la balada de alfonsina bairan: sus mundos alternos de la dictadura de trujillo
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Doris Melo Mendoza. Libro de crítica literaria sobre la novela La balada de Alfonsina Bairán. Derechos Reservados por el autor. Copy Right. 2013TRANSCRIPT
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“La balada de Alfonsina Bairán”
Sus mundos alternos a la dictadura de Trujillo.
Doris Melo Mendoza
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“La balada de Alfonsina Bairán: Sus mundos alternos a la dictadura de Trujillo”.
Ensayo crítico De
Doris Melo Mendoza. 2013
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Portada del libro: Nina Sergeeva. © “La balada de Alfonsina Bairán: mundos alternos a la dictadura de Trujillo”. 1ra edición San Juan, P. R. ©Doris Melo Mendoza, 2013-‐ Licencia de propiedad intelectual
©Todos los derechos reservados por el autor. Copy Right.
Ediciones Carnaval. P.R
Ruptura ideologica, nueva visión de la literatura dominicana…
La literatura dominicana que se escribe en las
últimas dos décadas del siglo XX, particularmente la
narrativa manifiesta una constante preocupación
social, política e histórica. Muchos de los escritores
dominicanos contemporáneos elaboran su discurso
tomando como punto de partida los treinta y un
años de la dictadura.
Las décadas de los años sesenta y setenta
constituyen un periodo de ruptura ideológico con el
sistema de la dictadura trujillista. Es a partir de ese
momento que los intelectuales dominicanos
particularmente la generación de 1965, conocida
como la llamada generación de postguerra,
intentan construir en el país un nuevo orden
mental y literario.
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Entre los escritores que corresponden a esta
generación se destaca: Andrés L. Mateo, Carlos
Esteban Deive, Pedro Peix, Marcio Veloz Maggiolo,
Pedro Vergés y otros. Del corpus de escritores que
corresponden a esta generación, intereso estudiar la
novela de Andrés L. Mateo, La Balada de Alfonsina
Bairán.
Considero que La balada de Alfonsina Bairán, es
una novela que permite formular
diferentes lecturas. Esta, es una de las razones por
la cual retomé el tema antes estudiado en mi tesis
de maestría. Por otra parte admiro y considero al
escritor Andrés L. Mateo como uno de los
intelectuales que más han aportado a la cultura
dominicana en el siglo XX. En sus obras, plantea la
problemática social y política dominicana, denuncia
la realidad histórica de los años de la dictadura y en
otras de sus novelas denuncia los doce años de
represión gubernamental del gobierno de Joaquín
Balaguer.
Nuestro estudio sobre La balada de Alfonsina Bairán
será, tomando como punto de partida para el análisis
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textual; el estudio del narrador, su función y forma
dentro del relato con otros recursos textuales que le
permitan al autor implícito de la obra dirigir la
lectura. La elocución, focalización y algunos
elementos narrativos que consideremos pertinentes
y se observen en la novela.
utilizaremos como referencia algunas obras que
analizan el texto narrativo, como los son: de Mieke
Bal, (1987), Teoría de la narrativa (Una introducción
a la narratología), Antonio Garrido, (1993), El texto
narrativo, María del Carmen Bobes Naves(1993), La
novela, Genette G.(1972) Figuras III. Por otro lado
emplearemos algunos de los conceptos estudiados
por Mijaíl Batín (1989), en Teoría y estética de la
novela.
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Andrés L. Mateo, Filológo dominicano,
pensador incansable , compromiso con la
cultura. Andrés L. Mateo nació en Santo Domingo (1946). Es
Licenciado en letras por la Universidad Autónoma de
Santo Domingo. Estudió filología en la Habana
donde obtuvo el título de Doctor en Ciencias
Filológicas. Es poeta, crítico, novelista, ensayista y
educador. Dirigió durante un tiempo el suplemento
literario Aquí del periódico La Noticia. También es
catedrático de literatura y lingüística en varias
universidades en la ciudad de Santo Domingo. En
1981 obtuvo el Premio Nacional de novela otorgado
por la Secretaria de Estado de Educación, Bellas
Artes y Cultos con La otra Penélope. En 1991, recibió
el Premio Nacional de Ensayo con Mito y Cultura en
la era de Trujillo.
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Mateo se inserta en la narrativa de los años sesenta,
una generación de jóvenes intelectuales dominicanos
conocida con el nombre de “generación de la joven
poesía dominicana.” Luego de varios años fuera de
Santo Domingo en el exilio, regresó al país y se
integró a los grupos culturales de los escritores de
los años ochenta, iniciando una nueva trayectoria
literaria inclinada hacia una estética de carácter más
universal. Es a partir de entonces que comienza a
escribir novela y ensayo.
Ha publicado novelas y ensayos entre las cuales se
encuentran: Pisar los dedos de Dios (1972,
Manifiestos literarios de la República Dominicana,
Poetas de Postguerra (1979), La otra Penélope
(1979), La balada de Alfonsina Bairán (1985), Mito y
Cultura en la Era de Trujillo (1994, Al filo de la
dominicanidad (1996, Poesía I (1996), Palabras
perdidas (2000) entre otros.
Andrés L. Mateo es un intelectual comprometido
con la causa nacional democrática. Es decir, se
mantiene en una lucha por defender los derechos
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constitucionales del pueblo, en un reto con las
condiciones políticas adversas que aún afectan al
país. Su obra en general es una comprometida y
constituye un intento de crear conciencia, a las
nuevas generaciones que componen la sociedad
dominicana.
Mateo pertenece a la generación conocida como
los escritores de Post-guerra. Estos fueron los
escritores que se comprometieron con la juventud de
su época en lo que se llamó Poesía Sorprendida, su
poesía está centrada en la búsqueda de una estética
universal. Esta se encuentra relacionada a la estética
de los llamados poetas culturalistas de los años
cuarenta influidos por la poesía de Cesar Vallejo. Los
jóvenes poetas dominicanos de la generación del
sesenta, se identificaron con los ideales de Vallejo.
Entre sus inquietudes adoptaron las tendencias
marxistas de su obra y los temas centrados en la
existencia del hombre, la injusticia social y la
angustia. Al igual que los poetas del cuarenta, Mateo
en los sesenta, asume un compromiso social en su
trabajo literario. Su poesía, sus novelas y sus
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ensayos reflejan, en términos literarios, un
compromiso nacional.
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La impresión de la crítica literaria sobre Alfonsina
Bairán.
Andrés L. Mateo ha sido considerado por la crítica
dominicana como uno de los escritores
comprometidos de su generación. Miguel Ángel
Fornerín en su ensayo “Muestra dominicana,” (1997)
ubica la obra de Mateo en la narrativa de transito de
lo rural a lo urbano. Señala que Mateo es uno de los
escritores que refleja la búsqueda de una estética
universalista más cercana a los poetas
culturalistas de los años cuarenta. Entre ellos
destacan José Mármol, Plinio Chaín y Cesar Zapata,
escritores de la poesía sorprendida.
Fornerín, en su trabajo “Otra visión del burdel en La
balada de Alfonsina Bairán,” incluido en su libro
Santo Domingo y Puerto Rico también son,
refiriéndose a la narrativa de Andrés L. Mateo señala
que el autor escribe la misma en el espacio de la Era
de Trujillo retomando a su vez un momento de
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mucho significado y valor en la historia
contemporánea. Por otro lado señala que en La
balada de Alfonsina Mateo nos introduce al mundo
de los inmigrantes españoles del 1936 y su
consecuente deportación, un hecho histórico de
mucha repercusión dentro de la historia dominicana.
Fornerín señala además que La balada de Alfonsina
Bairán, es una novela en la que se mezcla una
escritura que denomina neobarroca de estirpe
poética con ideas existencialistas propia de autores
filósofos como Sartre y Camus. Apunta en su
ensayo que el burdel en esta obra es una metáfora
del país. A su vez refiere que el burdel es una
tragicomedia absurda. (109)
Por otro lado Giovanni Di Pietro, en un ensayo sobre
las novelas de Andrés L. Mateo destaca el estilo lírico
y simbólico de La balada de Alfonsina Bairán.
Considera que los personajes de sus tres novelas
enfrentan una misma realidad política de su tiempo,
un mismo pasado anterior y posterior al tirano.
El narrador en esta novela, es un narrador testigo de
una época de valor en la história dominicana
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contemporánea: el final de la era de Trujillo. En ella,
el narrador es un estudiante de derecho que es
testigo de los hechos que ocurren en la República
Dominicana.
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Detalles de la vida de Alfonsina Bairán: mujer
misteriosa que funge como protagonista de esta
historia.
La balada de Alfonsina Bairán trata de una mujer
misteriosa que pertenece a un sector de la
sociedad en la parte oriental de la ciudad, en la
capital de Santo Domingo. El narrador nos cuenta,
algunos eventos pocos significativos de la infancia
de Alfonsina sin entrar en muchos detalles. El
hablante que funge como estudiante derecho y este,
no inteviene en los mundos de los personajes,
apenas se limita a testimonial algo que parecen ser
parte de los escritos en el diario de Alfonsina.
Detalles de su vida como donde vivía, sus amigas las
turquitas de la Mella, y como conoció al que luego se
convirtió en su esposo. Notamos que este segmento
de la historia el autor implícito parece no tener
interés en darle voz a los personajes. Es una etapa
que el narrador usará como parámetro para
contrastar con la Alfonsina frustrada, sufrida y
silenciosa del Bar La Turca.
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….Entretanto, vemos en el transcurrir de la narración
que el estudiante que narra nos entera de su
disgusto con lo que sucede en el país y su
impotencia ante todo lo que no puede cambiar. El
pertenece a un grupo clandestino subversivo que
lucha en contra del régimen dictatorial. Se le
encomienda que reparta panfletos entre los
ciudadanos y los introduzca por debajo de las
puertas. Además del discurso denunciatorio de la
iglesia y su oposición al tirano en boca del sacerdote
Luís. Sucesos que en realidad ocurrieron en la
historia dominicana. El autor implícito se vale del
padre Luís para denunciar los conflictos que en 1961
tenía la Iglesia Católica con el Estado. Esta situación
de conflictos con la iglesia produjo un ataque
silencioso del dictador. Así vemos como en la novela
se denuncian estos atropellos; muerte de un
seminarista desaparecido y torturado y luego el
apresamiento del padre Luis por los esbirros de la
dictadura frente a su iglesia.
Estos sucesos que ocurren en el país y que son
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una constante a lo largo del texto, son denunciados
por un estudiante de derecho, que podría ser el
propio autor vinculado en esa rebeldía en su
juventud, testimonios de su época. Mateo plantea,
denuncia y nos pone en contacto con un personaje,
que puede ser cualquier sujeto que estuviera
vinculado directamente con la dictadura decadente
pero vigente de Rafael Leónidas Trujillo, y con lo
que sucede en el país en ese año del
1961 Conjuntamente se retrotrae a épocas
anteriores.
Denuncia estos hechos los envuelve políticamente
como dejando ver a través de las palabras, los vasos
comunicantes que al tejerse en el desarrollo del
texto, nos llevarán a entender todo un cúmulo de
eventos que suceden en la trama.
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Alfonsina, la mujer transgresora y su bar La Turca…
De pronto vemos que Alfonsina se ha quedado
viuda.El narrador se detiene en un tiempo y deja
pasar un año como si desconociera lo que ocurrió
durante ese tiempo en la vida del personaje. De
manera que no sabemos que ha ocurrido y tampoco
él narrador nos demuestra asombro con la visión de
sorpresa ante la actitud de Alfonsina. Luego de un
periodo de casi un año nadie la ha visto salir de la
casa en todo ese tiempo ni recibir visitas.
Alfonsina mantenía distancia entre sus vecinos luego
de la muerte de su esposo. Tal parece que no quería
arrojar ningún comentario, que la perjudicara luego
y le echara a perder los planes que ella se había
trazado para vengarse luego, de la dictadura. El
narrador destaca ese momento cuando ella sale, y se
enfrenta a ese mundo del cual estuvo apartada
mucho tiempo.Tras contarnos detalles de los arreglos
que Alfonsina le hizo a la casa: El narrador nos
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cuenta que Alfonsina, llevó hombres a la casa y
tumbó puertas y paredes y luego entraron muebles,
mesas, sillas. En fin, todo lo necesario para un bar.
Alfonsina, la mujer simple, sencilla, ingenua, seria.
La Alfonsina que jugaba con los perros en su
infancia, inocente. La que todos respetaban por ser
una señora en el barrio de repente parecía haber
dejado de serlo, para convertirse en una vendedora
de placeres, Convirtió la casa heredada de su padre
en un prostíbulo al que bautizó con el nombre de Bar
La Turca
Alfonsina, vivía con dos prostitutas y sus tres perros,
los cuales paseaba los martes. Sus paseos tenían un
mismo rumbo y conducían a un mismo lugar, el
centro de la ciudad colonial. Ella se vestía
elegantemente, con sus collares de perlas y sus
trajes de lino, muy distinguida, con un moño en la
nuca, y su bastón terminado en un puño de plata en
el que se perfilaban paradójicamente las caras de
unos ángeles. Toda el paseo consistía en unas
vueltas alrededor de la glorieta del parque, en
compañía de los perros. Allí, se sentaba en un banco
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a recordar a su esposo y alimentar su resentimiento
para tener el valor de seguir con los planes que
había forjado.
La apertura de ese prostíbulo trajo como
consecuencia protestas de la iglesia y los vecinos del
lugar quienes se negaban al escandalo y la clase de
negocio en un barrio humilde pero de gente decente.
Un prostíbulo en una vecindad de personas
religiosas. No obstante Alfonsina se había convertido
en una mujer transgresora y se salió con la suya.
Ella recibía en el Bar La Turca, a personas
importantes del gobierno, miembros del régimen que
en ese momento paradójicamente le dieron
protección.
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Vasos comunicantes en La balada de Alfonsina
Bairán
Por otro lado, en La balada de Alfonsina Bairán se
dan cita diferentes historias conectadas entre sí. Por
un lado el estudiante de derecho quien funge como
narrador testigo que denuncia las atrocidades del
régimen y el miedo de la gente ante la represión
gubernamental, los temibles calies. En fin, todo lo
que ocurre en el país para esa época decadente en
que Trujillo había caído en descredito frente al
mundo y hasta la iglesia conspiraba contra el tirano
desde el púlpito.
El narrador describe los últimos meses de la
dictadura como una crónica histórica. En un lenguaje
expresivo a veces poético detalla como vivía la gente
en el país durante esos meses previo a la muerte del
tirano. El miedo y el terror los representa con un
realismo casi fotográfico. Se pueden apreciar en la
descripción de los rostros temerosos y en las
palabras, en las voces de los que componen el
conglomerado social que se proyectan en la novela.
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La desaparición de miembros de la iglesia por parte
de la dictadura, la llegada de los españoles en el
1940 y su expulsión cuatro años más tarde. Son
algunos de los hechos históricos que el autor
implícito le interesa destacar.
Por otro lado se describen los momentos en los que
se desata la noticia que mataron al dictador, con sus
consecuencias. El pueblo se vuelve en rebeldía y
clamaba venganza contra aquellos que apoyaban la
dictadura y confraternizaban con ellos. Entre ellos
figuraban el Bar La Turca con su propietaria que en
esa última etapa de su vida se había casado con un
esbirro de la dictadura. Finalmente las turbas como
fieras, con antorchas en manos bajaban furiosas
desde la parte alta de la ciudad. Alfonsina esperaba
que todo esto ocurriera sentada en su casa, mientras
se prepara para la culminación de su venganza. Los
perros habían desollado vivo al señor Matías, le
habían sacado las tripas, los ojos. Su venganza era
esa, atraerlo hacía ella, ganar su confianza y vengar
la muerte de su esposo. Por otro lado cumplida su
misión, Alfonsina no le importa nada, no le
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interesaba rescatar sus recuerdos, cuando las
turbas destruyeran el burdel y le pegaran fuego.
El narrador nos cuenta como logró entrar en el Bar
entre las llamas para rescatar las personas dentro
del burdel y no encontró a nadie allí, solo un diario
en el que Alfonsina cuenta parte de su historia. No se
supo de la desaparición de Alfonsina, si murió en el
incendio o si se suicido una vez completada su
venganza contra el hombre que mato su esposo.
Señala Genette G. en su libro Figuras II, (1972)
refiriéndose a la focalización que, estos son los
juegos en que se combinan diferentes perspectivas
y revelan la presencia muy activa de un narrador
que en el caso concreto, se somete a las
descripciones propias de la focalización. (241-244).
Así vemos como el narrador en La balada de
Alfonsina Bairán es quien inicia la presentación de
los personajes. En este, combina diferentes
perspectivas y logra presentarlas desde diferentes
ángulos como veremos a lo largo de este trabajo.
El relato da inicio con un hablante que se focaliza
distanciado, un narrador omnisciente. El narrador
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funge con una voz de cronista, una voz a veces
lírica poética, la cual nos introduce en el mundo de
Santo Domingo a la llegada de los inmigrantes
1936 y concluye con el final de la dictadura,
también representada alegóricamente con el
fuego que consume el prostíbulo de Alfonsina en
mayo de 1961.
El narrador omnisciente parece conocer los
pensamientos de Alberto Cuadra, se sitúa en la
conciencia del personaje, traspone su propio discurso
lo que pasa en y por su propio interior. Parece
distanciado, pero sabemos que todo lo que dice el
españolito que llega a Santo Domingo en el 1938, es
conocido por el narrador.
Alberto Cuadra viene a probar fortuna, pensaría
cualquiera que viera llegar a un español a la
República para ese tiempo, sin embargo por lo
cuenta el narrador vemos que la razón de su llegada
a la isla no es probar fortuna. Según podemos
comprobar más tarde por el hilo conductor del
relato. Parece ser por los pensamientos políticos del
personaje, que éste venía derrotado de su país.
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Alberto Cuadra, se vio obligado a salir de su patria,
por no compartir con las ideas del régimen
franquista. Esto lo veremos mas tarde, pues aunque
llegó dos años antes que los españoles deportados
cuando Francisco Franco ganó el poder y despatrió a
los enemigos de su régimen.
Es posteriormente en el 1940 cuando Trujillo en un
“acto de solidaridad y humanismo,“ le abre las
puertas a esos ciudadanos españoles y los recibe.
Los ideales de Alberto Cuadra coinciden con las
ideas marxistas de esa generación de españoles que
llega a la isla y con quien se afilia y se reúne a
conspirar desde la isla contra la dictadura de Franco.
Como podemos ver, Alberto Cuadra, es un elemento
importante porque a través de el se teje el hilo
conductor de los sucesos que se cuentan en la
novela.
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Alberto Cuadra y el hilo conductor de la
historia
El narrador maneja el tiempo a su acomodo, así
vemos como en el personaje de Alberto Cuadra, se
vaticinan los acontecimientos aun no ocurridos, como
si el personajes adivinara su futuro: ”el sol de mayo
le nivelo su destino, la mañana en el dársena del río
Ozama. ”
El río Ozama se convierte en uno de los vasos
comunicantes, que nos llevarán a conectar con las
denuncias que hace más tarde el narrador, sobre los
crímenes de la Era de Trujillo. El río, es un fiel
testigo de las injusticias de la dictadura y se
convierte en un element recurrente, en una metáfora
cómplice de las injusticias que allí se cometieron y
que el autor implícito intertextualiza en La balada de
Alfonsina Bairán.
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Dialogo entre el mundo del Bar la turca y el
mundo de la dictadura
De otra parte vemos que en esta novela, dialogan
dos mundos; el mundo de la dictadura y el de el Bar
La Turca. Se trata de, el submundo construido por el
autor implícito dentro del mundo corrompido y
decadente de la dictadura de Trujillo. Ambos mundos
corren paralelos y se comunican entre si . El mundo
de El Bar la Turca se nutre de el mundo de la
dictadura. Es un mundo grotesco y
transgresor como el régimen de la dictadura. Los
dos mundos son parodiados y degradados por las
voces que conforman un discurso polifónico. Voces
que se mezclan para denunciar como vemos desde el
principio .
María del Carmen Bobes, en su libro La novela
(1993), señala que la novela se caracteriza porque
integra en un discurso textual un discurso de varios
personajes cada uno de los cuales expone su forma
de ver las cosas y el mundo en general (53). Así
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vemos como el narrador, al introducirnos en el
personaje de Don Paco Cuadra nos comenta y nos
expresa la forma en que este ve el mundo de la
dictadura y el personaje mantiene una política con
la cual evita encontrarse en problemas con el
gobierno. Un comentario que solía expresar hacer
sobre el país era el siguiente: “[...] a veces uno
necesita creer en señales para sobrevivir en esta
maldita tierra de bandidos, como repetía
escurriéndose. “(11)
Luego vemos cuando Don Paco Cuadra, le advierte a
su sobrino antes que nada discreción:
“Aquí el día se va rápido cuando uno se quiere
acordar ya es de noche y no queda tiempo para
pensar pendejadas. Y le advierto que cuanto ocurra a
su alrededor no le concierne.”(10)
El narrador omnisciente se convina con otro tipo de
narrador, uno que es también un personaje, que se
convierte en testigo de los hechos que suceden en el
espacio narrado. Se trata como ya hemos dicho
antes de un estudiante de derecho, quien narra a
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manera de crónica el diario de Alfonsina. Este, fue
rescatado por él de las llamas del fuego. Todo
sucedió, la noche en que las turbas incendiaron el
prostíbulo en actitud de represalia contra la matrona.
El estudiante, de quien nunca sabemos el nombre,
pretende reconstruir la historia de esta misteriosa
mujer y nos cuenta su historia. Una historia, dentro
de la historia en que la que él le había conocido.
Como vemos el autor implícito está haciendo uso de
las técnicas narrativas del boom, la técnica de la caja
china.
La focalización del narrador sobre la figura del
dictador, quien es un actante que no tiene voz en la
novela. El narrador se focaliza en el escenario en el
que la figura de Trujillo es el punto central. En
primer lugar detiene el tiempo en esta escena para
resaltar el poderío y la personalidad del déspota
tirano.
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Deconstrucción del dictador, uso de la
ironía, parodia y sátira menipea
La voz discursiva satiriza y ridiculiza la figura de
Trujillo. Emplea un tono irónico para referirse a los
momentos en que éste, participaba de una de las
fiestas de independencia, que celebrara en el
malecón de la ciudad capital.
“Tenía un bicornio como ramas doradas, lentes
oscuros y uniforme blanco. En la pechera del
uniforme revoloteaban los rayos del sol como un
estallido de luz, de las medallas y condecoraciones
que despedían y mágicamente volvían a la multitud.
Una pequeña daga dorada simbolizaba, sin duda un
retoque de marcialidad. Lo mire y me pareció que
había estado allí una eternidad, su imagen rodada
por los postes eléctricos, por las palmas y los
cocoteros, por el olor del salitre […] levantando las
manos para saludar, moviendo durante unas
eternidades los flequillos dorados de sus hombreras
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donde mariposeaban redondeles de luz; con su tez
rosada porque le habían maquillado para separarlo
de los demás mortales. Trujillo nos retrotraía a
Roma.
El autor implícito de esta novela, crea un mundo
paralelo al mundo de la dictadura. Ese mundo es una
parodia del gobierno de Trujillo. Allí domina la
matrona Alfonsina, con su estirpe de reina en su
trono, su bastón de ángeles. Subida siempre en lo
alto de una tarima iluminada y su figura refractada
en el espejo para contemplar y dominar desde allí,
desde su trono como lo hacia Trujillo desde su
parco. Todo se rebaja en el Bar La Turca, los valores
morales, el envilecimiento de las mujeres que se
venden con una flor en la cabeza, la degradación .
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“Alfonsina Bairán rígida y complaciente desde
su trono parece controlar el mundo del Bar La
Turca.
Ella, la matrona, se recrea en mirar y controlar cada
detalle a la entrada y salida de las putas. Se rodeo
de muchachas bonitas dispuestas a vender su
carne. Así El narrador nos cuenta sobre Alfonsina:
“demostró condiciones de matrona puntual, rígida y
complaciente.” (42)
Alfonsina es una mujer misteriosa que desafía a su
manera, el poder central. El narrador nos entera de
que vive con sus dos perros en una habitación en el
fondo del pasillo del bar y los entrena con un
maniquí. La describe desde la distancia y se observa
a través de los espejos sentada donde parece
controlar ese mundo, el mundo al revés que allí se
vive en contraposición al de la dictadura.
Alfonsina irónicamente de alguna manera es una
aliada al régimen quien le arrebató de sus brazos a
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su esposo. Sin embargo esto es solo una máscara
que ella utiliza para atraer las personas enemigas y
luego vengarse. Esta teje un plan secretamente para
de esta manera redimir a su esposo. Se casa con el
asesino de Alberto Cuadra, el señor Matías, en quien
luego vengará la muerte de su esposo.
El burdel, en La balada de Alfonsina Bairan es, un
mundo en el que permea la soledad, el silencio, y la
nostalgia, en donde solo tiene cabida el sexo, la
carne y los sujetos que tienen una vida sin sentido
y sin lógica aparente. Es un mundo en el que solo
permea la soledad y la desesperanza.
El narrador esta vez se focaliza en un día cualquiera
del Bar La Turca:
En un rincón sentado sobre una banqueta próxima a
la caja registradora, un militar lee algo que había
escrito sobre el sudor del vaso. Hay una
mínima tentativa de rescatar un gesto olvidado, es
como si una imagen lo dominara […] El Viejo
abogado se había quedado solo, se encogió de
hombros y bebió, penosamente un sorbo de cerveza
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que le aflojó la cara y lo hizo mirar a la lejanía.(76)
Cabe señalar que La balada de Alfonsina Bairán es
un texto hibrido en el que dialogan diferentes
géneros. En su interior conviven elementos líricos
cargados de erotismo y ludismo, simbólico,
metáforas. Elementos argumentativos, narrativos e
históricos. Un ejemplo de lirismo lo podemos ver en
los monólogos del estudiante de derecho cuando
acude en uno de esos momentos al hotel de chinos
en la calle Duarte:
Bartolina me presta su sexo, se derrama con su
terneza de niña experimentada. Ah, Bartolina me
presta su sexo como un halago, ahora sin paga ni
florecita de plástico, contra la soledad y la miseria
del mundo. (87). Así vemos el lirismo poético,
cuando el autor implícito, permite, a través del
narrador expresar en una ocasión cuando éste
detiene su mirada en Alfonsina:
Alfonsina Bairán se me hizo indócil: la decencia, el
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desinterés, la manía del desamparo, las lágrimas que
le venían como el dolor del aire, la replica que le
brotaba de la niñez, altanera, como si hubiera
crecido entre rosas, todo lo que soportaba y cumplía
como un embrujo, como un desencuentro, como un
malentendido global de su destino. (75)
De otra parte, la función del tiempo y el espacio en
esta novela es muy importante para el narrador, ya
que el es quien presenta unos eventos que corren
paralelos con los hechos que sucedieron en
diferentes momentos dentro de la novela. La
presentación de estos tiempos es fragmentado, pues
los tiempos pasado, pasado reciente y presente de la
novela van y vienen. Como los recuerdos de
Alfonsina y de su esposo, que ella revive cada
martes en la tarde al pasear con sus perros por el
parque Independencia.
Por otro lado encontramos que la luz es un element
importante tanto en el mundo representado en el
burdel como el mundo de la dictadura. En el desfile
de la dictadura. El estudiante narrador, nos describe
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como los rayos del sol se abren como un charco de
sangre, La luz se hace metáfora de lo que será el
final, el ocaso de la dictadura, Junto a esto el silencio
para describir el espacio en que se encuentra la
figura magnificada del dictador que se impone como
un Cesar. su imagen rodaba entre las palmeras
amenazante. (68)
Así mismo, el narrador estudiante nos habla de
como la luz ilumina la ciudad a la muerte de Trujillo
al entrar por la habitación, mientras él sentado en el
borde de una ventana describe el ambiente
circundante que le rodea y repasa el inventario de su
vida, la vida de cualquier individuo de la sociedad
dominicana en ese momento que el autor implícito a
través del narrador testigo nos comunica. “Todas las
argamasas de su vida.(1)” Como decía el narrador
que se introduce en la conciencia de Alberto Cuadra,
son las mismas que pasan por la mente del
estudiante haciendo conciencia en este monologo,
denunciando los crímenes y abusos de poder:
Era la tarde. El sol estaba ahí, los surcos que
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dejaban los transeúntes llevaban y venían de todas
partes, y a todos los unía el silencio. La ciudad se
había convertido en una cripta de piedra y sus
habitantes salían y entraban de la puerta de la
muerte con la cabeza metida entre los hombros,
pero también ahí estaban los árboles, los gritos
dormidos, los ojos de los desaparecidos, el Padre
Luís, Valentín …(124)
38
Conclusión sobre La balada de Alfonsina Bairán
Hemos observado, a lo largo de esta relectura de La
balada de Alfonsina Bairán, la novela de Andrés L.
Mateo, como el autor implícito del texto discutido
se valió de distintas formas de manipular la voz
narrativa para construir su texto. Igualmente es
notable que la ironía es un elemento que permea en
la superficie de la novela todo el tiempo. Así como
también se puede observar como se vale el autor
implícito de sus conocimientos intelectuales,
políticos, de historia, su formación como poeta, al
igual que se percibe en el texto su formación
marxista muy evidente en el discurso de esta novela
así como en toda su obra literaria. Sabemos que el
autor se siente comprometido con la época que narra
en sus novelas.
En cuanto al espacio tematizado, vemos la
importancia en la novela de Mateo de la calle El
Conde, Parque Independencia y sobre todo el rio
Ozama los cuales son temas recurrentes en toda su
obra poética, ensayística y sus tres novelas.
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La balada de Alfonsina Bairán es una obra capaz
de crear las condiciones para mantener la
lectura del receptor en la dirección deseada por el
autor implícito.
40
Bibliografía
Mateo, Andrés L. La balada de Alfonsina Bairán.
Madrid: Alianza Editorial, 1999.
Estudios sobre el autor.
Di Pietro, Giovanni. “Andrés L. Mateo” en Las
mejores novelas dominicanas. San Juan: Editora
Isla Negra. 1999.
… Algunos apuntes sobre las novelas de Andrés L.
Mateo. “Novela solo novela.” Listín Diario. Santo
Domingo, 1992.
Fornerín, Miguel Ángel. “Muestra dominicana.” A
propósito.
Revista de literatura y expresiones artísticas. Ponce,
Puerto Rico. Número 6. Mayo de 1997.
… La Otra visión del burdel. “La balada de Alfonsina
Bairán.” En Santo Domingo y Puerto Rico también
son. San Juan: Isla negra. 1999.
Bibliografía general.
Bal, Mieke. Teoría de la narrativa. Madrid: Ediciones
Cátedra. 1987.
Bobes Naves, María del Carmen. La novela. Madrid:
41
Editorial Síntesis. 1993.
Garrido Domínguez, Antonio. El texto narrativo.
Madrid: Editorial Síntesis. 1993.
Genette, G. Figuras III. París 1972. En La novela.
Madrid: 1993.
42
Doris Melo, (1948-) Nació en Santo Domingo, República Dominicana. Vive en Puerto
Rico desde 1989. Obtuvo una maestría en Artes con concentración en Estudios
Hispánicos y un Doctorado en Filosofía con concentración en Literatura
Hispanoaméricana, ambos de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Como poeta
ha publicado varios libros: Solo de pasión, soledades y otras ausencias en abril del
(2010) y El olor de la palabra rota en septiembre del (2011), Rasgada Memoria del
(2011), Rapsodia demorada en el tiempo (2012) Un libro de crítica literaria. Mito y
tragedia en el teatro hispanoamericano y dominicano del siglo XX. Además estudió
Artes Plasticas: dibujo,pintura, litografía y xilografía. Idiomas: frances italiano, portugués
y latín en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Ha sido profesora de
literatura del departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puertro Rico.
También del departamento de Español y Literatura desde el 2005 en la Universidad
Metropolitana de Cupey.