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LA ILUSTRACION Y LA REVOLUCION FRANCESA RESUMEN HISTORIA La Revolución francesa asume poco a poco las ideas ilustradas con el fin de obtener un nuevo orden político que se base en el principio fundamental de la razón. En Francia, como en toda Europa, se había mantenido durante muchos siglos el feudalismo, lo que producía una profunda desigualdad económica, social y cultural. La monarquía francesa, (en la imagen Luis XVI) como antes la española, se había convertido en una fuerza extraordinariamente poderosa que había arruinado al país en continuas guerras por dominar Europa. París era una ciudad inmensa en la que la corte reunía todo el lujo imaginable, en perfecto contraste con la miseria de las capas más humildes de la población. Las desigualdades sociales impedían que germinase el espíritu de fraternidad que toda religión pretende y que segùn la fe católica, debía alcanzar a todos, y no a una pequeña secta, como había sucedido con las comunidades americanas. Francia sufría una vida social caótica. Mientras que las élites americanas querían, ante todo. mantener una ciudadanía homogénea, las élites francesas exigían una política racional que eliminara el caos social y organizara la vida de la sociedad entera. Mientras que en América elEstado se limitaba a poner de acuerdo a los diferentes parlamentos, en Francia el Estado, las manos del rey, era muy poderoso y ahogaba a la sociedad con impuestos, intervenía un territorio muy unificado, y se esperaba de él que regulara la vida de todos los hombres. La previsión sensata había sido la de una Ilustración paulatina, progresiva; pero el presentepuso ante los espíritus ilustrados una situación revolucionaria, para la

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LA ILUSTRACION Y LA REVOLUCION FRANCESA RESUMEN HISTORIALa Revolución francesa asume poco a poco las ideas ilustradas con el fin de obtener un nuevo orden político que se base en el principio fundamental de la razón.En Francia, como en toda Europa, se había mantenido durante muchos siglos el feudalismo, lo que producía una profunda desigualdad económica, social y cultural. La monarquía francesa, (en la imagen Luis XVI) como antes la española, se había convertido en una fuerza extraordinariamente poderosa que había arruinado al país en continuas guerras por dominar Europa. París era una ciudad inmensa en la que la corte reunía todo el lujo imaginable, en perfecto contraste con la miseria de las capas más humildes de la población. Las desigualdades sociales impedían que germinase el espíritu de fraternidad que toda religión pretende y que segùn la fe católica, debía alcanzar a todos, y no a una pequeña secta, como había sucedido con las comunidades americanas.Francia sufría una vida social caótica. Mientras que las élites americanas querían, ante todo. mantener una ciudadanía homogénea, las élites francesas exigían una política racional que eliminara el caos social y organizara la vida de la sociedad entera. Mientras que en América elEstado se limitaba a poner de acuerdo a los diferentes parlamentos, en Francia el Estado, las manos del rey, era muy poderoso y ahogaba a la sociedad con impuestos, intervenía un territorio muy unificado, y se esperaba de él que regulara la vida de todos los hombres.La previsión sensata había sido la de una Ilustración paulatina, progresiva; pero el presentepuso ante los espíritus ilustrados una situación revolucionaria, para la que no estaban preparados. El antiguo Estado omnipotente se hundió y el vacío debía ser llenado revolucionarnariamente. La razón debía ir por grados, paso a paso, pero la Revolución, por el contrario, no podía esperar. De esta forma se le exigió a la razón ilustrada algo imposible, insensato para ella misma. Por

mucho que los fines de la Ilustración fueran las consignas de la Revolución, esta no era el escenario previsto por la propia llustraciòn.El idealismo de los dirigentes de la Revolución prendió con entusiasmo en las clases populares y se transformó a menudo en exaltación incontrolada.Ilustración y RevoluciónLa Revolución se inició con medidas radicales, pero en sí as esperanzadoras. Se exigió una nueva constitución politica para Francia. Se rompieron las diferencias entre los, burgueses y plebeyos. El pueblo llano fue la nacíón y se definió como el soberano. Muchos bienes de la lglesiafueron puestos al servicio de ese pueblo llano. Los bienes de lanobleza tenían que legitimarse por su productividad, por elbeneficio que producían y así podían venderse y comprarse. Muchos fueron confiscados y cambiaron de manos.Se afirmó el derecho del hombre a la igualdad, educación, a la propiedad, a la cultura. Nadie podía dudar de que se trataba de una causa noble. Como dijo Kant los hombres no quisieron ser solo felices, sino ser y dignamente felices. (imagen el tercer estado en Francia, los humilde, llamados Sans Culotte, por que no usaban calzoncillos)El caos social y político determinó el dogmatismo de los adores, inclinados a tomar decisiones drásticas y radicales sin pestañear. Esa violenta situación, llena de riesgos e inseguridad, reclamaba una forma de vida parecida a la de los viejos fanáticos religiosos. La Ilustración no había querido esta situación , pero tampoco pudo impedirla. Con la Revolución emergió lo imprevisible , lo impredecible de a historia, lo que ninguna teoría podia anticipar ni dominar en su concreciónSin embargo, ese hecho cambió la realidad social e histórica de Europa. Por primera vez, las masas sociales tuvieron acceso a la acción política y la determinaron. Se alteró tanto a vida europea y mundial que el movimiento de la Ilustración se vio obligado a transformar-se profundamente. La Revolución creó poderes nuevos, los Estados contemporáneos, que no se dejaron influir por las consignas ilustradas en su totalidad. El siglo XIX produjo los primeros intentos de esa transformación de la Ilustración bajo el nuevo contexto de la sociedad de masas y del Estado moderno.¿Cuál fue la razón más profunda de la Revolución?¿La Revolución formaba parte de la propia Ilustración o era más bien una consecuencia de algo ajeno a ella? Los jóvenes revolucionarios,

como Marat, Robespierre o Danton, no se vieron a sí mismos como los prudentes ilustrados de la generación anterior, como Voltaire, Hume, Kant o Diderot.No se vieron como los hombres confiados en la experiencia, sino como los legisladores romanos antiguos, los forjadores de nuevos Estados. No se vieron como los reformadores, que cuentan con mucho tiempo por delante para realizar sus planes, sino como los apocalípticos que tienen poco tiempo, que lo quieren todo aquí y ahora. Es verdad que la llustración no supo ordenar la situación revolucionaria.En este sentido fracasó históricamente al ser incapaz de ordenar el presente. La Revolución, con su sentido absoluto de la razón política, no fue una consecuencia necesaria de la ideología ilustrada.Algo Mas…El materialismo ilustrado no trató de convertirse en un sistema cerrado como el de Spinoza, para deducirlo todo desde los átomos en movimiento. Solo los más estrechos de lospensadores ilustrados, como Helvetius o D’Holbach, fueron por ese camino, cercano al cartesianismo y criticado por los más lúcidos, como Diderot o Kant.Los pensadores más sobresalientes o bien se mostraban escépticos respecto de la posibilidad de conocer los componentes últimos de la realidad, o bien se limitaban a afirmar que el mundo era una realidad evolutiva, sin comprometerse mucho con enunciados concretos. De esta forma, la Ilustración nunca fue especialmente fundamentalista, pues su materialismo no era capaz de formar un sistema. Se entendía, más bien, que lo que hubiese de orden o desorden en el universo procedía de él mismo.

/*****

¿Qué ideales de la Ilustración afectaron a la Revolución Francesa?La Revolución Francesa es ampliamente considerada

como uno de los más grandes ejemplos de la historia en el

que se ve que una nueva ideología forja la realidad política.

Esto comenzó una década después del final de la

Revolución Americana, cuando todos los ojos estaban

puestos en los antiguos colonos americanos que deseaban

crear el primer sistema democrático desde la antigüedad.

Mientras los patriotas americanos miraban a los ideales de

la Ilustración para inspirarse (Thomas Paine le llamaba a

esto "sentido común"), los franceses querían utilizarlos

como modelo para una nueva sociedad. Los ideales de la

Ilustración francesa fueron resumidos en el lema de la

Revolución: "Libertad, igualdad y fraternidad".

Fraternidad y el contrato socialLos pensadores de la Ilustración creían que la sociedad florecía inspirándose en la confianza mutua de la gente, argumentando esencialmente que el poder del Estado era mayor que la suma de sus partes. No todos estaban de acuerdo acerca de estas implicaciones. Hobbes creía que un gran poder central era necesario para mitigar la naturaleza destructiva del hombreegoísta, mientras que Rousseau consideraba que el interés propio conducía a la gente a trabajar en armonía con una dirección mínima del gobierno. Los franceses finalmente favorecieron la visión más optimista de Rousseau, la misma que Adam Smith hizo suya en su obra "Teoría de los sentimientos morales (The Theory of Moral Sentiments)", publicada en 1759.

La democracia y la autodeterminaciónLos ideales de la Ilustración del Contrato Social se diferenciaban del orden establecido descrito por Hobbes a partir de la creencia de que el mejor gobierno era el que recibía sus órdenes de la mayoría, en lugar de hacerlo a

partir de unos pocos privilegiados. Jean-Jacques Rousseau escribió a favor del republicanismo que existía en la antigüedad, salpicando su trabajo con la idea de John Locke del "gobierno con el consentimiento de los gobernados". Hubo un debate turbulento en relación a cómo estos ideales debían ser aplicados.

Libertad y derechos inalienablesLos pensadores de la Ilustración estaban ampliamente de acuerdo en que los seres humanos poseían derechos naturales e inalienables. Thomas Hobbes hablaba del deseo de la humanidad por la libertad, mientras que John Locke identificaba la vida, la libertad y la propiedad (esta último entendida como "la búsqueda de la felicidad" por Thomas Jefferson) como derechos naturales equivalentes. Los pensadores de la Ilustración del siglo XVIII poco a poco vieron a estos derechos como una demanda de un gobierno democrático y elaboraron en el 1789 la "Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano".

La pureza de la razónLa filosofía de la Ilustración persiguió la razón pura, mientras criticaba la dependencia de la doctrina. Muchos pensadores, como Voltaire y Diderot, eran deístas o ateos. La Iglesia Católica fue una fuerza dominante en la Francia pre-revolucionaria, de modo que muchos filósofos de la Ilustración criticaron su papel en la sociedad. Durante la Revolución, estos ideales fueron promulgados mediante el desmantelamiento de la presencia de la Iglesia en Francia. Por otra parte, el nuevo gobierno inventó un calendario métrico más "racional" e incluso convirtió a la catedral de Estrasburgo en un santuario a la razón

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www.monografias.com

La ilustración

1. Introducción 2. Contenido 3. Ambiente sociocultural 4. Características específicas de la ilustración 5. Los principales países de la ilustración 6. Inlfuencia de John Locke (1.632 – 1.704) 7. Representantes de la ilustración 8. El despotismo ilustrado 9. Representantes del “despotismo ilustrado” 10. Conclusiones 11. Bibliografía

INTRODUCCIÓN

Por medio de la elaboración de este trabajo vamos a poder llegar a conocer un poco más

acerca de ciertos acontecimientos de la historia general, que son de gran importancia. En este

trabajo hablaremos de la Ilustración, conociendo acerca de éste aspectos como: que clase de

movimiento fue, en donde se originó, que países participaron, que ambiente social y cultural

conllevo a su creación, cuales fueron sus características primordiales, cuales fueron sus principales

representantes, entre otros aspectos de gran importancia.

La elaboración de este trabajo nos servirá para ampliar nuestros conocimientos acerca de

la historia del mundo, de los pensamientos que se tenían en las diversas épocas que a cruzado la

historia mundial, y como estos acontecimientos han afectado de manera directa o indirecta a la

educación de los diversos países, constituyendo de esta manera la educación que poseemos en la

actualidad.

Al conocer los diversos antecedentes que preceden al movimiento de la Ilustración,

aprenderemos con mayor facilidad cuales fueron los hechos y características primordiales que se

dieron con el movimiento. Con el conocimiento de sus principales representantes veremos cuales

fueron los aportes de mayor importancia que los mismos dieron al nombrado movimiento. Por

último veremos, de igual manera, cuales fueron los principales cambios que se vivieron para esa

época, y cual fue la trascendencia e importancia de los mismos.

CONTENIDO

Se conoce como “Ilustración” al movimiento filosófico que se originó y desarrolló en Europa

(particularmente en Francia) durante el siglo XVIII. Se consideraba que todo lo antiguo se

enmarcaba en un ambiente de oscuridad y decrepitud, y que la nueva ideología que llegaba eran

las “luces”, que iluminaba al mundo. Esta era en parte una visión exagerada, ya que el

pensamiento europeo del siglo XVIII no venía de las tinieblas sino de un proceso gradual producto

de las transformaciones ocurridas en las sociedades europeas desde muchos siglos atrás.

El precedente histórico más apegado a la Ilustración fue el Renacimiento, donde también

se trataba de romper con el pasado medieval y renacer en la nueva modernidad.

La ilustración presenta las siguientes ideas y principios:

Empirismo: los ilustrados contrapusieron su fe en la experimentación para poder conocer el mundo y conseguir el progreso.

Criticismo: el ilustrado aspira a someter a crítica racional todo el conocimiento anterior. Deseo de conocimiento: el ilustrado siente un enorme deseo de conocer por completo el

mundo donde habita, de iluminarlo (de ahí el nombre de Ilustración), pero también siente la necesidad de dar a conocer lo aprendido. Esto último explica la aparición de uno de los grandes proyectos de la época, como por ejemplo la Enciclopedia Francesa.

Utopismo: se cree que la aplicación de la razón a todos los aspectos de la vida humana permitirá una mejora constante de la sociedad y un progreso económico y cultural ilimitado.

Progreso y felicidad: el ilustrado a lo que aspira como objetivo prioritario es a conseguir la felicidad en este mundo.

Reformismo: los ilustrados proponen modernizar la sociedad mediante lentas reformas que serán llevadas a cabo por reyes y gobiernos de carácter absolutista.

Los filósofos ilustrados buscaban la verdad científica y se basaron en la razón para explicar la realidad del mundo en el que vivían. La ilustración es para la historia un sistema de pensamientos producido por los intelectuales en un ambiente de autonomía y libertad de la razón individual, donde cada persona podía instruirse en busca de la verdad científica. Era sobre todo, un programa educativo orientado a elevar el nivel cultural de la sociedad y mejorar la situación de quienes desearan cultivar la razón y salir de la ignorancia.

AMBIENTE SOCIOCULTURAL

Crisis de conciencia Europea:

La primera mitad del siglo XVII el panorama intelectual de la mayoría de los hombres

instruidos estaba dominado por dos fuentes de autoridad: los autores clásicos grecorromanos y la

Biblia cristiana. Ambos estaban reforzados por el Renacimiento y la Reforma, era un mundo que

todavía no estaba liberado completamente de la tradición medieval.

Hechos como la Revolución Científica, la transformación de la economía, la evolución

tecnológica, el descubrimiento de nuevas tierras y nuevas culturas, etc. cambiaron la forma de vida

de los europeos y modificaron las ideas de los intelectuales acerca del mundo en que vivían.

Hacia 1.680 comenzó un movimiento de crítica racionalista, creado por científicos y

filósofos, que rechazaban los dogmas tradicionales de encontrar la verdad mediante los métodos

experimentales. Tanto Galileo como Newton, en el ámbito de la física, tenían pruebas

contundentes de los grandes errores que contenían las creencias y teorías antiguas.

Expansión del Mundo:

Al igual que la Revolución Científica, la Revolución Intelectual estuvo muy relacionada con

la ampliación de los conocimientos, y éstos a su vez con la expansión del espacio humano. Los

grandes descubrimientos geográficos, los viajes, las exploraciones, etc. expandieron el espacio

cultural de los europeos, permitiendo que estos manejaran mucho mejor sus conocimientos acerca

de la Tierra y sus recursos.

Lo más importante fue el encuentro con los pueblos indígenas de África y de América. La

existencia de estos grupos no mencionados en la Biblia, causó un gran impacto en las

mentalidades europeas y conmocionó sus ideas religiosas. Esto dio origen a la búsqueda de

explicaciones que permitieran relacionar a los pueblos indígenas con grupos humanos citados en la

Biblia. También se llegó a negar la existencia de los indígenas dentro de los seres humanos (de

naturaleza humana).

Para la parte intelectual, la cultura de los pueblos indígenas fue observada con gran

interés, en especial científico y colonistas. Al ir colonizando los pueblos indígenas, se fueron

calificando las culturas de los mismos como salvajes y primitivas, incluso las civilizaciones Aztecas,

Mayas e Incas. Estos nuevos pueblos encontrados formaron un nuevo objeto de estudio, que era la

antropología, que se destinaba a investigar el desconocido mundo de los “salvajes”, de los seres

humanos que encontraron en “estado natural”.

La manera en como los europeos vieron a los indígenas encontrados en las nuevas tierras,

como “salvajes”, trajo consigo la explotación de los mismos y la destrucción de su cultura con el

pretexto de incorporarlos a la sociedad civilizada. La Ilustración criticó en varias oportunidades la

manera inhumana en como se trató a los pueblos primitivos, idealizando en cierto aspecto a los

indígenas como “buenos salvajes”, cargados de ingenuidad, que el hombre europeo había perdido.

En el caso del contacto con Oriente y Occidente, se dio una situación opuesta, debido a

que no existió un contacto de conquistador – conquistado, sino que se relacionaron en el marco del

intercambio comercial. El nivel tecnológico que tenían estas regiones asombró a los europeos, que

consideraron a Oriente y Occidente, en especial a China como estados civilizados, ricos y

poderosos.

Origen Social de los filósofos Ilustrados:

El grupo de intelectuales que conformaban a la Ilustración era un número reducido de la

burguesía, los navegantes, los mercaderes y los funcionarios administrativos no participaron en

este movimiento. Los que si participaron fueron los filósofos, que no representaban a toda la

burguesía, pero la mayoría de ellos tuvieron que ver con la vieja nobleza.

Ya que los integrantes de la Ilustración provenían de la nobleza, eran un grupo acomodado

y con fortuna, que vivían en cierto modo de la renta de su propiedad agraria y de las pensiones de

la corte. Se trataba de una nueva elite, que gracias a la fama y el nivel de sus ingresos ascendieron

socialmente consiguiendo algunos títulos y privilegios de los grados inferiores de la nobleza. Lo

importante de su trabajo intelectual tenía un peso creciente en el estado moderno y en los sectores

clave de la actividad económica en proceso de transformación.

El ambiente intelectual:

La nueva mentalidad del siglo XVIII abandonaba la creencias pesimistas derivadas del

pecado original, para incluir la confianza de la capacidad de al naturaleza humana y en sus

posibilidades de progreso. Esta nueva concepción influyó tanto en la educación como en el

gobierno. El sistema represivo debía dar paso a un sistema basado en la confianza, donde el

pueblo sabría regir su propio destino.

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El ambiente intelectual se presentó con mayor fuerza en Francia, durante los años 1.740 y

1.750, cuando este país se convirtió en el centro de la cultura del “Signo de las Luces”. El ambiente

político se volvió más tolerante hacia las ideas de los intelectuales, buscando como objetivo

engrandecer el Estado y hacer frente a la amenaza británica. En Francia se desarrolló un buen

ambiente del pensamiento ilustrados, que se irradió a otros países de Europa.

CARACTERÍSTICAS ESPECÍFICAS DE LA ILUSTRACIÓN:

NATURALEZA: Amor a la naturaleza. Este hecho se concreta en el deseo de descubrir, mediante

la aplicación de la razón y la observación, las leyes que la rigen. El papel de la naturaleza para

originar y conducir la existencia de los hombres y de todos los objetos del Universo. Según Newton

“la naturaleza es considerada como una gran máquina concebida por Dios y regida por las leyes

establecida por Él”. Es decir, que el hombre no debe de contrariar esas leyes sino tratar de

descubrirlas mediante la razón como única guía para investigar su funcionamiento. Esto era

importante para los ilustradores, ya que mientras el pueblo siguiera pensando que Dios dirigía todo

el Universo, las leyes universales, que se veían en la educación seguirían estando en manos del

clero, deteniendo así el progreso de la ciencia. La educación. A través de una educación

apropiada, la humanidad podía ser modificada, cambiada su naturaleza para mejorar.

RAZÓN: Fe constante en el poder de la razón humana. Durante la Ilustración llegó a pensarse que

con uso juicioso de la razón sería posible un progreso ilimitado. La razón sirvió de guía para

estudiar el funcionamiento de las leyes de la naturaleza, por consiguiente todo lo racional es

bueno, y todo aquello que no conlleve a la razón es incorrecto. Si el hombre quiere alcanzar el

progreso el único camino es descubrir las leyes de la naturaleza y actuar de acuerdo con ellas,

dejando a un lado lo irracional.

LA IGUALDAD: Si todos los hombres proceden de la misma naturaleza y todos poseen la

capacidad de razonar, entonces todos los hombres son iguales a la luz de la razón, con iguales

derechos que deben ser respetados.

LA LIBERTAD: En cuestiones políticas, religiosas, económicas e intelectuales.

DEÍSMO: Es la religión natural. Tenía su fundamento en que Dios y el alma no pueden llegar a ser

conocidos por la razón humana, por cuanto corresponden a la metafísica (abstracto), y no puede

ser percibido mediante los sentidos. Se reconoce a Dios como autor de la naturaleza y se debe

revelar a los hombres por medio de la razón.

MORAL LAICA: Es independiente de la religión, ya que los hombres se rigen por morales no sólo

porque Dios ordena observarlas, sino porque la razón exige el respeto a los derechos de los demás

LOS PRINCIPALES PAÍSES DE LA ILUSTRACIÓN:

La Ilustración fue un fenómeno cultural que se desarrolló a lo largo de toda la geografía europea y

americana (en esta época bajo dominio de diferentes imperios coloniales europeos), afectando a la

práctica totalidad de las parcelas sociales, políticas y culturales del mundo del siglo XVIII.

Es evidente que este movimiento no tuvo la misma importancia en todas las naciones europeas,

comportándose algunas naciones como aportadoras constantes de nuevas ideas, mientras que

otras se limitaban a seguir, de cerca o de lejos, las innovaciones que se iban produciendo en esos

países. Si se pudiera establecer una clasificación de los países "más ilustrados", a la cabeza de la

misma se encontrarían, por diversos motivos: Francia, Alemania e Inglaterra.

 

FRANCIA:

La Ilustración francesa está marcada por la preocupación sobre problemas sociales y políticos

(Montesquieu, Voltaire, Diderot y Rousseau), lo que explicará en parte la aparición en el año 1789

de la Revolución. El carácter primordial es su espíritu crítico y escéptico.

El sistema político que predomina en la Francia del siglo XVIII es lo que se conoce como

Despotismo Ilustrado. Este sistema puede definirse con las palabras del rey Luis XIV: "Todo para el

pueblo, pero sin el pueblo". De esta frase podemos destacar dos ideas:

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La búsqueda del bien de la nación (o, al menos, de lo que los gobernantes entienden que es ese bien.

Se trata de unas reformas que provienen desde el poder, sin contar con la opinión de los ciudadanos.

Este sistema político es el que hará crisis en los últimos años del siglo provocando lo que se

conoce como Revolución Francesa.

INGLATERRA:

La Ilustración inglesa fue el resultado de la combinación del empirismo de Locke y Berkeley, y el

sistema científico de Newton. Sus principales figuras serán David Hume y Adam Smith.

Políticamente, durante el siglo XVIII se consolida el sistema parlamentario, según el cual, donde:

"El rey reina, pero no gobierna". Quien gobierna es el Parlamento y los ministros. En definitiva, se

trata de la primera aplicación de algo parecido a la teoría de la separación de poderes (legislativo,

ejecutivo y judicial) propugnada por Montesquieu.

ALEMANIA:

Alemania se incorpora al movimiento ilustrado con cierto retraso respecto a Inglaterra y Francia. El

pensamiento ilustrado alemán se centrará fundamentalmente en el análisis de los fundamentos y

alcance de la razón.

La figura más significativa es sin duda Inmanuel Kant. En política, se puede decir que Alemania no

es todavía un país unificado en esta época, sino un conjunto de pequeños estados. De todos ellos,

durante este siglo, va a tomar gran importancia el reino de Prusia, que adaptará el sistema político

del despotismo ilustrado.

INLFUENCIA DE JOHN LOCKE (1.632 – 1.704):

Nació en un pequeño pueblo de Somerset. Y pasó sus primeros años al cuidado de su

padre que era puritano. Estudió en la escuela de Wetminster y en la Iglesia de Oxford. Las lecturas

de Descartes lo hicieron revelarse en contra de la escolástica de Oxford y en contra de la estrecha

teología puritana, y se dedicó al trabajo experimental en la medicina. Estudió además ciencias y

filosofías.

Las ideas de filósofo inglés Locke influyeron en el pensamiento ilustrado, sobre todo

mediante su obra “Ensayo sobre el gobierno civil”, publicada en 1.690, en la cual habla del estado

natural, destacando que los seres humanos poseen ciertos derechos, como los son el derecho a la

vida, a la libertad, a la propiedad, etc. Dice que el hombre en busca de la protección de esos

derechos integra a la sociedad la política, bajo una especie de trato o pacto con los gobernantes.

Locke señala que: “la sociedad civil surge para el mantenimiento de esos derechos y, en

consecuencia, puede ser justamente disuelta en cualquier momento en el que el gobierno viole

esos derechos”.

Locke plantea que el gobierno deberá estar dividido en dos poderes:

El Legislativo: que es supremo por representar a la mayoría de la comunidad. El se encarga de crear las leyes.

El Ejecutivo: que depende en gran parte del legislativo y está limitado por las leyes dictadas por la voz popular (el poder legislativo).

Ambos poderes deben velar el uno por el otro, viendo el buen desempeño de las funciones de cada

uno, sin que ninguno llegue a ser tan fuerte que limite los derechos naturales del pueblo.

Las ideas de Locke sentaron las bases de las modernas teorías económicas, por ejemplo de la

propiedad privada. Locke consideraba que al comienzo los hombres poseían una propiedad común

ya que todos podían utilizar por igual los frutos de la naturaleza, pero que al trabajarlos

independientemente, se puso en práctica la propiedad privada. La idea de otorgar al trabajo un

valor que respaldara la propiedad de los bienes fue de gran trascendencia para el pensamiento

económico de la nueva sociedad industrializada.

REPRESENTANTES DE LA ILUSTRACIÓN:

VOLTAIRE: Su filosofía se inclinaba a la defensa de los derechos del hombre, para seguir los

dictados de su razón, siempre que con ello no se perturbara el orden social. Postuló que el hombre

debía seguir sus propias ideas y opiniones con respecto a la religión y a la práctica de la misma. El

creía en el deísmo o religión natural, según la cual Dios es el creador del Universo, pero que

únicamente había iniciado el movimiento de este, como quien da cuerda a un reloj y no vuelve a

intervenir en su funcionamiento.

Las ideas de Voltaire acerca de la sociedad son las siguientes:

“Es absolutamente necesaria una reforma profunda de la sociedad que asegure la libertad y el bienestar del pueblo”.

“Crear un sistema parlamentario que limite los poderes del Rey”. “Establecer un sistema de impuestos racional que no arruine a la gente”. Liberar la economía: “Que se reconozca el trabajo bien hecho”.

MONTESQUIEU: Era miembro de la nobleza francesa y admirador del régimen parlamentario

inglés, al cual consideraba el mejor sistema político capaz de garantizar la libertad de los hombres

e impedir el abuso de los gobernantes. Lo más importante de Montesquieu fue la separación de

poderes que propuso como la forma de gobierno ideal, ampliando el criterio de Locke respecto al

tema, planteó lo siguiente:

El poder Legislativo o Parlamentario: que elabora las leyes y reside en el parlamento. El poder Ejecutivo: corresponde al monarca. Hace que se cumpla la Ley y reside en el

gobierno. El poder Judicial: formado por los jueces. Administra la justicia y reside en los jueces y en

los tribunales.

Estos tres poderes debían de mantenerse dentro de un sistema de frenos y contrapeso que eviten

el abuso de cualquiera de ellos, garantizando la justicia y asegurando el respeto de los

gobernantes a los derechos naturales del hombre.

JEAN JACQUES ROUSSEAU: Comienza sus ideales del supuesto de que los hombres poseen

derechos naturales que deben ser respetados y salvaguardados por todos, pero agrega un

elemento más como característica de la naturaleza humana: la idea de que el estado natural era

una situación perfecta en la cual todos los hombres eran buenos, pero al formarse en la sociedad

surgieron las desigualdades y con ello el egoísmo. Esto ocasionó que los seres humanos perdieran

los sentimientos morales concedidos por la naturaleza, para cambiarlos por una actitud racionalista

y fría que los aleja de su bondad innata.

Entre los principales pensamientos de Rousseau podemos citar:

“La defensa de la libertad del individuo”. “El amor a la naturaleza”. “Mi teoría sobre la democracia”.

Su obra fundamental fue “El Contrato Social”, donde se expone como debe ser un estado

democrático. Este debía de garantizar el respeto mutuo de los derechos humanos otorgados por la

naturaleza, ya que el egoísmo de los individuos y el abuso de poder de los políticos hacían

imposible la vida en armonía. La idea del contrato social no era distinta a la Locke, el principal

aporte de Rosseau fue el concepto de “voluntad general” que aproxima la filosofía política hacia los

fundamentos del gobierno democrático. Por voluntad general se habla de una voluntad soberana,

se trata de la voluntad de la comunidad como un todo del que cada individuo forma parte, y que es

distinta al deseo del ciudadano tomado aisladamente o de los intereses de los grupos minoritarios;

tendiendo en cuenta que es casi imposible que la totalidad de la población esté de acuerdo, se

hace necesario que el contrato social quede establecido el sometimiento de todo individuo o grupo

a la voluntad de la mayoría. Sobre esta expone las siguientes ideas:

“El hombre es bueno por naturaleza”. “La sociedad se define por la competencia y la propiedad privada”. “Como consecuencia el ser humano se corrompe porque se vuelve agresivo y se vuelve

insolidario”.

Propone que para luchar en contra de lo anterior se pueden hacer dos cosas:

Educar a los hombres con dos objetivos: “Acabar con la maldad y desarrollar los buenos

sentimientos”.

“Firmar una especie de contrato entre todos los hombres con el objeto de crear una LEY que todos

debamos cumplir”.

“Sólo así será posible la convivencia”.

Para Rosseau el gobierno no debería ser más que el representante de la voluntad general, y

debería permitirse que todo el pueblo participe en la creación de las leyes y en la elección de las

personas que han de velar por su cumplimiento. La perspectiva de Rosseau acerca de la innata

bondad humana representaba una autocrítica hacia el comportamiento de la sociedad francesa de

su época, y sirvió como base para el desarrollo de la corriente filosófica del romanticismo, que

influyó en el pensamiento europeo durante la primera mitad del siglo XIX.

DENIS DIDEROT: critica a la sociedad corrupta de su tiempo y tiene como creencia de la

naturaleza como origen de las cosas reales. Racionalista y materialista como Voltaire, sostiene que

las ciencias naturales permitirán el progreso técnico, de manera que rechaza la creencia en las

religiones tradicionales. Diderot escribió varias obras pero su fama se debe sobre todo a su

iniciativa de publicar en forma de diccionario un resumen de todas las ciencias humanas

producidas por los pensadores contemporáneos, al que llamó “Enciclopedia o Diccionario de las

Ciencias, de las Artes y de los Oficios por una sociedad de gentes de letras”. Fue publicada en

Francia entre los años de 1.751 y 1.772, estaba compuesta por 17 volúmenes, y llegó a alcanzar

tal popularidad que en pocos años fue difundida por toda Europa, ya reimpresa y traducida a varios

idiomas.

FRANCOIS QUESNAY: Estuvo a la cabeza de un grupo de pensadores que dieron origen al

movimiento conocido como la “fisiocracia” y quienes desarrollaron una teoría acerca de las leyes

que rigen las actividades económicas. Esta teoría se basa en el principio de que el desarrollo

económico de un país está determinado por el nivel de producción agrícola y no por la riqueza

metalúrgica que posea, como sostenía el mercantilismo. Se explicaba a través de que la economía

está sometida a ciertos principios naturales reguladores, el más importante de los cuales es el

interés individual de las personas por consumir y producir las mercancías que le proporcionen

mayor bienestar. Este interés regula de forma natural los mecanismos económicos y mantiene a la

sociedad en completo equilibrio, siempre que se permita la competencia leal y la libertad del

individuo para practicar las actividades económicas que le signifiquen mejores ganancias.

La economía la depender de la producción agrícola, los fisiócratas entendían como ciclo

anual aquel en que la producción y el consumo actuaban recíprocamente en el seno de la

sociedad, a la que suponían dividida entres clases, que dependían del trabajo que realizaran:

La Clase Productiva: formada por aquellas personas dedicadas a las actividades agrícolas, a quienes consideraban como los únicos capaces de proporcionar el producto neto.

La Clase Propietaria: integrada por los terratenientes, el Rey y el clero, que recibían el producto neto anual en forma de rentas, impuestos y diezmos, y que luego distribuían dentro de la sociedad a través de sus gastos e inversiones.

La Clase Estéril: que al no dedicarse a la agricultura no proporcionaban el producto neto pero producía las manufacturas y se encargaba del comercio, actividades también necesarias para la economía.

De acuerdo con esta teoría, los gobiernos debían de orientar sus políticas económicas a quitar

todos los elementos que pudieran obstaculizar la formación del producto neto agrario y el

mecanismo de oferta y demanda entre las tres clases sociales, se debían de eliminar las

restricciones que imponía la política mercantilista al intercambio del producto agrario dentro de la

nación y con el exterior. El fisiocratismo representaba la orientación económica del pensamiento

ilustrado y demostraba la necesidad de abandonar las políticas proteccionistas propias del

mercantilismo aplicados por los gobiernos de los estados.

EL DESPOTISMO ILUSTRADO:

A pesar de que los filósofos ilustrados criticaron la política y la sociedad de su época, no

pretendieron que los cambios se dieran por la vía revolucionaria; confiaban más bien en un cambio

pacífico orientado desde arriba para educar a las masas no ilustradas. Varios monarcas aceptaron

las ideas propuestas por la ilustración y dieron origen al despotismo ilustrado.

Los problemas del Estado absolutista requerían de la colaboración de hombres calificados

y con nuevas ideas, dispuestos a reformar e impulsar el desarrollo político y económico de las

naciones. El monarca ilustrado es un soberano que acepta los principio de la Ilustración y deseo

ponerlos en práctica para lograr una mayor eficiencia del Estado, en beneficio de éste y de los

súbditos.

El temor a la innovación es sustituido por una creencia en la posibilidad de alcanzar un

futuro mejor, no por un cambio súbito, sino por una paciente labor educativa y legislativa, para la

cual se necesitaba la colaboración de los ilustrados, cuyas ideas no constituían un pensamiento

meramente especulativo, sino se convertirían en programas de gobiernos y se llevarían a la

práctica.

REPRESENTANTES DEL “DESPOTISMO ILUSTRADO”:

FEDERICO II DE PRUSIA: Con el propósito de robustecer al Estado prusiano, Federico el Grande

alentó la difusión de las ideas de la Ilustración y convirtió a la corte del palacio en el centro del

absolutismo ilustrado. El también llamado “Rey Filósofo” manifestó una constante admiración por el

pensamiento de los ilustrados franceses.

MARÍA TERESA Y JOSÉ II DE AUSTRIA: María Teresa (1.740 – 1.780) fue una soberana muy

religiosa, quien orientada al conservadurismo, gobernó con un estilo paternal y promovió reformas

de alcance limitado. En cambio su hijo menor y sucesor, José II (1.780 - 1.790) fue uno de los más

característicos representantes del absolutismo ilustrado. Su corto reinado estuvo pleno de

atrevidas innovaciones y, sobre todo, de pensadores opuestos a la supremacía de Roma en

materia de organización eclesiástica. Una de las reformas más trascendentes de José II fue la

supresión de la servidumbre de los campesinos en todos los estados del territorio, que permitía a

estos abandonar libremente sus tierras, los campesinos no estarían ya obligados a la prestación

del trabajo ni al servicio doméstico y no necesitarían permiso para contraer matrimonio. José II

pretendió uniformar bajo las mismas normas a todos los pobladores de aquel Estado multinacional

y, al hacerlo, hirió tradiciones muy arraigadas y creó inconformidad.

CATALINA LA GRANDE DE RUSIA: (1.762 - 1.796) Durante el reinado de Catalina se destacó la

reunión de una asamblea de diputados representantes de todos sus dominios, que redactaron

cuadernos de peticiones entre las que se contaba la abolición de la servidumbre.

CARLOS III DE ESPAÑA: (1.759 – 1.788) Se rodeó de un reducido grupo de ilustrados que, junto

con los ministros del rey, de manera particular Pedro Rodríguez de Campomanes y después con el

Conde Floridablanca, decretaron algunas reformas (entre ellas las llamadas “reformas borbónicas”,

que afectaron a las colonias de ultramar), con el propósito de hacer más eficiente la administración

del Estado.

CONCLUSIONES

Gracias a la elaboración de este trabajo hemos podido llegar a conocer mucho más acerca

del movimiento filosófico que se originó en Francia en el siglo XVIII, y que trascendió a toda

Europa. Conocimos que los filósofos ilustradores buscaban la verdad científica y se basaban en la

razón para explicar la realidad del mundo en el que vivían.

Vimos diferentes aspectos sociales y culturales que conllevaron a estos filósofos a

formar parte del movimiento ilustrado, como fue la Revolución Científica, la transformación de la

economía, la evolución tecnológica y el descubrimiento de otras tierras y culturas diversas. Todos

estos factores llevaron a la creación de grandes cambios en la forma de vida que llevaban los

europeos hasta el momento, provocando así una crisis de conciencia.

También hablamos de las principales características que tiene la Ilustración, entre las

cuales podemos destacar: la importancia de la naturaleza, la razón, la igualdad, la libertad, la

defensa de la religión natural y de la moral laica.

En este trabajo también desarrollamos cuales fueron los principales representantes de la

Ilustración, entre los cuales podemos citar a: Jhon Locke, Voltaire, Montesquieu, Jean Jaques

Rousseau, Denis Diderot, Francois Quesnay; y de igual manera quienes fueron los principales

actores del despotismo ilustrado, como: Federico II de Prusia, José II de Austria, Catalina la

Grande de Rusia y Carlos III de España. En cuanto al despotismo ilustrado podemos decir que el

hecho de que los cambios que proponían los filósofos al ser cambios pacíficos, fueron tomados en

cuenta por monarcas absolutistas, que aceptaron las reformas propuestas.

Por último colocamos un cuadro explicativo, que encierra en él los principales aspectos

desarrollados acerca de la Ilustración, donde se ve de manera esquematizada dichos aspectos.

BIBLIOGRAFIA

RUIZ TORRES, Pedro.

La época de la razón. Historia Universal Planeta, Volumen 9, Editorial Planeta. Barcelona,

España, 1.994.

DOMINGUEZ ORTIZ, Antonio.

Las claves del despotismo ilustrado. Las claves de la Historia, Editorial Planeta. Barcelona,

España, 1.990.

www.terra.es/personal2/antgem/paises.html www.sispain.org www.cejisi.tripod.cl www.utopiaverde.org/historia/historia-moderna/ilustracion/home.html

NOMBRES:

Sandra Santamaría

[email protected]

Andreina Quintana

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2. Las ideas de la Ilustración

francesa

Son diversos y múltiples los elementos que configuraron la filosofia de la Ilustración, y no deja de ser un poco temerario tratar de condensar en pocas páginas lo que fue uno de los más vigorosos movimientos intelectuales de toda

la historia. Hagamos, sin embargo, un intento de aproximación.

La Revolución Francesa tuvo como uno de sus antecedentes a otra revolución que no por silenciosa fue menos profunda y trascendental: la Revolución Científica del siglo XVII. En efecto, gracias a los trabajos de Galileo, Descartes, Bacon, Newton y de muchos otros se configuró una idea del cosmos apoyada en un cuerpo sólido de leyes matemáticamente demostrables. El mundo físico pudo ser explicable en términos cuantitativos. La mecánica newtoniana era la síntesis científica más completa elaborada por el hombre y la más perfecta manera de explicar los fenómenos naturales.

Este inmenso logro llevó al ser humano a tomar conciencia --como en ninguna otra época de la historia- de sus potencialidades para dominar la naturaleza por medio de conocimiento científico. El mundo fisico podía ser transformado en beneficio del hombre. La naturaleza, que en la cosmología medieval era objeto de contemplación, podría ser ahora, gracias a la tecnología derivada de las ciencias, un objeto de dominio y explotación que permitiera al hombre un mayor bienestar.

Esta entronización del conocimiento científico indujo a los sabios y pensadores del Siglo de las Luces a

considerar como verdaderos sólo los hechos y las teorías que podían ser verificadas o demostradas por métodos científicos cada vez más rigurosos.

El elemento medular de esta actitud era la confianza absoluta en la Razón humana como el único instrumento para comprender la realidad. La racionalidad de un hecho sea de la naturaleza que fuere era el criterio parajuzgar si era verdadero o falso. Diderot expresó con claridad el ideario de la época cuando escribió: Tensamos que el mayor servicio que se les puede hacer a los hombres es enseñarles a utilizar su razón, para que así puedan tener por verdadero solamente lo que han verificado y comprobado." El cosmos estaba estructurado en forma racional y el orden y la armonía de sus leyes así lo probaba.

No fue dificil para los pensadores del siglo XVIII dar el paso siguiente: pasar del mundo de las ciencias al mundo moral, o sea del estudio de la fisica y la astronomía al de la política y la sociedad, y pretender que el mismo orden y armonía que existía en aquéllas podía y debía también existir en éstas. La razón humana era capaz de revelar ese orden del mismo modo que había develado a los científicos los secretos de la naturaleza. Era entonces necesario crear una ciencia de la sociedad, de la política

y de la economía, que estuviera regida por leyes tan rigurosas como las de la fisica.

Pero esto no era tan sencillo. Largos siglos de tradiciones y costumbres habían creado estructuras sociales, instituciones políticas y relaciones económicas absurdas y opresivas que eran rechazadas por la razón por estar basadas en la sup!trstición, el miedo y la explotación. Lo que la ciencia medieval había sido para la ciencia moderna, así la sociedad del presente debía ser para la sociedad del futuro: el paso de las tinieblas, el oscurantismo y la servidumbre, a la luz, la razón y la libertad.

Fue de esta manera como los ilustrados franceses percibieron con claridad lo que debían destruir para, después, sobre sus ruinas, levantar la nueva sociedad. Leyes, instituciones y hábitos debían ser modificados a fondo y para ello la mejor arma de que dispusieron fue la crítica histórica, ya que fue en el estudio del pasado donde encontraron el origen de todos los males que padecía la sociedad de su época, a saber, la desigualdad social, el despotismo monárquico y el fanatismo religioso. Su crítica histórica caló hondo cuando denunciaron como cuestionables el derecho divino de los reyes, los fueros del clero y de la nobleza y la autoridad de la religión revelada. Era, en suma, una cruzada

tendiente a reformar -y si era necesario a destruir- un orden para erigir otro, dictado por la razón. La incredulidad, sea en el campo que fuere, caracteriza al pensamiento ilustrado. Su fe en la razón tuvo como fundamento, paradójicamente, el escepticismo más radical. En D'Argenson, Chamfort, Morelly, Diderot, Voltaire, D'Holbach, Condillac, Helvetius, y en otros más, incluidos novelistas como Laclos y Sade, encontramos ese profundo espíritu crítico que los llevó a atacar, sin consideraciones para las tradiciones venerables y los convencionalismos, todo el edificio de la sociedad en que vivían, desacralizar lo sagrado y desmitificar las autoridades y los poderes establecidos.

Su principal punto de ataque fue la religión institucional y religional pues en ella encontraron el origen de la superstición y el fanatismo, en el que estaba hundido el pueblo llano. La religión era, según ellos, el falso consuelo de los oprimidos, de aquéllos que al no poder esperar nada de esta vida ponían sus esperanzas en la otra. Muchos siglos de cristianismo tiránico habían reprimido y aun atrofiado su razón con creencias absurdas y con supersticiones sin número.

Sin el menor respeto a la fe tradicional de una Francia que desde Clodoveo había dado santos y

mártires, los deístas y ateos del Siglo de las Luces inundaron la tierra de Juana de Arco, la heroína de las revelaciones y las voces que había salvado a Francia, de libelos satíricos y de pasquines difamatorios, de libros de teología natural y de coplas irreverentes contra el clero, los sacramentos y la Escritura sagrada. Casi no hubo punto de la religión que autores como Voltaire no pusieran en la picota primero de la duda y luego del sarcasmo. Su Diccionario Filosófico, ese monumento a la impiedad, fue el evangelio de una generación irreverente. Su poema La Doncella, donde ridiculizaba a Juana de Arco, circulaba manuscrito, y fue la charla obligada de los salones de enciclopedistas y librepensadores de mediados del siglo. El mismo Voltaire, en su guerra contra "la inflame", que así calificaba a la religión cristiana, emprendió ya en la vejez la redacción de una obra titulada La Biblia al fin explicada. donde destruía en medio de sarcasmos todos los versículos del Génesis tachándolos de fábulas ridículas. Ciertamente a la lucha a contra el cristianismo no le fue ajena la represión y la, censura, pero estos filósofos supieron bien encubrirse en el anonimato y en los falsos nombres. No hubo artimaña que no emplearan para hacer imprimir y difundir sus escritos. La Francia del siglo XVIII vio cómo la religión de sus padres era atacada

en el seno de su cultura, es decir desde dentro de ella misma. Este fenómeno sin precedentes en cuanto a la intensidad de la contienda, explica el que durante las horas más sombrías de la Revolución se haya llegado a extremos de persecución religiosa que no habían sido contemplados en Europa desde la época del Imperio Romano.

Al actuar de esta manera los filósofos franceses del XVIII debilitaron hasta tal punto la estructura de la religión institucionalizada que muchos clérigos y abates pasaron a sus filas y desde ahí atacaron al poder eclesiástico al cual servían. Pero, además, vulneraron seriamente a una institución que había sido aliada de la monarquía por cientos de años. La ancestral alianza entre el trono y el altar fue puesta en entredicho con lo que ambas formas de autoridad se vieron necesariamente cuestionadas.

El ataque contra la religión tuvo además otro cometido: erradicar de los grupos no privilegiados la idea de una vida en el más allá, con lo que los impulsaron a buscar en ésta vida lo que era dudoso que encontraran en la otra.

Simultáneo a su ataque contra la religión los ilustrados denunciaron la irracionalidad de la estructura social que contradecía visiblemente

el orden de la naturaleza al exhibir sus injusticias. Era necesaria una reforma social aunque pocos de entre ellos creían que debía hacerse en forma violenta. Algunos predijeron una revolución, pero ninguno vio en el futuro un reinado del Terror.

La premisa de la que partieron era una figura retórica no sólo verdadera sino también co nvincente: el hombre es bueno al nacer, la sociedad lo corrompe y lo hace malo. Es pues necessario estudiar cuáles son los elementos que hacen nociva a la sociedad y eliminarlos.. De esta -forma las voces que se habían levantado contra la autoridad religiosa entre 1750 y 1770, comenzaron, desde aproximadamente este año y hasta la Revolución, a impugnar los derechos de la nobleza hereditaria y la injusta estructura jerárquica de la sociedad. Los más radicales se atrevieron incluso a criticar el derecho divino de los reyes que, según ellos, carecía de fundamento ético e histórico.

A menudo se ha dicho que los filósofos del siglo XVIII se preocuparon sólo en destruir sin poner nada en lugar de lo que habían tan cuidadosamente demolido. Esta aseveración no es del todo exacta. Ciertamente, como ya dijimos, su pensamiento fue eminentemente crítico y escéptico y sus ataques a la, religión y a la

estructura política y social de su época tenía como finalidad la destrucción de la p'rimera y la reforma de la segunda. Pero esta actividad crítica no se hubiera llevado a cabo de no estar animada de una profunda convicción, impregnada de optimismo, sobre lo que podría ser el futuro de la humanidad. No deja de ser una extraña paradoja que el Siglo de las Luces y de la Razón haya sido también un gran siglo de la fe. Pero no de la fe al modo cristiano, sino de la fe en una idea que con altibajos ha llegado hasta nuestros días: la idea del progreso.

En efecto, la idea básica, la concepción teórica más notable que nos legó la Ilustración la idea que hace de ésta una Cosmología- es la creencia de que todos los seres humanos pueden alcanzar aquí, sobre esta tierra, un estado de perfección que hasta entonces sólo se había creído posible, dentro del pensamiento occidental, para los cristianos en estado de gracia, y sólo después de su muerte-. -Este fue el corolario de todo el ideario ilustrado: el hombre era perfectible y por lo mismo susceptible de alcanzar la felicidad en un paraíso terrenal y no celestial. Era lo que Carl Becker denominó "la ciudad de Dios del siglo XVIII"; una ciudad utópica edificada en la tierra para la felicidad de todos los hombres ya liberados de todos los yugos de la ley, la sociedad, la religión y la

autoridad que los habían asfixiado durante siglos. Y la felicidad del género humano estaba cerca, tan cerca que muchos de los ilustrados creyeron poderla ver antes de morir. De lo que para ellos significó ese gran acto de fe vivificante dio cuenta Saint-Just, el joven revolucionario francés quien ante la Convención afirmó, con una simplicidad engañosa, lo que fuera el credo de toda una época: "la felicidad -dijo- es una idea nueva en Europa". Nosotros, a doscientos años de distancia, ya sabemos los peligros que encierra esa promesa nunca cumplida.