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Grain 981 Estrategias Corporativas Agroindustriales America Latina

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  • Enero de 2004 / BIODIVERSIDAD 39 / 27

    Estrategias corporativasagroindustriales enAmrica LatinaPor Biodiversidad

    Algunos elementos para elanlisis

    Desde fines de la dcada del 60 se internacio-naliza el modelo de desarrollo capitalista en la agri-cultura implementado en el Primer Mundo, estra-tegia conocida como Revolucin Verde (RV). Laempresa transnacional (o corporaciones transna-cionales, CTN), es la forma principal de expan-sin del capital y los paquetes tecnolgicos agr-colas de tipo intensivo son la va para mantener eincrementar la tasa de ganancia en el sector. Se-millas de variedades de alto rendimiento, la me-canizacin y el uso insumos qumicos fueron losejes del paquete.

    En todos los pases de Amrica Latina estasprcticas fueron casi simultneamente impulsa-das por las CTN, los gobiernos, los tcnicos y lasuniversidades, con el apoyo decisorio del BancoMundial, el Banco Interamericano de Desarrollo,la USAID y la FAO.

    A partir de la dcada del 70, y en respuesta alagotamiento del modelo de acumulacin, se ini-cian nuevas estrategias econmicas, polticas ysociales desde los centros de poder, corporacio-nes y pases centrales, para garantizar el funcio-namiento y lgica del incremento de la tasa deganancia. En la agricultura, las corporaciones im-pulsan a nivel mundial un proceso de reconver-sin tecnolgica hacia la biotecnologa, y en par-ticular la ingeniera gentica, como forma de man-tener e incrementar sus ganancias y control delsector. Tecnologas de continuidad y ruptura conla RV, desarrolladas bajo el mismo paradigma deproduccin. El cambio tecnolgico ha favorecido

    y contina favoreciendo la produccin y/o expor-tacin de cultivos comerciales y no a la produc-cin y productividad de los cultivos para la seguri-dad alimentaria y la permanencia de la pequeaproduccin. Paquetes tecnolgicos de alta inver-sin de capital por hectrea, con alto uso de insu-mos externos, ahorradores de mano de obra, ycon el objetivo, mediante el monocultivo, de obte-ner productos uniformes, adecuados para ingre-sar en la cadena de procesamiento agroindustrial.

    Presentaremos a continuacin algunos elemen-tos centrales del marco interpretativo de este pro-ceso, para posteriormente dar algunos ejemplosde cmo est operando la presencia corporativaen la agroindustria oleaginosa del MERCOSUR.

    El marco de, y para, la expansinde las corporaciones

    Desde mediados de este siglo pasado, y enmayor profundidad en el ltimo lustro, a la mun-dializacin comercial y financiera se integra la in-ternacionalizacin del capital productivo, siendola fuerza determinante la competencia y fusionesentre grandes CTN, modalidad que adopta la ex-pansin internacional del capital en el proceso devalorizacin y reproduccin del mismo. La CTN incluyendo la forma que adopta la empresa capi-talista para la captacin de recursos y exceden-tes, no nueva en el contexto mundial pero s sugeneralizacin y su presencia dominante en lospases en las ltimas dcadas responde a la l-gica de la circulacin de mercancas y del capitaldinero (Vigorito, 1981). Empresas integradoras

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    entre las estructuras nacionales y el capital inter-nacional, incluyendo bancos y entidades financie-ras internacionales, en un proceso de desarrollode la globalizacin de las fuerzas productivas des-igual entre pases y regiones y combinado, li-derado por las economas centrales, que por sucambio cualitativo y cuantitativo ha provocado pro-fundas transformaciones en las formas y la mag-nitud de la subordinacin de los pases dependien-tes (Olesker, 2001).

    Esta nueva fase de desarrollo de la economadefine un perfil nuevo de la acumulacin mundialen general, y la acumulacin de capital subordi-nada en particular, cuyo objetivo es recomponerla tasa de ganancia a nivel mundial. Fenmenocomplejo que incluye la esfera econmica-produc-tiva, social, poltica y cultural, a escala mundial.Se promueve simultneamente: el libre comercio,impulsando la apertura unilateral e irrestricta enlos pases dependientes; el retiro del Estado defunciones econmicas y de regulacin social y la-boral; y legislaciones, en los mbitos internacio-nales y nacionales, que desregulen las inversio-nes extranjeras.

    La Organizacin Mundial de Comercio (OMC)y los diversos tratados multilaterales, bilateraleso regionales, tienen fundamentalmente por objeti-vo legalizar y garantizar la reproduccin del capi-tal de las corporaciones a escala internacional,como el control poltico necesario en todos lossectores y en forma principal en el sector agrario,vinculado al control territorial y de los recursosnaturales (Barreda, 2002).

    En lo poltico, el debilitamiento de los estadosnacionales como mediadores entre los interesesnacionales y del gran capital internacional junto alrol de los estados nacionales de mayor poder deorganizar y administrar el comercio mundial paraasegurar la hegemona de sus empresas, son par-te fundamental de este nuevo escenario. Orga-nismos internacionales de diversa ndole viejasy nuevas estructuras asumen espacios nuevosde poder, muchos de ellos vaciados por los es-tados-nacin, siendo las funciones econmica yfinanciera las rectoras del resto. Organismos cu-yas decisiones fundamentales son funcionales alos intereses de las corporaciones, en un entra-mado de redes de poder entre burocracias esta-tales-nacionales y representacin directa de bu-rocracias empresariales transnacionales. Etapacaracterizada por la reconversin tecnolgica enparticular, informacin, transporte, comunicacio-nes y tecnobiologa principalmente en los pa-ses centrales, que simultneamente inciden en un

    mayor deterioro de las condiciones de vida y tra-bajo en las sociedades de los pases del sur. Alinterior de las formaciones sociales se profundi-zan los procesos de diferenciacin social de eli-tes y burocracias de poder, sustentadas en losmecanismos de distribucin de ganancias de lainsercin internacional.

    En el sector agrario las caractersticas centra-les que adquiere el nuevo orden agrcola interna-cional -determinado por la internacionalizacin delsistema agroalimentario- como parte de la rees-tructura global son la concentracin y centraliza-cin de la produccin alimentaria en los pasesdesarrollados y el dficit estructural en los pasesdependientes. Producto fundamentalmente de lacompetencia, se establecen en las economascentrales polticas proteccionistas y el pago dealtos subsidios a los productores junto al estable-cimiento de precios a la baja en el comercio mun-dial agrcola. En esta lucha por el poder hegemni-co en el sector agroalimentario, los Estados Unidosreforzaron los mecanismos de colocacin de exce-dentes hacia los pases subdesarrollados, junto apolticas del Banco Mundial y el Fondo MonetarioInternacional de desestmulo a la produccin parael mercado interno de alimentos y la promocinde la produccin de productos no tradicionalespara la exportacin (Rubio, 1995; Bello, 2003).

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    Esto ha implicado entre otros efectos quesean los pases centrales y las corporaciones quie-nes participan y controlan el mercado internacio-nal de alimentos. En el caso del mercado de gra-nos, los pases perifricos que logran ingresar-con producciones basadas en empresas agrope-cuarias de gran escala econmica- lo hacen fun-damentalmente a expensas de la destruccin deriqueza de los recursos naturales de esos territo-rios: suelo, agua y biodiversidad, y de la expul-sin de pobladores y pequeos agricultores, fa-miliares, campesinos e indgenas. Un claro ejem-plo es la vertiginosa expansin del cultivo de sojaconvencional y transgnica en los pases deAmrica Latina, con los profundos impactos ne-gativos que est provocando.

    En la agricultura, al igual que en otros secto-res, las corporaciones transnacionales agroindus-triales constituyen grandes conglomerados forma-dos compulsivamente a partir de adquisiciones yacuerdos de colaboracin de empresas del reade la farmacutica, de las semillas y de los pro-ductos qumicos. Actualmente cinco conglomera-dos dominan el comercio mundial de semillas yde agroqumicos (Morales, 2001). Esta estrategiaincluye simultneamente la adquisicin de empre-sas internacionales menores junto a las comprastotales o parciales de empresas nacionales, en-cubrindose muchas veces de esta forma la pre-sencia de las corporaciones en los mbitos locales.

    Fases de un mismo proceso

    La nueva biotecnologa de los ltimos 20 aos,y en particular la transgenia, forma parte del pro-ceso de industrializacin de la agricultura y tienepor objetivo central la captura de los beneficiosderivados de la innovacin tecnolgica por partede las CTN. En esta segunda etapa, y a diferenciade la etapa anterior, la semilla eje del paquetede la primera fase de la RV, ya convertida en mer-canca se constituye en un verdadero productode la industria.

    Los impactos negativos de la estrategia tec-nolgica de la RV en el campo latinoamericanoprofundizaron los problemas ambientales y socia-les ya existentes; al respecto, existe una amplialiteratura (Hewitt, 1978; IICA,1991; Ehlers, 1996) .Entre los principales impactos figuran:n mayor marginacin-expulsin de los pequeos

    productores, campesinos e indgenas profun-dizando la diferenciacin social;

    n mayor dependencia de los agricultores de losinsumos externos a sus sistemas de produc-

    cin, as como profundizacin de la dependen-cia de los pases, al ser insumos agrcolas im-portados fundamentalmente de los pases cen-trales; y

    n extensin de los monocultivos y prdida de bio-diversidad, y por lo tanto prdida de soberanay seguridad alimentarias.

    Bajo el mismo paradigma tecnolgico, Altieri(2002) identifica factores de continuidad y de rup-tura con la etapa anterior. Entre los principales,destaca: el enfoque cientfico es el mismo, puesen la etapa anterior se conceptualizaba una pla-ga-un qumico, mientras que en sta, una plaga-un gen; la transgenia trasciende las barreras bio-lgicas que la naturaleza ha impuesto; y los im-pactos negativos sobre la biodiversidad adquie-ren dimensiones, algunas ya conocidas y anun-ciadas, mientras que otras estn en el campo dela incertidumbre. Entre los factores de ruptura,estn el mayor control y apropiacin, por parte delas CTN, del germoplasma, desde la produccinde semillas protegidas por la propiedad intelec-tual hasta su venta, formando un paquete semi-llas-qumico que intensifica la dependencia de losagricultores, y la privatizacin de la investigacin.

    Anna Rosa Martnez concluye sobre los obje-tivos y pilares centrales de la nueva estrategia cor-porativa: levantar restricciones producto del mo-nocultivo; asegurar y aumentar los mercados deplaguicidas y semillas; reclamar derechos de pro-piedad y obtener rentas del acto de sembrar; yavanzar en la estrategia de mayor integracin ycontrol de las cadenas agroalimentarias (Martnez,2002). Entre los pilares bsicos estn: los dere-chos de propiedad intelectual (DPI) mediante pa-tentes sobre organismos vivos existentes o me-jorados genticamente (GRAIN, 2000); que losciudadanos, entre ellos los agricultores, no ten-gan posibilidades de decisin; definir qu cienciaes vlida mediante el reduccionismo gentico;impulsar una definicin estrecha de bioseguridad;y controlar la agenda de investigacin agrcola.

    La biotecnologa refuerza as la tendencia do-minante a que los pequeos productores, cam-pesinos y pueblos indgenas pierdan el control,que ya tienen acotado, de la capacidad de decidir.Al ser una tecnologa que atenta contra la peque-a produccin incide en forma fundamental en larecreacin de la biodiversidad cultivada dado quehistricamente ha sido una tarea que han llevadoadelante campesinos, pueblos indgenas y peque-os agricultores, sectores de las sociedades en

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    donde la biodiversidad y las semillas son esenciade cultura y sustento. Hoy la gran paradoja en elcampo latinoamericano es que siendo sociedadespredominantemente agrarias, y siendo los pasesnetos exportadores de alimentos, los niveles depobreza y alimentos insuficientes son mayoresen la poblacin rural.

    Ciertas estrategias corporativasen el MERCOSURl La soja, cultivo agroindustrial por excelencia

    El cultivo de la soja ha sido paradigmtico dela tecnologa de la RV y como insumo para la ca-dena agroindustrial. Desde su expansin en EEUUse conforma un paquete tecnolgico cuyo eje fuela semilla de variedades de alto rendimiento, y conrequerimientos de ajustada preparacin del sue-lo, alto uso de herbicidas y fertilizantes con carac-tersticas que permitan la mecanizacin en todaslas fases del cultivo. Este paquete tecnolgico seexport a los pases de Amrica Latina, en los cua-les se apoy la investigacin en la adaptacin devariedades (Amndola, 1991).

    Hasta fines de la dcada del 70 la soja era uncultivo si bien en expansin, an con escaso de-sarrollo en el cono sur. Hoy la soja del MER-COSUR representa la mayor parte de la produc-cin mundial, ocupando una superficie aproxima-da a los 80 millones de hectreas (El ObservadorAgropecuario, 2002). A esto debemos agregar quegran parte de la fase agraria de este cultivo estbajo el control de una sola empresa, Monsanto, consus filiales locales, que domina el mercado de lasemilla y de parte del mercado de agroqumicos.

    El cultivo de soja convencional desde su grancrecimiento en rea y volumen de produccin anivel mundial en la dcada del 70, como parte dela cadena de produccin de protena animal enlos pases centrales estuvo diseado para serutilizado en la produccin a gran escala, por gran-des empresas que tuviesen capacidad de alta in-versin por hectrea, y de produccin de grandesvolmenes por unidad de produccin. Con la sojatransgnica el paquete es an ms restrictivo parala pequea produccin. Ya en esa etapa anterioren Brasil, Argentina y Uruguay muchos pequeosproductores que confiaron en lo que se llam eloro verde tuvieron que entregar sus tierras parapagar los crditos contrados con el cultivo (Amn-dola, 1991). En Argentina, hoy con casi 14 millo-nes de hectreas de soja transgnica RR (Roun-

    dup Ready), bajo el esquema de siembra directacon uso de agroqumicos para el control de male-zas, existe fuerte predominio de grandes empre-sas agrcolas en la produccin de este commodi-tie (Pengue, 2002). A esto debemos agregar quelos productores quedan sin el derecho a optarporque el mercado de semillas queda cooptadonicamente por las semillas transgnicas, comose constata en Argentina y Uruguay.

    l El complejo oleaginoso

    El complejo oleaginoso en el MEROSUR tam-bin es un buen ejemplo de lo que hemos sealdoanteriormente. Para el ao 2000 el MERCOSURera el segundo productor mundial de:s grano de soja (33%, luego de EE.UU. con 46%);s aceite de soja (28% luego de EE.UU. con 34%);s torta de soja (28% luego de EE.UU. con 33%).

    La magnitud de la produccin la regional obli-g a que las mayores empresas multinacionalesoleaginosas buscaran y desarrollaran una estra-tegia de expansin geogrfica con infraestructuraadecuada de terminales graneleras y de vas decirculacin de las mercancas, en los principaleslugares de abastecimiento de materias primas delMERCOSUR, definiendo as una estrategia regio-nal a largo plazo. Estrategia que se visualiza en lapropuesta de ubicacin de los ejes de Integracinde la Infraestructura Regional del Sudamrica, conplataformas logsticas multimodales de acopio ytransporte de mercancas. De esta forma, se re-ducen las principales ventajas reales que tiene lacadena agroindustrial de granos en EEUU conrespecto al sur: infraestructura y logstica (Gutman,2000). El proceso de liberalizacin de los mercadosha tenido como una de las principales consecuen-cias en las cadenas agroindustriales, y en sta enparticular, a la cada de los mrgenes de ganancia,llevando compulsivamente a las corporaciones pre-sentes en el sector a la competencia por reducir cos-tos a travs del aumento de las escalas de produc-cin. Las perspectivas de que en breve solamenteBrasil produzca unos 60 millones de toneladas, im-plican su traslado por diferentes vas; se estima queel 27% ser por hidrovas (Cazala, 2002).

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    En Brasil y Argentina las grandes empresasnacionales en el complejo oleaginoso compitencon las multinacionales en los mercados regiona-les y mundiales, en tanto las cooperativas sondesplazadas hacia puestos inferiores o bien des-aparecen de los mercados (Cuadro 1).

    Cuadro 1: Multinacionales del complejoaceitero en el MERCOSUR.

    EMPRESA ORIGEN COBERTURA

    Cargill EEUU Todos los pases

    ADM EEUU, Paraguy Brasil

    Nidera Holanda Argentina

    Louis Dreyfus Francia, Brasil Argentina y BrasilConagra EEUU, Brasil, Argentina

    Uruguay

    Fuente: Gutman (2000).

    l Semillas, agricultura a contrato y siembra di-recta

    En la regin se encuentran prcticamente to-das las empresas semilleras transnacionales y degentica vegetal: Monsanto, Dekalb, Cargill, Pio-neer, Mycogen, Novartis, AgrEvo, Rhone Poulenc,DuPont, Ciba Geigy y Nidera. Algunas de ellas,como seala Gutmam, con filiales y traders inter-nacionales han comprado empresas semilleraslocales (por ejemplo, FT Sementes de Brasil, porMonsanto) y establecido alianzas estratgicascomo la realizada entre Monsanto y Cargill paradesarrollar y comercializar semillas mejoradas (atravs de la ingeniera gentica), aprovechandolos recursos biotecnolgicos de Monsanto y lacapacidad logstica y comercial de Cargill (Gut-man, 2000).

    En el plano organizativo se constatan estrate-gias corporativas ya iniciadas durante la RV, msgeneralizadas ahora, como la agricultura a con-trato; y las nuevas formas de asistencia tcnica,acordes adems, con el mayor retiro de funcionesque cumplan organismos del estado. Las diver-sas formas de agricultura a contrato busca ase-gurarse la materia prima, los volmenes, la ho-mogeneidad y calidad del producto segn sudestino de uso (Amndola, 1991). El sector priva-do de asistencia tcnica directa a los empresariosagrcolas mediante la prestacin de servicios tec-

    nolgicos, fundamentalmente difundiendo los pa-quetes de las transnacionales, que incluyen lasemilla, los herbicidas y el asesoramiento tcni-co, no slo se privatiz, sino que adems se trans-nacionaliz. Las empresas transnacionales pasana desempear un papel estratgico para la difu-sin tecnolgica en la produccin primaria, dirigi-da, bsicamente, a las grandes explotacionesempresariales del sector agrcola. En la fase deproduccin agrcola, la otra prctica que han im-pulsado las CTN es la siembra directa, con ma-quinaria especializada, que lleva atada como con-dicin necesaria el uso de herbicidas.

    Frente al avance del sector privado, la partici-pacin de los institutos de investigacin agrope-cuaria en el rea de desarrollo gentico se ha redu-cido. Adicionalmente, otro aspecto nuevo es lamodalidad de acuerdos y convenios de coopera-cin tecnolgica entre empresas del complejo einstituciones pblicas y privadas. En la regin sonfrecuentes los convenios entre empresas semille-ras (nacionales y transnacionales) y de agroqu-micos (individualmente o en forma conjunta) y lasinstituciones pblicas de innovacin para fines di-versos: adaptacin de variedades (y otros aspec-tos de tipo agronmico); desarrollo de proyectosde investigacin y biotecnolgicos y en la produc-cin de semillas (como, por ejemplo, Cargill yMonsanto en Brasil); difusin conjunta de paque-tes tecnolgicos; tambin hay acuerdos entre lasempresas aceiteras y universidades y/u otro tipode institutos para investigar productos y/o proce-sos (Gutman, 2000).

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    A modo de conclusionesEn Amrica Latina las denominadas reformas

    estructurales a favor de los intereses de las gran-des empresas transnacionales y de la hegemonanorteamericana estn teniendo un profundo im-pacto en la sustentabilidad en sus cuatro dimen-siones: social, aumentado las desigualdades enel acceso a los recursos y la exclusin de la ciu-dad y el campo; ecolgica, degradando y destru-yendo ecosistemas y diversidad biolgica y cultu-ral; econmica, donde las necesidades del mer-cado son antagnicas con las necesidades hu-manas; y polticas, con la an mayor concentra-cin del poder en la toma de decisiones (Redes,2000). Por su importancia en las formaciones so-cioeconmicas de los pases latinoamericanoseste proceso ha impactado, transformado y ace-lerado tendencias con mayor significacin en elsector agrario. Las heterogeneidades histricas yestructurales del campo latinoamericano contri-buyen a la complejidad de situaciones. Pero bajola intensificacin del dominio del capital que ope-ra en escala mundial se transfronteriza, uniformi-za, la problemtica de las sociedades agrarias.Resurgen en este marco las movilizaciones, mo-vimientos y organizaciones de diverso tipo en elseno de las sociedades agrarias latinoamericana(Amndola, 2002).

    El resultado de este proceso para los paseslatinoamericanos ha sido principalmente:

    a) desestructuracin de la produccin alimen-taria para el mercado interno y la reorientacin deproductos de exportacin; b) mayor marginacin,exclusin, deterioro del nivel de vida de los pe-queos productores de bajos ingresos, campesi-nos con y sin tierra y pueblos indgenas; c) mayordestruccin y apropiacin privada de los recursosnaturales; d) precarizacin del empleo rural ymultiocupacin; mayor concentracin de la tierra;y creciente migracin campociudad.

    Ante esta situacin los movimientos socialesagrarios y organizaciones de diverso tipo se opo-nen a que la agricultura se negocie en la OMC y aque el ALCA y el IIRSA sean aprobados por losgobiernos latinoamericanos; se resisten a la ex-pansin de los cultivos transgnicos; y en defen-sa de la pequea produccin familiar campesinaproponen que es posible otra agricultura basadaen la soberana alimentaria de los pueblos. El con-tenido de dicho concepto implica el poder de de-terminacin y el abastecimiento de los requeri-mientos de los alimentos de la poblacin a partirde la produccin local y nacional; esto mediante

    el control del proceso productivo que significa de-cidir en forma autnoma el para qu, el qu, elcundo y con cules recursos producir. Para ga-rantizar la soberana alimentaria es condicin ne-cesaria que haya una promocin y recuperacinde las prcticas y tecnologas tradicionales, queaseguren la conservacin de la biodiversidad y laproteccin de la produccin local y nacional. Uncomponente determinante para la soberana ali-mentaria es el garantizar a la poblacin y los ver-daderos agricultores aquellos que la trabajan di-rectamente con sus familias, sus manos y susconocimientos compartidos el acceso al agua, latierra, a las semillas y los mercados justos y equi-tativos (Bravo, 2002) l

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    Con el objetivo de discutir acerca de la relacin entre soberana alimentaria, agroecologa y desarrollorural sostenible, entre el 17 y el 21 de noviembre de 2003 se celebr en Porto Alegre, Ro Grande do Sul,Brasil, el I Congresso Brasileiro de Agroecologia. Fue organizado por EMATER/RS (Empresa de Asisten-cia Tcnica e Extensin Rural de Ro Grande del Sur) y EMBRAPA (Empresa Brasilera de InvestigacinAgropecuaria); y cont con la presencia de cerca de 3,300 representantes de varios pases e institucionesgubernamentales, no gubernamentales y universitarias.Canrober Costa Neto, profesor de la Universidad Federal Rural de Ro de Janeiro, Brasil, particip en elCongreso con el tema Construyendo referencias para saberes socioambientales. Fue entrevistado porBiodiversidad acerca del Congreso y sus opiniones, sobre la importancia del mismo y las perspectivas,fueron las siguientes:Los aspectos ms importantes del Congreso estuvieron relacionados con la necesidad de concientizarpara alcanzar la soberana alimentaria a nivel mundial; y permitir el intercambio generalizado de opinio-nes acerca de cmo puede ser logrado tal objetivo.En el Congreso las perspectivas que se visualizan, sobre temas trascendentes, son:a) lograr el desarrollo rural sostenible a travs de polticas pblicas y orientadas para la investigacin entrminos agroecolgicos, que conduzca a la soberana y seguridad alimentarias;b) sobre los temas vinculados a las semillas y su importancia para la sustentabilidad, las investigacionesy estudios presentados apuntan a su produccin en todos los tipos de cultura agrcola, de tal manera quegaranticen la biodiversidad y se corresponda con la necesidad de obtener sustentabilidad ambiental ysoberana alimentaria;c) se demostr en muchas exposiciones y debates que la va campesina, con base en la agriculturafamiliar cooperativa, es la que puede sustentar la diversidad socio-bio-cultural; yd) Frente al del uso de semillas genticamente modificadas, el congreso en su declaracin final hizo unllamado para que se observe el principio de precaucin antes de cualquier liberacin de esas semillaspara cultivo; y se conden vehementemente a los transgnicos por oponerse a la preservacin de labiodiversidad.

    Congreso brasileo de agroecologa