad ni en oposición del Sujeto-Hombre, si no tratando de ir más allá; de pensar en aquellos temas que aún necesitan ser revisados y revisitados con una cierta distancia y perspectiva histórica, con el fin de poder comprender qué significa y cómo se ha construido la identidad femenina en los dos últimos siglos. Por esta razón, y porque no pretendo abarcar lo inabarcable es que he escogido dos ejemplos que, a mi juicio, representan muy bien estos dos momentos: modernidad/postmodernidad, con sus rasgos característicos y sus contradicciones o ambivalencias como lo son también sus respectivos contextos históricos. El presente artículo pertenence a un estudio mayor sobre dos ejemplos de mitos de la cultura virtual: Marilyn Monroe y Diana de Gales, quienes constituyen una representación de dos momentos de la cultura del siglo XX: la cultura de masas y la postmodernidad. Donde se pretendía investigar si estas dos mujeres pertenecían al estereotipo femenino de sus respectivos contextos históricos o si se rebelaban a éstos, o si en realidad eran sólo construcciones mediáticas. Al trabajar el tema de los estereotipos femeninos consideré pertinente incluir a dos personajes de la literatura del siglo XIX: Madame Bovary y Ana Karenina, prototipos paradigmáticos de la cultura occidental, y de la modernidad. Esto con el fin de relacionar sus historias y compararlas con las vidas de Diana y de Marilyn, y ver así rasgos y características comunes. El trabajo que hoy presento surge en el marco de debatir y reflexionar en torno a la postmodernidad y por esto, me ha parecido pertinente seleccionar a dos de los personajes antes citados, Diana de Gales como representante del modelo femenino postmoderno y Ana Karenina como reflejo de la modernidad, con el fin de contrastar sus existencias y verificar si responden o no al estereotipo femenino de sus respectivas épocas. Al definir de esta forma el tema y al revisar sus respectivas historias personales me he dado cuenta que estos dos personajes de la literatura y de la cultura virtual mueren en la búsqueda de su propia identidad, proceso que no culminan. En esto reside su tragedia y por lo mismo, se transforman en personajes míticos o simbólicos. Me han surgido entonces, las siguientes interrogantes: ¿qué es la identidad femenina? ¿Cuáles son los rasgos propios de una conducta femenina? ¿Se adecúan estas mujeres al estereotipo femenino establecido en sus respectivas épocas? ¿Ha variado el concepto de identidad femenina en la modernidad del de la postmodernidad? Para aclarar estas preguntas he investigado sobre lo qué se entiende por estereotipos femeninos y masculinos, desde la perspectiva de la psicología de los últimos años, principalmente, la que tiene relación con estudios psicológicos de género, como por ejemplo

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“LA BÚSQUEDA DE LA IDENTIDAD EN ANA KARENINA Y DIANA DE GALES:

DOS EJEMPLOS DE MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD”

                                                                      

Por Mª Soledad Vargas C.

Reflexionar hoy sobre postmodernidad y feminismo, debería significar una reflexión sobrela realidad, entendidos ambos –realidad y feminismo- como una constante construcción yreconstrucción; de alguna manera, es dar cuenta de este devenir histórico en constantecambio que es la existencia. No en contra de la modernidad ni en oposición delSujeto-Hombre, si no tratando de ir más allá; de pensar en aquellos temas que aún necesitanser revisados y revisitados con una cierta distancia y perspectiva histórica, con el fin depoder comprender qué significa y cómo se ha construido la identidad femenina en los dosúltimos siglos. Por esta razón, y porque no pretendo abarcar lo inabarcable es que heescogido dos ejemplos que, a mi juicio, representan muy bien estos dos momentos:modernidad/postmodernidad, con sus rasgos característicos y sus contradicciones oambivalencias como lo son también sus respectivos contextos históricos.

El presente artículo pertenence a un estudio mayor sobre dos ejemplos de mitos de la culturavirtual: Marilyn Monroe y Diana de Gales, quienes constituyen una representación de dosmomentos de la cultura del siglo XX: la cultura de masas y la postmodernidad. Donde sepretendía investigar si estas dos mujeres pertenecían al estereotipo femenino de susrespectivos contextos históricos o si se rebelaban a éstos, o si en realidad eran sóloconstrucciones mediáticas.

Al trabajar el tema de los estereotipos femeninos consideré pertinente incluir a dospersonajes de la literatura del siglo XIX: Madame Bovary y Ana Karenina, prototiposparadigmáticos de la cultura occidental, y de la modernidad. Esto con el fin de relacionar sushistorias y compararlas con las vidas de Diana y de Marilyn, y ver así rasgos ycaracterísticas comunes.

El trabajo que hoy presento surge en el marco de debatir y reflexionar en torno a lapostmodernidad y por esto, me ha parecido pertinente seleccionar a dos de los personajesantes citados, Diana de Gales como representante del modelo femenino postmoderno y AnaKarenina como reflejo de la modernidad, con el fin de contrastar sus existencias y verificarsi responden o no al estereotipo femenino de sus respectivas épocas.

Al definir de esta forma el tema y al revisar sus respectivas historias personales me he dadocuenta que estos dos personajes de la literatura y de la cultura virtual mueren en la búsquedade su propia identidad, proceso que no culminan. En esto reside su tragedia y por lo mismo,se transforman en personajes míticos o simbólicos.

Me han surgido entonces, las siguientes interrogantes: ¿qué es la identidad femenina?¿Cuáles son los rasgos propios de una conducta femenina? ¿Se adecúan estas mujeres alestereotipo femenino establecido en sus respectivas épocas? ¿Ha variado el concepto deidentidad femenina en la modernidad del de la postmodernidad?

Para aclarar estas preguntas he investigado sobre lo qué se entiende por estereotiposfemeninos y masculinos, desde la perspectiva de la psicología de los últimos años,principalmente, la que tiene relación con estudios psicológicos de género, como por ejemplo

el estudio de Janet Hyde.

También, he recopilado información sobre la historia de Diana de Gales, basándome enbiografías de su vida, tratando de contrastar como mínimo dos. Respecto a Ana Karenina,también he recopilado estudios sobre la literatura del siglo XIX y los prototipos femeninosde ese periodo.

Ha sido necesario situar a cada uno de los personajes en su contexto histórico, para poderdeterminar cuál era el pensamiento filosófico o ideologías predominantes y que, de algunamanera, nos permitiera percibir cuál era la visión de época que las rodeaba, poniendo énfasisen la situación de la mujer y en las conductas que se consideraban propias de ésta.

Con la intención de relacionar sus vidas con el mito y la tragedia he buscado informaciónbásica sobre estos conceptos, para poder establecer sus características y elementosesenciales y contrastarlos con las historias de los personajes analizados. Y poder de estamanera, según los postulados de Edgar Morín determinar cómo se insertan en la cultura demasas y en la era virtual.

 

Estructuralmente, este estudio se presenta con una breve aproximación conceptual de lapostmodernidad y de la modernidad, y las relaciones existentes entre postmodernidad yfeminismo. Luego seguiré con la caracterización de los personajes escogidos para elanálisis, haciendo una breve referencia al contexto histórico de cada una. Finalmente, secaracteriza a los personajes según sus diferentes etapas, extrayendo sus rasgos máspeculiares.

En un segundo apartado y con el objetivo de verificar si estas mujeres se adecúan alestereotipo femenino, recogeré algunas definiciones de estereotipo en general, donde sepresentan los rasgos típicos de una conducta femenina, según los autores revisados; luego serelacionan dichas características con las de los personajes estudiados; por último, se analizansus respectivos procesos de búsqueda de identidad, con el fin de pesquisar, por qué ellas noalcanzan su propósito y cómo se convierten en símbolos o mitos de la cultura occidental.

 

1.      DEFINICIONES DE LOS CONCEPTOS DE POSTMODERNIDAD YMODERNIDAD

1.1.  Postmodernidad: la historia de una idea [1]

Para David Lyon la postmodernidad existecomo una idea o como una forma de críticaentre losintelectuales y en los medios de comunicación. Desde la década de los ochenta vienesuscitando un gran debate en muchas disciplinas, de la geografía a la teología y de lafilosofía a la ciencia política.

     Postmodernidad se refiere sobre todo al agotamiento –pero no necesariamente al final- dela modernidad. Lyon plantea que es necesario distinguir entre postmodernismo, donde el

acento se pone en lo cultural, y postmodernidad, donde el énfasis está en lo social.

     El postmodernismo cuestiona todos los principios esenciales de la Ilustración europea.Como afirma Gary Woller: “El postmodernismo está a punto de destronar a la trinidad de laIlustración –razón, naturaleza y progreso-, que presumiblemente triunfó sobre la anteriorTrinidad” [2] .

     La postmodernidad, si bien sigue refiriéndose al agotamiento de la modernidad, estárelacionada con una serie de supuestos cambios sociales. Ciertos rasgos de la modernidad seextienden, mientras que otros son reducidos a la insignificancia, creándose nuevasconfiguraciones sociales.

El término postmoderno se hizo popular sobre todo después de la publicación de Lacondición postmoderna de Jean-François Lyotard (1984), pero una vez establecido, tambiénse asoció a otros autores, principalmente franceses con esta tendencia. Durante los añosochenta y a pesar de que algunos de ellos se distanciaron del término o lo rechazaron, lopostmoderno quedó vinculado a sus nombres. Los más destacados son Jean Baudrillard,Jacques Derrida, Michael Foucault, y por supuesto, el propio Lyotard.

Lyotard define lo postmoderno como la incredulidad ante los metarrelatos (grandes relatos).El principal metarrelato pertenece a la tradición ilustrada que ve la legitimación de la cienciaen su capacidad emancipadora. El conocimiento moderno se justifica en relación con lasgrandes narraciones tales como la creación de riqueza o la revolución de los trabajadores.[3]

David Lyon señala que si para Lyotard la atomización de lo social significa que cada unoestá confinado en sus correspondientes juegos de lenguaje, Derrida prefiere hablar de textos.La vida cultural implica la producción de textos afirma Derrida, que se solapan con otrostextos que influyen en ellos de manera que nunca podremos desentrañar. La deconstrucciónconsiste en plantear persistentes preguntas sobre nuestros textos y los ajenos, para terminarnegando que algún texto pueda ser fijo o estable.

Asimismo, Lyon agrega que independientemente de que si Derrida aceptase o no que la suyaes una visión postmoderna, no cabe duda de que su concepto de deconstrucción ha entradoen el canon de la crítica postmoderna.

Derrida especialmente ha sido el punto de partida del trabajo de las feministas, en particularde Luce Irigaray, para quien la cuestión de las mujeres y el lenguaje es esencial. La obra deIrigaray ha suscitado controversias sobre si existe un único lenguaje de las mujeres. Derridadefiende la différance contra la tiranía de la igualdad y trata de deconstruir la dicotomíamasculino-femenino. El debate feminista con lo postmoderno –representado en Francia posJulia Kristeva y Hélène Cixous y en Norteamérica por figuras como Judith Butler- esextremadamente significativo.

Por otra parte, tenemos la obra de Michael Foucault, quien toca temas similares a los deDerrida. Pero mientras que este último se centra en los ámbitos literario y filosófico,Foucault se refiere más a las ciencias humanas.

Siguiendo con la rápida revisión de los principales autores que han reflexionado sobre la postmodernidad, Lyon plantea que es difícil no admitir que la intuición de Baudrillard escorrecta. El mundo de la televisión y especialmente el de la realidad virtual, simula cada vezmejor, de forma que se va borrando la antigua diferencia entre real y virtual. Lo que se

experimenta en un entorno de realidad virtual es real para los que están conectados conauriculares y sensores, lo mismo que un sueño es real para quien lo sueña. Por lo tanto, paraBaudrillard la simulación no es falsa ni fingida, y desde luego sus efectos son reales. [4]

 

1.2.  ¿La modernidad inacabada?

Como el de postmodernidad, el concepto de modernidad tiene una larga historia. En el sigloV se utilizaba el término modernus para distinguir el presente cristiano oficial del pasadoromano pagano.

El término modernidad se refiere al orden social que surgió tras la Ilustración. Aunque susraíces pueden buscarse mucho antes, el mundo moderno se caracteriza por un dinamismo sinprecedentes, el rechazo o la marginación de la tradición y sus consecuencias globales. Eltiempo parecía acelerarse; el espacio, abrirse. La marcada orientación hacia el futuro de lamodernidad está estrechamente relacionada con la fe en el progreso y en el poder de la razónhumana para promover la libertad. [5]

Uno de los objetivos de la modernidad según David Lyon es la disciplina: excluir y eliminarracionalmente a los delincuentes y desviados, es consecuencia lógica del impulsocontrolador y clasificador que se percibía en todos los ámbitos.

Foucault cuando critica la modernidad insiste que en el plan de prisión panópticaencontramos el epítome de la disciplina moderna. Mediante un régimen de vigilancia noverificable, en el que los reclusos nunca están seguros de cuándo se los observa, los presosse autodisciplinan para mantener el orden y comportarse de acuerdo con los deseos de laadministración. [6]

Giddens sugiere que la modernidad no debería considerarse producto de un solo factorpredominante, tal como el capitalismo, sino como un conjunto de instituciones. Estasincluyen el capitalismo, el industrialismo, la vigilancia y el capitalismo.

Giddens intenta explicar a través de ejemplos las ambivalencias propias de la modernidad,por esto no ignora ni niega la importancia de las nuevas relaciones étnicas, basadas en elcolonialismo, pero en su esquema original no tienen un lugar preciso. Lo mismo ocurre conel género. La revolución industrial trajo consigo grandes cambios en las relaciones entre lossexos, asignando la esfera doméstica a la mujer y la pública al hombre y reforzándose así lasantiguas pautas de dominio y subordinación. El patriarcado tomó nuevas formas, quizá másrígidas en la modernidad.

Según Lyon los intelectuales tenían un rol claro de líderes y legisladores en el mundomoderno. El corolario era la promesa de una organización racional de la sociedad. Esta ideasiguió siendo popular e influyente durante muchas décadas, para ser cuestionadaabiertamente bien avanzado el siglo XX por la sociología interpretativa y por el feminismo.[7]

La modernidad nos ha legado un mundo escindido en segmentos sociales, cada uno de loscuales está gobernado por sus propias reglas, implícitas y explícitas. Se supone que lalegitimación de la autoridad ya no es religiosa sino científica. A comienzos del siglo XIXpara muchos individuos la religión ya no podía ofrecer una solución a esto. La era modernaparecía amenazar la religión. La modernidad en opinión de algunos, estaba cavando supropia tumba. Al proclamar la autonomía humana, al poner en marcha el proceso que

permitiría a la razón instrumental ser la guía de la vida, se había iniciado un cambio queacabaría sombría, si no desastrosamente. El progreso parecía prometedor y se antepuso a laprovidencia. Pero la promesa del progreso se frustró. Jürgen Habermas plantea que lamodernidad es un proyecto inacabado. Aún debe realizar todo su potencial y quizá lo hagano a través de los movimientos sociales, sino de la acción comunicativa. [8]

 

1.3.  Postmodernidad y feminismo

Gulia Colaizzi [9] plantea  que el logocentrismo o la crítica de la metafísica occidental quellevó a cabo Derrida constituye la contribución más crítica y al mismo tiempo enriquecedoraa la crisis epistemológica que ha sido definida como crisis del Sujeto y que constituye, juntoa lo que Lyotard llamó el final de todos los metarrelatos, uno de los rasgos característicos dela llamada condición postmoderna.

Fin y resultado de las prácticas feministas de los últimos años ha sido una revisiónepistemológica de los presupuestos de la Razón occidental. Dicha revisión ha sido articuladaa través de una doble operación que ha tratado de marcar sexualmente la noción de sujetopara historizarla. Marcar sexualmente e historizar son, según Colaizzi, dos movimientosestratégicos íntimamente conectados para toda práctica  que aspire a crear un punto de vistacrítico sobre las concreciones sociales y culturales del discurso. [10]

Historizar significa ubicar cada una de esas concreciones socioculturales en el interior deuna red de prácticas interconectadas e interactuantes que funcionan en un específico puntoen el tiempo y el espacio, para mostrar cómo sus efectos no pueden ser entendidos más quedentro del complejo campo de poder(es) que articulan las conexiones entre diferentesprácticas. Por ello el objeto de estudio, así como el sujeto del discurso, están desprovistos decualquier cualidad que pudiese ser considerada como esencial, ontológica o trans-histórica,y son mostrados en tanto construcciones, como específicos productos temporales de lasrelaciones de poder entre superficies, cuerpos e instituciones.

Marcar sexualmente puede ser entendido como parte de la historización de la noción deHombre, una noción inaugurada con el cogito cartesiano que ha llegado a ser parteintegrante de la tradición humanística occidental. Dentro de esta tradición el Hombremoderno encuentra el sentido de sí mismo, de su ser (Pienso luego existo) en su propiainterioridad. Asimismo es en ella donde, caso de estar provisto de las herramientascognitivas adecuadas, puede des/cubrir la verdad acerca de los objetos que están ahí afueraen algún lugar del mundo. Verdad y Significado, por ello son cualidades esenciales quepertenecen al Sujeto, que es pensado como entidad consciente de sí, autónoma, coherente ycapaz de organizar y controlar el mundo en el que vive.

Al mismo tiempo, al deslegitimizar la pretensión que dicho Hombre asumía de hablar ennombre de la Humanidad, así como la de dar cuenta de ella, la crítica feminista ha desafiadosu autonomía y pulverizado su coherencia. Como ya mostró Luce Irigaray en Speculum, laidea de este sujeto (masculino) como Uno, es decir, como un principio de organización ycontrol estable y unificado, sólo fue posible porque su negatividad fue rehusada ydesplazada hacia un segundo término, la Mujer, cuya función (vital) dentro del sistema designificación nunca fue asumida como tal. Identificada con la Naturaleza y yuxtapuesta a laCultura (que se entendió como equivalente a Hombre), la noción de Mujer ha funcionado

como un espejo colocado frente a los ojos de los hombres, cuya superficie plana sólodevolvía la tranquilizadora imagen especular de la unidad y unicidad de un sujeto que nosólo se contiene a sí mismo sino que es capaz de autoproducirse en cuanto tal. [11]

Colaizzi se pregunta si acaso ¿la cultura es necesaria y monolíticamente fálica, o haymaneras posibles para concretar, leer e inscribir su  Otredad, esa Otredad expulsada ycosificada que le confiere unidad y continuidad y es, en cuanto tal, necesariamente parte desu historia y trayectoria? Y, más aún, ¿quién soy yo, quién es 'yo' en tanto sujeto delfeminismo? ¿Cómo pensarlo, cómo constituirlo, sin reproducir oposiciones binarias oteorías normativas y esencialistas de alcance supuestamente universal? ¿Quién es la mujer'otra'? ¿Cómo nombrarla?

Esta autora explica que ya se empieza a hablar, por lo menos en los Estados Unidos, depost-feminismo, este término signifique no un después, sino un más allá en el sentido de lacontinuidad en una voluntad de cambio social y crítica cultural, un empeño renovado en unaconsciencia crítica en una práctica que, en tanto crítica, no puede ser sino política.

Colaizzi explica que esto quiere decir que el lenguaje, el que hablamos cada día en la calle oen las aulas, no es sólo palabras, y especialmente no en tanto palabras que representen cosasya dadas, sino discurso, un principio dialéctico y generativo a la vez, que remite a una redde relaciones de poder que son histórica y culturalmente específicas, construidas y, enconsecuencia, susceptibles de cambio. Su status no es, por ello, inmanente sinofundamentalmente político. [12]

“(…) Mi tesis es que feminismo es teoría del discurso, y que hacer feminismo  es hacerteoría del discurso, porque es una toma de consciencia del carácter discursivo, es decir,histórico-político, de lo que llamamos realidad, de su carácter de construcción y producto y,al mismo tiempo, un intento consciente de participar en el juego político y en el debateepistemológico para determinar una transformación en las estructuras sociales y culturalesde la sociedad, hacia la utopía -una utopía indispensable- de un mundo donde exclusión,explotación y opresión no sean el paradigma normativo”. [13]

 

2.      CARACTERIZACIÓN DE ANA KARENINA Y DIANA DE GALES

2.1.  Ana Karenina (León Tolstoi, 1877)

2.1.1.      La mujer en la realidad del siglo XIX (Rusia)

       En el siglo XIX la mujer no tiene casi ningún derecho en ningún país, excepto en Rusia,donde Pedro el Grande y Catalina introducen varias reformas en el siglo XVIII. Así,mientras que el matrimonio en la mayoría de los países es considerado como un contratocomercial y exige sumisión completa por parte de la hija, en Rusia desde 1714 la ley prohibeobligar a la hija a casarse contra su voluntad, y desde 1702 se estipula que los novios debenconocerse y tratarse durante seis semanas antes de contraer matrimonio. La mujer casada nopierde por completo sus derechos allí en cuanto a la propiedad particular y no quedaexcluida de la herencia. En 1836 la mujer aún no puede viajar, estudiar, trabajar sin permisodel marido. El divorcio existe, pero es un proceso muy complicado y sólo se da en las clasesaltas.

       Respecto a la educación, en Rusia el primer instituto para muchachas se funda en 1764,también con un programa restringido y para muchachas de clase alta. En la década de 1860

se instituyen los primeros jardines de la infancia. Desde 1860 se empieza a admitir amujeres en las escuelas secundarias incluso si son de una clase inferior. Entre 1859 y 1862funcionan, además, escuelas dominicales para adultas, cuyo número alcanza 500. Se permiteasistir a los cursos de la universidad como oyentes. Pero en 1863 se aprueba una nueva leyque lo prohibe. Desde 1869 se organizan cursos especiales en varias disciplinas, impartidospor profesores de la universidad, pero de nivel más bajo, que se regularizan en 1870. [14]

 

2.1.2. Caracterización de Ana Karenina

       Ana era una mujer muy hermosa que poseía una belleza singular y muy natural.Perteneciente a una posición social elevada en la Rusia de fines del siglo XIX, debíacomportarse, cumplir con las obligaciones y normas de su entorno y grupo social. Era unamujer muy maternal, esto último se había potenciado en los últimos años, al constatar que sumatrimonio era un fracaso y que ella era un objeto más de su rico marido, a quiendespreciaba profundamente.

       Es interesante observar como Ana se resiste en un primer momento a la atracción yluego la pasión que siente por el joven Vronsky, y como escapa de él como si fuera unaplaga o el peor de los males:

"No sólo dudaba de ella, sino que el recuerdo de Vronsky la impresionaba con talintensidad, que había resuelto marcharse antes de lo que había proyectado, con el objeto deno volver a verlo." [15]

 

Ana tiene muy claro cuáles son las normas sociales y morales que debe cumplir y respetar,sobre todo por pertenecer al grupo social del cual forma parte. Por esta razón, siente muchotemor de la pasión que está experimentando. Conoce a su marido y la frialdad con la que semaneja en el mundo de los negocios y de los sentimientos. Además, sabe que el granperjudicado sería su hijo. Por eso al principio no se atreve a ser infiel. Pero su pasión es máspoderosa, vemos así una contradicción existencial entre su amor maternal v/s su amorpasional. Ella opta por vivir el amor pasional y sufrir las consecuencias, porque piensa quees un modo de vivir más auténticamente que la vida que ha llevado últimamente.

Significativo resulta el papel que cumple Karenin en este proceso, ya que en reiteradasocasiones le recuerda cuáles son sus deberes como esposa y como madre. Y como se niega adarle el divorcio y a entregarle a su hijo, un modo de castigarla por la deshonra que a él le hacausado.

Ana, una vez que comprende que su opción de vivir su amor pasional le significará lamarginación social, la pérdida de la tuición de su hijo, y por último, su honra. Esto último noes menor, puesto que al ser una mujer deshonrada, intuye que en la práctica será una mujercasi inexistente. De todas maneras opta, por vivir este amor, ser libre y vivir auténticamentealguna vez.

Sabe que al tomar esta decisión estará sola, lo único que tendrá para seguir existiendo será elamor de su amante. Comprende también, que con la religión no puede contar, porque lacensurarán por el camino elegido:

"La idea de buscar un refugio en la religión le era tan extraña como la de buscar amparo allado de su marido, aunque jamás había dudado de la fe en la que había sido cuidada. Ya

sabía que la religión le impondría como un deber renunciar a lo que para ella representaba laúnica razón para existir." [16]

           

En este proceso de amor-pasional, vivir sin tapujos el amor de su vida, Ana va aexperimentar metafóricamente un doble exilio. El primero, es la salida al extranjero, al notener cabida en la alta sociedad rusa a la que pertenecía, por su nueva situación: abandonodel hogar para irse con el amante y con la hija de este amor adúltero; el segundo, al regresara Rusia y tratar de vivir en la sociedad tradicional de fines del siglo XIX. En este últimocaso, se produce un exilio dentro de la clase social de la que ambos formaban parte. Peroéste lo experimenta crudamente Ana, ya que por su condición femenina, es duramentesancionada, porque no se le perdona lo que ha hecho, se la considera una inmoral. Enconsecuencia, se le cierran casi todas las puertas de los sitios que antes frecuentaba y ya esuna mujer prácticamente inexistente, queda sólo reducida al hogar. En cambio, su amante,incluso tiene la posibilidad de participar en política sin ningún inconveniente:

"Ella y su amante soslayaban, desde que se hallaban en el extranjero, cualquier encuentroque hubiese podido colocarles en una situación difícil. Las pocas personas con las quehabían trabado conocimiento habían fingido comprender su posición mejor que ellosmismos. Por lo que respecta a la separación de su hijo, Ana no lo sentía mucho, ya queencariñada con su hija, no pensaba excesivamente en Sergio. Cuanto más vivía conVronsky, más le amaba. Su continua presencia era un encanto siempre renovado. Susmenores palabras y pensamientos estaban revestidos para ella de grandiosidad y de nobleza.Ana casi se asustaba de aquella excesiva admiración y no se atrevía a confesársela a suamante. Temía que Vronsky, haciéndole reconocer su propia inferioridad, se cansarafinalmente de ella. Nada le parecía tan terrible como la posibilidad de perder su amor." [17]

 

Esta situación de marginación social y de deshonra que sufre Ana, la convierten en unamujer insegura y totalmente dependiente. Sólo vive por el amor de Vronsky y sin éste no esnada. Surgen así los celos y su miedo a ser abandonada. Padece insomnio, que calma conmorfina. Esta droga la pone cada día más nerviosa e irritable. Se da cuenta que la sociedadla ha castigado a ella por no haber cumplido los roles que le habían asignado como mujer ypor su condición social. Como siente que su amante no la apoya lo suficiente, que nocomprende todo lo que ella ha dejado por él y duda de su amor, decide castigarlo con sumuerte. Esta muerte-castigo, por una parte, que le permite rechazar a su amante antes queéste la abandone; y la muerte-liberación por otra, le permite liberarse de la angustia de ladesilusión, de haber vivido sólo una ilusión:

"La muerte le pareció entonces el único medio que tenía para castigar a Vronsky, de triunfarsobre él y reconquistar su amor. La partida o el divorcio no tenían ya importancia. Loesencial era el castigo." [18]

 

Me resulta interesante la visión que tiene de Ana Karenina la madre de Vronsky. Ellarepresenta la tradición y la convención moral de la Rusia del siglo XIX. Ana es juzgada condureza; considerada la causante de los males acaecidos y de la perdición de la honra de sumarido, de su hijo y de ella misma. Es el castigo social que perdura aún después de muerta:

"(...) Esa mujer murió como había vivido, cobarde y miserablemente (...) Por mucho queusted diga, esa mujer no era buena ¿Comprende usted una pasión de esa índole? ¿Qué haquerido demostrar con su muerte? Ha perturbado la existencia de dos hombres de méritospoco comunes, su marido y mi hijo, y se ha perdido ella misma." [19]

 

2.2.  Diana de Gales (1961-1997)

2.2.1.      Referencia al pensamiento filosófico de los años'90: la postmodernidad

       David Lyon en su libro Postmodernidad [20] plantea que este concepto forma parte delpensamiento social porque llama nuestra atención sobre algunos cambios sociales yculturales tremendamente importantes que se han producido a fines del siglo XX.

       Según Lyon, postmodernidad se refiere sobre todo al agotamiento de la modernidad. Elpostmodernismo se refiere a fenómenos culturales e intelectuales. Uno de ellos es elabandono del funcionalismo -la idea de que la ciencia se apoya sobre la firme base dehechos observables, en la filosofía de la ciencia-. La postmodernidad cuestiona todos losprincipios esenciales de la Ilustración. Otro fenómeno es la quiebra de las jerarquías delconocimiento, el gusto y la opinión, y el interés por lo local más que por lo universal. Si seimpone una visión débil de la ciencia, la autoridad pierde su lugar privilegiado. Lanaturaleza, los indígenas, etc., pueden constituir modelos igualmente válidos. Un tercerfenómeno es la sustitución del libro impreso por la pantalla de televisión, el paso de lapalabra a la imagen, del discurso a la figura.

       Por otra parte, la postmodernidad, aunque sigue refiriéndose primordialmente alagotamiento de la modernidad, está relacionada con una serie de supuestos cambiossociales. O bien se está formando un nuevo tipo de sociedad, cuyos contornos ya se puedenpercibir vagamente, o se está instaurando una nueva fase del capitalismo. En ambos casos,se ponen en tela de juicio los modelos anteriores de análisis social y práctica política. Y enambos son cruciales dos cuestiones: la significación de las nuevas tecnologías de lainformación y la comunicación, que a su vez facilitan otros procesos como la globalización,y el consumismo.

       Para este autor uno de los temas básicos del debate postmoderno gira en torno a larealidad, o irrealidad, o multiplicidad de realidades. El nihilismo es el concepto nietzscheanoque se ajusta mejor a esta sensación fluida e incierta de la realidad. Cuando la permanenteduda de la razón moderna se aplica a la propia razón, el resultado es el nihilismo. Laracionalidad, bien sea en el arte, en la filosofía o en la ciencia, se ve atacada por elnihilismo. Para Lyon esto significa que ya no podemos estar seguros de nada. La moralidades una mentira; la verdad, una ficción. [21]

 

2.2.2. Caracterización de Diana de Gales

       Diana Spencer se destacó durante toda su vida por ser una mujer insegura y ansiosa deser querida por los demás. Estos dos rasgos de su personalidad surgieron a temprana edad,cuando por el fracaso matrimonial de sus padres, y frente al abandono materno, setransformó en una niña que quería agradar a los demás:

"(...) La renuncia de Gertrudis causó gran aflicción a Diana. Debía pensar que ninguna

relación era constante, que con el tiempo todos la abandonaban. Esta reacción resultaríamelodramática en una muchacha mayor y sensata, pero para una niña que había conocidograndes discordias familiares y el desgarramiento del nido familiar, ahora resultaba inciertoy Diana se convirtió en una niña cauta que ansiaba agradar." [22]

 

Este carácter tímido e inseguro perduró en su adolescencia, ya que por el quiebrematrimonial de sus padres, y por la imposición legal de vivir con su padre, tuvo una vidabastante rutinaria y poco estimulada en el ámbito intelectual. Era una joven vergonzosa,inocente e ingenua, y no tuvo muchos novios o casi ninguno antes de Carlos. En esta épocacomentó que se transformaría en bailarina para algún día bailar con el príncipe Carlos, elheredero del trono:

"Diana creció como la típica y tímida rosa inglesa, y hasta la adolescencia no tuvo nadaexcepcional ni interesante, salvo por la escisión de la vida familiar y el creciente alejamientode su madre. Nunca la llevaron al teatro, ni siquiera a un zoológico o un circo, y su vidacarecía de estímulo cultural, así como de educación seria. En su papel de hija de venerablesnobles rurales, Diana aprendió a ser 'una actriz consumada, astuta y pícara, pero compasiva,genuina y sensible." [23]

 

Dadas las características de su personalidad a los 20 años: virgen y púdica, fue vista como lanovia ideal para el príncipe Carlos, que ya estaba en etapa de casarse. Quienes planearon elnoviazgo, su abuela y la reina madre, se dieron cuenta también que Diana estaba enamoradade la historia de su país, y que para ella no habría futuro mejor que éste.

Me llama la atención la ingenuidad de Diana que no se da cuenta de la manipulación de queestá siendo objeto y de cómo quiere vivir la ilusión de ser princesa tal como en un cuentoinfantil. Por esta razón, no sospecha de la estrecha relación que había entre Carlos yCamilla, y tampoco se da cuenta de nada, puesto que todos le ocultan la verdad:

"(...) Diana era virgen y estaba enamorada de la historia de su país, encarnada ante ella en elmejor candidato del mundo (...) Diana comentaría luego acerca de su largo noviazgo y suboda: 'Era un cuento de hadas que todos querían hacer funcionar. También era una situacióndonde uno nadaba o se hundía, y había que aprender deprisa. Yo decidí nadar." [24]

 

La ilusión de un matrimonio feliz duró muy poco, Diana en un primer momento, teniendo enconsideración su propia experiencia frente al quiebre matrimonial de sus padres, trató demantener falsas apariencias de que todo marchaba bien y soportar la infidelidad de sumarido. Pero cuando se enteró que todos en la Corte conocían la relación con Camilla deantes de su matrimonio, se rebeló a esta doble moral.

Una manera de escapar de este fracaso fue convertirse en una excelente madre, rol queasumió con obsesión. Asimismo, en este mismo periodo comenzó su acercamiento a laspersonas enfermas y sufrientes en general, pero sobre todo, a las mujeres que padecíanbulimia y anorexia. Experiencia que ella compartía:

"Poco después de su luna de miel, Diana supo que su esposo no tenía intenciones deabandonar a su amante sólo por el hecho de estar casado (...) Pero para Diana, hipersensible

a las reacciones ajenas y ávida de la aprobación de los que amaba y respetaba, estedescubrimiento fue devastador. Había creído en el cuento de hadas, que ahora demostrabaser ilusorio". [25]

 

Durante este proceso de asumir su fracaso matrimonial, Diana padece serios desequilibriospsíquicos, principalmente, sufre de bulimia. Enfermedad que desarrolla por el rechazo de sumarido y por el deseo de ser amada. Entonces se obsesiona con la delgadez, pensando que altener un cuerpo excesivamente delgado -en los años '90 el prototipo de mujer bella es serdelgada-, será más atractiva. Por esta razón, asiste a distintos terapeutas, con el fin deencontrarse a sí misma y salir de este problema. Además, en este periodo, Diana buscaobsesivamente el amor, y tiene una serie de aventuras con distintos hombres, sin encontrarel amor verdadero, por eso tiene una serie de recaídas:

"Tal vez no fue una sorpresa para su familia y sus amigos, pues, que a fines de los '80 Dianacayera en la espiral de la bulimia, la depresión clínica, una opresiva angustia e idilioscalamitosos. Sintiéndose indeseable y rechazada, se obsesionó con la delgadez, que paramuchas mujeres se presentaba como un pasaporte para encontrar y recibir el verdaderoamor. Al mismo tiempo, en su soledad, se lanzó a una serie de aventuras nefastas (...)" [26]

 

Paralelamente al proceso de separación y posterior divorcio, Diana comienza a buscar supropia identidad, ya que al dejar de ser princesa de Gales, muchas de sus actividades ya noexistirían. Vemos así, un proceso de búsqueda incesante, primero, como una manera dedistraerse de su propio sufrimiento; luego, una forma de demostrarle a las viejasinstituciones de la realeza, que ella en el plano social hacía mucho más que todos ellosjuntos; y finalmente, un modo de ser ella misma, desprovista de títulos y de rangos oficiales.Por lo tanto, tener una razón  por qué existir y a la vez, un espacio en la sociedad, construidopor sí misma y no por ser la esposa de.

Podemos apreciar cómo Diana encuentra en las obras sociales y caritativas un lugar en lasociedad. Comienza a realizar campañas en pro de los marginados: pobres, enfermos desida, mujeres anoréxicas y bulímicas, heridos de guerra, etc. Para lograr su objetivo, se valede los medios de comunicación y de su imagen pública. En este periodo comienza a serreconocida como la reina del pueblo y la reina del corazón.

En esta etapa llama la atención la transformación que va experimentando Diana de Gales,sobre todo en lo que tiene que ver con su vestuario y apariencia externa, se va despojando deuna serie de elementos suntuarios, que en épocas anteriores eran muy importantes para suvida.

Me resulta interesante este proceso, pues al asumir que ya no es princesa, Diana comienza abuscar su verdadero papel en la sociedad. Entonces, el vestuario-disfraz que antes utilizabapara representar dicho papel real, ya no le sirven. Y por eso su atuendo se convierte en unomás simple y sencillo. Este proceso de quitarse el disfraz es impresionante, puesto que en supoder se encontraban vestidos carísimos, de los modistos más reconocidos mundialmente, yen poco tiempo se deshace de éstos, y el dinero recaudado por la venta de éstos, va en ayudade las instituciones benéficas que ella apoyaba:

"Dos deseos fervientes motivaban a Diana: quería una vida estimulante y distinguida, pero

también deseaba trascenderla mediante un compromiso más profundo con las causas y cosasque realmente importan (...) Diana es el lazo entre estos dos mundos, entre los valoresmeramente temporales y las preocupaciones eternas. Cuando murió, estaba librando laperenne batalla por la elevación que se libra en todas las almas". [27]

 

En este proceso de búsqueda de su propia identidad, proceso que es lento y que no estáexento de contradicciones, Diana se rebela frente a las tradiciones de la realeza, las cuales enlos años de su noviazgo y de su matrimonio había asumido sin cuestionamientos. Rechazaprincipalmente la moral de doble estándar que existe en Palacio, como la reina ha ignoradoy avala la infidelidad de Carlos, y como la presionaban para que ella guardara lasapariencias de un matrimonio feliz:

"Su sentido de rebeldía se dirige hacia las instituciones en cuyos estándares y valores creía,pero que acabaron traicionándola; amargura hacia su marido que la dejó por otra eindignación por aquellos, especialmente los medios, que rechazaron dar a conocer lo queella veía como la injusticia de su situación." [28]

 

Finalmente, el último rasgo de su personalidad que me interesa destacar y que esconsecuencia de todos los anteriores, es su relación de atracción-repulsión con la prensa ylos medios de comunicación en general. Diana al principio, una joven tímida e inexperta nosabe cómo enfrentase a este mundo poderoso y desconocido. Pero a medida que pasan losaños y que el cuento de hadas se ha quebrado, Diana ve en los medios la posibilidad deenfrentarse y de desprestigiar a Carlos y a la monarquía, especialmente el doble estándar deBuckingham. Asimismo, descubre que éstos pueden ser sus aleados para trazarse un caminoen la vida, una identidad propia, y en esto estaba empeñada el último año de su vida. Noobstante esta relación es muy compleja, porque Diana piensa que ella puede manejar a losmedios, pero esto es imposible.

Aquí apreciamos otro rasgo de su personalidad, el carácter narcisista, pues Diana descubreque ella es una imagen que vende, y es a través de los medios donde se fabrica esta imagen.Los lentes de las cámaras fotográficas, metafóricamente son el espejo, donde ella seconstruye día a día, y proyecta la representación que ella quiere mostrar al mundo entero.Sin embargo, al igual que Narciso, sucumbe, puesto que su final se produce en momentos enque ella escapa de los medios y de los fotógrafos que querían mostrar todos los aspectos desu vida, como ocurrió al tratar de obtener la instantánea de su último amor:

"Cada vez más expuesta a los medios, Diana llegó a esperar y necesitar la atención pública,y también a odiar el inevitable escrutinio. Necesitaba las olas de devoción que le llegabandesde la sociedad, que no la conocía en persona sino a través de esos curiosos mediosmodernos, la imagen televisiva y las luminosas fotografías de las revistas. Estas eran unaespecie de amor sustituto para Diana, que había soportado un hogar destruido en la infanciay una inmensa conmoción cuando se arruinó su matrimonio. Temiendo repetir el error desus padres, resistió, al principio en silencio. Luego su rebelión cobró un giro inesperado."[29]

 

2.3.  Rasgos comunes entre Ana Karenina y Diana de Gales

En los dos personajes femeninos analizados podemos encontrar características comunes, quetienen relación con la búsqueda de la identidad, que es el proceso que inician los personajes,producto de una crisis existencial: fracasos matrimoniales, adulterio, deseo de ser alguien enla vida, entre otros, y es en esta fase de exploración interior cuando mueren, sin haberalcanzado sus propósitos. Los rasgos comunes que encontramos son:

-          Infancia desdichada, sobre todo por la ausencia materna, producida a temprana edad,por distintos motivos: muerte, separación de los padres o enfermedad mental. Por esta razón,experimentan un sentimiento de abandono, que las acompaña por el resto de sus vidas.

-          Aparición de madres sustitutas, tías o mujeres que tienen carácter fuerte y que dealguna manera manipulan la vida de sus protegidas para liberarse de ellas o para satisfacersus propios deseos o frustraciones. Anhelan para estas niñas una vida de adulta que ellas nopudieron alcanzar: seguridad económica y material, fama y reconocimiento de los demás.

-          Se casan siendo muy jóvenes, así logran tener un hogar que no tenían, sonmatrimonios por conveniencia: para huir de una vida rutinaria, para tener una estabilidadeconómica o para acceder a la familia real.

-          Sus maridos son hombres mayores, que ya tienen un sitio y un papel en la sociedad,éstos cumplen un rol paternal, ya que debido a la inestabilidad familiar, estos personajesfemeninos buscan la seguridad en un hombre maduro, que a diferencia de ellas ya tienen unaidentidad propia y un reconocimiento social. Los maridos de estas mujeres tienen el caráctermuy fuerte (Karenin), o son muy débiles (el príncipe Carlos). Las relaciones con éstos sondifíciles, incluso en algunas relaciones hay violencia física o psíquica (Ana Karenina) oexiste insatisfacción sexual (Diana de Gales), por estas razones se sienten atraídas por otroshombres y tienen aventuras extramaritales.

-          Sus aventuras son una forma de liberación, con sus amantes desarrollan sueñosreprimidos o compensan sus carencias afectivas. Lo importante, es que ellas, de algunamanera, y dependiendo del contexto histórico, se rebelan así a la moral del medio o entornosocial al que pertenecen: moral burguesa del siglo XIX (Ana Karenina), y doble estándar dela monarquía inglesa (Diana de Gales).

-          Maternidad, por sus propias vivencias no saben cómo enfrentarla, con demasiadocelo. Para ellas sus hijos, en algún momento de sus vidas, se tornan en rivales de susamantes, en el sentido que son un obstáculo para desarrollar plenamente un amor o unaaventura, esto se aprecia sobre todo en Ana Karenina.

-          Miedo de abandono o soledad, estos sentimientos que fueron experimentados desdeniñas, en la etapa adulta se transforma en un temor hacia el abandono de sus maridos oamantes, lo que las lleva a vivir en un estado de tensión y obsesión permanente, tratando deser siempre mujeres perfectas o excelentes amantes. Por esta misma razón, llegan a padecercrisis nerviosas o enfermedades psíquicas. En consecuencia, generan una suerte dedependencia hacia los hombres con los que están viviendo, pero que a la vez, se torna en unacoso, que en muchos casos hace fracasar la relación.

-          Necesidad de agradar, por lo anterior estas mujeres sienten la urgencia de gustar yser queridas por los demás, especialmente físicamente, puesto que desde su visión es el granrecurso que tienen para salir adelante en las vidas, ya que poseen una baja autoestima y soninseguras de sus capacidades intelectuales.

-          Desarrollan actividades altruistas, por el sentimiento anterior, estas mujeres deseanser útiles a los otros y por eso llevan a cabo obras caritativas y sociales, siempre enbeneficio de los más marginados de la sociedad: pobres, enfermos, niños abandonados, etc.Esto también surge en ellas, ya que en algún sentido, se sienten marginadas y se identificanpor sus vivencias presentes o pasadas con algunos de estos grupos excluidos. Esto se daprincipalmente en Diana de Gales, que llega a ser su razón de vivir en sus últimos años devida, sobre todo, hacia los niños huérfanos y mujeres con trastornos alimenticios; y en AnaKarenina, especialmente hacia familias pobres.

-          Necesidad de evadirse, debido al miedo a ser abandonadas padecen insomnio oestados de nerviosismo, y por lo mismo, recurren al alcohol o a las drogas, con el fin decalmar sus angustias, y por ende, ahora poseen una dependencia física hacia sustancias quedañan su salud y que las pone más irritables.

-          Autoconstrucción de una nueva identidad, en estos personajes se observa unconstante proceso de fabricación de una nueva identidad, dados los sentimientos deabandono, inseguridad  y de marginación o automarginación. Esta búsqueda es el motivo desus existencias: amor imposible (Ana Karenina) y embajadora de los pobres (Diana deGales). Pero mueren sin alcanzar su propósito y en esto radican sus tragedias; una se suicidacomo liberación o por no asumir su fracaso y la otra, muere a medio camino de conseguirlo.

-          Castigar y expurgar a través de la muerte, en estos personajes están presentes estasacciones, ya que frente al castigo o sanción social que sufren por haberse rebelado a lasnormas establecidas, fueron castigadas con la marginación o exclusión social. Sienten queel castigo es injusto, porque sólo han tratado de ser auténticas y no fingir cómo lo hace lamayoría de las mujeres de su entorno. Entonces surge en ellas el deseo de castigar a susamantes o a quienes las han condenado por sus actuaciones: Ana Karenina a su amante yDiana a la familia real británica. Así, la muerte se les ofrece como una vía de expurgación,de purificación de sus propias culpas, de liberarse de los demás y de sí mismas (AnaKarenina). En Diana de Gales, permitió borrar sus errores e inmortalizarla como si fuera unasanta postmoderna.

 

3.      BÚSQUEDA DE LA IDENTIDAD FEMENINA: SU SINO TRÁGICO LASCONVIERTE EN MITO

Habiendo caracterizado a Ana Karenina y Diana de Gales, situándolas en sus respectivoscontextos y comparándolas entre sí, extrayendo rasgos similiares; ahora lo que me interesaes comprobar si estas mujeres se adecúan o no al estereotipo femenino establecido en lasépocas que a cada una le tocó vivir. Para finalmente reflexionar, a partir de estos dosejemplos, si ha variado o no el concepto de la identidad femenina tanto en la modernidadcomo en la postmodernidad. Así, revisaremos algunas definiciones de estereotipo femenino,veremos si éste se cumple o no en los personajes analizados y por último explicar losprocesos de búsqueda de su propia identidad.

 

3.1.  Definiciones de estereotipo femenino

Anne-Marie Rocheblave [30] señala que el estereotipo es un tipo, es la traducción de unjuicio de existencia. Designa lo que el individuo es para otros en tanto que miembro de un

determinado grupo, lo que él representa en la predicción que los de fuera están realizando.El estereotipo arrebata todo carácter individual a los miembros aislados del grupo que seconsidera.

En  el texto de John Nicholson, Hombres y Mujeres ¿Hasta qué punto son diferentes? [31]Se propone identificar las creencias populares más influyentes en relación con la conductatípicamente masculina y femenina y ver hasta qué punto los estereotipos resisten las pruebasobjetivas. Por esta razón efectuó una investigación donde a una nutrida muestra denorteamericanos de todas las edades y de todos los sexos se les pidió que hicieran una listade las características, los atributos y los tipos de conducta en los que, a su modo de ver,hombres y mujeres diferían. “Sus respuestas no permiten dudar de que los estereotipossexuales son  todavía poderosísimos. Tres cuartas partes de las personas interrogadasconvinieron en que los hombres y mujeres difieren en más de cuarenta aspectos delcomportamiento. Y tanto ellas como ellos expresaron una preferencia clara por la conductaque habían calificado de masculina”. [32]

Por su parte, Janet Hyde [33] plantea que los estereotipos de papeles asignados a los génerosson conductas, rasgos de personalidad que las personas esperan de varones y mujeres.

Según esta autora, cuando se recogen datos referentes a la conducta y personalidad reales demujeres y de hombres, se aprecia que, a veces, los estereotipos responden a la realidad, perootras no. Cita las investigaciones de Deaux, quien indica que los adultos de los '80 y '90consideran que los estereotipos masculino y femenino constituyen dos categoríasindependientes y distintas. Asimismo, agrega que a medida que adquirimos más informaciónsobre una persona, el género reduce su influencia sobre nuestras impresiones acerca de ella.Los estereotipos actúan más para la primera impresión. Influyen también cuando pensamosen los extranjeros o  en algunas categorías de personas. [34]

Hyde plantea la necesidad de establecer cuándo estamos frente a diferencias reales y cuándosólo se trata de pequeñas o casi nulas diferencias. Habla así del metanálisis [35] , es decir,estudios sobre otras investigaciones de estereotipos, con el fin de dilucidar las verdaderasdiferencias. Por esta razón, aquí se expondrá brevemente los resultados de este tipo deinvestigación, que entregan distinciones ciertas entre hombres y mujeres.

 

3.2. El estereotipo femenino en los personajes analizados

       Teniendo presente las definiciones anteriores, el cuadro de rasgos estereotípicos(Nicholson: 1987), que indica cómo ven los demás a las mujeres (estereotipo femenino),cuál es el juicio que existe en la sociedad sobre éstas, y también, las diferencias reales(Hyde: 1995), vamos a revisar en los personajes estudiados si éstos responden al estereotipofemenino.

 

3.2.1. Ana Karenina

En Ana Karenina se cumplen sólo algunos de los rasgos estereotípicos planteados porNicholson, menos del 50% (17 de 41). Encontramos en ella: muy emotiva, muy orientada alhogar, nada ambiciosa, muy dependiente, gusto por el arte y la literatura, entre otros. Acontinuación se presentarán algunos ejemplos:

-          Muy emotiva: Ana posee este rasgo, ya que desde el principio de la novela la vemosactuar guiada por sus sentimientos e ir en ayuda de su hermano. También, en otrosmomentos frente a su hijo y a su amante, Ana se deja llevar por sus emociones: amormaternal y amor pasional.

-          Muy orientada al hogar: aparece caracterizada como una mujer muy maternal y dehecho, cuando asume la decisión de irse con su amante, lo que más le duele es dejar a suhijo. No obstante, rápidamente construye un nuevo hogar y cuando es marginada por suentorno social, vive días completos sólo dedicada a labores domésticas y al cuidado de suhija.

-          Nada ambiciosa: Ana, quien era parte de una clase social privilegiada y casada conuno de los hombres más ricos de Rusia, no duda ni un momento en dejarlo todo por vivir suamor plenamente, aunque esto le signifique el destierro y la pérdida de su posición social.

-          Muy dependiente: Ana se vuelve muy dependiente de su amante, Vronsky, cuando loha dejado todo por él, y piensa que él es su único motivo de existir. Entonces se vuelve unamujer muy sumisa, ya que sin él no es nadie.

-          Gusto por el arte y la literatura: Ana siempre ha sentido inclinaciones hacia laliteratura, incluso cuando vive con Vronsky escribe literatura y a eso se dedica en esta etapa.

Si bien, encontramos estos ejemplos y algunos más, esto es lo mínimo que debía cumpliruna mujer de su época. Pero podemos ver que en la mayoría de los rasgos del estereotipofemenino, Ana no se adapta al modelo o sólo lo hace en algunas circunstancias: nadaagresiva, muy subjetiva, ilógica, etc.

En realidad, Ana Karenina es una mujer que se rebela al estereotipo femenino presente en elsiglo XIX, puesto que en ella encontramos algunos rasgos típicamente masculinos, comopor ejemplo: nada influenciable, muy activa, directa, aventurera, muy franca. Incluso,podemos decir, que Ana es una mujer muy auténtica, puesto que es capaz de sublevarse a lasnormas sociales de su época: ser infiel, tener una hija fruto del adulterio e irse con su amanteal extranjero. En esta rebelión, surge su drama, puesto que su clase y entorno social no leperdonan lo que consideran una traición y no le permiten reintegrarse a la sociedad y laaíslan. Fruto de este aislamiento y de la injusticia social, surge su desesperación y obsesiónpor el amor de Vronsky, se siente insegura y cree ser engañada. Entonces, opta por la muertepara escapar de sí misma.

 

3.2.2. Diana de Gales

            En Diana de Gales están presentes casi el 50% (19 de 41) de los rasgos estereotípicosfemeninos, como por ejemplo: muy emotiva, no disimula las emociones, muy subjetiva,excitable en crisis de poca importancia, muy orientada al hogar, no sabe cómo es el mundo,sus sentimientos se hieren fácilmente, llora con mucha facilidad, ninguna confianza en símisma, dependiente, vanidosa respecto a la apariencia, habladora, diplomática, amable,consciente de los sentimientos ajenos, hábitos limpios, gran necesidad de seguridad, expresafácilmente sentimientos tiernos. A continuación explicaremos algunos de éstos:

-          Muy emotiva: este es un rasgo que se da a lo largo de toda la vida de Diana, ya desdeniña fue muy sensible, esto producto del divorcio de sus padres y por el sentimiento deabandono que siempre la acompañó. Podemos recordar el momento en que renuncia

Gertrudis y Diana sufre muchísimo y también, va a estar presente cuando tiene su crisismatrimonial con Carlos.

-          Excitable en crisis de poca importancia: se aprecia esta característica cuando Dianatiene problemas en su matrimonio y según, el entorno de Carlos, Diana hace escenas porcosas irrelevantes para la llamar la atención de él.

-          Muy orientada al hogar: Diana desde los primeros años de su matrimonio demostróser muy maternal y cuidadosa de su hogar. De alguna manera, este fue el sitio pararefugiarse de su infeliz matrimonio.

-          No sabe cómo es el mundo: podemos apreciar que Diana era en su época deadolescente una mujer muy ingenua y que por esta razón creyó que su matrimonio era comoun cuento de hadas del siglo XX, y no se dio cuenta de las manipulaciones de que estabasiendo objeto, ni tampoco de que su novio no la amaba, y cuando se enteró  de que Carlos leera infiel con Camilla, su vida cambió drásticamente y ahí recién se dio cuenta de cómo erala realidad y su entorno más cercano, la monarquía inglesa, que ella creía incorruptible.

-          Ninguna confianza en sí misma: Diana debido a su historia familiar, abandono de sumadre y posterior divorcio de sus progenitores, y luego frente al engaño de su marido, tieneuna autoestima muy baja y por eso incluso padece de bulimia, porque piensa que siendodelgada será una mujer más atractiva y querida por los demás.

-          Vanidosa respecto a la apariencia: producto de su sentimiento de inseguridad, Dianase preocupa mucho de su imagen, ya que ha descubierto que es admirada y por ende, losmedios la persiguen y la acosan. Así, podemos ver el proceso de crecimiento o demaduración a lo largo de su vida, respecto a esta característica, va a pasar por distintasetapas con el uso de su vestuario, de vestirse como una princesa de cuentos; a una lujosa yextravagante mujer aristocrática; a una mujer elegante y refinada, y que a la vez, usabatejanos y zapatillas. Pero cada detalle de su apariencia estaban seleccionadoscuidadosamente, teniendo presente que los medios siempre estaban en la mira.

-          Consciente de los sentimientos ajenos: este es uno de los rasgos que más la definen,ya que incluso en los últimos años de su vida, fue reconocida mundialmente por sus obras decaridad y de solidaridad con los más postergados de la sociedad. Todos admiraban en ella lacapacidad de empatía que tenía con los sufrientes y cómo éstos se aliviaban con supresencia.  

 

Finalmente, podemos decir que, si bien, Diana se acerca más al estereotipo femenino, ya queen ella encontramos muchos de los rasgos que se reconocen como típicamente femeninos.No obstante, es interesante observar el proceso que va a experimentar a lo largo de su vida,ya que debido a su pronto fracaso matrimonial, Diana va a dejar de lado muchos de éstos,como una manera de rebelarse a las instituciones, principalmente a la monarquía, a quienescritica su doble estándar y su nulo compromiso social. Por esta razón, podemos concluir,que Diana va a poner en cuestión el rol femenino que supuestamente debía cumplir comoesposa del heredero del trono: ser sumisa y totalmente dependiente al marido. También enDiana se produce un acercamiento a lo que se considera más propio del estereotipomasculino como por ejemplo: se transforma en una mujer aventurera (tiene varios amantes),hábil en los negocios (sabe transar en el mercado sus carísimos vestidos) y hace de líder(representando a muchas organizaciones sociales). Así, en el último año de su vida Diana

aparece como una mujer segura de sí misma y que sabe lo que quiere en la vida, y no tieneninguna relación con la tímida Diana de los años '80 que se sonrojaba por cualquier cosa.

 

Analizando las personalidades de estas mujeres según los planteamientos de Janet Hyde,podemos hacer algunos paralelismos entre la mujer del siglo XIX y la del XX, respecto a lasdiferencias reales entre hombres y mujeres.

Así, observamos que respecto a la categoría de confianza en sí misma, en el caso AnaKarenina, es una mujer que posee bastante este rasgo, dadas las circunstancias históricas yde su respectivo entorno social. Por esta razón, no trepida en optar por el adulterio y vivir elque creen es el amor de su vida. Ana Karenina desarrolla esta cualidad, ya que abandona asu marido para vivir con su amante, porque prefiere esto a llevar una vida inauténtica. EnDiana de Gales, esta característica no se presenta, ya que durante su vida sufre de una muybaja autoestima, debido al abandono de su madre y también, por la imagen que se hapresentado de ella a través de los medios: hermosa, pero poco inteligente. Debido a esto,busca desesperadamente su propia identidad y así ser reconocida por sus méritosintelectuales y no sólo por su apariencia. En Diana de Gales, apreciamos cómo en el últimoaño de su vida da muestras de mayor seguridad en sí misma.

En cuanto a la influencialidad, Ana Karenina es menos influenciable por los demás, ya queella toma la decisión de vivir su amor y no retrocede hasta el final, asumiendo todos loscostos de esta determinación. Por su parte Diana va a experimentar, siendo adulta lainfluencia de sus psiquiatras y terapeutas.

En relación a la conducta de ayuda en Ana Karenina, sólo en situaciones muy determinadas:cuando se siente totalmente desamparada esta ayuda se da hacia personas pobres. En Dianaesta cualidad está muy presente en su vida, quien hace de esto su razón de existir. Noobstante, en estos personajes, se da el tipo de ayuda propia del sexo, es decir, la del tipomaternal y de protección a los más débiles. No obstante, en su último año de vida se habíadedicado también a proporcionar ayudas del tipo heroico consideradas más masculinas,como por ejemplo, campañas de ayuda contra las minas antipersonales. 

Finalmente, en ellas está presente la ansiedad, como una de las características de suspersonalidades, en algún momento de sus vidas experimentan miedo y temor al futuro y porende, deben recurrir a sustancias (drogas o alcohol) que les permitan calmar estas angustiasy evadirse así  de una realidad que se les torna amenazante.

 

3.3. Proceso inacabado de autorrealización

       En los personajes femeninos analizados, observamos un proceso de autorrealización,búsqueda de la identidad truncado, producto de sus muertes trágicas: suicidio (AnaKarenina) y accidente (Diana de Gales). En consecuencia, estamos frente a unatransformación inacabada de autorrealización y legitimación social.

       Es necesario señalar que en el caso de Ana Karenina la muerte llega porque ella lodetermina, enfrentada a un futuro aciago, y también, por la toma de conciencia de laimposibilidad de lograr su meta: vivir libremente su amor. Entonces, decide acabar con suvida como una forma de liberarse de los otros y de sí misma. Podemos decir, que estamosante una heroína trágica.

       La muerte de Diana de Gales ocurre por un accidente, y justo en un momento de suvida, donde estaba alcanzando su propósito: ser ella misma y con esto, lograr un ciertoequilibrio y tranquilidad en su existencia, después de periodos de mucha inseguridad,angustia y depresión. Diana había dejado atrás el título y rol de princesa de Gales paratransformarse en la embajadora de los pobres y a la vez, estaba disfrutando de su nuevoamor. Muere y no consigue el final feliz para su vida.

       En la muerte de Diana de Gales se ha visto la imposición del destino, puesto que unamujer que había tenido una vida bastante sufrida en el plano emocional y que por finalcanzaba un cierto equilibrio en este aspecto, la muerte le impide ser feliz. Pero también sufinal se puede interpretar como un castigo por querer dominar (traicionar) a los medios,siendo que éstos la habían convertido en lo que era en el presente, una figura mundialmenteconocida y querida por la gente, a pesar de ya no pertenecer a la monarquía. Entonces, seimpone la fatalidad propia de los héroes trágicos, imposibilidad de superar el destino, que laaplasta y anula su actuación.

       En conclusión, si ya hemos dicho que estamos en presencia de heroínas trágicas,podemos establecer una analogía entre sus vidas y las características de la tragedia.

       Para Marchese y Forradellas, la tragedia de todos los géneros literarios es el más ligadoal mundo griego. Aristóteles ve en la tragedia la presencia de un principio satírico o pánico,conexo a los ritos de la fecundidad. La representación teatral funde en una estas distintasfacetas y las actualiza en la vicisitud ejemplar de un héroe que procede de la leyenda o elmito. Uno de los elementos más importantes de la tragedia es la catarsis o purgación de laspasiones (primero en el héroe, después por transferencia en el público) por causa del terror yla piedad; la hamartia o error de juicio e ignorancia de culpabilidad del héroe, quedesencadena el proceso que culminará con la catástrofe; la hybris, arrogancia irracional delhéroe que persevera en su acción, a pesar de las advertencias, y que lo hará enfrentarse aldestino; el pathos, sufrimiento del héroe que se comunica al público por medio de latragedia. Todo ello arropado por la presencia intuida de un destino o fatalidad, ajena a lalibertad de acción del héroe, que terminará aplastándole y anulando su actuación: el héroe,en un momento conoce, esa instancia superior, sobrehumana, y acepta arrostrarla, asabiendas de que ese combate sólo puede conducirle a su destrucción. Del choque entre lalibertad o la voluntad del protagonista y ese destino (divinidad o sociedad) surgirá la esenciade lo trágico que, cuando encarne en forma teatral, producirá la tragedia. [36]

       Vemos cómo en las historias personales de los personajes analizados están presentes loselementos característicos de la tragedia: héroes que se rebelan, en este caso a la sociedad, yque perseveran en sus actuaciones, a pesar de las advertencias que reciben. Y por seguirempeñadas en lo que ellas creen verdadero o justo, se les impone la fuerza del destino, quefinalmente acaba con sus vidas. No obstante, pienso que este rasgo se observan con másnitidez en Diana, ya que su muerte accidental representa la imposición del destino. Encambio, en Ana Karenina, frente a un inminente fracaso, opta por morir. De todas, manerasen sus historias, observamos el otro elemento peculiar de la tragedia, que es la catarsis opurgación, que se da tanto en los mismos personajes, forma de purificación o liberación ytambién, hacia el público, una suerte de terror-compasión, una advertencia de que si ellosactúan de manera similar a estos personajes tendrán el mismo final. Por esta razón es queestos personajes femeninos, dadas sus trágicas vidas, se convierten en símbolos (Ana

Karenina) o mitos (Diana de Gales) de una cultura.

       Todo mito se inscribe en una sociedad y en una cultura, en este caso la cultura demasas. Según Edgar Morín, la cultura de masas surgió y se desarrolló en los Estados Unidosa partir de los años '30. Después de la segunda guerra mundial, adopta una temáticacoherente en los países occidentales. Se constituye en función de las nuevas necesidadesindividuales que surgen. Proporciona a la vida privada las imágenes y los modelos que danforma a sus aspiraciones no pueden satisfacerse más que en las grandes ciudades;proporciona una evasión por poderes dirigida hacia un universo en el que reinan la aventura,el movimiento, la acción desenfrenada y la libertad en el sentido individual, afectivo eíntimo de la realización de las necesidades o los instintos inhibidos o prohibidos. Por lotanto, es verdaderamente una cultura, que está constituida por un cuerpo de símbolos, mitose imágenes que se refieren a la vida práctica y a la vida imaginaria, un sistema específico deproyecciones e identificaciones. Es una cultura añadida a la cultura nacional, la culturahumanista y la cultura religiosa. [37]

       Según Morín, la cultura de masas es una cultura fundamentalmente profana y estética.Se presenta de formas diferentes, pero especialmente en la de espectáculos. Acentúa el papeldel gozo individual presente. El mundo imaginario es consumido más a través deespectáculo y de relaciones estéticas que en forma de ritos, cultos, mitos religiosos y fiestassagradas.

       Asimismo plantea que lo imaginario da forma a deseos, aspiraciones y necesidades, aangustias y temores. Libera sueños de triunfo y felicidad y los monstruos interiores queviolan los tabúes y la ley. Dibuja lo posible y realizable, y a la vez, crea mundos fantásticos.

       Explica este autor que los diferentes niveles y virtualidades de lo imaginario vivenmezclados en el seno de las grandes mitologías. Cada mitología tiene sus propias estructurasy cada cultura orienta dentro de sí relaciones propias entre los hombres y lo imaginario. Así,se produce un doble movimiento de proyección-identificación. En un estado óptimoidentificativo de la proyección-identificación, lo imaginario segrega mitos que puedenconstituir verdaderos modelos de cultura.

       La proyección es la liberación síquica, necesidad de evasión. La más significativa es laque adopta el carácter de exorcismo, fijando el mal, el terror o la fatalidad sobre personajesdestinados a morir de forma casi sacrificial. Es decir, estamos frente a la tragedia. La muertetrágica del héroe introduce en la relación estética del sacrificio.

       Por su parte, la identificación es el equilibrio entre idealización y realismo, donde elpersonaje debe poseer ciertas características: verosimilitud y humanidad; vivir másintensamente, más amor y más riqueza; situación en correspondencia con los interesesprofundos o problemas concernientes a necesidades y aspiraciones del espectador; y héroesdotados de cualidades simpáticas. [38]

       En el caso de Ana Karenina se considera un símbolo literario de una cultura, la de finesdel siglo XIX, donde imperan los rasgos de la modernidad, aquí las normas burguesasimpedían cualquier rebelión de parte de las mujeres, y de alguna manera, a través de lacrítica a la sociedad de ese entonces, su autor la transforma en prototipo, que siempre hasido considerado a la hora de escribir o hablar de la libertad femenina.

       Podemos afirmar que  Diana de Gales corresponde a esta categoría de mito, propio de la

cultura de masas y de la postmodernidad, donde actúa como modelo de vida, y en sentidotrágico, como héroe que posee cualidades con las que el espectador se identifica y a la vez,proyecta sus miedos y temores.

       Lo anteriormente explicado, se aprecia fundamentalmente en Diana, quien en surespectivo contexto fue mujer estrella, con cuya imagen muchas y muchos se identificaron,impuso modas y estilos de actuar, que caracterizaron a las décadas de los  '90. Y que debidoa su trágico final, los espectadores la han convertido en una leyenda, en figura de adoracióncon cualidades de inmortalidad.

           

 

 

4. Palabras Finales

     Interesante es el ejercicio discursivo que ha resultado como fruto de esta crítica a lamodernidad, en la que se inscriben también los discursos feministas. Crítica allogocentrismo a las verdades universales, al canon masculino como modelo único.Importante ha sido recuperar estos otros discursos sobre mujeres que han sido objeto deatención de los medios masivos y de la prensa rosa, Diana de Gales, o que fueron inventadospara imponer un modelo ejemplar (Ana Karenina); es decir, discursos que han circulado almargen de los discursos oficiales. Pero que no pueden dejar de ser analizados, porque hansido el espejo en el que se han mirado tanto las mujeres del siglo XIX como las de fines delXX.

     En los personajes femeninos analizados encontramos rasgos similares, que se relacionancon la búsqueda de la identidad, que es el proceso que comienzan los personajes, productode crisis existenciales: fracasos matrimoniales, adulterio, infertilidad, deseo de ser alguienen la vida, entre otros, y es en esta etapa de autoconocimiento cuando todas mueren, sinhaber alcanzado sus propósitos.

     Según lo anteriormente analizado Ana Karenina es una mujer que se rebela al estereotipofemenino del siglo XIX, pues se escapa a la norma, rompe los rígidos esquemas socialespropios de la modernidad, transgrede la disciplina ilustrada al ser una mujer infiel a sumarido, y como no puede ser feliz, porque la sociedad la ha marginado no le queda másalternativa que el suicidio, como una forma de liberarse –dejar de sufrir- y a su vez, con sumuerte castigar a su amante.

     Me parece importante comentar que esta novela surgió precisamente en el siglo XIX conel fin de servir como advertencia para aquellas mujeres que intentaran romper las normasmorales. Por eso, concluyo que Ana Karenina es un producto cultural propio y característicodel pensamiento moderno, donde los roles sociales de mujeres y hombres están claramentedefinidos y prefijados por la sociedad.

     En el caso de Diana de Gales vemos que si bien ella se acerca más y responde alestereotipo femenino propio de su época y de su entorno social; producto de su fracasomatrimonial y posterior crisis existencial, se rebela a la monarquía británica y critica a travésde los medios de comunicación el doble estándar de la realeza. Pero es justamente a travesde los medios masivos como se va construyendo su propia identidad –espejo de sí misma- yes en esta relación de mutua complicidad/necesidad donde Diana comete el grave error de su

vida, pues en el último tiempo los traiciona y quiere escapar –huir con su amante- del lentemediático que la persigue y muere en el intento; tratando de ser ella misma a espalda de losmedios de comunicación que no le perdonan su abandono.

     En la muerte de Diana vemos el tratamiento mediático que se hizo de ella, cómo larealidad se confunde con la irrealidad, tan típico de la postmodernidad; muchos y muchassufrieron con su muerte, pues la consideraban como uno  de ellos, lo que no deja de sercontradictorio y más lejano de la verdad, ya que nadie se engaña de que ella era una mujeraristocrática y que fue educada para desempeñar el papel que se le había asignado. Aquíobservamos una de las ambivalencias de la postmodernidad, el imperio del simulacro(contradicción entre el ser y el parecer), simular una realidad que no existe como tal, perocuyos efectos son reales: Diana parecía la reina del pueblo, pero en realidad no lo era, noobstante, fue el propio pueblo británico el que la lloró y acompañó como a su reina el día desu entierro, aunque ya había sido despojada de todos sus títulos reales. Hecho que fuetransmitido en directo por todas las cadenas de televisión e internet a todos los rincones delplaneta.

 

5. BIBLIOGRAFÍA

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ROCHEBLAVE, A.M. (1968). Lo masculino y lo femenino en la sociedad contemporánea,Madrid, Ciencia nueva,

TOLSTOI, L. (1968). Ana Karenina, Barcelona, Gasso Hermanos

 

 

[1] LYON, D. (1996). Postmodernidad, Madrid, Alianza Editorial, p. 21

[2] WOLLER, G. (1997) (ed.) Public Administration and Postmodernism, p. 9 citado enLYON, D. Op. cit., p.26

[3] LYON, D., Op. cit., p.35

[4] Ibídem, pp. 39-42

[5] Ibídem, p.48

[6] FOUCAULT, M. Vigilar y castigar. (1990), Madrid, Siglo XXI citado en LYON, D. Op.cit., p.57

[7] LYON, D. Op. cit., p.64

[8] Ibídem, pp.70-73

[9] COLAIZZI, G. (1990). Feminismo y teoría del discurso, Madrid, Cátedra

[10] Ibídem, p.14

[11] Ibídem, p.15

[12] Ibídem, p. 20

[13] Ibídem

[14] CIPLIJAUSKAITÉ, B., (1984). La mujer insatisfecha. El adulterio en la novelarealista, Barcelona, Edhasa, pp. 13-25

[15] TOLSTOI, L. (1968). Ana Karenina, Barcelona, Gasso Hermanos, p. 87

[16] Ibídem, p. 143

[17] Ibídem, p. 238

[18] Ibídem, p. 356

[19] Ibídem, p. 372

[20] LYON, D. Op. cit.

[21] Ibídem, pp. 9-24

[22] SPOTO, D. (1997). Diana. El último año, Traducción Carlos Gardini, Buenos Aires,Javier Vergara Editor,  p. 45

[23] Ibídem, p. 46

[24] Ibídem, p. 52

[25] Ibídem, p. 80

[26] Ibídem

 

[27] Ibídem, p. 74

[28] MORTON, A. (1968). Her new life, Londres, Ed. Michael O'Mara Books, 1994

 

[29] Ibídem, p. 86

 

[30] ROCHEBLAVE, A.M. (1968). Lo masculino y lo femenino en la sociedadcontemporánea, Madrid, Ciencia nueva,. Traducción de Lourdes Ortiz Sánchez, p. 33-34

[31] NICHOLSON, J. (1987). Hombres y Mujeres ¿Hasta qué punto son diferentes?,Barcelona, Ariel, Traducción Jordi Beltrán Ferrer

[32] Ibídem, p. 21-23

[33] HYDE, J. (1995). Psicología de la Mujer. La otra mitad de la experiencia humana,Madrid, Morata, p. 90

[34] Ibídem, p. 92

[35] Ver en HYDE, Psicología de la Mujer. La otra mitad de la experiencia humana,  Op.cit., p. 94

[36] MARCHESE, A. - FORRADELLAS, J. (1989) Diccionario de Retórica yTerminología Literaria, Barcelona, Ariel, p. 408

[37] MORÍN, E. (1966). El espíritu del tiempo. Ensayo sobre la cultura de masas, Madrid,Taurus, Versión española Rodrigo Uria y Carlos María Bru, p.56

 

[38] Ibídem